pandeo de paraboloides hiperbdlicos con cargas uniformes en cualquier direccién Felix Escrig, Dr. Arquitecto Gonzalo Martin, Arquitecto 4a1-2 sinopsis, Este acu tata dele obtencién dela ‘args erties Jo {aide Wperboice “on eargas: unforms ‘on cunlglor sreceidn aigulendo un ert ‘rio aforente. a ee ‘ants emploado hesta shore Para ello, en vez de parti do un sistema ‘Eimientos, se utilze un coneepto dla {al del minima de la onorgia potenctal ‘otal, Aaimiamo te rolacionan desplers Imientos. ¥ no estuoreos. 9 través dela {uel Eandnies del paraboloid, La rsolucién del sistema de ecuaciones Feaultonte modiarte programe do order Itador permite sealer sue los valores do fssnor quoton dol lado desfavorable, 1 posar dno haberae emplendo an esto el crtero de fechas: con sigue Ss hubiasen obtenido valores de i eorga rtlee de pend todavia mas pequenon El perleccionamiento. det método Iie eet hte arpa Scamp bleedin. Figura 1 El paraboloide hiperbélico puede considerarse engendrado por Ia traslacién de una pardbola pa- ralelamente a s{ misma sobre otra de concavidad opuesta contenida en un plano perpendicular a aquélla. Por ser perpendiculares y de curvatura contraria, estas pardbolas serdn coordenadas curvilineas, que ademés coincidirén con las direcciones principales si son las de maxima y minima curvatura. Le ecuacién de la superficie se deduce al considerar que un punto cualquiera debe estar contenido en las dos familias de parébolas. Entonces kxtt ky? ty Donde aplicando les relaciones de la figura 1 obtendremos: e A Sek; a ote 2) De un modo més general hubiéramos llegado a la misma ecuacién sustituyendo estos valores en la ecuacién general de una cuédrica: ay xt any? age? + Qayny + 2ex2 + 2azyz+ 2ax+ Zany eset au=O [3] Infos de a Consrceln, 0° 326,A la forma [1] se la conoce como expresidn canénica del paraboloide hiperbdlico. Los paraboloides hiperbélicos tienen una propieded muy ca- racteristica por le que pueden tratarse como superficies re- gladas, y es que en su super- ficie existen dos familias de lineas, generatrices y directri- ces, que son rectas. Para en- contrarlas basta hacer un cam- bio de ejes mediante giro. Fi- gura 2 Xcosa — YsenB Xsena+ Yen [4] z=Z Sustituyendo en [1] y operando, obtendremos la expresién: - ( 2c #) sen? aXY [5 Los estudios de la estabilidad realizados hasta el momento en paraboloides hiperbélicos parten de la expresién anterior y abaroan aspectos muy parciales, como son bordes rectos (figura 2) y car- ‘gas exclusiva mente verticales. Para este caso y con bordes empotrados, Reissner (7) obtuvo una carga critica: p< __# ah ri Vana Vee que ha sido extensamente explotada en toda la literatura sobre el tema y que tan sélo se ha enri- quecido con casos de ortotropia. El procedimiento que utilizé fue partir de un sistema general, funcién de tensiones y desplaza- mientos. WEES (LP diy + (PP, BV) H (Part Pa) + HED (22,54 Wray Woy = Zeae Wey Zeyy Wor Wire Wry) m1 En ge Pat Case + Wd) Fay (Bayt Wap Fre — Fae Pet ee Wana) Fay (Zeyy A Woy) Fe = 2 (iy + Won) Fon (act Wed LP x) oe = (tay wapPy dy) en donde: Nes Fay 18) Intormes de 4 Constuctién, m9 38que incluye términos de segundo orden y que particularizado para el caso de paraboloide hiperbélico 0 9] VSF=Eh (2 WE Woe wn) ayby Eh? 2c FETA Pe Soe Poet No Foyt Way Fa 2g Fy [19 Con las condiciones de contorno: =0 ; w.