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Panorama de la Ranicultura en Argentina

Introducción

La rana durante su vida depende totalmente de la existencia de un medio que


contenga agua, por ello su estudio se encuentra dentro del marco general de la
Acuicultura, disciplina que abarca el cultivo de organismos acuáticos, de origen vegetal
o animal ligados directa o indirectamente al agua para su reproducción.
Las ranas pertenecen a la clase Anfibios, primer grupo de cordados que viven en
tierra, constituye un paso intermedio entre peces y reptiles y poseen tanto en su
estructura como funciones rasgos de ambos.
El término Anfibio: anphy (doble), bio (vida), señala las dos etapas en que se
divide la existencia de estos animales: una exclusivamente acuática (renacuajo) y otra
acuática-terrestre, a la que llega luego de completada la metamorfosis (meta: lo que
sigue, después; morphos: forma), pasando a compartir su vida entre la tierra y el agua.
La historia evolutiva de los anfibios en su transición de un medio acuático a otro
terrestre implicó la modificación, erradicación y adquisición de múltiples características
y funciones: transformar el cuerpo para acceder a la tierra pero conservando la
capacidad de nadar, convertir las aletas pares en patas, modificar la estructura de la piel
para respirar y no deshidratarse, desarrollar mayor masa pulmonar, ampliar el sistema
circulatorio a las nuevas formas de captar oxígeno, adaptar el sistema metabólico y
excretor al nuevo espectro alimentario, cambiar la expulsión de desechos nitrogenados
utilizando la urea y desarrollar órganos de los sentidos útiles en agua y tierra.
Al salir del medio acuático se formaron párpados para mantener la lubricación y
limpieza del ojo y por la baja densidad del nuevo medio, el aire, la línea lateral del pez
original perdió utilidad, dando lugar a la formación del tímpano con sus huesos
asociados para transmitir y amplificar los sonidos y el rudimentario sistema de cuerdas
vocales que posibilitaron la comunicación sonora.
Sin embargo estas adaptaciones al medio terrestre no fueron suficientes para
independizarse totalmente del medio acuático. Los anfibios no colonizaron con éxito los
ambientes secos por depender de respiración cutánea, la incapacidad de producir altas
concentraciones de urea en la orina y fundamentalmente no haber desarrollado huevos
resistentes a la desecación.
Tampoco desarrollaron un sistema de termorregulación efectiva, continuaron
como sus ancestros los peces, siendo poiquilotermos es decir de sangre fría. El control
de la temperatura del cuerpo sólo es capaz de situarlos aproximadamente un grado
centígrado por encima o debajo de la temperatura del medio que los rodea, por ello su
ciclo de vida, metabolismo y comportamientos siguen la evolución de las estaciones
climáticas.

Ciclo biológico

El ciclo biológico de la rana se inicia con la fecundación (externa), y pasa por


los periodos: embrionario (intra y extra capsular), larvario, renacuajo, metamorfosis o
transformación, imago y rana. A diferencia de la mayoría de los peces, mamíferos y
aves, la rana presenta un periodo de metamorfosis en donde cambia numerosas
características y hábitos siendo los que interesan para su producción: forma exterior e
interior, fisiología, alimentación y demanda de distintos medio ambiente.

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Ciclo biológico de la rana

Existen parámetros zootécnicos que definen la viabilidad de una especie sobre


otra al tomar una decisión productiva. Algunos son: velocidad de crecimiento,
resistencia al manejo humano, alta densidad de cría, bajo nivel de mortalidad,
resistencia a las enfermedades, alta tasa de eclosión, etc. No existe, en el ámbito
internacional, una sola especie de rana criada en establecimientos. Si las
reglamentaciones del país lo permiten como en Argentina, la especie con mejores
perspectivas de viabilidad para su cría es la denominada Catesbeiana Shaw 1810 cuyo
nombre vulgar es Rana Toro.

Historia

La rana, debida su particularidad de no poseer otra defensa que la huida, fue


cazada por el hombre desde la antigüedad. Hay referencias a ella en pinturas rupestres,
en Grecia desde el siglo IV a. C. y los romanos las consumían regularmente. En la Edad
Media quedaron plasmados sus historias y cuentos como habitantes de fosos y pantanos.
En la época precolombina los pueblos de Centroamérica las incluían en sus dietas.
Forman parte de la cultura recolectora-cazadora de las etnias guaraníticas y de la
iconografía espiritual de los mapuches. En Asia integraron la dieta desde tiempos
remotos. En Europa Moderna formaban parte de la gastronomía tradicional pero al
modificarse el medio ambiente la población de ranas se fue reduciendo y en la
actualidad muchos países prohíben la captura de numerosas especies.

