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CAMINANDO
HACIA LA IGUALDAD
01
IAM
INSTITUTO AGUASCALENTENSE
DE LAS MUJERES
PRESENTACIÓN
La equidad entre mujeres y hombres es un principio social por el que hoy luchamos in-
tensamente instituciones y organismos dedicados a la defensa de los derechos humanos
de las mujeres.
Garantizar el derecho de las mujeres a la Igualdad de oportunidades es fundamen-
tal para que, en lo subsiguiente, tanto mujeres como hombres ejercitemos la libertad de
elección, es decir, la libertad de ser y hacer en un mundo en el que lo femenino no sea
sinónimo de debilidad, exclusión o cosificación.
Propiciar la transformación de conceptos tradicionales sobre lo masculino y lo fe-
menino desde una edad temprana como la adolescencia es fundamental, ya que es en
esta etapa donde se reafirman los intere-
ses de las y los jóvenes, donde el opues-
to constituye la reafirmación de la propia
identidad y donde los valores se encarnan
INSTITUTO y se vuelven parte de una cotidianidad que
AGUASCALENTENSE mujeres y hombres admitimos como nues-
DE LAS MUJERES tra realidad.
Es precisamente en la vida cotidiana
donde la Igualdad debe instalarse como un
derecho inapelable de las mujeres, donde
Dirección de Educación y el discurso, las figuras representativas y
las oportunidades no tengan como pará-
Fomento Productivo metro lo masculino y lo femenino, sino la
condición humana.
El Instituto Aguascalentense de las Mu-
jeres presenta el Manual Caminando hacia
la Igualdad con el objetivo de que consti-
tuya una herramienta para las y los docen-
tes, que coadyuve a la transformación de la
concepción de las y los jóvenes en torno al
género, con la finalidad de que la Igualdad
sea una realidad cada vez más cercana.
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................4
Anexos
I. Identificación de sí mismo: identidad de género ........................................17
II. La diferencia sexual y su representación en el diccionario ........................20
III. ¿Qué generó el género? ............................................................................23
IV. ¿Se nace o se hace? .................................................................................25
V. Los transmisores tempranos de estereotipos ............................................28
VI. La antropología feminista y la categoría género .......................................34
VII. El trabajo reconocido y desconocido:
inserción laboral de la mujer en la historia .....................................................41
Bibliografía .........................................................................................................46
Introducción
En 1968 Robert Stoller realizó un estudio La Declaración del Milenio y los Obje-
sobre niños y niñas que en el momento de su tivos de Desarrollo del Milenio han abierto
nacimiento no tenían definido el sexo. El es- una nueva ruta para avanzar en la igualdad
tudio consistió en observar los casos de ni- de género. Uno de los objetivos es asegurar
ñas (biológicamente) educados como niños y que todos los niños y niñas terminen el ciclo
observó que su comportamiento era de hom- completo de educación primaria y, debido
bres; en el caso de los niños (biológicamente) a que hay un gran número de barreras eco-
educados como niñas, observó un compor- nómicas, sociales y culturales que hay que
tamiento muy genuino de propio de mujeres. superar para alcanzar la igualdad de género
A partir de entonces Robert Stoller utilizo el en este rubro, es necesario adoptar medidas
término “género” para referirse al comporta- para enfrentar los obstáculos que bloquean a
miento de hombres y mujeres definiéndose las niñas el acceso, la permanencia y la efi-
como femenino y masculino. ciencia en el sistema educativo.
El uso de la palabra género ha cobrado Los esfuerzos a favor del desarrollo ple-
cada vez más significado en el lenguaje uni- no e integral de las mujeres han desemboca-
versal, y aunque en nuestro país su uso está do en varias declaraciones y convenciones,
todavía limitado a los ámbitos de quienes es- una de ellas es la Convención sobre la Eli-
tudian y trabajan el comportamiento del ser minación de todas las formas de Discrimina-
humano y de la sociedad, cada vez el térmi- ción contra la Mujer, la cual forma parte de
no cobra más sentido a nivel ordinario. los compromisos internacionales adquiridos
El Instituto Aguascalentense de las Muje- por el Estado Mexicano. Esta Convención se
res se ha planteado el compromiso de difundir concentró en tres aspectos de la situación de
y dar a conocer los conceptos y los conteni- la mujer. Por una parte, el de los derechos
dos de temas relacionados con el género, en civiles y la condición jurídica y social de las
un afán por despertar la conciencia social y mujeres. Por otra parte, se ocupa de aspec-
colaborar en la identificación de ideas y com- tos de género que tienen que ver con la re-
portamientos equívocos relacionados con el producción humana y los factores culturales
ser mujer y el ser hombre, debido a que las en las relaciones entre los sexos.
mujeres no han sido muy favorecidas en esta
adjudicación social y por tanto su situación
permanente en desventaja y subordinación
en relación con los hombres, convirtiéndola
en un blanco fácil de discriminación y abuso.
En el rubro de Educación, por ejemplo, la
Plataforma de Acción plantea que aún exis-
ten disparidades, insuficiencias y desigual-
dades de acceso al sistema educativo y de
capacitación para el trabajo.
Propuesta didáctica
Objetivos
Este manual está dirigido a instructoras/es cuya tarea esté relacionada con la promoción,
protección de los derechos humanos de las mujeres en el ámbito público. Pretende convertir-
se en una herramienta dinámica que permita a las y los participantes:
c. Crear conciencia sobre el rol activo que tienen las personas para la eliminación
de toda forma de discriminación.
Estructura
Este manual está estructurado sobre la base • Los recursos humanos refieren al per-
de cuatro temas: el movimiento feminista en sonal que se requiere para desarrollar el
México; los estudios de género; repercusio- proceso de capacitación. Lo ideal es que
nes en la construcción socio-cultural de lo sean dos personas quienes realicen la ca-
femenino y lo masculino; de la equidad a la pacitación.
igualdad.
• Los recursos materiales son los apoyos
• Los módulos están planteados de tal didácticos necesarios para realizar todas y
manera que permitan reconocer la impor- cada una de las actividades planteadas en
tancia de la perspectiva de género tanto el manual. Cada anexo se relaciona con
en lo personal como en el medio guber- un tema determinado, lo cual se indica
namental para la planeación y puesta en debidamente, asimismo las filminas (si se
acción de programas. Cada tema tiene su cuenta con proyector) o las láminas con el
objetivo, los recursos materiales y huma- mismo contenido de las filminas.
nos que se requieren, el tiempo destinado
a cada actividad y la secuencia a seguir. • Las lecturas de apoyo permiten al ins-
tructor tener insumos que faciliten las ac-
• El objetivo general indica lo que se pre- tividades, estas lecturas deben ser leídas
tende lograr al desarrollar cada tema. previamente, y también pueden ser repar-
tidas de antemano entre quienes asisten al de capacitación, con el propósito de te-
taller para reforzar los conocimientos ad- ner tiempo suficiente para la convocato-
quiridos, si el/la instructor/a lo considera ria. Muchas personas requieren programar
necesario. sus actividades diarias de trabajo y/o per-
El tiempo indica la duración mínima para sonales para poder asistir, para lo cual se
impartir cada tema y/o realizar la activi- debe hacer la convocatoria por escrito es-
dad. pecificando el lugar, horario, teléfonos en
los cuales se pueda confirmar la asisten-
• Los pasos a seguir son los que marcan el cia, como también plantear la necesidad
desarrollo de la actividad de capacitación, de que sean puntuales y asistan a la totali-
estos pasos se podrán encontrar tanto en dad de las sesiones de capacitación.
