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artículo científico

Exploración básica en aves

Héctor Cabezas Terrados


Jose- Vicente González Fernández- Cid
Clínica Veterinaria Exóticos.
Fuenlabrada (Madrid).

Cada vez más acuden a las clínicas otras especies de animales que requieren unos cuidados y manejos dis-
tintos que los perros y gatos. En España no hay gran tradición de llevar las aves al veterinario y no siempre
el dueño es consciente de que al igual que con perros o gatos, ellos también requieren cuidados veterinarios.
Generalmente el nivel de conocimientos veterinarios es medio- bajo y la mayoría de éstos provienen del bo-


ca a boca o (como no) de internet. Tanto si se
dispone de un auxiliar como si es el mismo
veterinario la primera persona que atiende al
cliente debe tener claros unos cuantos con-
ceptos de las aves: es mejor conocer poco y
bien que realizar algo incorrecto. El objetivo Como en todos los animales, la consulta tiene
del artículo es dar unas breves nociones pa- tres pilares fundamentales: historia clínica,
ra el veterinario para que podamos empezar
a realizar exploraciones básicas y así orientar observación y exploración, pero la diferencia
el caso o remitirlo a una clínica que trabaje
con estos animales; no pretendemos hacer
es que en las aves cobra aún más importancia
expertos en medicina aviar, si no proporcio- la historia clínica y la observación ya que la
nar seguridad . El manejo de las aves en la
clínica no siempre es fácil y su exploración exploración será muchas veces muy limitada
puede ser más peligrosa (para el paciente y
para nosotros) que en otros animales, pero si
nos acostumbramos a seguir una rutina podremos encontrar signos suficientes que permitan orientar nues-
tro diagnóstico. Como en todos los animales la consulta tiene tres pilares fundamentales: historia clínica,
observación y exploración, pero la diferencia es que en las aves cobra aún más importancia la historia clínica
y la observación ya que la exploración será muchas veces muy limitada.

Hay una serie de premisas que debemos tener en cuenta antes de manipular cualquier ave. Son cosas muy
sencillas pero que no podemos descuidar:
Exploración básica en aves - Cabezas, H. y González, J.V.

• Traer al animal en una jaula ya que nunca podremos


saber que otros animales tendremos en la consulta y
a ser posible sin estar recién limpiada (foto 1). Esto
nos permitirá valorar la presencia de diarreas, poliu-
ria, colores anormales en las heces o en los uratos…
Así podremos ver también el sustrato que utilizan, los
palos, los comederos y bebederos…

• Mantener la puerta de la consulta cerrada.

• Antes de lanzarnos a coger el ave hay que hacer la


anamnésis. Una vez que tengamos la historia podremos
preparar todos los medicamentos y aparatos de explora-
ción que vayamos a necesitar, sobre todo si no tenemos
alguien que nos ayude. Estas dos cosas son fundamenta-
les para evitar una excesiva manipulación del ave, más si
cabe en aves enfermas o no acostumbradas al manejo.
FOTO 1: jaula de una psitácida excesivamente
pequeña y con una dieta desequilibrada.
• El mejor manejo de un ave es el que menos la estrese.
En especies de pequeño tamaño no conviene alargar
demasiado la manipulación.

La anamnesis

La anamnesis en las aves a de ser lo mas completa posible aunque tenemos algunas limitaciones. Hay datos
que podemos conocer:

• El origen del ave (de un criadero, de una tienda,…) la especie, el sexo (sobre todo en especies di-
mórficas como el periquito) , la edad, etc. Alguno de estos datos no siempre será posible obtenerlos
pero podremos tener una idea aproximada.

• La localización de la jaula en la casa, presencia de otras aves, tipo de palos que tiene, sustratos de
la jaula, dieta (semillas, pienso, etc.), si el ave está acostumbrado al manejo…

• Es conveniente conocer el historial previo de enfermedades y pruebas diagnósticas realizadas con


anterioridad para poder orientar la entrevista. Es también importante conocer el propósito de la
visita y dejar que el dueño se explique; si intentamos conducir la entrevista el dueño puede que no
nos dé todos los datos que necesitamos. Hay que
valorar también la actitud del ave en la consulta.
Lo normal es que en un entorno desconocido las
aves estén subidas en el palo y con una actitud
alerta, por lo que un ave que se quede en el fondo
nos indicará un estado de enfermedad avanzado.
Ya hemos comentado que preferimos ver la jaula
sin limpiar y aprovecharemos las deyecciones más
frecuentes para realizar un análisis coprológico.

FOTO 2: sujeción aves de pequeño y mediano tamaño.


