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Diversidad
Parejas del mismo sexo: adopción y matrimonio. La Corte decide

Las ‘otras familias’ exigen sus derechos

MAR GALLEGO

S
egún el artículo 2 de la Ley 294 de
1996 (por la cual se desarrolla el
artículo 42 de la Constitución Polí-
tica), “la familia se constituye por vínculos
naturales o jurídicos, por la decisión libre
de un hombre y una mujer de contraer
matrimonio o por la voluntad responsable
de conformarla. Para los efectos de la pre-
sente ley, integran la familia: los cónyuges
o compañeros permanentes; el padre y
la madre de familia aunque no convivan
en un mismo hogar; los ascendientes o
descendientes de los anteriores, y los
hijos adoptivos. Todas las demás personas
que de manera permanente se hallaren
integradas a la unidad doméstica”.

Aunque el concepto de familia recogido

en este artículo no debiera descartar
la existencia y la regulación de familias
formadas por parejas del mismo sexo, lo
cierto es que la aparición del matrimonio
heterosexual –como una de las posibles
maneras de formar una familia– da lugar
a muchas interpretaciones. Entre ellas,
las que aseguran que parejas del mismo
sexo no pueden formar una familia. No
habiendo voluntad política (como es el
caso de Colombia) y, al contrario de lo ocu-
rrido en otros países donde sí ha existido
esa voluntad de regular ‘otras’ formas de
familia, las interpretaciones en contra de
los núcleos familiares no heterosexuales
han llevado a que Colombia Diversa y
DeJusticia, junto con profesionales del
Derecho, presenten una demanda exi-
giendo que las parejas no heterosexuales
aparezcan expresamente en la ley con el
fin de garantizar sus derechos.
Lo cierto es que, comparada esta ley
con la realidad colombiana, la misma no
se sostiene, pues mantener el concepto
de familia bajo los únicos parámetros del
matrimonio entre un hombre y una mujer
supone quitar de un tajo los derechos
del 42 por ciento de niños del país, que,
según la Encuesta de Demografía y Salud
de Colombia (ENDS 2010), no vivirían
con ambas figuras. Muchas y muchos,
con ninguna de las dos. Asimismo, y de
acuerdo con Colombia Diversa, entre
el 8 y el 10 por ciento de la población
colombiana no tendría una orientación
sexual normativa (no se considera hete-
rosexual), y al menos 300.000 colombia- forma individual) sino que también sea su están luchando para garantizar sus de-
nos y colombianas viven con una pareja compañera o compañero quien lo haga, rechos. Ambas decidieron el proyecto de
del mismo sexo. garantizándoles a los niños de estas fami- ser madres en conjunto y la niña es hija
lias el 50 por ciento de los derechos, que biológica de una de ellas (quien tiene la
En estos momentos, la Corte Constitu- en estos momentos se les niegan. Es éste patria potestad en estos momentos), a
cional tiene en sus manos la resolución precisamente el caso presentado ante pesar de que hace años ambas formali-
de dos sentencias concretas en las que se la Corte Constitucional: desde el 28 de zaron su unión en Alemania.
debate la posibilidad o la imposibilidad de febrero del 2008, día en que el Instituto
que parejas del mismo sexo puedan (en de Bienestar Familiar (ICBF) se negó a La Corte decidirá si la pareja de la madre
conjunto) adoptar y contraer matrimonio tramitar la adopción de una de sus hijas, biológica (madre por decisión propia) tam-
en igualdad de derechos con las hetero- María y Sofía (una pareja de lesbianas) bién puede velar por la misma en forma
sexuales. El caso de la adopción, aunque
en apariencia sea lo más problemático, lo
cierto es que también es lo que ‘debiera’
presentar menos dificultades, ya que la
sentencia, en caso de ser positiva, estará
abogando por salvaguardar los derechos
de una menor.
No se trata aquí únicamente de que
parejas del mismo sexo puedan adoptar
niños no biológicos. Se trata de garantizar
derechos de las familias que ya están
formadas y que conviven con descen-
dencia biológica (o no). En definitiva,
que no sea únicamente una de las parejas
quien pueda responder ante la misma
(hay que recordar aquí que las personas
no heterosexuales sí pueden adoptar de