el manual como en la carta descriptiva del
taller. • Programa. Se recomienda que al inicio
de cada sesión se entregue a los partici-
Recomendaciones pantes el programa de actividades, lo cual
tiene como objetivo que quienes partici-
Infraestructura. Es importante tener presente pan se enteren de los temas que se trata-
que al implementar procesos de capacitación rán, así como la organización del tiempo y
como éste es necesario atender algunos as- las formas de trabajo que se realizarán.
pectos de infraestructura tales como:
• Facilitadoras/es y expertas/os. Lo más
• Local: este tiene que reunir ciertas con- recomendable es que los procesos de ca-
diciones, como por ejemplo: que sea lo pacitación sean facilitados por dos perso-
suficientemente amplio para que puedan nas. Hay varias razones para ello: por una
caber el número de participantes convo- parte puede ser pesado para una sola per-
cados; que esté ventilado, que tenga ilu- sona facilitar un proceso de capacitación,
minación natural y artificial, sillas cómo- por lo que es necesario dividirse las tareas
das y por último que el lugar sea accesible para poder atender todas las necesida-
para la mayoría de las personas. des de las personas que asisten al taller,
como por ejemplo, instrucciones, aclara-
• Número de participantes: es necesario ción de dudas, preparar dinámicas y sus
que se conozca el número de participan- respectivos materiales, etc. Por otra parte
tes para preparar el material a repartir y las dos personas facilitadoras pueden apor-
técnicas sean adecuadas, se propone un tar conocimiento y reflexiones, enriquecer
número de 25 participantes como optimo las discusiones, y apoyarse mutuamente
para permitir la participación de cada per- en los momentos más difíciles de la acti-
sona y el manejo del grupo en las técnicas. vidad.
Es un requisito que el grupo que participa
en el desarrollo del taller sea el mismo y En algunos temas se recomienda la partici-
que no se permita la entrada de personas pación de invitadas/os que por su trabajo y
a temas aislados. experiencia puedan enriquecer el proceso
de capacitación. Estas personas deberán
• Convocatoria: El éxito de los proce- ser contactadas por las/los facilitadoras/es,
sos de capacitación depende mucho de quienes les indicarán claramente el tema que
la convocatoria. Es necesario entonces, deberán abordar así como los aspectos más
programar con anticipación la actividad relevantes de trabajar con el grupo.
Evaluación
sibilizar sus aciertos, sus debilidades y sus
potencialidades. Existen diferentes maneras
de lograr esta evaluación permanente, como
a) Del taller: Evaluar la experiencia de ca- reunirse inmediatamente después de termi-
pacitación es un aspecto que permite el cre- nado el proceso de capacitación, compartir
cimiento y la mejora. Evaluar quiere decir sentimientos, evaluar los resultados de deter-
reconocer los aspectos más positivos del minados ejercicios y actividades.
proceso, así como aquellos que pueden ser
susceptibles de cambio. También quiere de-
cir reconocer los aspectos que dan mayor
fuerza a la tarea y los vacíos que se pueden
enfrentar durante la realización de la activi- Seguimiento
dad. Para ello se puede realizar un mecanis-
mo que permita que los participantes expre- Es muy importante que se prevean algunas
sen su opinión sobre de aquellos aspectos estrategias para dar seguimiento a los resul-
que se pueden evaluar, como dinámicas, los tados y compromisos adquiridos durante el
trabajos en grupo, los temas abordados, la proceso de capacitación. Por ejemplo, podría
labor de las/os capacitadoras/es, la duración pensarse en formar una comisión para que
del taller, etcétera. dé seguimiento e informe de las acciones
Se puede realizar un cuestionario que realizadas, plantear una reunión con todas
contenga preguntas cerradas que tomen en las personas participantes dentro de deter-
cuenta los siguientes aspectos: minado tiempo, que permita actualizar las
acciones y evaluar el avance de los logros.
• Contenido del taller Sostener los acuerdos y compromisos forta-
• Duración del mismo lece la actividad de la capacitación.
• El manejo del tema por parte de las/os
facilitadoras/es e invitadas
• Los conocimientos adquiridos en el ta-
ller
• La posibilidad de aplicación de esos co-
nocimientos en su trabajo y vida perso-
nal
• Material didáctico con el que trabajó
• Las dinámicas y los trabajos en grupo
• Sugerencias para mejorar el taller
• Nuevas necesidades de capacitación
12
Tiempo: 15 minutos.
Sales, Matías; Carpetas de Dinámicas de Grupo, página 4.
Carta descriptiva
PRIMERA SESIÓN
TÉCNICA Y
TEMA OBJETIVO MATERIAL TIEMPO
PROCEDIMIENTO
ROMPE HIELO Favorecer la disten- Una persona anuncia “tocar Ninguno. 5 minutos.
Toca azul sión en el grupo y azul” (u otro color u objeto).
prepararlo para las Las/os participantes deben
actividades. tocar algo que lleve otra
persona del color anun-
ciado o la zona o el objeto
nombrados.
SEGUNDA SESIÓN
ROMPE HIELO Relajar al grupo para Las personas participantes Ninguno. 10 minutos.
Caja mágica iniciar. se ponen en cuclillas y se
tapan la cabeza con las
manos, metiendo la cara
entre las piernas. Quien da
las instrucciones dirá “de
la caja salen motos” (u otra
cosa). Los/las participantes
se levantan e imitan el ob-
jeto mencionado.
TÉCNICA Y
TEMA OBJETIVO MATERIAL TIEMPO
PROCEDIMIENTO
TERCERA SESIÓN
ROMPE HIELO Que las/los partici- Se preparan cinco refranes Cinco 10 minutos
Dramatización de pantes desarrollen la y se solicita al grupo que tarjetas con
refranes habilidad para com- cinco personas los rep- refranes.
prender mensajes y resenten por medio de
transferir significados mímica, mientras que el
a situaciones concre- resto del grupo deberá
tas. adivinar el refrán.
CIERRE Los y las partici- Cada uno de los partici- Hojas de 50 minutos.
pantes compartirán pantes comparte con el papel.
lo que se llevan del grupo que lo que apre-
taller ndió en el taller, qué se
lleva y qué deja al grupo.
Dice si se cumplieron sus
expectativas del taller, de
16 manera escrita.
Anexo I
Identificación de sí mismo:
identidad de género
Diane Papalia y Rally Wendkos
Papalia, Diane E. y Wendkos Olds, Rally; Psicología del De-
sarrollo, Ed. Mc Graw Hill, Estados Unidos, 1999, págs. 370-
377.
Aprende su género en la misma forma en que dedor del esquema de género. Lo organizan
aprende todo lo demás: al pensar acerca de sobre esta base porque ven que la sociedad
su experiencia. Este es el aspecto fundamen- clasifica a las personas más por el sexo que
tal de la teoría. por cualquier otra cosa: hombres y mujeres
Para aprender su género afirma Kohl- visten diferente, juegan con juguetes diferen-
berg, los niños no dependen de los adultos tes, utilizan servicios sanitarios separados y
como modelos o dispensadores de refuerzos se agrupan por separado en la escuela. En-
o castigos; por el contrario, se clasifican ac- tonces, cuando los niños ven el esquema de
tivamente a sí mismos y a los demás como género en su cultura, lo que se “supone” que
hombres o mujeres y luego organizan su los niños y las niñas deben hacer, adaptan a
comportamiento alrededor del género. él sus propias actitudes y comportamiento.