=0 para x=0 Ne Fy=O : N= Fy. = 0 parax= (1) 0 ; wy=0 — paray=0 =0 ; se resolvié sustituyendo w y F por series trigonométricas: mux nny. a by mx m cos w=Zw,sen (1 F=ZF,,cos en el que nos quedamos con un solo término. En todo lo anterior, los subindices x e y, precedidos de una coma, indican derivada parcial respecto @ x 0 y tantas veces como se repitan del valor al que subindican. Este procedimiento llevaba implicito el cdlculo de los autovalores del sistema. En este trabajo partiremos de un concepto distinto. Al plantear el mfnimo de la energfa potencial total V y utilizar la ecuacidn canénica del paraboloide hiperbélico, relacionando desplazamientos y no esfuerzo: V= Unt U,+2 113) donde U,, es la energie debida a las deformaciones en el plano de la lémine: Eh Tae eee Uni atl] (vere vt Wei) 28 dey (14) U, es la energfa debida a flexiones: Eh? 242 mig, u aaa] (wr er enneen ro 115) 2. es el potencial debido a los desplazamientos de las fuerzas exteriores. N=—fiPut Pw P.w) AB dx dy (16) De todo ello:VET (0 Wg Way Wrox Wy Woy U Ung Uy V Vox Voy Y) OX dy (171 Las ecuaciones de equilibrio se obtendrén de minimizar esta funcién: wv wv av i feo [18] Partimos de las deformaciones en el plano medio «e» y cambios de curvatura de la superficie media producidos por la flexién «k», con términos de segundo orden: — wae {19} k, Bt (20) Woy ae en donde se han hecho las siguientes simplificaciones: a) h/r<<1, siendo F el menor de los radios principales de curvatura b) Las deformaciones son pequefias. ©) El estado de deformaciones es aproximadamente plano, lo que significa que las tensiones cortantes transversales y los esfuerzos normales a la superficie media pueden despreciarse en el conjunto de la energia de deforma 4) Se desprecian los términos de orden superior al cuadrético. Ay B son los cosficientes de Lamé Ast \KiFVi+22 (21) Bat \Ki+VE+Z3 que corresponde una expresién de la superficie en forma paramétrica: X=X(xy) : Y=Yey 2 Z=Ziey) (22) Para el caso de un paraboloide en forma canénica (1) a= TF GRR? [23] a=- TF ky Las ecuaciones de equilibrio no lineales son: +u (e+ we) zaBe! ) 4 [24] wi ctu (a+ ae). Ja (25) Informa oo ts Conerucson,m.° 38(26) La dificultad para resolver este sistema estriba en dos razones fundamentales: 1.2 Existencia de derivadas parciales. 22 Existencia de términos cuadrdticos. La primera dificulted se obvia con el procedimiento de diferencias finitas, que sustituye derivadas parciales por un sistema mas complejo de ecuaciones, ligando desplazamientos en puntos con- cretos de una malla rectangular de nudos que se superpone a la superficie en estudio. La segunda, mediante el empleo de algin método iterativo como ol quo expresamos a continuacién. Puesto que lo que buscamos es la carga de pandeo, es decir, la carga para la cual la estructura se hace inestable, 2 dicha carga podremos llegar por escalones sucesivos, incrementos por pasos, hasta totalizarla. Para el primer escaldn resolveremos el sistema de ecuaciones anterior despreciando los términos cuadréticos. Para el segundo paso, con la suma de cargas que corresponde @ los escalones, primero, y segundo, resolveremos de nuevo el sistema lineal pero no despreciando los términos cuadrdticos, sino sus- tituyéndolos por un valor que resulta de introducir en ellos los desplazamientos del paso primero. Con esto obtendremos un sistema de ecuaciones lineales en que los términos no lineales se sus- tituyen por un residuo, Precisamente en esta sustitucién de unos valores por los del escaldn anterior radica el error que cometemos, y éste serd menor cuanto mas pequefios sean los escalones de carga. En el tercer paso se utilizardn las cargas que corresponden al tercer escalén més las anteriores, ¥ los términos no lineales resultarén de sustituir en ellos los desplazamientos del paso segundo. Asf sucesivamente seguiremos hasta que la diferencia de desplazamientos entre dos ciclos suce- sivos sea relativamente grande, en cuyo caso consideraremos que Ia estructura dejé de ser estable. Si en vez de buscar la carga de pandeo queremos determinar por este procedimiento los desplaze-~ mientos teniendo en cuenta términos no lineales, podria seguirse el mismo proceso con esta carga aplicéndola integra en el primer paso con un incremento nulo en los sucesivos. De este modo nos acercamos a la solucidn exacta tanto como queramos aumentando el nimero de pasos. Las ecuaciones de equilibrio quedan entonces: (27) Infones de a Constccion,o.