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Aún recuerdo los primeros meses después de que regresé y me

reconcilié con Dios y su Santa Iglesia mediante el sacramento


de la penitencia. Al principio me sentía en muchos aspectos
como un niño asustado e inseguro. Al mismo tiempo feliz. ¿Es
posible? Hablo de los meses del otoño-invierno 2004.

Recuerdo que al principio solía sentarme principalmente en


los últimos bancos de la Iglesia. He asistido varias veces en
semana. Iba algún día al rezo del rosario, y recuerdo mi
perplejidad en los primeros dias, y aún mi desconocimiento y
mi falta de entendimiento de lo que estos rezos significaran.
Hubo algo que descubrí también al principio y fue la
adoración del Santísimo al que exponen los jueves, y yo
procuraba asistir todos los jueves desde horas tempranas de la
tarde.

Cierto día conocí a Antonina, una mujer a la que yo conocía


de vista de los días de adoración del Santísimo. Hablamos.
Ella desde el principio vio en mi algo que la hizo pensar en
que podría entrar a formar parte de su grupo y colaborar con
ella. Yo no acepté, ya que de entrada me parecía muy
precipitado. Aún sin confirmar, y con la boda aún pendiente, y
tan reciente la vuelta a la Iglesia. Creo que ella no ha perdido
la esperanza desde entonces, ya que ha insistido alguna que
otra vez en los meses siguientes.

Poco a poco, semana a semana, mes a mes, fui acercándome


un poco mas al altar, aunque debo reconocer que hay un antes
y un después en recibir el sacramento de la confirmación,
momento culminante, en el que recibí la plenitud del Espíritu
Santo. A partir de ese día, me sentí con mas confianza, mas
seguro y día a día mas comprometido.
SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

El día de San Francisco Javier nos reconciliamos


definitivamente con la Iglesia al recibir el Sacramento del
Matrimonio y con el la gracia del perdón de los pecados.
Escribí la siguiente carta de agradecimiento a D.Atanasio.

3 de Diciembe de 2004

Quisieramos dar las gracias a Dios que por medio de usted,


querido padre, hermano y amigo, que ha hecho posible que
fueramos partícipes de la infinita misericordia del Señor con
estos dos hijos suyos, primero ofreciéndonos la reconciliación
con Dios y su Iglesia, a pesar de nuestros pecados, y luego
dándonos la enorme dicha de recibir la bendición de Dios
mediante el Sacramento del matrimonio, algo que jamás
imáginamos que nos pudiera dar tanta alegría y felicidad.

Para nosotros ha sido un alto honor el poder participar por


primera vez en nuestra vida de la comunión bajo las dos
especies. Todo ha salido perfecto, y es que Dios nuestro Padre
conoce perfectamente cada detalle de nuestros pensamientos y
corazones. Hasta el tiempo, nos acompañó durante la mañana.
Estuvo aguantando la lluvia hasta que nos montamos en el coche
después de salir de la Iglesia, y ya no paró en todo el dia.

Ahora queremos nosotros bendecir al Señor, alabarle y servirle


con nuestras modestas posibilidades, todos los dias de nuestra
vida gracias a los méritos de nuestro Salvador Jesucristo que
obran en nosotros por su Gracia.

Dios le bendiga y le guarde también a usted.

Francisco Javier Ana María.


NECESIDAD EUCARÍSTICA

Desde el principio he comenzado a asistir a la Eucaristía


varias veces en semana. Era una necesidad espiritual especial
la que necesitaba alimentar, y encontré en mis visitas a las
parróquias, este alimento necesario para el alma, como es el
pan vivo bajado del cielo, y la Palabra de Dios y las oraciones.
He visitado especialmente parroquias como la de N.Sra del
Carmen, San Pedro, San Francisco Javier y Sto.Domingo, y
en cada una de ellas he encontrado algo bueno y diferente.

