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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Corte Suprema de Justicia

Relatoría Sala de Casación Penal

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CASACION-Diferencia entre la vía ordinaria y la discrecional/ CASACION


DISCRECIONAL-Sustentación: Si dentro del término de ejecutoria se presenta la
demanda de casación, está suple el requisito de fundamentación
1- El recurso de casación -ordinario y excepcional-debe interponerse dentro del término
de ejecutoria de la sentencia, es decir dentro de los 15 días siguientes a la última
notificación (art. 223 C. de P.P.). "Pero según se trate de una u otra modalidad de
impugnación -como lo expresó la Sala en otra oportunidad-* el trámite a seguir es
diferente. Frente a la casación ordinaria basta la simple interposición del recurso
dentro del lapso señalado y por escrito, para que el Tribunal respectivo, una vez
vencido el término para recurrir, decida si lo concede o no. Si lo hace ordena el
traslado de 30 días para presentar la demanda a cada uno de los impugnantes, luego
por 15 días comunes a los no recurrentes y al siguiente día, a condición de que se haya
aportado el libelo, remite el proceso a la Corte donde se determina si la demanda
cumple o no con las formalidades legales, declarándola ajustada en el primer caso y
rechazándola de plano en el segundo.

"Técnicamente, como se ve, para la concesión de la casación ordinaria no se requiere


de sustentación. Basta decirle al Tribunal que se interpone, inclusive escribiéndolo a
mano el sujeto procesal en el acto de notificación personal de la sentencia.

"Lo que sigue es un trámite particular del recurso de casación, claramente regulado,
con etapas y términos precisos dentro de los cuales los recurrentes cuentan con la
oportunidad para presentar la demanda, los no recurrentes con la suya para alegar y
el Tribunal con el deber de remitir el expediente a la Corte cuando el libelo ha sido
aportado oportunamente o con la facultad de declarar desierto el recurso en caso
contrario o cuando simplemente la demanda no haya sido presentada. Es la misma
tramitación que tiene lugar cuando la Corte ha concedido el recurso de casación
excepcional. En este caso, una vez la Sala acepta el recurso devuelve el expediente al
Tribunal o al Juzgado y allí se surte idéntico procedimiento. (arts. 223 y 224 del C. de
P.P.).

"Dicha identidad del trámite entre el recurso de casación ordinaria y la excepcional es


naturalmente a partir de que el recurso sea concedido. Pero antes sucede una enorme
diferencia. La casación ordinaria la concede el Tribunal y la extraordinaria la Corte. En
el primer caso, basta con haberla interpuesto por escrito dentro de los 15 días
siguientes a la última notificación de la sentencia; en el segundo, es necesario haberlo
interpuesto y sustentado dentro del mismo término. Y la razón de esto último es
supremamente sencilla. Cuando la ley no fija un término especial para la sustentación
de un recurso, debe entenderse que la oportunidad procesal para hacerlo corresponde
al término de ejecutoria de la providencia judicial. Esto sucede con el recurso de
reposición, cuya interposición y sustentación debe hacerse hasta cuando venza el
término para recurrir. Y también con el recurso de casación excepcional. Acontece
distinto, sin embargo, con el recurso ordinario de apelación cuando se interpone como
único. En este caso el legislador decidió autorizar su sustentación dentro de los cinco
días siguientes al vencimiento del término para recurrir, tal como lo dispone el artículo
196A del Código de Procedimiento Penal.

"Se reitera, entonces, que cuando el deber de sustentación del recurso no se haya
sometido a un término especial que supere el de vencimiento del plazo para recurrir,
tal carga debe cumplirla el sujeto procesal dentro del término de ejecutoria del
pronunciamiento judicial. El recurso de casación excepcional, entonces, debe ser
interpuesto y sustentado dentro del término de ejecutoria de la sentencia, vale decir
dentro de los quince días siguientes a la última notificación, como repetidamente lo ha
sostenido la Sala".

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

2. La anotada irregularidad del Juzgado Penal del Circuito de Cali en forma alguna tenía
el poder de suplir la exigencia del sujeto procesal recurrente, consistente en sustentar
oportunamente la solicitud del recurso de casación. Resulta, sin embargo, que la
ejecutoria del fallo se produjo el 8 de julio de 1999 y que el día anterior el defensor
presentó la demanda de casación. Esta, en consecuencia, por haberse presentado
dentro del término apto para sustentar la solicitud del recurso, suple el requisito de la
fundamentación tal y como lo ha admitido la Sala en otras oportunidades** .
___
* Auto de junio 30 de 1998. Radicación 14.356.
** Cfr. Auto de abril 15 de 1997. M.P. Dr. Carlos A. Gálvez Argote. Radicación 12.935.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Casación Discrecional
FECHA : 12/01/2000
DECISION : No concede el recurso extraordinario de
casación
DELITOS : Lesiones personales culposas
PROCESO : 16343
PUBLICADA : Si

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RECUSACION-No aceptada por Magistrado de Tribunal: Trámite


Ha sido criterio reiterado de la Sala en tratándose de recusaciones no aceptadas por
Magistrados de Tribunales Superiores de Distrito Judicial, la que a continuación se
transcribe:

"1.- Los artículos 107 a 109 del Código de Procedimiento Penal establecen los pasos
a seguir en los casos de recusación, los cuales difieren en razón a la aceptación o
rechazo de los hechos en los que se funda aquella. En esta ocasión el análisis se
centrará en la eventualidad referida exclusivamente al caso de los Magistrados que no
admiten la recusación, por ser el aspecto que concierne a la situación sub judice.

"2. El artículo 109 del estatuto procesal señala que "Si la recusación versa sobre
magistrado y el recusado no la aceptare, decidirán los restantes magistrados de la
Sala", pronunciamiento con el que termina el trámite, y respecto del cual no procede
ningún recurso, (art. 117 ibídem).

"3. Cuando la recusación se eleva contra toda la Sala de Decisión y los Magistrados no
la aceptan, el trámite debe surtirse conjuntamente, como lo dispone el artículo 107
ibídem, pues por obvias razones ninguno de los integrantes de la Sala cuestionada
puede ocuparse del motivo de la recusación, y en consecuencia le corresponde resolver
a la Sala presidida por el Magistrado que le sigue en turno, cuya decisión es
inimpugnable.

"En síntesis, cuando se trata de recusación de Magistrados de Tribunal que no es


aceptada, la Corte no tiene ninguna intervención, y lo que quiso evitar el legislador
ordenando que el asunto se resuelva en cada sede es precisamente la dilación de los
procesos, que es lo que en este caso se ha propiciado enviando el expediente a la
Corte sin razón ninguna"*.
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*- Confrontar decisiones de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia
del 12 de noviembre de 1998, radicación No. 15.036; 18 y 26 de junio de 1997,
radicaciones 13.232 y 13.234 respectivamente, 30 de mayo de 1994, radicación 9.091
y 29 de junio de 1993.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Recusación
FECHA : 12/01/2000

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DECISION : Se abstiene de conocer de la recusación,


devuélve
al tribunal de origen
PROCESO : 16644
PUBLICADA : Si

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LIBERTAD PROVISIONAL-Causal quinta: Está supeditada a la efectiva privación


física de la libertad
No está de más, señalar que la supresión que la nueva ley hizo de la frase "privación
efectiva de la libertad" no significa que se tuvo la intención de eliminar este requisito,
sino que es algo ínsito que no había necesidad de especificar, como se desprende del
parágrafo transitorio del artículo 55 de la Ley 81 de 1993 que en lo pertinente dispuso:
"En los procesos por delitos de competencia de los jueces regionales en los que a la
entrada en vigencia de la presente ley, los sindicados hayan permanecido privados de
la libertad efectivamente un tiempo igual o mayor a la mitad del contemplado en el
parágrafo anterior, el término máximo de detención ... será de seis meses contados a
partir de la fecha de su sanción ..."

Este parágrafo corrobora que las dos causales de excarcelación a las que se ha hecho
referencia son de la misma naturaleza y por eso les da igual tratamiento, además que
en forma clara y expresa establece que procede la excarcelación del ordinal quinto en
mención, sólo cuando se ha cumplido el lapso en privación efectiva de la libertad, pues
a pesar de hacer relación a la otrora justicia regional, tal causal en la justicia ordinaria
es la misma, salvo los términos que en aquella se duplican y no había audiencia
pública. Es la misma ley la que define el asunto y despeja cualquier duda al respecto.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA


FECHA : 13/01/2000
PROCESO : 7026

LIBERTAD PROVISIONAL-Causal quinta (Salvamento de voto)


Dr. Alvaro Orlando Pérez Pinzón
El suscrito es de la tesis que el derecho a la libertad provisional prevista en el No. 5°
del artículo 415 del C. de P.P. no está supeditado a la efectiva privación física del
sindicado, es decir, que es viable el reconocimiento de la liberación, con independencia
de que el procesado se halle o no reducido en su libertad de locomoción por mandato
judicial. Las razones son las siguientes:

1. La norma procesal citada establece varias causales de libertad provisional,


plenamente autónomas, es decir, singulares, sin relación de dependencia entre ellas,
afirmación obvia pues que cada una de ellas tiene que ver con fenómenos procesales
bien diversos, por ejemplo, el haber cumplido la pena, el reunir los requisitos para
acceder a la condena de ejecución condicional, el haber restituido e indemnizado, el
haber actuado con exceso en una causal de justificación, etc. El No. 5° prevé la
liberación cuando han transcurrido más de seis meses entre la ejecutoria de la
acusación y la terminación de la audiencia, de acuerdo, esto último, con la correcta
interpretación que de los dos incisos que componen el numeral hizo recientemente la
Corte Constitucional (Sent. C-846, 27 de octubre de 1999, M.P. Dr. Carlos Gaviria Díaz).

2. El numeral mencionado es absolutamente claro. De su simple lectura "gramatical" y


"literal" surge que para acceder a la libertad provisional no es menester que la persona
se encuentre materialmente detenida. Entonces, no hay que hacer mayor esfuerzo
hermenéutico para entenderlo y si se exigiera ese propósito, bastaría recordar el
artículo 27 del código civil, que ordena: "cuando el sentido de la ley sea claro, no se
desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu". Este es un mandato
legal que impide las elucubraciones interpretativas.

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

3. Al legislador hay que suponerlo inteligente y cuidadoso. No lo podemos imaginar


incauto, descuidado ni torpe, como para decir que en el numeral 5° quiso seguir la
misma línea trazada en el numeral 4°, pero que se le olvido incorporar expresamente
la necesidad de privación efectiva de la libertad en la última hipótesis y que, con
fundamento en esa negligencia, se puede deducir la exigencia que sí se hizo en el
numeral 4°. Imposible pensar que frente a dos numerales seguidos, con fundamentos
diferentes, hubiera querido requerir lo mismo pero que lo hubiera omitido
imprudentemente en el último evento. Lo que se deduce de la comparación de los dos
numerales es que en uno quiso exigir la encarcelación material y en el otro no.

4. Si se interpreta el numeral en el sentido de que la persona sí debe estar físicamente


privada de la libertad, sencillamente el juez se arroga facultades legislativas pues,
nada más ni nada menos, agrega un elemento a un mandato. Fácil es afirmar que para
interpretar el juzgador debe partir de la norma en toda su comprensión, pero de la
norma tal como está, sin que le sea permitido hacerle añadidos.

5. Si el juez concluye que el contenido del numeral 5° es semejante al del No. 4° y que,
por tanto, la persona tiene que estar físicamente detenida, simplemente hace analogía
en contra del procesado, fenómeno que, como se sabe, está prohibido en materia
penal. Y si sin comparar los dos numerales cree que ampliamente visto el numeral 5°
llega a conclusión idéntica, acude a la interpretación extensiva, que también está
prohibida respecto de la posición del procesado pues en relación con éste la
interpretación penal tiene que ser restringida.

6. También se oye decir que "libertad provisional" es "excarcelación" y que sólo se


puede excarcelar a quien está encarcelado, palabras orientadas a concluir que frente al
numeral 5° del artículo analizado el aspirante a la liberación debe estar materialmente
en prisión. Ello no es cierto porque la "detención preventiva", presupuesto elemental
para pensar en libertad provisional, es un fenómeno jurídico y no material, de manera
que una persona sobre la que pesa un "auto de detención" puede estar privada de su
libertad o no. Esto no es nuevo, ni es propuesta de hoy. Ya la Sala Penal de la Corte lo
ha explicado con suficiencia, por ejemplo en decisión del 21 de abril de 1983, en la que
se dijo:

"La libertad provisional bajo fianza en una institución prevista en la ley procesal que
permite que una persona no cumpla la detención a pesar que los efectos jurídicos de
ésta medida se hallen vigentes; en consecuencia, si bien es cierto que en la mayoría de
los casos el efecto inmediato de esta gracia es lograr la libertad de una persona
detenida, en la totalidad de los casos el fin primordial de la medida es que no se
cumplan los efectos materiales del auto de detención, lo cual puede lograrse aún sin la
previa privación de la libertad del procesado a quien se concede el beneficio. En las
infracciones sancionadas con pena de arresto, por ejemplo, no es necesario que se
requiera privar de la libertad para luego conceder el beneficio, pues frente a estos
ilícitos no procede la captura y por lo tanto podrá procederse en la misma forma
prevista para la detención de funcionario por delitos excarcelables… Tampoco es
indispensable la privación de la libertad cuando se ha restituido un objeto apropiado…
antes de que se haya iniciado la investigación, ni cuando el auto de detención se dicta
junto con el de proceder y allí se confiere la libertad prevista en el numeral 5° del
citado artículo 453" (M.P. Dr. Luis Enrique Aldana Rozo).

7. Y como también se escucha que a partir de la interpretación sistemática se infiere


que la persona debe estar efectivamente privada de la libertad, dígase, de una parte,
que el artículo 30 del código civil orienta hacia el contexto de la ley para ilustrar el
contenido de cada una de sus partes, entendiendo por contexto la totalidad de la
temática y no una u otra parte de la misma; y, de la otra, que si miramos desde arriba
y globalmente el artículo 415 del C. de P.P., la verdad es que en la gran mayoría de sus
hipótesis liberatorias no exige que el aspirante a la libertad provisional se encuentre
tras las rejas de la prisión.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA


FECHA : 13/01/2000
PROCESO : 7026

LIBERTAD PROVISIONAL-Causal quinta (Salvamento de voto)


Dr. Carlos E. Mejía Escobar

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Frente al fundamento de la anterior decisión y sin que ello suponga avanzar juicios
sobre otros aspectos que habrían de considerarse me permito reiterar el criterio,
expresado en la adhesión al salvamento de voto que el 7 de noviembre de 1997 el H.
Magistrado Ricardo Calvete Rangel hizo en el proceso con radicación 13.024.

“…-1. La causal de excarcelación aducida por el memorialista (numeral 5º. del artículo
415 del Código de Procedimiento Penal), luego de haber tenido una primera aparición
en normas de emergencia judicial, surgió con vocación de permanencia en el Decreto
050 de 1987, numeral 5º. del artículo 439, cuyo texto original era el siguiente:

“Cuando haya transcurrido más de un (1) año a partir de la ejecutoria de la resolución


acusatoria sin que se hubiere celebrado la correspondiente audiencia pública con
jurado, o más de seis (6) meses sino se hubiere celebrado la respectiva audiencia sin
jurado.”

El artículo 23 del Decreto 1861 de 1989 le introdujo una modificación que consistió en
agregarle la expresión “de privación efectiva de la libertad”, de modo que el inciso
quedó así:

“En el delito de homicidio descrito en los artículos 323 y 324 del Código Penal, y los
conexos con éste, cuando haya transcurrido más de un año de privación efectiva de la
libertad contado a partir de la ejecutoria de la resolución de acusación, sin que se
hubiere celebrado la correspondiente audiencia pública.

En los demás casos el término previsto en el inciso anterior se reducirá a la mitad.”

El Decreto 2700 de 1991, que derogó el Código de Procedimiento Penal que regía en
ese momento, en el numeral 5º. del artículo 415 copió textualmente la anterior
disposición, de manera que mantuvo la orden de que la libertad provisional solo era
viable si el procesado por homicidio había soportado más de un año de privación
efectiva de libertad sin que se le hubiere celebrado la audiencia pública, y más de seis
meses tratándose de los demás delitos.

