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TRASFUSIONES SANGUÍNEAS

1. HEMODERIVADOS
Los Hemoderivados son los productos obtenidos mediante la separación de la sangre total
en sus componentes.
Al fraccionar la sangre total en componentes podemos hacer un uso más racional de la misma ya
que cada componente se almacenará en las condiciones más adecuadas, aumentando así su
viabilidad, además se podrá transfundir el hemoderivado que requiera la situación clínica del
paciente.
Hemoderivados obtenidos a partir de una donación de sangre total:
• Sangre total.
• Concentrado de hematíes.
• Concentrado de plaquetas.
• Plasma fresco congelado.
• Crioprecipitado.

1.2. Sangre total:


Unidad de sangre total con anticoagulante que no se fracciona. Actualmente casi no existe
sangre total en los bancos de sangre, la mayoría se fracciona en componentes.
• Volumen: Entre 400 y 490 cc de sangre total con 63 cc de anticoagulante/conservante. El
anticoagulante utilizado suele ser CPD-A (citrato, ácido cítrico, fosfato, dextrosa, adenina).
• Contenido: Hematíes, plasma y plaquetas. El plasma y las plaquetas pierden propiedades en
menos de 48 horas después de la extracción de la unidad.
• Almacenamiento: A 4ºC en una cámara con control continuo de la temperatura, a esta
temperatura se evita el crecimiento bacteriano.
• Caducidad: 35 días.

1.2. Concentrado de hematíes:


Se obtiene mediante el fraccionamiento de una unidad de sangre total a la que se le extrae el
plasma dejando únicamente los hematíes, para poder almacenarlos se les añade una sustancia
conservante que se denomina SAG-Manitol (cloruro sódico, adenina, glucosa, manitol).
• Volumen: Entre 300 y 400 cc.
• Contenido: Hematíes, solución conservante, mínima cantidad de plasma.
• Almacenamiento: A 4ºC en una cámara con control continuo de temperatura, así evitamos el
crecimiento bacteriano.
• Caducidad: 35 días.

1.3. Plasma fresco congelado:


Se obtiene de la separación del plasma de una unidad de sangre total. Para mantener los
factores lábiles de la coagulación, se realizará la separación del plasma antes de que pasen 6
horas de la extracción, y se debe congelar inmediatamente.
• Volumen: Entre 200 y 300 cc.
• Contenido: Albúmina, fibrinógeno, globulinas, factores de la coagulación.
• Almacenamiento: - 30ºC en cámara con control continuo de la temperatura.
• Caducidad: 2 años.

1.4. Concentrado de plaquetas:


Obtenido por el fraccionamiento de una unidad de sangre total.
• Volumen: 30-70 cc.
• Contenido: Plaquetas y plasma.
• Almacenamiento: A 22ºC en agitación continua controlada.
• Caducidad: 5 días.
1.5. Crioprecipitado:
Obtenido a partir de una unidad de plasma fresco congelado.
• Volumen: 20-30 cc.
• Contenido: Factores de coagulación (VIII, fibrinógeno...).
• Almacenamiento: A -30ºC en cámara con control contínuo de temperatura.
• Caducidad: 1 año.

1.6. Productos derivados del plasma:


Son productos que se obtienen mediante el fraccionamiento industrial del plasma fresco.
Todo el plasma que no se utiliza en la transfusión es enviado a la industria fraccionadora para
obtener:
• Concentrados de factor VIII.
• Concentrado de factor IX.
• Concentrado de complejo protrombínico.
• Inmunoglobulinas.
• Albúmina.
• Otros.

1.7. Aféresis
Las aféresis son procedimientos de donación en los cuales la separación de los componentes
se realiza durante la donación, de forma que sólo se le extrae al donante el producto deseado.
Estas donaciones se utilizan para la donación de plasma, plaquetas, plasma y plaquetas y
células progenitoras de sangre periférica. También se pueden realizar donaciones de
granulocitos o de linfocitos, pero estas son menos utilizadas.
Procedimiento: Se extrae la sangre del donante y se une a un anticoagulante, una vez
anticoagulada pasa a un sistema cerrado de centrifugación que lo separa en los diferentes
componentes, una vez separados, se almacena el producto de la donación y se devuelve al
donante la parte que no vayamos a recoger.

