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¿Qué es el amor?
El médico: "El amor es una enfermedad, porque casi siempre termina en la cama."
El economista: "No es una inversión rentable, pues casi siempre se mete más de lo que
se saca."
El político: "El amor es como una democracia, porque tanto goza el que está arriba
como el que está abajo."
1o. Santa Claus no trabaja personalmente, sino que dirige a muchos subalternos.
2o. Nadie lo ve llegar. Sólo vemos a sus operarios.
3o. Santa Claus trabaja mucho menos de 40 horas semanales.
4o. Santa Claus hace muchos viajes.
5o. Santa Claus tiene trabajo hasta que quiera retirarse.
Conclusión: Santa Claus es un catedrático.
Así es como califican los exámenes finales los profesores de diferentes ramas de la
ciencia:
Departamento de historia: Cada estudiante recibe la misma nota que el año anterior.
Ingeniero: 3,9968743
Contable: Tras cerrar puertas y ventanas, susurra lo siguiente: "¿Cuánto quiere que
sea el resultado?"
3) No tiene referencias.
El estudiante de medicina asegura: “Yo pienso que nuestra carrera es de las más
divertidas que...” La máquina hace: ¡Piiiip, piiiip, piiiip, piiiip!
Por último, le toca el turno al estudiante de letras: "Yo pienso..." ¡Piiip, piiiiiip,
piiiiiiüiip!
En un examen se pide a los estudiantes que demuestren que todos los números
impares son primos. Éstas fueron las respuestas:
- Matemático. Se da cuenta de que el enunciado es falso, pero tiene que demostrarlo.
Se pone manos a la obra y escribe: "3 es primo, 5 es primo, 7 es primo y, por
inducción, todos los números impares son primos".
- Físico. También se percata de la trampa del enunciado y escribe: "3 es primo, 5 es
primo, 7 es primo y, por inducción, todos los números impares son primos. Nota: al
llegar al 9 se obtiene un error experimental".
- Programador de ordenadores. "3 es primo, 5 es primo, 7 es primo, 7 es primo, 7 es
primo, 7 es primo..." Así siguió hasta que el bolígrafo se quedó sin tinta.
-Teólogo. "3 es primo y, por tanto, todos los números impares son primos. De aquí se
concluye la existencia de Dios, porque tal maravilla tiene que ser el resultado de una
mente creadora superior. Además, ¿cómo alguien puede creer en la primalidad de los
números impares y negar la existencia de Dios?"
- Médico. "3 es primo, 5 es primo, 7 es primo, y a los demás se les aplica el mismo
tratamiento hasta que se curen".
PERSONALIDAD JURÍDICA
Para el desarrollo de este punto es necesario dejar claro qué es una relación jurídica. Para tales
efectos, ésta se puede entender en dos sentidos: a) como la vinculación establecida por una
norma jurídica entre la condición y la consecuencia, por lo que el conocimiento de la
consecuencia imputa a la condición, y b) como la vinculación establecida por la norma jurídica
entre el deber y la obligación de un sujeto y la facultad o derecho subjetivo de otro, para
integrar ambos la consecuencia jurídica.
Para Savigny la relación jurídica consiste en una vinculación entre dos o más personas que es
determinada por una norma jurídica.
En este sentido, la idea de este autor es de vital importancia porque plantea las relaciones
jurídicas entre sujetos de derechos. Es decir, que el sujeto de derecho se relaciona
jurídicamente por ser titular de un derecho o deber pautado o regido por una norma jurídica.
1. En el derecho vigente se considera que todos los individuos de la especie humana
tienen personalidad jurídica, es decir, que la personalidad del individuo esta vinculada
con la existencia de éste, y no a su conciencia o a su voluntad, como lo afirman Ripert y
Boulanger.
Sin embargo, en el derecho romano no se consideraba a la personalidad y capacidad
jurídica por el hecho de ser una persona humana, sino que dependía del estado o status.
Así por ejemplo, el esclavo no tenía personalidad porque no poseía el status libertatis; el
extranjero a los efectos del ius civiles tampoco tenía personalidad porque carecían del
status civitatis; y los alienijuris, que están sujetos a la potestad de otro, carecían de
personalidad porque no tenían el status familiae.
Adicionalmente el derecho vigente reconoce personalidad jurídica a entes diferentes de la
especie humana, por ejemplo, al estado y a las sociedades mercantiles, porque se
considera que éstos buscan fines humanos. Este doctrina nace elaborada y distinguida en
la etapa Bizantina del Derecho Romano bajo Teodosio II. Sin embargo, su desarrollo se
dio en la etapa medioeval, donde se mezclaron elementos del Derecho Romano,
Germánico y Canónico, pero no se pudo crear una doctrina coherente, motivo por el cual
el Código de Napoleón no las regula.
La reglamentación legislativa expresa de las personas jurídicas tuvo su origen en el siglo
pasado, en el Código Civil Chileno de 1855, y luego le siguieron otros códigos como el
Código Civil Portugués.
