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Laura Galindo Romero

Interpretación contractual
Realizado por: Laura Galindo

Obligaciones I.
Trabajo Final

Introducción:

Este trabajo es la síntesis de un tema clásico en Derecho civil, el referente a la


“interpretación de los contratos”. Es una descripción de cómo se han adoptado en los
diferentes códigos civiles que fueron receptores del derecho romano1, las diferentes formas
de concebir las reglas de interpretación de los contratos.

Primero, comenzaré explicando brevemente que se entiende por interpretación; luego


bajare a un nivel de abstracción más específico en lo referente a la diferencia que hay en
la hermenéutica jurídica, entre la interpretación de la ley y la interpretación de los
contratos lo cual es el objeto de estudio de este trabajo; posteriormente procederé a
decantar el tema de la interpretación de los contratos desde la dicotomía del modelo
objetivo y el modelo subjetivo, exponiendo como a raíz de estas diferentes concepciones
del contrato (como declaración de voluntad y la abstracción germana del negocio jurídico;
y por otro lado entendido el contrato como convención y la teoría de la autonomía de la
voluntad).

Finalmente identificaré las reglas de interpretación que quedaron finalmente insertadas en


nuestro Código Civil y como es que éste optó por el modelo de la autonomía de la
voluntad, siguiendo al Code Civil.

La finalidad de este estudio comparativo, transciende a la mera exposición de datos


legales, providencias judiciales o de recopilación doctrinal. Lo que se pretende es una
aproximación a dos modelos de interpretación de los contratos, que han sido adoptados
por distintos ordenamientos jurídico con tradiciones jurídicas propias.

Interpretación:

Adentrándonos en el tema que nos convoca, deviene interesante definir qué se entiende
por “Interpretar”. En tal sentido, el Diccionario de la Real Academia sostiene que es:
“declarar el sentido de una cosa, y principalmente el de textos faltos de claridad”.2
Dentro del conjunto de actividades que deben desarrollarse en el cuadro de la aplicación
del derecho, la interpretación constituye la operación jurídica más importante; ya que sólo
puede ser debidamente aplicado lo que es comprendido en su propia razón de ser.

Vale decir que interpretar un contrato equivaldría a desentrañar el sentido de las

1
Tales como el BGB alemán, gracias a los trabajos de los glosadores y pandectistas; y por otro lado códigos latinos que son
herederos del Code civil francés.
2
RAE: www.rae.es
Laura Galindo Romero

declaraciones en él insertas, buscando explicar cuál ha sido la “voluntad común de las


partes.

Interpretación de la ley e interpretación del contrato:

Es importante matizar que la interpretación jurídica difiere en: por un lado, la


interpretación de la ley, la cual recae sobre textos que describen situaciones y efectos
jurídicos; y por otro lado por el contrario, la interpretación del contrato observa lo
sucedido conforme a la situación de hecho.

Tradicionalmente se ha entendido que interpretar es averiguar el sentido o significado de


una cosa; por lo tanto, siendo el contrato un negocio jurídico, lo que será objeto de
interpretación es una manifestación de voluntad3. Como anota Diéz-Picazo, es posible una
teoría general de la interpretación, por lo que puede propugnarse una aproximación de la
interpretación del contrato a la interpretación de la ley , más no puede llegarse al extremo
de una absoluta equiparación pues si bien ambos son reglas jurídicas, hay diferecias: la ley
es abstracta y general, el contrato es un precepto concreto; la ley es heterónoma, el
contrato es un precepto de autonomía de privada.4 (Diéz-Picazo)

En cuanto a la interpretación del contrato debemos señalar que toda declaración de


voluntad expresada mediante palabras precisa de interpretación; en algunos casos, ésta se
limitará a señalar la coincidencia entre el sentido aparente y el real; en otros, descubrirá su
sentido real distinto del aparente o, en su defecto, completará la expresión
insuficientemente desarrollada en su tenor literal o lo hará valer frente a situaciones
nuevas, no previstas en el contrato. En cualquier caso, hay una actividad hermenéutica;
esto es, una actividad dirigida a discernir y explicar, de modo ordenado y exhaustivo, los
efectos jurídicos que produce la declaración según la voluntad de las partes y los otros
factores concurrentes. 5

