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El Mundo de las Marcas

Marcas y Publicidad

Después de la segunda revolución, la creativa, el escenario de los medios y las


marcas había pasado por muchos cambios: La publicidad era ahora una
industria a la cual las marcas se habían acostumbrado -y con buena razón-
para comunicarse de manera efectiva con los consumidores. Ahora era un
gremio sólido que cada vez encontraba nuevas ramas de estudio y ejecución.

Esta época estaba impulsada por la bonanza de la publicidad: Todas las partes
involucradas en la cadena ganaban; si eras una empresa ganabas al estar en
todos lados comunicando a tu marca porque te representaba ventas, si eras un
medio ganabas por pauta y al crear nuevo contenido tenias mas personas
viéndolo que representaban más pauta y más ingresos, si eras una agencia y
creabas mensajes debías ser creativo en lo que decías pero también en donde
lo decías y en cuantos lugares lo decías para que tu cliente estuviera satisfecho
con sus ventas (y tu trabajo). Todo el mundo ganaba. Este era el famoso
COMPLEJO INDUSTRIA TELEVISIÓN mencionado por SETH GODIN.

Hubo dos grandes factores que iniciaron esta revolución:

1) Los consumidores por su lado, que habían sido bombardeados con


información creativa durante varias décadas, ahora tenían opiniones propias
sobre el papel que tenían los medios y las marcas en sus vidas.

2) La nueva efectividad creativa que efecto a la publicidad apoyó la creación de


nuevas marcas rentables en todos los mercados del mundo y este nuevo flujo
de dinero alimento el desarrollo constante de nuevos medios.

La suma de los factores anteriores inicio la tercera revolución: Múltiples Medios


(Revistas, canales de TV, periódicos, vallas, etc...), múltiples Marcas (Coke,
Marlboro, Microsoft, Nokia, Kellogs, y múltiples Mensajes (Just do it, Life’s
Good, Finger lickin’ good, Hello Moto, The ultimate driving machine, competían
por la atención de la gente.
Antes de esta revolución, las personas solo tenían un par de opciones en
medios y alcanzarlas con un mensaje de marca implicaba solo unas cuantas
repeticiones. Cuando la pluricidad de medios inicio, alcanzar a quien querías
hablarle se volvió mas complicado. No sabias que estaba viendo, que estaba
oyendo o que estaba leyendo. Las marcas sabían que decir, pero no sabían
donde decirlo. Esa “revelación” fue pionera en lo que hoy conocemos como
target o grupo objetivo.

Con la invención del “target” -que podría ser llamado también el ´ataque de los
medios- ahora se podía saber a quién se le estaba hablando y apuntarle mejor
estudiando sus consumos de medios. Si era una mujer de 25 a 35 años que
trabajaba en una oficina todo el día y los fines de semana se dedicaba ir al
gimnasio e ir de compras con sus amigas, no valía la pena hablarle en los
cortes de las telenovelas matutinas porque no iba a estar allí -había que llegar
donde ponía su interés- y si contemplabas todos los medios a todas las horas,
podías rodear sus espacios para que casi estuviera “obligada” a encontrarse
con tu mensaje. De ahí el nombre de las campañas 360º.

La industria en busca de marcas

Fue en la década de 1980 cuando entre las empresas se difunde la idea de


que: Las empresas de éxito deben producir ante todo marcas y no productos.
Esta idea comenzó a ser fundamental en la industria, las fábricas producían
cantidades enormes de artículos a tal grado que las fábricas entraron en crisis.
Se decía que las fábricas pagaban una gran cantidad de mano de obra.
Es en esta misma época que surge un nuevo tipo de organización que se
mueve con la idea de que la producción de bienes solo es un aspecto
secundario de sus operaciones en donde ciertas empresas (entre ellas Niké,
Tommy Hilfiger, Intel) no producían cosas sino imágenes de sus marcas.
El papel de la publicidad cambio y dejo de consistir en la información sobre un
nuevo producto y comenzó a construir una imagen relacionada con el producto
que se fabricaba bajo una marca determinada.
El primer factor que consistía en fabricar una marca, era el de asociar el
producto con un nombre apropiado; Los logos jugaban un papel muy esencial
ya que fueron creados para familiarizar y creas popularidad entre los productos.
A medida que los nombres y características de los productos de afirmaron, la
publicidad comenzó a jugar un papel muy importante transmitiendo esto a los
posibles consumidores. En este momento nace la “personalidad de las
empresas” con características muy singulares; nombres exclusivo, envase
especial y su publicidad.
Impacto psicológico de la Publicidad

