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Manual Para Líderes de

Grupos Pequeños

Esdras se había dedicado por completo a estudiar la ley del Señor,


a ponerla en práctica y a enseñar sus preceptos y normas a los
israelitas
(Esdras 7,10 BAD)

“Y todos los días, tanto en el Templo como en las


casas, no cesaban de enseñar y de anunciar la
Buena Noticia de Cristo Jesús”.
(Hechos 5:42 BPD)

Villa Elisa – Paraguay


Más y más iglesias alrededor del mundo están descubriendo la importancia de los grupos pequeños. Por
medio de este ministerio las iglesias crecen en número y la gente utiliza sus dones. El cuerpo de Cristo se 1
moviliza y el resultado final es que los perdidos encuentran la verdad y el amor de Jesús.

¿Son los “grupos pequeños” algo nuevo? ¿La última moda de ministerio en la iglesia? De ninguna manera.
El uso de estos grupos comenzó con la iglesia primitiva descrita en Hechos. Los grupos pequeños se
reunían en casas para adoración, compañerismo, crecimiento en la fe y compartían con sus vecinos o
amigos las buenas noticias que habían escuchado. Estos grupos también se juntaban con otros en
reuniones más grandes para adorar a Dios, recibir enseñanza y evangelizar.

¿Qué es el grupo pequeño?


Es el Ministerio que Dios te encarga para guiar a sus ovejas de una manera integral, dentro
del Plan de la Iglesia

Es la OPORTUNIDAD que Dios te da para serle útil y fructífero en su iglesia y en el


establecimiento de Su Reino aquí en la tierra

Es un grupo de mínimo 5 personas que procuran la comunión y edificación de cada integrante pero
con un enfoque evangelístico porque se busca alcanzar al perdido. En el grupo pequeño el equipo
responsable se ocupa de los nuevos, de orar por ellos y con ellos, de integrarlos al Cuerpo de Cristo. Al final
el grupo pequeño crecerá y se multiplicará en un nuevo grupo.
Cada reunión pequeña tiene el compromiso de:
1. Evangelizar.
2. Nutrir y discipular creyentes.
3. Desarrollar líderes.
4. Multiplicarse para cumplir la Gran Comisión.

En la Iglesia Marangatú los grupos se constituirán en forma homogénea (según las características
comunes de los participantes). Así se abrirá reuniones pequeñas de 5 integrantes (incluyendo el líder)
para:
 Niños.
 Pre-juveniles mujeres.
 Pre-juveniles varones.
 Señoritas colegiales.
 Jóvenes colegiales.
 Señoritas universitarias.
 Jóvenes universitarios.
 Mujeres.
 Varones.
 Familia.
 Tercera edad.

Los materiales de estudio que se utilizarán son los seleccionados por los líderes del Ministerio que –
previamente- han buscado la dirección y el propósito del Espíritu Santo.

¿Para qué sirve una reunión pequeña?


“A fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo.”
Efesios 4:12-13

Las funciones de las reuniones pequeñas son el compañerismo, la adoración, el discipulado y el


evangelismo. Estas mismas funciones se pueden encontrar en la iglesia neo-testamentaria.
El compañerismo es animarnos mutuamente, es compartir y desarrollar amistades en Cristo para
satisfacer las necesidades de amor, aceptación, unidad y apoyo. Esta era una de las características de la 2
iglesia primitiva (Hch. 2:42, 20:7,11; I Jn. 1:3,7; He. 10:25; I Te. 5:11). En el grupo pequeño se puede
observar el compañerismo cuando:
 Las personas hablan de sus problemas.
 Llevan las cargas de otros.
 Oran unos por otros.
 Comen juntos.
 Conviven.
 Se animan unos a otros.

La adoración –dentro del grupo pequeño- es glorificar y magnificar a Dios, enfocándose en Su


naturaleza, acciones y palabras, para traer gozo al corazón del Padre. Al respecto, también los primeros
cristianos nos dieron ejemplo en sus reuniones (Hch. 1:14, 2:47, 6:4; Col. 4:2). Ahora, en el grupo podemos
adorar así:
 Cantando.
 Reconociendo Su grandeza (compartiendo Sus atributos).
 Dando gracias por todo (aun en las dificultades).
 Orando en voz alta o en silencio.
 Leyendo pasajes de alabanza (Salmos).
 Leyendo poemas cristianos.

El discipulado es el proceso de ayudar y enseñar a las personas para que crezcan en mente y
espíritu conforme a la imagen de Cristo. En el Nuevo Testamento se observa que había un compromiso
fuerte con la Palabra (Hch. 6:4). La iglesia se dedicaba a las enseñanzas de los apóstoles (Hch. 2:42), las
mismas que después quedaron registradas en cartas (Col. 4:16; Fil 1:1, Gá. 1:2). En cada reunión se hace
discipulado cuando:
 Se memorizan pasajes bíblicos.
 Estudian pasajes en grupo.
 Se comparte tiempo con hermanos maduros.
 Se involucran en el ministerio con el grupo.
 Aprenden a aplicar la Biblia a la vida diaria.
 Aprenden a usar los dones espirituales.

El evangelismo es compartir las buenas nuevas de Cristo con la gente para que pueda conocer a Dios
como Padre y a Cristo como Salvador. Los primeros creyentes hablaban del amor de Cristo de una manera
natural (Hch. 4:20; 5:42) y el Espíritu Santo trabajaba en ellos (Hch. 4:31, 20:20). Hoy, en las reuniones
pequeñas, hacemos evangelismo si:
 Oramos con otros por amigos no creyentes.
 Invitamos a los no creyentes al grupo.
 Alcanzamos necesidades de gente externa al grupo.
 Desarrollamos amistades con no creyentes.
 Compartimos de Cristo a los no creyentes.