3
Jorge Peirano, "Curso de Obligaciones", Tomo II. Ed. Centro de Estudiantes de Derecho, Montevideo, -1955. y Jorge
Gamarra, "Tratado de Derecho Civil Uruguayo", Tomo XVIII. Ed. FCU, Montevideo, 1980.
4
Asi mismo anota Díez-Picazo, que mientras la interpretación de la ley debe estar orientada a su ratio general, la regla
contractual debe hacerse en estrecha conexión con el próposito de los otorgantes. (Diéz-Picazo, pág 1142.)
5
«Interpretare il contratto vuol dire accertare il significato di ciò che le parti hanno disposto, ossia accertare il contenuto
sostanziale del contratto. L’interpretazione, precisamente, non è volta ad accertare la volontà dell’uno e la volontà dell’altro
contraente, ma quella volontà che si sia tradotta nell’accordo e che abbia pertanto acquisito un’espressione socialmente
rilevante», opina BIANCA, Diritto civile, Milano, 2004, t. 3, p. 408. La literatura sobre la interpretación del contrato es
abundante; aquí algunas: ALPA – FONSI – RESTA, L’interpretazione del contratto, en ALPA (dir.), Temi di diritto privato,
Milano, 2001, p. 33 ss.; CARRESI, «L’interpretazione del contratto», en Rivista trimestrale di diritto e procedura civile,
Milano, 1964, n. 2, p. 552 ss.; ID., «Interpretazione del contratto e principio dispositivo», en AA.VV., La civilistica italiana
dagli anni ’50 ad oggi. Tra crisi dogmatica e riforme legislative,Padova, 1991, p. 377 ss.; CASELLA, Il contratto e
l’interpretazione, Milano, 1961; CIAN, Forma solenne e interpretazione del contratto, Padova, 1969, p. 12 ss.; COSTANZA,
Profili dell’interpretazione del contratto secondo buona fede, Milano, 1989, p. 3 ss.; GALGANO, Il contratto, Padova, 2007,
p. 427 ss.; GIACOBBE, «L’interpretazione del contratto», en ZOPPINI (coord.), Il contratto in generale, en LIPARI –
RESCIGNO (dirs.), Diritto civile, Milano, 2009, vol. II, p. 537 ss.; GRASSETTI, L’interpretazione del negozio giuridico,
Padova, 1938; IRTI, «Principi e problemi di interpretazione contrattuale», en Rivista trimestrale di diritto e procedura civile,
Milano, 1999, n. 4, p. 1139 ss.; IRTI (coord.), L’interpretazione del contratto nella dottrina italiana, Padova, 2000, p. 3 ss.;
OPPO, Profili dell’interpretazione oggettiva del negozio giuridico, Bologna, 1943; SACCO, «L’intepretazione», en SACCO –
DE NOVA, Il contratto, en SACCO (dir), Trattato di diritto civile, Torino, 2004, t. 2, p. 369 ss.; SANGERMANO,
L’interpretazione del contratto, en CENDON (coord.), Il diritto privato oggi, Milano, 2007; SCOGNAMIGLIO,
«L’interpretazione», en GABRIELLI (coord.), I contratti in generale, en RESCIGNO – GABRIELLI (dirs.), Trattati dei contratti,
Torino, 2006, vol. I, t. 2, p. 1035 ss.
Laura Galindo Romero

Concepciones de la interpretación de los contratos, la subjetiva y la objetiva.

Para la ciencia del Derecho civil moderno relativa al concepto de contrato, los «padres
fundadores» —aunque haya «abuelos»— fueron Domat6, reflejado directamente, a veces
literalmente, en los Códigos Civiles francés, italiano y español, de un lado; y, de otro,
Savigny, recreado por Windscheid, reflejado por el BGB alemán. El primero elaborará
directa y únicamente el concepto de contrato; el segundo elabora la idea de negocio
jurídico —declaración de voluntad— como idea genérica y, dentro de ella, siquiera como
supuesto de negocio más frecuente e importante, la de contrato. Sin embargo a diferencia
de otros Códigos, el BGB no contiene ninguna regla general de interpretación que ofrezca
determinadas instrucciones de cómo llevar a cabo esta tarea, salvo lo dispuesto en los arts.
133 y 157. La razón de esta falta de previsión por parte del legislador alemán parece
encontrarse en el hecho de que los autores del BGB no dieron ningún contenido jurídico-
positivo: al juez se le daban lecciones de lógica práctica. En otras palabras, que su
importancia como normas jurídicas se consideraba muy escasa.7 (Flume)

