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Foro Público

Por arte de barrio


Memorias

Mejoramiento Integral de Barrios en Bogotá

NACIONAL
FAC U LTA D D E A RT E S
FAC U LTA D D E C I E N C I A S H U M A N A S
Foro Público

Por arte de barrio


Memorias
Foro Público

Por arte de barrio


Memorias

Mejoramiento Integral de Barrios en Bogotá


16 y 17 de abril de 2007

FAC U LTA D D E A RT E S
FAC U LTA D D E C I E N C I A S H U M A N A S
Universidad Nacional de Colombia Este Foro Público surge como una iniciativa que
Sede Bogotá toma como punto de partida el trabajo adelantado
Facultad de Artes por la Universidad Nacional de Colombia para el
“ESTUDIO DE CONCEPTUALIZACIÓN DEL
Maestría en Hábitat
MEJORAMIENTO INTEGRAL DE BARRIOS
Rector BOGOTÁ D.C.” (2006), que correspondió al
Moises Wasserman Lerner contrato firmado con el Banco Alemán KfW y
Vicerrector sede Bogotá supervisado por la Caja de Vivienda Popular.
Fernando Montenegro Lizarralde
Grupo de trabajo
Decano
Jaime Franky Rodríguez Director proyecto
Arquitecto Carlos Alberto Torres Tovar Mg. Urb.
Vicedecano
Profesor Asociado Universidad Nacional de Colombia
Pablo Abril Contreras
Coordinadores
Secretario Académico
Grupo de Mejoramiento Físico e Infraestructura
Fredy Chaparro Sanabria
Juanita Montoya Galvis
Directora de Bienestar
Martha Luz Salcedo Barrera Grupo de Mejoramiento de la Convivencia y
Desarrollo Comunitario
Director del Centro de Divulgación y Medios
Alfonso Espinosa Parada Jhon Jairo Rincón García
Coordinador Académico Maestría en Hábitat Grupo Administrativo y de Gestión de Proyectos
Carlos Alberto Torres Tovar Piedad Marcela Rodríguez Agudelo
Asesores
Coordinación editorial Ingeniero Catastral y Geodesta
Carlos Alberto Torres Tovar Álvaro Ibatá Ceballos
Asistente editorial
Urbanista
Gabriela Stephanie Pérez Cardozo
Pedro Buraglia
Colaboración
Sandra Patricia Bustos Guzmán Asistente general
Donka Atanassova Iakimova
Diseño de pauta y cubierta
Marcela Godoy Asistentes de investigación
Diseño y diagramación Administrador
Alejandro Medina Jhon Jairo Macías Católico
Corrección de estilo Arquitectos
Claudia Burgos Ángel Diego Mauricio Cala Rodríguez
Impresión Jairo Alberto Niño
Kimpres Ltda. Economista
Sandra Catalina Campos Romero
Bogotá, Colombia, 2009
© Universidad Nacional de Colombia Politóloga
Sede Bogotá Johanna Eloisa Vargas Moreno
Facultad de Artes Sociólogo
Maestría en Hábitat. César Augusto Mendoza Beltrán
Línea de Investigación: Estudios en Vivienda
Tallerista
Grupos de investigación: Magnolia Ángel
“Procesos Urbanos en Hábitat, Vivienda e Informalidad”
“Hábitat y Vivienda” Vídeo MIB – Por Arte de Barrio
© Autores Varios Equipo de edición. Música. Textos utilizados
ISBN: 978-958-719-212-4 Encarrete. Bogotá, abril de 2007

Catalogación en la publicación Universidad Nacional de Colombia


Foro Público Por Arte de Barrio (2007 : Bogotá)
Mejoramiento integral de barrios en Bogotá : memorias / comp. Carlos
Alberto
Torres Tovar. – Bogotá : Universidad Nacional de Colombia. Facultad de
NACIONAL Artes, 2009
154 p.
ISBN : 978-958-719-212-4

FAC U LTA D D E A RT E S 1. Desarrollo urbano – Bogotá 2. Embellecimiento urbano - Bogotá 3.


Urbanismo –
Bogotá I. Torres Tovar, Carlos Alberto, 1965- - comp.

CDD-21 711.58 / 2009


Agradecimientos
Un reconocimiento y agradecimiento a las personas y entidades sin las cuales no hubiese
sido posible adelantar este Foro Público.
Fernando Montenegro, Vicerrector de la sede Bogotá. Universidad Nacional de Colombia.
Edna Bonilla, Secretaría Distrital del Hábitat –SDHT–. Luz Teresa Gómez, Decana
Facultad de Ciencias Humanas.Universidad Nacional de Colombia. Jaime Franky, Decano
Facultad de Artes. Universidad Nacional de Colombia. Mercedes Castillo, Economista,
Grupo de investigación “Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad”. Universidad
Nacional de Colombia. Fabio Giraldo, Coordinador Nacional del programa UN-Hábitat/
Colombia. José Alejandro Bayona, Departamento Nacional de Plantación –DNP–.
Fernando Rojas, Secretaría Distrital de Planeación –SDP–. Carlos Torres, Coordinador
Académico. Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia. Carlos Mario Yory,
Profesor Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia. John Jairo Rincón,
Sociólogo, Consultor. Universidad Nacional de Colombia. Pedro Buraglia, Profesor
Maestría en Diseño Urbano. Universidad Nacional de Colombia. Leonardo Morales,
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial –MAVDT–. Carolina Carmona,
Secretaría Distrital del Hábitat –SDHT–. Gonzalo Correal, Sociedad Colombiana de
Arquitectos –SCA–. Juanita Montoya. Profesora Escuela de Arquitectura y Urbanismo.
Universidad Nacional de Colombia. Michael Kleinkatofer, Consultor Proyecto SUR con
Bogotá. Francesco Ambrossi, Coordinador Obras con saldo Pedagógico. Carlos Alberto
Montoya, Empresa de Desarrollo Urbano –EDU–, Medellín. Juliana Portillo, Empresa de
Desarrollo Urbano –EDU–, Medellín. David Millán Orozco, Secretaría de Vivienda Social,
Cali. Donka Atanassova, Socióloga, Grupo de investigación “Procesos urbanos en hábitat,
vivienda e informalidad”. Universidad Nacional de Colombia. Gladys Aristizábal, Consultora
Internacional. Aura Rosa Castaño, Secretaría Distrital del Hábitat –SDHT–. Ricardo
Ramírez, Fedevivienda. Clemencia Escallón, Universidad de los Andes, Bogotá, D.C.
Contenido

Introducción. Foro público por arte de barrio 11

Presentación. Bogotá, D.C., y el mejoramiento integral de barrios 15

Pánel de apertura
Arq. Fernando Montenegro Lizarralde. Vicerrector de la sede Bogotá.
Universidad Nacional de Colombia 19
Arq. Jaime Franky Rodríguez. Decano Facultad de Artes.
Universidad Nacional de Colombia 21
Soc. Luz Teresa Gómez de Mantilla. Decana Facultad de Ciencias Humanas.
Universidad Nacional de Colombia 25
Adm. Edna Cristina Bonilla Sebá. Secretaría Distrital del Hábitat 31
Arq. Carlos Alberto Torres Tovar. Mg. Urb. Coordinador Académico
Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia 39

Pánel 1. Mib, modelo de desarrollo y modelo de ciudad 65


1.1. El modelo de desarrollo propuesto sobre el cual se configura la ciudad 65
1.2. Caracterización del modelo de ciudad en Bogotá 69
1.3. Los aportes del MIB en Bogotá en relación con el modelo de ciudad 73
1.4. Consideraciones del pánel: modelo de desarrollo y modelo de ciudad 74

Pánel 2. Políticas de mib en el contexto urbano 77


1.1. Política de MIB 78
1.2. Criterios del diseño de la política de MIB 78
1.3. Aportes de los distintos enfoques de MIB implementados a lo largo del tiempo 81
1.4. MIB como estrategia integral para la ciudad: cambios y compromisos 83
1.5. Consideraciones del pánel: políticas de MIB en el contexto urbano 85

Pánel 3. Experiencias de mib 91


1.1. Proyecto Sur con Bogotá. Un modelo de desarrollo con participación comunitaria 91
1.2. Proyecto Obras con Saldo Pedagógico –OSP–, Departamento Administrativo
de Acción Comunal Distrital –DAACD– (1996-2000), Bogotá, D.C. 96
1.3. Proyecto de Recuperación Ambiental y Consolidación Habitacional en Sistemas
Naturales Urbanos. Quebradas y Laderas 98
1.4. Proyecto de recomposición integral del entorno de las lagunas el Pondaje
y Charco Azul 102
1.5. Consideraciones del pánel: experiencias de MIB 104

Pánel 4. Proyecciones y potencialidades del mib 107


1.1. Importancia y potencialidades del MIB 107
1.2. La ciudad: territorio en construcción (el futuro del mejoramiento integral
de barrios) 111
1.3. Consideraciones del pánel: proyecciones y potencialidades del MIB 112

Pronunciamiento público sobre mib y ciudad 117


Declaración sobre mejoramiento barrial 117

Bibliografía y otras fuentes 125

Anexos
Anexo 1. Presentaciones foro público 129
Anexo 2. Documentación mib. Cd-rom 131
Presentación 131
Índice 132
1. Mejoramiento integral de barrios 133
2. Planeacion y participación 142
3. Hábitat 146
4. Diagnósticos y caracterizaciones urbanas 149
5. Pobreza urbana 151
6. Convivencia, seguridad y cultura ciudadana 152
7. Gestión y administración pública 152
8. Varios 153
Introducción

F o r o p ú b l i c o p o r a rt e d e b a r r i o

El Mejoramiento Integral de Barrios –MIB– no es un hecho nuevo. Por el


contrario, existe una trayectoria de carácter nacional e internacional de más
de treinta años, en los cuales se han explorado diferentes enfoques. Origina-
riamente el MIB estuvo orientado a la provisión de servicios urbanos en los
barrios con carencias de infraestructura, a fin de ofrecer condiciones de salu-
bridad mínimas y saneamiento básico, y de regularizar la tenencia de la tierra.
Actualmente el MIB atiende carencias sociales urgentes (servicios dirigidos a
grupos vulnerables como guarderías infantiles y otros equipamientos); y se ha
convertido en un vehículo eficiente para que el Estado implemente distintas
estrategias de acción social.
El MIB se ha transformado en una estrategia, a lo largo y ancho de Amé-
rica Latina, para dar respuesta a las realidades urbanas en la cuales los propios
pobladores han gestionado su hábitat como solución alternativa; situación
que no corresponde al desarrollo formal o planificado de las ciudades y que
resulta, la mayoría de las veces, precario e inestable.
Durante muchos años, el énfasis del MIB estuvo en los aspectos físico-
espaciales, concediéndole al MIB un carácter de mejoramiento de la infraes-
tructura que pretendía a la vez garantizar el embellecimiento de la ciudad. Sin
embargo, este enfoque no resistió mucho tiempo y se fueron sumando distin-
tas perspectivas tendientes a identificar el problema de la informalidad desde

11
Fo r o P ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

el punto de vista del desarrollo integral, enfoque que contempla las facetas
sociales, productivas, culturales y territoriales de manera compleja y con la
misma importancia que tuvo lo físico-espacial.
El enfoque de hábitat refuerza, desde otra perspectiva, el aspecto am-
biental, vinculándolo, por un lado, al tema de la sostenibilidad de los asenta-
mientos humanos y, por otro, a la preservación de los recursos naturales. Estos
elementos constituyen los retos del tema ambiental y evidentemente integran
los desafíos de los desarrollos teóricos, pero sobre todo de la materialización
concreta del hábitat, por ello deben ser definitivos en la formulación, diseño y
ejecución de los proyectos de MIB.
Son muchos los desafíos que hoy enfrenta el MIB. Los principales, a
nuestro modo de ver, son los relacionados con su adopción como una acción
estratégica para la ciudad, que debe trascender la simple intervención y el ca-
rácter asistencial, para convertirse en una estrategia indispensable y práctica.
Un segundo reto es la concreción de un enfoque y un modelo de trabajo que
le permita integrar las perspectivas existentes y ser realmente integral. Un
tercer reto consiste en la visibilización como estrategia ante varias instancias:
primero, frente a las instituciones del Estado mediante la construcción de una
política pública integral y permanente; segundo, frente a las comunidades de
pobladores mediante el reconocimiento de la importancia de las acciones de
mejoramiento en su calidad de vida en general; y, tercero, frente a los círculos
académicos, que están en mora de reconocerlo como un tema de estudio fun-
damental para la ciudad.
En aras de aportar a la superación de estos tres retos, este Foro Público
se constituye en un hito para tratar el tema a nivel distrital, y recoger las
experiencias y visiones existentes en el ámbito nacional, en un espacio para
oxigenar las experiencias de trabajo en materia de MIB y en una oportunidad
para dar cuenta de su importancia para la ciudad latinoamericana a partir del
caso de la ciudad de Bogotá.
El Foro Público se propuso tres objetivos:

1. Dar a conocer el tema del Mejoramiento Integral de Barrios –MIB– y su


importancia estratégica para la ciudad de Bogotá.
2. Dar cuenta de los procesos y propuestas actuales en torno al MIB, su via-
bilidad y su desarrollo.

12
Introducción. Foro público por arte de barrio

3. Generar un pronunciamiento público sobre el MIB que permita posicionar


el tema desde los distintos actores y sujetos partícipes del Foro Público.

De acuerdo con esta perspectiva, el Foro Público abordó diferentes as-


pectos del MIB por medio de la metodología de pánel, en la cual los pane-
listas presentaron sus ponencias por espacio de veinte minutos, moderadas
por un profesor de la Universidad Nacional de Colombia, con la interacción
del público a través de preguntas o a través de la moderación misma en los
siguientes ejes temáticos:

1. Modelo de desarrollo y modelo de ciudad


2. Políticas de MIB en el contexto urbano
3. Experiencias de MIB
4. Proyecciones y potencialidades del MIB

El propósito de este documento de memorias del Foro Público Por Arte de


Barrio: Mejoramiento Integral de Barrios en Bogotá, es posicionar el tema a partir
de las experiencias de quienes participaron en este encuentro. La pretensión
es, ante todo, construir espacios de reflexión sobre un tema de importancia
vital para Bogotá –y seguramente para muchas de las ciudades colombianas
y latinoamericanas–, y a la vez estimular dichas reflexiones. El presente do-
cumento de memorias es, entonces, la síntesis de los temas tratados y de las
discusiones generadas en cada uno de los ejes temáticos, que concluyó con la
Declaración Pública sobre Mejoramiento Integral de Barrios “La ciudad desde
la perspectiva de derechos”.

Arq. Carlos Alberto Torres Tovar, Mg. Urb.


Profesor Asociado
Coordinador Académico del Foro Público
Ciudad Universitaria. Bogotá, D.C.
Universidad Nacional de Colombia

13
Presentación

B o g o t á , D. C . , y e l m e j o ra m i e n t o
i n t e g ra l d e b a r r i o s

Para comprender la manera en la que desde la administración de la ciudad se


ha considerado el tema del Mejoramiento Integral de Barrios –MIB– es nece-
sario conocer cómo se han dado los procesos de crecimiento y ordenamiento.
Bogotá ha tenido diferentes intentos de planificación que han hecho
que la ciudad se construya por partes. La ciudad ha crecido sin continuidad
en el planeamiento:
Hasta la década de los años sesenta Bogotá se construyó con excelentes parámetros ur-
banos; después, procesos no controlados de transformación y de densificación, generaron
importantes condiciones de deterioro” (Ponencia Secretaría Distrital del Hábitat, 2007).

La ciudad sufrió una gran destrucción provocada por la violencia en


el hecho conocido como El Bogotazo. Luego de esta ruina física la ciudad
se levanta de las cenizas para iniciar un nuevo ciclo; durante las décadas
del cincuenta y el sesenta el urbanismo toma un nuevo aire. Comienza un
proceso acelerado y poco controlado de recepción de población, hecho que
tomó por sorpresa a los dirigentes de la ciudad a quienes, a pesar de las
decisiones tomadas, les fue imposible controlar la situación de caos que
enfrentaba la ciudad.
Estos hechos hacen que hoy la ciudad sea definida como una ciudad
“mal construida: sin parámetros ni principios de planeación”, con serias

15
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

dificultades para el acceso al suelo por parte de los más pobres –lo que
genera asentamientos ilegales con insuficiencias en su bases y equipamien-
tos–, y con un alto nivel de pobreza y segregación.
Las condiciones de desarrollo urbano de la ciudad asociadas al bajo ingre-
so y dificultades de acceso al suelo han propiciado: la generación de un modelo
de ocupación del territorio por fuera de los parámetros urbanísticos; un déficit
tanto en la cobertura como en la calidad de los sistemas públicos de provisión
de servicios públicos y sociales; deficiencias en la accesibilidad; y mala calidad
ambiental y de las viviendas.
Ante estas dificultades las diferentes administraciones han buscado im-
plementar una serie de programas con el fin de mejorar las condiciones de vida
de los habitantes y garantizar el derecho a la ciudad. El Plan de Ordenamiento
Territorial –POT– integra el MIB en su política social como un mecanismo
para resolver la situación de pobreza mediante la integración de las dimen-
siones social y territorial con las estrategias transversales de participación ciu-
dadana y de coordinación interinstitucional. Con la aprobación del POT para
Bogotá se avanza visiblemente, pues el MIB está integrado como una política
que no depende de una administración de turno sino que se perfila como una
política de largo aliento.
En este sentido, la Secretaría Distrital del Hábitat –SDHT– se crea
gracias a la reforma institucional hecha a las entidades del Distrito en 2006
dando cumplimiento al objetivo del POT y a su política de hábitat. De con-
formidad con el acuerdo1 que le da origen, la Secretaría Distrital del Hábitat
tiene por objeto “…formular las políticas de gestión del territorio urbano y
rural en orden a aumentar la productividad del suelo urbano, garantizar el
desarrollo integral de los asentamientos y de las operaciones y actuaciones
urbanas integrales, facilitar el acceso de la población a una vivienda digna y
articular los objetivos sociales económicos de ordenamiento territorial y de
protección ambiental” (artículo 115 del Acuerdo 257 del 30 de noviembre
de 2006). Bajo estas consideraciones el Distrito formula una propuesta de
desarrollo para la ciudad desde la perspectiva del hábitat, que pretende ser

1
Acuerdo 257 del 30 de noviembre de 2006. “Por el cual se dictan normas básicas sobre
la estructura, organización y funcionamiento de los organismos y de las entidades de
Bogotá, Distrito Capital, y se expiden otras disposiciones”.

16
Pr e s e n t a c i ó n . Bogotá, D.C., y e l m e j o ra m i e n t o i n t e g ra l d e b a r r i o s

integral para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio2 para la erra-
dicación de la pobreza.

Secretaría Distrital del Hábitat –SDHT–


Mejoramiento Integral de Barrios

2
En el año 2000, los líderes de 189 países se reunieron en la sede de Naciones Unidas
de Nueva York y aprobaron la “Declaración del Milenio”, que se tradujo en un plan de
acción que creó 8 objetivos para erradicar la pobreza, conocidos como los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, que deben alcanzarse para 2015.

17
P á n e l d e a p e r t u ra

Arq. Fernando Montenegro Lizarralde


Vicerrector de la sede Bogotá. Universidad Nacional de Colombia

La reflexión que se ha generado últimamente sobre los asentamientos subnorma-


les ha logrado plantear soluciones, fundamentalmente, a través de lo que se ha
denominado programa de Mejoramiento Integral de Barrios.
Hemos entendido que el problema de los barrios subnormales no es un
problema sectorial ni es un problema parcial de ciertas comunidades para
las que se deben hacer algunos esfuerzos con el fin de lograr que se integren
a las ciudades. La administración contemporánea de la ciudad ha entendido
que este tipo de problemas afecta a la ciudad en su conjunto y el desarrollo
de sus posibilidades de expansión y crecimiento, es decir, que los barrios sub-
normales –los barrios que tienen dificultades de desarrollo frente al resto de
la ciudad–, son un inconveniente no solo para las personas que en ellos viven
sino para todos los habitantes de la ciudad.
En Bogotá la situación apremia. El crecimiento que tiene la ciudad en
estos momentos, implica una relación inmediata con todo el conjunto regio-
nal y el mejoramiento de barrios deja de ser un problema de tipo urbano para
convertirse, fundamentalmente, en uno relacionado con la definición de la
ciudad. Hace algunos años se entendió que no existía una ciudad sin relacio-
nes entre la metrópolis y el conjunto regional que la circunda, que la ciudad
es un problema integral, de conjunto, y que debe ser atendido en todas sus

19
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

dimensiones. Bajo esta perspectiva, la noción de MIB es parte fundamental


para la superación de las posibilidades de competitividad que tienen la ciudad
de Bogotá y la región central, y en tal sentido este tipo de foros busca nuevos
argumentos y nuevas posibilidades para entender cuál es el papel fundamen-
tal del MIB.
En buena hora la Universidad Nacional de Colombia y el conjunto de
universidades de Bogotá, han empezado a comprender cuál es su papel en
el desarrollo de la ciudad, y han empezado a trabajar conjuntamente con las
autoridades, los distintos actores y los ciudadanos para lograr una mejor com-
prensión sobre las posibilidades de mejorar las condiciones de la ciudad a tra-
vés de estudios académicos que se encuentren involucrados en el tema.
El programa de Maestría en Hábitat de la Universidad Nacional de Co-
lombia, dirigido por el arquitecto Carlos Torres, ha estado trabajando muy
juiciosamente en la idea de entender qué es el hábitat y ha logrado formular
una perspectiva distinta, entendiendo que no es solo un problema de la vi-
vienda de los sectores subnormales, sino del conjunto completo de la región, y
bajo esta premisa y como resultado de discutir y referirse al tema se comienza
a emplear un lenguaje totalmente distinto.
Inauguro este Foro Público con el mayor entusiasmo, y con el ánimo de
que podamos dar pasos importantes en el aprendizaje y en el conocimiento de
lo que es el problema del hábitat, la vicerrectoría de la sede Bogotá le brinda
todo su apoyo.

20
Arq. Jaime Franky Rodríguez
Decano Facultad de Artes. Universidad Nacional de Colombia

El déficit cualitativo de la calidad urbana es un déficit acumulado. Tal afir-


mación, que se debe entender históricamente, se refiere al hecho de que los
problemas que han surgido en cada momento de la historia y en los que se han
interesado los actores políticos y sociales, no han sido totalmente resueltos en
su momento. Esto se hace particularmente evidente en el caso de los asenta-
mientos que han sido denominados de múltiples maneras en el tiempo, como
marginales, piratas, subnormales, emergentes, ilegales, periféricos; denomi-
naciones que muestran el modo en que son vistos o quieren tratárseles.
Como quiera que sea, los problemas siguen sin solución y resultan cada
vez más complejos. La preocupación por dotar de una estructura organiza-
tiva a la ciudad se remonta al momento mismo de las primeras fundaciones
españolas; se suman las preocupaciones posteriores por la higiene, el espacio
público y los elementos físicos de la infraestructura, o por los espacios de la
vivienda, y más recientemente las relacionadas con la sostenibilidad, la com-
petitividad, la movilidad, el territorio, entre otras.
De allí se desprende que:

1. Si tenemos en nuestros barrios una problemática acumulada, su solución


no puede ser inmediata, se debe ubicar en horizontes de largo plazo; de lo
que se trata es de iniciar procesos que permitan, eso sí, frenar en el plazo

21
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

inmediato el crecimiento del problema e iniciar el tránsito hacia soluciones


más permanentes.
2. De la complejidad acumulada se desprende también que la situación debe
ser abordada integralmente; los problemas están tejidos entre sí, y por lo
tanto, deben ser enfrentados en conjunto. El abordaje complejo parte de
reconocer el tejido, y hacerlo evidente como un modelo de aproximación
antes que como un modelo de intervención.
3. El horizonte de largo plazo que impone una aproximación compleja exige la
incorporación de los diferentes actores implicados, en especial de la participa-
ción ciudadana, situación ampliamente reconocida en los programas de MIB.

Implementar estas medidas involucra un cambio de proceder y un cam-


bio profundo en nuestro modo de ver. No se trata únicamente del logro de los
fines deseados, sino que el modo de plantear las soluciones en la larga dura-
ción son las que promueven un cambio real. El reconocimiento de múltiples
actores y de múltiples enfoques choca con los modos tradicionales de ver y
proceder; los cambios necesarios para la constitución de ciudadanos en el sen-
tido moderno del término, referido a alcanzar la mayoría de edad y de valerse
por sí mismos, son retos que de ser superados, conllevarían a un mejoramiento
y disminuirían el riesgo de la aparición de soluciones insostenibles.
El empoderamiento de la comunidad, utilizando términos venidos de
otras áreas de análisis, que resulta también necesario, se enfrenta con la adop-
ción de una actitud inhabilitante por parte de nuestros profesionales y técnicos
que los lleva a asumir una visión asistencialista, criticada, pero aún presente
en nuestra cultura.
En síntesis creo, y debo utilizar la primera persona, que lo esencial es
cambiar nuestro proceder para no repetir la historia y evitar enfrentarnos al
futuro apelando a los paradigmas del pasado que, en el caso que nos ocupa,
han resultado un tanto inoperantes o ineficientes.
Es prudente aclarar que considero la ciudad, y específicamente el barrio,
como el espacio más propicio para el pleno desarrollo del ser humano, y es, sin
duda, el mejor que hasta ahora hemos podido construir. Como lo definiera en
los años treinta William Munro, en la Enciclopedia de las Ciencias Sociales:

La ciudad es más rica que el campo, más hábil, más erudita, con más iniciativas, más filan-
tropía, en ella hay más ciencia, más divorcios, más alienados, más accidentes, más ricos y

22
Pánel d e a p e rt u ra

más pobres, más personas inteligentes y más tontos. Es característico de la vida ciudadana el
encuentro, la mezcla y en definitiva, la comprensión mutua de toda clase de gente. (Munro,
1930: 479, citado por Ramiro Cardona Gutiérrez, La ciudad y la gente).

La Universidad debe ser vista, entonces, como un agente calificado y debe


incorporarse, y así lo ha venido haciendo, al planteamiento y acompañamiento
de los proyectos particulares orientados hacia el mejoramiento de las condicio-
nes de la calidad de vida en el ámbito de la Secretaría Distrital del Hábitat.
En un panorama de cambio como el que se presenta, es claro que la
Universidad no tiene todas las respuestas, pero puede ayudar a construirlas;
su diversidad y la amplitud de las áreas de su competencia le permiten el
acompañamiento en los abordajes complejos. Entre ellos estarían la consoli-
dación de iniciativas de cogestión para atender aspectos tales como estimular
modelos de competitividad cooperativa, de manera que la sostenibilidad de
las soluciones se vea favorecida; desarrollar y aplicar en nuestra ciudad meto-
dologías de codiseño o diseño participativo. Es decir, la Universidad puede ir
mas allá de la superficie en un mundo gobernado por la superficie.
La integración de actores es inaplazable y fundamental, más en contextos
como el nuestro, cuyas problemáticas son particulares y no hacen ya parte de
los temas de las agendas de orden global, o si lo hacen no ocupan realmente
la atención. No se trata de aislarnos de la pelea global del libre mercado y del
libre cambio, porque existe; se trata, como diría Alejandro Piscitelli frente al
mundo de la cibercultura y del ciberespacio, de comprender muy profunda-
mente y actuar desde esa comprensión; es muy diferente estar desconectados
en el norte donde se desconecta por hartazgo que estar desconectados en el sur
donde se desconecta por privación.

23
Soc. Luz Teresa Gómez de Mantilla
Decana Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Colombia

Solo hace 50 años la población se distribuía entre un 30% en la ciudad y


un 70% en el sector rural. Hoy esta distribución poblacional se ha invertido
completamente, como resultado de los procesos migratorios ocasionados por
nuestra consuetudinaria violencia. Como resultado de esto millones de perso-
nas se hacinan en los cinturones periféricos de las grandes ciudades.
A principios de abril de 2007, la directora del Departamento Nacional de
Planeación –DNP– afirmó que en Colombia existen 19 millones de personas
cuyo ingreso mensual es menor a $250.000 y 9 millones de personas perciben
menos de $100.000 mensuales. ¡Las cifras no pueden ser más alarmantes!
Ante esta situación la Universidad Nacional de Colombia debe asumir
la responsabilidad de pensar seriamente el problema urbano que incluye, por
supuesto, una reflexión profunda acerca de lo que significa habitar la ciudad.
Habitar implica ocupar un espacio. Así el 70% de los colombianos habi-
tamos espacios urbanos, es decir, construimos ciudades. Espacios que previa-
mente a su realidad material fueron pensados. Ángel Rama, a propósito de las
ciudades latinoamericanas, afirma que:

… antes de ser una realidad de calles, casas y plazas, las que sólo pueden existir y
aún así gradualmente, a lo largo de un tiempo histórico, las ciudades se emergían
ya completas por un parto de la inteligencia en las normas que las teorizaban, en las

25
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

actas fundacionales que las estatuían, en los planos que las diseñaban idealmente, con
esa fatal regularidad que acecha los sueños de la razón (Rama, 1985).

Tenemos así una concepción de la ciudad pensada desde una racionali-


dad letrada que considera legítimo su argumento avalado por la condición
hegemónica que le otorga una estructura de poder. Ciudad del deber ser, es-
pacio para una particular forma de concebir el habitar dentro de una específica
forma de entender el orden, el progreso, la razón, y que mediante la ley y la
planificación, instrumentos propios de su condición de poder, pretende ha-
cer legítimo lo legal. Las ciudades pensadas establecieron sus órdenes, con su
doble acepción (organización y mandato), y como espacios que trascendieran
la inmediatez de una fonda o una tienda, quisieron plasmar en la construc-
ción sólida de edificios, en el diseño estructurado de sus calles, en su centro
planificado y ordenado, la continuidad que querían darle a sus instituciones.
El comienzo de las ciudades latinoamericanas pensadas para la conquista y la
colonia, estableció el sistema jerárquico y rígido de la misión civilizadora y
evangelizada, desde una prospectiva, desde una racionalidad, desde un orden,
desde la particular mirada de unos habitantes con poder.
Pero esta concepción tipológica, este deber ser, ha encontrado desde sus
comienzos otras racionalidades, con otras formas de habitar el espacio, otras
maneras de hacer cultura, otras formas de cultivar y construir. Por eso no po-
demos hablar de una única Bogotá, sino de varias Bogotás que desde hace más
de 463 años intentan habitar esta hermosa altiplanicie.
Otras nacionalidades, intereses y poderes han establecido nuevos órdenes,
usos del espacio y construcciones culturales en la ciudad real que rompe las dico-
tomías establecidas entre lo público y lo privado, lo ilegal y lo legítimo, lo for-
mal y lo informal, el centro y la periferia. Estas ciudades construidas con muchos
esfuerzos, habitadas al margen, han establecido otras legitimidades dictadas por
el ejercicio de la supervivencia que no en pocas ocasiones están en franca contra-
dicción con las normas y las jerarquías estéticas de los planificadores.
Así, la ciudad que no acoge en todos sus espacios a todos los habitantes,
puede ser simplemente una sumatoria de no lugares, sitios que no generan
ninguna pertenencia, espacios de otros. La consecuencia social inmediata de
esta forma de vivir en la ciudad es ni más ni menos que la anomia, la carencia
de representatividad de los intereses privados en los intereses públicos y, físi-
camente, una serie de ghettos unidos por avenidas.