·Conducta y preferencia

La conducta es la forma en que nos comportamos las personas, en tanto que la


actitud es una disposición de ánimo que influye en la conducta. La publicidad
como forma de comunicación nos, genera, induce sin ningún limite entre los
individuos diversas actitudes y tendencias generadas por la publicidad, que
representarán algún grado de aceptación (e inclusive de rechazo) del
anunciante, de sus productos o de su servicio. La psicología de la publicidad
trata de anticiparse y descubrir aquellas que puedan resultar negativas para
adecuarlas y en su caso, fortalecer las que lograrán cambios favorables en la
conducta de los probables consumidores.

A pesar de que la publicidad es una comunicación impersonal donde se define


una audiencia pero no se tiene plenamente identificado al receptor, cada
mensaje no se conforma con transmitir información, necesariamente se codifica
con argumentos, apelaciones, estímulos y un interlocutor apropiado para llegar
a un tipo de público determinado que lo interpretará a su modo; una preferencia
se induce dependiendo de cómo se entienda el mensaje y el animo que
provoque. Algunos ejemplos de codificación son:

a).- Se construye la imagen de una mujer adulta, arreglada, dinámica, dedicada


y obsesionada del orden de su hogar. Aquí la idea es publicitar productos muy
convenientes entre las amas de casa sin mucho tiempo y cuidadosas con la
limpieza.
b).- Se construye la imagen de un grupo de personas jóvenes de distintas
edades, casuales, alegres, divertidas, bromistas, que contrasta con la patética
formalidad del “hombre del traje gris”. La idea es publicitar la variedad en ropa,
calzado y/o artículos personales como algo que marca una diferencia
significativa en la personalidad.

c).- Se construye la imagen de una persona jovial, detallista, vanidosa y


sensual. Se tiene como idea publicitar las propiedades y efectos de los
productos de belleza y complementos alimenticios que son vitales para las
personas interesadas en su apariencia y estética.

Los jóvenes y el consumismo

Los jóvenes tienen un protagonismo especial en la llamada sociedad de la


información.
De hecho, gran parte de su tiempo de ocio durante los días laborables está
centrado fundamentalmente en el uso de medios de comunicación (televisión y
radio). Los jóvenes son un público muy exigente para los publicitarios; aceptan
o rechazan de forma nítida los productos y servicios publicitados, y rara vez se
muestran indiferentes ante los soportes. Por esta razón, resulta de enorme
interés la aproximación al tipo de estrategias utilizadas por la industria
publicitaria para comunicar con este colectivo. Estas son algunas de las más
comunes:

a) El uso de los modelos que aspiran a los jóvenes


Se juega con todo aquello que los jóvenes desean conseguir, unos objetos de
deseo que van variando según la edad (primero el móvil, luego, la moto, el
carro y, quizás más adelante, los muebles para la futura casa). Es frecuente
que se juegue con los deseos de los jóvenes porque son mayores de contar
con las atribuciones y el estatus que ofrece el ser mayor, buscando la
identificación con otros jóvenes de mayor edad, trasladando la idea de que
mientras no se posean ciertos atributos (el celular, la moto, el carro) se seguirá
siendo un mantenido que depende de sus padres.