¿Cuáles son los beneficios de formar una reunión pequeña?


Nuestras iglesias tienen barreras visibles o invisibles que no permiten que las personas de “afuera” asistan a
los templos. Los grupos pequeños proveen un “puente” mucho más natural hacia los no creyentes.
Para un no creyente asistir a una reunión pequeña e informal es menos amenazante que ir a un lugar donde
no conoce a nadie y no está familiarizado con las “reglas”.

Los beneficios de formar reuniones pequeñas son varios, entre los que destacan:

1. Desarrollo de relaciones
Cuando Jesucristo estuvo en la tierra Él escogió vivir en comunidad con Sus discípulos. Estos
hombres hacían muchas actividades juntos: oraban, adoraban a Dios, aprendían por el ejemplo y
las palabras de Jesús, comían, se animaban y proclamaban las buenas noticias de la salvación. Por
supuesto, no fue un accidente que Jesús decidiera usar un grupo para preparar a Sus discípulos
para el ministerio. Su grupo fue la primera reunión pequeña de un organismo que luego creció en
gran manera (Mt. 13, como relata la parábola de la semilla de mostaza).
En el grupo pequeño se desarrollan naturalmente las relaciones. Mientras el grupo se reúne para
convivir, adorar, discipular y evangelizar, cada una de estas actividades fomenta un tipo único de 3
relación:
 El Compañerismo- De hombre a hombre.
 La Adoración- De hombre a Dios.
 El Discipulado- De Dios al hombre.
 El Evangelismo- Del Cuerpo de Cristo a los perdidos.

Figura 1 - Cuatro Tipos de Relaciones en Grupos Pequeños

Dios
Adoración Discipulado

Compañerismo Evangelismo

En una reunión pequeña, los miembros comparten juntos varias horas, participan en el ministerio, se
animan y oran el uno por el otro, se ayudan en problemas y necesidades. Su amor y dedicación a
Dios y a los otros miembros del grupo es fuerte e intenso. Tienen un sentido de pertenencia al
formar parte de una comunidad que les cuida. Conforme los miembros crecen en amor el uno
para con el otro, ocurre algo muy especial en el tiempo que pasan en adoración, mientras
expresan el amor que tienen para Dios.

Un grupo pequeño también provee un ambiente ideal para el desarrollo de relaciones de


discipulado o de mentores. Los creyentes más maduros pueden acercarse a los creyentes nuevos
para animarles, enseñarles y hacer el ministerio junto a ellos.

Ya que una de las metas del grupo pequeño es crecer y multiplicarse, los miembros continuamente
están buscando maneras para alcanzar a los perdidos. Tienen la libertad de expresar sus ideas a
otras personas y aprenden de ellas diferentes formas de compartir el mensaje de Cristo a su familia
y amigos. Hay un compromiso en el grupo para edificar relaciones con los no creyentes y
transmitirles las buenas noticias de Jesús.

2. Ministración de las personas


Los grupos pequeños proveen un espacio donde los creyentes pueden ministrarse los unos a
los otros para crecer. La Biblia habla de responsabilidades claras que los creyentes tienen hacia
otros creyentes. También son un buen lugar para descubrir, desarrollar y poner en práctica dones
espirituales. La persona puede crecer en su fe y tiene la oportunidad de ser discipulada por
cristianos más maduros. Con el tiempo, ellos repetirán este proceso con otros.

Muchos nuevos creyentes tendrán problemas y necesidades que el grupo ayudará a resolver. Una
reunión pequeña puede cuidar y satisfacer las necesidades físicas, espirituales, sociales y
emocionales de la gente de una manera eficaz. Los miembros crecen en su conocimiento y amor
hacia los demás al compartir estas necesidades y al tratar de solucionarlas juntos. Varios, por vez
primera, aprenderán que las verdades de la Biblia se relacionan con la vida cotidiana. Ellos
estudiarán la Palabra de Dios y aplicarán lo que están aprendiendo a las dificultades que
confrontan.

3. Desarrollo de Líderes
El grupo pequeño también involucra a los líderes laicos y les da la oportunidad de desarrollar sus
dones de liderazgo. Ellos son calificados por la madurez y habilidad que han demostrado en su
ministerio. Al parecer un grupo constituido por 10 personas es ideal para ser cuidado
apropiadamente por una persona. Los líderes son responsables por el desarrollo espiritual de pocas
personas, no de docenas.
4. Plantación de nuevas iglesias
Los grupos pequeños permiten desarrollar una estrategia para que una comunidad, ciudad o país 4
entero pueda ser saturado con un testimonio eficaz de Cristo. El uso de reuniones pequeñas hace
más fácil plantar nuevas iglesias.

¿Quién es un líder del grupo pequeño?


Es un hombre o una mujer que responde al llamado de Dios y hace el trabajo que Él le ha
encomendado. Es una persona que sostiene a su familia, la cuida material, emocional y espiritualmente.
Este (a) cristiano (a) brinda al ministerio entre dos y cuatro horas por semana.

Los líderes pueden ser experimentados o aprendices (Timoteos). Estos últimos apoyan efectivamente la
labor del responsable del grupo pequeño. Son fieles en su asistencia y son los futuros líderes de las
reuniones pequeñas que se formarán en el TEC.

