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USTED PUEDE VER Y ENTRAR

EN EL REINO DE DIOS---
¡SEPA CÓMO LOGRALO!
Ing.° Mario A Olcese

Un Asunto Crucial
Muchos parecen ignorar que Jesucristo dio muchísima importancia a algo que él
llamó “el Reino de Dios”. Desde los albores de su ministerio, él proclamó el
mensaje del reino de Dios. Claramente él declaró que Dios le había enviado para
anunciar el evangelio del reino de Dios a sus paisanos. En Lucas 4:43 Jesús fue
directo al punto cuando dijo: “Es necesario que también a otras
ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto
fui enviado”. Más adelante Jesús le dirá a Nicodemo, un judío de renombre, lo
siguiente: “De cierto de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo,
no puede ver el reino de Dios...de cierto, de cierto te digo, que el que
no naciere de nuevo, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:3,5).

Sin duda, para ver y entrar en el reino de Dios, uno debe acercarse a él, o mejor
dicho, uno debe estar cerca de él (del reino). Pero: ¿cómo puede alguien estar
tan cerca del reino de Dios como para verlo y luego poder entrar en él? Para
muchos el reino de Dios es algo extraño o bizarro en el lenguaje popular--- y es
más--- ¡Les resulta incomprensible!. Para estos individuos, el reino de Dios está
muy lejos de ellos, y como consecuencia de ello, no pueden verlo, y menos,
entrar en él. Pero Jesús centró todo su mensaje en el tema del reino y afirmó
tajantemente que fue enviado para anunciarlo al mundo, empezando con los
judíos, sus paisanos de raza—(Hechos 10:36) (Para saber más sobre el Reino de
Dios, solicíteme gratis los estudios: “El Reino de Dios---¿Qué es?” y “Las
Buenas Noticias de Jesucristo”)

Una Respuesta Sabia


Pero hubo alguien que se entrevistó con Jesucristo que estuvo cerca del reino de
Dios. Este individuo era una escriba sabio que había asentido correctamente a
una declaración de Jesús. Veamos la historia de este encuentro: “Acercándose
uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les
había respondido bien, le preguntó: ¿cuál es el primer
mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer
mandamiento es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor, uno
es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que éstos.
Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que
UNO es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el
corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas
las fuerzas; y amar al prójimo como a uno mismo, es más que
todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que

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había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de
Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle” (Marcos 12:28-34).

Amor a Dios y al Prójimo


Para acercarse al reino de Dios uno comenzará obedeciendo los
mandamientos de Dios, los cuales se resumen en dos puntos: Amor a Dios
y Amor al prójimo. Con el amor a Dios se cumplen los cuatro primeros
mandamientos de su ley, y con el amor al prójimo se cumplen los seis puntos
restantes del decálogo. Por supuesto que hay otros principios que se cumplen
obedeciendo los dos preceptos antes mencionados. Por ejemplo, si no ama a su
prójimo no le invitará drogas, tabaco, y cosas como éstas que lo dañarán de por
vida.

Ahora bien, nótese que Jesús manifestó que sólo había UN solo Dios, y que a
éste solo Dios había que amarle con todas nuestras fuerzas, corazón y alma.
¡Sólo a éste único Dios y a ninguno más, pues no hay ningún otro como Él!.
Pero hay “cristianos” que dicen que Dios es TRINO, y por tanto hay que amar a
3 dioses en uno: “La Santísima Trinidad”. Los Trinitarios, por tanto, aman
al Dios Padre, al Dios Hijo, y al Dios Espíritu Santo por igual. ¿No estarán estos
hermanos lejos del reino de Dios?¿No debería ser reconocido más bien EL
PADRE como el único Dios verdadero, y a Él sólo amarlo con todo nuestro
corazón, alma, y vida; al mismo tiempo que honramos y amamos al Hijo como
nuestro Señor? Dice el apóstol Pablo sobre la singularidad de Dios el Padre,
así: “Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos,
sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que
UN Dios. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el
cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),
para nosotros, sin embargo, SÓLO HAY UN DIOS, EL PADRE, del
cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor
Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por
medio de él” (1 Corintios 8:4-6). Nótese que Pablo NO admite que el único
Dios esté integrado también por Jesucristo, el cual es señalado específicamente
por Pablo como “el Señor”. Y finalmente, ¡Del Espíritu Santo no se dice
absolutamente nada! Por tanto: ¡No hay un Dios Trino para Pablo!.

Algunos afirman que Jesucristo confesó ser tan Dios como el Padre, y que exigió
ser adorado como Su Padre es adorado por Sus criaturas. Es cierto que Cristo
exigió recibir la honra que recibe el Padre, pero, ¿le hace esto a él Dios como el
Padre? Este es otro asunto. En una ocasión Jesús afirmó lo siguiente: “Y esta
es la vida eterna: Que te conozcan a Ti (Padre), el ÚNICO DIOS
VERDADERO y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3). Aquí es
Jesús quien está hablando. No es un apóstol del Señor, sino Jesús mismo quien
enseña que sólo Su Padre es el único Dios verdadero. Léalo con cuidado
nuevamente en el pasaje en cuestión. Él, como Su Hijo Unigénito, no se está
incluyendo dentro de la declaración: “El Único Dios Verdadero”, sino que se
está excluyendo de la Deidad. El sólo se limita en decir que él es el enviado
del Dios único y verdadero. Si él hubiera sido Dios como Su Padre, entonces él
debió haber dicho:“Y esta es la vida eterna: Que Nos conozcan a Ti y a Mí
como el Único Dios Verdadero” ---¡Pero no lo dijo! Tampoco acá Jesús hace
mención del Espíritu Santo como la supuesta Tercera Persona de la Trinidad.
Esto es muy curioso sin lugar a dudas.

