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Comité Ejecutivo Distrital de San Borja

PARTIDO APRISTA PERUANO

BOLETÍN DIGITAL

Difusión de Actividades

Comité Ejecutivo Distrital de San Borja


22/03/2010

www.aprasanborja.com

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Elaborado por la Secretaría de Prensa y Propaganda
Comité Ejecutivo Distrital de San Borja

EDITORIAL

Estimados compañeros,

La tercera edición del boletín digital del Comité Distrital de San Borja “Víctor Raúl Haya de la Torre”
coincide con la reciente realización del XXIII Congreso Nacional del Partido Aprista Peruano, cuyos
delegados han elegido a los nuevos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional.

El desenlace de ese suceso nos obliga ha expresar nuestra extrañeza por la existencia de mutuas
acusaciones, desordenes y grescas que, lamentablemente, han marcado la celebración de este
importante cónclave aprista. Un conjunto de episodios que laceran la democracia interna de nuestro
gran partido y sus niveles de credibilidad en su militancia y, consecuentemente, en la sociedad peruana.

En momentos en los que nos enfrentamos, próximamente, a procesos electorales municipales y


regionales a nivel nacional es conveniente subrayar la importancia de presentarnos como una sola
unidad partidaria. Una unidad forjada luego de consensos internos y no, únicamente, inspirada en el
deseo de exhibir una aparente cohesión inexistente en vísperas de elecciones como ocurre con otras
agrupaciones políticas gestadas a la luz de ambiciones, únicamente, electorales.

El Comité Distrital de San Borja anhela que el debate de ideas, la confrontación de propuestas, el
análisis y revisión de planteamientos programáticos sean los elementos que caractericen el
compromiso de las más altas instancias del Partido del Pueblo, sumado a la necesidad de preparar las
condiciones internas para enfrentar dos contiendas electorales en las que se deberá respetar, en la
confección de las listas del Partido del Pueblo, la voluntad de sus militantes. Debemos abogar por el
retornó de una real democracia interna como elemento fundamental y, esencialmente, como expresión
de un compromiso ético en la vida del aprismo.

Arturo Loli Caballero


Secretario General
Comité Ejecutivo Distrital de San Borja
Partido Aprista Peruano

San Borja, marzo de 2010.

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Comité Ejecutivo Distrital de San Borja

Haya, político impar


Por: Miguel López Cano (*)

Víctor Raúl combatió a los detentadores monopolistas de la riqueza, su intención era proscribir un
mercado sin emoción social y la infraestructura de la pobreza, para que no se juntaran los mercados del
hambre con los negociantes del robo, en un pacto siniestro y delictuoso. El dolor existencial no redujo
sus actividades creadoras; más bien agudizó la vocación estética refundida en su alma y en su mente.
Vivió en gracia de optimismo, a la veta del infortunio. Hasta el fin de sus días intercedió por los pobres
y luchó por la reparación socio-económica de nuestros indios, herederos legítimos del Perú legendario
todavía en desgracia.

A Víctor Raúl le preocupaba el prestigio del Parlamento y hacía votos democráticos para que el
“Templo de las Leyes” no fuera vasallo del Poder Ejecutivo, ni “Tribuna de pedantes, ni feria de
vocingleros”; él, dominaba el arte de persuadir y convencer racionalmente, armonizando los
antagonismos. ¡Que su elocuencia no sea nunca reemplazada por la locuacidad demagógica de quienes
adjetivan con énfasis los “lugares comunes”!. Desde la Asamblea Constituyente (1978 – 1979), Haya
exigió labor solidaria, sacrificio fecundo, esfuerzo continuo para rescatar los valores de la democracia
inmunes a la corrupción; sin discusiones estériles, ni palabras retóricas. Respondiendo al desafío de la
crisis, extendida en niveles económicos y morales, demandó reunir las concordancias y equilibrar las
diferencias, respetando las posiciones ideológicas de los que actúan patrióticamente al servicio del país
y en favor de la paz. Así, la Carta Magna de 1979, sería el sustento de leyes donde la justicia y la
libertad permanezcan unidas. Consecuente consigo mismo, Víctor Raúl declinó el emolumento
presidencial, suprimió las atenciones gratuitas de la cafetería, no usó el automóvil oficial y devolvió el
patrullero que debía escoltarlo, recibiendo solamente la protección fraterna.