La importancia de esta estrategia es tal que en ocasiones los propios creativos,


de manera deliberada, inciden sobre un artículo del que saben que no tiene
capacidad de compra en esos momentos, pero que la tendrá en un futuro más
o menos cercano. Se consigue con ello fortalecer la imagen de la marca (“lo
bueno se hace desear”) y se crean las bases de los procesos de comprar cierta
marca.

b) La identificación
Se busca que el joven se identifique con una determinada tribu. Los productos
y las marcas contribuyen a reafirmar la identidad personal y grupal. Se les
recuerda que son jóvenes en la medida en que se tienen ciertos productos y se
realizan ciertas actividades. El recurso mas utilizado es el de hacer relajo de la
imagen y las imágenes o ideas aceptadas comúnmente que se mantienen
sobre los jóvenes.
d) La pertenencia al grupo

La publicidad muestra habitualmente a jóvenes con otros jóvenes, tiene una


vida social activa, juega con la identificación y el sentido de pertenencia. La
sociabilidad, el compartir (situaciones, emociones) con los demás jóvenes, es
señalado probablemente como el principal mecanismo utilizado en la publicidad
dirigida a los jóvenes. Un mecanismo que podría resumirse en base a la
siguiente idea: frente a la exaltación de la individualidad, la pertenencia al
grupo.

ELEMENTOS ESTÉTICOS, FORMALES Y PLÁSTICOS DE LA


PUBLICIDAD

Más allá de las estrategias comunicacionales y de la propia idea creativa,


existen una serie de técnicas que tiene la publicidad (importantes para el
impacto), que se relacionan con los aspectos estéticos y plásticos. La calidad
de la música, de las imágenes o de la realización condicionan enormemente el
mayor o menor nivel de notoriedad que alcance un determinado anuncio.
Por esta razón no sorprende la afirmación largamente recalcada de que la
publicidad dirigida a los jóvenes debe estar técnicamente bien hecha, puesto
que son mucho más exigentes que los adultos. De igual modo que la publicidad
deficiente o mediocre provoca un rechazo abierto, los jóvenes valoran
positivamente la creatividad, la publicidad bien hecha, incluso cuando no se
identifican totalmente con sus mensajes.
Los jóvenes disponen de una amplia cultura publicitaria porque están muy
familiarizados con la publicidad; ésta forma parte de su gusto cultural y
representa para ellos una forma o vehículo de expresión social y cultural. A
través de la publicidad se expresan algunos de los problemas de los jóvenes,
se proyectan personajes y símbolos con los que identificarse y, en suma, se
reinterpretan los valores culturales de los jóvenes.
La publicidad busca mostrar una estética en la que se reflejen los jóvenes. En
este sentido se observa cómo en los últimos años se han producido cambios
en los patrones de belleza publicitarios, que ahora buscan un mayor realismo,
retratar a gente “normal”, haciendo cosas más o menos “normales”. Con ello se
persigue, no sólo facilitar la identificación con el producto, sino reforzar la idea
de estar conforme con la verdad (los jóvenes no toleran la manipulación
explícita).
Elementos como la música, el ritmo, las imágenes de jóvenes en movimiento
suelen ser ingredientes que se asocian a la publicidad destinada a este grupo,
puesto que ayudan a fortalecer la identificación con los estilos de vida juveniles.
Algo similar ocurre con la estética y espacios donde aparecen los jóvenes, que
deben ser los apropiados para lograr su identificación; unos espacios y
territorios publicitarios que pueden ser propios (la noche, la fiesta del fin de
semana) o imaginarios
(El carro conducido por la carretera en compañía de un chico/a, la
playa, etc.)