° 828(28) = (22422) wee ate VE (3 +e ) wid (+4) ( te [29] = (44 Beet 2 ATHaPe | (1H PE (4+ sz) wiv ha EHO En donde el superindice ° indica que estos términos no son v den a los obtenidos en el paso anterior. jables, sino valores que corespon- Estas mismas ecuaciones puestas en diferencias finitas con los operadores que en esta teorfa se aplican, resultan: a — a4 ay4 a, [= 2a-2a,°) a, + . + a ay4 ~ay/4 u v [30] ~oy4 a a4 + a4 | —2ay—2ae” | a + a =0 a/4 a 4 |, be —by/4 by4 b, | -2b,-2b,* | by + 2 + be by/4 =by4 v u (31) —by/4 bs by/4 + by |= 2bs—2be* | ba + b=0 by/4 =by/4 w Intormes dels Conatvecin,n.* 228En donde con un asterisco se marca el punto central, y con un subindice, el tipo de desplazamiento oy + & ce —4c3~ 202 2c2 cy | —40;—20, | 6o)+6cy+4e,"| —40,— 2c, ce = 4cq> 2c ce es —cy4 cot co/2 cs ca cx2 | —2eq—2eq* | cat oy/2 + ot ee co/2 To/4 . w a que se aplica el operador. Los coeficientes a, b y ¢ tienen el siguiente significado: a\= 1/A%e2 as= b= 1/87 ag=(1—1)/2B42 ba= (1 —p)/2A%? ag= (1 + u)/2ABkI 1 + u)/2ABkI = 1/2kAt * 172k 1/218 on b= . = 1/2182 we (1+ py/4iaB = (1+ w)/alaB? bs= | —(1+p)/4kaB ‘| (14 1)/4ka28 we w' — (1 — By/4kaB “| (1 p)/4kAB? we (1 = py/41A28 be= = = (1+u)/4028 we a= (1—H9) P,/Eh by= (1-H P, /EH [33] y= BhY/12A%* C2= 2/1 2ABkAZ y= Ah4/1 2893 la Consiucton, m2 338 (32) 1— W208 1/2kA? +] = 172ka? + . ra B/2WA78 ea = (1 My/2kaB co ; + (1—n)/2kaB | +] = 11 -wyaeas? Lo” = we (1 = y/2kaB | we =1/218° | oe= ¥ + w/2kaB? * | =w2akas? ee we 1/218? | y= (1p) PYEHA p= (1— U9) PYERB = (1 =H) PJEh [34] ky | son el ancho de mala en las direcciones x @ y, respectivamente. El sistema de ecuaciones, ahora lineales, que resulta de aplicar las diferencias finitas, no esté com- pleto y necesita para su resolucién de cuatro ecuaciones adicionales por cada punto del contorno, dos de ellas, relacionando desplazamientos u, v, y dos, relacionando desplazamientos w. Estas ecuaciones (prescindimos de su deduccién por ser ésta elemental) son: a) Para borde empotrado: ; we0 ; w,=0 6 w= [38] b) Para borde articulado: u=O ; v=O ; w=0 Po + usen? fa + pcosta — (1-y) sena cosa costa + ween?) santa + poosa (1-H) sena cosa yy _ ne —. ee AB donde a tiene el significado de a figura 2. Estas condiciones, puestas en diferencias finitas, completarén las que ya pose/amos. Para resolver este sistema de acuaciones, en el que las incdgnitas son los desplazamientos u, v, W fen cada punto de la malla generada por las diferencias finitas, elaboramos un programa en base al cual iniciaremos la explotacién cuyos resultados se incluyen en el presente trabajo, Invomes dela Conerucelén, n° 26Se utilizé un ordenador H.P. 9640 A Multiprograming System del Centro de Célculo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, en donde el programa se encuentra utilizable para los posibles interesados. No vamos a describir este programa cuyas posibilidades, a partir de la teorfa anterior, son: a) Calculo de esfuerzos con teorfas de segundo orden. b) Anélisis de la estabilidad. Y todo ello, para paraboloides hiperbélicos con bordes de forma arbitraria empotrados o articulados. Las simplificaciones que hemos introducido para resolver un sistema de ecuaciones diferenciales con términos cuadraticos llevan implicito un error