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Llega el momento de cogerla…


Aquí podemos distinguir entre aves de pequeño y de medio o gran tamaño. Las aves de pequeño tamaño (pe-
riquitos, canarios, diamantes,…) son fácilmente manejables con una mano y no requiere la colaboración del
dueño o un auxiliar (foto 2). La otra mano la podremos usar para administrar medicamentos, coger cualquier
instrumental, etc. Por norma general no hace falta protección. Para sujetarlo se puede situar el cuello entre
los dedos índice y corazón. Con el dedo pulgar podemos controlar el latido cardíaco. No consiste en apretar

al animal sino que se encuentre sujeto y no pue- FOTO 3: sujeción de aves de mayor tamaño con una toalla.
da moverse libremente para evitar que se puedan
lesionar las patas, las alas,…

Otra cosa es manejar aves más grandes como FOTO 4: las rapaces suelen venir con su material
amazonas, yakos, guacamayos,… Para coger es-
tos animales sí que necesitaremos protección y
generalmente lo haremos con una toalla (foto 3).
Enrollaremos suave pero firmemente al paciente
impidiendo el aleteo y realizando poco a poco la
exploración. Debemos inmovilizar la cabeza del
ave haciendo un anillo alrededor del cuello pa-
ra impedir que nos pueda picar. Si el auxiliar o
el dueño nos ayudan la exploración será más fá-
cil pero esto no siempre es posible por lo que (de
 nuevo) adecuaremos cada exploración a las cir-
cunstancias personales. Es frecuente en grandes
aves como las psitácidas que después de la ma-
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nipulación presenten un enrojecimiento alrededor de los ojos, más marcado en estas aves ya que en reposo
presentan un color blanco. Suele durar unas 24-48 horas y no supone ningún problema.

Un manejo algo más especial requieren las rapaces(foto 4). Sobre todo hay que inmovilizar las garras ya que
si nos consiguen atrapar nos podrán lesionar gravemente. Estos animales suelen venir con caperuza cubrien-
do la cabeza y con un guante de cuero donde apoyan las garras. Para una inmovilización completa primero
sujetaremos las patas por los tibiotarsos y después pondremos una toalla alrededor de las alas para impedir
que las batan.

Finalmente hay que dejar al ave de nuevo en la jaula. Ahora hay que tener cuidado al soltarlas para que no
se enganchen en los barrotes, que no se golpeen al soltarlos contra el suelo,… También tenemos que prote-
gernos nosotros para que en ese momento no nos
agarren con el pico.

La exploración

La exploración general de las aves debe ser siste-


mática y ordenada. Una rutina debe empezar desde
fuera con la observación: antes de coger al animal
podemos comprobar su respiración vigilando la
presencia de disnea, movimientos de las alas y la
cola, ruidos respiratorios, estado general del plu-
maje pico y uñas, presencia de secreciones en la
FOTO 5: aspecto
general de un ave
enferma

FOTO 6: síndrome
vestibular en canario

narina, aspecto de los ojos, posición de las alas, cojeras,… En este punto de la consulta, entre la información
que hemos conseguido de la anamnésis y la observación seguramente tengamos una idea bastante aproxima-
 da del proceso que pueda presentar nuestro paciente (foto 5 y 6). Ya sólo nos quedará confirmarlo mediante
la exploración. Por ejemplo la iniciaremos desde abajo hacia arriba por lo que empezaremos con las garras.
Debemos observar el estado general de los dedos y uñas, inflamación de las extremidades, posible compre-
Exploración básica en aves - Cabezas, H. y González, J.V.

sión de las anillas, descamación FOTO 7: lesiones


compatibles con sarna
de la piel, pododermatitis, (fotos
en las garras de un
7 y 8)… Debemos valorar el re- canario
flejo de aprensión simplemente
observando si cierra bien alrede-
dor del dedo o la toalla. También
podemos realizar movimientos de
la extremidad para descartar luxa-
FOTO 8: compresión
ciones, dolor articular, fracturas… de la anilla que requiere
solución quirúrgica
Ascendiendo nos encontramos la
cloaca. Es importante ver que no

haya excrementos en la zona pegados a las plumas que nos podría indicar una posible diarrea, valorar si existe
distensión celómica, etc. Aquí podemos realizar una palpación y sospechar de presencia de huevos, masas,…
También es valorable el reflejo cloacal. En la parte dorsal del ave en la zona caudal se encuentra la glándula
uropigial que tiene una función fundamental en el mantenimiento del plumaje. Si seguimos hacia arriba po-
demos encontrar la región pectoral con la quilla. Aquí podemos valorar de una manera rápida la condición
corporal del ave. También podemos observar el estado del buche si está vacío, lleno, impactado, etc. Los si-
guientes elementos a valorar son las alas: forma, aspecto de las plumas, simetría, inflamación… podemos
valorar también el reflejo postural al extenderle las alas independientemente y viendo si vuelven a su posi-
ción normal.

