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EL PAPEL DE LA MUJER EN LA SOCIEDAD

El tiempo que vivimos, como nunca antes en la historia, ofrece a la mujer que siente la necesidad y
el deseo de penetrar el campo profesional, amplias posibilidades para hacerse presente en la
sociedad, con todo su «genio femenino»

“Llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en
que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta
ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las
mujeres llenas del espíritu del evangelio pueden ayudar mucho a que la humanidad no decaiga”
(Mensaje del Concilio a las Mujeres, 8 de diciembre de 1965: AAS 58,1966 13-14).La frase está en
presente. Nos interesa recordarla pues insiste en que es ahora cuando la vocación, la misión de la
mujer se puede cumplir en sí misma y en la sociedad con toda su fuerza y en todas sus
dimensiones. El tiempo que vivimos, como nunca antes en la historia, ofrece a la mujer que siente
la necesidad y el deseo de penetrar el campo profesional, amplias posibilidades para hacerse
presente en la sociedad, con todo su «genio femenino», es decir, con todas las cualidades y
riquezas de su feminidad. Ella puede, ahora, ejercer un influjo creativo, renovador, humanizador,
en todos los ámbitos de la vida social: empresa, política, ciencia, medicina, educación, cultura,
medios de comunicación, etc. El mundo de hoy, por lo tanto, se abre ante la mujer, como un
campo, para que ella plante la semilla de su feminidad y ésta pueda dar fruto. La mujer puede
salir, prolongar su «don de sí» más allá de su ámbito familiar, como una forma de multiplicar su
capacidad de donación y, con ello, su realización como mujer. Pero este «salir» para hacerse
presente en la sociedad, no es sólo un medio para que ella se realice. Es, de igual manera, un
beneficio para la misma sociedad. El mundo de las empresas humanas, de las decisiondecisiones
humanas, de la cultura y la comunicación, necesita enriquecerse de todo aquello que la mujer
puede aportar. Necesita precisamente de «lo femenino». Y necesita lo femenino no para suplir «lo
masculino» sino para complementarlo, para potenciar y enriquecer el «todo» de la sociedad
humana. Por eso es importante, antes de describir este horizonte de proyección, que la mujer se
descubra necesaria para el mundo «en tanto que mujer». Aún cuando ella no perciba que es
necesaria, cuando falta la mujer en un hogar, se nota, y los hijos son los primeros que la echan de
menos haciendo ver cuánto la necesitan. De la misma manera nuestra sociedad, aunque no lo
diga, echa de menos «lo femenino». El primer papel de la mujer en la sociedad consistirá, por
tanto, en que sea ella misma. Con toda su identidad, con toda su feminidad. Es verdad que
muchos sistemas y estructuras deben cambiar. Es verdad que todavía no se reconoce del todo que
la mujer es necesaria en determinados ámbitos de la sociedad. Pero también es verdad que la
mujer no siempre ha luchado por penetrar las esferas sociales en tanto que mujer. O se ha
quedado al margen, o, cuando se ha metido dentro, llámese mundo profesional o político, lo ha
hecho disfrazándose de varón. Queremos anotar, sin embargo, que esta participación directa de la
mujer en la sociedad, más allá de la esfera familiar, de ninguna manera debe pensarse como algo
obligatorio e indispensable para todas las mujeres. Habrá mujeres que desearán entregarse de
lleno a su familia sin realizar ningún trabajo profesional fuera del hogar. Si la mujer siente que así
está llamada a realizar su don de sí, debe hacerlo con seguridad y satisfacción. En esa misión de
madre y educadora ella florecerá en toda su feminidad y se realizará como mujer. Obligar a la
mujer a trabajar fuera del hogar sin permitirle opción sería concebir la realización de su identidad
en términos de productividad y no de donación personal. En este caso, sin embargo, es
ciertamente recomendable que, en la medida que sus obligaciones familiares se lo permitan,
ofrezca su aportación a la sociedad colaborando en obras de solidaridad, promoviendo el bien
común y fomentando los valores humanos auténticos entre la gente que la rodee. Como no nos es
posible tocar cada una de las posibles profesiones o actividades en las que la mujer se puede
proyectar, trataremos de agruparlas en los siguientes ámbitos. El mundo de la educación sería
otro campo de proyección social pero lo hemos tratado en el capítulo anterior por ser la educación
parte de la vocación de la mujer, como una expresión y prolongación de su maternidad. Tratamos
en último lugar el tema del equilibrio entre la vida familiar y trabajo por ser uno de los retos
principales que tiene la mujer de hoy de cara a su misión en la sociedad.

Acepté tratar este tema del papel de la mujer a pesar del hecho de que la mera noción de un papel
para la mujer como mujer cause gritos de consternación en algunos lugares. Cuando el Santo
Padre en 1988 publicó una carta apostólica sobre La Dignidad de la Mujer (Mulieris Dignitatem),
algunos pensadores feministas se ofendieron por la simple sugerencia de que la mujer debiera
tener una vocación exclusiva de ella. El hecho de que este documento fuera emitido en el Año
Mariano, proponiendo a María como modelo de auténtica feminidad, provocó un auténtico
escándalo entre muchos autoproclamados defensores de la causa de la mujer. Estaban
convencidos de que un modelo mariano solamente podría implicar una degradación de la mujer,
relegándola a poco más que la servidumbre doméstica, negándola cualquier papel en la vida
pública y recomendándola las virtudes de una moralidad de esclava: trabajo duro, sacrificio,
obediencia y una negación de sí misma equivalentes a su autodestrucción.

Una suposición crucial en la que se basa éste aluvión de críticas, creo yo, es que la dignidad de la
mujer no puede preservarse a menos que la mujer sea, en cada aspecto importante, exactamente
igual que el hombre. Cualquier diferencia reconocida entre hombre y mujer puede utilizarse como
una excusa para tratarles de forma desigual. La discriminación entre los dos conducirá
inevitablemente hacia formas de discriminación injusta - tratando a la mujer como inferior al
hombre en su valía o capacidades como persona y por tanto como indigna de las mismas
prerrogativas y privilegios que el hombre tiene. El temor es que la mujer sea restringida al cuidado
de la casa y de los hijos como la única esfera en la que puede realizarse su verdadera vocación,
especialmente si las diferencias principales entre los sexos incluyen la estrecha relación de la
mujer con el embarazo y la crianza de los hijos. Sus aspiraciones a participar de forma más activa
en una comunidad más amplia deberían reprimirse, de manera que, quizá, la vocación religiosa es,
simplemente, esta misma autodestrucción llevada al extremo: una retirada total, incluso de la
escena doméstica; en efecto, una desaparición de la persona.
Si la visión de Juan Pablo II fuera ésta, sería con seguridad un panorama inquietante y la reacción
de algunos grupos de mujeres sería comprensible. Pero la objeción al documento no fue en la
mayoría de los casos una reacción a la visión del Santo Padre, puesto que la mayor parte de los
críticos no la habían leído. En lugar de esto reaccionaron a lo que ellos asumieron que diría, lo que
ellos esperaban que dijera, lo que temían que dijese-no a lo que en realidad dijo. En esta carta
apostólica Juan Pablo II busca la respuesta a la pregunta: ¿cuál es la naturaleza de la mujer? Ésta
no es una pregunta acerca de la naturaleza del hombre o de la persona humana, aunque estas
consideraciones sean relevantes. Más bien, es acerca de lo que es distintivo de la mujer: ¿Quién
es? De acuerdo con la filosofía y las ciencias así como la revelación, Juan Pablo II busca una
respuesta a la pregunta de la ontología --¿qué tiene de único ser una mujer? Solamente entonces
trata de responder a la pregunta de la teleología --¿en qué se supone que contribuye la mujer al
mundo? ¿Cuál es el papel de la mujer? ¿Cuál es la "obra de la mujer?"

HACIA UNA ONTOLOGÍA DE LA MUJER

Juan Pablo II encuentra las raíces para desarrollar, o comenzar a desarrollar, una ontología de la
mujer en varias fuentes filosóficas y teológicas. Una de las más influyentes a este respecto, creo
yo, es la obra de Santa Edith Stein, la filósofa de principios del siglo veinte recientemente
canonizada por el Papa. Santa Edith nació en 1891, en la que ahora es Wroclaw, Polonia. Se
convirtió del Judaísmo al Catolicismo mientras estudiaba filosofía en una universidad alemana y
continuó su lucha por lograr una carrera universitaria, escribiendo y dando conferencias
extensamente sobre la naturaleza y educación de la mujer. Después de la muerte de su madre, se
sintió libre para dedicarse al ejercicio de su vocación de Carmelita. Siguió escribiendo sobre temas
filosóficos y espirituales, que incluyen un estudio sobre San Juan de la Cruz. Fue martirizada en
Auschwitz en Agosto de 1942. Ahora se encuentran disponibles en inglés varios volúmenes de sus
obras completas y sus escritos y conferencias sobre la mujer se han publicado bajo el título Esssays
on Woman. Edith Stein reconoce, junto a los filósofos Aristóteles y Santo Tomás, que existen
rasgos únicos del alma humana, capacidades (o al menos rasgos dispositivos) que son compartidos
por todos los miembros de la especie. La racionalidad y la capacidad de libre elección pertenecen
por naturaleza a todos los seres humanos y por consiguiente a todas las mujeres. Pero Edith Stein
también se toma en serio la doctrina aristotélica de que el alma es la forma del cuerpo. De
acuerdo con Aristóteles, cada cosa material es la unión o composición de forma y materia, donde
la forma es el principio de movimiento y cambio de una cosa, la fuente de sus capacidades
esenciales. Aristóteles mantiene que la forma se individualiza (es la forma de un individuo
específico) mediante su unión con la materia, con este cuerpo o ese otro. Edith Stein extiende aquí
la teoría de Aristóteles, en una dirección que puede que él hubiera aprobado o no, al razonar que
la clase de cuerpo que especifica la forma de humanidad influirá en el modo que la forma se hace
realidad. Por consiguiente, un alma de mujer poseerá una cualidad espiritual distinta de un alma
de hombre. Edith Stein no arguye que biología equivalga a destino, sólo que las diferencias físicas
entre hombre y mujer marcan profundamente sus personalidades. El cuerpo de la mujer sella su
alma con cualidades concretas que son (1) comunes a todas las mujeres y (2) diferentes de los
rasgos característicamente masculinos. Edith Stein ve estas diferencias como complementarias
más que clasificadas en una jerarquía de valores, de manera que debieran reconocerse y
celebrarse en lugar de minimizarse y deplorarse. Puesto que hay dos modos de ser humano, como
hombre o como mujer, viene casi a decir que hombre y mujer son dos subespecies de la única
especie humana.

El propósito de Edith Stein puede parecer bastante radical, a pesar del gran éxito de John Gray
Men Are From Mars, Women Are From Venus, que nos hace venir de planetas totalmente
diferentes ¡no importa la especie! Pero, hoy día, la opinión de Edith Stein recibe cierto apoyo
empírico, especialmente a partir de las recientes investigaciones sobre el cerebro que indican que
los cerebros de las mujeres están organizados de manera distinta de los de los hombres. Por
ejemplo, parece que las mujeres oyen mejor que los hombres y detectan los cambios de tono de
voz mejor que los hombres. Además, las mujeres perciben más fácilmente el contenido emocional
de una fotografía o una situación y pueden detectar dicho contenido con ambos lados del cerebro,
mientras que los hombres solamente tienen acceso al contenido emocional con un lado. De
hecho, las mujeres, cuando abordan un problema siempre lo hacen con ambos lados del cerebro,
mientras que los hombres pueden centrarse en un problema utilizando sólo el lado analítico del
cerebro.

