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"Cuba es probablemente el blanco de más terrorismo de todos los países del mundo”
Araceli Varela Sánchez y Marcos Mariño Beira Massachusetts. Revista Tempos Novos
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escuchó hablar de las comunas en Aragón, pero están haciendo lo mismo. Es algo
que sucede espontáneamente.
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En marzo de 1960 se tomó una decisión en secreto para derrocar al gobierno,
lo que se llamó “cambio de régimen”. Y ahí entra al gobierno Kennedy. Una de las
primeras cosas que hizo ese gobierno fue un estudio de Sudamérica donde dicen:
el problema de Cuba es la difusión de la idea de Castro de retomar las riendas
del poder, que va a inspirar a otra gente del hemisferio que tiene problemas
similares a hacer lo mismo. Y luego tenemos la invasión de Bahía Cochinos. Los
cubanos la rechazaron, y el gobierno Kennedy estaba furioso. Kennedy ordenó a su
equipo que se desencadenase sobre Cuba todo el terrorismo de la tierra por su
victorioso desafío a los Estados Unidos, y no sólo por rechazar la invasión. En
los documentos dicen literalmente: la existencia misma del régimen de Castro es
un desafío de la política norteamericana del último siglo y medio en
Latinoamérica, que supuestamente tenía que ser dominada por los Estados Unidos y
ahora estaba tomando su propio camino. Iniciaron entonces una larga serie de
ataques terroristas contra Cuba que no eran ninguna broma. Eran muy serios:
muchísimas personas asesinadas, destrucciones masivas, hundimiento de barcos,
cosechas envenenadas, etc. Y llegamos así a la crisis de los misiles. Los rusos
pusieron armas nucleares en previsión de una invasión, y en las conversaciones
que están teniendo lugar ahora, en el 40 aniversario de la crisis, los
funcionarios norteamericanos como McNamara dicen: en realidad, no estábamos
planeando una invasión. Pero McNamara también dice que, si él fuese ruso o
cubano, supondría que iba a haber una invasión, porque todo apuntaba a ello. Así
que los misiles se pusieron allí para tener un efecto disuasorio sobre los
planes de invasión. Y eso casi hace explotar el mundo.
Acabamos de saber lo cerca que estuvimos del fin en las conversaciones que
tuvieron lugar la semana pasada en la Habana: lo que salvó al hemisferio norte
de la destrucción total fue un oficial ruso que canceló la orden de enviar
misiles nucleares cuando su submarino estaba siendo atacado por destructores
norteamericanos. Gracias a eso estamos vivos. Estuvimos así de cerca. ¿Que pasó
después de la crisis de los misiles? Kennedy continuó y de hecho aumentó los
ataques terroristas contra Cuba. Diez días antes de su asesinato dio nuevas
órdenes para operaciones de terror y sabotaje en Cuba, y eso continúa hasta hoy.
Además de eso, hay un embargo que estrangula al país. Los rusos se involucraron
finalmente para proteger a Cuba de los ataques, pero no se trataba de la Guerra
Fría, y si os fijáis en otros casos, veis que es lo mismo. De hecho, en el caso
de Nicaragua los Estados Unidos enviaron a los Sandinistas a manos de los rusos
conscientemente y a propósito, porque querían un pretexto para el ataque que
estaban llevando a cabo. Nicaragua quería aviones para defender su espacio aéreo
del ataque de los Estados Unidos, y los Estados Unidos sobrevolaban Nicaragua
enviando mensajes a las fuerzas terroristas diciéndoles a dónde debían ir, etc.
Nicaragua quería defender su espacio aéreo y para ello trató de conseguir
aviones franceses, pero los Estados Unidos presionaron a Francia para que no les
enviaran aviones, querían que fueran los rusos los que se los prestaran.
Afortunadamente fueron suficientemente listos como para no aceptar los
aviones rusos, pero de todas maneras la administración Reagan continuó
esparciendo rumores de que Nicaragua iba a obtener aviones rusos dispuestos a
atacar a los Estados Unidos. Si analizas caso tras caso, ves que así es como
funciona.
