You are on page 1of 3

Caracterización general de los bosques mexicanos.

LA GESTION COLECTIVA DE LOS RECURSOS FORESTALES1.

Leticia Merino Pérez


Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM por:
Los bosques de México tienen enorme valor ambiental, social y económico. México contaba en 1994 se
reportaba que existían en el país 55.3 millones de bosques 2, fundamentalmente bosques templados ubicados
en las sierras que atraviesan el país de norte a sur, y selvas tropicales húmedas y secas, ubicadas en los
estados del sur y de la península de Yucatán. Entre las características mas sobresalientes de los ecosistemas
forestales3 del país se encuentran su diversidad y productividad biológicas: en ellos está contenida el 10% de
la biodiversidad del mundo, incluyendo un alto número de especies endémicas. Los bosques templados de
México, son dentro de su tipo los mayor riqueza biológica en el mundo, en ellos habitan 55 especies de pinos
(endémicas en un 85%) y 185 de encinos (con un 70% de endemismo). Estos bosques ofrecen condiciones de
habitat temporal o permanente de numerosas especies animales, entre las que se encuentran importantes
grupos de aves e insectos migratorios. Como en el caso de los bosques de otras latitudes, las areas forestales
del país cumplen funciones básicas de regulación ambiental que hacen viable la presencia y actividades tanto
de las sociedades rurales como de las urbanas. Los bosques del país tienen un fuerte potencial productivo, se
estima que los bosques de los estados del Norte tienen un potencial de 5 m3/ha. anuales, mientras que los
bosques templados del centro del país podrían llegar a tener una productividad de hasta 15 m3/ha4. Sin
embargo como resultado de las prácticas de mal manejo a que por décadas han estado sujetas las regiones
forestales mexicanas, la productividad actual promedio de los bosques templados del país está entre 1.3 m3/ha
5
. La mayoría de los bosques del país continúan sujetos a tipos de aprovechamientos silvícola y
ambientalmente inadecuados.

Como en los casos de otros países del llamado Tercer Mundo, los bosques mexicanos son bosques habitados.
En base a los datos de INEGI estimamos que la población de las comunidades forestales es de 11 a 15
millones de habitantes6. Existen en el país 8,420 comunidades forestales, en el 28% de las cuales se habla
alguna lengua indígena. Las regiones forestales se encuentran entre las de mayor marginalidad y pobreza en
el país, mas del 50% de su población vive en condiciones de extrema pobreza. Para los habitantes de estas

1
Publicado en la Revista Mexicana de Comercio Exterior en Diciembre de 1999.
2
SARH, 1994; Inventario Forestal Periódico.
3
En México el término “superficie forestal” se utiliza para designar las áreas cubiertas con vegetación
perenne, como son además de los bosques y selvas la vegetación de las zonas áridas, los manglares y la
vegetación hidrófila y haliófila. La mayor diversidad biológica del país además de los bosques húmedos
(templados y tropicales) se ubica en los desiertos y en los bosques mesófilos de montaña. De este modo las
áreas forestales del país cubren el 72% de su territorio, esto es 137 millones de has.
4
Actualmente los bosques de los Estados Unidos (gran parte de los cuáles se encuentran sujetas a manejo
forestal que incrementa su productividad) tienen una productividad promedia de 4.55 m3/ha. y los de Canadá
de 2.99 m3/ha.
5
El ritmo de crecimiento de las especies arboreas de los bosques tropicales es mucho mas lento.
6
Este rango de variabilidad se debe a la migración temporal,
regiones los recursos naturales representan un capital productivo fundamental del que dependen directamente
para sobrevivir: la agricultura de subsistencia es en estas regiones una actividad económica fundamental, y la
migración (temporal o permanentemente) es una actividad cada vez mas socorrida dentro de las estrategias de
subsistencia de las familias. A pesar de que sólo en 5% de las comunidades forestales la forestería representa
la actividad económica central, los bosques representan en todas ellas un recurso fundamental: son fuente de
una variedad de bienes que se destinan directamente al consumo familiar (alimentos, medicina, leña,
materiales de construcción, etc.), o que se comercializan generando ingresos. Es gracias a la presencia de los
bosques que estas poblaciones atienden muchas de sus “necesidades de subsistencia que no son –ni mucho
menos- internalizadas adecuadamente por la economía nacional” (World Bank, 1995) En términos socio-
demográficos, otra carácterística relevante de las regiones forestales es la fuerte expulsión de la fuerza de
trabajo, debido a la cuál, pesar de las altas tasas de natalidad , su crecimiento poblacional medio es de 2.4%.
La escolaridad promedio es de 3.3 años, mientras el promedio nacional es de 7 años, se estima también que el
37% de la población (mayor de 15 años) es analfabeta7.