¿Cuáles son las responsabilidades del líder del grupo


pequeño?
“Doy gracias al que ME FORTALECIO, a Cristo Jesús nuestro Señor porque me tuvo por fiel
poniéndome en el ministerio”
(1 Timoteo 1:12)

El líder del grupo pequeño tiene compromisos directos con Dios, con la iglesia y con los integrantes
del grupo.

Sus responsabilidades con Dios son:

1. Permanecer en santidad
Dios sólo escoge instrumentos limpios a través de los cuales puede fluir para hacer Su obra. No
podemos dar lugar al pecado en nuestra vida. Ni siquiera permitir que pequeñas actitudes y
pensamientos nos contaminen. Es importante que tengamos el corazón limpio de todo pecado. Si
tenemos rebeldía, eso mismo vamos a transferir. Por eso cada día hay que ponerse a cuentas con
el Señor, pedirle perdón por todo lo que no le agrada de nosotros y obedecerle.

2. Desarrollar su vida espiritual


El líder cristiano tiene el compromiso de cuidar su intimidad con Dios. Por eso, cada día, hace
su devocional y así pasa tiempo en el Lugar Santísimo comunicándose, escuchando la voz de
Dios y leyendo Su Palabra. Además, participa de los ayunos planificados por la iglesia para
fortalecer su espíritu y tener victorias en la cuarta dimensión.
El cristiano es un hombre de fe, se mueve según la Palabra de su Señor y no por emociones.

3. Ser guiado y controlado por el Espíritu Santo


La presencia de Dios en la vida del líder se nota cuando sigue la dirección del Espíritu Santo y
muestra Sus frutos (Gá. 5:22-23).

4. Mantenerse humildes
La Palabra dice: “Dios resiste a los soberbios (orgullosos) y da gracia a los humildes” (Stg.
4:6). Jesús mismo estableció que el mayor dentro del reino de su Padre es el que sirve. Nosotros
somos el instrumento que el Señor escogió, pero lo más importante son las manos del Maestro
tocándonos.

5. Modelar la vida cristiana


El líder tiene el privilegio de enseñar con su ejemplo (acciones y palabras) qué significa ser
cristiano o servir a Dios en el ministerio. Él necesita compartir abiertamente las bendiciones y
dificultades diarias y cómo él reacciona a las diferentes circunstancias. Esto animará a los miembros
y les enseñará como vivir lo que creen de una manera práctica. 5

Cuando el líder enseña modelando, los miembros del grupo comprenderán mejor la vida cristiana y
podrán instruir a otras personas. Los discípulos aprendieron viendo y escuchando a Jesús. En 1 Ts.
1:6-7, Pablo, Silas y Timoteo describen como los tesalonicenses llegaron a ser imitadores de ellos y
luego ejemplos para otros. En 1 Co. 11:1 Pablo les dice a los creyentes que lo imiten. En resumen,
un líder de reuniones pequeñas debe ser un ejemplo -en su estilo de vida y ministerio- que el
grupo puede seguir. Debemos andar como Jesús anduvo (1 Jn. 2:6).

En relación a la iglesia, el líder debe:

1. Sujetarse al liderazgo del Ministerio de Grupos Pequeños


Hay que obedecer a la autoridad delegada de Dios en la iglesia y, específicamente, en el
Ministerio de Reuniones pequeñas y no buscar la manera de zafarse de las directrices de los
pastores o de la cobertura espiritual de los ungidos del Señor.

2. Desarrollar un nuevo liderazgo


Una de las primeras prioridades del líder es escoger, en oración, a un líder aprendiz o Timoteo.
Esa persona debe mostrar alguna habilidad y aptitud de liderazgo, aunque no tenga todas las
cualidades. El líder del grupo pequeño tiene que ser mentor del aprendiz. Éste no solo debe
escuchar y ver lo que el líder hace, sino participar activamente en el ministerio.

3. Capacitar a los miembros para el Ministerio


La naturaleza del grupo pequeño le permite al cristiano descubrir cual (es) don (es) le fue (ron)
dado (s) por el Espíritu Santo y desarrollarlo (s) en el ministerio. El líder debe proveer
oportunidades para ello. Esto se hace principalmente a través de la delegación constante de
ministerio a los miembros del grupo. Al principio el líder delegará tareas simples, pero conforme
crecen y maduran las personas, él debe involucrar a cada miembro en las actividades.

4. Asistir semanalmente a las reuniones del Ministerio de Grupos Pequeños


Todas las personas que lideran un grupo pequeño deben asistir cada domingo -de 5 a 7 de la
noche- a las reuniones de evaluación y coordinación que son convocadas por el Ministerio de
Reuniones pequeñas. Allí adorarán a Dios como un solo cuerpo, recibirán información
imprescindible para desarrollar su trabajo y serán capacitadas o ministradas.

5. Participar activamente en las reuniones extraordinarias de capacitación


Hay que asistir -con buena actitud- a las convocatorias de los pastores porque buscan mejorar
el trabajo desarrollado por las reuniones pequeñas y extender, con rapidez, el reino de Dios en la
tierra.

6. Informar periódicamente sobre el desarrollo del grupo pequeño


Semanalmente (el día domingo) los líderes deben presentar un breve y fiel informe sobre la
última reunión del grupo (incluye el registro de los asistentes, la cantidad de miembros en servicio,
etc.), al margen de comunicar el avance que se ha realizado del material de estudio bíblico y
cualquier otra noticia que se relacione con los integrantes del grupo (problemas que atraviesan,
necesidades urgentes…). Además debe demostrar que hace seguimiento a los participantes del
grupo pequeño.
No permita un espíritu de autosuficiencia en la obra. La gente fiel siempre rinde cuentas de su
trabajo a su superior. En esa actitud se demuestra la humildad, el amor, el sometimiento.

