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Abraham: El Padre de la Fe
Es interesante lo que dijo Pablo a los Gálatas: “De modo que los
de la fe son bendecidos con el creyente Abraham” (3:9).
¿Ha notado usted lo interesantes que son estas palabras de Pablo?
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Él dice que los cristianos y Abraham serán bendecidos con lo
mismo, idénticamente. Pablo NO dice que una será la bendición
de Abraham, y otra, la de los cristianos. Lo que el apóstol
verdaderamente afirma es que todos los creyentes en Cristo serán
bendecidos con el creyente Abraham. Sí, Abraham creyó en la
buena nueva de Dios referente a un Salvador, y que, a través de él,
todas las naciones serían benditas (Gálatas 3:8).
Millones de Cristianos creen que irán al cielo para morar con Dios
y Cristo por la eternidad. Pero si esto es cierto, entonces Abraham
tuvo que haber creído en lo mismo, puesto que él y los creyentes
cristianos recibirán lo mismo. Pero: ¿Creyó Abraham que iría al
cielo para estar con Dios? La verdad es que no encontramos
ninguna evidencia bíblica para tal esperanza. Lo que sí hemos
encontrado en la historia de Abraham, es que a él Dios le prometió
otra cosa, y por extensión, a todos los creyentes. Veamos la
sorprendente promesa que millones de Cristianos ignoran, debido
a que no leen su ‘Biblia’ con atención. Está en Génesis 12:1,2 donde
se lee: “...vete de tu tierra (Ur) y de tu parentela, y de la
casa de tu padre, A LA TIERRA QUE TE MOSTRARÉ. Y
haré de ti una nación grande y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición”. Este pasaje
tiene relación directa con Gálatas 3:9, pues Abraham sería
bendición---¿para quién? ¡Para los de la fe! No se nos dice que la
bendición de Abraham sería sólo para una raza, la semita, sino
para todos los fieles en general. Esto es sumamente importante.
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Abraham que mirara al cielo, sino hacia los cuatro puntos
cardinales de la tierra (norte, sur, este y oeste). Su herencia sería
esta tierra misma, y con él, su misma descendencia física y
espiritual.
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Somos herederos de Dios por ser sus hijos adoptivos. Y Dios nos
ha prometido darnos ¡EL MUNDO VENIDERO DE JUSTICIA!
¿Hay algún texto bíblico que nos diga que Cristo heredará el
mundo? Sí, en Romanos 4:13 donde dice: “Porque no por la ley
fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa que
sería HEREDERO DEL MUNDO, sino por la justicia de la
fe.” ¿Se da cuenta? Jesús será el heredero del mundo en la “Era
Venidera”. Si él, como nuestro hermano mayor, recibirá la tierra
como herencia: ¿No participaremos con él de la misma herencia
por ser sus hermanos, e hijos del mismo Padre? (Ver Romanos
8:17).
La Influencia de Platón
El Testimonio Apostólico
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Nuestra pregunta es: ¿Platón o Cristo? Nosotros preferimos a
Cristo y a su evangelio de la inmortalidad condicional, es decir, que
ésta se gana bajo ciertas condiciones y exigencias. Jesús enseñó
que la vida eterna sería para el “siglo venidero” (Lucas 18:30). Y
Pablo dice que la inmortalidad se gana perseverando en el bien
hacer (Romanos 2:6,7). Si ya tenemos la inmortalidad, ¿por qué
hay que esperarla hasta el siglo venidero? Y si los muertos siguen
vivos en el cielo, ¿para que predicar la resurrección de los muertos?
Hay algo que no anda bien con la teología católica, obviamente.
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Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo; y
después de desecha esta mi piel, EN MI CARNE (no dice:
“en mi alma inmortal”) he de ver a Dios; al cual veré por
mi mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi
corazón desfallece dentro de mí” (Job 19:25-27).
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sentencia de la segunda muerte, la pérdida de la existencia para
siempre” (Constable, obra citada sobre su sumario de la
obra de Clemente, p.170).
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es la inmortalidad y vida eterna de las cuales también has sido
persuadido”. (capítulo II). También es interesante lo que le dice
en el capítulo vi sobre “dormir juntos” y “despertar juntos”. En
ninguna de sus epístolas mencionadas, y las que no hemos
mencionado, por falta de espacio, Ignacio sugiere alguna idea de un
alma inmortal inherente en el hombre.
