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EL DOCENTE DEL SIGLO XXI

Nosotros como (La) sociedad, ¿Qué le exige imos a la persona que se


dedica a la profesión de enseñar en esta etapa del siglo XXI? Es muy probable
que se escuche en una misma vez: Principios, valores, ética, moral, amplitud
cultural. También es posible que se le exija unos cuantos roles dentro de su
función como educador. Los Principios son proposiciones o formulaciones
teóricas, que expresan un determinado modo de proceder, bien sea físico,
espiritual o moral, éstos son necesarios en cualquier sociedad, y por
consiguiente, en cualquier forma de educación, porque el ser humano es ante
todo un ser racional. Hablar de principios es hablar de valores intrínsecos que
deben manifestarse en el maestro de hoy, tales como: Amor, libertad e
inteligencia, valores que son heredados y que pueden ser combinados con los
aprendidos como: Honestidad, respeto, solidaridad, responsabilidad, entre
otros que también son de mucha valía en el momento de impartir
conocimientos. El que aplica estos valores con su ejemplo está haciendo
conciencia valorativa. Otro elemento de gran importancia, es la Ética, la cual
debe ser parte fundamental del maestro en su vida personal como en su hacer
público profesional. La ética nos impulsa a vivir de acuerdo con una escala de
valores, la ética estudia la moral, la moral es la que hace el juicio sobre
nuestras acciones de si está bien o mal según el convenio social. Este mismo
concepto aplica cuando el maestro en su proceso de investigación, utiliza
métodos científicos y tecnológicos para encontrar nuevas ideas didácticas
pedagógicas en su accionar como educando. Una persona que miente y
engaña para su beneficio, o que es insensible a los sentimientos de otros,
difícilmente pueda transformarse en un ser íntegro, con principios que le
permitan ser un docente ético, mientras que un educador que se empeña en
ser empático con sus alumnos y colegas, que aspira a ser justo, amable,
confiable, responsable y honesto, y que muestra coraje en su rol profesional,
probablemente comprende y aprecia la importancia de tales virtudes en su vida
diaria. Este maestro debe tener y expresar su cultura y a la vez tener respeto
por la diversidad, debe ser promotor de la cultura de paz, la equidad, el
pluralismo, conocer y fomentar con ética la multiculturalidad incluyente de los
pueblos y evaluador cultural de otros sin emitir juicios. El profesional de la
educación en su vida personal, puede profesar la religión de su interés, pero
como educador debe tener una postura laica. Un docente laico permite, en un
marco de igualdad de oportunidades, la libre comunicación de las ideas y el
desarrollo pleno de la persona humana. Por ello, esta concepción está
asociada al concepto de la tolerancia y a la posibilidad de que el libre albedrío
desarrolle sus facultades. Otra de las exigencias que le hacemos a los
educadores de hoy, son los diferentes roles que deben poner en práctica,
donde el maestro sea un sujeto polivalente, profesional competente, agente de
cambio, practicante reflexivo, profesor investigador, intelectual crítico e
intelectual transformador, entre otras características deseables. Si logramos
que nuestros docentes actúen y se conduzcan con estas características,
lograremos un crecimiento de bienestar colectivo.

joseacostadiplomado@gmail.com

Buen trabajo, lo que identifiqué con rojo, al inicio es para que redacte en 3
persona y evitando utilizar nosotros, nos…
Empieza por La sociedad…

Las palabras que marqué con colores iguales, es porque considero que están
muy cerca… pudieras sustituirlas por sinónimos

El uso recursivo de la conjunción y, generalmente se debe a que NO utilizamos


diversidad de marcadores discursivos para conectar las ideas, incurriendo en
su uso excesivo…

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