Cronología

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1853 México registros acerca de la posibilidad de cría para


consumo
1890 Estados Unidos primeros intentos de explotación
1915/7 Cuba introducción de rana toro originaria de EEUU
1920 Argentina existen intentos de producir rana ayuí
1928 Japón introducción de rana toro
1930/5 Italia introducción de rana toro
1935 Brasil introducción de rana toro
1951 Taiwán introducción de rana toro
1959 China importa desde Cuba casales de rana toro
1959 India cultivo de rana hexadactyla y rana tigerina para
realizar estudios sobre reproducción inducida,
alimentación y poli-cultivo con peces.
1959 Brasil la Secretaría de Agricultura del Estado de San
Pablo instala un ranario para investigación
1960 El Salvador inicia actividad de Ranicultura
1971 Brasil Luis Dino Vizotto, pionero de la actividad en ese
país, aporta los primeros datos tecnológicos y de
manejo que iniciaron la transformación de la cría
natural a sistemática.
1968 México existen incipientes experiencias de cría de rana.
1977 Tailandia primeros intentos de cría con rana tigerina.
1982 México inician pequeños cultivos extensivos de rana toro y
rana pipiens; y cultivos experimentales de rana
megapoda
1983 Argentina se inician ranarios para producción de rana toro
utilizando incipientes sistemas desarrollados en
otros países, en especial Brasil.
1986 Uruguay el Instituto Nacional de Pesca se interesa en la cría
de rana toro
1998 Colombia se introduce rana toro en con fines comerciales sin
lograr establecer un a producción cuantificable.
1990 Ecuador se introducen desde Norte América, reproductores
de rana toro y comienza un proyecto de producción
en forma privada.
1993 México el Estado inicia la cría de rana toro en el Centro
Acuícola de La Paz.
1999 Hondura la Dirección General de Pesca comienza a dictar
cursos sobre la producción de rana toro.

También existen cultivos de rana, a partir de la década del 80, en Indonesia y Vietnam
sin datos acerca de cuando se inician ni con que tipo de especies.

La crisis de 1980/90

A partir de la década de l.980 diversos movimientos ecologistas europeos


fundamentalmente originados en Alemania, se opusieron al consumo de de carne de
rana de captura generando presiones políticas y económicas en los países proveedores.
En 1986, se prohibió la caza en la India y en 1990 en Bangla Desh. La recolección de
rana en arrozales asiáticos y otros cultivos inundados o regiones pantanosas se ve
afectada por la utilización de diversos agroquímicos que contaminan e intoxican a las

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ranas, además no existía control de parásitos ni otro tipo de agentes contaminantes. Esta
situación sanitaria hizo dificultosa la exportación a regiones que aplicaban inspecciones
sanitarias (Estados Unidos y Europa).