El nivel y tipo de aprovechamientos de los recursos es también un indicador de la crisis del sector forestal en
México. A pesar de que en la actualidad el incremento anual 8 de sus bosques es de 38.7 millones de m3, en
1996 solamente 7 millones de m3 se aprovecharon contando con permisos oficiales, esto es bajo algún
sistema de manejo forestal9. Sin embargo el volumen de madera que se aprovecha anualmente es mucho
mayor, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente10 estima los aprovechamientos clandestinos de
madera equivalen al 50% de la producción maderable registrada (Profepa, 1998); en cuanto a la madera que
se consume como leña equivale, según Omar Masera a 37 millones de m3 (Masera, O., 1996). En este patrón
de aprovechamiento se conjugan varios factores: el deterioro de los recursos, la falta de infraestructura
(fundamentalmente caminos), la obsolecencia de la industria forestal, que se traducen en la falta de
competitividad de buena parte de la producción mexicana en los mercados internacionales y –desde la
apertura comercial en 1986- incluso en el mercado nacional11

En el contexto internacional una condición particular de los bosques mexicanos es su tipo de tenencia. Como

7
Datos estimados en base a la información del XI Censo General de Población y Vivienda.
8
Que puede considerarse en términos generales como la tasa de cosecha sustentable.
9
La distinción entre bosques aprovechados bajo sistemas de manejo silvícola y los que no lo están es de
importancia central para el tema del uso sustentable de los recursos ya que, la producción forestal bajo
sistemas silvícolas adecuados permite mantener las existencias forestales y aún incrementarlas, en la medida
en que se favorece la regeneración de las especies aprovechadas y se cuidan los impactos ambientales de la
extracción.
10
Esta estimación resulta sumamente moderada, se ha estimado en base a los ilícitos detectados por Profepa,
siendo que actualmente un problema central de la vigilancia forestal en el país es la redusida capacida de
operación de esta institución, que en 1998 contaba solamente con 150 inspectores para el conjunto de las
regiones forestales.
11
A estos factores se añade el hecho de que los productores mexicanos deben enfrentar sin crédito ni apoyos,
la competencia de la producción norteaméricana que goza de subsidios indirectos en algunos rubros
importantes como la construcción de caminos y el acceso rentas forestales artificialmente bajas.
resultado de la ocupación histórica de las regiones forestales por parte de muchos de los grupos indígenas del
país, y de la acción de la Reforma Agraria, la gran mayoría de las áreas forestales de México (80%) están en
manos de ejidos y comunidades indígenas. Los bosques de propiedad nacional representan el 5% y los de
propiedad privada el 15%. En este contexto México es el país en el mundo con una mayor proporción de
bosques bajo manejo comunitario, para algunos este hecho es considerado como un factor que incide
directamente en su destrucción (Cespedes, 1998; CEMDA/Environmental Law Institute, 1998; SEMARNAP,
1996). Estos argumentos aducen la incapacidad de los campesinos para organizarse y regular el manejo de
los bosques colectivos, que caen inevitablemente en condiciones de “acceso abierto”, o “tierra de nadie”;
también se supone que los campesinos de manera intrínseca prefieren el uso agrícola de la tierra a su uso
forestal. Nos parece que estos juicios hacen del lado el análisis de algunos de los factores que mencionamos
con anterioridad (las condiciones de mercado, las políticas públicas –de desarrollo agropecuario, de crédito y
ecológica-), así como la historia de aprovechamiento de los recursos. Tampoco toman en cuenta el análisis de
las condiciones de las comunidades, cuyas posibilidades de acción juzgan mas bien en base perspectivas
generalizantes.

You might also like