La identidad de género –la conciencia de Desde el rango completo de todos los atribu-
ser hombre o mujer– suele comenzar hacia tos humanos, presentan aquellos a los que se
los dos años de edad. A los tres, según Ko- ajustan de acuerdo con el esquema del gé-
hlberg, la mayoría de los niños y niñas tienen nero en su sociedad. En Estados Unidos las
una idea firme de cuál es el sexo al que per- niñas aprenden que deberán ser maternales,
tenecen. mientras que los niños aprenden que debe-
La conciencia de género o la conserva- rán ser fuertes y agresivos. Luego, los niños
ción de género es la comprensión que alcan- se observan a sí mismos: sí actúan en el gé-
za un niño o niña de que su sexo siempre será nero “apropiado”, su autoestima aumenta; en
el mismo. Según Kohlberg, las diferencias de caso contrario, se sienten inadaptados. Esta
género en el comportamiento siguen al esta- teoría supone que como el esquema de gé-
blecimiento de la conciencia de género. La nero se aprende, puede modificarse para lo-
18 razón para que una niña prefiere las muñecas grar el desarrollo saludable de ambos sexos.
a los camiones no es la aprobación que ella ¿Qué tan diferentes son los niños y las
recibe por esas preferencias (como en la teo- niñas? Las diferencias físicas entre los be-
ría del aprendizaje social) sino su consciencia bés son leves: los varones son ligeramente
cognoscitiva de que esas cosas se ajustan más largos y musculosos pero también son,
con la idea que tiene de sí misma como una en cierto modo, más vulnerables físicamente.
niña. Una vez que los niños aprenden que Otras diferencias casi no existen antes de los
siempre serán hombres o mujeres, adoptan tres años aunque alguna investigación sugie-
los comportamientos “apropiados para su re que los niños son más activos. Después
sexo”. de ese periodo las diferencias se hacen más
Sandra Bem enunció la teoría del esque- marcadas pero chicos y chicas, en promedio,
ma del género, un enfoque “cognoscitivo- son “más parecidos que diferentes”.
social” que contiene elementos de la teoría En su recopilación de más de dos mil es-
Cognoscitiva del desarrollo y la del Aprendi- tudios, Maccoby y Jaclin (1974) encontraron
zaje Social. Se desarrolla alrededor del con- solamente unas pocas diferencias significa-
cepto de esquema de género (Bem 1983, tivas entre chicos y chicas. Tres diferencias
1985). Un esquema es un patrón de compor- cognoscitivas –las niñas tienen una capaci-
tamiento organizado mentalmente que ayuda dad verbal superior y los muchachos habili-
a un niño a escoger información. dades matemáticas y espaciales- no apare-
Según Bem, los niños se socializan en sus cen sino desde los diez u once años de edad.
roles de género. Primero desarrollan un con- Análisis más recientes encontraron que estas
cepto de lo que significa ser hombre o mujer diferencias son muy pequeñas en realidad.
mediante la organización de información alre- Las presentadas en las habilidades verbales
son tan pequeñas que casi carecen de im-
portancia (Hyden y Linn, 1988). Las que se
registraron en matemáticas son complejas
pero también pequeñas y en años recientes
se han reducido aún más. En la población
general, ningún sexo demostró una mejor
comprensión de los conceptos matemáticos,
las niñas fueron excelentes en cálculo y los
muchachos no manifestaron ninguna capaci-
dad superior para la solución de problemas
hasta la escuela secundaria (Hyde, Fennema
y Lamon, 1990).
Las diferencias en la personalidad tam-
bién son pocas. La diferencia de género más
clara es que los hombres tienden a ser más
agresivos, comenzando en la niñez tempra-
na. Los muchachos juegan con más fuerza,
arman más peleas y son más propensos a
tratar de dominar a otros niños y enfrentarse
a sus padres; discuten más, riñen con más
frecuencia y tienen más condiciones para uti-
lizar la fuerza o amenazas de fuerza para con-
seguir sus propósitos, mientras que las niñas
tratan de solucionar los conflictos mediante 19
la persuasión antes que con el enfrentamien-
to. Las niñas cooperan más con los padres
y tienden a seguir las reglas (como respetar
al turno) para evitar enfrentamientos con sus
compañeros de juegos. Las niñas tienen más
posibilidad de manifestar empatía para iden-
tificarse con los sentimientos de otras per-
sonas (N. Eisenberg, Fabes, Schaller y Millar,
1989; M.L. Hoffman, 1977).
Anexo II
La diferencia sexual y su
representación en el
Diccionario de la Lengua
Española
Ana Vargas
Citado en Milagros Rivera, Una mirada a dos generaciones de
María Zambrano, La España de Galdós, Ediciones Endy-
hombres al final del patriarcado, (en prensa). mion, Madrid, España, 1989, págs. 23-24.
algunos casos, tienen también entradas en para la historia de las mujeres, ese tesaurus
género masculino y en otros casos no. Parto ordena la lengua y la clasifica reconociendo
de la base de que en estas voces (entradas originalidad y sentido propio a la experiencia
en femenino) se ponen de manifiesto varias femenina: algo que me ha permitido desorde-
cuestiones. La primera cuestión que he ob- nar la sistematización patriarcal de la lengua y
servado es que son voces que nombran o encontrar en ese desorden experiencia feme-
aluden a una experiencia exclusiva o predo- nina original. Es una cuestión de autoridad.
minantemente femenina o en la que ha habi- Cuando una mujer permanecía encerra-
do un hacer femenino importante. Relaciona- da en su ámbito doméstico y la sociedad le
dos con ella, se encuentran los términos que prohibía ser una persona adulta, palabras
nombran oficios, profesiones, experiencia como ciudadanas, mujeres o todos aquellos
religiosa y presencia en las instituciones. La femeninos de profesiones no tradicionales
segunda cuestión es que se pone de relieve no se consideraban necesarios y por tanto,
la distinta valoración que se otorga a la ex- no eran de uso común. Pero los tiempos es-
periencia femenina y masculina, pero no una tán cambiando y las mujeres ocupan pues-
valoración distinta en el sentido de experien- tos de trabajo, cargos directivos, han salido
cia diferente, sino, más bien en el sentido de a la esfera de lo público y entrado por igual
una distinta atribución de valor en detrimen- en todas las esferas de la vida. Sin embargo
to, omisión, y escamoteo de lo femenino, así se siguen manteniendo costumbres atávicas
como también el hecho de definir lo femenino tales como: no nombrar a las mujeres en los
a través de lo masculino. La tercera cuestión lugares en los que están, siendo de nuevo
se centra en la información que proporcio- ocultadas, esta vez con el velo de palabra y
nan aquellos términos que hacen referencia bajo los muros de las frases. A las mujeres se
22 al cuerpo femenino, al comportamiento, la les supone la presencia pero no se las nom-
sexualidad, las relaciones y la palabra. bra.
