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Cuevas Barberousse, Tania

CUERPO, FEMINIDAD Y CONSUMO: EL CASO DE JÓVENES UNIVERSITARIAS


Revista de Ciencias Sociales (Cr), vol. I-II, núm. 123-124, 2009, pp. 79-92
Universidad de Costa Rica
Costa Rica

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Revista de Ciencias Sociales (Cr)


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Costa Rica

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Rev. Ciencias Sociales 123-124: 79-92 / 2009 (I-II)
ISSN: 0482-5276

CUERPO, FEMINIDAD Y CONSUMO: EL CASO DE JÓVENES


UNIVERSITARIAS1

BODY, FEMININITY AND CONSUMPTION: THE CASE OF YOUNG


COLLEGE STUDENTS

Tania Cuevas Barberousse*

RESUMEN

Este artículo analiza las interrelaciones existentes entre la percepción corporal,


la construcción de feminidad y el consumo en un grupo de mujeres jóvenes de la
Universidad de Costa Rica. Se evidencian cierto número de prácticas y discursos
relacionados con el cuerpo femenino en la sociedad costarricense contemporánea, y
se estudian las percepciones y significados que las mujeres construyen acerca de sus
cuerpos y de su feminidad.

PALABRAS CLAVES: PERCEPCIÓN * JUVENTUD * MUJERES * FEMINIDAD * CONSUMO *


IDEALES ESTÉTICOS

ABSTRACT

This article analyzes a set of relationships between body perception, the construc-
tion of femininity, and consumption practices in a group of young female students
from the University of Costa Rica. It assesses a number of practices and discourses
associated to the female body in contemporary Costa Rican society, and considers
the perceptions and meanings that women construct in relation to their body and
femininity.

KEY WORDS: PERCEPTION * YOUTH * WOMEN * FEMININITY * CONSUMPTION *


AESTHETICS IDEALS

1 Este ar tículo proviene de la investigación * Asistente en docencia de diversos cursos en


“Consumo, percepción corporal y construcción de Antropología de la Universidad de Costa Rica
la feminidad: el caso de mujeres jóvenes universi- (2000-2005).
tarias (2007)” —distinguida con honores— para tania.cuevas@gmail.com
obtener el grado de Licenciatura en la Escuela de
Antropología de la Universidad de Costa Rica.

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INTRODUCCIÓN una construcción social y, como tal, responde


a un determinado momento histórico y a un
En la sociedad occidental actual existe contexto cultural particular. En ese sentido,
una gran preocupación por el cuerpo y la salud. Lagarde (1990) sostiene que la imagen corporal
La mayoría de personas, especialmente las más debe entenderse como parte de un sistema de
jóvenes, sienten una gran presión social por con- relaciones sociales definidas culturalmente, las
seguir un cuerpo bello, delgado y joven, y aunque cuales nos ayudan a entender la manera en que
este ideal es casi siempre inalcanzable, se consi- las personas perciben, describen y modifican su
dera incluso una condición de éxito social. Estar cuerpo.
bello y sano ha dejado de ser una aspiración para En esa misma línea de pensamiento, Le
convertirse en una especie de tiranía (Díaz et Breton (1995) sostiene que cada sociedad esbo-
ál., 2006). Esta preocupación por la belleza física za, al interior de su visión de mundo, un saber
y la salud tiene incluso un nombre conocido: singular sobre el cuerpo, otorgándole de esa
el culto al cuerpo, que algunos autores, como manera sentido y valor. Para el autor, las con-
Díaz (2006), han llamado somatocentrismo, del cepciones del cuerpo son tributarias de las con-
griego somas, sómatos, “cuerpo”, un término cepciones de la persona en la medida en que las
que indica que el cuerpo se ha convertido en el representaciones sociales le asignan al cuerpo
centro de la vida. Además existe, asociado a lo una posición determinada dentro del simbo-
anterior, lo que podemos llamar un culto a la lismo general de la sociedad. El cuerpo es, por
salud. La aspiración por el bienestar psíquico y lo tanto, una construcción simbólica, no una
físico se encuentran por lo tanto en el centro de realidad en sí mismo:
las aspiraciones contemporáneas.
Tomando en cuenta lo antes mencionado, Sin el cuerpo que le presta un rostro,
se considera que el consumo es una de las vías el hombre no existiría. Vivir consiste
principales por medio de canalización de esas en reducir continuamente el mundo al
aspiraciones en las sociedades occidentales, en cuerpo, a través de lo simbólico que este
la medida en que la búsqueda de la belleza y la encarna. La existencia del hombre es cor-
salud se nutre del optimismo y las promesas poral. Y el análisis social y cultural del
que fomenta el mercado. El imaginario de la que es objeto, las imágenes que hablan
belleza, sobre todo la femenina, se ha conver- sobre su espesor oculto, los valores que
tido en un verdadero negocio, el cual define lo distinguen, nos hablan también de la
muchas de las ideas y percepciones existentes persona y de las variaciones que su defini-
acerca del cuerpo, especialmente el de la mujer. ción y sus modos de existencia tienen en
Este artículo analiza las interrelaciones diferentes estructuras sociales. (1995: 7).
existentes entre la percepción corporal, la cons-
trucción de feminidad y el consumo en un grupo En el caso de las sociedades occidentales,
de mujeres jóvenes de la Universidad de Costa Le Breton (1995) sostiene que la concepción
Rica con edades comprendidas entre los 18 y los del cuerpo que se admite con mayor frecuencia
25 años. En este sentido, se evidencian cierto encuentra su formulación en el desarrollo de
número de prácticas y discursos relacionados una estructura individualista del campo social.
con el cuerpo femenino, y cómo el consumo, Sólo en ese tipo de estructuras sociales el cuer-
analizado en relación con la salud y la estética, po puede pensarse como elemento aislable
se convierte en una de las principales formas de del individuo, en las cuales las personas están
expresión de ese culto al cuerpo y a la salud. separadas unas de otras y son relativamente
autónomas en sus iniciativas y en sus valores.
Funciona, de acuerdo con lo anterior, como un
CONSIDERACIONES TEÓRICAS límite fronterizo que define, ante los otros, la
presencia del sujeto.
Se parte del supuesto según el cual el Esta concepción está basada en una
cuerpo es, además de un producto biológico, noción particular de la persona que le permite