Es importante destacar que el derecho vigente ha corregido las desviaciones antiguas y
medioevales, las cuales reconocían personalidad jurídica a ciertos entes, como por
ejemplo, el derecho vigente no reconoce a los animales personalidad, pero los
emperadores romanos concedieron honores a ciertos animales y los juristas medioevales
a exigir responsabilidades penales.
No debe confundirse este hecho con las disposiciones protectoras de los animales y
vegetales que existen en el derecho vigente, porque esto ni significa la concesión de
derechos a tales seres, sino que constituyen normas que son dictadas en protección de
intereses humanos. Tampoco puede considerarse que el derecho vigente imponga a los
animales el cumplimiento de deberes civiles o penales, aun cuando los dueños de éstos
puedan llegar a tener algún tipo de responsabilidad con motivo de hechos realizados por
sus animales.
2. Determinación de las personas
3. Caracteres de los derechos de la personalidad.
1. Capacidad.
Una persona natural siempre tendrá capacidad jurídica, legal o de goce, porque no
existen individuos de la especie humana que carezcan totalmente de capacidad de goce.
La capacidad de obrar presupone la capacidad de goce, porque para tener capacidad de
obrar es necesario que la persona sea titular de los derechos o deberes que ese acto está
llamado a producir.
La Capacidad de goce no presupone la capacidad de obrar, porque una persona puede
ser titular de derechos o deberes que pueden nacer no por voluntad propia, porque su
nacimiento puede provenir de otra fuente. Por ejemplo, la sucesión hereditaria.
Las normas que rigen la capacidad jurídica y la capacidad de obrar son diferentes:
No puede haber incapacidades generales de goce, pero si existen incapacidades
generales de obrar.
Las personas afectadas por incapacidades de obrar son mucho más que el número de
personas afectadas por incapacidades especiales de goce.
La capacidad es la regla y la incapacidad es la excepción:
La incapacidad existe porque está establecida en un texto legal.
Las normas que establecen incapacidades son de interpretación restrictiva.
Quien alega la incapacidad tiene la carga de probarla.
a. Ámbito de la Capacidad
Para desarrollar este punto es necesario citar el artículo 9 del Código Civil:
"Las leyes concernientes al estado y capacidad de las personas obligan a los venezolanos,
aunque residan o tengan su domicilio en país extranjero".
Otro artículo que ayudaría a la comprensión de este punto sería el 26 del código antes citado:
"Las personas extranjeras gozan en Venezuela de los mismos derechos civiles que los
venezolanos, con las excepciones establecidas o que se establezcan. Esto no impide la
aplicación de las leyes extranjeras relativas al estado y capacidad de las personas en los casos
autorizados por el Derecho Internacional Privado".
Estas normas de la legislación venezolana concuerdan con los principios pautados al respecto
en el Código de Bustamante de 1.928, el cual es derecho positivo y vigente en nuestro país y al
cual debe recurrirse cuando se presente un problema de Derecho Internacional Privado entre
los países que han igualmente ratificado este convenio.
Al respecto el mencionado Código Internacional determina:
"Árt. 27: La capacidad de las personas individuales se rige por su ley personal, salvo las
restricciones establecidas para su ejercicio por este Código o por el derecho local".
"Árt. 30: Cada Estado aplica su propia legislación para declarar extinguida la personalidad civil
por la muerte natural de las personas individuales y la desaparición o disolución oficial de las
personas jurídicas, así como para decidir si la menor de edad, la demencia o imbecibilidad, la
sordomudez, prodigalidad y la interdicción civil son únicamente restricciones de la
personalidad, que permiten derechos y aún ciertas obligaciones".
Es por estas razones que el estado y capacidad de las personas son arrastradas por la misma
persona aunque no se encuentren en el país.
El autor Rengel Romberg plantea un caso interesante que ayudará a ilustrar este punto:
"El nuevo código regula la capacidad procesal de las partes en juicio en el artículo
136, según el cual "son capaces para obrar en juicio, las personas que tengan el
libre ejercicio de sus derechos, las cuales pueden gestionar por sí mismas o por
medio de apoderados, salvo las limitaciones establecidas en la ley". Pero como la
capacidad de las personas la determina su estatuto personal o ley nacional, el
artículo 137 C.P.C. establece que "las personas que no tengan el libre ejercicio de
sus derechos, deberán ser representadas o asistidas, según las leyes que regulen
su estado o capacidad", de lo que se sigue que la capacidad procesal de los
extranjeros en Venezuela, se determina por su ley nacional. Por tanto, un
extranjero, que según su ley nacional adquiera el libre ejercicio de sus derechos a
los 17 años de edad, tiene capacidad procesal para obrar o contradecir en juicio en
Venezuela, aunque según la ley venezolana, la mayoría de edad se adquiere a los
18 años cumplidos. Y viceversa, un extranjero que según su ley nacional adquiera
la capacidad a los 25 años no puede ser admitido a obrar o contradecir en juicio,
por sí mismo, en Venezuela, aunque en este país la capacidad procesal se
adquiera a los 18 años".
