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VIGILAR Y CASTIGAR – capítulo “Disciplina”

Muestra a partir de la mitad del siglo XVIII las nuevas formas de castigar que la
constituyen las disciplinas y que se oponen al poder soberano. Caracteriza al poder soberano:
un poder de extracción, extrae lo que le rinde ese tributo el siervo. Solo se ejerce cuando el
soberano se impone, cuando se reprime. El poder disciplinar busca un progreso, es más
continuo, trata de producción, no busca reprimir sino corregir.

Los Cuerpos Dóciles.

Es dócil un cuerpo que puede ser sometido, utilizado, transformado y perfeccionado. Al


cuerpo depende de poderes que le imponen coacciones u ligaciones. La modalidad implica una
coerción que está sobre los procesos de la actividad. A estos métodos que permiten el control
de las operaciones del cuerpo, imponen una relación de docilidad-utilidad, es lo que se llaman
“Disciplinas”. Las disciplinas han llegado a ser unas fórmulas generales de dominación.
Distintas de la esclavitud, ya que no se fundan sobre una relación de apropiación de los
cuerpos. Distintas de la domesticidad (relación de dominación constante, masiva, global).
Distintas del vasallaje (relación de sumisión lejana). Distintas del ascetismo y de las
“disciplinas” monásticas (que tienen por función garantizar renunciaciones más que aumentos
de utilidad) El momento de las disciplina es en el que aparece una “mecánica del poder”, que
define cómo se puede hacer que estos cuerpos operen de una manera eficaz, rápida, con las
técnicas que se quiere, etc. La disciplina fabrica cuerpos dóciles. Disocia el poder del cuerpo.
De una parte hace de este poder una “aptitud”, una “capacidad” que trata de aumentar, y
cambia; por otra parte, la energía que de ello podría resultar, y la convierte en una relación de
sujeción. Estas técnicas minuciosas tienen importancia, puesto que definen cierto modo de
adscripción política y detallada del cuerpo (Microfísica del Poder). Es por esto que la disciplina
es una anatomía política del detalle. Hay que conocer el detalle. Para el hombre disciplinado
ningún detalle es indiferente, pero más como cuerpo-presa que en él encuentra el poder que
quiere aprehender. Esta idea del detalle, esta concepción minuciosa de los reglamentos,
mirada, inspecciones, sujeción, control del cuerpo, darán dentro de la escuela, cuartel, hospital
o taller un contenido racional económico o técnico. Dicha observación minuciosa del detalle y
ésta consideración política de estas pequeñas cosas para el control y la utilización de los
hombres se abren paso a través de la época clásica conteniendo técnicas y procedimientos
(así nace el hombre del humanismo moderno)

La disciplina procede a la distribución de los individuos en el espacio. Para lograr eso tiene dif.,
técnicas:

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1) Clausura: la especificación de un lugar heterogéneo a todos los demás y cerrado
sobre sí mismo. (Colegios, cuarteles, hospitales) Espacios de protección para
asegurar el orden.
2) Pero el principio de “clausura” no es constante ni suficiente en los aparatos
disciplinarios. El espacio disciplinario tiende a dividirse en tantas parcelas como
cuerpos o elementos que repartir. Se trata de establecer las presencias, de saber
cómo y dónde encontrar a los individuos.
3) La regla de los Emplazamientos funcionales: Se final unos lugares determinados
para responder no sólo a la necesidad de vigilar, de romper el peligro, sino también
de crear un espacio útil. Ej.: Hospitales militares y navales (Francia – Rochefort)
Por las diversas actividades de dicho hospital (administración médica, vigilancia,
control de mercancías, de embarcación y desembarcación del personal, etc.)
4) En la disciplina los elementos son intercambiables puesto que cada uno se define
por el lugar que ocupa en una serie. La unidad en ella es el “Rango” (Lugar que se
ocupa en una clasificación). La disciplina, arte de rango y técnica, individualiza los
cuerpos, los distribuye y los hace circular en un sistema de relaciones. El rango, a
partir del S.XVIII, comienza a definir la distribución de los individuos. Por Ej.: en el
orden escolar, hileras de alumnos, rango para cada tarea, rango que se obtiene
mes en mes, año en año, etc. Cada alumno ocupa ya un orden, se desplaza por
esas series de casillas que marcan una jerarquía del saber o de la capacidad.

Al asignar lugares individuales se puede controlar a cada individuo y al trabajo


simultáneo de todos. Se ve a la institución escolar con una máquina de aprender pero también
de vigilar. Al organizar “celdas”, “lugares” y “rangos” las disciplinas fabrican espacios
funcionales y jerárquicos que logran la circulación. Garantizan la obediencia de los individuos y
una mejor economía del tiempo. La función principal de la disciplina es crear “cuadros vivos”
que organizan lo “múltiple” y dominarlo, se trata de imponer un orden. Tanto en la escuela
como en las fábricas y otros espacios, Foucault muestra la idea de que la disciplina también
busca asegurar la calidad del tiempo, aquí es donde entran prohibiciones y reglas a las
personas que integran dichos espacios. Lo importante es que en tal cantidad de tiempo se
logre la mayor productividad y utilidad. Es esa base para la microfísica del poder que se
entiende como “celular”. En cuanto al *empleo del tiempo y la elaboración temporal del acto*,
Foucault ejemplifica dentro del marco de la disciplina militar con el desfile de los soldados al
igual que lo hace en el comienzo de éste capítulo. Propone la idea de que la elaboración
temporal del acto es un hecho que lleva impregnado el cuerpo consigo mismo. El tiempo está
en el cuerpo y se desenvuelve en compañía de diferentes elementos que componen y
descomponen el acto (Ritmo, miembros, articulaciones, dirección, duración, etc.) El tiempo
penetra el cuerpo y con él todos los controles minuciosos del poder. En cuanto al
“establecimiento de correlación del cuerpo y del gesto”, Foucault plantea que el control
disciplinario impone la mejor relación entre un gesto y el cuerpo. El buen empleo del cuerpo

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permite un buen empleo del tiempo. En cuanto a la “Articulación cuerpo-objeto” la disciplina
define cada una de las relaciones que el cuerpo debe mantener con el objeto que manipula.
Propone el ejemplo de la “Maniobra” (para los teóricos militares) en donde se ve el contacto del
soldado con su arma y una serie de pasos y procedimientos a seguir. Reglas de mayor eficacia
entre el cuerpo y el objeto. Tratar de lograr la mayor utilidad del objeto. Tanto el objeto como el
cuerpo son el uno con el otro y son la pauta del poder. En cuanto a la “Utilización exhaustiva” la
disciplina plantea una utilización creciente del tiempo: se trata de intensificar el uso del menor
instante. El cuerpo al que se le pide ser dócil muestra las condiciones de funcionamiento
propias de un organismo. El poder disciplinario tiene como correlato una individualidad no sólo
analítica y “celular”, sino natural y “orgánica”.

Las disciplinas descomponen y recomponen las actividades, también tienen que ser
comprendidas como aparatos para capitalizar el tiempo. Esto es por cuatro
procedimientos:
1) Dividir la duración en segmentos, cada uno de los cuales debe llegar a un término
especificado. Descomponer el tiempo en trámites separados y ajustados.
2) Organizar estos trámites de acuerdo con un esquema analítico. Supone que la
instrucción abandone el principio de la repetición analógica. Gestos simples que
son los componentes de base para las conductas útiles, y que garantizan una
educación general de la fuerza, habilidad, docilidad.
3) Finalizar estos segmentos por una prueba que trata de indicar si el sujeto ha
alcanzado el nivel pretendido o el aprendizaje, y diferenciar los dotes de cada uno
de los individuos.
4) Disponer series de series; prescribir a cada una, según su nivel, antigüedad y
grado. Aquí es donde se impone la práctica pedagógica, sumada las pruebas
graduales y determinaciones de programas que deben desarrollarse durante una
fase determinada, con diversa dificultad. La disposición en “serie” de las
actividades permite un control detallado en cada momento del tiempo. El poder se
articula sobre el tiempo, asegura su control y garantiza su uso.

El ejercicio es la técnica por la cual se imponen a los cuerpos tareas a la vez repetitivas
y diferentes, pero graduadas. Permite una caracterización del individuo. Así garantiza un
crecimiento, observación, calificación. Sirve para economizar el tiempo de la vida, para ejercer
el poder sobre los hombres por medio del tiempo. La disciplina entonces es un arte no sólo de
distribuir cuerpos, extraer de ellos y acumular tiempo, sino también de lograr componer fuerzas
para un aparato eficaz. El cuerpo singular es un elemento que se puede colocar, mover,
articular sobre otros. En relación con el lugar que ocupa, el orden según se dan los
desplazamientos.

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El tiempo de los unos debe ajustarse al tiempo de los otros para lograr la máxima
cantidad de fuerzas y tener un resultado óptimo. Toda la actividad del individuo disciplinado
debe ser sostenida por órdenes breves y claras. Esto se da mediante un código ya establecido,
entre el que genera disciplina y el que está sometido. Foucault utiliza como ejemplo la acción
del golpe del profesor, contra el pizarrón, para generar atención por parte de los alumnos. Así
se logra un orden y respeto. El profesor impone un poder, ya que el alumno con el ruido del
golpe y la actitud del maestro estará imaginando el deseo del mismo para que los alumnos
presten atención. Esa es la codificación del gesto.

La disciplina fabrica una individualidad con 4 características: “Celular” (por el juego de


la distribución espacial), “orgánica” (por el cifrado de las actividades), “genética” (por la
acumulación del tiempo), “combinatoria” (por la composición de fuerzas) Y para ello, utiliza 4
técnicas: construye cuadros, prescribe maniobras, impone ejercicios, dispone de tácticas para
lograr la mayor combinación de fuerzas. Ya que le permite construir con los cuerpos
localizados, las actividades, etc, un aparato en donde las fuerzas se encuentren aptas para
desarrollarse y generar dicha práctica disciplinaria.

