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INSTRUMENTOS FINANCIEROS PARA LA CONSERVACIÓN DE LA

BIODIVERSIDAD

ANGELA MARIA CATAÑO HOLGUIN

PRESENTADO CON FINES AL


PROFESOR LEONEL RODRIGUEZ MORALES

FUNDACION UNIVERSITARIA UNISANGIL SEDE YOPAL

ELECTIVA ECONOMIA AMBIENTAL

ADMINISTRACION DE EMPRESAS

2011

YOPAL
INTRODUCCION

El financiamiento o el pago de la conservación de la biodiversidad sigue siendo


una de las tareas más desafiantes y difíciles de abordar hoy en día. Y más allá de
encontrar a donde utilizar los recursos existentes con más eficiencia, debería
encontrarse nuevos recursos para la conservación de la biodiversidad. Se trata de
un desafío que exige innovación y creatividad, en cuyo centro se encuentra la falta
de reconocimiento de la importancia y el valor económico de la biodiversidad, así
como la inexistencia (o la definición inadecuada) de mecanismos para
“internalizar” estos valores en el sistema de mercado. Por otra parte, existen
muchos fallos institucionales y de fiscalización así como políticas e incentivos
perversos o conflictivos que alientan la destrucción de la biodiversidad.1

En el mundo existen Fondo grupos comunitarios que tiene como finalidad apoyar
en el fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil y la concientización
ecología, en algunos países están las reformas tributarias que proclaman la
reducción de impuestos convencionales y sustituirlos por impuestos ecológico de
forma neutra y no afectaría la carga tributaria Total y permitiría lograr muchas de
las metas de conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible.

1
Bayón Ricardo, Banco Interamericano de Desarrollo.
ENSAYO

La conservación de la biodiversidad en América Latina y el Caribe, como los


impuestos forestales en Brasil, Colombia y Venezuela (Seroa da Motta,
Ruitenbeek y Huber, 1997). Estos impuestos ponen una carga más elevada a las
actividades forestales que no cuentan con disposiciones adecuadas para facilitar
la reforestación. Al mismo tiempo, se ha recogido cierta experiencia en la región
con impuestos convencionales para fines ecológicos (Seroa da Motta, Ruitenbeek
y Huber, 1997), a saber:

En Colombia, los municipios están consignando un porcentaje del impuesto a la


propiedad para sufragar gastos de las entidades ambientales regionales.

SISTEMA DE INCENTIVOS:

El sistema de incentivos podría ser modificado por este tipo de reforma. Quienes
contaminen se verían obligados a pagar impuestos más altos y los particulares y
las empresas que protejan el medio ambiente recibirían una ligera ventaja
competitiva. Esto ayudaría aún más a internalizar los costos y los beneficios de la
protección del medio ambiente porque ayudaría a eliminar distorsiones en el
mercado y a mitigar sus fallos (Panayotou, 1994a).

En esta legislación existen dos instrumentos o incentivos a la conservación y uso


sostenible de la diversidad biológica. Estos son el CIF de conservación y el
programa de micro cuencas del ministerio de medio ambiente. El CIF de
conservación consiste en un incentivo directo a la conservación del bosque en
compensación a sus servicios ambientales. Este servicio no se otorga en áreas de
propiedad del estado.
En cuanto al manejo de microcuencas, existe un programa que busca promover
acciones en materia de conservación para la rehabilitación y conservación de
microcuencas. Si bien la preocupación fundamental es asegurar la oferta de agua
mediante la reulacio0n hídrica para el riego y consumo directo, no se puede pasar
por alto la incidencia positiva sobre algunos elementos de la diversidad biológica.
Sin embargo, la falta de un monitoreo eficiente no nos permite medir claramente la
magnitud de los impactos ambientales en materia de conservación, así como
también de otros indicadores ambientales como son los efectos sobre la erosión,
sedimentación y biodiversidad.

