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Desgrabaciones mi¿mhsij

Clase del sábado 1 de setiembre de 2007, dictada por el Prof.


Ángel Castello

Punteo de los temas del teórico del 16.09.07 (sexta clase)

Trabajo sobre la Guía de la Oración simple.

A)
En base a la lectura de las páginas 49 y 50 se recapituló sobre los ejemplos trabajos
en la Guía/1; luego nos abocamos especialmente a

1.3.4., oración simple volitiva prohibitiva, que fue enriquecida con dos nuevos
ejemplos, para efectuar la articulación con

2.2.1.7. oración subordinada nominal sustantiva con subjuntivo (con mé, mé ou:
dependientes de verbos de temer), de la página 100 de la presente Guía/2, cuyas
oraciones fueron trabajadas (quedo pendiente la referencia al optativo oblicuo);

B)
fue el momento entonces de volver al itinerario marcado por nuestra Guía, de
manera que entre repaso y nuevo conocimiento (el tipo irreal) se avanzó de la
siguiente manera:
1.1. con la que se enuncia algo
1.1.1. con la que se enuncia algo como real
1.1.2. con la que se enuncia algo como posible
1.1.3. con la que se enuncia algo que no se realiza o realizó;

C)

de todas formas, la necesidad de intensificar el tipo irreal, nos hizo desplazar a


1.3..1.2. desiderativa irreal, cuyas oraciones fueron resueltas.

D)
Finalmente se repartió en clase, para iniciar el trabajo en la próxima semana, la
parte inicial del texto del Critón (edición y notas de J. Burnet), hilo conductor de
los textos de las clases teóricas.

1
Clase:

 La oración simple:

Prof. Castello: Vamos a iniciar en el día de hoy el estudio sistemático de la


oración simple. Buena parte de los tipos de oración simple son conocidos ya por
ustedes, en buena medida se trata aquí se una sistematización. Para ello, nos vamos a
ubicar en la página 49 de la Guía:

En las páginas 13 a 18 de la Guía para el primer nivel se plantea “una sintaxis


del castellano que se propone como la base sobre la que se sustentará el análisis
del griego en esta cátedra”. Tras una breve introducción, con la que entramos en
el conocimiento de los signos, el estudio del griego comenzó con la lección a
con una oración enunciativa real; la n° 3 fue una interrogativa real; muy pronto,
con la 16 y la 20, conocimos oraciones volitivas (la 16, prohibitiva, y la 20,
imperativa); mucho más adelante, lección u, números 5, 7, 8 y 9, enunciativas e
interrogativas potenciales, con optativo + a)n / ; en la y, números 17 y 19,
oraciones volitivas desiderativas potenciales, con optativo; también en y,
oraciones números 6, 24 y 26, volitivas exhortativas, con subjuntivo; sin
mencionar las que se hallan en las páginas destinadas a la ejercitación
(a)s
/ khsij). Tenemos ya, pues, un conocimiento muy extenso de la estructura
de la oración simple, que en esta guía es ampliado y sistematizado.

Lógicamente, ésta es una propuesta, elaborada de tal modo que cuando


ustedes se encuentren en el texto concreto con alguno de estos tipos de oración
sepan dónde dirigirse. Nuestro plan, entonces, es sistematizar la oración simple en el
sentido de esta división que se propone ya en la Guía 1. El tipo enunciativo supone
el dar información, el interrogativo el solicitar información y, el volitivo, expresar
un mensaje que no tiene que ver con la esfera de lo falseable, sino que pertenece a
un ámbito subjetivo.
Recordemos también, a partir de los ejemplos conocidos de la Guía 1, aquel
cuadrito que tenía que ver con el optativo contrapuesto al subjuntivo:

2
Optativo Subjuntivo

Solo Deseo Voluntad

Con a)¿n Posibilidad Eventualidad

A continuación de esta introducción, en la Guía 2, tenemos una exposición


del uso de los modos en la oración simple:

Uso de los modos y tiempos en las oraciones simples

1. real 2. potencial 3. irreal


1. enunciativa
Indicativo Optativo con a)n
/ Tiempos históricos con
2. interrogativa a)n
/

El adverbio de negación usado en este tipo de oraciones es ou).