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aquellos que no guardan sus mandamientos, no hay vida en
ellos.” (Pastor de Hermas, mandamiento vii). “Teman a Aquel
que tiene todo poder, ambos de salvar y destruir, y guarden sus
mandamientos, y ustedes vivirán para Dios.” (Ibid, cap.ii).
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Entre los Apologistas (defensores de la fe cristiana) están
Justino Mártir de Samaria, Tatiano de Asiria y entre los
Polemistas están Ireneo de Lyons., Teófilo de Antioquia, ,
Novaciano de Roma, Arnobio de Sica, etc, fueron
condicionalistas. También el grupo de creyentes del periodo
anti-niceno era condicionalista. Este último periodo mencionado se
extiende del año 150 D.C, con Justino Mártir, hasta el año 325
D.C, la fecha del Concilio de Nicea. No obstante, las ideas
platónicas ya estaban en acción en el Primer Siglo de la Era
Cristiana, socavando las enseñanzas literales de la Segunda
Venida personal de Cristo, y la resurrección corporal de
los muertos. Algunos escritos patrísticos reflejan esta ponzoñosa
influencia dentro de la iglesia cristiana. El Dr. John Laidlaw, en
su lectura Cunningham, en la Escuela de la iglesia libre de
Edimburgo, en 1877 declaró: “Gradualmente, en las escuelas
cristianas, la influencia Griega prevaleció, y aun en la iglesia
cristiana la idea de la inmortalidad del alma por largos siglos
tomó el lugar de la doctrina de la Escritura concerniente a la vida
futura”. Es así que en la Edad del Oscurantismo, en los siglos
siguientes (XII-XVI), la influencia neoplatónica ya había penetrado
hondamente en el cristianismo profesante. Es así como
aparecieron las dos corrientes o escuelas del pensamiento, los
proponentes del alma inmortal inherente, y los condicionalistas.
Los católicos, por ejemplo, reflejan el pensamiento de Platón
(neoplatonismo). Pero esta división se remonta mayormente con
los padres post nicenos, cuando prevalecían ambas escuelas del
pensamiento. Sólo la minoría mantuvo la idea condicionalista
(literalista), en tanto que la mayoría de ellos adoptó el nuevo
concepto de la inmortalidad innata.
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exposición elaborada sobre su creencia de Cristo como el Mesías
prometido del Antiguo Testamento y sus profecías. Se piensa que
Trypo fue un judío fariseo, y por tanto, un creyente en la
inmortalidad inherente. Ahora bien, Justino Mártir creyó
profundamente en la resurrección, y rechazó aquel cristianismo
que afirmaba que las almas van al cielo en ocasión de la muerte. Él
le dijo a Trypo:
“Así como no existía antes de nacer, no supe quien era yo, y sólo
existo y en la materia carnal...cuando nací, después de un estado
de nada. Yo he obtenido a través de mi nacimiento la certeza de
mi existencia; de la misma manera, habiendo nacido, y a través
de la muerte no existiré más, yo he de existir nuevamente...”
(Tatiano, Dirigido a los Griegos, Cap. VI).
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“El alma no es inmortal en sí mismo, o griegos, sino mortal. No
obstante, es posible para él no morir. Sí, verdaderamente, él no
conoce la verdad, muere, y es disuelto con el cuerpo, para recibir
la muerte como castigo en inmortalidad. Pero, nuevamente, si el
alma busca el conocimiento de Dios y la adquiere, no muere,
aunque por un tiempo será disuelta. Intrínsecamente es
oscuridad, y no hay nada luminoso en él y este es el significado de
la declaración: “La oscuridad no comprendió a la luz” (Tatiano,
Dirigido a los Griegos, Cap. XIII).
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mandamientos, recibiría como recompensa de Dios la
inmortalidad. Y vendría a ser como Dios; pero sí, por otro lado,
se volviera a las cosas de la muerte, desobedeciendo a Dios, él
mismo sería la causa e su propia muerte.” (Teófilo a Autolico,
Cap. XXVII).
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cap.1,Sec 1). Y también Ireneo enseñó la aniquilación total de
todos los impíos.
Además dijo:
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cristianismo ortodoxo. Su idea del castigo de los malos no se basa
en un tormento eterno en un infierno de fuego literal. Creyó que los
impíos serían “aniquilados” y “dejarán de ser” en “destrucción
eterna” (Arnobio, “En Contra de los Paganos). También
Arnobio se refiere como extravagantes de sí mismos, a quienes
opinan que las almas son inmortales (cap.XV). Luego dice
Arnobio de los tales: “Dejarán a un lado su habitual arrogancia, O
hombres, que claman que Dios es vuestro Padre, y sostienen que
son inmortales, tal como Él es?.... consideren en el silencio de
vuestros pensamientos que somos criaturas igualmente como el
resto, o separados por no una gran diferencia? (cap.xvi).