Este programa de incentivos para el manejo de microcuencas hace parte del


programa de Manejo de Recursos Naturales (PMNR). El programa es realizado
conjuntamente con la banca multilateral, a través de los contratos de préstamos
(crédito externo) BIRF 369/CO, con el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.
Igualmente, este programa estuvo enmarcada en la Política Ambiental aprobada
por el documento COMPES DNP 2429 UDA/Junio de 1989, al igual que en el Plan
de Acción Forestal para Colombia por los documentos COMPES DNP- 2524-
DEPAC/Agosto de 1991.
En Colombia se inició un proceso de concertación para la implementación de la
Certificación Forestal Voluntaria, en cooperación con la FSC. Eta iniciativa la
conforma el Grupo de Trabajo en Certificación Forestal Voluntaria (GTCFV), el
cual lo componen representantes de organizaciones sociales, ONG ambientales,
instituciones de investigación, certificadores, empresarios y universidades.

El GTCFV cuenta con una planeación operativa que incluye actividades de


capacitación, estudios de factibilidad económica, identificación de experiencias
piloto para la CFV y talleres de información dirigida y diferentes grupos
interesados.

Otros instrumentos con impacto en la conservación y uso sostenible de la


biodiversidad es el Certificado de Incentivo Forestal para Plantaciones. Consiste
en un instrumento económico para estimular o incentivar la actividad económica
competitiva de la industria forestal del país. Aunque tiene efectos positivos en
materia de conservación de los ecosistemas, no se tiene una idea de los impactos
ambientales de la reforestación, ni de sus efectos en materia de recuperación de
éstos ni sobre la promoción de la diversidad y variabilidad de las especies nativas.
En el país, la única fuente de financiación y fomento para la reforestación no es el
Certificado de Incentivo Forestal, pues existen recursos de otra índole, tales como:
Crédito a través de FINAGRO, fondos provenientes del programa de cuencas
Hidrográficas cuyos fondos se han visto apalancados con recursos de crédito
externo, Fondo Nacional de Regalías, Fondos provenientes de ECOCARBON,
Fondos del Ministerio del Medio Ambiente (Programa más Bosques), recursos
asignados por las diferentes CAR´s, Recursos de Cooperación Internacional como
PACOFOR, que son cinco CAR´s con ayuda de Holanda, y el Programa de la
Federación Nacional de Cafeteros, con ayuda de Alemania, además de otros
varios Programas de Cooperación Internacional, que si no son eminentemente de
reforestación, si tienen un alto contenido de dicha actividad.
INSTRUMENTOS ECÓNOMICOS PARA LA CAPTURA DE RENTAS PARA LA
GESTION AMBIENTAL

Las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), que son las autoridades


ambientales a nivel regional, cuentan con múltiples fuentes de financiación local,
que entran a constituir sus recursos propios sobre cuya destinación gozan de total
autonomía del gobierno central. Los principales instrumentos para la generación
de recursos propios son: los gravámenes sobre la propiedad inmueble (impuesto
predial); el aporte del sector eléctrico; las tasas retributivas, de uso y
compensatorias; un porcentaje del impuesto del timbre a los automotores; los
derechos causados por licencias, concesiones y salvoconductos; y un porcentaje
del producto de las indemnizaciones y las multas por daños ambientales. Sin
embargo, a la fecha el 80% de los recursos propios de las corporaciones
provienen del impuesto predial y las transferencias del sector eléctrico, que son
dos instrumentos creados específicamente para generar recursos para la gestión
ambiental.

Participación en el impuesto a la propiedad inmueble. Un porcentaje (entre el


15% y el 25,6%) del recaudo total del impuesto predial cobrado en los municipios
incorporados en la jurisdicción de las CAR se destina a éstas.
Transferencias del sector eléctrico. Las empresas generadoras de energía
hidroeléctrica, con potencia instalada superior a los 10.000 kilovatios, transfieren el
6% de las ventas brutas de energía. El 3% para las CAR y el 3% para los
municipios en donde se ubican las cuencas hidrográficas y el embalse. Los
recursos de las CAR deben dirigirse a la protección de las cuencas, los de los
municipios al mejoramiento ambiental y al saneamiento básico. En el caso de las
termoeléctricas la transferencia es del 4%, que se distribuye así: el 2,5% para la
CAR y el 1,5% para los municipios en donde se encuentra la planta generadora.
Dado su origen, estas dos fuentes se concentran principalmente en las regiones
más ricas del país, con lo cual se genera un desequilibrio entre éstas y las más
pobres en términos de recursos disponibles para la gestión ambiental.