2. INDICACIONES DE LA TRANSFUSIÓN:
Todos los componentes sanguíneos tienen indicaciones claras de uso, cuando los utilizamos sin
estar indicados, estamos sometiendo al paciente a un riesgo innecesario ya que recibe todos los
efectos secundarios de una transfusión sin que le aporte ningún beneficio.
Una afirmación que debemos recordar todos es que:
UNA TRANSFUSION NO INDICADA ESTA SIEMPRE CONTRAINDICADA.
Para hacer un correcto uso de los componentes sanguíneos es necesario conocer las
indicaciones y los efectos secundarios y así, cuando indiquemos una transfusión, debemos
sopesar si las ventajas que le va a aportar al paciente son mayores que los riesgos que implica
recibir un componente sanguíneo.

2.1. Sangre total:


Actualmente apenas existe sangre total. Está indicada únicamente en situaciones en las que se
necesita un aporte tanto de hematíes como de plaquetas y plasma. Para que el aporte de
todos estos componentes sea eficaz, la sangre debería ser fresca, de menos de 48 horas. En
situaciones en las que se necesiten transfusión de hematíes, plasma y plaquetas, es mucho mejor
la transfusión de componentes fraccionados, ya que así mantienen correctamente sus funciones.

2.1.1. Shock hipovolémico por hemorragia masiva:


En este caso es más correcto la transfusión de concentrado de hematíes, y si la situación del
paciente lo precisa, la transfusión de plaquetas y plasma.

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2.1.2. Exanguinotransfusión:
Es la única indicación clara de transfusión de sangre total. Además la sangre debe tener
menos de 5 días, y si es posible, menos de 48 horas. Actualmente se utiliza concentrados de
hematíes más su plasma que previamente ha sido fraccionado y congelado, los hematíes deben
tener menos de 5 días.

2.2. Concentrado de hematíes:


2.2.1. Anemización aguda secundaria a hemorragia aguda:
Principios de manejo de hemorragia aguda:
1. Coger 1 o 2 vías intravenosas, extraer muestras de sangre e infundir cristaloides lo
más rápidamente posible para remontar la presión venosa sistólica.
2. Reponer la volemia para corregir la hipoperfusión.
3. Controlar el sangrado mediante taponamiento o cirugía.
4. Mantener una adecuada capacidad de transporte de oxígeno.
5. Durante la recuperación del paciente se debe solicitar analítica para realizar un
control de la coagulación, del nivel de hemoglobina y del nivel de plaquetas y así
poder decidir los componentes que el paciente va a precisar.

% de pérdida de volumen Volumen en un adulto Líquidos i.v. utilizados


< 20% Menos de 1 litro - Cristaloides
> 20% Más de 1 litro - Cristaloides y/o Coloides
- Hematíes

Cuando un paciente presente una hemorragia aguda, lo primero que debemos hacer es
conseguir 1 ó 2 vías I.V. y reponer la volemia con soluciones cristaloides o coloides.
Un paciente adulto previamente sano, puede tolerar hasta un 20% de pérdida de volumen
sanguíneo sin precisar transfusión.
Una vez restablecida la volemia y controlada la hemorragia, un adulto sano con una cifra de
hemoglobina entre 7 y 9 g/dL puede mantener una buena oxigenación tisular, sólo se transfundirá
si existen datos de hipoxia tisular. Cuando el paciente tenga antecedentes de enfermedad
cardiorespiratoria, es recomendable mantener unos niveles de hemoglobina por encima de 9 - 10
g/dL.

2.2.2. Anemia crónica:


Cuando un paciente presenta una anemia crónica, la transfusión dependerá de la situación
clínica del paciente y de la etiología de la anemia.