Los Medios del Buen Encauzamiento

El poder disciplinario tiene como función principal “enderezar conductas”. Encauza las
multitudes móviles, confusas, inútiles de cuerpos y de fuerzas en una multiplicidad de
elementos individuales. La disciplina fabrica individuos que se los tiene como instrumentos de
su ejercicio. El éxito del poder disciplinario se debe al uso de instrumentos simples, inspección
jerárquica, sanción normalizadota y el examen.

La Inspección Jerárquica.

El ejercicio de la disciplina supone un dispositivo que coacciona por el juego de la


mirada (Pequeñas técnicas de vigilancias múltiples, miradas que deben ver sin ser vistas).
Foucault toma la idea de los “observatorios” que se fundan en el campamento militar como
medio para demostrar estas vigilancias jerárquicas o inspecciones múltiples. En este campo el
poder se ejerce por el juego de la vigilancia y con esto Foucault plantea que también se va a
producir en el urbanismo como lo son hospitales, prisiones, escuelas, etc. El campamento
militar es el espacio y causa de la vigilancia. Las instituciones disciplinarias contiene un sistema
de control en torno de los hombres, un aparato de observación, registro y de encauzamiento de
la conducta. El poder en la vigilancia jerarquizada de las disciplinas funciona como una
maquinaria. Y si es cierto que su organización piramidal le da un “jefe”, es el aparato entero el
que produce “poder” y distribuye a los individuos en ese campo. Esto permite al poder
disciplinario ser indiscreto (ya que está por doquier alerta y controla sin cesar a aquellos que

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también están encargados de controlarlo) y discreto (ya que funciona permanentemente y en
parte en silencio)

La Sanción Normalizadora.

Sistema disciplinario, contiene un pequeño mecanismo penal que beneficia al privilegio de la


justicia, leyes, delitos, sanción. Las disciplinas establecen una “Infra penalidad” (califican y
reprimen un conjunto de conductas). Reina una “micro penalidad del tiempo” (Retrasos,
ausencias), de la actividad (falta de atención, descuido); de la manera de ser (desobediencia);
de la palabra (charla, insolencia); del cuerpo (gestos impertinentes, suciedad); de la sexualidad
(indecencia). Lo que compete a la penalidad disciplinaria es todo lo que no se ajusta a la regla.
El castigo disciplinario debe ser “Correctivo”, en comparación con los castigos del modelo
judicial (multas, látigo, calabozo). La penalidad perfecta de las instituciones disciplinarias
normaliza. Se opone a una penalidad judicial. Ya que la ley no plantea un deber ser, sólo
muestra lo prohibido y lo permitido. Y en términos generales la ley actúa prohibiendo. La
disciplina, en cambio, lo que hace es corregir y normalizar. El castigo, en la disciplina es un
elemento de un sistema de “gratificación-sanción” (Esto genera el encauzamiento de la
conducta y la corrección) Por Ej.: el maestro debe tratar de recompensar más que de penalizar,
ya que los alumnos perezosos se sienten más incitados por el deseo de ser recompensados.
La disciplina recompensa permitiendo ganar rangos y puestos; castiga haciendo retroceder.

El Examen.

Combina las técnicas de la jerarquía que vigila y las de la sanción normalizadora, que garantiza
las funciones disciplinarias de distribución y clasificación, de extracción máxima de fuerzas y
del tiempo, etc. De fabricación de la individualidad celular, orgánica, genética y combinatoria.
Es uno de los procedimientos que hace al individuo como objeto y efecto de poder y saber.
Permite al maestro, a la par que trasmite su saber, establecer sobre sus discípulos todo un
campo de conocimientos. El examen en la escuela crea un intercambio de saberes: porque se
da el paso del conocimiento del maestro al alumno, pero el alumno le otorga al profesor un
saber reservado.
1) El examen invierte la economía de la visibilidad en el ejercicio del poder. El poder es lo
que se ve, lo que se muestra. En la disciplinas, son los sometidos los que tienen que
ser vistos. El hecho de poder ser visto constantemente es lo que mantiene en su
sometimiento al individuo disciplinario. Y el examen es la técnica que mantiene a éstos
en un mecanismo de objetivación.
2) El examen hace entrar también la individualidad en un campo documental. Coloca a los
individuos en un campo de vigilancia, los sitúa en una concepción de “documento” que
los captan. Es esta idea de un sistema de registro intenso, como una pieza
fundamental de la disciplina. Es como un “aparato de escritura” que abre dos

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posibilidades correlativas: la constitución del individuo como objeto analizable, para
mantenerlo en sus rasgos singulares, en evolución particular; y, la constitución de un
sistema comparativo que permite la descripción de grupos, de hechos colectivos,
distribución en una “población”.
3) El examen, gracias a sus técnicas documentales, hace de cada individuo un “caso”. El
individuo, tal como se le puede describir, juzgar, comprar con otros; y también el
individuo cuya conducta hay que encauzar, corregir, normalizar, etc.

Las disciplinas marcan el momento en que se efectúa lo que se llama la “inversión del eje
político de la individualización”. En un régimen disciplinario, la individualización es
“descendente”: a medida que el poder se vuelve más anónimo y más funcional, aquellos sobre
los que se ejerce tienden a estar más fuertemente individualizados. En un sistema de disciplina
el niño está más individualizado que el adulto; el enfermo más que el sano. Foucault demuestra
con un ejemplo de las pestes en el S. XVIII, lo que se hacía para evitar el contagio y muestra
un sistema disciplinario de poder. Cerrándolos en sus casas a cada individuo le corresponde un
espacio concreto (en parte este sistema de disciplina que Foucault trata, individualiza) Plantea
la idea del mismo tratamiento disciplinario en dif., instituciones (hospitales, prisiones, etc.)
Estos lugares que traban con el individuo en correlatividades (Loco-No loco/ Normal-Anormal)
tratan de corregir al individuo imponiendo este poder disciplinario que comenzó ejemplificando
con la peste del S. XVIII y evoluciona en el S. XIX como en el S. XX.

El Panoptismo.

El panóptico de Bentham es una construcción en forma de anillo, en el centro, una


torre, con ventanas que se abren en la cara interior del anillo. La construcción está dividida en
celdas. Basta situar el vigilante en la torre central, para ver cada individuo en dicha celda, en el
que cada actor, está individualizado y visible. Es visto, pero él no ve. Esta es la condición que
garantiza el orden. El efecto principal del panóptico es inducir en el detenido un estado
conciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder. El
poder es Visible e Inverificable. Visible: el detenido tendrá ante los ojos la elevada silueta de la
torre central en donde es espiado. Inverificable: El detenido no debe saber jamás si en aquel
momento se lo está mirando. Automatiza y desindividualiza el poder. Éste tiene su principio
más en la distribución de los cuerpos, en un equipo cuyos mecanismos internos producen la
relación en la cual están insertos los individuos. Cuanto más numerosos sean esos
observadores anónimos y pasajeros, más aumentan para el detenido el peligro de ser
sorprendido y la conciencia inquieta de ser observado. Éste esquema puede ser utilizado en
hospitales, talleres, escuelas, prisiones. Es un intensificador para cualquier aparato de poder:
garantiza su economía (en material y en tiempo); garantiza su eficacia por su carácter
preventivo, su funcionamiento continuo y sus mecanismos automáticos. El panóptico tiene un
poder de amplificación, si acondiciona el poder, si quiere hacerlo más económico y eficaz. Se

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trata de volver más fuertes las fuerzas sociales. Se trata de mecanismos que analizan
distribuciones, combinaciones, series, y que utilizan instrumentos para hacer visible, registrar,
diferenciar, comparar. El panoptismo es el principio de una nueva “anatomía política” cuyo
objeto y fin son las relaciones de disciplina. Se trata también de demostrar como hacer
funcionar las disciplinas en el cuerpo social. El movimiento que va desde una disciplina de
excepción a una vigilancia generalizada reposa en la transformación histórica (S.XVII y XVIII).
Esta extensión de las instituciones disciplinarias se dio por diversos procesos:

1) Inversión funcional de las disciplinas. Se les pedía que neutralizaran los peligros, que
evitaran inconvenientes. Moralizar las conductas. Las disciplinas funcionan como
técnicas para lograr individuos útiles.
2) Enjambrazón de los mecanismos disciplinarios. Las disciplinas masivas y compactas
se descomponen en procedimientos flexibles de control, que se pueden transferir y
adaptar.
3) Nacionalización de los mecanismos de disciplina. La policía del S.XVIII, tuvo un papel
de ayuda auxiliar de la justicia en la persecución de criminales. Une el poder absoluto
del monarca a las pequeñas instancias de poder en la sociedad. El aparato policiaco
del S .XVIII, sanciona una generalización de las disciplinas que alcanza las
dimensiones del Estado.

Las disciplinas intenta definir respecto de las multiplicidades una táctica de poder que
responde a 3 criterios: hacer el ejercicio del poder lo menos costoso posible (económicamente,
políticamente); hacer que los efectos de este poder social alcancen su máximo de intensidad;
aumentar la docilidad y la utilidad de los elementos del sistema. La disciplina tiene que hacer
jugar las relaciones de poder en la multiplicidad, ya que son el conjunto de invenciones técnicas
que han permitido hacer que crezca la magnitud útil de las multiplicidades. La disciplina es el
procedimiento técnico unitario por el cual la fuerza del cuerpo está con el menor gasto
reducida como fuerza “política”, y maximizada como fuerza útil. El crecimiento de una
economía capitalista ha exigido la modalidad del poder disciplinario, cuyas fórmulas generales
(anatomía política) pueden ser puestos en acción a través de los regímenes políticos, de los
aparatos o instituciones.

