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Enfermedades Respiratorias
Bovinas
Antonio Jiménez, Veterinario
En su aparición y desarrollo influyen factores rela- de nuevos animales, como los que ya están presentes en
cionados con los microorganismos, pero también otros el cebadero, pueden vehicular diversos microorganismos
condicionantes relacionados con los animales, como la a los que ambos se verán expuestos.
edad o el estatus inmunitario individual, y con el am-
biente en el que viven y el manejo al que están someti-
dos (hacinamiento, temperatura y humedad ambiental, Rinotraqueitis Infecciosa
etc.). Para establecer una estrategia que nos permita Bovina (ibr)
prevenir de manera eficaz el desarrollo de la enferme-
dad, debemos implementar medidas para optimizar la Las implicaciones económicas de la rinotraqueitis
alimentación, especialmente los micronutrientes, dismi- infecciosa bovina van más allá de las que se derivan de
nuir el estrés, reducir la entrada de animales, mejorar las la acción patógena del agente causal: participación del
condiciones de transporte y las prácticas de recepción virus del IBR en el síndrome respiratorio, disminución
en cebaderos, establecer procedimientos sanitarios, que
incluyan programas vacunales, e incrementar la ventila-
ción al mismo tiempo que procuramos disminuir la den-
sidad de los animales.
El primer
paso para el Aunque el ganado bovino de cualquier edad y bajo
En cebaderos, es crítico el
control de un gran cantidad de circunstancias es susceptible de pa-
decer problemas respiratorios, éstos se muestran con más momento de recepción de los
enfermedades frecuencia y gravedad en animales jóvenes. Las infec- animales. Tanto el grupo de
es minimizar ciones por agentes respiratorios en los terneros pueden
nuevos animales, como los que ya
la mezcla y el presentarse en forma de enfermedad clínica o manifes-
tarse ocasionando un mal estado general sin que exis- están presentes en el cebadero,
movimiento tan síntomas específicos. Sin embargo, en ambos casos pueden vehicular diversos
de animales pueden producirse pérdidas económicas considerables,
microorganismos a los que ambos
incluso aunque la mortalidad no sea muy alta, debido
a la disminución de la ganancia de peso diaria, el au- se verán expuestos.
mento del índice de conversión del alimento, el sacrificio
prematuro de animales enfermos crónicos y los costes
del tratamiento veterinario. En cebaderos, es crítico el
momento de recepción de los animales. Tanto el grupo
Enfermedades respiratorias Bovinas
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HOSPEDADOR AMBIENTE
1. Las características fisiopatológicas, histológicas e inmunológicas del aparato 1. El papel desempeñado por el entorno depende en gran medida de la virulencia del
respiratorio de los bóvidos determinan la existencia de una cierta propensión de agente primario.
especie al desarrollo de cuadros respiratorios.
2. El mantenimiento de una excesiva densidad de animales favorece la presentación del
2. El Síndrome Respiratorio Bovino se presenta con más frecuencia y gravedad en los síndrome, especialmente las infecciones bacterianas secundarias.
animales jóvenes.
3. El alojamiento de los terneros en las proximidades de las vacas adultas contribuye a la
3. Ciertas razas productoras de carne, sobre todo razas culonas, se encuentran diseminación de la infección.
especialmente predispuestas.
4. La existencia de abrevaderos y comederos compartidos constituye otro factor de
4. El estatus inmunitario individual. La inmunidad es adquirida individualmente, riesgo.
específica y dependiente de la antigenicidad y virulencia del agente infeccioso.
5. Las variaciones de temperatura o una excesiva humedad o sequedad del aire
5. El estatus inmunitario de la explotación determina qué proporción de los efectivos predisponen al desarrollo de cuadros respiratorios.
son, en un determinado momento, susceptibles a la infección por un determinado
agente infeccioso. El status inmunitario colectivo estará condicionado por las prácticas 6. Una ventilación insuficiente afecta al control de la temperatura y la humedad, pero
de entrada/ salida de animales de la explotación, así como por la magnitud y duración sobre todo implica una mala eliminación de los aerosoles que vehiculan los agentes
de la inmunidad individual. infecciosos. También condiciona la mayor o menor presencia de distintos gases
nocivos.