Anti-publicidad

Los espacios públicos han sido atacados vilmente por la publicidad de las
grandes empresas saturándonos de una visibilidad materialista incitándonos a
consumir todo el tiempo.
El afán de las empresas por promover e imponer sus marcas y productos, y en
definitiva atraer a los compradores, encuentra en el espacio urbano un amplio
catálogo de emplazamientos donde extender su publicidad. Coronación de
edificios, fachadas, paredes, vallas de obras, mobiliario urbano, cabinas
telefónicas, vehículos de transporte público, paradas de autobuses, estaciones
de metro, sirven como soporte de todo tipo de elementos publicitarios: lonas
gigantescas, rótulos luminosos, pantallas... que asaltan a un espectador cada
vez más aturdido. Las distintas modalidades de publicidad urbana. Un
formidable negocio que tiene como consecuencia la comercialización del
espacio público, convertido
De aquí el creciente interés por parte de las empresas, que cuentan con la
colaboración de una administración en plena fiebre recaudadora, por explotar
progresivamente en espacio de la publicidad (lo mismo ocurre con los
transportes públicos y especialmente con el metro), con lo que comporta de
privatización del mismo, de contaminación visual de carácter mercantil. Es el
caso de Barcelona, que ilustra este artículo, pero también el de cualquiera de
las grandes ciudades cuyas calles rebosan de publicidad. Y lo mismo sucede
en los entornos maltratados de los suburbios y alrededores de las autopistas,
donde proliferan los llamados monopostes y las enormes vallas publicitarias
que amenazan con extenderse por la totalidad del territorio.

León Mayoral Lic. En Mercadotecnia; informó a través de una radio Sonorense:


Los publicistas nos hemos metido a un ritmo bestial con tal de hacer consumir
a las gentes. La hemos definido la meta más alta de nuestra profesión como si
nada fuera más importante.No nos hemos propuesto estimular al auditorio a
pensar, reflexionar o bien convivir. No. Solamente nos hemos propuesto
hacerlo comprar ¡a toda costa! Nos olvidamos –o descuidamos- que sería muy
conveniente cultivar en el consumidor otras conductas. Convendría
entusiasmarlo hacia la duda, al preguntar, observar y decidir con sinceridad.
O, ¿no es esa actitud la que desearíamos en nuestros propios hijos? Si en
lugar de forzarlo, lográramos despertarlo a su sentido crítico, buscaría fielmente
su genuino bienestar. Si bajo estas condiciones llegara a comprarnos, sería -
¡claro está! una compra verdaderamente consciente y convincente, además. Al
adquirir nuestro producto bajo un estricto convencimiento, su compra sería
repetitiva, seguro. Continuadamente buscaría repetir la satisfacción que le
arrojó su anterior conducta.
La rebelión de algunas organizaciones anti publicidad han llevado a cabo
actividades para dar a conocer a la sociedad la violencia de la publicidad
haciendo criticas de forma grotesca e irónica. Tal es el caso de una
organización anti publicidad en Colombia que fabrica camisas con logos de
multinacionales personalizándolas de forma sarcástica; también llevan a cabo
la fabricación de calzado de origen orgánico libre de cualquier tipo de marca.

La música y las marcas

No podemos ser demasiado selectivos en el marketing, explica Ron Chapiro,


vicepresidente ejecutivo de Atlantic Records. A demás, una campaña
publicitaria de gran envergadura de Niké o the Gap, penatra en mas rincones
de la cultura que un video muy difundido por MTV o un articulo de fondo de los
Rolling Stone. Es por eso que aparecer en estas campañas como de Fat Boy
en los anuncios de Niké, Brandy en los comerciales de Cover Girl y Lil Kim en
los Candies equivale a pertenecer a los 40 principales de la ciudad de la
actualidad, como afirmaba Bussines Week con entusiasmo.

Al recurrir a la música, las marcas invocan un el poder de la identificación con


la banda o el solista, el tipo de música o los valores que allí se encuentran
involucrados.
El caso de Pepsi es emblemático. La marca organiza desde hace tres años
consecutivos un festival con el nombre de Pepsi Music. Este cuenta con una
convocatoria masiva que reúne un promedio de 30 mil personas por día.

“Pepsi tiene una fuerte trayectoria en lo que concierne al sponsoreo de


festivales, recitales y artistas de música en general. Se trata de una iniciativa
que apunta a lograr un mayor vínculo emocional entre la marca y los
consumidores a través del gran vehículo que es la música que tiene una fuerte
valoración por parte de los jóvenes: el core target de Pepsi”, asegura Elvira
Gowland, Marketing Manager de Pepsi.