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decir al sujeto “mi cuerpo”, utilizando como construcción simbólica particular alrededor de
modelo el de la posesión. Para Le Breton (1995), lo que significa ser mujer y de lo que se conside-
esta representación nació de la emergencia y ra como femenino. Como ya lo afirmara Simone
del desarrollo de condiciones culturales especí- de Beauvoir en su obra El segundo sexo:
ficas en las sociedades occidentales a partir del
Renacimiento. Según el autor, para que la indi- No se nace mujer, llega una a serlo.
vidualización a través de la materia es decir, del Ningún destino biológico, físico o eco-
cuerpo, sea aceptable en el plano social, habrá nómico define la figura que reviste en el
que esperar el desarrollo del individualismo seno de la sociedad la hembra humana:
que opera a partir del siglo XV en Europa. En la civilización en conjunto es quien (la)
ese momento, el cuerpo se convierte en la fron- elabora (1987: 13, citado por Pacheco,
tera precisa que marca la diferencia entre una 2001: p. 39).
persona y otra, convirtiéndose en un blanco de
En ese sentido, el rol femenino asigna-
intervención específica, como por ejemplo el de
do se debe pensar por lo tanto como dinámi-
la investigación anatómica a través de la disec-
co, maleable y cambiante. Paralelo a la idea
ción del cuerpo.
que se construye alrededor del rol social de las
Esta actitud hacia el cuerpo se relacio-
mujeres, se construye la percepción del cuerpo
na con el retroceso y el abandono de la visión
femenino (Pacheco, 2001). La distancia entre la
teológica de la naturaleza que había dominado
diferencia sexual biológica y la construcción de
durante toda la Edad Media. Según el mismo
las identidades, conductas, funciones y deseos
autor, en las sociedades de tipo comunitario,
de género y sexuales está marcada, por lo tanto,
en las que el sentido de la existencia implica
por la cultura.
un juramento de fidelidad al grupo, al cosmos
De esa manera, la percepción que tienen
y a la naturaleza, el cuerpo no existe como ele- las mujeres de sus cuerpos y la idea que cons-
mento de individualización ya que la persona truyen acerca de su feminidad, constituyen
no se distingue del grupo. Como mucho, es una facetas dinámicas e inseparables de un mismo
singularidad dentro de la armonía diferencial proceso, a saber, la construcción de su subjeti-
del grupo. vidad. Paul Schilder (1950), uno de los pioneros
A la inversa, el aislamiento del cuerpo en en el estudio de la experiencia corporal desde
las sociedades occidentales nos habla de una la sociología y la psicología, define a la percep-
trama social en la que el ser humano está sepa- ción corporal como la imagen mental que nos
rado del cosmos y de los otros. De esa manera, hacemos de nuestro cuerpo, entendiendo esa
la distinción del cuerpo es por lo tanto la heren- imagen mental no sólo como una construcción
cia histórica del hecho de que la concepción cognitiva, sino también como el reflejo de nues-
de persona haya sido aislada del componente tras actitudes y relaciones sociales.
comunitario y cósmico, y el efecto de la ruptura En ese sentido, si nuestras actuales con-
que se operó en el ser humano. cepciones del cuerpo están vinculadas con el
El cuerpo se construye por lo tanto cul- ascenso del individualismo como estructura
turalmente y es resultado de determinadas con- social y con la emergencia de un pensamiento
diciones sociales y culturales en las sociedades racional positivo y laico sobre la naturaleza,
occidentales. Es por lo tanto esencial hacer en el caso de las mujeres, podríamos agre-
evidente los estándares de belleza prevalecien- gar, están sujetas a un sistema de dominación
tes en la actualidad para entender prácticas y patriarcal, —que supone relaciones desiguales
discursos relacionados con el cuerpo que de- entre hombres y mujeres—, y a una cultura de
sembocan en una determinada imagen corpo- masas y de consumo, entendidas en su versión
ral, la cual se entiende como la visión subjetiva capitalista (Le Breton, 1995). El cuerpo se con-
que cada persona tiene de su cuerpo. vierte entonces en una especie de “objeto” que
En el caso del cuerpo femenino, esos podemos modificar, y los significados que se le
discursos y prácticas suponen, además, una atribuyen son el reflejo de las actitudes hacia

