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EL EQUILIBRIO GENERAL MACROECONOMICO

INTRODUCCION.

Desde los modernos manuales de Economía se plantea de manera insistente la


separación entre la dimensión microeconómica y la dimensión macroeconómica.

Este planteo realizado desde la economía académica de escindir el comportamiento de


los agentes económicos que concurren en diferentes mercados de la evolución de los
agregados económicos es cada vez más difícil de sostener en la actual globalización.

Como un primer intento de tomar conciencia sobre esta cuestión los nuevos manuales
intentan explorar las conexiones entre lo micro y lo macro, aunque lo hacen en escasas
páginas como si se tratase de un fenómeno excepcional.

Una de esas conexiones es la teoría del equilibrio general que irrumpe en la


ciencia económica en las últimas décadas del siglo XIX a partir de la obra de León Walras
(1834-1910) y Alfred Marshall (1842-1924).

La aceptación de esta teoría, aún cuando se la tome como una hipótesis de trabajo,
implica una lectura optimista acerca del buen funcionamiento del mercado para la
solución de los problemas que puedan plantearse en un sistema económico.

La primer parte de este trabajo pretende introducir al lector en los principales


argumentos de esta teoría a partir de los antecedentes que se observan en los planteos
de la fisiocracia y el liberalismo, pasando por el núcleo central de Walras y Marshall, como
dos importantes referentes de la Nueva Economía surgida a partir de la obra de William
Jevons (1835-1882), hasta arribar a la formulación de un modelo sencillo de equilibrio
general.

En la segunda parte de este trabajo se explican las críticas que esta concepción ha
recibido desde la teoría marxista y la escuela regulacionista, a partir de desarrollar teorías
acerca de las crisis sistémicas, para culminar con la formulación de un modelo sencillo de
desequilibrio general.

LA TEORIA DEL EQUILIBRIO GENERAL

Los antecedentes.

Diversos estudios sobre el pensamiento económico coinciden en establecer que el campo


de la teoría del equilibrio general se inicia con la escuela fisiócrata, en la Francia del siglo
XVIII.

Este escuela, que tiene como referente principal a la figura de Francois Quesnay (1694-
1774), introduce el análisis sistémico en la ciencia económica a partir de la
descripción de una economía agraria de subsistencia. Al mismo tiempo se plantea la
existencia de clases sociales a partir del lugar que ocupa un conjunto de individuos en el
proceso de creación de riqueza.

Quesnay plantea que la nación se reduce a tres clases de ciudadanos: la clase


productiva, la clase de los propietarios y la clase estéril.

Señala que "la clase productiva es la que hace renacer mediante el cultivo del
territorio las riquezas anuales de la nación". Esta clase compuesta por agricultores
y campesinos es fundamental para la reproducción del sistema.
2

La clase de los propietarios, que comprende al soberano, los propietarios de la tierra y el


clero, "carga por derecho natural con los cuidados de la administración", es decir nace
con un don supremo para desempeñar labores de gobierno.

Por último, "la clase estéril está constituida por todos los ciudadanos que se ocupan de
otras labores", es decir los comerciantes, los artesanos, los empresarios y los
obreros que son considerados como parásitos sociales. (1)

En este sistema agrícola los ingresos de las tres clases sociales se hallan
interrelacionados con la generación de riqueza bajo la forma de bienes de consumo que se
producen con el trabajo de la sociedad. De aquí surge la noción de "estado estacionario", en
una economía cerrada, como un flujo circular que se repite cada período y que posibilita un
equilibrio económico y social a partir de la igualdad entre los ingresos y los gastos de cada
clase social.

El menosprecio de los fisiócratas hacia artesanos, comerciantes y fabricantes al


considerarlos como parte de una clase estéril puede ser visualizado como parte de las
disputas entre Francia y Gran Bretaña antes de la Revolución Industrial que se inicia
hacia 1760, aunque no se promueve desde la obra de Quesnay en ningún momento su
eliminación como clase social.(2)

Desde el liberalismo, Adam Smith (1723-1790) describe el funcionamiento del


sistema manufacturero, surgido con la Revolución Industrial, en donde habitan tres clases
sociales: los terratenientes, los trabajadores y los empresarios con sus respectivos
ingresos monetarios, es decir, renta, salario y beneficio.

Adam Smith sostiene que el mercado tiende naturalmente a un equilibrio económico y


social. Sostiene que "cuando el precio de una cosa ni es más ni es menos que lo
suficiente para pagar la renta de la tierra, los salarios del trabajo y las ganancias del
fondo empleado en crearla, prepararla y ponerla en estado y lugar de venta según sus
precios naturales o comunes, se dice que la cosa se vende por su precio natural.(...) Este
viene a ser el precio central alrededor del cual gravitan todos los precios de las
mercancías."(3)

De esta manera Smith plantea un equilibrio económico y social estable como algo
natural en una sociedad en donde existe una "mano invisible" que hace que el interés
particular redunde en el interés general.

Sin embargo habrá dos cambios históricos trascendentales que frenarán por
décadas el desarrollo de una teoría del equilibrio general.