El Fondo Nacional de Regalías previsto en la Constitución Política de 1991


percibe, a título de regalía, una contraprestación económica por la explotación de
los recursos naturales no renovables, asignándolos a entidades territoriales
(departamentos y municipios). Aproximadamente el 30% de sus recursos están
dirigidos a la gestión ambiental, que deben ser ejecutados por las entidades
territoriales (departamentos y municipios), a partir de proyectos que estos
presentan al Fondo.

Las tasas retributivas o de descontaminación se están convirtiendo en la cuarta


fuente de financiación de la gestión ambiental regional, con el objetivo específico
de desarrollar actividades para la descontaminación de las aguas.

La importancia de las rentas propias para la gestión ambiental de Colombia se


revela en su participación en el presupuesto total de inversión pública en medio
ambiente en 1998. Las rentas propias de las corporaciones regionales y del Fondo
Nacional de Regalías representaron el 62% y el 15%, respectivamente, en
contraste con el presupuesto general de la nación que aportó el 18%, y la
cooperación técnica internacional que alcanzó al 5%.

QUE ES UN INCENTIVO: Según el Convenio sobre la Diversidad Biológica, un


incentivo es un instrumento económico o legal diseñado para favorecer
actividades beneficiosas (incentivos positivos) o desalentar actividades que
afectan la conservación y usos sostenible de la diversidad biológica (incentivos
negativos). De esta manera se busca influir en entes gubernamentales, negocios,
organizaciones no gubernamentales o pobladores locales acciones destinadas a la
conservación y uso sostenible de la diversidad biológica. Los incentivos suelen
adoptar la forma de una política, ley o programa económico o social nuevos.

INICIOS DE LOS INSTRUMENTOS:

Los instrumentos económicos para la gestión ambiental fueron introducidos a fines


de los años 80 por países europeos y fueron destinados inicialmente como
sustitutos de los instrumentos para la gestión ambiental de la primera generación,
denominados de
“comando y control” (Barrantes, 1997). La fortaleza de los instrumentos
económicos radica en permitir medidas ambientales costo-efectivas, mediante la
flexibilidad que se les otorga a los agentes para elegir la opción de producción o
consumo que permita lograr la meta ambiental. Además, permite aplicar otro
principio del desarrollo sostenible, conocido como principio precautorio, el cual
proporciona mecanismos para abordar la incertidumbre de los impactos
ambientales, a través de sobretasas. Finalmente los incentivos suelen ser
utilizados para generar rentas para la autoridad ambiental.

Los instrumentos económicos permiten medidas que apoyan en la conservación


del medio ambiente, para minimizar el impacto ambiental, hoy día en Colombia el
impacto de contaminación con la tierra ha afectado el medio ambiente conllevando
a perdidas y en peligro de desaparecer la fauna y la flora. Para esto se manejan
instrumentos que ayuden a solucionar las causas que la emiten, para esto en el
país se generan incentivos económicos para salvaguardar la biodiversidad y evitar
que se desaparezca los recursos ambientales que posee el país.
INSTRUMENTOS ECONOMICOS VERSUS ENFOQUE COMANDO Y
CONTROL.

Mediante el enfoque comando y control, la autoridad ambiental simplemente


decreta por ley un conjunto de comportamientos considerados ambientalmente
deseables, conocidos como estándares, y posteriormente utiliza mecanismos que
aseguren su implementación (multas, sanciones, tribunales). Un ejemplo de
estándares ambientales son los denominados Límites Máximos Permisibles de
emisión o contaminantes. El establecimiento de estándares presenta muchas
complicaciones para los diseñadores de política.

