Professional Documents
Culture Documents
Fecha de recepción:
Fecha de aceptación y versión final:
Resumen
Bolivia cierra una coyuntura en el cual la Asamblea Constituyente no sirvió sino para acentuar
los problemas estructurales de la sociedad. Un nuevo proyecto de Constitución, cuya filosofía
reivindica el carácter multiétnico de la sociedad y la aspiración colectiva de justicia social, no
ha podido lograr la forma de un pacto social nacional ni una formulación sencilla favorable a
la construcción de un nuevo Estado. Los cambios anunciados están trabados por el centralis-
mo que el MAS ejerce en la toma de decisiones, por la ineficacia táctica de sus operadores po-
líticos y por la dependencia de su política internacional. A pesar de un escenario interior con-
flictivo, la crisis boliviana podría atemperarse gracias a la influencia de los factores externos re-
gionales: Brasil, potencia emergente, secundado por Argentina y Chile aspiran consolidar una
zona libre de conflictos en el Cono Sur.
Abstract
Bolivia is closing a chapter of its recent political history, one in which the Constituent
Assembly has achieved little more than accentuating the existing structural problems in socie-
ty. A constitutional project with a philosophy grounded in the multiethnic nature of society
and the collective aspirations towards social justice, has been unable to forge either a national
pact or a simple plan to move towards a new form of state institutionalization. The political
change heralded so far has been hampered by the centralist decision-making practices of the
MAS (Movement Towards Socialism), the strategic ineffectiveness of the political operators and
the excessive foreign policy dependency. In spite of the turbulent domestic setting, the Bolivian
crisis could be tempered by the positive constellation of external regional factors. Brazil, an
emerging power, followed by both Argentina and Chile, look likely to consolidate a region that
is free of conflict in the Southern Cone.
Iconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 32, Quito, septiembre 2008, pp. 145-53
© Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador.
ISSN: 1390-1249
temas
Alberto A. Zalles
a deriva conflictiva que sufrió la Asam- ¿Pero cómo explicar ese fracaso sin entrar
146
ÍCONOS 32, 2008, pp. 145-153
Bolivia: hundimiento de la Asamblea Constituyente y naufragio del proyecto de Constitución
147
ÍCONOS 32, 2008, pp. 145-153
temas
Alberto A. Zalles
de dirigentes cocaleros del Chapare pasa a in- del Qollasuyo) que confedera a las autorida-
tervenir en la política nacional. A partir de des tradicionales aymaras, se identifica con
entonces reivindica una identidad socialista, Evo Morales y, en tanto “movimiento social”,
sintiéndose heredero emocional de las revolu- pelea su propia cuota de poder en el gobierno.
ciones cubana y sandinista, procesos que no Tercero, los intelectuales aymaras, como Felix
ha logrado asimilar en un sentido epistemoló- Patzi, ex-ministro de educación, marcan su
gico. Pues, a diferencia de la manera como participación en el porceso de manera parti-
evolucionaron el Movimiento 26 de Julio en cular, reinterpretando la historia e intentando
Cuba y el Frente Sandinista de Liberación formalizar, dentro del discurso de la nueva iz-
Nacional en Nicaragua (Debray 1969; quierda, los conceptos centrales de una cons-
Wheelock 1986), el MAS se forja en el espíri- movisión propiamente india.