En primer lugar, la Revolución Francesa de 1789 marcará que el centro de atención


de la ciencia económica se desplace hacia el conflicto entre terratenientes y
empresarios, abandonándose los planteos armonicistas.

En segundo lugar, la experiencia catastrófica de las Leyes de Pobres de Speenhamland


(1795) en Inglaterra, que instalaron el problema de la evolución de la población en la
ciencia económica.

En este último caso el estado estableció un subsidio a los desempleados en las


ciudades con un sistema impositivo costoso que provocó una baja general de los
salarios dispuesta por los empresarios y un empobrecimiento urbano nunca visto
creándose las condiciones para una homogeneización de los trabajadores.(4)

Estos acontecimientos influyeron en la obra del reverendo Thomas Malthus (1766-


1834) quien formuló en 1798 un pronóstico pesimista sobre la marcha de la sociedad al
plantear que el ritmo de crecimiento de la población supera al ritmo de crecimiento de la
producción de alimentos. Uno de sus discípulos más reconocidos fue David Ricardo (1772-
3
1823) quien reflejó el conflicto entre terratenientes y empresarios en la teoría de la renta
diferencial (1817) donde los empresarios, ante la escasez de tierras fértiles en Inglaterra,
debían pagar a los terratenientes rentas cada vez más altas por terrenos cada vez menos
fértiles para satisfacer las necesidades de una población en aumento.

Sin embargo, Ricardo va a ganarse fuertes antipatías al afirmar que "el valor total
de los bienes se divide solamente en dos porciones: la que constituye el beneficio y la que
constituye la mano de obra", definiendo al capital actual como trabajo anterior.(5)

Sobre este particular economistas contemporáneos como John Galbraith sostienen que
"esta explicación presenta graves problemas no todos ellos disimulados por la enrevesada
exposición de Ricardo.(...). Si los beneficios responden a los ingresos de la mano de obra
empleada en el pasado para constituir el capital, se deduce que toda ganancia del
capitalista representa un robo sin disimulo. Y así lo hizo creer, con efecto histórico, Karl
Marx."(6)

En esa época comienza la reacción contra Ricardo a partir del discurso armonicista de la
obra de Jean B. Say (1767-1832).

Extirpando de la Economía el análisis de las clases sociales, su principal


contribución a la ciencia económica fue la ley de los mercados(popularizada en 1820) con
la célebre afirmación que "toda oferta crea su propia demanda".

Una de las mejores defensas de esta ley se puede encontrar en "Historia del
análisis económico" del economista austriaco Joseph Schumpeter (1883-1950).

Schumpeter sostiene que "la producción aumenta no sólo la oferta de bienes en el


mercado, sino normalmente también su demanda. En este sentido es la producción
misma (oferta) la que crea el fondo del cual fluye la demanda de sus productos: en
última instancia, los productos se pagan con productos, igual en el comercio interior que en
el internacional.(...). Dicho de otro modo: demanda, oferta y equilibrio son conceptos
para describir relaciones cuantitativas dentro del universo de las mercancías y los
servicios.(...) En particular, la demanda y la oferta agregadas no son independientes la
una de la otra, pues las demandas que componen la demanda total del producto de una
industria o empresas o individuos proceden de las ofertas de todas las demás industrias o
empresas o individuos y ,por lo tanto, aquella aumentará en la mayoría de los casos si
aumentan esas ofertas y disminuirá si ellas disminuyen.(...) Como queda dicho, la ley de
Say es obviamente verdadera (...) Las crisis no se pueden jamás explicar causalmente
por el hecho que todo el mundo haya producido demasiado. Por último, la ley,
implícitamente al menos, equivale al reconocimiento de la interdependencia general de
las cantidades económicas y del mecanismo equilibrador por el cual se determinan las
unas a las otras, y por lo tanto, al igual que otras aportaciones de Say, esta ley tiene su
lugar en la historia de la génesis del equilibrio general." (7)

El análisis de Walras y Marshall.

El análisis de Walras y Marshall debe enmarcarse en la refundación de la ciencia


económica que realiza el economista inglés William Jevons.

Existe la tentación de considerar el planteo de Jevons como una respuesta explícita a la


teoría de la explotación de Marx, pero si se analizan sus definiciones el ataque
principal es hacia Ricardo por haber dirigido el tren de la ciencia económica hacia una
“vía equivocada” al haber colocado al trabajo en el centro de su teoría del valor.

Jevons plantea que la economía debe ser una ciencia matemática porque trata de
cantidades. En el prefacio de su obra "The Theory of Political Economy"(1871) señala que
"en esta obra he intentado tratar a la economía como un cálculo del placer y el dolor"
poniendo énfasis en las conductas individuales y tomando como base para la teoría del
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valor el concepto de utilidad, es decir la sensación subjetiva que experimenta un individuo
cuando realiza el acto de consumir un bien. De esta manera subordina el valor de cambio de
los productos al concepto de utilidad que lo equipara con el de valor de uso.