He clasificado la información obtenida en
diferentes apartados, según se nombren ám-
bitos distintos de la experiencia femenina o,
para decirlo de una forma más precisa, de la
experiencia femenina tal y como la nombra el
Diccionario.
Por una parte, la dificultad más importan-
te que se me ha presentado al realizar este
trabajo ha sido la de definir los distintos apar-
tados, ya que es obvio que dividir la expe-
riencia humana en compartimentos estancos
y, en éste caso, la experiencia femenina, o
lo que de ella es nombrada en el Dicciona-
rio, no resulta fácil. Por otra parte, no todos
los términos eran fácilmente incluibles bajo
un apartado u otro. En este sentido, fue una
orientación para mí el tesaurus elaborado por
el grupo de investigación DUODA, del Cen-
tro DUODA de la Universidad de Barcelona.
Porque aun siendo herramientas muy distin-
tas, un diccionario normativo y un tesaurus
http://www.interbook.net/colectivo/ceapa/nosex.htm#arriba
Anexo III
Igualdad y diferencia
La diferencia sexual se ha traducido siem- rar las diferencias entre los individuos para un
pre en desigualdad social. Por eso, al hablar
propósito particular o en un contexto especí-
de igualdad entre los sexos nos estamos
fico. Michael Walzer lo formula de esta ma-
refiriendo al problema de la desigualdad de
nera: “el significado de raíz de la igualdad es
las mujeres en relación con los hombres. Y
negativo; en su origen, el igualitarismo es una
como la diferencia sexual no va a desapare-
política abolicionista. Se dirige a eliminar no
cer, ¿de qué manera se puede abordar esta
todas las diferencias, sino un conjunto parti-
cuestión que, finalmente, encarna el nudo de
cular de diferencias”. Eso supone un acuerdo
la aspiración “democrática” de que todas las
social para considerar a personas obviamen-
personas sean consideradas ciudadanos y
te diferentes como equivalentes (no idénticas) 23
ciudadanas iguales?
para un propósito dado.
Existe gran complejidad en la utilización
Vemos por lo tanto que la noción política
de los conceptos de igualdad y diferencia
de igualdad incluye, y de hecho depende de
en relación con las mujeres y los hombres,
un reconocimiento de la existencia de la di-
pues las personas somos iguales en tanto
ferencia; si los grupos o los individuos fueran
seres humanos y diferentes en tanto sexos.
idénticos no habría necesidad de pedir igual-
La diferencia se produce sola; la igualdad hay
dad. De ahí que la igualdad se defina como
que construirla. La igualdad no es un dato en
una diferencia deliberada frente a diferencias
la organización humana; es un ideal ético.
específicas. Un punto importante radica,
Como bien señala Jean Starobinsky, la igual-
pues, en distinguir la calidad de lo idéntico
dad tiene dos dimensiones, la filosófica y la
de la de igual.
sociopolítica; se trata de una interrogación
La diferencia sexual ha sido utilizada para
filosófica relacionada con la representación
justificar la subordinación femenina. Mientras
que nosotros nos hacemos de la naturale-
que cada día hay mayor conciencia del racis-
za humana y, al mismo tiempo, implica una
mo y de la falsedad de sus argumentaciones
reflexión sobre el modelo de sociedad justa
que utilizan a la biología con fines discrimi-
que nos proponemos.
natorios, todavía es poca la conciencia so-
bre el sexismo, que pretende hacer lo mismo
Personas diferentes pero equivalentes
con la diferencia sexual. Sabemos que sobre
En la teoría política de los derechos en la que la biología se ha construido el género, y que
se apoyan las demandas de justicia de los muchas de las reglamentaciones y prohibi-
grupos excluidos, la igualdad significa igno- ciones que impone éste no se derivan de la
biología, sino que son construcciones socia- en los términos de un discurso planteado por
les ¿Cómo, entonces, abordar la diferencia esta oposición, se acepta la premisa conser-
sexual sin relegar la calidad igualitaria de los vadora de que como las mujeres no pueden
seres humanos? ser idénticas a los hombres en todos los as-
Joan W. Scout propone que más que rei- pectos, no pueden esperar lograr la igualdad
vindicar la diferencia o la igualdad, hay que social, laboral y ciudadana.
buscar formas no esencialistas de plantear
la diferencia. O sea, reivindicar la diferencia
sexual –diferencia fundante– desde una pla-
taforma de igualdad. Scout señala que mien-
tras la diferencia sexual continúe siendo un
principio ordenador en nuestra sociedad hay
que cuestionar cómo se usa para marcar la
división entre lo público y lo privado, también
cómo se elimina u oculta del discurso y la
práctica políticos. Esto conduce a dos gran-
des reordenamientos. El primero es la formu-
lación de la relación entre el ámbito público y
el privado, y el segundo es la introducción de
la diferencia sexual en la política.
El dilema de la diferencia
Esto requiere poner mucha atención en el di-
24
lema de la diferencia. Este dilema radica en
que, cuando se ignora la diferencia, se da
paso a una falsa neutralidad y cuando se le
toma en cuenta se puede acentuar su estig-
ma. Tanto destacar como ignorar la diferen-
cia implican el riesgo de recrearla, ése es el
dilema de la diferencia.
Además como igualdad y diferencia se
plantean en forma dicotómica se presenta
una elección imposible. Si una mujer opta
por la igualdad, ya no podrá hacer valer las
reivindicaciones que se desprenden de su di-
ferencia; pero si opta sólo por la diferencia,
admite que la igualdad es inalcanzable. Co-
locar igualdad y diferencia en una relación de
oposición tiene, por lo tanto, un doble efecto
negativo. Por un lado, niega la forma en que
la diferencia ha figurado desde hace tiempo
en las nociones políticas de igualdad, y por
el otro, sugiere que la semejanza es el único
terreno donde se puede reclamar la igualdad.
Esta postura coloca a las mujeres en una po-
sición difícil ya que mientras discuta y piense
Anexo IV
¿Qué es género?
El término género fue utilizado por primera vez para explicar un caso de psicología médica.
En 1968 Robert Stoller realizó un estudio del que obtuvo datos muy interesantes. Al investigar
casos de niños y niñas cuyo sexo no estaba bien definido al nacer, se dio cuenta de que, si
eran criados como niños –siendo biológicamente niñas– se comportaban como hombres y
viceversa. De este análisis, Stoller concluyó que la interacción social de los adultos con los
infantes influye de manera decisiva en la construcción de la identidad sexual de niños y niñas,
al menos en sus comportamientos.
Por otra parte, Gayle Rubin, considerada como la creadora de la categoría de género,
utiliza por primera vez esta categoría en 1977 para referirse al sistema de jerarquías sociales
basadas en las diferencias sexuales, y en el cual se sustenta el sistema de discriminación de
las mujeres.