Una experiencia personal

Ciudadanías de primera y de segunda

por Liza

El día en que nos anunció el Juzgado en el que llevábamos el proceso en España que
podía contraer matrimonio con mi compañera, tuve dos sensaciones tan opuestas
pero tan reales… Por un lado, una alegría inmensa por lograrlo después de un largo
proceso (más por mi condición de extranjera que por mi orientación sexual) de
SDVDUSRUÀOWURVGRQGHGHPRVWUiEDPRVTXHpUDPRVSDUHMDTXHQRVDPiEDPRV\
TXHGHVHiEDPRVFRQVWLWXLUPDWULPRQLRFRPRSDUWHGHQXHVWURSUR\HFWRGHYLGD<
por el otro, una tristeza inmensa de ver cómo se estaban garantizando mis derechos
HQXQSDtVOHMDQRDOPtR7ULVWH]DSRUTXHFRPRFRORPELDQDHVWR\FRQYHQFLGDGHTXH
este mi país tendrá que darme las garantías legítimas para ejercer plenamente mis
GHUHFKRV\QRVHJXLUWUDWiQGRPHFRPRXQDFLXGDGDQDGHVHJXQGDFODVH3RUDKRUD
VpTXHKHFRQWUDtGRPDWULPRQLRHQHOH[WUDQMHUR\HVUHFRQRFLGRFRPRWDOHQHVH
SDtV\VLJRHVSHUDQGRTXHQRVHDPX\OHMDQRHOGtDHQTXHPLSDUHMD\\RSRGDPRV
dejar de ser sóloXQDSDUHMDGHKHFKR\SXHGDDGTXLULUQXHVWUDUHODFLyQHOHVWDWXVGH
matrimonio civil que nos permita, en el presente o en el futuro, defender nuestros
GHUHFKRVFRPRSDUHMDVLHVTXHKD\DOJXQDVLWXDFLyQTXHSXHGDYXOQHUDUQRV
 Ediciones
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regulada. Para Mauricio Noguera, abogado
de Colombia Diversa, los derechos tienen
que garantizarse esta vez, y es por ello
que esperan una sentencia favorable en
ambos casos: “En el caso de la adopción,
lo más importante es que finalmente se
garanticen los derechos de esta niña que
ya lleva mucho tiempo conviviendo con
sus dos madres. Si no se reconocen, no
va a tener todas las garantías, pero igual-
mente seguirá conviviendo con ambas
madres. Entonces, si la preocupación es
que conviva con la pareja, a la larga se
genera una situación ridícula”.
En el caso del matrimonio, las expectati-
vas también son positivas para Noguera.
Se espera que el fallo se dé a conocer
en octubre o noviembre próximos, un
año después que la Corte se abstuviera
de decidir al considerar que no tenía
suficientes argumentos jurídicos. En
esta ocasión, el abogado afirma que se
han subsanado todas estas cuestiones
y la demanda presentada está “muy
bien formulada”: “Se dieron todos los
argumentos que solicitaba la Corte
Constitucional. Creemos que no hay
posibilidad de que se declarare inhibida,
como ocurrió la anterior vez. Pero sí
creemos que una de las posibilidades
es decir que el Congreso se pronuncie.
Esperamos que eso no ocurra porque el
Congreso ya en seis oportunidades les ha
negado derechos a las parejas del mismo
sexo y no resulta contraproducente que
volviera a ocurrir”.
En el caso del matrimonio, el principal
artículo que se pudiera modificar es el
número 113 del Código Civil, que define
el matrimonio como “un contrato por el
cual un hombre y una mujer se unen con
el fin de vivir juntos, procrear y auxiliar-
se”. Este artículo no sólo no recoge los