La Ranicultura en Argentina

La oferta de carne de rana en Argentina esta sostenida históricamente por la


captura de animales silvestres de la variedad rana criolla, ayuí o común (Leptodactylus
ocellatus). Es un animal más pequeño que la rana toro, demorando en estado silvestre,
entre 3 a 4 años en alcanzar un tamaño comercial. Geográficamente su hábitat abarca el
este y sur de Brasil, este de Paraguay, Uruguay, norte y centro de Argentina.
Hasta la década de 1980 los intentos de cría de rana fueron obra de esporádicos
pioneros que encararon este cultivo sin otras armas que la voluntad y la perseverancia.
A raíz de la crisis internacional mencionada en la captura de rana y a la cercanía de
Brasil que desarrollaba una actividad mas programada surge la Ranicultura como
“moda” de micro-emprendimiento con escasa inversión, fácil éxito, alta rentabilidad y
rápido recupero de la inversión. En Argentina junto a personas que comenzaron a
desarrollar honestamente la Ranicultura, inescrupulosos empresarios copiaron y
vendieron en el país la incipiente tecnología desarrollada en Brasil, sin sustento
científico, técnico ni económico, situación que continúa en 2005.
Si bien en el país el consumo de rana se encontraba dentro de la tradición
gastronómica, no existía un mercado solidamente constituido ni había reglamentaciones
y controles sanitarios. No se tuvo en cuenta que el producto que se pretendía colocar en
el mercado estaba dirigido a un sector que tenía exigencias definidas: calidad, cantidad
y continuidad estacional.
Existieron básicamente dos modelos de cría: a cielo abierto (brasilero) y semi
cubierto. Los criaderos planteaban la cría semi-intensiva estacional, a cielo abierto con
alimento vivo (larva de mosca) para incentivar la ingesta. Rápidamente los productores
se dieron cuenta de que la cría no era sencilla, que desconocían todo acerca del animal,
(requerimientos nutricionales, aspectos sanitarios, tecnologías probadas, etc.) y que este
no crecía e involucionaba desde el otoño hasta la primavera.
Lo que se mostraba como animales de cría sencilla se transformó en la
producción especializada de especimenes que mutaban a medida que crecían: eran seres
terrestres pero se reproducían en el agua, lo que creaba la necesidad de un manejo
embrionario totalmente acuático, luego requerían ser cultivados como grandes
cantidades de seres semejantes a peces, necesitando al cabo de unos meses un ambiente
de transición entre el agua y la tierra para atravesar la etapa de metamorfosis de donde
salían individuos totalmente distintos que había que alimentar como a especializados
cazadores. Esta mutación requería un cambio constante de instalaciones, alimentación
diferenciada y un manejo sanitario desconocido. El renacuajo posee características que
hacen muy sencillo su cultivo (resistencia a altas concentraciones de nitritos, tolerancia
a una gran amplitud de salinidad del agua, no requiere oxigeno disuelto en el agua, etc.)
lo que llevo a suponer que la cría de la rana durante todo el ciclo biológico era también
muy fácil. En la búsqueda de soluciones se arribo a un sistema de criadero mixto con
algunos sectores cubiertos. Este modelo argentinizado se difundió por el país llegando a
existir más de cien ranarios en 1994.
El desconocimiento de la biología y de una tecnología de producción eficaz de la
mosca domestica imposibilitó la cría de larvas en forma continua, sanitariamente aptas y
a nivel industrial. Quizás por esta razón y el desconocimiento de la etología alimentaria
de la rana toro, fue incorporado el sistema de alimentación inundado en la etapa de
engorde. A principios de la década de 1990 se comenzó a experimentar y utilizar pellet
extrusado flotante en corrales inundados. El sistema teóricamente funciona arrojando

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pellet flotante, el movimiento de las ranas agita la superficie del agua y el pellet se
asemeja a un ser vivo pasible de ser ingerido.
Este sistema es originario de Asia donde Taiwán fue pionero, es probable que la
idea haya surgido de la observación de la rana hexadactyla de vida totalmente acuática.
Si bien la rana toro es una cazadora oportunista que ingiere tanto en la tierra como en el
agua su hábito alimentario es preponderantemente terrestre y aéreo. Sin entrar en la
comparación de la eficacia, costo y manejo de uno y otro sistema, imperaban
dificultades concretas en esa época: no existía en América Latina ninguna planta donde
elaborar el alimento en condiciones aceptables, los alimentos locales deberían haber
flotado horas pero sólo lo hacían unos minutos, la composición no era adecuada pues
los minerales adicionados para compensar su baja densidad no resultaban digeribles por
las ranas, no se diseñaron estructuras ni tecnologías específicas para optimizar la
ingesta, factores que llevaban a la agresión mutua de las ranas. La opción de importar
alimento de Taiwán se veía obstaculizada por el volumen mínimo de compra y el
cambiante valor referencial de la moneda local con respecto al dólar estadounidense.
Estos criaderos produjeron durante algunos años en forma estacional pero no
lograron sustentabilidad económica. El grafico muestra esta evolución.