Es importante destacar que las normas del estado y la capacidad de un extranjero se aplicarán
en venezuela siempre y cuendo no se opongan a los preceptos constitucionales venezolanos, del
orden público y las buenas costumbres. Por ejemplo, un extranjero cuya nacionalidad le
permita contraer varios matrimonios al mismo tiempo, no puede venir a Venezuela y contraer
varias veces matrimonio, porque en este caso se violarían los preceptos constitucionales, del
orden público y las buenas costumbres. Igualmente si un venezolano casado viaja a un país
donde se permite contraer varias veces matrimonio, y se casa nuevamente, si esa acta de
matrimonio es pasada por el consulado venezolano en ese país, y luego traída a Venezuela y
traducida por un traductor público, resulta que entonces se puede probar en Venezuela que esa
persona está casada dos veces y sería según la ley venezolana bígamo, y la bigamia es un delito.
1. Limitaciones a la Capacidad en el Derecho Venezolano.
a. Como lo establece nuestra Carta Magna de 1.999, para ser elegidos como diputados de
la Asamblea Nacional es necesario ser venezolano por nacimiento o por naturalización…
(art. 188), este requisito de la nacionalidad también es requerido para ejercer otras
funciones públicas como para ser Presidente de la República, donde se requiere ser
venezolano por nacimiento y no poseer otra nacionalidad (art. 227). El requisito de la
nacionalidad entre otras se requiere para ser Ministro o Ministra (art. 244). Y entre otros
ejemplos se puede mencionar como requisito de la nacionalidad venezolana por
nacimiento para ser Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia (art. 263) y Procurador
General de la República (art. 249).
De manera que algunos cargos públicos están reservados a los venezolanos por
nacimiento sin otra nacionalidad, así lo establece el artículo 41 de la Constitución
Nacional:
"Solo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra nacionalidad, podrán
ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República, Vicepresidente ejecutivo o
Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o Presidenta y Vicepresidentes o Vicepresidentas de
la Asamblea Nacional, Magistrados o Magistradas del Tribunal Supremo de Justicia,
Presidente o Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador General de la
República, Contralor o Contralora General de la República, Fiscal o Fiscala General de la
República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras de los despachos
relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas, educación:
Gobernadores y Gobernadora y Alcaldes y Alcaldesas de los Estados y Municipios
Fronterizos y aquellos contemplados en la ley orgánica de la Fuerza Armada Nacional".
b. En relación con la nacionalidad:
En este caso, el estado de una persona puede limitar la capacidad jurídica. Un ejemplo
sencillo sería el artículo 50 del Código Civil, cuando reza que no se permite ni es válido el
matrimonio contraído por una persona ligada por otro anterior, ni el de un ministro de
cualquier culto a quien le sea prohibido el matrimonio por su respectiva religión.
Igualmente, para ser Presidente de la República se exige ser de estado seglar (art.227
C.N.).
c. En relación con el estado de la persona:
Este tipo de restricciones se llaman genéricas de carácter total, porque mientras existan
personas con los caracteres de minoridad e interdicción no podrán realizar negocios jurídicos
válidos, a no ser que tengan un régimen de representación o de potestad.
Minoridad
La minoridad se refiere a la minoría o menoría de edad, menoridad, menor de edad.
Consiste en el estado de las personas que no han alcanzado la mayoría de edad, es decir la edad
que la ley confiere al ser humano a partir de la cual éste tendrá plena capacidad para la
generalidad de los efectos jurídicos.
Son menores de edad los que no hayan cumplido 18 años de edad. Porque según el artículo 18
del Código Civil, es mayor de edad el que haya cumplido 18 años, y por lo tanto es capaz para
todos los actos de la vida civil, con las excepciones que establecen las disposiciones especiales.
La minoría de edad presupone que el niño o niña no tienen una conciencia o voluntad
suficiente para participar en actos jurídicos o comprometer su responsabilidad civil o
penalmente.
Toda persona en la legislación venezolana que no haya llegado a la edad de dieciocho años se
llama menor y por lo tanto incapaz, por lo que está colocado bajo la autoridad de una persona
de su familia, no pudiendo realizar actos jurídicos por si mismo o en todo caso, sin la debida
autorización.
Interdicción civil
La interdicción Civil consiste en el estado de una persona que ha sido judicialmente declarada
entredicha, es decir, incapaz, por lo cual se le priva de ciertos derechos, ya sea por razón de
delito o por otra causa establecida en la ley.
Con respecto a la interdicción civil el legislador establece en el artículo 393 eiusdem, que el
mayor de edad y el menor emancipado que se encuentren en estado habitual de defecto
intelectual que los haga incapaces de proveer a sus propios intereses, serán sometidos a
interdicción, aunque tengan intervalos lúcidos.
a. Restricciones Genéricas de carácter parcial
La Inhabilitación
En este renglón de las personas jurídicas stricto sensu, se encuentran aquellas de derecho
público y de derecho privado.
Entre los personas jurídicas (stricto sensu) de carácter público, se encuentran según el
contenido del artículo 19, ordinales 1 y 2 del Código Civil: la Nación y las entidades políticas
que la componen, y las iglesias de cualquier credo que sean, las universidades, y en general
todos los seres o cuerpos morales de carácter público, como por ejemplo los institutos
autónomos.