Esta norma fue modificada por el artículo 55 de la Ley 81 de 1993 en varios aspectos,
entre otros, eliminando expresamente la condición de que el tiempo hubiere
transcurrido estando el acusado en “privación efectiva de la libertad”, quedando el
inciso así:

“Cuando hayan transcurrido más de seis (6) meses contados a partir de la ejecutoria de
la resolución de acusación, sin que se hubiere celebrado la correspondiente audiencia
pública o se hubiere vencido el término para presentar alegatos de conclusión en el
juicio, según el caso, salvo que se hubieren decretado pruebas en el exterior o se esté
a la espera de su traslado, caso en el cual, el término se entiende ampliado hasta en
seis (6) meses.”

2. Observando la anterior secuencia legislativa, no queda la menor duda de que el


tema de si para aplicar la causal de libertad provisional en estudio se requería que la
persona estuviera en detención efectiva o no, ha sido en todos los estatutos
expresamente considerado, bien sea para agregarlo o para suprimirlo, pero en ningún
caso ha pasado inadvertido, luego no es posible mirar tan simplemente el asunto,
como lo hace la providencia, y concluir que si no lo dice es porque el Legislador no lo
consideró necesario, partiendo del imaginario supuesto de que su voluntad era que se
entendiera así, cuando lo que corresponde de acuerdo a la lógica es concluir que si lo
suprimió fue porque no quería que existiera esa condición, de modo que si el interprete
se la agrega está legislando, y nada cambia la excusa de que se desconoce la
supresión que hizo la autoridad competente, por el hecho de que no dio la razón por la
cual optó por esa medida, pues de ser viable esa actitud, serían muchas las normas
que estaríamos autorizados para ignorar, o para adicionar, aplicando de plano una
especie de inobservancia de la Ley por falta de motivación.

3. Analizando el fenómeno en el plano general, estoy de acuerdo en que sería mejor


que la norma volviera a tener la condición de que el acriminado hubiere pasado los seis
meses en detención efectiva, pero esa aspiración no autoriza a que so pretexto de
unificar la interpretación del numeral 4º. con la del 5º., y de establecer su finalidad, se
le agregue una exigencia que no tiene, o dicho en otros términos, se le ponga a decir lo
que no dice, con una clara aplicación de analogía in malam partem.

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

4. Para que vuelva a existir el requisito de que la libertad provisional solo procede
cuando el imputado haya estado en detención efectiva, es necesario que el legislador
modifique nuevamente el numeral 5º. del artículo 415 y lo adicione, como en su
momento lo hizo el Decreto 1861 de 1989.

Mientras eso no ocurra estimo que la causal es viable cuando haya transcurrido el
término de los seis meses, así la finalidad práctica en algunos casos en los que no hay
detenido sea ordenar la cancelación de las órdenes de captura expedidas para hacer
efectiva la medida de aseguramiento, pues lo evidente es que la disposición hace
distinción entre el sumario y el juicio, exigiendo en la primera etapa detención efectiva
(numeral 4º.), y bastando en la segunda que se de la circunstancia de que el Estado
no haya cumplido en el tiempo previsto legalmente con lo que era de su cargo, para
que no pueda mantener al procesado detenido, ni tampoco insistir en su persecución
restringiéndole de esa manera la libertad.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Casación -Libertad-Reposición
FECHA : 13/01/2000
DECISION : No repone la providencia del 19-11-99
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 7026
PUBLICADA : Si

Salvamento de Voto Dr. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON


Salvamento de Voto Dr. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

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LIBERTAD PROVISIONAL-Factor subjetivo: Pronostico negativo frente a quien se


sustrae a las obligaciones impuestas al momento de otorgársele detención
domiciliaria
En dicha oportunidad no solamente se estudió el factor objetivo sino que se descartó la
posibilidad de otorgarse la libertad por ausencia del presupuesto subjetivo, es decir,
por no encontrarse sus antecedentes y su personalidad acordes con el pronóstico de
readaptación social que se espera, una vez se haya descontado las dos terceras partes
de la pena.

Al efecto se dijo:

"En el caso concreto, si bien es cierto que la entidad y circunstancias por las que se
sentencia al procesado no del todo podrían arrojar un saldo negativo frente al
pronóstico que debe efectuar el juez acerca de la futura readaptación social,
definitivamente los datos que figuran en el expediente y el comportamiento del
procesado, reflejo de los antecedentes de todo orden, lleva a colegir que la
personalidad del peticionario no es favorable para concluir que merece su
reincorporación al núcleo social.

"En efecto, brindada la confianza por el Estado al momento de concedérsele la


detención domiciliaria, simplemente el procesado la traiciona y procede a sustraerse a
su principal obligación cual era la de permanecer en su domicilio. No compareció tan
siquiera a brindar las explicaciones del caso, siendo mayor la sorpresa, cuando fue
puesto a disposición por otra Fiscalía Seccional, al serle concedida la libertad
provisional, en investigación similar a la que motivó este juzgamiento.".

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Casación -Libertad
FECHA : 14/01/2000
DECISION : Niega la libertad provisional al procesado

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DELITOS : Hurto calificado y agravado


PROCESO : 15306
PUBLICADA : Si

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COLISION DE COMPETENCIA-Peticiones de libertad en el trámite del incidente:


Competencia

El artículo 101 del Código de Procedimiento Penal establece que "Mientras se dirime la
colisión, lo referente a las medidas cautelares será resuelto por el juez que tuviere el
proceso en el momento en que deba tomarse la respectiva decisión", debiéndose
entender que las peticiones de libertad han de ser resueltas en la forma prioritaria
establecida por la ley, por el funcionario judicial que queda con el conocimiento del
asunto en espera de que el competente decida el incidente.

MAGISTRADO PONENTE DR. NILSON PINILLA PINILLA

Colisión Competencia-Libertad
FECHA : 14/01/2000
DECISION : Se abstiene de decidir sobre la petición de
libertad,
remite a juzgado
PROCESO : 16376
PUBLICADA : Si

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REDENCION DE PENA-Cómputo
El artículo 82 de la Ley 65 de 1993 establece que se tienen en cuenta los abonos de un
(1) día de reclusión por dos (2) días de trabajo (8 horas), de estudio (6 horas) o de
enseñanza (4 horas); a su vez, el artículo 100 de la misma ley establece que el trabajo
o estudio no se realizará los días domingos o festivos, salvo expresa autorización del
director de la cárcel.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Auto Casación
FECHA : 14/01/2000
DECISION : Se abstiene de reconocer redención de pena
DELITOS : Tentativa de homicidio agravado
PROCESO : 13660
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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CAMBIO DE RADICACION-Seguridad y custodia para el traslado del detenido


El motivo que aduce el señor Juez Promiscuo Municipal de Cáceres, hace referencia a la
imposibilidad de trasladar al procesado (...) del Municipio de Itaguí, donde se encuentra
recluido, a la localidad de Cáceres para la celebración de la correspondiente audiencia
pública, pues según lo puso en conocimiento el asesor jurídico de la Penitenciaría
Nacional de Itaguí, por el momento no existía la posibilidad de trasladar al interno
debido a la situación que actualmente se presenta en el país y que como no existe
cárcel en el Municipio de Cáceres, sería poner en riesgo la vida del interno y las
unidades de guardia, en caso que no se pueda desplazar el mismo día.

El caso así expuesto no se adecua a ninguna de las circunstancias que motivan el


cambio de radicación porque de allí no se desprende que el Municipio de Cáceres no es
el apropiado para que el juez dispense una recta, cumplida y eficiente administración
de justicia. Si bien es cierto se hace referencia, en el escrito, al peligro que pueda
correr la vida del procesado, ésta situación es la que se desprende de aquellas
reacciones de un sector de la población donde se adelanta el juicio, provenientes del
hecho que se investiga y que se hayan materializado en muestras de agresividad
contra el sindicado, de tal manera que se pueda ver afectada su integridad personal.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Cambio de Radicación
FECHA : 14/01/2000
DECISION : No accede al cambio de radicación
DELITOS : Hurto calificado y agravado
PROCESO : 16670
PUBLICADA : Si

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REDENCION DE PENA-Actividades deportivas: Deben realizarse dentro del


establecimiento carcelario
Ahora, en cuanto se refiere a la contabilización del tiempo dedicado a actividades
deportivas para efectos de redención de pena, estima la Sala que ello resulta
improcedente, pues se requiere por mandato legal que las actividades de trabajo,
estudio, enseñanza, literarias, deportivas, artísticas y en comités de internos sean
realizadas dentro de los establecimientos carcelarios para que tengan aptitud de
efectuar abonos por redención de pena.

En efecto, según el artículo 99 de la Ley 65 de 1993, las actividades deportivas se


asimilarán al estudio para efectos de la redención de pena, siempre que hayan sido
programadas por la dirección de los establecimientos y de acuerdo con la
reglamentación de la dirección general del INPEC; en virtud de la Resolución 2376 de
1997, tales actividades deben ser autorizadas por la junta de evaluación; no obstante,
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 82 de la Ley 65 de 1993, el trabajo, la
educación y la enseñanza que desarrolle los condenados a pena privativa de libertad
debe ser realizada "en los centros de reclusión", es decir, intramuros.

En consecuencia, en principio, el tiempo dedicado por el procesado a la práctica de


actividades deportivas durante el tiempo que ha permanecido en detención
domiciliaria, no puede ser considerado para efectos de redención de pena, pues el
Código Penitenciario y Carcelario al regular la figura de la redención de pena por
trabajo, estudio y enseñanza, prevé que las mismas deben ser realizadas en los centros
de reclusión, como se concluye de las referencias que en tal sentido realizan los
artículos 79, 80, 81, 82 y 101, entre otros, del citado Estatuto*.
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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

* En igual sentido, providencia de abril 22 de 1999. Magistrado ponente, doctor Ricardo


Calvete Rangel y providencia de junio 10 de 1999. Magistrado ponente, doctor Carlos
Augusto Gálvez Argote.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Auto Casación
FECHA : 14/01/2000
DECISION : Se abstiene de conocer de la solicitud
DELITOS : Enriquecimiento ilícito de particular
PROCESO : 16428
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Prueba impertinente: La dirigida a demostrar la existencia


de proceso pendiente en Colombia
Ante todo, la Corte discrepa del parecer del recurrente, relativo a que es conducente al
objeto del concepto, verificar dentro del trámite judicial, si en nuestro país realmente
cursa investigación criminal por uno de los hechos en que se basa la demanda de
extradición, fundado en que el principio del non bis in ídem hace parte del presupuesto
de la doble incriminación exigido por el artículo 558 del Código de Procedimiento Penal.

Efectivamente, dentro del rito previsto para la extradición pasiva en el capítulo III, del
título I, del libro V, del Código de Procedimiento Penal, la intervención de esta Sala de
Casación se reduce a rendir el concepto normado por el artículo 558, fundada en la
verificación que de la validez formal de la documentación, de la demostración plena de
la identidad del solicitado, del principio de la doble incriminación, y de la equivalencia
de la providencia proferida en el extranjero, haga en los documentos que el país
adjunte a la petición de extradición, según lo exige el artículo 551 del mismo
ordenamiento jurídico. Por consiguiente, y en concordancia con lo prescrito por los
artículos 556 y 250 ibídem, la Sala decretará de oficio o a petición de parte, sólo
aquellas pruebas que sean necesarias para emitir el concepto, y rechazará las
inconducentes, las ilegales, las prohibidas o ineficaces, las que se refieran a hechos
impertinentes, y las manifiestamente superfluas.

Así entonces, es claro que el propósito perseguido con la prueba solicitada, desborda el
objeto del concepto encomendado a la Corte. En efecto, si bien es cierto que uno de
sus elementos es determinar si los hechos por los cuales se solicita la extradición se
encuentran tipificados en las legislaciones de los dos países como delito, y en Colombia
reprimido con una medida restrictiva de la libertad por un tiempo no inferior a cuatro
años, tal como define la doble incriminación el numeral 1º del artículo 549 ibídem;
también es evidente, contrario al parecer del impugnante, que el principio universal del
non bis in ídem, no está contenido implícitamente en dicho precepto, toda vez que el
artículo 565 de la obra en cita lo regula de manera independiente, así: "Casos en que
no procede la extradición. No habrá lugar a la extradición cuando por el mismo delito la
persona cuya entrega se solicita, esté investigada o haya sido juzgada en Colombia."

Así pues, siendo patente que el aludido principio mereció una reglamentación
autónoma e independiente a los fundamentos del concepto, es incontrovertible que su
comprobación compete adelantarla al Gobierno Nacional previo a resolver si concede o
no la extradición, como igual ocurre con las condiciones para su ofrecimiento y
concesión, y con la entrega diferida, figuradas estipuladas en su orden por los artículos
550 y 560 del Código Procesal Penal; por lo tanto, la pretensión de demostrar esta
hipótesis ante la Corte, deviene impertinente e inconducente la prueba pedida, como
se dejó plasmado en el auto controvertido.

Además, la interpretación conjunta de los artículos 560 y 565 del Ordenamiento


Procesal, denotan que es al Ministerio de Justicia a quien atañe determinar si en
nuestro país se adelanta contra el reclamado en extradición investigaciones penales
por los mismos o por diversos hechos; amen de que armónicamente la redacción del
último precepto está dirigido implícitamente a esa Cartera, ya que es al Gobierno a

9
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

quien corresponde decidir si ordena o deniega la extradición, pues la Corte se limita


por mandamiento legal a conceptuar si es viable o no la extradición, conforme con las
exigencias legales.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
FECHA : 18/01/2000
DECISION : No repone el auto del 24-11-99
PROCESO : 15824
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Etapas: Competencia para ejercer su


control/EXTRADICION PASIVA-El trámite formal se inicia con la admisión del
expediente por la Corte
Como lo viene reiterando pacíficamente esta Corporación, el trámite de la extradición
ostenta la doble característica de administrativo-jurisdiccional y, en todo caso, se
cumple bajo el liderazgo y la responsabilidad preeminente del Gobierno Nacional,
obviamente, con la insoslayable participación de la Rama Judicial en cabeza de la Corte
Suprema de Justicia, no solo por voluntad legal, sino también constitucional, tal como
lo ha sostenido la Sala* .

Significa lo anterior que el trámite administrativo a que se hace referencia le compete


exclusivamente al Gobierno en cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores,
consistente en alistar la documentación e indicar cuál sería la vía y la legislación
aplicable al incidente planteado. Igualmente, el Ministerio de Justicia y del Derecho
cumple una función requirente del trámite judicial y del concepto, aunque no de la
decisión final que obviamente le corresponde al Gobierno.

Dentro de esas precisas funciones administrativas de alistamiento del expediente,


como un requisito de procedibilidad, la Corte no puede entrar a inmiscuirse en esa
competencia careciendo, por ende, de la facultad para señalar la forma o el contenido
de cómo se debe desarrollar dicha etapa en esas precisas instancias administrativas,
pues, de lo contrario, se estaría atentando contra la autonomía e independencia de las
Ramas del Poder Público, que dicho sea de paso, si bien, por mandato constitucional,
deben laborar armónicamente, también lo es que cada una de ellas desarrollan
concretas funciones propias de su fuero constitucional y legal.

De otro lado, una vez emitido el concepto judicial por la Corte, el expediente pasa al
Gobierno Nacional para que dicte la resolución que conceda o niegue la extradición, de
conformidad con el artículo 559 del Código de Procedimiento Penal, pronunciamiento
que, como acto de la administración, está sujeto a los controles administrativos y/o
contenciosos, momento en el cual se puede reclamar por cualquier abuso relacionado
bien con los temas previstos en el artículo 558 del citado estatuto, ora con otras
materias que se estimen pertinentes al ámbito de la extradición.