3. volitiva
1. desiderativa
1. potencial (deseo realizable): optativo solo o con ei), ei) ga/r, ei)q/ e, w(j.
2. irreal (deseo irrealizable): tiempos históricos solos o con ei), ei) ga/r, ei)q
/ e, w(j.

2. exhortativa
1ª persona del plural: subjuntivo
3. imperativa
2das y 3ras personas: imperativo
4. prohibitiva
1ª persona del plural: subjuntivo; 2das y 3ras personas: imperativo y subjuntivo
5. permisiva
imperativo
6. deliberativa-dubitativa
subjuntivo

El adverbio de negación usado en este tipo de oraciones es mh/.

3
 La oración simple volitiva:

Éste es el marco general. Lo que no conocemos de aquí es todo aquello que


tiene que ver con la oración de tipo irreal. Voy a comenzar seleccionando alguno de
los tipos ya conocidos que, creo, requieren de una profundización; me refiero a las
volitivas desiderativas, exhortativas y prohibitivas. Me interesan estos tipos porque
van a permitir, posteriormente, una interesante articulación con un tipo de oración
compuesta.
Las volitivas exhortativas e imperativas, en griego, se formulan como
positivas o negativas. Las exhortativas, como dice nuestro cuadro, llevan verbo en
primera persona del plural del subjuntivo. Las imperativas van con segunda y tercera
persona de imperativo. Estos son los dos tipos positivos, porque la negación de la
primera persona plural del subjuntivo o de la segunda y tercera personas del
imperativo da lugar a la prohibitiva, es decir a la negativa.
Si tomamos la Guía 1, lección q, la oración 6. de la parte de teoría es
pisteu¿wmen toi=j hgemo¿sin., “Confiemos en los líderes.” En la lección y,
oración 6., tenemos i)¿dwmen ti¿ le¿gomen peri\ th=j r(htorikh=j., “Veamos
qué decimos acerca de la retórica.” Se trata de dos oraciones con verbo en
subjuntivo, primera persona del plural, es decir, de dos oraciones volitivas
exhortativas. Recorrimos otros casos, pero quiero mostrarles cómo han visto algunas
ocurrencias de este tipo. Además, el imperativo hace mucho que es conocido por
ustedes, así como la negación del imperativo. Por lo tanto, la prohibitiva que se da
mediante la negación del imperativo también es ya conocida. Ahora bien, la cuestión
es el otro tipo de prohibitiva, la que se produce por la negación de un subjuntivo. Por
un lado, tenemos que conocer este tipo de oración, pero, por otro, hace falta pensar
qué diferencia hay entre uno y otro tipo de prohibitiva.
Leamos, antes de ir a las oraciones concretas, lo que se nos dice a
continuación respecto de las negaciones:

ou) y sus derivados ou)dei/j, ou)t / e, ou)ke/ti, ou)damw=j, ktl. aparecen en


enunciaciones e interrogaciones (1.1. y 1.2.) referentes a situaciones objetivas:
niegan, en un plano intelectual, situaciones objetivas. mh/ y sus derivados
mhdei/j, mh/te, mhke/ti, mhdamw=j, ktl. aparecen en oraciones en que se
manifiesta una actividad psíquica: intencionalidad, voluntad, expectativa,
deliberación, etc. (1.3.): rechazan en un plano emocional-volitivo. Podemos,
pues, llamar a ou) negación objetiva y a mh/, negación subjetiva.

A partir de aquí pueden observar que el panorama de uso de las negaciones es


mucho más amplio que el que manejábamos originariamente, que tenía que ver
simplemente con la oposición entre indicativo e imperativo.

