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Patrimonio e Identidad

El Patrimonio es el legado del pasado que nos permite dibujar


nuestra identidad.
La herencia de un bien cultural o patrimonial es de por sí un compromiso
profundo con nosotros, con nuestro entorno, con el medio en que vivimos, y en
suma con la sociedad en la que estamos insertos como partes
integrantes, como miembros activos que nos hace relacionarnos con el
presente que se vive. El patrimonio es una herencia y el orgullo de saber que,
como y por qué somos de la manera en que nos presentamos ante el mundo,
pero también nos involucra en compromisos profundos para con la
preservación y el conocimiento.

El Patrimonio permite a una sociedad crecer y descubrirse como


individuos y como pueblo.

Desde el nombre y el apellido, el color de la piel, la educación recibimos, hasta


la casa que habitamos, la comida que nos alimenta el cuerpo, la música que
nos regocija el alma y cien costumbres más nos convierten en una Sociedad,
tan singular y plural, tan llena de falencias y desaciertos como también
virtuosa y original.

La identidad surge de la riqueza acumulada en el patrimonio


basado en los restos materiales y espirituales del pasado.
Porque son ellas las que nos llevan a hacernos preguntas, de quienes somos y
a donde vamos.

Nuestra sociedad no ha comprendido el verdadero significado e


importancia de lo unido que deben ir ambos conceptos.
Por ello la destrucción sistemática de muchos monumentos y casonas con
historia y el olvido de costumbres, fiestas, tradiciones y leyendas. En ese
sentido, acertado el slogan del municipio: Lima Ciudad para Todos, porque son
todos los que deben involucrarse en conocer su historia y adaptarse a sus
tradiciones.

Los tiempos están cambiando, patrimonio e identidad vuelven a


tener protagonismo en las nuevas generaciones.

El concepto de patrimonio e identidad de los pueblos ha evolucionado


favorablemente, ya no es privativa de una clase, y su herencia no se reduce a
unos pocos, sino que todo ha avanzado hacia lo que significa la conciencia
común de un pueblo que valora el legado, porque lo que siente, lo entiende
como su imagen y esencia y no simplemente como planta de invernáculo de la
que sólo hablan, piensan, discuten, opinan o conservan los miembros de una
élite. No. Ahora nos involucra a todos.

La Memoria en Sociedades Contemporáneas

El Concepto de Memoria Cultural es algo tan alejado para las


nuevas generaciones.
Luis Repetto dice: Los grupos hegemónicos modernos han mostrado su
capacidad de provocar, sin violencia aparente, fenómenos de olvido colectivo.
Y esto es muy cierto. Hoy y desde hace años nos vemos invadidos por
publicidad, música y costumbres foráneas que han terminado por integrarse en
nuestra vida diaria, lo cual no es malo porque es parte del conocimiento
globalizado al que tenemos derecho, pero también ha hecho que olvidemos o
perdamos de la memoria quienes fuimos, que hicimos. Por eso el ya viejo
dicho, un pueblo que olvida sus errores esta condenado a repetirlos.

No solo son huellas del pasado almacenadas en el imaginario


colectivo. Esta presente en monumentos y costumbres.
La fotografía nos ha permitido descubrir lugares y hasta discernir formas de
vida en el pasado limeño, extrañas hoy para nosotros, pero que constituyeron
el entorno y medio de vida de nuestros antepasados. Cuantas veces hemos
pasado en nuestro apuro diario al lado de un monumento y nos hemos
preguntado ¿quién es? o, ¿por qué esta allí?

Siempre que la memoria cultural cae en el olvido, un grupo de


personas desaparece.
Independientemente que el suceso o hecho quede registrado en los libros de
historia o periódicos de época, porque ya cuando lo leemos lo vemos como algo
lejano. Por eso quizá muchos dijimos de niños, “no entiendo al abuelo” o “esta
en otra onda”.

Es importante realizar labores orientadas a la conservación de la


memoria en las Sociedades Contemporáneas.
Las autoridades y organismos locales privados o públicos, cumplen una labor
importante en esto. Organizando paseos históricos por la ciudad accesible a
todas las personas. Esto necesita más difusión, así como una política educativa
más agresiva en los niños, que la frase son el futuro del Perú no quede en
cliché, sino que sea realidad. Ellos son los portadores de este tesoro que es
nuestra memoria cultural.

Es tarea de todos, transmitir lo poco o mucho que sabemos a los


demás para mantener la memoria.
Compartiendo con familiares, amigos, vecinos lo poco o mucho que sabemos
de nuestra ciudad y de nuestra cultura, costumbres y tradiciones.

Patrimonio e Identidad: Nuevas Tecnologías

El uso de internet ha permitido que la información sea accesible


a todos sin distinción de edad.
El acceso a la web en cabinas y casas, sin mencionar que algunos usan horas
en el trabajo para navegar donde deseen, nos prueba el acceso ilimitado a
información de todo tipo. También en ella encontramos páginas dedicadas a la
difusión de la historia y curiosidades de nuestra ciudad. Con ese motivo abrí el
blog Lima la Unica, primero para recopilar información de otros sitios web y
recoger experiencias de personas mayores para juntarlos en uno solo.

La interacción entre personas de generaciones diferentes hace


que la memoria cultural se transmita.
Sigo con el ejemplo de Lima la Unica, en este caso en las redes sociales. Al
principio fue sorprendente encontrar personas que les gustaban el mismo
tema. Antes éramos los raros del barrio, paseando y mirando a las alturas de
los edificios antiguos y cuando les contábamos a los amigos, quizá se aburrían.
La red social de Lima la Unica permitió conocer personas de toda edad que
compartían el mismo sentimiento de cariño y admiración por la memoria
cultural y gracias a esta herramienta difundirlo a más personas entre sus
amigos.

La digitalización de imágenes antiguas y documentos cumple una


labor importante en ese sentido.
El acceso a colecciones fotográficas y documentales como la Biblioteca
Nacional, el archivo Courret y colecciones de otras bibliotecas en el mundo
donde había almacenadas imágenes de viajeros que llevaron sus recuerdos
gráficos del Perú, nos permitieron descubrir otra ciudad bajo nuestros pies.
Se ha visto una ciudad desconocida para muchos, por la imagen.
La identidad vuelve a asentarse.
Esto permitió que muchas personas se re-identificaran con su ciudad, sintiendo
orgullo por lo que sus antepasados vieron y donde estuvieron, hechos
memorables que nos dejaron marcados como ciudad, como las muestras de
heroísmo de la población ante la invasión enemiga en la guerra, una muestra
de amor por su ciudad por sus familias por su vida, entre otros sucesos.

Ver por las imágenes lo que hemos perdido, hace despertar el


cariño natural por cuidar lo que nos queda.
Y es tarea de todos!

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