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nutrición

La obesidad
en el gato (II)
Gemma Baciero
Comunicación Científica
Royal Canin Ibérica, S.A.

Antes de abordar su tratamiento,

hay que hacer una evaluación
de la obesidad y tenemos
que conseguir la motivación
del propietario para realizar
dicho tratamiento (tal y
como veíamos en el artículo
“Obesidad en el gato I”).
Además, hay que evaluar las
condiciones relacionadas con el
comportamiento.

EVALUACIÓN DE LAS CONDICIONES
COMPORTAMENTALES
Cuando se buscan los factores que pueden influir en el peso de un gato,
hay que considerar en primer lugar las actividades normales en él.
Se trata de un animal territorial, que está muy conectado al lugar en el
que vive.
Para el gato el territorio es su espacio vital, que delimita por marcas y
que defiende frente a sus congéneres. En el territorio hay campos terri-
toriales, donde realiza cada una de las actividades y también caminos
de campos que llevan de uno a otro.
Cuando el territorio es estable y coherente con las necesidades del
gato, se garantiza su tranquilidad. Por otro lado cualquier alteración del
territorio podrá provocar también alteraciones en el gato.
Las principales actividades que desarrolla el gato son las siguientes:
• Comer. Los gatos comen para satisfacer sus necesidades energé-
ticas y para ellos no constituye una actividad social. Es un carnívoro
estricto que come de 7 a 20 veces al día viviendo en interior, aunque
en la naturaleza se alimenta “ad livitum”
• Cazar. Es un cazador solitario. La caza y la comida son actos inde-
pendientes.
La caza es una actividad que consume tiempo y energía
• Jugar. El juego es un comportamiento que posee su propia motiva-
ción y es una actividad que constituye una recompensa en sí mis-
ma. Permite al gatito desarrollar las habilidades para la caza y ayuda
a establecer interrelaciones sociales. Es necesario durante toda la
vida, no solo para los gatitos y los más jóvenes. También supone un
gasto energético.
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• Aseo. Es una actividad que ocupa mucho tiempo en el gato (hasta el
30% de las horas de vigilia) y que consume energía. La duración y la
calidad del aseo pueden ser buenos indicadores del estado emocional
de un gato ya que es un mecanismo regulador de estrés. Sí puede tener
una significación social, al contrario que la comida, en el aseo mutuo.
• Dormir. En la naturaleza duermen hasta 12 horas al día, mientras
que en un entorno doméstico la mayoría de los gatos duerme entre
12 y 18 horas al día. Esto supone que su actividad está concentra-
da en periodos de vigilia relativamente cortos con picos de actividad
intensa, como la caza y el juego, que consumen gran cantidad de
energía. El gasto de energía será menor que en los gatos vagabun-
dos o salvajes porque estos periodos de vigilia son menores.
• Mecanismos reguladores de estrés
Los gatos poseen una serie de comportamientos destinados a ac-
tuar como mecanismos de regulación en caso de estrés:
• Actividades orales. Un aseo excesivo o la bulimia son compor-
tamientos de autoapaciguamiento
• Huir y esconderse. Es la estrategia de defensa favorita. Los gatos
que no se esconden muestran de forma más marcada los efectos
del estrés y aumentan sus actividades de autoapaciguamiento.
Cuando las necesidades
comportamentales no son satisfechas,
el animal sufre estrés. Como respuesta
aparecen los mecanismos de regulación
de estrés, las actividades orales: aseo
excesivo e ingesta de alimentos. Y como
consecuencia de esta mayor ingesta
de alimentos se desequilibra el balance
energético y aparece la obesidad
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Manejar la distribución de alimento

Aunque los gatos en general se regulan bien a la hora de alimentarse,

dar el alimento ad livitum cuando están obesos presenta el inconve-
niente de un sobreconsumo en las primeras semanas y el rechazo por
parte del propietario, que no entiende que esta sea la manera de que
su gato adelgace.

Por eso se recomienda, por un lado, aumentar el número de comidas

en las que se raparte la ración diaria, y por otro, complicar el acceso
al alimento. Es decir, no dejar de una vez toda la comida en el mismo
comedero y en el mismo lugar de siempre, sino tratar de hacer que el
animal busque el alimento utilizando varios platos y colocándolos en
distintos sitios, incluso en altura. Esto le obliga a moverse para buscar y
de esta manera conseguimos que aumente el gasto de calorías.

Manejar la actividad del gato

La actividad es el elemento esencial para optimizar los gastos energéti-

cos. Como los gatos de interior hacen poco ejercicio hay que estimular-
los a través del juego y de la caza como juego.
Es útil recordar al propietario los elementos importantes del
etograma del gato El juego se puede estimular utilizando un sin fin de elementos cotidianos
que pueden resultar muy atractivos para los gatos: bolas de papel de
TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD aluminio con un cordón, bolas o tiras de papel, corchos, pelotas de
ping pong,…el único límite es la imaginación de los dueños. También
En el tratamiento de la obesidad incluiremos medidas comportamenta- se comercializan muchísimos juguetes pensados específicamente para
les y una dieta apropiada. gatos. Todo vale si conseguimos que el animal juegue y se mueva, ya
que como consecuencia aumentaremos al gasto de energía.