7. La no realización de vaciados sanitarios periódicos y la continua introducción en la
explotación de animales de procedencia diversa aumentan la incidencia de diversos
procesos infecciosos.
8. Factores estacionales, como cambios climáticos y cambios en la alimentación de los
animales, pueden condicionar un brote de esta enfermedad.
9. También son determinantes ciertos factores nutricionales: un encalostrado deficiente,
los estados de malnutrición y el estrés generado si existe competencia por la comida.
transitoria de la producción láctea durante les que estén incluidos dentro de cualquier
la infección aguda y problemas reproduc- Asociación de Defensa Sanitaria. En el resto
tivos. Los países o regiones europeas, con de España existen distintas iniciativas priva-
presencia de IBR en sus rebaños, tienen das, promovidas desde asociaciones de raza,
restricciones de comercio e intercambio ADSs, etc.
de animales vivos con aquellas zonas li-
Factores de riesgo para
bres del virus en el seno de la Comunidad El IBR es una enfermedad infecciosa la seropositividad a
Europea. Asimismo, esta enfermedad está producida por el Herpesvirus bovino tipo 1. herpesvirus bovino 1:
sujeta a control y/o erradicación en mu- Aunque existen diferentes formas clínicas
chos de estos países. La vacunación con de presentación, los síntomas respiratorios
vacunas marcadas y las medidas de biose- y las lesiones en las vías altas (fiebre, con- • La reposición con animales ex-
guridad efectivas contribuyen a conseguir juntivitis, tos, lagrimeo y descarga nasal) ternos. Las compras siempre su-
el estatus de libre de IBR. son las manifestaciones más típicas, junto ponen un factor de riesgo inde-
con la disminución de la producción leche- pendientemente del tamaño de
En la actualidad, el 70% del censo de ra y la pérdida de peso. Existe una gran la ganadería, aunque parece que
ganado vacuno de la Unión Europea está en variación en cuanto a la severidad de los son más determinantes en gana-
países libres de IBR o que están llevando a signos clínicos en función, fundamental- derías de hasta 50 animales.
cabo planes de erradicación. En nuestro país mente, de la edad del animal –en ganado
la infección está ampliamente distribuida. bovino adulto el IBR normalmente cursa • El tamaño del rebaño. Si éste es
Aproximadamente un 30 % de los rebaños con procesos leves e inaparentes, sin em- pequeño, el riesgo se reduce ya
son seropositivos, en los que la seropreva- bargo, pueden observarse signos clínicos que el número de animales sus-
lencia individual oscila entre el 10 y el 40%. más severos en terneros mayores de seis ceptibles durante el año es menor
Sólo el Principado de Asturias ha estableci- meses- y de las complicaciones bacteria- y la infección puede no persistir.
do acciones para intentar la erradicación de nas secundarias. Tras la fase aguda de la
la enfermedad, prohibiendo la aplicación de enfermedad, que normalmente persiste • La ropa y calzado del personal,
vacunas convencionales de IBR a los anima- durante 5 a 10 días, la mayor parte de que trabaja o visita la granja.
los animales se recuperan, pero si existen
complicaciones bacterianas secundarias el • Los toros tienen más riesgo de
curso del proceso puede prolongarse en el ser seropositivos que las vacas y
tiempo, ocasionando graves neumonías e los animales de más edad que los
incluso en un 10% de los casos la muerte jóvenes.
del animal.