CATEQUESIS

En los primeros meses, nuestro párroco, D.Atanasio, me invitó


para que asistiera a unas catequesis que se iban a impartir
durante algunas semanas. Fuimos algo reticentes al principio,
pero finalmente accedimos y fuimos cada semana durante
unos dos meses, creo yo. En estas reuniones pude constatar
que verdaderamente hay gente necesitada espiritualmente
hablando, y por eso entendí que aquellas catequesis eran algo
bueno, sin embargo, a mi al menos no me estaban aportando
mucho en relación a mi conocimiento ya adquirido por mis
múltiples experiencias en el pasado, y mis frecuentes lecturas
de las sagradas escrituras. Sin embargo continuamos
asistiendo esperando quizás que la cosa cambiaría. Cierto día,
uno de los catequistas dijo algo de hacer una convivencia.
Para nosotros resulta imposible dejar nuestra casa y animales.
Creo que esa fue la razón principal por la cual no aceptamos a
ir. El catequista insistió de forma muy pesada para mi
entender, obligándome casi a ponerme algo serio. Entonces ya
no volvimos.

De allí he podido sacar algunas experiencias positivas, y


porque no decirlo algún aprendizaje de algo que desconocía o
no sabía explicar.
Estimado D.Atanasio

Esto lo escribí hace algún tiempo, y creo que el Señor me pide


que se lo dé a leer con el propósito que me conozca mas en
profundidad y sepa por las vicisitudes que he tenido que pasar en
mi vida espiritual.

Creo que no hay nada que suceda por casualidad, por eso cada
vez veo mas claro que el Señor quiere que utilice todas estas
experiencias ahora para glorificarle a el, por ejemplo, dando
testimonio a protestantes y separados de la Iglesia Católica. Creo
en mi Espíritu que esa es la primera prioridad, y la página en
internet es la prueba. Como le comenté, ya me ha escrito una
persona “sorprendida” por mi cambio a la Iglesia Católica, y el
hermano con el que me veía todas las semanas está dándose un
periodo de reflexión para averiguar las verdades de la Iglesia, y
el Señor me ha dicho de alguna manera: “¿Quién te ha dicho a ti
que tu tienes que convertir? Tu sólo habla y da testimonio de lo
que tienes, el resto yo lo haré.” Me han parecido coherentes estas
palabras que vinieron a mi Espíritu. Es que yo me angustiaba
antes de no ver resultados, pero ahora he comprendido que es lo
que tengo que hacer. Es después de darme cuenta de esto, cuando
he sentido que era la hora de darle a leer esto. El sabrá con que
propósito.

Respecto a lo de las catequesis tal vez siga asistiendo, y también


tengo la respuesta del Señor respecto a lo de la convivencia que
van a hacer la semana que viene. He decidido ir con mi mujer,
pero necesitaré que alguien me ayude con el problema que tengo,
porque tengo 2 perros a los que tengo que sacar a la calle dos
veces al día, y nadie puede hacerse cargo de ellos, y por tanto
alguien tendría que traerme a mi casa, o si es cerca, venir yo sólo
a hacer esa tarea.

Le saludo en en el nombre de Jesucristo nuestro Señor.


SEMANA SANTA 2005

La semana santa la volvimos a vivir después de varios años


apartados. Fue una gran experiencia para nosotros. Quiero
destacar lo bonito que fue para mi la visita a los monumentos
de las parroquias, especialmente el de las hermanas de la
Cruz. Escribí también esta poesía:

SEMANA SANTA

Me han dicho que en Jerusalén hay mucho revuelo,


Que han detenido a Jesús Nazareno
Que lo apresaron en un huerto
Donde horas antes se escucharon lamentos.

¿Qué ha hecho? ¿Cuál es el delito?


¿Sanar a los ciegos y dar vida a los muertos?

Me han dicho que en Jerusalén hay mucho revuelo,


Que ya se han llevado a Jesús Nazareno.
Y un hombre se lavó las manos de sangre inocente
Ante los gritos de la gente.