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Y Finalmente, Jesús jamás enseñó que Su Padre y Él eran iguales. Recordemos
que Jesús mismo dijo: “El Padre MAYOR es que yo” (Juan 14:28). Si “A” es
Mayor que “B”, entonces “B” es menor que “A”. Así ocurre con las matemáticas.
Si Dios es Mayor que el Hijo, entonces el Hijo es Menor que el Padre. Ambos,
por tanto, no pueden ser iguales, salvo, claro, que Cristo lo haya declarado de
otro modo...¡Pero no lo hizo!

Claro que es cierto que Jesús dijo que “Yo y el Padre UNO somos” (Juan
10:30), pero no dijo que eran iguales o lo mismo. Hay una clara diferencia en
ello. El no dijo: “Yo y el Padre Somos lo mismo” o “Yo y el Padre somos
iguales”. Simplemente dijo: “Yo y el Padre UNO Somos”. ¿Qué significa
esto?¿Significa que son iguales o la misma persona? No! Por ejemplo, Jesús dijo
que su iglesia son también “UNO” con él y Su Padre”: “Para que todos
(mis seguidores---la iglesia) sean UNO; como tú, oh Padre, en mí, y
yo en ti, que también ellos sean UNO en nosotros...” (Juan 17:21).
¿Significa esto que los creyentes, o también llamados “la iglesia”, son la Tercera
Persona de la Trinidad?¿Significa acaso que todos los creyentes son una sola
persona? Es decir, ¿significa acaso que millones de Cristianos son en realidad
un solo individuo? No! Lo que significa es que La Iglesia está unida con Cristo y
el Padre en propósito y voluntad. Es un cuerpo unido y bien organizado, con
cabeza y miembros que funcionan al unísono.

También los esposos son uno, o “UNA SOLA CARNE” (Génesis 2:24), aunque
en realidad no pierden su individualidad. Son dos en Uno, pero siempre el
hombre es la cabeza de la mujer---luego no son exactamente iguales en
autoridad. Siempre en el orden de Dios, el hombre es la cabeza de la mujer,
como Cristo lo es del hombre, y Dios lo es de Cristo. (Véase 1 Corintios 11:3). Así
Cristo y Dios son Uno, pero siempre Dios es cabeza de Cristo. Ahora bien,
cabeza implica superioridad en autoridad y en edad. Dios es antes que Cristo,
así como Adán fue primero que la mujer (Eva). ¿comprende ahora la similitud?

Trinidad Pagana o Monoteísmo Bíblico


Estamos viendo que está en juego nuestro ingreso en el reino si mantenemos un
concepto errado de la Deidad. ¿Es Dios Uno, o Tres en Uno? Usted necesita
tomar una decisión correcta si quiere estar cerca del reino de Dios. Jehová es un
Dios celoso que exige una adoración exclusiva para él, pues no hay más que
UN Dios. Por tanto, poner juntos a otros supuestos “dioses” al lado del Padre, es
poner celoso a Jehová Dios, opción que podría poner en peligro nuestra
salvación. Además, el Jehová del Antiguo Testamento definitivamente NO es el
Jesucristo del Nuevo Testamento, aunque muchos Trinitarios lo propugnen con
todas sus fuerzas. Examínese Salmos 110:1 para comprobar que Jehová no es
Jesucristo. Uno es Jesucristo, el Señor e Hijo de Dios; y el otro es Jehová Dios,
el Padre de Jesús. Jesús, recuerde, es “el Hijo de Dios”, no “Dios el Hijo”.

La doctrina de la Trinidad es en realidad un enigma teológico que divide a los


hombres y escandaliza a los musulmanes monoteístas. Aún los judíos ortodoxos
se resisten a convertirse en cristianos cuando se les exige creer en la Trinidad. Y
es que en la teología Hebrea, el verdadero Dios es UNO solo, no TRES en UNO
según se desprende del muy famoso texto Hebreo de Deuteronomio6:4, y que
dice: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová UNO (Heb. echad)

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es”. Pero los Trinitarios se defienden diciendo que la palabra Hebrea “echad”
(traducida como “uno”) quiere decir una unidad compuesta. Pero tal
argumento es falso, pues echad en Hebreo es un “uno” numérico. En Isaías 51:2
se describe a Abraham como “uno” (echad), donde no hay posibilidad de
confusión para advertir su verdadero significado de que Abraham, el padre de la
fe, fue único y singular---¡Ninguno como él!

Sin duda, la Trinidad suscita una serie de interrogantes desde que se formuló en
el siglo IV y que aún hoy genera disputas en los círculos cristianos de todo el
mundo. Jesús ni sus apóstoles hablaron de este dogma Trinitario, ni la
formularon como se hizo en los concilios posteriores, unos trescientos años
después de Cristo. Sólo los prejuicios e ideas preconcebidas de un Dios Trino
propugnados por el paganismo, hizo que algunos teólogos post apostólicos
torcieran algunas afirmaciones de Cristo y sus apóstoles para fundamentar una
doctrina que a la postre vino a llamarse la Santísima Trinidad.

Para Mayor Información Escribir a:


e-mail: olcesemario@hotmail.com

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