Métodos de interpretación.8

Método subjetivo.
Busca determinar cual es la voluntad real de los contratantes9. Se trata de indagar acerca
del verdadero pensamiento de los contratantes, el que debe primar sobre la voluntad
declarada, considerando que no pocas veces los contratantes expresan su voluntad en
forma inadecuada. 10
Este método es una consecuencia lógica de la doctrina clásica de la voluntad, que postula
que esta es, de algún modo, la causa eficiente de todo derecho (tanto en el plano del
Derecho objetivo, fruto de la voluntad nacional, cuanto en el plano de los derechos
subjetivos, y en especial los derechos personales, fruto de una supuesta voluntad soberana
de los contratantes). Es lógico por tanto que la teoría tradicional haya prescrito que en la
interpretación de los contratos, el interprete debe precisar el sentido de las convenciones

6
Domat (1625-1695), abogado del Rey en Clermont y, por tanto, jurista práctico, es también un jurista formado en el
iusnaturalismo: por eso su obra cumbre llevará precisamente el título de Les lois civiles dans leur ordre naturel 10. La idea
clave, que allí describe y que ahora interesa, es la de convention, la cual define en los siguientes términos: «la convention est
le consentement de deux ou plusieur personnes pour former entre elles quelque engagement» (también extinguirlo o
modificarlo).
Por tanto, Domat en esta definición ve la convención como un medio/instrumento para crear relaciones jurídicas, no para
crear una norma o parte de la norma, reguladora de esa relación jurídica contractual creada con la convention; esto, el valor
normativo de la convention, sin designarlo con este nombre; para Domat, el concepto de convention es genérico, que
comprende otros tres conceptos: «ce mot de con-vention est un nom general, qui comprend toute sorte de contrats, traités et
pactes de toute nature» 12. Aquí aparece nuestra palabra clave, el contrato, como una categoría especial de la convention, y
ello explicará que luego el Código Civil francés, al definir el contrato en su art. 1.101, lo hará en los siguientes términos: «le
contrat est une convention par laquelle une ou plusieurs personnes s’obligent, envers une ou plussieurs autres, a donner, a
faire ou a ne pas faire quelque chose»
7
Lógicamente, la concepción de la doctrina germana sobre la labor del interprete y sobre el carácter de las normas de
interpretación guardaba coherencia con la solución adoptada en el BGB. Flume asi mismo explica como las reglas
interpretativas transmitidas por la tradición y las consignadas en otras codificaciones no son normas vinculantes para el
Derecho Alemán, no son principios radicales, sin perjuicio de deban ser dignas de atención como reglas de experiencia,
reglas de lógica. (Serrano Fernández)
8
Dos métodos se conciben: subjetivo y objetivo.
9
Con mayor exactitud, el jurista italiano Emilio Betti, defiene que la interpretación subjetiva es aquella que mira a atribuir al
negocio el significado que verosímilmente responde al particular entendimiento y a la intención de las propias partes al
momento de concluirlo.(Betti, p. 255-256)
10
Este es el sistema del C.C.CH., siguiendo al CC. francés.
Laura Galindo Romero

de acuerdo a las intenciones o voluntad psicológica de los contratantes.

Método objetivo.

Plantea que no interesa la voluntad que tuvieron las partes al concluir el contrato,
debiendo fijarse el alcance de las cláusulas discutidas de acuerdo al sentido normal de la
declaración, de manera que los efectos jurídicos serán los que cualquier hombre
razonable atribuiría a la convención. En otras palabras, la declaración de voluntad tiene
un valor en sí, con autonomía o independencia de la intención de los contratantes. No
debe indagarse entonces la intención de los contratantes, sino un alcance que debe
atribuirse a la declaración11, atendiendo a la costumbre, usos corrientes o prácticas
usuales de los negocios. Lo anterior demuestra que el método objetivo de interpretación
está directamente vinculado con la buena fe objetiva.

Teoria de la declaración de la voluntad:

Enneccerus y Nipperdey, comentaristas del código alemán, exponen: “…el interprete,


partiendo de la declaración y de las demás circunstancias que interesan para la
interpretación, ha de investigar la voluntad real, pero solo puede considerarla decisiva en
tanto haya tenido expresión en la declaración.” 12 En este mismo sentido, Lehmann apoya
este argumento diciendo que: "No es finalidad de la interpretación el averiguar la
verdadera voluntad interna13 que no ha llegado a expresarse. Objeto de la interpretación
es solamente el supuesto de hecho externo de la declaración de voluntad (Lehmann, pág.
305)

Sin embargo los redactores de Código alemán consideraron que este tipo de normas no
eran propias de un código, por tratarse más de reglas de la lógica, sin valor jurídico
positivo (De Castro y Bravo). En efecto a partir de los materiales romanos relativos a la
interpretación de los contratos, los Códigos europeos diseñaron dos líneas de evolución
diferentes. La tradición germánica, cuyo principal exponente es el BGB alemán, que
relativizó aquel precedente concedido muy escaso valor jurídico a las normas de
interpretación a las que valoró como reglas lógicas, sin contenido positivo14. (Serrano
Fernández).