Debe dejarse en claro que el trámite formal o judicial se inicia con la admisión del
expediente por parte de la Corte, como claramente lo indica el artículo 556 ibidem, el
cual culmina con el correspondiente concepto que debe emitir la Corte Suprema de
Justicia (arts. 557 y 558 ejusdem).
_____
*Ver auto del 22 de septiembre de 1999, M. P. Dr. Jorge Anibal Gómez Galleg10

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
FECHA : 18/01/2000

10
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DECISION : Niega la solicitud del defensor


PROCESO : 16715
PUBLICADA : Si

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SENTENCIA-Principio de irreformabilidad
Atendiendo al principio de irreformabilidad de las sentencias, contenido en el artículo
211 del Código de Procedimiento Penal, esta clase de providencias no pueden ser
modificadas por el funcionario que las profirió, salvo que se trate de error aritmético,
en el nombre del procesado o de una omisión sustancial en la parte resolutiva.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Segunda Instancia


FECHA : 25/01/2000
DECISION : No accede a la solicitud elevada por la
procesada
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad por
destrucción
de documento público
PROCESO : 13588
PUBLICADA : Si

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EJECUCION DE LA SENTENCIA-Es de competencia de la Corte en los casos de


juzgamiento de personas con fuero
La Sala ha sido reiterativa en indicar que en procesos en que se juzgue a personas con
fuero los efectos de éste trascienden el fallo mismo, comprendiendo así una prórroga
de la competencia del juzgador natural que le obliga a conocer también de la fase
ejecutiva de la sentencia, "pues la dignidad que el cargo representa -razón de ser del
instituto- no se fragmenta por el hecho de que el proceso haya concluido, ni
desaparece porque la sentencia le haya sido adversa al aforado" (Auto de julio 24 de
1.997, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll).

En consecuencia, aunque en efecto existen en esta ciudad, en uno de cuyos


establecimientos carcelarios el condenado se encuentra recluido, Jueces de Ejecución
de Penas y Medidas de Seguridad, la competencia de la Corte se mantiene inalterable,
"pues mal podría entenderse que la garantía del fuero termina con el proferimiento de
la sentencia, como quiera que en la etapa posterior a ella, esto es, durante su
ejecución, hay decisiones de trascendental importancia, respecto de las cuales obran
las mismas razones que fundamentan el fuero para la investigación y/o el
juzgamiento", (Autos de abril 24 de 1.996 y diciembre 16 de 1.997, M.P. Dr. Ricardo
Calvete Rnagel; por consiguiente, de manera adversa a las pretensiones del
sentenciado, la Sala mantendrá bajo su conocimiento la ejecución del fallo que en
contra de aquél se profiriera.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Unica Instancia
FECHA : 27/01/2000
DECISION : No accede a la solicitud del el condenado
PROCESO : 8664
PUBLICADA : Si

11
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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LIBERTAD PROVISIONAL-Competencia en casación: Alcance de la reforma


introducida en el artículo 19 transitorio de la ley 553 de 2000
1.- Dispone el artículo 19 transitorio de la referida ley modificatoria del régimen
casacional penal, que "En los asuntos pendientes de resolución de la casación, que
deban someterse al procedimiento derogado, lo referente a la libertad será de
conocimiento del juez de primera instancia".

2.- Igualmente, el artículo 18 del mismo Estatuto y también con el carácter de norma
transitoria, dispone que "Esta ley se aplicará a los procesos en que se interponga la
casación a partir de su vigencia, salvo lo relativo a la respuesta inmediata y al
desistimiento, que se aplicarán también para los procesos que actualmente se
encuentran en curso en la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia".

3. En este caso, trátase de un proceso en el que el recurso extraordinario de casación


fue interpuesto y concedido antes de entrar en vigencia la nueva ley, lo cual, en
principio, implicaría afirmar que las peticiones ahora por resolver tendrían que
tramitarse de conformidad con la regulación procesal anterior y por ende, sería la Corte
la competente para ello. Sin embargo, ante la disposición transitoria inicialmente
transcrita, para todos los casos, esto es, para aquellos en los cuales la casación se
demandó y concedió antes y después de la vigencia de esta reciente normatividad, en
tratándose de "lo referente a la libertad", el juez competente será el de primera
instancia.

4. Así, y siendo que la ley no ha limitado esta competencia a la exclusiva decisión sobre
las peticiones de libertad, strictu sensu entendidas, esto, es como aquellas que por el
estado procesal en que se presentarían tendrían el carácter de liberación provisional,
sino que atendiendo a la complejidad de su regulación, ya en lo sustantivo, ahora en lo
procesal o en lo penitenciario, a través de la cual son diversos los institutos que, en
una u otra forma, inciden, bien en forma inmediata o mediata en el reconocimiento de
este derecho, ha optado por incluir en el ámbito de esta competencia a todos aquellos
eventos "referentes a la libertad", con lo cual es claro que sin establecer una
competencia indeterminada, que bien es sabido reprocha el Derecho Procesal, como
que una tal clase de disposiciones resultarían desconocedoras de la seguridad jurídica
que se impone exigir por el destinatario de la ley para efectos de saber previamente su
juez natural para todos los ritos y decisiones judiciales, y por ende, reñirían con la
propia Constitución Política, sino que ante las dificultades de técnica legislativa que
implica el casuísmo, deja al juez para que en su función hermeneútica y ante un caso
concreto lo establezca, no a su arbitrio, claro está, sino teniendo como fuente la propia
ley en cuanto a la normatización del fenómeno de que se trate y que "tenga relación"
con la libertad como derecho, vinculación ésta, que si bien le corresponde al juzgador
declararla, ejerciendo su función interpretativa, como lo es para la aplicación de
cualquier disposición positiva, igualmente debe tener base legal en cuanto a que esa
relación la ordena la ley, como en efecto sucede al disponer el citado artículo 19 de la
Ley 553 que no se trate de cualquier clase de decisiones las que corresponde conocer
al juez de primera instancia, sino única y exclusivamente las "referentes a la libertad".

5. En estas condiciones, y siendo claro que esta nueva competencia no queda


supeditada únicamente a los casos de "excarcelación provisional", sino a todos
aquellos eventos que tienen relación, mediata o inmediata con la libertad del
incriminado, es igualmente cierto, que ella debe ser directa, pues ni la expresión
"referente" puede entenderse como sinónimo de "incidente" para incluir en ella
cualquier trámite procesal ni corresponde a un mecanismo de simple redistribución de
trabajo al que a última hora haya acudido el legislador como mecanismo de
descongestión, sino de una fundamentación más profunda en punto de buscar el
máximo respeto a las garantías procesales, como que con el régimen anterior y dada la
naturaleza de órgano límite de la Corte en la jurisdicción ordinaria, las decisiones
referentes a la libertad carecían de segunda instancia, la que ahora viene a
reconocerse, sin que ello tampoco implique, a contrario sensu, que su conocimiento

12
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

-los incidentales-, haya quedado convalidado a esta Corporación, ya que, su


competencia permanecer, así mismo, restringida a la casación.

6. Sin embargo, ni la modificación de competencia que ahora rige respecto a aquellos


casos "referentes a la libertad" ni la limitada competencia de la Corte para conocer de
la casación, pueden llevar a extremos que desnaturalicen el real contenido y alcance a
la nueva normatividad, ni la estructura propia del proceso, como tampoco el ejercicio
de la jurisdicción en sus manifestaciones inherentes a aquellos fenómenos sustantivos
o procesales que aún incidiendo en la libertad de procesado no pueden retrotraerse a
una competencia ya agotada, precisamente, o porque corresponden estrictamente a la
terminación de la relación procesal o porque su decisión queda por el efecto de la
casación, suspendida para las demás instancias, siendo únicamente éste Juez
Corporativo el que puede tomarlas, como sucedería, por ejemplo, con la reducción
punitiva para aquellos eventos en que proceda declarar la prescripción de la acción
penal respecto de algún delito cuando el encausamiento sea por varios, o la concesión
de la libertad como consecuencia de este fenómeno.

7. Así, y siendo que al disponer el referido artículo 19 de la Ley 553 del año que cursa,
que el juez de primera instancia conoce de "lo referente a la libertad", como ha
quedado visto, un tal mandato no está limitando dicha competencia a los casos de
peticiones de libertad provisional, sino que implica una mayor comprensión, abarcando
todos aquellos casos que incidan en ella, no admite duda para la Sala, que las
solicitudes de suspensión de la detención preventiva, la detención hospitalaria y la
sustitución de la detención preventiva por domiciliaria, como son los que impetra el
procesado (...), corresponden a ese ámbito, pues ellos, en sus efectos, en una u otra
forma, modifican a favor de la libertad el estado de prisión carcelaria en que se
encuentra, razón por la cual es a los Jueces Especializados de esta ciudad a quienes les
compete decidirlas, debiendo la Sala, en consecuencia, abstenerse de hacerlo, para lo
cual se le deberá remitir al Juez de primera instancia que conoció de este asunto, las
copias pertinentes, poniéndole a su disposición al detenido en la Cárcel Nacional
Modelo, igualmente, de esta capital, como en efecto se resuelve.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Casación -Libertad
FECHA : 28/01/2000
DECISION : Se abstiene de pronunciarse, remite al Juez
de
Primera intancia
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 16004
PUBLICADA : Si

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CASACION-Ilegalidad de la prueba: Se identifica como un vicio in iudicando/


VERSION LIBRE-Ilegalidad por la ausencia de un defensor
1. Es de observar en primer término que la demanda incurre en una falla técnica
ostensible al proponer dentro de la causal tercera de casación una serie de supuestas
fallas de legalidad en el recaudo de varios medios probatorios, que de darse, solo

13
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

estarían afectando la validez de la respectiva prueba y no del proceso, lo que


fácilmente indica que la vía apropiada de su proposición ha debido ser la de la violación
indirecta de la ley por errores de derecho originados en falso juicio de legalidad.

Como consecuencia de este defecto resulta comprensible que el censor no haya


indicado, como le correspondía al aducir la nulidad, desde qué momento procesal debía
invalidarse la actuación, pues la ilegalidad de una prueba sólo conduce a la
imposibilidad de su estimación en el fallo (vicio in iudicando) y no la del proceso (vicio
in procedendo), dado que no existe una supeditación de actuaciones que deriven la
validez de aquella, como para que justifique el retraimiento del proceso hasta su
práctica.

2. Tiene razón el casacionista en cuanto a que en la versión rendida por el procesado


dentro de la averiguación preliminar (fl. 35), únicamente estuvieron presentes el
"agente investigador" y el Personero Delegado número 11. La ausencia en cuestión
torna ilegal dicha versión, por vicios en su producción, de conformidad con el artículo
322 del Código de Procedimiento Penal, en concordancia con el artículo 29 de la Carta
Política.

MAGISTRADO PONENTE DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Casación
FECHA : 28/01/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas
de
defensa personal, Homicidio agravado
PROCESO : 11678
PUBLICADA : Si

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FALSO JUICIO DE IDENTIDAD-Exigencias técnicas


Tiene señalada la técnica del recurso extraordinario de casación, que cuando se acuda
a la violación indirecta en la forma del falso juicio de identidad para censurar una
sentencia, el censor debe simplemente hacer un ejercicio de comparación objetivo
entre lo que la prueba dice y lo que el sentenciador le hizo decir.

En tal sentido, las exigencias técnicas imponen al demandante poner de presente ante
la Corte la prueba que fue tergiversada y demostrar específicamente en dónde ocurrió
su desconocimiento, para que solo sea menester un sencillo ejercicio de comparación
entre lo demostrado por el Juzgador y lo denunciado por el censor para concluir en la
veracidad del cargo.

No obstante, el solo hecho de que el error haya ocurrido no impone, por sí, la
prosperidad del ataque, pues el deber del censor no se agota en la constatación de la
existencia del yerro, sino que le impone también la verificación de la trascendencia.
Esto es, la demostración de que únicamente la existencia del error sostiene la
sentencia. Si ello no es así, el cargo resulta inane por no desvirtuar las presunciones
de legalidad y acierto que acompañan el fallo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 28/01/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Acceso carnal violento, Porte ilegal de
armas,
Homicidio agravado
PROCESO : 12323
PUBLICADA : Si

14
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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TERMINACION ANTICIPADA-Interés para recurrir-Imposibilidad de retractación/


NULIDAD-Vulneración a la defensa técnica: Exigencias para alegarla en casación
1. Una de las consecuencias de la sentencia anticipada y de la audiencia especial
-como lo reiteró la Sala en reciente oportunidad-* es que luego de aceptados los cargos
por el procesado o de definido el convenio entre éste y la Fiscalía, no existe posibilidad
de retractación sobre la aceptación o el acuerdo. Esto explica que el legislador, a
través del numeral 4º del artículo 37B del Código de Procedimiento Penal, le haya
limitado en dichos casos al sindicado y al defensor las posibilidades de apelación del
fallo a la dosificación de la pena, al subrogado de la condena de ejecución condicional y
a la extinción del dominio sobre bienes. Por fuera de dichos temas tales sujetos
procesales carecen de interés para recurrir en apelación y también, como es obvio,
para la interposición del recurso extraordinario de casación.

Significa lo anterior -como igualmente se sostuvo en la decisión de la Corte que se


mencionó al comienzo- que el procesado hizo uso del derecho de disposición sobre la
acción penal que le permitía el mecanismo de la sentencia anticipada y con ello
renunció -a cambio de una rebaja en la pena- a discutir la responsabilidad penal en
relación con los cargos admitidos. Consecuencialmente, pretender este debate en
relación con uno de los delitos aceptados, que es lo que plantea el censor en la
demanda, traduce un intento de retractación del procesado mediante la utilización del
recurso de casación, lo cual es sencillamente inaceptable como pacíficamente lo ha
venido sosteniendo la Sala. **

2. Aunque la violación del derecho de defensa como causal de nulidad es insubsanable


y por lo tanto es susceptible de ser propuesta en casación, de cara a las exigencias del
artículo 225-3 del Código de Procedimiento Penal y en relación con la defensa técnica
es insuficiente para que la Corte admita la demanda, sólo con relacionar la actividad o
inactividad del defensor para descalificarla de manera global, como así lo hizo el
demandante.

Es que la formulación en casación de un cargo como el examinado le impone como


deber al demandante, aparte de enunciar que se le lesionó al procesado la garantía
constitucional de contar con asistencia técnica adecuada, demostrarle a la Corte en
qué radicó exactamente la irregularidad. Si se trató de una defensa pasiva, qué dejó
de hacer el abogado que pudo haber hecho. Y si al contrario, sí desplegó cierta
actividad, en qué consistieron sus deficiencias. En los dos casos, además, para que la
proposición del cargo quede completa en cuanto a su fundamentación y sea admisible
la demanda, debe el censor argumentar adicionalmente la influencia de la irregularidad
en el sentido del fallo. Es decir, cómo otra estrategia defensiva (la cual debe
puntualizar) o cómo de no haber ocurrido las deficiencias profesionales del abogado
defensor, habrían significado para el acusado la posibilidad de una absolución o de una
sentencia de condena más favorable.
_____
* Auto de octubre 25 de 1999. Radicación 15.304.

** . Cfr., entre otras, las siguientes providencias: de marzo 4/96. M.P. Dr. Fernando
Arboleda Ripoll. (casación 9714). De marzo 8/96, M.P. Dr. Jorge Córdoba Poveda
(casación 11.362). De octubre 15/96, M.P. Dr. Jorge Anibal Gómez Gallego (casación
10.578). De julio 2/97, M.P. Dr. Jorge Córdoba Poveda (casación 12.478). De julio 2/97,
M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll (casación 11.407). De febrero 12/98, M.P. Dr. Jorge
Anibal Gómez Gallego (casación 13.104).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Casación
FECHA : 31/01/2000
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio
agravado

15
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

PROCESO : 15081
PUBLICADA : Si

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DEMANDA DE CASACION-Valoración probatoria-Sana crítica: Técnica


En reiteradas oportunidades esta Sala ha enseñado cómo a diferencia de un alegato de
libre formulación, la demanda de casación requiere del cumplimiento de unas pautas
que la conviertan en texto técnicamente apto para el establecimiento del juicio de
legalidad de la sentencia, lo que se constituye en la razón de ser de este extraordinario
medio de impugnación, pues de no ser así, ante la falta de un adecuado planteamiento
del tema a tratar, acompañado de la comprobación del error aducido y su directa
injerencia en el fallo, se impone el rechazo in limine del libelo por falta de objeto para
que la Corte se constituya en Tribunal de casación.
.....
Pero la falta de claridad y precisión en la censura se hace más ostensible cuando se
concluye al final del libelo que el error se da porque la apreciación de la confesión de
(...) se hizo con desconocimiento de las pautas de la sana crítica, lo cual hace imposible
entender si el reproche está en que al momento de su valoración el elemento de
convicción sufrió algún trastocamiento en su contenido fáctico o si, más bien, sin
afectar su integridad material, lo que hizo el tribunal fue apreciarlo sin sujeción a las
reglas de la lógica, la ciencia o la experiencia, a contrapelo de la preceptiva del artículo
294 del C. de P. P. Pero si el yerro es de este último jaez, a fuerza de no hacer nada por
su demostración, la demanda omite señalar cuál de dichos parámetros dejó de
observar el sentenciador en el análisis de la probanza.