Por supuesto, la apropiación de la música por parte de las marcas no es la


historia de una inocencia perdida. Los músicos han cantado en anuncios y han
firmado contratos de patrocinio desde la aparición de la radio.
Durante toda la década de 1980 estrellas de rock como Eric Clapton cantaban
en anuncios de cerveza, y las del Pop en Coca-cola o Pepsi.

La cantidad de fabricantes de ropa y dulces dispuestos a acudir a los músicos


para la publicidad aumenta sin cesar, los grupos musicales y sus sellos se
rebelan al verse reducidos a esta condición inferior. Después de comprobar los
enormes beneficios que lograron The Gap y Tommy Hilfinger con su asociación
con el mundo de la música, los sellos discográficos se están dedicando
también al negocio de las marcas. Los grupos prefabricados no son una
novedad en la industria musical ni tampoco los grupos con líneas comerciales
propias, pero el fenómeno nunca llego a dominar tanto en la industria de la
cultura pop como a finales de la decada de 1990, y nunca antes los intérpretes
compitieron tan agresivamente con las marcas de consumo.

Marketing para los jóvenes

La mercadotecnia siempre va dirigida a cierto tipo de consumidores en


específico, para esto se hacen las investigaciones adecuadas para dirigir la
mercadotecnia directamente hacia los intereses y necesidades del tipo de
personas a las que se intentara persuadir.
Hay estudiosos de mercados que consideran en los jóvenes un gran potencial,
como el caso de la opinión de Martin Lindstrom, especialista en marketing
juvenil.
Sobre él se nos aporta intermanagers que Lindstrom empezó su carrera como
asesor de marketing, y luego concentró su actividad profesional en la creación
y el desarrollo de marcas. Tras 15 años de práctica, Martin Lindstrom ocupa un
lugar destacado en su especialidad. Iconos del marketing, como Philip Kotler,
Don Peppers, elogiaron su último libro, BRANDchild, escrito con Patricia B.
Seybold, que se agotó en 12 países a los dos días de su lanzamiento.

En una entrevista que se le hizo se le preguntó: en BRANDchild, usted


comenta que los niños y adolescentes -entre 8 y 14 años- pueden clasificarse
en cuatro amplios grupos de consumidores, pero que para lograr aceptación de
marca ya no es posible comunicarse con ellos como en el pasado. ¿Qué ha
cambiado?
Al respecto dijo: En los viejos tiempos, el "líder del grupo" establecía las reglas
básicas y actuaba como un punto de referencia para los seguidores. Ahora
vemos lo que denomino "tendencia de cardumen". Los grupos de adolescentes
son como bancos de peces. Si el pez líder desapareciera, el resto seguiría
nadando en la misma dirección. Porque el pez líder no es el que controla el
comportamiento del grupo. Lo que genera la dinámica es el "diálogo" entre los
peces, que forma una especie de red. Lo mismo ocurre con los adolescentes:
es el grupo, como un todo, el que toma las decisiones, a partir del diálogo entre
sus miembros. Antes, para conectarse con un grupo de jóvenes bastaba con
identificar al líder, puesto que era el que pautaba los movimientos del resto;
ahora, la conducta grupal no está determinada por una persona, sino por
varias, o incluso por la mayoría.

En un entorno frenético del marketing de la cultura juvenil, toda la cultura


comienza a crearse apartar del frenesí. Gran parte de la cultura de los jóvenes
comienza a perder de lo que los sociólogos Ribert Goldman y Stephen Papson
denomuinan “desarrollo suspendido”, señalando que después de todo, no
tenemos idea de lo que movimientos culturales como el Punk, el grunge o el
hip-hop podrían ser si no se los explotara a causa de su potencial económico.
Esta explotación no ha pasado inadvertida ni sin oposición. Tanto el periódico
antiempresarial The baffler y la desaparecida revista Might se burlaban
despiadadamente de la desesperación y los esfuerzos de la industria de la
cultura juvenil de mediados de la década de 1990.