26
Pánel d e a p e rt u ra

Por supuesto que la ciudad moderna requiere para hacer más eficaz su
uso, de la razón modernizadora de la planeación y del uso conveniente de la
técnica. Sin embargo, la ciudad real reinventa con su movimiento cada día en
la práctica, nuevos planes, nuevos símbolos y otros lenguajes. Es decir, que en
el campo de lo urbano se expresan, más que espacios, territorios con su clara
connotación de individuos y pertenencias. Para entender el espacio es preciso
entender las espacialidades subjetivas, la específica referencia al microespacio
de la vida cotidiana presente y particular.
Y si pensamos en una ciudad real, pensemos en los territorios bogotanos
marcados y conquistados por grupos de habitantes muy diversos surgidos no
solo de la estratificación formal, derivada de los usos, bienes y servicios, sino
de la estratificación de los símbolos que habitan la ciudad con espacialidades
y temporalidades bien diferentes.
Por todo lo anterior, la Facultad de Ciencias Humanas manifiesta su
voluntad de integrarse a las tareas que seguramente se emprenderán como
consecuencia de este Foro Público. Esta sede de la Universidad está ya com-
prometida en la tarea de integrarse sistemática y profundamente con la ciu-
dad de Bogotá, que es su ámbito inmediato.
Desde la Facultad entendemos que estos procesos de mejoramiento
barrial no son solo procesos infraestructurales que buscan la integración de
los ciudadanos.
Actualmente una tercera parte de los habitantes de Bogotá, ratifican su
condición de excluidos de la ciudad pensada, planificada, aquella a la que los
medios de comunicación le entregan día a día, como deber ser, en un micro-
cosmos contradictorio en el que se destaca la condición de limitación, de no
participación de los beneficios. Encuentra solo su posibilidad de inclusión en el
modelo hegemónico de ciudad, cada vez más distante, y sus lógicas de acción,
sus formas de habitar, irracionales y hasta penalizables. Podríamos decir que
además de excluidos se sienten estigmatizados. La pregunta que surge es si es
posible construir, cultivar y habitar la ciudad con estas lógicas distintas. Y si
cabe en el pensamiento y en la realidad una ciudad que incluya la diversidad,
que permita la expresión de las culturas y los territorios.
La integración es un proceso complejo y dialéctico que se mueve con-
juntamente con la diferenciación. Integración-diferenciación son las dos caras
de una misma moneda. Por lo tanto, tendremos que pensar en procesos de

27
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

integración social y comunitaria que tengan presente estos dos aspectos. En


Colombia y en sus ciudades, han sido los procesos de diferenciación, de parti-
cipación desigual de los recursos, de apropiación diferenciada de los espacios
y los bienes, los que han estado en la base de la desintegración y la pérdida
del sentido de identidad y, por lo tanto, pretender homogenizar las formas de
vinculación social, sin tener en cuenta las diferencias de clase, de etnia o de
género, será sin duda un ejercicio inútil.
Ahora bien, debemos señalar que la integración-diferenciación se mueve
en ámbitos distintos.
En primer lugar, los procesos de integración–diferenciación se estruc-
turan funcionalmente, de acuerdo con la necesidad de vincularse estructu-
ralmente a la dimensión social del trabajo. En una sociedad diferenciada no
podemos ponernos fuera del mercado, del consumo, de los desarrollos tecno-
lógicos, de los medios de comunicación, de los procesos de globalización, ni
de una estructura de clases.
En segundo lugar, la integración-diferenciación es siempre un proceso
ético, ya que está fundamentado en valores. Es decir, que la axiología es un
componente insoslayable de la reflexión acerca de la integración. El elemento
de la acción también está presente, pues se expresa en la vida cotidiana. Por
decirlo de alguna manera los valores son actuados diariamente; se manifiestan
de diversas formas de moral cívica.
Y en tercer lugar, la integración-diferenciación es un proceso cultural
que involucra el mundo de lo simbólico, de los significados (Beriain, 1996).
El maestro Basil Berntein (1988), ha señalado en varios de sus textos cómo
el siglo XXI será el siglo de los cambios en el control simbólico. Esta mirada
es más que pertinente e indispensable para pensar de otra forma nuestras
ciudades, pero no solo para pensarlas, sino para hacerlas reales, en tanto las
concibamos como crisoles de culturas que se hacen posibles en la cotidiani-
dad de la vida urbana. Cada una de nuestras acciones cotidianas encierra un
profundo sentido cultural y, por ende, simbólico, pero lo importante es que
estos simbolismos puedan ser transformados y reconstruidos socialmente de
manera nueva.
Estos tres ámbitos, funcional, ético y simbólico, nos permiten ver la com-
plejidad de los procesos integradores en el caso concreto de nuestra ciudad. La
integración funcional supone la construcción de las condiciones básicas para

28
Pánel d e a p e rt u ra

que los habitantes puedan expresar su potencialidad de ciudadanos. Exige,


entonces, la garantía de partición en los bienes y servicios de la ciudad. En
este sentido el reto para Bogotá es muy complicado. En 1938 era apenas un
villorrio de 330.000 habitantes, que en tan solo 55 años se convirtió en una
metrópoli de 6’840.116 habitantes (DANE, 2006). Es comprensible, enton-
ces, que en un desarrollo tan vertiginoso, la planeación, la utilización racional
del espacio y la distribución equitativa de los recursos, encuentren serias con-
tradicciones entre el deber ser y el ser.
Este espacio de la ciudadanía y del respeto por la diferencia, nos parece tras-
cendente y creemos que la academia debe comprometerse en su realización.

29
Adm. Edna Cristina Bonilla Sebá
Secretaría Distrital del Hábitat

Presentaré tres puntos fundamentales:

1. El compromiso que nos guía en la administración de la Secretaría Distrital


del Hábitat –SDHT– para cumplir todos los objetivos propuestos.
2. Cómo es entendido el programa de MIB en la SDHT.
3. La misión y las funciones principales de la SDHT, creada en noviembre de
2006 mediante una reforma administrativa de la ciudad.

El compromiso de la Secretaría Distrital del Hábitat


El compromiso de la administración de la ciudad y el alcalde es garantizar los
derechos, los derechos fundamentales y los derechos que se hacen palpables
en el tema del hábitat. Y el hábitat no lo entendemos únicamente como la vi-
vienda; creemos que debe ser el derecho al goce de la ciudad, a tener un buen
espacio de vivienda, a que las personas mejoren su calidad de vida y alcancen
lo que debería ser una vida digna, que necesariamente debe pasar por lo que es
una vivienda digna. No se puede hablar de alta calidad de vida o de aceptable
calidad de vida si no se tiene un buen sitio donde vivir.
Hemos llegado a la conclusión de que el tema del hábitat es social; está
dentro de lo que se ha llamado el eje urbano-regional del Plan de Desarrollo

31
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

de la ciudad. Mejorar el hábitat es mejorar la calidad de vida de las personas


que viven en la ciudad, es decir, de los bogotanos. Partimos de uno de los
Objetivos de las metas de desarrollo del milenio que es erradicar la pobreza extrema
y el hambre. Frente a la referencia anterior de las cifras de pobreza, y de la
situación social en la ciudad, –y aunque la SDHT está satisfecha frente a los
logros–, tenemos una tarea y una responsabilidad enorme, ya que aún hay
personas que se acuestan sin comer o habiendo tenido una única comida. Para
2015 se deben haber cumplido todas las metas de desarrollo del milenio.
Todos los programas sociales de la alcaldía están dirigidos a la erradica-
ción de la pobreza y a garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Hemos
decidido separar, solo administrativamente, ambiente y hábitat, pero creemos
que tienen una complementariedad enorme.
La SDHT asume las responsabilidades que Colombia ha aceptado con el
mundo, como por ejemplo el respeto a la Declaración Universal de los Dere-
chos Humanos, al Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales
y Culturales –DESC– y a la Constitución Política de Colombia (1991) en la
cual hay dos énfasis especiales, el derecho a la vivienda digna y el derecho al
ambiente sano.
¿Qué hace Bogotá para cumplir con las responsabilidades? En el marco
de la política pública en el Distrito, se ha abordado desde dos perspectivas:
la primera es el Plan de Desarrollo “Bogotá sin indiferencia”, y la segunda
el Plan de Ordenamiento Territorial –POT–, en ambos hay unas referencias
explicitas a la forma como entendemos el PMIB.
El Plan de Desarrollo articula cuatro ejes: el social, el urbano-regional,
de conciliación y de gestión. Las metas del Plan de Desarrollo están ubicadas
dentro del eje urbano-regional, y dentro del programa del eje urbano se in-
cluye el hábitat en los barrios y las Unidades de Planeamiento Zonal –UPZ–,
esto es, el mejoramiento del entorno de las viviendas, de las personas.
Reconocemos que la administración presenta falencias, precisamente
donde se critica a la administración es en el tema de vivienda y de hábitat.
Tenemos que cumplir con las metas del Plan de Desarrollo; sin embargo, el
programa de MIB es de los proyectos que han cumplido y sobrepasado las
metas del Plan de Desarrollo. En el POT existe una política de Hábitat y Se-
guridad Humana que aborda el tema de vivienda y de la política habitacional,
a la cual haré referencia más adelante.

32
Pánel d e a p e rt u ra

Articulación del programa de MIB en Bogotá


desde la SDHT
Esta es una ciudad con un ritmo de crecimiento acelerado que exige perma-
nentemente de acciones de mejoramiento integral, se requiere que las perso-
nas pobres y excluidas tengan un reconocimiento por parte de la ciudad. Se
afirma que “Bogotá tiene muchas ciudades al interior de la misma ciudad”, y
efectivamente, para nosotros esto es evidente. Desde la SDHT soñamos con
una ciudad no segmentada, no deberían existir esos grandes ghettos que existen
intercomunicados solamente por vías. Reconocemos dos ciudades distintas.
La primera es la ciudad planeada, en ella hay unos buenos parámetros
urbanos, es toda la parte formal de la ciudad que, de acuerdo con los cálculos,
equivale a las dos terceras partes de la ciudad. La otra ciudad es una ciudad mal
construida, que casi siempre surge de la ilegalidad, de la informalidad, en la que
no hay principios y ni parámetros de planeación. Se calcula que más o menos el
23% del área urbana tiene un origen ilegal, es el espacio donde habitan los po-
bres, personas que no tienen garantizados sus derechos. Tenemos unas deficien-
cias enormes, no solo de accesibilidad, sino en la calidad de las viviendas. Hay un
déficit habitacional grande, deficiencias en cobertura de servicios públicos y en
la calidad ambiental, pero existen dificultades enormes para que esas personas
tengan acceso a los mejoramientos de estas situaciones.
La principal consecuencia de la ilegalidad es el costo; intervenir un asen-
tamiento ilegal es mucho más costoso que construir ciudad, que planear la
ciudad, adicionalmente a esto existen consecuencias políticas, fiscales, am-
bientales, económicas y sociales.

• Para nadie es un secreto que con la vivienda es muy fácil hacer política,
por ejemplo, en este año de difíciles condiciones políticas, hay candidatos
a los diferentes cargos públicos haciendo política con la vivienda, incluso
engañando a las personas. Ahí hay unas intermediaciones clientelistas que
nos preocupan.
• En el área fiscal cuando no se actúa de forma efectiva sobre la ilega-
lidad, se crean mayores costos por los subsidios y por la intervención
para la adecuación.
• Desafortunadamente estos asentamientos siempre se ubican en zonas que
producen una presión enorme al ecosistema, los recursos naturales son

33
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

insuficientes y eso conlleva una crisis ambiental. Hay asentamientos que


están en unas zonas muy complicadas. En 2007 hemos realizado una in-
tervención directa en la zona de Nueva Esperanza –localidad de San Cris-
tóbal–, donde habían 1.198 familias por evacuar; se debe intervenir el
territorio rigurosamente, pues se evacúa una familia y en la noche siguien-
te ya hay otra ocupando ese espacio.

Las dificultades económicas y sociales se refieren a la persistencia de unas


condiciones de pobreza, de bajas tasas de escolaridad, de hacinamiento y pro-
blemas de salud; esto último se está interviniendo con el programa Salud a su
Hogar, de atención primaria, coordinado por la Secretaría Distrital de Salud.
La SDHT apoya el programa de MIB porque ve en el mejoramiento un
mecanismo de superación de la pobreza. Se deben mejorar las condiciones de
hábitat de las personas y el programa de MIB contribuye, de una u otra for-
ma, a que las personas mejoren su situación de pobreza. Para esto trabajamos
en dos dimensiones: la primera es de intervención social, en la que mediante el
trabajo con la comunidad ella misma prioriza las obras según sus necesidades;
la segunda es la intervención territorial.
Existen unas estrategias transversales que penetran directamente a las
comunidades. Se desarrolla el tema de la participación ciudadana para que
las personas se apropien de la gestión colectiva y desarrollen una cultura de-
mocrática. Con la aplicación de los planes maestros se quiere lograr una coor-
dinación institucional de fortalecimiento local. Sucede que cuando la SDHT
asume la coordinación de los planes maestros el IDU hace una intervención, el
Acueducto hace otra, las Secretarías de Educación y Salud, y cada entidad del
Estado interviene sin una coordinación adecuada. El programa de MIB está
coordinando la intervención en los barrios y en las localidades.

Misión y funciones de la Secretaría Distrital del Hábitat


La Secretaría Distrital del Hábitat cree que el programa de MIB es la forma
ideal para mejorar la calidad de vida, pero se necesita crear la institucionalidad
para ello. A finales de 2006, a través del Acuerdo 257 del 30 de noviembre,
se cambió el ordenamiento básico para la ciudad. Antes de la reforma admi-
nistrativa en el Distrito había 52 entidades, todas al mismo nivel, por ello los
consejos de gobierno eran de una enorme complejidad. La reforma organizó

34
Pánel d e a p e rt u ra

la administración de la ciudad en doce grandes sectores y se adjudicó una ca-


beza a cada sector. Entre las secretarías que se crearon están la Secretaría de
Movilidad, la Secretaría de Desarrollo Económico y la Secretaría Distrital de
Hábitat. Esto es la materialización de un esfuerzo de todas las personas que
han venido trabajando en el tema de hábitat en la ciudad.
La SDHT se creó con la obligación fundamental de responder por el
desarrollo de los asentamientos humanos en tres aspectos: habitacional, mejo-
ramiento integral y servicios públicos. He querido subrayar esos tres aspectos
porque es el énfasis que se le ha dado a la política, no es solamente en vivienda,
por eso el tema de mejoramiento reviste gran importancia para la ciudad.
Percibimos que en cuanto al sector hábitat la ciudad básicamente tiene
tres expectativas relacionadas con la vivienda, los servicios públicos domicilia-
rios y el mejoramiento del entorno.
La primera tiene que ver con la vivienda. El déficit cuantitativo y cua-
litativo de vivienda en Bogotá es enorme, estamos hablando de alrededor de
500.000 viviendas. Nos habíamos comprometido a crear 70.000 viviendas
nuevas de interés social, de las cuales no hemos alcanzado ni siquiera el 50%
de las metas. Los problemas a los que nos enfrentamos son, por un lado, la
baja oferta de vivienda pues para los constructores la VIS y la VP no son ne-
gocio, entonces no hay oferta de vivienda para la población más pobre. Por
otro lado, construir vivienda en Bogotá es de gran complejidad, implica 56
procedimientos, 52 formularios y visitas a 20 entidades. Cuando se tiene esa
maraña de trámites, para el constructor es mejor dedicarse a la vivienda de
estrato 5 y 6, que son las que le dan una mayor rentabilidad.
Eso lo está atacando la SDHT; se hizo un plan de choque para generar
vivienda y se están buscando los mecanismos para que las personas tengan
acceso. Otro problema es que las personas que no tienen vivienda o cuyas con-
diciones de la vivienda no son las mejores, no son sujetos atractivos de crédito.
Entonces se vuelve un círculo vicioso, las personas no pueden tener acceso a la
vivienda, no solo porque no existe la oferta necesaria de vivienda sino porque,
adicionalmente, no tienen el esquema financiero completo.
La segunda se relaciona con el tema de los servicios públicos. En cober-
tura se han alcanzado metas halagadoras, no ocurre lo mismo con los temas
de tarifas y de calidad en la prestación de servicios. En cuanto a las tarifas,
especialmente de agua, se está haciendo una revisión vía subsidios.

35
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

La tercera expectativa se refiere al entorno: el espacio público, los equi-


pamientos, el desarrollo armónico y el desarrollo sustentado. Para esto esta-
mos trabajando en seis grandes ejes en la SDHT:

1. Una política de desarrollo integral en los asentamientos. Se ha discutido


acerca de si el programa de Mejoramiento Integral de Barrios debe tener
una priorización. ¿Cómo llegar a unos mínimos estándares de calidad de
vida de las familias? ¿El mejoramiento de barrios se puede hacer en cual-
quier estrato, en cualquier localidad, en cualquier UPZ porque todo se
puede mejorar? ¿Qué estamos priorizando?, en unas localidades el progra-
ma de MIB es necesariamente una función pública indelegable, que como
administración debemos realizar con recursos públicos. En otros casos,
como Estado, lo que se podría hacer es coordinar la inversión privada.
2. El fortalecimiento de la prevención y el control urbano. Se debe intervenir
en el asunto de ilegalidad, el control en arrendamientos y de enajenación.
Como Estado tenemos una función indelegable, no solo en el nivel central
de la administración, sino en las localidades con las alcaldías locales.
3. Gestión integral del hábitat urbano y regional. Entendemos que el tema
del hábitat incluye la perspectiva de ciudad-región y la perspectiva urba-
no-regional; se deben proponer las normas pertinentes.
4. Gestión del suelo, la ciudad necesita suelo. A principios de abril de 2006
se hizo un acuerdo para crear unas zonas de expansión en tres áreas zo-
nales: Plan Zonal Norte, Plan Zonal Usme y el Plan Zonal Centro, para
la generación de suelo, pero no debemos descuidar el riesgo de la espe-
culación, entonces debemos hacer una rápida intervención en el tema de
precio del suelo. El precio del suelo en Bogotá no facilita la construcción
de VIS o VP, tenemos un suelo muy costoso en manos de unos pocos,
estamos buscando mecanismos como el Desarrollo Prioritario en acuerdo
con el Gobierno Nacional. Para 2007 hay 15 planes parciales aprobados
desde hace tres años que aún no se han construido. En los famosos lotes de
engorde se va a aplicar la figura del Desarrollo Prioritario, que quiere decir
que si el propietario tiene todo aprobado pero no ha querido construir,
esos terrenos entran a subasta para personas que quieran construirlos; se
le dará un plazo prudencial al propietario del terreno, pero si no hace uso
de él, la administración actuará.
5. Servicios públicos. Proponiendo y mejorando tarifas, subsidios y cobertura.

36
Pánel d e a p e rt u ra

6. Fortalecimiento del marco operativo. Tenemos como responsabilidad de-


jarle a la ciudad la Secretaría de Hábitat en marcha, y esto requiere forta-
lecer la institucionalidad.

Como se dijo anteriormente, el énfasis está en el MIB y esto se ve refleja-


do en la estructura actual de la SDHT que creó una dirección específica para
el manejo del programa MIB. En la SDHT se agruparon siete entidades, unas
son adscritas, otras vinculadas y otras con vinculación especial, la diferencia
está en la forma como la SDHT ejerce la tutela sobre ellas.
En las entidades públicas adscritas es sobre las que más se ejerce tutela:
la Caja de Vivienda Popular –CVP– y la Unidad Administrativa Especial de
Servicios Públicos –UAESP–. La CVP se encarga de reasentamientos, mejora-
miento, titulación y reparto operativo. La UAESP es responsable del manejo
integral de residuos sólidos, alumbrado público y servicios funerarios.
Hay tres entidades vinculadas: Metrovivienda, que se encarga del banco
de tierras y la oferta de suelo urbano; los subsidios de vivienda son manejados
por Metrovivienda, pero ahora pasará a la Secretaría. La Empresa de Renova-
ción Urbana –ERU–, es la ejecutora de las grandes operaciones urbanas en la
ciudad. Y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá –EAAB–.
Tenemos dos entidades con vinculación especial, a las cuales se les res-
peta todo su componente jurídico, que es la Empresa de Teléfonos de Bogotá
–ETB– y la Empresa de Energía de Bogotá –EEB–.
Le estamos apostando a tres grandes retos en la SDHT. El primero es la
Misión de Hábitat por Bogotá. Inclusión y Derecho a la Ciudad, para garanti-
zar el derecho al goce de la ciudad, la cual se ha venido trabajando en conjunto
con algunas universidades. El objetivo fundamental es formular una política
de hábitat para la ciudad –a finales de 2007 se planteó la política de Hábitat
para los próximos diez años de Bogotá–.
El segundo gran reto es el tema de trámites. Se plantea la puesta en
marcha de un Supercade del Hábitat, en el cual se cambia la metodología de
Centros Hábitat existentes para la ciudad.
El tercer reto es cumplir con las metas del Plan de Desarrollo. En eso la
Secretaría hace especial énfasis y reconoce la importancia que tiene el progra-
ma de MIB para la ciudad.

37
Arq. Carlos Alberto Torres Tovar, Mg. Urb.
Coordinador Académico Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia

Bogotá: modelo de ciudad y mejoramiento


integral de barrios
Bogotá se ha convertido en los últimos años en una ciudad paradigmática
y referente de los procesos de transformación de las ciudades colombianas y
latinoamericanas. Ello implica hacer una lectura lo más objetiva posible de lo
que es la ciudad y el modelo que se propone en los inicios del siglo XXI y ex-
poner de manera ordenada tres cuestiones principales: el modelo de desarrollo
propuesto sobre el cual se configura la ciudad, los procesos recientes de trans-
formación urbana y sus impactos y, finalmente, los problemas no resueltos
y las contradicciones aún presentes en la ciudad. Para abocarlos es necesario
presentar los elementos que definen el problema urbano en Bogotá a partir
de señalar el contexto.

39
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

Contexto general de la situación de Bogotá como punto de partida


Bogotá es una ciudad que en 20053 contaba con 6’750.000 habitantes
(DANE, 2006). Se espera que como región metropolitana4 en 2010 alcance
los 11’000.000 de habitantes (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2000), es decir, que
en un umbral de menos de 5 años esta área concentrará el 20% de la pobla-
ción total de Colombia y el 30% de la urbana.
Las cifras que se presentan sobre la ciudad son generalmente optimistas
y presentan sus avances, aunque los problemas estructurales están lejos de ser
resueltos y muchas veces no se consideran, por el contrario se invisibilizan. Un
paneo rápido de cifras da algunas luces para entender en primera instancia las
problemáticas presentes:
Bogotá es la ciudad con el mayor número de desempleados del país, con
una tasa del 15,4% en junio de 2004 frente a una tasa del 14,2% nacional
(DANE, 2004: 5); es, a su vez, la ciudad con la mano de obra más barata de
Colombia. Se erige como la sexta ciudad en población de América Latina,
después de México D.F., Sao Paulo, Buenos Aires y Río de Janeiro. Es un buen
centro conector, dado que es centro geográfico del continente, esta a una hora
del Atlántico, los países del Caribe y el Pacífico. Adicionalmente es la puerta
de entrada a los mercados de Sudamérica. Cuenta con el segundo aeropuerto
por carga transportada, el segundo por número de movimientos y el cuarto
por transporte de pasajeros en Latinoamérica. Ocupa el puesto 13 del “Ran-
king de ciudades para los negocios 2005”, entre las 40 principales ciudades de
América Latina según la metodología aplicada por la revista América Economía
(No. 299: 31).
Por otra parte, el 52% de la inversión extranjera del país se concentra
en Bogotá, principalmente en la industria manufacturera (15%), servicios fi-
nancieros (24%), servicios públicos (4%), transporte, almacenamiento y tele-
comunicaciones (9%). Bogotá cuenta con una inversión extranjera promedio
de 315 dólares por persona. Un bogotano genera 1,4 veces el PIB per cápita,

3
El POT de Bogotá previó en el año 2000 que la ciudad, en 2010, contará con 1’500.000 nuevos
habitantes producto del crecimiento vegetativo y los procesos migratorios a la ciudad.
4
Bogotá y 17 municipios circundantes conforman lo que se ha denominado el área me-
tropolitana, aunque esta figura no tiene un carácter mandatario al no ser una entidad
político-administrativa, si se desarrolla de manera funcional.

40
Pánel d e a p e rt u ra

comparado con el resto de los colombianos. Aunque cerca de la tercera parte


de sus habitantes se encuentran en la pobreza (1’241.722 personas, 17,3%) o
en la miseria (480.898 personas, 6,7%), correspondiendo a estratos socioeco-
nómicos de población 1 y 2 (DNP, 2004).
Sin embargo, el índice de calidad de vida para toda la población de Bo-
gotá tiene un puntaje de tan solo el 66%, con una tasa de analfabetismo del
4,5%, un millón 700 mil de sus habitantes no tienen afiliación a sistemas de
protección social en salud, a pesar de que Bogotá es líder en la prestación de
servicios médicos especializados a nivel regional. En los últimos diez años,
Bogotá ha mejorado la calidad de atención a madres embarazadas y niños
recién nacidos, tanto que la tasa de mortalidad en menores pasó de 25,6 a
15,04 por cada cien mil nacidos vivos, pero, según datos de la Secretaría
Distrital de Salud (2004), aún mueren 63 madres por cada cien mil niños
nacidos vivos. La cobertura en vacunación bajó al 78,5% en los últimos tres
años de la década de los años noventa, especialmente en polio, al descui-
darse como política pública de atención y prevención en salud (Secretaría
Distrital de Salud, 2004).
Por su parte, las cifras de coberturas de servicios públicos domiciliarios
para Bogotá en 2004 eran: en materia de agua potable del 98%, de 90,1%
de alcantarillado –aguas negras–, de 100% en energía eléctrica, de 99% en
recolección de residuos sólidos, 73,8% en gas natural, la telefonía domiciliaría
fija era del 34%, y el acceso a Internet tan solo del 14%; en áreas de parques
locales y barriales solo se cuenta con un promedio de 4 m2 por habitante, pre-
sentando condiciones diversas especialmente en las localidades de centro de la
ciudad (de 2 a 14 m2) (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2005).
De otra parte, el crecimiento urbano acelerado de Bogotá continúa sobre
las áreas agrícolas productivas del área metropolitana y desborda el perímetro
urbano. Así mismo, Bogotá provee de acceso a agua potable, energía eléctrica
y telecomunicaciones al área metropolitana; brinda los servicios y la infraes-
tructura de carácter metropolitano para el desarrollo de las actividades de sus
habitantes, y también la provee de oportunidades de educación y empleo,
entre otros.
Por ello, un problema fundamental que Bogotá y los municipios cercanos
deben atender es la definición clara de un proyecto de ciudad y región, como
área metropolitana o bajo otra figura, que permita compartir responsabilida-

41
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

des a partir de las fortalezas y debilidades, más cuando Bogotá cada día agota
sus áreas urbanizables y de hecho las extenderá sobre los municipios vecinos.
Hoy en día el área de Bogotá es de 173.200 ha, y solo restan por urbanizar
menos de 10.000 ha, lo cual sucederá en menos de diez años (Alcaldía Mayor
de Bogotá, 2000). A ello hay que sumarle los procesos de acaparamiento de
tierras urbanas y de expansión por terratenientes urbanos y grupos paramili-
tares que hacen que se eleven los costos del suelo.
Un fenómeno que se viene presentando y el cual no se puede dejar pasar,
es el alto número de población desplazada que llega a Bogotá, que si bien se
remonta a la denominada época de la violencia en los años cincuenta, son los
procesos de más reciente aparición desde finales de los años ochenta y sobre
todo en los años noventa, por efectos del conflicto interno que se vive en Co-
lombia, los que generan este fenómeno de atracción poblacional a la ciudad.
El número de desplazados por la violencia generada por la agudización del
conflicto interno en Colombia entre 1985 y 1998 que han llegado a Bogotá,
principalmente a los cinturones de miseria en los barrios de origen informal
es de 327.555 pobladores (CODHES, 2006). Estudios más recientes (DAPD,
2004a), señalan que a Bogotá habían llegado, en 2004, 558.140 desplazados,
agrupados en 118.628 familias.
La administración de la ciudad de Bogotá reconoce que para diciembre
de 2004 el 45,1% de las familias desplazadas que se encontraban en la ciudad
vivían en condiciones de hacinamiento crítico, con ingresos que no superaban
los 100.000 pesos mensuales (1/4 parte del smmlv equivalentes a 42 Usd)
para más de la mitad de los grupos familiares. El 79% de los bajos ingresos
que percibían se destinaba al pago del canon de arrendamiento y alimentos.
El 54% de estas personas tenía menos de 20 años y el 30% menos de 10 años.
Las mujeres constituían el 51% de la población desplazada y en el 52% de los
casos eran jefes de hogar (DAPD, 2004a).
De otra parte, la organización socio-espacial de la ciudad sigue marcada
por la segregación, con claras diferenciaciones entre el norte y el sur. A ello
hay que agregar los procesos recientes de densificación en áreas residenciales
y la aparición de nuevos procesos de ocupación del territorio urbano a través
de fenómenos como la redensificación urbana, procesos de gentrificiación, ac-
ciones de promoción inmobiliaria a partir de intervenciones de renovación
urbana, todos ellos como acciones rentísticas que excluyen a la población de
bajos ingresos.

42
Pánel d e a p e rt u ra

El modelo de desarrollo propuesto sobre el cual se configura la ciudad


Colombia, como ya se ha señalado, es un país que está determinado por el mo-
delo de desarrollo asociado al modo de producción capitalista y con éste su etapa
más desarrollada el neoliberalismo. Bogotá no es la excepción y, por el contrario,
es el referente del avance del modelo en el país que se refleja en los ámbitos pú-
blicos y privados de la vida de la ciudad, y genera, a su vez, una visión territorial
que se construye a través del POT, espacializando un modo de producción que
basa todo su crecimiento y progreso en las fuerzas del mercado.
La planeación y el ordenamiento urbanístico fueron elaborados en 1999
a través del POT5, que fue revisado en 20036, con una vigencia hasta 2010.
Los componentes primarios del modelo propuesto por el POT para el área
de Bogotá estaban constituidos por el medio natural, el área urbana y el sue-
lo rural, ordenados como estructuras complementarias pero reconocidas en
sus particularidades específicas. El modelo propone un área urbana continua,
compacta y densa, ordenada de la escala metropolitana a la local que contem-
pla (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2000: 6-7):

1. Un conjunto de centralidades de diferente jerarquía, compuesto por un


centro metropolitano y una serie de centralidades de escalas menores que
estructuran los tejidos urbanos.
2. Un sistema de áreas protegidas y espacios libres que permite la conservación
e integración a la ciudad como componentes básicos del espacio público ur-
bano de los principales elementos ambientales, en forma de corredores eco-
lógicos sobre los cauces y cuerpos de agua que permiten la unión de los dos
principales elementos de la estructura ambiental: los cerros y el río Bogotá.
3. Un sistema de movilidad urbana formado por los principales corredores
de transporte público urbano y de relación con la región, estructurado a
partir del sistema de buses por troncales, la primera línea de metro y otros
corredores principales de transporte público urbano e interurbano.

Así mismo, el modelo de ciudad propuesto por el POT plantea un mode-


lo integral de desarrollo, en el que se establecen las directrices y mecanismos

Decreto 619 de 2000. Por el cual se establece el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá.
5

Decreto 469 de 2003. Por el cual se revisa el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá.
6

43
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

necesarios para lograr un aprovechamiento territorial equilibrado, equitativo


y eficiente. Bajo este concepto se contemplaron seis tipos de tratamientos
para ordenar tanto la ciudad existente como la prevista para 10 años (Alcaldía
Mayor de Bogotá, 2000: 6-7):

1. Conservación de los sectores construidos que se preservan en buen estado.


2. Consolidación de los sectores construidos que permitan densificación.
3. Mejoramiento de los barrios marginados.
4. Renovación de los sectores urbanos deteriorados.
5. Desarrollo ordenado de las zonas de expansión.
6. Protección de la estructura ecológica principal.