MAGISTRADO PONENTE: Dr. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Casación
FECHA : 31/01/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas
de
defensa personal, Homicidio agravado
PROCESO : 14497
PUBLICADA : Si

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SENTENCIA ANTICIPADA-Interés para recurrir-Imposibilidad de retractación


Si los procesados, coadyuvados por su defensor, aceptaron haber cometido dichos tres
delitos, ahora no puede el casacionista (como igualmente lo hizo el apelante de la
sentencia) "retractarse" y, así, tornar inoperante el instituto de la sentencia anticipada
(art.37 C.P.P., mod. Art. 3º ley 81 de 1.993), pues de inmediato de él cabe predicar la

16
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

falta de interés para recurrir prevista en el artículo 37B-4 de dicho Código, el cual sólo
permite que el procesado y su defensor apelen el fallo "respecto de la dosificación de la
pena, el subrogado de la condena de ejecución condicional y la extinción del dominio
sobre bienes".

Esta Sala repetidamente ha dicho al respecto (por ejemplo en auto de marzo 8 de


1.996 y sent. Cas. marzo 14 de 1.996, MM.PP. Dres. Jorge Córdoba Poveda y Fernando
Arboleda Ripoll):

1.- La sentencia anticipada excluye la posibilidad de retractación o negación de la


responsabilidad.

2.- La "dosificación punitiva" que permite la impugnación, atañe únicamente a errores


en la graduación de la pena, y discutir cualquier otro aspecto encerraría una
retractación.

3.- Cuando el artículo 37B-4 en cuestión alude a la "apelación" ésta debe extenderse al
recurso extraordinario de casación, que obviamente también es un recurso, máxime
que la citada norma se titula "interés para recurrir".

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto Casación
FECHA : 31/01/2000
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Hurto agravado, Porte de armas de defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 15557
PUBLICADA : Si

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VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Técnica/ DEMANDA DE CASACION-Cargos


excluyentes: Causal primera y causal tercera
La Corte insistentemente ha sostenido que los argumentos relacionados con la
violación directa de la ley sustancial, han de ser expuestos en el terreno del raciocinio
jurídico, sin que, por tanto, en su desarrollo resulte admisible plantear la comisión de
errores en la apreciación probatoria, pues de presentarse éstos, habrá de formularse el
cargo en capítulo separado haciendo mención expresa de la clase de error probatorio
en que incurrió el juzgador, si de hecho o de derecho, y precisar la especie y
trascendencia en la parte dispositiva del fallo ameritado.

También ha dejado establecido, que cuando en sede extraordinaria se postulan cargos


al amparo de la causal primera, en su desarrollo resulta contradictorio exponer
argumentos propios de la causal tercera o de nulidad, pues el primer motivo de
casación afirma lo que el tercero niega: la validez del juicio. Debido a esto, es
imperativo que en la demanda cada uno de dichos reproches se formulen de manera
separada, y se indique la prelación en que habrá de abordarse su estudio por la Corte,
pues la invalidez de lo actuado supone abstenerse de estudiar el contenido y sentido
de la decisión de segunda instancia, en tanto que su análisis parte de asumir que ha
sido proferida en un juicio exento de vicios.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Auto Casación
FECHA : 31/01/2000

17
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el


recurso
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
agravado, Tentativa de homicidio agravado
PROCESO : 14137
PUBLICADA : Si

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VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Técnica/INDICIOS-Técnica para atacarlos


en casación/ SANA CRITICA-Exigencias para alegar su vulneración
Conforme con el contenido de la normatividad procesal penal que regula el recurso de
casación, la violación indirecta de la ley sustancial por error de hecho implica el análisis
estricto, claro y preciso de la prueba. Tal estudio, además, significa exponer y explicar
si el yerro consiste en que se ha omitido la apreciación de los medios demostrativos, o
si en la sentencia se ha acudido a medios inexistentes o si hechos que generan prueba
han sido tergiversados.

Como se ha dicho bastante, cuando la inconformidad del demandante apunta a la


prueba indiciaria, ante todo le compete afirmar si se dirige contra el hecho indicador,
fuente del indicio, o contra la inferencia, es decir, la conclusión fruto de la elaboración
mental del Juzgador.

Dentro del mismo tema, la sana crítica, si el censor no está de acuerdo con la
desplegada por el Juez, tiene que demostrar fehacientemente que este vulneró una o
varias reglas de la experiencia, una o varias leyes de la ciencia o uno o varios principios
de la lógica y, obviamente, decir cuál o cuáles, por qué y, por último, decir cuál o
cuáles de ellas eran las aplicables y por qué.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Auto Casación
FECHA : 31/01/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal
PROCESO : 14408
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-Principios de taxatividad, protección, convalidación, transcendencia y


residualidad/ NULIDAD-Violación del debido proceso: Exigencias para su
alegación/ RESOLUCION DE ACUSACION-Competencia del ad quem/ UNICA
INSTANCIA-Cambio de la naturaleza del proceso/ NULIDAD-No se configura por
la omisión de vincular a otras personas comprometidas

18
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

1.Ha de comenzar por decir la Corte, que el ordenamiento procesal penal vigente,
contrario a la regulación mantenida en estatutos anteriores, se ocupa del tema
relacionado con los motivos de invalidación de los actos procesales, reconociendo la
operancia de los principios de taxatividad, protección, convalidación, trascendencia y
residualidad.

De acuerdo con ellos, solamente es posible alegar las nulidades expresamente


previstas en la ley (taxatividad); no puede invocarlas el sujeto procesal que con su
conducta haya dado lugar a la configuración del motivo invalidatorio, salvo el caso de
ausencia de defensa técnica, (protección); aunque se configure la irregularidad, ella
puede convalidarse con el consentimiento expreso o tácito del sujeto perjudicado, a
condición de ser observadas las garantías fundamentales (convalidación); quien alegue
la nulidad está en la obligación de acreditar que la irregularidad sustancial afecta las
garantías constitucionales de los sujetos procesales o desconoce las bases
fundamentales de la instrucción y/o el juzgamiento (trascendencia); y, además, que no
existe otro remedio procesal, distinto de la nulidad, para subsanar el yerro que se
advierte (residualidad).

2. Repetidamente la jurisprudencia ha dado en sostener que cuando se aduce violación


del debido proceso, se debe comprobar la existencia de irregularidad sustancial que
afecte la estructura del sistema que lo inspira. Por ejemplo; falta de apertura de
investigación, no vinculación del procesado, no definición de la situación jurídica o
ausencia de la decisión de cierre de la investigación; desconocimiento de la etapa de
investigación y/o de juzgamiento; dentro del juicio: de la fase probatoria y/o de debate
oral; de formulación de cargos o sentencia, o la posibilidad de recurrir en segunda
instancia.

En cuanto hace a la violación del derecho de defensa, ha sido dicho asimismo, que es
de cargo de quien la alegue determinar la actuación que estima lesiva de esta garantía
fundamental, indicar las normas que fueron violadas, y dejar establecido cómo el vicio
repercute negativamente en la validez del rito llevado a cabo.

3. Esta amplia facultad revisora radicada en cabeza de los funcionarios de segunda


instancia, ha sido dicho por la jurisprudencia, no encuentra limitación en la prohibición
constitucional de la reforma peyorativa, pues "las previsiones de la Carta Política y del
Código de Procedimiento penal sobre la prohibición de agravación en perjuicio del
procesado cuando es el único recurrente sólo se refieren a las sentencias, jamás a los
autos interlocutorios así contengan éstos la resolución acusatoria" (Sent. Cas. Nov.
23/94. M. P. Dr. DIDIMO PAEZ VELANDIA Rad. 8950).

4. Aún en el supuesto de que pudiera reconocerse relevancia a la situación expuesta


por el Doctor (...), es decir que no se le resolvió el recurso de apelación oportuna y
legalmente interpuesto contra la providencia calificatoria, no tendría ello ninguna
incidencia en la validez del proceso que en la actualidad se surte ante la Corte, toda
vez que ni aún que procediere declarar la nulidad de lo actuado a partir del auto que
negó el recurso de alzada contra la resolución acusatoria emitida en primera instancia,
para en su lugar concederlo, una tal irritualidad no podría ser corregida, pues, al haber
cambiado la naturaleza del proceso, y obligadamente tener que adecuarse al
especialmente establecido para el juzgamiento de los altos dignatarios del Estado, por
virtud del fuero constitucional que los cobija, e "implicando el trámite foral un
juzgamiento en única instancia por parte del órgano límite de la jurisdicción ordinaria"
el sistema no tiene establecido en una autoridad superior la competencia para revisar
las providencias que en ejercicio del mandato constitucional adopte la Corte, conforme
ha sido precisado por la jurisprudencia (Auto Unica Inst. Julio 17/98. R. 9736).

En este orden, es de reiterarse lo expuesto por esta Corporación en relación al trámite


a seguir en los procesos contra los miembros del congreso, pues por razón del fuero
constitucional que los ampara "desde el momento de su posesión, la disciplina del
proceso es aquella que rige para los asuntos que adelanta la Corte Suprema de Justicia
en ejercicio de sus funciones de investigación y Juzgamiento. Esto es, proceso
inquisitivo y de única instancia" y destacando al tiempo, que ante el hecho de la
posesión como congresista, y estando en curso un proceso iniciado con antelación a
ella, "en tal situación, la Corte no puede hacer otra cosa que asumir el asunto en el
estado en que lo encuentra y amoldarlo al rito que compone el debido proceso de los
asuntos que aquí se tramitan, sin que pueda desconocer todos aquellos actos
procesales que ocurrieron antes de su conocimiento, en tanto hayan sido adelantados
con competencia" (Auto Unica Inst. Sept. 29/99. Rad. 15608) .

19
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

5. Al cuestionamiento hecho por no haberse vinculado durante la instrucción a otras


personas que pudieran resultar comprometidas en el hecho materia de investigación,
ha de darse respuesta, de una parte, que la responsabilidad en materia penal es
personal e individual, y, de otra, que en el proceso figura la decisión del acusador de
primer grado relativa a la orden de expedir copias para la eventual investigación de
algunos funcionarios, cuya conducta la fiscalía instructora relaciona con el hecho
materia de averiguación, pero aún no vinculados al proceso, con lo cual desaparece la
inquietud que en ese sentido se postula.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Unica Instancia
FECHA : 02/02/2000
DECISION : Deniega la nulidad solicitada
DELITOS : Peculado por apropiación
PROCESO : 15547
PUBLICADA : Si

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DEFENSA TECNICA-Indagatoria: Nombramiento de una persona honorable como


defensor-Alcance de la expresión "cuando no hubiere abogado inscrito" que
contenía el artículo 148 del C. de P.P.
El 17 de noviembre de 1994 a (...) fue recibida indagatoria (f. 30 cd.1), ampliada el 1°
de diciembre siguiente (f. 90 v. ib.), con la asistencia en cada caso de un diferente
ciudadano, de ninguno de los cuales se dejó constancia de poseer título profesional.
Para entonces, aún estaban en vigencia el artículo 34 del decreto 196 de 1971 y el
inciso primero del artículo 148 del Código de Procedimiento Penal, que permitían
encomendar la defensa para la indagatoria a un ciudadano honorable que no fuere
servidor público, cuando no hubiere profesional del derecho que asistiese al imputado,
como en efecto ocurrió.

Tomando en cuenta lo determinado por el artículo 45 de la ley 270 de 1996,


Estatutaria de la Administración de Justicia y según ha venido reiterando la Sala en
múltiples providencias, entre ellas la de fecha 25 de julio de 1996, radicación 9577,
ponente quien ahora realiza igual función, la sentencia de la Corte Constitucional C-049
del 8 de febrero de 1996, M. P. Fabio Morón Díaz, que declaró la inexequibilidad de los
mencionados preceptos sin realizar pronunciamiento alguno sobre una hipotética
retroactividad, produce efectos sólo hacia el futuro, por lo cual ninguna incidencia tiene
sobre diligencias practicadas con anterioridad, dentro de facultad claramente conferida
por expresas disposiciones legales, que todavía regían en el momento de su
realización, cuya aplicación mal puede tildarse de irregularidad.

El municipio de Andes, Antioquia, es cabecera de Circuito Judicial y es posible que allí


tengan asiento algunos letrados, pero está definido que la expresión "cuando no
hubiere abogado inscrito que lo asista en ella" no aludía a que en la localidad, que
podría tratarse de una urbe, no estuvieran radicados profesionales en ciencias
jurídicas, sino que estaba referida a su disponibilidad en las circunstancias concretas
dentro de las cuales debía practicarse la diligencia.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 02/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
PROCESO : 11900
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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DERECHO DE DEFENSA-Inactividad del abogado: Exigencias para su alegación/


DEFENSA TECNICA-Carencia momentánea que no afecta garantías/ DEFENSA
TECNICA-Corrección de omisiones/ DEFENSA TECNICA-Inactividad contenciosa
como estrategia defensiva
La Corte ha sostenido que cuando se denuncia la violación del derecho a la defensa
técnica por inactividad del abogado, debe acreditarse que en realidad fue una omisión
lesiva a los intereses del procesado, atendiendo al recaudo de la investigación.

2. La Corte ha entendido que el derecho a la defensa técnica, comporta para el


inculpado contar con asistencia profesional a lo largo de todo el proceso como
indispensable garantía del derecho de contradicción; sin embargo, el carecer
momentánemante de esa calificada asistencia, como acaeció en este proceso en que
hasta la resolución definitoria de situación jurídica no tuvieron abogado y durante la
indagatoria fueron representados por ciudadanos honorables no profesionales del
derecho, no traduce invalidación, dado que por virtud del principio de trascendencia
que sustenta la nulidad, sólo cuando la irregularidad afecta adversamente las garantías
de los sujetos procesales, o desconoce las bases fundamentales de la instrucción o del
juzgamiento, resulta imperativa la declaración de nulidad.

3. De igual manera ha dicho "que si la irregularidad es oportunamente corregida, de


suerte que el profesional designado pueda ejercer adecuadamente los actos defensivos
que pudo haber realizado durante el tiempo que el procesado careció de defensa
técnica, debe entenderse que el derecho no ha sido conculcado, puesto que ningún
sentido tendría invalidar el proceso para que la defensa vuelva a tener una oportunidad
que ya tuvo." (cas. mayo 27 de 1999, M.P. Dr. Ricardo Calvete); y mirado el proceso, es
incuestionable que la actividad desplegada por el abogado designado a que se ha
hecho referencia, cumplió con creces el propósito garantista de la defensa técnica.

4. También ha puntualizado que cuando se habla de violación del derecho de defensa


por inactividad profesional, "la inexistencia de actos positivos de contradicción
probatoria, impugnación, o alegación, no necesariamente indica ausencia de asistencia
técnica ya que el abogado puede optar por ejercitar solo algunos de estos derechos, o
guardar silencio dentro del marco de una actitud vigilante, como estrategia defensiva,
sin que ello signifique abandono de la gestión encomendada" (sent. cas. de julio 29 de
1999, M. P. Dr.Arboleda Ripoll).

MAGISTRADO PONENTE: DR. MARIO MANTILLA NOUGUES

Sentencia Casación
FECHA : 02/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio, Concierto para delinquir
PROCESO : 12662
PUBLICADA : Si

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UNIDAD PROCESAL-Por razones de conexidad o de acumulación: Diferencias/


CONEXIDAD-Opera por ministerio de la ley-Elementos/ CASACION-Errores en la
apreciación de las pruebas: Técnica
1. La unidad del proceso por motivos de conexidad opera por ministerio de la ley
(artículo 88 del Código de Procedimiento Penal vigente y 14 del estatuto anterior) sin
que para ello resulte necesario la superación de determinados estadios procesales,

21
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

como si ocurre frente al instituto de la acumulación, que requiere, para su procedencia,


la existencia de resolución acusatoria ejecutoriada.