Ya en la cabeza debemos revisar bien el pico. Debemos revisar su longitud, posibles desviaciones, fisuras, etc
(foto 9). Debemos explorar los ojos y vigilar la presencia de secreción, revisar el color de la mucosa conjunti- 
val, y valorar el tamaño y simetría para descartar exoftalmos, hipopion, hifema, derrames intraoculares, etc.
Un elemento que debemos conocer es que las aves a diferencia de los mamíferos, poseen un control voluntario
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del reflejo pupilar. Pero no podemos olvidarnos


de las narinas(presencia de secreción, deformi-
dades,..) y el interior de la cavidad oral(exudados,
inflamación, estado mucosa oral,…). Finalmente,
también nos dará información muy útil del estado
de enfermedad del ave el tiempo que necesite el
ave cuando le soltemos dentro de la jaula para re-
cuperarse ya que las aves más enfermas tardarán
más tiempo en recuperar un ritmo respiratorio
normal e incluso no se podrán subir al palo des-
pués de la exploración.

Si disponemos de una báscula digital debemos


FOTO 9: sobrecrecimiento del pico en un periquito por sarna
pesar el ave. Dependiendo de su tamaño y su ca-
rácter se puede realizar de varias formas. En aves
pequeñas podemos introducirlas en un recipiente
con una tapa para impedir que vuelen. Además si el recipiente es transparente podremos realizar una ex-
ploración visual sin estresar al animal (foto 10). En aves de mayor tamaño si el carácter es bueno podemos
pesarlas en una percha (foto 11) o, si esto no es posible (la mayoría de las veces), una vez que esté en vuelta
en la toalla depositarla en la báscula restando posteriormente el peso de la toalla.

Es muy importante recordar que éste puede ser un ejemplo de exploración completa. Según nuestra ex-
periencia y habilidad esta exploración puede llevarnos más o menos tiempo pero SIEMPRE deberemos
amoldarla a cada animal y sus circunstancias. Por ejemplo la exploración de un ave muy pequeña con disnea
severa puede consistir simplemente en la observación y en una mínima manipulación.

En algunas ocasiones, por el tamaño o carácter del animal, necesitaremos una tranquilización del ave usando
una anestesia inhalatoria con isofluorano, que nos proporciona bastante seguridad en la inducción y la recu-

FOTO 11: pesaje de una ave de


mayor tamaño y buen carácter

FOTO 10: pesaje de aves


de pequeño tamaño

10
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peración del ave. Esta técnica requiere una cierta


práctica y siempre deberemos realizarla con un ayu-
dante que monitorice al animal. Generalemente la
usaremos para arreglos de pico o uñas en aves de
medio o gran tamaño, extracción de sangre en
animales de caracter muy agresivo difíciles de in-
movilizar, etc. No necesitaremos un equipamiento
específico, con un circuito abierto y una mascari-
lla, una manta eléctrica y un fonendoscopio para
controlar la ventilación y la frecuencia cardíaca
podremos hacer pequeñas anestesias.

FOTO 12: limado de uñas de una psitácida con un torno


Instrumental

El instrumental que podemos requerir para rea-


lizar una consulta mínima de aves es bastante
común y no requiere un instrumental especial. Como hemos comentado al principio podemos y debemos re-
coger una muestra de deyecciones lo más recientes posibles del fondo de la jaula. Con ellas podemos realizar
una extensión simple y, si hay muestra suficiente, realizar una flotación.

La auscultación de las aves se realizará con un fonendoscopio adecuado. Existen varios tamaños y para las
aves de pequeño tamaño puede ser más recomendable usar uno pediátrico o alguno de los modelos más mo-
dernos con sistemas de amplificación. La respiración en las aves es más compleja que en los mamíferos: las
aves poseen pulmones (no expandibles y sin lobulaciones) y además tienen un número variable de sacos aé-
reos . Otra diferencia importante es que no poseen diafragma por lo que la disnea la observaremos por el
movimiento evidente de las alas y de la cola. Por lo tanto aparte de la observación tendremos que auscultar
ambos campos pulmonares y fundamentalmente los sacos aéreos caudales

Una acción que es bastante frecuente y que podemos realizar sin problemas es el corte de las uñas. Para aves
pequeñas lo podemos realizar con un cortauñas igual que el de perros y gatos. Para aves más grandes otra
opción es rebajar las uñas usando un pequeño torno con una fresa poco agresiva (foto 12). No conviene apu-
rar demasiado pero aún así debemos tener preparado por si acaso algún agente cauterizante (cauterizador
eléctrico, nitrato de plata,…).

Bibliografía

• MEMORIX, Medicina de animales exóticos. Molina, Rafael; Grifols, Jordi; Martinez Silvestre, Albert; Padrós, Francesc. Grass edicions.
Barcelona, 2002.
• Diseases of Cage and Aviary birds. Third edition. Rosskopf, Walter J.; Woerpel, Richard W. William and Wilkins.

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