tu del anarco-sindicalismo alimentado por la En fin, otra prueba de la precariedad or-
práctica sindical boliviana y de la Central gánica del MAS es su cambio de postura res-
Obrera Boliviana. El MAS llegó al poder sin pecto de las Fuerzas Armadas. Pues, para ga-
tener un núcleo orgánico cohesionado con un rantizar sus reformas y el control de las accio-
germen de partido. En ausencia del mismo, nes benefactoras del Estado, como el bono
sufrió la colonización de remanentes de parti- “Juancito Pinto” para los niños y el bono de
dos tradicionales, que vieron en la coyuntura la “dignidad” para los ancianos, el gobierno
la oportunidad para recomponerse y reflotar ha dado atribuciones a los militares para que
en la escena política; y la de una nueva iz- administren los desembolsos correspondien-
quierda post-soviética, que surgió con una tes desde los regimientos, en especial en la
ideología indigenista actualizada con motivo zonas rurales. El MAS, que había tenido un
de los 500 años de la Conquista y luego de la discurso pre-electoral contra los militares e
caída del muro de Berlín. De un lado, los vie- incluso había prometido suprimir el servicio
jos militantes del Partido Comunista Bolivia militar obligatorio, ahora entiende que las
y los del Movimiento Sin Miedo, que repre- Fuerzas Armadas son un actor esencial en la
sentan a la generación disidente del Movi- construcción del poder Estatal.
miento de Izquierda Revolucionaria (MIR), le 3) El pueblo aymara constituye el núcleo de
aportaron algo de coherencia orgánica y cul- las reivindicaciones étnicas de poder y está con-
tura partidaria; y, de otro lado, el Ejercito centrado en el occidente del país en los departa-
Guerrillero Tupac Katari (EGTK) y varios mentos de La Paz, Oruro y Potosí. Las reivin-
grupos formados por miembros de Organiza- dicaciones étnicas, por razones históricas con-
ciones no gubernamentales (ONG) le añadie- cretas, no han logrado fraguarse en todo lo
ron un neoindigenismo conceptual. Ahora ancho del país e integrarse en un solo proyec-
bien, en el MAS hay que dar un lugar especial to. Al interior del MAS, sobre todo a nivel de
a los aymaras, quienes desde el punto de vista su militancia de rango intermedio y en las
étnico representan un solo pueblo, pero que bases, la participación de los aymaras es viva
políticamente están segmentados. Primero, el y sostenida; sin embargo, en lo que se refiere
MAS, en su ascenso, eclipsó al Movimiento al resto del universo étnico boliviano, el
Indio Pachacuti (MIP) de Felipe Quispe y fi- MAS, solo puede cumplir el rol de portavoz
nalmente subordinó a la militancia de esa or- de los indígenas. En tal sentido, para juzgar la
ganización que, hay que recordarlo, provenía actual coyuntura boliviana no basta el puro
del EGTK. Hoy el MIP guarda una relación análisis político y sociológico; para entender-
ambigua con el MAS. Segundo, el CONA- la con cabalidad, hay que añadir una visión
MAQ (Consejo Nacional de Markas y Ayllus desde la antropología política. De ese modo,
148
ÍCONOS 32, 2008, pp. 145-153
Bolivia: hundimiento de la Asamblea Constituyente y naufragio del proyecto de Constitución
se debe partir de una premisa: la única comu- maras fueron activos en la construcción del
nidad étnica con una vocación de poder cons- Estado boliviano; en cambio, las reivindica-
tituida es el pueblo aymara. El pueblo ayma- ciones de los pueblos orientales estuvieron
ra es un “mini Estado” (Albó y Carter 1988) signadas por un mesianismo antiestatal, por la
que se ha definido en virtud a su territoriali- búsqueda del Candiré o de la Loma Santa4.
dad, la dinámica de su desarrollo lingüístico, Por lo tanto, sus acciones colectivas se presen-
la producción de una o varias ideologías polí- tan como movimientos religiosos antes que
ticas y la constitución de una élite intelectual. como proyectos estrictamente políticos, lo
En los Andes, los grupos pan-aymaras (Chi- cual no niega su repercusión cívica.