Ahora bien, en lo que respecta a las personas jurídicas stricto sensu de carácter privado, se
encuentran (art.19, ord. 3):
De tipo fundacional: fundaciones y de tipo asociativo (asociaciones en sentido lato sensu). Las
personas jurídicas de carácter privado son un conjunto de personas que persiguen un fin
común para lo cual destinan bienes de manera exclusiva y permanente.
Las fundaciones según Luis Recasens Siches, consisten en una masa de bienes adscrita al
cumplimiento de unas funciones o fines de carácter caritativo, religiosos, culturales, utilizando
un fondo productivo de rentas para la realización, sostenimiento o desarrollo de un servicio
determinado, como podría ser el caso de un asilo, una institución de investigación científica,
bajo la base de la voluntad fundacional, que serían las normas por las cuales se regirá el ente.
Las asociaciones lato sensu comprenden:
Las corporaciones: las cuales son mandadas a crear y son recogidas por una ley, como
por ejemplo los colegios profesionales.
Las asociaciones en sentido estricto (stricto sensu); en las cuales sus miembros no
persiguen un fin de lucro. Ejemplo: agrupaciones de investigación científica.
Las sociedades, donde los miembros buscan como fin el lucro para ellos mismos.
a. Según Guillermo Cabanellas órgano puede ser una persona que ejecuta un acto o
cumple un fin, es decir que un órgano podría ser una entidad u organismo.
b. Concepto de Órgano
c. Concepto de Representante legal.
Consiste en la representación que el derecho positivo establece ya sea con carácter imperativo o
complementario consecuente de la capacidad de determinadas personas, ya sea porque no
tengan posibilidades físicas como las compañías anónimas y fundaciones, o ya sean también
por causas mentales plenas, o causas especiales.
Como ejemplos más claros se pueden mencionar entre otros: el de los menores no
emancipados, ya estén sometidos a la patria potestad o a la tutela; la representación de los
incapaces o incapacitados, por el tutor o curador.
En este orden de ideas se ha pronunciado el más Alto Tribunal de la República, de la siguiente
manera:
"En sentencia del 3 de agosto de 1.959 esta Corte dejó establecido que cuando las
sociedades o compañías litigan a través de las personas naturales que les sirven
de órganos, no se trata de una persona que representa propiamente a otra; sino
que, es la misma persona a que actúa en juicio y se presenta por sí, sólo que, como
entes no corpóreos que son, están imposibilitados de presentarse o manifestarse
en la vida real de otro modo que no sea por medio de esas personas naturales. Es
que las referidas personas jurídicas "no pueden llevar a cabo actos judiciales sino
por medio de sus órganos-oficios institucionales y permanentes, los cuales se
encarnan a su vez en las personas físicas legalmente investidas pro tempore de
esos mismos oficios. Esto último no es un fenómeno de incapacidad legal, sino
que proviene ex necesse de la naturaleza misma de tales personas que no comen,
ni beben, ni se visten. Lo anterior no quita para que también respecto de las
personas jurídicas se acostumbre hablar, aunque impropiamente de
representación. Mejor (aunque no fuera lo ideal) se podría hablar, en todo caso,
de representación orgánica". (Enrico Redenti. Derecho Procesal Civil –1.957-.
Tomo I, pág.153." (Sentencia de la Sala de Casación Civil, Mercantil y del Trabajo
del 04/05/60. Gaceta forense No. 28. II Etapa. Pág. 133-134).
ADVERTENCIA: ESTE TRABAJO ESTÁ PROTEGIDO POR LAS LEYES DE
DERECHO DE AUTOR. LA REPRODUCCIÓN DE ESTE TRABAJO DEBE HACERSE
TOTALMENTE TOMANDO EN CUENTA INCLUSIVE ESTA NOTA DE
ADVERTENCIA.
Personalidad jurídica
Se entiende por personalidad jurídica aquella por la que se reconoce a una persona,
entidad, asociación o empresa, capacidad suficiente para contraer obligaciones y realizar
actividades que generan plena responsabilidad jurídica, frente a sí mismos y frente a
terceros.
Partes: 1, 2
1. Introducción
2. Persona, personalidad
3. Derechos de la personalidad (concepto y definición)
DERECHOS DE LA PERSONALIDAD.
Elvira Villalobos de
González.
Coordinadora de
Derecho.
1. Introducción.
Este trabajo tiene por objeto hacer un breve análisis sobre una
materia novedosa en la Legislación Civil del Estado de Jalisco.
1
originales, se refieren al núcleo más íntimo de las personas y que el
Derecho Civil denomina “Derechos de Personalidad”.
2
a) El no nacido es ya una persona.
b) Tiene derecho a la protección de la ley.
c) Puede ser instituido heredero y donatario.
a) Lesiones.
Son los daños causados directamente a una persona en su integridad
corporal. Las consecuencias de las lesiones pueden ser no sólo
cicatrices sino también daños psicológicos que pueden afectar su
integridad psíquica.
b) Prostitución.