León Walras tomará la idea de la economía como ciencia matemática e intentará


probar que los diferentes mercados se hallan interconectados como si fueran un
sistema de ecuaciones matemáticas compatibles, de manera que la igualdad entre el
número de ecuaciones e incógnitas posibiliten una solución única donde se verifica el
equilibrio simultáneo de los mercados.

En este contexto Walras planteará que la solución al problema del equilibrio general
pasa por la determinación simultánea del precio de los bienes y de los factores de
producción suponiendo un mercado de competencia perfecta y con pleno empleo. Para
su mejor comprensión se desarrolla en este mismo trabajo un modelo sencillo de equilibrio
general tomando como base la ley de los mercados de Say.

Cabe aclarar que el equilibrio general de los mercados, a partir de la interrelación


que se produce en los precios de los distintos mercados, no debe ser confundido con el
equilibrio parcial de un mercado donde el cambio del precio de un bien se supone que no
provoca efectos en los precios de otros mercados. Esta distinción obedece a que se suele
afirmar que Walras realizó un planteo en una dimensión macroeconómica de equilibrio
general mientras que Marshall estuvo abocado a la concepción microeconómica del
equilibrio parcial.

La mejor forma de demostrar que esto no es cierto es el análisis de la obra


principal de Marshall titulada "Principios de Economía" publicada en 1891,donde pueden
hallarse los mejores argumentos en defensa del equilibrio general.(8). En el prólogo de su
obra señala que "la teoría del equilibrio general entre la oferta y la demanda es una noción
fundamental que se encuentra en todas las partes del problema de la distribución y del
cambio."

En relación a la ciencia económica sostiene que "la ventaja que la Economía presenta
sobre las demás ramas de las ciencias sociales parece derivarse del hecho que su campo
especial de trabajo proporciona mayores oportunidades para los métodos exactos que
cualquier otra rama."(9).

En uno de los apéndices de su obra realiza una defensa de la aplicación de las


ciencias exactas en la Economía. Allí plantea que "los conocimientos matemáticos
son útiles porque proporcionan un lenguaje maravillosamente conciso y exacto para
expresar con claridad algunas relaciones generales y ciertos procedimientos breves de
razonamiento económico." Sin embargo, señala sus limitaciones cuando afirma que "si
cerramos los ojos a la realidad podemos construir por medio de la imaginación un
edificio de cristal puro que arrojará luz sobre algunos de los problemas reales. Estas
excursiones del intelecto ofrecen a menudo inesperadas sorpresas, proporcionan un
buen ejercicio mental y no pueden producir más que buenos resultados, mientras se
comprenda con toda claridad su objeto."(10)

Estos párrafos sirven para comprender sus diferencias con Walras a partir de sostener
la teoría del equilibrio general con argumentos que no se basen exclusivamente en lo
cuantitativo.

En el Libro V, titulado "Relaciones generales de la demanda, la oferta y el valor",


plantea que "cuando se habla de la oferta y la demanda en sus relaciones recíprocas es
necesario que los Mercados a que se refieren sean los mismos.(...) Así , pues,
mientras más perfecto sea un mercado, mayor será la tendencia hacia el mismo precio de
los mismos objetos.(...) Estamos investigando el equilibrio de la demanda y la oferta
normales en su forma más general (...) Suponemos que las fuerzas de la oferta y la
demanda tienen libre juego, que no hay combinación entre los negociantes de uno y otro
bando, que cada individuo tiene un conocimiento suficiente de lo que hacen los demás
5
(...) se supone todo esto tanto para los bienes acabados como para sus factores de
producción."(11)

Por esta vía Marshall plantea que el equilibrio de mercado es estable, es decir que si el
precio se aparta de él, tenderá a volver al mismo como un péndulo oscila alrededor de su
punto interior. Puede apreciarse que en todo momento está presente el equilibrio
simultáneo del mercado de bienes y del mercado de factores de la producción junto a
la preocupación de Marshall por defender a las pequeñas y medianas industrias.

Como suele decir el historiador Eric Hobsbawm, la economía es siempre víctima de la


historia. En este caso particular el estallido de la Primer Guerra Mundial, el posterior
triunfo de la revolución socialista rusa y la grave crisis capitalista en la década del treinta
hicieron que soplaran vientos de cambio en la ciencia económica.

Es así como junto con los aportes que va a realizar John Keynes (1883-1946) nace
una polémica sobre si los mismos deben ser o no considerados dentro del campo de la
teoría del equilibrio general.

Keynes observa que la ley de Say, desde el punto de vista macroeconómico requiere
que los individuos conserven dinero con el objeto de realizar transacciones económicas o
para satisfacer la seguridad ante cambios imprevistos en el futuro.

En su crítica a la Ley de Say, Keynes sostiene que la misma sólo funciona cuando "un
acto de ahorro individual conduce inevitablemente a otro paralelo de inversión (...)
Caen en una falacia quienes suponen que existe un eslabón que liga las decisiones de
abstenerse del consumo presente con las que proveen del consumo futuro."(12)

Para Keynes hay un motivo especulación que hace que exista una masa de dinero
que se genera en la producción que se fuga hacia el sector financiero en busca de rentas
más seguras y que impide ligar las decisiones de ahorro e inversión. El sólo planteo de
la existencia de este motivo especulación echa por tierra el esquema de equilibrio general
de los mercados en base al libre juego de la oferta y la demanda.