La relación de los adolescentes con las marcas

La relación de los adolescentes con las marcas es “complicada”. Lo dice el


Global Habbo Youth Survey 2009, un estudio llevado a cabo por la comunidad
virtual para adolescentes Habbo, que revela que el 63% compraría casi
siempre su marca favorita y el 35% reconoce la influencia de las marcas en su
decisión de compra.
La visión general de este target es positiva. El 52% opta por las más populares,
al 60% no le desagradan (con un 42% en total desacuerdo con esta afirmación)
y el 45% se declara fiel a sus enseñas.
El 61% de los 112.000 adolescentes entrevistados para el estudio en más de
30 países indicaron que prefieren marcas dirigidas específicamente a ellos.
De acuerdo con la investigación, “el estatus es el atributo más importante que
las firmas pueden ofrecer a los jóvenes. El 42% dice que se decanta por
marcas que le hagan parecer adinerado, y más de un tercio (34%) afirma que
es importante mostrar qué marcas llevan. Este dato se ve reforzado por un
48% que declara que prefiere no llevar ropa con logos. Para el 38% de los
jóvenes, el atributo más importante que aportan las marcas es diferenciarse de
la mayoría. El 30% busca las que llevan sus amigos, pero la mitad (51%) las
evita.

En todos los mercados los atributos de las marcas tienen diferentes grados de
importancia. En EEUU se usan para expresar la individualidad y para
diferenciarse del resto. Para otros países es todo lo contrario, ya que las
marcas se usan para mostrar pertenencia a un grupo determinado”.
Roxy, Billabong y DC lideran el ranking de marcas deportivas. Las marcas
relacionadas con el surf, snowboard y skateboard, que muestran las
habilidades del individuo, son percibidas por los jóvenes como una forma de
mejorar su estatus.
Los clásicos deportes en equipo como el fútbol (apoyado por marcas como
Nike y Puma) confían en la habilidad del juego en grupo y están menos
relacionadas con un estilo individualista.
H&M, Zara y Roxy encabezan el ranking de tiendas de ropa más visitadas por
las adolescentes. Los chicos prefieren vestir con marcas de deporte. Nike y
Adidas, respectivamente, son sus preferidas, aunque empiezan a quedar en un
segundo plano.
“El estatus es importante, ser reconocido por quién eres y por lo que defiendes.
Las marcas aportan los medios para enseñar a qué grupo perteneces y con
cuál no quieres que se te relacione. Para los jóvenes las marcas juegan un
papel importante ayudándoles a construir su identidad e imagen entre sus
amigos”, indicó en un comunicado explica Emmi Kuusikko, directora de
marketing de usuario y mercado de Sulake.
“Captar a la audiencia joven es muchas veces clave para el éxito de las
marcas, ya que los adolescentes están comenzando a hacerse responsables
de sus hábitos de consumo. A pesar de que a los jóvenes se les ve como
inestables, las marcas con las que se identifican comienzan a ganar a medida
que ellos crecen”.
Las ciudades y la Marca