7. Multiplicar del grupo pequeño


En las primeras reuniones el líder debe comunicar a los integrantes que el grupo se
multiplicará en dos cuando haya alcanzado su madurez. Él debe explicar que la meta final en el
ministerio de grupos pequeños es el cumplimiento de la Gran Comisión (Ma. 28:19-20) y el método
para aproximarse a esa meta es por medio de reuniones pequeñas que evangelizan, discipulan,
equipan y se reproducen. En síntesis, él transmite este mensaje: La división de una reunión
pequeña es para el mayor beneficio del reino de Dios.

8. Ser sincero con el mentor. No ocultar el pecado


Si tiene muchas tentaciones o se siente débil en algún área de su vida, debe comunicar el
problema a su líder inmediato o mentor para recibir ayuda que lo fortalezca y evitar su caída. Por
favor, no tenga vergüenza de confesar su debilidad y pedir apoyo: Dios honrará su actitud
transparente. 6

9. Mantener una vida familiar sólida


Es insensato servir en la iglesia si, al mismo tiempo, se descuida el primer ministerio que Dios nos
ha encomendado: La familia.

10.Obedecer las normas estipuladas en el Manual del Líder de Grupo Pequeño


Para sujetarse al Manual previamente hay que conocerlo y estudiarlo sin prejuicios y con una actitud
de sujeción a la normatividad porque refleja la visión de Dios para la iglesia.

Las responsabilidades del líder con los integrantes del grupo pequeño son:

1. Preparar el estudio bíblico


Por respeto y amor a todas las personas, cada semana el responsable del grupo debe invertir –
como mínimo- 2 horas en la preparación del estudio de la Palabra pidiendo constantemente la
revelación del Espíritu Santo.

2. Promover un ambiente saludable


El líder debe consolidar un ambiente de compañerismo y amistad para que las relaciones
crezcan y se desarrollen. Le llevará tiempo y esfuerzo conocer a los miembros de su grupo, pero un
ministerio de gente eficaz requiere de las relaciones personales e íntimas. Hasta que se edifique la
confianza entre el líder y la gente del grupo, no puede ministrar verdaderamente a sus necesidades.

El líder -imitador del Maestro- modela el proceso de edificar relaciones y provee oportunidades para
que lo mismo suceda en el grupo. Para que las relaciones crezcan y se desarrollen se necesita
amor, oración y convivencia.

3. Imitar el amor de Cristo


Las relaciones que mantiene el líder con los miembros de su reunión pequeña deben estar
basadas en el amor ágape de 1 Co. 13 y no en la personalidad, la apariencia ni la inteligencia. El
amor sigue amando, aun cuando no se recibe nada a cambio. El amor se motiva por el infinito e
incondicional amor de Dios para con nosotros. La Biblia dice, “le amamos a él, porque él nos amó
primero…tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.”(1Jn.
4:19,21)

¿Cómo se expresa este amor en una reunión pequeña? Cada miembro se siente amado cuando es
aceptado, cuando sabe que es importante para las otras personas, cuando tiene un problema y el
grupo (o algunos individuos) le ayuda (n). El amor cristiano entre miembros de una reunión
pequeña se observa en las acciones, no solamente en las palabras.

Por ejemplo, ¿qué debe hacer el grupo cuando alguien falta a una reunión? El líder (y los
integrantes del grupo pequeño que tengan el mismo sentir) debe (n) contactarlo (a) al día
siguiente para decirle que lo (a) extrañaron, que les hizo falta. Quizá estaba enfermo (a) o tuvo
algún problema. ¡Nunca ignore la ausencia de ningún discípulo!

4. Orar por los integrantes del grupo pequeño


Es imprescindible que el líder ore por cada persona del grupo, especialmente por aquellos que
son “difíciles” de amar. Mientras ora, su amor por ellos aumentará y su relación con ellos se
profundizará.

Quien dirige un grupo necesita pedirle a Dios por:


 Un amor sincero a todos los miembros
 Cada persona, sus necesidades, su crecimiento espiritual (descubrimiento y uso de dones) y
para que sea un testigo eficaz de Cristo en su entorno.
 Su relación con cada individuo
 Habilidad para ministrarles.

Hay que aprovechar la intercesión, esa herramienta que Dios nos ha dado para ganar las almas. Si
queremos ver cierta realidad en el mundo natural, primero debemos conquistarla en el
mundo espiritual. La oración desata el poder de Dios y destruye los obstáculos e impedimentos
que el enemigo nos presenta. Recuerde: Los milagros se conquistan en el lugar secreto, en el
tiempo de oración. 7

5. Pasar tiempo con los miembros del grupo pequeño


Las relaciones se construyen en largos periodos. Debe planear pasar algún tiempo con los
miembros del grupo fuera de las reuniones. Puede invitarlos a comer, pasar tiempo con su
familia en alguna actividad, o simplemente conversar con ellos en su casa. La actividad no es tan
importante como el tiempo que comparte con ellos. La confianza se desarrolla cuando las personas
ven que estamos genuinamente interesados en ellos, en su familia y en sus intereses. Cuando los
problemas surgen en sus vidas, la confianza desarrollada permitirá ministrarles mejor. También
puede mostrarles que está pensando y orando por ellos llamándoles o enviándoles notas.