25
Con base en lo anterior, es posible definir los conceptos sexo y género:
SEXO GÉNERO
SISTEMA
Sexo Género
NATURAL SOCIOCULTURA
(se nace) (se aprende)
Los transmisores
tempranos de estereotipos
Mirta González
La antropología feminista
y la categoría género
Marta Lamas10
Si bien la antropología daba un sentido de pese a los esfuerzos por corregida. También
construcción cultural a lo que llamaba “pa- hubo casos de niños genéticamente varones
pel” o “estatus sexual”, perfilando lo que se- que, al tener un defecto anatómico grave o al
ría la nueva acepción de la categoría género, haber sufrido la mutilación del pene, fueron
no fue ésta la disciplina que introdujo su uti- rotulados preventivamente como niñas, de
lización en las ciencias sociales con el senti- manera que se les había asignado esa identi-
do de construcción social de lo femenino y lo dad desde el inicio, y eso facilitó el posterior
masculino. tratamiento hormonal y quirúrgico que los
Parece ser que la disciplina que primero convertiría en mujeres.
la utilizó así fue la psicología, en su vertiente Esos casos hicieron suponer a Stoller que
34 médica. Aunque ya varios estudios de Money lo que determinaba la identidad y el compor-
hablan de género con esta intención, el que tamiento de género no era el sexo biológico,
establece ampliamente la diferencia entre sino el hecho de haber vivido desde el naci-
sexo y género es Robert Stoller, justamente miento las experiencias, ritos y costumbres
en Sex and Gender, publicado en 1968. Es a atribuidos a cierto género. Y concluyó que
partir del estudio de los trastornos de la iden- la asignación y adquisición de una identidad
tidad sexual que se define con precisión este era más importante que la carga genética,
sentido de género. hormonal y anatómica. Desde esta perspec-
Stoller examinó casos en los que la asig- tiva psicológica, género se convirtió en una
nación de sexo falló, ya que las caracterís- categoría en la que se articulan tres instan-
ticas externas de los genitales se prestaban cias básicas:
a confusión. Tal era el caso de niñas con un
síndrome adrenogenital, o sea, niñas cuyos a) La asignación (rotulación, atribución) de
genitales externos se habían masculinizado, género. Ésta se realiza en el momento en
aunque tenían un sexo genético (XX), anató- que nace el bebé, a partir de la apariencia
mico (vagina y clítoris) y hormonal femenino. externa de sus genitales. Hay veces que
En los casos estudiados, a estas niñas se les dicha apariencia está en contradicción
había asignado un papel masculino; y este con la carga cromosómica, y si no se de-
error de rotular a una niña como niño resul- tecta esta contradicción ni se prevé su re-
taba imposible de corregir después de los solución o tratamiento, se generan graves
primeros tres años de edad. La persona en trastornos.
cuestión retenía su identidad inicial de género,
b) La identidad de género. Se establece
10
Lamas, Marta, Cuerpo Diferencia Sexual y Género, Taurus,
España, 2003. más o menos a la edad en que el infante
adquiere el lenguaje (entre los dos y tres identidad de género, pero hay que tener en
años), y es anterior a su conocimiento de cuenta que si el género es una distinción sig-
la diferencia anatómica entre los sexos. nificativa en gran cantidad de situaciones, es
Desde dicha identidad, el niño estructura porque se trata de un hecho social, no bio-
su experiencia vital; el género al que per- lógico. Si bien las diferencias sexuales son
tenece lo hace identificarse en todas sus la base sobre la cual se asienta una determi-
manifestaciones: sentimientos o actitudes nada distribución de papeles sociales, esta
de “niño” o de “niña”, comportamientos, asignación no se desprende “naturalmente”
juegos, etcétera. Después de establecida de la biología, sino que es un hecho social.
la identidad de género, cuando un niño se Para poner un ejemplo pedestre pero ilustra-
sabe y asume como perteneciente al gru- tivo: la maternidad sin duda juega un papel
po de lo masculino y una niña al de lo fe- importante en la asignación de tareas, pero
menino, ésta se convierte en un tamiz por no por parir hijos las mujeres nacen sabiendo
el que pasan todas sus experiencias. Es planchar y coser.
usual ver a niños rechazar algún juguete Es importante analizar la articulación de
porque es del género contrario, o aceptar, lo biológico con lo social y no tratar de negar
sin cuestionar ciertas tareas porque son las diferencias biológicas indudables que hay
del propio género. Ya asumida la identidad entre mujeres y hombres; sino también hay
de género, es casi imposible cambiada. que reconocer que lo que marca la diferencia
fundamental entre los sexos es el género.
c) El papel de género. El papel (rol) de gé- La estructuración del género llega a con-
nero se configura con el conjunto de nor- vertirse en un hecho social de tanta fuerza que
mas y prescripciones que dictan la socie- inclusive se piensa como natural; lo mismo
dad y la cultura sobre el comportamiento pasa con ciertas capacidades o habilidades 35
femenino o masculino. Aunque hay va- supuestamente biológicas, que son construi-
riantes de acuerdo con la cultura, la clase das y promovidas social y culturalmente. Hay
social, el grupo étnico y hasta el estrato que tener siempre presente que entre muje-
generacional de las personas, se puede res y hombres hay más semejanzas, como
sostener una división básica que corres- especie, que diferencias sexuales.
ponde a la división sexual del trabajo más Pero ¿qué aporta de nuevo y cómo es
primitiva: las mujeres paren a los hijos y, utilizada la categoría de género?
por lo tanto, los cuidan: ergo, lo femenino En principio, lo que aporta básicamente
es lo maternal, lo doméstico, contrapues- es una nueva manera de plantearse viejos
to con lo masculino como lo público. La problemas. Los interrogantes nuevos que
dicotomía masculino-femenino, con sus surgen y las interpretaciones diferentes que
variantes culturales (del tipo yang y yin), se generan no sólo ponen en cuestión mu-
establece estereotipos, las más de las ve- chos de los postulados sobre el origen de la
ces rígidos, que condicionan los papeles y subordinación femenina (y de sus modalida-
limitan las potencialidades humanas de las des actuales), sino que replantean la forma
personas al estimular o reprimir los com- de entender o visualizar cuestiones funda-
portamientos en función de su adecuación mentales de la organización social, económi-
al género. ca y política, como el sistema de parentesco
y el matrimonio. Por ejemplo, Lévi Strauss ha
La existencia de distinciones socialmente señalado que el matrimonio es un dispositi-
aceptadas entre hombres y mujeres es jus- vo cultural que asegura un estado de depen-
tamente lo que da fuerza y coherencia a la dencia recíproca entre los sexos. El uso de
la categoría de género ha puesto de relieve ciedad transforma la sexualidad biológica en
que dicho estado de dependencia sólo es re- productos de la actividad humana; con estos
cíproco en el nivel más elemental e individual, productos culturales, cada sociedad arma un
pues la asimetría fundamental permanece. Es sistema sexo/género, o sea, un conjunto de
decir: los hombres, en conjunto, son quienes normas a partir de las cuales la materia cru-
ejercen el poder sobre las mujeres, como da del sexo humano y de la procreación es
grupo social. moldeada por la intervención social. En cada
Además, esta categoría permite sacar del cultura, la pulsión sexual es satisfecha de
terreno biológico lo que determina la diferen- una manera que se considera convencional,
cia entre los sexos, y colocarlo en el terreno aunque pueda resultar muy extraña a ojos de
simbólico. Así se da una coincidencia impor- otras culturas. Su analogía es la siguiente: el
tante con la teoría psicoanalítica freudiana, hambre es hambre en todas partes, pero cada
que también privilegia lo simbólico sobre lo cultura determina cuál es la comida adecua-
anatómico. No estaría de más explorar esta da; de la misma forma, el sexo es sexo en
coincidencia, ya que justamente el psicoaná- todas partes, pero una conducta sexual que
lisis estudia el proceso individual de adquisi- se considere aceptable varía de cultura en
ción de género en las personas. cultura.