Doctrina y jurisprudencia han sido reiterativas en sostener que los elementos de la


conexidad, y por consiguiente, presupuestos necesarios para que opere la unidad
procesal por dicho motivo, son dos: pluralidad de delitos; y, existencia de una relación
o nexo entre ellos, ya de orden sustancial (conexión teleológica, consecuencial, u
ocasional), ora de carácter procesal u objetivo (conexión probatoria).

2. La doctrina y la jurisprudencia han sido persistentes en sostener que cuando en


sede de casación se plantean errores de apreciación probatoria, se impone para el
demandante la obligación de acreditar, en primer término, la existencia del error
denunciado, y en segundo lugar, su trascendencia.

La demostración del primer aspecto dependerá de la naturaleza o modalidades del


yerro (si de hecho por falsos juicios de existencia, identidad o raciocinio, o de derecho
por falsos juicios de legalidad o convicción) pues cada una de estas especies, como es
sabido, se estructura a partir de supuestos distintos. El segundo, implica tener que
realizar una nueva valoración probatoria para demostrar que las conclusiones del fallo
habrían sido distintas de no haberse presentado el desacierto.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 02/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 12227
PUBLICADA : Si

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VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Aceptación de los hechos y su prueba


Es imprescindible regla de técnica casacional, que al invocar la causal primera, cuerpo
primero del artículo 220 del Código de Procedimiento Penal, el libelista acepte los
hechos y las pruebas en la forma como fueron apreciadas y valoradas por el fallador de
instancia. Inadmisible resulta la postura orientada a presentar los hechos de manera
diversa a como los aprecio el Tribunal o a controvertir la realidad probatoria, porque se
torna en un contrasentido el enunciar un cargo que obliga a debatir el asunto en un
plano netamente jurídico para terminar en una alegación que controvierte la realidad
probatoria con fundamento en la cual el Tribunal edificó el fallo de condena.

Significa lo anterior que en el ámbito de la violación directa el demandante se debe


apegar por completo a las consideraciones plasmadas en el fallo que ataca, para
demostrar la indebida aplicación de la norma sustancial que pregona.

Ese solo señalamiento es indicativo de que el fallador hizo una acertada presentación
de los hechos y las pruebas y que su error es netamente jurídico al aplicar al caso una
norma que no era la que correspondía y dejar de aplicar la que en realidad viene a
regular el asunto.

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 04/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas
de defensa personal, Homicidio
PROCESO : 11557
PUBLICADA : Si

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VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Aceptación de los hechos y su prueba/


VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Se ataca el caudal probatorio o la
apreciación que de él hace el juzgador
En la violación directa no se discute la prueba ni la valoración que de ella realizó el
sentenciador; mientras que, cuando lo planteado es la violación indirecta, la crítica
tiene justamente, como razón de ser, el caudal probatorio o la apreciación que de él
hizo el funcionario.

MAGISTRADO PONENTE: DR. MARIO MANTILLA NOUGUES

Auto Casación
FECHA : 04/02/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 15039
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-Técnica en casación/ RESOLUCION DE ACUSACION-La decisión de


segunda instancia, así se modifique en forma gravosa la situación del procesado,
no admite recurso alguno
1. Ha sido criterio reiterado de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia que la causal de nulidad de que trata el artículo 220 del C. de P.P. no es ajena a
los lineamientos básicos que guían las otras causales de casación, sino que está sujeta
a unos insoslayables requisitos, pues si se trata de un medio para preservar la
estructura del proceso y las garantías de los sujetos procesales, quien la invoque debe
sustentarla en debido forma, indicando el motivo de la nulidad, en qué se apoya la
irregularidad sustancial que alega, la manera como ésta socava la estructura de la
actuación ó afecta las garantías de los sujetos procesales y su incidencia en el fallo, de
tal manera trascendente, que si no se hubiera cometido el sentido de éste hubiera sido
distinto, y la actuación que en virtud del yerro queda viciada.

2. En lo concerniente al supuesto desconocimiento del principio de la segunda


instancia, al haberse negado al procesado la oportunidad de recurrir la decisión del
fiscal de segunda instancia que, con respecto a la resolución de acusación, modificó en
forma gravosa la situación del procesado, al haberle imputado homicidio agravado y no
simple, como en la primera, en ninguna informalidad se incurrió, ya que en nuestro
sistema no existen sino dos instancias, de manera que al decidirse la apelación de las
resoluciones interlocutorias, bien sea confirmando, modificando o revocando la

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

determinación del inferior, la nueva providencia no puede ser objeto de impugnación,


quedando ejecutoriada el día en que sea suscrita por el funcionario correspondiente,
salvo el caso previsto en el inciso segundo del art. 197, en que es procedente el
recurso de reposición.

Si se aceptara la tesis del demandante habría que concluir, violando la ley y


desconociendo la estructura funcional de nuestro sistema procesal, que en Colombia
existen tres instancias, lo que resulta inaceptable.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 08/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
agravado, Violencia contra empleado oficial
PROCESO : 11388
PUBLICADA : Si

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CONDENA DE EJECUCION CONDICIONAL-Elementos de valoración-Exigencias


técnicas para alegar en casación su desconocimiento
En el examen de la procedencia o improcedencia del subrogado deben contar la buena
conducta anterior del procesado, las actitudes posteriores al hecho delictivo que
tiendan a detener sus efectos perjudiciales, la indemnización y la presentación
voluntarias, como elementos expresivos de una personalidad positiva del acusado,
pero de igual manera deben examinarse juntamente con ésta la naturaleza y
modalidades del hecho punible, como lo indica el artículo 68 del Código Penal. Si en
gracia de discusión se admite que todas aquellas manifestaciones de personalidad
están probadas en el proceso, el demandante debió indicar cuál fue el tratamiento que
a ellas se dio en la sentencia acusada; si en realidad fueron menospreciadas o
resultaron opacadas por otras de mayor trascendencia dentro del obligado examen
integral de los presupuestos del sustituto.

De igual manera, la petición final del demandante en punto al reconocimiento del


subrogado es equívoca, dado que no basta afirmar como en la instancia que en
realidad se dan los presupuestos objetivos y subjetivos de la respectiva norma, sino
que en casación es preciso señalar que dicho precepto sustancial fue vulnerado por
falta de aplicación, a pesar de que el Tribunal declaró probado el supuesto del mismo; o
que no se hizo por influencia marcada de los yerros de hecho o de derecho cometidos
en la apreciación de las pruebas.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 08/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Hurto calificado y agravado
PROCESO : 11203
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

CAMBIO DE RADICACION-Requisitos/ CAMBIO DE RADICACION-Seguridad y


custodia para el traslado del detenido
1. En atención al carácter dispositivo que los artículos 83 y siguientes del Código de
Procedimiento Penal imprimieron al trámite de la solicitud de cambio de radicación,
para el que no se prevé término probatorio, pues debe resolverse de plano, y la carga
de la demostración de los supuestos fácticos en que se apoya está radicada en cabeza
del interesado en la aplicación de este excepcional remedio, la Sala ha reiterado la
necesidad de allegar con la solicitud, los suficientes elementos de juicio que permitan
establecer la existencia, en el territorio donde se adelanta el proceso, de reales
"circunstancias que puedan afectar el orden público, la imparcialidad o la
independencia de la administración de justicia, las garantías procesales, la publicidad
del juzgamiento, la seguridad del sindicado o su integridad personal".

2. Sin desconocer que en la problemática descrita existen factores de perturbación al


desempeño de la administración de justicia, su causa no está circunscrita al marco
espacial donde se adelanta el proceso, sino a aquel donde se encuentra privado de la
libertad el procesado, por lo que el cambio de radicación se erige en inadecuado
mecanismo a través del cual solucionar las dificultades planteadas en torno a la
custodia y seguridad del interno.
....
La remoción del proceso siempre tiene por finalidad contrarrestar factores externos de
perturbación del ejercicio de la actividad judicial; pero no todo factor perturbador de la
administración de justicia, se remedia con este instrumento, pues de ser así, se
desconocería su carácter residual y extremo, que jurisprudencialmente se le ha
atribuido, al reconocerse que se trata de una excepción al principio según el cual, el
juez competente por el factor territorial para conocer de un delito, es el del lugar de su
comisión.
.....
La existencia de información de inteligencia sobre la presunta planeación de una fuga
no constituye fundamento suficiente para autorizar la remoción del proceso, pues se
reitera, la seguridad de los internos es responsabilidad del Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario, entidad que para garantizarla cuenta con adecuados
mecanismos administrativos, cuya eficacia, en las circunstancias descritas, aconsejan
el traslado del procesado y no del proceso.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Cambio de Radicación
FECHA : 08/02/2000
DECISION : Niega el cambio de radicación solicitado
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 16747
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-Técnica en casación-Las causales no pueden alegarse


simultáneamente/ DEFENSA TECNICA-Defensor con licencia temporal
1. Así propuesto el ataque, se impone nuevamente precisar, como lo ha hecho la Sala
en reiteradas ocasiones, que la causal de nulidad no es de libre postulación, pues al
igual que las demás previstas en el artículo 220 del Código de Procedimiento Penal
exige para su formulación y desarrollo la técnica que de su naturaleza y contenido se
derivan por no ser, precisamente, subordinada o secundaria a aquellas. De ahí que, el
estrecho margen de libertad que permite este motivo de impugnación no puede en
modo alguno llegar a confundirse con la ausencia total de la lógica y metodología que
orientan este recurso, ya que corresponde al demandante no solo identificar clara y
plenamente la actuación que estima viciada, sino que además, es su obligación
demostrar por qué se le califica así, exponiendo de manera seria y razonada o bien el
desconocimiento de las bases fundamentales de la instrucción o el juzgamiento o las
garantías fundamentales de los sujetos procesales y su trascendencia en el fallo e

25
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

indicando con precisión las consecuencias de la irregularidad acusada, lo que no es


cosa distinta a cumplir con los requisitos previstos en el artículo 308 del Código de
Procedimiento Penal.

En esta medida, resultan acertadas las glosas del Delegado en cuanto al señalamiento
de las inconsistencias de orden técnico en que incurre el demandante al aducir
simultáneamente la vulneración del derecho de defensa y el debido proceso señalando
al mismo tiempo como causales de nulidad las previstas en el artículo 304.2.3 del
Código de Procedimiento Penal, ya que aparte de desconocer que éstas también son
autónomas e independientes, no resulta lógico ni jurídico que, como aquí procede el
demandante, se invoquen simultáneamente bajo el mismo supuesto fáctico y lo que es
peor sin ninguna argumentación que permita siquiera precariamente identificar en que
se traduce el quebranto al debido proceso y a qué se contrae la lesión al derecho de
defensa.

2. Para el actor resulta más que suficiente afirmar que el abogado que representó los
intereses de (...) desde el 9 de junio de 1.994 hasta el 22 de junio de 1.995, fecha en
que el aquí recurrente asumió el poder, no era abogado titulado, pues se identificó con
licencia temporal, lo cual, conforme a la jurisprudencia de la Corte Constitucional que
transcribe, constituye vulneración del derecho a la defensa, pero no se ocupa en modo
alguno por poner de presente de qué manera esa calidad del profesional lesionó los
derechos y garantías del procesado.

En estas condiciones, y siendo cierta la afirmación del demandante en cuanto a la


cualificación del defensor que lo antecedió en este proceso, importante resulta
precisar, en primer lugar, que si bien de acuerdo con el alcance que la Corte
Constitucional le ha dado al derecho de defensa a partir de su consagración en el
artículo 29 de la Carta Política, en el sentido de que tratándose de asuntos penales la
representación del procesado debe estar a cargo de un abogado titulado, no puede
desconocerse tampoco, que a partir de las excepciones a la aplicación de esta regla
general, la propia jurisprudencia de dicha Corporación ha admitido la presencia de
egresados no graduados y aún la de estudiantes de consultorio jurídico, pues en esos
eventos se cumple con el mínimo de garantía respecto a la persona que asume dicha
función, pues no solo dinamiza el deber de solidaridad que debe cumplir esta profesión,
sino que además quien tiene tales calidades, cuando menos cuenta con conocimientos
jurídicos que le permiten afrontar adecuadamente la defensa del sujeto pasivo de la
acción penal.

En este sentido, varios han sido los pronunciamientos de la Corte Constitucional,


debiéndose destacar entre ellos, los referidos a la autorización legal dada por el
artículo 31 del Decreto 196 de 1.971 para que los egresados con licencia temporal
puedan actuar en los asuntos penales durante la etapa de instrucción, o durante todo
el proceso, excepción hecha del recurso de casación cuando son designados de oficio,
lo que en el presente asunto obliga a estimar las consecuencias que se derivan de la
calidad acreditada del defensor de confianza designado por el procesado hasta cuando
asumió el poder el aquí recurrente, determinándose entonces, si el exceso en las
limitaciones previstas para el ejercicio de la abogacía puede, eventualmente, implicar
desmedro en el derecho de defensa técnica.

En efecto, al establecer el artículo 31 del Decreto 196 de 1.971 que "la persona que
haya terminado y aprobado sus estudios reglamentarios de derecho en universidad
oficialmente reconocida podrá ejercer la profesión de abogado, sin haber obtenido
título respectivo, hasta por dos años improrrogables, a partir de la fecha de terminación
de estudios, en los siguientes casos:...a) en la instrucción criminal, y en los procesos
penales, civiles y laborales de que conozcan en primera o única instancia los jueces
municipales o laborales, en segunda los de circuito y, en ambas instancias en los de
competencia de los jueces de distrito penal aduanero...b) de oficio, como apoderado o
defensor, en los procesos penales en general, salvo para sustentar el recurso de
casación, y c) En las actuaciones y procesos que se surtan ante los funcionarios de
policía", de donde se colige que la ley estableció como parámetro para diferenciar
entre la posibilidad de actuar durante todo el proceso penal en general y la instrucción,
la designación oficiosa que haga el funcionario judicial del egresado no graduado, pues
en esos eventos, su ejercicio profesional es integral, excepción hecha de la
sustentación del recurso de casación; en cambio, cuando actúa como apoderado de
confianza su actuación está limitada a la etapa de instrucción, tratándose de asuntos
de competencia en primera instancia de los jueces Penales del Circuito.

En estas condiciones, se tiene, entonces, que como el doctor (...) fue el defensor
designado directamente por el procesado (...) en ejercicio del derecho constitucional de

26
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

nombrar a un abogado que lo representara en el proceso, habría que afirmarse que en


lo que corresponde a esta etapa del proceso, ninguna objeción puede merecer su
presencia en dicha condición, pues sobre tal permisión legal para el ejercicio de la
abogacía, contenida en el artículo 31 del Decreto 196 de 1.971 en cita, se pronunció la
Corte Constitucional en sentencias C-034 del 30 de enero de 1.997, C-025 y C-744 del
11 de febrero y 2 de diciembre de 1.998, respectivamente, declarando su
exequibilidad, señalando en la última de las mencionadas que:

"La Corte halla perfectamente ajustado a la Carta Política que el legislador delimite el
campo de acción permitido a los titulares de licencias temporales y que ellas sean
admitidas solo en los trámites procesales taxativamente señalados por la ley.

Con tales precisiones no se contravienen las cláusulas de los tratados internacionales


invocados por el demandante (artículos 23 de la Declaración de los Derechos
Humanos; 6 del Pacto Internacional de derechos Económicos, Sociales y Culturales, y 8
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y políticos), los cuales se limitan a recalcar
la obligación estatal de permitir a las personas el libre ejercicio de su derecho
fundamental al trabajo, el cual -se repite- no es incompatible con la exigencia legal de
títulos de idoneidad.

El legislador, si tiene entre sus facultades la de establecer los títulos de idoneidad,


puede, dentro de nuestro sistema jurídico, señalar los asuntos para los cuales no son
indispensables, es decir, los que exceptúa de su exigencia, autorizando por tanto que
corran a cargo de personas no tituladas.