derechos de las parejas no heterosexua-
les (al contemplar únicamente la unión
entre un hombre y una mujer) sino que
además vulnera muchas de las decisiones
Libro de familia
El primer documento que recibe una pa-
reja del mismo sexo que decide contraer
de las heterosexuales al contemplar como
requisito del matrimonio la procreación.
Sobre todo para las mujeres que siguen
siendo quienes llevan la máxima carga
de la misma. Porque desde el momento
en que Colombia ratificó la Convención
sobre la Eliminación de todas las For-
mas de Discriminación contra la Mujer
(CEDAW) se comprometió a “todas las
medidas adecuadas para eliminar la dis-
criminación contra la mujer en todos los
asuntos relacionados con el matrimonio
y las relaciones familiares”.
En este sentido, se incluyó la libertad
de decidir el número de hijos que quie-
ran tener, en caso, siempre, de querer
tenerlos. Según Mauricio Noguera, “la
primera petición realizada a la Corte ha
sido que retire la expresión “procrear”
y no sólo por las parejas del mismo sexo
que sí pueden hacerlo así sea por separa-
do. El problema es que aquí se vulneran
muchos derechos de la mujer en la me-
dida en que, en este país, la procreación
está principalmente ligada a las mujeres.
Asimismo, la procreación en este artículo
El caso español
HQVXVSURJUDPDVHOHFWRUDOHVWDQWROD/H\
GH 3DUHMDV FRPR HO PDWULPRQLRµ )LQDO-
21
rechos tengan que ser conseguidos por
sentencias concretas nos hace ver cuál es
el clima político ante tales temas.
Esta falta de voluntad hace que los dere-
chos ya conseguidos, como las uniones
maritales de hecho para parejas del mis-
mo sexo, ya contempladas en la legisla-
ción, en la práctica sigan sin garantizarse,
según el abogado, por una mala difusión
y una mala implementación por parte de
la sociedad civil. Así, “con parejas del
mismo sexo se generan diferencias en
comparación con las realizadas por pa-
rejas heterosexuales porque se supone
que es la misma figura, pero en la imple-
mentación hemos visto que se generan
diferencias”. Porque el desconocimiento
de la ley lleva a que jueces y notarios
nieguen muchas veces estos derechos
plenamente, no contemplando la unión
marital en muchos casos y brindando
determina que yo debo tener mínimo un únicamente los derechos patrimoniales.
hijo pero, en caso de no querer tener nin-
guno, también debiera tener el derecho Lejos de las interpretaciones, la Corte
de casarme. También las personas que Constitucional tendrá que dejar de “pasar
son “infértiles” son conscientes de ellos la pelota” si realmente busca demostrar
y, aun así, deciden casarse. No hay argu- que los derechos no son un beneficio
mentos para decirles que no. Por ello, se de sólo algunas familias colombianas ni
solicitó que se declarara inconstitucional de una única moral. Resulta ilógico no
la expresión “procrear”. garantizarlos en un país donde
El Código las uniones maritales de hecho