• Anemia recuperable mediante tratamiento farmacológico:


- Si la anemia es secundaria a un síndrome carencial o a una hemólisis, se debe
intentar que el paciente se recupere mediante tratamiento médico (Ejm: administración de
compuestos de hierro en la anemia ferropénica).
Los adultos sanos pueden mantener una oxigenación hística adecuada con unos
niveles de hemoglobina superiores a 5 g/dL.
- Si el paciente es un adulto sano con una cifra de hemoglobina superior a 5 g/dL,
se transfundirá si presenta síntomas de hipoxia tisular, o datos de insuficiencia
cardiaca.
- Si se trata de un adulto sano y está asintomático o sólo tiene sintomatología
anémica leve, se transfundirá si los niveles de hemoglobina se encuentran por
debajo de 5 g/dL.
- Si se trata de un paciente con patología cardio-respiratoria se le transfundirá cuando
los niveles de hemoglobina estén por debajo de 8 g/dL, aunque se encuentre
asintomático.

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• Anemias que no responden a tratamiento farmacológico:
En las anemias cuya etiología no es susceptible de tratamiento farmacológico (anemia
aplásica cronificada, Sd. mielodisplásicos...), debemos intentar que los pacientes
mantengan una cifra de hemoglobina que no les produzca sintomatología anémica.
- Si los niveles de hemoglobina se encuentran por encima de 10 g/dL, la transfusión casi
nunca está indicada.
- Si se encuentra entre 8 y 10 g/dL, los pacientes con alteraciones cardio-respiratorias
suelen necesitar una transfusión, preferentemente los que presentan cardiopatía
isquémica.
- En los pacientes con niveles entre 5 y 8 g/dL se debe transfundir siempre a los
pacientes con alteraciones cardio-respiratorias, los demás quedarán a juicio del médico
responsable pero si el paciente presenta sintomatología anémica, es conveniente
transfundir.
- Cuando el paciente presenta una cifra de hemoglobina menor de 5 g/dL, se le debe
transfundir siempre.

2.2.3. Anemia y cirugía:

• Anemia antes de la cirugía:


- Si la anemia es tratable y la cirugía se puede posponer, el paciente debe recibir
tratamiento específico de su anemia y operar cuando la cifra de hemoglobina está por
encima de 10 g/dL.
- Si la cirugía no se puede posponer y :
o el paciente no presenta alteraciones cardio-respiratorias, se transfundirá cuando
la cifra de hemoglobina esté por debajo de 8 g/dL.
o Si el paciente presenta patología cardio-respiratoria se debe transfundir cuando
la cifra de hemoglobina está por debajo de 10 g/dL.

• Anemia después de la cirugía:


- Si el paciente no presenta patología cardio-respiratoria, se recomienda transfundir si
presenta sintomatología anémica o la hemoglobina está por debajo de 7 - 8 g/dL.
- Si está asintomático y la hemoglobina está por encima de 7 - 8 g/dL, se administrará
terapia sustitutiva cuando el paciente tolere (sales ferrosas y ácido folico).
- Si el paciente presenta patología cardio-respiratoria, es recomendable transfundir
cuando la hemoglobina esté por debajo de 10 g/dL.
En cualquier caso, se recomienda comenzar con tratamiento farmacológico en cuanto el
paciente tolere ingesta, y mantenerlo hasta que se normalice la cifra de hemoglobina y la
sideremia.
Nunca se debe transfundir a un paciente para darle antes el alta y que se vaya del Hospital
más "repuesto".

Pacientes sin patología cardio-respiratoria Transfundir si Hb < 8 g/dL


Pacientes con patología cardio- Transfundir si Hb < 10 g/dL
respiratoria
Si se puede esperar y la anemia tiene tratamiento farmacológico, se debe postponer
la cirugía hasta que el nivel de hemoglobina esté por encima de 10 g/dL, así
evitaremos transfusiones antes y después de la cirugía.
Anemia después de la cirugía: tratamiento farmacológico sustitutivo. Mantener
hemoglobina por encima de 7-8 g/dL. En pacientes con patología cardio-respiratoria,
por encima de 10 g/dL.

