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Cronología de su vida

1811 El 15 de febrero nace en la Ciudad de San Juan de la Frontera. En el acta bautismal figura como
Faustino Valentín. Fueron sus padres Paula Zoila Albarracín, sobre quién escribió páginas memorables (cf.
La historia de mi madre en sus Recuerdos de Provincia) y José Clemente Sarmiento, soldado en el ejército
libertador del general San Martín. Hogar empobrecido pero de dignidad moral por influencia de la madre.
1816 Ingresa en la recién creada Escuela de la Patria, de primeras letras su única experiencia de
educación formal, que dirigía el maestro Fermín Rodríguez, cuya jerarquía docente recordó con admiración
a lo largo de su vida.
1825 Acompaña a su tío, el presbítero José de Oro, al pueblo de San Francisco del Monte, en la provincia de
San Luis. Aprende con él latín y doctrina cristiana y no obstante su corta edad da clases a vecinos del
lugar. Todavía se conserva parte del local donde funcionó la precaria escuela.
1827 Regresa a San Juan. Trabaja de tendero, pero sobre todo lee cuanta publicación llega a sus manos. La
Autobiografía de Franklin influyó en la formación de su carácter.
1828 Es nombrado subteniente del batallón de infantería provincial. Empezó allí su carrera militar, que
cumplió en forma alternada, de acuerdo con las costumbres de la época. Escribió mucho y con autoridad
sobre temas militares (cf. Introducción a las memorias militares y foja de servicios de Domingo. F.
Sarmiento, General de División R.A. Buenos aires, 1884)
1829 10 de junio Se halla en el combate de Niquivil, a las órdenes del General Nicolás Vega.
1929 22 de septiembre Asiste al combate de Pilar. En Mendoza, como ayudante del General Alvarado.
1830 13 de abril Es ascendido a Ayudante del Escuadrón de Dragones de la Escolta
1830 14 de agosto es promovido a Ayudante del 1er. Escuadrón de la milicia de Caballería provincial de
San Juan.
1831 Viaja a Chile como emigrado. Enseña en una escuela de Santa Rosa de los Andes y posteriormente
en la de Pocuro. Nace su hija Emilia Faustina, de unión no legítima con Maria Jesús del Canto. Trabaja en
una mina de Chañarcillo como capataz.
1832 Sale de Los Andes y pasa a atender la escuela primaria de Pocuro.
1833 Reside en Valparaíso trabajando como dependiente de comercio. Trabaja como mayordomo en la
mina de Plata "La Colorada" en Copiapó, propiedad del General Nicolás Vega.
1835 Enferma de fiebre tifoidea y sufre una depresión, sus amigos gestionan ante el gobernador de San
Juan el permiso para que vuelva a la provincia. Es autorizado por el gobernador Nazario Benavídez
1836 Por razones de enfermedad, retorna a San Juan. Cumple entre otras, tareas de actor y decorador.
1837Se constituye en Buenos Aires el Salón literario de Marcos Sastre. Allí se edita el semanario La Moda,
dirigido por Corvalán y Alberdi, orientado a congraciarse con el régimen rosista.
1838 Funda con otros coprovincianos la Sociedad literaria. En la biblioteca particular de Quiroga Rosas, Lee
a Chateaubriand, Victor Hugo, Lamartine, Dumas, Guizot, Thiers, Tocqueville, entre otros. Bajo el
seudónimo de García Román envía a Juan Bautista Alberdi un poema: «Canto a Zonda» pidiéndole su
juicio. Este no pareció haber sido desfavorable, pero Sarmiento no volvió a escribir poemas en verso.
1839 Con el patrocinio de su tío Obispo crea el Colegio de Señoritas de la Advocación de Santa Rosa de
Lima. Lo inaugura el 9 de julio, aniversario de la Declaración de la Independencia. Aplica renovadores
métodos pedagógicos y aconseja un uniforme escolar que iguala en su presentación a las alumnas y ha
sido adoptado después en todas las escuelas argentinas. El 20 de julio publica el primer número de El
Zonda, que dura poco tiempo por discrepancias con la autoridad de gobierno.
1840 Participa en una conspiración unitaria. Sufre prisión y amenazas. Huye a chile. Al pasar por los baños
de Zonda escribe la frase «On ne tue point les idées», que Sarmiento atribuye a Fortoul. (Sobre la
paternidad de esta frase cf. Paul Verdevoye: Domingo Faustino Sarmiento, educar y escribir opinando
(1839-1852), Buenos Aires, Editorial Plus Ultra, 1988, nota 62, p80)
1841 En Enero se radica en Santiago y comienza su vastísima y sin duda sorprendente labor periodística,
gran parte de la cual fue publicada, con imperfecciones, en la edición oficial de sus Obras. Su primer
artículo en El Mercurio bajo el seudónimo de «Un teniente de artillería», lo titula «12 de febrero de 1817»,
recordatorio de la batalla de Chacabuco, ganada por general San Martín. El artículo reivindica al Libertador
y es comienzo del prestigio de Sarmiento como escritor. Su labor no se limita desde entonces a El
Mercurio, sino también a Crónica Contemporánea y El Nacional. Muestra sorprendente conocimiento de la
realidad europea y norteamericana, y clara conciencia de los problemas de las nacientes nacionalidades
de la América hispana y sus invariantes coloniales. Para el estudio de esta labor es esencial el libro de Paul
Verdevoye citado más arriba.
1842 El gobierno de Chile lo designa director y organizador de la primera Escuela Normal de Preceptores
que se abre en América Latina. Con Vicente López, el futuro gran historiador, funda el liceo, instituto
particular de enseñanza, que duró poco por conflictos con el medio. La influencia impulsora de Sarmiento
en la llamada « generación chilena de 1842» ha sido destacada y a veces negada, en este último caso por
recelos defensivos. En el periodismo chileno ejerció la crítica de costumbres bajo la influencia de Larra,
especialmente, la crítica teatral y de arte, el examen de las cuestiones literarias, los problemas sociales, el
papel de la prensa, con sus derechos pero también con sus obligaciones. Las polémicas en que intervino –
las del romanticismo y la de la lengua castellana- no fueron mal fruto de su temperamento apasionado,
sino convicciones basadas en estudios profundos, y en ocasiones de admirable anticipación. Funda El
Progreso y publica Cartillas, silabarios y otros métodos de lectura practicados en Chile.

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