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Voy a situarme ahora, en la Guía 2, en 1.3.4., es decir en el apartado
correspondiente a las prohibitivas, para trabajar con los ejemplos que allí figuran:

mh/ nun tre/s$j e)/t ) e)xqro\n A


) rgei=on do/ru.
oración simple volitiva prohibitiva

“No huyas ahora la enemiga lanza argiva.”

tre/s$j, el verbo principal de la oración, negado por mh/, es un subjuntivo en


segunda persona singular aoristo del verbo tre/w -w=, que tiene la peculiaridad de
no alargar la vocal temática a pesar de que es contracto. Tiene que ver con que es
monosílabo en presente, pero no es algo que nos interese en este momento.
Aquí se da la negación del subjuntivo, una de las dos posibilidades, pues la
otra sería la negación del imperativo, que no es posible en castellano, pero sí en
griego. A la totalidad hay que llamarla ‘oración simple volitiva prohibitiva’. Veamos
la oración que sigue:

me/llwn ti pra/ttein mh\ proei/p$j mhdeni/.


oración simple volitiva prohibitiva

“Estando por hacer algo no lo anticipes a nadie.”

En esta oración hay, además del verbo en subjuntivo proei/p$j negado por
mh¿, un sintagma de participio predicativo sujetivo me/llwn ti pra/ttein.
Observen cómo, además, está sobredeterminado el carácter subjetivo, ya que no sólo
tenemos la negación mh¿, sino también mhdeni/. proei/p$j es subjuntivo en
segunda persona singular de aoristo del verbo proei¿pw. Recuerden que ei)¿pw hace
las veces de aoristo segundo de le¿gw.
En cuanto al sintagma de participio predicativo subjetivo, siguiendo a Di
Tullio, pienso que se puede tratar a me¿llw como verbo auxiliar, y que me¿llw con
infinitivo constituye una perífrasis. Si lo tomo de esta manera,
me/llwn pra/ttein es el núcleo y ti el objeto directo.
Pasemos al ejemplo siguiente:

h(mei=j de\ mh\ diw/kwmen a)/ndraj feu/gontaj.


oración simple volitiva prohibitiva

“Pero nosotros no persigamos a fugitivos.”

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Nuevamente tenemos un subjuntivo, diw/kwmen, en primera persona del
plural, con sujeto h(mei=j. Está allí presente, además, la negación mh¿. El participio
feu/gontaj es en esta oportunidad un atributo de a)/ndraj.

ke/rdoj ponhro\n mhde/pote bou/lou labei=n.


oración simple volitiva prohibitiva

“Jamás quieras recibir una ganancia vil.”

Aquí la situación cambia, ya que, en vez del verbo subjuntivo negado,


tenemos un imperativo del verbo bou¿lomai, bou/lou, en segunda persona del
singular. La negación viene dada por mhde/pote, “nunca”, “jamás”. En castellano
no se puede distinguir entre una u otra cosa, porque siempre con la negación se da el
subjuntivo, no podemos negar el imperativo, pero en griego se dan ambas cosas.

a)gewme/trhtoj mhdei\j ei)si/tw.


oración simple volitiva prohibitiva

“Nadie entre que-no-sepa-geometría.”

Esta oración se leía en la puerta de la Academia de Platón, y habla de la


importancia que se le daba a los estudios de matemática. La negación está en el
mhdei¿j, y el verbo de la oración, ei)si/tw, está en imperativo, tercera persona.
Tiene un preverbio ei)s-, y la raíz fundamental de todo lo que signifique “ir”, que es
la iota que ven allí y que tiene que ver con el verbo ei)m = i, con circunflejo.
ei)seimi es “entrar”, no se puede confundir con un derivado de ei)mi¿ porque este
último no desarrolló una forma con este preverbio.
Veamos la última oración de este tipo:

h( bi/a se mhdamw=j nikhsa/tw.


oración simple volitiva prohibitiva

“La violencia de ningún modo te venza.”

nikhsa/tw es un imperativo aoristo, tercera persona del singular, negado


por el adverbio de modo mhdamw=j.
Luego de esta serie de ejemplos, tenemos una nota respecto de otra manera en
que puede darse la prohibición:

6
Nota: También con el infinitivo se expresa la prohibición: mh\ yeu/desqai mh/pote. “No mentir
jamás.”

Aquí sí, se da exactamente como en castellano.