Existen restricciones institucionales generalizadas a la implementación de


instrumentos. Nuestro país así como en la mayoría de los países sudamericanos
tiene una legislación que establece instituciones ambientales y contempla el uso
de incentivos económicos en la gestión ambiental. En el papel, por lo tanto, todo
está listo para usar instrumentos de mercado. En la realidad, sin embargo, las
debilidades institucionales —tales como déficit presupuestal, inexperiencia,
jurisdicción o competencias poco claras, o la falta de voluntad política— limitan la
implementación efectiva de instrumentos de mercado.

La intensidad administrativa de los instrumentos es alta. Los requerimientos de


monitoreo, los requerimientos de diseño legal, las necesidades de consulta
pública, y las necesidades de recaudación o verificación del cumplimiento de la ley
asociadas con la implementación de instrumentos de mercado no siempre son
marcadamente diferentes de requerimientos y necesidades de las aproximaciones
estrictas de comando y control. Por lo tanto, los instrumentos de mercado no son
un sustituto para instituciones débiles o para instrumentos de comando y control;
inevitablemente se requiere de algunos elementos regulatorios; y una base
institucional fuerte es un prerequisito para la implementación de instrumentos de
mercado.

Las reformas basadas en el mercado pueden estorbar o apoyar la implementación


de instrumentos de mercado. Las reformas macroeconómicas tales como la
liberalización del comercio, la comercialización del sector público, y la reforma
fiscal son características importantes de la reciente experiencia latinoamericana.
En algunos casos, estas reformas del mercado proporcionan un ambiente
económico que es apropiado para implementar instrumentos; este es
frecuentemente el caso donde la eliminación de subsidios hace que los costos
privados estén más cercanos a los costos sociales. En otros casos, sin embargo,
los instrumentos pueden ser inconsistentes con reformas en marcha; la
desregulación frecuentemente relaja las regulaciones necesarias para que operen
los instrumentos de mercado, y las reformas del sector público pueden limitar el
grado de fortalecimiento institucional requerido para que los instrumentos operen
efectivamente. En cualquier caso, la falla en considerar los vínculos entre
instrumentos de mercado y reformas de mercado inevitablemente socava la
implementación de instrumentos de mercado.
TIPOS DE INSTRUMENTOS PARA LA CONSERVACION DE BIODIVERSIDAD