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los individuos y la sociedad en general. En las salud se entrelaza así con el culto a la belleza,
sociedades occidentales, la existencia del indivi- los cuales aparecen como dos ideales insepara-
duo como entidad separada se acepta como rea- bles: la belleza es salud.
lidad objetiva, aunque esta visión es de hecho Esta promoción del culto a la salud y
bastante reciente en la historia. la belleza supone una dimensión de control y
La percepción corporal es, entonces, sub- dominación sobre el cuerpo de las mujeres, es
jetiva y se encuentra constantemente deter- decir, se traduce en relaciones de poder. Arroba
minada por la experiencia social. Las muje- (1996) sostiene que vistos históricamente, el
res experimentan y entienden sus cuerpos de ideal de belleza femenina y la normalización
acuerdo con imágenes corporales que son cul- del cuerpo de la mujer, tal vez sean la única
turalmente construidas y definidas. En el caso opresión de género que se autoejecuta, aunque
que nos ocupa, el contexto al cual se alude se en diferentes grados y en diferentes formas, a lo
enmarca en los procesos actuales de globaliza- largo de líneas de edad, raza, clase o preferencia
ción económica, social y cultural de los mode- sexual, lo cual debe ser reconocido como una
los de vida occidentales. Según Seremetakis estrategia durable y flexible de control social.
(2001), la globalización ha sido profundamente Michel Foucault fue uno de los primeros
estudiada desde los procesos sociopolíticos y teóricos modernos en situar al cuerpo en el
económicos, pero existen otros nichos de la centro de las regulaciones sociales, dentro de
vida cotidiana poco explorados en donde la glo- las cuales incluyó tanto el control ideológico
balización ha tenido efectos profundos, como el como físico. Piedra (2004), discutiendo el enfo-
imaginario social acerca de la belleza. que de Foucault, sostiene que:
En ese sentido, Arroba (1996) argumenta
El cuerpo ocupa el lugar central desde
que en el proceso de globalización contemporá-
donde se puede ejercer el poder. Hay
nea, muchas de las modas y tendencias vigentes
muchos aspectos que se le exigen a un
en Estados Unidos se manifiestan también en
cuerpo, desde el ideal físico hasta la
sociedades consumistas como la costarricense.
explotación de sus máximas capacida-
En ese sentido, en una escala menor, patrones
des en busca de una eficacia total. (…)
similares pueden ser detectados en la construc-
Nuestro cuerpo se convierte en un ins-
ción de género de lo femenino. Por lo tanto, el
trumento importante a disciplinar. Son
concepto de belleza debe entenderse como el cuerpos dóciles que serán moldeados,
producto de una evolución histórica particular, sometidos, utilizados, transformados y
y los ideales estéticos imperantes, como la del- perfeccionados. (…) La disciplina es un
gadez, como fenómenos históricos relativamen- aspecto y rasgo propio de la sociedad
te recientes. contemporánea (2004: 128).
Es importante mencionar que junto a la
belleza, la salud es otro de los conceptos claves Esas relaciones de poder, tomando como
que representan valores supremos de nuestra referencia los planteamientos anteriores, se mani-
época. Para Díaz (2006), en la sociedad occiden- fiestan en dos niveles: un control social, asociado
tal actual, la cultura del culto al cuerpo se ha a las pautas culturales y momentos históricos que
apropiado de un concepto de salud entendido se manifiesta en múltiples componentes, incluido
en forma muy amplia, alejándose de su sentido el corporal, y un autocontrol, que correspondería
estricto (entendido como “el buen estado del a una vigilancia individual relativamente inde-
organismo”), identificándose con lo bello, lo pendiente del control social, tomando en cuenta
delgado, lo joven y lo equilibrado. Así, se insiste que la asunción de valores es idiosincrásica y se
en la idea de salud interior (por dentro) y exte- reinterpreta de acuerdo con la situación particu-
rior (por fuera), y se entiende más ampliamente lar e historia de vida de cada mujer.
como bienestar, el cual se refiere a la agilidad De acuerdo con lo anterior, se considera
corporal, el equilibrio, el placer, la relajación, que el consumo, entendido en su versión capi-
la tonicidad, la delgadez y la imagen bella. La talista, es una de las vías a través de las cuales

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se expresan esas relaciones de poder y por las cuerpo. El cuerpo ha sido reconocido como un
cuales se canaliza la idea de feminidad y de ser tema válido de la teoría social desde distintas
mujer. Si bien es cierto hay múltiples formas perspectivas teóricas y un elemento importante
de expresar la feminidad, se propone que a de la cultura y la política modernas (Falk, 1997;
través del consumo es una de las formas más Featherstone,1998; Foucault, 1998; O'Neill,
palpables y actuales. En ese sentido, Falk (1997) 1989; Turner, 1984).
concuerda que el consumo moderno es el espa- Consideramos que uno de los enfoques
cio principal de la construcción del ser, el cual más interesantes es aquel que evidencia la rela-
ofrece el material para la construcción social y ción entre la cultura y la percepción corporal
personal de su individualidad. (Dion et ál., 1972; Grogan, 1999). Bordo (1993),
Siguiendo la propuesta teórica de Zukin trazando las implicaciones sociales ligadas a la
(2004), el consumo puede entenderse como una delgadez, demuestra cómo estas cambian a lo
actividad simbólica que se aplica no sólo a bie- largo de la historia y cómo son, en gran medi-
nes, artículos y servicios, sino también a repre- da, construcciones culturales. El cuerpo firme
sentaciones sociales acerca de la mujer. Aunque y tonificado, por ejemplo, es representativo en
no se trate de artículos materiales, el intercam- la actualidad del éxito de quien lo posee, y desde
bio simbólico propio de la práctica del consumo el punto de vista cultural, la delgadez se asocia
se extiende también al conjunto de ideas que comúnmente con la felicidad, el éxito personal,
convergen en las prácticas de consumo. la juventud y la aceptación social.
Para la autora, el surgimiento de una cul- Siguiendo con la idea anterior, algunas
tura de consumo, la cual se entiende como un investigaciones se han centrado en el análisis
producto distintivo de la modernidad, se rela- histórico de los ideales estéticos relacionados
ciona con la creación moderna de lo que algu- con el cuerpo femenino presentes en las socie-
nos han denominan un “ser con capacidad de dades occidentales. En ese sentido, algunos
elección” (a choosing self). El desarrollo de este trabajos han señalado la posibilidad de estudiar
nuevo ser se vincula con el proceso de indivi- el cambio cultural en relación con los ideales
dualización, en el cual la identidad se separa de corporales, evidenciando el vínculo entre per-
una serie de características determinadas por cepción corporal y el contexto cultural en el
el nacimiento y se adscribe a un proceso indivi- cual se desenvuelven las mujeres, y cómo ese
dual y continuo modelado por la apariencia y el entorno cultural tiene una importante inciden-
rendimiento. Las personas viven vidas mucho
cia sobre la idea que construyen acerca de sus
más anónimas y racionales y los tradicionales
cuerpos (Gimlin, 2001; Orbach, 1993; Tiggeman
modelos de referencia de identidad colectiva e
y Rothblum, 1988). Estudios como el de Fallon
individual se debilitan. En ese sentido, el indivi-
(1990), por ejemplo, demuestran cómo la ideali-
duo es por lo tanto “libre” de escoger su camino
zación de la delgadez es un fenómeno reciente,
hacia la auto-realización.
siendo el resultado del marketing exitoso de la
De esa manera, en las sociedades de con-
industria de la moda, la cual se ha convertido
sumo es posible identificar esta “tendencia gene-
en el estándar de la cultura de la belleza en las
ralizada” en los procesos sociales y en las men-
sociedades occidentales contemporáneas.
talidades, la cual homogeniza ciertos deseos,
Otro foco de interés en el análisis del
los dirige hacia el consumo de productos y crea
cuerpo ha sido el estudio de la construcción
nuevos espacios en donde esos productos pueden
social de la feminidad, y cómo esta se encuentra
ser exhibidos, comprados y disfrutados.
vinculada con la percepción del cuerpo femeni-
no (Edut, 1998; Orbach, 1993; Passerinni, 1993;
ESTUDIOS SOBRE PERCEPCIÓN CORPORAL Wolf, 1991). En ese sentido, Chapkis (1986)
Y CONSTRUCCIÓN DE LA FEMINIDAD argumenta que la mujer se encuentra oprimida
por una máquina cultural global (construida a
En años recientes ha habido un renovado partir de la publicidad, los medios de comunica-
interés académico y popular en relación con el ción y la industria cosmética), la cual promueve