Quiero terminar, honrando ese homenaje de mi espíritu, con palabras del propio Haya de la Torre, que
reflejan su cósmica humildad: “Más allá de la vida y de la muerte residen los eternos poderes de la
energía que rigen las leyes del Universo, frente a los cuales el hombre no es sino partícula consciente del
infinito misterioso en que vive”.

(*) Fundador del Comité Provincial de Pisco, alcalde y diputado por Pisco, senador de la república
y secretario de la presidencia de la Asamblea Constituyente (1978-1979).

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(De izquierda a derecha) Los compañeros Fernando León de Vivero, Víctor Raúl Haya
de la Torre y Miguel López Cano (autor de la nota) quien mantuvo entrañable amistad
con nuestro compañero Wilfredo Pérez Ruiz y le obsequió esta fotografía.

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Felipe Benavides: Un amigo del Partido del Pueblo

Por: Wilfredo Pérez Ruiz (*)

El conservacionista peruano Felipe Benavides Barreda (Lima, agosto 7 de 1917 - Londres, febrero 21 de
1991) fue una de las figuras mundiales más representativas del quehacer ambiental. Aristócrata de
nacimiento, descendiente de Fermín Diez Canseco (héroe del Huáscar), tuvo una formación académica e
intelectual privilegiada. Realizó sus estudios superiores en el London School of Economics, bajo la
tutoría del profesor Harold Laski, líder del socialismo inglés, secretario general del Partido Laborista y
condiscípulo del político peruano Víctor Raúl Haya de la Torre.

Su relación con el fundador del aprismo comienza indirectamente cuando el hermano de su padre,
Augusto Benavides Diez Canseco, refugió en su residencia a Víctor Raúl durante la persecución política
de los años 30. Tiempo más tarde, por diversas circunstancias Felipe forjó gran amistad con Humberto
Silva Solís, Humberto Carranza Piedra y Ramón Ponce de León, destacados dirigentes apristas.
Asimismo, su inquietud por la ecología facilitó su amistad también con Guillermo Larco Cox, Nicanor
Mujica Álvarez Calderón, Ramiro Prialé, Javier Pulgar Vidal, Carlos Roca Cáceres, Alfredo Santa
María, Manuel Seoane Corrales, Héctor Vargas Haya, Armando Villanueva del Campo y otros.

Sus firmes convicciones éticas y cívicas lo llevaron a protagonizar un episodio que cambio
sustancialmente su vida profesional. A principios de la década de los 50, cuando se desempeñaba como
Encargado de Negocios en la embajada del Perú en Suecia, se negó a distribuir información oficial del
gobierno que difamaba la trayectoria política del jefe del Partido del Pueblo. Ese acontecimiento fue
utilizado por la dictadura de Manuel A. Odría para disponer su pase a disponibilidad en 1954.

Años más tarde, en los aprestos para la elaboración de la carta magna, Armando Villanueva fue
portador de su mensaje al presidente de la Asamblea Constituyente, y en el, cual Felipe señaló la urgente
necesidad de incorporar la temática ambiental en la nueva constitución política. Esta inquietud fue
recogida por Haya de la Torre en su discurso inaugural (28 de julio de 1978), para luego designar a este
fogoso ambientalista como asesor ad honorem de la comisión redactora del capítulo “De los Recursos
Naturales”. Precisamente, su valioso e importante aporte en el seno de esa comisión hizo del capítulo
“De los Recurso Naturales” ejemplo paradigmático, sobre tan señero tema, para las demás
constituciones creadas en América Latina en el transcurso de la década siguiente.

Felipe Benavides se caracterizó por su profunda identificación con el país y por su anhelo de lograr el
desarrollo nacional aprovechando las extraordinarias potencialidades ecológicas y respetando nuestras
ancestrales tradiciones culturales y sociales. Por esas consideraciones el rector de la Universidad Nacional
Federico Villarreal, Justo Enrique Debarbieri, lo declaró “Doctor Honoris Causa” (1980) en
reconocimiento por su fecunda labor salvaguardando las riquezas naturales.
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Su obsesionada preocupación sobre los problemas nacionales, que tanto han perjudicado el
desenvolvimiento económico y social de los sectores más deprimidos, lo vinculó con el intelectual y
entonces senador Miguel López Cano, con quien trabajó estrechamente diversas iniciativas legislativas
para proteger la Reserva Nacional de Paracas amenazada por la sobreexplotación de recursos
hidrobiológicos (1983).