Edith Stein desconocía obviamente estos estudios empíricos, pero apoyó su opinión mediante la
apelación a alegaciones filosóficas sobre la intimidad de la relación entre el cuerpo y el alma, y a
teorías psicológicas que distinguen entre varios tipos de personalidad, en lugar de centrarse
solamente en la conducta. Consideraba que las diferencias entre hombres y mujeres eran
evidentes incluso para el sentido común y por tanto con poca necesidad de argumentos. Su tesis
sería denegada hoy día por muchos feministas, pero probablemente por nadie que tenga hijos de
ambos sexos. Las diferencias entre chicas y chicos aparecen pronto y parecen resistir con
tenacidad la manipulación de los padres bien intencionados y políticamente correctos (p. ej., los
afectados por el sentido común). La naturaleza tiene su forma de imponerse con impasible
indiferencia hacia nuestras teorías.

El compromiso de Edith Stein con la existencia de un alma característicamente femenina no


invalida su igualmente profunda dedicación a la libertad e individualidad de cada persona. Si nadie
es simplemente un ser humano, sino un hombre o una mujer, nadie es sencillamente una mujer,
sino esta o esa mujer. Un individuo dado poseerá sus propios dones, inclinaciones y capacidades y
algunas mujeres pueden poseer cualidades que son más típicas en los hombres, exactamente igual
que un hombre puede mostrar muchos rasgos femeninos. Sin embargo, esto no debiera oscurecer
el concepto general de que existen importantes diferencias generales entre ambos sexos, y que
éstas no deben ser ignoradas o, peor todavía, negadas. Una razón para celebrar estas diferencias,
pensaba Edith Stein, era que eran complementarias. Se puede ver esto de una forma puramente
secular, como algo deliberado por la naturaleza o la evolución, o como lo hace Edith, como una
parte del plan divino para los seres humanos. Hombre y mujer se complementan en lo que Juan
Pablo II llama una relación de "enriquecimiento mutuo". Él escribe de forma conmovedora sobre
ese momento de la historia de la creación cuando Adán, encerrado al principio en su soledad
original, despierta de un sueño profundo para encontrarse cara a cara con Eva. Se llena de alegría
ante la presencia de esta que es su otro, pero de alguna forma él mismo. "¡Ésta, por fin, es hueso
de mis huesos y carne de mi carne!"

EL ALMA FEMENINA

Claves para la naturaleza de la mujer, para el alma femenina, si se quiere, pueden recogerse de
muchas fuentes-empíricas, filosóficas y teológicas. Al tratar este asunto, Edith Stein extrae del
relato de la creación del Génesis dos temas principales: la mujer como compañera y la mujer como
madre. Exactamente igual que Eva es la compañera apropiada para Adán, también es llamada en
el Génesis "la madre de todos los vivientes". En primer lugar, entonces, consideremos el papel de
compañera. El compañerismo o amistad supone compartir la vida de otro, entrar en ella y hacer
nuestras las inquietudes de esa persona. Se puede aducir que esta es una vocación para ambos y
Santa Edith probablemente estaría de acuerdo. Pero también puede ser verdad que la mujer tiene
un genio especial para la amistad, quizá gracias a su orientación más inmediata hacia lo humano y
personal. Esta orientación hacia las personas incluye, entre otras cosas, una gran capacidad para la
empatía. Edith Stein escribió su disertación doctoral sobre el tema de la empatía y todavía puede
detectarse su influencia en sus últimos escritos sobre la mujer. Describe la empatía como un claro
conocimiento del otro, no simplemente del contenido de su experiencia, sino de su experiencia de
ese contenido. En la empatía, uno toma el lugar del otro sin llegar a ser estrictamente idéntico a
él. La empatía no significa solamente la comprensión de las experiencias del otro, sino en cierto
sentido aceptándolos como propios.

Alguien podría objetar que no podemos realmente tener esta clase de acceso a las vidas interiores
de otros, puesto que sus sentimientos no se nos muestran directamente, dentro de nuestra propia
experiencia. Edith replica que los sentimientos de los demás se nos indican en sus expresiones y
actos externos. "El semblante triste... está de acuerdo con la tristeza... El semblante es la parte
exterior de la tristeza. Juntos forman una unidad natural". Ella ve nuestros cuerpos como la
encarnación de nosotros mismos, como haciendo visibles nuestros espíritus, revelándonos a otros.
Si somos suficientemente sensibles al rostro del otro, y a su tono de voz y lenguaje corporal, así
como a las palabras que se dicen, podemos entrar en gran medida en lo que está experimentando.
Su descripción de empatía realza la estrecha relación entre la empatía y el amor, puesto que el
amor exige una identificación similar con las inquietudes de otra persona. Como dice algunas
veces Juan Pablo II, en el amor el "Yo" de otro se convierte, en cierto sentido, en nuestro propio
"Yo".

La capacidad de entrar con empatía en la vida de otro es especialmente útil dentro del
matrimonio, por supuesto, pero también puede y debería ejercerse en otras relaciones. En su
Epístola a los Gálatas, San Pablo escribe "Llevad unos las cargas de los otros y dad así
cumplimiento a la ley de Cristo". Para las mujeres que son solteras, para aquellos que se han
consagrado completamente a Dios y para toda mujer en tanto sus circunstancias lo permitan, esta
orientación hacia otros debería asumir un ámbito verdaderamente universal, que a su vez exige
una clase de amor más desinteresado (es decir, más divino). Todos los que conocieron a Edith
Stein dicen que era un ejemplo viviente de esta profunda capacidad para la empatía. Su director
espiritual a finales de los veinte, Abbot Raphael Walzer, escribió que ella poseía "una tierna,
incluso maternal, solicitud por los otros. Era sencilla y directa con la gente normal, docta con los
eruditos, compañera de trabajo con aquellos que buscaban la verdad. Casi podría decir que era
una pecadora con los pecadores."

Edith Stein encuentra el segundo aspecto del alma femenina en la estrecha conexión de la mujer
con el nacimiento y desarrollo humanos-la mujer como madre. Como alguien especialmente
encargado de la vida humana, la mujer busca y abraza todo lo que sea vivo, personal y total.
"Querer, guardar, proteger, alimentar y fomentar el crecimiento es su natural y maternal anhelo"
dice Edith. La mujer se centra de forma natural en lo personal y tiende a dar a las relaciones una
importancia mayor que al trabajo, al éxito, a la reputación y al poder. Aquí, el pensamiento de
Edith Stein se alinea con recientes autores neo-feministas como Carol Gilligan que asegura que la
mujer enfoca los problemas morales con más atención hacia las personas afectadas por sus
acciones y decisiones que hacia consideraciones abstractas e impersonales sobre el deber, los
derechos y la justicia.

Quizá gracias a la necesidad de tratar con cada hijo por separado, la mujer está de un modo
natural más adaptada hacia el individuo, hacia una persona específica con todas sus necesidades y
posibilidades. La preocupación maternal apunta hacia el desarrollo total de la otra persona como
una unidad de cuerpo, alma y espíritu. Ningún aspecto de la personalidad debe sacrificarse a
cualquier otra. En particular, no debe existir ningún divorcio entre la mente y el cuerpo, tratando a
las personas (para Edith Stein esto quiere decir especialmente estudiantes) como si fueran
intelectos incorpóreos. La filósofa feminista Naomi Schemann alega que ninguna mujer hubiera
inventado jamás el dualismo cartesiano, que define al ser humano simplemente como algo que
piensa y Edith Stein hubiera coincidido probablemente con entusiasmo con Schemann en este
punto. Por tanto, para Edith Stein, los dones maternales de la mujer están orientados a ayudar a
otras personas a desarrollar todas sus posibilidades.

LA VOCACIÓN DE LA MUJER

En cierto sentido, Edith Stein diría que no existe una vocación de la mujer, o tal vez que la vocación
de la mujer es la misma que la de cada uno de nosotros. Debemos ser fieles a nuestros dones, que
indican nuestra llamada-preservando la persona, luchando por la dignidad, la seguridad, la
prioridad, el infinito valor de la persona humana en un mundo cegado por el consumismo y el
criterio de la eficiencia tecnológica. Para las mujeres casadas, esta vocación se centrará
especialmente en sus maridos e hijos, aunque la preocupación por el completo desarrollo y
dignidad de éstos en sus propias familias las introducirá también, de forma inevitable en muchos
contextos de mayor amplitud. El compañerismo y la maternidad espiritual son una llamada
universal para la mujer y por tanto no pueden ser unas tareas para ser ejercidas solamente dentro
de la propia familia. La inquietud por el bien de las personas debe extenderse a todos aquellos
cuyas vidas están en contacto con las nuestras.

El Papa Juan Pablo II eleva esta vocación femenina a proporciones verdaderamente cósmicas,
buscando que la mujer vuelva a humanizar un mundo cada vez más dominado por el materialismo
y el hedonismo. En El Evangelio de la vida, invita a las mujeres a "enseñar que las relaciones
humanas son auténticas si se abren a la acogida de la otra persona, reconocida y amada por la
dignidad que tiene por el hecho de ser persona y no por otros factores, como la utilidad, la fuerza,
la inteligencia, la belleza o la salud." (n. 99) Esta contribución de la mujer, declara el Santo Padre,
es "la premisa insustituible para un auténtico cambio cultural", para reemplazar la cultura de la
muerte con la civilización del amor. "Dirijo a las mujeres una llamada apremiante: 'Reconciliad a
los hombres con la vida'". Es difícil imaginar una vocación más global y esto exige la presencia de la
mujer en prácticamente todos los aspectos de la sociedad, públicos y privados. Sin pedir a las
mujeres que ignoren sus obligaciones familiares y profesionales, el Santo Padre urge a las mujeres
a movilizarse de cualquier forma que puedan para oponerse a la perniciosa cultura de muerte que
nos rodea en estos días; a luchar por la dignidad y valor de cada ser humano.

CÓMO DESARROLLAR LAS VIRTUDES MATERNALES

La tarea de proteger y desarrollar las personas humanas, de ayudarlas a lograr su culminación


como personas, requiere varias virtudes o el desarrollo de diferentes dones. Aunque éstos pueden
ser en general más naturales en las mujeres, puesto que son también virtudes humanas, todos
podemos hallar una mayor perfección humana intentando adquirirlas y practicarlas en nuestro
trato con los demás. En su reciente libro titulado Maternal Thinking, Sara Ruddick incluye varias de
dichas cualidades. La primera es la vigilancia, que supone atención a las necesidades de un hijo, o
de otra persona en forma general. En estos días es un hecho bien conocido que las mujeres son
típicamente más conscientes que los hombres de los sentimientos de los demás. Pero la vigilancia
no es simplemente estar alerta ante el estado emocional del otro. Es más bien una forma de estar
atentos a posibles peligros, una alerta cognitiva normal para las madres a las que Ruddick llama
"escudriñadoras". Se hace más desafiante por el hecho de que los hijos son criaturas
independientes, por lo que no deben sentir que están siendo constantemente vigilados. Las
madres encuentran sus propias formas creativas para ver y evitar los peligros para sus hijos
aunque parezcan despreocupadas.

Puesto que la vigilancia puede llegar a ser obsesiva o impertinente, la segunda virtud que Ruddick
asocia con ser madre es la humildad. Las madres deben aceptar que no pueden controlar
completamente ni a su hijo ni a su entorno. Como afirma Ruddick, "Las madres protegen cuando la
protección no puede asegurarse, cuando el fracaso significa normalmente decepcionar a alguien a
quien ellas aman apasionadamente, cuando el riesgo y la conducta impredecible limitan sus
esfuerzos y cuando sus mayores desvelos se encuentran viciados por su propia impaciencia,
ansiedad, fatiga y preocupación por sí mismas." Rezar por nuestros hijos, o por aquellos de
quienes somos de algún modo responsables, es un gran ejercicio de esta virtud. Es una admisión
de que no podemos controlar las circunstancias o las elecciones de otros y de que solamente Dios
los amará con perfección. Para que la humildad no se convierta en una falsa imitación, en
pasividad o en desánimo, Ruddick dice que las madres han de reconocer la importancia de otra
virtud: la alegría.
La alegría está estrechamente relacionada con la esperanza, que ve lo que cada persona es capaz
de llegar a ser y nunca deja de insistir con ella. El amor maternal es un amor que cree todo.
Aunque la alegría puede degenerar en una especie de negación ingenua de los desafíos reales a los
que se enfrenta un hijo o un amigo, sus sinceros sufrimientos y tristezas, en sus mejores
momentos nos permite tomar la visión más duradera, para enseñar a otros el poder de resistencia
y el arte de empezar otra vez. Los creyentes cristianos pueden añadir a las sugerencias de Ruddick
la importancia de alentar a otros a ofrecer sus sufrimientos junto a los de Cristo en la cruz. Nada
de lo que nos ocurre es un mero accidente; todos los sucesos de nuestra vida pueden servir para
nuestro bien y la causa del reino de Cristo. Nuestra esperanza no defrauda.