Es preciso ver en las disciplinas una especie de “contra-derecho”, ya que la misma crea entre
los individuos un vínculo “privado”, que es una relación de coacciones diferentes de la
obligación contractual; la manera en que se impone la disciplina, subordinación no reversible de
los unos respectos de los otros, oponen el vínculo disciplinario con el vínculo contractual.

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Las disciplinas franquean el umbral “tecnológico”. A partir de este vínculo, de los sistemas
tecnológicos, es como han podido formarse en el elemento disciplinario la medicina clínica, la
psiquiatría, psicología, psicopedagogía, racionalización del trabajo, etc.

HISTORIA DE LA SEXUALIDAD (Tomo I) “La voluntad del Saber”

Teniendo en cuenta que en el capítulo uno Foucault propone al sexo como algo
reprimido a lo largo de toda la historia, destinado a la prohibición, pero a la necesidad de liberar
esa represión. Foucault toma la idea del discurso en que el sexo, se manifieste como
revelación de la verdad. Se trata de determinar, en su funcionamiento y razones de ser, el
régimen de poder-saber-placer que sostiene en nosotros al discurso sobre la sexualidad
humana.

Método.
Hay que analizar la formación de cierto tipo de saber sobre el sexo en términos de
poder. Pero la palabra “poder” amenaza con introducir malentendidos acerca de su identidad,
forma, unidad. No debe postular la soberanía del Estado, la forma de la ley o la unidad global
de una dominación. Por poder hay que comprender: la multiplicidad de las relaciones de
fuerzas inmanentes y propias del campo en el que se ejercen y que son constitutivas de su
organización. El poder está en todas partes. Y el poder, en lo que tiene de permanente, de
inerte, es el efecto de conjunto que se dibuja a partir de todas esas movilidades,
encadenamiento que se apoya en cada una de ellas. Hay que ser nominalista, el poder no es
una institución, estructura. Es el nombre que se presta a una situación estratégica en una
sociedad dada. Dentro de ese campo de las relaciones de fuerza hay que analizar los
mecanismos del poder.

Para volver al sexo y a los discursos verdaderos que lo tomaron a su cargo, el


problema a resolver debe consistir en si tal tipo de discurso sobre el sexo, en tal forma de
extorsión de la verdad que aparece históricamente y en lugares determinados (en torno al
cuerpo del niño, a propósito del sexo femenino, en la oportunidad de prácticas de restricciones
de nacimientos, etc.) ¿cuáles son las relaciones de poder, las más inmediatas, locales, que
están actuando? En lugar de referir a la forma única del gran poder todas las violencias que se
ejercen sobre el sexo, todas las miradas turbias que se le dirigen y todos los sellos con que se
oblitera su conocimiento posible, se trata de sumergir la abundante producción de discursos
sobre el sexo en el campo de las relaciones de poder múltiples y móviles. Cuatro reglas
constituyen prescripciones con prudencia:

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1) Regla de Inmanencia: No considerar que existe un determinado campo de la
sexualidad que depende de un conocimiento científico libre, pero sobre el cual las
exigencias del poder hicieron pesar mecanismos de prohibición. Si la sexualidad se
constituyó como campo a conocer, tal cosa sucedió a partir de relaciones de poder que
la instituyeron como objeto posible. Foucault trata el tema de los “focos locales” de
poder-saber. Ej: El cuerpo del niño vigilado, rodeado en su cuna, por toda una ronda d
padres, domésticos, médicos, todos atentos a las menores manifestaciones de su sexo
constituyó a partir del S. XVIII, foco local de poder-saber.
2) Regla de las Variaciones Continuas: No buscar quién posee el poder en el orden de
la sexualidad y a quién le falta, ni quién tiene el derecho de saber. Buscar el esquema
de las modificaciones que las relaciones de fuerza implican. Las “distribuciones de
poder” o las “apropiaciones de saber” representan cortes de ciertos procesos. Las
relaciones de poder-saber son “matrices de transformaciones” S. XIX alrededor del niño
y su sexo por el padre, la madre, educador y médico atravesó modificaciones,
desplazamientos. Mientras que al principio la sexualidad del niño fue problematizada en
una relación entre médico y padres (como consejos, opinión sobre vigilancia) finalmente
fue en la relación del psiquiatra con el niño como la sexualidad de los adultos se vio
puesta en entredicho.
3) Regla del Doble Condicionamiento: Hay que pensar en el doble condicionamiento de
una estrategia por la especificidad de las tácticas posibles, y de las tácticas por la
envoltura estratégica que las hace funcionar.
4) Regla de la Polivalencia Táctica de los Discursos: Poder y saber se articulan en el
discurso. Es preciso concebir el discurso como una serie de segmentos discontinuos.
Hay que imaginar un universo del discurso, como una multiplicidad de elementos
discursivos que pueden actuar en estrategias diferentes. El discurso transporta y
produce poder: lo refuerza, pero también lo mina, expone, lo torna frágil y permite
detenerlo. Ej: en la historia de “el” gran pecado contra natura. La extrema discreción de
los textos sobre la sodomía, permitió durante mucho tiempo un doble funcionamiento:
por una parte extrema severidad (condena a la hoguera); y por otra parte, tolerancia
amplia.

Los discursos son elementos o bloques tácticos en el campo de las relaciones de fuerza. A
los discursos sobre el sexo hay que interrogarlos en 2 niveles: Su productividad táctica (qué
efectos recíprocos de poder y saber aseguran) y su integración estratégica (cuál coyuntura y
cuál relación de fuerzas vuelven necesaria su utilización en tal o cual episodio de los diversos
enfrentamientos que se producen)

Derecho de Muerte y Poder sobre la Vida

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El derecho de vida y muerte, tanto en forma moderna como antigua, es un derecho
disimétrico. El soberano no ejerce su derecho sobre la vida sino poniendo en acción su derecho
de matar, o reteniéndolo. El derecho que se formula como “de vida y muerte” es en realidad el
derecho de hacer morir o dejar vivir. El poder era ante todo derecho de apropiación de las
cosas, tiempo, cuerpos y vida; culminaba en el privilegio de apoderarse de esta última para
suprimirla. Ese poder de muerte parece ahora como el complemento de un poder que se ejerce
positivamente sobre la vida, que procura administrarla, aumentarla, multiplicarla, ejercer
controles y regulaciones generales. Las guerras ya no se hacen en nombre del soberano al que
hay que defender, se hacen en nombre de la existencia de todos; se educa a poblaciones
enteras para que se maten en nombre de la necesidad que tienen de vivir. Hoy la situación
atómica es el resultado de ese proceso: el poder de exponer a una población a una muerte
general es el envés del poder de garantizar a otra su existencia. Se mata legítimamente a
quienes significan para los demás una especie de peligro biológico. El viejo derecho de hacer
morir o dejar vivir fue reemplazado por el poder de hacer vivir y arrojar a la muerte. Ahora es en
la vida donde el poder establece su fuerza; la muerte es su límite. Se torna el punto más
secreto de la existencia, el más privado. Ese poder sobre la vida se desarrolló desde el S. XVII,
en dos formas principales: Polo primero  Fue centrado en el cuerpo como máquina, su
adiestramiento, el aumento de sus aptitudes, extorsión de fuerzas, crecimiento de su utilidad, y
docilidad, su integración en sistemas de control eficaces y económicos, todo ello quedó
asegurado por procedimientos de poder característicos de las disciplinas (anatomopolítica del
cuerpo humano)/// Segundo Polo  Formado hacia mediados del S. XVIII se centró en el
cuerpo-especie, en el cuerpo transido por la mecánica de lo viviente y que sirve de soporte a
los procesos biológicos: proliferación, nacimientos y mortalidad, salud, vida. Todos esos
problemas son tomados a su cargo por una serie de intervenciones y de controles reguladores
(una Biopolítica de la población). Las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la población
constituyen los dos polos alrededor de los cuales se desarrolló la organización del poder sobre
la vida. A partir de la edad clásica, aparecen diversas disciplinas –escuelas, colegios, cuarteles,
talleres- para obtener la sujeción de los cuerpos y el control de las poblaciones. Se inicia así la
era de un “Biopoder”. En la vertiente de la disciplina figuraban instituciones como el ejército y la
escuela; reflexiones sobre la táctica, aprendizaje, educación, orden de las sociedades. En la
vertiente de la regulaciones de población figuran la demografía, estimación de la relación entre
recursos y habitantes, cuadros de riquezas. Ese biopoder fue un elemento indispensable en el
desarrollo del capitalismo; éste no pudo afirmarse sino al precio de la inserción controlada de
los cuerpos en el aparato de producción y mediante un ajuste de los fenómenos de población a
los procesos económicos. Necesitó reforzamiento, su docilidad, requirió métodos de poder
capaces de aumentar las fuerzas, aptitudes y la vida. Se desarrollaron las instituciones de
poder. Garantizando relaciones de dominación y efectos de hegemonía, ajuste entre la
acumulación de los hombres y la del capital, en parte fueron posibles gracias al ejercicio del
biopoder. Lo biológico se refleja en lo político; el hecho de vivir ya no es un basamento
inaccesible que sólo emerge de tiempo en tiempo, en el azar de la muerte y su fatalidad, pasa

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en parte al campo de control del saber y de intervención del poder. “Biohistoria”: Presiones
mediante las cuales los movimientos de la vida y los procesos de la historia se interfieren
mutuamente/// “Biopolítica”: Designa lo que hace entrar a la vida y sus mecanismos en el
dominio de los cálculos explícitos y convierte al poder-saber en un agente de transformación de
la vida humana. Consecuencia del desarrollo del biopoder: creciente importancia del sistema
jurídico de la ley. La ley funciona más como una norma y la institución judicial se integra cada
vez más en un continuum de aparatos (médicos, administrativos, etc.) cuyas funciones son
sobre todo reguladoras. Una sociedad normalizadota fue el efecto histórico de una tecnología
de poder centrada en la vida. La vida mucho más que el derecho se volvió la apuesta de las
luchas políticas, incluso si se formularon a través de afirmaciones de derecho. El “derecho” a la
vida, al cuerpo, salud, felicidad, satisfacción de necesidades; el “derecho” a encontrar lo que
uno es y todo lo que uno puede ser.