A diferencia del imperativo, que prohíbe una acción ya comenzada, para
detenerla, o expresa una prohibición general, el subjuntivo de prohibición expresa
una suerte de advertencia negativa, ‘no vayas a…’ En el primer ejemplo que
revisamos, que tradujimos “No huyas ahora la enemiga lanza argiva.”, podríamos
intentar algo como “No vayas a huir...”, “No sea que huyas…” Lo mismo se aplica a
los ejemplos siguientes de subjuntivo negado. Sin embargo, la cosa no termina aquí,
voy a ponerles dos ejemplos más de prohibitivas que no están en la Guía, donde se
da un fenómeno que quiero comentarles. Se trata de dos oraciones simples volitivas
prohibitivas con subjuntivo.

mh¿ ti o(lwsa¿menoj r(e¿ch kako\n ui(a\j A


) xai¿wn.

Esta oración es de Ilíada. Tenemos los elementos usuales de la volitiva


prohibitiva, esto es, el adverbio de negación, en esta oportunidad mh¿ti, aplicado a
un verbo en subjuntivo, r(e¿ch, tercera persona singular de aoristo de un verbo
r(e¿zw. Aparentemente este verbo tiene tema en dental, pero, por un problema muy
técnico que ahora no viene al caso, hay allí una velar en realidad. Por eso, en el
aoristo aparece una ‘c’. Este verbo tiene el sentido de “hacer” y lleva doble
acusativo, ‘hacer algo a alguien’, con un objeto directo de cosa y otro de persona. El
objeto directo de cosa está dado por ti kako¿n, y el de persona por
ui(a\j A) xai¿wn. ui(a¿j es un acusativo; ui(o¿j en ático, como indica el cuadernillo
de morfología nominal, tiene formas en su declinación que no son del todo
habituales, porque tiene más de un tema. Allí no figura este acusativo entre las
formas que se mencionan, pero pueden agregarlo, porque es una forma épica.
El participio o(losa¿menoj, participio medio masculino en nominativo
singular, es predicativo sujetivo.
En esta prohibitiva está en germen algo que va a tener un desarrollo muy
claro posteriormente en ático. Podemos hacer una perífrasis para después analizar la
relación con el fenómeno de subordinación posterior que les voy a mostrar. El valor
de la negación mh¿ es “que no”, “no quiero”, así que podemos traducir “No quiero el
hecho de que él, encolerizado, cause algún daño a los hijos de los aqueos.”, o bien
“Que no vaya en su cólera a causar algún daño a los hijos de los Aqueos.”

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En las gramáticas más especializadas aquí no hay una prohibitiva común y
corriente, sino que se trata de un subjuntivo de aprehensión. La idea es que el
espíritu se saca de encima una idea cuya realización sería embarazosa. Es un
subjuntivo prohibitivo, pero con un leve matiz diferente a las otras que hemos visto,
cosa que va a dar lugar a un fenómeno que tiene que ver con los verbos de temor.
El segundo ejemplo es de la misma naturaleza:

a)lla\ ma¿llon mh\ ou) tou=to $)= to\ xrhsth¿rion.

Nuevamente, mh¿ es la negación. $)= tiene que ver con el subjuntivo del verbo
ei)mi¿ en tercera persona del singular. Vamos a considerar a tou=to como sujeto.
a)lla\ ma¿llon es un giro conjuntivo, “pero más bien”. to\ xrhsthri¿on es un
predicativo sujetivo.
La idea sería “No quiero esto, el hecho de que la profecía no tenga este
sentido.” Lo que el espíritu rechaza aquí es una imagen cuya no realización sería
molesta. Una traducción más adecuada podría ser “Temo que no vaya a ser éste el
sentido del oráculo.”

 Objetiva con verbos de temor:

Así preparamos el camino para observar el fenómeno que quiero analizar


ahora con ustedes. En la página 100 de la Guía 2, ya en la parte dedicada a la
oración compuesta, punto 2.1.1.7., tienen el fenómeno ya dado a nivel de la
subordinación, esto es, con un tipo de objetiva. Vamos a leer lo que se nos dice allí:

2.1.1.7. con subjuntivo, introducido por mh/, mh\ ou), dependiente de verbos
que significan “temer”, “precaverse de”: dedie/nai, fobei=sqai, o)knei=n,
fronti/zein, fula/ttesqai, eu)labei=sqai, ktl.; el verbo de “temer”
puede faltar, pero está implícito en la expresión “no sea que...”. Cuando se teme
que un hecho se produzca, se usa mh/, “que”, latín ne; que no se produzca, se
usa mh\ ou), “que no”, latín ut, ne non. El modo verbal, la posible ausencia de
verbo subordinante, la aparente contradicción semántica de los adverbios
(“conjunciones”) de negación: todo esto se aclara si nos remontamos al
primitivo estado de lengua de donde se originó esta llamada subordinación, que
en su origen no es más que una yuxtaposición de una enunciativa y de una
volitiva:

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Dei/dw mh\ bre/x$. Dei/dw mh\ ou) bre/x$.
Timeo ne pluat. Timeo ut (ne non) pluat.
Temo que llueva. Temo que no llueva.

Vamos a plantear el análisis de los dos ejemplos que están aquí expuestos,
porque pone en juego un tema muy debatido y que depende mucho de la perspectiva
gramatical con que se tome:

Dei/dw mh\ bre/x$.


s.d. v.
v. prop. obj. = P

Predicado = O. V. Ex. R.

“Temo que llueva.”

Dei/dw mh\ ou) bre/x$.


s.d. adv.
neg. v.

v. prop. objetiva = P.

Predicado = O. V. Pr. R.

“Temo que no llueva.”

En ambas oraciones tenemos una objetiva dada por mh¿ con subjuntivo
(bre/x$), dependiente de un verbo en indicativo. La cuestión es que en nuestra
lengua tenemos un ‘que’ introduciendo ambas objetivas y que, en griego, hemos
tratado a la negación mh¿ como una conjunción subordinante. Para colmo, cuando
está el mh¿ solo no traduje ninguna negación, mientras que, cuando están ambas,
mh¿ ou), coloqué una sola negación en la traducción.
La idea sería que el verbo de temor, por su propia naturaleza, ya constituye
una idea negativa. Observen en castellano algunas expresiones con las que me he
topado:

• Si usted se cuida de no pasar debajo de la escalera,…

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Esto está bien dicho, pero también se puede decir ‘cuidarse de pasar’,
exactamente con el mismo sentido. Ese “no” no constituye una verdadera negación,
sino que, en todo caso, desarrolla la idea negativa que ya está presente en la
expresión ‘cuidarse de’. Esta es una primera posibilidad, el pensarlo como una
proyección negativa del verbo. También es posible ir a la base histórica del
fenómeno: lo que habría en estas ocurrencias es una yuxtaposición de una oración
simple enunciativa real y una oración simple volitiva prohibitiva:

• Experimento temor. No sea que llueva.

El temor, aquí, es que llueva, por lo que al pasar de la yuxtaposición a la


subordinación hay que transformar la cosa en “Temo que llueva.” Exactamento lo
mismo sucede con la segunda oración, que tiene dos negación:

• Experimento temor. No sea que no llueva.

Aquí, el temor es que no llueva, por lo que al pasar a la subordinada tenemos


que pensar en “Temo que no llueva.”
Al principio es un poco difícil adquirir esta lógica, pero cuando aparezcan los
verba timendi, los verbos de temor, la aparente contradicción entre lo que tenemos
en griego y lo que se da en la traducción se explica a partir de esta yuxtaposición
originaria. En realidad, si pensamos que la negación es una proyección negativa del
verbo de temor, me parece que no estamos diciendo realmente algo muy diferente,
estamos en lo mismo. Vean otros ejemplos en castellano:

• Ni el perro no me atiende.

Esto se lo escuché a una señora paraguaya en el consultorio de un dentista.

• Apurate, antes de que no llueva.

Esto lo escuché también, obviamente son expresiones muy coloquiales, pero


se observa en ellas el fenómeno del que estamos hablando.

• Aguantá de no comer.

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• Me disuadió de que fuera./Me disuadió de que no fuera.

Podría seguir citando otras, pero creo que queda suficientemente claro.
Vayamos a los ejemplos en griego:

fronti/zw, mh\ kra/tiston $)= moi siga=n.