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2.2.4. Situaciones en las que NO se deben transfundir hematíes:
Nunca se deben transfundir hematíes como expansores plasmáticos, de manera profiláctica,
para mejorar el estado general del paciente, para darle antes el alta o como sustitutos del
tratamiento específico de cada anemia.

2.2.5. Dosis recomendada:


Cada unidad de concentrado de hematíes (CH) aumenta el nivel de hemoglobina en 1-1,5 g/dL, la
dosis recomendada dependerá del nivel de hemoglobina del que parta y del que queramos que
tenga el paciente.

2.3. Plaquetas

2.3.1. Transfusión profiláctica:


La transfusión profiláctica de plaquetas se utiliza para evitar el sangrado en pacientes con
trombopenias severas transitorias, como puede ser los que están sometidos a
quimioterapia. Los pacientes con trombopenias crónicas de origen central, no son candidatos
a transfusión profiláctica.

Nivel de plaquetas para la transfusión profiláctica:


• Plaquetas < 10.000 / mm3 : en pacientes sin hiperconsumo de plaquetas.
• Plaquetas < 20.000 / mm : 3 en pacientes con hiperconsumo de plaquetas:
sepsis, antibióticos, antifúngicos, esplenomegalia...
• Plaquetas < 50.000 / mm3 : en pacientes que van a ser sometidos a cirugía.
• Plaquetas < 80.000 - 100.000 / mm3 : Cuando la cirugía se realiza en el SNC o en el
órgano de la vista (retina).
• Pacientes que vayan a ser sometidos a cirugía y presenten una trombocitopatía.

2.3.2. Transfusión terapeútica:


Está indicada en los pacientes con hemorragia activa y tombopenia o trombocitopatía:
• Plaquetas < 50.000 / mm3 .
• Plaquetas < 80.000 - 100.000 / mm3 : Cuando el sangrado se produce en el SNC o
en la retina.
• Trombocitopatía.
• En la púrpura trombocitopénica idiopática y sangrado grave digestivo o en SNC o retina.

2.3.3. Contraindicaciones de la transfusión de plaquetas:


• En las púrpuras trombóticas trombocitopénicas (PTT) y síndrome hemolítico urémico.(SHU)
• Trombopenia inducida por heparina.
• Púrpura trombopénica postransfusional.
• No es eficaz en la púrpura trombocitopénica idiopática, sólo se utiliza en los sangrados graves
y es conveniente asociar gammglobulinas a altas dosis.

2.3.4. Dosis recomendada:


1 pool de plaquetas dosis adulto: compuesto por 5 concentrados de plaquetas.
1 Unidad de aféresis de plaquetas de donante único.

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2.4. Plasma fresco congelado
2.4.1. Indicaciones absolutas:
• Púrpura trombótica trombocitopénica.
• Púrpura fulminante del recién nacido secundario al déficit de proteína C o proteína S.
• Exanguinotransfusión en neonatos, complementando a su concentrado de hematíes.

2.4.2. Indicaciones relativas:


Sólo se transfundirá plasma cuando además el paciente presente sangrado y alteraciones de las
pruebas de coagulación, o en pacientes con alteraciones en las pruebas de coagulación que
vayan a ser sometidos a cirugía.
Antes de indicar la transfusión de plasma, se debe realizar un estudio de coagulación. Cuando un
paciente presenta un sangrado severo se debe mantener la actividad de protrombina por encima
del 60%.
• En transfusiones de hematíes masiva.
• Neutralización inmediata de los anticoagulantes orales cuando el paciente presente una
hemorragia grave como puede ser una hemorragia digestiva o en SNC.
• En pacientes con insuficiencia hepatocelular grave y hemorragia microvascular difusa o
hemorragia localizada con riesgo vital.
• Coagulación intravascular diseminada aguda.
• Trasplante hepático.
• Reposición de los factores de coagulación en las deficiencias congénitas, cuando no existen
concentrados de factores específicos.
• En pacientes con alteraciones en la coagulación que precisen cirugía urgente y en los que no
se pueda esperar el tiempo necesario para la corrección de la hemostasia con vitamina K
endovenosa (6-8 horas).