Sobre ese fondo puede comprenderse la importancia adquirida por el sexo como “reto”
del juego político. Por un lado depende de las disciplinas del cuerpo: adiestramiento,
distribución de las fuerzas, ajuste y economía de las energías. Por el otro, participa de la
regulación de las poblaciones. Se inserta simultáneamente en ambos, da lugar a vigilancias,
controles, reorganizaciones, exámenes médicos o psicológicos, a todo un micropoder sobre el
cuerpo; pero también da lugar a medidas masivas, intervenciones que apuntan al cuerpo social
por entero. El sexo es utilizado como matriz de las disciplinas y principio de las regulaciones.
Se la convierte en índice de fuerza de una sociedad, revelando así tanto su energía política
como si vigor biológico. En la unión del cuerpo y la población, el sexo se convirtió en blanco
central para un poder organizado alrededor de la gestión de la vida más que de la amenaza de
muerte. El poder habla de la sexualidad y a la sexualidad. El poder la dibuja, la suscita y utiliza
como el sentido proliferante que siempre hay que mantener bajo control. El objetivo de la
investigación es mostrar cómo los dispositivos de poder se articulan directamente en el cuerpo
–cuerpos, funciones, procesos fisiológicos, sensaciones, placeres – lejos de que el cuerpo haya
sido borrado, se trata de hacerlo aparecer en un análisis donde lo biológico y lo histórico no se
sucederían sino que se ligarían a una complejidad creciente conformada al desarrollo de las
tecnologías modernas de poder que toman como blanco suyo la vida. La noción de sexo ejerció
en el dispositivo de sexualidad ciertas funciones importantes: En primer lugar, la noción del
sexo permitió agrupar conductas, sensaciones, placeres, funciones biológicas. El sexo pudo
funcionar como significante único y como significado universal. En segundo lugar, pudo trazar
la línea de contacto entre un saber de la sexualidad humana y las Cs. Biológicas de la
reproducción. Finalmente la noción de sexo permitió invertir la representación de las relaciones
del poder con la sexualidad y hacer que ésta aparezca anclada en una instancia específica e
irreducible que el poder intenta dominar como puede. El sexo, esa instancia que parece
dominarnos y ese secreto que está dentro nuestro, al que pedimos que nos revele lo que
somos y nos libere, es un punto ideal hecho necesario por el dispositivo de sexualidad y su
funcionamiento. Es el elemento más ideal en un dispositivo de sexualidad que el poder

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organiza en su apoderamiento de los cuerpos, materialidad, fuerzas, energías, sensaciones y
sus placeres. Hay que mostrar cómo el sexo se encuentra bajo la dependencia histórica de la
sexualidad. La sexualidad es una figura histórica real, y ella misma suscitó, como elemento
requerido por su funcionamiento, la noción de sexo.

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DEFENDER LA SOCIEDAD – Curso en el Collège de France (1975-1976).

Introducción (Situación del Curso).

El curso fue dictado entre la publicación de “Vigilar y Castigar” y la de “La Voluntad de


Saber (Historia de la sexualidad Vol. I)”. Como apertura del curso “Defender la Sociedad”
Foucault presenta los lineamientos generales del poder disciplinario y esboza al final del curso,
lo que se llama el biopoder. El interés de Foucault por el poder tiene su origen en la vigilancia,
la atención y el interés con que seguía lo que Nietzsche llamaba “die grosse Politik”, el ascenso
de los fascismos en todo el mundo, las guerras civiles, la instauración de las dictaduras
militares, los objetivos geopolíticos de opresión de las grandes potencias; también tiene sus
raíces en su práctica política de la década del 70’, que le había permitido captar al natural,
sobre el terreno, el funcionamiento del sistema carcelario, observar la suerte corrida por los
detenidos, estudiar sus condiciones materiales de vida, denunciar las prácticas de la
administración penitenciaria y apoyar los conflictos en todos los lugares en que estallaban.
“Defender la sociedad” podría ser el punto de encuentro, la unión del problema político del
poder y la cuestión histórica de la raza. Foucault coloca al poder en sentido positivo. El poder
es guerra, supone lucha. Ya que la guerra es continua en la sociedad, aunque permanezca
silenciosa y escondida lo que se busca es imponer la dominación, allí es cuando toma de
Nietzsche lo que dice “La sociedad va de dominación en dominación”. Es importante reconocer
el papel de la resistencia. El tema del poder como contrato, Foucault dice que el poder en
relación con la opresión actúa como límite de contrato, de acuerdo, el que exceda dicho límite
será oprimido. A partir del siglo XVIII se encuentran dos tipos de discursos: el discurso
filosófico-jurídico (el de los contratos) y el Discurso Histórico-Político (que ve a la historia en
término de guerra) .Éste discurso, el primero como guerra de razas (la idea de la destrucción
de otro pueblo); y el segundo a partir del siglo XIX, que se fundamenta en el Racismo de
Estado (Ya no es el estado-nación contra otro estado, sino como peligro del mismo estado. Ej:
Criminales. Racismos interno metido en el estado mismo). Foucault critica a Hobbes y a todos
los contractualistas clásicos, ya que Hobbes piensa que el estado funda para garantizar la paz,
la no-guerra y esto se da gracias al contrato. Foucault dice que esto no es así, sino que se
funda en la guerra, porque es un elemento que está integrado continuamente en la sociedad. El
plantea el poder como guerra y represión sería el ejemplo del nazismo o fascismo. Y el poder
como guerra sin represión, en donde se ve la resistencia de otros, y esta idea sería en que el
racismo de estado se encuentra siempre hasta en una sociedad democrática. Se encuentra
escondido.

Cuando Foucault toca la idea del “Poder de Espada” lo hace para determinar al poder
soberano. Es por la sangre, es la idea simbólica de la sangre nobleza y soberana. Otro punto
interesante es cuando Foucault luego de explicar el biopoder, muestra la idea de la muerte de
Francisco Franco, como ejemplo de relación y vínculo entre el poder soberano de derecho

13
sobre la vida y muerte, y el biopoder. En realidad es la idea de que el dictador aplicó el derecho
de muerte y vida de soberanos de S. XVIII, y termina muriendo en el biopoder, en un hospital-
institución, que trató de prolongar su vida. El biopoder es el poder de la vida. Este ejemplo, es
el momento en que se mezclan biopoder y derecho de soberano.

Clase del 7 de enero de 1976

Desde hace 10 o 15 años, lo que se manifiesta es la inmensa criticabilidad de las cosas, las
instituciones, las prácticas y los discursos (Carácter local de la crítica). Creo que ese carácter
esencialmente local de la crítica indica, en realidad, algo que es una especie de producción
teórica autónoma, no centralizada, que no necesita, para establecer su validez, el visado de un
régimen común. El hecho de que esta crítica se haya efectuado a través de lo que podríamos
llamar “retornos de saber”, con esto quiero decir que si bien es cierto que en estos años
pasados nos encontramos a menudo en un nivel superficial, con toda una temática: “No, basta
de saber, sino la vida”; “basta de conocimientos, sino lo real”, etc. Me parece que debajo de
ella, en ella misma, vimos producirse la insurrección de los saberes sometidos. Por una parte
quiero designar contenidos históricos que fueron sepultados. Los contenidos históricos pueden
permitir recuperar el clivaje de los enfrentamientos y las luchas que los ordenamientos
funcionales o las organizaciones sistemáticas tienen por meta, enmascarar. Los saberes
sometidos son esos bloques de saberes históricos que estaban presentes y enmascarados
dentro de los conjuntos funcionales y sistemáticos, y que la crítica pudo hacer reaparecer por
medio, de la erudición. En segundo lugar a toda una serie de saberes que estaban
descalificados: saberes ingenuos, saberes jerárquicamente inferiores, saberes por debajo del
nivel del conocimiento o de la cientificidad exigidos (Saber de la gente) por la reaparición de
esos saberes locales de la gente, de esos saberes descalificados, se hace la crítica. En el
dominio especializado de la erudición, lo mismo que en el saber descalificado de la gente,
yacía la memoria de los combates, la memoria que hasta entonces se mantuvo a raya. Y así se
dibujó lo que se llama una “Genealogía” (Investigaciones genealógicas múltiples). Llamemos
“genealogía” al acoplamiento de los conocimientos eruditos y las memorias locales,
acoplamiento que permite la constitución de un saber histórico de las luchas y la utilización de
ese saber en las tácticas actuales. En esta actividad genealógica, se trata de poner en juego
unos saberes locales, discontinuos, descalificados contra la instancia teórica unitaria que
pretende filtrarlos, jerarquizarlos, ordenarlos en nombre de un conocimiento verdadero. Las
genealogías son anti -ciencias. Se trata de la insurrección de los saberes. No tanto contra los
contenidos, métodos o conceptos de una ciencia, sino una insurrección contra los efectos de
poder centralizadores que están ligados a la institución y al funcionamiento de un discurso
científico organizado dentro de una sociedad como la nuestra. La genealogía sería, con
respecto al proyecto de una inscripción de los saberes en la jerarquía de poder propia de la
ciencia, una especie de empresa para romper el sometimiento de los saberes históricos y

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liberarlos, hacerlos capaces de oposición y lucha contra la coerción de un discurso teórico
unitario, formal y científico.