¿Qué ha hecho? ¿Cuál es el delito?


¿Predicar la verdad? ¿Hacer el bién a los demás?

Me han dicho que en Jerusalén hay mucho revuelo,


Que sentencian a muerte a Jesús Nazareno.
Que lo tratan como a un malhechor y le golpean
Ante la indiferencia de algunos, y el llanto de otros.

Las calles están repletas de gente


Unos miran tristes, otros sonrientes.
Me han dicho que en Jerusalen hay mucho revuelo,
Que ya carga con su cruz, Jesús Nazareno.

Avanza entre las gentes,


Unos lloran, otros rien alegres,
Unos sufren dolientes, otros indiferentes,
Unos sienten la muerte, otros se burlan inhumanamente.

Me han dicho que en Jerusalén hay mucho revuelo,


Que ya crucificaron a Jesús Nazareno,
Que no dijo nada, sólo pidió perdon por ellos
sin demasiado lamento.

Me han dicho que en Jerusalén hay mucho revuelo,


Que ya expiró Jesús Nazareno.
Muerto, si, pero no por siempre, al tercer día resucitará de entre los muertos.

CELEBRACIONES

El jueves santo por la mañana asistímos por primera vez a la


celebración comunitaria de la Penitencia. Fue en la
S.I.Catedral. La celebración de este sacramento consiste en un
acto muy parecido al de la misa, pero hacia el final los
sacerdotes (muchos), se colocan en sus lugares y los fieles
acuden a confesar sus pecados. La sensación durante la
mañana fue buena. Yo no había hecho esto nunca, y menos en
la Catedral. Ana Mª se fue por un lado y yo por otro, como es
tan grande el lugar, y busqué a uno de los sacerdotes, y mi
sorpresa fue ver cola para confesar. Con un poco de
nerviosismo por la experiencia, hice un breve examen de
conciencia de lo que yo consideraba que era confesable en
aquella mañana, y cuando me tocó el turno, me acerqué a un
hombre anciano, el cual me esperaba sentado en una silla. En
ningún momento me miró a la cara, sino que me acercaba el
oido para escuchar mi confesión. Dije mis pecados, y a
continuación me dio algún breve consejo y me puso la
penitencia, la cual consistía en rezar un rosario a la Virgen.
Otra novedad, ya que nunca antes he rezado el rosario
completo, y menos en mi casa. Tuve que preguntarle a Ana Mª
que como era eso, ya que no sabía muy bién. En cuanto llegué
a mi casa, me encerré en mi habitación y me dispuse a rezar.
Debo decir que la experiencia fue positiva y resulta
sorprendente yo que tantas veces critiqué a los que rezaban el
rosario por considerarlo una forma de rezar sin sentido,
ahora lo veo todo distinto.

En la tarde del jueves santo, vivimos otra experiencia


primera, como es la llamada “Cena del Señor”. La Catedral
estaba llena, y nos sentamos cerca del altar. El acto tuvo toda
la solemnidad, con los cantos de la coral de Santa María de la
Victoria y el acompañamiento del organo. Mientras oía la
música, miraba al altar y veía al Obispo y a los presbíteros, al
menos una docena, y me daba cuenta de lo imporante que es
la liturgia dentro de la Iglesia. Fue una experiencia muy
bonita. Al final de la misa comulgamos y el obispo llevó bajo
palio una urna con el Cuerpo del Señor para colocarla en otro
lugar de la catedral, a su paso algunas personas se
arrodillaban ante el Señor, lo llaman monumento, y lo hacen
además en otras iglesias. Mas tarde fuimos a visitar otros
“monumentos”, especialmente llamativo el de las hermanas de
la cruz, el cual era una representación de lo mas exacta del
cenáculo donde Jesucristo realizó la última cena con sus
apóstoles.

