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FISICA DEL SONIDO

INTRODUCCION

El oído es uno de nuestros sentidos más importantes, que junto al sentido de la visión y con la
capacidad de hablar, contribuye de forma significativa a nuestra calidad de vida.
En nuestra vida diaria, identificamos en forma inconsciente los sonidos relevantes y los separamos
del ruido de fondo, podemos localizar las fuentes de sonido y reaccionamos, muchas veces de forma
refleja, a los sonidos inesperados. Cerca del 12% de la población en general, experimenta durante su
vida una disminución o pérdida de la audición, que puede presentar una discapacidad para ser
tomada en consideración.

LA FISICA DEL SONIDO

PROPIEDADES DE LAS ONDAS SONORAS Y AUDICION


Llamaremos sonido a toda aquella perturbación que sea perceptible por el oído humano, lo cual solo
sucederá si la frecuencia de estas vibraciones está comprendida entre 8 y 20 000 ciclos por
segundos. Estas vibraciones pueden propagarse por cualquier medio mecánico sólido, líquido o gas.
Las ondas sonoras están constituidas por ondas longitudinales, en donde las moléculas vibran con
relación a sus posiciones de equilibrio en forma paralela a la propagación del sonido.

Los sonidos complejos son mezclas de tonos puros, éstos pueden relacionarse en forma armónica, y
en este caso darían una sensación subjetiva de tono, o también relacionarse en forma aleatoria que
es lo que percibimos como ruido.
La frecuencia de los sonidos audibles se mide en ciclos por segundo o
hercios (Hz).
Una onda sinusal simple (Fig.1) nos ayuda para conocer un tono puro
por el aumento y la disminución cíclica en la compresión de moléculas de
aire. El intervalo de tiempo entre dos picos o crestas de onda es el
periodo, la distancia recorrida en un periodo es la longitud de onda, y el
número de ciclos por segundo es la frecuencia. La intensidad es la
diferencia entre la energía del punto más alto de la onda (pico) y la del
punto más bajo (valle), medida por el tímpano. El espacio entre el foco
sonoro (la fuente que produce el sonido) y el elemento receptor (nuestro
oído) es el llamado campo sonoro.
La gama normal de frecuencias del ser humano es de 50 a 16000 Hz. La mayor parte de los sonidos
del habla humana están comprendidos entre los 100 y 8000 Hz, y la sensibilidad auditiva es máxima
entre los 1000 y 3000 Hz. La exposición al ruido fuerte puede causar una pérdida de la audición
selectiva de algunas frecuencias y el envejecimiento normal puede reducir la gama de frecuencias
audibles.

Intensidad y Sonoridad:
Frente a las presiones sonoras, el oído soporta desde 10-16 watt/cm2 (umbral auditivo) hasta los 10-4
watt/cm2 (umbral de dolor). Este es un rango muy amplio, por ejemplo el sonido de un rifle produce
una presión sonora 100 000 000 de veces mayor que una hoja seca que cae de un árbol.
La intensidad es la energía sonora transportada por unidad de tiempo y que atraviesa un área
perpendicular a la dirección de propagación. Es decir se refiere a la potencia acústica por unidad de
superficie y se expresa en watt/cm2.
La sensación subjetiva de la intensidad se define como sonoridad y depende de la frecuencia,
ancho de banda y duración del sonido.
Intensidad relativa: Según Fechner y Weber, la sensación subjetiva de la intensidad es proporcional al
logaritmo de la intensidad según la forma:

N = 10 x log Intensidad X
Donde N es el nivel de la sonoridad en decibelios (dB)
10-16
Intensidad X (intensidad del sonido a evaluar)

Dado que la sonoridad define un fenómeno subjetivo de gran amplitud, se utiliza una escala
comprimida logarítmica en lugar de lineal. Las cantidades varían en una relación de 1:100 000 000
(1:106), por lo tanto es que usa una escala logarítmica, siendo la unidad el Bell (Belio).

El Belio resulta ser una escala muy grande en la practica por lo que habitualmente se utiliza la décima
parte, el decibelio (dB). El nivel de referencia de presión acústica adoptado universalmente es el
correspondiente al umbral de audición humana, es decir 10-16watt/cm2, lo que equivale a 0 dB SPL
(Sound Pressure Level o Nivel de Presión Sonora)

La intensidad física del sonido, que provoca una percepción subjetiva de intensidad se mide en
unidades llamadas decibelios (dB). La intensidad también está relacionada con el nivel de presión
sonora en la membrana timpánica, así un sonido 10 veces más potente que uno apenas audible
tiene un nivel de presión sonora de 20 dB. Los niveles de una conversación normal es de más o
menos 50 dB. Los sonidos por encima de los 120 o 130 dB provocan dolor y la exposición repetida a
sonidos de más de 150 dB (como la de las turbinas de avión) causan un daño coclear permanente.
Procesamiento del sonido: Fig.2
El oído puede dividirse anatómicamente en
oído externo, medio e interno. (Fig.2).