El primer gobierno del presidente Alan García Pérez respaldó sus responsabilidades (ad honorem) en la
presidencia del Patronato del Parque de Las Leyendas y del Consejo Nacional de la Vicuña, creado este
último con la ayuda del presidente del Consejo de Ministros, Armando Villanueva (1988). Igualmente,
gracias a la intervención del jefe de Estado, Benavides logró la aprobación -por la comunidad
internacional- de la propuesta peruana para elaborar telas de vicuña provenientes de la esquila de animal
vivo, lo que además mereció el unánime apoyo de la colectividad científica mundial. De esta manera, se
iniciaba una nueva etapa en el aprovechamiento racional de un recurso silvestre en peligro de extinción,
cuya transformación y comercialización de su fina fibra beneficiaría a las postergadas poblaciones
andinas.

Más tarde, el presidente de la Cámara de Diputados, Luis Alvarado Contreras, atendiendo una solicitud
multipartidaria -presentada por el diputado aprista José Lescano Palomino- le impuso en 1990 la
medalla “Juan Antonio Távara Andrade” en el grado de Gran Cruz “por su destacada labor como
investigador de la ecología”. Fue la última distinción que recibió en vida este tenaz defensor de las
nobles causas nacionales.

Cuando fue bárbaramente destituido de la presidencia del Parque de Las Leyendas por el gobierno de
Alberto Fujimori Fujimori (1991), muchas voces autorizadas expresaron su indignación. Entre ellas
transcribimos las palabras del diputado aprista Fernando Ramírez Alfaro, quien en su artículo “El día
que las vicuñas lloraron” (Expreso, 31 de enero de 1991) indicó: “Ni Felipe Benavides –ni ninguno de
los miembros del Patronato- cobraba sueldo, dieta, movilidad, viático o algún estipendio económico.
Personas como el embajador Augusto Dammert y los demás miembros del Patronato, acompañan al
señor Benavides porque en sus espíritus está añejada esa vocación de servicio por la patria y en sus
corazones el amor por la naturaleza”.

En un póstumo acto de justicia la congresista Elvira de la Puente Haya de la Torre con la adhesión de los
integrantes de la Célula Parlamentaria Aprista, lograron la aprobación por unanimidad en el Congreso de
la República (20 de setiembre del 2001) del proyecto de ley No.038-2001-CR, que añade al Parque de
Las Leyendas el nombre de este ilustre peruano.

Adelantado a su tiempo, culto y visionario, fue un personaje singular que mereció la simpatía de muchos
peruanos. “Tu sabes que soy conservacionista y sigo, aunque sea de lejos, tus profundas huellas. Todo lo
que pueda hacer por nuestra naturaleza me alegrará. Estoy a tus órdenes”, le escribió el 27 de setiembre
de 1985 el entonces ministro de la Presidencia, Nicanor Mujica.

Ganó batallas, inspiró envidias, cultivó admiraciones, suscitó polémicas y despertó, sobre todo el
reconocimiento de las colectividades rurales. Su recuerdo estará siempre vinculado con la conservación del
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patrimonio natural, con la gestación de lúcidos aportes de connotaciones nacionales e internacionales y,


especialmente, con la protección de los derechos del Tercer Mundo para alcanzar un desarrollo inteligente,
honesto y responsable.

Benavides siempre se enorgulleció de haber sido reconocido con el título de presidente de la comunidad
campesina de Lucanas, en cuyas tierras pasta el 70 por ciento de la población nacional de vicuñas y
propietaria de los ámbitos donde se establece la Reserva Nacional de Pampa Galeras. Así era este
aristócrata miraflorino comprometido plenamente con el campesinado.

Amigo del aprismo, peruano ejemplar, consecuente con su entrega moral, fue un quijote moderno al que
no podemos dejar de evocar al cumplirse un año más de su partida. Su legado nos recuerda la importancia
de incorporar la gestión ambiental no solamente en el caro y patriótico anhelo de elevar la calidad de vida
de los más pobres, sino también para la salvación de nuestro inmenso hogar: El planeta tierra.

(*) Docente, conservacionista, consultor en temas ambientales, miembro del Instituto Vida y ex
presidente del Patronato del Parque de las Leyendas – Felipe Benavides Barreda.