El viernes santo en la mañana volvimos a la Catedral para oir


el sermón de las “Siete Palabras”. También era para nosotros
una experiencia primera. Salía un sacerdote y predicaba
acerca de una de las últimas palabras dichas por el Señor en
la cruz, y luego exponía una reflexión, así hasta siete. El acto
duró unas dos horas. Después quitaron la imagen del
crucificicado que presidía el altar, y fue también un acto
emotivo, ya que al ser viernes santo, pues se siente el momento
como muy real.

El sábado, la Vigilia Pascual.

UN REGALO EN LA ESPERANZA

Esta historia comienza una fria noche de Jueves Santo del año
1997. Yo acababa de conocer a la que es mi mujer, y
estábamos viviendo nuestra primera Semana Santa juntos.

Nos dirigimos hacia calle Carreterias intentando ir a la busca


de la cofradia de Jesús Nazareno del Paso y María Santísima
de la Esperanza, pero nos encontramos el trono del Cristo
justo delante de la tribuna de los pobres. Nos metimos entre la
multitud y nos colocamos muy cerca de los varales del trono, y
de repente, vemos que el trono se gira hacia donde estamos
nosotros, y que la imagen de Jesús comienza a hacer el signo
de la bendición justo hacia donde estábamos nosotros y otros
muchos. Nos llamó mucho la atención esto, porque no lo
esperábamos. Tiempo después siempre comentábamos cuando
veíamos las bendiciones del Señor en nuestra vida, si aquel
gesto acompañado de nuestra fe en El, nos estaría bendiciendo
de alguna manera especial. El tiempo pasó y comenzamos a
apartarnos de la Iglesia Católica, hasta convertirnos en casi
protestantes. Digo casi, porque algo hubo siempre que nos
mantuvo unidos a la Iglesia en la que fuimos hechos hijos de
Dios.

Hace aproximadamente 8 meses que regresamos a la Iglesia, y


el Señor nos está permitiendo ir redescubriendo nuestra fe y
las grandes cosas que nos tenía guardadas en la Iglesia, pero
lo que ocurrió hoy, sólo puedo atribuírselo a la mano de
nuestro Señor, el cual nunca nos ha abandonado.

Todo empezó la noche anterior, en la que vimos una película


sobre la historia de las apariciones de la Virgen en Lourdes,
que nos hicieron comprender un montón de cosas que yo no
entendía acerca de la Virgen María y el papel de los santos en
el cielo, y pude aprender las razones para responder a los
hermanos protestantes que no entienden esto.

La mañana siguiente pensé en que fuéramos a misa en la


Iglesia de Santo Domingo, pero estando allí, antes de
comenzar sentí que debíamos marcharnos. Le dije a mi mujer,
vamos a la Iglesia del Carmen que está cerca. Pero para ir allí
pasamos por delante de la Basílica del Dulce Nombre de Jesús
y MºStma. de la Esperanza, y mi mujer me dijo que
entraramos. No me apetecía mucho, porque antes no me
gustaba mucho ese sitio por razones que no comentaré. Sólo
digo, que estaba juzgando mal.
Nos sentamos entre la gente, y de repente se nos acercó una
mujer que nos dijo que si queríamos llevar nosotros las
ofrendas. Yo me quedé perplejo, porque no sabía lo que me
estaba diciendo. Creía que se refería al cesto de la colecta,
pero mi mujer me dijo que llevar las ofrendas es llevar el pan
y el vino al sacerdote, no se si está bién dicho así.