Nadie está autorizado a disponer del cuerpo de otra persona para
actos en sí mismo inmorales, ni siquiera con el consentimiento de
ella. Se ha comprobado que la mujer que, por diversas razones
como la miseria, la ignorancia o el estado de necesidad, se ve
obligada a ganarse la vida con esta actividad, sufre graves
deterioros en su integridad psíquica y su autoestima se ve
seriamente disminuida.
3
La Ley General de Salud dispone, en su artículo 314, que se
entiende por disposición de órganos, tejidos y cadáveres de seres
humanos, el conjunto de actividades relativas a la obtención,
conservación, utilización, preparación, suministro y destino final de
órganos, tejidos y cadáveres de seres humanos, incluyendo los de
embriones y fetos, con fines terapéuticos, de docencia o de
investigación.
4
Sin embargo, la Ley es aún insuficiente para proteger plenamente la
libertad de creencias, pues establece una serie de disposiciones que
contienen aspectos negativos. Por ejemplo, el artículo primero no
respeta la objeción de conciencia,5[5] ya que en su segundo párrafo
establece que las convicciones religiosas no eximen en ningún caso
del cumplimiento de las leyes del país. Es importante privilegiar el
orden jurídico respecto a los derechos de una persona en particular
cuando su ejercicio implique violación al orden público. Pero
cuando una ley o disposición jurídica sea notoriamente injusta, se
debe respetar el derecho de la persona a oponerse a su
cumplimiento. Tal como este artículo está redactado nos dice: “Eres
libre de creer, con tal de que lo que crees no se oponga a lo que yo
te mando”.
5
importancia y consideración que hubiere tenido la difusión original,
por medio de la cual se causó el daño.
Cuando el daño sea causado por animales o por las ruinas de los
edificios o por las cosas que se arrojen de ellos, serán responsables
del pago de los daños y perjuicios los dueños de ellos.
7
derechos de personalidad produce el daño moral, que es
independiente del daño material. El responsable del mismo tendrá la
obligación de repararlo mediante una indemnización pecuniaria.
7.- CONCLUSIONES.
Conclusión
Los derechos de la personalidad son los derechos subjetivos, privados, y
extrapatrimoniales que posee todo ser humano. La existencia de la categoría especial de
derechos de la personalidad fue ignorada por el derecho romano, aun cuando en él existieron
acciones como por ejemplo la (actio injuriarum). El cristianismo sentó las bases ideológicas
fundamentales de la teoría de los derechos de la personalidad.
Su denominación predomina "Derechos de la personalidad", se han propuesto entre
otros los nombres de:" Derechos esenciales o fundamentales de la persona", "Derechos
Individuales", "Derechos personales o Derechos de Estado" y "Derechos personalísimos".
La principal discusión sobre el objeto de los derechos de la personalidad versa acerca de
si tales derechos pueden considerarse como derechos del sujeto sobre su propia persona. Nadie
niega que los bienes a que se refieren los derechos de la personalidad estén protegidos por el
derecho objetivo, pero se discute si esa protección consiste en haber concedido a la persona
verdaderos derechos subjetivos sobre tales bienes.
En los caracteres de los Derechos de la personalidad se destacan:
En principio, son derechos originarios innatos o sea, adquiridos al nacer.
Son derechos privados, sin perjuicios aquellos bienes a que se refieren sean objeto también de
derechos subjetivos públicos.
Son derechos absolutos para aquellos que le aseguran a la persona una facultad sobre ciertos
bienes con exclusión de toda otra persona.
Son derechos extrapatrimoniales, aquellos que lesione un derecho de la personalidad y
también lesione el patrimonio y de origen a una reparación en dinero.
Existen grandes divergencias acerca de cuáles son los derechos de la personalidad. Sin
pretender que la clasificación sea perfecta, dividiremos los derechos de la personalidad así:
I. Derechos a la individualidad
II. Derechos sobre el cuerpo.
III. Derechos relativos a la personalidad moral
V. Derecho personal o moral de autor.
Derechos de la personalidad
Derecho Leyes febrero 10th, 2011
El derecho es dinámico por naturaleza. Y es así puesto que depende del hombre . Los
romanos, creadores-descubridores de un universo jurídico que perdura aún hoy, afirmaron
que donde existe el hombre, existe el derecho y a la inversa. Y siendo realidad esta
afirmación, sólo queda destacar que la persona humana y su conducta es razón y
desideratum, objeto y sujeto del derecho.
Estos derechos, contemplados desde el ámbito del derecho civil, son motivo de las
presentes líneas. Y si bien se habla de derechos de la personalidad, cabe destacar que no es
la única denominación que reciben. En el sistema federal mexicano no se encuentran
expresamente señalados, pero están en íntima relación con el tema del daño moral.
Desde 1982 el Código Civil federal (en lo sucesivo CCF) contempla la figura del daño
moral. En términos generales podemos afirmar que el daño moral tutela civilmente ciertos
bienes jurídicos, y surge cuando se produce una afectación a ellos. Los bienes protegidos se
engloban en lo que comúnmente se conoce por la doctrina como derechos de la
personalidad. Sin embargo, el CCF es omiso al referirse a ellos, entendiéndose como
descripción limitativa tácita la expresada en el artículo 1916 al definir el daño moral.