Evolución de los establecimientos activos desde 1983


hasta 2005

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establecimientos

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La falta de conocimientos sobre la rana toro llevó a no percibir que el clima del
país llevaba a la marginalidad la cría a cielo abierto y a no desarrollar sistemas de
cultivos acordes a las necesidades. El modelo económico propuesto de baja inversión y
rápido retorno era una ilusión.
Si bien existieron incipientes formas de asociación entre productores prevaleció
el interés individual y la improvisación. Ni estas asociaciones ni el estado desarrollaron
políticas de investigación, inversión y desarrollo como en otros países.
En el apogeo de la actividad, 1994/5, estos pioneros afianzaron el consumo de
carne de rana produciendo una demanda que no pudieron sostener. El Estado (a nivel
nacional, algunas provincias y poquísimas comunas) produjo una incipiente
reglamentación: registro de establecimientos, métodos e instalaciones para faena,
autorización de traslado de animales en pie, normas de comercialización.
Llegaron a funcionar en el país dos frigoríficos específicos en Santa Fe y Buenos
Aires, uno de ellos en condiciones de exportar, que faenaron esporádicamente solo para
el mercado interno siendo luego cerrados o adaptados a otros usos.
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Al poseer la Argentina una producción agropecuaria (ganadería, avicultura,
cunicultura, porcicultura) que demanda decenas de miles de toneladas de alimento
peleteado, el requerido por la Ranicultura de unas pocas toneladas por mes nunca fue
atendido por la industria proveedora de alimento balanceado. Solo produjo alimentos de
formas y tamaño inadecuado, sin base nutricional estudiada ni continuidad en la
provisión que hicieron muy ardua la actividad.
En el ámbito privado algunos establecimientos comenzaron a implementar
cambios en los sistemas de cultivo y en el manejo formando una proto-tecnología
basada más en la experiencia que en el conocimiento.
Lograda la consolidación de la demanda se fracaso en el intento del salto
productivo, desperdiciando un periodo de estabilidad económica del país y de una
relación cambiaria que si bien no posibilitaba la exportación permitía la incorporación
de bienes de capital y recursos humanos de alta calidad internacional.
Esta situación a nivel nacional tuvo causas concretas.

1. Desconocimiento biológico
2. Improvisación en el diseño de las instalaciones
3. Alimento único e inadecuado
4. Manejo erróneo
5. Objetivo empresario equivocado o ausente

Los establecimientos que replicaron tecnologías utilizadas en otros países


lograron niveles de producción aceptables como para sostener la cultura de consumo de
carne de rana. Sin embargo cuando la demanda comenzó a incrementarse los criaderos
no pudieron acompañar en forma exitosa este crecimiento. En general las personas que
incursionaron en la actividad han sido productores entusiastas, basados en parámetros
no siempre adecuados que sumado a la escasa información confiable que existía en el
país se aventuraron a intentar la cría de rana carentes de un profundo conocimiento
técnico científico y sin la mentalidad empresarial con que se debe trabajar en
producción.

La Ranicultura en la actualidad

Es frecuente que en toda actividad incipiente como es la Ranicultura, se


produzcan desaciertos y fracasos que transforman a un exitoso negocio en un desastre
financiero. No es necesario que cada productor tenga un conocimiento exhaustivo de
todas las áreas para asegurar el éxito pero sí se debe tener claro que la actividad debe
estar basada en un razonamiento empresarial que lleve a la definición de parámetros que
van a soportar la futura empresa. Estos parámetros deben ser objetivos reales a cumplir:
volumen adecuado, continuidad definida y calidad acorde al valor con que se
comercializa el producto final.
La herramienta idónea para cumplir los objetivos expuestos es contar con
tecnología correcta, conocimiento y recurso humano.
Conociendo las limitaciones y consecuencias que produjo la copia de
tecnologías de otros países se comenzó a desarrollar la tecnología apropiada a nuestra
región basándose en la adaptación de sistemas apilables y el diseño y desarrollo de otros
específicos.
El desafío consistió en que esta nueva tecnología debía ser aplicada en
establecimientos de características industriales en producción ya que ninguna institución
implementó líneas de investigación y desarrollo
En 1990 en el Ranario Chapadmalal se comenzaron a aplicar prototecnologias
con cierto éxito, en 1998 en Santiago del Estero se construyo el primer ranario diseñado