En situaciones de crisis, como el mercado no puede garantizar el equilibrio económico,


hace falta una intervención estatal que permita una recuperación de la inversión, el
producto y el empleo a partir de estimular la demanda agregada vía el consumo público y
privado, aún a costa de tolerar un incremento del nivel general de precios.

Las recetas de Keynes funcionaron aceptablemente a partir de la finalización de la


Segunda Guerra Mundial hasta principios de la década del setenta donde las altas tasas
de inflación y el estancamiento en los países más desarrollados hicieron que la "reacción
neoclásica", encabezada por Milton Friedman, volviera a colocar en el trono a la ley de Say y
al equilibrio general.

En síntesis, Keynes rechaza el planteo del equilibrio general en base a los


supuestos del análisis marshalliano pero no debe ser considerado como un opositor al
equilibrio general.

En este sentido la distinción entre equilibrio general y equilibrio global que se


desarrolla en el modelo que presenta este trabajo ayudará a entender las diferencias entre
Keynes y Marshall.

Un modelo sencillo de equilibrio general.

El punto de partida es considerar que en un proceso económico los hombres se


comportan como agentes económicos. Esto implica afirmar que: 1) cada individuo es
propietario de un factor productivo y percibe una retribución monetaria justa conforme
a su participación en el proceso de creación de riqueza. 2) todos los individuos son
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oferentes o demandantes de un bien o un servicio según su ubicación en el sistema
económico.

En el sistema económico las variables económicas son analizadas como flujos (en un
período de tiempo determinado) o stocks (en un momento puntual). Existen dos flujos
fundamentales:

• el monetario, referido al dinero;

• el real, referido a los bienes y servicios.

Partiendo de la base que existen dos agentes económicos (la empresa o unidad de
producción y la familia o unidad de consumo) y dos tipos de mercados (el mercado de
bienes y el mercado de factores de la producción)se tienen las siguientes relaciones:

A) Mercado de factores de la producción.

- Familia: ofrece servicios de los factores productivos y demanda una retribución


monetaria.
- Empresa: demanda servicios de los factores productivos y ofrece una retribución
monetaria.

B) Mercado de bienes.

- Empresa: ofrece un bien y demanda pago en dinero.


- Familia: demanda un bien y ofrece un pago en dinero

De esto se desprende la existencia de:

- Un flujo monetario: va desde la empresa a la familia a través del mercado de factores y


retorna a la empresa a través del mercado de bienes.

- Un flujo real: va desde la familia a la empresa a través del mercado de factores y


retorna a la familia a través del mercado de bienes.

Este proceso circular que conforman ambos flujos se denomina “circuito productivo”.

Para este caso el producto, que se genera en la unidad de producción, son bienes de
consumo y el ingreso de los individuos se gasta íntegramente en bienes de consumo.

Esta situación responde a una economía de subsistencia donde no hay sector financiero
ni gobierno ni comercio exterior.

La introducción del sector financiero es útil para comprender en qué consiste la ley de
Say.

En este caso se suele decir que las instituciones financieras median entre decisiones de
ahorro e inversión pero ¿Existe alguna posibilidad que ambas decisiones puedan coincidir?

Si el mercado de bienes y el mercado de factores están en equilibrio habrá un


equilibrio en el mercado de dinero sobre la base que los agentes económicos guardan
dinero para realizar futuras transacciones.

Esta afirmación no significa que siempre el mercado está en equilibrio. Puede suceder
que el ahorro planeado por las familias supere a la inversión planeada por las empresas. En
ese caso el ahorro estará por encima del equilibrio lo que equivale afirmar que el consumo
se halla por debajo del equilibrio. Este exceso de oferta es eliminado a partir de una
menor producción (ajuste recesivo) y precios más bajos en el mercado de bienes. Esto
obrará como un estímulo para un mayor consumo y de esta manera retornará el
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equilibrio. Podría hacerse el razonamiento inverso y el final de la película será nuevamente
el equilibrio general.

¿Qué pasa si, como dice Keynes, la ley de Say no funciona debido a la existencia de
un motivo especulación? Allí es necesario recurrir a la rueda de auxilio estatal.

Utilizando las cuentas de producto e ingreso se tiene que el producto es igual a la suma
de consumo, inversión y gasto público, mientras que el ingreso equivale a la suma de
consumo, ahorro e impuestos.

La condición macroeconómica de equilibrio de este sistema requiere que los ingresos


monetarios al circuito productivo (inversión más gasto público) igualen a los escapes
monetarios del circuito productivo (ahorro más impuestos).

De esta manera si debido a un predominio de la especulación el ahorro planeado supera


a la inversión planeada, es posible lograr el equilibrio global si el estado aumenta su
intervención generando un déficit fiscal a partir de realizar las inversiones que el sector
privado no realiza.

