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F. Escrig
Dpto. de Estructuras. E.T.S. Arquitectura. Sevilla. ESPAÑA
RESUMEN
1.- INTRODUCCIÓN.
La mayor parte de las soluciones que se han planteado para estructuras desplegables
de barras se basan en el uso de paquetes compactos de barras rectas que pueden desplegarse
para formar una estructura capaz de cubrir un recinto más o menos amplio. Nuestras propias
investigaciones se han' dirigido preferentemente a este tipo de mallas formadas por barras
rectas, con las que hemos podido resolver numerosos ejemplos de diversas tipologías, como
cúpulas {3-5], bóvedas [3-6], sombrillas [3], etc. tanto en sus aspectos de diseño como ea
los ~ cálculo.
Sin embargo ea
algunas circunstancias
puede ser adecuado
plantear estructuras
desplegílbles con barras
curvas. En algunos casos
puede ser forzado por las
prop i as i ncompati-
bilidades geométricas de la
malla, como en el caso de
las bóvedas cilfndricas
trianguladas. Asimismo las
mallas desplegables
Figura 1 basadas en módulos de
haces presentan algunos
problemas al emplear barras rectas, puesto que para evitar que las barras tropiecen unas con
otras al abrir el módulo, es preciso forzar una gran dimensi6n del nudo (fig. 1), lo que hace
que la estructura plegada sea menos compacta de lo que sería deseable, al tiempo que
produce excentricidades en las acciones sobre los nudos, que pueden complejizar el
comportamiento resistente del conjunto.
J. P. Valcárcel et al. 401
l'or esta rIZÓn ya uoa'de las primeras patentes dé EiDiIfo Per12l'lI1ero' planteaba la
utilización de barras de directriz quebrada con el fin de conseguir qué las barras de los
módulos trian&U1ares de haces incidieran~ ele de los nudos extremos. permitiendo e1ju~o
en la articulación central (fig 2).
·.t=-?~~:---:;~:===+=~i!!=,*,,=§:!~:---<~7A
~n
:,28111111
... A
"
L,'
Figura 2
-- "'..
En un reciente artfculo se planteaba una estrategia similar [6] para poder resolver
algunos problemas interesantes que se plantean en las bóvedas cüíndricas triangulares
desplegables, utilizando barras de directriz parabólica. El uso de dichas barras permite, no
sólo resolver los problemas de incompatibilidad geométrica, sino también conseguir bóvedas
que se desplieguen por sf mismas, lo que puede ser de gran interés para determinadas
aplicaciones.
Los dos tipos de barras son pues las de directriz quebrada y las de directriz
parabólica. Su planteamiento de cálculo es muy similar en ambos casos por lo que vamos
a agruparlos en un mismo desarrollo.
Sobre una barras curva la ac~ión de los esfuerzos axiles modifica considerablemente
los momentos flectores, por lo que es imprescindible considerarlos en la formulación de la
matriz de rigidez. Por otra parte las acciones perpendiculares al plano de la barra
producirfan momentos torsores que tendrfan que ser absorbidos por los nudos. En estructuras
móvües los nudos han de tener suficiente tolerancia como para permitir el normal
movimiento de las barras en torno a las articulaciones, por lo que es casi imposible que
puedan absorber dichos momentos torsores. La única conclusión posible es que las barras
curvas carecen de rigidez para estas acciones y por tanto dicha rigidez transversal no puede
ser considerada en el cálculo.
XI
Figura 3
Supongamos una barra curvada en el plano x-y. Esta barra puede tener en principio
una directriz que siga la curva que deseemos, pero las que parecen más adecuadas por su
facilidad coDStructiva y de cálculo son las de directriz parabólica (fig 4) o quebrada (fig 5).
En ambos casos los Ilnicos d.esplazamientos que tendrán sentido estructural serán los
alargamientos de los dos tramos de la barra U 1 Yti, Yla flecha en la articulación central v.
!:i............ r
1 1
Figura 4 FiguraS
Tramo 1 Tramo 2
W " ~,
2
lb rM
(E-I
2
+ k' V +
G' A E' A
2
~ J' ds (1]
I
b
/, ~
f·x·y f·xz· Yz d fZ. (l:+1~)
f 1z = f 21 I I'dx- 1 . x2 -
- E\' [ /I' [ 3·g·I·1 2
1 •
/,
12'XI'YI'dX _ f'll'lz' (l:-l~)
fu = f 31 - E\' 1 1 I
3'E'I'l Z
fn = 1
E' I
. [/, r
~ + 2'f'X'Y]
2 2 . dx +
1 z
fZ'(l:+l~)
-3-'E-'I-'-l"""z
[3)
Para algunas de las aplicaciones que hemos señalado, concretamente las bóvedas
cilíndricas trianguladas, es ventajoso el uso de barras de directriz definida por una parábola
de segundo grado. Las ecuaciones de ambos tramos serán.
Tramo 1 Tramo 2
k f_
= __ k f_
y e k,'(x' - l'x) y = ~'(X2 - l'x)
, 1:-1'1. 2 1:-1'1 2
f2. (l~+l~)
+
.J.·E· I'l'
.f" (l:+l~)
3'E'I'l'
y = .!..'X
1
y = f,x
1;
1
f2 , ( 1: + 1~ + l ' 1; + l ' l~ )
3'E'I'1 2
-
f ' lI' l 2 . ( l ' 1 + 1; - 1~ )
1
3'E'I'1 2
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p = rl·z K = r l
'"
Y,
"') [-coac,
tia _ o
-co.',
o
-cosy,
o
COllel COllea
-co•• ) -eos' l -coa"
1 COIYl o
cosa l
o
cosll 1
O)
coay,
Z,
. ;:
(v _ l:aC~ •• .l _~ _ l.aC~31TJ co.a a CO."1 COSTa _ lIC~S.l _ 11C~IIP:ll _ 11C~31Yz .e..
JI.
y.
%,
---
406 ESfRUcruRAS
El cálculo lineal de este tipo de estructuras es bastante satisfactorio, puesto que las
propias condiciones de uso y la necesidad de permitir los procesos de plegado-<lespliegue,
obligan a que las deformaciones no sean excesivas. Sin embargo, en la medida que se
pretendan conseguir grandes luces, la Importancia de los efectos no lineales y en especial
la modificación de la ley de momentos flectores sobre la barra producida por la deformación
de la propia barra, empiezan a ser más importantes. Nuestra experiencia muestra que en
todos los casos es plenamente satisfactorio un sencillo proceso iterativo con los siguientes
pasos.
~1
Figura 6
J. P. Valcárcel et al. 407
As( como en el caso de las barras rectas es posible resolver analíticamente' este
sistema de ecuaciones diferenciales con sus condiciones de contorno, en el caso de las barras
curvas el problema es excesivamente complejo para una solución analítica práctica. El
sistema empleado ha sido la formulación del problema en diferencia finitas, sumamente
simple y eficaz en este caso.
tp=!..v
o••
Realizando estos cálculo en
1-o"t=O los distintos supuestos de valores de
Oo'
1\ H,2=O
l.,f"O" W •••
...,.,... ,.~.
FiguraS
-
9
;. _-·qs.1JIIIMr
. ...
:~ ~-
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CONCLUSIONES
REFERENCIAS.