La categoría género permite delimitar con Rubin señala que la subordinación de las
mayor claridad y precisión cómo la diferencia mujeres es producto de las relaciones que or-
cobra la dimensión de desigualdad. Algunos ganizan y producen la sexualidad y el géne-
autores consideran que dicha transformación ro. Partiendo del conocido planteamiento de
se da en el terreno del parentesco; otros, que Lévi Strauss de que el intercambio de muje-
la desigualdad se funda en la distribución asi- res, como primer acto cultural que reglamen-
36 métrica de tareas; pocos más ubican el ori- ta la prohibición del incesto, es lo que cons-
gen de la subordinación en el territorio de lo tituye a la sociedad, Rubin profundiza en qué
simbólico, especialmente en las estructuras significa diferencialmente este acto para los
de prestigio. Una de las primeras antropólo- hombres y para las mujeres. De entrada, los
gas que consideraron que el intento por com- hombres tienen ciertos derechos sobre las
prender y desentrañar la construcción del gé- mujeres que las mujeres no tienen sobre ellos
nero en su contexto social y cultural es una ni sobre sí mismas. Por lo tanto, Rubin recha-
de las tareas más importantes de la ciencia za la hipótesis de que la opresión de las mu-
social contemporánea, y cuya reflexión teóri- jeres se deba a cuestiones económicas y se-
ca es un punto de referencia y de partida para ñala que éstas son secundarias y derivativas.
los posteriores estudios de género en antro- Rubin subraya la necesidad de analizar la
pología, es Gayle Rubín (1996), quien publicó forma en que las transacciones matrimonia-
en 1975 un artículo titulado The Traffic in Wo- les están articuladas con arreglos políticos y
men: Notes on the Political Economy of Sex. económicos. Esta articulación crea una situa-
Al señalar la necesidad de desentrañar la ción muy compleja, y es muy difícil que las
parte de la vida social que es el locus (lugar) mujeres puedan salirse de ella o confrontarla.
de la opresión de las mujeres, de las minorías La estructura de parentesco señala un es-
sexuales y de ciertos aspectos de la perso- pacio determinado para las mujeres, mismo
nalidad humana en las personas, designó ese que supone una serie de tareas de género;
lugar como el sistema sexo/género. el lugar en la estructura de parentesco está
Como definición preliminar, Rubin plan- determinado por el sistema de intercambio
tea que el sistema sexo/género es el conjun- matrimonial, que también reglamenta las fun-
to de arreglos a partir de los cuales una so- ciones reproductivas de las mujeres y res-
tringe las áreas productivas y la participación género. Todos los trabajos parten del mismo
pública. Rubin tiene claro que hay un terreno cuestionamiento:
donde los estudios de Lévi Strauss y los de ¿Qué es lo que significan el género y la
Freud se superponen, terreno que ella con- sexualidad en una cultura dada? Símbolos,
sidera prioritario abordar teóricamente. Para productos o construcciones culturales, el gé-
ver lo que las estructuras de parentesco y de nero y la sexualidad son, por lo tanto, materia
matrimonio tienen de político y económico, de interpretación y análisis simbólico (¡cuánta
Rubin plantea que se necesita elaborar una razón tenía Freud!), materia que se relaciona
economía política del sexo. con otros símbolos y con las formas concre-
Desde ese artículo pionero de Rubin a tas de la vida social, económica y política.
los actuales estudios antropológicos sobre Pero los rubros bajo los que están agrupados
género han pasado más de diez años. Du- responden a dos enfoques metodológicos
rante este tiempo se han desarrollado mucho distintos. Ortner y Whitehead llaman enfoque
los estudios de género, no sólo en antropo- culturalista al primero que hace énfasis en el
logía sino también en otras ciencias sociales. intento de desentrañar la lógica interna y las
Ya para finalizar estas notas quiero mostrar relaciones estructurales entre los símbolos; y
como un ejemplo lo que se está trabajando llaman al segundo, enfoque sociológico, que
actualmente en antropología. He seleccio- resalta el análisis de la relación entre los sím-
nado la compilación de Ortner y Whitehead bolos, sus significados y los diversos aspec-
(1981) Sexual Meanings: the cultural cons- tos de la vida social. Estos dos enfoques no
truction of gender and sexuality, una compi- son ni opuestos ni mutuamente excluyentes;
lación de ensayos antropológicos dirigidos a deben de ser interpretados solamente como
entender cómo la sexualidad y el género to- distintos enfoques metodológicos dentro de
man forma a partir de las matrices culturales un intento común por interpretar y analizar el 37
y sociales en las que están insertos. Estos género como un sistema cultural. Todos los
ensayos se salen de la temática tradicional ensayos comparten la perspectiva de que el
asociada con la problemática de género (por género y la sexualidad son construcciones
ejemplo, comparaciones transculturales de simbólicas, cualesquiera que sean las bases
papeles) e incursionan en un amplio espectro “naturales” de la diferencia entre los sexos.
de prácticas y creencias sexuales (como por Ambos enfoques intentan detectar cuáles
ejemplo, la virginidad ceremonial en Poline- son los aspectos económicos, políticos y so-
sia, la homosexualidad institucionalizada en ciales más significativos para la construcción
Estados Unidos, la ideología sexual mascu- del género y cómo cierto tipo de orden social
lina en Andalucía); intentan ir más allá de lo genera percepciones específicas sobre el gé-
descriptivo y se sitúan en una perspectiva de nero y la sexualidad. Se considera que estas
análisis simbólico que explora también los concepciones emergen de las formas de ac-
procesos culturales y sociales, al tiempo que ción que se dan en la vida social, política y
trata de desentrañar los significados de di- económica.
chas prácticas y creencias. Aunque todos los artículos tienen una
La amplia introducción, a cargo de las reflexión teórica, el de Salvatore Cucchiari
dos compiladoras, Sherry B. Ortner y Ha- (1996), The Gender Revolution and the Tran-
rriet Whitehead, es, en sí misma, un artículo, sition from Bisexual Horde to Patrilocal Band:
con comentarios teóricos y métodos lógicos The Origins of Gender Hierarchy (La revolu-
sustanciosos. Los ensayos están agrupados ción de género y la transición de la horda bi-
bajo dos rubros: a) la organización cultural sexual a la banda patrilocal: los orígenes de
del género, y b) los contextos políticos de la jerarquía de género), resulta especialmen-
te interesante. Se trata de un “experimento” como gradaciones en una escala. Claro que
teórico. Cucchiari intenta imaginarse un mun- hay oposiciones recurrentes transcultural-
do sin género y se pregunta qué aspectos de mente (Lévi Strauss las menciona también):
la organización social estarían ausentes o mujer/hombre, naturaleza/cultura, interés pri-
modificados en esa situación. Revisa prime- vado/interés social, esfera doméstica/ámbito
ro cuestiones que van desde el parentesco público, etcétera.