Además de la esperanza está la virtud de la aceptación, que permite a la naturaleza humana y a la


naturaleza en un sentido más amplio ser lo que ellas son y surte efecto dentro de esos límites para
desarrollar cada persona y hacer frente a sus necesidades. La aceptación se encuentra en el centro
de la naturaleza incondicional del amor maternal, que (en su mejor expresión) ama sin esperar ser
amado a cambio. Finalmente, Ruddick incluye la virtud del apoyo, de proteger al hijo y hacer que
se sienta seguro-de hacer de la casa un refugio. La virtud del apoyo recurre a los dones que posee
la mujer para apreciar lo concreto y para estar en sintonía con los aspectos en que este hijo es
diferente a cualquier otro. Esto requiere una sensibilidad para saber la cantidad de protección que
cada hijo necesita y el grado en que el 'apoyo' debe permanecer oculto. Creo que las madres de
los adolescentes, generalmente, se hacen grandes expertas en esta especie de 'protección
indetectable' de sus hijos. Si lo hacemos suficientemente bien, podemos pasar desapercibidas bajo
su radar.

Cualquiera que considere la tarea maternal y las virtudes necesarias para ella con esta
profundidad se dará cuenta rápidamente de lo exigente que es esta vocación. Las madres siempre
han sabido esto, por supuesto, pero nuestra sociedad ha llegado a ser bastante ciega respecto a
ello. El materialismo alega que los humanos son simplemente complejas máquinas orgánicas y que
nuestra felicidad consiste en satisfacer nuestros deseos todo lo que podamos, cuando estos
deseos son principalmente de placer y confort. Si esa es la verdad tal cual sobre los seres
humanos, las madres están perdiendo el tiempo que emplean con sus hijos. Todos los padres y las
madres deberían estar fuera rascando por obtener todo el dinero y poder que puedan encontrar,
puesto que eso es lo que sus hijos necesitan más que cualquier otra cosa. Mejor todavía, no
tengáis ningún hijo, puesto que podría interferir en vuestro programa de maximización de vuestro
propio placer. En realidad, ¡puede que sea mejor no casarse tampoco!

Un reciente anuncio del metro de Boston retrata una joven pareja en medio de su ceremonia de
boda-el novio está a punto de poner un anillo en el dedo de la novia. Los estilos de peinado y
vestido son deliberadamente anticuados y un poco blandos. La leyenda avisa a las mujeres
jóvenes: "Antes de efectuar un compromiso con cualquier otra persona, efectúa uno contigo
misma," presumiblemente matriculándose en un programa de graduación en economía. ¡No me
opongo a la graduación de la mujer! Pero este anuncio asume de forma simple que uno no puede
realizar en su totalidad sus aspiraciones más elevadas en el contexto del matrimonio; lo más
probable es que los compromisos con otros afectarán al verdadero desarrollo de la mujer,
especialmente en lo que algunas veces parece ser el santo grial del feminismo radical: la
independencia económica.

Desdichadamente, el anti-materialismo es difícil de vender en estos días; quizás haya sido siempre
mucho más fácil vender el hedonismo, el libertinaje y la codicia. Pero la crisis cultural que el Santo
Padre describe en El Evangelio de la vida parece especialmente penetrante en el terreno
intelectual y moral de nuestras sociedades hoy día y particularmente perniciosa en su impacto
sobre nuestras leyes e instituciones. Juan Pablo II no duda en hablar de estructuras de pecado, de
una conspiración contra la vida, y una guerra del poderoso contra el débil. Aún así, en esta
importante batalla no podemos entregar sencillamente el campo al enemigo. Tenemos de nuestro
lado el hecho de que el materialismo es falso. Las personas humanas están hechas para algo más,
infinitamente más; la búsqueda del placer nunca satisface realmente. Cuando esos que están
alrededor nuestro se han agotado persiguiendo una felicidad difícil de alcanzar, cuando la tragedia
golpea en sus vidas, cuando se enfrentan a la realidad de la muerte-entonces hay una oportunidad
de que los bienes intangibles del alma vuelvan a tenerse en cuenta. Cuando es así, se reconocerá
una vez más el valor del papel de la mujer para preservar lo personal y genuinamente humano.
Mientras tanto, hay muchos que saben la verdad. Solamente Dios puede satisfacer el corazón de
todas las personas. No debemos cansarnos de proclamar esta verdad, a tiempo y a destiempo.
Últimamente parece que siempre estamos a destiempo, pero debemos perseverar.

CÓMO TRANSFORMAR LA CULTURA

Volvamos ahora a considerar el testimonio y el papel públicos de la mujer en nuestras sociedades.


El primer hecho a tener en cuenta es que dedicarse al hogar y la familia de forma exclusiva es en sí
mismo un testimonio público y de una gran importancia. Centrar las energías propias en esta
forma de hacer del hogar un ambiente cálido y acogedor y ayudar a los hijos a alcanzar sus
posibilidades, encontrar a Dios y encontrarse a sí mismos, contradice las suposiciones de la cultura
de consumo. Esto es por lo que la mujer que trabaja en el hogar y cuyo trabajo no se paga y no se
aprecia como merece está realmente en primera línea en la guerra que el Santo Padre describe. Es
importante para los maridos y padres reconocer el precio que pagan las mujeres por poner las
personas por encima de las cosas, de forma que puedan proporcionar el apoyo, el ánimo y la
asistencia que también mostrarán al mundo dónde está su tesoro.

Algunas mujeres, incluyendo algunas esposas y madres, trabajan en puestos pagados o impagados
fuera de la esfera del hogar y la familia. El papel de la mujer en círculos más amplios de la sociedad
y la lucha para combinar las obligaciones públicas y privadas, fue una importante preocupación de
Santa Edith Stein. Era de profesión docente, responsable de la formación de chicas jóvenes en los
niveles secundario y universitario, justo en el momento en que están decidiendo qué camino
deben tomar sus vidas. ¿Deberían las mujeres ver su papel centrado exclusivamente, o en todos
los casos, en la esfera doméstica, en "la casa y el hogar", como ella dice? En absoluto, dice Edith.
Ella ve los triunfos obtenidos por el movimiento femenino a este respecto como ampliamente
positivos, abriendo las profesiones y la vida política a las mujeres y proporcionando iguales
oportunidades para trabajar en estas áreas.
Durante sus años de enseñanza, Edith Stein tradujo al alemán el libro del Cardenal John Newman
sobre el ideal para una educación más elevada, The Idea of a University, y mantuvo que una
educación liberal es tan necesaria para la formación de la mujer como para la del hombre. Si
algunos temas son naturalmente más atractivos o interesantes para las mujeres, tal vez por sus
conexiones más estrechas con lo vivo y personal, otros pueden ser útiles correctivos para un punto
de vista excesivamente personal. Puesto que las habilidades domésticas pueden aprenderse en
casa (¡suponiendo que haya alguien para enseñarlas!), Edith Stein sugiere un currículo para las
mujeres universitarias que no difiere significativamente de lo que se ofrecería para los hombres.
Aún así, opina que es de la máxima importancia que los profesores de mujeres tienen que saber
cómo conectar la materia de su asignatura con las inquietudes y sensibilidades particulares de las
mujeres. De hecho, pensaba que era muy importante que las chicas y las mujeres fueran
enseñadas fundamentalmente por mujeres.

Cuando se le preguntó si la vocación natural de la mujer descartaba ciertas profesiones como


inconvenientes para ella, Edith contestó: "Se podría decir que, en caso de necesidad, toda mujer
normal y sana es capaz de ocupar un puesto de trabajo. Y no existe ninguna profesión que no
pueda practicar una mujer" En realidad, "Toda profesión en la que el alma de la mujer puede
realizarse plenamente y pueda moldearse por el alma femenina es una auténtica profesión de
mujer." Es probable que algunas profesiones continúen atrayendo más a las mujeres que a los
hombres, en parte como consecuencia de su fuerte componente humano. Podemos esperar
encontrar un gran porcentaje de mujeres atraídas hacia campos como la enseñanza, la medicina,
el derecho, el trabajo social, la psicología y similares. Obviamente, no todo el mundo puede elegir,
cuando se introduce en el mercado laboral, qué clase de trabajo encuentra más atractivo y
muchas mujeres (junto con muchos hombres) trabajarán en empleos que no se ajustan
especialmente a ellos. Pero todas las profesiones pueden practicarse de un modo femenino; es
decir, todas las profesiones pueden humanizarse, hacerse más agradables y ponerse en contacto
con las preocupaciones humanas. Por tanto, es bueno para la sociedad que se encuentren mujeres
en todas las profesiones. En realidad, es difícil imaginar que las mujeres sean capaces de
responder a la llamada de Juan Pablo II para reconciliar a los hombres con la vida, a menos que su
influencia penetre, especialmente, en aquellas áreas de la sociedad dominadas en su día por los
hombres.

Cuando habla del papel de las mujeres en la vida nacional, Edith nos insta, "La nación... no necesita
simplemente lo que tenemos. Necesita lo que somos." Lo mismo puede decirse sobre la fábrica, la
oficina, las profesiones, el mercado, la esfera política, así como sobre la escuela, la parroquia y el
hogar. Edith animaba especialmente a las mujeres a llegar a implicarse en la vida política. Las
inquietudes maternales de las mujeres, pensaba, conducirían a un mayor interés en la vida de la
comunidad, desde las asociaciones entre padres y profesores hasta la Presidencia. Puesto que las
decisiones tomadas en la plaza pública impactan seriamente sobre el individuo y la familia, son
automáticamente de gran importancia para las mujeres. Cuando los tiempos se hacen más
oscuros, como en la era de Edith Stein y también en la nuestra, las mujeres están llamadas de
forma especial a declarar su opinión con valor y a influir más allá de sus familias y vecindades.
Edith Stein reconocía las extraordinarias dificultades que se oponen a la mujer con una doble
profesión, dentro y fuera de casa. Incluso aunque esta situación no era la suya, fue a la que su
madre tuvo que hacer frente. En sus conferencias sobre la mujer, insistió en que los deberes de la
mujer hacia su marido y sus hijos deben tener el primer lugar en su vida. No pueden sacrificarse a
otras cosas, incluso si esas otras cosas son buenas y meritorias en sí mismas. Si es característico de
los feministas de hoy ver al marido y a los hijos como obstáculos para la autorrealización de la
mujer, como cargas para ella, es característico de un feminismo informado por la fe verlos como
seres que contribuyen a su realización y están encomendados a ella. Cuando los hijos están más
necesitados, en los años de preescolar y en la adolescencia, una madre puede tener que sacrificar
un poco de su posición y prestigio profesional por sus hijos. Por supuesto, no es necesario decir
que los padres también necesitarán poner la máxima prioridad en sus relaciones con Dios y la
familia, procurando que su trabajo profesional no impida su participación en la formación de sus
hijos y el desarrollo de una estrecha amistad con sus esposas.