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figura muy impopular en los Estados Unidos: populista, reformista. Hizo algo tan
terrible el otro día que fue noticia aquí. Rebautizó el llamado “Día de Colon”
por “Día de la Resistencia Indígena” y... ¡uno no puede decir eso! Aquello fue
la liberación del hemisferio, no el genocidio de cien mil personas. Así que
todavía tienen que pensar en una manera de librarse de Chávez, pero una distinta
de las anteriores. En el caso de Brasil, tenemos ahora a Lula, el candidato del
Partido dos Trabalhadores, que es con mucho el partido socialdemócrata más
grande e importante del mundo. Los Estados Unidos están tratando con todas sus
fuerzas de impedir su subida al poder. No pueden parar en este momento la
victoria electoral, pero lo que han hecho ha sido imponer condiciones, no solo
los Estados Unidos, sino toda la comunidad internacional financiera y la elite
de negocios de Brasil- que son las mismas condiciones que cualquier nuevo
presidente -Lula en este caso- tendría que cumplir, y esencialmente significan
una continuación de las políticas neoliberales. Por ese motivo estuvieron
invirtiendo en el suelo, atacando la moneda... Es la técnica estándar para
destruir un país, y forma parte de la globalización neoliberal: la
liberalización financiera proporciona a los inversores y propietarios de la
tierra un enorme poder sobre los países. Esa es también una de las razones por
las cuales el crecimiento económico –como la productividad y la mayor parte de
los índices macroeconómicos- bajó considerablemente en los últimos veinticinco
años, a escala mundial. Pero estas políticas neoliberales también minan la
democracia, lo cual es mucho más importante: retiran el poder de decisión de los
países dándoselo a los inversores internacionales, propietarios, etc. Se habla
incluso a veces de “parlamentos virtuales” que determinan las políticas
gubernamentales a través del control del capital flotante, la moneda, ... Un
ejemplo: Brasil, como consecuencia de las políticas neoliberales de Cardoso,
tiene una gran deuda. Pidieron un préstamo al FMI y se lo concedieron, un gran
préstamo, pero con una condición: el préstamo quedó congelado hasta después de
las elecciones, y el nuevo presidente va a tener que seguir las reglas del FMI,
lo cual significa esencialmente continuar la misma política. Es un
estrangulamiento del país. La única escapatoria es más o menos revolucionaria:
que Sudamérica tome las riendas de sus propios asuntos y siga su propio camino.
Un país solo, como Cuba o Venezuela, no pueden hacerlo, pero una parte
sustancial del continente podría, si Brasil está dispuesto. Por otra parte, eso
significaría una guerra de clases en Brasil.
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historia de los países ricos. Estas ideas de “fabricar el consenso” aparecieron
cuando las elites entendieron que, con el crecimiento de la democracia
parlamentaria, del movimiento obrero, etc, no iba a ser posible controlar a la
gente por la fuerza. Por lo tanto tuvieron que recurrir a otros modos de
control, como controlar la opinión, el pensamiento, las maneras de ser... Se
trata de una enorme industria que se desarrolló principalmente en Estados Unidos
y Gran Bretaña, los dos países más democráticos. Es ahí donde el peligro es
mayor. Considerad por ejemplo el caso de España. Con Franco permitían la
publicación de cualquier tipo de libro, no tenía importancia. Siempre y cuando
hubiese una cámara de torturas en el centro de Madrid y pudieseis escuchar los
gritos cuando pasarais por allí, se le podía dejar a la gente leer lo que
quisiera. Por otro lado, cuando no tienes esas técnicas, se vuelve muy
importante controlar lo que la gente piensa, ve y dice. Mientras la gente esté
completamente absorbida por lo que se suele llamar las cosas superficiales de la
vida -es el término que usan las empresas- no se involucrará en otras cosas. La
gente lo sabe, y por eso hay un tremendo cinismo respecto a la democracia en
este país.
Reparemos por ejemplo en las elecciones de noviembre de 2000. Hubo muchas
discusiones y rabia por el hecho de que se hubieran manipulado las elecciones,
pero fijaos en quién estaba preocupado: una elite intelectual muy pequeña.