MEDIDAS COMPORTAMENTALES
Actuaremos a dos niveles: disminuyendo el aporte de calorías y aumen-
tando el gasto energético, manejando la distribución del alimento y la
actividad del gato.
Como los gatos de interior no tienen la posibilidad de cazar igual que los
de exterior, estimularemos la caza a través del juego utilizando juguetes
estimuladores de caza. Se caracterizan porque deben permitir al gato
perseguirlos, atraparlos, golpearlos y además deben poder contener
alimento. Se trata de simular una presa que el gato perseguirá y de la

Condiciones de vida que favorecen la obesidad:
gato doméstico
Es habitual que los gatos domésticos no desarrollen todas estas
actividades y que sus territorios no cubran todas sus necesidades.
Los gatos domésticos tienen unas posibilidades limitadas para
cazar, de manera que en muchas ocasiones estos gatos no reci-
ben suficientes estímulos físicos ni mentales, ni se benefician del
consumo de calorías que supone esta actividad.
El número de horas de sueño es mucho menor que en los anima-
les salvajes. Son entre 12 y 18 horas de inactividad total con una
evidente repercusión sobre el control de peso.
Si a esto le añadimos la menor actividad durante las horas de
vigilia es fácil comprender que la balanza entre el aporte y el
consumo de energía este desequilibrada.
Aunque la comida no tiene una función social, muchos propieta-
rios sí se la atribuyen. Esto puede llevar a que el gato aprenda de-
terminados comportamientos a cambio del aporte de alimentos.
Un aseo excesivo es indicio de una regulación inadecuada frente
al estrés, y hay que prevenir a los propietarios del riesgo de estos
animales de convertirse en obesos.
Respecto al juego, hay que decir que es muy habitual que no
haya nadie en casa en todo el día y muchos gatos no juegan so-
los. También hay propietarios que no saben jugar con su animal
o son muy poco activos (personas mayores).
Por las características de la vida de los gatos domésticos, hay un
menor gasto energético y unas necesidades comportamentales
no satisfechas. La consecuencia es un mayor riesgo de padecer
obesidad.
nutrición .21
que conseguirá alimento. Estos juguetes también pueden ser caseros o
podemos adquirirlos en las tiendas de animales.
Procuraremos un “ambiente apaciguador”, que es aquel en el que se
satisfacen las necesidades etológicas. Un entorno que no permita con-
ductas felinas normales puede afectar a los hábitos alimenticios. El gato
debe poder organizar su territorio en distintas zonas o campos donde
realizar las distintas actividades (por ejemplo que la zona de las deposi-
ciones esté bien separada de la de la comida), hay que proveer zonas
de descanso en altura y que tenga escondites. De esta forma disminu-
yen las actividades reguladoras del estrés: lamido excesivo y aumento
de ingesta de alimento.
TRATAMIENTO DIETETICO
Está totalmente contraindicado restringir la ingesta mediante la simple
restricción de la cantidad de alimento consumido habitualmente. Esta
opción induce carencias nutricionales y es muy probable que no tenga
éxito. Por lo tanto las fórmulas deben ajustarse tanto en lo que se refie-
re a la energía y a los nutrientes (proteínas, ácidos grasos esenciales,
minerales, vitaminas), como al volumen.
La concentración de proteínas en las dietas destinadas al tratamiento
de obesidad debe estar por encima de las de los alimentos de mante-
nimiento, debido a que la ingesta de energía se reduce mucho y hay
que asegurar un aporte proteico adecuado. Además las dietas altas en
proteínas tienen como ventajas:
• menor aporte de energía neta que los lípidos y los hidratos de car-
bono,
• ayudan a reducir las pérdidas de tejido magro y aumentar la pérdida
de materia grasa
• dan mayor sensación de saciedad.
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La incorporación de fibra es uno de los principales medios de reducción

de la densidad energética de los alimentos y por tanto, asegurar un CONCLUSIÓN
volumen satisfactorio para un contenido de energía reducido. Por otro Frente un gato obeso no podemos
lado, también tiene efectos negativos como el aumento de la cantidad limitarnos a un tratamiento dietético,
de heces y la frecuencia de la defecación.
que es fundamental, sino que hay que
hacer una aproximación global que
Obviamente debe reducirse el contenido de grasas de los alimentos ba-
tenga en cuenta:
jos en energía, debido a su elevada densidad energética. Pero también es
cierto que se necesita un contenido mínimo para cubrir las necesidades de
ácidos grasos esenciales y permitir la absorción de vitaminas liposolubles.
• motivación del propietario
• comportamiento del gato
Por último, en las dietas para tratamiento de obesidad pueden incor- • nutrición
porarse ciertos ingredientes específicos, sobre todo los que influyen
en el metabolismo de los lípidos. Citaremos la L-carnitina que intervie-
ne en el transporte de los ácidos grasos de cadena larga al interior de Artículo gentileza de:
las mitocondrias, donde se realiza su oxidación.