Sin embargo, la implementación de este modelo tampoco ha logrado resol-


ver los problemas estructurales de la ciudad y las características del desarrollo de
la informalidad urbana en todas sus manifestaciones (físico-espacial, ambiental,
económica, social y jurídica), las cuales se mantienen y tienden a profundizarse
debido al aumento de la brecha entre pobreza y riqueza, sumado a fenómenos
como el aumento del número de desplazados que llega a la ciudad, el aumento
del número de desempleados, el acumulado de los problemas no resueltos en
materia de infraestructura barrial y local, así como las nuevas condiciones y ta-
rifas establecidas para el acceso y disfrute de los servicios públicos domiciliarios,
el aumento de las tarifas de avalúo catastral. Esta concepción de la planeación,
que se plasma a su vez en una visión de ciudad, se ha venido manejando desde
los años sesenta en la ciudad, y continúa generando problemas estructurales en
el crecimiento urbano al estar determinando el conjunto del desarrollo urbano a
la racionalidad del mercado exclusivamente.
El modelo propuesto en el ajuste hecho al POT a finales de 2003, revisa la
base conceptual de lo formulado en el año 2000 cuando se crea, y lo reestructura
sobre una base eminentemente económica, donde sitúa nuevamente el modelo
de la ciudad sobre un modelo de desarrollo exclusivamente económico, al cual
se supeditan los demás aspectos. En su ajuste se propone para la ciudad promo-
ver el equilibrio y la equidad territorial en la distribución y oferta de bienes y
servicios a todos los ciudadanos, alcanzando como objetivos la disminución de
los factores que generan pobreza y vulnerabilidad urbana como la degradación
ambiental, la segregación socio espacial, la falta de cohesión social y espacial,
la priorización de inversión pública en las zonas más vulnerables. Así mismo,

44
Pánel d e a p e rt u ra

plantea generar suelo urbano para la Vivienda de Interés Social –VIS–, gene-
rar programas de dotación de equipamientos y mejoramiento integral en áreas
deficitarias, reasentar población localizada en áreas de alto riesgo y promover la
inclusión de las variables sociales en los instrumentos y procesos de planificación
(Alcaldía Mayor de Bogotá, 2003: 4-5).
La sumatoria de actuaciones sobre la ciudad, conectadas a los planes de
desarrollo y las formas de planeación, han generado que el crecimiento urbano
de la ciudad se halla configurado mediante la superposición de dos modos de
producción de ciudad, el formal y el informal, los cuales basan su raciona-
lidad en formas diferenciadas de mercado, lo que incide negativamente en
la habitabilidad y en las condiciones de vida de la mayoría de la población
urbana. Baste con observar que los desarrollos de origen informal han aporta-
do un peso importante al crecimiento de la ciudad. Según cálculos realizados
por el POT, que toman como promedio once años, la proporción de este tipo
de desarrollos hasta el año 2000 fue el 44,06% del crecimiento total de la
ciudad (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2000).
Así, el modelo de ciudad basado en la política neoliberal ha significado el
desmonte de la búsqueda del Estado bienestar a cambio de un Estado regula-
dor de mercado. Este modelo que ya opera en Bogotá, ha efectuado la trans-
ferencia de la responsabilidad pública al sector privado en materia de servicios
públicos (privatización de las empresas de electricidad, telefonía, gas natural,
aseo, y transporte), en materia de servicios sociales (imposición de un modelo
de privatización de la salud y la educación), en la venta de activos públicos y su
supuesta reinversión para la atención de las necesidades sociales que se siguen
aumentando. En esta misma dirección, el nivel central del Estado ha efectuado
la entrega de concesiones viales y servicios aeroportuarios, al igual que la venta
de la banca pública y el saneamiento de la privada con dineros públicos. Lo an-
terior ha vuelto una política pública la colectivización de los errores privados y,
por tanto, ha socializado sus pérdidas, más no sus utilidades.
Ello ha significado la apertura al mercado global sin ningún tipo de
restricción, generando la atracción de capitales multinacionales. Con ello la
economía ha profundizado su proceso de terciarización, a lo cual se suma la
reducción de los salarios y pérdida del poder adquisitivo del dinero.
El modelo de ciudad está concebido en función del modelo de desarrollo,
y el modelo de desarrollo está en función de una lógica general sobre el

45
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

territorio, en este caso el territorio nacional. Tanto el modelo de desarrollo


como el modelo de ciudad de Bogotá están regidos por la dinámica que
imprime el modelo capitalista, con sus distintos ajustes y variaciones. El
modelo de ciudad parte fundamentalmente por reconocer un conjunto de
población presente en el territorio disponible para poder atender las distin-
tas actividades y las distintas lógicas que establece el mercado; por lo tan-
to, dentro de esa perspectiva no se centra en resolverle la problemática ni
las necesidades al conjunto de la población, se centra, fundamentalmente,
en disponer de los recursos que están en ese territorio, para poder fortalecer
el modelo, indistintamente que todos puedan ser beneficiados o no. Por lo
tanto, no está planteado como una alternativa para resolver las lógicas de
segregación y exclusión de la ciudad, sino como un mecanismo que permita
una mirada y una perspectiva desde un sector de la sociedad que concibe el
territorio frente a unos fines específicos.

Procesos recientes de transformación urbana


Bogotá es una ciudad que está cambiando y así lo reconocen quienes la
han venido analizando a lo largo de los años. Las principales transforma-
ciones que se han desarrollado desde los años noventa son: una mejoría
en la gestión urbana, con avances en los temas de descentralización local y
participación ciudadana, que de manera simultánea han permitido construir
ciudadanía, más conocida como cultura ciudadana; así mismo se ha recono-
cido y evidenciado la actualización de obra pública en materia de infraestruc-
tura (movilidad: vías, ciclorrutas), equipamientos de carácter metropolitano
(bibliotecas, colegios, parques), y construcción de espacio público (parques,
alamedas, andenes, arborización). Un desarrollo de estos aspectos se presenta
a continuación.
Hay que entender la gestión urbana como un proceso continuo que se inició
de manera simultánea con la promulgación de la nueva Constitución Política de
Colombia en 1991. Se reconoce un esfuerzo continuado de actuación de la ciu-
dad indistintamente de los gobernantes y su filiación política. Ello ha permitido
ir construyendo de manera colectiva una percepción, una visión y práctica sobre
el tipo de ciudad que ha de ser Bogotá. Un primer aspecto que contribuyó en
esta condición es la elección popular de alcaldes, que garantizó unos periodos de

46
Pánel d e a p e rt u ra

gobiernos estables7 y el cumplimiento de unas metas de corto plazo a través de


los planes de desarrollo económico, social y de obras públicas, situación que an-
teriormente no era manejable dada su poca continuidad8. Esta perspectiva per-
mitió impulsar tareas de ordenamiento de su estructura de gobierno y formular
un nuevo estatuto orgánico para la ciudad, también propicia ordenar y sanear
las finanzas públicas, de forma tal que Bogotá, en 2005, tenía una calificación
triple A por las firmas calificadoras de riesgos crediticio Duff and Phelps, Fitch y
Standar and Poor9, situación que le ha garantizado a la ciudad contar con cuan-
tiosos recursos para inversión pública que van más allá de soportar los costes de
operación10 (Secretaría Distrital de Hacienda, 2007).
Entre los avances de la gestión urbana, también se hace necesario reco-
nocer dos aspectos fundamentales, por una parte la descentralización en la
ciudad al establecer la figura político administrativa de las localidades con
una autonomía relativa que les ha permitido asumir funciones del ámbito
local y contar con un presupuesto de inversión11, se han descentralizado
tareas que antes eran manejadas de manera concentrada y, simultánea-
mente, se ha permitido un juego político de los actores sociales en estos
escenarios de la ciudad. El segundo aspecto correspondió a la ampliación
de los procesos de participación ciudadana a través de formas organizativas
establecidas por la ciudad y la Ley 142 de 1994, o Ley del Plan, que obligó
a generar mecanismos y espacios de participación en todos los niveles de
planeación y decisión de lo público. Para el caso de Bogotá ha permitido
una mayor participación en la elaboración de los planes de escala metropo-
litana (Plan de Desarrollo, POT, planes maestros) y a la vez ha permitido
y obligado a generar estos espacios en los planes locales y sectoriales. La
ampliación de la participación ha sido un componente importante del es-
quema actual de gestión de la ciudad que aún reclama más espacio y una

7
Hasta 2003 eran periodos de gobierno de tres años, y a partir de 2004 son de cuatro años.
8
La duración del periodo de gobierno de los alcaldes de Bogotá antes de la adopción de
está medida era de siete meses en promedio.
9
En diciembre de 2002, el indicador arrojaba un nivel de cumplimiento de 85,71%.
10
Según análisis del presupuesto de la ciudad efectuado por la Secretaría de Hacienda en
2007, se invierte el 70% del presupuesto y solo el 30% restante va a funcionamiento.
11
Se distribuye el 10% del presupuesto total de la ciudad para las 20 localidades con base
en el número de población y el índice de necesidades básicas insatisfechas.

47
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

mayor profundización, para que los aportes ciudadanos lleguen al nivel de


toma de decisiones y la construcción de presupuestos participativos, como
ya lo han conseguido ciudades de otros países12.
Frente a la reciente (diciembre 2005) reestructuración del aparato burocrático
de la ciudad, hay que generar un compás de espera que permita establecer el
horizonte futuro de este cambio, el cual no se dará bajo la presente adminis-
tración de la ciudad (2003-2007), sino la que vendrá.
Otro punto importante en el proceso de gestión de la ciudad, sobre el
cual no existe consenso, ha sido la política de Privatización de lo Público, que
ha significado procesos de mejoría en algunos aspectos, pero simultáneamente
se ha generado el detrimento patrimonial de la ciudad. En el primer caso, la
privatización de los servicios públicos domiciliarios como la recolección de
basuras, el suministro de electricidad y el gas natural domiciliario, han signifi-
cado el aumento de las coberturas de los mismos alcanzando niveles cercanos
al 100%. Así mismo, se encuentra la eliminación del monopolio de la ciudad
sobre la telefonía fija que ha permitido el ingreso de nuevas empresas presta-
doras del servicio. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con la privatización
del sistema de salud pública que ha generado una crisis en todo el sistema pú-
blico, principalmente los hospitales, llegando a su cierre13 en favor del aumen-
to del sistema privado con costos para su acceso que no son alcanzables por
un conjunto de la población. Ensayos similares se han venido explorando en
la educación a través de la entrega en concesión de colegios, como también en
programas de atención social a nivel de niños y jóvenes (comedores y jardines
infantiles), programas a la población vulnerable (albergues, mecanismos de
atención prioritaria), o los parques públicos (parque El Salitre, parque Timiza)
impulsando su privatización.
En relación con el segundo aspecto, relativo al detrimento patrimonial
de la ciudad, se plantea que se le han entregado al mercado, bienes y servicios
altamente rentables en los cuales la ciudad no ha obtenido una real ganancia
y sí ha comprometido su futuro. En ello, está la venta de la mayor participa-
ción accionaria de la empresa de energía de la ciudad, la empresa de telefonía,
el sistema de transporte masivo –TransMilenio–, el sistema de recolección de

Ver el caso de las ciudades del Brasil en particular Porto Alegre.


12

Hospitales como el San Juan de Dios, el Materno Infantil y el Lorencita Villegas, y la clínica
13

Fray Bartolomé de las Casas, por mencionar algunos que han sido cerrados y liquidados.

48
Pánel d e a p e rt u ra

residuos sin procesos de reciclaje, entre otros. Han sido evidentes las utilida-
des obtenidas por los nuevos propietarios de estos bienes y servicios que han
superado las expectativas formuladas en los procesos de negociación, lo que ha
llevado a plantear, por sectores críticos de la gestión de la ciudad, la necesidad
de renegociar estas ventas y actuaciones públicas.
Por otra parte, son de resaltar los esfuerzos adelantados por la ciudad
en materia de actualización de la infraestructura y de los equipamientos de
carácter metropolitano, así como los esfuerzos por construir espacio público y
cultura ciudadana. Nos referiremos a continuación sobre ellos.
En primera instancia está la actualización de la infraestructura de la ciu-
dad, principalmente en el ámbito metropolitano y con algunas actuaciones
en el ámbito local. El proyecto de mejoría de la movilidad en la ciudad ha
significado el trabajo simultáneo en varios frentes: el desatraso de la malla vial
arterial de la ciudad a través de completar corredores viales previstos desde los
años sesenta, la implementación del Sistema Integrado de Transporte Masivo
– SITM– , cuyos mayores logros han sido la implementación de TransMile-
nio14 y una extensa red de ciclorrutas15 en la ciudad. Vale la pena no dejar
pasar por alto el Plan Maestro de Parqueaderos Públicos que busca eliminar
el abuso sobre el uso del espacio público vehicular y peatonal, que sumado
al programa de Pico y Placa16 para vehículos privados y para el parque auto-
motor de servicio público busca descongestionar la movilidad en la ciudad y
disminuir los tiempos de desplazamiento. Estos programas que han tenido un
relativo éxito dado que el aumento del parque automotor es mayor que el de
construcción de nueva vialidad, a lo que se suma la no desaparición del parque
automotor viejo y en muchos casos ya obsoletos, así como la lentitud en la
implementación del sistema de movilidad pública para la ciudad.
En cuanto a los equipamientos públicos, la ciudad acumulaba un
atraso significativo ya que no han aumentado en la misma proporción que

14
Es un sistema de metro ligero de superficie con estaciones y vagones articulados de dos
cuerpos (buses) que tienen carriles exclusivos a través de líneas troncales.
15
En la actualidad la sumatoria de todos los kilómetros permanentes de ciclorruta da cuen-
ta de 300 kilómetros habilitados en toda la extensión de la ciudad.
16
Programa de restricción de circulación de vehículos públicos y privados según el número
de la placa, en las horas con mayor congestión del tránsito. Este programa se puso en
funcionamiento en la alcaldía de Antanas Mockus y lleva varios años.

49
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

la población, haciendo que la capacidad instalada haya sido insuficiente de


manera permanente. Mediante un plan ambicioso la ciudad construyó de
manera descentralizada tres grandes bibliotecas públicas e implementó un
sistema de bibliotecas públicas que integra todas las escalas, desde la gran
biblioteca metropolitana hasta la biblioteca de barrio (Red de Bibliotecas
Públicas de Bogotá). Una actuación similar se ha presentado a nivel de
parques públicos, con lo cual la ciudad ha recuperado áreas subutilizadas
ya existentes de escala metropolitana y generado nuevos parques. Este
proyecto ha logrado alcanzar el nivel de barrio con el proyecto bastante
conocido denominado parques de bolsillo17. Vale la pena hacer referencia,
también, a la construcción de nueva infraestructura educativa para aten-
der los niveles de educación básica y media vocacional en la cual se han
construido nuevos colegios, algunos de los cuales se han entregado en
concesión; en 2005, la ciudad adelantó un Plan Maestro de Equipamien-
tos Educativos.
Otro de los grandes logros para la ciudad ha sido la recuperación y
construcción del espacio público, inicialmente mediante la intervención del
ya existente, efectuando programas de recuperación y adecuación (plaza
San Victorino, plazas públicas, paseo de la carrera 15) ante los procesos de
ocupación por parte de los vendedores, y posteriormente con la construcción
de nuevos espacios públicos (alameda El Porvenir, puentes peatonales, Eje
Ambiental y Cultural Av. Jiménez, parque del Renacimiento, parque Tercer
Milenio). Todo ello ha permitido configurar el sistema de espacio público de
la ciudad que incluye el componente ambiental (estructura ecológica princi-
pal y la clasificación de parques y áreas de protección ambiental, parques de
escala regional, parques metropolitanos, parques de escala zonal, parques de
escala vecinal, parques de bolsillo, protección de cuerpos de agua, bosques
y fauna), y que para 2005 había avanzado hacia la implementación del Plan
Maestro de Espacio Público para la ciudad con la definición de una autori-
dad única para su manejo y administración.

17
Hace parte del programa Obras con Saldo Pedagógico, que con las comunidades en ba-
rrios con déficit principalmente ha ejecutado obras de mitigación a fenómenos de vulne-
rabilidad, vías de acceso, redes matrices de acueducto y alcantarillado, pasos peatonales,
parques de barrio y equipamientos de nivel comunitario a escala barrio.

50
Pánel d e a p e rt u ra

Problemas no resueltos y contradicciones presentes


Al observar la otra cara de la moneda de la realidad de Bogotá, se encuentran
los problemas no resueltos con altos niveles de complejidad, varios de ellos en
un estado crítico. Ello obedece al resultado de una ciudad diseñada con criterios
excluyentes, de la cual surgen dos o más urbes: la planificada oficialmente y que
responde a la fase actual del modo de producción capitalista, y la que simultá-
neamente los pobladores diseñan, construyen y habitan, palmo a palmo, ante
la inexistencia de alternativas reales de acceso al mercado formal del empleo, la
vivienda, el espacio público, los servicios de bienestar social, entre otros.
Como se señala en los documentos oficiales de Bogotá, para 2004 la ciudad
estaba viviendo una crisis social de una enorme magnitud pues más de la mitad
de la población se encontraba bajo la línea de pobreza18. Ello evidencia lo que
algunos sectores han venido insistiendo en los últimos años sobre la poca o nula
atención que la administración ha puesto en el componente social de la ciudad,
al hacer énfasis exclusivo en lo físico espacial como factor de cambio.
Los principales problemas están en los temas de superación de la pobreza
y la miseria, empleo, vivienda, acceso a servicios sociales, participación comu-
nitaria, violencia urbana, movilidad urbana, aumento de la segregación socio-
espacial, y la dificultad de acceso a equipamientos urbanos y comunitarios.

1. La atención a lo social. Aumento de pobreza y miseria


Como se indicó, el aumento de la pobreza se ha convertido en la mayor
dificultad que enfrenta la ciudad, y porqué no, la sociedad, la falta de aten-
ción y el aumento constante de está problemática, demuestran claramente
la forma de exclusión permanente a que se han visto sujetos los sectores de

18
El Departamento Administrativo de Bienestar Social –DABS–, para agosto de 2004, esta-
bleció que en Bogotá, según el sistema de medición de línea de pobreza y línea de indigen-
cia, que valora la evolución de la pobreza con base en los ingresos, 3’572.810 habitantes se
encontraban en situación de emergencia social, y destacó que 2’232.629 habitantes,
62,48% de la población total de la ciudad, estaba en situación de pobreza, en tanto
que 669.766 habitantes, correspondientes al 18,74% de la población total de la ciu-
dad, se encontraban en condición de indigencia. Indicadores que contrastan con el
hecho de que Bogotá sea la ciudad que presenta las mejores condiciones e indicadores
de desarrollo urbano en Colombia.

51
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

población de más bajos ingresos. No basta con resolver lo físico espacial,


pues si bien los indicadores que se evalúan con base en estos factores han
mejorado19, no ha sido así en los componentes ligados al desarrollo humano
y la calidad de vida.
Cada día son mayores las dificultades que enfrentan los más pobres para
poder acceder a los sistemas de salud y educación, los programas de bienestar
social para la atención a niños, jóvenes, madres gestantes y adultos mayores,
dada su privatización y la cada día mayor reducción de la atención directa por
parte del Estado. Un reflejo adicional de la pobreza lo constituye el aumento
de la población en condición de indigencia que habita en la calle.
El presidente de la Federación Comunal de Bogotá20, Ricardo Agudelo,
al ser preguntado sobre el tema, expresó: “… me duele que hayan quedado
más de 100 mil niños sin posibilidades de estudiar; que el sistema de salud
que se adoptó esté excluyendo a la gente, es un sistema que solo le favorece
al sistema financiero y no al pueblo; me duele también la debilidad que tene-
mos para organizarnos y movilizarnos como sector popular de Bogotá, creo
que nosotros podemos darnos nuestras propias formas incluso económicas de
superar estas situaciones; me duele que cuando llegue un desplazado no ten-
gamos un sistema de atención desde las comunidades a los desplazados, no
solo por la violencia, sino desplazados económicos”21.

19
Para el caso de Bogotá, las mediciones efectuadas a partir del indicador de Necesida-
des Básicas Insatisfechas –NBI– elaboradas en 2003, que calcularon fundamentalmente
características físicas de las viviendas, señalaron que el 7,8% de sus habitantes se en-
contraban en condición de pobreza, en tanto que el 1,1% en miseria, correspondiendo
principalmente a los estratos socioeconómicos de población 1 y 2.
20
La Federación Comunal de Bogotá es la principal red de organizaciones que tiene la
ciudad. Está compuesta por 20 asociaciones de Juntas de Acción Comunal de las 20
localidades de Bogotá, que suman 1.734 Juntas de Acción Comunal. En la actualidad
hay afiliadas a la organización cerca de 750 mil personas, con cerca de 23 mil líderes. El
objetivo de esta Federación, creada hace 12 años aproximadamente, es representar a los
vecinos de la ciudad y a fomentar la movilización de la gente en torno a la solución de
sus problemas más frecuentes.
21
El artículo original está en http://colombia.indymedia.org/news/2003/03/2380.php Fe-
deración Comunal por una Bogotá más justa [Entrevista a Ricardo Agudelo] por Sara
Cifuentes (Consultada el 26 de marzo de 2003).

52
Pánel d e a p e rt u ra

2. Empleo e ingresos
Según el Observatorio del Mercado de Trabajo de Bogotá, un estudio de la
Cámara de Comercio (2005) indica que el desempleo pasó del 15,4% en 2004,
al 13,3% para ese año, la mayor cantidad de ellos eran subempleados, con
1’217.000 correspondientes al 33,7%; y a esto se suma que la informalidad
también creció a un 9,4%, con lo que se completan 1’659.000 personas, el
52,9% de los ocupados en la ciudad22. A ello hay que sumarle que Bogotá es,
para 2005, la ciudad con la mayor cantidad de pobres de Colombia, 3,5 mi-
llones, y la que concentra el mayor número de población desplazada del país,
558.150 habitantes (CODHES, 2006). Estas situaciones han aumentando, un
ejemplo claro de ello es el incremento de las actividades económicas informa-
les por toda la ciudad, se ha calculado23 la presencia aproximada de 100.000
vendedores ambulantes, cada uno cabeza de hogar.
A la no generación de nuevos puestos de trabajo productivos y la ter-
ciarización de la economía, se suma el cambio en las normativas de regula-
ción de los mercados laborales que las flexibilizan a tal punto de eliminar
toda forma de seguridad social y limitar el pago a un reconocimiento eco-
nómico sin prestaciones sociales sin ninguna condición de estabilidad. A
ello se suma la disminución de la capacidad de compra del dinero en con-
traposición con el aumento permanente de los productos que constituyen la
canasta familiar, así como las mercancías, bienes y servicios que consume la
población bogotana.
Ello evidencia la desigual distribución de la riqueza que genera la ciu-
dad, la cual impacta de manera positiva solo a un porcentaje muy pequeño
de sus habitantes.

22
Afirma el estudio de la Cámara de Comercio (2005), que “Sin perder de vista que a comien-
zos de la década teníamos un desempleo del 22 por ciento y que es un factor positivo que
aumente el número de personas ocupadas, hay un claro deterioro de la calidad del empleo“,
sumado al hecho que señala que, “esta tendencia no es conveniente“ para Bogotá, porque
“no asegura fuentes estables de ingreso para las personas, lo cual limita las posibilidades de
un crecimiento más rápido y sostenido de la economía de la ciudad“.
23
En estudios del Plan Maestro de Espacio Público, elaborado en 2004 por consultoría
contratada por el DAPD.

53
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3. Guerra y violencia en la ciudad


El conflicto armado interno ha dejado de ser una condición exclusiva de áreas
rurales y suburbanas y se ha extendido a las ciudades, manifestándose a través
de factores como: la llegada de contingentes de población desplazada a la ciu-
dad y la ocupación de áreas urbanas y de expansión no aptas para el proceso
de urbanización; la permanente militarización de la vida de la ciudad como
forma de defensa y protección ciudadana y su fortificación a través de cercos
militares; el control territorial de sectores de la ciudad por parte de los actores
armados presentes en el conflicto; y la pérdida del control total del territorio
urbano por parte del Estado y el gobierno local.
El conflicto interno no se ha extinguido y, por el contrario, cada día asu-
me formas más sofisticadas que se instalan en el rol de la cotidianidad de la
población bogotana y que se acogen como forma de adaptación al contexto
y mecanismo de sobrevivencia. Ello es evidente cuando se observa el afinca-
miento de la presencia de grupos paramilitares24, el aumento de los grupos
de pandillas juveniles y de formas organizadas de delincuencia común, y el
incremento de asaltos, hurtos y acciones vandálicas.
Ello ha generado el continuo flujo de población desplazada, como ya se
indicó, por efectos del conflicto que reclama espacios en la ciudad. A su vez,
se generan procesos de movilidad intraurbanos por repartos territoriales de la
ciudad entre los actores armados.

4. Hábitat y vivienda
El POT precisa que del territorio construido de la ciudad, 6.906 hectáreas
fueron urbanizadas de manera ilegal, construyéndose en él 1.553 barrios que
cuentan con 401.285 predios ocupados aproximadamente por 2.166.939 ha-
bitantes (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2000, Decreto 619 de 2000).
Esta situación permite reconocer la dimensión del déficit cualitativo del
hábitat y la vivienda, en el cual se encuentran millares de familias que nunca
han podido terminar totalmente su morada o que requieren ampliarla para que
todos sus miembros la ocupen en mejores condiciones, dadas las deficiencias en

24
Hacen presencia y actúan en la ciudad los Bloques Capital “Miguel Arroyabe” y “Casa-
nare” de las Autodefensas Unidad de Colombia desde finales de los años noventa.

54
Pánel d e a p e rt u ra

la calidad de los servicios públicos domiciliarios, los problemas de accesibilidad y


movilidad, la ausencia de equipamientos colectivos, del espacio público, además
de las deficientes condiciones ambientales. Estos déficits tienen relación directa
con los niveles de pobreza de la población, a lo cual se suma la condición de
hacinamiento de amplios sectores urbanos y el número de familias que ocupan
zonas altamente vulnerables a los riesgos geológicos. Pero también existen en
Bogotá 400.000 familias sin vivienda propia, que pagan alquiler o habitan in-
quilinatos –corrales–, y se desplazan una y otra vez de barrio en barrio en busca
de un lugar donde habitar a través de un pago más económico.
En síntesis, y según la información suministrada por Metrovivienda a la
SDH, en agosto de 2007, a partir de la metodología y los cálculos del déficit
habitacional elaborados por la ONU-Hábitat25, en Bogotá el déficit total es-
taría alrededor de las 325.795 unidades habitacionales de las cuales 175.899
corresponden al déficit cuantitativo y 149.896 al déficit cualitativo26 (Alcaldía
Mayor de Bogotá, 2000).
A está situación deben sumarse la inexistencia de una oferta pública en
materia de hábitat y vivienda para sectores de población de bajos ingresos,
y un alto costo de financiación de la vivienda producida por los promotores
inmobiliarios privados.

25
Para ONU-Hábitat, la medición del déficit habitacional debe tener en consideración
las dos dimensiones básicas del hábitat: la interioridad o casa, que brinda la satisfacción
de las necesidades de protección, abrigo y descanso, entre otras, y una exterioridad o
entorno, que provee las bases y condiciones para su adecuada satisfacción. Las encuestas
indirectas –Encuesta de Calidad de Vida, Sisben, Encuesta Continua de Hogares– permi-
ten realizar cálculos de déficit de vivienda o de casa. No obstante, la Encuesta de Calidad
de Vida permite obtener información incompleta sobre el entorno que debe ser tenida
en cuenta para la formulación de políticas. En: Comunicación de Oscar Hernán Arcos
Palma, Subgerente de Planeación, Metrovivienda, dirigida a Edna Bonilla, Secretaria
Distrital del Hábitat, en agosto de 2007.
26
De acuerdo con las estimaciones consignadas en el POT de la ciudad -2000- Bogotá
contará con cerca de 1.764.000 nuevos habitantes para el año 2010, con lo cual se prevé
que para el periodo 1999-2010 la demanda de vivienda será de 500.758 viviendas. El
dato desagregado se discrimina así: 357.630 viviendas para cubrir los hogares nuevos
conformados en este periodo, 55.758 viviendas para los hogares desplazados por los
cambios de uso del suelo en la ciudad —especialmente de residencial a comercial— y 87.209
viviendas para suplir el déficit presentado hasta el año 1999.

55
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

En este mismo análisis es necesario observar el mercado de vivienda for-


mal y de suelo informal en Bogotá. En relación con el mercado de vivienda
formal, el propósito del gobierno municipal es aumentar la oferta para los
estratos de población pobre, con la habilitación de nuevo suelo urbanizable
como el mecanismo que permita desincentivar la producción ilegal de suelo
urbano, en los cuales puedan actuar los promotores inmobiliarios privados,
así se reduce el precio final de la vivienda y se evitan procesos especulativos
de carácter financiero. La meta para 10 años es producir suelo para 400.000
soluciones nuevas. Para ello se establece desde la acción pública un programa
que atienda esta alternativa a cargo de Metrovivienda27. Sin embargo, las ac-
ciones que esta entidad adelanta se limitan a la compra y preparación de suelo
urbano para colocarlo a disposición del sector privado a través de invitaciones
públicas. El total de soluciones que se ha podido desarrollar bajo este esquema
es 34.500 viviendas en el periodo 1999-2005, a través de cinco proyectos de
barrios, en dos localidades de la ciudad (Metrovivienda, 2007), lo cual mues-
tra que por este mecanismo la ciudad tampoco solucionará los problemas del
hábitat y la vivienda.
Este tipo de actuación ha sido el establecido por el POT para atender la
ciudad planificada, pero relega los desarrollos de VIS a las áreas periféricas ex-
tremas de la ciudad, mal servidas y equipadas, y segrega, aun más, a la pobla-
ción al apartarla de los centros de producción y del acceso a los equipamientos
y servicios de carácter metropolitano y local.
Por otra parte, las explicaciones al crecimiento del mercado informal del
suelo para la vivienda están determinadas, entre otros factores, por la falta de
programas accesibles de vivienda social, el alto costo de la tierra urbanizada
y una inversión pública inadecuada en infraestructura urbana. Se suma a lo
anterior, el hecho que evidencia que los mecanismos informales son rentables
para quienes los promueven, es decir, el promotor inmobiliario informal, si se
puede denominar así.
La localización de vivienda informal se desarrolla principalmente en la
periferia de la ciudad, en áreas poco o nada servidas. La principal forma de
acceso a la tenencia de la parcela es la compra a un promotor inmobiliario in-

Metrovivienda es una Empresa industrial y comercial del Estado de la Alcaldía Mayor de


27

Bogotá creada en 1999 que promueve la construcción de vivienda social en la ciudad, en


ciudadelas con todos los servicios públicos, zonas de recreación y áreas para equipamientos.

56
Pánel d e a p e rt u ra

formal denominado urbanizador pirata28. Los procesos de ocupación por vía de


invasión u otras modalidades no son frecuentes en Bogotá por los altos costos
del suelo, lo que hace que sus propietarios o tenedores los controlen perma-
nentemente y eviten esta forma de ocupación y parcelación. El valor de una
parcela informal puede oscilar entre 10 y 15 smlv, y su área mínima es de 10
metros de fondo por 5 metros de frente (Torres, 2004).

5. Participación comunitaria y cultura ciudadana


Bogotá, también, es referenciada a nivel internacional por los procesos recien-
tes de participación ciudadana y sobre todo las acciones de la denominada cul-
tura ciudadana29 impulsados desde la primera alcaldía de Antanas Mockus30,
los elementos allí aportados han contribuido a modificar hábitos, valores, per-
cepciones y prácticas a favor de una mayor corresponsabilidad ciudadana y de
una mejor comunicación e interacción entre los ciudadanos y entre éstos y el
gobierno, en la esfera pública (Flórez, 2005). Ello ha permitido que a medida
que el ciudadano ha observado mejoras en los resultados, ha incrementado su
confianza en las instituciones, así mismo su sentido de pertenencia y de res-
ponsabilidad con el desarrollo de la ciudad. Estos procesos de transformación
cultural de la ciudad, han sido incorporados en los planes de desarrollo de la
ciudad, así como el impulso a los procesos de rendición de cuentas y descen-
tralización en las localidades.
Sin embargo, la planeación participativa como política pública a nivel
municipal y local todavía es un ejercicio metodológicamente complejo, con

28
Se denomina así a un urbanizador no regulado por las normas legales ni las leyes del
mercado, que subdivide suelo, no necesariamente apto para urbanizar y lo vende por
fuera del mercado.
29
La cultura ciudadana se define como “el conjunto de costumbres, acciones y reglas míni-
mas compartidas que generan sentido de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y
conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes
ciudadanos”. De este concepto se ha desprendido un programa de cultura ciudadana
orientado a propiciar el cumplimiento de normas de convivencia, aumentar la capacidad
de concertación y solución pacífica de conflictos, la capacidad de comunicación entre las
personas, el uso de procedimientos democráticos y de las instancias de participación.
30
Periodo 1995-1996.

57
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

reglas de juego poco claras y transparentes e imprecisas en sus alcances y


resultados. Adicionalmente, la vinculación de la ciudadanía es exigente en
términos de requerimientos de información, capacidades y tiempo de dedi-
cación (Flórez, 2005). A pesar de que el Acuerdo 13 del 2000, establece que
las decisiones adoptadas por la comunidad a través del proceso fijado tienen
carácter vinculante, en el proceso de toma de decisiones que involucra distin-
tos actores e instancias, ocurre algo similar a un embudo. La ciudadanía y sus
organizaciones no ven reflejado en los resultados del plan de desarrollo local
y el respectivo presupuesto de inversiones, su esfuerzo y sus ideas, ni reciben
cuentas sobre la incorporación o no de sus propuestas31.
La construcción social del territorio implica procesos activos, concientes
y permanentes de participación de la sociedad de manera organizada, por ello
la pregunta que se hace en la ciudad es ¿cómo eliminar la ausencia en el desa-
rrollo de la ciudad del componente social y sus organizaciones? Esta pregunta
reclama una respuesta urgente, pues de ella se deriva la configuración y soste-
nibilidad del territorio para las generaciones presentes y futuras.

Otros problemas presentes


Es importante señalar tres problemáticas adicionales a las ya indicadas, ellas
son los problemas de movilidad, el aumento de la segregación socio-espacial y
la dificultad de acceso a equipamientos urbanos y comunitarios.
Los problemas de movilidad. Si bien se está implementando el SITM a través
de TransMilenio, los niveles de cobertura aún son reducidos y grandes áreas
de la ciudad todavía no están servidas, además, este sistema no funciona en la
ciudad de ladera en la cual se localiza la mayor parte de la población pobre en
barrios de origen informal. Ello trae como consecuencia la desarticulación per-
manente de estos territorios urbanos con el resto de la ciudad, la ciudad formal;

31
Señala Margareth Flórez que “…en el conocido caso de aplicación del presupuesto par-
ticipativo en Porto Alegre (Brasil), existen procedimientos y reglas establecidas para la
aprobación y objeción técnica de proyectos. Los funcionarios deben presentar pública-
mente sus argumentos a la comunidad, cuando un proyecto priorizado no es viable. Esta
claridad y transparencia en la información ha contribuido a incrementar la confianza
entre ciudadanos e instituciones, y ampliar la credibilidad del ejercicio”.