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un estrecho ideal de belleza occidentalizado a nino afecta la percepción que tienen de sus
escala mundial. cuerpos las mujeres a las cuales va fundamen-
Estudios antropológicos sobre el cuerpo talmente dirigida la publicidad: las jóvenes,
han provisto una perspectiva cultural compara- potenciales consumidoras de los bienes pro-
tiva que toma en cuenta los valores y creencias ducidos por las industrias de la cosmética, la
de individuos de sociedades y culturas distintas moda, la medicina y la alimentación, las cuales
(Mead, 1975; Pesenti, 1984; Sault, 1994). El mueven al año miles de millones de dólares.
interés por estudiar la construcción social del De ahí el interés principal por realizar una
cuerpo y de la feminidad desde la antropología investigación de este tipo en el contexto de la
radica en el hecho de hacer evidente el carácter sociedad costarricense que aborde, desde una
histórico y cultural de tales construcciones, perspectiva antropológica, las percepciones que
analizando no sólo el contexto, sino también construye un grupo de mujeres sobre ellas mis-
la manera en que cada mujer resignifica ese mas, en términos de sus corporeidades, y las
contexto. Es importante mencionar, dentro relaciones de estas con la construcción de su
de este campo, a Le Breton (1995) y su obra feminidad y la influencia del contexto en el cual
Antropología del cuerpo y modernidad, en la se desenvuelven.
cual se realiza un estudio del mundo moderno
desde una perspectiva antropológica y socioló-
METODOLOGÍA
gica cuyo hilo conductor es el cuerpo.
Según González Suárez y Guzmán Stein
Este trabajo combina métodos de investi-
(1994), los primeros trabajos sobre la mujer gación cuantitativos y cualitativos con el propó-
realizados en Costa Rica fueron elaborados sito de descifrar y evidenciar las vinculaciones
por hombres, cuyos contenidos eran una clara que existen entre los significados e interpreta-
expresión de enfoques androcéntricos sobre la ciones construidos por un grupo de mujeres en
mujer. Durante la primera mitad del siglo XX, torno a su cuerpo y su feminidad, y cómo estas
los asuntos de la mujer fueron ignorados por la reconstrucciones se vinculan con prácticas
mayoría de las disciplinas. Al inicio de los años específicas de consumo en un contexto deter-
setenta se empieza a reconocer a la mujer como minado.
objeto de estudio. Se construyeron hipótesis y Se aplicaron dos técnicas de recolección
propuestas alrededor de la dependencia y la vul- de datos: un cuestionario y entrevistas a pro-
nerabilidad femeninas, contribuyendo con ellos fundidad. El número de casos utilizados fue
a su mayor marginación. determinado con base en tres factores, siguien-
A partir de entonces se han realizado do el planteamiento de Hernández et ál. (2006):
varias investigaciones en ese sentido (Arroba, 1) la capacidad operativa de recolección y análi-
1996; Salazar, 2007). Un ejemplo es el trabajo sis; 2) el número de casos que, a nuestro juicio,
de Mora, Muñoz y Villareal (2001) sobre la ima- nos permitieron responder a las preguntas de
gen corporal en adolescentes estudiantes del investigación planteadas (principio de la “satu-
Liceo Monseñor Rubén Odio Herrera ubicado ración de categorías”) y 3) la frecuencia y acce-
en San José. En su investigación, las autoras sibilidad de los casos bajo estudio.
recogen experiencias de las jóvenes respecto a Como punto de partida, se aplicó un
la forma de vivir su feminidad en la adolescen- cuestionario entre los meses de febrero y marzo
cia, profundizando en las percepciones y signi- del 2006, a 100 mujeres universitarias con eda-
ficados que, a través de la educación, ellas han des comprendidas entre los 18 y los 25 años,
construido alrededor del cuerpo femenino. del área de Ciencias Sociales, el área de Salud
Tomando en cuenta la producción litera- y el área de Ingeniería. El objetivo de este cues-
ria anteriormente mencionada, podemos afir- tionario no fue el de establecer resultados que
mar que existe una preocupación general en pretendieran ser representativos, sino el de
torno al modo en que la promoción constante recoger información general sobre las prácticas
de la delgadez y de cierto tipo de modelo feme- de consumo de esas mujeres en relación con la