Cabe señalar que en el caso del equilibrio general se está planteando el equilibrio
simultáneo de los mercados mientras que el equilibrio global que se desprende de la
teoría keynesiana no significa que todos los mercados están equilibrados sino que la
intervención del estado compensa los desequilibrios de los mercados al no operar la ley de
Say.

Una variante de equilibrio global más afín a Marshall consiste en suponer una economía
abierta con equilibrio fiscal.

En este caso la condición de equilibrio requerirá que la suma de la inversión privada más
las exportaciones iguale a la suma del ahorro más las importaciones.

Aquí, prescindiendo de la intervención estatal, en situaciones recesivas (inversión


planeada menor al ahorro planeado) el equilibrio global se logra con un superávit de la
balanza comercial proporcionando una solución que tome como base el buen
funcionamiento de los mercados.

No debe perderse de vista en cualquiera de estas situaciones que resulta muy difícil
encontrar dos situaciones de equilibrio que sean similares en materia de distribución del
ingreso.

CRITICA DE LA TEORIA DEL EQUILIBRIO GENERAL

Los antecedentes.

Antes que desde la obra de Walras y Marshall se formulara el modelo de equilibrio


general, existía un rechazo a la idea sobre la posibilidad que el sistema capitalista sea capaz
de lograr un desarrollo armónico.

Las advertencias de Malthus y Ricardo sobre los peligros que acechaban dieron lugar
a la creencia errónea que ambos inconcientemente encendieron la chispa del incendio que
desataría la teoría marxista en la ciencia económica. Incluso no son pocos los economistas
que sostienen que la obra de Karl Marx (1818-1883) responde a la fórmula algebraica de la
teoría ricardiana más la teoría de la explotación.

Desde el punto de vista lógico esta postura tiene escaso sustento y la mejor manera de
probar esto es analizando que dice Marx sobre el equilibrio de mercado.
8
En su obra "El Capital" Marx sostiene que "la oferta y la demanda coinciden, cuando
guardan entre sí una proporción tal que la masa de mercancías en una determinada rama
de producción puede venderse por su valor comercial, ni más, ni menos (...) Cuando la
oferta y la demanda coinciden, dejan de actuar (...) Estas leyes sólo aparecen
realizadas en toda su pureza allí donde la oferta y la demanda dejan de actuar (...) Si
coinciden es de modo casual, que por tanto debe considerarse científicamente = 0 .(...) Sin
embargo, en Economía Política se parte de la premisa que coinciden". (13)

Esto significa que para Marx el sistema capitalista jamás en equilibrio debido que la
producción es caótica, jamás regular, lo que hace que el sistema se halle en una
de estas tres fases: precrisis, crisis y poscrisis.(14)

Para poder entender esta cuestión se hace necesario desarrollar los conceptos de valor y
ganancia así como la metamorfosis que experimenta el capital.

Para Marx el valor de las mercancías se divide en tres partes:

1) Capital constante (CC): es aquella parte del capital que el empresario decide
invertir en medios de producción, es decir materias primas, maquinarias y herramientas de
trabajo.

2) Capital variable (CV): es aquella parte del capital que el empresario decide
invertir en fuerza de trabajo. Al mismo tiempo es la única parte del capital que además de
reproducir su valor crea un remanente que es la plusvalía.

3) Plusvalía (PL): Es la forma social que el excedente adquiere en la sociedad


capitalista. El trabajo socialmente excedente que realiza el obrero es apropiado por el
capitalista siendo su única fuente de ingresos.

De la relación de estos tres componentes surge el concepto de tasa de ganancia(g)


como un cociente entre la plusvalía y el capital total(CC + CV), que indica cuánto obtendría
de plusvalía un capitalista por cada unidad de capital total que decide volcar a un
proceso productivo.

Para Marx la tasa de ganancia es decreciente porque "es una ley de la producción
capitalista el que, conforme se va desarrollando, decrezca en términos relativos el capital
variable respecto al constante y por consiguiente a todo el capital en movimiento.(...)
Como la masa de trabajo vivo disminuye constantemente en proporción a la masa de
trabajo materializado en medios de producción, es lógico que parte de ese trabajo vivo
que no se retribuye y se materializa en la plusvalía guarde una proporción
constantemente decreciente con el volumen total del capital invertido."(15)

Cabe aclarar que Marx no está diciendo que la tasa de ganancia siempre cae sino que
está planteando que el capitalismo fija sus propios límites históricos debido a que el
sistema produce por encima de las necesidades básicas de la población. En este sentido
debe interpretarse el concepto de sobreproducción.

En relación al capital, analiza un proceso cíclico que puede ser sintetizado en tres
formulaciones:

1) El ciclo del capital-dinero (D-M-PR-M'-D'): Aquí el capitalista inicia su negocio


comprando materias primas, máquinas, etc. y contratando mano de obra (fase D-M) y
culmina vendiendo una mercancía transformada obteniendo más dinero (fase M'-D'). En
este caso el proceso de producción (PR) media entre ambas fases y si se hace un examen
de conjunto, la diferencia que hay entre los extremos (D' mayor que D) no es otra cosa que
la plusvalía. Cabe acotar para evitar confusiones que la plusvalía realizada por la venta
de la mercancía no tiene porque coincidir con la plusvalía producida en este proceso.
9
2) El ciclo del capital productivo (PR-M'-D'...D-M-PR): En este ciclo también llamado
"ciclo de reproducción” la fase de venta de la mercancía transformada (M'-D') aparece
antes que la fase de compra de las mercancías iniciales (D-M). Aquí interesa saber cómo el
sistema capitalista se reproduce y toda crisis implica una interrupción en este proceso de
acumulación de capital.