2. Persona, personalidad
Es común afirmar que todas los seres humanos son personas, refiriéndose en este sentido al
género humano, al hombre. Sin embargo, es evidente que las concepciones al respecto han
variado. Primeramente debemos mencionar qué es el hombre o ser humano, para expresar
luego qué debe entenderse por persona.
Si acudimos a un diccionario, encontramos que el concepto hombre hace referencia a un ser
dotado de inteligencia y de un lenguaje articulado, clasificado entre los mamíferos del
orden de los primates y caracterizado por su cerebro voluminoso, su posición vertical, pies
y manos muy diferenciados . También es indicativo de la especie humana en general,
diferenciándola de los organismos subhumanos (homo sapiens). La voz hombre proviene
del latín hominem, acusativo de homo, que implica dos sentidos: hombre, ser humano,
persona, y ser humano masculino, varón. El ser humano, en una concepción sociológica, es
el hombre en su pura y general cualidad forma precisa en que se cristalizan los procesos
vitales en un organismo dotado de actitudes espirituales, cuya ausencia es lo que caracteriza
a los denominados organismos subhumanos.
A partir de tales razonamientos puede advertirse que el ser persona implica ser titular de
ciertos derechos y obligaciones, unos en forma natural y otros de manera obligada por la
convivencia humana. Así, el hombre naturalmente posee ciertos atributos necesarios para
su cabal desarrollo, y los posee por el hecho simple de ser persona, de haber nacido ser
humano.
De acuerdo con tal concepción, los DHSF se caracterizan por una doble protección según
se trate de unos u otros: civil y familiar. En el primer caso se protegería la integridad física
y la integridad moral del ser humano; en el segundo, el aspecto familiar.
Aquí, vale la pena recordar la posición asumida por el diputado URIBE SALAS quien
durante la discusión de la reforma al artículo 1916 del CCF, manifestó que “lo más
significativo es reconocer que el patrimonio de las personas tiene un importantísimo ámbito
moral, que está formado por los derechos de la personalidad, y los derechos de la
personalidad, como ya se dijo anteriormente, son variados porque pasan a ser los derechos
subjetivos, y los derechos de la personalidad comprenden el honor, la honra, los
sentimientos, la afección al cadáver, a los sentimientos de familia, etcétera”. Aludiendo
entre otros autores a Joaquín DIEZ, Mario ROTONDI y GUTIÉRREZ Y GONZÁLEZ.
De lo dicho hasta el momento puede apreciarse que la doctrina no ha sido uniforme al tratar
los derechos de la personalidad, y esto, ha repercutido en los ordenamientos y evolución
legal de aquéllos. Podemos afirmar que la doctrina moderna coincide en otorgar a la figura
de los derechos de la personalidad tres caracteres: son innatos, personalisimos y
extrapatrimoniales. Veamos cada uno de ellos.
Son innatos u originario toda vez que pertenecen al hombre por el hecho simple de ser
hombre, por razón de nacimiento, sin que para adquirirlos sea menester un modo o título
legal de adquisición. Son personalisimos puesto que se está en presencia de derechos
individuales, privados y absolutos. Individuales, porque sólo son propios de la persona
física, del individuo. Privados, porque pertenecen al individuo en cuanto tal. Absolutos,
porque son eficaces frente a todos, están dotados de eficacia erga omnes, como los derechos
reales; respecto de ellos, existe un deber universal o general de respeto. Por último, son
llamados extrapatrimoniales por considerarse fuera del comercio, esto es sumamente
importante ya que todo el tratamiento jurídico privilegiado o de especial amparo que
reciben estos derechos se justifica precisamente, por razón de la dignidad de la persona, que
no puede ser objeto de tráfico jurídico.
Esta última característica implica que los derechos de la personalidad son irrenunciables
por su titular; son inexpropiables e inembargables, ya que al carecer de valor económico
resultan inestimables e inútiles como objeto de expropiación o embargo: sólo tienen
relevancia para su titular, no para los demás; son imprescriptibles, no pueden extinguirse
por prescripción, solo acaban con la muerte de su titular.
El ser humano es depositario de ciertos derechos, bienes o atributos en tanto ser humano,
que permiten su desarrollo psico-somático de manera cabal. Aunque a lo largo del tiempo,
no ha sido uniforme tal consideración, atributos tales como el honor, la honra, la dignidad
han figurado entre los objetos de mayor aprecio del hombre.
En Roma existía la actio iniuriarum, la cual era originada por “el desprecio de la
personalidad ajena”. BONET RAMÓN considera que las investigaciones de IHERING
pusieron de manifiesto que en el derecho romano, la vera rei aestimatio, objeto de
estimación del juez, había asegurado la protección y reparación del daño causado a lo que
puede entenderse como incipientes derechos de la personalidad: el afectus, la verecundi, la
pietas, la voluptas, la amoenitas, la incommoditas, etcétera. Algunos autores expresan que
existen textos de CICERÓN en los que claramente puede advertirse una regulación sobre
aspectos tales como la vida y el cuerpo, el honor, la libertad y hasta respecto al no sufrir
injustificadamente dolor. Asimismo en la Ley de las XII Tablas encontramos sanciones a
quienes atentan contra el honor y fama: desde una sanción pecuniaria hasta la muerte.