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salud y la estética y la incidencia de esas prácti- mujeres que trabajaban, 9 ganaban menos de
cas en la construcción de sus feminidades y las 100 mil colones al mes, 5 entre 100 y 200 mil,
percepciones de sus propios cuerpos. A partir 3 entre 200 y 300 mil y sólo una ganaba entre
de los resultados arrojados por el cuestionario, 300 y 400 mil. Nótese que la mayoría de muje-
los cuales se procesaron con el programa SPSS, res que trabajaban contaban con un promedio
se construyeron categorías de análisis con res- mensual no mayor a los 200 mil colones. Aún
pecto a las ideas acerca del cuerpo femenino y así, como veremos más adelante, los gastos
construcción de la feminidad de ese grupo de relacionados con la estética fueron importantes
mujeres. para la gran mayoría de mujeres, independien-
En un segundo paso, durante el mes temente de su situación laboral.
de octubre del mismo año, se escogieron seis En cuanto a las seis mujeres a las que
mujeres que previamente habían respondido al se le realizaron entrevistas a profundidad, la
cuestionario para trabajar con ellas entrevistas mitad de ellas no trabajaban. Entre las que lo
a profundidad. El objetivo de las entrevistas fue hacían, sus salarios mensuales eran de 135, 150
el de analizar con mayor detalle, desde sus pro- y 200 mil colones respectivamente. Por área
pias experiencias, las relaciones existentes entre de estudios se entrevistaron a dos estudian-
la percepción de sus cuerpos, la construcción tes de antropología, una de sociología, una de
de sus feminidades y sus prácticas de consumo. comunicación colectiva, una de medicina y una
Estas mujeres fueron seleccionadas aleatoria- de ingeniería industrial. Sus edades oscilaban
mente tomando en consideración su carrera entre los 20 y 24 años.
con el propósito de contar con representantes
de cada área de estudio.
2. AUTOPERCEPCIÓN CORPORAL

RESULTADOS En esta sección se discute el tema de la


autopercepción corporal de las estudiantes que
1. DATOS PERSONALES
participaron en el estudio. Para analizarla se
tomaron en cuenta las categorías siguientes:
Un total de 100 estudiantes respondie-
hábitos alimenticios, hábitos deportivos y per-
ron al cuestionario, con edades comprendi-
cepción corporal.
das entre los 18 y 25 años. Todas las edades
estuvieron representadas de manera bastante
equitativa, con un ligero predominio de estu- 2.1. HÁBITOS ALIMENTICIOS
diantes con edades entre los 20 y 22 años. Del
total, 40 estudiantes correspondieron al área La relación con la comida se evidenció,
de Ciencias Sociales (incluyendo las carreras de durante las entrevistas, como compleja y reve-
Antropología, Comunicación Colectiva, Historia, ladora de ideas acerca de su cuerpo. Primero:
Psicología, Sociología y Trabajo Social), 31 para las entrevistadas, el autocontrol es fun-
al área de Salud (entre Farmacia, Medicina, damental a la hora de comer y no sólo se debe
Microbiología, Nutrición, Odontología, Salud controlar el tipo de alimento que se ingiere,
Ambiental y Terapia Física), y 29 al área de sino también sus cantidades. Por ejemplo, una
Ingeniería (Civil, Industrial, Mecánica, Química de las entrevistadas comentó: “Lo importan-
y Topográfica). te es comer bien y equilibrado. Si uno comió
Del total de mujeres que respondieron mucho en el almuerzo, no comer tanto en la
al cuestionario, sólo 18 de ellas trabajaban, lo cena”. Segundo: se aprecia una especie de “sata-
que significa que la gran mayoría, a saber, las nización” de las grasas y la gordura, lo que
82 restantes, no tenían trabajo al momento de se evidencia en los comentarios de una de las
responder al cuestionario. De esas 82 estudian- entrevistadas: “me da asco cuando se cocina
tes, 79 vivían con sus padres, quienes proveían con mucho aceite, mantequilla o por ejemplo
el dinero para sus gastos personales. De las los chicharrones, empanadas, todo ese tipo de

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cosas”. Tercero: junto a la idea de autocontrol, entrevistadas. Las actividades físicas que prac-
la idea de castigo se expresa cuando se consi- ticaban, el lugar donde lo hacían y los objetivos
dera que se han excedido las cantidades apro- de las mismas, revelaron muchas de las ideas
piadas de alimento, y en este caso se traduce en y percepciones que las mujeres entrevistadas
ejercicio físico, evidenciando la relación entre el tenían acerca de sus cuerpos. En efecto, el ejer-
ejercicio y la comida como formas de controlar cicio físico fue visto, en la mayoría de los casos,
y modificar el cuerpo. Una de las entrevistadas como un medio para lograr un cambio en la
comentó al respecto: “Si me como un helado, forma de ciertas áreas del cuerpo consideradas
lo que hago es que me subo a la bici una hora como “problemáticas” y como una actividad
más…salada…lo que hay que hacer es cuidar casi “obligatoria” para mantenerse delgada y
lo que uno come, no excederse, no mezclar tonificada. De las seis entrevistadas, todas reali-
carbohidratos y no comer nunca comida rápi- zaban algún tipo de ejercicio físico. El hecho de
da”. Cuarto: ideas como “no hay que mezclar que practicaran alguna actividad de este tipo no
los carbohidratos” y “comer equilibrado” nos es tan importante como los objetivos y el lugar
remiten a expresiones de tipo médicas que se donde lo hacían. Cinco de las entrevistadas asis-
utilizan para legitimar el control que se debe tían a un gimnasio, y el objetivo principal era
ejercer a la hora de comer. “estar en forma”: “Para mí lo más importante
Es importante señalar que estas actitu- del ejercicio es marcar músculos más que todo,
des las expresaron todas las mujeres entrevis- fortalecer piernas y panza… eso es en lo que
tadas, sin distinción de edad, carrera o poder más pienso cuando voy al gym…”.
adquisitivo. Como veremos más adelante, estas A partir de los comentarios anteriores
no son aisladas, sino que forman parte de todo notamos que los objetivos del ejercicio físico
un conjunto de ideas y prácticas bastante gene- realizado por estas mujeres se centraban en
ralizadas entre las mujeres que participaron en la modificación de alguna parte de su cuerpo.
el estudio. Nuevamente, la idea de control era el funda-
Un ejemplo de lo anterior lo constituye mento de la actividad física: se realiza porque,
el hecho de que 67 de las mujeres que res- a través de ella, se tiene poder de modificación
pondieron al cuestionario habían modificado
sobre el cuerpo. Durante las entrevistas, por
alguna vez sus hábitos alimenticios. La razón
ejemplo, fue interesante constatar la relación
principal de esta modificación tuvo que ver,
que se construía entre lo que se consideraba
para 41 de ellas, con razones estéticas. Además,
como saludable y lo que se percibía como esté-
39 de ellas lo habían hecho regularmente. Es
tico. A la hora de hablar de los ejercicios físicos,
importante puntualizar que, en el caso de cada
las entrevistadas comentaban constantemente
una de las tres áreas de estudio, las mujeres
los beneficios que para la salud significaba el
que habían modificado sus hábitos alimenticios
practicar algún tipo de ejercicio físico, aunque
fueron siempre mayoría con respecto al total de
resultaba evidente que lo que parecía primar
estudiantes encuestadas dentro de esa área. Si
eran los beneficios estéticos y poder de modifi-
tomamos en cuenta la edad, la misma tenden-
cación corporal de los mismos.
cia persistió.
Los resultados obtenidos en las entre-
vistas se reflejaron en los resultados de los
2.2. HÁBITOS DEPORTIVOS cuestionarios. De la totalidad de mujeres que lo
respondieron, 54 de ellas realizaban algún tipo
Junto con las actitudes hacia la comida de actividad física, y de esa actividad física, 48
y los hábitos alimenticios asociados a ellas, el practicaban ejercicios aeróbicos en un gimna-
ejercicio físico fue otro de los medios utilizados sio; el objetivo de esos ejercicios era, sobre todo,
para ejercer control sobre el cuerpo y modifi- modificar alguna parte del cuerpo. El hecho
carlo. Lo interesante de resaltar en este apar- de que los ejercicios físicos se realizaran en su
tado es la expresión de la autopercepción cor- mayoría en un gimnasio es importante porque
poral en el tipo de ejercicios que realizaban las nos revela cómo este tipo de infraestructura se