que deberemos acotar para saber el orden de fia- bilidad con el que nos movemos, Lo que hacemos para ello es comparar los resultados que obtenemos de le aplicacién de nuestro programa con los conocidos y exactos de la teoria de placas, ya que una placa es el caso |[mite de tun paraboloide en que k;=k,=0, A=B=1 Sin entrar en el desarrollo de esta comparacién, para los valores manejados comprobamos que utilizando malias en diferencias finitas de 8 X 8 y 12 X 12 y extrapolando para sus respectivos re- sultados y ciclos de carga de un orden del décimo de la carga de pandeo, el error es inferior al 2 por 100. Admitimos como hipétesis que en el paraboloide hiperbélico el error es del mismo orden. Vamos a analizar ahora algunos casos particulares, cada uno de ellos con cargas uniformemente repartidas en distintas direcciones en el espacio, es decir, relaciones variables de las componen tes P, Py P, El proceso seguido es el de calcular la carga de pandeo para determinadas direcciones de las fuer- zas y sobre un gréfico tridimensional ajustar una superficie que complete Ia totalidad de les direc- cones. Con los puntos a, b,c, d, ¢, f se sefialan en las figuras 3, 5, 7, 9 los valores calculados con el programe. La superficie se ajusta de una manere aproximada, Igualmente se incluye la traduccién de esta superficie a curvas de nivel. Figuras 4, 6, 8 y 10. ton ‘cana carmica = PANDEO Figura 3. Irlomes dela Conetucién, 1.9 36 8‘CARGA cRITICA DE PANDEO [BEUN PARABOLOIDE EN SILLA ‘Gon BonDes EMPOTRADOS. | oa Supertce: 90 + 90m. Bisbee oon | ‘abeo KE O04 | Expeer act m Soon ur Figura 4, De todos estos resultados, si bien no podemos obtener una formulacién compacta, sf sacaremos unas conelusiones generales de utilidad para el céiculo y dimensionamiento de paraboloides hi- perbslicos. a) En primer lugar, comparando con la carga de Reissner P, la carga critica P,, realmente obte- nida es: — En paraboloide en silla con bordes articulados P= 0,26P,, — En paraboloide en silla con bordes empotrados . P= 0,92P,. PL=O41P,. P= 0,72P,. — En paraboloide con bordes rectos y empotrados. — En paraboloide con bordes rectos y empotrados. . b) Las cargas P,y P, tienen gran importancie para acelerar o retrasar la carga de pandeo. Si actuan en los sentidos que indica la figura 11, que corresponde en planta a la figura 1, pueden llegar 2 provocar el pandeo por s{ mismas del mismo mado que una pieza comprimida axilmente. En sentido contrario, figura 12, no pueden producir el pandeo y disminuyen ¢ incluso anulan los ‘canoa crrmica DE PANOEO ‘BEUN PARABOLOIDE EN SILLA ‘CON BoADES ARTICULADOS ‘Supe: 0 20 ‘Alabeo K:: 008. ‘lobo Ka 088 Espesoe 1m. 3.0 00 Um Infaas de la Consul, n° 326,efectos de P, De alguna manera podemos decir que el paraboloide esté totalmente en trac- cidn, En otras direcciones, figures 13, 14, el fenémeno dependeré de la magnitud relativa de P,y Py pues mientras una de ellas comprime, la otra tracciona, ©) El tipo de contomo influye notablemente en la resistencia al pandeo con fuerzas P,y Py En general, por la antimetria de forma respecto de un plano tangente al vértice de la estructura, pandes con cargas antimétrices, excepto para paraboloides en silla con bordes empotrados. 4) En general, los valores de pandeo de P, y P, son mayores que los de P, lo cual puede servir como criterio de predimensionamiento al ser el valor P,., fécil de obtener. e) De una forma simplifica fectos de predimensionado, los valores P, P, P, que com- puestos hacen la estructura inestable, pueden situarse sobre una superficie plana que une los vértices (P,= 0, P,= 0), (P,= 0, P,= 0}, (P,= 0, P.