Edith Stein aprueba que algún cuidado de los niños sea llevado a cabo también por otros,
especialmente si éstos están cercanos a los niños de alguna forma. Pero no parece favorable a
aquellos que esperan una participación general de hombres y mujeres a partes iguales en todas las
tareas domésticas. Las dotes de una mujer para ayudar a otros a lograr el máximo de sus
cualidades no pueden ejercerse con sus hijos a menos que pase un tiempo considerable con ellos.
Estudios recientes muestran que el papel del padre en la familia es crucial para los hijos, pero esto
confirma exactamente el punto de vista general de que madres y padres contribuyen con cosas
diferentes para sus hijos. El término "criar a los hijos" se ha hecho popular hoy día a causa de la
noción (o esperanza) de que hay algo genérico que los adultos hacen por sus hijos y no importa
mucho quién lo hace. Peor todavía, ahora tenemos el término "prestación de asistencia", que
puede sugerir que todo lo que importa es que alguien, incluso alguna institución, sustituyan a
mamá y a papá, que son simplemente ¡los primeros asistentes¡ (No necesariamente los
principales, puesto que el niño puede estar más horas despierto en un lugar de asistencia de día
de las que está en casa)¿Cómo va a equilibrar la llamada "madre trabajadora" las serias y
conflictivas demandas de su tiempo y sus fuerzas?. Santa Edith no cree que haya ninguna solución
rápida para este problema y quizá las soluciones que hay variarán enormemente de una mujer a la
siguiente. La estrategia más importante, aconseja, es buscar la guía divina, recibir a Cristo en los
sacramentos con la máxima frecuencia y esforzarse para estar abierto a lo que Dios pide de uno en
cada situación. "Si su vida se sostiene completamente en Jesús, entonces está mejor protegida
contra la peligrosa pérdida de la moderación... Cualquier cosa que se le entregue no se pierde sino
que se salva, purificada, exaltada y fuera de proporciones en la medida verdadera."

A la literatura feminista radical le gusta contrastar el trabajo en el hogar con el trabajo pagado
(presumiblemente fuera de casa), alegando que el trabajo doméstico es en gran parte para otros
mientras que otras clases de trabajo son para uno mismo. En el punto culminante del movimiento
de liberación de la mujer en 1974, Ann Oakley escribió un libro lleno de enojo en el que levantó
una imponente acusación contra el ama de casa normal. De acuerdo con Ann Oakley, el trabajo al
que la mayoría de las mujeres dedican una gran parte de sus vidas es una pérdida de tiempo. No
las mantiene actualizadas. Las conservas en una situación de dependencia económica. Es para las
débiles mentales, que solamente pueden trabajar en un ambiente no competitivo. No recibe
ningún reconocimiento público, y en realidad no puede recibirle porque tiene lugar en la esfera
privada. Es doméstico, lo que en su origen significaba "conectado con el hogar" pero ahora
significa "degradante" o "falto de dignidad". En resumen, lamenta que sea "un trabajo pesado,
estúpido y aburrido". Alguien que trabaje fuera del hogar podía declarar que ¡ésta es una
descripción bastante imparcial de sus trabajos también! Dejando ese problema aparte, es
importante ver que el trabajo de cualquier clase es una forma de servicio-nuestra participación
finita en el plan divino y su revelación. Todo nuestro trabajo puede ser ofrecido a Dios, el Señor y
el Fin de toda la creación. Visto de esta forma, las comparaciones entre trabajo público y privado,
pagado e impagado, rodeado de encanto y escondido, pierden mucho su significado.

Nada de esto significa excusar o justificar la extrema devaluación del trabajo de la mujer en el
cuidado del hogar y de los hijos. Dada la absolutamente indispensable necesidad de preparar a los
adultos del futuro, no existe excusa para no hacer que las mujeres que se ocupan de este trabajo
se sientan apreciadas y honradas. Juan Pablo II llega incluso a urgir a los gobiernos a encontrar
formas de recompensar a dichas mujeres también económicamente. Aunque las mujeres fueron
forzadas a un papel privado en la sociedad antiguamente, está preocupado de que hoy pueden ser
igualmente coaccionadas por consideraciones económicas a aceptar un trabajo pagado fuera de
casa, de forma que la búsqueda de la libertad femenina puede convertirse simplemente en otra
forma de coerción. Debemos trabajar por un mayor respeto por los hijos, por las mujeres y por las
cosas que la mujer valora. Entonces comenzaremos a inclinar las profesiones y las cosas públicas
hacia las necesidades de las mujeres, en lugar de forzar a las mujeres a integrarse en los modelos
actuales, cuando éstos han sido definidos en gran parte para adaptarse a los intereses y
necesidades de los hombres.

MODELOS DE PAPELES DE AUTÉNTICA FEMINIDAD

Incluso si Edith Stein generalmente correcta en ver una especie de maternidad espiritual universal
como el papel propio de la mujer, ninguna mujer puede vivir su vocación en un vacío. Edith Stein
se da cuenta de lo importante que es para las mujeres jóvenes encontrar ejemplos concretos de
aquéllas que están viviendo una auténtica feminidad y que están en paz consigo mismas. Aquí
hace tres sugerencias. Primero, podemos mirar a la mujer fuerte del Proverbio 31, una mujer que
posee muchas virtudes, reverenciada por su esposo e hijos, pero que es también una mujer de
empresa con inquietudes exteriores a la esfera doméstica. Es industriosa, audaz, generosa y sabia.
¿Cuál es su secreto? Edith Stein arguye que le podemos encontrar en la frase "una mujer que teme
al Señor, debe ser alabada". A menudo, Santa Edith vuelve, en sus ensayos sobre la mujer, a este
tema de la importancia de desarrollar la propia vida interior.

No es sorprendente que tuviera que volver a María en conexión con esto, como la maestra de vida
interior, pero también como la encarnación de la feminidad perfecta. El Papa actual nos dice que
Jesucristo revela el hombre a sí mismo, puesto que es el único hombre a salvo de los efectos de la
caída de la naturaleza humana. Pero si esto es verdad, entonces también es verdad que María
revela la mujer a sí misma, puesto que por la gracia de Dios ella también fue preservada del
pecado y en ella el alma femenina existe como en el principio fue pensada. De acuerdo con Edith
Stein, María nos enseña cómo ofrecernos a Dios, para ser siempre y en todas las actividades "la
sierva del Señor". No es solamente un modelo para la mujer dentro del hogar, sino también para la
mujer llamada a la vida religiosa, para la mujer profesional, para la mujer dedicada a los negocios y
a la política, porque la vocación de mujer es la misma en cualquier lugar. Es "querer, guardar,
proteger, alimentar y potenciar el desarrollo", para servir el bien común como alguien que es
primero servidora de Dios.

Finalmente, Edith urge a la mujer a mirar a sus propias madres para llegar a comprender bien lo
que significa ser una mujer. Sin duda sus ensayos sobre la mujer deben mucho al ejemplo de su
propia madre, y está claro que sintió un profundo amor y amistad hacia ella durante toda su vida.
Ella urge a cada mujer a intentar vivir, en su propia vida y circunstancias, el ideal de la verdadera
feminidad. Esto significa ejercer esa vocación maternal que se da especialmente a las mujeres y
que para muchas mujeres hoy tiene poco de encanto o atracción. El trabajo de una mujer es
escondido para la mayor parte e incluso sus recompensas son intangibles. Exactamente esto es
por lo que Edith Stein espera que las mujeres preserven en la sociedad humana esos valores
espirituales que no pueden medirse. No es que los logros públicos y materiales de las mujeres no
sean importantes, por supuesto, sino que las mujeres no deben perder de vista los fines para los
que todas las otras cosas son solamente los medios. En una de sus cartas, escribió: "Sobre la
cuestión de sintonizar con nuestro compañero el hombre-la necesidad espiritual de nuestro vecino
trasciende todo mandato. Todo lo demás que hacemos es un medio para un fin. Pero el amor es ya
un fin, puesto que Dios es amor".

Me gustaría proponer un modelo más de papel para la mujer en este esfuerzo para definir y
practicar la auténtica feminidad. Es, por supuesto, el de la misma Edith Stein. Cuando el profesor
Josef Moller habló en la dedicación de la Residencia de Estudiantes Edith Stein en Tubingen, la
describió como alguien que "mientras que nunca abandonó una seria reflexión como cristiana,
llegó a colocar el amor al Crucificado por encima de todo debate e investigación filosófica". Su vida
habla tan fuerte de este amor, dijo, que en comparación su trabajo puede parecer casi
insignificante. Cuando se publicó de forma póstuma en 1950 el trabajo filosófico de Edith Stein
Finite and Eternal Being, uno de sus amigos de sus días de estudiante, Fritz Kaufmann, publicó una
reseña que no debe tener paralelo en publicaciones académicas. Edith Stein fue una mujer de fe,
escribe, "exactamente a como la fe en todos sus aspectos, una firme y brillante fe, fue la
quintaesencia de su ser. Residía en cada una de sus palabras, de sus miradas y de sus hechos".

Esa calidad de fe, que Kaufman llama aquí una firme y brillante fe, nos recuerdan las meditaciones
de Edith Stein sobre María. En un discurso a un grupo de mujeres académicas católicas, Edith Stein
habla de la Madre de Jesús: "Es el tipo ideal de mujer que supo cómo unir ternura y poder.
Permaneció al pie de la Cruz. ¡Ella se había preocupado con anterioridad por la condición humana,
la observó, la comprendió! En la hora trágica de su Hijo, apareció públicamente." Edith Stein
sugiere que en el pasado, las mujeres pueden haber sido demasiado pasivas. "¡El siglo veinte exige
más!" Con seguridad lo hace también el tercer milenio. Para Edith Stein no es probable que esta
participación mayor en la vida pública consista fundamentalmente en buscar puestos de mayor
poder. Más bien parece tener en la mente una especie de testimonio profético que las mujeres
podían ofrecer mediante su buena voluntad para denunciar contra los males de su tiempo.
"Quizás casi ha llegado el momento," escribe, "para que la mujer católica esté también con María
y con la Iglesia al pie de la Cruz."

Hoy nos encontramos en otra crisis de cultura, en la que las conciencias están oscurecidas y todo
el mundo parece demasiado dispuesto a sacrificar el inocente a los falsos dioses de la riqueza y la
conveniencia. Depende de cada cristiano el combatir esas fuerzas y defender la persona humana
como intrínsecamente valiosa-siempre un don y nunca un objeto. El Santo Padre presenta la lucha
entre el bien y el mal al terminar El Evangelio de la vida como una lucha mundial, en realidad
cósmica, que se centra en las mujeres y los niños. Las imágenes del Apocalipsis, con el terrible
dragón surgiendo para buscar a la mujer que lleva un niño en su seno de forma que pueda devorar
el niño cuando nazca, describen la lucha secular entre los guardianes de la vida y las fuerzas de la
muerte. El niño de esta visión, dice el Papa, es "una figura de cada hombre, de cada niño,
especialmente de cada criatura débil y amenazada". Contra esta amenaza se opone la mujer, pero
no está sola-Dios está con ella.

En el libro de Sara Ruddick, todas las virtudes de ser madre están resumidas en un concepto que
ella llama "amor atento". Este es el amor que se pone en el lugar del otro, que ve la vulnerabilidad
o la verdadera necesidad de esa persona y tiende la mano para ayudar. Reconoce que cada
persona es realmente digna de amor, porque el valor intrínseco del otro se "revela solamente al
ojo paciente del amor". El amor atento mira a los demás de forma contemplativa, sin ningún
deseo de usarlos para sus propios propósitos egoístas, sino simplemente apreciándoles por su
valor intrínseco. Tal atención puede exigir "una especie de renuncia radical de sí mismo", algo
como el vaciamiento de sí mismo necesario para el ejercicio de la empatía. Sara Ruddick resume
todos estos elementos en pasaje siguiente: "La atención permite que aparezca la diferencia sin
buscar cómodas similitudes, se concentra en el otro, y permite que haya alteridad. Los actos de
atención refuerzan un amor que no intenta agarrar o adherirse al amado sino que le permite
desarrollarse. Amar un hijo sin secuestrarle o utilizarle, ver la realidad del hijo con el paciente ojo
de la atención", y buscar su bien más que el propio, es la naturaleza del amor atento. El Santo
Padre hace una observación sorprendentemente similar en el Evangelio de la Vida (83),
pidiéndonos que fomentemos en nosotros mismos y en los demás una perspectiva contemplativa.
"Es la perspectiva de aquellos que no suponen que toman posesión de la realidad sino que la
aceptan como un don, descubriendo en todas las cosas el reflejo del Creador y viendo en cada
persona su viva imagen... Es importante para todos nosotros adoptar esta perspectiva, y volver a
descubrir con profundo respeto religioso la capacidad para reverenciar y honrar a cada persona."