Más tarde, serían teólogos los primeros que se ocupan de los bienes de la personalidad:
Santo TOMÁS y sus seguidores, se refieren a la vida, la integridad, el honor y la fama,
considerándolos en función del pecado, del delito y de la pena. Así, la filosofía y la política
serían los ámbitos en que se abordarían la protección y estudio de los derechos de la
personalidad.
Los primeros escritos que abordan la cuestión de los derechos que tiene el hombre sobre sí
mismo y oponibles a todos los demás, aparecen en el siglo XVII; se trata de dos obras
filosóficas: Tractatus de potestate in se ipsum de Baltasar GÓMEZ DE AMÉSCUA
publicado en 1604; de 1675 es De iure hominis in se ipsum de Samuel STRYCK. En
GÓMEZ DE AMÉSCUA se advierte un principio fundamental, de corte liberal: Todo está
permitido al hombre, respecto de sí mismo, excepto aquéllo que le está expresamente
prohibido por el derecho. Esta concepción serviría para que, el concepto e idea de persona
iniciara a escalar posiciones, pasando del plano meramente filosófico al plano
programático.
Las escuelas naturales terminarán el siglo XVIII con importantes conquistas: las
declaraciones de derechos, como un reconocimiento de los derechos que el hombre tiene
por el simple hecho de haber nacido hombre. Aun no se contempla la protección civil, pero
se ha iniciado una nueva etapa, la de los derechos fundamentales. Ahora el hombre es
poseedor de ciertos bienes, mismos que no son otorgados por el príncipe o por el estado,
únicamente le son reconocidos y respetados. Dos siglos después se advierte la insuficiencia
práctica de las sanciones penales, para una protección satisfactoria de los derechos de la
personalidad, así como el carácter más programático que eficaz de las declaraciones. Estas
circunstancias motivan la reflexión e interés de los civilistas por los derechos de la
personalidad.
En los fueros de los españoles del año 1945 no encontramos disposición expresa acerca de
los derechos de la personalidad, sin embargo, la mayoría de los doctrinarios opinan que
tales derechos están protegidos por el artículo 1902 del Código Civil que expresa: “El que
por acción u omisión cause daño a otros, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a
reparar el daño causado”. A partir de esta disposición los tribunales españoles han
elaborado una amplia jurisprudencia sobre los derechos de la personalidad.
En 1970 Francia reformó su CC estableciendo que cada uno tiene el respeto a su vida
privada. Asimismo se señaló que los jueces pueden, prescribir todas las medidas, tales
como secuestro, embargo y otras, propias para impedir o cesar un atentado a la intimidad de
la vida privada; tales medidas pueden ser ordenadas en caso de urgencia.
Por su parte, la Constitución Rusa de 1977 estableció el principio de que la ley ampara la
intimidad de los ciudadanos, el secreto de la correspondencia, de las conversaciones
telefónicas y de las comunicaciones telegráficas. El registro o incautación de la
correspondencia son diligencias sumariales, que sólo pueden efectuarse después de la
incoacción de la causa criminal y cuando son imprescindibles para revelar el delito o
localizar al delincuente; pero también en este caso se necesita la autorización del fiscal o la
decisión judicial.
Terminología y clasificación.
La persona humana, como presupuesto que es del orden jurídico, que no los derechos, que
le son necesarios para lograr sus fines, y que en consecuencia, le pertenecen por su misma
condición de persona.
Los derechos de la personalidad son el desarrollo actual dentro el derecho privado de aquel
antiguo ius in se ipsum, o sea el derecho sobre sí mismo y la obligación que tienen los
demás de respetar ese derecho. La primitiva concepción del derecho sobre la propia
persona, ha sido superada y matizada y se entiende actualmente por derechos de la
personalidad, los que corresponden a determinadas cualidades o atributos físicos o morales
de la persona humana.
El positivismo jurídico del siglo XIX, termina por barrer con los llamados derechos innatos
u originarios que nacen con la persona y competen al titular por ser persona y en cuanto lo
es, ya que esos derechos, así considerados resultan incompatibles con la tesis previa de los
sostenedores de las ideas positivistas, de
que sólo es derecho lo que dicte el legislador y en tanto que el derecho lo pone en vigor en
una sociedad determinada en un momento histórico preciso.
Los derechos de la personalidad obedecen otro enfoque distinto que las garantías
individuales, ya que se ejercitan sobre la propia persona o sobre sus cualidades o atributos,
para asegurar el goce de nuestros propios bienes internos de nuestras energías físicas y
espirituales: son los derechos que tiene la persona por su naturaleza, frente a otros hombres
sus iguales, y no frente al estado, aunque este, como factor del bien común y conservador
de la paz pública, debe reconocerlos ( no otorgarlos) y sancionar sus violaciones. El campo
de los derechos de la personalidad, queda comprendido claramente en el derecho privado,
pues son relaciones entre hombres jurídicamente iguales. En cambio, las llamadas garantías
individuales son los derechos del ciudadano frente al estado, y son por tanto, parte del
derecho público.