58
Pánel d e a p e rt u ra

a su vez, se impide la adecuada conectividad interna, en sus propios territorios.


Estas circunstancias generan pérdidas cuantiosas de tiempo de la vida de los ha-
bitantes de la ciudad informal que los excluye como ciudadanos, que los obliga
a sobrellevar largas jornadas de camino a pie o en vehículos improvisados para
poder movilizarse hacia las fuentes de empleo, el estudio y en general al uso de
la oferta de servicios existentes, tanto públicos como privados.
Aumento de la segregación socio-espacial. Un segundo aspecto tiene que
ver con el modelo actual de ciudad basado en la especulación inmobiliaria en
Colombia, el cual ha ampliado la segregación socio-espacial, que sumado a la
pérdida de protagonismo por parte del Estado en la promoción directa de la
ciudad, ha dejado en manos de actores privados la organización y consolidación
de la misma, lo que ha gestado un incremento en la participación de la informa-
lidad como forma de construir ciudad. Al mismo tiempo la privatización de la
mayoría de los servicios públicos domiciliarios y de programas sociales básicos
ha aumentado la segregación y restricción del consumo colectivo de estos.
Dificultad de acceso a equipamientos urbanos y comunitarios. Final-
mente, el acceso a equipamientos urbanos y comunitarios de escala barrial y
zonal es cada vez más escaso, ya que la extensión de la ciudad y los déficits
acumulados hacen que las inversiones públicas prioricen el nivel metropoli-
tano y principalmente en las áreas planificadas formalmente. Esta situación
excluye aún más a la población de bajos ingresos y se evidencia en la condición
infradotada de los barrios de origen informal, lo cual aumenta las condiciones
de inequidad social y de justicia distributiva de lo público.
Cada vez es más evidente que el urbanismo y la arquitectura son sujetos
de las lógicas de mercado, y antes que pensar en las condiciones físico espacia-
les y soportes sociales del territorio mediadas por las necesidades de la socie-
dad o por modelos acogidos colectivamente son, ante todo, un instrumento
que se coloca al servicio del sistema financiero, siendo éste el que determina el
modelo de ciudad, la espacialidad del territorio, las condiciones de habitabi-
lidad y calidad de vida de la población colombiana. Desde esta perspectiva se
requiere construir un proyecto compartido de Nación, sociedad y territorio,
que garantice horizontes de futuro a mediano y largo plazo y no solo como
respuesta a momentos coyunturales de la economía o el sistema financiero.
Allí un proyecto de ciudad compartido.

59
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

Relación entre la ciudad, su modelo y el MIB.


Contexto internacional para el MIB
En este aparte se presenta la relación entre el contexto internacional y nacio-
nal para el MIB, y una aproximación a los impactos que buscan producir los
programas de MIB. Así mismo, se plantean los aportes del MIB en Bogotá en
relación con el modelo de ciudad, y los compromisos políticos e institucionales
adquiridos a partir de su implementación.
La determinante del contexto internacional para el MIB está mediada por
dos aspectos principalmente. El primero, las directrices de la banca internacional,
particularmente el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, y
más recientemente la aparición en el contexto internacional del Banco Alemán
KfW. El segundo, los convenios y pactos internacionales suscritos por Colombia en
materia de desarrollo, hábitat, vivienda y, en general, los aspectos relaciona-
dos con el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de la población
colombiana. Entre otros están los acuerdos suscritos con las Naciones Unidas
(Cumbre del Milenio, Encuentros Hábitat, entre otros).
La determinante del contexto nacional, del cual la ciudad no se puede abs-
traer, como tampoco puede asumir la responsabilidad total de los impactos
que generan estas circunstancias en el territorio de la ciudad de Bogotá, son
de manera prioritaria tres:

1. El conflicto interno y su manifestación en la ciudad, entre otras variables, a


través de la presencia la población desplazada.
2. El modelo territorial a nivel nacional y del desarrollo urbano, lo que trae
como consecuencia que la ciudad de Bogotá sea un atractor frente a la
oferta potencial de mejores condiciones de calidad de vida, empleo y
acceso a servicios, entre otros, frente a la debilidad y bajo nivel de desa-
rrollo que en estos aspectos presentan otras ciudades colombianas en las
actuales momentos.
3. Los temas de ingresos y empleo que dependen de políticas nacionales en-
marcadas en el plan de desarrollo, en el modelo desarrollo propuesto y en
curso, y en la baja distribución de la riqueza generada.

Sin embargo, las acciones de los Programas de MIB plantean generar un


conjunto de impactos positivos en el desarrollo urbano y en el mejoramiento

60
Pánel d e a p e rt u ra

de la calidad de vida de la población presente en la ciudad. Estos impactos son


sociales, urbanos, económico-financieros y de sostenibilidad en el tiempo.
Los impactos sociales buscan la reducción de la pobreza, el mejoramiento
de las condiciones de salud y salubridad, reducir los impactos en los grupos
vulnerables y mejorar las condiciones de seguridad en la ciudad.
Los impactos urbanos pretenden generar dinámicas de integración urbana,
regularización y ampliación de los servicios urbanos, y el mejoramiento en las
condiciones de vivienda.
En cuanto a los impactos económico-financieros se asocian a la valorización
inmobiliaria, el aumento de las actividades económicas en la ciudad, al igual
que el impulso al desarrollo de las finanzas locales.
Finalmente, la sostenibilidad de los programas de MIB y particularmente de
sus acciones se basa en la sostenibilidad de la infraestructura, equipamientos
y servicios urbanos adelantados; la sostenibilidad de las acciones de desarrollo
comunitario; la continuidad de las políticas de radicación de asentamientos y
las acciones preventivas; así como el desarrollo de políticas complementarias.
Desde esta perspectiva se reconoce un conjunto de aportes de los Progra-
mas de MIB en Bogotá en relación con el modelo de ciudad. Estos son:

• Reconocimiento de la relación entre lo formal y lo informal.


• La centralidad desde donde se enfrenta el problema debe asimilar apren-
dizajes y cambios en el contexto.
• El bienestar de las personas como centro del problema.
• Es un problema que no va a desaparecer (agotamiento del suelo, déficit
acumulado, dinámica migratoria).
• Se requiere construir mirada conjunta frente a la ciudad.
• Se ha de garantizar la sostenibilidad ambiental y económica.
• La convivencia debe apuntar al desarrollo y no al control.
• La definición de las escalas de intervención debe ser integral y particular
a la vez.
• MIB debe integrar múltiples acciones.

Estas acciones de los programas de MIB implican a su vez un conjunto


de compromisos políticos e institucionales que permitan reconocer el carácter
estratégico de los Programas de MIB para la ciudad. Ello implica desarrollar
los programas de MIB pensados a largo plazo y con la jerarquía necesaria,

61
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

y como articuladores de la política pública y las políticas del hábitat para la


ciudad. Por tanto, los programas de MIB se constituyen en articuladores de la
dinámica de planeación urbana al incidir en el POT y sus planes maestros.
Se puede afirmar que el mejoramiento urbano y con él el mejoramiento
integral de barrios, se presenta hoy como una alternativa institucional impor-
tante, para abordar los problemas de la pobreza urbana, la integración físico
espacial, social y económica de los asentamientos auto producidos de origen
informal de la ciudad. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que en
el modelo actual de ciudad el crecimiento va a seguir siendo una constante en
relación con el agotamiento del suelo y su costo, por lo tanto no es viable que
el mejoramiento se siga desarrollando a través de programas aislados de corto
alcance, es preciso, entonces, que haga parte de políticas públicas distritales
permanentes de impacto que se proyecten a mediano y largo plazo.

Consideraciones finales
Pensar el mejoramiento integral de barrios como alternativa para la ciudad
implica reflexionar sobre el modelo en que se inscriben estas iniciativas. En
este sentido y a manera de conclusión se plantean cuatro aspectos esenciales
en la perspectiva de una ciudad que vincule la informalidad y la formalidad
a partir del reconocimiento de formas distintas de concebir y hacer ciudad y
frente a la posibilidad de construir un modelo compartido de ciudad. Estos
cuatro aspectos son:

1. Profundizar en los procesos de descentralización de la ciudad, no simple-


mente en procesos de desconcentración de funciones, sino de procesos rea-
les de descentralización de la ciudad pues, dado su tamaño, es imposible
seguir pensando que se puede administrar y gobernar simplemente desde
un ente central.
2. Garantizar adecuados procesos de participación, no solamente traducidos
en la representatividad sino de la construcción colectiva de los procesos y
proyectos que reclama la ciudad. En este caso concreto significa construir
un modelo compartido de ciudad, en el que el tema de la participación sea
fundamental para la gobernabilidad de las ciudades.
3. Si bien los procesos de planeación han mejorado y hay hoy en día un
entendimiento fundamental de lo que significa estructurar el territorio

62
Pánel d e a p e rt u ra

de manera colectiva, estos procesos aún adolecen de reales mecanismos


que garanticen que aquello que se plasma en términos de las ideas y en
términos de los textos sea lo que se construya y, por lo tanto, seguimos
construyendo una ciudad de manera fragmentaria, dispersa, y segrega-
da. Si la planeación no se hace como un proyecto colectivo que privilegie
las necesidades sentidas de la ciudad en términos del conjunto de la po-
blación, definitivamente seguiremos abocados a procesos de planificación
desde una perspectiva fundamentalmente económica.
4. La sostenibilidad, significa entender que Bogotá no es un territorio ilimi-
tado, por el contrario, es un territorio con límites y limitaciones y que,
por tanto, no tendrá la capacidad de seguir absorbiendo población cuyas
necesidades siguen creciendo como ha venido sucediendo. Y esa sostenibi-
lidad necesariamente tiene que mirarse en el escenario mucho más amplio
de las relaciones entre Bogotá y la región. Si ese aspecto no se resuelve
la ciudad se va a ver abocada en un tiempo demasiado corto a una crisis
urbana muy fuerte, porque su capacidad de sostenibilidad, que significa
garantizar unas condiciones de calidad de vida óptimas para su población,
cada vez se va a deprimir más porque los recursos no serán suficientes para
que la ciudad siga creciendo de manera ilimitada.

63
Pánel 1

M i b , m o d e l o d e d e s a r r o l l o y m o d e l o d e c i u da d

En este pánel intervinieron por UN-Hábitat/Colombia, Fabio Giraldo Isaza;


por el Departamento Nacional de Planeación –DDUPA-DNP– José Alejan-
dro Bayona; por la Secretaría Distrital de Planeación –SDP–, y el Subprogra-
ma de Mejoramiento Integral del POT, Fernando Rojas; y por la Universidad
Nacional de Colombia, Carlos Torres T. Este Pánel estuvo moderado por la
economista Mercedes Castillo.
Este pánel abordó la relación y la importancia del mejoramiento integral
de barrios en la construcción y el establecimiento de un modelo de ciudad que
está basado en perspectivas muy concretas de desarrollo. Las preguntas a las que
pretende acercarse y resolver son: ¿en qué estado se encuentra el MIB en Bogo-
tá?, ¿qué devela el modelo de desarrollo actual y cómo se relaciona con el mode-
lo de ciudad?, ¿cuáles son las alternativas que existen al modelo de ciudad?

1.1. El modelo de desarrollo propuesto sobre el cual


se configura la ciudad 32
El modelo de desarrollo que se propone para el país está sustentado en un
modelo económico que está determinado por su capacidad para alcanzar

32
Aparte redactado a partir de la exposición del profesor Carlos Torres, docente de la Uni-
versidad Nacional de Colombia.

65
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

las metas del sistema capitalista. En este sentido, la apertura económica y


la instauración del modelo neoliberal desde la década de los años noventa,
representó un momento de ruptura interna; con la implementación de dicho
modelo, el país experimentó una serie de transformaciones, especialmente en
el ámbito político y económico, que se ven reflejadas en el detrimento de las
condiciones de vida de los individuos y en la incapacidad para garantizar el
acceso a sus derechos.
Si bien el proceso de instauración de este modelo económico se viene
dando de manera tajante desde comienzos del siglo pasado y es más evidente
después de la mitad del siglo –cuando la economía del país se empieza a con-
centrar en las ciudades lo que deriva en su crecimiento desmesurado, además
de otros factores políticos–, fue con la apertura económica del noventa y el
avance hacia una fase más desarrollada del capitalismo –como es el modelo
neoliberal–, que la situación de los menos favorecidos en los centros urbanos
se agudizó al punto de negar el derecho a la ciudad.
Otro quiebre que presenta la década del noventa, siguiendo la lógica del
modelo, fue la trasformación de la función del Estado. Se pasó de la búsqueda
de un Estado de Bienestar a implementar un Estado Regulador del mercado,
esto significa que la responsabilidad estatal de direccionar el modelo se redujo
a la asignación de funciones al sector privado en materia de servicios públicos
y sociales; una muestra de ello lo constituye la venta de las entidades estatales
(activos públicos) con el pretexto de atender las necesidades sociales con los
recursos que allí se generan.
A pesar de que el modelo de desarrollo busca que el conjunto de la pobla-
ción viva en condiciones de bienestar, al estar determinado por las condiciones
del modelo económico, solo una parte de la población tiene posibilidades de
acceso y reconocimiento. Esta situación se expresa en el espacio físico de las
ciudades donde el aumento de la brecha entre ricos y pobres hace que unos
se ubiquen en las periferias de las ciudades, donde no existen las condiciones
para vivir dignamente.
En este proceso, Bogotá, como capital del país, y la ciudad más importan-
te, es el referente de avance del modelo en el contexto nacional, y es desde donde
se impulsan las políticas para constituir una ciudad productiva y competitiva
capaz de enfrentar el mercado mundial. Para alcanzar estos objetivos se estable-
ció un modelo de planeación que ha sometido el conjunto del desarrollo urbano

66
Pánel 1. Mib, modelo de desarrollo y modelo de ciudad

a la racionalidad del mercado. El modelo se ha concentrado en disponer de los


recursos del territorio, esto ha implicado modificaciones en el territorio que han
dado como resultado desplazamientos de la población de los lugares que se re-
conocen como estratégicos para la reproducción del capital.

Política Nacional actual sobre el modelo de ciudad33


En el país el 70% de la población está concentrada en las ciudades, lo que
exige que las administraciones generen las condiciones adecuadas para que la
creciente población tenga acceso a los beneficios que ellas ofrecen.

Tabla 1. Población (en miles)

Descriptor 2005
Población total Censo 2005 41’468.000
Población urbana nacional 31’507.000
% total nacional 76%
Tamaño de la población para las 4 ciudades principales 12’099.000
Tamaño de la población para las municipios con menos
de 100.000 habitantes 21’512.000
Número de ciudades con más de 1 millón de habitantes 4
Número de ciudades con más de 100.000 habitantes 38
Fuente: DANE, Cálculos DNP (2007).

Las ciudades colombianas no han sabido enfrentar este reto; aunque la


mayor generación de riqueza se presenta en los centros urbanos, también con-
centran un alto índice de pobreza, problemática que se asocia a las condicio-
nes precarias del hábitat en los lugares donde se concentra la población más
pobre. La política nacional de los últimos años se ha centrado en focalizar las
políticas de desarrollo para el país fortaleciendo los centros urbanos con el fin
de construir ciudades competitivas y sostenibles.

33
Este aparte es una síntesis de la exposición del doctor José Alejandro Bayona, del Depar-
tamento Nacional de Planeación.

67
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

Con el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, se formula la política


Ciudades Amables (2005), título con el que se define el modelo de ciudades
compactas y sostenibles. Con la definición del modelo como parte de una po-
lítica se orienta el accionar del gobierno y se racionaliza la inversión pública
de acuerdo con las metas del modelo.
La estrategia de la política para las Ciudades Amables está compuesta
por cuatro políticas específicas: desarrollo urbano, vivienda, agua potable y
saneamiento básico y transporte.

Gráfico 1. Estrategia de la política de Ciudades Amables

Desarrollo Urbano: Ciudades compactas y sostenibles

Vivienda: Solución al Transporte Urbano


Agua para la vida
alcance de todos y Movilidad

Lineamientos de articulación de políticas y programas integrales

Saneamiento para
Macroproyectos para VISy Renoovación y/o
asentamientos: mejoramiento
complementarios para SITM redensificación Urbana
integral de barrios

Fuente: Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010: Estado comunitario: desarrollo para todos.

La política de desarrollo urbano busca: optimizar los instrumentos de gestión


del suelo para la generación de suelo urbano para la construcción de Vivienda de
Interés Social –VIS–; apoyar los programas de renovación urbana y generación de
espacio público; y avanzar en el sistema de información para el desarrollo territo-
rial con la actualización de bases de datos de catastro y la formulación y puesta en
marcha de los Bancos Inmobiliarios. La política de vivienda busca apoyar progra-
mas para la construcción de VIS y fortalecer el sistema de financiación y acceso
a subsidios. Por último, la política de agua y saneamiento básico busca que los
municipios con carencias en la prestación del servicio, mejoren sus condiciones por
medio del apoyo de la Nación y las entidades privadas.

68
Pánel 1. Mib, modelo de desarrollo y modelo de ciudad

De manera trasversal se formulan tres programas integrales que se arti-


culan con las políticas a través de algunos lineamientos. El mejoramiento inte-
gral de barrios es uno de estos programas de saneamiento para asentamientos.
El gobierno nacional se propone apoyar todo el proceso de planeación, gestión
y ejecución. Con este programa el gobierno pretende articular las inversiones
en agua potable y saneamiento básico, legalización de asentamientos, mejora-
miento de la vivienda, banco de materiales, titulación predial y espacio públi-
co y movilidad. A continuación se presenta un esquema con el cual se expone
el desarrollo de este proceso:

Gráfico 2. Programas integrales. Estrategia 1. Saneamiento para asentamientos:


Mejoramiento Integral de Barrios

Promoción del Programa Acompañamiento técnico y financiero a los programas de MIB

1. Planeación

2. Gestión 3.Ejecución

Tratamientos Urbanísticos Estudios Técnicos Montaje del Operador Inversiones sectoriales

Amenazas y riesgo Amenazas y riesgo Interventoría


Programa
Mejoramiento Viabilidad de SSPP Viabilidad de SSPP de MIB y/o
Programa
Integral Viabilidad de EP Viabilidad de EP Gerencias
Zonales Diseño de
Viabilidad Jurídica Viabilidad Jurídica Ejecución
Proyectos

Con base en los estudios técnicos el municipio decide si legaliza el asentamiento

Fuente: Presentación DNP (2007).

1.2. Caracterización del modelo de ciudad en Bogotá


En los últimos diez años, Bogotá ha experimentando una serie de cambios que
representan una mejoría en la gestión con avances en la descentralización, en
la ampliación de los procesos de participación ciudadana y cultura ciudadana,
y en la actualización de la infraestructura y equipamientos de carácter metro-
politano y la construcción de un sistema de espacio público. Pero, contrario
al sentido de lo público, se han impulsado las políticas de privatización y de

69
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

apertura indiscriminada a la globalización; además, no hay claridad frente al


papel de la reestructuración administrativa de la ciudad.
Por otra parte, se sigue acentuando la brecha entre formalidad e infor-
malidad que está determinada por la distribución de la riqueza, y donde, al
parecer, los formales son aquellos que tienen garantizado el acceso a los bene-
ficios que genera la ciudad y la informalidad es entendida como la respuesta
de los pobres ante las fallas del mercado que no les da cabida y del que no
reciben respuesta alguna. La brecha se acentúa cada vez más pues hay un au-
mento sostenido de la urbanización y la pobreza; y se acusa a la informalidad
de contribuir al deterioro del medio ambiente urbano y de las condiciones
sociales, de ser generadora de mayor inseguridad y de no tener ningún sentido
de apropiación.
El problema urbano se expresa en las tensiones existentes entre urba-
nización-pobreza, exclusión-inclusión, formal-informal, desarrollo completo-
desarrollo incompleto. Con el fin de dar respuesta a tales problemas, lo cual
no significa que las tensiones se disuelvan, el Distrito ha venido formulando
una serie de políticas para orientar el rumbo de la ciudad.
Un hecho clave que pretendió orientar el rumbo de la ciudad con el ar-
gumento de dar solución a los problemas persistentes fue la formulación del
POT para Bogotá, a través del cual se ha expresado una visión de territorios
especializada y se ha especializado el modo de producción requerido para el
funcionamiento del modelo.

El POT de Bogotá
El POT es producto de un proceso que inició en 2000 y su versión final se
produjo en 2004 con la expedición del Decreto 190 del mismo año. Con la
formulación del POT para Bogotá se hizo explícito el modelo en el que se
realiza un ejercicio de planeación y planificación de la ciudad a largo plazo
a partir de tres estructuras superpuestas e interdependientes, fundamentales
para el ordenamiento del territorio que se concretan con una serie de instru-
mentos de planeamiento:

1. La estructura ecológica principal que contiene sistema de áreas protegi-


das, sistema de parques urbanos, corredores ecológicos y de protección del
río Bogotá.

70
Pánel 1. Mib, modelo de desarrollo y modelo de ciudad

2. La estructura socioeconómica y espacial, que está constituida por 21 cen-


tralidades de integración nacional e internacional, de integración regional
y de integración urbana.
3. La estructura funcional y de servicios, que se desarrolla a través de los
planes maestros de movilidad; equipamientos urbanos; espacios públicos:
parques y espacios peatonales; y servicios públicos: acueducto, sanea-
miento, telecomunicaciones, energía eléctrica y gas. Además, contempla
unos instrumentos de gestión urbana que contienen el planeamiento ur-
banístico, la actuación urbanística y el financiamiento del ordenamiento
territorial. Estos lineamientos que se dan a través del POT definen los
instrumentos que moldean la ciudad.

Sin embargo, persisten dificultades en el ordenamiento de la ciudad, en


la aplicación de esta normatividad y en la solución de problemas estructurales
de la ciudad. Aunque es clara la orientación del modelo en el POT, existen
dificultades por el desconocimiento y la consecuente aplicación de los ins-
trumentos allí propuestos. A pesar de que se intenta regular el desarrollo
de la ciudad a largo plazo con la expedición del POT, en lo concreto existen
otras normas vigentes que se superponen y que presentan dificultades en su
jerarquización. Con esta superposición de normas persiste la dificultad para la
gestión urbanística.
Coexisten otros problemas estructurales como la informalidad, sustenta-
da en el aumento de la brecha entre ricos y pobres, el aumento de la población
desplazada que se concentra en las grandes ciudades, el aumento de desem-
pleados y la imposibilidad de acceder a una vivienda y entorno dignos.

El mejoramiento integral de barrios en el POT34


La política de Hábitat y Seguridad Humana del POT está enfocada en: promover
la oferta de vivienda con la oferta de dotacionales y espacio público; el ordena-
miento de la vivienda basado en los principios de seguridad humana y la urbani-
zación legal mediante acciones preventivas y el mejoramiento integral de barrios;
dar seguridad jurídica a los propietarios, poseedores y tenedores de predios de

34
Síntesis elaborada a partir de la exposición hecha por el arquitecto Fernando Rojas, de la
Secretaría Distrital de Planeación.

71
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

desarrollos ya legalizados; controlar la localización de los asentamientos humanos,


a fin de proteger el patrimonio ambiental.
En la estructura del POT el Programa de Mejoramiento Integral de Ba-
rrios es un subprograma del programa de Vivienda de Interés Social. Tiene
tres objetivos:

1. Orientar urbanísticamente las acciones de reordenamiento y comple-


mentación.
2. Corregir las deficiencias físicas, ambientales y legales generadas en el ori-
gen ilegal.
3. Permitir el acceso de los habitantes a la calidad de vida urbana definida
para toda la ciudad.

De acuerdo con lo anterior se proponen como metas:

1. Atender integralmente el área urbana conformada por desarrollos de ori-


gen ilegal.
2. Atender a la población de estratos 1 y 2 de la ciudad.
3. Reglamentar 26 UPZ de mejoramiento integral.

El enfoque de hábitat
El mejoramiento integral de barrios se debe realizar desde la perspectiva de
hábitat y en cumplimiento de las Metas del milenio, a través de proyectos que,
considerando las restricciones presupuestales, tengan en cuenta, en orden de
prioridad, los siguientes temas:

• Agua y saneamiento básico.


• Energía.
• Vías y, particularmente, movilidad.
• Equipamiento.
• Espacio público físico.
• Casa.

En función de ello, es posible dar inicio a trabajos de participación comu-


nitaria que se materializan en decisiones en beneficio de la población a nivel
local. En términos arquitectónicos, es posible plantearse cómo deben ser la

72
Pánel 1. Mib, modelo de desarrollo y modelo de ciudad

vivienda y el entorno que construye el Estado hoy, lo cual incluye el mejora-


miento de vivienda y el mejoramiento integral de barrios.
UN-Hábitat/Colombia viene planteando un conjunto de modalidades
para intervenir integralmente en el hábitat, tal y como se presentan en el
siguiente gráfico:

Gráfico 3. Política Integral de UN-Hábitat/Colombia

Acceden a la vivienda a través del mercado convencional y a las


Atendido por políticas públicas existentes en la actualidad. Requieren menores
el mercado tasas de interés y mayor competencia en los mercados de crédito

Requieren liberalización de tasas pero también mayor competencia


Profundización bancaria vía
en los mercados de crédito. Se puede profundizar con políticas
mercado como la banca de oportunidades.

Profundización bancaria Se puede profundizar su bancarización con aseguramientos de los


vía pública créditos a través de garantías fiscales de la deuda hipotecaria.

Atención por la vía de Se requiere crecimiento económico y un sistema de financiamiento


generación de ingresos no tradicional.

Política Social
Requieren Política Asistencial: Viviendas de paso, viviendas
Asistencia comunitarias, albergues.

Fuente: UN-Hábitat/Colombia (2007).

Todas las anteriores políticas, desde la perspectiva de UN-Hábitat en


Colombia, habrán de abordar necesariamente la dimensión física del hábitat y
también su dimensión política, económico-social y estético-ambiental, como
condición para crear una ciudadanía que haga posible una ciudad más demo-
crática, como la que se propone desde el Estado Social de Derecho consagrado
en nuestra Carta Constitucional; en términos urbanos-territoriales, la Consti-
tución se encuentra desarrollada en la Ley 388 de 1997 y su planteamiento se
centra en la creación de ciudades y ciudadanía

1.3. Los aportes del MIB en Bogotá en relación


con el modelo de ciudad
El mejoramiento integral de barrios ha propiciado que la administración re-
conozca la relación de lo formal y lo informal, con lo cual debe asimilar los

73
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

aprendizajes y cambios en el contexto, para hacer énfasis en el bienestar de las


personas como el centro del problema.
Si bien los problemas que enfrenta la ciudad no van a desaparecer con la
aplicación de estas acciones, sí se pueden encaminar para garantizar el derecho a la
ciudad a partir de la construcción de una mirada conjunta de la ciudad, la garantía
de la sostenibilidad ambiental y económica, la participación de los ciudadanos en
tal proceso y la definición de escalas de intervención integral y particular.
Se puede afirmar que el mejoramiento urbano y el mejoramiento inte-
gral de barrios, se presentan hoy como una importante alternativa institu-
cional para abordar los problemas de la pobreza urbana, la integración físico
espacial, social y económica de los asentamientos auto producidos de origen
informal de la ciudad. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que en
el modelo actual de ciudad el crecimiento va a seguir siendo una constante
en relación con el agotamiento del suelo y su costo, por lo tanto no es viable
que el mejoramiento se siga desarrollando a través de programas aislados de
corto alcance, es preciso considerar políticas públicas distritales permanentes
de impacto que se proyecten a mediano y largo plazo.

1.4. Consideraciones del pánel 35 : modelo de


desarrollo y modelo de ciudad
Los programas de mejoramiento de barrios que se iniciaron hace más de 30
años en Bogotá, hoy se están convirtiendo en una de las estrategias preferi-
das de los gobiernos locales para atacar los problemas de pobreza urbana. Se
trata de soluciones que aprovechan la inversión inicial hecha por los propios
habitantes para solucionar su problema habitacional y de continuar aprove-
chando esa capacidad de trabajo en procesos comunitarios participativos para
la ejecución de las intervenciones públicas. Se visualizan como instrumentos
poderosos para la reducción de la pobreza, para generar desarrollo urbano y
como elementos importantes de las políticas habitacionales.
En ese sentido el mejoramiento de barrios fue incorporado por el POT
(2000) y asumido por las administraciones distritales. El POT ya reconocía
que de las 35.232 hectáreas de suelo urbano definidas, cerca de 6.906 hec-

35
Están redactadas a partir de los elementos sintetizados por la moderadora del pánel, la
economista Mercedes Castillo y presentadas en el pánel de Balances y Conclusiones.

74
Pánel 1. Mib, modelo de desarrollo y modelo de ciudad

táreas habían sido urbanizadas de manera ilegal, más o menos el 20%, e ins-
cribía la necesidad del Subprograma de Mejoramiento en las 26 UPZ Tipo 1
- Residencial de Urbanización Incompleta.
La administración de Luis Eduardo Garzón, a su vez, se comprometió
con revisar la reglamentación sobre licencias de construcción para programas
de mejoramiento y sobre subsidios para ello.
Podría pensarse que los programas de MIB han atendido más el mejo-
ramiento del espacio público que el de las viviendas mismas. Sin embargo, y
como bien lo reconoce el Pacto por un hábitat digno, estamos en un contexto
de severos problemas estructurales de pobreza, distribución inequitativa del
ingreso, desempleo, bajos salarios reales y creciente informalidad en los mer-
cados de trabajo, en especial en los mercados donde intervienen con mayor
fuerza los problemas del hábitat popular.
Casi dos años después de firmado este pacto, no se ha adelantado mucho en
la reducción del elevado déficit cuantitativo, por los problemas en el diseño y en la
operación de la política misma de subsidios36. Tampoco se ha adelantado mucho
en la reducción del déficit cualitativo de la vivienda, al menos en términos reales;
el suelo urbano es aún mucho más costoso y, por supuesto, más escaso y no se ha
ampliado sustancialmente la oferta de vivienda de interés prioritario –VIP–, en
especial para las familias no vinculadas formalmente al mercado laboral.
Por el contrario, parecería que tanto las acciones para intervenir en la
ciudad construida (renovación urbana, mejoramiento integral, planes de re-
densificación, reasentamiento de familias que viven en zonas de alto riesgo,
entre otros), como aquellas para generar o promover nuevos desarrollos ha-
bitacionales (vivienda de interés social nueva, vivienda en arriendo, vivienda
transitoria), están produciendo un modelo de ciudad que profundiza la se-
gregación socio-espacial, la exclusión y la pobreza. En el caso específico de
los programas de mejoramiento integral de barrios, con la facilitación de una

36
Los principales problemas son: I) Un número importante de hogares beneficiarios de
subsidios familiares que no son aplicados o desembolsados por situaciones no imputables
a ellos; II) Los tiempos y los procesos de la dinámica de la oferta de vivienda, la provi-
sión y aprobación de créditos, y los cronogramas de desembolso de los subsidios no son
coincidentes; III) Limitaciones estructurales de suelo para proyectos de vivienda tipo 1 y
2; IV) Limitaciones de acceso al crédito para población con bajos ingresos; V) Oferta de
vivienda insuficiente para los hogares pobres.

75
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

regulación urbanística y jurídica para la titularización de la propiedad, las


viviendas ingresan en los circuitos de mercado o submercado. Sin embargo
surge el efecto perverso de que la propiedad de las viviendas genera a sus recién
reconocidos propietarios unos costos que anteriormente no tenían y que difícil-
mente pueden asumir, tales como impuestos, servicios públicos regularizados,
valorizaciones, plusvalías, etc. Así, a la par de que sus viviendas se conviertan
en mercancías, el reconocimiento de la propiedad sobre ellas se convierte en
una forma de ejercicio de poder y control social que termina expulsándolos.
Otra cuestión que también emerge directamente de las modalidades de
gestión de los programas es acerca de los niveles de democratización que estos
alcanzan. Muchas veces la participación enunciada no significa una verdadera
implicación de la población y un fortalecimiento de las relaciones intrabarria-
les e intraurbanas.
Finalmente queda el interrogante de si estos programas constituyen una
avanzada hacia una política social alternativa o solo son válidos como un rea-
seguro de gobernabilidad urbana.
La primera pregunta que surge, entonces, sería: ¿Qué tan efectivos son
los programas de MIB en la mitigación de la pobreza o, por el contrario, están
contribuyendo a agudizar la segregación socio-espacial y la exclusión, con el
consecuente aumento de probabilidad de un conflicto social?
La segunda: ¿Se puede hablar de que los programas de MIB son cons-
tructores de ciudadanía?
La tercera pregunta es: ¿Se pueden considerar los programas de MIB,
elementos importantes en la generación de desarrollo urbano?
A estas interrogantes por resolver, se suman otras formuladas por los
asistentes al Foro Público que se pueden resumir en los siguientes tópicos:

• ¿Hay seguimiento a los programas de MIB?