INSTRUMENTO A FAVOR DE LA BIODIVERSIDAD


TIPO DE INCENTIVO DETALLE DE INCENTIVO
? Incentivo fiscal (exención fiscal).
? Exenciones fiscales para los lugares donde se encuentran las áreas protegidas.
? Exención impuesto predial.
? Compensaciones fiscales por restricciones uso de la tierra.
? Impuesto al valor agregado ecológico
? Impuesto, tasas por uso diversidad biológica
? Subsidios para sustentar actividades “verdes”.
? Subsidios precios de productos no extractivos.
? Renta anual por no uso temporal de la tierra.
Incentivos ? Recompensas por manejo sostenible del ecosistema.
? Reducciones en impuestos por inversiones en conservación
Económicos ? Créditos transferibles a la conservación en el nivel regional.
? Primas y recompensas a la conservación de la biodiversidad.
? Primas de gestión sostenibles de recursos comunitarios.
? Definición de derechos de propiedad – Titulación de tierras.
? Ajuste en tasas de interés para la conservación (inversiones a largo plazo).
? Crédito para la producción artesanal, regional y local
? Donaciones
? Cargos sobre emisiones y efluentes
? Sistemas de depósito-reembolso
? Creación de mercados, incluyendo sistemas de permisos de emisiones
transables, seguros ambientales, y sellos ambientales/certificación.
? Compra de predios altamente biodiversos.
? Créditos para la reconversión hacia actividades “verdes”
? Créditos para la reconversión tecnológica.
Instrumentos ? Créditos a la investigación y al desarrollo.
? Programas de eco-responsabilidad.
Institucionales ? Creación de reservas naturales /parques naturales nacionales y regionales.
Promoción
ecoturismo
? Acuerdos de gestión para la conservación
? Transferencia de tecnología.
? Auditoría/monitoreo biodiversidad (Pública o comunitaria)
? Licencias zoocria y comercio de biodiversidad
? Licencias exportación productos de la diversidad
? Licencias de explotación/uso de biodiversidad
Instrumentos ? Tarifas a usuarios
? Cuotas a usuarios por aprovechamiento de agua
Reglamentarios ? Cuotas de explotación negociables
? Derechos de explotación comunitaria
? Multas de uso inapropiado diversidad biológica
? Multas de no cumplimiento de normas
? Restricciones de explotación de la tierra
? Trabajo voluntario para la conservación
Instrumentos ? Educación para gestión comunitaria y participativa
? Programa de conservación con gestión comunitaria
Culturales/Sociales ? Capacitación para la gestión conjunta de las reservas
? programas de educación
Instrumentos de ? Mercado negociables de cuotas y derechos de explotación
? Créditos internacionales negociables para la conservación
Mercado ? Créditos para la conservación del hábitat
? Acreditaciones producción industrial/agropecuaria
? Bonos para la conservación
? Certificación voluntaria sostenible /Ecolabel
? Fondo de promoción desarrollo local.
? Fondo para el desarrollo de actividades sostenibles.
Instrumentos de ? Fondo para la innovación
? Fondo para el fomento del comercio de productos no maderables
Transferencia ? de la diversidad biológica (sin recursos genéticos)
? Global Environmental Facility (GEF)
? Canjes por deuda ambiental, para la conservación

No todos los instrumentos son aplicables dentro del contexto local y algunos
requieren una coordinación entre lo local y lo nacional. Se debe mencionar que la
implementación de ciertos instrumentos requiere niveles de financiación y otros,
mecanismos de organización y de control por parte de las comunidades locales.
Los incentivos pueden ser de dos tipos: directos e indirectos. Los incentivos
directos son por ejemplo los préstamos otorgados a los agricultores para permitir
que estos cubran los costos de introducir técnicas de manejo integrado de plagas.
Otro ejemplo de estos incentivos es el de los subsidios entregados a los
propietarios de la tierra para que la manejen en una forma determinada o se
abstengan de cambiar su uso actual. Menos habitual pero también representativos
son los subsidios otorgados a los propietarios de la tierra para que restauren los
hábitats dañados. Finalmente, los incentivos indirectos no requieren de una
asignación presupuestaria directa o específica para la conservación y pueden
tener una base fiscal, de servicio o social. Los incentivos indirectos fiscales
incluyen las deducciones tributarias orientadas a la conservación de algunos
hábitats o ecosistemas particulares. También se puede incluir en esta categoría el
canje de deuda por naturaleza.
FACTORES QUE CAUSAN INTERES EN EMPLEAR INSTRUMENTOS PARA
CONTROL DE LA CONTAMINACION DEL AGUA

En primer lugar, este interés se relaciona con los cambios políticos e ideológicos
que han ocurrido en el mundo y con la política de muchos gobiernos de los países
de la región en cuanto a aumentar la participación privada en el aprovechamiento
de los recursos hídricos en general y en la prestación de servicios públicos
relacionados con el agua en particular. Es importante señalar que, hasta ahora,
este proceso privatizador ha sido en gran medida fundado en las filosofías
políticas y la crisis financiera del sector público, pero principalmente ha sido el
descrédito público en que han caído algunas empresas públicas, así como otros
factores, que no reflejan debidamente las ventajas y desventajas que tienen con
relación a los usuarios las alternativas entre empresas públicas o privadas.
Además, los instrumentos económicos tienen adeptos porque se supone que
entrañan un "doble dividendo" -ya que pueden generar ingresos para los
gobiernos que enfrentan insuficiencias presupuestarias- con lo que se busca tanto
mantener una estructura de administración eficaz y protegerla de las presiones
presupuestarias generales, como aumentar la eficiencia y regular la demanda.

