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La Voz Católica de Nicaragua, Edición 161 , Año IX , 1-28 de febrero.

2011 Email: vozcatolicanica@gmail.com

Dr. Juan Herrera Salazar Coordinador del Grupo de Estudio de Bioética “En
Defensa de la Vida “.

Miembro de la Asociación de Médicos Católicos Humanae Vitae, Managua,


Nicaragua. Tel 2278 1169, 2270-3359, 8882 5513.

Director de la Clínica de Asma y Alergia, Managua Nicaragua.


Tel 2278 1169, 2270-3359, 8882 5513. Email: jhsdoctor@hotmail.com

Editorial mes de febrero.


El Areópago (en griego antiguo Ἄρειος πάγος Areios pagos) o ‘colina de Ares’, era un
monte situado al oeste de la Acrópolis de Atenas.
En esa colina, San Pablo expuso su mensaje ante filósofos y líderes políticos de Atenas.
(Hch.17:19-34):
“Entonces lo llevaron con ellos al Areópago y le dijeron: ¿Podríamos saber en qué consiste
la nueva doctrina que tú enseñas? Las cosas que nos predicas nos parecen extrañas y
quisiéramos saber qué significan”.
La Voz Católica hoy se puede considerar Areópago, un espacio para que el cristianismo
y la cultura se reencuentren, la modernidad se humanice y la fe católica florezca.   Estamos
aquí para divulgar la Verdad.
Hoy hablaremos, de la Verdad de la Familia y del Matrimonio.
En primer lugar Jesús, vivió y nació en una familia concreta , con características propias,
concedió al instituto matrimonial una dignidad excelsa, constituyéndolo como sacramento
de la nueva alianza ( Mt, 19, 3-9). Jesús nos muestró el camino, la pareja encuentra su
propia dignidad y la familia su solidez propia.
En Nicaragua, la Ley No. 38 ( Ley de Divorcio por Voluntad de Una de las Partes).
decretada en abril de 1988 :
1. ¿ Da estabilidad al instituto matrimonial?
2. ¿ Pueden los esposos encontrar su propia dignidad ?
3. ¿ Puede la familia encontrar su solidez propia, con esa ley ?
La respuesta a esas interrogantes es ¡ no!, ya que esta concede el derecho de divorciarse
por voluntad de una de las partes, porque no hay causal de divorcio para su disolución,
quedando con esta ley indefenso el nucleo familiar .
Desde una perspectiva científica- antropológica, la familia es la primera sociedad
natural, titular de derechos propios y originarios, y la sitúa en el centro de la vida social, es
la primera célula vital de la sociedad, lugar primario de la humanización de la persona y
la sociedad, cuna de la vida y del amor. La familia es el fundamento de la vida de las
personas y de todo ordenamiento social.
No podemos relegar la familia a un papel subalterno y secundario, excluyéndola del lugar
que le compete en la sociedad. Hacer esto significaría causar un grave daño al auténtico
crecimiento de todo el cuerpo social.
Hacemos un llamado a las organizaciones que velan por los derechos humanos, al
instituto de la familia, a las organizaciones e instituciones que operan en el ámbito de la
ley de la niñez y de la adolescencia, a los juristas , a las asociaciones profesionales , a los
partidos políticos, a toda la comunidad de iglesias cristianas y de otras religiones, a las
organizaciones no gubernamentales al servicio de las mujeres, a las autoridades de la
iglesia católica , a la sociedad civil en general, que hagan eco de este llamado y se
pronuncien formando un solo cuerpo social, de manera que las autoridades supremas
de la nación sepan que queremos derogar la ley 38.
Este llamado es muy oportuno hacerlo al inicio del año, parece , que el editorial
coincide conn la Navidad, que le da un sentido de trascendencia a toda mi
argumentación, ciertamente, pero esta no va dirigida sólo a la comunidad
creyente, sino a todo el cuerpo social, de manera que defendiendo principios racionales,
universales, trabajemos por el interés común y el bien de todas las personas.
Por eso prosigo mi argumentación científico antropológica sobre la familia: la
familia es un laboratorio de convivencia, el más próximo y el que verdaderamente
puede moldear a la niña o niño, que es llamado a ser adulto, ejemplar ciudadano,
educado en un clima de afecto natural que une a los miembros de una comunidad familiar,
donde las personas son reconocidas y responsabilizadas en su integridad:
La primera estructura fundamental a favor de la “ecología humana” es la familia, en cuyo
seno el hombre recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien. Es en el seno de la
familia donde aprende, qué quiere decir amar y ser amado y por consiguiente, qué quiere
decir en concreto ser una persona, consignado en nuestro Codigo Civil vigente.
Si fortalecemos el Instituto Matrimonial revocando la ley 38, las obligaciones de sus
miembros no se verán limitadas por los términos de una ley unilateral, sino que se verán
fortalecidas por la esencia misma de la familia, fundada sobre un contrato bilateral
revocable por causales “ justas ”. Así la familia se fortalece y queda estructurada
por las relaciones que derivan de la generación o adopción de los hijos.
Por eso llamo nuevamente a todo el cuerpo social de nuestra amada Nicaragua para
que reflexionemos sobre el matrimonio, fundamento de la familia, sobre el valor de la
institución matrimonial, su valor social.
La familia es una comunidad natural en donde se experimenta la sociabilidad humana,
contribuye en modo único e insustituible al bien de la sociedad.
Una sociedad a medida de la familia es la mejor garantía contra toda tendencia de tipo
individualista o colectivista, porque en ella la persona es siempre el centro de la atención en
cuanto fin y nunca como medio. Es evidente que el bien de las personas y el buen
funcionamiento de la sociedad están estrechamente relacionados con « la prosperidad de la
comunidad conyugal y familiar ».
Quiero exhortar a la comunidad política para que construyamos una Nicaragua grande
como la que soñó Dario, con familias fuertes, estables , en comunión, dispuestas a
construir y comprometidas a realizar un ideal de matrimonio indisoluble. Sin
familias fuertes hasta la nación más grande se debilita. En la familia se inculcan desde
los primeros años de vida los valores morales, se transmite el patrimonio espiritual de la
comunidad religiosa y el patrimonio cultural de la Nación. En ella se aprenden las
responsabilidades sociales y la solidaridad.
Para finalizar quiero aprovechar este espacio para anunciarles que la Sub-Comisión
Arquidiocesana por la Vida y la Pastoral de la Familia tiene listo los documentos
para sus proyectos específicos.
Solicítenlos a través de las parroquias y de sus organizaciones. Es tarea magna,
preparar a nuestros hijos pára la vida, para amarla y contribuir a crear la
“ Civilización del Amor”.
Es hora de tomar las palabras del Evangelista, muy seriamente , cumplir como
católicos nuestra misión de anunciar la Verdad y esparcir : El Buen olor de Cristo
por toda Nicaragua.”.

Dr. Juan Herrera Salazar


Coordinador de la Asociación de Médicos Católicos Humanae Vitae.
Miembro Coordinador de la Subcomisión Arquidiocesana por la Vida.
Director de la Clínica de Asma y Alergia.

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