Si por razón de la naturaleza y la gracia, las mujeres son a las que es confiado de forma especial el
ser humano, siempre estarán en el centro de las guerras culturales, sean cuales sean sus otras
preocupaciones y compromisos, públicos y privados. Siempre que las mujeres defienden la vida,
siempre que trabajan por la justicia y promueven el verdadero bien de las familias, prestan su voz
a las víctimas inocentes de la cultura de la muerte. Puede parecer que estos esfuerzos son en
vano, que los males de nuestra cultura aumentan por horas y que estas voces son completamente
ahogadas por el ruido y el caos del mercado. Pero tenemos algo más que las armas humanas de
nuestro lado. En los Evangelios, Jesús viene como el que hace que el sordo oiga y que el mudo
hable y su poder no ha cambiado. Por nuestra parte, no debemos cansarnos de hacer el bien, de
hablar del mensaje profético, de luchar contra los enemigos de la familia y de permanecer al pie
de la cruz de aquellos que sufren, ofreciendo nuestros sufrimientos con los suyos.

Hay una meditación maravillosa sobre la Visitación de María a su prima Isabel en un sermón de
San Ambrosio de Milán. Dice de este encuentro de dos mujeres en estado de buena esperanza
"Isabel fue la primera en oír la voz (de María); pero Juan fue el primero en experimentar la gracia,
porque Isabel escuchó según las facultades de la naturaleza, pero Juan, en cambio se alegró a
causa del misterio. Isabel sintió la proximidad de María, Juan la del Señor; la mujer oyó la
salutación de la mujer, el hijo sintió la presencia del Hijo, ellas proclaman la gracia, ellos,
viviéndola interiormente, logran que sus madres se aprovechen de este don hasta el punto que,
con un doble milagro, ambas empiezan a profetizar por inspiración de sus propios hijos".
Hermanas en Cristo, profeticemos nosotras incluso hoy bajo la inspiración de nuestros hijos.
Nuestra fuerza y nuestra elocuencia son limitadas, pero nuestro Señor nos dará todo lo que
necesitamos para decir con confianza el mensaje de la vida y, si Dios lo tiene a bien, Él hará que los
sordos oigan.

A pesar de estos logros, la discriminación es manifiesta. Continúan las mujeres siendo


mayoritariamente excluidas de las Academias y de los concursos como el prestigioso Prix de Rome.

Las Academias eran los lugares establecidos en la época para la formación de los artistas y el
acceso a las mismas era controlado al máximo por los propios miembros que defendían así sus
prerrogativas frente a otros artistas y sobre todo frente a las mujeres, restringiendo su
incorporación o evitando su nombramiento como miembros de pleno derecho. Las mujeres que
obtenían el privilegio de formar parte de las Academias (Angelica Kauffmann, Elisabeth Louis
Vigée-Lebrun) tenían prohibida la asistencia a las clases de desnudo. Esto dificultaba el acceso a
una sólida formación, que incluía el estudio del natural, de la que sí disfrutaban en cambio sus
colegas varones. Por este motivo las mujeres no podían consagrarse a géneros como la pintura de
historia o mitológica, que implicaban un conocimiento pormenorizado del cuerpo humano,
viéndose obligadas a cultivar géneros considerados "menores" como el retrato, el paisaje o la
naturaleza muerta, a la vez que se les cerraban las puertas del éxito ya que en los Salones y
concursos eran especialmente valorados los grandes temas históricos o mitológicos.

Tampoco tenían la facilidad de sus compañeros para realizar largos viajes al extranjero que
completasen su educación artística porque era impensable que las mujeres viajasen sin la
compañía de algún familiar o se mostrasen solas en público.

En el siglo XIX crece el número de mujeres dedicadas al arte y se afirma en la sociedad la idea de la
mujer artista, pero es un siglo de grandes contradicciones pues, si bien la mujer va adquiriendo
derechos sociales, laborales, económicos, por otro lado el restrictivo modelo femenino victoriano
relega a la mujer al papel de esposa, madre y ángel del hogar.

Continúan teniendo los mismos problemas para acceder a las Academias, pero surge otro tipo de
entidades de carácter más liberal como las sociedades de artistas en general y las asociaciones de
mujeres artistas en particular, que se crean para defender, sobre todo en este último caso, los
intereses de estas mujeres instituyendo premios y bolsas de estudio, organizando exposiciones y
luchando contra la discriminación de los organismos oficiales. También algunos maestros aceptan
mujeres en sus talleres como el caso de Jacques Louis David pero hay cada vez más mujeres
artistas que poseen un estudio propio (o compartido con otras compañeras), un espacio donde
poder trabajar y donde las más famosas aceptan pupilas como el ya comentado de Adélaïde
Labille-Guiard.

En la segunda mitad del siglo las grandes Escuelas de Bellas Artes comienzan a aceptar mujeres,
pero aumentando para ellas las cuotas de inscripción y manteniendo la prohibición de copiar
desnudos del natural.

Con la vanguardia artística francesa, proliferan en París los talleres y escuelas que mantienen
contacto con los focos de la bohemia y alguno de los cuales abren aulas femeninas como por
ejemplo el Estudio de Charles Chaplin (donde estudia Mary Cassatt) o la Académie Julian. El
Impresionismo atrae también a algunas mujeres como Berthe Morisot o Mary Cassatt alumnas de
Manet y Degas respectivamente.

Durante la primera mitad del siglo XX las mujeres se aproximan con entusiasmo al mundo de las
vanguardias artísticas. Aparentemente las limitaciones que había sufrido la mujer a lo largo de
toda la historia se habían superado: ya tiene acceso libre a las escuelas de pintura, pueden
participar en exposiciones y concursos o copiar desnudos del natural, pero los prejuicios continúan
instalados en la sociedad. Así vemos que las escuelas de arte están gestionadas por hombres, los
críticos de renombre son hombres y los jurados de los concursos los componen hombres. La
situación no ha cambiado mucho cuando el célebre fotógrafo Alfred Stieglitz debe defender el
trabajo de su esposa, la pintora Georgia O’Keeffe durante la presentación de una exposición de la
obra de ella.

Solo a partir de los años sesenta, con la consolidación del movimiento feminista y la lucha por los
derechos de la mujer, se empiezan a realizar estudios que van sacando de las sombras a artistas de
todos los tiempos, algunas de las cuales habían gozado de gran éxito en su época y demostrando
la extraordinaria calidad de los trabajos de muchas de ellas cuyas obras eran a veces atribuidas a
sus padres o maestros también artistas y, claro está, varones.

Como muestra de estas reivindicaciones, cabe señalar la realizada en 1989 en Nueva York por el
grupo de activistas feministas Guerrilla Girls con carteles donde se leía: ¿Tienen que estar
desnudas las mujeres para entrar en el Metropolitan Museum? Menos del 5% de los artistas de la
Sección de Arte Moderno son mujeres, pero el 85% de los desnudos son femeninos
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marco metodologico

¿que el hombre y la mujer son iguales? pero como se le ocurre a usted pensar eso, ellas deven de
estar en la casa cuidar de los hijos . Este es el pensamiento que un parte de los mexicanos ha
tenido durante mucho timpo . sin embargo pra ellas esto o e definitivo . desde el siglo pasado se
organizan y forman grupos pra defender el cnocimiento de sus derechs . desde la iguladad , en le
trabajo, acceso ala educacion y apertura de guarderia , hasta la potestad

mujer segun su definicion de los clsicos, es un varon mutilado . pero no obsatante lo que este
concepto indica la fealdad instrisecta de paralisis en le desarrolo de desojo

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE HIDALGO

PREPARATORIA NUMERO 2

EL PAPEL DE LA MUJER NE LA SOCIEDAD ACTUAL

MATERIA: METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION

PROFESOR: MANUEL ALEJANDRO ACEVEDO

ALUMNO: DIANA LISBET CARBALLO MONTES

GRUPO:110 FECHA:
INTRODUCCION

En la actualidad la mujer desempeña muchos papeles dentro de su rutina se encuentran un sin fin
de quehaceres entre los cuales cabe destacar los mas importantes; el rol de madre, hija y esposa.

Roles que antiguamente eran los únicos que una mujer normal podía desarrollar.

Lejos quedaban aquellas épocas en las que la única opción variable para una mujer era el
matrimonio y los hijos. con el transcurrir del tiempo la mujer se ha dado cuenta que puede
desarrollar gran cantidad de potencialidades y aptitudes que les permitan tener una vida mas
plena y un mayor desarrollo como persona, ha ido incursionando en terrenos tales como, la
política y la economía y adoptaron en algunos casos el rol de jefa de hogar.

Lejos de esto el hombre no puede dejar atrás su machismo y muchas ocasiones este o deja que la
mujer se desempeñe como persona y como ser humano pero muchas de ellas siguen alimentando
su machismo ya que no luchan por lo que verdaderamente las satisface.

¿Qué es lo que queremos verdaderamente las mujeres?

¿Verdaderamente la mujer tiene un papel en esta sociedad?

El objetivo es darle un papel, darle un lugar y por supuesto tomarla en cuenta así como respetarla
y ayudarla a desempeñar todas las ocupaciones que realiza y salir de eso que solo era ser madre y
esposa.
Muchas de los problemas que la mujer a tratado de sobresalir es el machismo, el mismo
feminismo y hasta entre mujeres mismas ya que unas luchan tanto por la igualdad de genero y
otras no ponen nada de su parte o solamente les da igual y no luchan o quieren muchas veces de
lo monotono.

Marco teorico
En este escrito se pretende revisar y explicar de manera breve y concreta algunas de las teorías
feministas y su relación con la literatura, en específico, con la literatura escrita por mujeres.

Primero que nada, la relación que existe entre literatura y feminismo se entiende a partir de la
idea de Freud que establece que todo ser humano se compone esencialmente de sexo y lenguaje.
A partir de esto, la mujer y el hombre se diferencian entre sí a través de una serie de
determinaciones que acaban por colocarlos en una relación de oposición en la dicotomía
masculino-femenino.

Iris Zavala, siguiendo las propuestas de Lacan, en su artículo "Reflexiones sobre el feminismo del
milenio" establece que "cada sujeto se ubica a un lado o a otro de la oposición a través de su
palabra. El sexo no se corresponde con lo biológico sino con una posición discursiva; el proceso de
sexuación no proviene de la biología ni de la cultura, sino de la lógica del lenguaje."

La literatura escrita por mujeres pretende una apropiación del lenguaje a través de la escritura, en
la búsqueda de una identidad propia que no esté en función del orden masculino. Según Lucía
Guerra Cunningham, la literatura femenina es "el proceso interior de la adquisición de una
identidad". Esta autora en su texto "Silencios, disidencias y claudicaciones: los problemas teóricos
de la nueva crítica feminista", establece que la escritura de la mujer se adentra y se asimila a un
espacio intertextual predominantemente masculino, así, ubica los "elementos de una visión del
mundo subordinada a través de márgenes, vacíos, silencios, inversiones y mímicas con un valor
subversivo" y también renovador.

Para comprender mejor lo anterior, es fundamental definir y diferenciar los conceptos de


feminismo y femenino, los cuales se encuentran en estrecha relación para la construcción de la
teoría feminista.

Tomando las ideas que Toril Moi establece en su artículo "Feminist, Female, Femenine" sobre está
diferenciación, es posible definir que el feminismo es esencialmente una posición política,
mientras que lo femenino hace referencia al conjunto de normas y convenciones que le han sido
impuestas a la mujer, las cuales pretenden enseñarle lo que su sexualidad significa y cómo debe
comportarse dentro de ella.

Ahora bien, el feminismo adquirió su nombre como posición política a finales de los sesenta. A lo
largo del tiempo, ha tomado diferentes matices que propugnan desde el categórico rechazo a lo
masculino, la búsqueda de igualdad entre los sexos, hasta una nueva significación, no sólo de lo
femenino sino también de lo masculino, en donde ambos conceptos no se encuentren opuestos
en una dicotomía. Esta resignificación es la que interesa a la teoría feminista, ya que pretende
lograr un cambio político y cultural mediante las implicaciones de esta nueva relación.