¿Qué es el poder? La apuesta consiste en determinar cuáles son, en sus


mecanismos, efectos, relaciones, esos diferentes dispositivos de poder que se ejercen en
niveles diferentes de la sociedad. ¿Puede el análisis del poder o los poderes deducirse de la
economía? Hay cierto punto en común entre la concepción jurídica liberal del poder político y la
concepción marxista. Ese punto en común sería el “economicismo” en la teoría del poder. En el
caso de la teoría jurídica clásica del poder, éste es considerando como un derecho que uno
posee como un bien y que puede transferir o enajenar mediante un acto jurídico o un acto
fundador de derecho. El poder es el poder concreto que todo individuo posee y que cede, total
o parcialmente, para constituir un poder, una soberanía política. En la concepción marxista
general del poder: tenemos algo distinto, que podríamos llamar “funcionalidad económica del
poder” (en la medida en que el papel del poder consistiría en mantener relaciones de
producción y prorrogar una dominación de clase que el desarrollo de la apropiación de las
fuerzas productivas hicieron posible)

Clase del 17 de marzo de 1976

Uno de los fenómenos más importantes del S. XIX fue la consideración de la vida por parte del
poder, ejercicio del poder sobre el hombre en cuanto ser viviente, una especie de estatización
de lo biológico. Para comprender esto, se puede ver la teoría clásica de la soberanía que sirvió
para los análisis de guerra, razas, etc. El derecho de vida y muerte era uno de los atributos
fundamentales de ésta teoría. La vida y la muerte de los súbditos sólo se convierten en
derechos de la voluntad soberana. El efecto del poder del soberano sobre la vida sólo se ejerce
en el momento en que éste puede matar. Se trata de un derecho de la espada. Una de las
transformaciones del derecho político del S. XIX consistió en completar este viejo derecho de
soberanía –hacer morir o dejar vivir- con un nuevo derecho que lo cambiará en poder de hacer
vivir y dejar morir. Puesto que en los siglos XVII y XVIII están las técnicas de poder que se
centraban en el cuerpo individual. Todos esos procedimientos mediante los cuales se
aseguraba la distribución espacial de los cuerpos y la organización de todo un campo de
visibilidad. Se trataba también de las técnicas por las que esos cuerpos quedaban bajo
supervisión y se trataba de incrementar su fuerza útil por medio de ejercicios, adiestramientos,
etc. Asimismo, técnicas de racionalización y economía de un poder que debía ejercerse de la
manera menos costosa posible, a través de un sistema de vigilancia, tecnología disciplinaria del
trabajo. Durante la 2da mitad del S. XVIII aparece otra tecnología de poder, esta vez, no
disciplinaria. Esta nueva técnica de poder no disciplinario se aplica a la vida de los hombres, se
destina no al hombre/cuerpo sino al hombre vivo, al hombre/especie (destinada a la
multiplicidad de los hombres) Luego de la anatomopolítica del cuerpo humano (S. XVIII)
aparece a finales de éste, una biopolítica de la especie humana. Se trata de un conjunto de

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procesos como la proporción de nacimientos, defunciones, tasa de reproducción, fecundidad de
la población, etc. La enfermedad como fenómeno de población: ya no como la muerte que se
abate brutalmente sobre la vida, sino como la muerte permanente, que se desliza en la vida.
Ésos fenómenos a fines del S. XVIII conducen a la introducción de una medicina de la higiene
pública, con organismos de coordinación de los cuidados médicos, normalización del saber,
medicalización de la población. El otro campo de intervención de la biopolítica va a ser un
conjunto de fenómenos tanto universales como accidentales (vejez, accidentes, invalidez,
diversas anomalías). En relación con estos fenómenos la biopolítica va a introducir no sólo
instituciones asistenciales, sino mecanismos económicamente más racionales. La biopolítica
tiene que ver con la población, como problema político, científico, biológico y de poder. La
biopolítica abordará los acontecimientos que se producen en una población. Va introducir
mecanismos globales de tal manera que obtengan estados globales de equilibrio y regularidad
de la población; de tomar en cuenta la vida, procesos biológicos del hombre/especie y asegurar
en ellos no una disciplina, sino una regularización.

El poder de la soberanía en hacer morir, la tecnología del poder sobre la población, sobre el
hombre/especie, aparece ahora en un poder continuo, un poder de hacer vivir. Un poder de
regularización que consiste en hacer vivir y dejar morir. Tenemos 2 series: la serie cuerpo-
organismo-disciplina-instituciones; y la serie población-procesos biológicos- mecanismos
regularizadores – Estado. Un conjunto orgánico institucional: la organo-disciplina de la
institución y por otro lado, un conjunto biológico y estatal: la biorregulación por el Estado.

Los mecanismos disciplinarios del poder (sobre el cuerpo) y los mecanismos regularizadores
de poder (sobre la población) están articulados unos sobre otros. El elemento que va a circular
de los disciplinario a lo regularizador, que va a aplicarse al cuerpo y a la población es la
“Norma” (Es lo que puede aplicarse tanto a un cuerpo al que se quiere disciplinar, como a una
población a la que se quiere regularizar). Si este tecno-poder tiene como objetivo la vida ¿cómo
ejercer el poder de la muerte en un sistema político centrado en el biopoder?

Acá toma Foucault la idea de que interviene el Racismo. El surgimiento del biopoder fue lo que
inscribió el racismo en los mecanismos del Estado, como un mecanismo fundamental del
poder. El racismo es el corte entre lo que debe vivir y lo que debe morir. En el continuum
biológico de la especie humana, aparición de las razas, distinción, jerarquía, calificación. Una
manera de establecer una cesura que será de tipo biológico dentro de un dominio que se
postula como dominio biológico. Ésta es la 1era función del racismo: hacer cesuras dentro de
ese continuum biológico que aborda el biopoder. Por otro lado, el racismo tendrá su 2da
función: permitir establecer una relación positiva del tipo “cuanto más mates, más harás morir”
o “cuanto más dejes morir, más viviras” (pone en funcionamiento una relación de tipo guerrero
“Si queres vivir, es preciso que otro muera”). Donde hay una sociedad de normalización, donde
existe un biopoder, el racismo es indispensable como condición para poder dar muerte a

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alguien, para poder dar muerte a los otros (No sólo del asesinato directo, sino también
indirecto: exponer a la muerte, multiplicar el riesgo de muerte, muerte político, expulsión,
rechazo, etc.) Hay que considerar el ej, del nazismo, que fue el desarrollo de los nuevos
mecanismos de poder que se introdujeron desde el S. XVIII. El objetivo del régimen nazi no es
sólo la destrucción de las otras razas, sino también exponer a su propia raza al peligro absoluto
de la muerte, es uno de los principios de la obediencia nazi. El estado nazi planteaba la vida,
protección pero al mismo tiempo el derecho de soberano de matar no sólo a los otros sino
también a los suyos. Es un estado absolutamente racista, suicida y asesino.

Resumen del Curso.

Con la evolución de los estados desde el inicio de la Edad Media, parece que las
prácticas e instituciones de la guerra siguieron un desarrollo visible. Por una parte, tendieron a
concentrarse en las manos de un poder central. Por otra parte tiende a convertirse en
patrimonio profesional y técnico de un aparato militar definido y controlado.

LA VERDAD Y LAS FORMAS JURÍDICAS.

Primera Conferencia: Nietzsche y su crítica del conocimiento

Foucault tratará de mostrar cómo es que las prácticas sociales pueden llegar a engendrar
dominios de saber que no sólo hacen que aparezcan nuevos objetos, conceptos y técnicas,
sino que hacen nacer formas nuevas de sujetos y sujetos de conocimiento. La historia de los
dominios de saber en relación con las prácticas sociales es uno de los temas de investigación
acá. El 2do tema es metodológico (análisis de los discursos). Considerar estos hechos del
discurso no simplemente por su aspecto lingüístico sino como juegos estratégicos de acción y
reacción, de pregunta y respuesta, de dominación y retracción, y también de lucha. El 3er tema