De repente un escalofrío recorrió por mi cuerpo. No entendía


nada. ¿Porqué nosotros? –pensaba yo. Estaba aterrorizado.
No sabía que debía hacer. Yo casi nunca vi antes de hacer esto,
y cuando lo vi a lo mejor ni presté atención. Sólo pensaba que
se habían equivocado, que nosotros no podríamos hacer tal
cosa. Yo soy todavía algo ignorante acerca de muchas cosas de
la liturgia, y enseguida me acordé de la muchacha a la que se
le apareció la Virgen en Lourdes, que al principio no sabía
que era la Virgen siquiera. Sin saber ni en que copa está el
vino ni en cual el pan También me acordé de cuando la misma
imagen de Jesús que tenía ahora enfrente, hizo el gesto de la
bendición en aquella Semana Santa. También me acordé de
que unos días antes había decidido no ir a una convivencia
con el grupo de catequesis, y si en mi había alguna duda de si
tomé la decisión correcta, quedó disipada. Este domingo
teníamos que estar allí, porque al ser elegidos para presentar
las ofrendas por primera vez en mi vida, para mi ese acto fue
muy grandioso e importante, y me sentí muy fortalecido en mi
fe. No se explicarlo mejor. Fue como una confirmación en la
que el Señor después de estos ocho meses desde nuestro
regreso, nos diera su aprobación y nuevamente su bienvenida
a su casa, y su ánimo para seguir adelante por este camino
que hemos elegido.
CONVERSACIONES CON D.ATANASIO

miércoles, 27 de abril de 2005

• D. Atanasio me dijo esta mañana que el se ha dado cuenta de que a mi lo único


que mi importa es la verdad y que confía mucho en mi. Mientras, hay otros que
por contentar a unos y a otros pues no siempre están en la verdad. Me ha puesto
como ejemplo a San Agustín, el cual fue un ferviente buscador de la verdad y
hoy es quizás el mas ilustre de la Iglesia.
• ¿Evolución? El hombre viene del mono. La cosa no está clara. Se puede admitir
como hipótesis. Si alguno quiere pensar que Dios infudió el alma a alguién con
apariencia mas parecida al primate que al hombre actual, puede creerlo, aunque
si alguién no lo cree es también aceptado. Hay cosas en los que la ciencia hasta
se contradice, y ni ellos están totalmente seguros. Realmente este asunto no es
importante. Lo importante es saber que somos hijos de Dios, que el es nuestro
Padre, que nos ama y que nos ha dado la vida.
• Homosexuales que dicen ser creyentes pero no admiten la enseñanza de la
Iglesia: La Iglesia tiene autoridad para interpretar las escrituras, y debemos
acoger la interpretación de la Iglesia como verdadera. Hay que tratarlos siempre
con amor y fraternidad.

martes, 19 de abril de 2005

• D.Atanasio me dijo que a veces cuando tenemos pensamientos malos de


cosas que enseguida reconocemos como si fueran extrañas a nosotros,
eso son tentaciones, como las que tuvo el Señor en el desierto. El diablo
nos tienta con los pensamientos para que pequemos. Si no obedecemos al
pensamiento no hay pecado.

• Para que haya pecado mortal tienen que pasar 3 cosas: que haya pleno
consentimiento (se que está mal y aún así lo hago), que haya pleno
conocimiento (se que eso es pecado mortal), que la materia sea grave (no
es lo mismo robar 1 centimo que 1 millón).

• D. Atanasio me dijo que “tengo corazón de apóstol” puesto que el nota


que me preocupo mucho por la maldad del mundo y sus consecuencias y
tengo sensibilidad para esto.

• El bautismo católico se recibe no sólo por la fe de los padres para el hijo,


sino por la fe de toda la Iglesia.

• Muchas personas no entienden las cosas de Dios ni aunque se las


expliquen. No les entra. Y no sabemos porque pasa esto. Lo mismo
ocurría en el tiempo de Jesús cuando el explicaba que iba a morir y
resucitar y casi nadie le entendía.
• Cuando pequemos, acordémonos también de que Cristo tenía 12
apóstoles sentados a la mesa, y uno de ellos le traicionó, y otros como
Pedro, le negaron hasta tres veces. Somos pecadores todos en la Iglesia.

• Los tiempos actuales son de una maldad suprema.

• Hoy existen muchos medios que llevan a la gente al mal, pero el mismo
medio puede ser utilizado para el bién. Por ejemplo: internet.
MI CONFIRMACIÓN

SÁBADO 14 de Mayo. Víigilia de Pentecostés.