Es sano que el grupo pequeño se reúna ocasionalmente para eventos especiales. Así se
profundizarán y fortalecerán las relaciones entre los miembros. Las actividades pueden ser
informales -como una salida al parque- o pueden ser más estructuradas -como trabajar juntos en
algún proyecto para ayudar a alguien del grupo o de la comunidad-. Si los miembros del grupo han
estado orando y hablando con inconversos que no se animan a asistir a el grupo pequeño, éstas
son oportunidades excelentes para involucrarlos en el grupo en un ambiente menos amenazador.

6. Velar por las necesidades de cada persona y responder a las mismas


A veces estamos tan ocupados en los detalles de nuestro ministerio y olvidamos que lo más
importante es la gente con quien estamos trabajando. Para que el grupo pequeño llegue a ser
una comunidad de personas que se cuidan y se nutren como Dios quiere, los miembros deben
aprender a amar y llevar “los unos las cargas de los otros” (Gá. 6:2). El líder necesita dar el ejemplo
de velar por otros de una manera que muestra amor y preocupación.

Cuando un integrante del grupo tiene una necesidad o dificultad:

 Esfuércese por comprender el problema y sentir empatía por él. “Si un miembro padece,
todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se
gozan.”(1Co. 12:26) Demuestre que a usted le importa como individuo. Tome tiempo para
simplemente escucharlo. Imagínese como se sentiría usted si estuviera en su posición (póngase
en sus zapatos).

 Como grupo, oren por una solución. Necesitamos la sabiduría de Dios, no la nuestra (Stg.
1:5). Haciendo esto fomentará relaciones fuertes y la solidaridad.

 Como grupo, busquen respuestas en la Biblia (2 Ti. 3:16-17). Mientras más usan la Biblia,
estarán mejor equipados para ministrar. También es una oportunidad para demostrar cómo la
Biblia se aplica a los problemas de la vida cotidiana.

 Consideren lo que el grupo puede hacer para ayudar -espiritual, emocional o físicamente
(en lo material). A veces, lo más que podemos hacer es orar por la persona lastimada, animarla y
hacerle saber que nos importa. Si una necesidad se puede satisfacer, el grupo debe decidir qué
hace al respecto. Lo que tienen es suficiente en las manos del Señor. Poco es mucho si Dios
está allí.

7. Enfrentar el pecado
Si un miembro ha pecado contra otro del grupo, las instrucciones de Jesús en Mateo 18:15-17 se
deben emplear como método para resolver el problema. Si alguien en el grupo ha caído en
pecado, el grupo necesita “restaurarle con espíritu de mansedumbre” (Gá. 6:1). Rendirse cuentas
los unos a los otros con respecto a nuestro andar en Cristo es un aspecto importante del
compañerismo entre creyentes.
En resumen, se espera que cada responsable de un grupo pequeño se esfuerce por vivir según el:
8

Decálogo del líder de grupo pequeño


1. Cuidaré mi relación y comunión con Dios al máximo, llegando mínimo a estar UNA HORA diaria a
solas con Él (Mt. 26:40), en oración y lectura de la Palabra.
2. Defenderé mi santidad siempre, sobre la base de la transparencia y la sinceridad con Dios y con mis
líderes.
3. Obedeceré a Dios y mis líderes para andar en bendición y ser bendición para otros.
4. Guardaré el vínculo de la paz (unidad) y del amor al ejercer liderazgo dentro del TEC.
5. Vigilaré mi carácter cada día, sobre la base de la disciplina, hábitos de excelencia, templanza,
perseverancia y la consagración a la obra de Dios.
6. Oraré, sin desmayar, para que Dios me otorgue poder, autoridad y unción para liderar mi célula o el
ministerio que Dios me ha encomendado.
7. Me decidiré, en la gracia de Dios, a ser fructífero (“mucho fruto, para Su gloria” - Jn. 15:8), en ganar
almas, formar discípulos y líderes que se multipliquen en otras reuniones pequeñas o ministerios.
8. Me impondré estándares altos y -con la ayuda de Dios- quiero ser imitador de Cristo, llegar a Su
estatura y lograr que Él se note en mi vida, para Su honra.
9. Practicaré la vida sobrenatural, siendo menos lógico y más sobrenatural, caminando por fe y no por
vista.
10. Me prepararé adecuadamente para liderar mi grupo pequeño o ministerio.

¿Cómo prepararse para iniciar un grupo pequeño?


Los cristianos debemos ser buenos mayordomos de los recursos que Dios nos ha dado, incluyendo el
tiempo y el esfuerzo que invertimos en dirigir un grupo pequeño. Planear nos ayuda a obtener mejores
resultados con los recursos limitados que tenemos.

Aunque a nadie le gusta el papeleo, el líder debe trabajar con su grupo elaborando planes y metas para el
grupo pequeño. El planeamiento involucra un proceso simple de 3 pasos:

1. Ore y pida a Dios sabiduría mientras planea (Stg. 1:5).


2. Fije metas y objetivos realistas para su grupo y establezca fechas para cada meta y objetivo.
3. Incluya en estas fechas evaluaciones periódicas de su progreso.