Las ciudades dejan de ser aglomeraciones de personas con un mercado que


nutre la actividad de la ciudad y pasan a ser una marca más en el sistema
económico global. Las ciudades buscan atraer nuevo capital, y al igual que las
multinacionales deciden lanzarse a la aventura global: la internacionalización.
Nueva York, París, Londres, Río de Janeiro o Abu Dhabi, por citar algunos
ejemplos, son marcas dentro de un panorama publicitario geográfico planetario.
Toda ciudad busca su propio “I (love) NY”.
Los grandes eventos culturales o deportivos, incluso los equipos de fútbol,
llevan como logo publicitario el nombre de una ciudad. Barcelona World Race
no es ninguna sorpresa, las ciudades gastan en publicidad y están dispuestas a
casi todo para atraer capital, sea en forma de polos de competitividad o de
turismo. El ejemplo más claro es el de Abu Dhabi, ciudad que, desde los
petrodólares y sus kilómetros de desierto, ha atraído cientos de empresas
internacionales de primera categoría, ha creado hoteles y residencias de lujo,
islas artificiales, incluso un barrio cultural dónde Norman Foster, Frank Gehry y
Jean Nouvel dan forma al Museo Nacional Zayed, al Museo Guggenheim y al
Louvre, respectivamente. Todos ellos acompañados de su denominación de
origen: Abu Dhabi, marca registrada. Las ciudades no compiten sólo en
cantidad-calidad (tangible), van más allá para sensibilizar al “potencial cliente”.
Los grandes eventos culturales o deportivos, incluso los equipos de fútbol,
llevan como logo publicitario el nombre de una ciudad. Barcelona World Race
no es ninguna sorpresa, las ciudades gastan en publicidad y están dispuestas a
casi todo para atraer capital, sea en forma de polos de competitividad o de
turismo. El ejemplo más claro es el de Abu Dhabi, ciudad que, desde los
petrodólares y sus kilómetros de desierto, ha atraído cientos de empresas
internacionales de primera categoría, ha creado hoteles y residencias de lujo,
islas artificiales, incluso un barrio cultural dónde Norman Foster, Frank Gehry y
Jean Nouvel dan forma al Museo Nacional Zayed, al Museo Guggenheim y al
Louvre, respectivamente. Todos ellos acompañados de su denominación de
origen: Abu Dhabi, marca registrada. Las ciudades no compiten sólo en
cantidad-calidad (tangible), van más allá para sensibilizar al “potencial cliente”.
Nike no vende únicamente zapatillas (otras marcas ofrecen zapatillas de la
misma calidad, competir en ese aspecto es poco eficaz); vende un estilo de
vida. Cada ciudad busca ofrecer un valor especial que enamore al visitante.
Nike no vende únicamente zapatillas (otras marcas ofrecen zapatillas de la
misma calidad, competir en ese aspecto es poco eficaz); vende un estilo de
vida. Cada ciudad busca ofrecer un valor especial que enamore al visitante.
Las empresas minoristas y los medios de comunicación han dado tales
proporciones a esas sencillas decisiones sobre que artículos. Los grandes
eventos culturales o deportivos, incluso los equipos de fútbol, llevan como logo
publicitario el nombre de una ciudad. Barcelona World Race no es ninguna
sorpresa, las ciudades gastan en publicidad y están dispuestas a casi todo para
atraer capital, sea en forma de polos de competitividad o de turismo. El ejemplo
más claro es el de Abu Dhabi, ciudad que, desde los petrodólares y sus
kilómetros de desierto, ha atraído cientos de empresas internacionales de
primera categoría, ha creado hoteles y residencias de lujo, islas artificiales,
incluso un barrio cultural dónde Norman Foster, Frank Gehry y Jean Nouvel
dan forma al Museo Nacional Zayed, al Museo Guggenheim y al Louvre,
respectivamente. Todos ellos acompañados de su denominación de origen:
Abu Dhabi, marca registrada. Las ciudades no compiten sólo en cantidad-
calidad (tangible), van más allá para sensibilizar al “potencial cliente”. Nike no
vende únicamente zapatillas (otras marcas ofrecen zapatillas de la misma
calidad, competir en ese aspecto es poco eficaz); vende un estilo de vida. Cada
ciudad busca ofrecer un valor especial que enamore al visitante. Deben haber
en el inventario de las tiendas o que clase de su producto cultural hay que
encargar y que con toda propiedad que dan a discreción de los propietarios de
los comercios y de los creadores de cultura, que sus repercusiones son
enormes; quienes las toman han adquirido poder para reestructurar el
panorama cultural.
Índice

-Introducción
Despertando conciencias

-Marcas y Publicidad
Origen

-La Industria en busca de Marcas


La necesidad de vender

-Publicidad
Impacto psicológico

-Anti Publicidad
Una sociedad en rebelión

-La Música y Las marcas


Vendiendo la cultura

-Marketing para los jóvenes


Los consumidores preferidos

-La relación de los adolescentes con las Marcas


Sentido de pertenencia

-Las Ciudades y las Marcas


Un hermoso paisaje para la sociedad.