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consistirá en una reelaboración de la teoría del sujeto. El psicoanálisis fue la práctica y teoría
que replanteó la prioridad conferida al sujeto. Cuando se hace historia nos atenemos a ese
sujeto de conocimiento y de la representación como punto de origen a partir del cual es posible
el conocimiento y la verdad. Lo que debe llevarse a cabo es la constitución histórica de un
sujeto de conocimiento a través de un discurso tomado como un conjunto de estrategias que
forman parte de las prácticas sociales. La indagación es una forma característica de la verdad
en nuestras sociedades. La indagación es una forma característica de la verdad en nuestras
sociedades. La indagación apareció en la Edad Media como forma de investigación de la
verdad en el seno del orden jurídico. En el S. XIX se inventaron, también a partir de problemas
jurídicos, judiciales y penales, formas de análisis que Foucault llamaría “Examen”. Nacieron en
conexión con la formación de un cierto número de controles políticos y sociales, en los inicios
de la sociedad capitalista, al final del S. XIX. Foucault cree que en Nietzsche se encuentra un
tipo de discurso en el que se hace el análisis histórico de la formación del sujeto, del nacimiento
de un tipo de saber, sin admitir jamás la preexistencia de un sujeto de conocimiento. Para
Nietzsche la invención es, por una parte, una ruptura y, por otra, algo que posee un comienzo
pequeño, bajo. El conocimiento fue, por lo tanto inventado. Decir que fue inventado es decir
que no tuvo origen, o lo que es lo mismo, que el conocimiento no está en absoluto inscrito en la
naturaleza humana. Dice Nietzsche que el conocimiento está de hecho relacionado con los
instintos, pero no presente en ellos, el conocimiento es simplemente el resultado del juego, el
enfrentamiento, confluencia, lucha y compromiso entre los instintos. Para Nietzsche el
conocimiento es de la misma naturaleza que los instintos. El conocimiento es el efecto de los
instintos. Nietzsche piensa que hay tanta diferencia entre el conocimiento y el mundo a conocer
como la que existe entre el conocimiento y la naturaleza humana. Entre el instinto y el
conocimiento hay una relación de lucha, dominación, subordinación, compensación, etc., de la
misma manera vemos que entre el conocimiento y las cosas que éste tiene para conocer no
puede haber ninguna relación de continuidad natural (El conocimiento sólo puede ser una
violación de las cosas a conocer y no percepción, reconocimiento, identificación de o con ellas).
Ciertamente desde Descartes, y aun en Kant, Dios es ese principio que asegura la existencia
de una armonía entre el conocimiento y las cosas a conocer. Para demostrar que el
conocimiento era un conocimiento fundado verdaderamente en las cosas del mundo, Descartes
se vio obligado a afirmar la existencia de Dios. Si no existe más relación entre el conocimiento
y las cosas a conocer, si la relación entre éste y las cosas conocidas es arbitraria, relación de
poder y violencia, la existencia de Dios, en el centro del sistema de conocimiento ya no es
indispensable. Si es verdad que entre el conocimiento y los instintos hay ruptura, relaciones de
dominación, subordinación, poder, quien desaparece entonces no es Dios, sino el sujeto en su
unidad y soberanía. Si remontamos la tradición filosófica hasta Descartes, la unidad del sujeto
humano era asegurada por la continuidad entre el deseo, conocer, instinto, saber, cuerpo y
verdad. Todo esto aseguraba la existencia del sujeto. Nietzsche dice que sólo comprendemos
porque hay como fondo del comprender el juego y la lucha de 3 mecanismos o pasiones que
son reír, deplorar y detestar. Esas 3 pasiones tienen en común ser una manera no de

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aproximarse al objeto, de identificarse con él, sino de conservar el objeto a distancia, de
diferenciarse con él. Todos estos impulsos que están en la raíz del conocimiento y lo producen
tienen en común el distanciamiento del objeto. No hay en el conocimiento una adecuación al
objeto, una relación de asimilación, sino de distancia y dominación. Nietzsche coloca en el
núcleo del conocimiento algo así como el odio, lucha y relación de poder. Solamente en esas
relaciones de lucha y poder, en la manera en que las cosas se oponen, en la manera en que se
odian entre sí los hombres, luchan, procuran dominarse unos a otros, quieren establecer
relaciones de poder unos sobre otros, comprendemos en qué consiste el conocimiento. Un
análisis como éste nos introduce en una historia política del conocimiento, de los hechos y el
sujeto del conocimiento. Un modelo para un análisis histórico de lo que Foucault denomina la
“Política de la Verdad”. En “La Voluntad de Poder” Nietzsche afirma que no hay ser en sí, y
tampoco conocimiento en sí. Nietzsche quiere decir que no hay naturaleza, ni esencia ni
condiciones universales para el conocimiento, sino que éste es cada vez el resultado histórico
de condiciones que no son del orden del conocimiento. El conocimiento esquematiza, ignora
las diferencias, asimila las cosas entre sí y cumple su papel sin ningún fundamento en una
verdad. Por ello, el conocimiento es siempre un desconocimiento. Por otra parte, es siempre
algo que apunta agresivamente a individuos, cosas, situaciones. He aquí cómo a través de los
textos de Nietzsche se puede establecer el problema e la formación de ciertos dominios de
saber a partir de relaciones de fuerza y relaciones políticas en la sociedad.

LAS TECNOLOGÍAS DEL YO.

19
Introducción (Ayuda)

Se puede decir que la obra de Foucault se divide en tres etapas: 1) Centrada en el


“Saber” (Arqueología) /// 2) Centrada en la pregunta del “Poder” (Genealogía) /// 3)
Centrada en la cuestión de la “Gobernabilidad” (Técnicas y tecnologías de la
subjetividad).

Deleuze resume estas etapas en 3 preguntas Kantianas: ¿Qué puedo saber?; ¿Qué
puedo hacer?, y ¿Quién soy yo? Foucault pretende no descubrir quien somos, sino rechazar lo
que somos. No es tratar de liberar al individuo del estado y sus instituciones sino de liberarnos
nosotros del estado y del tipo de individualización. Foucault reclama las tecnologías de uno
mismo (técnicas que permiten a los individuos efectuar operaciones en sus propios cuerpos,
almas, pensamientos, conductas, que los transforme a sí mismos con el fin de alcanzar un
cierto estado de perfección o felicidad, pureza, etc.)

Es importante el tema de la Gobernabilidad, como control de conductas del exterior y


como auto-control.

OMNES ET SINGULATIM: Hacia una crítica de la Razón Política

Desde el S. XIX el pensamiento occidental nunca ha cesado de criticar el papel de la


razón en las estructuras políticas. Desde Kant el papel de la filosofía ha sido el de impedir que
la razón sobrepase los límites de lo que está dado en la experiencia, pero también vigilar los
abusos del poder de la racionalidad política. El lazo entre la racionalización y el abuso de poder
es evidente (Burocracia, campos de concentración). Foucault propone una manera para
estudiar las relaciones entre racionalidad y poder:

1) No considerar como un todo la racionalización de la sociedad o de la cultura, sino


analizar este proceso en diferentes campos: locura, enfermedad, muerte, crimen,
sexualidad, etc.
2) Problema cuando la gente intenta racionalizar no consiste en buscar si se adapta o no
a los principios de la racionalidad, sino en descubrir cuál es el tipo de racionalidad que
utiliza.
3) A pesar de que la Ilustración haya sido una fase importante de nuestra historia de la
tecnología política debemos referirnos a procesos más alejados si queremos
comprender.

El problema del poder individualizante, a lo que Foucault se refiere es al desarrollo de


las técnicas de poder orientadas hacia los individuos y destinadas a gobernarlos de manera

20
continua. Si el estado es la forma política de un poder centralizador, llamemos pastorado al
poder individualizador. El propósito de Foucault es trazar el origen de esta modalidad
pastoral del poder. El poder pastoral parte de la idea de una figura importante a seguir, por
parte del pueblo. Una figura venerada por todos. Foucault coloca ejemplos con el pastor y
sus ovejas; los reyes, los faraones o hasta el mismo Dios. Este “Pastor” al que le sigue su
rebaño. Este “Jefe” que sigue el pueblo. El contraste con el pensamiento político griego del
poder pastoral es:
1) El pastor ejerce el poder sobre un rebaño más que sobre una tierra. En cuanto a los
griegos, los dioses poseían la tierra, y esta posesión determinaba las relaciones entre
los hombres y los dioses.
2) El pastor agrupa y conduce a su rebaño. El jefe político calma las hostilidades en la
ciudad y hace prevalecer la unidad sobre el conflicto, está presente en el pensamiento
griego. Pero el pasto reúne individuos dispersos. El rebaño existe gracias a la
presencia y acción directa del pastor.
3) El pastor asegura la salvación de su rebaño. Se trata de una bondad constante,
individualizada y finalizada. Asegura el alimento a su rebaño, sacia su sed y hambre. Al
dios griego se le pedía una tierra fecunda y cosechas abundantes. Pero no mantener a
un rebaño día a día.
4) El jefe griego debía tomar decisiones en el interés de todos. La bondad pastoral se
halla más próxima de la abnegación. Todo lo que hace el pastor lo hace por el bien de
su rebaño.

El pastor presta atención a todos sin perder de vista a ninguno. El poder pastoral supone
una atención individual a cada miembro del rebaño. Foucault diferencia el papel del Pastor y el
Rey. Dice que el primero está mucho más abocado a su rebaño, porque tiene un vínculo más
íntimo con el mismo (organiza, alimenta, cuida, armoniza, etc., al rebaño). En cambio el Rey
dispone del punto principal y de ser la cabeza de la ciudad, pero no genera alimentos, ni
organización ni armonía a sus habitantes, eso lo hacen otros habitantes con labor para ello,
que trabajan para el Rey. Ej: Panaderos, médicos, etc. Ser un hombre político no iba a querer
decir alimentar, cuidar y velar por el crecimiento de la descendencia, sino asociar diferentes
virtudes, temperamentos, utilizando la opinión pública. Su tarea consiste en formar y asegurar
la unidad de la ciudad. El problema político es el de la relación entre lo uno y la multitud en el
marco de la ciudad y de sus ciudadanos. El problema pastoral concierne a la vida de los
individuos. Hay factores que Foucault considera importantes en la evolución del pastorado:
1) El pastor asume responsabilidad del destino del rebaño y de cada oveja. En la
concepción cristiana, el pastor debe poder dar cuenta, no sólo de cada una de las
ovejas, sino de todas sus acciones, de bien o mal, de todo lo que les pasa.
2) El problema de la Obediencia. El rebaño se somete a su voluntad y a su ley. Por
su parte el cristianismo concibe la relación entre el pastor y sus ovejas como una

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relación de dependencia individual. En el cristianismo el lazo con el pastor es un
lazo individual, personal.
3) El pastorado cristiano supone una forma de conocimiento particular entre el
pastor y cada oveja. Este conocimiento Individualiza. El pastor debe estar
informado de las necesidades de cada miembro y satisfacerlas. Debe saber lo que
ocurre y lo que hace cada uno de ellos –sus pecados públicos- y lo que sucede en el
alma de cada uno. Con el fin de asegurar este conocimiento individual, el
cristianismo se apropió de 2 instrumentos: El examen de conciencia y la dirección de
conciencia. La dirección de conciencia constituía un lazo permanente: ser guiado
constituía un estado y uno estaba perdido si intentaba escapar. El propósito del
Examen de conciencia, no era cultivar la conciencia de uno mismo, sino permitir que
se abriera por completo a su director para revelarle las profundidades del alma.
4) Estas técnicas cristianas de examen, confesión, dirección de conciencia, y
obediencia tiene una finalidad: Conseguir que los individuos lleven a cabo su
propia “mortificación” en este mundo. Es una forma de relación con uno mismo,
una parte integrante de la identidad cristiana.