¿Cuáles son los principales supuestos o requerimientos para la aplicación


de los instrumentos económicos para el control de la contaminación del
agua?

La primera condición para aplicar instrumentos económicos para el control


de la contaminación del agua consiste en contar con un sistema consolidado
de control de la contaminación del agua en base a modalidades o
instrumentos tradicionales (la aplicación de instrumentos económicos se basa
necesariamente en el uso de instrumentos tradicionales). Por ejemplo, para aplicar
cobros por descargas de aguas servidas, es necesario previamente, por lo menos:
(i) saber quién contamina y qué parámetros (volumen, concentración,
composición, ubicación, etc.) tienen sus descargas -ello supone contar con un
sistema de otorgamiento y seguimiento de permisos, licencias u otras
autorizaciones, y tener un catastro de descargas de aguas servidas completo y
actualizado-; y (ii) definir y aplicar normas o estándares tanto para la calidad
ambiental (la más alta concentración permisible de contaminantes específicos en
un determinado cuerpo de agua) como para descargas de aguas servidas (la más
alta concentración o la cantidad máxima de un contaminante que se le permite
descargar a una fuente contaminante en un determinado cuerpo de agua).

Otra condición es que dicho sistema de control de la contaminación del


agua, desarrollado en base a modalidades o instrumentos tradicionales,
debe no sólo seguir funcionando aún después de la implementación de
instrumentos económicos sino que debe ser capaz de asumir nuevas
responsabilidades. Por un lado, hay ciertos tipos de problemas de contaminación
del agua para los cuales los instrumentos económicos no son muy apropiados,
como por ejemplo, cuando se trata de contaminantes muy peligrosos o cuando se
requiere un alto grado de certeza en los resultados. Por el otro, el rasgo básico y
la ventaja principal de instrumentos económicos es que ofrecen un margen de
maniobra más amplio para que las fuentes contaminantes elijan cómo responder a
los estímulos económicos. El problema es que no es fácil reconciliar esta mayor
flexibilidad que ofrecen los instrumentos económicos a las fuentes contaminantes
con el comportamiento de una carga contaminante en un cuerpo de agua. Como la
misma carga contaminante puede tener impactos muy distintos dependiendo de
muchos factores, tales como el lugar donde se efectúa la descarga, las
condiciones de descarga y el estado del cuerpo de agua receptor, la respuesta de
las fuentes contaminantes a los estímulos generados por instrumentos
económicos puede aumentar la contaminación por algunas sustancias en algunos
sitios y disminuir la contaminación por otras sustancias y en otros sitios. Como
resultado de estos cambios, los daños económicos, sociales y ambientales
causados por la contaminación pueden aumentar en algunos lugares, y
mantenerse o disminuir en otros lugares. Como consecuencia de lo anterior, es
necesario regular la aplicación de los instrumentos económicos. Esta tarea es
compleja y requiere una capacidad institucional sofisticada.