= 0), f) El haber utilizado sistemas de ecuaciones no linesles, resueltos por métodos iterativos, nos aporta un mejor conocimiento del funcionamiento de la estructura que de haberlo hecho por un procedimiento de autovalores, como es habitual. En primer lugar obtenemos valores més bajos de las cargas crfticas. En segundo lugar nos permite fijar aquéllos en funcién de unas fechas méximas admisibles. Los valores de Reissner quedan todos de! lado desfavorable y aun los nuestros no se han limitado con el criterio de flechas con el que hubiéramos obtenidos valores de pandeo todavia més bsjos. CARGA cRTICA DE RANDED St UnpanasavoIor ew sia oN BORDES ARTICULADOS Sapetce 90 30? CcARGA orca De PaNDEO Siento i Se uN arasoLoioe se ‘isbes a0 rt oN Bones +H. Speer ot Hye. fecTos YemPoTRADOS reel Super: 20 30. ‘ido: 008 ~ ‘Asboo Kz: 86. Expenor 001 m ES 000 vit Figure Pu 8 carancamen sermons SRT tone cenancamea newoto ae BEUNPARABOLOIDE p, ., roe ra Berbtanaee creep aio saa cote tm! eae mate female as fae. lntomes do's Consiueson, n° 528‘cance crmmica De PaNDEO DE UN PARABOLOIDE CON BORDES ecros y'AnricuLAoos, ‘Supertoa: 20 x 0 ‘Alaboo R204 Espesor 0m 3000000 dt. Figura 10. Estas conclusiones responden de una manera elemental al andlisis de los casos particulares desarrollados, pero las posibilidades del programa son mucho més extensas. Nosotros vamos @ seguir este estudio amplidndolo a los siguientes casos: 1. Cargas puntuales y concentradas. Cargas no uniformes. Introduciendo una nueva subrutina calcularemos los esfuerzos y las limitaciones de carga por agotamiento del material. Estos tres temas no requieren ningtin cambio conceptual y son una consecuencia Idgica del proceso de nuestro trabajo. Su utilidad puede todavia ampliarse del siguiente modo: 4. Si en vez de utilizar un médulo de elastacidad E constante sustituimos éste por una curva de valores reales relacionando tensién-deformacién, podremos obtener el comportamiento no lineal de los paraboloides incluyendo la no linealidad eldstica del material, >Y , Figura 11 Figura 12. Infos dos Conetveton, m9 28i | Vv Y x, Powe 13. x Figura 14, Iguaimente, si en vez de utilizar unos coeficientes de Lamé A y B constantes en todos los ciclos y ligados a la geometria inicial de la estructura los elaboramios en cada ciclo con los desplazamientos existentes, podremos refinar el estudio incluyendo las grandes deformaciones. BIBLIOGRAFIA 1. BANAVALKAR, P. V., y GERGELY, P.: «Analysis of Thin Steel Hyperbolic Parabolold Shells». ASCE Str. Div, Vol. 98, noviembre 1972. 2 BANERIEE, A. wanes of Onhovopic Hypebate Paraoctd Sal, Dissertation Abstact. V. 34 4 (6). Ph.D. These, Comal Uni (1873). 3. BEG, M. 1: «Finite Difference Approach to Hyperbolic Paraboloide», ASCE Str. Dic. Febrero 1972. 4, DAVARATMAN, P.: «Buckling and Bending Analysis of Hyperbolic Paraboloid Shelley. Dissertation Abstracts, Ph.D, ‘Thesis UnWv, of Colorado (1862). 5. LEONE, 0: sBuckling of Hyporbolic Paraboloid Shells. Ph.D. Thesis. Rensselaer Polytechnic Insitute 1972} 8 NOVOZHILOV, V. 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Archies Gonzalo Mortin, architects “hese cscs how 1 ein te eri. ieee Arial hand a Beech ct srice ore su fbtenion da charge Gl bucking lod ns hyperbole paolo’, Gar tkachen Laut uf Grd de Bln Steen x Fomor Gowen panccns vee nas dion: longs Spach Pry at Fetus avon dee chagesunicrnas entre conor we Rosen that hor com. et Bdbtung fan Refeagey. ws {Ste dro svat ete ior, ‘monly been sed ue unt na seen cheno’ Rian Sg Se Say toaget aa geanne Reed Tata” Pout ee, au fay de prt Sun tine gt trot conapt in wnes ha St murmurs Anata yon sham _gennen Sytem, Encl de Sao acc. the oe er Uae de. Sern” un ine ue. 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