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So. El sentido como producci6n discursiva La aniculacin de la problemética de los discursos sociales con el ‘modelo ternario sefialado en Frege y en Peirce, puede construirse de la siguiente manera: ‘TEORIA DE LOS FREGE PEIRCE DISCURSOS Sinn Interpretante Operaciones Zeichen ‘Signo Discurso Bedeutung Objeto Representaciones ‘Se trata de concebir los fenémenos de sentido como apareciendo, por un lado, siempre bajo la forma de conglomerados de materias signi- ficantes; y como remitiendo, por otro, al funcionamiento de la red semi6- tica conceptualizada como sistema productive. Ahora bien, resulta evidente que, desde el punto de vista del andlisis del sentido, el punto de ppartida s6lo puede ser ef sentido producido. El acceso a la red semigti- ca siempre implica un trabajo de andlisis que opera sobre fragmentos extraidos del proceso semitico, es decir, sobre una cristalizaciGn (resul- tado de la intervenci6n del andlisis) de las tres posiciones funcionales (0- ‘peraciones-discurso-representaciones). Se trabaja asf sobre estadas, que s6lo son pequefios pedazos del tejido de la semiosis, que la fragmenta- cin efectuada transforma en productos. La posibilidad de todo andlisis del sentido descansa sobre la hip6tesis segrin Ia cual el sistema produc- tivo deja huellas en los productos y que el primero puede ser (fragmen- tariamente) reconstruido a partir de una manipulacién de los segundos. Dicho de otro modo: analizando productos, apuntamos a procesos. 128 iii eit L La teorfa de los discursos sociales es un conjunto de hip6tesis so- bre los modos de funcionamiento de la semiosis social. Por semiosis social enticndo la dimensién significante de los fenémenos sociales: el estudio de Ja semiosis es el estudio de los fenémenos sociales en tanto procesos de produccién de sentido. Una teorfa de los discursos sociales reposa sobre una doble hipste~ sis que, pese a su trivialidad aparente, hay que tomar en serio: 1) Toda produccién de sentido es necesariamente social: no se pue~ de describir ni explicar satisfactoriamente tn proceso signifi- ccante, sin explicar sus condiciones sociales productivas. +b) Todo fenémeno sociales, en una de sus dimensiones constituti- ‘vas, un proceso de produccién de sentido, cualquiera que fuere 1 nivel de andtisis (mas 0 menos micro o macrosociol6gico).. Consecuentemente, no se trata de caer en el reduccionismo semié- tico, de reducir los fenémenos sociales a fenémenos significantes. Las ciencias sociales suponen, en general, que los diversos fenémenos que cllas estudian son significantes, pero sin interrogarse acerca del proble~ ‘ma espectfico de los modos de comportamiento del sentido. Toda forma ‘de organizacin social, todo sistema de acci6n, todo conjunto de relacio- nes sociales implican, en su misma definicién, una dimensin significan- te: las “ideas” o las “representaciones”, como se solfa decir. Un econo- mista puede analizar las modalidades de los intercambios en una socic- dad dada, las formas de organizacién de las relaciones de producci6n 0 1 funcionamienmto del mercado: verd en todo ello laaccién de las leyes econémicas. Estas estructuras, estas instituciones 0 estos procesos no son siquiera conceptualizables sin suponer formas de produccién de sen- tido; pero el problema de la especificidad de la semiosis en el nivel dela organizaci6n econémica de una sociedad no es un problema econémico. Tal vez se me conceda, entonces, que todo funcionamiento social tiene una dimensi6n significante constitutiva. Pero 1a hip6tesis inversa es igualmente importante: toda produccién de sentido estd insertada en lo social. Agreguemos que esta hipétesis no prejuzga en nada sobre la ho- mogeneidad ni la coherencia significante de un funcionamiento social: sila semiosis es condicién de funcionamiento de una sociedad en todos sus niveles, ello no quiere decir, sin embargo, que manifieste las mismas ‘modalidades en todos lados, ni que la sociedad en su conjunto tenga al- ‘gin tipo de unidad significante. ‘Ahora bien, la doble hip6tesis que acabo de formular es insepari- ble del concepto de discurso: esta dable determinacién puede ser pues- taen evidencia a condicién de colocarse en el nivel de los funcionamien- 125 tos discursivos. Este doble anclaje, dl sentido en Jo social y de lo social ‘enel sentido, s6lo se puede develar cuando se considera a produccién de sentido como discursiva. Se comprende asf que se puedan definir pers- pectivas sobre el sentido que no reconozcan esta doble relaciGn: basta para ello con ignorar la naturaleza discursiva de toda produccin de sen- tido. Asf ocurre con Ia lingtistica respecto del lenguaje: si se rehisa a trasponer las fronteras de la frase, resulta evidente que se podré hacer andlisis lingiistico sin ocuparse del problema de los fundamentos socia- Jes de la actividad del lenguaje. Lo mismo ocurre con una cicita semié- tica que se define como “ciencia de los sistemas de signos”. Por lo tan- to, s6lo en el nivel de la discursividad el sentido manifiesta sus determi- naciones sociales y los fendmenos sociales develan su dimensign signi- Jicante. Es por ello que una sociosemiética s6lo puede ser una teorfa de Ta produccién de los discursos sociales. ‘Si el sentido esté entrelazado de manera inextrincable con los com- ‘portamientos sociales, si no hay organizacién material de la sociedad, ni {nstituciones, ni relaciones sociales sin produccién de sentido, es porque esta dltima es el verdadero fundamento de lo que corrientemente se a- ‘malas “represertaciones sociales”. Que las formas de estructuraci6n del ‘modo de produccién y de las telaciones de produccién, quelos modosde corganizacién institucional, que la naturaleza y el juego de 1s conflictos, que todo ello esté detemminado por otros factores fuera de las “represen- taciones”, cuyos soportes son los actores sociales, nadie lo podria discu- tir. Pero tampoco es menos cierto que la teorfa de a produccién de sen- tido es uno de los capftulos fundamentales de una teorfa sociol6gica, por- que es en la semiosis donde se construye la realidad de lo social. El mi: nimo acto-en-sociedad de un individuo supone 1a puesta en préctica de ‘un encuadre cognitivo socializado, asf como una estructuracién soci zada de las pulsiones. El andlisis de los discursos sociales abre camino, de esa manera, al estudio de la consiruccién social de fo real, de lo que amé la “I6gica natural de los mundos sociales” que comesponde, si mi lectura es correcta, con lo que Maurice Godelier bautiz6 “a parte ideal de lo real”, [40] Rara vez abordaron las ciencias sociales esa problemé- ticaen s{ misma, Cuando lo hicieron, su camino se vio fuertemente mar- ado por el idealismo fenomenol6gico [41) Una teorfa de los discursos sociales puede darse como meta el andlisis de la producciGn de lo real- social, sin embrollarse con un modelo subjetivista del actor. ‘Toda produccién de sentido, enefecto, tiene una manifestaci6n ma- terial, Esta materialidad del sentido define la condicién esencial, el pun- ‘ode partida necesario de todo estudio emptrico de la producci6n de sen- tido. Siempre partimos de “paquetes” de materias sensibles investidas de sentido que son productos; con otras palabras, partimos siempre de con- 126 ____

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