payas, Urus, Laymes, Kakachacas) se expre- 4) La automía que reclama el departamento
san a través de los aymaras y las comunidades de Santa Cruz encubre uno de los problema de
quechuas se autoidentifican como tales debi- fondo y claves de las reformas estructurales pro-
do a que comparten una lengua, aunque, ha- metidas por el MAS: la redistribución de la tie-
blando propiamente, constituyen una diversi- rra agrícola en el oriente boliviano. La estruc-
dad de pueblos étnicos. No olvidemos que el tura agraria en el oriente no fue alterada en
quechua fue una lingua franca y su difusión 1952: la reforma agraria no llegó a las tierras
fue funcional a la expansión del imperio in- bajas tropicales. Es decir, en aquella región
caico. En el oriente, la distribución étnica existen propietarios de grandes extensiones de
puede ser descrita en relación a la historia de tierra y, a la vez, campesinos sin tierra. Ahora
cada sub-región. En el norte amazónico, en el bien, la diferencia respecto a 1952 es la si-
departamento de Pando y en las cabeceras de guiente: los grandes propietarios allí no son
los departamentos de La Paz y Beni, lugares los viejos latifundistas de occidente que se en-
que tardaron en ser asimilados como parte del contraban enfeudados en sus haciendas; estos
Estado-nación, algunas poblaciones (Ese- grandes propietarios han sabido diversificar
ejjas, Tacanas, Araonas) vivieron hasta hace sus capitales y no son solamente una burgue-
pocas décadas sin contacto con la sociedad sía agraria, son más que eso. Además se han
nacional. Luego, entre los llanos de Mojos y vinculados al desarrollo de sus regiones y eso
la Chiquitania, norte de Santa Cruz, las pue- fortalece su liderazgo local.
blos étnicos fueron asimilados a la sociedad Además, la reivindicación autonómica se
colonial a través de las misiones; esa circuns- ha convertido en un eje temático de la es-
tancia condicionó su posterior participación tructuración estatal y social. La victoria de las
subordinada dentro de la sociedad rural. Al corrientes pro-autonomistas en los referen-
sudeste del país, los guaraníes, a partir de la dums locales realizados en Santa Cruz, Beni,
Guerra del Chaco, 1932-1936, tomaron con- Pando y Tarija tiene como consecuencia di-
ciencia de su distinción respecto de la socie- recta el divorcio regional entre los Andes y las
dad nacional pero no demostraron una voca- tierras bajas, la extrema polarización de la po-
ción colectiva de disputa y participación en el lítica; y lo que es peor, la deslegitimación del
poder estatal. Utilizando la figura de análisis Estado nacional y de sus instituciones. Si uti-
de Pierre Clastres (1974), podríamos sostener lizamos una metáfora comparativa en referen-
que si el pueblo aymara reclamó su parte en el
Estado boliviano, los pueblos del oriente ma- 4 Para entender la voluntad de los aymaras por partici-
nifestaron indiferencia respecto de éste, o par en la construcción del Estado-nación véase
mejor dicho, fueron sociedades que organiza- Ramiro Condarco. Zarate el “temible” Willca; y Carlos
Mamani. Taraqu 1866-1935. Para una visión de los
ron su vida política contra el Estado.
movimientos mesiánicos en la amazonía boliviana los
Expresado de otra manera, de un lado, los ay- trabajos de Zulema Lehm.
149
ÍCONOS 32, 2008, pp. 145-153
temas
Alberto A. Zalles
150
ÍCONOS 32, 2008, pp. 145-153
Bolivia: hundimiento de la Asamblea Constituyente y naufragio del proyecto de Constitución
el significado mismo de la CPE que se va a pueden ser atribuidas sino al personal consul-
votar, hay que considerar al menos dos cosas: tante que estuvo detrás de su redacción. La
primero, el carácter histórico y el sentido pri- Representación Presidencial para la Asamblea
mordial del documento; segundo, la formali- Constituyente (REPAC), que se formo para
dad de su gestación y de su contenido. En el el efecto, no mostró capacidad para sintetizar
primer caso, la propuesta de CPE recoge la las propuestas colectivas y ciudadanas que re-
reivindicación fundamental de la Bolivia cibió y, por tanto, no tuvo la sagacidad inte-
india, a saber: el componente esencial de lectual que el caso merecía. En tal sentido, la
Bolivia lo constituyen sus pueblos indios. El versión final del proyecto de CPE no es obra
artículo 2 de la propuesta de CPE define bien solamente de los Asambleístas.