Antes de abrir un grupo pequeño el líder debe:


A. Formar un Equipo de Oración
El paso más importante para comenzar un nuevo grupo es la oración. El líder debe formar un
equipo de intercesores quienes orarán -regularmente- por él y el nuevo grupo. Estos pueden
ser personas de su iglesia local, amigos o familiares o creyentes de otras iglesias.
Ore por la dirección clara de Dios y pida sabiduría en cuanto a horario, ubicación del lugar de
reunión, etc. Además, clame por los corazones de la gente que asistirá a el grupo pequeño. Satanás
estará atacando al nuevo grupo. Pablo, en su ministerio, específicamente pidió oración de
intercesión (Ef. 6:19, I Ts. 5:25, Ro. 15:30). El líder tiene que ser una persona de oración y debe
estar cubierto con la oración de otros.

B. Constituir un equipo de liderazgo


Aunque es posible comenzar una reunión pequeña solo, es mejor si hay un equipo de 2 á 4
personas. Pueden orar juntos, mantener una responsabilidad mutua y discipular a los nuevos
creyentes. Jesús mismo utilizó este modelo cuando envió a los 70 en parejas a su primera
experiencia en el ministerio (Lc. 10:1).

C. Seleccionar un lugar y un horario adecuados para los integrantes del grupo


El lugar más natural puede ser el apartamento o casa de uno de los miembros del equipo que dirige
el grupo pequeño. También está disponible la infraestructura de la iglesia (sólo se debe coordinar
con la administración de la Iglesia Marangatu).
Luego hay que decidir cuándo se hará la reunión (día y hora). Para ello se deben analizar los
horarios de trabajo, actividades normales del fin de semana, etc. Es importante escoger un 9
horario conveniente para la mayoría de los asistentes.

D. Organizar y ejecutar la primera reunión


El primer encuentro debe ser bien planeado y apoyado en oración. Repase con su equipo de
liderazgo lo que pasará durante la primera reunión y quiénes son los invitados, verifique la
disposición de los asientos, que el refrigerio esté disponible durante el tiempo de compañerismo.
También piense en tener copias de cantos y algunas Biblias extras.

Como algunos de los asistentes a la primera reunión no se conocen, es importante tener algunas
actividades para “romper el hielo”.

Desarrolle la reunión de una manera informal y natural. No comience con una oración de 20
minutos, ni un estudio bíblico profundo que confundirá y aburrirá a los visitantes. Presente la Biblia
como la Palabra de Dios, la cual contiene respuestas a las preguntas de la vida cotidiana.

Si decidieron cantar, enséñeles una o dos canciones (debe tener la letra impresa para que puedan
guiarse). Dirija el estudio bíblico y no espere mucha participación en la etapa inicial. Trate de
mostrar una aplicación práctica para las necesidades diarias.

Pregúnteles si hay un tema de oración y apúntelo para acordarse durante la semana y preguntar
al respecto la próxima reunión. Cierre el encuentro con una oración. No los eche inmediatamente.
Muchas veces los visitantes se sienten más relajados cuando la reunión concluye y puede usar ese
tiempo para conocerlos mejor.

Cuando los asistentes se han ido, el equipo debe evaluar toda la actividad y anotar las
sugerencias para mejorar la próxima reunión. Es mejor hacer esto el mismo día porque los
detalles están “frescos” en la mente.

Mientras se desarrolla el grupo pequeño, el proceso de orar, planear y repasar es permanente. El líder
comenzará a ver áreas que necesitan atención y los pasos que se deben tomar para alcanzar las metas
establecidas. Ocasionalmente el grupo tendrá que ajustar sus metas y cronograma, pero eso es algo
normal.

¿Cómo dirigir un grupo pequeño?


No hay un formato “correcto” en cuanto a una pequeña. El líder es responsable de determinar cómo la
reunión será estructurada y conducida. Sin embargo, cada reunión debe incluir tiempo para las 4
funciones del grupo pequeño (compañerismo, adoración, edificación, evangelismo).

Una reunión típica podría desarrollarse de la siguiente manera:

 Comenzar con un tiempo de compañerismo y compartimento entre los miembros del grupo.
 Luego seguir con un periodo de adoración, con oración, cantos y alabanzas a Dios.
 Después se da un espacio para el estudio del tema y la discusión.
 Finalmente, el grupo conversa sobre la visión del ministerio. Aquí los miembros comparten
actividades personales y en grupo para alcanzar a amigos, familiares, vecinos… Esto puede incluir
un tiempo de oración por individuos específicos quienes todavía no han asistido a la reunión.

El tiempo invertido en cada actividad depende de cuánto se conocen los miembros del grupo. Al
principio, el grupo debe pasar más tiempo en el compañerismo y menos en el estudio bíblico. Después se
pondrá más énfasis en el estudio y el evangelismo. Este equilibrio cambiante se observa en el siguiente
gráfico:
Figura 2 - Equilibrando las Funciones del Grupo Pequeño
10

Reuniones Iniciales Reuniones Posteriores

Compañerismo
Compañerismo Adoración

Edificación
Adoración

Edificación
Evangelismo
Evangelismo

La reunión entera debe durar entre 60 y 90 minutos. Por ejemplo si la reunión dura 70 minutos, el grupo
puede pasar 15 minutos en el compañerismo, 15 en adoración, 30 en el estudio bíblico, y 10 en el tiempo de
evangelismo.

El líder tiene la responsabilidad de comenzar a tiempo, mover al grupo de una actividad a otra (todas
son importantes) y terminar la reunión a tiempo.