“Ninguno, sino el Dios Todopoderoso puede preservar las
almas...Él quien solo es inmortal y eterno, y no restringido con
límite de tiempo” (cap. LXII).
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Resumiendo todo lo expuesto en las páginas anteriores, diremos
que los primeros cristianos entre los años 100-150 D.C eran
condicionalistas (es decir, que creyeron que la inmortalidad se
gana cumpliendo ciertos requisitos o exigencias), y muchos, entre
los años 150-325 D.C (Padres Anti-Nicenos), también los
fueron. Y esto es interesante, pues tenemos las evidencias que
demuestran que los discípulos de los apóstoles NO eran creyentes
en un alma inmortal inherente que abandona el cuerpo en ocasión
de la muerte.
A los colosenses Pablo les dice algo similar, con estas palabras:
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era imposible que Jesús---siendo bueno--- tuviera carne como la
nuestra. El apóstol Juan se vio precisado a condenar a estos seudos
cristianos diciendo:
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contendían con los judíos alejandrinos y su antropología platónica.
En esa época aparece el judío Filo (20 A.C-50 D.C) con sus ideas
extravagantes. Él trajo una “nueva forma” de interpretación de las
Escrituras (“sistema alegórico”) usando la terminología griega
para hablar sobre el origen, naturaleza y destino del hombre a los
judíos. El infierno, traído como un lugar de tormento eterno, no
provino del judaísmo, sino del paganismo. Por eso, no es correcto
afirmar que fue una creencia hebraica, como algunos han
sostenido, sino que muchas ideas antropológicas adoptadas por los
judíos provinieron de Egipto, Babilonia, Persia, y Grecia; donde
estuvieron viviendo los judíos que mencionamos por muchas
generaciones, durante el exilio. Se considera que fue en el periodo
Inter-Testamentario, entre los Macabeos y la época de la
formación del Nuevo Testamento, donde se fue mezclando en el
pensamiento religioso, lo revelado con lo pagano. En este periodo o
era de los macabeos, los fariseos y saduceos se estaban
desarrollando, y las ideas de la inmortalidad inherente del alma, y
del castigo eterno del impío, se estaban imponiendo fuertemente.
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8.- Rollos del Mar Muerto (Esenio)(170 A.C-68 D.C)
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convencerlos para sus filas. Las ideas de los gnósticos habían sido
una mezcla de filosofías paganas, mitologías orientales, de
cábalas judías, y de términos cristianos. Ellos mezclaron la
filosofía esotérica de Egipto con el dualismo común del
zoroastrismo, del viejo babilonialismo, platonismo, y aun de la
cábala judía. También adoptaron el concepto de las sucesivas
emananciones del Ser Absoluto del Brahamismo. También el
gnosticismo adoptó del Budismo la creencia o concepto del
antagonismo del espíritu y la materia y la irrealidad de la
existencia derivada. Además, el gnosticismo adoptó del Budismo la
creencia de un dios en proceso de desarrollo, y almas espirituales
deseando ser liberadas de las ataduras de la materia y alzarse
sobre las cosas del sentido---y finalmente ser reunido con la fuente
de la vida divina. Por eso hay teólogos que han definido el
gnosticismo como la “helenización del cristianismo”.
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La creencia gnóstica era que el hombre tenía tres elementos y
proporciones variadas: física, espiritual, y carnal. Los
espirituales son como los “Aeones”, y capaces de ser perfectos.
Los físicos tienen la naturaleza del “Demiurgo”, y con cierto poder
para levantarse contra la materia. Los carnales son los que están
bajo el control de la material y destinados a un trágico destino.
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llegar al cielo. La porción material pasa a la destrucción, mientras
que el alma animal se queda con el DEMIURGO en el lugar
intermedio para siempre.
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9.- Fatalismo: La presente condición del hombre no es por su
propia decisión, sino es el resultado del método de su creación. Y
no hay nada que él pueda hacer para liberarse a si mismo.
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reencarnaciones) en los cuerpos de animales u otras cosas hasta
que hayan expiado sus pecados. La reencarnación es rechazada, y
la salvación se obtendrá exterminando los deseos carnales. Su
política era la abstinencia. La existencia del demonio era
considerada como eterna, como la de Dios. El dualismo fue muy
marcado.
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