(De izquierda a derecha) Felipe Benavides, luego de recibir el premio “J. Paul Getty”, en el
Salón Oval de la Casa Blanca con el presidente de los Estados Unidos, Gerald Ford (1975).

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Ley de desafiliación de los Fondos Privados de Pensiones


Por: Marco Flores Villanueva (*)

El presidente Alan García Pérez propuso y consiguió, en el Congreso de la República, la aprobación del
proyecto de ley sobre la libre desafiliación de los trabajadores a los Fondos Privados de Pensiones. Ese
dispositivo legal podría afectar los recursos financieros nacionales de instituciones que, reorganizadas
en su administración y bien dirigidas hacia un Plan Estratégico de Desarrollo, tendrían el enorme
potencial de crear un mercado de capitales en un país sediento de inversiones productivas
(subrayemos, las que crean trabajo, tecnología facilitan la acumulación de capital en el país
receptor de esa inversión). Es decir, esa iniciativa busca tirar al niño de la bañera porque el agua está
fría.

En efecto, la gran mayoría de los peruanos son conscientes de la urgente necesidad de contar con
capitales directos que permitan, por lo menos, sentar las bases para un desarrollo sostenido. Esa realidad
ha sido confirmada en un reciente estudio económico que ha cuantificado el déficit de infraestructura
básica del país US$ 18 mil millones (o lo que tendría que gastar el país en los próximos 10 años en los
sectores de transporte, agua y saneamiento, energía y telecomunicaciones, de los cuales el 71%
corresponde a provincias fuera de Lima).

A ese panorama debemos añadir el desventajoso perfil económico del Perú. Ni primario ni
manufacturero, ni fundamentalmente una economía de enclave (aunque ciertas inversiones
internacionales en el sector primario fueron colocadas en los países del grupo andino para la compra de
propiedades mineras), ni esencialmente manufacturero industrial. En los últimos años se está
organizando en el país y en la región una economía terciaria dependiente del capital internacional y sin
retorno significativo o reproductivo de inversión, que sin embargo está sufriendo una disminución que
coincide con la desaceleración de la venta de empresas públicas latinoamericanas, con el período
propiamente de inversión extranjera en cumplimiento de las condiciones de venta de las empresas, y con
el dominio transnacional, especialmente español, y ahora norteamericano, del sector finanzas, dirigido
precisamente hacia la búsqueda de más mercados de servicios.

En ese contexto, que añadido a las negativas tendencias de las inversiones internacionales (productivas)
en la región, el servicio de la deuda externa y la transferencia de las utilidades producto de las
inversiones internacionales, no es de extrañar la imposibilidad del Perú de promover establemente
patrones de acumulación de capital y de ahorro interno y por ello resulta vital para el país buscar
o crear vetas de inyección de capital.

Sin embargo, el primer mandatario parece ser que ha privilegiado una oferta electoral sin considerar el
panorama de ausencia endémica de capitales productivos (los que producen trabajo, transmiten
tecnología y facilitan la acumulación de capital en el país receptor de esa inversión) que afecta al país,
con una iniciativa que busca, quiero entenderlo así, terminar con la gestión abusiva de algunos (o todos)
los fondos privados de pensiones (un problema de gobierno de esas instituciones que bien puede
resolverse con su reorganización administrativa), pero cuya aplicación afectaría los únicos recursos

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financieros nacionales disponibles que, reitero y subrayo, bien dirigidos pueden ser orientados
ventajosamente al mercado nacional para cubrir las necesidades urgentes del país.

Porque si los fondos privados de pensiones, luego de su necesaria reorganización institucional, tuvieran
a su disposición un plan estratégico de desarrollo, vale decir un Plan Nacional de Desarrollo -elaborado
por el estado peruano sobre la base de un profundo estudio técnico que descubra actividades industriales
competitivas- esos serían reorientados hacia proyectos que indudablemente permitirían la reconversión
industrial y agraria y el desarrollo ordenado y planificado del país. Si esos mismos recursos financieros,
que provienen del esfuerzo de los trabajadores del Perú, tuvieran la posibilidad de ser colocados, no en
la bolsa de valores, sino en proyectos visionarios de integración energética como la asociación de
intereses peruanos y bolivianos en el gas natural (13 trillones de pies cúbicos en Camisea y 55 trillones
de pies cúbicos en Bolivia), nadie en su sano juicio propondría la liquidación de los ingresos financieros
de los fondos privados de pensiones.