3) El ciclo del capital mercancía (M'-D'...D-M-PR-M"): En este caso también llamado


"ciclo de circulación" el punto a considerar es la transformación que sufren las mercancías
a partir que el capitalista realiza la plusvalía con la venta de la mercancía, y cómo se
genera una mercancía M" que tiene un valor mayor que M'. (16)

Con todos estos conceptos e instrumentos es posible interpretar la diferencia de enfoques


que se generan en relación a las crisis del capitalismo.

Crisis de sobreproducción, subconsumo y de reproducción.

El marxismo se propone proporcionar un enfoque histórico sobre las crisis del


capitalismo.

El cambio histórico tiene como basamento el desarrollo de las fuerzas productivas, es


decir como el hombre a través de la técnica avanza en el dominio de la naturaleza.

Las fuerzas productivas se desarrollaron escasamente antes de la llegada del capitalismo


debido al lento progreso técnico que hacía que surgieran crisis de subproducción. Ante un
desastre natural el hambre, las epidemias y las guerras provocaban una alta mortalidad en
la población.

En el "Manifiesto Comunista" de 1848, Karl Marx reconoce que el capitalismo ha


creado fuerzas productivas más abundantes y grandiosas que todas las generaciones
pasadas juntas. Sin embargo, las crisis del capitalismo reflejan una destrucción masivas de
fuerzas productivas como nunca se ha visto. Cabe acotar que este diagnóstico fue hecho a
mediados del siglo XIX, mucho antes que el desarrollo del armamentismo alcanzara el
poderío destructivo que hoy se conoce.

¿Por qué se producen las crisis capitalistas? ¿Qué soluciones se plantean a partir de los
diagnósticos que se efectúan?

Para Marx "la tasa de ganancia constituye el acicate de la producción capitalista que
tiene por finalidad exclusiva la valorización del capital. Su baja amortigua el ritmo de
formación de nuevos capitales independientes, presentándose como un factor peligroso para
el desarrollo de la producción capitalista, alienta la sobreproducción, la especulación, las
crisis, la existencia de capital sobrante junto a una población sobrante."

Luego sostiene que "… el proceso capitalista de producción consiste esencialmente


en la producción de plusvalía representada por el producto sobrante o por la parte de las
mercancías producidas en que se materializa el trabajo no retribuido.(...) La plusvalía se
materializa tan pronto como la cantidad de trabajo sobrante que puede exprimirse se
materializa en mercancías, pero con esta producción de plusvalía finaliza sólo el primer
acto del proceso capitalista de producción. (...) El segundo acto requiere que la masa total
de mercancías necesita ser vendida. Si no logra venderse o sólo se vende en parte o
a precios inferiores a los de producción, aunque el obrero haya sido explotado, su
explotación no se realiza como tal para el capitalista". (17)

De todo esto se deduce que Marx está visualizando el problema originario en el circuito
del capital-dinero dado que lo que se sobreproduce es la plusvalía como mercancía
específica.
10
Por lo tanto Marx estaría apuntando a considerar que las CRISIS DE
SOBREPRODUCCION ponen límites históricos al capitalismo. Estas crisis suceden a
partir del divorcio entre las decisiones de producción de plusvalor y las posibilidades
de realización donde la anarquía social de la producción juega un rol preponderante y
donde, a partir de este diagnóstico, sólo la planificación socialista podría dar las
respuestas que el capitalismo no puede dar.

Una segunda lectura que se puede hacer sobre las crisis del capitalismo la proporciona
la TEORIA DEL SUBCONSUMO.

Uno de sus máximos exponentes ha sido Paul Sweezy cuya obra principal, "El
capital monopolista" fue publicada en 1966.

Sweezy sostiene que la competencia perfecta del modelo de Marx ha sido reemplazada
en el siglo XX por la aparición del capital monopolista o mejor dicho el gobierno de las
corporaciones gigantes. ¿En qué afecta este cambio a la teoría marxista?

Para Sweezy la ley de tendencia decreciente de la tasa de ganancia que planteaba


Marx ha sido superada por la tendencia creciente de los excedentes. Sweezy define al
excedente como aquella parte del producto social que no es consumida y sostiene que
"hay una tendencia fuerte y sistemática del excedente a subir en términos absolutos y en
proporción al producto total. (...) El excedente puede absorberse de las siguientes formas:
1) puede ser consumido, 2) puede ser invertido y 3) puede desperdiciarse (...) El
carácter contradictorio del capital monopolista es su incapacidad para absorber tantos
excedentes como es capaz de producir. (...) El problema económico parece ser el
opuesto a lo que dicen los libros: no la mejor manera de utilizar los recursos escasos,
sino cómo deshacerse del producto de los recursos superabundantes." (18)

Como puede apreciarse Sweezy hace una lectura de la crisis desde el circuito del
capital mercancía. En primer lugar está la realización del excedente, luego su
utilización y posteriormente aparece el exceso de capacidad que hace que la producción
no encuentre compradores especialmente porque el capitalismo tiende a limitar el consumo
de la población.