1) No introducir en la explotación animales sin la previa comprobación En la forma respiratoria, el virus se elimina con las
de que son seronegativos o gE negativos (han sido vacunados con secreciones respiratorias y conjuntivales, y se transmite di-
vacuna marcada). Puesto que la infección origina una respuesta en rectamente por aerosoles o contacto, o indirectamente,
anticuerpos de larga duración, todo animal seropositivo es un pro- mediante agua o alimentos contaminados. En la presenta-
bable hospedador latente del virus. No obstante algunos portadores ción genital la transmisión tiene lugar en el momento de la
latentes del virus pueden ser seronegativos. monta, este aspecto de la enfermedad se manifiesta, sobre
todo, en los rebaños con monta natural y en extensivo. El
2) Si no podemos garantizar que los animales provengan de un rebaño semen congelado proveniente de toros infectados puede
libre de IBR, realizaremos una serología en origen y estableceremos ser también un medio de difusión de la enfermedad.
un periodo de cuarentena para los animales de nuevo ingreso. Tras
dos semanas y antes de finalizar la cuarentena realizaremos un nue- Después de la replicación vírica en las células epi-
vo análisis por si los animales estuvieran seroconvirtiendo. teliales de las mucosas respiratoria o genital, el virus se
establece en las neuronas sensoriales. Todo animal que
3) Separar los animales en producción de los animales de reposición. haya sufrido una infección, o que haya sido vacunado
con cepas vivas, puede quedar como portador latente del
4) La vacunación es el método más eficaz para controlar el IBR. En los virus, en ocasiones de por vida. Cualquier situación de
programas de erradicación se están utilizando vacunas marcadas que estrés -como el transporte, el parto o el hacinamiento-,
nos posibilitan distinguir entre anticuerpos vacunales y los genera- las infecciones por otros virus y bacterias, y el tratamiento
dos por una infección natural. Los animales que se introduzcan en con corticoides, pueden reactivar la infección y restablecer
un rebaño procedente de otro en el que se hayan empleado vacunas la excreción del virus. En estas recidivas, muchas veces, los
marcadas tienen que ser gE seronegativos (si son gE seropositivos animales se muestran asintomáticos.
significaría que habrían sido infectados con cepas de campo), sin
embargo, pueden presentar serología positiva en anticuerpos totales Los terneros que son infectados por el virus ma-
o por seroneutralización. terno y reciben anticuerpos calostrales no manifiestan
sintomatología clínica ni seroconvierten debido al efec-
5) Utilizar semen previamente testado mediante PCR. to de enmascaramiento de la inmunidad pasiva, pero es
común que experimenten infección latente y perma-
nezcan seronegativos cuando los anticuerpos materna-
les se agoten.
Existen en el mercado vacunas inactivadas (no producen infección latente y no se recombinan con cepas de
campo) y vivas atenuadas (producen una mayor reducción de la circulación vírica en el rebaño y permiten
su aplicación intranasal), convencionales y marcadas. Con las vacunas inactivadas la primovacunación se
basa en aplicar dos dosis separadas con un intervalo de 3-4 semanas y, posteriormente, revacunar semestral
o anualmente. Con las vacunas vivas atenuadas se administra una única dosis y se revacuna anualmente
con vacuna viva atenuada o con inactivada. Si se establece un protocolo de erradicación con vacunas
marcadas, la revacunación debe tener siempre una periodicidad semestral.
Vacunación en cebaderos:
• Primera dosis a los 4-6 días de la recepción (si los animales llegan con síntomas respiratorios instaura-
remos un tratamiento adecuado y procederemos a su vacunación a los 7-10 días).
• Si los terneros se quedan en la explotación revacunaremos cada 4-6 meses, en función del estado
epidemiológico del cebadero.
Enfermedades respiratorias Bovinas
Nut rición nº 10
Este parásito puede infestar a bóvidos de todas las edades, mantenidos en régimen extensivo en zonas templadas y húmedas. No
obstante, las larvas pueden resistir el frío, incluso del invierno, de esta forma los animales más viejos quedan como portadores
durante un largo período de tiempo. Los brotes suelen observarse entre junio y noviembre, cuando los animales llevan de dos
a cinco meses de pastoreo. El desarrollo del cuadro clínico y el porcentaje de mortalidad es mayor en terneros de entre 4 y 6
meses de edad.