hasta el psicoanálisis, y construye un mar- Otra tendencia que aparece es la de de-
co interpretativo que utiliza después para finir a los varones en términos de su estatus
analizar datos arqueológicos del Paleolítico. o de su papel: guerrero, cazador, jefe, etcé-
Concluye, aceptando los límites de su espe- tera, mientras que la tendencia respecto de
culación, que el género es una construcción las mujeres es definirlas en términos andro-
social, cultural e histórica. La introducción de céntricos, por su relación con los hombres:
Ortner y Whitehead (cada una tiene, además, esposa de, hija de, hermana de, etcétera.
un ensayo propio, la primera con el enfoque Las compiladoras señalan también que
sociológico y la segunda con el culturalista) los ejes que dividen y distinguen lo masculi-
resulta muy útil para tener una visión de con- no de lo femenino, en realidad jerarquizan lo
junto. Aparte de que trazan un amplio pano- masculino sobre lo femenino y distinguen a
rama explicativo de los ensayos compilados, las personas del mismo género. Los ejes de
analizando las implicaciones de los aspectos valoración son culturales, y aún fuera del te-
metodológicos y refiriéndolas a cuestiones rreno del género, ésta se realiza en términos
actuales de la antropología social, las com- genéricos. En muchas partes se suele valorar
piladoras también realizan un resumen en el la fuerza sobre la debilidad, y se considera
que presentan los aspectos generales de las que los varones son los fuertes y las mujeres
38 ideologías de género. Señalan que hay que las débiles. De ahí que resulte coherente el
distinguir el grado de las nociones formales - que, por ejemplo, en México, esto se mani-
a veces muy elaboradas- de género y sexua- fieste con expresiones del tipo “pareces vie-
lidad que tienen las diferentes culturas, pues ja” (ante la “debilidad” de un hombre) o “ni
suele ser muy variable. La comparación entre pareces vieja” (dirigida a una mujer como
las culturas del Mediterráneo y las del norte halago); la expresión “vieja el último”, común
de Europa es muy ilustrativa. Mientras que entre niños que van a echar una carrera, tam-
las mediterráneas tienen concepciones de bién es utilizada por niñas.
género muy complejas y específicas que de- Después de resumir las tendencias ge-
finen y organizan áreas de la vida tales como nerales de las ideologías de género, Ortner y
el trabajo, el ocio, la actividad religiosa, etcé- Whitehead presentan su hipótesis: la organi-
tera, las del norte de Europa son menos ela- zación social del prestigio es el aspecto que
boradas y por lo tanto el género tiene menos afecta más directamente a las nociones cul-
injerencia en esos terrenos de la vida. turales de género y sexualidad. Partiendo de
Ortner y Whitehead también subrayan la idea de que hay transacciones dinámicas
que no todas las culturas elaboran nociones entre los aspectos económicos y los ideo-
de masculinidad y feminidad en términos de lógicos en una sociedad, proponen que los
dualismo simétrico. Aunque, en la mayoría de articula el sistema de prestigio. Al estudiar la
los casos (y ésa es otra de las tendencias), las forma en que el prestigio es distribuido, re-
diferencias entre hombres y mujeres son con- gulado y expresado socialmente, se esta-
ceptualizadas en términos de conjuntos de blece una perspectiva que permite entender
oposiciones binarias, metafóricamente aso- muchos aspectos de las relaciones sociales
ciadas, hay veces en que los sexos aparecen entre los sexos, y de cómo son vistas cultu-
ralmente. Los sistemas de prestigio son parte subordinación femenina, o como quiera lla-
del orden político, económico y social. Así, el mársela, el sistema sexo/género que deno-
parentesco, el matrimonio y las relaciones de minó Rubin.
producción tienen un lugar dentro de estos Tal vez todavía es muy pronto para afir-
sistemas de prestigio. Para Ortner y White- mar que el uso de esta categoría modificará
head, el prestigio es el concepto que tiene las sustancialmente el tipo de investigación y la
implicaciones más claras e inteligibles para reflexión antropológica. Lo que sí ha hecho
entender las ideas de género. De ahí la im- ya es permitir el desmantelamiento del pen-
portancia de los sistemas de prestigio para samiento biologicista (tanto patriarcal como
comprender ciertos conceptos que tienen feminista) respecto del origen de la opresión
que ver con el género, como por ejemplo, el femenina, ubicándolo en el registro “huma-
concepto del honor (Pitt-Rivers, 1968). no”, o sea, en lo simbólico. El proceso ha
Los sistemas de prestigio están entre- sido relativamente rápido.
tejidos con las construcciones culturales de En diez años el estudio y la comparación
género. Ortner y Whitehead afirman que un de lo femenino y lo masculino en culturas da-
sistema de género es, primero que nada, un das han desembocado en el planteamiento
sistema de prestigio, y que si se parte de de lo que significan lo femenino o lo mascu-
ese punto, ciertos aspectos transculturales lino, y cómo se articulan con otras áreas de
de las ideologías de género cobran sentido. la vida.
Proponen estudiar ciertos aspectos de las re- El cuestionamiento de la “naturalidad”
laciones entre el género y otros órdenes de del género lleva a reconocer el prejuicio natu-
prestigio, y analizar la relación de mutua me- ralista que se expresa en otros terrenos. En-
taforización entre las categorías de género tre concebir el género de manera lévistraus-
y las usadas por el sistema de prestigio. No siana, como un sistema de prohibiciones, 39
es posible dar cuenta aquí de la variedad de y pensarlo de manera freudiana, como un
las reflexiones que aparecen en Sexual Me- sistema simbólico, hay un trecho ideológico
anings. La perspectiva simbólica que com- sustantivo que tiene implicaciones importan-
parten, más la utilización de la categoría gé- tes, no sólo en el terreno de la investigación
nero, les permite hacer una lectura diferente y la reflexión (la teoría) sino también en el de
de aspectos que ya parecían haber sido sufi- la política (la praxis). El análisis de la articula-
cientemente analizados: la dote, el control de ción entre el sistema de prestigio y el de gé-
la actividad sexual premarital, la endogamia, nero (articulación que supuestamente se da
el precio de la esposa, la herencia femenina, en el sistema de parentesco y de matrimonio)
la virginidad, la homosexualidad instituciona- pone en evidencia una importante contradic-
lizada, la ideología y las prácticas sexuales. ción: que aunque la estructura de la sociedad
Aunque sus planteamientos no tienen to- sea patriarcal y las mujeres como género es-
davía la estructura de una teoría ya consti- tén subordinadas, los hombres y las mujeres
tuida, son realmente muy estimulantes, y no de un mismo rango están mucho más cerca
sólo para la antropología. Aparte de los datos entre sí que de los hombres y mujeres con
etnográficos y su novedosa interpretación, otro estatus. Esta contradicción ha sido uno
el volumen tiene otra aportación indudable: de los puntos más álgidos del debate femi-
la clara intención política de investigar cuá- nista. A pesar de la condición universal de
les son las fuerzas sociales y los elementos subordinación femenina, la diferencia espe-
culturales que construyen, moldean y modifi- cífica de clase (y también de etnia) crea una
can las ideas sobre el género para así acabar separación entre las mujeres.
con lo que parece ser el locus de la opresión,
El debate sobre la imposibilidad de desa- Reiter finaliza señalando que todo ese
rrollar una propuesta política para las muje- trabajo colectivo servirá “para apoyar e in-
res que concilie la igualdad de los problemas formar a un contexto social desde el cual se
de género con las diferencias específicas de procederá a desmantelar la estructura de la
clase y etnia ha sido una constante en la co- desigualdad.
rriente marxista del feminismo. Muchos de
los elementos de la discusión -el papel de las
mujeres en el modo de producción (su traba-
jo doméstico no pagado) y de reproducción
(la maternidad y la función de las mujeres en
la familia)- son examinados por antropólogas
feministas con casos de sociedades no tan
complejas como las pre-capitalistas. Cono-
cer esos materiales, criticarlos, confrontar
sus interpretaciones con lo que está pasando
aquí y ahora es un paso útil para el necesario
debate que enlaza la teoría con la praxis.