2.4.3. Dosis recomendada:


En un paciente adulto se suele comenzar con la transfusión de 4 unidades de PFC, después se
realiza un estudio de coagulación para ver la respuesta.
Es conveniente continuar la transfusión de plasma hasta que la actividad de protrombina sea
mayor del 60%.

2.4.3. Situaciones en las que NO se debe transfundir plasma:


• En situaciones que puedan resolverse con otros tratamientos (antifibrinolíticos, DDAVP).
• Como expansor de volumen.
• Como aporte de Inmunoglobulinas, nutricional o factores del complemento
• Corrección del efecto anticoagulante de la heparina.

3. EFECTOS SECUNDARIOS DE LA TRANSFUSIÓN


• Definición de reacción transfusional:
Es un accidente y/o incidente asociado con el acto transfusional, cuya magnitud y aparición en el
tiempo son de carácter variable, pero que repercute sobre el estado del paciente, agravando en
muchas ocasiones el cuadro clínico del mismo, o produciéndole complicaciones a largo plazo

• Efectos inmediatos de la transfusión.


1. Efectos inmunológicos:
• Hemólisis sintomática.
• Reacción febril.
• Anafilaxia.
• Urticaria.

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• Edema agudo de pulmón no cardiogénico.
2. Efectos no inmunológicos:
• Sepsis.
• Insuficiencia cardiaca congestiva.
• Hemólisis no inmune.

• Efectos retardados de la transfusión.


1. Efectos inmunologicos:
• Hemólisis inmune retardada.
• Reacción injerto contra huesped.
• Púrpura postransfusional.
• Aloinmunización contra antígenos eritrocitarios, leucocitarios, plaquetarios o proteínas
plasmáticas.

2. Efectos no inmunológicos:
• Sobrecarga de hierro.
• Hepatitis B.
• Hepatitis C.
• SIDA.
• Infección por protozoos.

• Efectos inmediatos de la transfusión

1. Efectos inmunológicos:

• Reaccion transfusional hemolítica aguda intravascular:


Se produce por la transfusión de sangre ABO incompatible.
Signos y síntomas:
Dolor en el punto de infusión. Hemoglobinuria.
Fiebre. Shock.
Escalofríos. Hemorragia en sábana.
Dolor torácico. Oliguria o anuria.
Hipotensión. Dolor lumbar.
Náuseas.
El signo inicial suele ser la fiebre. Pueden presentarse con sólo 10 - 15 mL de sangre incompatible
transfundida. La gravedad de los síntomas iniciales suele estar en relación con la cantidad de
sangre transfundida, por eso es muy importante observar al enfermo al inicio de la transfusión.

Fisiopatología:
1.-Respuesta neuroendocrina:
Los complejos antígeno-anticuerpo, producen la liberación de sustancias vasoactivas que
producen dilatación de las arteriolas y aumenta la permeabilidad capilar. También se estimula el
sistema nervioso simpático y aumentan los niveles de noradrenalina que producen la
vasoconstricción en capilares renales, esplénicos, pulmonares y cutáneos. El sistema de
complemento activado da lugar a una estimulación de mastocitos que liberan serotonina e
histamina, estas median los signos y síntomas clínicos de la reacción.

2.-El sitema del complemento:


Los complejos antígeno-anticuerpo sobre la membrana de los hematíes pueden activar el
complemento. La activación en estos casos es hasta C9 dando lugar a una hemólisis
intravascular, se produce una lisis osmótica dentro del sistema vascular liberando hemoglobina

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libre y estromas eritrocitarios al plasma. Los estromas y la hemoglobina libre producen lesión de
los túbulos renales.