esa condición a partir de la cual se pretende
diseñar una nueva Ley de la República. De
otro lado, el mismo artículo 2, visto como Reflexiones finales
objetivo, tiene su gestación más inmediata en
las luchas sociales que se manifestaron en Más allá de todo formalismo, la cuestión de
Bolivia en las dos últimas décadas. El politó- fondo y la razón de las transformaciones es-
logo Jorge Lazarte, manifiesta que lo que tructurales que espera consumar la sociedad
puede rescatarse del proyecto de CPE es el boliviana están compuestas por dos elemen-
énfasis que se da a la justicia social. En el se- tos. Primero, dotar de autonomía y potestad
gundo caso, en el plano formal, recogiendo territorial a los pueblos indios –muy especial-
las observaciones que hace el mismo Jorge mente al pueblo aymara– y realizar una refor-
Lazarte, la propuesta de la CPE “confunde la ma agraria, limitando la superficie de la pro-
sociedad con el Estado”, carece de transpa- piedad de la tierra en el oriente boliviano. Re-
rencia conceptual y, de la manera como está forma que se espera no se convierta en una re-
redactada, es inaplicable7. Dicho de manera petición del fraccionamiento minifundista re-
iconoclasta, la nueva CPE es una “biblia” que alizado en 1952; lo cual provocaría la des-
carece de una “tabla de los diez mandamien- trucción de una economía agraria, que mal
tos”; es decir, de un código simple que per- que bien, es el sostén de la prosperidad de
mita crear instituciones y regir la convivencia Santa Cruz. Si la actual administración del
social (bajo un régimen socialista, comunita- MAS no alcanza estos objetivos y de hecho, la
rio o liberal). Y si nos detenemos en lo pura- reivindicación autonomista de Santa Cruz
mente formal, sus 411 artículos la hacen am- tiene lugar, el MAS se convertirá en un parti-
pulosa y, de otra parte, no es proactiva en su do sin trascendencia y la sociedad boliviana
reivindicación cultural y lingüística, pues de- mantendrá sus asimetrías sociales y regiona-
clara oficiales a todas las lenguas indígenas y les, su ingobernabilidad y sus conflictos. Se-
se la presenta y defiende en el idioma español; gundo, en ese escenario, la reivindicación de
pues, técnicamente, pudo ser traducida ya al Chuquisaca para que Sucre vuelva a ser una
aymara, al quechua o al guaraní. Capital plena, es decir, sede de todos los po-
Continuando con las consideraciones so- deres, resulta un falso problema, pues una
bre su aspecto formal, sus deficiencias no eventual descentralización en autonomías
distribuiría las competencias del actual mode-
7 La visión crítica de Jorge Lazarte se encuentra en la lo estatal, cuya imagen corresponde al repu-
entrevista publicada por radio Fides: Todavía hay blicanismo del siglo XVIII.
tiempo para pactar la nueva Constitución. Disponible Los dos temas, arriba observados, son cla-
en <http://www.radiofides.com/entrevistas_proc.asp?
ID=9>. ves para apreciar los conflictos actuales y los
151
ÍCONOS 32, 2008, pp. 145-153
temas
Alberto A. Zalles
contradictorios sentimientos y acciones que Hugo Chávez ha comprendido que tiene que
ha provocado la Asamblea Constituyente y vivir con una oposición. Asimismo al interior
que provocará todavía, la aprobación o no del de Cuba ese debate parece amplificarse poco
proyecto de CPE que resultó de ella. a poco, especialmente luego de la retirada de
La fiebre de referéndum en Bolivia, entre Fidel Castro del primer plano político. En
los cuales el “referéndum revocatorio” del Bolivia, la nueva CPE no puede eludir esta
Presidente y de las autoridades prefecturales8, perspectiva y el MAS deberá adaptarse a las
programado para el 10 de agosto 2008, no es tendencias históricas del desarrollo político
otra cosa que un sistema de válvulas que per- en el Cono Sur, sin olvidar que Bolivia es un
mite descender momentáneamente la presión peón en un tablero de juego donde hay dife-
de los conflictos. Los actores políticos, de iz- rentes fichas.