En este sentido, innega- &LYLOGHÀQHHO entre parejas del mismo sexo
blemente el matrimonio matrimonio ya están reconocidas. La nega-
como procreación sigue ción sólo pudiera llevarles a una
reflejando las aspiraciones como “un afirmación: que en Colombia
de una moral judeo-cris- contrato por el hay ciudadanas y ciudadanos
tiana que no mantienen cual un hombre de primera y de segunda se-
todos los colombianos y \XQDPXMHUVH gún el modelo familiar del que
que, sin embargo, tienen
que ver con las formas XQHQFRQHOÀQ provengan. Mientras la “norma
heterosexual” se impone en
como se les gobierna. de vivir juntos, la Constitución del país, el
Es esto lo que marca SURFUHDU\ matrimonio ha descendido del
también la diferencia del DX[LOLDUVHµ 32 al 19 por ciento en tan solo
proceso entre Colombia y 20 años*. Quizás, aunque no
países como Argentina y queramos, Colombia hoy sea
España, donde la aprobación de estos dos menos tradicional y más laica. Ahora
aspectos ha sido iniciativa de sus propios sólo falta esperar que la Constitución
diligentes. Para Noguera, que ambos de- también lo sea. da
PHQGDED´SRQHUÀQDODSURKLELFLyQGHFRQ- 7UDV HOOR &DWDOXxD DSUXHED D SHVDU GH
traer matrimonio o de acceder a regímenes HVWDU JREHUQDGD SRU HO &HQWUR 'HUHFKD
matrimonio civil en España es el Libro de mente, el PSOE se hace con las elecciones jurídicos equivalentes a las parejas de lesbia- QDFLRQDOLVWDODSULPHUD/H\GH3DUHMDVDX-
)DPLOLD$O LJXDO TXH ODV SDUHMDV KHWHUR- GH  FRPSOHWDQGR VX PD\RUtD FRQ nas o de homosexuales; la recomendación tonómica, esta vez sí, con muchos efectos
VH[XDOHVVXYLGDIDPLOLDUFRPLHQ]DDTXt\ ,]TXLHUGD8QLGD\(]TXHUUD5HSXEOLFDQDGH GHELHUD JDUDQWL]DU ORV SOHQRV GHUHFKRV \ prácticos (garantizando bienes, pensión,
tienen la posibilidad de mantenerla en esta &DWDOXQ\DORVWUHVSDUWLGRVIDYRUDEOHVDO EHQHÀFLRVGHOPDWULPRQLRSHUPLWLHQGROD HWFpWHUD6iQFKH]QDUUDTXH´-RUGL3XMRO
IRUPDRLQFOXVRGHDXPHQWDUOD/D/H\
GHVHHQFDUJyGHODPRGLÀFDFLyQGHO
&yGLJR&LYLOHOGHMXQLRGH(QOR
TXHUHVSHFWDDODOH\VHDxDGLyDORDQWHULRU
´(O KRPEUH \ OD PXMHU WLHQHQ GHUHFKR
a contraer matrimonio conforme a las
disposiciones de este Código”) un nuevo
párrafo, que dice: “El matrimonio tendrá
ORV PLVPRV UHTXLVLWRV \ HIHFWRV FXDQGR
DPERVFRQWUD\HQWHVVHDQGHOPLVPRRGH
GLIHUHQWHVH[Rµ(OUHVWRGHPRGLÀFDFLR-
PDWULPRQLR+XELHUDVLGRPX\GLVWLQWRVL
los comicios los hubieran ganado partidos
de derecha, pero la fuerte presencia de
SDUWLGRVPX\FRQVROLGDGRVGHL]TXLHUGDV
KL]RSRVLEOHHOFDPELR
El actual presidente del gobierno, José
/XLV 5RGUtJXH] =DSDWHUR DILUPDED HQ
VX GLVFXUVR GH LQYHVWLGXUD´+D OOHJDGR
WDPELpQHOPRPHQWRGHSRQHUÀQGHXQD
vez, a las intolerables discriminaciones que
LQVFULSFLyQ GH OD FRQYLYHQFLDµ$VLPLVPR
HO3DUODPHQWRUHFRPHQGDEDODÀQDOL]DFLyQ
“a toda restricción de los derechos de
ODVOHVELDQDV\GHORVKRPRVH[XDOHVDVHU
SDGUHVDDGRSWDURDFULDUQLxRVµ6iQFKH]
explica que “aquí apareció un aliado que
nos sorprendió, con una iniciativa que no