Si el diagnóstico es el subconsumo, un paliativo, en términos de Sweezy, es estimular


el consumo de la población a fin que haya una mayor absorción del excedente, lo que
implica un acercamiento a las propuestas keynesianas. Cabe acotar que Sweezy fue asesor
del presidente Roosevelt en EE.UU., a fines de la década de treinta, en la etapa
keynesiana del New Deal.

Sweezy llega a hacer un elogio de la publicidad dado que "su función dominante (...) es
la de emprender, a nombre de los productores y de vendedores de bienes de consumo,
una guerra implacable en contra del ahorro y a favor del consumo."(19)

No obstante Sweezy admite el deterioro del nivel de vida que produce el capitalismo al
que considera un sistema perverso y destructivo, que oprime y deshonra a quienes viven
bajo él.

Una tercer lectura sobre las crisis es desarrollada por LA ESCUELA DE LA REGULACION,
surgida en Francia a mediados de la década del setenta y que tiene como principales
referentes a Robert Boyer, Michel Aglietta y Pierre Salama.

El concepto de regulación expresa "el conjunto de mecanismos que concurren a la


reproducción del sistema, tomando en cuenta el estado de las estructuras
económicas y las formas sociales"(20)

Para Michel Aglietta "la regulación del capitalismo debe interpretarse como una creación
social. Esta postura teórica permite concebir las crisis como rupturas en la continuidad de la
reproducción de las relaciones sociales y permite comprender porqué los períodos de
11
crisis son períodos de intensa creación social y porqué la solución a la crisis
siempre es una transformación irreversible del modo de producción."(21)

En relación a las crisis, Pierre Salama sostiene que "en su forma más general es
conjuntamente cómo actúan la tendencia al consumo limitado de las masas, que restringe
los mercados para la producción, y la anarquía de la producción que se manifiesta por
diferencias periódicas entre las tasas de ganancias, para provocar la erupción de las
crisis."(22)

De esos párrafos se desprende que la escuela de la regulación se plantea como


interrogante porqué el capitalismo puede superar las crisis más graves sobre la base de
rechazar la teoría del equilibrio general.

En la discusión sobreproducción-subconsumo se recurre a la fórmula ambigua de


considerar ambos problemas como si fueran dos caras de una misma moneda lo
que lleva a que sus propuestas de política económica naveguen entre el marxismo y el
keynesianismo.

Sin embargo el concepto aglutinante de regulación, en base a una lectura de las


crisis basada en el ciclo del capital productivo, ha cosechado numerosos adeptos fuera
de Francia presentándose esta escuela como una opción frente a la economía académica
que defiende a la ley de Say y el equilibrio general.

Por otra parte los regulacionistas se han destacado por presentar batalla a la
economía académica no sólo en el campo de las ideas sino en la formulación de modelos
matemáticos.

Tal es el caso del modelo de desequilibrio general que se desarrolla en este trabajo que
toma como base el modelo que Pierre Salama y Jacques Valier desarrollan en el capítulo
6 del libro "Una introducción a la economía política."

Un modelo sencillo de desequilibrio general.

El presente modelo toma como punto de partida la existencia de dos grandes sectores de
la producción:

1) El sector "k" que produce bienes de producción (máquinas y herramientas


utilizadas para generar bienes de consumo).

2) El sector "c" que produce bienes de consumo (bienes que satisfacen


directamente las necesidades de los consumidores como la alimentación, vestido, etcétera)

La oferta de ambos productos(O = Ok + Oc) está conformada por todos los costos en
que incurren los empresarios más los beneficios que se obtienen (O = CT + B).

El costo total (CT) es la suma del costo no salarial y el costo salarial. (CT = CNS + CS).

El costo no salarial (CNS) está formado principalmente por los bienes de producción
que utilizan los empresarios de ambos sectores. Cabe señalar que cuando un empresario
compra un bien de producción incurre en un costo no salarial al mismo tiempo que el
empresario que vende dicho bien obtiene un ingreso monetario.

El costo salarial (CS) refleja la suma de dinero desembolsada en materia de salarios que
al mismo tiempo constituye el ingreso monetario de los trabajadores.

El beneficio empresarial (B) comprende la suma de tres partes:

1) La parte que se destina a comprar bienes de consumo (BC).


12

2) La parte que se reinvierte en costo no salarial (BCNS).

3) La parte que se reinvierte en costo salarial (BCS).

La demanda total de la economía (D) es la suma de la demanda de bienes de producción


(Dk) y de bienes de consumo (Dc).