Las prácticas políticas se parecen a las científicas: no se aplica la razón en general, sólo un
tipo específico de racionalidad. La racionalidad del poder de Estado. Se formuló en los
cuerpos de doctrina: la razón de Estado y la teoría de la policía. La doctrina de la razón de
Estado intentaba definir en qué medida los principios y los métodos del gobierno estatal
diferían. Ej: la manera en que Dios gobernaba el mundo, el padre su familia, etc. La
doctrina de la policía define la naturaleza de los objetos de actividad racional del Estado, de
los objetivos que persigue y la forma de los instrumentos que emplea.

Definiciones de Razón de Estado:


Botero: Conocimiento de los medios a través de los cuales los Estados se forman, se
refuerza, permanecen y crecen.
Palazzo: Un método o arte nos permite descubrir cómo hacer reinar el orden y la paz.
Chemnitz: Cierta consideración política para todos los asuntos públicos, consejos y
proyectos, cuya única meta es la preservación, expansión y felicidad del Estado.

La Razón de Estado se considera como un arte, esto es una técnica en conformidad con
ciertas reglas. Estas reglas pertenecen a las costumbres, tradiciones, al conocimiento. El arte
de gobernar es racional si la reflexión le lleva a observar la naturaleza de lo que es gobernado,
en este caso, el Estado. Su interés no se centra ni en la naturaleza, ni en sus leyes en general.
Su interés se centra en lo que es el Estado, lo que son sus exigencias. La finalidad de
semejante arte de gobernar consiste en reforzar el propio Estado. Los estados son realidades
que deben resistir durante un período histórico de una duración indefinida. El arte de gobernar

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característico de la razón de Estado se encuentra ligado al desarrollo de “estadística política”,
el conocimiento de las fuerzas respectivas de los diferentes Estados. La razón de estado actual
es diferente a la del siglo XVII. Ya que no tiene que ver con la idea maquiavélica que el príncipe
dominara. Sino que el estado garantice su mayor potencia, fuerza y durabilidad, para eso es
necesaria la racionalidad para administrar y organizar al estado.

La policía aparece como una administración que dirige el Estado, junto con la justicia,
ejército y hacienda. Lo que la policía vigila es al hombre en cuanto activo, vivo y productivo. La
policía tiene que ver con todo lo que constituye a la ciudad con su potencia y vigor. El otro
objetivo de la policía es el de desarrollar relaciones de trabajo y comercio entre los hombres,
así como la ayuda y asistencia mutua. El papel de la policía consiste en proporcionarles un
poco más de vida y al hacerlo proporcionar al Estado, un poco más de fuerza. Busca el
bienestar de la sociedad. Gobierna sobre todos. Se encarga de los vivos. Sobre la población. El
poder no es más que un tipo particular de relaciones entre individuos. El rasgo distintivo del
poder es que algunos hombres pueden determinar por completo la conducta de otros hombres,
pero jamás de manera exhaustiva o coercitiva. El gobierno de los hombres por los hombres,
supone cierta forma de racionalidad y no de violencia instrumental. La racionalidad política se
ha desarrollado a lo largo de la historia de las sociedades occidentales. Primero se enraizó en
la idea de un poder pastoral, y después en la de razón de Estado. La liberación no puede venir
más que del ataque a las raíces mismas de la racionalidad política.

SABER Y VERDAD – EL JUEGO DE M. FOUCAULT

Es una entrevista a Foucault.

¿Cuál es el sentido y la función metodológica del término “dispositivo de sexualidad”?

Un conjunto heterogéneo que comprende discursos, instituciones, instalaciones


arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas. En resumen: los
elementos del dispositivo pertenecen tanto a lo dicho como a lo no dicho. El dispositivo es la
red que puede establecerse entre estos elementos. Lo que querría situar en el dispositivo es la
naturaleza del vínculo que puede existir entre estos elementos. Entre éstos, existe como un
juego, de los cambios de posición, modificaciones de funciones que pueden ser diferentes. En
otro lugar, por dispositivo se entiende también una especie de formación que, en un momento
histórico, tuvo como función mayor la de responder a una urgencia. El dispositivo de naturaleza
“estratégica” se trata de una cierta manipulación de relaciones de fuerza. El dispositivo se halla

23
inscrito siempre en un juego de poder, pero también ligado a uno de los bornes del saber. El
dispositivo es: unas estrategias de relaciones de fuerzas soportando unos tipos de saber y
soportados por ellos. El dispositivo responde a una emergencia (función estratégica
dominante). Tiene dos momentos: 1) Predominio de un objeto estratégico (Ej.: asegurar la
tranquilidad de la sociedad, metiendo a los criminales en prisión) 2) Doble Procesos: a.
Sobredeterminación funcional (la institución sobre la marcha se va renovando) b. Perspectiva
estratégica o relleno estratégico (la institución no cumple con la función asegurada; pero
cumple con otras funciones, y hasta a veces la opuesta. Ej.: La cárcel en vez de corregir,
termina afectando más que antes. El preso sale peor que como entro. Sin embargo la prisión
sigue estando vigente. No fue remplazada)

El poder, en realidad, es un conjunto más o menos coordinado de relaciones. No creo


que el engendramiento de las relaciones de poder se haga solamente de arriba abajo. Lo que
se entiende es que para que haya movimiento de arriba abajo, es preciso también que haya
una capilaridad de arriba abajo. Todo el poder, ya sea de arriba abajo o abajo arriba se halla
efectivamente representado, de un modo más o menos constante, en las sociedades
occidentales, bajo una forma negativa, es decir, bajo una forma jurídica.

¿Qué papel juega la clase social?

Una clase dominante no es una abstracción, sino un dato previo. Que una clase se convierta en
clase dominante, todo eso es desde luego el efecto de un cierto número de tácticas eficaces
premeditadas, funcionando en el interior de las grandes estrategias que aseguran tal dominio.
Pero entre la estrategia que fija las relaciones de fuerza, y la clase que aparece como
dominante, existe una relación de producción recíproca. Cuando hablo de “estrategia”, tomo el
término para que una cierta relación de fuerzas pueda no sólo mantenerse, sino también
acentuarse, estabilizarse, ganar en extensión es necesario que exista una maniobra.

¿Quiénes son para ti los sujetos que se oponen?

Todo el mundo a todo el mundo. Luchamos todos contra todos. Y siempre hay algo en nosotros
que lucha contra otra cosa en nosotros. En la “Historia de la sexualidad” mi problema seguía
siendo el mismo: ¿qué es lo que ha ocurrido en Occidente para que la cuestión de la verdad
sea planteada a propósito del placer sexual?

¿Cómo defines la relación sexo – dispositivo de la sexualidad?


El sexo es algo que ha sido producido por el dispositivo de sexualidad. Es un conjunto
heterogéneo que fue descubierto por dicho dispositivo.

MICROFÍSICA DEL PODER.

24
NIETZSCHE, LA GENEALOGÍA Y LA HISTORIA.

La genealogía tiene una tarea indispensable que es percibir la singularidad de los


sucesos, fuera de toda finalidad monótona; encontrarlos allí donde menos se espera y en
aquello que pasa desapercibido por carecer de historia –sentimientos, amor, conciencia,
instintos-; captar su retorno, pero en absoluto trazar la curva de una evolución, sino reencontrar
las diferentes escenas en las que han jugado diferentes papeles. La genealogía exige un saber
minucioso. No se opone a la historia como la visión de águila y profunda del filósofo en relación
a la mirada escrutadora del sabio; se opone al despliegue meta histórica de las significaciones
ideales y de los indefinidos teleológicos. Se opone a la búsqueda del “origen”.

¿Por qué Nietzsche genealogista rechaza, al menos en ciertas ocasiones, la búsqueda


del origen? Porque en 1 lugar se esfuerza por recoger allí la esencia de la cosa, su identidad,
forma. Buscar un origen semejante, es intentar encontrar “lo que ya estaba dado”, el “aquello
mismo” de una imagen exactamente adecuada a sí. Al comienzo de todas las cosas se
encuentra aquello que es lo más precioso y esencial; se desea creer que en sus comienzos las
cosas estaban en su perfección; que salieron rutilantes de las manos del creador o de la luz sin
sombra del 1er amanecer. El origen está siempre antes de la caída, antes del mundo y del
tiempo. Hacer la genealogía de los valores, moral, ascetismo, del conocimiento no será por
tanto a partir a la búsqueda de su “origen”. Será por el contrario ocuparse de las
meticulosidades y de los azares de los comienzos.

La “Procedencia” es la fuente, es la vieja pertenencia a un grupo – el de la sangre,


tradición, el que se establece entre aquellos de la misma altura o bajeza. Se trata de percibir
todas las marcas sutiles singulares, sub-individuales que pueden entrecruzarse en él y formar
una raíz difícil de desenredar. La procedencia permite también encontrar bajo el aspecto único
de un carácter o de un concepto, la proliferación de sucesos a través de los cuales se han
formado. La genealogía tiene no como objetivo mostrar que el pasado está todavía ahí bien
vivo en el presenta; sino mantener lo que pasó en la dispersión que le es propia: es percibir los
accidentes, desviaciones, errores, fallos que han producido aquello que existe y es válido, es
descubrir que en la raíz de lo que conocemos y de lo que somos no están en absoluto la
verdad ni el ser sino la exterioridad del accidente. La procedencia se enraíza en el cuerpo,
porque es el cuerpo quien soporta, en su vida y su muerte, en su fuerza y debilidad, la
sensación de toda verdad o error. La genealogía como el análisis de la procedencia, se
encuentra por tanto en la articulación del cuerpo y de la historia. Debe mostrar al cuerpo
impregnado de historia y ala historia como destructora del cuerpo.