La protección del derecho civil presta a los derechos de la personalidad es tanto o más
eficaz que la que el derecho público presta a los derechos del ciudadano, pues en la vida
diaria, los ataques a la esfera jurídica elemental de la persona muchas veces proceden de
otros particulares antes que del estado. En esta relación típicamente privatistica es en la que
se desarrolla los derechos de la personalidad.
Casi todos los autores que tratar este tema, clasifican en forma diversa los derechos de la
personalidad pero todos terminan por estudiar los mismos.
Por su parte Federico de Castro, los estudia desde el punto de vista de los bienes que
protegen y así los denomina bienes de la personalidad y los clasifica de la siguiente manera.
1. La vida.
2. La integridad corporal.
3. La libertad.
1. El honor y la fama.
2. La intimidad personal.
3. La reproducción de la imagen.
4. La condición de autor.
III. Bienes corporales y psíquicos secundarios, entre los cuales enumera la salud física y
psíquica, los sentimientos y la estima social.
IV. El nombre.
Los derechos del hombre son derechos de ciudadanos frente al poder público y como tales
deben ser respetados por la autoridad, la cual como un organismo del estado obligada
preservar el orden público y buscar el bien común, debe respetar
los derechos del hombre en su dimensión política, o sea en sus relaciones de derecho
publico.
En el siglo XVI, como se apuntó, autores de la escuela tradicional española del derecho
natural sostienen claramente que el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo y
comienzan a estudiar desde este punto de vista las relaciones de justicia que pueden darse
entre la persona y su cuerpo. Paulatinamente va abriéndose campo la concepción de que, en
efecto, no existe ninguna contradicción en considerar que el hombre puede disponer de su
cuerpo en ocasiones o al menos puede disponer de partes de él, sin que esto sea realmente
un derecho de propiedad, de dominio o de disposición. Desde muy temprano se hace la
diferencia entre el ius in se ipsum y los demás derechos patrimoniales que se atribuían a la
persona.
La relación de justicia requiere alteridad, o sea relación con otro, y no parece haberla en el
derecho sobre sí mismo. Sin embargo, sí la hay en la relación que
existe entre la persona y su cuerpo, cuando el sujeto pretende disponer de él para beneficio
o perjuicio de otro o si puede conceder a otro derechos sobre su cuerpo.
que se le reconozcan los instrumentos jurídicos necesarios para poder preservar sus bienes
y atributos esenciales, que son el contenido propio de los derechos de la personalidad.
Un autor latino hace casi 2000 años señaló " hay una ley verdadera, recta razón conforme
con la naturaleza, presente en todos, constante, sempiterna, la cual llama al deber
mandando y desvía del engaño prohibiendo. A esta ley ni cabe abrogarla, ni es lícito
derogarla en algo, ni puede ser abrogada por completo, ni podemos desligar de esta ley por
obra del senado o del pueblo, ni hay que buscar quien explique, ni le interprete...; Todos los
pueblos, en todo tiempo, serán regidos por esta única ley eterna e inmutable; y un único
maestro común, por así decirlo, y soberano de todos será Dios; de esta ley.
De esta ley eterna, natural inmutable, derivan los derechos de la personalidad. No nos
parece legítimo, en relación con estos, renunciar a calificarlos como auténticos y
verdaderos derechos naturales, ya que si el hombre en cuenta con una naturaleza, peculiar
pero propia, los derechos naturales del hombre serán los que se fundan en esa naturaleza y
las en ella, o sea que los consagran y defienden las inclinaciones fundamentales de la
misma.
Atributo de la personalidad
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[editar] Características
Son intransferibles
Son incomerciables
Son irrenunciables
Son inembargables
Son imprescriptibles
Nombre: En las personas físicas corresponde al conjunto de letras y palabras que sirven
para identificar e individualizar a una persona. En las personas morales corresponde a la
Razón Social o a la Denominación.
Capacidad: Entendiéndose estas en las personas físicas como la aptitud legal para ser
sujeto de derechos, deberes y asumir obligaciones. En las personas morales la capacidad
para ser sujetos de derechos y obligaciones está sujeta al alcance de su objeto social y
necesariamente se ejercita por medio de la representación a través de una persona física,
sea judicial y extrajudicialmente.
Domicilio: En las personas físicas se refiere al lugar de permanencia del individuo, En las
personas morales al lugar físico donde tiene su domicilio fiscal.
Nacionalidad: Es el vínculo jurídico que tiene una persona con uno o varios Estados
determinados.
Patrimonio: En las personas físicas son el conjunto de derechos y obligaciones que son
susceptibles de valorarse económicamente. En las morales adicionalmente son los medios
que les permiten realizar sus fines. El patrimonio puede ser pecuniario o moral
Estado civil: Atributo exclusivo de las personas físicas consiste en la situación particular de
las personas respecto de su familia, la sociedad y el Estado.