La tercera condición es que instrumentos económicos son extremadamente


demandantes en términos de la capacidad institucional necesaria para
aplicarlos. Además de las razones explicadas anteriormente -la necesidad de
regular la aplicación de dichos instrumentos-, esto se explica por el hecho de que
su uso requiere una capacidad de monitoreo y control aún más grande que en el
caso de programas de control de la contaminación en base a modalidades
tradiciones. Por ejemplo, algunos países desarrollados utilizan normas
tecnológicas que prescriben qué soluciones tecnológicas específicas una fuente
contaminante debe utilizar para cumplir con la normativa vigente. Estas normas
son relativamente fáciles de monitorear y aplicar pues, una vez instaladas las
obras de tratamiento (lo que puede verificarse fácilmente), los costos de operación
son relativamente bajos y se puede detectar con relativa facilidad si éstas se
encuentran en operación o no, por lo que los incentivos para descargar aguas
servidas sin tratamiento previo (es decir, no tratar aguas servidas en obras ya
construidas con el fin de evitar incurrir en los costos de operación) son
relativamente bajos. En cambio, en el caso de cobros por descargas de aguas
servidas, hay fuertes incentivos para evitar controles. Esto explica por qué los
costos administrativos de aplicación de instrumentos económicos suelen ser
elevados. Otro problema es que si se cobra por descargas, es necesario
monitorear las mismas con precisión, lo que es una tarea extremadamente difícil y
demandante en términos de la capacidad de monitoreo y control. Simplificar los
procedimientos de monitoreo y control puede generar incentivos perversos, como
por ejemplo: si se cobra por volumen descargado, entonces hay incentivos para
concentrar descargas; si se cobra por concentración, entonces hay incentivos para
diluir descargas; si se cobra según estimaciones, entonces hay pocos incentivos
para disminuir descargas; y si no se toma en cuenta la composición real de aguas
servidas, hay incentivos para aumentar descargas de contaminantes no incluidos
en programas de monitoreo y control.
La cuarta condición es que las fuentes contaminantes deben reaccionar de
manera significativa ante los incentivos económicos. Esto genera dos
problemas. El caso más obvio es de grupos de bajos ingresos y de productores
informales. Otro problema es que -como la experiencia de los países desarrollados
lo comprueba- para obligar a las fuentes contaminantes formales a reducir sus
descargas, los cobros por las mismas deben ser en muchos casos fijados a
niveles tan altos que los hacen políticamente inviables. En los países en vías de
desarrollo, existen varios factores que agravan la situación aún más. Es obvio que,
en las condiciones cuando el capital es escaso, las tasas de interés elevadas, el
acceso a fuentes de financiamiento a largo plazo limitado o inexistente y existe un
elevado grado de incertidumbre económica, política, social y ambiental, los
pequeños cobros periódicos no van a obligar a una empresa a invertir en obras de
tratamiento, pues esto implica realizar una fuerte inversión inicial. Como los cobros
deben ser muy altos para tener un efecto positivo en el comportamiento de las
fuentes contaminantes y, en muchos casos, son fácilmente transferibles a los
consumidores, su introducción suele generar fuerte resistencia y evasión. Lo
anterior se agrava aún más tanto por lo difícil, complejo, poco preciso y
controvertido que es el proceso de la valoración de los daños causados por la
contaminación como por el hecho de que -como la extensión del daño depende de
la localización de fuentes individuales- la eficiencia económica requiere tasas
específicas para cada fuente contaminante.

Lo anterior ayuda a entender por qué los instrumentos económicos no son


apropiados para reemplazar los tradicionales, y más bien deben aplicarse después
o conjuntamente con éstos. De hecho, todos los países emplean los instrumentos
tradicionales como el principal medio para el control de la contaminación del agua,
y en el mundo no hay ejemplos conocidos donde los instrumentos económicos han
reemplazado a los tradicionales. Por lo general, los instrumentos económicos
suplementan los tradicionales y su aplicación normalmente se limita a situaciones
puntuales y no generales. Con su uso normalmente se persigue el doble objetivo:
por un lado, flexibilizar la aplicación de los instrumentos tradicionales ofreciendo
mayores grados de flexibilidad a las fuentes contaminantes; y, por el otro,
recaudar fondos para ayudar a financiar programas de control de la contaminación
del agua o a mantener la estructura de la administración del agua y protegerla de
las presiones presupuestarias generales.

Las instituciones reguladoras en materia ambiental enfrentan el reto creciente de


diseñar instrumentos de gestión ambiental que puedan ser efectivos y
económicamente eficientes en el logro de las metas ambientales. Ante la
percepción de que los esquemas regulatorios tradicionales no han tenido éxito en
responder a los procesos de deterioro de la calidad ambiental. Además, dado el
entorno de restricción fiscal que enfrentan la mayoría de los países de América
Latina, las autoridades ambientales tienen menos posibilidades de fortalecer su
capacidad mediante mayores asignaciones presupuestales y deben explorar
opciones para autofinanciar los avances en la gestión ambiental.

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