3.-El sistema de coagulación:


La cascada de la coagulación se activa por los complejos antígeno-anticuerpo o por la presencia
de estroma eritrocitario incompatible. Así se produce una coagulación intravascular diseminada
(CID) que da lugar a:
Formación de trombos dentro de la microcirculación.
Consumo de fibrinógeno, plaquetas y factores V y VIII.
Activación del sistema fibrinolítico con la producción de plasmina.
Generación de productos de de degradación de la fibrina.
Se puede llegar a hemorragia incontrolada.

4.-Función renal:
El riñón resulta dañado por varias causas: hipotensión sistémica, vasoconstricción renal,
formación de trombos intravasculares, y la liberación de hemoglobina libre y estromas celulares.
La isquemia renal resultante puede ser pasajera o progresar a la necrosis tubular aguda.

Tratamiento:
Cuando se sospeche una reacción hemolítica aguda, se debe interrumpir inmediatamente la
transfusión, realizar un tratamiento intenso de la hipotensión y mantener un flujo sanguíneo renal
adecuado.
Se administrarán abundantes líquidos intravenosos, y diuréticos, también se puede
administrar manitol que es un diurético osmótico que aumenta el volumen sanguíneo y el flujo
sanguíneo renal. Si el enfermo entra en insuficiencia renal aguda, debe dializarse.

Estudio de una reacción hemolítica aguda:


1. Comprobar todas las etiquetas y formularios tanto de la bolsa como del paciente y comprobar
si la unidad de sangre corresponde al paciente.
2. Enviar al laboratorio muestras de sangre y de orina del paciente y la unidad de sangre. En el
banco de sangre se debe comprobar la identificación del paciente y de la sangre, comparar la
muestra de sangre pretransfusiónal con la postransfusional, se debe realizar comprobación
del grupo sanguíneo y se harán de nuevo las pruebas cruzadas. Se realizará el COOMBS
directo en la muestra postransfusional. En la orina del paciente se analizará la presencia de
hemoglobina libre.
3. También se debe enviar muestra de sangre a microbiología para descartar contaminación
bacteriana.
4. Con todos estos datos se debe llegar a saber donde se ha producido el fallo e intentar
asegurar que no vuelva a producirse.

• Reacción hemolítica aguda extravascular:


Se produce cuando en el suero del receptor existe un anticuerpo de tipo IgG diferente del Anti-
A y el Anti-B que no se detectó en las pruebas pretransfusionales.
Nada más transfundir los hematíes se va a unir a ellos el Anticuerpo y activar o no el
complemento, pero su activación será casi siempre hasta C3. Los hematíes recubiertos de IgG y
C3 van a ser fagocitados por los macrófagos de forma que se produce una hemólisis
extravascular.
Manifestaciones: Puede presentar fiebre e ictericia. Observaremos anemización después de la
transfusión, aumento de la bilirrubina y de la LDH, y haptoglobina baja.

• Reacción febril:
Se define como un aumento de temperatura de 1ºC o más que tiene lugar durante una
transfusión y sin ninguna otra explicación posible.
Son producidos por anticuerpos en el plasma del receptor que reaccionan contra antígenos
leucocitarios o proteínas del plasma del donante.
Es la reacción más frecuente se produce en un 2-3% de las transfusiones.

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Suele aparecer durante la 1ª hora de la transfusión pero la podemos encontrar en cualquier
momento, incluso pasadas varias horas después de la misma.
Se debe diferenciar de la hemólisis aguda o de la sepsis. En las reacciones febriles el paciente
mantiene buen estado general y no se alteran el resto de las constantes.
El tratamiento consiste en parar la transfusión y administrar un antitérmico. Si el paciente
necesita seguir transfundiéndose se utilizará una unidad diferente.
Se realizará prevención de las reacciones febriles administrando un antitérmico antes de la
transfusión o utilizando productos libres de leucocitos o con filtro para leucocitos. Sólo se hará
prevención cuando el paciente haya presentado 2 reacciones febriles consecutivas.