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Cuerpo, feminidad y consumo: el caso de jóvenes universitarias 87

ha convertido en un lugar donde se promueven en orden de importancia, deseaban modificar.


ciertos tipos de actividades físicas relacionadas En esas partes, las modificaciones que más se
directamente con anhelos estéticos que se fun- mencionaron, excepto para los pechos, fueron
damentan en interpretaciones culturales sobre la tonificación y la disminución del volumen
el cuerpo. o tamaño de la parte del cuerpo mencionada.
Sólo en el caso de los pechos, el aumento de su
tamaño pareció ser más importante que su dis-
2.3. PERCEPCIÓN CORPORAL minución, aunque la tonificación siguió siendo
primordial también para esa parte del cuerpo.
La relación entre el peso y la percepción
corporal fue probablemente una de las más
evidentes. Como ya mencionamos anterior- 3. IDEALES ESTÉTICOS
mente, la gran mayoría de las mujeres encues-
tadas habían modificado alguna vez sus hábi- La información anterior encuentra su
tos alimenticios por razones estéticas. En el fundamento en una serie de estereotipos e idea-
caso de las estudiantes entrevistadas, todas les con respecto al cuerpo femenino y lo que
habían modificado esos hábitos. Lo interesante implica ser mujer (feminidad) en nuestros días.
es resaltar que las razones estéticas que funda- Estos debemos entenderlos insertos en un con-
mentaban dichas modificaciones tenían que ver junto mucho más amplio de discursos sobre la
con la modificación de su peso corporal. Según feminidad, asociados a una sociedad patriarcal,
algunas de las entrevistadas, su peso actual que supone desigualdades entre el hombre y la
debería ser menor. Así, de las seis entrevistadas, mujer, y al ascenso del individualismo y del con-
cinco consideraban que debían bajar de peso. sumismo. Ideas acerca de lo que se define como
En el caso del cuestionario, de las 67 un cuerpo estéticamente bello y un cuerpo que
mujeres que habían modificado sus hábitos ali- “se ve” sano, ideas asociadas a la delgadez y la
menticios, 54 de ellas lo habían hecho para bajar obesidad, así como de lo que se considera como
de peso. De esas 67 mujeres, 65 de ellas consi- femenino, nos demuestran cómo muchas de
deraban que su peso era normal. Lo anterior las insatisfacciones estéticas expresadas por las
evidencia que mujeres que consideran su peso mujeres estudiadas tienen su punto de encuen-
como normal, han cambiado sus hábitos alimen- tro en una serie de representaciones mentales y
ticios con el fin de modificarlo, y que la tenden- sociales acerca del cuerpo femenino.
cia de esa modificación es hacia la delgadez. De
todo lo anterior, lo que se evidencia sin lugar a
dudas es una insatisfacción corporal general que 3.1. CUERPO BELLO Y CUERPO SANO: “LA BELLEZA
se expresa de distintas formas. Así, sus preocupa- ES SALUD”
ciones estéticas no sólo se limitaron al peso, sino
también a partes específicas de sus cuerpos: “No En el caso de las mujeres entrevistadas,
estoy satisfecha con mi cuerpo…para nada (…) podemos rescatar una idea que parece ser gene-
Cambiaría mi pancita que me gusta pero me qui- ral ante la pregunta de cómo definían un cuer-
taría grasita y quiero tonificar más las piernas… po femenino bonito: es aquel que es proporcio-
me gustaría definir más en general músculos nado, delgado y con curvas. Además, términos
como los brazos y la espalda…”. mencionados como “tonificado”, “trabajado” y
El querer modificar sus cuerpos fue una expresiones tipo “que se vea que va al gimna-
idea que se repitió tanto durante las entrevistas sio”, nos remiten directamente a los resulta-
como en las respuestas de los cuestionarios. dos del apartado anterior. Además, el “término
Así, de las 100 mujeres que respondieron al medio” también pareció ser importante: no
cuestionario, 78 de ellas consideraron que algu- hay que ser muy musculoso pero tampoco muy
na parte de su cuerpo debía ser modificada. delgado. La proporción pareció ser uno de los
Los pechos, el abdomen, los glúteos, aspectos esenciales a la hora de definir lo que se
las piernas y los brazos fueron las partes que, considera como un cuerpo bonito: la belleza se