Por otro lado, como ya se ha mencionado, lo femenino se refiere a todos los patrones que le han
sido impuestos a la mujer por normas o convenciones culturales y sociales. A la mujer se le ha
enseñado que tiene que ser discreta, dulce, frágil, etc. A partir de esta imposición, surge el
concepto o la idea de la opresión patriarcal (o masculina). Esta opresión, según Toril Moi, "consiste
en imponer estándares sociales de femineidad en una mujer, con el preciso propósito de hacerle
creer que estos estándares seleccionados son los naturales. De modo que, una mujer que se niega
a asimilar esto se convierte en no-femenina y, por ende, no-natural. (anormal)"

De esta manera, los conceptos de feminismo y femenino están en estrecha relación, ya que el
feminismo, como posición política, busca liberarse de la imposición patriarcal de lo femenino, así
como de la posición sexista que implica definir a la mujer en una dicotomía como la ausencia o lo
contrario de lo masculino. Esta dicotomía, a lo largo del tiempo, se ha convertido en una relación
de oposición en donde lo masculino-femenino implica una correspondencia directa con los
conceptos de positivo-negativo, opresor-oprimido, superior-inferioir, fortaleza-debilidad, etc.

Es así, en búsqueda de la ya mencionada liberación, que el feminismo encuentra su desarrollo en


la literatura. Para destruir la concepción patriarcal y sexista a la que ha sido sometida, la mujer
pretende apropiarse del discurso tradicionalmente masculino (desde la perspectiva feminista, la
literatura es considerada como un patrimonio masculino), para convertirlo en uno propio, que
logre definirla a partir de ella misma.

Para Toril Moi, esta apropiación del discurso se entiende en el sentido de una transformación. Sin
duda, la teoría feminista debe cuidarse de no caer en lo mismo que critica y que pretende anular;
el feminismo tiene que ser "pluralista" y aceptar que todas las ideas están influidas de mayor o
menor grado por el pensamiento patriarcal.

La idea anterior la encontramos en Hèléne Cixous, que en su artículo "The laugh of Medusa"
retoma o se apropia de la teoría de la deconstrucción del filósofo francés Jacques Derrida, con la
intención de anular la tradicional oposición masculino-femenino que corresponde al pensamiento
patriarcal para llegar a una nueva significación de ambos a partir de su diferencia.

Cixous en su texto considera que la escritura es el medio por el cual la mujer tiene la posibilidad de
apropiarse de aquello que le ha sido anulado por las imposiciones patriarcales: su identidad y, con
ella, su cuerpo; deconstruyendo (según el concepto de Derrida) la oposición masculino-femenino
en donde se encuentra en desventaja, la mujer podrá reconocerse, recuperarse y redefinirse a sí
misma a través de su escritura; para esta autora, la mujer debe escribirse, más bien, reescribirse
para encontrar una identidad que esté definida por lo que ella es y no a partir de lo que el
pensamiento masculino establece que ella debe ser. Escribiendo se rompe el silencio, se rebasa la
marginalidad y la represión a las que las mujeres han sido sometidas en mayor o menor grado.

Al igual que Moi, Cixous establece que para deconstruir la oposición binaria de lo masculino y
femenino es necesario considerarla como una relación heterogénea que no encapsule a ambos
términos en una diferencia exclusiva que implique oposición y que termine por caer en el juego
patriarcal del opresor y el oprimido, sino que logre encontrar una nueva significación para cada
uno a partir de sí mismo.
Sobre esta idea Lacan afirma que: "no es el poder de nombrar lo que confiere la libertad que
deriva del discurso del dominio, sino la habilidad de escapar al poder de los significados impuestos
por el otro."

Por otro lado, Julia Kristeva en su escrito "Women´s Time" establece que la mujer como ser
marginado puede concebirse en los límites que el orden patriarcal establece, es decir, como la
frontera divisoria entre el hombre y el caos, en donde la mujer tiene contacto también con ese
caos. Kristeva afirma que las mujeres como límite nunca pertenecen ni fuera ni dentro de la misma
frontera que ellas mismas delimitan (según el orden patriarcal), por lo que su identidad nunca está
definida.

Sin embargo, Kristeva hace referencia a lo femenino como todo aquello que se encuentra
marginado por el orden patriarcal; entonces, la resignificación de lo femenino puede corresponder
tanto al hombre o a la mujer, ya que implica llevar a cabo un proceso de descentralización del
pensamiento patriarcal o falocéntrico con respecto a la posición de ambos en la dicotomía
masculino-femenino, con el propósito de encontrar una identidad que le sea propia a cada uno.

De manera general, la teoría feminista ha creado una evolución en el pensamiento actual, no sólo
dentro de la literatura sino también dentro de otras disciplinas, lo que ha causado un cambio de
gran valor en la concepción de la mujer y del hombre así como de su mutua relación, para llegar a
nuevas significaciones que los sitúen como iguales fuera de cualquier subordinación, pero sin dejar
de enfatizar las diferencias entre ambos que dan a cada uno un valor único.

Para lograr una nueva relación entre lo masculino y lo femenino, como lo pretende la teoría
femenina al eliminar el pensamiento patriarcal y la posición sexista y subordinadora, es necesario
llegar a un nuevo reconocimiento de ambos a través del discurso, de la reescritura de los discursos
tradicionales. La escritura femenina se ha convertido en el instrumento de liberación y
redefinición de la relación entre ambos sexos y de la identidad de cada uno.

Retomando una idea que Virginia Woolf establece en "Un cuarto propio", se puede concluir que
"el estado normal y placentero es cuando están en armonía los dos (hombre y mujer),
colaborando espiritualmente. Hasta en un hombre, la parte femenina del cerebro debe ejercer
influencia; y tampoco la mujer debe rehuir contacto con el hombre que hay en ella. Esa tal vez fue
la intención de Coleridge cuando dijo que una gran inteligencia es andrógina"

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domingo 18 de noviembre de 2007

- chapa martha

"el papel de la mujer en al sociedad moderna"

http:/www.monografias.com
- Toha Rodes, Alba

"UNA SOCIEDAD MODERNA"

http:/www.20minutos.es/carta/2338/0/sociedad/moderna/.

-"MUJER Y SOCIEDAD"

la madurez de la mujer

http:// monografias .com/trabajos45/mujer-y-sociedad2.5html.

-Annet Frayre,Nicolas Gerardo

"EL PAPEL DE LA MUJER NE LA SOCIEDAD ACTUAL"

http://www.filosofia.com.mx

-Andrade Torralbo , Paola(2006)

"el papel de la mujer en la sociedad moderna"

http:/www.rie.cl/?a=66518

- Toledo

"EL PEL DE LA MUJER "

http.//www.abc.es/200710167toledo-toledo/barreda-pone-valor-papel- 200710160249.html.

-Conde, Gloria

"EL PAPEL DE LA MUJER EN LA SOCIEDAD"

MEXICO

http:/es.catholic.net/mujer/483/1046/articulo php?id=5667.

- Garcia, Patricia
"DIFICIL EQUILIBRIO ENTRE LO MASCULINO Y LO FEMENINO"

http./solidaridaddigital.discapnet.es/paginas/tribuna.

-Boza , Ana Maria

"EL PAPEL DUAL DE LAS MUJERES"

chicago, http://www.geocities.com/athens/forum/36688 mujer .html.

-Sinde Hernandez Javier

"A MUJER"

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MEXICO

mensual, mexico, universidad de mexico acrobat

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jueves 15 de noviembre de 2007

introduccion

UAEH

UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE HIDALGO

PREPARATORIA NUMERO 2

DIANA LISBET CARBALLO MONTES

GRUPO:110

LAS DROGAS

PROFE: MANUEL ALEJANDRO ACEVEDO


INTRODUCION A LA INVESTIGACION 1

TULANCINGO HIDALGO A 14 DE NOVIEMBRE DEL 2007

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introduccion

INTRODUCCION

El proposito de esta investigacion es tener un amplio conocimiento de lo que significan las drogas
y el el daño que estan implican asi como evitar situaciones de riesgo y hablando de drogas estan
tambien incluyen el alcohol y el tabaco ya que estas son aceptables por las autoridades. y estas no
hacen nada para cambiarlo.Es preocupante ya que en los ultimos años .El uso de drogas ha
aumentado y la poblacion ma svunerable se encuentra entre los 10 y 18 años de edad .Es en estos
años que transcuren la pubertad y la adolecencia ; son etapas de la vida por las que atraviesa el ser
humano y en la qu experimenta una serei de cambios mentales fisicos y emocionales , lo cual lo
coloca en una situacion de riesgo.Por ello se deve de estar informado acerca del tema en esta
investigacion se tratara las diversas drogas que existen sus usos

Desde el principio de los tiempos el hombre ha asumido obligaciones de tres categorías: 1) las
relacionadas con un ser supremo, 2) las relacionadas con sus congéneres Y 3) las relacionas
consigo mismo.

En lo que se refiere a las obligaciones para consigo mismo, debemos percatarnos de que el
hombre habrá de realizar todas las acciones que considere como atribuyentes a su placer o
bienestar y que se renunciara a la ejecución de los demás.

Es absurdo intentar obligarle a actuar de otro modo, y mas absurdo aun pretender amenazarlo
con castigos legales si no se deja convencer...

Una república no tiene por misión prescribir la moral, su tarea principal, consiste en que la
realidad es la única razón de su existencia, conservar la libertad de sus conciudadanos por lo
medios que sean reconocidos como necesarios.

D.A.F. de Sade, un esfuerzo


mas, franceses, antes de que

podáis llamaros Republicanos.

Desde el inicio de la historia de la humanidad y su desarrollo cultural, se ha constatado que una de


las formas que tenía para explicarse el funcionamiento del universo, era mediante el consumo de
substancias químicas que alteraban la percepción lineal de la realidad dentro de rituales
chamánicos médicos, adivinatorios o festivos que eran controlados por los hombres del círculo del
poder es decir, los que gobernaban la tribu, la comunidad o el pueblo y con ello vivían en
equilibrio con el universo; sin embargo, el consumo de estas substancias es una parte orgánica de
la cultura y de la forma de ser del hombre y por lo tanto, ha ido de la mano en el desarrollo de la
evolución de la civilización.

Algunos datos arqueológicos hablan de la presencia de la cannabis, indica "marihuana", alrededor


de los 10 o 15000 años de antigüedad y sus usos se conocieron en la China y en la India desde esas
fechas; los peruanos, colombianos y bolivianos conocen la hoja de coca, desde la llegada de los
españoles, quienes al no comprender por su misma cultura la relación de esa planta con el pueblo
Arcaico, comienza a reprimir y a demonizar la planta que cinco siglos después llega a ser una
droga, que por consecuencia de la prohibición "gringa", una sociedad que enaltece al ser individual
se convierte en "moda": la cocaína.

La cultura de la droga de alguna manera es la cultura del hombre, como lo es la cultura del juego o
así mismo la cultura política; sin embargo, es esta última la que determina en muchos sentidos y
en contextos que salen de su competencia, lo que es bueno o lo que es malo para el hombre, el
ciudadano común y su comunidad, por lo tanto los políticos se convierten en los policías que
vigilan las buenas conductas de los ciudadanos ... pero ¿cuántos policías son honestos? cuántos
titulares de periódicos hemos leído que "x" judicial, político o sub-procurador de la justicia era
parte importante de la estructura criminal del cartel de la mafia, y que había sido descubierto en
posesión de ... todos recordamos quien era el Negro Durazo no?

En la actualidad vivimos en un mundo regido por la sociedad del capitalismo imperial, donde la
economía se dicta por la Ley de la oferta y la demanda, cuyo principio se da por la escasez o
abandono de la mercancía, lo que significa que mientras más escasa es una mercancía, su costo es
mayor al adquirirla; y como toda mercancía en el Capitalismo, la droga no escapa a estas Leyes
económicas, sobre todo en el país donde se encuentra el mayor número de consumidores de
varias drogas prohibidas: Estados Unidos.