• Reacciones anafilácticas:
Se produce después de la infusión de unos pocos mililitros de sangre. No se acompaña de
fiebre.
Se caracteriza por la presencia de tos, broncoespasmo, distress respiratorio, inestabilidad
vascular y shock.
Son muy raras y casi siempre se presentan en pacientes con deficiencia de IgA que han
desarrollado anticuerpos anti-IgA.
Tratamiento: interrupción inmediata de la transfusión, administración de adrenalina, corticoides
y líquidos IV.
A los pacientes que hayan presentado esta reacción se les transfundirá hemoderivados
provenientes de donantes que carezcan de IgA, también se pueden transfundir hematíes lavados
(se retira todo resto de plasma).

• Urticaria:
Se producen en un 1% de las transfusiones.
Se caracterizan por la aparición de lesiones urticariformes en la piel, sin otras manifestaciones
acompañantes.
Su tratamiento es la administración de antihistamínicos, posteriormente se puede reiniciar la
transfusión de la misma unidad.
Se previene administrando un antihistamínico antes de la transfusión.

• Edema de pulmón no cardiogénico:


Se produce un distres respiratorio con Rx similar a la de edema agudo de pulmón pero sin
evidencia de fallo cardiaco.
Es debida a la reacción de anticuerpos leucocitarios del donante y leucocitos del receptor, o en el
receptor que reacciona con los leucocitos del donante, esto produce agregados leucocitarios que
son retenidos en la microcirculación pulmonar dando lugar a cambios en la permeabilidad
vascular.
Se debe interrumpir inmediatamente la transfusión, y administar corticoides IV y soporte
ventilatorio.
Si el paciente necesita más transfusiones se le pueden transfundir hematíes lavados.

2. Efectos no inmunológicos:

• Sepsis:
- Se produce cuando la unidad de hematíes o de plaquetas presenta contaminación bacteriana.
- Se produce un cuadro similar al de reacción hemolítica aguda.
- Se produce un shock séptico y se deben administrar inmediatamente líquidos IV y
antibióticos. Estas reacciones suelen ser fatales

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- La contaminación bacteriana de una unidad de hematíes es muy rara ya que se evita
almacenandolos a 4ºC. Actualmente son más frecuentes las sepsis debidas a contaminación
bacteriana de las plaquetas, que es más fácil que se contaminen, ya que se conservan a 22ºC.

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• Sobrecarga circulatoria:
- Se puede producir hipervolemia en pacientes cardiópatas o broncópatas que necesitan recibir
sangre, puede llegar a edema agudo de pulmón.
- Para que esto no se produzca es conveniente administrar diuréticos antes de comenzar la
transfusión en estos pacientes, y administrar cada unidad lentamente, (como máximo en 4 horas).

• Hemólisis no inmune:
- Se produce cuando se transfunde una unidad de hematíes hemolizada. Puede producir una
clínica similar a la de una reacción hemolítica aguda.
- La hemólisis de la unidad se puede producir por manipulación incorrecta del concentrado de
hematíes, como puede ser:
Calentar la unidad por encima de 37ºC.
Congelación de la unidad durante el almacenamiento.
Introducción de soluciones hipotónicas en la unidad de sangre.

• Efectos retardados de la transfusión.

1. Efectos inmunológicos:

• Reacciones hemolíticas retardadas:


Existen dos mecanismos de producción:
- Aloinmunización primaria: esta se produce entre 1-1,6 % para cada unidad de sangre
transfundida.
El anticuerpo normalmente aparece varias semanas después de la transfusión, suele pasar
desapercibido.
- Respuesta anamnésica: Se produce cuando un paciente ya está sensibilizado para un antígeno
eritrocitario pero es muy débil y no lo detectamos en las pruebas pretransfusionales. Si se
transfunde de nuevo sangre con el antígeno, en unos 3-7 días se produce un aumento del
anticuerpo.