La “Emergencia” es el principio y la ley singular de una aparición. La emergencia se produce


siempre en un determinado estado de fuerzas. Ej.: la emergencia de una especie (animal o

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humana) y su solidez están aseguradas “mediante un largo combate contra condiciones
constantemente y esencialmente desfavorables”. La emergencia es la entrada en escena de las
fuerzas, es su irrupción. Es esta escena en la que se distribuyen los unos frente a los otros, es
el espacio que los reparte y se abre entre ellos, el vacío a través del cual intercambian sus
amenazas y sus palabras. La emergencia designa un lugar de enfrentamientos. Que hombres
dominen a otros hombres, así nace la diferenciación de los valores; clases dominen a otras,
nace la idea de libertad; que hombres se apropien de las cosas que necesitan para vivir, nace
la lógica. La relación de dominación tiene tanto de “relación” como el lugar en la que se ejerce
tiene de no lugar. La humanidad no progresa lentamente, de combate en combate, hasta una
reciprocidad universal en la que las reglas sustituirán para siempre a la guerra; instala cada una
de estas violencias en un sistema de reglas y va así de dominación en dominación. Critica al
contractualismo (porque el contrato supuestamente eliminaría la guerra) y al marxismo (porque
la dominación decía el marxismo que iba a ser superada) Nietzsche dice que no. La historia
efectiva se distingue de la de los historiadores en que no se apoya sobre ninguna constancia:
nada en el hombre es lo suficientemente fijo para comprender a los otros hombres y
reconocerse en ellos. Nietzsche dice que la genealogía es gris, tiene una visión muy crítica.
Dice que la historia depende de la perspectiva en la que uno se pare y la vea. Ésta puede ser
contradictoria, y contradecida en un futuro. La historia será efectiva en la medida en que se
introduzca lo discontinuo en nuestro mismo ser. Dividirá nuestros sentimientos, dramatizará
nuestros instintos, multiplicará nuestro cuerpo y lo opondrá a sí mismo. El saber no ha sido
hecho para comprender, sino para hacer tajos. La historia “efectiva” hace resurgir el suceso en
lo que puede tener de único, de cortante. El sentido histórico conlleva 3 usos que se oponen a
las 3 modalidades platónicas de la historia.
1) Parodia y destructor de la realidad
2) Disociación y destructor de identidad
3) Uso sacrificial y destructor de verdad.
Estos tres tienen que ver con la historia crítica, para tratar de cambiar la historia. Por eso
los utiliza. No se trata de juzgar nuestro pasado en nombre una verdad que únicamente
poseería nuestro presente; se trata de arriesgar la destrucción del sujeto de conocimiento en la
voluntad del saber. La genealogía retorna a las 3 modalidades de la historia que Nietzsche
reconocía en 1874. La veneración de los monumentos se convierte en parodia; el respeto de
las viejas continuidades en disociación; la crítica de las injusticias del pasado por la verdad que
el hombre posee hoy se convierte en destrucción del sujeto de conocimiento por la injusticia de
la voluntad del saber.

VERDAD Y PODER

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La historia de la locura se escribió sobre el horizonte de las cuestiones de poder y
saber. ¿La práctica psiquiátrica está ligada a toda una serie de instituciones, exigencias
económicas, urgencias políticas, de regulaciones sociales? ¿En el caso de una ciencia tan
“dudosa” como la psiquiatría no se podría captar de forma más exacta el entrecruzamiento de
los efectos de saber y poder? Esta misma cuestión ha querido mostrar Foucault en el
“Nacimiento de la Clínica”. Lo que fue desconcertado para él, fue el hecho de que esta cuestión
no le interesaba a aquellos a quienes se la planteaba. Consideraron que era un problema
políticamente sin importancia y epistemológicamente sin nobleza. Foucault dice que existían 3
razones para que esto sucediese. 1) El problema de los intelectuales marxistas en Francia era
el de hacerse reconocer por la institución universitaria y por el establishment. De aquí que
hayan querido retomar los problemas más académicos y los más “nobles” de la historia de las
ciencias. La medicina, la psiquiatría no estaban a la altura de las grandes formas del
racionalismo clásico. 2) Es que el estalinismo postestaliniano excluyendo del discurso marxista,
no permitía abordar dominios todavía no explorados. No había conceptos formados para las
cuestiones como los efectos de poder de la psiquiatría o el funcionamiento político de la
medicina. 3) Foucault piensa que puede que haya existido en los intelectuales del PCF un
rechazo a plantear el problema del encierro, de la utilización política de la psiquiatría, de la
cuadriculación disciplinaria de la sociedad. La dirección del partido podía hacer circular
consignas, impedir que se hablase de esto o de aquello. El problema era plantear la cuestión:
¿Cómo es posible que en ciertos momentos y órdenes de saber existan estas transformaciones
que no responden a la imagen tranquila y continuista que se tiene habitualmente? Lo
importante en tales cambios es una modificación en las reglas de formación de los enunciados
que son aceptados como científicamente verdaderos. No es un cambio de contenido, no es
tampoco una alteración de la forma teórica, lo que está en juego, es lo que rige los enunciados
y la manera en la que se rigen los unos a los otros para constituir un conjunto de proposiciones
aceptables científicamente. Se trata de saber qué efectos de poder circulan entre los
enunciados científicos, cuál es de algún modo su régimen interior de poder. Son estos
diferentes regímenes los que Foucault ha tratado de localizar en “La Palabras y las Cosas”.

En cuanto a la genealogía y la diferencia con el estructuralismo: lo importante es no


hacer con el suceso lo que se ha hecho con la estructura. No se trata de colocar todo en un
cierto plano, que sería el del suceso, sino de considerar detenidamente que existe toda una
estratificación de tipos de sucesos diferentes. El problema consiste al mismo tiempo en
distinguir los sucesos, en diferenciar las redes y los niveles a los que pertenecen. Aquí el
rechazo a los análisis que se refieren al dominio de las estructuras significante; y el recurso a
los análisis hechos en términos de genealogía, relaciones de fuerza, desarrollos estratégicos,
tácticas. Hay que referirse al modelo de la guerra y la batalla. La historia no tiene “sentido”, lo
que no quiere decir que sea absurda e incoherente. Al contrario es inteligible pero a partir de la
inteligibilidad de las luchas, estrategias y tácticas. Ni la dialéctica (como lógica de la
contradicción) ni la semiótica (como estructura de la comunicación) sabrán dar cuenta de la

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inteligibilidad intrínseca de los enfrentamientos. La “dialéctica” aparece como una manera de
esquivar la realidad reduciéndola al esqueleto hegeliano; y la “semiología” como una manera
de esquivar el carácter violento, reduciéndolo a la forma apacible y platónica del lenguaje y del
diálogo. En cuanto a la aproximación genealógica: es preciso desembarazarse del sujeto
constituyente, desembarazarse del mismo, llegar a un análisis que pueda dar cuenta de la
constitución del sujeto en la trama histórica. Y es eso lo que Foucault llamaría “Genealogía”,
una forma de historia que da cuenta de la constitución de los saberes, discursos, dominios de
objetos, etc. Cuando se definen los efectos del poder por la represión se da una concepción
jurídica del poder, se identifica el poder a una ley que dice no; se privilegia sobre todo la fuerza
de la prohibición. Si el poder no fuera más que represivo, si no hiciera nunca otra cosa que
decir no ¿Realmente se le obedecería? Lo que hace que al poder se le acepte es simplemente
que no pesa solamente como una fuerza que dice que no, sino que de hecho va más allá,
produce cosas, induce placer, forma saber, discursos, es preciso considerarlo como una red
productiva que atraviesa todo el cuerpo social más que como una instancia negativa que tiene
como función reprimir.

En cuanto al papel de los Intelectuales: Lo que se denomina hoy “Intelectual” dice


Foucault intelectual en el sentido político y no sociológico o profesional del término, es decir el
que hace uso de su saber, de su competencia, de su relación a la verdad en orden a las luchas
políticas) nace del jurista, o en todo caso, del hombre que se reclamaba de la universalidad de
la ley justa, eventualmente contra los profesionales del derecho (Voltaire es en Francia el
prototipo de estos intelectuales) El intelectual “Universal” deriva del jurista notable y encuentra
su expresión más plena en el escritor, portador de significaciones y de valores en los que todos
pueden reconocerse. El intelectual “específico” deriva de otra figura, no de la del “jurista-
notable” sino del “sabio-experto”. Este nuevo intelectual, no es ya la del “escritor genial” es la
del “sabio absoluto” no es aquel que lleva sobre sí mismo los valores de todos, se opone al
soberano o a los gobernantes injustos, y hace oír su grito hasta en la inmortalidad; es aquel
que posee con algunos otros, estando al servicio del estado o contra él, poderes que pueden
favorecer o matar definitivamente la vida.

Lo importante es que la verdad no está fuera del poder ni carece de poder. La verdad
es de este mundo, está producida aquí. Tiene aquí efectos reglamentados de poder. Cada
sociedad tiene su régimen de verdad, su política general de la verdad: es decir los tipos de
discurso que hace funcionar como verdaderos; los mecanismos e instancias que permiten
distinguir los enunciados verdaderos o falsos, la manera de sancionar unos y otros; las técnicas
y los procedimientos que son valorizados para la obtención de la verdad.

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