Por último, este trabajo no intenta convencer sobre la conveniencia de la legalización de las
drogas o la despenalización criminal que sobre ellas pesa (siendo apenas un somero estudio, sería
demasiado pretencioso serlo), sino que la información vertida sobre el tema inquiete a la
profundización del conocimiento y que se libere de los prejuicios morales, religiosos, políticos y
económicos para asumir una correlación más plena, más sana, más científica y más controlada,
con una cultura que va tomada de nuestras manos, la cultura de la experimentación
extrasensorial.
CAPITULO. I Origen de las drogas.

Las plantas han sido las primeras formas de vida en manifestarse, ya que han sido encontrados
fósiles vegetales, cuya antigüedad es de tres mil 200 de años.

De las plantas se obtiene todo, es decir, comida, energía, medicamentos, pero también hay
algunas plantas que tienen efectos inexplicables, y transportan la mente humana a regiones de
maravillas etéreas, estas son los alucinógenos. Algunos de estas, cuando los humanos necesitaron
desentrañar todos los fenómenos naturales, fueron considerados divinidades y otras fuerzas
espirituales; por lo tanto, la intima relación entre los hombres y el mundo vegetal es fácilmente
identificable, pero lo que no se reconoce de manera oficial es la existencia y producción de
substancias que afectan las profundidades de la mente y el espíritu.

¿Pero que es un alucinógeno, que es una droga y porqué son ilegales?

De alucinógeno la definición es: la substancia que produce una percepción ilusoria, en la que el
sujeto cree ver, oír o sentir cosas que "en realidad" no existen, y droga quiere decir: nombre
genérico de algunos productos y substancias química, usadas en la industria o en medicina.
Substancia que produce efectos estimulantes, sedantes y alucinógenos, que puede crear habito a
quienes lo consumen.

¿Y como surgieron o porque empezaron a utilizarse?

Una leyenda asegura que el hombre descubrió el café, al ver unas cabras de Yemen comiendo un
fruto que las alteraba profundamente, o se ha observado a los elefantes ingerir algunos frutos que
fermentados les produce borrachera y los gatos comen hierbabuena que los aletarga, y los tordos
consumen los frutos del espino cerval en grandes cantidades para alucinar.

Que son las plantas alucinógenas.

Muchas plantas son tóxicas y tóxico se deriva del griego "Toelkov", se significa arco, y se refiere a
las flechas envenenadas que utilizaban. Paracelso (Medico de siglo XVI) decía que "todas las cosas
tienen veneno y no hay nada que no tenga, solamente depende de la dosis, que el veneno sea
veneno o no". La diferencia entre un veneno, una medicina y un narcótico es solo la dosis. Por otra
parte los alucinógenos deben de clasificarse como tóxicos y etimológicamente se refiere a una
substancia que sin tener en cuenta, cuan estimulante puedes en alguna de sus fases de actividad,
termina por producir un estado depresivo en el sistema nervioso central, y en este sentido tanto la
cafeína como el alcohol son narcóticas, y desde luego, drogas como la heroína, morfina,
marihuana, apio y otras tantas.

Ahora bien, cada civilización suele incorporar una droga a sus ritos; por ejemplo, los brasileños
emplean el fruto del guarana, el chamanismo siberiano usa el hongo llamado amanita muscaria,
los huicholes usan para sus visones y rituales el cactus, conocido como el peyote, y los indios de
Norteamérica crearon toda una religión alrededor de este cactus, los apaches, los kiowas y los
sioux, lo han utilizado como los hindúes lo hacían con el soma y el hachís y la nuez moscada en los
pueblos de Europa, y el "unjuento de bruja" estaba compuesto por estramonio, beleño y
belladona, ingerido en la época medieval. Así como los cristianos y católicos utilizan el vino o
alcohol en el ritual de la Eucaristía.

En nombrar a cada pueblo significa mencionar una substancia que de acuerdo a su cultura tiene la
capacidad de alterar "su percepción" y "su realidad" para llevar un equilibrio espiritual y
cosmogónico con el universo.

En Gabón, Africa los Bwiti utilizan el iboga, mientras en Brasil la Waika hacen sus ritos con el árbol
virola, y los Pervanos, Colombianos y Bolivianos utilizaban la hoja de coca para suplir y acrecentar
su energía y fortaleza, y como los huicholes cercanos a nuestra cultura, los mazotecos, zapotecas,
tzotziles, han utilizado de manera medicinal y ritual el teonanacatl o para decirlo en castellano el
Hongo Sagrado, que en la época de los años 60’ pusieron de moda los famosos Beatles y toda la
cultura Hippie, que además fue el primer grupo que utilizo una de las primeras drogas de
laboratorio creadas por el hombre y el L.S.D. "ácido".

Desde luego, en la actualidad hay innumerables que podemos conseguir, con solo una receta en
cualquier farmacia de Estados Unidos o México, como es el valium, rohipnol, anfetaminas (para
bajar de peso), algunos sedantes y tranquilizantes, pero ninguna de estas drogas, así como la
cocaína y marihuana se utilizan para lograr las visiones que en el pasado les preocupaba una mejor
comprensión con la realidad al del universo, sino todo lo contrario, hoy vemos como la juventud
busca una manera de evadir con lo que tenga al alcance, o no hemos visto como los jóvenes se
drogan con thiner, activo o cemento, simplemente para no sentir su apremiante necesidad de
todo lo que han carecido, y que la misma sociedad le niega, ¿ no se drogan para olvidarse de su
hambre?.

El origen, entonces de las drogas, es el inicio de la civilización, pues las drogas no son para
intoxicarse. Pacelso lo dice en el siglo XVI, todo es veneno, solo la cantidad que se consuma es la
que puede hacer daño y entonces podríamos pensar que cada persona tiene su droga preferida,
quien solo consume la famosa coca-cola ¿es adicto a ella?...

¿Quién solo fuma Marlboro es adicto a esa marca?...

CAP. II La prohibición de las drogas

Ya hemos visto que la antigüedad de las drogas es milenario y por tanto su uso, aún cuando esté
en la mayoría de las sociedades, sólo estaba destinado para los médicos, chamanes, brujos y
aquellos que eran personajes importantes dentro de la tribu o la comunidad.

No todos tenían libre acceso, ya que se consideraba una profanación para las fuerzas espirituales
que se liberaban con su ingestión y solo se podía hacer en rituales festivos o con el permiso del
hechicero de la tribu.

Sin embargo, es hasta principios del siglo XX donde la política inicia una serie de gestiones,
primero en Estados Unidos y luego por implementación e imposición económica de ellos mismos
en el resto del mundo, siendo un médico casado con una dama de sociedad llamado H. Wright
quien fuera un fogoso colaborador del partido prohibicionista y quien impulsara la prohibición del
opio y cocaína que hasta esos momentos eran sumamente importantes dentro de la farmacéutica
popular, además de D. Harrison un abogado de querer prohibir "la coca-cola y pepsi-cola, esas
bebidas que consumen los negros del sur", años después el señor Wright moría lleno de amargura
y de alcoholismo, un narcótico que no quiso prohibir porque le gustaba machismo.

La política de racismo siempre ha operado a favor del poderoso y la economía que le sustenta y
Estados Unidos siempre se ha caracterizado por manipular a su sociedad que en promedio es muy
ignorante e intolerante, de tal manera que siempre existe un enemigo latente que le quiere quitar
su libertad. Así lo vemos cotidianamente en su literatura, en su cinematografía donde acaso es
más patente su deseo de exterminar al otro; primero fueron los indios sioux, pies negros y todos
aquellos que fueron masacrados por héroes blancos como Búfalo Bill o el General Coster, luego
fueron a partir de la 1ª. Guerra mundial los alemanes y los japoneses, luego más tarde, los
terroristas árabes o irakíes, desde luego los comunistas rusos y cubanos y para siempre los
espalda-mojadas ó greasers. Los pachucos, es decir los mexicanos que simplemente por tener una
cultura distinta y milenaria les provocamos temor y por lo tanto, su intimo deseo es que todo
mundo sea como ellos. En la actualidad los enemigos son los narcos.

En los principios de la prohibición y regulación farmacéutica, ya que la mayoría de los médicos


recetaban para diferentes enfermedades derivadas del opio y la cocaína, se buscaba el control
económico por una parte de la incipiente industria farmacéutica y por la otra, el eterno control
moral de aquellas personas que veían en el disfrute del otro un peligro para su seguridad. Es así,
como en una época de los Estados Unidos donde fumar tabaco en público era ilegal en 28 estados
de esa nación "el cigarrillo es lo más destructivo para el alma, lo más subversivo para las buenas
costumbres: la lucha contra el tabaco es una lucha por la civilización", que comienza la lucha de las
drogas. Un argumento que era afanosamente repetido era que "las estadísticas mostraban que los
negros que ingerían cocaína o fumaban opio tenían una incidencia muy alta en la violación de
blancas" además que la actitud de los adictos negros era recurrente de la violencia y por supuesto
de la delincuencia. Sin embargo, la mayoría de los adictos en las primeras décadas del Siglo XX en
Estados Unidos eran "yatrogénicos" es decir, gente que estaba íntimamente relacionada con la
medicina, claro que eran médicos, enfermeros, farmacéuticos y ya que los negros eran
considerados no ciudadanos, podemos mencionar que los argumentos vertidos en contra de ellos
eran incorrectos.

Sin embargo, la Ley cuya iniciativa era lograr "la meta del proyecto de Ley es traer todo el tráfico y
el abuso de drogas a la luz del día, y crear con ello, una opinión pública contra su empleo" es
aprobada el 14 de diciembre de 1914 y solo trataba en principio de "reglamentar el registro y
tributación de substancias que seguirán fabricándose y usándose, sin otras limitaciones que las
previstas por el estamento médico"..

Era pues una Ley administrativa sin ninguna conotación penal y que al principio tuvo muchos
problemas jurídicos para su aplicación. Es hasta 1919 que junto con la Ley seca, que trata de
bebidas embriagantes (y que todos conocemos por Elliot Ness y Al Capone) que el vigor político y
moral hacen que la Ley Harrison adquiera preceptos legales de índole judicial y penal.

Sin embargo, el Doctor L. Kolb director del Health Service Federal cuestiona aún la vigencia de la
Ley Harrison cuando se le preguntó sobre el nexo entre los "narcóticos" y el crimen, repuso que
los principales narcóticos eran el eter, el cloroformo y el gas de los dentistas, y que si bien en
Europa habían causado ciertas conductas desordenadas, en Estados Unidos no tenía noticias de
abuso. Intimidado a que respondiese a la audiencia del Congreso sobre la conexión entre el uso
del opio y el crimen se limitó a contestar: "Hay más violencia en tres kilos de alcohol que en una
tonelada de opio"

Y esta respuesta, me hace recordar el festival de Woostoockd en 1969 a las afueras de Nueva York
donde se reúnen más de medio millón de personas en la culminación de la época hippie sin ningún
incidente de violencia o criminal que se pueda percibir en la película del mismo estilo. Y acaso no
hemos visto o leído que la boda, los quinceaños o la fiesta termina con un saldo de uno o varios
muertos, por el excesivo consumo de alcohol que devino en zafarrancho.

Sin embargo, la moral prohibicionista de los años 20 en Estados Unidos utiliza cualquier tipo de
publicidad negativa para lograr sus fines y durante el primer trimestre de 1919 aparece un artículo
en el New York Times que pregoniza "cocer en aceite", a los médicos culpables de proveer a
adictos" y su autor mantiene que el opio, la morfina y la cocaína son drogas antiamericanas, unas
por corresponder a pueblos incivilizados y otras por simbolizar a los alemanes.. También se acusa
de adictos a los bolcheviques y anarquistas, a los sindicalistas y a todos aquellos que aumentan sus
fobias. Unos meses después , el 17 de enero de 1920 la radio y los periódicos anuncian la entrada
en vigor de la Ley seca y el Senador A. Volstead, promotor de la Ley, exclama:

"Esta noche, un minuto después de las doce, nacerá una nueva nación. El demonio de la bebida
hace testamento, se inicia una era de ideas claras y limpios modales. Los barrios bajos serán
pronto cosa del pasado. Las cárceles y correccionales quedarán vacíos; los transformaremos en
graneros y fábricas, todos los hombres volverán a caminar erguidos, sonreirán todas las mujeres y
reirán todos los niños. Se cerraron para siempre las puertas del infierno".