quierda y derecha, utilizan los referendums
para verificar su correlación de fuerzas y, luego,
para relanzar sus tácticas de aniquilación o de Bibliografía
defensa vis-à-vis de sus oponentes. Así, con
candidez y ligereza, el Vicepresidente boliviano Albo, Xavier y William Carter, 1988, “La co-
definió el mecanismo, en el caso específico del munidad Aymara: un mini estado en con-
referéndum autonómico llevado a efecto en flicto”, en Raíces de América: El mundo
Santa Cruz, como “una encuesta de opinión Aymara, Alianza Editorial, Madrid.
muy costosa” (Los Tiempos, 11.04.2008). La iz- Archondo, Rafael, 2007, “La Ruta de Evo
quierda boliviana todavía no ha tomado una Morales”, en Nueva Sociedad, No. 209,
forma ideológica y orgánica definitiva. Es muy Buenos Aires, pp. 82-99.
pronto para el surgimiento de un liderazgo al- Cárdenas, Víctor Hugo, 1999, Los pueblos indí-
ternativo en la izquierda o, quizás, el MAS genas y la democracia en Bolivia: algunas refle-
mismo, cambiará de estrategia para reconquis- xiones, Fundación Konrad Adenauer, La Paz.
tar un electorado más allá del campesinado y Castañeda, Jorge, 1993, La utopía desarmada,
de los sectores gremiales y sindicales, y para Joaquín Mortiz y Planeta, México.
concretizar finalmente sus aspiraciones estraté- Clastres, Pierre, 1974, La société contre l’Etat,
gicas nacionales. Para eso debe trabajar seria- Minuit, París.
mente en la construcción de su institucionali- Dallaire, Roméo, 2003, J’ai serré la main du
dad y estructura partidaria. diable. La faillite de l’humanité au
Finalmente, la tendencia de evolución de Rwanda, Livre Expression, Québec.
los sistemas políticos en América Latina y es- Debray, Régis, 1969, Révolution dans la
pecialmente de los países vecinos de Bolivia Révolution?, Maspero, París.
están orientados a la consolidación de siste- Gamarra, Eduardo, 2008, “El gobierno no
mas pluralistas y multi-partidarios. Incluso controla todo el territorio nacional. Entre-
vista de Armando Morales”, en La Razón,
8 El Referendum revocatorio fue propuesto inicialmen- 21 de junio, La Paz, Bolivia.
te por el MAS, en el Congreso, y luego fue reivindi- García, L. Álvaro, et al, 1999, El fantasma in-
cado por los prefectos de oposición que buscan desle- somne: pensando el presente desde el
gitimar a la actual administración gubernamental. La
revocación no existe en la actual CPE; por lo tanto, Manifiesto comunista, Muela del Diablo
este referendum de agosto 2008 es una medida emi- Editores, La Paz.
nentemente coyuntural establecida por el Parlamento García, L. Álvaro (Qharanchiri), 1990, Críti-
y consentida por el Ejecutivo. La futura CPE tiene de-
finida la revocación del mandato presidencial
ca de la nación y la nación crítica naciente,
(Artículos 171 y 172 del nuevo proyecto). Ediciones Ofensiva Roja, La Paz.
152
ÍCONOS 32, 2008, pp. 145-153
Bolivia: hundimiento de la Asamblea Constituyente y naufragio del proyecto de Constitución
153
ÍCONOS 32, 2008, pp. 145-153