OH KDEtDPRV SHGLGR ' -RVp ÉQJHO &XHU-
da, alcalde de la ciudad de Vitoria, capital
GHO 3DtV9DVFRµ 3HUWHQHFLHQWH DO 3DUWLGR
1DFLRQDOLVWD9DVFR TXH VH GHÀQH FRPR
presidente en aquel momento de Cataluña
\FDWyOLFRGHFODUDGRUHFLELyXQDWUHPHQGD
protesta por parte nada menos que del
Papa Juan Pablo II, contrario a otorgar
QLQJ~QGHUHFKRDODVSDUHMDVKRPRVH[XDOHV
Preguntado por los periodistas ante esto,
Pujol contestó que él era católico pero
gobernaba para todos los ciudadanos de
Cataluña, no sólo para los que seguían a la
LJOHVLDFDWyOLFDµ
nes iba dirigido a sustituir las expresiones
´PDULGR\PXMHUµSRU´FyQ\XJHVµ\´SDGUH
\PDGUHµSRU´SURJHQLWRUHVµSRUORFXDO
–deducimos bien– los efectos del matrimo-
nio eran exactamente los mismos, incluido
aún padecen muchos españoles por razón
H[FOXVLYDGHVXSUHIHUHQFLDVH[XDO/RGLUp
FRQFODULGDGKRPRVH[XDOHV\WUDQVH[XDOHV
merecen la misma consideración pública
TXHORVKHWHURVH[XDOHV\WLHQHQHOGHUHFKR
GHPyFUDWD FULVWLDQR GHFLGH HQ 
abrir un registro de parejas no casadas
en el que podían apuntarse tanto parejas
heterosexuales como del mismo sexo, ob-
WHQLHQGRDVtXQFHUWLÀFDGRGHSDUHMD´HVWR
Estos son algunos de los antecedentes
GHXQRVGHORVSDtVHVTXHKR\UHFRQRFHQ
el derecho tanto a la adopción como al
PDWULPRQLRGHSDUHMDVGHOPLVPRVH[R(O
primer país que abre estos derechos es
HOGHUHFKRDODDGRSFLyQ
En el caso español, los propios partidos
SUHVHQWDURQODOH\DO3DUODPHQWR(VWDHVOD
principal diferencia con Colombia, donde
el clima político hace que tenga que ser a
WUDYpVGHVHQWHQFLDV\GHQXQFLDVGHFDVRV
FRQFUHWRVFRPRORVTXHKHPRVUHÁHMDGR
Miguel Ángel Sánchez, presidente nacional
GHOD)XQGDFLyQ7ULiQJXORHQ(VSDxDH[SOL-
a vivir libremente la vida que ellos mismos
KD\DQ HOHJLGR 0RGLÀFDUHPRV HQ FRQVH-
cuencia, el Código Civil para reconocerles,
en pie de igualdad, su derecho al matri-
monio con los efectos consiguientes en
materia de sucesiones, derechos laborales
\SURWHFFLyQSRUOD6HJXULGDG6RFLDOµ
Para Miguel Ángel Sánchez, también fueron
IXQGDPHQWDOHVOD/H\GH3DUHMDVGH'LQD-
WHQtDPX\SRFRVHIHFWRVSUiFWLFRVSHURHUD
una revolución conceptual… El movimiento
/*%7WRPyUiSLGDPHQWHHOJXDQWHTXHQRV
ODQ]DEDHODOFDOGHGH9LWRULD\IRWRFRSLDQGR
VXUHVROXFLyQGHFUHDFLyQGHO5HJLVWURGH
Parejas, lo enviamos a cientos de ciudades
\ SXHEORV HVSDxROHV SLGLpQGROHV TXH DOOt
WDPELpQDEULHUDQUHJLVWURV/RVSDUWLGRVGH
la izquierda tomaron en cuenta esta petición
\SURQWRHPSH]DURQDDEULUVHUHJLVWURVHQ
+RODQGDHQ\WUDVHVWHOHVHJXLUi
una lista de países que acaban con el más
UHFLHQWH%UDVLOTXHHOSDVDGRGHPD\R
VHXQtDD$UJHQWLQD\&LXGDG0p[LFRHQOD
admisión de los mismos derechos legales
SDUDSDUHMDVGHOPLVPRVH[R
En unos meses, sabremos si Colombia
WDPELpQVHXQHDHVWDOLVWD
ca que el Partido Socialista Español (PSOE), PDUFD\ODUHVROXFLyQGHO3DUODPHQWR casi todos los municipios gobernados por * Datos extraídos de la Encuesta Nacional de De-
,]TXLHUGD8QLGD\DOJXQRVRWURV´LQFOX\HQ (XURSHRGHIHEUHURGHTXHUHFR- ODL]TXLHUGDµ mografía y Salud de Colombia (ENDS 2010).