La gravedad y duración de los signos clínicos dependen principalmente de la cantidad de larvas ingeridas, de la edad del animal y
de las condiciones climáticas. Los animales presentan tos (que en los casos más leves sólo se manifiesta con el ejercicio), discreta ta-
quipnea y, en casos más graves, pérdida de peso, fiebre y disnea; en la auscultación se escuchan ronquidos y crepitaciones. Aunque
la mayor parte de los animales afectados de un brote se recupera, una proporción (sobre todo los más jóvenes) puede desarrollar
signos respiratorios graves sin fiebre, que suelen terminar en la muerte en 1-4 días.
El diagnóstico se realiza en función de los datos epidemiológicos, los signos clínicos y las lesiones. En la fase postpatente
pueden identificarse las larvas de D. viviparus en las heces a través de análisis coprológicos. Además diferentes pruebas
serológicas (fijación de complemento, hemoaglutinación indirecta (HIA), el método de ELISA, etc.) permiten detectar an-
ticuerpos específicos.
El tratamiento y control de la enfermedad se realiza con diferentes antihelmínticos: imidazotiazoles (levamisol), ben-
zimidazoles (fenbendazol y albendazol) y probenzimidazoles (febantel y netobimin); y las avermectinas (ivermectina,
moxidectina, doramectina). En áreas de alto riesgo, además de las medidas preventivas generales (evitar el pastoreo en
zonas peligrosas y épocas de riesgo, etc.), existe la posibilidad de vacunar a los terneros antes de salir a los pastos con
una vacuna que contiene L3 atenuadas por irradiación. Esta vacuna se administra por vía oral en dos dosis separadas con
un intervalo de cuatro semanas.
Revisión
Los animales más sensibles serán los de 6-24 meses, especialmente 6-9 me- Cuando una ganadería se encuentra libre
ses que es la edad más frecuente en la que se someten a transporte, aunque de BVD la entrada del virus se suele producir
también puede afectar a animales adultos. por la llegada de un animal PI (nacido o feto)
y, en algunas ocasiones, por la incorporación de
Esta bacteria puede producir un cuadro sobreagudo provocando la muerte individuos con la enfermedad en fase aguda. En
del animal en 24 horas, pero lo normal es que el animal aparezca abatido, el primer caso, la evolución de la infección en
inapetente, con fiebre (hasta 42º C), con secreción nasal mucopurulenta, tos el rebaño es explosiva. Hay que tener en cuenta
seca, áspera y persistente, y dificultad respiratoria. El proceso es más grave y que las vacas PI siempre parirán terneros PI y,
prolongado que la infección provocada por el Virus Respiratorio Sincitial y la por lo tanto, pueden establecerse estirpes fami-
mortalidad más elevada. Para facilitar la respiración y mitigar el dolor, los ani- liares PI que se perpetúen en el rebaño, aunque
males afectados arquean el lomo y estiran el cuello, abren la boca y separan por la mortalidad de estos animales y por la dis-
las extremidades anteriores. minución de la eficacia reproductiva esta situa-
ción es poco probable. No existiendo animales
Además de instaurar pautas de manejo que minimicen las situaciones que PI la infección acaba desapareciendo, siempre y
predispongan a la inmunosupresión, la vacunación es un procedimiento in- cuando no se introduzcan nuevos animales PI.