Se trataba de un asunto muy importante en Harvard, pero en las calles de
Cambridge a nadie le importaba. A la gente no le importa que se hubieran robado
las elecciones: es todo una farsa. Y en todas estas discusiones y debates
siempre resultaba sorprendente que a la gente no le preocupara la ilegitimidad
del presidente. Si echáis un vistazo a los sondeos de opinión veréis exactamente
por qué. Antes de las elecciones ya el 75 % de la gente pensaba que eran una
farsa: se trata de un juego de ricos, de la industria de relaciones públicas,
etc. Hay un indicador de “impotencia” que mide lo incapaz que se siente la gente
de cambiar la realidad, y ese indicador no paró de subir, alcanzando
recientemente su punto álgido. Lo mismo pasa en Latinoamérica. La llamada “onda
de democratización” que está teniendo lugar es tan solo una democracia formal:
votas por alguien. Por otro lado, el cinismo respecto a la democracia creció
tremendamente. Un porcentaje muy alto de la población -creo que es cerca de la
mitad- dice que incluso aceptaría dictaduras militares, lo cual no es ninguna
broma en Latinoamérica. La razón es que la democracia formal fue de la mano de
programas neoliberales, que minan la democracia, así que la gente acabó siendo
cínica, y eso es un éxito: quieren que la gente sea cínica y que las elites se
ocupen de todos los asuntos. Esa es la forma perfecta de democracia, y exige
poderosos instrumentos de adoctrinamiento e control.
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como se interpretó, pero los hechos son radicalmente opuestos. Esta e una de las
mayores victorias de la propaganda que jamás he visto.
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que si vives en Nueva York: son quienes limpian tu casa. Esos son problemas
internos en Latinoamérica que tienen que solucionarse. Otro problema es que los
países latinoamericanos estuvieron tradicionalmente separados unos de otros y
están orientados hacia sus antiguas metrópolis o, como sucede ahora, hacia
Estados Unidos, pero no entre sí. Incluso el transporte entre ellos está
mayoritariamente orientado hacia el oeste. Estas cosas tienen que solucionarse.
Argentina está ahora mismo en medio de todo esto. Argentina fue la mejor
estudiante del FMI y colapsó completamente. Ahora tiene que tener el equivalente
a una revolución social. Esto está sucediendo, hasta cierto punto. La gente no
decidió simplemente suicidarse, sino que está construyendo modos de existencia
alternativos, y vemos que están apareciendo cooperativas, sistemas de
intercambio basados en el trueque... Argentina potencialmente es un país muy
rico, y si la sociedad invierte su dirección, puede hacer muchas cosas.
¡Es mucho más profundo que eso! Tomemos por ejemplo el caso de las mujeres.
Las mujeres estuvieron terriblemente oprimidas en casi todo el mundo y durante
toda la historia, incluyendo Occidente. No se rebelaron. Lo hicieron en cierta
manera, pero esencialmente interiorizaron la opresión. Lo mismo pasó en las
sociedades esclavistas: durante largos períodos de tiempo, los esclavos no se
rebelaron. Simplemente pensaban: esto es lo que hay, tenemos que intentar
llevarlo lo mejor que podamos y refugiarnos en otras cosas, a través de nuestra
cultura y de nuestras relaciones personales, que son parte de un mundo que los
amos desconocen. Y lo mismo hicieron las mujeres. Pero la gente interioriza la
opresión, y los que no lo hacen y tratan de resistir se enfrentan a un coste
muy grande. Por eso no es tan simple. Los costes varían, pero pueden ser
enormes, y eso hace que la gente esté controlada durante largos períodos de
tiempo. Lo mismo pasa en la cultura norteamericana: la población se siente
impotente y no hace mucho por resolverlo porque no ve cómo. Y si lo hace, hay
costes. Los costes aquí no son el asesinato, pero pueden ser muy altos. Supón
por ejemplo que eres un trabajador en una fábrica y quieres hacer algo tan
simple como organizar un sindicato. Para el organizador hay un coste: lo
despedirán, lo pondrán en la lista negra, etc. Si el esfuerzo por crear el
sindicato triunfa, todo el mundo gana, pero los activistas se enfrentarán a los
costes. Si hacéis un cálculo simple de coste-beneficio, podéis deducir que ser
pasivo produce un beneficio. Estas técnicas de control y subordinación no
siempre funcionan: hay un continuo fermento de resistencia, de revuelta, que
triunfa continuamente. Por eso vivimos en un mundo mejor que el de hace
cincuenta años. Considerad de nuevo los derechos de las mujeres: son mucho
mejores de lo que eran hace cincuenta años, hubo una tremenda mejora en la mayor
parte del mundo, y no fue un regalo. Lo mismo pasa con cualquier otro derecho
que queráis imaginar: nunca es un regalo. Es el resultado de una larga lucha por
la que la gente paga un gran precio y que es difícil llevar a cabo, pero que con
el tiempo merece la pena.
Febrero 2.003