Proposición objetiva

“Creo que para mí es lo mejor el callar.”

fronti/zw es un “creer” que contiene una idea negativa, algo así como
‘estoy preocupado por’. Por eso motiva una proposición objetiva introducida por
mh¿.

oi( poli=tai e)fobou=nto, mh\ h( po/lij poliorkoi=to.


Proposición objetiva

“Los ciudadanos temían que la ciudad sea saqueada.”

En esta oración el verbo de temor es claro. Además, poliorkoi=to es un


optativo, de un tipo que se llama ‘optativo oblicuo’. Se trata de un problema
tremendo que pronto veremos, pero podría haber en lugar de ese verbo un
subjuntivo, como de hecho hubiéramos esperado.

u(popteu/omen, mh\ ou) koinoi\ a)pobh=te.


Proposición objetiva

“Sospechamos que no resultéis imparciales.”

Más allá del verbo principal, que contiene una idea negativa, observen aquí
que a)pobh=te es un subjuntivo aoristo tercero en segunda persona del plural de
a)pobai¿nw. Tenemos, además, la doble negación, por un lado el mh¿, que
trabajamos como una conjunción y, por otro, el que traducimos como negación
efectiva, ou). Lo mismo sucede en las dos oraciones siguientes:

kai\ a)pistei=j, mh\ ou)k e)pisth/mh $)= h( a)reth¿.


Proposición objetiva

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“Y desconfías de que la virtud no sea una ciencia.”

mh\ ou)k $)= didakto\n a)reth/.

“No sea que la excelencia no sea algo enseñable.”

En esta última oración se da lo que se comentaba en la introducción que la


Guía hace para este fenómeno: la ausencia de verbo subordinante. Por eso, se
traduce directamente con ese ‘no sea…’ Es para pensar si realmente está el verbo de
temor sobreentendido o no.
Entonces, ésta ha sido una articulación que hemos podido hacer entre la
oración simple y este tipo de oración compuesta.

 La oración simple enunciativa irreal:

Vamos a trabajar ahora con un tipo de oración simple no conocido por


ustedes, la que expresa irrealidad. Vamos a situarnos en la página 51 de la Guía 2,
en un cuadro que será el inicio de nuestro recorrido:

Nota: 1. 1. 2. y 1. 1. 3. son inteligibles con una ejemplificación típica:

a. r(#di/wj a)n
/ se au/r ) ion e)kdexoi/mhn.
“puedo recibirte (te podré recibir) cómodamente mañana.” = potencial del presente (que
encierra una virtualidad presente o futura): optativo con a)n
/ .

b. r(#di/wj a)n
/ se xqe\j e)cedeca/mhn.
“pude haberte recibido ayer cómodamente.” = potencial del pasado = irreal: tiempo
histórico con a)n
/ .)

Tal como se dice allí, la diferencia entre las dos oraciones puestas como
ejemplo radica en que el verbo de la primera, e)kdexoi/mhn, es un optativo presente
acompañado de a)¿n, mientras que el de la segunda, e)cedeca/mhn, es aoristo de
indicativo, también acompañado por a)¿n, en ambos casos de de¿xomai, con un
preverbio e)k-. Ésa es la diferencia entre una oración potencial y una irreal. Lo
primero es conocido por nosotros, pero no así lo que tenemos en el segundo
ejemplo. a)¿n más tiempo secundario del indicativo expresa irrealidad.

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En nuestra lengua, la mejor manera de dar la irrealidad es el
pluscuamperfecto del subjuntivo. Podemos, de hecho, traducir el segundo ejemplo
como “Te hubiese recibido ayer.” Piensen en ejemplos como “Si tuviese dinero, te
lo daría.” Queda muy claro para cualquier oyente que el hablante no tiene dinero,
que allí se está expresando algo del ámbito de la irrealidad. Hay varias maneras de
encarar la traducción de este tipo de oraciones, pero lo central es que quede bien
expresada esta idea de la irrealidad. No creo que deban traducir de esta manera
específica o de alguna otra; traduzcan como quieran, siempre y cuando quede esto a
salvo.
El hecho de que se dé la irrealidad con un tiempo histórico más a)¿n implica
que se menciona una posibilidad impostada de forma tal que frente a la condiciones
del presente se corrobora como posibilidad no cumplida. “Te hubiese recibido.”
Constituye una suerte de deseo puesto en el pasado, de tal modo que, al
contraponerse con el presente, queda claro que no fue recibida la persona que recibe
este mensaje.
Dicho esto, vayamos a los ejemplos de la Guía, comenzando por 1.1.3.:

e)boulo/mhn ga\r a)/n.