¡Se ha cumplido! Que maravilloso es sentir el Espíritu Santo acudir


sobre mi. El Espíritu Santo me llenó. Puedo dar fe que lo sentí en mi.
¡Gloria a Dios!

Se ha cumplido para mi asombro casi al pie de la letra algo de lo escrito en


los Hechos de los apóstoles cuando narra la experiencia del día de
Pentecostés.

Después de haber recibido el sacramento de la confirmación, y debido a mi


estado de ánimo y a mi forma de exteriorizarlo, llegué a provocar en mi
madre la siguiente expresión que me dijo varias veces durante la noche:

-Hijo, ¿seguro que no has tomado algo antes de la Misa? – Que nó mamá
que esto es por causa del Espíritu Santo que acabo de recibir, le explicaba
yo.

Yo entonces no me di cuenta, pero al despertar por la mañana el domingo,


lo primero que me vino a la memoria fueron la siguiente Palabra de Dios:

1 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un


mismo lugar.
2 De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de
viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se
encontraban.
3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se
repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos;
4 quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a
hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía
expresarse.

Todos estaban hablando las maravillas de Dios según a lengua que el


Espíritu le concedía, y la reacción de la gente allí congregada fue esta:

12 Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: "¿Qué

significa esto?"

13 Otros en cambio decían riéndose: "¡Están llenos de mosto!"


¿No me dijo mi madre también, ¿hijo no has tomado algo?. Entonces lo he
visto claramente. ¿Qué ha pasado? ¿Qué han visto en mi para insinuar si mi
expresión diferente se deba o no al mosto? Es el mismo Espíritu Santo de
Pentecostés. Sin duda.

Y dijo después el apóstol Pedro, a modo de explicación a la gente que


contemplaba esto:

14 Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: "Judíos y
habitantes todos de Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis
palabras:
15 No están éstos borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día,
16 sino que es lo que dijo el profeta:
17 = Sucederá = en los últimos días, dice Dios: = Derramaré mi Espíritu sobre toda
carne, = y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán
visiones y vuestros ancianos soñarán sueños. =
18 = Y yo sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. =

Mi Confirmación ha llegado. La plenitud del Espíritu Santo ha


descendido sobre mi, pero esto no ha terminado. Acabo de empezar de
nuevo. Ya estaba trabajando, pero ahora es momento de sacar todo el
provecho que pueda al carisma que Dios ha puesto en mi. A dar frutos
espirituales utilizando los dones del Espíritu Santo que Dios ha tenido
la bondad de concederme. ¡Si!, porqué yo no los merezco por haber
sido perseguidor de la Iglesia de Jesucristo, y el me ha perdonado todo
mostrándome que su amor es infinito, ha dado luz donde había
oscuridad, ha dado seguridad en donde había siempre confusión, me
ha acercado a Jesucristo, Verdad y Camino que llevan a la vida, me ha
convencido del pecado de la división, del daño que hace la falta de
amor verdadero por todos los hombres, me ha convencido de que sólo
la Paz verdadera te llevan hasta Dios, me ha convencido de que
necesitamos Santidad en nuestras vidas, y que es imposible entrar por
otro camino que no sea ese, y Jesucristo te lo muestra si tu
voluntariamente aceptas su invitación de seguirle. Gracias, Gracias,
Gracias. Escribo tres veces y en mayúscula en honor a la Santísima
Trinidad.

Hago mias las palabras de San Pablo a Timoteo, y trataré de no


olvidarlas jamás:
5 Pues evoco el recuerdo de la fe sincera que tú tienes, fe que arraigó primero en tu
abuela Loida y en tu madre Eunice, y sé que también ha arraigado en ti.
6 Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la
imposición de mis manos.
7 Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de
caridad y de templanza.
8 No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de
mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el
Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios,
9 que nos ha salvado y nos ha llamado con una vocación santa, no por nuestras obras,
sino por su propia determinación y por su gracia que nos dio desde toda la eternidad
en Cristo Jesús,
10 y que se ha manifestado ahora con la Manifestación de nuestro Salvador Cristo
Jesús, quien ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio
del Evangelio
11 para cuyo servicio he sido yo constituido heraldo, apóstol y maestro.
12 Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo,
porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es
poderoso para guardar mi depósito hasta aquel Día.
13 Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo
Jesús.
14 Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros.

