Professional Documents
Culture Documents
los hombres y mujeres por los que tú diste tu vida. La oración “Ven Espíritu Santo” podemos utilizarla al comienzo de la
Ayúdanos a continuar tu acción con fe y alegría. lectura de la Palabra o al final, en la celebración.
1. Danos, Señor, tu Espíritu de amor y de confianza para que 7. Queremos vivir de ti y dejarnos conducir por ti (Gál 5,25). Pues sólo si
sepamos volver a ti (Zac 12,10). Infúndelo en nosotros de nos dejamos guiar por ti, no nos dominarán los deseos de la carne (Gál
forma que podamos vivir según tus preceptos y tus leyes 5,16). La carne tiende a la muerte, pero tú te propones vida y paz (Rm
(Ez 36,27). 8,6).
2. Sabemos, Señor, que tu Espíritu incorruptible está en todas 8. Concédenos tus frutos: caridad, alegría y paz; paciencia, comprensión
las cosas (Sab 12,1). Por medio de él tiene vida nuestro de los demás, bondad y fidelidad; mansedumbre y dominio de
cuerpo mortal (Rm 8,11). Por eso, si llamaras de vuelta a tu nosotros mismos (Gál 5,22s).
soplo, en un instante moriría toda la tierra y los hombres
volveríamos al polvo (Job 34,14s). 9. Que, conducidos por ti (Rm 8,5), nos vayamos transformando en
imagen de Jesús (2Cor 3,18) y podamos así ser en todas partes
3. Espíritu de Dios, ven, pues, a socorrernos en nuestra testigos de su resurrección (Hch 1,8).
debilidad. Sabemos que tú siempre estás intercediendo por
nosotros (Rm 8,26). 10. Dejándonos guiar por ti llegamos a ser realmente hijos de Dios (Rm
8,14), pues el amor de Dios ha sido derramado ya por tu medio en
4. Soplas donde quieres y como quieres (Jn 3,8). Te nuestros corazones (Rm 5,5), desde los que clamas al Padre como
manifiestas como brisa ligera (1Re 19,12), o como viento Abbá querido (Gál 4,6).
impetuoso (Hch 2,2) y aun como tempestad (Job 40,6).
Entra, pues, con fuerza en nosotros, para que podamos 11. Ya no somos esclavos, ni menores de edad (Gál 4,1-3). Gracias a ti,
permanecer de pie y formar parte del Reino de nuestro Dios nuestra nueva relación con Dios es de suma intimidad y familiaridad,
y su Cristo (Ap 11,11.15). al estilo de Jesús (Mc 14,36).
5. Llénanos de tu sabiduría (Dt 34, 9), de forma que a tu luz 12. Sí, creemos, Padre Dios, que hemos recibido el Espíritu que nos
sepamos examinarlo todo y quedarnos con lo bueno (1Tes convierte en hijos legítimos tuyos y que nos mueve a tratarte como
5,20). Papá querido. Sentimos que el Espíritu nos asegura que somos
realmente tus hijos y, por consiguiente, tus herederos. Plenamente
6. nuestra llegará a ser tu herencia, y la compartiremos con Cristo,
nuestro hermano (Rm 8, 14-17). Amén. Aleluya.