Manifestaciones: en ambos casos vamos a observar una caída de la Hb sin evidencia de


sangrado, también se producirá aumento de la bilirrubina y de la LDH y disminución de la
haptoglobina.
Estas reacciones hemolíticas suelen ser de mecanismo extravascular y no comprometen la vida
del enfermo, pero si pueden hacer que la transfusión no sea eficaz ya que disminuyen la vida
media de los hematíes transfundidos.

• Reacción injerto contra huesped:


Es una complicación muy poco frecuente. Se produce por los linfocitos del donante que
anidan en el receptor y reaccionan contra sus tejidos, produciéndose así una enfermedad injerto
contra huesped que suele ser muy grave y casi siempre acaba con la muerte del paciente.
Se puede producir en los siguientes casos:
Inmunodeprimidos.
Prematuros de bajo peso.
Transfusión de familiares.
Para evitarlo, en estos casos, se irradian los productos antes de transfundirlos, así se
destruyen los linfocitos residuales del hemoderivado.

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• Púpura postransfusional:
Complicación muy rara. Se produce en pacientes con aloanticuerpos antiplaquetas. Al recibir
un componente sanguíneo destruye las plaquetas del producto transfundido y las suyas propias,
produciéndose una trombopenia severa.

• Aloinmunización:
La transfusión de hemoderivados, consiste en la introducción en un paciente de un tejido (la
sangre) de otra persona y por tanto con antígenos diferentes a los suyos. Esto puede producir en
el receptor anticuerpos dirigidos contra los hematíes, plaquetas, leucocitos y proteínas
plasmáticas de los productos transfundidos.
Estos anticuerpos pueden producir complicaciones posteriores, como pueden ser:

• AC. Antieritrocitarios:
Reacciones hemolíticas inmunes.
Dificultad para encontrar hematíes compatibles en una transfusión posterior.
Reacciones hemolíticas postransfusionales.

• AC. Antiplaquetas:
Refractariedad a la transfusión de plaquetas.
Púrpura postransfusional.
Trombopenia inmune del recién nacido por anticuerpos antiplaqueta de la madre.

• AC. Antileucocitarios:
Reacciones febriles.
Refractariedad a la transfusión de plaquetas.
Edema de pulmón no cardiogénico.

• AC. Antiproteínas plasmáticas:


Reacciones anafilácticas.
Reacciones febriles.

2. Efectos no inmunológicos:

• Sobrecarga de hierro:
En los pacientes que reciben transfusiones periódicas, se puede producir hemosiderosis con
afectación cardíaca, hepática y de glándulas endocrinas con el consiguiente fallo de estos
órganos.

• Infecciones víricas: Hepatitis, SIDA:


La serología para el virus de la hepatitis C y B y el VIH, se realiza a todas las donaciones de
sangre, antes de darlas como aptas para la transfusión.
Además antes de la donación se realiza una encuesta al donante dirigida entre otras cosas a
excluir de la donación de personas que tengan riesgo de ser portadoras de estos virus.
A pesar de todo esto, continúa existiendo un riesgo residual para la transmisión de estas
enfermedades.

• Otras infecciones transmitidas por la sangre:


- Sífilis.
- Paludismo.
- Babesiosis.
- Enfermedad de Chagas.
- Toxoplasmosis.
- Citomegalovirus.

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ANTE TODOS LOS EFECTOS SECUNDARIOS NOCIVOS DE LA TRANSFUSIÓN DEBEMOS
RECORDAR SIEMPRE QUE UNA TRANSFUSIÓN INCORRECAMENTE INDICADA LO ÚNICO
QUE LE VA A APORTAR AL PACIENTE SON SUS EFECTOS INDESEABLES SIN APORTARLE
NINGUNA VENTAJA.

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