dispensable para el control de estas patologías. El momento idóneo para la
vacunación frente a Mannheimia (Pasteurella) haemolytica depende de la El punto clave para identificar los re-
epidemiología de cada explotación, en terneros pasteros el mejor momento baños con infección persistente consiste en
es el día siguiente a la llegada al cebadero, en terneros mamones en la se- la realización de un chequeo de anticuerpos
mana antes del destete o cuando se van a cambiar de cuadras, que son los representativo de todos los animales del re-
momentos que suelen desencadenar la aparición de los cuadros neumónicos baño. En las explotaciones en las que existe
más graves. un animal PI, el porcentaje de individuos con
anticuerpos frente al virus puede superar el
75-80%. En ganaderías donde se vacuna re-
gularmente frente al virus BVD no es posible
diferenciar entre los anticuerpos vacunales y
los que no los son. Es recomendable, enton-
ces, realizar la prueba en terneros no vacuna-
dos de entre 5 y 12 meses de edad.
Virus Respiratorio Sincitial Bovino por lo que suele presentar un carácter estacional, apare-
ciendo frecuentemente casos clínicos a finales de otoño y
El Virus Respiratorio Sincitial se considera el principal principios de invierno.
agente vírico causante de enfermedad respiratoria en los
terneros. Los niveles de prevalencia del virus en nuestras Cuando la infección se presenta por primera vez, la
ganaderías alcanzan el 65-81%. Aunque la morbilidad es enfermedad suele aparecer de forma aguda. Este cuadro
elevada, hasta el 80%, la mortalidad no suele superar el clínico se manifiesta con fiebre hasta 42º C, decaimiento,
15%, salvo que se produzcan infecciones secundarias por inapetencia, lagrimeo, secreción nasal serosa, tos y dificul-
bacterias o por otros agentes víricos. Sin embargo, las per- tad respiratoria. El curso de la enfermedad es rápido, entre
didas económicas se derivan sobre todo del retraso en el una y dos semanas, ocasionando una neumonía intersticial,
crecimiento de los terneros afectados por la infección. generalmente, de pronóstico leve si no existen complicacio-
nes bacterianas secundarias. Es entonces cuando pueden
Los animales se contagian por contacto con las se- presentarse cuadros más graves como bronconeumonías.
creciones nasales y por inhalación. La enfermedad rara-
mente aparece en terneros menores de dos semanas, los La forma atenuada se suele dar en animales que ya
brotes más importantes se observan en animales de entre experimentaron el proceso y vuelven a presentarlo de nue-
cinco y nueve meses y más raramente en adultos. Se sue- vo. La enfermedad respiratoria leve está caracterizada por
len relacionar con estrés, sobre todo por transporte inade- tos, descarga nasal de mucosa a seropurulenta, taquipnea
cuado, hacinamiento y cambios bruscos de temperatura, de leve a moderada y sonidos respiratorios anormales.
M. bovis Mastitis/Artritis/Neumonía/Inf.genital/Aborto
Entre los micoplasmas respiratorios, Mycoplasma bovis y Mycoplasma dispar son las especies que más comúnmente se asocian a neumonías en terneros tanto
en Europa como en Estados Unidos
La transmisión se realiza por aerosoles, por contacto directo con saliva, orina o tejidos y fluidos fetales de animales enfermos.
También es posible la infección trasplacentaria.
Después de que los bovinos han sido expuestos a los mycoplasmas, los síntomas de la enfermedad pueden aparecer de 1 a
3 meses más tarde e incluyen fiebre, tos, disnea (la dificultad al respirar se hace patente porque el animal extiende el cuello y
mantiene las extremidades anteriores abiertas), anorexia, pérdida de condición física y disminución de la producción de leche. Los
terneros son más propensos a mostrar síntomas de artritis y cojera que problemas respiratorios.
La enfermedad puede ocasionar la muerte entre el 10% y el 70% de los casos. Un tercio de los animales, principalmente
jóvenes, que se recuperan de la enfermedad aguda se transforman en portadores.
Escherichia coli
Neumonía intersticial aguda.
Salmonella spp.
Streptococcus pneumoniae
Bronconeumonía purulenta subaguda
Staphylococcus aureus
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