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nos presenta como la expresión de lo proporcio- —Para mí lo femenino es una actitud: el


nado y lo simétrico. caminar, el vestir, el comportarse, tener
Lo interesante es que las definiciones de glamour, clase, ser delicada, cuidadoso
un cuerpo sano que expresaron las entrevista- con uno mismo… hay que saber lo que
das fueron similares a las que nos dieron para uno tiene y saber mostrarlo, ser sexy
el caso de un cuerpo bonito. En ese sentido, pero moderado.
la belleza es la expresión de la salud, del buen
funcionamiento del cuerpo. Nótese la respuesta De acuerdo con esta respuesta, la femi-
de una de las entrevistadas: “Un cuerpo sano es nidad se relacionó con la personalidad, con una
un cuerpo de deportista… que se vea que hace actitud, una forma de ser y de comportarse ente
ejercicio”. los demás. Sin embargo, en el fondo, lo que
A partir de lo anterior, podemos deducir sobresale es la asociación entre la feminidad y la
que la salud se consideró sinónimo de belle- apariencia física. Ser femenina, además de aso-
za. La salud se relaciona directamente con los ciarse a un comportamiento, implica la actitud
siempre vigilante de la propia apariencia física.
rasgos contemporáneos de belleza. Por el con-
Arreglarse, saberse vestir, peinarse y maquillar-
trario, esto fue lo que nos respondieron cuando
se es lo que define a una “mujer femenina”. Esta
se les preguntó acerca de la obesidad: “Alguien
feminidad implica también un “cierto misterio”
obeso es alguien que no se cuida, que sólo come
a la hora de “mostrarse”, escogiendo adecuada-
comidas grasosas, que no tiene voluntad para
mente las cualidades a resaltar. Con respecto
hacer ejercicio, ni hacer dietas”.
a esto último, una de las entrevistadas afirmó:
Si la salud se asocia con la belleza, esta
“La feminidad tiene que ver con la personalidad.
última se transforma por lo tanto en un impe- Es una actitud, cómo uno camina, cómo uno se
rativo moral: hay que cuidarse, se debe tratar arregla… es tener cierto misterio… mostrar un
de ser bello, legitimándose como una forma de poco pero no mucho…”.
aspiración contemporánea. La obesidad como Una mujer femenina también se entiende
condición física se entiende como su contrario, como una mujer cautelosa, que sabe compor-
extendiéndose al ámbito tanto mental como tarse adecuadamente en todo tipo de situacio-
moral: las personas obesas no tienen fuerza de nes y que no sea “ruidosa”. Feminidad y belleza
voluntad y son personas perezosas que no se van en ese sentido de la mano. La apariencia
preocupan por su salud. En una cultura obse- física es, por lo tanto, el eje transversal de la
sionada con la imagen, esta parece ser el reflejo mujer: esta debe ser bonita para verse sana y
de lo que es la persona: verse bien implica “ser femenina.
bueno”. La imagen se convierte en la realidad
misma, y la apariencia física se convierte en la
medida de lo bueno y lo valioso. 4. EL CONSUMO

En este apartado se recoge información


3. 2. LA FEMINIDAD acerca del consumo de productos y de trata-
mientos relacionados directamente con la esté-
Una de las personas entrevistadas defi- tica corporal. Lo que nos interesa resaltar es
nió la feminidad de la siguiente manera: “Una cómo las ideas acerca del cuerpo y la belleza se
mujer femenina es una mujer bien cuidadita, expresan en prácticas de consumo específicas, y
siempre bien vestida y pintada, bonita… una qué tan importantes son esas prácticas para las
mujer tranquila… que no grite mucho”. Otra de mujeres entrevistadas, tomando en cuenta su
las entrevistadas comentó: situación económica.
El uso de maquillaje fue una de las varia-
—Mi mamá siempre me ha dicho que bles que utilizamos para acercarnos a las prác-
hay que estar presentable, que una mujer ticas de consumo del grupo estudiado rela-
debe ser coqueta. cionadas con la estética. Consideramos que el

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maquillaje se encuentra entre una de las mayo- pelo especiales que compro en el salón… y me
res preocupaciones de las mujeres contemporá- hago las uñas todas las semanas…”.
neas: gastan dinero, tiempo, esfuerzo y energía El gasto en productos de belleza del
utilizándolo. De todas las prácticas de belleza grupo de mujeres analizado en nuestro estudio
en las sociedades occidentales, la utilización osciló entre menos de 5 mil para 13 de ellas,
de maquillaje es tal vez uno de los componen- entre 5 y 10 mil para 37, entre 10 y 20 mil para
tes esenciales de la identidad femenina (Wolf, 27, entre 20 y 30 mil para 12 y entre 30 y 50 mil
1991). De las seis mujeres entrevistadas, todas para 10. Para la mayoría, ese gasto era impor-
utilizaban maquillaje, aunque algunas sólo en tante en relación con otros y todas las mujeres
ocasiones especiales. Tres de ellas lo usaban que participaron en la investigación tenían
diariamente. Una nos comentó: “Siempre uso… algún tipo de gasto que tuviera que ver con este
me delineo los ojos siempre... eso nunca falla... rubro. Además, del total de mujeres, 83 de ellas
es más, nunca salgo sin los ojos delineados por- consideraron que la marca era más importante
que me siento fea”. que el precio. Al preguntárseles acerca de cómo
Lo que se desprende de los comentarios se enteraron de las marcas de maquillaje que
generales de las entrevistadas es la importan- utilizaban, 74 de esas 83 respondieron que a
cia de la apariencia y del uso del maquillaje en través de los diferentes medios de comunica-
la vida diaria de algunas mujeres. Algunas de ción, especialmente los anuncios publicitarios
ellas, por ejemplo, afirmaron no “sentirse ellas televisivos y en las revistas.
mismas” sin maquillaje: Además de los productos de belleza ante-
riormente mencionados, los tratamientos esté-
—Yo no soporto andar sin maquillaje… ticos como limpiezas de cutis, masajes reduc-
no salgo del baño sin pintarme las cejas, tores y blanqueamientos dentales figuraron
porque siento que no tengo… cuando entre los gastos relacionados con la belleza del
ando sin maquillaje no siento que sea grupo de mujeres analizado. Aunque sólo 18 de
yo… ellas se los habían realizado alguna vez, es inte-
resante resaltar que 62 mujeres de las 82 res-
Para algunas mujeres, el maquillaje se tantes se los harían si tuvieran los medios para
convierte en parte esencial de la construcción hacerlo. Entre los tratamientos mencionados, el
de la identidad femenina, y es tan importante blanqueamiento dental y las limpiezas de cutis
que no saldrían de la casa sin él. Así, el uso del fueron los más importantes. Entre las mujeres
corrector de ojeras, el delineador, el maquillaje entrevistadas, el blanqueamiento dental fue el
para cejas, entre otros, las hace sentirse “cómo- más mencionado.
das” en público. Para otras, el maquillaje sólo El deseo de realizarse este tipo de trata-
es utilizado en ocasiones especiales, siendo una mientos nos parece importante en la medida
práctica esporádica. Sin embargo, independien- en que refuerza muchas de las tendencias que
temente de su frecuencia de utilización, lo que hemos venido analizando. La idea del cuerpo
nos interesa resaltar es que por lo menos la como objeto modificable se refleja en el consu-
mitad de las mujeres encuestadas lo utilizaban mo (o deseo de consumo) de toda una variedad
diariamente, y que para ellas significaba un infinita de productos y tratamientos que prome-
gasto económico relativamente importante. De ten la modificación del cuerpo y/o de algunas de
acuerdo con los resultados de los cuestionarios, sus partes.
de la totalidad de mujeres, 76 utilizaban maqui-
llaje, de las cuales más de la mitad lo usaban
siempre. DISCUSIÓN
Además del maquillaje, otro rubro impor-
tante de consumo relacionado con la estética A partir de los datos expuestos, recono-
tuvo que ver con la variedad de productos de cemos que existe un discurso dominante en
belleza utilizados por las entrevistadas. Una de torno a la belleza física, y que hoy en día existe
ellas nos comentó: “Yo uso productos para el una gran presión social por ser bella y delgada,