-Conclusión
Introducción

Marca y Publicidad la Mezcla perfecta

Al observar mi café con leche me vino a la mente una mezcla homogénea


perfecta. El café es rico en esencia, pero al mezclarlo con un poco de leche el
resultado es excepcional, un toque suave con el cual mi café mañanero termina
de ser perfecto.
La marca, un signo, un nombre definitivo con el cual se distingue un producto
del resto de los demás que son iguales. Las industrias venden marcas, no
productos; las personas van a los supermercados en busca de la mejor marca
de leche, jamón virginia de fud, pasta de dientes Colgate, Shampoo
Headandshoulders, pantene; Me hace falta un conjunto nuevo de ropa y salgo
corriendo a SEARS en busca de una blusa Hollister y un pantalón Lacoste.
La publicidad persuade hasta el último rincón de nuestra facultad de discernir
que es lo que verdaderamente necesitamos; La publicidad es la principal arma
de la marca en donde la pistola publicitaria nos apunta con sus anuncios
espectaculares, comerciales, carteleras; invadiendo territorios hasta invadir el
territorio mas privado y ajeno que es el de nuestra mente, encerrándonos en un
callejón sin salida disparándonos sin el mas mínimo remordimiento.

Podemos ver que el consumismo define nuestro mudusvivendis, que sin darnos
cuenta formamos parte de un mundo en el cual la globalización decide para
donde vamos y quienes somos.
Esta monografía solo muestra un poco de lo mucho que hay de tras de las
marcas, hay un historial muy sucio y perverso detrás de todas ellas; no se trata
de vivir en paranoia con un miedo constante a las marcas, si no mas bien
detenernos por un momento y ponernos a pensar porque consumimos ciertas
cosas de ciertas marcas ¿son esenciales en nuestras vidas? ¿Por qué lo
compro? ¿Porque me gusta esa marca? ¿Qué es lo que hace que me guste?
Y nos iremos dando cuenta de que las razones son tan superficiales y
materialistas, que parecemos títeres comprando lo que otros quieren que
compremos; creyendo que somos mas por tener tal marca, que tal marca
define nuestro estilo y que somos dueños de nosotros mismos ¿Qué clase de
persona puede ser dueña de si misma pensando de esta forma?

Son muchos los factores que todo este problema afecta, desde nosotros
mismo, las personas que trabajan jornadas enteras por un dólar diario
fabricando nuestra marca preferida, hasta el medio ambiente, nuestro mundo;
gracias al egoísmo, la avaricia, ignorancia, y ambición de muchos.

Conclusión

Las razones por las que este tema debería ser de interés para todos nosotros
es que todos somos parte de este estilo de vida y todos estamos siendo
afectados de cualquier forma.
Me llama mucho la atención la importancia que mucha gente con la que
convivo diariamente le da gran valor a las marcas a la apariencia mas
superficial, muchas veces juzgamos a las personas por su forma de vestir, por
su estilo, pero esto no lo traemos de nacimiento, somos producto de una red de
marcas de publicidad y globalización que a impuesto esta perspectiva a la
sociedad.
Estamos perdiendo el verdadero sentido del ser, el sentido de la vida; le damos
el mayor valor a cosas materiales.

Debemos prestar atención e interesarnos en lo que detrás de toda esta serie de


industrias, como nos afectan como consumidores, como humanos y poner un
alto, defender nuestra libertad de decidir y de ser.

No hay duda que la militacia anticorporativo se mueve en la cuerda floja de los


derechos del consumidor autosatisfecho y la acción política comprometida.
Los militantes pueden aprovechar el prestigio que los nombres de marca dan a
los temas medioambientales y a los derechos humanos pero deben cuidar que
sus campañas no degeneren ni se conviertan en guías éticas de compra en
manuales para salvar el mundo con opciones personales de vida.
Bibliografía

Revista polémica: consumo ético

El libro negro de las marcas- Klaus werner y Hans weiss

Videos: Shell ataca Nigeria, Anti consumismo

No logo: Naomi Klein, editorial ST Martins

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