Al principio el líder planea y dirige toda la reunión de reuniones pequeñas. Conforme el grupo crece y
madura, él delega varias actividades de las reuniones a integrantes del grupo pequeño. Cada aspecto de la
reunión requiere algún tipo de preparación:

A. El ambiente de la reunión
El líder debe preparar el lugar con sillas o sillones ubicados en forma circular (así la gente tiene
contacto visual) y alistar agua, té o café.

B. Compañerismo
Puede ser tan formal o informal como el líder quiera. Si hay nuevos miembros o visitantes al grupo,
se recomienda usar algún tipo de “rompehielos” (maneras divertidas para que la gente se conozca)
y lograr que todos se sientan bienvenidos. El tiempo de compañerismo es cuando los miembros
comparten qué ha pasado en sus vidas (alegrías y tristezas), se animan y se edifican uno al otro.

C. Adoración
La adoración prepara a los miembros para el resto de la reunión, especialmente para el tiempo
del estudio bíblico. Si el líder u otra persona en el grupo tiene una habilidad musical (toca guitarra u
otro instrumento), debe usarla en el tiempo de adoración. Si no, cantan de todos modos porque Dios
quiere escuchar las alabanzas que provienen de un corazón sincero o también pueden leer un
salmo, una poesía cristiana, etc.

D. Oración
La oración se encuentra en todas las actividades de la reunión. El líder debe comenzar y
terminar la reunión con oración. Él debe considerar que el orar en voz alta puede ser muy incómodo
para los nuevos miembros, y debe aclarar que es opcional.

La oración es natural en el tiempo de adoración, pero el líder debe planear tener oración durante el
tiempo de evangelismo y compañerismo también. En ese momento, se puede orar por las peticiones
del grupo. Otra alternativa es orar en grupos de 2, lo cual puede animar a cristianos nuevos a orar y
compartir necesidades más personales.

E. Tiempo de estudio bíblico


Es la responsabilidad del líder desarrollar la lección o delegar ese trabajo a una persona capacitada.
El enfoque del estudio debe ser descubrir verdades bíblicas y aplicarlas a la vida real. Por
eso, haga preguntas prácticas: ¿Qué promesa tiene Dios aquí para mí? ¿Qué verdad nos enseña
Jesús? ¿Qué quiere Él que haga en mi vida? ¿Cuáles son los principios que el Señor desea que
aprenda en esta lección?

El objetivo no es conocer la Biblia de memoria, ni ser eruditos en literatura antigua, es llegar a ser
verdaderamente discípulos del Señor. Es obvio que para que ello ocurra, el conocimiento de la
Biblia es esencial. Pero es imprescindible que ese conocimiento se convierta en vivencia. En
otras palabras, el énfasis no es descubrir el significado que el texto tenía en el pasado, sino
discernir el sentido para nuestra vida hoy. 11

F. Discipulado
El discipulado se lleva a cabo cuando le ayudamos a una persona a ser más como Cristo en
carácter y a ser más productivo en el ministerio. Un nuevo cristiano tiene necesidades
especiales mientras él trata con la duda, el desánimo, la ignorancia en los asuntos espirituales, la
oposición espiritual y un sentido de “incomodidad” en un terreno desconocido. Él necesita cuidado
genuino y sincero de alguien que hará de su bienestar una prioridad. También precisa tener alguien
a quien plantearle sus preguntas y saber que es importante para otra persona. Debido a la
naturaleza cercana de la relación discipuladora, sólo hombres deben discipular a hombres, y
mujeres a mujeres.

Como Cristo se relacionó con Sus discípulos uno a uno, así cada nuevo cristiano debe tener a
una persona con la cual relacionarse.

El líder del grupo debe estar discipulando a su aprendiz y éste tiene que involucrarse en todo
aspecto del ministerio, para que pueda ver y experimentar el liderazgo de reuniones pequeñas.

G. Evangelismo
El líder es responsable de crear una visión en el grupo para alcanzar a los perdidos. Les
ayuda a ver como sus esfuerzos individuales encajan con los esfuerzos del grupo. Esto se puede
lograr estudiando pasajes que amonestan a los cristianos a compartir la buenas nuevas y luego
desafiando a los miembros a aplicar la Palabra en sus vidas.

El tiempo de evangelismo en una reunión de grupo pequeño es un tiempo excelente para compartir
testimonios acerca de cómo Dios está trabajando en las vidas de ellos para alcanzar a otros con el
amor de Cristo y orar por los perdidos. También el líder puede recordarles a todos que hay
necesidad de dividir y multiplicar el grupo.

Sintetizando, para cada reunión el líder elaborará una agenda que incluye:

 Refrigerio.
 Plan de trabajo.
 Pregunta para romper el hielo.
 Oración.
 Alabanza y adoración.
 Edificación.
 Momento de compartir la visión.
 Registro del grupo.

¿Cómo realizar la multiplicación del grupo pequeño?


Para entender la multiplicación del grupo pequeño, vamos a recordar la explicación que brinda la Biología
de este proceso natural en las células: Las células se multiplican por un proceso de crecimiento y auto-
duplicación. Cada una de ellas tiene un núcleo que controla su actividad. Mientras la célula (reunión
pequeña) se nutre y crece, el núcleo crece y se desarrolla en 2 núcleos. Cuando se ha logrado el
crecimiento apropiado, la célula (reunión pequeña) se multiplica en 2, cada una con su propio núcleo. Este
proceso de crecimiento y duplicación se repite cada cierto tiempo, siempre mientras las células (reuniones
pequeñas) son nutridas y pueden crecer.
12

1. 2. 3. N

N
N
4.
N
N Dos Células
N

Una Célula Núcleo N


Se Divide Célula
Multiplica

La multiplicación de grupos pequeños sucede de una manera similar. Cada grupo tiene un líder quien
provee las “condiciones” apropiadas para el crecimiento y nutrición del conjunto. Si el grupo no es
nutrido y desarrollado (crecimiento espiritual y alcance evangelístico), no crecerá. El líder provee el ejemplo,
la enseñanza y el incentivo al grupo para que alcancen a las personas a su alrededor. Por medio del trabajo
del Espíritu Santo, estos amigos y conocidos llegan a las reuniones, aprenden acerca de Jesucristo y lo
reciben como Salvador.