Esta propuesta del Jefe de Estado también demuestra que es preciso, urgente, indispensable articular
iniciativas de esta naturaleza a un proyecto nacional moderno, a una propuesta realista de
desarrollo y transformación económica estructural; pero, seamos enfáticos en esto, integradas esta
y otras iniciativas de carácter estratégico también a un programa político. Porque para reorientar
debidamente los recursos de los trabajadores depositados en los fondos privados de pensiones no
solamente es preciso un Plan Nacional de Desarrollo, elaborado por el estado. También es preciso
reconstruir, primero, el estado peruano que vote un plan de esa naturaleza. Es decir, otorgarle ante todo
legitimidad al estado para constituir un nuevo consenso nacional sobre la base de las instituciones
gremiales, empresariales, sociales y civiles del país.

En otras palabras, las fuerzas productivas de la nación, que representadas en un nuevo pacto social con
autoridad política para recomponer la economía, darían gobernabilidad al Perú. Y ello nos lleva,
nuevamente, a otra propuesta que resulta fundamental para el país. Me estoy refiriendo, claro está, a la
imperiosa necesidad de reestructurar el poder político y la producción a través de una nueva
organización representativa que no es otra que el Congreso Económico Nacional.

En una secuencia lógica de propuestas realmente apristas situadas popularmente en un contexto histórico
diferente y moderno, es decir un nuevo estado representado por las fuerzas productivas, un Congreso
Económico Nacional, un Plan de Desarrollo Nacional votado por ese congreso y fondos nacionales de
pensiones reorganizados y con planes estratégicos de desarrollo nacional elaborados por un nuevo
estado peruano, la iniciativa del Poder Ejecutivo no solamente no tiene ningún sentido sino que además
colisionaría abiertamente con el programa político del APRA.

(*) Fundador del Comité Distrital de San Borja, abogado, compositor musical y ex presidente del
Consejo Consultivo del Consulado General del Perú en Boston (Estados Unidos).
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En el nombre del padre, del hijo y de un país con futuro

Por: Fernando Pilco Castañeda (*)

Una sociedad debe estar garantizada por la armonía familiar, el buen trato en el trabajo y el irrestricto
respeto de los derechos que tenemos sin distingo de edad, raza, credo, preferencias sexuales y/o políticas
o discapacidades físicas o mentales. Cuando éstos se vulneran debemos exigir la intervención eficiente
de los organismos e instituciones creadas para velar por ellos e impedir cualquier acto de injusticia.

Debemos tener en claro nuestras obligaciones y no esperar que instituciones o autoridades ajenas al seno
familiar asuman responsabilidades que, únicamente, son nuestras. Me refiero a la formación en valores y
educación, y cuidado de nuestros hijos. A diario escuchamos quejas de padres que aducen que la policía
no controla a los jóvenes que consumen bebidas alcohólicas en las calles en altas horas de la noche (la
policía no tiene que poner las reglas en cada hogar, somos los padres de familia los que marcamos las
normas, horarios y comportamientos, y no sólo debemos hacerlo impartiendo órdenes sino predicando
con el ejemplo). Si los padres abandonamos el hogar todo el día, no controlamos a nuestros hijos
indagando sobre su paradero, no revisamos sus calificaciones, no acudimos a sus escuelas a
preocuparnos por su desarrollo escolar, no vigilamos su salud, si olvidamos conocer a sus amigos y a los
padres de éstos; entonces estamos incumpliendo nuestra misión de educadores. No es el profesor, el
alcalde o la autoridad quien debe controlar las costumbres que solamente se pueden brindar en el hogar.

Lamentablemente, vemos más muchachos desorientados y, por tanto, más pandillas. Estas últimas se
forjan por el abandono familiar en que se encuentran los adolescentes; sin embargo, éstos se reúnen en
busca de una disciplina donde el que manda es el más fuerte, el más violento y hasta el más sanguinario,
pero aún así se congregan en torno a una imagen a la cual respetar y obedecer. Por su parte, los padres
“modernos” quieren jugar a ser amigos de los hijos, esto no hace falta, nuestros hijos ya tienen amigos.
A nosotros nos compete ser orientadores amables y respetuosos guías de sus vidas desarrollando la
capacidad de decir NO cuando sea conveniente. No debemos otorgar permisos y propinas para evitar
sus resentimientos. Si nos tienen que odiar por un rato bien vale si con eso evitamos graves daños como
malas juntas, consumo de drogas o relaciones sexuales prematuras.