Esta es la carta de agradecimiento que escribí después

viernes, 13 de mayo de 2005


Querido Padre y hermano:

Déjeme decirle por favor, que le estoy muy agradecido al Señor y a usted especialmente
por sus palabras en la charla de la confirmación. Me entusiasmó oirle hablar con tal
convicción y fe. Ojalá todos los que estaban allí hayan entendido lo maravilloso del
momento de nuestro Pentecostés.

Quiero decirle que estoy en cierto modo emocionado ante mi próxima confirmación,
que soy plenamente consciente de los dones de Dios que se derraman por este
sacramento y que tengo fe en que el Señor me llene con su Espíritu Santo para poder
ser mejor cristiano cada día.

Quiero decirle que soy plenamente consciente que mi vida sin el Señor no tiene sentido,
y por eso me esfuerzo cada día en poder servirle con humildad y cada día con un poco
mas de entrega, poco a poco, creciendo en santidad y conocimiento.

Le doy gracias a Dios por TODO lo que ocurre en mi vida siempre, y quería compartir
con usted mi alegría, que el mundo no puede entender, pero se que usted si lo hará.

En Cristo,

Francisco Javier
LA PRIMERA LECTURA

D.Atanasio me propuso una mañana que cuando yo quisiera podía


salir a leer las lecturas de la misa. Al menos en mi parroquia no
hay un orden establecido y cualquiera puede hacerlo libremente.
Esto supuso para mi un gran reto. Ya que por un lado si que me
gusta leer la Palabra de Dios en público, pero no lo había hecho
nunca tan en público, es decir, una misa en mi parróquia. El
precedente es cuando leía las dos lecturas en la misa de la tía de
Ana Mª. Aquel día recibí elogios. Pero ahora era diferente. Tras
no poca lucha interior, decidí que me tenía que enfrenar al reto sin
dejar pasar ni un solo día. Así que decidí leer al día siguiente en la
misa de la mañana. Recuerdo que me fui temprano para
prepararme rezando y meditando, ya que estaba realmente
nervioso y temeroso. Uno no sabe nunca porqué sucede esto.
Supongo que es una especie de miedo al ridículo absurdo.

Llegó la hora, y me levanté, me acerqué, hice el saludo al


sacerdote inclinando mi cabeza, y me subí a la tarima. Comencé a
leer: “LECTURA DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO…”

Hijo, si te acercas a servir al Señor,


Prepara tu alma para la prueba.
Endereza tu corazón, manténte firme,
Y no te angusties en tiempo de adversidad.
Pégate a él y no te separes,
Para que seas exaltado en tu final.
Todo lo que te sobrevenga acéptalo,
Y en las humillaciones, se paciente.
Porque en el fuego se purifica el oro,
Y los que agradan a Dios, en el horno de la humillación.
Confía en é, y él te ayudará,
Endereza tus caminos y espera en él.
Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia,
Y no os desviéis no sea que caigáis.
Los que teméis al Señor, confiad en él,
Y no os faltará la recompensa.
Los que teméis al Señor, esperad bienes,
Gozo eterno y misericordia.
Fijaos en las generaciones antiguas y ved:
¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado?
¿Quién perseveró en su temor y fue abandonado?
¿Quién le invocó y fue desatendido?

PALABRA DE DIOS.

La verdad es que resulta sorprendente esta lectura, ya que me


parecía que me estaba hablando directamente a mi situación
actual. Superé la prueba.

CONVERSACIONES CON JOSE MARÍA

SALVANDO A DAVID

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