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La forma más común de adquirir la infección es el consumo de de diarrea y no existió ningún antecedente traumático. Es probable que
marisco crudo o poco cocinado, o de alimentos que se han lavado con se produjera un cuadro de bacteriemia secundario a la infección gas-
agua de mar contaminada. En menor medida puede transmitirse como trointestinal que se complicara con la afectación de piel y partes blandas.
consecuencia de traumatismos en contacto con agua salada contamina- Desgraciadamente no se pudo demostrar la existencia de V. parahae-
da. No existe el estado de portador y no se ha documentado la transmi- molyticus en heces.
sión interpersonal. En nuestro caso, la paciente debutó con un cuadro
3. ¿Cuáles son los mecanismos patogénicos más importantes en la infección por V. parahaemolyticus?
Los mecanismos patogénicos de la infección por V. parahae- vados del factor alfa de necrosis tumoral (TNF-α), de forma similar a lo
molyticus no se conocen bien. En enfermos con gastroenteritis, la infec- descrito en la shigelosis. Se desconocen los factores de virulencia impli-
ción guarda relación con la producción de hemolisina directa termoesta- cados en la aparición de fascitis necrosante. Los procesos necrosantes
ble (TDH), hemolisina relacionada con la hemolisina TDH (THR) o producidos por otras especies como V. vulnificus se asocian a la pro-
ambas. Se ha comprobado que las cepas productoras de ureasa (que ducción de exoenzimas como mucinasa, lipasa, hialuronidasa, condroi-
representan menos del 15%), poseen el gen thr ligado a la producción tinasa, ribonucleasa, sulfatasa y hemolisinas. Estas toxinas producen
de hemolisina THR, por lo que se ha sugerido que esta característica fiebre, necrosis y trombosis vascular. Las lesiones se agravan en enfer-
bioquímica puede ser un marcador de virulencia de esta especie. En mos con patologías de base como cirrosis hepática, insuficiencia renal
este sentido, nuestra cepa resultó urea positiva aunque no se pudo com- crónica y diabetes mellitus. Estas dos últimas patologías estuvieron pre-
probar la existencia de ese gen. También se han detectado niveles ele- sentes en nuestra enferma.
La gangrena infecciosa es una celulitis que progresa con rapi- flemón perineal y balanitis gangrenosa; 5) celulitis gangrenosa en el
dez, con necrosis extensa de los tejidos subcutáneos y la piel. Se pue- inmunodeprimido; 6) necrosis cutánea como complicación de una celu-
den producir diferentes cuadros clínicos, entre los que figuran: 1) fasci- litis convencional.
tis necrosante (tipo I, con frecuencia causada por enterobacterias y
anaerobios, y tipo II o gangrena estreptocócica por S. pyogenes); 2) Las fascitis necrosantes por el género Vibrio son infrecuentes,
gangrena gaseosa (mionecrosis clostrídica) y celulitis anaerobia; 3) gan- siendo V. vulnificus la especie más frecuentemente implicada. V. para-
grena sinérgica bacteriana progresiva; 4) celulitis necrosante sinérgica, haemolyticus es una causa excepcional de fascitis necrosante.
No existe experiencia en el tratamiento de la fascitis necro- cies de Vibrio son sensibles a tetraciclinas, aminoglucósidos, cloranfeni-
sante producida por V. parahaemolyticus, pero sí en las causadas por col, fluoroquinolonas y cefalosporinas de tercera generación. V. para-
otras especies como V. vulnificus. En estas últimas, la eficacia del trata- haemolyticus es resistente a ampicilina y cefalosporinas de primera
miento depende de la rapidez con la que se instaure. La medida más generación. En fascitis necrosantes por V. vulnificus, el tratamiento com-
importante es el desbridamiento quirúrgico urgente. Debe realizarse de binado de cefotaxima con minociclina ha demostrado ser más eficaz que
forma agresiva, repetirse tantas veces como sea necesario y constituye el tratamiento en monoterapia. También han demostrado ser eficaces las
la medida más eficaz para reducir la carga bacteriana. El tratamiento fluoroquinolonas, pero la experiencia es menor y su indicación resulta
quirúrgico debe acompañarse siempre de tratamiento antibiótico, que más incierta. El tratamiento antibiótico, como única medida terapéutica
debe iniciarse tan pronto como sea posible. La mayor parte de las espe- de la fascitis necrosante, suele ser ineficaz debido al elevadísimo inócu-
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Casos de Microbiología Clínica - Caso nº 443 Marzo 2009 pag 3
lo de microorganismos presentes en los tejidos. La mortalidad de estos enfermos en los que no se realiza tratamiento quirúrgico, la mortalidad
procesos es muy elevada, oscilando entre el 9-50% en aquellos casos supera el 50%. En nuestro caso, la evolución fulminante del proceso
en los que el tratamiento quirúrgico se realiza de forma precoz. En los impidió realizar el desbridamiento quirúrgico.
Bibliografía
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