• ¿Existen indicadores, están bien construidos, representan la realidad?
• ¿Estos programas ayudan en la generación de ingresos?
• ¿Qué nivel de sustentabilidad tienen las intervenciones?
• ¿Qué replicabilidad tienen estas acciones como política?
• ¿Cómo se relacionan los programas de MIB con el tema veredal, con las
zonas en riesgo y con las áreas rurales?
• ¿El MIB es una estrategia que se considera en todas las regiones del país?

76
Pánel 2

P o l í t i c a s d e MIB e n e l c o n t e x t o u r b a n o

En este pánel intervinieron por el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desa-


rrollo Territorial –MAVDT– Leonardo Morales; por la Secretaría Distrital
del Hábitat la arquitecta Carolina Carmona; por la Sociedad Colombiana
de Arquitectos –SCA– el arquitecto Gonzalo Correal; por la Universidad
Nacional de Colombia, el profesor Pedro Buraglia y el sociólogo John Jai-
ro Rincón. Éste estuvo moderado por el arquitecto Carlos Mario Yory.
Se abordaron las políticas y los enfoques subyacentes a través de los
cuales se ha afrontado el desarrollo de la noción del MIB y, también, ex-
periencias concretas. El pánel buscó responder a las preguntas siguientes:
¿Cómo avanzar hacia la construcción y posicionamiento de una política pú-
blica de MIB?, ¿dónde y con qué criterios se diseña la política de MIB?, ¿qué
elementos aportan los distintos enfoques de MIB implementados a lo largo
del tiempo?, ¿qué compromisos y cambios exige la adopción del MIB como
estrategia integral para la ciudad?
El tema de financiación ocupa un lugar fundamental en el campo del
MIB, entendiendo que la clave se encuentra no solamente en el problema
de la consecución de recursos sino también en la mirada política que se le
imprima desde los ámbitos distrital, nacional e internacional.

77
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

1.1. Política de MIB


Con la Constitución Política se definen una serie de orientaciones de tipo cua-
litativo que pretenden que el país alcance un desarrollo sostenible y mejorar
las condiciones de vida de los ciudadanos. Sin embargo, en el ámbito urbano
las políticas públicas han redundado en los temas jurídico, económico y técni-
co, con escasos logros en términos del bienestar social e individual según los
preceptos constitucionales.
Esto se manifiesta en la calidad del espacio urbano cuando los que pla-
nean y regulan el desarrollo de las ciudades priorizan lo estético mientras que
la construcción social y ambiental del espacio es poco reconocida y limitada
en su manejo.
A pesar de esto, el mejoramiento integral de barrios se constituye en un
elemento de discusión sobre el tema de la calidad espacial de los asentamien-
tos y plantea la necesidad de repensar la agenda sobre las intervenciones en
la periferia informal. Este giro en la mirada hace que quienes construyen y
ejecutan las políticas, busquen generar sinergias y coherencia con el interés de
mejorar las condiciones de vida de la población de bajos ingresos y avanzar en
la superación de la pobreza.
Este cambio del enfoque tiene que verse reflejado en la formulación y
ejecución de proyectos, aumentado el impacto de la inversión pública en el
desarrollo humano y social de la población que participe de tales programas.

1.2. Criterios del diseño de la política de MIB


En el ámbito nacional. El mejoramiento integral de barrios en el país37
El gobierno cree necesario para el desarrollo del país mejorar la calidad de
vida en las ciudades. Intervenir en la situación precaria que presentan los
asentamientos urbanos donde se concentran un alto porcentaje de habitantes
en pésimas condiciones de vida haría que, al mejorar las condiciones de esta
población, tuviera un impacto cuantitativo en la población vulnerable.

37
Extractado de la ponencia del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
–MAVDT–, Dirección de Desarrollo Territorial, a cargo del arquitecto Leonardo Morales.

78
Pánel 2. Políticas de mib en el contexto urbano

La política de MIB para el país es formulada por el gobierno nacional a través


de la Dirección de Desarrollo Territorial del MAVDT. Con el programa de Me-
joramiento Integral de Asentamientos Humanos Precarios se pretende articular
el accionar de las diferentes instancias gubernamentales a nivel nacional, regional
y local que tienen que ver con el tema en la planeación, diseño de estrategias
regionales y ejecución de proyectos con asistencia técnica. Para cumplir con su
objetivo el programa identifica los siguientes elementos: prevención y mitigación
del riesgo, legalización, titulación, mejoramiento de vivienda, reasentamiento de
viviendas, servicios públicos, vías, espacio público y equipamientos.
De manera estructural la formulación y ejecución de la política está de-
terminada por la descentralización pues a cada una de las instancias territoria-
les le son asignadas una serie de funciones de acuerdo con sus capacidades. En
el ámbito nacional se dan las orientaciones de la política, se suministra asisten-
cia técnica, se construye un marco normativo y se gestionan y suministran los
recursos necesarios. En el plano regional se encuentra la planificación avalada
por el POT, se busca la financiación y se establece el puente entre la nación y
los municipios. En el ámbito municipal se establece la articulación del POT
y el Plan de Desarrollo Municipal para la ejecución de la política nacional, se
definen los procesos de reasentamiento, se establece la reglamentación muni-
cipal para la ejecución de los planes y proyectos, se realiza la gestión, financia-
ción, seguimiento y manejo de áreas liberadas.
En la formulación del Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010, se con-
sidera la formulación de lineamientos para el manejo de los asentamientos
precarios, la cual incluye un marco legal, financiero y de planificación para
el mejoramiento integral de asentamientos en zonas de riesgo mitigable y el
reasentamiento de la población en zonas de alto riesgo.

En el ámbito local. Programa de Mejoramiento Integral de Barrios


–PMIB–38
Al igual que las grandes ciudades latinoamericanas, Bogotá ha crecido con
una marcada diferencia entre la ciudad formal, resultado de procesos inmo-
biliarios legales, y la ciudad informal, la de los asentamientos construidos por

38
Extractado de la ponencia de Secretaría Distrital del Hábitat, a cargo de la arquitecta
Carolina Carmona.

79
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

sus propios pobladores, sin el debido acompañamiento técnico, social y jurídi-


co por parte del Estado.
En Bogotá la política de MIB está orientada por el POT que pretende
actuar de manera integral mediante la articulación de las políticas de gestión ur-
bana y suelos, competitividad, ambiental y hábitat, con el desarrollo territorial,
económico, social y sustentable. Se parte de una visión integral del Hábitat que
articula vivienda y entorno y el reconocimiento del los derechos fundamentales
de vivienda digna, ciudad incluyente y medio ambiente sano y seguro.
El sector hábitat del Distrito reconoce que los problemas más profundos
que presenta la ciudad se dan en los asentamientos de origen ilegal donde ade-
más de las condiciones de vida deficientes, se generan sobrecostos y demandan
un mayor esfuerzo por parte de la administración en el momento de atender a
su población y de legalizar los asentamientos. Para atender esta problemática
el objetivo del MIB se concentra en “desarrollar procesos de mejoramiento
integral e inclusión territorial y social de los barrios periféricos de origen ile-
gal, para que los beneficios y servicios que ofrece la ciudad le lleguen a esta
población y mejoren las condiciones físicas de su entorno, su calidad de vida,
su acceso a los derechos, su convivencia y su relación con las instituciones”,
proceso que se caracteriza por ser participativo y sostenible.
El marco operativo el PMIB contiene tres componentes: 1. Territorial
y de obras, 2. Social, y 3. De fortalecimiento institucional. La coordinación
interinstitucional se desarrolla con la articulación de acciones a escala distrital,
local y zonal en función de las comunidades y acordes con las problemáticas
identificadas, sentidas y priorizadas en los núcleos de participación ciudadana
a través de planes zonales.
El programa se estableció a partir de convenios de crédito y cooperación
del Distrito con el gobierno alemán y el Banco Mundial y puso en funciona-
miento la coordinación mediante procesos de planeación, monitoreo, evalua-
ción y ajuste a través de los siguientes escenarios:

• Conformación de comités distritales técnicos y sociales, en los que se defi-


ne y coordina el desarrollo de las acciones para lograr las metas trazadas.
• Articulación, organización zonal y administración pública local para facili-
tar y dinamizar la relación entre las instancias y autoridades de planeación
y gestión local y las organizaciones comunitarias de las unidades de pla-
neamiento zonal.

80
Pánel 2. Políticas de mib en el contexto urbano

Esta coordinación ha desencadenado el fortalecimiento de la institucio-


nalidad pública, una mayor credibilidad de los ciudadanos de estas zonas hacia
lo público, una mayor participación y corresponsabilidad social de las organi-
zaciones de la sociedad civil, mejores condiciones para el desarrollo zonal y un
impacto positivo en el mejoramiento de la calidad de vida.
Como estrategias de intervención se tienen los núcleos de participa-
ción ciudadana, las obras con participación ciudadana y el fondo de desa-
rrollo comunitario. Los núcleos de participación ciudadana, como espacio de
interlocución y consulta entre entidades y actores sociales, buscan que los
sectores sociales se articulen a la gestión institucional en relación con el
ordenamiento urbano a escala zonal. Las obras con participación ciudadana
buscan fortalecer las organizaciones comunitarias para que sean capaces
de implementar sus propios proyectos de desarrollo en el territorio, man-
teniendo la relación con las entidades públicas y privadas. Por último,
como instrumento para la financiación de proyectos para facilitar la par-
ticipación comunitaria y el desarrollo social de las zonas, se establece el
fondo de desarrollo comunitario.

1.3. Aportes de los distintos enfoques de MIB


implementados a lo largo del tiempo 39
Las acciones desarrolladas en el ámbito distrital desde 1972 hasta la fecha han
estado enmarcadas dentro de la noción de desarrollo y mejoramiento urbano
pero no han sido definidas como mejoramiento integral. Solo hasta el año
2000 el gobierno distrital formuló explícitamente una política de MIB con-
creta, con antecedentes en experiencias precedentes y en el Proyecto Sur con
Bogotá de 1997.
En este sentido, si bien han sido acciones de mejoramiento, se debe dis-
tinguir entre mejoramiento urbano y barrial, como iniciativas para la supera-
ción en la ciudad de déficit acumulados en diversos campos.

39
Aparte elaborado a partir de la exposición del sociólogo John Jairo Rincón García sobre
experiencias de mejoramiento en Bogotá.

81
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

A partir de su orientación específica, las experiencias pueden ser clasifica-


das política y conceptualmente como acciones estatales de intervención cuyo
objeto era lograr:

• Integración a la zona urbana de una porción urbana, caracterizada como


excluida y/o segregada de la ciudad (estratos 1 y 2). Ejemplos: PIDU-
ZOB, Fases I y II (1972), este proyecto buscaba integrar la zona urbana
de la parte oriental de la ciudad: 5 Sub zonas de intervención: agregados
del sur, sur oriental, oriental y canteras del norte.
• Formular una metodología de intervención en sectores urbanos populares y
herramientas pedagógicas para el fortalecimiento de las capacidades sociales
comunitarias. Ejemplos: Acciones Integradas para el Mejoramiento de la
Calidad de Vida en los Asentamientos Populares Urbanos - PNUD (1985),
Obras con Saldo Pedagógico (1986-2000), Acciones para la Convivencia
(1998-2000), Desmarginalización (1998-2001), Obras con Participación
Ciudadana. Concebido como parte integral del programa de Mejoramiento
Integral de Barrios PMIB (2003-2008), Servicios Urbanos Fase I.
• Construir un modelo para institucionalizar estatalmente a nivel distrital
en Bogotá. Ejemplos: programa de Desarrollo Institucional y Comunitario
Ciudad Bolívar (1998-2001), Proyecto Sur con Bogotá (1997-2006), Pro-
grama de Mejoramiento Integral de Barrios PMIB (POT) (2000-2007).

En síntesis las acciones de intervención en el mejoramiento integral de ba-


rrios se centraron en la superación de la pobreza y el mejoramiento de la calidad
de vida en los asentamientos precarios a través de obras físicas, gestión social y
trabajo interinstitucional, con un énfasis en la integración urbana bajo los precep-
tos de la ciudad formal y la ciudad informal, en la complementación del desarro-
llo desigual barrial, zonal o metropolitano y con el predominio de lo físico.
Con la puesta en marcha de estas propuestas se avanzó en la formulación
de la política en diferentes ámbitos: en el social se integró la participación
comunitaria y se capacitó a la comunidad en diversas áreas; en cuanto a obras
e infraestructura se logró una apropiación de la comunidad de las obras y se
implementaron acciones de preservación ambiental; y por último, en el ámbi-
to institucional las entidades del Distrito realizaron un esfuerzo por entender
la importancia de la participación con acciones de concertación y formulación
de propuestas con la comunidad y la ejecución de recursos.

82
Pánel 2. Políticas de mib en el contexto urbano

Se identificaron una serie de dificultades en el ámbito social: se generaron


grandes expectativas en la comunidad y en el momento de aprobación de los
proyectos y financiación los resultados fueron escasos; se presentaron pugnas
de intereses entre los líderes comunitarios; los políticos y el clientelismo; y, por
último, la poca convocatoria a jóvenes y mujeres.
En cuanto a las obras e infraestructura se encontró que existe una difi-
cultad entre la definición de escalas de intervención y la delimitación de lo
barrial, lo zonal y lo metropolitano con el riesgo de afectar las relaciones de la
comunidad en el territorio, y por otra parte, aún no se establece relación entre
lo físico y lo social, y se sigue destacando el primero.
En términos de lo institucional se observó que no se realiza seguimiento ni
evaluación a estos programas y proyectos, los cuales son formulados y ejecutados
por agentes externos a través de consultorías, generando una perdida de la memo-
ria institucional. No existe una depuración institucional sobre funciones y agendas
lo cual se ve reflejado en conflictos de intereses entre funcionarios de entidades y
agendas diversas y cambios abruptos determinados por la agenda política.

1.4. MIB como estrategia integral para la ciudad:


cambios y compromisos 40
Se requiere que el enfoque de MIB tenga cambios de tipo conceptual. El MIB
se define actualmente así:
Es un modelo de intervención estatal orientado a realizar derechos ciudadanos de los habi-
tantes urbanos, mediante el desarrollo de acciones sostenidas en el tiempo, que contribuyan
a complementar el desarrollo urbano en áreas con alta vulnerabilidad social y física, desde
una perspectiva integral en tanto se afectan distintas dimensiones simultáneamente, del
plano individual y colectivo relacionadas con el bienestar de hombres y mujeres. Busca me-
jorar unas condiciones materiales y sociales en términos de calidad de vida para población
de estratos socioeconómicos 1 y 2, tomando en cuenta las relaciones básicas existentes entre
la comunidad y su territorio; haciéndolas partícipes en la gestión de su propio desarrollo,
generando su reconocimiento e integración de manera productiva en el modelo de ciudad
formal, a partir de la intervención en diferentes escalas de manera simultánea41.

40
Elaborado a partir de las ponencias presentadas por el arquitecto Pedro Buraglia, profe-
sor de la Universidad Nacional de Colombia y el arquitecto Gonzalo Correal Ospina de
la Sociedad Colombiana de Arquitectos.
41
Concepto propuesto en la exposición del sociólogo John Jairo Rincón sobre experiencias.

83
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

Para superar las limitaciones y abordar en forma sostenible y exitosa el


MIB se requiere inducir un fuerte cambio de enfoque y un cambio operativo
que conduzca adecuadamente al cambio espacial mediante la flexibilización,
adaptación, innovación y ampliación del rango de ofertas y la racionalización
de los procesos de mejoramiento.
Para esto se requiere incidir en:

• La elección del repertorio espacial y arquitectónico con el cual se intervie-


nen las áreas.
• La oportunidad, calidad y relevancia de la información para realizar valo-
raciones y estudios conducentes a apoyar la toma de decisiones sobre cada
asentamiento.
• La calidad, naturaleza, programación y contenido de los estudios y valora-
ciones que acompañan el proceso y la toma de decisiones de diseño.
• Los principios, normas y determinantes que regulan la forma urbana y la
producción de espacio construido en las áreas objeto de programas MIB.
• Las normas y disposiciones y mecanismos que regulan el acceso al crédito,
a materiales, al suelo y otros insumos.
• Los instrumentos empleados para el seguimiento y monitoreo de tales
procesos.
• Los enfoques institucionales profesionales y sociales corrientes sobre el
MIB, sus bases conceptuales, de gestión y operativas.
• Las formas organizativas institucionales, profesionales y económicas que
acompañan los procesos de mejoramiento.

La política adoptaría un enfoque propositivo, afectaría simultáneamen-


te el producto, el proceso y los papeles institucionales y sociales pertinentes
en forma integral y complementaria. Estaría orientada a superar barreras y
obstáculos, y a facilitar el desarrollo de procesos autónomos, coordinados y
sostenibles de mejoramiento integral.
Para adoptar el MIB como estrategia para el desarrollo integral de la ciu-
dad se requiere armonizar el conflicto existente entre política de vivienda, desa-
rrollo urbano y ordenamiento territorial. Este proceso de construcción integral
exige el reconocimiento y la participación activa de los diversos sectores de la
sociedad como son la academia, el gobierno distrital, los gremios, el sector pri-
vado, los arquitectos y la sociedad civil, entre otros. Articulada a las políticas de

84
Pánel 2. Políticas de mib en el contexto urbano

lucha contra la pobreza, de ambiente, de desarrollo urbano y vivienda social,


se daría un acuerdo socialmente aceptado y convenido sobre la mejor forma de
superar los vacíos existentes y previsibles para tratar en forma idónea las áreas
objeto de los programas.
Ello se deberá reflejar en el logro de altos niveles de satisfacción de sus habi-
tantes (aceptación), prosperidad y bienestar social crecientes (factibilidad) y solución
estable de obstáculos técnicos y carencias espaciales o ambientales (viabilidad).
Buscaría incidir en la forma urbana y arquitectónica como parte del pro-
ducto, para hacerla mas variada y adaptada a la demanda social y económica
de cada asentamiento, aprovechar sus ventajas comparativas e instigar procesos
de integración social y espacial, ampliar oportunidades de empleo e ingreso
permanente, asegurar la convivencia pacífica y la seguridad social, física y de
tenencia requeridas.
El proceso haría que la toma de decisiones se apoye en criterios inspira-
dos en el logro de asentamientos humanos sostenibles y en la construcción de
círculos virtuosos de mejoramiento. Ello se deberá reflejar en la selección y defi-
nición de metodologías flexibles y adaptables que reduzcan las posibilidades
de riesgo o error, para dirigir exitosamente los procesos de mejoramiento.
En cuanto al papel social, se encaminaría a transformar las actuales ba-
ses conceptuales y enfoques sectoriales y viviendistas con enfoques idóneos y
alternativos que además unifiquen los criterios sobre la naturaleza y enfoque
preferido para el MIB e incida en las actitudes, valores y agendas de los actores
y grupos de interés de cada proyecto de tal forma que se facilite la interacción
y se promueva la solidaridad, la cooperación y el logro de valores socialmente
aceptados, como el sentido de arraigo e identidad, entendidos como factores
que incidan en una visión constructiva de largo plazo.

1.5. Consideraciones del pánel 42 : políticas de MIB


en el contexto urbano
Las preguntas que surgen son: ¿Deben los proyectos de mejoramiento inte-
gral cumplir un papel pasivo en una política que simplemente se ocupa de la

42
Están redactadas a partir de los elementos sintetizados por el moderador del pánel, el
arquitecto y profesor de la Universidad Nacional de Colombia Carlos Mario Yory y pre-
sentadas en el pánel de Balances y Conclusiones.

85
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

competitividad, y en consecuencia proyecte una imagen cosmética de ciudad


porque tiene un énfasis en la manifestación física de los programas de me-
joramiento de barrios?, ¿es aceptable que sus índices atiendan en tan escasa
medida al mejoramiento real de las condiciones de vida de la población?
En ese orden de ideas, frente a esa ciudad postal, aparece un sofisma de
distracción, y es el tema del combate a la pobreza. Desde una perspectiva evo-
lucéntrica, desde una perspectiva de carácter ideológico, globalizante, neoli-
beral, nos han vendido la idea de que hay que combatir la pobreza. Desde otra
perspectiva, y si uno atiende el esfuerzo loable de la mayoría de los proyectos
de MIB, el problema no es la pobreza sino la inequidad, la exclusión, la falta
de oportunidades, los desequilibrios territoriales y la injusticia social; así que
habría un primer llamado de atención a ese concepto, a la precariedad con que
se combate la pobreza que se ha traducido en proyectos de mejoramiento bajo
la idea de guerra al tugurio, erradicación de la miseria desde la pobreza.
Los procesos de legalización que promueve el Estado, desde una u otra
política, no necesariamente tienen como cometido la desmarginalización; una
cosa es la legalización y otra es la inclusión social; que la legalización incluya la
desmarginalización depende de la manera como se implementen esas políticas
y como se apuntalen localmente43.
La participación de los actores privados fundamentalmente, es un tema
que ha estado ausente en el Foro. No se ha visto en las políticas planteadas
hasta ahora una estrategia clara y concreta de vinculación atractiva y eficiente
del sector privado a estos procesos de MIB. Se plantea que la participación
de actores aunada a la coordinación institucional, son el gran adalid de los
procesos de mejoramiento de barrios. Por lo que se ha visto en varias de las

43
Dentro de ese sofisma de distracción que resulta ser el combate a la pobreza aparece el
concepto de “bolsas de pobreza”, que es muy utilizado por las agencias multilaterales y
de cooperación. Se dice que hay que pinchar las bolsas de pobreza y en Bogotá, con la
intervención en el barrio el Cartucho tenemos un ejemplo muy claro de lo que pasa con
esa acción. Cuando se pincha cualquier bolsa se riega lo que está dentro y encontramos
que lo que estaba contenido en esa bolsa de pobreza ahora está regado por los barrios San
Fernando y San Victorino, y en todo el entorno del centro, abarcando tres o cuatro loca-
lidades. En ese orden de ideas, lo que habría que pensar es cómo pinchamos las “bolsas
de riqueza” para construir un poco de mayor equidad y de justicia social, y eso supone,
desde luego, tocar el tema de los actores.

86
Pánel 2. Políticas de mib en el contexto urbano

experiencias no basta con la participación, existen muchas clases de parti-


cipación, hay participaciones consultivas, deliberativas, proactivas, ¿de qué
participación estamos hablando si queremos construir una política verdadera-
mente incluyente?, y ¿qué instrumentos son los adecuados para permitir que
esa política sea construida de tal manera?
Muchos de los esfuerzos de las últimas administraciones se han concen-
trado en la coordinación institucional, ha habido reformas administrativas, un
ejemplo es aquélla de la que surgió la Secretaría del Hábitat. Si hablamos de
la participación y de la coordinación institucional se debe incorporar no solo
al sector privado, sino a las agencias multilaterales, a la cooperación interna-
cional y a las ONG.
De cualquier forma parece ser importante el acompañamiento y la partici-
pación locales en el marco de la formulación de esa política. En Medellín ahora se
está construyendo un Plan Estratégico Habitacional; en Bogotá se está superan-
do el desengaño que produjo el Pacto por el Hábitat, y se plantea Misión por el
Hábitat. En el caso de Medellín, la construcción de un plan estratégico supone la
participación de todos los actores sociales en la definición de la política pública;
la pregunta es si no valdría la pena también pensar en términos de política, en el
desarrollo de planes estratégicos de barrio, y preguntarle a la comunidad ¿cómo
quiere que sea su barrio dentro de diez años?, y ¿cuál es el papel como comu-
nidad, ONG, líder cívico, edil, representante de una Junta de Acción Comunal
para que el barrio sea lo que concertadamente se ha decidido?; cómo vamos a
hablar de MIB sin un imaginario hacia al cual dirigir los esfuerzos.
Se ha visto que el mejoramiento de barrios ha sido una sumatoria de ac-
ciones, en la mayoría de los casos, de orden físico, en otros, se ha ocupado de
la capacitación de líderes, en la formación técnica, de la seguridad alimentaria,
pero hay dos temas que resultan aparentemente vacíos de contenido, uno es el
de derechos y el otro de la dignidad. Cómo pensar una política de hábitat en
clave de derechos, cómo pensar una política de hábitat en clave de dignidad,
cuando no hay claridad sobre la diferencia entre los mínimos y los básicos
respecto a una vivienda digna, a los equipamientos sociales, a las relaciones
entre las infraestructuras físicas y las infraestructuras sociales; cuando no hay
claridad sobre cómo construir conocimiento sobre la base de la capitalización
de la experiencia de la comunidad que se ha ocupado durante años de satisfa-
cer sus propias demandas de hábitat.

87
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

Una política de hábitat construida de manera concertada debe aceptar


la vulnerabilidad de la propia política, en el marco de las contingencias y de
las externalidades que la afectan, como son la economía, o las decisiones ma-
croeconómicas que, al igual que las demás decisiones, atiende a intenciones y
a voluntades políticas. En ese sentido ¿cuáles son las amenazas de la política?,
¿cómo se va a construir una política de hábitat si no contemplamos cuáles son
sus amenazas, cuáles son sus peligros, cómo la pueden amenazar las externa-
lidades?, y en consecuencia, ¿cómo atender desde planes de contingencia esas
externalidades y esas circunstancias que afectan la política?
Habría que pensar en cuáles serían las precondiciones para formular una
política de hábitat y cuáles para formular una política de MIB. Esas pre-
condiciones subyacen evidentemente en el tipo de relaciones que el Estado
construya a través de los diferentes actores. Ha sido un problema recurrente
la falta de coordinación interinstitucional y sobre todo la superposición de
competencias entre lo nacional, lo regional, lo local y lo zonal.
La escala primera que constituye el mejoramiento de barrios, paradójica-
mente, no es lo barrial sino lo vecinal, el espacio donde se encuentra la gente,
donde se construye la comunidad de confianza; sino es desde lo vecinal, ¿cómo
se va a formular una política construida en escenarios administrativos que
maneje la complejidad del barrio, la UPZ, la localidad, la ciudad, y ese otro
gran ausente, lo regional?, ¿cómo se aborda el tema de la satisfacción a la de-
manda, del déficit tanto cuantitativo como cualitativo inmerso en un contexto
sin tener en cuenta la asociación de la ciudad con la región?
Se hace necesaria la superación del tema de la capacitación ciudadana. Creo
que no se trataría de concentrar el tema de la formación ciudadana en la capaci-
tación; es decir, no podemos aspirar a capacitar a unos líderes que saben mucho
más de liderazgo que los técnicos que quieren capacitarlos. Creo que se debe
confiar en la política para que a través de proyectos piloto, sea la acción misma
la que contribuya en la formación de ciudadanía y en el compromiso y la co-
rresponsabilidad con la ciudad, entonces se hablaría de superar ese concepto de
capacitación por el de generar circunstancias de pedagogía social aplicada.
La política responde –lo ha dicho el arquitecto Carlos Torres– a un mo-
delo de ciudad inscrito en un modelo de desarrollo, sin embargo, esos modelos
no se pueden entender únicamente desde una perspectiva física; la Bogotá
compacta y la difusa de las que se han hablado, exigen atención en el marco,

88
Pánel 2. Políticas de mib en el contexto urbano

no solamente de las limitaciones de suelo, sino en el de las acciones estratégi-


cas necesarias con los otros municipios sobre todo para solventar temas como
el del agua y demás recursos fundamentales para mejorar la calidad de vida.
Otro tema que sería deseable desarrollar en un próximo encuentro es
el de distribución de cargas y beneficios, el manejo de las plusvalías, ¿cómo
hacer que el MIB no se convierta en una trampa de pobreza? El MIB no debe
convertirse en un problema para las familias que con esfuerzo han logrado su-
perar una serie de deficiencias en su entorno habitacional, para culminar con
un incremento en su estrato y, por ello, en costos en impuestos y tarifas.
Por último está el cuestionamiento al tema de la integralidad, no pue-
de haber una política de mejoramiento integral de barrios si no va ligada al
mejoramiento del ingreso. Estamos mintiendo si creemos exclusivamente que
con el mejoramiento de la imagen física de uno u otro entorno deteriorado
se soluciona el problema. Es fundamental el mejoramiento de las condiciones
de accesibilidad a la vivienda por vías del subsidio, por medio de sistemas
alternativos de financiación, por la aplicación de avances tecnológicos para el
mejoramiento de estos entornos.
La autogestión y el poder local son dos elementos que van de la mano,
con ellos se lograría un auténtico proceso de descentralización; sin embargo,
no se ha abordado el tema del mejoramiento del ingreso, que nunca será su-
ficiente por mucho dinero que se invierta, si no se superan los problemas de
corrupción, los protagonismos en las diferentes dinámicas sociales, culturales,
económicas y políticas de nuestra nación y de nuestras ciudades. Por eso resul-
ta fundamental el tema de la educación, que tiene que ver más con la pedago-
gía social que con la simple capacitación, y recalco e insisto en la necesidad de
incorporar estrategias que vinculen al sector privado en dinámicas que vayan
de la mano con el mejoramiento del ingreso, como mesas de gestores sociales,
exenciones tributarias, responsabilidad social empresarial.
Hay una serie de dinámicas y de coyunturas que pueden resultar favo-
rables en la inclusión de este sector en un momento en el cual la ciudad no
puede responder a sus demandas, exclusivamente a través de una alianza entre
la administración y la comunidad. Se deben aunar esfuerzos, capitales y vo-
luntades para que la construcción de la ciudad sea compartida y no se quede
en buenas intenciones.

89
Pánel 3

E x p e r i e n c i a s d e MIB

En este pánel intervinieron Michael Kleinkatofer por el Proyecto Sur con Bo-
gotá; Francesco Ambrossi por Obras con Saldo Pedagógico adelantado en la
ciudad de Bogotá; Carlos A. Montoya y Juliana Portillo por la Empresa de
Desarrollo Urbano de Medellín en relación a la experiencia del PUI Nororien-
tal; y David Millán Orozco por la Secretaría de Vivienda Social de Cali. Este
pánel estuvo moderado por la arquitecta Juanita Montoya.
En este pánel se abordaron algunas experiencias desarrolladas en ciuda-
des colombianas en torno a programas de mejoramiento integral de barrios,
particularmente de las ciudades de Bogotá, Medellín y Cali.

1.1. Proyecto Sur con Bogotá. Un modelo de


desarrollo con participación comunitaria 44
Caracterización sintética de Proyecto Sur con Bogotá
Es una experiencia innovadora de mejoramiento integral de barrios impulsada
por la Alcaldía Mayor de Bogotá en el marco del Convenio de Cooperación
entre los gobiernos de Colombia y Alemania.

44
Extractado de la ponencia presentada por Michael Kleinkatofer, de Sum Consult.

91
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

Busca contribuir al mejoramiento sostenible de la calidad de vida de la


población en mayores condiciones de pobreza en 41 barrios de tres locali-
dades en el sur oriente de la ciudad, a través de la interrelación de diversos
actores en el diseño, la ejecución, el seguimiento, la evaluación y el ajuste de
acciones integrales de desarrollo.
Genera elementos teóricos, metodológicos e instrumentales que apor-
tan a la (re)construcción y puesta en marcha de un “modelo replicable de
mejoramiento integral, a través de una planeación y gestión coordinada
y la participación comunitaria organizada” en el marco de una política
distrital de hábitat.

Hoja de vida del Proyecto Sur con Bogotá –PSB–


La siguiente es la ruta de trabajo que adelantó el Proyecto Sur con Bogotá
–PSB– desde 1997 hasta 2007, diez años continuos de trabajo y acción
en Bogotá.

Tabla 2. Hoja de vida del Proyecto Sur con Bogotá

Año Proceso Resultado


1997 Primeros contactos Cooperación internacional afirmativa
I 1998 Estudio de factibilidad Estudio de barrios y propuesta de intervención
1998-1999 Fase de preinversión Consolidación del concepto, gestión compartida, es-
tructuración UG, adscripción al DAACD
II 1999 Inicio de la implementación del Inserción del proyecto en el programa de Desmargi-
proyecto con recursos distritales nalización, Ejecución de Obras y Organización Co-
munitaria
2000 Firma de convenios Formalización de la cooperación
Actualización-planificación Ajuste a la propuesta de intervención
detallada
2001-2007 Ejecución de medidas físicas y Mejoramiento sostenible de las zonas de intervención
sociales
2002 Firma de contrato de ampliación Recursos adicionales de cooperación movilizan re-
al contrato de aporte financiero cursos adicionales del Distrito

92
Pánel 3. Experiencias de mib

Dic. 2002 Adscripción del proyecto a la Diálogo político con el programa de MIB
CVP Disminución de la autonomía de la actuación de la
UG del proyecto
2004 Fusión del Proyecto Sur con el Transferencia de elementos del modelo “Sur”, cam-
PMIB bio de escala, unificación de criterios de intervención,
diálogo y coordinación con el proyecto de Servicios
Urbanos del BM - Distrito
Nov. 2005 Evaluación final del proyecto Balance positivo de los logros e impactos del proyec-
to, reprogramación de medidas retrasadas y acuerdo
de finalizar el proyecto en diciembre de 2006
2006 Estrategia de salida Integración de las organizaciones sociales de las
zonas Sur en los NPC del PMIB, comités de soste-
nibilidad
Dic. 2006 Conclusión preliminar del 4 obras físicas en ejecución, recursos restantes de la
proyecto operación sin contratar
2007 Conclusión PSB Terminación de las obras
Gestiones PDC Firma del convenio intergubernamental
Fuente: Presentación en el Foro Público (2007).