Somos los padres quienes trajimos al mundo a nuestros hijos, quienes los amamos y necesitamos,
quienes daríamos la vida por ellos, quienes lloramos cuando un hijo muere de un accidente, quienes nos
preguntamos en que fallamos al caer en drogas o cometer un delito; entonces debemos controlarlos y,
especialmente, formarlos y a no confiarle a nadie su seguridad. Recordemos que “lo que merece hacerse,
merece hacerse bien”. Sino asumimos la paternidad en un mundo complicado, entonces están las
opciones precisadas en la Ley de Población y Familia, como la mejor manera de vivir con honestidad.

(*) Ex presidente del Conadis y de la Sociedad de Beneficencia de Lima. Colaborador del


programa “La palabra del mudo” (Radio Bacán Sat).
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El devenir de la juventud

Por: Luciano Cueva Malasquez (*)

Quisiera empezar con un pequeño pensamiento relacionado a la juventud. Decimos (literalmente) que la
juventud que media entre la niñez y la adultez, otros dicen que es una etapa de la vida por la que pasan
todos los seres vivos. Podemos a su vez, recurrir a la ciencia -como a la psicología o la biología- para
obtener un concepto (creo no muy vasto y sí muy insensible). La juventud puede ser algo más que
conceptos rígidos y fríos que ofrece la ciencia y, consecuentemente, utilicemos una óptica distinta, una
lupa meta objetiva, ya que no es una “regla o ley absoluta” si no “relativa” que la juventud se encuentra
en los jóvenes.

La juventud es ese “estado del alma” díscolo, rebelde ante la opresión e injusticia que cree en un camino
y un destino, que a pesar de los obstáculos que se encuentren en el mismo, sigue firme en esa lucha, en
su lucha. Sin importar esa edad cronológica que moldea nuestros cuerpos más no nuestro estado
imperecedero de valor y rebeldía ligado al deber de justicia.

La Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) es un movimiento político de juventudes,


fundado por una generación de peruanos que se indignaban ante las calumnias, atrocidades y atropellos
de los regímenes militares y oligárquicos que azotaban la vida nacional. Es por eso que en sus filas
todavía hay jóvenes que con su perspectiva diáfana y lúcida tienen la responsabilidad de realizar los
principios y valores del aprismo, hallando la manera de adecuarlos a los tiempos actuales, claro está sin
desligarse de su esencia, de su ideología, sin desligarse de su mística que lo seguirá haciendo un gran
moviendo continental. La juventud aprista está matizada, a lo largo de los años, en la VAJ, la FAJ, la
JAP, las CUAS, la CHAP, etc. Todas estas caras de nuestros jóvenes ha tenido aciagos días al hacerle
frente a las dictaduras que, tomando prestadas las palabras de Churchill, entregó “sangre, sudor y
lágrimas” por la defensa del Partido del Pueblo y la justicia social.

Y aquí quiero ser puntual al referirme a la justicia social. La juventud aprista tiene la tarea de inculcar y
expandir la doctrina e ideología del aprismo a los demás jóvenes, con miras a desarrollar una firme
identificación con el bienestar de todos los peruanos. Es su deber despertar una comprensión crítica por
la política desprendiéndose de prejuicios, diferencias sociales y raciales que laceran la formación de un
verdadero sentimiento social y dejando de pensar en primera persona para formar parte de una
conciencia colectiva, una conciencia del prójimo, una conciencia del nosotros.

(*) Estudiante universitario y secretario de Capacitación y Cultura del Comité Ejecutivo Distrital
de San Borja.

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La inseguridad en San Borja


Por: Gustavo Flores Haboud (*)

Para nadie es secreto que en los últimos años la inseguridad se ha apoderado del distrito. Todos sabemos
de alguien que ha sido víctima de la delincuencia en los últimos 24 meses (por dar un espacio de tiempo
corto) dentro de San Borja, si es que no hemos sido nosotros mismos las víctimas. Sin duda, este tema es
la gran falencia de la gestión del Dr. Alberto Tejada, que está dejando a nuestra ciudad sumamente
vulnerable.

La lucha contra el delito tiene dos frentes: la prevención y la punición. El primero, para dificultar al
máximo la acción de los malhechores y alertar oportunamente en caso se presente. El segundo, para
procurar la máxima sanción posible a aquellos que sean capturados.