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para el cultivo especifico de la rana toro con bases biológicas, en el 2000 se recopilo
material y experiencias locales y de otros países.
Observando que la característica determinante del cultivo era su dependencia de
la temperatura externa tanto en el agua como en la etapa anfibia, se procedió a diseñar
un sistema que lo desvincule del medio ambiente. Estas instalaciones especificas,
algunas de ellas aisladas térmicamente, requerían una inversión considerable, ello
condujo a la maximización de la densidad de cría a fin de hacer el cultivo rentable
Partiendo del concepto de cría intensiva que abarca determinada cantidad de
animales en situación de crecimiento forzado, se buscó adaptar sistemas que permitieran
mayor control sobre cada una de las situaciones biológicas que ocurren dentro de un
establecimiento. Mediante nuevos diseños y adaptaciones de conceptos preexistentes se
logró optimizar la capacidad de carga de animales por metro cuadrado en más de diez
veces, parámetro que permitió definir a este nuevo tipo de crianza como
“superintensivo”. Para ello se desarrolló un sistema de bandejas apilables en número de
10 a 13 con una capacidad de carga de 700 a 1300 individuos por metro cuadrado de
galpón. Una vez definido este nuevo concepto se debió optimizar y desarrollar las
diferentes situaciones biológicas y tecnológicas para generar la materia prima que
permita el éxito del nuevo sistema en forma práctica y real.
Sin perder de vista los objetivos empresariales planteados se comenzó a trabajar
para lograr soportar los mismos, para ello se desarrolló un método que permite obtener
planteles de reproductores con una alta proliferidad. Se diseñaron Áreas específicas que
cumplan las necesidades industriales basadas en el manejo biológico adecuado con una
capacidad de carga acorde a lo producido y diseñadas para lograr la no dependencia de
las variaciones climatológicas y topográficas. Se determinaron los parámetros físico
químico y bacteriológico del agua para establecer el nivel de viabilidad de cría. Y se
desarrolló un alimento balanceado acorde y eficiente basado en los requerimientos
biológicos conocidos de cada etapa del ciclo de vida de la rana a cultivar. La harina de
pescado fue reemplazada parcialmente por harina de soja adicionando fosfato de calcio.
Se redujo el estrés a valores mínimos como paso fundamental en la prevención
de enfermedades, se adiciono al alimento vitamina C y E y se desarrollaron tratamientos
preventivos en todas las etapas del cultivo.
De esta forma se arribo en la actualidad al esquema de establecimiento
totalmente bajo techo, con áreas especificas para cada estadio de desarrollo cumpliendo
en cada una de ellas la adecuación y control de las variaciones climáticas, diseño de
estructuras que satisfagan los requerimientos de las ranas, fáciles de operar y limpiar, se
definió un Manejo que comprende: Manejo rutinario, Manejo especifico, Manejo
productivo, Manejo sanitario.

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Planta típica de establecimiento de ciclo completo

Inicio Estadía y Crecimiento Transformación Engorde

Estadía Larvario
Oficina
embrionario

Matrizario
Desarrollo

Baño

Moscario
Depósito

Área de Reproducción: alojamiento de reproductores y obtención de desoves.

Corrales de estadía

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Matrizario

Área Desarrollo Embrionario: permanecen los huevos producto del desove durante el
desarrollo embrionario hasta su transformación en larvas y posterior renacuajos.

Desoves en desarrollo embrionario

Detalle desove

Área Acuática o de Renacuajos: desarrollo del ciclo desde renacuajo juvenil hasta
convertirse en imago previo paso por la etapa de transformación.

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Primer plano piletas de crecimiento, detrás piletas de inicio y transformación

Centro piletas de inicio, laterales piletas de crecimiento


Área Anfibia: comprende las fases de Inicio (desde imago a 30 gr. de peso), Desarrollo
(hasta 130 gr.) y Terminación (200 gr.)

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Bandejas agrupadas en pasillos cortos

Bandejas en múltiples pasillos largos

Bandejas en pasillos únicos largos

Área de Obtención de Alimento Vivo

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Moscario

Área de Faena

Frigorífico: sector desangrado

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Frigorífico: sector envasado

Asimismo es posible realizar solo el engorde de rana siendo necesarias:


Área Anfibia: Desarrollo (hasta 130 gr.) y Terminación (200 gr.)
Área de Obtención de Alimento Vivo
Área de Faena

También es posible obviar el área de Faena comercializando el animal en pie a quien


posea frigorífico o sala de faena.

La inversión a realizar en este tipo de producción es muy variable debido a


numerosos factores y a la zona geográfica. Solo al efecto de dar una idea un
establecimiento de ciclo completo requiere una inversión de 150.000 dólares mínimo,
un establecimiento solo de engorde un poco menos de la mitad.

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