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independientemente de la edad que se tenga y Aunque unas gastaran más que otras en maqui-
la carrera que se curse. Mediante un lenguaje llaje o cremas, para la gran mayoría el gasto en
dualista que opone la belleza a la fealdad, se este tipo de productos de belleza significó una
fundamenta toda una serie de cánones estéti- porción importante con respecto a su presu-
cos que, por su naturaleza, resultan difíciles puesto total, lo cual nos indica la manera en
de alcanzar para la gran mayoría de las muje- que las ideas sobre el cuerpo expresadas por el
res. Como lo plantea Arroba (1996), lo anterior grupo analizado se materializan en prácticas de
implica el surgimiento de una (in)satisfacción consumo determinadas, las cuales reflejan a su
corporal generalizada entre las mujeres entre- vez una forma específica de entender el cuerpo
vistadas y encuestadas, la cual se debe entender y su relación con el mundo que las rodea.
como subjetiva y socialmente determinada. Es En este inicio del siglo XXI, presencia-
importante resaltar lo anterior en la medida en mos una innegable creciente preocupación por
que la percepción corporal del grupo analizado el cuerpo. Dietas, medicamentos y avances en
no dependió del peso ni de la forma de sus cuer- campos como la cirugía plástica, han abierto las
pos, sino de la evaluación subjetiva de lo que posibilidades, en el mundo occidental, de cam-
significaba para ellas tener cierto tipo de cuer- biar la forma en que nos vemos. Como se discu-
po en el marco de una cultura particular. En tió teóricamente en la primera parte de este tra-
ese sentido, los resultados de esta investigación bajo, la representación de un estrecho rango de
muestran que la (in)satisfacción corporal del ideales estéticos no deja margen de duda acerca
grupo analizado no está relacionada de manera de cómo deben lucir las mujeres. Como lo sugie-
objetiva ni con el peso ni con la forma del cuer- re Chapkis (1986), la homogeneidad cultural de
po de las participantes. estos ideales, junto a la idea de que el poder de
De acuerdo con los datos obtenidos, pro- cambio se encuentra en nosotras mismas, ha
ponemos que existe una exaltación del cuerpo dado paso a una palpable insatisfacción corporal
que se caracteriza por un culto a la imagen y al surgimiento de sentimientos de culpa. Es
estética, tal y como lo afirma Díaz (2006), la necesario por lo tanto un cambio sustancial en
cual se compone de los siguientes aspectos: la manera en que se percibe el cuerpo, sobre
todo el femenino, en las sociedades occidenta-
1. Una evaluación del atractivo físico en les, para dar cabida a la gran diversidad estética
relación con ideales estandarizados de existente y al proceso de autoafirmación de las
belleza; mujeres en la sociedad contemporánea.
2. Una tendencia a la uniformización de los
cuerpos;
3. Una idealización de la delgadez; BIBLIOGRAFÍA
4. Una disciplina marcada por normas de
cuidado, control y vigilancia del cuerpo; A r roba , A nna . “L a con str ucción de la
5. Un consumo de cier tos productos y femeneidad en la era de la globalización:
actividades relacionados con la belleza y la el c a so de Cost a Ric a”. Pone ncia
salud; y present ada en el Tercer Congreso
6. Una insatisfacción corporal generalizada. Centroamericano de Historia. San José,
Costa Rica, 15 al 18 de julio de 1996.
Lo anterior se traduce en la creación de
ciertas conductas, costumbres y hábitos espe- Bordo, Susan. Unbereable weight: feminism,
cíficos, reveladores de ciertos valores culturales Western culture and the body. Berkeley:
relacionados con la belleza y la salud. La gran University of California Press, 1993.
mayoría de mujeres entrevistadas y encuestadas
compartían ese tipo de ideas, lo cual nos per- Chapkis, Wendy. Beauty secrets: women and
mitió distinguir tendencias generales a pesar the politics of appearance. South End
de su edad, su carrera o su poder adquisitivo. Press, 1986.

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