En cuanto a la prevención, la colocación de rejas es una buena experiencia de otros distritos que ha
demostrado eficacia a la hora de entorpecer el trabajo de los amigos de lo ajeno. En coordinación con
las juntas vecinales y con la aprobación mayoritaria de los ciudadanos, las rejas en cada subsector
aparecen como una alternativa para reducir los espacios de acción de los facinerosos. Es verdad que en
un primer momento se puede crear incomodidad por la reducción de accesos y salidas a los diferentes
grupos de manzanas, especialmente, en las noches. Pero, como se ha demostrado en La Molina en la
balanza pesa más la tranquilidad colectiva.

Sin embargo, hay lugares en los que, por constituir arterias importantes, no se puede establecer rejas. En
las avenidas Aviación, San Luis, Javier Prado, Guardia Civil, Angamos, San Borja Norte y Sur, entre
otras, un completo sistema de cámaras permanentemente monitoreadas, en un trabajo coordinado del
Serenazgo y la Policía Nacional, ayudará a combatir la delincuencia al permitir una rápida intervención
de las fuerzas del orden.

Finalmente, en cuanto a la punición, propongo la creación de una Oficina Contra el Delito. La Policía
Nacional captura muchas veces infractores y estos, luego de pasar por la fiscalía, al poco tiempo están
en libertad. Esto ocurre porque los detenidos tienen abogados, pero la sociedad no. Desde nuestra
perspectiva, la principal función de la Oficina Contra el Delito deberá ser interponer todos los recursos
que la ley franquee, a fin de que los agresores reciban la mayor pena por sus actos.

Con estas tres propuestas de prevención y punición: rejas en los diferentes subsectores, cámaras de
vigilancia y una Oficina Contra el Delito se puede, desde nuestra perspectiva, enfrentar a la delincuencia
que -en estos últimos años- ha hecho de San Borja una ciudad que no reúne las condiciones mínimas de
tranquilidad ciudadana y paz pública.

(*) Licenciado en Comunicación, magíster en Gobernabilidad, ex asesor de la Presidencia del


Consejo de Ministros y profesor universitario.
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SE DEBATEN TEMAS MUNICIPALES EN SAN BORJA

Con la finalidad de recuperar la transparencia e institucionalidad partidaria el Comité Ejecutivo Distrital


de San Borja realizó -el jueves 18 de marzo- una asamblea ordinaria para tratar, entre otros temas, las
directivas 001-2010-CEN y 002-2010-CEN sobre la necesidad de proceder al sinceramiento y
depuración de los padrones partidarios.

Asimismo, se debatió ampliamente la formación de una comisión de Plan de Gobierno Municipal de San
Borja, adscrita a la Secretaría de Gobiernos Locales, cuya primera reunión ha sido convocada para el 25
de marzo con todos los militantes con capacidad para estudiar, analizar y hacer planteamientos
concernientes a la propuesta de gestión municipal que ofrecerá el Partido del Pueblo a la comuna
sanborjina.

Durante esta asamblea se contó con la visita del c. Luis Jiménez Borra, Secretario Nacional de
Capacitación, quien manifestó su especial agradecimiento al Comité Ejecutivo Distrital de San Borja por
ser la primera base en convocarlo, desde su elección, sin requerir ser él quien lo pida. Durante su
intervención expuso su plan de trabajo e hizo una documentada e interesante disertación acerca de la
pertinencia de impulsar y desarrollar programas de capacitación en el Partido del Pueblo con la finalidad
de fortalecer el adiestramiento político e ideológico de la militancia.

Finalmente, se recibió el informe de la Gobernación de San Borja en relación a las próximas elecciones
de juntas vecinales. El gobernador destacó su importancia a fin de fomentar la mayor participación de
ciudadanos en estas jornadas electorales en las que la población tiene la oportunidad de aportar y
participar activamente en los asuntos municipales.

(De izquierda a derecha) Los compañeros Diego Navarro (Sec. Gral. de Ancón), Luis Jiménez
Borra (Sec. Nac. de Capacitación), Arturo Loli Caballero (Sec. Gral. de San Borja), Luis Paredes
Antón (Sec. de Org. de San Borja) y Manuel Martínez Donayre (Sub Sec. Gral. de San Borja).
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