En efecto así quedo redactado en el BGB Alemán:

133. “Auslegung einer Willenserklärung. Bei der Auslegung einer


Willenserklärung ist der wirkliche Wille zu erforschen und nicht an dem
Buchstäblichen Sinne des Ausdrucks zu haften”.

11
Este método adoptó el CC. alemán de comienzos de siglo, apartándose del sistema francés. De hecho las codificaciones
basadas en el sistema gérmanico se caracterizan por la parquedad de la regulación, con escasísimas disposiciones, que no
superan los tres artículos. Es sintomático el BGB que destina a la interpretación el artículo 133, en sede de declaraciones de
voluntad en general, y el articulo 157 para los contratos.
12
Enneccerus, Ludwig, Theodor, Kipp y Martin Wolf, Tratado de Derecho Civil (Parte General). Asi mismo, podemos
encontrar en Lehmann, Heinrick en su tratado de Derecho Civil, cuando explica lo que se entiende por declaración, siendo
esta una exteriorización, con fines de notificación, de una determinada voluntad de negocio jurídico. (Lehmann , p. 297)
13
En efento Danz, Erich afirma que los pensamientos internos de las partes no pueden nunca determinarse por los solos
documentos. (DANZ, E, Encontrado en:
http://www.analectaeditorial.com/DANZ__La_interpretacion_de_los_negocios_juridicos.htm
14
Consecuencia de esta orientación es la inclusión en los respectivos textos normativos, escasas normas destinadas a regular
la interpretación de los contratos.
Laura Galindo Romero

Normas interpretativas:

De los textos romanos se obtuvieron las primeras reglas de interpretación, que fueron
utilizadas por antiguos autores del derecho. Los códigos liberales las tomaron de las
quince reglas que enumera Domat y que son reducidas por Pothier a una docena.

De acuerdo al Code civil des Français, el cual se rige por el principio clásico de
interpretación de los contratos, en lo referente a la autonomía de la voluntad.

Section 5 : De l'interprétation des conventions.

Article 1156: “On doit dans les conventions rechercher quelle a été la
commune intention des parties contractantes, plutôt que de s'arrêter au
sens littéral des termes.”

Manteniéndose en plenitud a la autonomía de la voluntad como posibilidad de


autorregulación de sus derechos por los particulares, con el respaldo legal, que le da
fuerza obligacional. Es una clara aplicación del principio “pacta sunt servanda”.

La autonomía privada forma parte del poder de autodeterminación de la persona y


habilita, en este orden, dos ámbitos de libertades: a.- la libertad para contratar cuando y
con quien se decida y b.- la libertad para definir el contenido del contrato. Es el
reconocimiento de la aptitud del sujeto para el ejercicio de sus facultades con el objeto de
crear reglas de conducta para sí y en relación con los demás, lo que traerá aparejada la
consiguiente responsabilidad por sus actos, como contracara del otorgamiento de la
libertad.

El Code Civil a diferencia del BGB, si expone reglas de interpretación que deben ser
seguidas por el interprete a la hora de buscar el sentido que buscaban las partes, esos
artículos van del 1156 al 1164. En efecto todos los códigos que siguieron al francés lo
adoptan, en consecuencia el Código Civil chileno de Bello introduce similares normas
(arts. 1560 a 1566); y en el Código Civil colombiano, las contiene entre los artículos 1618
a 1624. Lo mismo sucede en Italia, en el Código de 1865, donde se recogen también las
reglas interpretativas del Código Civil francés.15

Precisamente es de esta descendencia de donde procede llamada tradición latina que, por
el contrario, sí se preocupo de especificar las reglas que debían regir la interpretación de
los contratos.16 En efecto, el código napoleónico trató de realizar ante todo un ideal
filosófico y político, mientras que el alemán encarna principalmente un ideal científico,
reflejo de una doctrina que había logrado un indiscutible florecimiento.