“Quisiera.”

Aquí tenemos a)/n más un pretérito imperfecto, es decir un secundario del


indicativo. Mascialino, el autor de nuestra Guía, decía que se sabía griego cuando se
sabían bien los usos de a)/n. Quizá podríamos traducir mejor la irrealidad: “Hubiese
querido.”, porque en la traducción propuesta por la Guía puede confundirse con una
desiderativa. Sin embargo, se trata de una oración simple enunciativa irreal.

ou(=toi ou)k a)/n pote tau=ta e)/pasxon.


“Esos no hubiesen padecido esas cosas alguna vez (nunca)”.

Nuevamente, tenemos a)/n más tiempo histórico del indicativo, un imperfecto


de pa¿sxw.

o( Fi/lippoj ou)de\n a)\n e)/pracen.


“Filipo nada hubiese hecho”.

En esta ocasión a)/n viene acompañado de otro tiempo histórico o secundario


del indicativo, el aoristo e)/pracen, de pra¿ttw.

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e)/nqa dh\ e)/gnw a)/n tij.
“Allí sí alguien hubiese comprendido”.

Aquí, nuevamente, tenemos a)/n con un aoristo tercero, e)/gnw, de


gignwskw. A continuación, la Guía nos presenta una nota:

Nota: Con verbos que significan necesidad, posibilidad, conveniencia, se suele omitir a)n
/ :

e)/dei dika/zein pa/ntaj. Men. Epitr. 194 s. “Convendría que todos sentenciasen”.

 La oración simple enunciativa interrogativa:

Vamos a ver ahora otros ejemplos, pero, en vez de trabajar con oraciones
enunciativas, trabajaremos con interrogativas, es decir con oportunidades en las que
se pregunta por algo que no se realiza o realizó, por algo contrario a la realidad,
según el apartado 1.2.3.:

oi( nu=n fobou/menoi ti/ a)\n e)poih/sate;


“Los que ahora teméis, ¿qué hubieseis hecho?”

a)\n e)poih/sate es tiempo histórico del indicativo con el adverbio modal.


Naturalmente, e)poih/sate es aoristo de poie¿w.

ti/j a)\n h)/lpise tou=to genh/sesqai;


“¿Quién hubiese esperado que esto habría de suceder?”

a)\n h)/lpise es el verbo, con el adverbio modal y un aoristo de e)lpi¿zw.


genh/sesqai, además, es el infinitivo futuro de gi¿gnomai. En castellano no
marcha “Quien habría esperado que esto sucederá.”, tenemos que poner ‘sucedería’
o ‘habría de suceder’. Si tuviéramos que llevar esa subordinada a una oración
simple, ¿qué pondríamos donde está el potencial castellano? Éste no es un potencial

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común, indicando mera posibilidad. Al transformarlo en una simple, diríamos
“¿Esto sucederá?”, es decir, usaríamos un futuro. Al subordinarse a un tiempo
histórico, aparece ese potencial, un futuro del pasado. Este uso del castellano es lo
que va a cubrir el optativo oblicuo misterioso que mencionamos hoy y del que ya
hablaremos.

ti/j a)\n ei)/ase po/lij par ¡ e(aut$= au)to\n gene/sqai;


“¿Qué ciudad hubiese permitido (tolerado) que él hubiese vivido en ella?”

a)\n ei)/ase: se trata del adverbio modal más un aoristo de indicativo.

Vamos a situarnos ahora en un tercer tipo de irreal, el deseo irreal, esto es,
irrealizable, en 1.3.1.2. Se trata de un deseo que el sujeto ve como imposible; es una
de las dos posibilidades: el deseo es posible o imposible, nunca está ya dado. El
deseo es imposible porque las condiciones pragmáticas de la realidad con las cuales
es contrastado ese deseo hacen que, desde la perspectiva del hablante, aparezca
como no realizable. Este tipo de oración se construye con los tiempos históricos del
modo indicativo, sin a)¿n, pero con un adverbio desiderativo:

ei) ga\r tosau/thn du/namin ei)=xon.