Puede, por supuesto, entonces, estipular niveles intermedios de títulos, reconociendo


idoneidad a quienes todavía no poseen el definitivo, pero siendo excepcionales tales
niveles- como el de licencias temporales y de los estudiantes de consultorios jurídicos-
es lógico que la ley establezca para ellos ciertas limitantes. Eso explica que señale
taxativamente los procesos y las instancias en las que pueden intervenir los portadores
de licencias temporales y que, en materia de recursos, no permita que se ejerza la
actividad litigiosa relación con el de casación, que es extraordinario y que exige un más
alto nivel de preparación académica".

Asimismo, ésta Sala en el fallo de tutela T4266 del 27 de febrero de 1.998, con
ponencia del Magistrado, doctor Jorge Anibal Gómez Gallego, al analizar el
pronunciamiento de la Corte Constitucional sobre la inexequibilidad del artículo 148 del
Código de Procedimiento Penal en lo pertinente a la designación de un ciudadano
honorable para la asistencia de la indagatoria del procesado, afirmó:

"De esta manera, sin las disposiciones que rigen la profesión de la abogacía y de la
defensoría pública las encargadas de dilucidar en cuáles casos y bajo qué condiciones
se hace permisible la actuación ante los despachos judiciales de personas que
careciendo de título de abogado sí cuentan con formación y adiestramiento en las
disciplinas jurídicas, dejando a salvo la defensa técnica de los sindicados. Estos
eventos, unidos a los de inexistencia de abogados titulados en algún municipio del país
o a la imposibilidad física y material de contar con su presencia, permiten descubrir en
toda su extensión los presupuestos que debe avalar la intervención no togados en los
asuntos penales.

Es que cuando el juzgador constitucional delimitó el alcance del debido proceso


enunciado en el artículo 29 de la Carta no partió de la base de que siempre fuera
sinónimo de defensa técnica el doctorado, la toma de borla o los pergaminos obtenidos
por el defensor en los campos académicos, sino la efectiva garantía de protección a los
derechos del procesado dentro del trámite valiéndose de personas jurídicamente
idóneas.

En este orden, lo que se vio poco ortodoxo y contrario al esquema estructural del
debido proceso fue la presencia de personas carentes de la ilustración mínima
fungiendo como defensores en la injurada y en otros pasajes procesales cuando en el
territorio donde se desarrollaban tales diligencias existían personas con las calidades
suficientes para asegurar la defensa..."

En estas condiciones, surge imperativo entonces, analizar si en el presente asunto en


concreto la intervención del citado profesional durante la etapa del juicio, cuando
legalmente no podía ejercer la abogacía, implicó para (...) una lesión a su derecho de
defensa, debiéndose destacar desde ya, que la conclusión no pude ser otra a la que
ninguna incidencia negativa tuvo para los intereses de quien representaba, pues dicha
situación por si sola no genera nulidad

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 08/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio
culposo agravado
PROCESO : 12059
PUBLICADA : Si

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APLICACIÓN INDEBIDA DE LA LEY-Cuándo se configura-Diferencia con la


interpretación erronea-No pueden alegarse simultáneamente/ESCRITURA
PUBLICA-Naturaleza del documento-Etapas para su perfeccionamiento/
FALSEDAD MATERIAL EN DOCUMENTO PUBLICO-Se configura cuando se
añade a una escritura pública comprobantes fiscales auténticos de otra para
simular el pago de impuestos
1. La aplicación indebida de la ley sustancial supone la existencia de un error en la
selección del precepto, falencia que conduce a que la imputación no guarde
correspondencia con el tipo penal. Trátase de aquellos casos en los cuales la norma no
contempla los hechos reconocidos por la sentencia. Por lo tanto, cuando se aduce que
una norma no es la que comprende la situación jurídica sustancial que fue materia de
juzgamiento, se impone acudir a la aplicación indebida pues lo que en realidad se ha
hecho por el Juzgador ha sido activar la norma respecto de una contingencia no
regulada por ella, como fruto de una inadecuada o mala escogencia, pues la
disposición seleccionada se entiende abstractamente en forma correcta pero los
hechos deducidos del proceso no se corresponden con los de la hipótesis legal
escogida. Es un error de subsunción de unos hechos en una disposición legal que no los
contiene, es un yerro en el que se incurre al establecer la relación de semejanza o de
diferencia entre el caso particular y el hecho hipotéticamente trazado por la norma.
Dícese, en últimas, que en este error de adecuación la norma aplicada, que tiene
existencia y validez jurídica, no regula, no recoge los hechos juzgados, porque éstos no
se adecuan ni se corresponden con ella. Es una falla de diagnosis, de impertinencia de
la ley al parangonarla con el caso concreto.

En la interpretación errónea se parte de que se acepta el precepto aplicado en cuanto


es el que precisamente se vincula con el asunto concreto pues que la norma elegida es
la adecuada, pero que se yerra en su interpretación por cuanto se le da un sentido o un
alcance que no tiene. El equívoco judicial aquí tiene que ver con el significado de la
norma, con su contenido, más no con su selección o escogencia. Por ello, en esta
hipótesis, al deber de aceptar los hechos y las pruebas, se debe sumar la obligación de
aceptar que la selección de la fuente formal en la que el juzgador resuelve el problema
es la correcta, pues el error no recae en la selección de la norma, sino en su
entendimiento, porque se le da un valor que trastoca su verdadero contenido,
menguándolo o aumentándolo o en algunos extremos tergiversándolo ( C. S. J.,
Sentencia del 11 de marzo de 1996, M. P. Dr. Carlos Eduardo Mejía Escobar). El
precepto seleccionado o escogido es el pertinente pero se le atribuye un alcance y un
contenido que no tiene.

La Sala, en sentencia de casación del 29 de mayo de 1997 ( M. P. Dr. Fernando


Arboleda Ripoll ), dijo lo siguiente sobre el punto, en un caso técnicamente similar al
ahora estudiado:

"Puestas en razón se encuentran las apreciaciones del Ministerio Público,


cuando sostiene que el reproche adolece de fallas técnicas y sustanciales en su
presentación, desarrollo y conclusión, tornándolo inexaminable, en razón a que el

28
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

censor estructura el cargo sobre la base de que la citada norma fue erróneamente
interpretada, pero a la vez plantea aplicación indebida del mismo precepto".

"Como es bien sabido, los llamados sentidos o conceptos de la violación, o maneras


como se llega a la transgresión de una norma de derecho sustancial en el ejercicio de
la actividad in iudicando, son tres: falta de aplicación, aplicación indebida e
interpretación errónea. Se inaplica una norma, cuando se la excluye o ignora, debiendo
ser acogida; se aplica indebidamente, cuando se la tiene en cuenta, siendo ajena al
hecho juzgado; y se malinterpreta, cuando se yerra en la determinación de su
significado".

"En las dos primeras especies de violación, el juzgador se equivoca en la


selección del precepto que regula el caso, mientras que en la última, acierta en su
escogencia pero yerra al precisar su sentido o alcance. De allí que resulte un
contrasentido insalvable, en cuanto atenta contra el principio lógico de no
contradicción, alegar en relación con una misma norma de derecho sustancial,
aplicación indebida e interpretación errónea, pues mientras la una presupone que la
disposición seleccionada es extraña al caso, la otra admite que lo gobierna".

"En esta imprecisión de orden técnico incurre el impugnante en el caso sub


judice, al sostener, dentro del mismo reproche, que el artículo 324-7 fue falseado en su
alcance por el fallador, planteamiento que implícitamente comporta la aceptación de
que su selección es correcta, y a renglón seguido, que dicho precepto no es el llamado
a regular el asunto".

"Si el casacionista pretendía demostrar que el fallador se equivocó en el proceso de


subsunción de los hechos en el ordenamiento jurídico, porque el homicidio no es
agravado sino simple, debió plantear aplicación indebida del artículo 324-7 del Código
Penal y, correlativamente, falta de aplicación del 323 ejusdem, pero no interpretación
errónea del primero de estos preceptos, porque, como se deja expuesto, esta
proposición implica que la norma aplicada al caso por el juzgador es la correcta".

2. Los artículos 231 y siguientes del código penal de 1936 regulaban lo concerniente a
la falsedad en documentos. Aquél, casuístico por excelencia, mencionaba nueve formas
de falsificar escrituras o documentos públicos, entre ellas las consistentes en hacer en
un documento verdadero cualquier intercalación o alteración que variara su sentido
( No. 6 ) y en intercalar cualquier escritura en un protocolo, registro o libro oficial ( No.
8 ). Intercalar, con el lenguaje común de las palabras, es agregar una cosa entre otras,
interpolar e introducir. De modo que cuando alguien añadía cualquier cosa en un
documento verdadero o adicionaba cualquier escritura, incurría en delito de falsedad.

LLegados los momentos de las reformas, quiso ser eliminado el casuismo del Estatuto
de 1936. Así se expresó en el anteproyecto 1974 de código penal, precisamente en
relación con el artículo 231 citado, según se percibe en el Acta No. 80, de la sesión del
19 de octubre de 1973, opinión atendida y seguida por los proyectos de 1976
( artículos 272 s.s. ) y de 1978 ( artículos 287 s.s.). Finalmente, para la comisión que
elaboró el texto que básicamente hoy nos rige quedó clara la finalidad buscada. En
efecto, en la Relación Explicativa del código penal de 1980, se dijo lo siguiente en
materia de delitos contra la fe pública:

"Todos los tipos básicos se elaboran con una fórmula simple, omnicomprensiva y se
eliminó el sistema casuista de enumeración de verbos rectores alternativos, engorrosa
fuente de dudas y dificultades en la interpretación de las normas. En todas ellas se
utilizó como verbo rector "falsificar" que comprende, sin duda alguna, la elaboración
total, ex novo, de monedas, sellos, papel sellado, estampillas, marcas, registros
técnicos y documentos, sino también cualquier alteración, o modificación de los
mismos. Estima la Comisión que la nueva técnica legislativa utilizada en la
construcción de estos tipos penales facilitará en grado sumo la explicación de las
normas".

En la misma Relación, más adelante, y en concreto, se lee:

"Como antes se dijo, en los tipos básicos se utilizó el verbo rector "falsificar", en vez de
la casuística, peligrosa y compleja enumeración del artículo 231 del Código vigente, y
se clarificaron técnicamente las diversas conductas punibles".

Con este poco de historia reciente queda claro que cuando el actual código penal
utiliza el verbo "Falsificar" en su artículo 220 no excluye ninguna modalidad o manera

29
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

de "falsificar" documentos y que, al contrario, más bien, con su amplitud incluye como
una especie el agregar, adicionar o intercalar.

La misma historia reciente del estatuto punitivo sirve para demostrar que la falsedad
documental puede ser total o parcial y no necesariamente la una o la otra. Así, en el
artículo 238 del anteproyecto de 1974 se dijo:

"Falsedad material de particular en documento público. El que elabore, en todo o en


parte, un documento público falso o altere uno verdadero, que puedan servir de
prueba, incurrirá en...".

La fórmula del artículo 274 del proyecto de 1976 es similar, como también lo es la
definición del artículo 289 del proyecto de 1978. Resulta nítido, entonces, que el querer
del "legislador" era reducir la cantidad de las varias maneras de falsificar e
incorporarlas en un verbo que las comprendiera a todas. De ahí que el artículo 267 del
proyecto final, el de 1979, depurando las propuestas que le precedían, en aras de la
síntesis, dejó el asunto así:

"Falsedad material de particular en documento público. El que falsifique documento


público que pueda servir de prueba, incurrirá en...".

Y esta descripción es exacta a la del actual artículo 220 del código penal.

Si se reúnen los dos literales anteriores, fácilmente se concluye que comete falsedad
material tanto quien añade algo a un documento, como quien lo crea o altera total o
parcialmente, sea que lo uno o lo otro se haga para confeccionar en todo o en parte un
documento falso o para modificar uno ya existente.

Por ello, tras hacer el recorrido de las legislaciones anteriores y explicar la actual
terminología en materia de falsedad documental, el Profesor Luis Carlos Pérez escribe:

"Se reitera: falsificar es crear algo mentiroso, inventar cosas o situaciones irreales,
adulterar y contrahacer. A su vez, contrahacer es imitar y fingir, aparentar lo que no es
cierto. Con lo cual se indica nuevamente que el verbo rector fue bien escogido, pues
comprende todas las conductas enumeradas, de modo que tanto falsifica el que hace
el documento total o parcialmente como quien lo imita del original, lo finge o lo altera"
(Derecho Penal. Partes General y Especial. Tomo IV. Bogotá, Temis, 1985, p. 72 ).

La doctrina también se ha ocupado del tema. Así, por ejemplo, el Profesor Giuseppe
Maggiore expresa:

"Falsedad material. Se tiene esta forma de falsedad siempre que la inmutación de la


verdad recae materialmente sobre la escritura. La inmutación de la verdad puede
efectuarse, o mediante formación o contrahechura, o mediante alteración, o por
medio de supresión. Formación es la creación de un acto. Contrahechura es la
formación total o parcial de un acto falso, sea que se cree enteramente un documento
falso ( en el contenido o en la forma ), sea que se cree parcialmente, por medio de
adiciones, supresiones o modificaciones, distintas de la verdad ( por ejemplo,
agregándole al documento legítimo notas accesorias falsas, como registros, endosos,
cancelaciones, etc)" ( Derecho Penal. Parte Especial. Volumen III. De los delitos en
particular. Bogotá, Temis, 1972, T: José J. Ortega Torres, p. 572) ( subraya fuera del
original).

El Profesor Juan Ignacio Echano Basaldua, analizando el artículo 390-2 del C. P. español,
que prevé como conducta delictiva la simulación de un documento, afirma que esta
forma de falsedad material se presenta cuando, en todo o en parte, se atribuye el
documento a quien no lo formó, es decir, se confecciona total o fragmentariamente un
documento inauténtico. Y señala:

"Las falsedades materiales, por tanto, consisten en la creación de una prueba


documental inauténtica de un hecho cierto o falso" ( En, Miguel Bajo Fernández,
director: Compendio de derecho penal - Parte Especial -, Volumen II. Madrid, Editorial
Centro de Estudios Ramón Areces S. A., 1998, ps. 778/9).

Similar es el pensamiento del Tratadista Silvio Ranieri:

"...se tiene falsedad material cuando se ha formado, en todo o en parte, un


documento falso, o cuando ha sido alterado un documento verdadero. Sus formas de
manifestación son, por lo tanto, la contrahechura y la alteración..." .

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Luego, cuando alude a las clases de conducta, explica:

"En la hipótesis de la formación del documento, en todo o en parte, ... comprende aún
la reproducción de un documento falso, ... la creación de un delito anteriormente
inexistente o en adiciones a un escrito genuino..." ( Manual de derecho penal. Tomo IV.
Parte Especial. De los delitos en particular. Bogotá, Temis, 1975, T: Jorge Guerrero, ps.
418 y 422 ) ( resalta la Sala ).

De la compilación que pudiéramos denominar Estatuto de Notariado y Registro,


integrada esencialmente por los decretos 960 de 1970 ( Estatuto del Notariado ), 1250
del mismo año ( Estatuto del Registro de Instrumentos Públicos ), 2156 y 2163 de
1970, 2148 de 1983 y 231 de 1985, así como por la ley 29 de 1973, podemos
sintetizar en los siguientes puntos lo relacionado con el tema Escritura Pública, frente
al asunto que se estudia y teniendo en cuenta que la normatividad básica referida era
la vigente para la época de los hechos.

Una escritura pública es el instrumento que contiene declaraciones en actos jurídicos,


emitidas ante notario, con los requisitos previstos en la ley y que se incorpora al
protocolo. El C. de. P. C., más sintético, dice que cuando un documento público es
otorgado por un notario o por quien haga sus veces y se ha incorporado al respectivo
protocolo, se denomina escritura pública ( artículo 251-3).

Para el perfeccionamiento de la escritura se requieren cinco pasos: recepción,


extensión, otorgamiento, autorización y protocolización.

1) La recepción es el acto por el cual el notario recibe, percibe o se entera de las


declaraciones que los interesados quieren hacer.

2) La extensión consiste en redactar, elaborar y plasmar materialmente el texto.

3) El otorgamiento es el asentimiento expreso que los declarantes dan al documento


elaborado o extendido. Esta fase implica la comparecencia de las personas ante el
notario, su identificación ante éste, la lectura del instrumento y la suscripción o firma
del mismo.