Zona de interacción y población meta


El proyecto intervino diferentes zonas de la macrozona del parque Entre Nu-
bes que integran las localidades de San Cristóbal, Usme y Rafael Uribe Uribe.
El grupo meta estuvo conformado por 84.578 habitantes de estratos 1 y 2,
con ingresos de hasta tres salarios mínimos, distribuidos en 41 barrios, 15.000
viviendas y 267 hectáreas.

Estructura: objetivos, componentes, líneas de acción


El objetivo superior de esta propuesta es institucionalizar a nivel distrital un
modelo replicable de mejoramiento integral de zonas con barrios en desarrollo
progresivo, a través de una planeación y gestión coordinada y la participación
comunitaria organizada.
El objetivo del proyecto es desarrollar procesos sostenibles de mejora-
miento de la calidad de vida apropiados por las comunidades en las zonas
seleccionadas aledañas al parque Entre Nubes.

93
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

El proyecto contempla los siguientes componentes:


1. Obras: Mejorar las condiciones ambientales y urbanas estableciendo siste-
mas adecuados de operación y mantenimiento. Se desarrollaron las siguientes
líneas de acción:

• Ordenamiento urbano.
• Manejo de aguas.
• Accesibilidad.
• Protección ambiental y mitigación de riesgos.
• Equipamiento comunitario.
• Vivienda.

2. Desarrollo social: Consolidar procesos sociales para lograr comunidades


capaces de asumir y gestionar la solución de sus problemas y la ejecución de
proyectos. Líneas de acción:

• Planeación participativa.
• Fortalecimiento de la organización comunitaria.
• Convivencia y seguridad ciudadana.
• Productividad.

3. Fortalecimiento institucional: Diseñar e implementar mecanismos de


coordinación interinstitucional que aseguren la replicabilidad del proyecto.
Líneas de acción:

• Planeación y gestión del programa.


• Monitoreo y evaluación.
• Fortalecimiento administrativo y financiero.
• Coordinación interinstitucional.
• Gestión y planeación local.

Resultados, logros e impactos después de 7 años de intervención


• Mejoramiento de las condiciones de vida de la población meta en relación
con la construcción de ciudadanía, dotación de servicios públicos e infra-
estructura y la generación de oportunidades de ingreso y empleo.

94
Pánel 3. Experiencias de mib

• Contribución a la formulación e institucionalización de una política distri-


tal de MIB.
• Impactos con énfasis en la generación de convivencia a partir del mejora-
miento físico del espacio público.

Riesgos
• La generación de dependencias de las comunidades lo que pone en riesgo
la sostenibilidad de los alcances de la organización y del empoderamien-
to comunitario.
• La creación de falsas expectativas en sectores no atendidos por el Proyec-
to Sur.
• Costos adicionales por servicios públicos e impuestos. El argumento ex-
presa la ambivalencia del mejoramiento integral de barrios y de la formali-
zación de los barrios informales.

Conceptos claves estructurantes de la experiencia


• Estrategia de gestión. El Proyecto estuvo a cargo de una Unidad de
Gestión que coordinó y gestionó proyectos y actividades de organizaciones
barriales y entidades distritales, pero no los ejecutó.
• La participación activa de la comunidad. Se aplicó una metodología de tra-
bajo en conjunto con las comunidades en los diferentes niveles, desde el comité
de cuadra y juntas de acción comunal hasta la red zonal de organizaciones.
• La coordinación interinstitucional: el monitoreo y seguimiento siste-
mático a los resultados e impactos generados. Se mantuvo un monito-
reo, entendido como la observación de los avances del programa y de sus
proyectos, y un seguimiento, entendido como la toma de decisiones sobre
acciones específicas de ajuste. Además se realizó la evaluación, entendida
como el análisis periódico para preparar ajustes más generales y de carácter
estratégico con la participación de los diversos actores involucrados
• Énfasis en el aseguramiento de la sostenibilidad. La sostenibilidad pue-
de ser entendida como el proceso mediante el cual los ciudadanos usufruc-
tuarios, en coordinación con las respectivas entidades, aúnan esfuerzos para
usar, cuidar y preservar adecuadamente los espacios y equipamientos cons-
truidos. Para que ese pacto de sostenibilidad de obras se haga realidad, una

95
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

condición vital es la sostenibilidad de los procesos de organización y forma-


ción ciudadana orientada hacia el desarrollo de un sentido de pertenencia y
corresponsabilidad con relación a las inversiones públicas realizadas.

Puntos críticos desde Sur hasta el MIB


• Dificultades de réplica del modelo de participación e integración co-
munitaria.
• Falta de apropiación de los principios y de la metodología por parte de las
entidades coejecutoras.
• No hay garantía de la operación y del mantenimiento de las obras realiza-
das en el marco del MIB.
• Aún faltan criterios para medir el avance en el mejoramiento alcanzado y
darle el carácter de una intervención prioritaria pero finita.
• La separación de las alcaldías locales del proceso del MIB.
• Falta de conexión con otras políticas distritales para fortalecer el MIB
como estrategia de combate a la pobreza urbana.

1.2. Proyecto Obras con Saldo Pedagógico –OSP–,


Departamento Administrativo de Acción Comunal
Distrital –DAACD– (1996-2000), Bogotá, D.C. 45
Antecedentes del proyecto
Hasta 1994, el DAACD había enfatizado en su gestión la realización de obras,
descuidando su tarea de construir comunidad; el manejo de los recursos no se
realizaba de acuerdo con criterios que tuvieran en cuenta las prioridades de
las comunidades y predominaban los factores clientelistas en las adjudicaciones.
Después de 1995 se priorizó y promovió en los barrios y veredas de Bogotá
una cultura de organización y planeación que ha contribuido a mejorar las
posibilidades de participación de las comunidades en la definición de los pro-
yectos y ha articulado la oferta estatal con la real demanda social.

45
Aparte elaborado a partir de la exposición del ingeniero Francesco Ambrossi, de la Caja
de Vivienda Popular –CVP–, en Bogotá.

96
Pánel 3. Experiencias de mib

Objetivo del proyecto


Fortalecer los procesos de organización y participación de las organizaciones
comunitarias de barrio o vereda de Bogotá, mediante la capacitación en el
diseño, ejecución y seguimiento de proyectos sociales participativos.
Se prioriza la población de estratos 1 y 2 (70% del presupuesto) y en un
menor porcentaje a población de estratos 3, 4, 5 y 6 (30% del presupuesto).

El proyecto
Consiste en un concurso público entre organizaciones cívicas y comunitarias
que deseen formular un proyecto social participativo que contemple la cons-
trucción o recuperación de espacio público en su barrio. El premio por el cual
concursan es la financiación completa del proyecto.
Los proyectos sociales financiables que contempla la propuesta están
dentro de las siguientes áreas:

• Construcción o recuperación de zonas verdes, vías peatonales o escaleras y


salones comunales.
• Mejoramiento de ambientes de vida: pintura de fachadas, amoblamiento
urbano y andenes.

El proyecto se desarrolló en cinco fases: Convocatoria, capacitación, con-


tratación, ejecución y sostenibilidad
El proyecto Obras con Saldo Pedagógico –OSP– contribuyó en la orga-
nización y participación comunitaria al brindar herramientas para la planea-
ción participativa, aportar en la cualificación de las comunidades para ejercer
control sobre la gestión pública, y permitir que las comunidades formularan
un presupuesto participativo que se caracterizó por optimizar y racionalizar la
incidencia del gasto público.
A pesar de lo anterior el proceso presentó falencias en la definición de
indicadores sociales que permitieran establecer criterios objetivos de medición
de la participación e integración comunitaria. Por otra parte, el tiempo para
la articulación entre el tallerista, técnico y la comunidad en la formulación
arquitectónica de los proyectos fue muy corto. Finalmente, faltó un proceso
de seguimiento y sistematización de la experiencia de intervención en las co-
munidades que impidió la evaluación del proyecto

97
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

1.3. Proyecto de Recuperación Ambiental y


Consolidación Habitacional en Sistemas Naturales
Urbanos. Quebradas y Laderas 46
La Alcaldía de Medellín ha apostado por el desarrollo urbano integral reto-
mando las tendencias internacionales, las políticas nacionales y el reconoci-
miento del territorio y su adaptabilidad. En este proceso los principios del
mejoramiento se deben mantener en una triada que combina: participación
comunitaria (comunidad), coordinación interinstitucional (Estado) y estánda-
res adecuados (territorio). (Ver tabla 3).
A partir de este marco de actuación se vienen desarrollando dos expe-
riencias de MIB: un proyecto de consolidación habitacional en la quebrada
Juan Bobo y la intervención integral en el cerro Santo Domingo Savio.

Consolidación habitacional en la quebrada Juan Bobo


Problemática espacial
• Inadecuado estado de la vivienda: 80% con carencias estructurales y fun-
cionales y el 35% (100/287) viviendas en riesgo.
• Tendencia de hacinamiento: 29 m²/viv, 4,2 hab/viv =>7 m²/hab.
• Ilegalidad de la tenencia: 94% posesiones.
• Inadecuados servicios básicos: 50% acueducto en fraude, 35% energía en
fraude y 100% alcantarillado informal.
• Condiciones precarias del medio-ambiente: 0,5 m²/hab de espacio públi-
co, discontinuidad y deficiente estado de la movilidad, 90% de caudal de
la quebrada está compuesto por aguas negras, 200 ml de taludes despro-
tegidos de hasta 7 metros.

Aparte elaborado a partir de la exposición de la gerencia auxiliar de Gestión Urbana y Vivien-


46

da, Grupo Interdisciplinario de Mejoramiento de Barrios de la Empresa de Desarrollo Urba-


no –EDU– de Medellín realizada por los arquitectos Carlos A. Montoya y Juliana Portillo.

98
Pánel 3. Experiencias de mib

Tabla 3. Tratamientos urbanos según tipo de suelo

Tipo de suelo De extensión Consolidado En consolidación


Localización Zona rural que se incorpora Centro y zonas de Bordes y sectores de
al perímetro urbano influencia crecimiento informal
Tratamiento Expansión Urbana Renovación urbana Mejoramiento de barrios
Participación Datos estadísticos Estudios de mercado Diagnóstico participativo
comunitaria focalizados
Perfiles de población objetivo Estudios de factibilidad TE Pactos comunitarios
Reubicación y crecimiento Expropiación de minorías Mejoramiento voluntario
demográfico
Coordinación Municipio coordina (M) Municipio facilita (B) Municipio ejecuta (A)
interinstitucional Fondos municipales de V Operador urbano Fondos MV y Secretarías
Recursos mixtos Recursos privados Recursos públicos
Constructores Promotor inmobiliario Ejecución con ONG
Estándares Estándares básicos Altos estándares Estándares adecuados
adecuados (viviendas típicas, lotes, vías (tecnología de punta, (Uni, bi, trifamiliares,
y redes, servicios sociales) modernización de legalización y vivienda
vías, espacio público y usada, mejoramiento por
amoblamiento urbano) autoconstrucción)
Construcción industrial para Edificaciones Edificio autosostenible
edificios en altura multifamiliares mixtas
Densidad normativa Densidad aumenta Densidad se mantiene
Racionalidad de Valor nominal de la tierra Alto valor del suelo Valor residual del suelo
la inversión Inversión sólo en suelo Suelo es factor de Costos de estabilización de
estable rentabilidad suelos
Bolsa de subsidios Valorización y plusvalía Bolsa de subsidios y
compensación
Patrimonio familiar Rentabilidad privada Integración económica y social
Integralidad Vivienda y equipamientos Proyectos mixtos. Áreas Arraigo territorial
básicos de comercio, producción,
empleo, cultura

Fuente: Presentación en el Foro Público (2007).

El proceso se dio de la siguiente manera con el fin de elaborar el diagnós-


tico de la zona de actuación: se delimitó el microterritorio de intervención y se
realizaron recorridos y levantamientos arquitectónicos. Por otra parte, con la
comunidad se inició un proceso de sensibilización y acompañamiento social,
talleres de imaginarios, asambleas comunitarias, conformación de un comité
de vivienda y, finalmente, la identificación de la problemática.

99
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

El proceso se caracterizó por la participación activa de la comunidad,


en un proceso de continua concertación en el cual se priorizaron los aportes
de ésta. En el proceso se organizaron los mecanismos y las acciones, pactos y
acuerdos comunitarios, sobre el entorno y sobre la vivienda.
Los siguientes mecanismos fueron pactados con la comunidad:

• Reasentamiento sin desalojos y expropiaciones.


• Asambleas barriales para definir principios y alcances de la intervención.
• Formación del comité de vivienda, de veeduría de acciones en vivienda.
• Capacitación en autoconstrucción.
• Capacitación y formación de grupos temáticos (ambiental, subsidios,
escrituración).
• Jornadas comunitarias como apoyo a las obras.
• Concertación de acciones (arrendamientos, vivienda usada, compra de
predios, avalúos, sorteo) que apoyen la ejecución de la obra.

Las acciones giraron en torno a la recuperación ambiental, la construcción


de vivienda y el mejoramiento de vivienda, como estrategia del mejoramiento
integral. La propuesta buscó la sostenibilidad de la propuesta en el ámbito físi-
co, económico, social y ambiental:

Tabla 4. Estrategia de sostenibilidad de la propuesta de mejoramiento integral


quebrada Juan Bobo

Sostenibilidad Sostenibilidad Sostenibilidad Sostenibilidad


física económica social ambiental
• Nuevas • Capacitación para • Acuerdos y pactos • Prevención y atención
construcciones el empleo. comunitarios. de desastres.
bajo la norma. • Mano de obra • Programas • Manejo de residuos
• Mantenimiento comunitaria. interinstitucionales. sólidos.
del sector. • Programas • Comités temáticos. • Uso eficiente de
• Conservación y agroindustriales. • Fortalecimiento y servicios públicos.
apropiación de • Formación de construcción de • Educación ambiental.
las obras. cooperativas en ciudadanía. • Terrazas ecológicas.
• Control confecciones. • Manual de • Recuperación de
territorial. • Educación básica. convivencia. especies frutales.
Fuente: Presentación en el Foro Público (2007).

100
Pánel 3. Experiencias de mib

Gráfico 4. Componentes de intervención de la propuesta

Proyecto Proyecto Componente


Componente Planes Acciones
estratégico piloto transversal

Construcción de vivienda
Reasentamiento Adquisición de vivienda usada

Consolidación Mejoramiento de vivienda


habitacional
Mejoramiento Mitigación del riesgo estructural

Regularización Legalización
de la tenencia
Titulación
Consolidación Adecuación Adecuación de senderos
Proyecto
habitacional medio
urbano Estrategia de
en la ambiente Conformación de espacio público
integral PUI sostenibilidad
quebrada urbano
Nororiental Construcción de puentes
Juan Bobo

Recuperación Liberación del retiro


ambiental
Recuperación Reposición y distribución de redes
medio
ambiente Saneamiento del recurso hídrico
natural
Estabilización de taludes

Consrucción de sistemas de drenaje

Fuente: Presentación en el Foro Público (2007).

Intervención integral en el cerro Santo Domingo Savio


Objetivo general: incorporación urbanística y ambiental del cerro a partir de
su apropiación colectiva, el aprovechamiento de sus potencialidades sociales y
naturales, y la mitigación de los conflictos derivados de los usos existentes a
partir de un enfoque de hábitat.
Esta propuesta de reasentamiento en el parque habitacional, sin des-
alojos y expropiaciones, busca que las viviendas informales se trasformen en
multifamiliares que integren las terrazas y bajos con actividades ambientales
de compensación, como un modelo alternativo de mejoramiento integral.

A manera de conclusión
Con el desarrollo, evaluación y seguimiento de estas dos propuestas, se bus-
ca encaminar el proceso hacia la construcción de una política de mejora-
miento integral.

101
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

Con este tipo de intervenciones se lograron ajustes al POT en cuanto a re-


tiros, densidades, índices, alturas, zonas de alto riego –ZAR–. Se desarrolló una
metodología de intervención integral en quebradas urbanas, replicable en otros
territorios, concertando con la comunidad las acciones sobre el territorio.
Sin embargo, el proceso presentó las siguientes dificultades: Frac-
cionamiento de los polígonos de tratamiento urbano, divorcio entre las
políticas de adecuación de espacio público y mejoramiento de vivienda,
asignación individual de Subsidio Familiar de Vivienda –SFV– que res-
tringió el acceso a vivienda por parte de las familias, limitación en la
adjudicación de recursos nacionales en el programa de mejoramiento, nor-
mas inadecuadas para la consolidación habitacional, implementación de la
política de reasentamiento involuntario en un programa MIB, y alteración
de la secuencia de ejecución debido a la aplicación inadecuada de instru-
mentos jurídicos.

1.4. Proyecto de recomposición integral del entorno


de las lagunas El Pondaje y Charco Azul 47
PRIZMA, Programa de Renovación (Recomposición) Integral
de Zonas Marginales
El programa de Recomposición Integral de Zonas Marginales hace parte de
la política del Plan Municipal de Desarrollo de Cali. Se define como el instru-
mento mediante el cual la Administración Municipal, a través de la Secretaría
de Vivienda Social como dependencia coordinadora del mismo, busca recom-
poner los sectores marginales de Cali a partir de la búsqueda del equilibrio
en el desarrollo urbano, con especial atención en la población marginal que
habita en la ciudad (artículo 35 del PMD).
El PRIZMA busca dar respuesta integral al problema de la ciudad infor-
mal, que combina deficiencias sociales, espaciales, ambientales, económicas y
normativas, en aras del mejoramiento de la calidad del hábitat urbano.

47
Aparte elaborado a partir de la exposición del arquitecto David Millán Orozco, de la
Secretaría de Vivienda Social de Cali.

102
Pánel 3. Experiencias de mib

Estrategias particulares
• Concertación de las intervenciones.
• Utilización de mecanismos de gestión.
• Ampliación de beneficios sociales.
• Programas de vivienda de interés social.
• Espacio público y equipamientos.

Situación actual
En Cali existen más de 100 asentamientos informales, principalmente en las
Comunas 1, 13, 14, 15,18 y 20. La mayoría se localizan en zonas de alto
riesgo y presentan déficit de vivienda, alta tasa de desempleo, subempleo, in-
seguridad y déficit de cobertura de servicios culturales, educativos, recreativos
y de salud.
En el entorno de las lagunas El Pondaje y Charco Azul, se localizan 14
asentamientos informales que han incrementado su tamaño y población du-
rante 27 años, hasta alcanzar un número de 1.750 familias. Predominan en
el entorno la irregularidad morfológica y los problemas de orden ambiental,
social y normativo (jurídico y cultural).
Su construcción data de 1969 y ha tenido diferentes usos en su corta
vida: Reservorio, sitio de pesca, recreación familiar, competencias acuáticas,
refugio de fauna y durante los últimos 20 años ha sido zona de invasión y
depósito de escombros.
El proyecto parte de diagnosticar la situación en distintas dimensiones
para orientar las acciones:

1. Dimensión ambiental. Contaminación por aguas residuales de las vivien-


das del entorno y de los canales Cañaveralejo y Oriental.
2. Dimensión social. Inseguridad, hacinamiento, enfermedades, desnutrición,
embarazo infantil, desempleo, drogadicción, prostitución, deserción escolar.
3. Dimensión espacial. Precariedad en las viviendas, zonas de alto riesgo,
falta de espacio público, servicios ilegales.
4. Dimensión jurídica. La informalidad también se cruza con la ilegalidad
por la ocupación de bienes de uso público y por actividades especulativas
con la necesidad de vivienda.

103
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

5. Dimensión económica. Los ingresos de la población marginal no le per-


miten acceder a los servicios urbanos básicos, como tampoco demandar
bienes de producción suficientes.
6. Dimensión política. La ciudad informal ha sido invisible a los métodos
de la planificación convencional y a las principales decisiones políticas en
relación con el desarrollo local.

Fase Cero de intervención


En la Fase Cero se concretó la idea de intervención urbana, dado que el Pro-
yecto requería de definiciones previas y acuerdos generales para convocar las
organizaciones. La Fase Cero delimitó una posible área de planificación, con
una superficie aproximada de 70 hectáreas.
El proyecto definió como necesaria la intervención de manera coordinada
de todos los agentes que tienen que ver en el mejoramiento de las condiciones de
vida de estos asentamientos. Estos se dividieron por grupos de actividad así:
Grupo 1. Recuperación de la función hidráulica de las lagunas.
Grupo 2. Recuperación ambiental de las lagunas.
Grupo 3. Inclusión social urbana de las comunidades marginadas.
Grupo 4. Proyecto urbanístico y arquitectónico de uso residencial.
Grupo 5. Proyecto de espacio público y equipamiento colectivo.
Grupo 6. Fortalecimiento institucional y sostenibilidad del proyecto.

Se espera que con el desarrollo de este proyecto al final del proceso se


logre la formulación de una política pública de atención a zonas marginales.

1.5. Consideraciones del pánel 48 : Experiencias de MIB


Con respecto al pánel de Experiencias de MIB, hay que evidenciar la gran
variedad de PMIB que ha habido a lo largo de los últimos treinta años. En las
experiencias de Medellín, Cali y Bogotá se han tocado variables diferentes que
tienen que ver con la condición humana.

48
Están redactadas a partir de los elementos sintetizados por la moderadora del pánel,
la arquitecta y profesora de la Universidad Nacional de Colombia Juanita Montoya, y
presentadas en el pánel de Balances y Conclusiones.

104
Pánel 3. Experiencias de mib

Unos programas se han centrado sobre el mejoramiento urbano de las ciu-


dades, otros sobre el mejoramiento social, la convivencia y la resolución de con-
flictos, otros sobre un objetivo fundamental: Resolver el problema de la vivienda
para los ciudadanos de las zonas de mejoramiento, que son en general las zonas
más pobres de las ciudades o las zonas afectadas por riesgos ambientales.
Se han propuesto salidas interesantes que tienen posibilidades para ser
desarrolladas, sin embargo, han sido experiencias aisladas, que no se están to-
cando ni se relacionan. Sería interesante que de este Foro surgiera una Red de
Experiencias de Mejoramiento, para capitalizarlas y ver cómo complementar
los procesos.
Que estas experiencias sean aisladas es el resultado de la ausencia de una
política nacional clara para abordar el trabajo en las zonas de mejoramiento,
existen unos lineamientos a nivel distrital o municipal, pero se requiere una
política clara a nivel nacional para manejar con cierta integralidad el progra-
ma de mejoramiento.
Las áreas de mejoramiento son el futuro de las ciudades colombianas y
latinoamericanas, son aquellas áreas las que tienen el potencial para crecer, di-
versificarse, proponerle a la ciudad formal una nueva ciudad, con nuevas solu-
ciones incluso a problemas económicos; hay que resolver el tema del cuidado
de los niños y el de las habitaciones en el caso de las viviendas compartidas;
se necesita más sinergia en todas la experiencias y hay que aprender de las
lecciones que nos ha dejado cada uno de los programas.
En este foro se hace énfasis en la necesidad de promover estas experien-
cias, que son extremadamente valiosas, el trabajo de campo es considerable-
mente difícil porque allí se habla de la necesidad de concertar con los vecinos,
de hacer un trabajo social, de realizar un trabajo humano que es una labor
mucho más difícil que pavimentar una vía o instalar ductos. Se necesitan más
espacios de reflexión, que tengan un sentido final, y que sea, en últimas, el
mejoramiento integral de nuestras ciudades.

105
Pánel 4

P r o y e c c i o n e s y p o t e n c i a l i d a d e s d e l MIB

En este pánel intervinieron la consultora internacional Gladys Aristizábal;


por la Secretaría Distrital del Hábitat, la ingeniera Aura Rosa Castaño; por
Fedevivienda, el arquitecto Ricardo Ramírez; y por la Universidad de los An-
des, la arquitecta Clemencia Escallón. Estuvo moderado por la socióloga de la
Universidad Nacional de Colombia, Donka Atanassova
Este pánel recogió las reflexiones planteadas a lo largo de los dos ante-
riores y avanzó en la consolidación de propuestas e iniciativas concretas que
aporten elementos novedosos en los temas de conceptualización, consolida-
ción, modelos de implementación y proyección del MIB como un aspecto
estratégico para la ciudad de Bogotá. Responde a las preguntas: ¿Cuál es la
importancia y potencialidad que el MIB tiene para el futuro de la ciudad?,
¿cómo articular esfuerzos para posicionar y legitimar el tema de MIB?

1.1. Importancia y potencialidades del MIB


Enfoques del tratamiento de asentamientos informales
Con el crecimiento desmedido de las ciudades y sin ejercicios de planificación
claros por parte de la administración surgen, de manera espontánea, urba-
nizaciones informales con una serie de deficiencias que requieren una atención
especial y oportuna de las autoridades.

107
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

En el caso de la ciudad de Medellín, desde la década de los años cincuen-


ta se atiende este tipo de asentamientos con una serie de programas que han
cambiado su enfoque a lo largo del tiempo: erradicación, reubicación. mejora-
miento urbano y mejoramiento integrado de barrios.
La erradicación inició en 1956 con una investigación sobre la totalidad de
los ranchos existentes en la ciudad, adelantada por el Departamento de Servi-
cio Social del Municipio. Se contabilizaron un total de 398 ranchos; la alcaldía
ante cifra tan alarmante buscó solucionar el problema pidiéndole al Concejo
la creación de la Fundación Casitas de la Providencia, por medio de la cual
se inició un proceso de erradicación de asentamientos y, simultáneamente, se
produjeron varios casos de desalojos masivos acompañados del descontento de
ciudadanos y estudiantes.
Hacia la década de los años setenta, se dio un cambio en el tratamiento
a este tipo de asentamientos; de la erradicación se pasó al enfoque de reubica-
ción gracias a la discusión generada en diferentes ámbitos y con la experiencia
documentada de diversos teóricos sobre la necesidad de una política para ofre-
cer alternativas a estos tugurios.
Basados en un estudio de seguimiento a este tipo de políticas se logra
concluir que:
a) El cambio físico influye decididamente en el comportamiento social de la comuni-
dad; b) La seguridad en la tenencia modifica el material utilizado en la construcción de
las viviendas; c) En este tipo de procesos tienen igual peso las soluciones técnicas, las
decisiones técnicas y las decisiones sociales; d) Es fundamental para el buen desarrollo
del programa la jerarquización en el mando; e) Es definitiva la vinculación oficial in-
terinstitucional coordinada; f) Procesos de esta naturaleza no solo se deben considerar
válidos, sino necesarios para trasformar los tugurios en urbanizaciones integradas a la
ciudad; g) Todo lo anterior tiene validez si se consigue la participación decidida de la
comunidad para el cambio.

Con los avances en la intervenciones en las favelas del Brasil, se produjo


un cambio en el enfoque para el tratamiento de este tipo de asentamientos;
de la reubicación se pasó al mejoramiento urbano y al mejoramiento integra-
do de barrios. En el país, desde 1983, se implementó el programa La Célula
Piloto de Desarrollo Urbano en Asentamientos Subnormales, adelantado por
el Banco Central Hipotecario en el Distrito de Agua Blanca en Cali.
Con las transformaciones en la perspectiva de actuación, la adminis-
tración de las ciudades capitales formularon e implementaron una serie de

108
Pánel 4. Proyecciones y potencialidades del MIB

políticas que buscaban superar la visión de corto plazo del mejoramiento,


legalización de tierras y dotación de infraestructura, y pusieron una mirada
integral, que contaba con la participación activa de la población que habitaba
en el sector que se iba a intervenir. Ejemplo de esto es el caso de Moravia, en
Medellín, que fue catalogada por la GTZ49, como una experiencia exitosa de
mejoramiento urbano integral.

El mejoramiento integral en la construcción de una ciudad incluyente


La importancia del MIB en el progreso hacia la construcción de una ciudad
más incluyente parte del reconocimiento institucional de la tensión entre la
ciudad formal (que cumple con unos parámetros y estándares de calidad aso-
ciada a medios de pago) y la informal (construida por los propios pobladores
con unos parámetros propios, no reconocidos por la ciudad). La resolución de
esta tensión se centra en el derecho a la ciudad y desde esa perspectiva el MIB
se proyecta como garantía para ejercer estos derechos.
Bajo este enfoque, Ricardo Ramírez, representante de las OPV por Fe-
devivienda, propuso una estrategia de gestión para las 26 UPZ identificadas
como prioritarias objeto de mejoramiento. Esta estrategia se desarrolló con
una serie de premisas que dieron un sentido integral a la gestión de la admi-
nistración. La primera se definió como “estructura bidimensional replicable…,
la estructura bidimensional del PMIB debe replicarse al interior de cada pro-
yecto y poder así garantizar la integralidad del programa”. La segunda partió
de la afirmación “prevenir es mejorar”, es decir, el PMIB debe contemplar los
factores y oportunidades que hicieron posible la consolidación y el desarrollo
urbano en estas áreas.
El desarrollo de instrumentos políticos para incluir la ciudad construida
por la población en la estructura funcional y económica de la ciudad, ha par-
tido los lineamientos, políticas, programas y proyectos establecidos en el Plan
de Ordenamiento Territorial y en la perspectiva de derechos humanos que
definió el Plan de Desarrollo. El POT definió, como parte de las políticas, el
mejoramiento integral y la optimización del inventario inmobiliario en áreas
de origen ilegal, y el reconocimiento y la promoción de la diversidad en los
procesos de producción de hábitat.

49
Agencia de Cooperación Alemana KfW.

109
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

Estos derechos se han materializado a través de la inserción particular en


el Plan de Desarrollo y de instancias precisas que se ocupan de ellos: el eje so-
cial es el principal escenario de desarrollo de los derechos económicos, sociales
y culturales; el eje urbano regional, de los derechos colectivos y del ambiente;
y el eje de reconciliación de los derechos civiles.
En esta perspectiva se “debe atender a los nuevos hogares y a los hogares
en riesgo mediante el control al desarrollo informal y el aseguramiento de la
oferta habitacional adecuada. Adicionalmente se debe dinamizar el funciona-
miento del mercado de arrendamientos de una forma adecuada, como alter-
nativa de vivienda y regulador de precios de suelo y de la vivienda”50.

El MIB en el Distrito
El MIB, Para Bogotá, como política, avanza en la conceptualización y con-
solidación de modelos de implementación, que por medio de la definición de
escalas de intervención y el establecimiento institucional busca la efectividad
del trabajo social, la sostenibilidad de los procesos.
El horizonte de intervención del MIB en el Distrito tiene por objeto:
a) Conocer cuál es la magnitud del problema para la intervención de mejoramiento en
las áreas de periferia de la ciudad y estimar el costo total de la inversión requerida, para
mejorar las condiciones básicas del mejoramiento, tanto físicas como sociales de las 26
UPZ, en 1.440 barrios de origen informal que las conforman; b) Definir el horizonte de
actuación del PMIB, mediante la construcción de agendas y cronogramas conjuntos en
distintas entidades ejecutoras, que permita que el PMIB se convierta en un programa
finito para la ciudad; c) Construir información estratégica, que permita apoyar la for-
mulación de Política Distrital de Hábitat y Seguridad Humana y su implementación,
en las áreas de origen informal de la ciudad; d) Definir los costos de inversión del pro-
grama, determinar las necesidades y gestionar recursos con diferentes fuentes de finan-
ciación; e) Definir áreas de intervención y de focalización del PMIB en las diferentes
UPZs y en sus diferentes componentes, mediante matriz de elegibilidad.

Así el MIB se proyecta como un aspecto estratégico para la ciudad de


Bogotá, en el que es fundamental la sistematización de las experiencias y la
aclaración de lo concerniente a la financiación. Sin embargo, para su realiza-
ción se requiere de una metodología con el fin de proveer al PMIB de instru-

50
Ver la presentación del arquitecto Ricardo Ramírez, de Fedevivienda.

110
Pánel 4. Proyecciones y potencialidades del MIB

mentos que permitan planear mejor los programas de inversión para las 26
UPZ de mejoramiento integral.

La modalidad reestructurante
La modalidad de intervención reestructurante es dirigida a los “sectores que
requieren generar condiciones de accesibilidad, dotación de equipamientos e
infraestructuras de escala urbana o zonal, mediante proyectos específicos que
integren varias intervenciones y acciones sectoriales”51.
La modalidad reestructurante se propuso como una estrategia de articu-
lación urbana que busca integrar lo formal y lo informal, pensar las relaciones
de la periferia con el centro, reforzar las centralidades, realizar proyectos que
mejoren lo existente y re-signifiquen a los sectores y que implican la construc-
ción de lazos y pasajes a la ciudad formal.
Esta modalidad se propuso para las UPZ del Distrito de mejoramiento
integral, mediante un ejercicio de modelación adelantado por el Grupo de
Investigación en Vivienda –GIV– de la Universidad de los Andes. El objetivo
del ejercicio es “a partir del estudio de la norma urbana realizar ejercicios de
aplicación en UPZ de mejoramiento integral, específicamente en los sectores
de modalidad reestructurante”52.