La regla fundamental de interpretación contractual prevista en el artículo 1560 del Código


civil chileno dispone que: “Conocida claramente la intención de los contratantes, debe
estarse a ella más que a lo literal de las palabras”. Este precepto se vincula a la teoría
15
A pesar de que en el Código Civil italiano de 1942, pasa con modificaciones sustanciales.
16
Estas reglas de interpretación de los contratos quedaron incorporadas al Code francés y de ahí pasaron a cuantos Código
descendieron de este módelo, como el Codice civile, o nuestro Código Civil.
Laura Galindo Romero

subjetiva, pues se privilegia la intención de los contratantes por sobre lo manifestado en el


contrato. Y es finalmente así como quedo escrito en nuestro código civil colombiano en su
art 1618:

Art. 1618: “Conocida claramente la intención de los contratantes, debe


estarse a ella más que a lo literal de las palabras.” 17

Por el contrario, la tesis objetiva entiende el contrato no sólo como un instrumento de


intercambio, sino, también, le otorga una función social que debe estar conforme a la
buena fe y el orden público.

Conclusiones:
Podría concluir que las dos tradiciones jurídicas pueden sintetizarse en la idea de que el
hilo conductor de las soluciones acogidas en el BGB y en el Code Civil18, respecto de los
problemas que plantea la interpretación de los contratos, se encuentra en íntima conexión
con la propia concepción del contrato (ya bien sea como convención, siguiendo a Domat
y Pothier; o como negocio jurídico, siguiendo a Savigny, Lehmann, Enneccerus – Kipp y
Wolff) y con el papel que el mismo juega el principio de la autonomía de la voluntad, y la
declaración da la misma.

Finalmente es plausible observar como el Código civil de Bello, al igual que nuestro
Código Civil Colombiano, recogen siguiendo el modelo francés el sistema subjetivo de
interpretación de los contratos otorgando preeminencia a la voluntad de los contratantes
por sobre la palabra escrita. (Pizarro Wilson).

17
Dejando de manifiesto la prevalencia de la intención de las partes sobre lo literal del texto.

18
Los sistemas de common law sitúan la esencia del contrato no ya en el mero acuerdo de voluntades, sino sobre todo en el
resultado efectivo de esa propuesta que queda garantizada. En consecuencia, el interprete no ha de investigar la voluntad de
las partes sino fundamentalmente hechos exteriores a la declaración,
Laura Galindo Romero

Obras Citadas:

• Betti, Emilio. Teoría General del Negocio Jurídico. Ed. Ed. Revista de Derecho
Privado. Trans. Traducción de Martín Pérez. Vol. Tomos I y II. Madrid, 1959.
• Danz, Erich. "La interpretación de los negocios jurídicos." Traducción de W. Roces.
Madrid: Librería General de Victoriano Suaréz, 1926.
• De Castro y Bravo, Federico. "El negocio jurídico." Madrid: Civitas, 1991.
• Enneccerus-Kipp y Wolff, Bosch. "Código Civil Alemán (BGB)." Alemán, ápendice
del Tratado de Derecho Civil. Trans. Traducción de Carlos Melón Infante.
Barcelona, 1955.
• Diéz-Picazo, Luis. Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial. Vol. Tomo I y II.
Madrid: Civitas, 1996.
• Flume, Werner. El Negocio Jurídoco. Trans. Traducción de José Luis Miquel
González y Esther Goméz Calle. Madrid: Fundación Cultural del Notariado, 1998.
• Goldschmidt, Werner. "Introducción filósofica al Derecho." Ed. Depalma. Buenos
Aires, 1987.
• Hattenhauer, Hans. " Conceptos fundamentales del Derecho Civil." Ed. Ariel.
Barcelona , 1987.
• Josserand, Lois. "Derecho Civil." Trans. Traducción de Santiago Cunchilos y
Manterola. Vol. Vol. 1. Buenos Aires, n.d. Tomo II vols.
• Lehmann, Heinrich. "Tratado de Derecho Civil." Ed. Revista de Derecho Privado.
Vol. 1. Madrid, 1956. Parte General.
• Pizarro Wilson, Carlos,. "La interpretación de los contratos en el Código civil
chileno. Dos problemas particulares: las obligaciones accesorias y las condiciones
generales." Fundación Fueyo. 18 Mayo 2011
<http://www.fundacionfueyo.udp.cl/articulos/carlos_pizarro/Interpretacion%20cont
ratos.pdf>.
• Serrano Fernández, María. Estudio de Derecho Comparado sobre la Interpretación
de los Contratos. Valencia: Tirant lo Blanch, 2005.
• Wesenberg, Gerhard y Wesener, Gunter. Historia del Derecho Privado Moderno
en Alemania y en Europa. Ed. Lex Nova. Traducción de la 4ta. Ed. Alemana, por
Jose Javier de los Mozos Touya. Valladolid 1998.

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