4) La autorización se cumple con la firma del notario en muestra de la fe que le


imprime al instrumento con base en que se llenan los requisitos legales. No obstante,
el notario se puede abstener de firmar, por ejemplo cuando observa que el instrumento
es nulo o cuando no se pagan los derechos notariales o los impuestos, en los casos en
que la normatividad permite a la notaría el recaudo directo. En este momento de la
confección de la escritura pública es imprescindible la presentación de los
denominados comprobantes fiscales, cuando se trata de bienes inmuebles y que
comprende el pago oportuno de impuestos municipales o distritales, para lo cual basta
con la entrega del "recibo de pago".

5) La protocolización es la anotación o radicación del instrumento en el Libro de


Relación.

Para el acto de otorgamiento y firma del instrumento, los interesados deben presentar
los comprobantes fiscales, al punto que si no se hace, se prohibe al notario aceptar tal
otorgamiento. Por lo tanto, ante el impago es imposible la autorización. Tales
comprobantes fiscales, como ordena expresamente el artículo 44 del decreto 960 de
1970, se deben agregar a las escrituras a que correspondan, en forma original o en
fotocopia autenticada.

La escritura pública es un documento complejo, simbiótico, en cuanto se compone, de


una parte, de las declaraciones de los interesados y, de la otra, de las que hace el
notario. El notario, así, es el autor del instrumento, y los otorgantes, los autores del
negocio jurídico, partes que conforman la unidad estructural conocida como escritura
pública. Provienen de los interesados todas las declaraciones relacionadas con el
inmueble, y del notario todas aquellas relacionadas con la identificación de la escritura,
la comparecencia e identificación de los otorgantes, la protocolización de todos los
documentos que se insertan junto a la declaración de voluntad de los otorgantes, la
autorización de la escritura, etc. Por eso, insístese, la escritura pública constituye una
unidad estructural.

Si comparamos lo anteriormente expuesto con la conducta realizada por la señora (...),


fácilmente se concluye que ella, al insertar en un instrumento un "recibo de pago"

31
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

perteneciente a otro instrumento, parcialmente realizaba una de las fases de la


creación de la escritura apócrifa porque colocaba uno de los eslabones de su falsedad,
es decir, desplegaba uno de los actos que configuraban su comportamiento finalmente
falsario.

Pero allí no se acababa el proceso de elaboración de la escritura falsa. Luego de


agregar el recibo, debía lograr, con otro acto, que la Registradora signara las hojas,
dando con ello fe de la legalidad de los componentes de la escritura, dentro de ellos lo
relacionado con el "recibo" que demostraba el pago de los tributos. Para esto, gracias
a sus conocimientos sobre el trámite de la escrituración en razón de su tiempo de
trabajo en la Registraduría, así como sobre el sistema de trabajo de la Registradora,
obtuvo que esta, sin percatarse de lo sucedido, impartiera fe pública a la declaración
de voluntad, concretamente respecto de la cancelación de los impuestos.

Y seguía otro paso: entregarle a los interesados el documento para que, por último, sin
inconvenientes, lo llevaran a la notaría, ésta procediera a la autorización y, después, la
depositara en el protocolo.

De manera que la señora (...), para desarrollar una conducta final que sabía constaba
de varias partes, en primer lugar le adicionó a la escritura un recibo que se entiende
falso pues no pertenecía al escrito inicial sino a otro; en segundo término, hizo que la
Registradora, utilizada como simple medio o instrumento, hiciera constar la veracidad
del pago de impuestos; en tercer lugar, recogido el escrito por los interesados,
prosiguió con el engaño; y, por último, la fase culminante, la escritura, que seguía
portando la prueba falsa del pago del impuesto de Registro y Anotación ante la
Tesorería Municipal, pasaba a engrosar el protocolo, así la señora (...), luego de la firma
de la Registradora, desprendiera el recibo y lo tornara al sitio del cual lo había tomado.
La falsedad, en síntesis, implicaba varios pasos, continuos, y todos los dio doña (...)

Como la conducta desplegada por la señora (...) sí fue la de "falsificar" documento que
podía servir de prueba, hizo bien la Justicia al adecuarla al artículo 220 del C. P.
Comprender dentro de un documento genuino y auténtico otro también genuino y
auténtico, pero conformar con los dos una unidad falsa, implica la creación de un
documento final espurio.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 14/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.
PROCESO : 16678
PUBLICADA : Si

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TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-Diferencia entre los institutos de la


audiencia especial y la sentencia anticipada/SENTENCIA ANTICIPADA-La
negativa injustificada de su opción genera nulidad/ AUDIENCIA ESPECIAL-La ley
faculta al Fiscal para negar su trámite cuando considere que no hay duda
probatoria/ NULIDAD-Omisión de respuesta a solicitud de audiencia especial
1. Como toda persona tiene derecho a un debido proceso "sin dilaciones injustificadas"
y a las rebajas punitivas consagradas para quien se acoge a estos especiales trámites,
que se pueden convertir en la mejor opción de defensa frente a la contundencia
probatoria, cuando el interesado los solicita y el funcionario no accede, cumpliéndose
los requisitos señalados en la ley, se genera una nulidad, pues no es el proceso
ordinario el que en tal caso debe rituarse, sino uno especial, como lo ha sostenido la
Sala:

"La sentencia anticipada y la audiencia especial son ritos alternativos especiales, que
significan un abandono del procedimiento ordinario, en pro de loables fines de

32
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

economía procesal, descongestión del aparato de la justicia y agilización del respectivo


proceso. De modo que, como lo proclamó Carrara, sería un enorme engaño a la
sociedad que el legislador se ocupara de regular todo un procedimiento especial, si, a
la vez, no se prevé una consecuencia para su desconocimiento injustificado, pues, en
tal caso, la eficacia del rito no depende del cumplimiento de esas imperativas reglas
sino del gusto de los funcionarios judiciales. Así entonces, satisfechos por el
peticionario los requisitos de admisibilidad y procedibilidad de la sentencia anticipada o
de la audiencia especial, el debido proceso constitucionalmente prescrito ya no será el
ordinario sino el que disponen los artículos 37 y 37A del Código de Procedimiento
Penal, máxime que la regulación de la primera figura fue hallada conforme con dicha
garantía fundamental por la Corte Constitucional, según se decidió en la sentencia de
constitucionalidad C-425 del 12 de septiembre de 1996, cuya ponencia presentó el
magistrado Carlos Gaviria Díaz.

"De acuerdo con el artículo 29 de la Constitución Política, toda persona tiene derecho a
un debido proceso público y "sin dilaciones injustificadas", con más veras si el
interesado lo propicia con su propia voluntad y actividad (sentencia anticipada), razón
por la cual, aunque se adelante una actuación plena en etapas y formalidades, una vez
cumplidos los presupuestos del rito especial, negarlo y continuar el procedimiento
ordinario comporta una "dilación injustificada". Se palpa en nuestro medio una especie
de superstición judicial consistente en que a mayor dilación en el procedimiento mayor
oportunidad de defensa, pero ocurre que el proceso de sentencia anticipada, si
proviene de una voluntad clara del procesado (y ello hace parte del control de los
funcionarios judiciales), es la mejor opción de defensa libremente escogida por él (no
impuesta por el funcionario), máxime que tal actitud, si se concreta, le representa una
significativa rebaja de pena.

"Pretender que la mejor defensa es la que propugna a cualquier precio por la


absolución, aun en contravía de la más comprometedora evidencia procesal, no es más
que un mal hábito lamentablemente consolidado en el pensamiento de algunos
abogados. La procuración sincera y sensata de aminorantes del juicio de reproche o de
la pena, sobre todo cuando se hace oportunamente, puede dibujar mejores perfiles de
defensa que un empecinamiento engañoso y con ínfulas de habilidad jurídica no
procedente en el caso.

"Lo que en frase tradicional se conoce como "pronta y cumplida justicia", o proceso
rápido, según la dogmática procesal, es un derecho fundamental que realizado protege
no sólo a la sociedad sino también a la persona que está sub judice. Este valor de la
celeridad, lo mismo que los de la participación democrática, defensa auténtica e
igualdad de oportunidades, que hacen parte del debido proceso penal en línea
constitucional, se ven afectados cuando se niega injustificadamente la opción de
sentencia anticipada y, en consecuencia, la decisión que así lo haga estará afectada de
nulidad (Const. Pol, art. 29; Ley 74 de 1968, art. 14; y Ley 16 de 1972, art. 8°)*.

Sin embargo, entre las 2 instituciones hay diferencias que inciden frente a la eventual
nulidad que puede acarrear su no-práctica.

En efecto, a la sentencia condenatoria, previa audiencia especial, se llega en virtud de


un acuerdo, de una transacción, cuando hay duda probatoria sobre la existencia de
alguno o algunos de los aspectos a que se refiere el artículo 37A: adecuación típica,
grado de participación, forma de culpabilidad, circunstancias del delito, condena de
ejecución condicional y preclusión por otros comportamientos sancionados con pena
menor. En cambio, a la sentencia anticipada se arriba no en virtud de un consenso,
"sino porque el procesado, motu proprio, resuelve admitir los cargos, sin condiciones ni
controversia", como lo ha sostenido la Sala**.

Por eso, en el trámite de sentencia anticipada, previsto en el artículo 37 del C. de P. P.,


se cita para una audiencia de formulación y aceptación de cargos, en tanto que en el
de audiencia especial se convoca a debatir los puntos que propongan el procesado (ó
su defensor), o el fiscal (cuando de él parte la iniciativa), y con relación a los cuales se
considere que existe duda probatoria, por lo cual, una vez presentados los cargos por
el fiscal, se entrará a debatir tales aspectos, de manera que si se llega a un acuerdo,
que constará en el acta respectiva, el proceso se remitirá al juez del conocimiento,
quien deberá dictar sentencia conforme a lo acordado "si encuentra el acuerdo
ajustado a la ley y no se han violado los derechos fundamentales del procesado".
Contrario sensu, si no hay duda, o no se puede llegar a un acuerdo en la audiencia con
relación a la advertida, el proceso continuará su trámite normal.

33
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Como a la sentencia condenatoria, previa audiencia especial, se llega en virtud de un


acuerdo que permitió superar la duda probatoria existente, la ley faculta al fiscal para
negarse a citar la diligencia cuando considere que no hay duda, y, por lo tanto, que no
hay nada que debatir, como se desprende de lo estatuido en el primer inciso de la
norma en comento y en su parágrafo 2°, al tenor de los cuales el citado funcionario
judicial no estará obligado a citar a la audiencia "cuando advierta que existe prueba
suficiente en relación con los aspectos sobre los cuales puede versar el acuerdo".

Lo anterior marca una fundamental diferencia entre estas 2 formas de terminación


anticipada del proceso, en cuanto a las consecuencias de su no celebración: si no se
cumple el trámite de la sentencia anticipada, legalmente solicitado por el procesado,
habrá nulidad por quebrantamiento de la garantía del debido proceso. En cambio, si no
se sigue el trámite de la audiencia especial porque el fiscal considera que no hay duda
probatoria y, en consecuencia, que no se requiere ninguna audiencia para polemizarla
y procurar un acuerdo, no habrá nulidad.

2.El casacionista reprocha haberse pretermitido el especial rito previsto en el artículo


37A, citado, pues si bien es cierto se declaró por el juez del conocimiento la invalidez
de la diligencia de audiencia especial, esa nulidad no comprendió el resto de lo
actuado, incluida la solicitud que presentó su defendido, con su coadyuvancia, de
acogerse a esta forma de terminación anticipada, con lo que se quebrantó la garantía
del debido proceso.

Al respecto la Sala expresa que es cierto que ese acto de postulación no fue anulado y
que habría podido ser respondido expresamente por el fiscal, más sin embargo, esa
eventual informalidad ninguna consecuencia tendría para la validez del proceso, pues
se trataría de una omisión suplida por el fiscal al clausurar la investigación, toda vez
que con esta resolución claramente dió a entender que para él nada había que discutir,
pues no existía duda probatoria que justificara la nueva citación a audiencia y que, por
lo tanto, el proceso debía continuar su curso normal.
___________
* Ver casación N° 10397, abril 16/98. M. P. Drs. Jorge Anibal Gómez Gallego y Carlos
Eduardo Mejía Escobar.
** Ver casación marzo 4/96, M. P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA


DECISION : No casa
PROCESO : 11434

NULIDAD-Omisión de respuesta a solicitud de audiencia especial (Salvamento de


voto)
Dr. Alvaro Orlando Pérez Pinzón

1. La declaración de nulidad hecha por el Señor Juez comprendió la práctica de la


diligencia solicitada por el procesado y coadyuvada por su defensor, más no la solicitud
hecha por estos. Por tanto, permanecía íntegra, con absoluta vigencia, como la Sala
Mayoritaria lo reconoce. Siendo así, como mínimo, la parte defensiva merecía una
respuesta de parte de la Fiscalía.

2. Esta, en vez de pronunciarse sobre lo pedido, cerró la investigación y continuó el


proceso, conducta altamente reprochable, como que significa ruptura flagrante del
debido proceso. La Sala, sin embargo, encuentra que ello no es grave, con estas
palabras:

"...es cierto que ese acto de postulación no fue anulado y que habría podido ser
respondido expresamente por el fiscal, mas sin embargo, esa eventual informalidad
ninguna consecuencia tendría para la validez del proceso, pues se trataría de una
omisión suplida por el fiscal al clausurar la investigación, toda vez que con esta
resolución claramente dio a entender que para él nada había que discutir, pues no
existía duda probatoria que justificara la nueva citación a audiencia y que, por lo tanto,
el proceso debía continuar su curso normal".

Especialmente en el anterior texto se encuentra la fuente del reproche que hace el


suscrito. En efecto:

34
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

a) Es evidente. El acto de postulación no fue anulado; y como no lo fue, requería una


respuesta judicial, como ordena el respeto por el debido proceso pues que toda
petición tiene que ser contestada.

b) No es cierto que el escrito de petición habría podido ser respondido expresamente.


Las respuestas judiciales no son facultativas. Son imperativas al punto que cualquier
solicitud, por mínima e irrisoria que parezca, necesita de respuesta. Las respuestas
tácitas no existen en nuestra legislación procesal penal. Ante una propuesta del
procesado y de su defensa técnica, no es posible dejar en manos del funcionario
judicial el que conteste o no, o el que lo haga de una u otra forma. La ley le impone
responder y siendo así, la contestación tiene que ser expresa, sin que se admita el que
hubiera podido ser expresa. El contradictorio, cuando hay lugar a él o puede haberlo,
no se traba si ante una solicitud escrita el funcionario de la justicia se abstiene de
hablar y como si actuara solo en el trámite de los procesos, simplemente continúa
adelante.

c) La actuación de la Fiscalía no constituye una eventual informalidad. Al contrario: es


una concreta afrenta pues que sin tener en cuenta las palabras de uno de los
protagonistas del proceso, sigue la ruta establecida en la ley pero saltando uno de sus
pasos. Y no se trata de una simple informalidad. Se trata de una conducta altamente
indebida pues, al no responder, quebró la posibilidad de por lo menos intentar una
mejoría de la situación del imputado. Y cercenar una probabilidad procesal es tocar
fondo frente a las garantías y derechos de las personas. No es una omisión sencilla, no
es una postura simple; es un rechazo a la posibilidad del ejercicio de derechos.

d) Tampoco es una omisión suplida por el "cierre de la investigación", primero porque al


Funcionario Judicial no se le ha otorgado el poder de subsanar sus yerros
desconociendo derechos y simplemente "siguiendo adelante", per saltum; y segundo,
porque de haberse adelantado el procedimiento como dispone la ley, el procesado
habría podido ser beneficiado, expectativa totalmente mutada con el inmediato cierre
de la investigación.

e) El Funcionario Judicial no puede adelantar procesos "dando a entender lo que hace".


Si la Fiscalía entendía - la Sala lo supone, porque nada lo prueba - que era inocua la
diligencia solicitada, tenía el deber de decirlo. Y no lo hizo. De allí no puede inferirse
que el Instructor no le veía viabilidad a la petición y que por tanto era jurídico callar y
tomar otra decisión.