1.2. La ciudad: territorio en construcción 53 (el futuro


del mejoramiento integral de barrios)
Bogotá debe avanzar hacia la construcción de un modelo de ciudad compar-
tido –en la práctica y no solo en el discurso–, que implica acelerar procesos
que están en marcha pero que avanzan con dinámicas demasiado lentas. El
proceso lo inició la ciudad con la expedición del Estatuto Orgánico a finales
de los años ochenta, paso fundamental para lo que es la ciudad hoy, pero que
no es suficiente; en este sentido la ciudad reclama un conjunto de acciones.
Pensar el mejoramiento integral de barrios como alternativa para la ciudad

51
Ver presentación de la arquitecta Clemencia Escallón, GIV, Universidad de los Andes.
52
Ibíd.
53
Este aparte es tomado de la exposición del profesor Carlos Torres, de la Universidad
Nacional de Colombia.

111
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

implica reflexionar sobre el modelo en el que se inscribe esta iniciativa. En este


sentido se plantean los cuatro aspectos esenciales ya señalados anteriormente,
en la perspectiva de una ciudad que vincule la informalidad y la formalidad
mediante el reconocimiento de formas distintas de concebirla y de hacerla
para construir un modelo compartido de ciudad.

1. Profundizar en los procesos de descentralización de la ciudad.


2. Garantizar adecuados procesos de participación.
3. Garantizar que los procesos de planificación superen la perspectiva
económica.
4. Plantear el tema de la sostenibilidad en Bogotá.

Las potencialidades y proyecciones del mejoramiento integral están en


la cantidad de suelo habilitado que podría formar parte de las políticas ha-
bitacionales e inmobiliarias de la ciudad para generar riqueza. Se entendería,
entonces, que estamos regidos por un nuevo mercado, con medidas y pará-
metros diferentes de producción de hábitat. La medida de bienestar de los
hogares puede cambiar dependiendo de los objetivos trazados para la política.
Puede incluir efectos sobre las condiciones de vida, salud, educación, acceso a
bienes públicos, al sistema de transporte, o incluir indicadores sintéticos que
recojan la respuesta del mercado al conjunto de efectos logrados.

1.3. Consideraciones del pánel 54 : proyecciones y


potencialidades del MIB
Los elementos generales tratados en este pánel están divididos en cuatro pun-
tos: 1. Carácter y enfoque, 2. Escalas, 3. Límites del mejoramiento, y, 4. Po-
líticas e implementación. Todos parten de entender el mejoramiento integral
como una estrategia de las instituciones que le da continuidad a un esfuerzo
hecho por las comunidades y por los pobladores.

54
Están redactadas a partir de los elementos sintetizados por la moderadora del pánel, la
socióloga Donka Attanassova de la Universidad Nacional de Colombia y presentadas en
el pánel de Balances y Conclusiones.

112
Pánel 4. Proyecciones y potencialidades del MIB

1.3.1. Carácter y enfoque


Hoy, después de muchas experiencias y luchas para posicionar planteamientos, se
ha aceptado que el mejoramiento integral debe partir por incluir diversos aspectos
de la vida en general y por reconocer la situación de las comunidades en las zonas
informales de la ciudad; se deben articular entre sí diversos aspectos entendiendo
lo social, lo físico-espacial, lo cultural y lo económico como partes del todo.
En cuanto al carácter y enfoque del MIB, es clave considerar la sostenibili-
dad, entendida desde tres perspectivas: La primera, que la sostenibilidad depende
de la capacidad de generar transformaciones en el modelo general de ciudad; la
segunda, la sostenibilidad es entendida como el mantenimiento de una política
coherente y eficaz para el mejoramiento; la tercera, la sostenibilidad de los proce-
sos mismos, de las intervenciones concretas, de cómo garantizar que vayan más
allá del momento puntual de la intervención institucional o de la preocupación
comunitaria, y para ello se debe garantizar la participación de la comunidad, no
como una participación instrumental coyuntural sino continua, que garantice la
permanencia de los pobladores, y no permita que territorios mejorados terminen
en manos del mejor postor; en otras palabras, evitar la expulsión de la población.
Otro punto relacionado con el carácter del MIB es la necesidad de acep-
tar lo social no como un aspecto fragmentado, sino integrado totalmente a la
intervención físico-espacial.
Se ha insistido bastante en la necesidad de capitalizar las experiencias:
¿Cómo generar redes?, ¿cómo generar intercambios? Se ha hablado de ma-
nuales operativos, maneras de recuperar información y otras, aún por cons-
truir, que den cuenta de las experiencias y aprendizajes.
Finalmente, en términos del carácter y del enfoque, debemos recordar que el
mejoramiento no es solamente un instrumento nacional, sino que también se ha
venido desarrollando en muchos países con los mismos problemas, que lo abordan
con prácticas y herramientas diversas, de las cuales hay que aprender, sin olvidar
que en el tema de políticas y enfoques existen una serie de determinantes interna-
cionales importantes que no pueden ignorarse en las intervenciones concretas.

1.3.2. Escalas
El concepto de escala tiene que ver con las nuevas perspectivas y relaciones que
surgen, intensificadas, entre las distintas dimensiones del territorio: Lo local, lo

113
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

nacional y lo global. Se debe pensar en nuevos modelos de intervención a partir


de la complejidad de las distintas escalas.
Además, es necesario pensar la política teniendo en cuenta las escalas de
construcción y las escalas de intervención: ¿Cómo pensar la política de manera
que integre esas distintas escalas y que permita que fluya entre ellas la cons-
trucción de determinantes?
Por último están las responsabilidades y las competencias institucionales;
el cruce de competencias o, por el contrario, su completo desencuentro debe
ser examinado.

1.3.3. Límites del mejoramiento integral


El mejoramiento integral, cómo política, no puede pensarse de manera ais-
lada; para convertirlo en algo concreto y tangible tiene que estar integrado
con las políticas de vivienda y de ordenamiento territorial y con el modelo
de ciudad.
La sostenibilidad no es un asunto institucional, es un proceso que de-
pende de la comunidad y, por lo tanto, todo lo relacionado con pedagogía,
capacitación, construcción de redes y tejidos sociales, garantía para el empleo
y la productividad se vuelven clave para que los procesos de mejoramiento se
mantengan en el mediano y largo plazo.
Otro aspecto para tener en cuenta es el de la definición de priorida-
des; en ciudades con tantas necesidades ¿cómo se definen las prioridades?,
¿quién define cuáles zonas son prioritarias en términos del mejoramien-
to?, ¿quién define, en el caso de Bogotá, si las necesidades de la gente en
Ciudad Bolívar son más importantes que la que vive en Usme? En este
momento el modelo de ciudad imperante toma esta decisión, ¿cómo hacer
para que las necesidades de la gente y la condición de sus territorios no
dependan de criterios que tienen que ver con la inversión de capital, con
el desarrollo de megaproyectos?
Finalmente, es importante ver los límites en la participación. ¿Hasta
dónde debe llegar la planeación institucional?, ¿dónde se incorpora la mira-
da de la comunidad?, ¿cómo se incorpora al sector privado?, ¿cómo cruzar
las intervenciones en una participación que construya política y no solamen-
te la legitime?

114
Pánel 4. Proyecciones y potencialidades del MIB

1.3.4. Políticas e implementación


Se debe privilegiar la generación de esquemas a partir del intercambio de
experiencias y aprendizajes para proponer un modelo de intervención que res-
pete las particularidades y que sirva de guía para abordar las problemáticas de
distintas realidades de manera conjunta.
La política que se construya debe generar cambios no solo en su conteni-
do, sino también en la forma en que se construye.
Finalmente, se encuentra la participación. Se requiere construir la ciudad
de otra manera, no puede construirse con los mismos métodos, ahora es nece-
sario involucrar a todos los actores.
La importancia que reviste el mejoramiento dentro del desarrollo urbano
es un tema crítico al que no se le ha dado prioridad y eso se refleja en los recur-
sos que se le designan a este proceso. Si observamos todos estos aspectos jun-
tos se entiende que no son más que un asunto de decisión política relacionado
con la manera en que se concibe la ciudad. Los proyectos de MIB deben poder
tomar decisiones sobre los aspectos físico-espacial y social, sobre lo cotidiano
y estar en capacidad para coordinar esas decisiones.

115
P r o n u n c i a m i e n t o p ú b l i c o s o b r e MIB y c i u d a d

Declaración sobre mejoramiento barrial


La ciudad desde la perspectiva de derechos
En la ciudad de Bogotá, en el auditorio anexo al edificio de posgrados de
la Facultad de Ciencias Humanas en la Ciudad Universitaria, el 16 de abril
de 2007, se llevó a cabo el Foro Público Por Arte de Barrio: el Mejoramiento
Integral de Barrios en Bogotá. Convocados por la Universidad Nacional de Co-
lombia, y entendiendo la importancia del mejoramiento integral barrial en
Bogotá y en general en América Latina, hemos reunido un grupo de perso-
nas para abordar el tema, desde distintos ámbitos y campos de la vida en la
ciudad, buscando soluciones y alternativas para construir una mejor ciudad,
a partir del intercambio de experiencias y conocimientos que aporten a la
visibilización del tema del Mejoramiento Integral de Barrios –MIB– en Bo-
gotá. Como resultado de este encuentro se propuso elaborar el presente pro-
nunciamiento público como síntesis de las proposiciones y apuestas actuales
más importantes frente al tema del MIB para la ciudad de Bogotá, desde una
perspectiva de derechos.
En este sentido consideramos que Colombia es hoy en día un país que
configura su imaginario colectivo y que la acción política e institucional del
Estado, predominantemente a nivel urbano como parte de un mundo en pro-
ceso de urbanización, privilegia a las ciudades sobre el desarrollo rural.

117
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

Con estas reflexiones, fruto de nuestra Colombia de contrastes, iniciamos


esta declaración como una forma más de mantener presente el carácter de
nuestros territorios, cuyo potencial, a pesar de su diversidad, no es aprove-
chado de la manera más adecuada. Así la ciudad y el campo, la metrópoli y
el agrocomplejo, la chagra y el lote, son trayectos de territorio habitado que
hacen de nuestro país un permanente recorrido simultáneo entre lo local, la
región, la nación y el mundo.
La ciudad es el principal territorio habitado de la actualidad, construido
a la par de profundas contradicciones, intereses y necesidades que terminan
reflejándose en la configuración de su espacio, en los múltiples territorios y
sentidos de su apropiación. Comprender la actual ciudad colombiana exige
abrir la mirada más allá de extrapolación de modelos de análisis foráneos,
adentrarse en la historia del país, caminar las calles y ensayos de calles, cono-
cer la tradición de la política pública urbana, entender quiénes gobiernan y la
naturaleza y el carácter de quienes la pueblan diariamente, la gozan y la viven.
Implica comprender los ritmos de crecimiento y emigración poblacional, las
raíces del conflicto armado interno y del desplazamiento forzado, los modelos
de ordenamiento territorial y de desarrollo, el mercado del trabajo, entre otras
múltiples variables, y sin importar el interés con el que se mira, comprender
lo formal y lo informal en cada una de ellas, como lógicas simultáneas de
construcción y desarrollo.
Como parte constitutiva de este panorama, la ciudad de Bogotá ocupa
un lugar privilegiado en su condición de atractor urbano: es la ciudad más gran-
de del país y una de las megalópolis de Latinoamérica; es la ciudad que con-
centra el 16% de la población nacional, la que crece permanentemente con la
llegada de cerca de 7 familias por día y 15.000 personas al año. Se consolida
como puerto financiero y comercial de Latinoamérica y como un referente de
innovación y desarrollo para otras ciudades del mundo en materia de movilidad
y gestión pública en diversas áreas. Pero también es una ciudad en la que la
segregación socio-espacial se encuentra en la base del ordenamiento territo-
rial, pues cerca del 25% de sus predios se han erigido a partir del esfuerzo de
sus propietarios y habitantes. Una ciudad que alberga pobreza e inequidad,
como el resto del país.
En el espacio urbano bogotano se han configurado varios territorios urba-
nos de manera simultánea. La denominada ciudad formal, fruto de dinámicas de

118
Pronunciamiento público sobre MIB y ciudad

planeación y de la disposición plena de recursos públicos y privados; la ciudad


mediática, turística y financiera; la ciudad de los conjuntos residenciales, de
edificios de vivienda, de barrios con garantías plenas. Por otra parte, la ciudad
no planificada ni espacial ni funcionalmente, que no ha sido pensada para la
globalización; la ciudad de quienes llevan años sin la opción de satisfacer las
aspiraciones generadas por el sueño urbano de las oportunidades, donde los
ciudadanos aspiran a satisfacer sus necesidades básicas y vitales, no con míni-
mos ofertados por el mercado, sino con garantías y derechos inherentes a su
condición constitucional de ciudadanos con plenos derechos.
Difícilmente podemos pensar en resolver los problemas urbanos sola-
mente en Bogotá o en otra ciudad del país, si no contamos con la concurrencia
y los esfuerzos de las diferentes esferas de la sociedad, pero esto no nos impide
pensar en aportar esfuerzos urbanos para tratar de resolver los denominados
déficits acumulados de pobreza.
La ciudad es, espacial y funcionalmente, finita. Existe una serie de con-
diciones propias de la naturaleza y el territorio, una capacidad de soporte
ecológico y un límite a la extensión y cobertura de servicios creados por ella
misma que son desbordables. En el caso de Bogotá, se trata de una ciudad que
está llegando a sus límites de agotamiento en muy poco tiempo. Esta paradoja
permanente entre el crecimiento, el desarrollo (entendido desde una visión
reduccionista de lo económico) y la sostenibilidad, y el bienestar de la vida
humana pone múltiples retos a las ciudades.
Desde distintas perspectivas de desarrollo se escuchan propuestas para
densificar, integrar, descentralizar. Sin embargo, las condiciones que dieron ori-
gen a esta paradoja siguen impulsando el mismo modelo, y en este sentido es
muy probable que las soluciones no sean efectivas ni sostenibles. De la misma
manera, las soluciones deben construirse de una forma metodológicamente dis-
tinta, integrar nuevas lógicas y miradas diferentes a las que históricamente han
construido la política y las perspectivas de desarrollo. Esta condición es otra de
las garantías para que las soluciones sean reales y éstas se dan permanentemente
desde distintos ámbitos y actores de la ciudad; cada uno según su acumulado
histórico, sus necesidades, sus capacidades y su forma de actuar.
En el ámbito específico del hábitat y la vivienda encontramos la ciudad
producto de la autoproducción de vivienda y de espacio urbano, a partir del es-
fuerzo de los sectores de población de más bajos ingresos que intentan enfrentar,

119
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

por sus propios medios, el problema del no acceso a soluciones habitacionales


formales; es una estrategia originada en el accionar diario y cotidiano de los po-
bladores de la ciudad informal que buscan de manera recursiva opciones para su
bienestar a través de aquello que tienen a la mano y de lo que pueden conseguir
por su propios esfuerzos, pues la ciudad no planeada y sus habitantes no han
sido prioridad, durante muchos años, para lo planes de la ciudad formal.
Como una respuesta institucional y una continuidad del proceso iniciado
de autoproducción del hábitat, los gobiernos de la ciudad de Bogotá, desde
hace más de 30 años, han impulsado acciones de mejoramiento urbano que
hoy se traducen en programas de mejoramiento barrial, los cuales se han con-
vertido en una estrategia, con trayectoria nacional e internacional, para la
mitigación y/o superación de las condiciones de pobreza de la población ma-
yoritaria de las ciudades y de su integración a las lógicas de la ciudad formal.
Se han explorado diferentes enfoques cuyo punto de partida se ha orien-
tado a la provisión de infraestructura de servicios urbanos en los barrios para
ofrecer condiciones de salubridad mínimas y regularizar la tenencia de la tie-
rra; hoy se atienden carencias sociales urgentes (servicios dirigidos a grupo
sociales vulnerables, guarderías infantiles, etc.) en la medida en que se han
transformado en un vehículo para la implementación de distintas estrategias
de acción social desde el Estado. En este proceso, particularmente para Co-
lombia, las orientaciones de orden internacional formuladas por organismos
multilaterales de crédito y fomento inciden trascendentalmente en las accio-
nes de Mejoramiento Barrial agenciadas por el Estado.
Después de su trayectoria espacio-temporal en la ciudad, el mejoramien-
to de barrios ha venido adquiriendo distintos apelativos. La integralidad es
hoy en día una de sus primordiales condiciones, y si bien sabemos que ésta
depende de la materialización de distintos enfoques y actores, cada uno de los
cuales interpreta de distintas maneras la noción de lo integral, también es un
hecho el reconocimiento del carácter del mejoramiento como una estrategia
que va más allá de la intervención física y que requiere consideraciones y ac-
ciones sociales, políticas, culturales, económicas y ambientales.
Por otra parte, y comprendiendo las condiciones históricas y los retos actua-
les que enfrentan las ciudades latinoamericanas en general y las colombianas en
particular, una estrategia que se ocupe de la ciudad informal se convierte en algo
mucho más que una intervención oficial para integrar y formalizar. Requiere de

120
Pronunciamiento público sobre MIB y ciudad

la comprensión y del enfrentamiento de una serie de causas de orden estructural


que hacen que la ciudad informal exista y persista, al igual que implica compren-
der que esa informalidad no es algo que hay que esconder o negar, y aceptar que
también es parte de la ciudad, que supone recursos y esfuerzos que deben ser
reconocidos, que no se puede desaparecer o reemplazar porque ha sido la solución
de millones de pobladores urbanos.
Este tipo de miradas cambian la naturaleza misma del mejoramiento
barrial, convirtiéndolo en una acción estratégica para la construcción de un
modelo de ciudad más incluyente social y espacialmente, más si para atender
el futuro crecimiento de la ciudad se tienen en cuenta las actuales condiciones
de escasez de suelo.
En consecuencia, tomando en cuenta este tipo de consideraciones, en-
tre otras, a partir de lo presentado en el Foro Público Por Arte de Barrio: el
Mejoramiento Integral Barrial en Bogotá, y de las posturas expuestas y debates
realizados, declaramos que:

1. Es importante centrar el tema del MIB en su justo lugar, no solamente


para denotar su carácter estratégico, sino también para plantear la nece-
sidad de que continúe y permanezca en el desarrollo futuro del contexto
urbano colombiano, dado que el crecimiento urbano es constante y no hay
una resolución definitiva de los déficit acumulados55.
2. A pesar de que en varios aspectos la acción institucional sobre el Mejora-
miento Barrial se ha reforzado, en ningún momento ha sido posible que
la problemática desaparezca. En primer lugar, por los déficits cualitati-
vo y cuantitativo acumulados; en segundo lugar, por la perspectiva del
agotamiento del suelo urbanizable vacante que implica el incremento de
sus costos y, por tanto, un acceso aún más reducido para los sectores de
población de menores ingresos56, y en tercer lugar, porque el crecimiento

55
“Los déficits de infraestructura, urbanización informal y pobreza urbana seguirán siendo
uno de los más graves problemas de la agenda social de casi todos los países en vías de
desarrollo”. (Brakarz, 2002: 89).
56
Es importante recordar aquí que la política de producción de suelo urbanizable a bajo
costo que debería competir con el suelo ofertado a través del mercado informal no ha
dado los resultados esperados para la ciudad. El responsable institucional para el desarro-
llo de esta iniciativa de la agenda urbana es Metrovivienda, creada en 1999.

121
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

de la población urbana no es controlable y no se puede detener, pues las


oportunidades en las grandes ciudades siguen siendo mejor valoradas que
las del campo o las de los pequeños asentamientos humanos.
3. La acción central del Mejoramiento Integral de Barrios –MIB–, debe ser
repensada, ya que si bien la complementación de infraestructura es funda-
mental para el bienestar, en la actualidad ha cambiado la configuración de
los proveedores de los distintos servicios públicos en la ciudad. Hace unos
años, la mayor preocupación para las experiencias de MIB era la provisión
de servicios públicos domiciliarios, la mayoría de redes dependían de las
instancias públicas atadas a los requisitos de legalización de asentamientos
para poder invertir; hoy en día, la mayoría de redes y empresas de servi-
cios están completamente privatizados y el afán de abrir nuevos mercados
ha hecho que los escenarios de los barrios informales se conviertan en un
nicho rentable para los proveedores privados. Esto ha hecho que la cober-
tura de servicios públicos domiciliarios se incremente notablemente, de
modo que la dificultad para los habitantes se ha centrado más en el tema
de la calidad y las tarifas que en el tema del acceso. Los diseños de MIB
deben dar paso a las transformaciones del contexto y atender mejor las
necesidades y dificultades de la población. En un territorio informal y pre-
cario, pero con redes instaladas de servicios públicos, el centro de la acción
debe referirse a las asesorías para el uso de estos servicios o a la generación
de intermediaciones institucionales para la reducción de tarifas para los
estratos socioeconómicos más bajos, o a la promoción de empresas comu-
nitarias y vecinales para el manejo de las redes de servicios, por señalar un
ejemplo relacionado con este tema concreto.
4. En general, la pregunta sobre dónde debe centrarse la materialización de
la estrategia del MIB ha logrado trascender la dimensión físico-espacial y
abordar ámbitos sociales, económicos, políticos, ambientales y culturales,
al vincular temas como la productividad, la ciudadanía y la formación
necesaria para ejercerla de manera conciente, la identidad comunitaria, la
recreación, la educación y la garantía plena de derechos y en particular los
económicos, sociales y culturales –DESC–.
5. Comprender el MIB de esta manera exige también cambiar las condiciones
de los tiempos de la intervención, extendiendo y flexibilizando plazos para
dar paso a la consolidación de procesos en lugar de focalizarse solo en las

122
Pronunciamiento público sobre MIB y ciudad

acciones. Estos procesos no pueden ser pensados como asistencialistas ni


como coyunturales. La participación activa de la comunidad es un requisito
indispensable para el éxito del MIB, y en conjunto con las instituciones, se
deben trascender etapas de identificación de problemáticas y diagnóstico,
construcción de soluciones y su implementación, acompañamiento y segui-
miento. Es, pues, necesaria la superación de la participación instrumental,
comprendiendo a la comunidad como sujeto político y de decisión sobre su
vida y territorio.
6. Para que esto sea posible y para que el MIB realmente refleje la importancia
que reviste, es necesario imprimirle un carácter privilegiado en cuanto a la
construcción y ejecución de política pública. Permitirle integrar realmente
funciones y acciones institucionales de las más distintas áreas, contar con re-
cursos suficientes para pensar el territorio de la ciudad en su totalidad y con
garantías de permanencia a través de los distintos gobiernos distritales. En
otras palabras, el MIB requiere, como opción frente al modelo de desarrollo
urbano, una decisión política a su favor que le permita ser política pública,
contando con grados de jerarquía institucional y finanzas suficientes.
7. El MIB no puede comprenderse aisladamente, sino siempre en conjunto
con los temas del hábitat, la vivienda y el ordenamiento territorial, pues su
carácter integral y estratégico permite convertirlo en una de las apuestas
centrales para la formación de una política pública urbana seria que vin-
cule estos temas. El mejoramiento de vivienda se constituye, entonces, en
un factor fundamental para concluir con éxito la actuación en el conjunto
del contexto barrial. Los programas que se adelantan no siempre están de-
sarrollándose a la par de las acciones de mejoramiento barrial, entendidas
como intervenciones en el entorno más no en la vivienda.
8. El MIB no es simplemente una estrategia institucional nacida en el seno
de la expresión de bienestar e inclusión de la ciudad formal; su misma
existencia es un reconocimiento a las realidades y capacidades de miles de
habitantes autoproductores de ciudad. Por lo tanto, las experiencias de
esos habitantes y comunidades deben recogerse en la construcción de la
política pública, más allá de lo nominal, y ser un insumo real en todos los
ámbitos (técnico, social, económico, de diseño, entre otros).
9. Reconocer a la comunidad como un actor y sujeto político y entender
el MIB como un proceso de más largo aliento implica, necesariamente,

123
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

cambiar la concepción del tiempo que se dedica inmediatamente después


de las intervenciones físicas concretas y cómo éste se constituye como
una etapa de consolidación del MIB. Esta etapa tiene que repensarse
más, pues en muchas ocasiones el MIB genera beneficios que terminan
volviéndose, paradójicamente, insostenibles para los habitantes infor-
males y en lugar de constituir una solución, genera una multiplicación
de la problemática a través de nuevas expulsiones de población. Mejorar
el territorio, el hábitat y la vivienda no puede significar adecuarlo para
nuevos habitantes, sino darle realmente a los habitantes de más bajos
ingresos una mano para construir, en condiciones dignas, espacios para
su vida y el ejercicio pleno de sus derechos.
10. De la misma manera, se requiere una sintonía entre las distintas institu-
ciones públicas y privadas para consolidar una estrategia realmente inte-
gral. Para ello es necesario generar sinergias entre las distintas escalas de
intervención en la ciudad que involucran la construcción y la materializa-
ción pertinente de una política pública como la del MIB.
11. Esto lleva a dirigir la acción pública y la sumatoria de los esfuerzos priva-
dos hacia la inversión para el mejoramiento barrial de una forma tal que
sea posible hacer aportes de manera prioritaria en tres ejes: la lucha contra
la pobreza; como instrumento del desarrollo urbano y para la configura-
ción de políticas públicas en materia de hábitat y vivienda. Todos ellos
son derivados de problemas multisectoriales que demandan en su solución
intervenciones coordinadas desde múltiples ámbitos de la acción pública.

En Bogotá, D.C., Ciudad Universitaria


Universidad Nacional de Colombia
17 de abril de 2007

124
B i b l i o g ra f í a y o t ra s f u e n t e s

Alcaldía Mayor de Bogotá (2000). Plan de Ordenamiento Territorial –POT–.


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trativo de Planeación Distrital, Bogotá.
Alcaldía Mayor de Bogotá (2003). Decreto 469 de 2003. Por el cual se revisa el
Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá. Departamento Administrativo
de Planeación Distrital, Bogotá.
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Ministerio de Desarrollo Económico. Viceministerio de Vivienda, Desarrollo
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en la consolidación de la ciudad periférica informal, el caso de Ciudad Bolívar. Santafé
de Bogotá. Tesis Magíster en Urbanismo, Facultad de Artes, Universidad Na-
cional de Colombia.
Torres T., Carlos (2004). Ciudad, hábitat y vivienda informal en la Colombia de los
años 90. Informe final de investigación. Universidad Nacional de Colombia,
Bogotá (mimeo).

128
Anexos

Anexo 1. Presentaciones Foro Público


01 Presentación
011 Bogotá, d.C., y el mejoramiento integral de barrios
Secretaría Distrital del Hábitat –SDHT–

02 Pánel 1. Mib, modelo de desarrollo y modelo de ciudad


021 UN-Hábitat/Colombia, Fabio Giraldo Isaza
022 Departamento Nacional de Plantación –DNP–, José Alejandro Bayona
023 Secretaría Distrital de Planeación –SDP–, Fernando Rojas
024 Universidad Nacional de Colombia, Arq. Carlos Torres T.

03 Pánel 2. Políticas de mib en el contexto urbano


031 Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial –MAVDT–,
Leonardo Morales
032 Sociedad Colombiana de Arquitectos –SCA–, Arq. Gonzalo Correal
033 Secretaría Distrital del Hábitat, Arq. Carolina Carmona
034 Universidad Nacional de Colombia, Arq. Pedro Buraglia
035 Universidad Nacional de Colombia, Soc. John Jairo Rincón

129
04 Pánel 3. Experiencias de MIB
041 Proyecto Sur con Bogotá. Un modelo de desarrollo con participación
comunitaria, Sum Consult, Michael Kleinkatofer
042 Proyecto Obras con Saldo Pedagógico –OSP–. Departamento Adminis-
trativo de Acción Comunal Distrital –DAACD– (1996-2000). Bogotá, D.C.,
Ing. Francesco Ambrossi Filardi
043 Proyecto de Recuperación Ambiental y Consolidación Habitacional en
Sistemas Naturales Urbanos. Quebradas y Laderas. Gerencia Auxiliar de Ges-
tión Urbana y Vivienda, grupo interdisciplinario de mejoramiento de barrios,
Arq. Carlos Montoya
044 Proyecto de recomposición integral del entorno de las lagunas El Pon-
daje y Charco Azul. Secretaría de Vivienda Social de Cali, Arq. David Millán
Orozco, Mg.

05 Pánel 4. Proyecciones y potencialidades del MIB


051 Consultora Internacional, Gladys Aristizábal
052 Secretaría Distrital del Hábitat, Ing. Aura Rosa Castaño
053 Fedevivienda, Arq. Ricardo Ramírez
054 Universidad de los Andes, Arq. Clemencia Escallón

06 Pronunciamiento público sobre mib y ciudad


061 Declaración sobre mejoramiento barrial. La ciudad desde la perspectiva
de derechos

130
Anexos

A nexo 2. D ocumentación MIB. C d - rom


Presentación
El presente CD es fruto de la documentación recogida y trabajada en medio
digital por la consultoría que la Universidad Nacional de Colombia realizó al
programa de Mejoramiento Integral de Barrios de la Caja de Vivienda Popu-
lar, denominada “Estudio de conceptualización del mejoramiento integral de
barrios” durante el segundo semestre de 2006.
El CD recoge diversos tipos de documentos: informes, artículos, carti-
llas, presentaciones en diapositivas, entre otros; algunos de los cuales fueron
suministrados por la Caja de Vivienda Popular, y los otros recogidos por el
equipo que hizo parte de esta consultoría y que provienen de distintas fuentes:
bibliotecas, instituciones e Internet.
Toda la información contenida hace referencia directa o indirectamente al
mejoramiento integral de barrios y para facilitar su búsqueda fue distribuida en
las siguientes categorías: Mejoramiento Integral de Barrios, Planeación y Par-
ticipación, Hábitat, Diagnósticos y caracterizaciones urbanas, Pobreza Urbana,
Convivencia y Seguridad y varios (este último corresponde a algunos documen-
tos de soporte que no pudieron ser ubicados en las anteriores categorías).
Por último, es importante aclarar que algunos documentos que aparecen
en este CD, fueron escaneados solo en texto y no contienen gráficos, cuadros o

131
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

tablas. Estos documentos son: Acciones para la convivencia, Cartilla de diseño


participativo, Ciudad y Políticas Públicas de Seguridad y Convivencia, Co-
lombia en Hábitat II; Conversatorio sobre Enfoques de Gestión; Aproxima-
ción al problema de la violencia intrafamiliar a través del enfoque biográfico;
Elementos y antecedentes para la política de Hábitat y Seguridad Humana;
Encuentros ciudadanos, en el camino de la participación; Encuentros ciuda-
danos; Encuesta de opinión sobre los resultados del Proyecto Sur con Bogotá;
Escuelas de perdón y reconciliación; Espacios Urbanos no-consentidos. Lega-
lidad e ilegalidad en la producción de ciudad; Hacia una política de hábitat
y seguridad humana; Hagamos un pacto para vivir, la participación; Índice
de calidad de vida; Informe de avance 02, “Del reconocimiento al desafío de
validar el modelo de intervención”; Informe taller de evaluación Semestral;
Manejo de conflictos en la Acción Comunal; Memoria y evaluación del Ins-
tituto de Cultura y Turismo, programa de Cultura Ciudadana; Memorias del
primer encuentro Distrital de Participación Ciudadana. Núcleos de Participa-
ción ciudadana; Proyecto de Mejoramiento de Barrios Sur con Bogotá, Oferta
Técnica de Servicios de Consultoría; Programa Integral de Mejoramiento de
Barrios Subnormales en Medellín; Estudio de Factibilidad; “Usted Es Par-
te de esta Acción, programa de Desmarginalización de Barrios”; ¿Qué ha
pasado con la participación ciudadana en Colombia?; Seguridad Ciudadana.
Grupo de Reflexión Sobre Políticas Públicas de Seguridad Ciudadana en Bo-
gotá; Programas de Mejoramiento Barrial como una Estrategia de Prevención
de Violencia; Taller de Intercambio de Experiencias sobre Procesos de Paz y
Convivencia; “Sexto taller anual de evaluación y reprogramación”, 09 y 10 de
noviembre de 2005. PMIB “Sur con Bogotá”.

Índice
1. Mejoramiento integral de barrios
2. Planeación y participación
3. Hábitat
4. Diagnósticos y caracterizaciones urbanas
5. Pobreza urbana
6. Convivencia, seguridad y cultura ciudadana
7. Gestión y administración pública
8. Varios

132
Anexos

1. Mejoramiento integral de barrios


1.1. Concepto, propósitos y consideraciones generales del
mejoramiento integral
• Aprendizajes latinoamericanos para el mejoramiento barrial en Bogotá.
Sin fecha
• Hábitat popular y programas de mejoramiento: Intervenir escenarios en
procesos de consolidación. 2005
• Mejoramiento Integral de Barrios. Tercer curso de gestión urbana para
Latinoamérica. Sin fecha. PTT
• Mejoramiento Integral de Barrios. Concepto, ventajas y dificultades. 1996
• Pertinencia y urgencia del mejoramiento barrial en Latinoamérica. En-
cuentro Internacional sobre Mejoramiento de Barrios, México D.F., 28-
11-2004.
• Síntesis de las consultas urbanas en Mejoramiento Integral de Barrios.
Mayo 2002.