“¡Si (ojalá) tuviese tal fuerza!”

ei)/qe s¡ ei)/q ) e)gw\ mh/pot¡ ei)do/man. (dórico =ei)do/mhn).


“¡Ojalá a ti, ojalá yo nunca <te> hubiese conocido!”

ei)o/mhn es el aoristo segundo medio cuyo activo sería ei)¿don, es decir el


aoristo segundo medio del verbo o(ra¿w -w=.

ei)/qe soi to/te sunegeno/mhn.


“¡Si hubiese estado <yo> entonces contigo!”

Tenemos, a continuación, una nota:

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/ elon, etc. (cf. lat. debebam, debueram, “hubiese debido”) –aoristo 2º de o)fei/lw–,
Nota: w)f
raramente el imperfecto, con presente o aoristo del infinitivo expresan un deseo irrealizable:

ei)/q ) w)/felej to/te eu)qe/wj lipei=n bi/on. Eur. El. 388s.


“¡Ojalá hubieses entonces inmediatamente dejado la vida!”

w(j mh/pot ) w)/felo/n sf¡ i)dei=n. Eur. Ion 286


“¡Ojalá nunca los hubiese visto!”

 La oración simple enunciativa real:

Hemos hecho entonces un recorrido por la expresión de la irrealidad. Para


finalizar, podemos ahora sí hacer el recorrido de 1.1.1., es decir volver a la
expresión de la realidad por el tipo más sencillo, la oración simple enunciativa real.
Este tipo de oración es, obviamente, ya conocido por ustedes, y se construye en
modo indicativo, en cualquiera de sus tiempos:

th\n d ¡ e)gw\ ou) lu/sw.


“Pero a ella yo no <la> liberaré.”

Tengan presente que aquí th¿n equivale a un objeto directo, esto es, tiene
valor demostrativo.

dia\ th\n ponhri/an au)tou= ou)/te fi/l% ou)/te e)xqr%= pw/pote


e)xrhsa/mhn au)t%=.
“Por culpa de su maldad no lo tuve jamás ni por amigo ni por enemigo”.

Kori/nqioi de\ ou)de\n tou/twn u(ph/kouon.


“Pero lo corintios a ninguna de esas cosas obedecían”.

A continuación, en 1.2., tenemos oraciones en la que se enuncia algo como


posible; afirmación o negación atenuadas, en la forma, por cortesía, pero
aseverativas en el contenido. El modo es optativo con a)/n; tiempos presente o
aoristo.

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sou= do/can a)pofainome/nou h(de/wj a)\n a)kou/saimi.
“Gustosamente <te> escucharía dar tu opinión”.

Este es un ejemplo tremendo: tenemos un aoristo optativo, a)kou/saimi, con


a)\n. Además, como el verbo a)kou/w es de percepción sensorial, trae una
proposición objetiva de participio, pero esa proposición viene dada por el participio
en genitivo a)pofainome/nou, porque a)kou/w selecciona caso genitivo en uno de
sus usos típicos. sou= do/can es objeto directo del participio, con complemento de
especificación y núcleo, respectivamente.

o( a)gaqo\j a)nh\r ge/noit¡ a)/n pote kako/j.


“El varón bueno podría volverse malo alguna vez”.

le/goij a)/n.
“Puedes hablar”.

proa/goij a)/n.
“¿Si avanzaras?”

Nota: los dos últimos son optativos de cortesía; son semánticamente imperativos, pero suavizados
en potenciales por cortesía; en la misma obra, pocas líneas antes (229a) se lee: pro/age dh/, con
verbo en imperativo.

ou)k a)\n du/naio mh\ kamw\n eu)daimonei=n.


“No podrías sin trabajar ser feliz”.

bouloi/mhn d¡ ) a)\n ou)k ei=n ) ai to/de.


“querría” (lat. velim): el deseo puede realizarse.
“Querría <yo> que esto no suceda”.

Vamos a dejar hoy aquí.

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