Conforme el grupo sigue creciendo en madurez, el líder comienza a trabajar con su aprendiz. Este nuevo
líder se instruye observando las acciones y palabras de su mentor, y de muchas maneras llega ser un
“imitador” (1 Co. 11:1). Cuando el “Timoteo” está preparado mental y espiritualmente para guiar a su
propio grupo, el grupo pequeño original se multiplica en dos, y el proceso de crecer y dividirse
comienza de nuevo.

Los pasos para dividir el grupo pequeño son:

1. Preparación del grupo


Para que se den las condiciones correctas de crecimiento y multiplicación, el líder tiene que:

 Repetir continuamente la visión de multiplicación del grupo pequeño. Él explicará por qué
razones es bueno y necesario cumplir con el mandato que nos dio Jesucristo.

 Animar al grupo a extenderse hacia los no creyentes en su red de relaciones. Sin el


crecimiento numérico no es posible multiplicarse.

 Proveer un ambiente donde se lleva a cabo el discipulado entre creyentes. Sin el


crecimiento espiritual, la necesidad de multiplicarse quizás no se entienda.

 Capacitar a un líder aprendiz –como mínimo- quien tomará la responsabilidad de liderar uno de
los grupos. Cuando se aproxima el tiempo, este último debe desarrollar una meta general para
su nuevo grupo, además de planear las primeras reuniones. El líder debe revisar el trabajo del
aprendiz, como experto que es, y ofrecer consejos o sugerencias.

 Fijar la fecha de la multiplicación y trabajar hacia esa meta.

2. Implementación de la multiplicación del grupo


Antes de ejecutar la división del grupo el líder precisa:

 Discutir los futuros cambios con el grupo. Las personas pueden ser aprensivas, pensando
erróneamente que la fuerza del grupo consiste en quienes pertenecen al grupo y no a Quien
pertenece el grupo. El líder debe tomar en serio sus temores y ayudarles. Durante el proceso,
hay que escuchar, orar y animar. Haga todo lo posible para evitar el negativismo. Lea y medite
en Juan 14-17 para ganar perspicacia espiritual en cuanto a cómo Jesús manejó la etapa de
multiplicación con sus discípulos.

 Determinar quién lidera cada grupo. En algunos casos, cuando el grupo se multiplica, el líder
aprendiz llegará ser el líder del grupo pequeño “hija”, pero no tiene que ser así. El líder original
puede tomar el nuevo, lo cual a veces es mejor si los miembros del nuevo grupo no son tan
maduros como los miembros que se quedan. 13

 Decidir, junto a todos los integrantes, quienes irán con el nuevo grupo y quienes se
quedarán en el grupo pequeño madre. El líder pedirá a los miembros que oren a su Señor y le
pregunten a cuál grupo deben pertenecer. Nunca el liderazgo puede presumir ni escoger cuales
miembros se irán. Cualquier sugerencia se debe hacer cuidadosamente, sin apariencia de
coerción o manipulación. Dependa del Espíritu Santo para arreglar los grupos como Él desea.

 Escoger el lugar donde se reunirá el nuevo grupo (puede ser en el hogar del nuevo líder o en
el de uno de los miembros). El grupo necesita un sentido de estabilidad, seguridad e identidad.

 Reunirse con el líder aprendiz para apoyar su labor. Tener a un mentor cerca para orar y
discutir problemas le ayudará mucho al nuevo responsable de reunión pequeña.

 Escoger, en grupo, la fecha de la última reunión del grupo pequeño original y tener una
celebración. Repasen y den gracias por todo lo que Dios ha hecho. Oren por los 2 grupos.
Regocíjense ya que, por medio de las 2 reuniones pequeñas, más gente será alcanzada para
Cristo. Tengan un servicio especial para el nuevo líder y los miembros que se van con él.

 Confiar –permanentemente- en Dios. Él controla la situación, guiará y dirigirá ambos grupos.

“Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si


estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres”.
(Colosenses 3:23 DHH)
BIBLIOGRAFÍA
 Manual Dos-Grupos Pequeños. La Alianza para la Fundación de Iglesias por Saturación – Curso Omega.
Enero 2000.
 Manual de Reuniones pequeñas Edificando una vida con Propósito. Iglesia Rey de Reyes. Argentina.
 Decálogo del líder de Hotel y Ministerios.
 Estándares para mantener la integridad moral en el equipo de la iglesia (Carta del pastor Rick Warren a
sus pastores y ministros – Adaptación y aportes: Raúl e Isabel de Justiniano).
 Entrenamiento de líderes de reuniones pequeñas.
 Seminario para grupos pequeños. Dale E. Galloway, Carlos Mraida y Ramón Alemán.
 Clase 22. Ministración Reuniones pequeñas. Raúl Justiniano.
 Estrategia Hoteles (Documento de Word y de Power Point). 30 de julio de 2006.

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