Oído externo: las ondas sonoras son captadas


por el pabellón auricular son encauzadas a
través del conducto auditivo externo hasta la
membrana timpánica. Las propiedades de
resonancia del pabellón auricular y del
conducto realzan algunas frecuencias mas que
otras, todo depende desde la dirección con la
que llega el sonido, por lo que la lesión o
destrucción del pabellón auricular pueden
deteriorar la precisión de la localización del
sonido.

Oído medio: conocido también como


cavidad timpánica, es un espacio en el
hueso temporal llena de aire e interpuesto
entre la membrana timpánica y las
estructuras del oído interno.
Los sonidos son transmitidos a través de
este espacio desde la membrana timpánica
hasta el oído interno, lleno de líquido, por
una cadena de tres huesecillos: el martillo,
el yunque y el estribo (Fig.3).
En un extremo de esta cadena el mango del
martillo se halla anclado a la membrana
timpánica, y en el otro, la base del estribo
encaja en la ventana oval.
Los tres huesecillos actúan amortiguando
los movimientos del tímpano mientras
Fig.3
incrementan la fuerza aplicada en la
ventana oval.
La rigidez mecánica de la cadena de huesecillos sirve para compensar la diferencia de impedancia
entre los medios aéreo y líquido (una función llamada ajuste de impedancia); Con ello se logra que la
transferencia de energía entre ambos medios sea óptima. La rigidez de la cadena de huesecillos
puede ser modificada por dos músculos situados en el oído interno: El ms. tensor del tímpano y el
músculo del estribo.

Oído interno: Estructura de la cóclea: la forma de la cóclea es semejante a la de la concha de un


caracol (Fig.2) La cóclea membranosa es la parte enroscada del oído interno, está encerrada en la
cóclea ósea y consta de tres compartimentos espirales.
El compartimiento central de la cóclea membranosa es el conducto coclear o rampa media. Sobre
ella se ubica la rampa vestibular que se comunica con el vestíbulo (que es la parte del oído interno
membranoso que queda entre la ventana oval y la cóclea). Por debajo se halla la rampa timpánica
que termina en la ventana redonda que separa a este espacio de la cavidad del oído medio. La rampa
media o conducto coclear está limitada por la membrana basilar (por abajo) y por la membrana
vestibular por arriba y por la estría vascular por afuera (Fig.4). La rampa vestibular y timpánica están
rellenas de perilinfa y la endolinfa llena la rampa media.

Fig.4
El órgano de Corti es el epitelio sensorial especializado que descansa sobre la membrana basilar
(Fig.4). A él pertenecen las células ciliadas internas y externas, las células de sostén y la membrana
tectoria. (Fig.5)

Fig.5

Transducción mecanoeléctrica: las células ciliadas internas son transductores que convierten la
fuerza mecánica en una señal eléctrica. La endolinfa tiene una cantidad alta de K+. En cambio la
perilinfa tiene una alta cantidad de Na+. La diferencia de potencial entre la endolinfa y la perilinfa es
de +80mV y las bombas iónicas de la célula ciliada producen un potencial intracelular de reposo de
unos -70mV.
Cuando la membrana basilar asciende debido al movimiento del líquido de la rampa timpánica, los
estereocilios, (cilios situados en la parte apical de los cilios) (Fig.5), son desplazados hacia la
membrana tectoria, haciendo que se abran los canales iónicos de estos, permitiendo que el K+ fluya a
favor del gradiente eléctrico para despolarizar a la célula. Como consecuencia se activan los canales
de Ca2+ liberando su neurotransmisor y despolarizando la fibra aferente y consiguiendo así un
potencial de acción a lo largo del nervio coclear.
El potencial varia de manera sincrónica con el sonido que estimula al oído: Potencial microfónico
coclear.
Sintonización de la cóclea: la cóclea actúa como un filtro de frecuencias que separa y analiza las
frecuencias individuales que componen los sonidos complejos.
En la ventana oval, el estribo comprime la perilinfa,
provocando el movimiento de la membrana basilar que
se refleja en una onda que viaja a lo largo de ella.
Por lo tanto los tonos puros producirán una onda que
se desplazará a lo largo de la membrana basilar y su
amplitud máxima tendrá un punto concreto de la
membrana. Para los tonos agudos, éste punto está
cerca de la base de la cóclea y las frecuencias bajas,
es más distal.
Fig.6

Esta representación de frecuencias se transmite a lo largo de toda la vía auditiva. Todas las fibras del
nervio coclear hacen sinapsis en los núcleos cocleares, los núcleos del complejo olivar superior y el
cuerpo trapezoide, los núcleos del lemnisco lateral, y el tubérculo cuadrigémino inferior. (Estructuras
neuroanatómicas del tronco cerebral) Para posteriormente llevar la información auditiva al Tálamo
(Cuerpo geniculado medial) y finalmente, desde allí es proyectada a la corteza cerebral auditiva
(lóbulo temporal) donde es procesada la información.

Dr. Guillermo Castillo Kohatsu

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