Ya para terminar, quiero señalar que las
antropólogas feministas que trabajan en la
dirección de unir teoría y praxis, apoyándose
en el marxismo y en el psicoanálisis, lo hacen
con una clara conciencia de trabajo colecti-
vo. Rayna Reiter (1977) lo expresó con estas
40 palabras:
Pasarán fácilmente décadas antes de que
la crítica feminista aporte lo que Marx, Weber,
Freud o Lévi Strauss han logrado en sus áreas
de investigación. Pero un punto principal de
la crítica feminista es que las feministas no
intentamos repetir ese proceso por el cual
individuos impresionantemente preparados
como scholars y totalmente confiados en su
misión como pensadores críticos, redefinen
una tradición dándole una nueva dirección.
A lo que nos dirigimos y lo que intentamos
es algo deliberadamente menos grandioso y
conscientemente más colectivo. Porque aun-
que somos hijas de los patriarcas de nues-
tras respectivas tradiciones intelectuales,
también somos hermanas en un movimiento
de mujeres que luchan por definir nuevas for-
mas de proceso social en la investigación y
en la acción. Por nuestro papel de hermanas
luchamos por una noción compartida, más
recíproca, de investigación comprometida.
Anexo VII
El trabajo reconocido y
desconocido: inserción
laboral de la mujer en la
historia
Mirta González11
2. Como reacción a lo anterior se han Con respecto a las consecuencias a nivel per-
exagerado los esfuerzos y limitaciones sonal, esta división de labores se refleja en
impuestos por la biología para obtener una dependencia económica directa sobre la
protección y derechos específicos de la mujer, a la vez que le priva de alternativas de
mujer. supervivencia en el caso de desavenencias
con su cónyuge. Por otro lado, su labor aisla-
da e interna repercute en escalas alternativas
en los procesos de toma de decisiones políti- una decisión personal sino que constituye,
cas y del conocimiento del desarrollo de fuer- junto con el matrimonio, una forma obligada
zas productivas en otros ámbitos laborales. de supervivencia.
Las condiciones reproductivas que apa- En el caso de los varones, el matrimonio
rentemente influyeron en la división sexual y la paternidad no se consideran antagónicos
del trabajo no son en este momento, simila- con la actividad laboral externa, pero en el
res a las de años anteriores. Por un lado, los caso de las mujeres, tal situación es general-
adelantos en la medicina preventiva y gine- mente motivo de preocupación y culpa.
co-obstetricia han permitido una mayor es- Resumamos algunas de las limitaciones
peranza de vida a la población en general. Se del trabajo del ama de casa:
ha aumentado, asimismo, el control sobre el
propio cuerpo, en la posibilidad de decisión • Inexistencia de condiciones laborales
en la procreación, realizándose en forma más similares a las de otros trabajos: salario
conveniente a los intereses de la madre. El fijo, vacaciones, preaviso y cesantía, jubi-
matrimonio tardío es también una importante lación.
decisión que permite a muchas mujeres un • Dependencia económica.
mayor período de capacitación. • Desventajas en relación con una futura
De acuerdo con las pautas establecidas inserción laboral.
anteriormente, son mucho menos frecuentes • No reconocimiento social de la labor.
los matrimonios de adolescentes, la procrea- • Restricción al ámbito doméstico.
ción de diez o más hijos, y la centralización • Trabajo individual y solitario.
de la actividad femenina en el trabajo del ho-
gar. Durán incluso considera que la actividad ma-
44 A pesar de los cambios anteriores, y nual, intelectual y afectiva del ama de casa
mientras no haya sido necesaria la mano repercute, por su carácter rutinario y repe-
de obra femenina para el mercado externo, titivo, en las posibilidades de desarrollo del
las costumbres han prevalecido. En cam- pensamiento abstracto y señala que la mujer
bio, cuando las empresas han considerado nunca ha estado liberada de la producción
necesaria la incorporación de la mujer en el directa, biológica y material, y que la activi-
mercado laboral, su integración ha sido rápi- dad intelectual abstracta “requiere concen-
da y productiva. En época de guerra, cuando tración, garantía de que el proceso no se va
esta cesó, se procuró un pronto regreso de a interrumpir, estímulo de otros que están en
las mujeres a las tareas estereotipadas. Pero una misma situación, estudio, discusión y
la posibilidad de tomar decisiones laborales, debate”.
debió haber continuado abierta.
Aún cuando la inserción de las mujeres Los pasos hacia afuera
al mercado laboral externo aumenta año tras
A pesar de que hasta hace poco el matrimo-
año, todavía, en muchos casos, la actividad
nio o la vida religiosa eran consideradas las
femenina se visualiza dentro del hogar. Mu-
únicas opciones de la mujer, la necesidad de
chas familias deciden coartar las posibilida-
subsistir provocó la ampliación paulatina de
des educativas de sus hijas pensando en que
las posibilidades laborales fuera del hogar.
se casarán y, por lo tanto, no necesitarán de
Debido a que con frecuencia muchas muje-
una ocupación.
res no tenían ni siquiera la opción al matrimo-
El trabajo del hogar es indudablemente
nio, se insertó en el mercado laboral, pero su
necesario, pero se convierte en algo parecido
inserción se centró usualmente en aquellas
a la esclavitud cuando no existe de por medio
actividades relacionadas con las funciones
para las que habían sido capacitadas desde
la niñez: oficios domésticos, enseñanza, cui-
dado de niños y enfermos, costura, bordado,
peinados, belleza, etc. Más adelante se pro-
dujo su incorporación a la vida laboral como
apoyo a las labores masculinas, como en las
labores secretariales.
Al incorporarse posteriormente como
obreras fabriles, igualmente su trabajo se
relacionó con la función históricamente asig-
nada: procesamiento de alimentos, costura,
cosméticos, etc. también se prefirió escoger
a mujeres para ensamblaje electrónico, por
su facilidad en la manipulación de piezas pe-
queñas.
El no reconocimiento social a las labores
del hogar repercutió en gran escala, al ser
realizadas bajo una forma asalariada. Las em-
pleadas domésticas constituyen uno de los
grupos con salarios más bajos y con mayor
cantidad de horas trabajadas por semana.
La falta de organización, así como el es-
caso tiempo disponible por la doble jornada,
influye en que las mujeres tengan porcentual- 45
mente salarios inferiores a los hombres, aún
cuando realicen la misma actividad (Gonzá-
lez, 1977).
Por otro lado, la falta de experiencia his-
tórica en el mando fuera del hogar, así como
en la competencia por obtener mejores po-
siciones, aunado a la discriminación perma-
nente, son algunos aspectos básicos para
comprender la escasísima participación de
las mujeres en los organismos de toma de
decisiones y puestos directivos.
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