1.2. Experiencias de mejoramiento barrial


1.2.1. Colombia
• Acciones para la convivencia
- Cartilla Acciones para la Convivencia. Sin fecha
• Ecobarrios
- Ecobarrios. Gestión de Planeación y Desarrollo en Bogotá. Sin fecha
- El proyecto Ecobarrios. Abril de 2004
• Obras con particpación ciudadana
- Obras con participación ciudadana. Proyectos 2003-2005
- Obras con participación ciudadana. Contratos 2004
- Criterios de selección del proyecto obras con participación ciudada-
na. 2006
- Metodología para obras con participación ciudadana. 2006
• Obras con saldo pedagógico
- Obras con saldo pedagógico. 2000
- Obras con saldo pedagógico. “Metodología de planeación y gestión
participativa a escala Zonal”. 2003

133
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

• Piduzop
- Proyecto 890 de 1984
• Primed
- Programa Integral de Mejoramiento de Barrios Subnormales - PRI-
MED. Estudio de Factibilidad. Septiembre de 1993
- Programa Integral de Mejoramiento de Barrios Informales - PRIMED.
Medellín Colombia. 1998
- Programa Integral de Mejoramiento de Barrios Informales –PRI-
MED– , Medellín Antioquia. 1999
- Programa Integrado para la Mejora de Suburbios, Medellín Colombia.
2000
- Programa Integral de Mejoramiento de Barrios Subnormales. Sin fecha
- Programa Integral de Mejoramiento de Barrios Subnormales en Me-
dellín (PRIMED). Sin fecha
• Programa de convivencia
- Programa de Convivencia. Actualización y complementación Estudio
de factibilidad. Proyecto Sur con Bogotá Ajuste de convivencia final.
Junio de 2002
- Portada programa de Convivencia
- Programa de Convivencia. Actualización y complementación
- Anexos
- Estudio de factibilidad. Programa de Convivencia. Proyecto Sur con
Bogotá. Enero de 2002
- Estudio de factibilidad. Portada
- Estudio de factibilidad. Índice
- Estudio de factibilidad. Programa de Convivencia parte 1
- Estudio de factibilidad. Programa de convivencia parte 2
- Estudio de factibilidad. Equipo de formulación
- Estudio de factibilidad. Resumen ejecutivo
- PMIB. Programa Sur de Convivencia. Mayo de 2005
• Programa de Desmarginalización
- Programa de Desmarginalización. Informe de avance. Primer semestre
de 1999. Tomo I
- Evaluación del impacto social del Programa de Desmarginalización.
Sin fecha

134
Anexos

• Programa de Mejoramiento Integral de Barrios


- Formulación Proyecto 208. Coordinación del programa de Mejora-
miento Integral de Barrios. 2004
- Formulación Proyecto 7328. Mejoramiento de vivienda en sus condi-
ciones físicas y de titularidad. 2005
- Formulación de proyecto de inversión. Programa de Mejoramiento In-
tegral de Barrios. Caja de Vivienda Popular. Sin fecha
- Programa de Mejoramiento Integral de Barrios. Documento final de
política. Enero de 2002
- Programa de Mejoramiento Integral de Barrios
- Anexo 1 PMIB
- Anexo 2 PMIB
- Anexo 3 PMIB
- Desarrollo Social de Bogotá, D.C. Informe especial de espacio públi-
co No. 1, 2005. Asentamientos humanos sostenibles: el programa de
Mejoramiento Integral de Barrios.
- Programa de Mejoramiento Integral de Barrios. Bogotá. PMIB. Plan
de Gestión Social. Sin fecha.
- Diseño Proyecto Nodos Comunitarios del Componente Social del
PMIB de Bogotá. Informe final. 2003
- Informe de gestión 2005. Mejoramiento de vivienda en sus condicio-
nes físicas.
- CVP. Programa de Mejoramiento Integral de Barrios. Componente de
Desarrollo Social. Planeación participativa. Sin fecha. PPT
- La informalidad urbana en la producción de ciudad. 2004. PTT
- Programa de Mejoramiento Integral de Barrios. Manual de fortaleci-
miento institucional local. 2006 PTT
- Reunión de Coordinación. Planeación Distrital - Caja de Vivienda Po-
pular. 2006. PPT
- Mejoramiento Integral de Barrios. Presentación avances del progra-
ma. Mayo de 2005. PTT
- Lineamientos de aplicación de las normas alusivas a las UPZ de mejo-
ramiento integral. 2006. PPT
- Reasentamiento de la población Línea Base. Sin fecha

135
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

- Programa de Mejoramiento Integral de Barrios, PMIB. Densidad y


atomización en 26 UPZ - 2003
- Manual de organización y funciones. Gerencia de Mejoramiento Inte-
gral de Barrios. 2004-2005
- Programa de Mejoramiento Integral de Barrios. Centro Hábitat Bosa.
Junio de 2006
- Programa de Mejoramiento Integral de Barrios. Resumen ejecutivo.
Sin fecha
• Proyecto de servicios urbanos
- Manual de Operaciones. Proyecto de Servicios Urbanos. Sin fecha
- Presentación
- Tabla de contenido
- Sección 1
- Sección 2
- Sección 3
- Sección 4
- Sección 5
- Sección 6
- Sección 7
- Glosario
- Anexos sección 1
• Anexo 3 def.
• Convenio EAAB - SHD - CVP
• Convenio subsidiario BIRF
• Distribución de recursos del PSUB
• Gastos
• Instructivo de trámite de recursos
• Plantilla
- Anexos sección 2
• POA
• Términos de referencia
- Anexos sección 3
• Catálogo de cuentas
• Formato situaciones
• Formato de reportes 1

136
Anexos

- Anexos sección 4
• Adquisición de bienes
• Contratación de obras licitación pública
• Guía de evaluación
• Guía para la elaboración de términos de referencia
• Informe fase II de agosto de 2002
• Modelo de contrato para consultores individuales
• Normas adquisiciones con préstamo de BIRF créditos de la
AIF
• Normas, selección y contratación de consultores por prestata-
rios del Banco Mundial
• Selección de consultores
• Proyecto Sur
- Proyecto de Mejoramiento de Barrios Sur con Bogotá. Propuesta ac-
tualizada de intervención 2001-2003
- Índice informe final
- Informe final capítulo 1
- Informe final capítulo 2
- Informe final capítulo 3
- Informe final capítulo 4
- Informe final capítulo 5
- Informe final capítulo 6
- Informe final capítulo 7
- Informe final capítulo 8
- Descifrando la gestión 1
- Hacia una línea de acción de prevención de la violencia
- Levantamiento de organizaciones comunitarias
- Listado de barrios
- Resultado de entrevistas
- Resumen ejecutivo
- Anexos
• Anexo 1
• Cuadro comparativo
• Los componentes

137
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

• Matriz de planeación del proyecto de Mejoramiento de Barrios


Sur con Bogotá 2000-2003
- Proyecto de Mejoramiento de Barrios “Sur con Bogotá”. Informe
de avance 02. “Del reconocimiento al desafío de validar el modelo
de intervención”. 2001
- Proyecto Sur con Bogotá_ KfW. Acuerdo separado. 2000
- Encuesta de opinión sobre los resultados de Proyecto Sur con Bo-
gotá. Bolonia - Ladrilleras - Vía Oriente. 2004
- Proyecto de Mejoramiento de Barrios Sur con Bogotá. Oferta téc-
nica de servicios de consultoria. 1999
- Seminario de Mejoramiento Barrial. Programas de Mejoramiento
Barrial como una estrategia de prevención de la violencia. 2003
- Programa de Mejoramiento de Barrios “Sur con Bogotá”. Informe
taller de evaluación semestral. 2002
- Tercer taller anual de evaluación y reprogramación 09 y 10 de no-
viembre de 2005. PMIB “Sur con Bogotá”.
• Estudios de barrios 1998
- Estudio 1
- Estudio
- Ficha 1 a
- Ficha 11 a
- Ficha 18 a
- Ficha 18 b
- Ficha 19 a
- Ficha 19 b
- Ficha 3 a
- Ficha 4 a
- Ficha 4 b
- Ficha 5 a
- Ficha 5 b
- Estudios de barrios y zonas de intervención. Programa de Mejoramien-
to de Barrios Subnormales en Santa Fe de Bogotá. 1998
• Bogotá con techo
- Programa Bogotá con Techo. Mayo de 2004
• Moravia

138
Anexos

- Problemática social. La Universidad de Antioquia operará el compo-


nente social del macroproyecto de mejoramiento integral del barrio
Moravia. Sin fecha.

1.2.2. America latina


• Experiencias de Mib en Uruguay
- Componente de desarrollo barrial. Metodología de intervención social.
Sin fecha
- Guía de formulación de proyectos. Tomo I. Sin fecha.
- Anexos a la formulación de proyectos. Tomo II
- Guía de presentación del componente de desarrollo barrial. Sin fecha
- Devolución de compromisos de gestión por la comisión especial de
atención al programa de Integración de Asentamientos Irregulares.
Agosto de 2004
- PIAI Uruguay. Sin fecha
- Cuadro. Resumen de inversiones
- Programa de Integración de Asentamientos Irregulares. Resumen eje-
cutivo. Sin fecha.
- Formulario de levantamiento censal
- Cuadro de objetivos y actividades del trabajo barrial a ejecutarse en los
proyectos barriales
- Cuadro de situación de asentamientos
- Manual del encuestador
- La ciudad fragmentada: Respuesta de los sectores populares urba-
nos a las transformaciones del mercado y del territorio en Montevi-
deo. 2004
• Experiencias de Mib en Chile
- Estudio: Evaluación del vínculo entre el Estado y los pobladores de
asentamientos precarios. Sin fecha
- Evaluación programa Un Barrio para mi Familia. Ejecución 2004-
2005. Junio de 2005
- Mejoramiento del parque habitacional. Sin fecha.
- Marco Lógico. Programa Chile Barrio. Noviembre de 2003
- Cuadro: Pauta de registro de las intervenciones innovativas en pobre-
za. 2004

139
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

- Programa “Chile Barrio”. Orientaciones generales. Enero de 1998


- Proyecto: “Un barrio para mi familia”. Fosis 2002. Agosto de 2002
• Experiencias de MIB Perú
- Acceso por los pobres al suelo urbano y mercado inmobiliario en Lima
Metropolitana. 1999
- Hacia políticas descentralizadas de mejoramiento de vivienda en el Perú
• Experiencias de MIB en México
- Informe final de la consulta urbana: programa de Mejoramiento Ba-
rrial Integral Romera Rubio, Delegación Venustiano Carranza (Méxi-
co). Noviembre de 2001
- El acceso al suelo y a la vivienda en los sectores informales: El caso de
la ciudad de México. 2005
• Experiencias de MIB en Bolivia
- Programa de Apoyo a la Política de Vivienda (Provivienda). Sin fecha
• Experiencias de MIB en Ecuador
- Ecuador. Programa de apoyo al sector vivienda II. Propuesta de prés-
tamo. Julio de 2002
• Experiencias de MIB en Argentina
- Programa de Mejoramiento Integral del Barrio San Jorge: reconstru-
yendo el capital social en un asentamiento pobre. 2006
• Programas Latinoamericanos de Mejoramiento de Barrios. Los PMB: po-
líticas de reducción de la pobreza centradas en el hábitat. Sin fecha
• Programa de Mejoramiento Barrial en América Latina. Sin fecha
• Algunas consideraciones sobre los mercados ilegales e informales de suelo
urbanos en América Latina. 1999
• Land regularization in Latin America
• The supply of rental housing
• Recent Experience With Involuntary Resettlement. Junio 1998

1.3. Cooperación internacional en mejoramiento integral de barrios


• Estrategia de desarrollo subnacional. BID. 2002
• Kreditanstalt für Wiederaufbau. Sin fecha
• La política alemana de cooperación económica con Colombia. Sin fecha

140
Anexos

1.4. Sistema único de monitoreo de impactos, sumi


• Sistema Único de Monitoreo de Impactos para el Programa de Conviven-
cia. Septiembre de 2003
• SUMI para el programa de Convivencia parte 1
• SUMI para el programa de Convivencia parte 2
• SUMI para el programa de Convivencia parte 3
• SUMI para el programa de Convivencia. Resumen
• Programa de Mejoramiento Integral de Barrios. Desarrollo del Software
para el SUMI (Sistema Único de Monitoreo de Impactos). Misión prepa-
ratoria. Junio de 2004
• SUMI, Sistema Único de Monitoreo de Impactos. Junio de 2005
• Diseño, desarrollo e implementación de un sistema de información para
el programa de Mejoramiento Integral de Barrios PMIB, SI-PMIB de la
Caja de Vivienda Popular. Informe final. Diciembre de 2005
• Informe final revisado SUMI
• Matriz de impactos, indicadores y variables para el SUMI
• Anexo 1.2. Presentación de indicadores

1.5.2Informe de gestion CVP


• Informe de gestión C.V.P. 2004-2006. Gestión de cartera
• Informe de gestión C.V.P. 2004-2006. Gestión financiera
• Informe de gestión C.V.P. 2004-2006. Gestión social
• Informe de gestión C.V.P. 2004-2006. Avance de los programas misiona-
les. Mejoramiento de vivienda
• Informe de gestión C.V.P. 2004-2006. Avance de los programas misiona-
les. Mejoramiento Integral de Barrios
• Informe de gestión C.V.P. 2004-2006. Avance de los programas misiona-
les. Reasentamiento de hogares
• Informe de gestión C.V.P. 2004-2006. Avance de los programas misiona-
les. Titulación predial

141
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

1.6. Consultoría para el estudio de conceptualización de


mejoramiento integrla de barrios BOGOTÁ, D.C.
• Primer informe: Análisis de experiencias y diagnóstico de demandas de mejo-
ramiento integral de barrios en Bogotá, D.C., 1972-2006. Agosto de 2006
• Segundo informe: Definición de un concepto integral de mejoramiento
urbano. Septiembre de 2006
• Tercer informe: organización y operativización del programa de Mejora-
miento Integral de Barrios. Octubre de 2006
• Informe final de la consultoría. Noviembre de 2006

2. Planeacion y participación
2.1. Particpación y planeación participativa
• Cartilla de diseño participativo. Octubre-Noviembre de 1995
• Encuentros ciudadanos, 1998-2000. En el camino de la participación.
Elementos para el análisis.
• Conversatorio sobre enfoques de gestión. Noviembre de 2003
• Encuentros ciudadanos. Noviembre de 1998
• Hagamos un pacto para vivir. La participación. 2003
• Imaginando lo posible: sugerencias para iniciar un proceso de concerta-
ción sobre la planeación participativa en Bogotá. 2005
• Memorias del Primer Encuentro Distrital de Participación Ciudadana.
Núcleos de participación ciudadana. 2005
• Participación ciudadana para el Plan de Desarrollo. 2000
• La planeación participativa en Bogotá, D.C. Análisis y propuestas. 2004
• Un proceso de participación ciudadana sobre la participación ciudadana.
Febrero de 2006

2.2. Planeación del desarrollo


2.2.1. Planes de desarrollo de Bogotá, 2004-2008
• Acuerdo 119 de 2004. Por el cual se adopta el Plan de Desarrollo Eco-
nómico, Social y de Obras Públicas para Bogotá 2004-2008. “Bogotá sin
indiferencia un compromiso social contra la pobreza y la exclusión”.

142
Anexos

• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-


calidad de Antonio Nariño 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Barrios Unidos 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Bosa 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de La Candelaria 2004-2008
• Plan de desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la loca-
lidad de Chapinero 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Ciudad Bolívar 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Engativá 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Fontibón 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Kennedy 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Los Mártires 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Rafael Uribe Uribe 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de San Cristóbal 2004-2008
• Plan de desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la loca-
lidad de Santa Fé 2004-2008
• Plan de desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la loca-
lidad de Suba 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Sumapáz 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Teusaquillo 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Tunjuelito 2004-2008

143
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-


calidad de Usaquén 2004-2008
• Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para la lo-
calidad de Usme 2004-2008
• Guía planes de desarrollo. Sin fecha
• Mesa “Bogotá por el derecho a la ciudad”. Aportes al Plan de Desarro-
llo “Bogotá sin indiferencia 2004-2008”. Sin fecha

2.2.2. POT
• Decreto 190 de 2004. Por medio del cual se compilan las disposiciones
contenidas en los decretos distritales 619 de 2000 y 469 de 2003
• Decreto 469. Por el cual se revisa el Plan de Ordenamiento Territorial de
Bogotá, D.C.
• Decreto “Por el cual se adopta el Plan de Ordenamiento Territorial para
Santa Fe de Bogotá, D.C.”
• Documento resumen. Por qué se revisa el POT. Sin fecha
• Región central y ordenamiento territorial en Bogotá. Sin fecha.

2.2.3. Decretos reglamentarios de las unidades de planeamiento


zonal de BOGOTÁ
• Decretos UPZ tipo 1 reglamentadas:
- DECRETO 411 DE 2004
- DECRETO 398 DE 2004
- DECRETO 405 DE 2004
- DECRETO 407 DE 2004
- DECRETO 407 DE 2004
- DECRETO 409 DE 2004
- DECRETO 430 DE 2004
- DECRETO 440 DE 2004
- DECRETO 399 DE 2004
- DECRETO 406 DE 2004
- DECRETO 410 DE 2004
- DECRETO 431 DE 2004
- DECRETO 439 DE 2004

144
Anexos

- DECRETO 152 DE 2005


- DECRETO 217 DE 2005
- DECRETO 218 DE 2005
- DECRETO 313 DE 2005
- DECRETO 415 DE 2005
- DECRETO 216 DE 2005
- DECRETO 218 DE 2005
- DECRETO 072 DE 2006
- DECRETO 078 DE 2006
- DECRETO 151 DE 2006
- UPZ tipo 1
• Decretos UPZ tipo 2 reglamentadas
- DECRETO 382 DE 2004
- DECRETO 241 DE 2005

2.2.4. Metodologías de planeación


• Enfoque del marco lógico como herramienta para planificación y gestión
de proyectos orientados por objetivos
• El enfoque de marco lógico: 10 casos prácticos. 2001
• Matriz de marco lógico. Una herramienta de formulación de proyectos.
Sin fecha.
• Metodología del marco lógico para la planificación, el seguimiento y eva-
luación de proyectos y programas. 2005
• Metodología para la elaboración de matriz de marco lógico. Sin fecha
• Un resumen de la teoría que sustenta el marco lógico. Método de marco
lógico. Septiembre de 2005
• Indicadores sociales en América Latina

2.2.5. Otros
• Variables poblacionales, calidad de vida y planificación del desarrollo. Ju-
lio de 2004
• Bogotá se ordena para ser más moderna y humana. Planes maestros para
ejercer el derecho a la ciudad. Agosto de 2006

145
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

• El ordenamiento territorial como opción de políticas urbanas y regionales


en América Latina y el Caribe. Diciembre de 2001
• Línea Base. Aspectos metodológicos. Julio de 2004
• Proyectos de infraestructura básica. “Para superar la pobreza”. Gestión:
2001-2006. Julio de 2006

3. Hábitat
3.1. Vivienda
• Algunas reflexiones sobre el derecho a un lugar para vivir, para evolucio-
nar de habitantes a ciudadanos. Agosto de 2002
• El derecho a la vivienda adecuada. Sin fecha.
• La ciudad y la vivienda en un entorno global. Noviembre 2004. PTT
• La vivienda en América Latina. Sin fecha.
• La vivienda en Bogotá. Caja de Pandora. 2004
• Proyecto de Acuerdo No 162 de 2005. “Por el cual se crea el subsidio
familiar de vivienda en el ámbito distrital y se establecen las condiciones
para operativizarlo”. Junio de 2005
• Vivienda digna y saludable. Sin fecha.
• Vivienda social violencia intrafamiliar: Una relación inquietante. Enero
de 2005
• Experiencias emblemáticas. Sin fecha.
• Housing And Neighborhood. Sin fecha

3.2. Asentamientos
• Asentamientos humanos. Febrero de 2004
• Asentamientos irregulares Montevideanos: La desafiliación resistida. 2000
• De la urbanización acelerada a la consolidación de los asentamientos huma-
nos en América Latina y el Caribe: El espacio regional. Octubre de 2000
• Declaración sobre las ciudades y otros asentamientos humanos en el nue-
vo milenio. 9 de junio de 2001
• El desarrollo de los asentamientos urbanos y el problema de la tierra en
Honduras. 1999
• Instituto Distrital para los Asentamientos Humanos “IDAH”. Sin fecha

146
Anexos

• Mejoramiento Integral de Asentamientos, MIA. Marzo de 2006


• Programa de asentamientos. Diciembre de 2004
• Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos.
Estambul, Turquía. 1996
• Razón de los proyectos de regularización de los asentamientos informales:
Desde el mejoramiento de los asentamientos hasta la integración. Sin fecha.
• Planet of Slums. 2006

3.3. Política habitacional


• Documento Conpes Social 91. “Metas y estrategias de Colombia para el
logro de los objetivos de desarrollo del milenio 2015”. Marzo de 2005
• Documento Conpes Social 100. Lineamientos para la focalización del gas-
to público social. Junio de 2006
• Documento Conpes Social 102. Red de protección contra la extrema po-
breza. Septiembre de 2006
• Documento Conpes 3256. Políticas y estrategias para la gestión concertada
del desarrollo de la región de Bogotá Cundinamarca. Diciembre de 2003
• Documento Conpes 3305. Lineamientos para optimizar la política de de-
sarrollo urbano. Agosto de 2004
• Documento Conpes 3320. Estrategia para el manejo ambiental del río
Bogotá. Diciembre de 2004
• Documento Conpes 3326. “Garantía de la Nación a Bogotá, D.C. para
contratar un empréstito externo con el gobierno alemán por medio del
KfW por 3.5 millones, o su equivalente en otras monedas, para la finan-
ciación del programa Sur de Convivencia” 2004
• Lineamientos para una política de mejoramiento integral de asentamien-
tos humanos. Documento final. Febrero de 2005
• Colombia en Hábitat II. Cumbre Mundial Urbana. Estambul - Turquía.
Junio 3-14 de 1996
• Como avanza el Distrito en hábitat. Septiembre de 2006
• Decreto 124 de 2002. Por el cual se asigna a la Caja de Vivienda Popular
la coordinación del Programa de Mejoramiento Integral de Barrios, se
definen sus alcances y dictan otras disposiciones
• Decreto 564 de 2006. 24 de Febrero de 2006. “Por el cual se reglamentan
las disposiciones relativas a las ciencias urbanísticas; al reconocimiento de

147
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

edificaciones; a la función pública que desempeñan los curadores urbanos;


a la legalización de asentamientos humanos constituidos por viviendas de
interés social, y se expiden otras disposiciones”.
• Elementos y antecedentes para la política de hábitat y seguridad hu-
mana. 2005
• Exposición de motivos. Proyecto de Acuerdo. Por el cual se dictan normas bá-
sicas sobre la organización y funcionamiento de las entidades y organismos del
Distrito Capital de Bogotá y se expiden otras disposiciones sobre los principios
y reglas generales para la administración pública distrital. Sin fecha
• Exposición de motivos en el documento denominado “Política integral del há-
bitat 2007 - 2017”. Elaborado por la Secretaría Distrital del Hábitat. 2007.
• Formulación de lineamientos de política de reasentamiento. 2006. PTT
• Guía para el monitoreo de la meta 11 “Para el año 2020 haber mejorado
sustancialmente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de
asentamientos precarios”. Mayo de 2003
• Hacia una política de hábitat y seguridad humana. Documento de traba-
jo. 2005
• Objetivos de desarrollo del milenio. Sin fecha
• Política de Hábitat. Sin fecha. PTT
• Política de Hábitat y Seguridad Humana. Diciembre de 2003
• Política Habitacional 2005. Propuesta de la Cámara Colombiana de Cons-
trucción CAMACOL. Septiembre de 2005
• Política sobre la vivienda y el hábitat. Mayo de 2005
• Políticas y lineamientos. Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial. Sin fecha.
• Decreto 2060 de 2004 por el cual se establecen normas mínimas para
vivienda de interés social urbana.
• Decreto 230 de 2003. Por el cual se asignan funciones para la ejecu-
ción del programa de reasentamiento de las familias localizadas en zo-
nas de alto riesgo no mitigable en Bogotá, Distrito Capital y se dictan
otras disposiciones.

148
Anexos

4. Diagnósticos y caracterizaciones urbanas


4.1. Bogotá
• Recorriendo Bogotá
- Recorriendo Bogotá, D.C. Una aproximación desde las localidades del
Distrito. 2004
- Recorriendo Usaquén. Diagnóstico físico y socioeconómico de las loca-
lidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Chapinero. Diagnóstico físico y socioeconómico de las lo-
calidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Santa Fe. Diagnóstico físico y socioeconómico de las loca-
lidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo San Cristóbal. Diagnóstico físico y socioeconómico de las
localidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Usme. Diagnóstico físico y socioeconómico de las locali-
dades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Tunjuelito. Diagnóstico físico y socioeconómico de las lo-
calidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Bosa. Diagnóstico físico y socioeconómico de las localida-
des de Bogotá. 2004
- Recorriendo Kennedy. Diagnóstico físico y socioeconómico de las loca-
lidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Fontibón. Diagnóstico físico y socioeconómico de las loca-
lidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Engativá. Diagnóstico físico y socioeconómico de las loca-
lidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Suba. Diagnóstico físico y socioeconómico de las localida-
des de Bogotá. 2004
- Recorriendo Barrios Unidos. Diagnóstico físico y socioeconómico de
las localidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Teusaquillo. Diagnóstico físico y socioeconómico de las
localidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Usaquén. Diagnóstico físico y socioeconómico de las loca-
lidades de Bogotá. 2004

149
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

- Recorriendo Los Mártires. Diagnóstico físico y socioeconómico de las


localidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Antonio Nariño. Diagnóstico físico y socioeconómico de
las localidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Puente Aranda. Diagnóstico físico y socioeconómico de
las localidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo La Candelaria. Diagnóstico físico y socioeconómico de las
localidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Rabel Uribe Uribe. Diagnóstico físico y socioeconómico
de las localidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Ciudad Bolívar. Diagnóstico físico y socioeconómico de
las localidades de Bogotá. 2004
- Recorriendo Sumapaz. Diagnóstico físico y socioeconómico de las loca-
lidades de Bogotá. 2004
• Observatorio de dinámica urbana. Indicadores Urbanos. Mayo de 1999
• Observatorio de precios del suelo. Volumen I. Marzo de 2005
• Operación urbanística nuevo Usme: Provisión de suelo urbanizado para
vivienda social, a partir de la redistribución social de plusvalías. 2005
• Comunicar para gobernar. Rendición de cuentas sobre el espacio donde
vivimos: Hábitat. Sin fecha
• Índice de calidad de vida. Sistema de necesidades alienadas. 1998
• Cuadro de hogares por ubicación de la vivienda en zona de riesgo, según
localidad.
• Ingresos, gastos y exclusión social en Bogotá. Abril de 2006
• La descentralización en Bogotá: Últimas cuatro administraciones dialogan
con la administración de Luís Eduardo Garzón. Mayo de 2005
• Desarrollo Social de Bogotá, D.C. Informe especial: Espacio público.
2005

4.2. Otros
• Ciudades sustentables: Un imperativo. Sin fecha
• Construir ciudades amables. Propuesta para discusión. 2006
• Declaración de Berlín sobre el futuro de las ciudades. 2000
• De habitantes a ciudadanos. Capitulo VII “Recuperación y proyección de
una experiencia”.

150
Anexos

• Estrategia de desarrollo integral y reducción de la pobreza en Lima Metro-


politana. Sin fecha
• Espacios urbanos no-consentidos. Legalidad e ilegalidad en la producción
de ciudad Colombia y Brasil. 2005
• Servicios públicos urbanos y gestión local en América Latina y el Caribe:
problemas, metodologías y políticas. Septiembre de 2003
• Panorama de la edificación en el país. Noviembre de 2005
• Gestión urbana y gobierno de áreas metropolitanas. Mayo de 2001
• La intervención en áreas periféricas de la ciudad. Sin fecha
• Hábitat popular. Sin fecha
• Reestructuración económica y refuncionalización territorial en México: Su
impacto en el sistema regional y el urbano en México. 1980-2000
• Una mirada a la periferia: ¿Cómo mejorar lo construido? 1996
• Documentos Barrio taller. Ciudad y hábitat. 1996
• Calidad de vida y praxis urbana. Nuevas iniciativas de gestión ciudadana
en la periferia social de Madrid. Julio de 1998
• Precio del suelo en barrios populares y provisión de infraestructura. 2000
• Building Sustainable Cities. Sin fecha
• Squatters of Bogotá. Mayo de 2005

5. Pobreza urbana
• Capital social y pobreza. Documento CEPAL. Sin fecha.
• La dimensión espacial en las políticas de superación de la pobreza urbana.
Mayo de 2003
• La pobreza en Bogotá. Bogotá como vamos. Sin fecha.
• Gestión municipal para la superación de la pobreza: estrategias e instru-
mentos de intervención en el ámbito del empleo, a partir de la experiencia
chilena. Abril de 2003
• Informalidad, pobreza urbana y precios de la tierra. Enero de 2003
• La otra agenda urbana. Tareas, experiencias y programas para aliviar la
pobreza y precariedad en las ciudades de América Latina y el Caribe. Di-
ciembre de 2005
• Pobreza en América Latina: Nuevos escenarios y desafíos de políticas para
el hábitat urbano. Octubre de 2000

151
Fo r o p ú b l i c o P or arte de barrio . Memorias

• Pobreza urbana, exclusión social y asentamientos irregulares. Una mirada


de género. Mayo de 2002
• Pobreza y acceso al suelo urbano. Algunas interrogantes sobre políticas de
regularización en América Latina. Diciembre de 2003
• Pobreza y precariedad del hábitat en ciudades de América Latina y el Ca-
ribe. Noviembre de 2004
• Reseña de programas sociales para la superación de la pobreza en América
Latina. Octubre de 2003
• Vivienda y pobreza en Bogotá. Nuevos desarrollos en la política habitacio-
nal para la ciudad. Julio de 2005
• Millenium Development Goals Report. 2005

6. Convivencia, seguridad y cultura ciudadana


• Propuesta de la línea de Convivencia y Seguridad Ciudadana. DAAC -
Proyecto Sur con Bogotá. 10 páginas.
• Violencia y criminalidad cotidianas en Santafé de Bogotá. Aproximación
al problema de la violencia intrafamiliar a través del enfoque biográfico.
Mayo de 1998
• Investigación “Caracterización de la violencia homicida en Bogotá”. Infor-
me final. 2000
• La ciudad de Bogotá, Colombia. Ciudad y políticas públicas de seguridad
y convivencia. 2002
• Escuelas de perdón y reconciliación ES.PE.RE. 2002
• Resumen ejecutivo Investigación sobre el suicidio en Bogotá. Diciembre
de 2001
• Manejo de conflictos en la Acción Comunal. Sin fecha
• Seguridad Ciudadana. Agosto de 2005
• Memoria y evaluación del Instituto de Cultura y Turismo. Programa de
Cultura Ciudadana. Abril de 1998
• Propuesta de la línea de convivencia y seguridad ciudadana. Sin fecha.

7. Gestión y administración pública


• Consultoría sobre las estrategias de coordinación interinstitucional. Mayo
de 2001

152
Anexos

• ¿El concepto de mercado informal es suficiente para dar cuenta de los pro-
cesos de urbanización por parte de los pobres en América Latina? Sin fecha
• Cuarto curso de gestión urbana y municipal para Centro América. “Bus-
cando una gestión urbana inclusiva”. Ciudad de Guatemala, Guatemala 9
al 19 de mayo de 2004
• Construir equidad social. Capitulo III. Sin fecha
• Nuevas experiencias de concertación público-privada: Las corporaciones
para el desarrollo local. Agosto de 2001
• Instructivo para el ajuste del manual específico de funciones y de compe-
tencias laborales. Agosto de 2005
• Instrumentos de gestión urbana, fortalecimiento del rol del municipio y
desarrollo con equidad. En: Curso de gestión urbana 9 al 19 de febrero de
2003, Lima, Perú

8. Varios
• Desalojos forzosos y derechos humanos en Colombia. Noviembre de 1999
• El proyecto de alojamiento: criterios de diseño. Sin fecha
• Ficha técnica. Sector hábitat. Sin fecha
• The idb in low-cost housing. 1995

153
Foro Público

Por arte de barrio


Memorias

se terminó de imprimir en el
mes de abril de 2009,
en los talleres de Kimpres,
Bogotá, D.C., Colombia.

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