Si, se cerraron las puertas del infierno . . . pero todos hemos quedado dentro, se podría decir,
verdad?

Y entonces nace una era de corrupción, delincuencia, mercado negro y muertes como ninguna
guerra ha tenido. Nacieron entonces, los Al Capone, los Baby Face, los Bugsy Walone, toda la serie
de padrinos y nuevos ricos que se mezclan en política. Se cuenta que el padre de la dinastía de los
Kennedy, un inmigrante irlandés, se relaciona con traficantes de Whisky y se enriquece con la
clase política de los demócratas.

Son los años de la Ley seca donde se prohíbe el uso medicinal del whisky y del coñac y solo se
permite el vino para los ritos de la iglesia católica.

Así mismo como la ley seca crea Al Capone, la ley Harrison indica R.A. Schless.
"Creo que la mayor parte de la adicción a drogas hoy en día se debe directamente a la ley
Harrison, que prohíbe la vente de narcóticos sin la receta de un medico [...] los adictos arruinados
actúan como agente provocateurs para los traficantes, siendo recompensados con regalos de
heroína o suministros a crédito. La ley de Harrison creo el traficante de drogas, y el traficante crea
adictos".

13 años después, en 1933 la enmienda XXI deroga la ley Volstead ya que "una abrumadora
corrupción, la industria, la hipocresía, la creación de grandes delincuentes y la fundación del
crimen organizado", es decir la ley seca había terminado pero medio millón de personas
permanecen encarceladas, miles de muertos en tiroteos, miles de familias destruidas, 250 000
personas enfermas por las adulteraciones etílicas y nadie, es decir nadie es responsable de lo
sucedido.

Y sin embargo en 1937 entra la ley del impuesto al cáñamo (Producto de la marihuana) que esta
en vigencia hasta ahora.

Es decir la guerra de las drogas ha empezado y como en todas las guerras las que pierden son las
mujeres, las madres, las esposas, las novias, las hijas, las reproductoras de una sociedad hipócrita
moralista pero económicamente destructiva, la sociedad gabacha, gringa, capitalista por
excelencia y guerrera e invasora desde constitución, la primera potencia puanetaria.

CAPITULO III. La guerra de las drogas.

Desde 1919 se le dio luz verde a la represión dentro de Estados Unidos, como estrategia para
controlar el uso farmacéutico, consumo, producción y transportación y posesión de opio y cocaína
así, como morfina y heroína. A partir de entonces han muerto miles de personas en tirones de la
mafia, miles han sido encarceladas y otros miles mas han muerto por la mala calidad de las drogas
distribuidas en el mercado negro por la mafia, además de que políticos, policías, empresarios y
jueces han sido corrompidos por el poder del dinero ilícito. Mientras tanto en Europa y el resto del
mundo era casi nueva la legislación acerca de las drogas y el tratamiento en el mayor de los casos
eran bajo una supervisión medica, así es como en Inglaterra él numero de adictos a las drogas
derivadas del opio se mantenían estables y no se conocía ninguna muerte por sobredosis o
relacionada con el trafico, consumo o posesión de narcóticos.

El ejemplo que dio al mundo la ley seca impuesta en Estados Unidos de 1920 a 1933 no fue
suficiente para demostrar que la prohibición no es la solución para controlar ninguna substancia
que altere subjetivamente la personalidad del consumidor.

Sin embrago para aquellos que las drogas son literalmente la materialización del demonio, no hay
otra solución que el exterminio del fenómeno, aun incluso cuando el país que certifique a los
demás países por su buen comportamiento en la lucha contra las drogas, no pueda hacer eso
mismo al interno de su territorio. En la actualidad Estados Unidos además de ser el primer
consumidor de drogas, es productor importante de marihuana y realiza a través del City Bank
operaciones de lavado de dinero de manera espectacular.
A partir de 1937 con el acta del impuesto al cáñamo y con la recesión que se produjo en 1929, los
norteamericanos comenzaron a buscar en la marihuana otro de sus enemigos perversos y sobre
todo por aquellas cantidades de inmigrantes hispanoparlantes que se organizaban alrededor de un
cigarro de marihuana y cometían tropelías y vejaciones eran actualmente peligrosos para la
sociedad de Nueva Orleans donde comenzó la 2° parte de una lucha que hoy se libra en Bolivia,
Perú; México, Afganistán, Indonesia, Turquía y otros países productores de hachis, opio,
marihuana y demás narcóticos... Pero esta guerra no se da en Estados Unidos.

Gustavo de Greiff (Embajador de Colombia en México y responsable de la muerte de Pablo


Escobar Gaviria en 1993 zar de la cocaína) mencionaba sobre los resultados de sus operativos
antinarcoticos:

"Hemos acabado con el Cartel que encabezaba el Señor Rodríguez Gacha, tuvimos éxito
destruyendo el Cartel de Medellín, lo mismo en el desmantelamiento del Cartel del Cali, pero el
problema consiste en que la droga sigue llegando a los países desarrollados, a los países
consumidores".

Actualmente, según la National Drung Control Strategy, se destinan 11 millones de dólares al


combate represivo de las drogas mas 5mil millones para la reducción de la demanda, lo que quiere
decir que de 1990 al año 2000 se gastaron la cantidad de 160 000 000 dólares, con los resultados
que podemos leer en cualquier periódico de cualquier día: la demanda crece y alguien tiene que
proveer la mercancía.

Siendo Fiscal General de la Nación en Colombia, Gustavo de Greiff opina " Así que, creyendo que el
combate mas efectivo contra el narcotrafico estaría en arruinarles el negocio y que la mejor forma
de arruinárselos es naturalmente la regularización legal de su actividad, lo propuse y
desgraciadamente no ha sido aceptado".

Estados Unidos siempre ha sido un país intervencionista, basta revisar la historia latinoamericana
para ver que país ha sufrido por lo menos alguna intervención militar, desde luego que ahora las
intervenciones son por medios económicos a través del Fondo Monetario del Banco Mundial y sin
embargo aun se dan intervenciones militares disfrazadas de ayuda y cooperación contra el
narcotráfico como en el caso de Colombia.

Por lo tanto, una política de control medico no le interesa a Estados Unidos a pesar de que "En
1995 Colombia invirtió 284 millones de dólares directamente en la lucha en contra del narcotráfico
mientras que la ayuda de los EU. fue de 15 millones de dólares. No obstante que expertos de la
Rand Corporation de Estados Unidos dice que dedicar 34 millones de dólares al tratamiento de
consumidores de cocaína reduciría el consumo en la misma proporción que lo hacen 366 millones
de dólares invertidos en represión".

Y por otra parte, las Mafias o Carteles de la droga están filtradas en las oligarquías económicas y
políticas, recordemos el caso del Senador Republicano en Washington con profesión de Crack o los
anexos de Raúl salinas de Gortari (no probados) con Amado Carrillo Fuentes, o vemos las películas
del Padrino I, II y III o la recién galardonada "Traffic" y bastara para darnos cuenta que el poder
corrompe y ya corrupto no importa de donde obtiene dinero, se acuerdan de Al Pacino en
Scarface?

Finalmente de Greiff menciona "En la gente que esta envuelta en la política represiva, hay de todo:
honestos que piensan que las drogas son malas y cualquier uso, así sea eventual, debe castigarse
pero también dentro de ese grupo hay mucha gente de mala fe que vive del negocio. Al policía
corrupto, al militar, al operador de aeropuerto, al banquero que lava el dinero, naturalmente no
les interesa la legalización porque se les acaba la fuente de dinero ilícito. A muchos individuos de
las agencias de combate a las drogas, tampoco les interesa que se acabe la represión porque van a
perder su puesto".

Luego entonces, la guerra a las drogas es una guerra equivocada y perdida de antemano porque
supongo que siempre va haber drogas y por supuesto consumidores (ahora se me viene a la
memoria la película Robocop II donde todo gira alrededor de una substancia que se inyecta en el
cuello llamado NUKE) y todos aquellos ritos de culturas chamanicas y milenarias tienen derecho a
permanecer y ser respetadas dentro de un contexto de conocimiento científico acorde con el
desarrollo de la evolución de un ser racional.

Conclusiones

Hasta ahora soy una persona común y corriente, un joven maduro (creo) que se responsabiliza de
sus quehaceres con su trabajo, su familia y su sociedad, ¡ah! también con sus maestros y digo
hasta ahora porque aun puedo ir a la tienda de la esquina y comprar mis cigarrillos preferidos
(creo que ya te diste cuenta ¿no?) y fumar y fumar cuando estoy triste, cuando estoy contento,
antes de cenar, en el trabajo, cuando me enojo, cuando estoy nervioso, cuando termino de jugar y
aun así yo no me considero un adicto al tabaco (que bueno que no viví a principios de siglo en
Estados Unidos) y beber algunas cervezas en alguna fiesta... pero me imagino si el cigarro
declarado ilegal?, seria entonces un criminal un delincuente en busca de una dosis? y antes de
tratarme médicamente seria encarcelado porque a un político mexicano o peor aun, gringo, se le
ocurrió dictar una ley que declare ilegal la producción, la posesión, el trafico y el consumo del
tabaco?

"La droga no es un problema en sí mismo, yo creo que el problema es el negocio que se hace con
la droga, el gobierno penaliza, y deja todo el negocio a la mafia, y la mafia esta en todo el
gobierno, es decir, que la pepsicola se muerde la cola, la droga es el dinero negro del GOBIERNO".

De esta manera afecta a la sociedad se ve afectada económicamente, culturalmente,


políticamente, socialmente etc....... y esto es un cuento de nunca acabar.

Creo que como ser humano ya estoy grandecito y puedo tomar mis propias decisiones como para
sufrir las consecuencias que se deriven de ellas y por ende yo decido que hacer con mi propia vida.
Con esto no quiero decir que estoy a favor o en contra de las drogas si no que acepto que existan y
que a alguien le hacen sentir de una manera que puede convivir equilibradamente con el
Universo...

Una mujer que tenga su closet lleno de ropa y se entere que en Palacio de Hierro hay una rebaja
del 30% hasta acabar existencias, ¿es una drogadicta?.

Por ultimo anexo "El manifiesto cambio 16 en favor de la legalización de las drogas".

Manifiesto Cambio 16 a favor de la legalización de las drogas

La prohibición ha hecho mas atractivo y fructífero el negocio de la droga y fomenta la criminalidad


y la corrupción a todos los niveles

Sin embargo los Estados Unidos se comportan como si no lo supieran Colombia con sus escasos
recursos y sus millares de muertos a exterminado numerosas bandas y sus cárceles están repletas
de delincuentes de la droga. Por lo menos cuatro capos de los mas grandes están presos y el más
grande de todos se encuentra acorralado.

En Estados Unidos, en cambio, se abastecen a diario y sin problemas 20 millones de adictos, lo cual
sólo es posible con redes de comercialización y distribución internas muchísimo más grandes y
eficientes. Puestas así las cosas la polémica sobre la droga no debería seguir atascada entre la
guerra y la libertad, sino agarrar de una vez al toro por los cuernos y centrarse en los diversos
modos posibles de administrar su legalización. Es decir, poner término a la guerra interesada,
perniciosa e inútil que nos han impuesto los países consumidores y afrontar el problema de la
droga en el mundo como un asunto primordial de naturaleza ética y de carácter político, que sólo
puede definirse por un acuerdo universal con los Estados Unidos en primera línea. Y, por supuesto
con compromisos serios de los países consumidores para los países productores.

Pues no sería justo, aunque si probable que quienes sufrimos las consecuencias terribles de la
guerra nos quedemos después sin los beneficios de la paz. Es decir: que nos suceda lo que
Nicaragua, que en la guerra era la primera prioridad mundial y en la paz ha pasado ha ser la
última.

Gabriel García Márquez.

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