La demanda total de bienes de producción se compone de:

1) El costo no salarial de ambos sectores (CNSk + CNSc).

2) Los beneficios que se convierten en costo no salarial de ambos sectores (BCNSk


+ BCNSc)

La demanda total de bienes de consumo es igual a la suma de:

1) El costo salarial de ambos sectores (CSk + CSc).

2) Los beneficios que se convierten en costos salariales en ambos sectores (BCSk


+ BCSc).

3) La parte del beneficio que los empresarios de ambos sectores destinan a


comprar bienes de consumo (BCk + BCc).

Para que en esta economía de dos sectores se cumpla la teoría del equilibrio general es
necesario la existencia de un equilibrio simultáneo en ambas ramas de la producción, es
decir:

I) Ok = Dk. II) Oc = Dc.

Sintetizando todo lo dicho este sencillo modelo se propone demostrar la imposibilidad


de la existencia de un equilibrio general a partir de operar con estas igualdades:

[1] Ok = CNSk + CSk + BCNSk + BCSk + BCk

[2] Dk = CNSk + CNSc + BCNSk + BCNSc

[3] Oc = CNSc + CSc + BCc + BCNSc + BCSc

[4] Dc= CSk + CSc + BCc + BCk + BCSc + BCSk

Haciendo [1] = [2] y [3] = [4] y simplificando se obtiene:

[5] Para Ok = Dk ==> CSk +BCSk + BCk = CNSc + BCNSc

[6] Para Oc = Dc ==> CNSc + BCNSc = CSk + BCSk + BCk

Si se observan detenidamente las igualdades [5] y [6] se tiene que Ok debe ser igual a
Dc y Oc debe ser igual Dk para que haya equilibrio general, es decir Ok=Oc y Dk=Dc.

En última instancia el equilibrio general sobrevivirá en este modelo si Ok = Oc = Dk = Dc


y esto resulta un absurdo en términos de economía de mercado porque no existe ningún
mecanismo que haga que la evolución de ambos sectores sea compatible.

¿Qué interpretación harían los defensores de las teorías sobre las crisis capitalistas de
los resultados de este modelo?
13
Si se visualiza este modelo desde la óptica de las crisis de sobreproducción, la
anarquía social de la producción hace que la oferta en términos globales supere a la
demanda en términos globales y eso se debe al divorcio entre las decisiones de producción
de plusvalía y las posibilidades de realización de la misma.

Desde la visión de las crisis de subconsumo la demanda de bienes de consumo se


halla por debajo de la oferta de bienes de producción lo que constituye una incapacidad
del sistema para absorber los excedentes que produce.

Finalmente desde la óptica de la escuela de la regulación hay una interrupción en el


proceso de reproducción que obliga a los actores sociales a generar una nueva forma de
regulación.

Como puede apreciarse en cualquiera de estas tres variantes se rechaza la noción


del capitalismo como un sistema autorregulado, uniforme, eficiente y armónico.-

Referencias bibliográficas.

(1) "La economía política clásica" Selección de textos hecha por Horacio Ciafardini
Centro Editor de América Latina (1977).

(2) Esta argumentación sobre la rivalidad entre potencias es desarrollada por Mark
Blaug en el libro "Teoría económica en retrospección"- Fondo de Cultura Económica (1985)

(3) "La riqueza de las naciones" - Adam Smith- Libro I - Pág. 58-61- Publicaciones O.Cruz
(1994).

(4) Ver sobre este tema "La gran transformación" de Karl Polanyi (1947).

(5) "Principios de Economía Política" -David Ricardo-Pág.84-Fondo de Cultura Económica


(1985).

(6) "Historia de la Economía" -J.Galbraith -Pág.100 Ediciones. Ariel (1987).

(7) "Historia del análisis económico”. Pág .684-685 –Ediciones .Ariel (1971).

(8) "Principios de Economía" -Alfred Marshall –Ediciones Aguilar (1957).

(9) Marshall - obra citada -Libro I Pág.14.

(10) Marshall-obra citada-Apéndice D.

(11) Marshall-obra citada-Libro V -Pág.270-283.

(12) "Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero"- John Keynes-Pág.30- Fondo


de Cultura Económica (1986).

(13) "El Capital"- Karl Marx -Tomo III- Pág.192-195 - Fondo de Cultura Económica
(1987).

(14) Esta argumentación es desarrollada por Pierre Salama en "Una introducción a la


Economía Política" – Ediciones Era (1973).

(15) Karl Marx-obra citada-Tomo III -Pág. 214-215.

(16) El estudio de las tres fórmulas cíclicas del capital puede profundizarse en la lectura del
Tomo II de "El Capital".
14
(17) Karl Marx-obra citada-Tomo III-Pág. 240 a 243.

(18) "El capital monopolista" -Paul Sweezy- Pág.67-90-Ed.Siglo XXI.

(19) Paul Sweezy -obra citada- Pág. 105.

(20) La definición es de Robert Boyer.

(21) "Regulación y crisis del capitalismo" -Michel Aglietta- Pág.11- Ediciones Siglo XXI.

(22) Pierre Salama -obra citada- Pág. 153.

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