Los literales anteriores muestran cuán grave fue la actitud del investigador: no
contestó, siguió de largo, desatendió y, por supuesto, al no reconocer un derecho,
vulneró el debido proceso.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 15/02/2000
DECISION : No casa
PROCESO : 11434
PUBLICADA : Si
Salvamento de Voto Dr. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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EXTRADICION PASIVA-Naturaleza mixta del trámite/ EXTRADICION-Finalidad/


EXTRADICION PASIVA-Estados Unidos: Inexistencia de convenio aplicable-
Concepto emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores el 6 de diciembre de
1999 al Secretario de la Comisión Segunda del Senado/EXTRADICION PASIVA-
Declaración de reciprocidad: Su exigencia es competencia exclusiva del Gobierno
Nacional
1. Nuevamente se impone para la Sala reiterar, como ya lo ha venido haciendo desde
antaño, y de manera especial y reiterada en los últimos meses, que el trámite de

35
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

extradición que concibe nuestro sistema procesal es de naturaleza mixta, es decir, que
en él participa tanto el poder Ejecutivo como el Judicial, pues aunque se trata de un
instrumento internacional que persigue la investigación y castigo de una determinada
clase de delitos que trascienden las fronteras y generan efectos nocivos en diversas
partes del mundo, es indudable, que se trata de una herramienta que en el ámbito de
la política internacional de los Estados debe ser determinada con el consenso de la
comunidad internacional, respetando en todo caso el principio de soberanía de los
países que la conforman.

2. Por eso, la extradición, se ha sostenido, es en esencia un mecanismo de asistencia y


cooperación judicial entre Estados, cuya finalidad es impedir la impunidad del delito,
por manera que, el infractor de la ley penal no se valga del traspaso de las fronteras
para impedir su juzgamiento el cumplimiento de una sanción por las conductas
punibles para cuyo propósito, dentro del ámbito del manejo de las relaciones
internacionales, los diversos países han suscrito convenios y tratados bilaterales o
multilaterales, sin que ello signifique en ausencia de éstos, la legislación interna de
cada Estado pueda prever los mecanismos adecuados para su aplicación, pues al fin y
al cabo depende de la política que cada Gobierno adopte sobre el particular frente a la
comunidad internacional.

3. contrario a lo que sostiene el apoderado (...), en el concepto emitido por el Ministerio


de Relaciones Exteriores el 6 de diciembre de 1.999 al Secretario de la Comisión
Segunda del Senado, en el cual se analiza de manera concreta la situación de Colombia
y los Estados Unidos de América en materia de extradición y los posibles convenios o
tratados vigentes, se expuso que las convenciones que ahora cita el petente como
sustento de sus pretensiones, son inaplicables por lo siguiente:

"1. En materia específica de extradición, Colombia y los Estados Unidos de América


firmaron y ratificaron la Convención de Montevideo del 26 de diciembre de 1.933,
instrumento internacional al cual no se puede acudir pues el artículo 21 del mismo
señala de modo categórico y taxativo que el tratado no es aplicable sino en ausencia
de tratados bilaterales o colectivos. De tal suerte que, atendiendo el pronunciamiento
del Consejo de Estado antes referido, que con meridiana claridad señala que el tratado
de extradición entre Colombia y los Estados Unidos está vigente, queda totalmente
claro que la Convención de Montevideo no es aplicable en la actualidad.

2. La Convención Unica de 1.961 sobre Estupefacientes, enmendada por el Protocolo


de modificación de la misma de 1.972, es un instrumento multilateral del cual son
parte Colombia y Estados Unidos de América, con el cual se trató de concertar una
convención internacional de aceptación general, en sustitución de los tratados
existentes sobre estupefacientes.

Debe Señalarse que el artículo 36 específicamente señala:

a)Que su aplicabilidad está sujeta "(a) reserva de lo dispuesto por su constitución, del
régimen jurídico y de la legislación nacional de cada parte".

De igual forma estipula que:

"(l)as partes que no subordinen la extradición a la existencia de un tratado


reconocerán los delitos enumerados en el párrafo 1 y en el inciso ii) del apartado a) del
párrafo 2 del presente artículo como casos de extradición entre ellas, sujetos a las
condiciones exigidas por el derecho de la parte requerida".

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 35 de la Constitución Política,


modificado por el Acto Legislativo 1/97, Colombia no es un país que subordine la
extradición a la existencia de un tratado público, al señalar que:

"La extradición se podrá solicitar, conceder u ofrecer de acuerdo con los tratados
públicos y, en su defecto con la ley.

Además, la extradición de los colombianos por nacimiento se concederá por delitos


cometidos en el exterior, considerados como tales en la legislación penal colombiana.

La extradición no procederá por delitos políticos.

No procederá la extradición cuando se trate de hechos cometidos con anterioridad a la


promulgación de la presente norma".

36
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

De conformidad con lo señalado en concepto de abril 16 de 1.998, de la Sala de


Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia,

"(...) la finalidad buscada por la reforma, como fue la de derogar la prohibición de


extraditar nacionales colombianos por nacimiento, la evolución histórica de la
institución y los antecedentes que precedieron al acto legislativo, no cabe duda para la
Sala que la excepción no retroactividad de la extradición del último inciso del artículo
35 de la Constitución Política sólo hace referencia a ellos (...)".

Es claro entonces, que a partir de la modificación del artículo 35 de la Constitución se


presenta una prohibición de no aplicar retroactivamente la extradición de colombianos.

En este orden de ideas, la Convención Unica de 1.961 modificada por el Protocolo de


1.972, es inoperante; afirmar que es aplicable implicaría que al amparo de la misma
podrían solicitarse en extradición colombianos por nacimiento que hubiesen cometido
delitos que puedan llevar a la extradición, desde el 3 de marzo de 1.975, aplicación
que a la luz de lo dispuesto en la Constitución y en la Sentencia de la Corte Suprema
de Justicia, sería violatoria del artículo 35 de la Carta.

Dispone finalmente la Convención:

"b) Que la extradición será concedida con arreglo a la legislación de la parte a la que se
haya pedido".

En consecuencia, en virtud de lo dispuesto por este aparte, la extradición pasiva se


regirá por la legislación de la parte requerida.

2. Frente a la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de


Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, de la cual son parte Colombia y los Estados
Unidos, este último país, en uno de los "entendimientos" relacionados con el trámite de
extradición manifestó:

"Los Estados Unidos no consideran esta Convención como la base legal para la
extradición de ciudadanos a cualquier país con el cual Estados Unidos tengan un
tratado de extradición bilateral vigente" (traducción no oficial).

Igualmente, el artículo 6, numeral 5 de la Convención mencionada establece que:

"La extradición estará sujeta a las condiciones previstas por la legislación de la Parte
requerida o por los tratados de extradición aplicables, incluídos los motivos por los que
la Parte requerida puede denegar la extradición".

En consecuencia, esta Convención no establece un procedimiento al cual se deba


sujetar la extradición, señalando que ésta se rige por las condiciones previstas por la
legislación del Estado requerido".

Sobre dicho documento, es del caso destacar que al referirse a los usos y costumbres y
principios internacionales, luego de señalar que éstos últimos se encuentran
enunciados en la Declaración sobre los principios de Derecho Internacional
concernientes a las relaciones de amistad y cooperación entre los Estados en
concordancia con la Carta de las naciones Unidas, aprobada mediante consenso en la
Asamblea General el 24 de octubre de 1.970 y complementada en el Acta final de
Helsinki de 1.975 en la Declaración sobre los Principios que orientan la Relación entre
los Estados participantes, afirma que "la reciprocidad no es por sí misma, como suele
creerse, una norma o principio de derecho internacional. Es más bien un criterio de
carácter general que los Estados tienen en cuenta en el manejo de sus relaciones
internacionales, en el cual impera una discrecionalidad muy amplia".

4.Tampoco, se insiste, puede afirmarse que sea a la Corte a la que le corresponda


exigir del Ministerio de Relaciones Exteriores la solicitud de un compromiso de
reciprocidad a los Estados Unidos de América, pues ello hace parte del manejo de las
relaciones internacionales del Estado Colombiano ante la comunidad internacional,
cuyo titular único por mandato constitucional es el Presidente de la República como
Jefe de Gobierno, Jefe de Estado y Suprema Autoridad Administrativa (art. 189.2 de la
Constitución Política).

37
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Extradición
PAIS REQUIRENTE: : Estados Unidos de América
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No repone auto del 14-01-00, niega pruebas
solicitadas por la defensa
PROCESO : 16712
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Solicitud regida por las las reglas del C. de P.P.: El trámite
formal se inicia con la admisión del expediente por la Corte/EXTRADICION
PASIVA-Etapa previa: El carácter preparatorio de los actos ejecutados no admite
controversia- No es necesaria la asistencia de un defensor
El trámite de una solicitud de extradición que se rige por las reglas del Código de
Procedimiento Penal no establece la posibilidad de ejercer el derecho de defensa a
través de la contradicción del material probatorio o de los conceptos meramente
jurídicos en los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Justicia y el Derecho.

La Corte en decisión del 5 de agosto de 1999 (Radicación No. 15.825), señaló que en
tratándose de extradición "el trámite formal sólo se inicia con la admisión del
expediente por la Corte, como claramente lo indica el artículo 556 del Código de
Procedimiento Penal, pues antes de ellos solo se advierte una fase preliminar de
perfeccionamiento del legajo documental y apenas preparatoria de la parte judicial del
rito. En esa etapa previa, además de alistar la documentación, el Ministerio de
Relaciones Exteriores únicamente configura un requisito de procedibilidad, cuando
debe indicar cuál sería la vía y la legislación aplicable al incidente, mientras que el
Ministerio de Justicia y el Derecho solamente cumple una función requirente del trámite
judicial y del concepto, aunque no de la decisión final que obviamente le concierne al
Gobierno (artículos 552 a 555).

"Precisamente, por cuanto esas tareas administrativas de alistamiento del expediente,


de constitución de un mero requisito de procedibilidad y de requerimiento de la vía
judicial no están expuestos a la controversia, pues ésta se cumplirá cabalmente cuando
se abra la fase jurisdiccional, no se prevé legalmente para dicha etapa preliminar el
espacio probatorio y de contradicción que imagina el defensor del requerido para
justificar su postura. Para ver de comprobar este carácter preparatorio de dichos
actos, basta revisar el contenido de los artículos 5551 al 555 del Código de
Procedimiento Penal, en cuyo texto no se incluye la posibilidad de proposición y debate
probatorio".

Establecido que el trámite de extradición se compone de una fase administrativa y una


judicial y que sólo en ésta última se contempla como obligatoria la presencia del
defensor y el ejercicio del contradictorio, resulta improcedente la alegación de
violaciones al derecho de defensa precisamente en la fase en que la ley no contempla
la contradicción. Adelantar esta etapa a estadios anteriores a ella, modificaría las
reglas que componen el debido proceso de extradición constituyéndose, ello si, en una
flagrante violación legal.

38
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Extradición
PAIS REQUIRENTE: : Estados Unidos de América
FECHA : 18/02/2000
DECISION : Niega la nulidad de todo lo actuado
PROCESO : 16309
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Renuncia a términos/ EXTRADICION PASIVA-Renuncia


al trámite formal
1. En lo que toca con la renuncia a términos, hecha por la reclamada en extradición,
pese a que aun no se ha dado inició al trámite previsto por el artículo 556 del Código
de Procedimiento Penal, la Sala considera viable pronunciarse sobre ella, como sigue:

Esta figura prevista por el artículo 176 del Código de Procedimiento Penal, habilita a los
sujetos procesales a renunciar a los términos en cuyo favor hayan sido consagrados.
Facultad que a juicio de la Corte no puede extenderse al trámite de la extradición
pasiva, atendiendo las siguientes razones jurídicas.

En atención a que este dispositivo legal tienen como propósito agilizar el curso del
trámite, su procedencia está supeditada a que su uso no recorte los derechos de las
otras partes que en él intervienen. Ahora, como en el procedimiento de extradición
pasiva además de actuar la persona reclamada en extradición y su defensor, también
lo hace el Procurador Delegado con arreglo a lo ordenado por el literal "d" del artículo
86 de la ley 201 de 1.995; claro resulta para la Sala que de aceptar la renuncia a
términos hecha, impediría la participación del Representante del Ministerio Público en
el procedimiento, actuación que constituye una garantía constitucional indisponible e
irrenunciable por parte de la solicitada, y que de ser desconocida vulneraría el debido
proceso.

2. En lo que concierne a la solicitud referente a que la Sala rinda el concepto


encomendado por la ley, sin cumplir con el rito previo dispuesto por el Código de
Procedimiento Penal, es importante recordar que la Corte ha dicho, en armonía con la
reglamentación que para el efecto hace el Código de Procedimiento Penal, que el
trámite de extradición pasiva es mixto - administrativo jurisdiccional -, constituido por
una fase preliminar, otra judicial y una decisiva. A su turno, el ciclo judicial a cargo de
la Sala de Casación, ofrece a las partes un período para pedir pruebas, otro para su
práctica y controversia, y el restante para presentar alegatos, previo a la emisión del
concepto.

Es obvio que del cumplimiento de este último trámite no puede sustraerse la Sala
unilateralmente, ni a petición de parte, dado que siendo las normas que disciplinan el
instituto de extradición de Derecho Público Internacional, son indisponibles y por tanto
de estricto cumplimiento, motivo por el cual el Código de Procedimiento Penal no
prevea esta hipótesis en el rito. Y es que ello es enteramente lógico y jurídico, ya que
de admitirse no sólo violaría el derecho de defensa del solicitado, sino que se impediría
la intervención del Ministerio Público desconociendo a su paso las formas propias del
juicio, y por ende, el debido proceso.

39
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No acepta renuncia a terminos, no omite dar
curso
a trámite de extradicón pasiva
PROCESO : 16668
PUBLICADA : Si

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REPOSICION-Sustentación/ EXTRADICION PASIVA-El artículo 552 del C. de P.P.


no exige un concepto motivado del Ministerio de Relaciones Exteriores/
EXTRADICION PASIVA-Estados Unidos: El trámite se somete íntegramente a las
reglas del Código de Procedimiento Penal
1. Como lo tiene establecido la jurisprudencia de esta Corte, si la interposición de los
recursos ordinarios tiene como finalidad enmendar aquellos errores de que adolezcan
las providencias judiciales por la oportunidad que para su examen otorgan, el de
reposición constituye un medio para que el juez, en este caso la Corte, vuelva sobre la
decisión proferida y, si es el caso, la revoque, reforme, aclare o adicione. Para estudiar
su viabilidad, ha sido dicho, es necesario, a más de la oportunidad, que se motive el
recurso, es decir, que por escrito se expongan las razones de hecho y de derecho por
las cuales la providencia está errada (Cf. auto agosto 21/97 M.P. Dr. Pinilla Pinilla ).

2. El artículo 552 del Código de Procedimiento Penal, citado por el libelista, no exige,
como contrariamente se afirma, un "concepto motivado" del Ministerio de Relaciones
Exteriores. Solamente establece que una vez recibida la documentación, "el Ministerio
de Relaciones Exteriores ordenará que pasen las diligencias al Ministerio de Justicia
junto con el concepto que exprese si es del caso proceder con sujeción a convenciones
o usos internacionales o si se debe obrar de acuerdo con las normas de este código",
con lo cual se evidencia ausencia de asidero jurídico en la propuesta impugnatoria.

3. Es criterio sentado por la Corte que "como no está vigente convenio bilateral o
multilateral alguno con el país solicitante (Estados Unidos de América), la procedencia
de la extradición no se sujeta a dichos instrumentos internacionales, razón por la cual
el origen y la tramitación se someten integralmente a las reglas del Código de
Procedimiento Penal, estatuto que contiene su propia garantía de los derechos de
audiencia y defensa del requerido, y con carácter judicial para mayor abundancia (art.
556)..." (Auto Sep. 22/99. M. P. Dr. GOMEZ GALLEGO. Rad. 15825).

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No repone la providencia impugnada, dar
cumpliento a lo dispuesto en dicha provi
PROCESO : 16515
PUBLICADA : Si

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40
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

EXTRADICION PASIVA-Naturaleza mixta del trámite/ EXTRADICION PASIVA-


Estados Unidos: El trámite se somete íntegramente a las reglas del Código de
Procedimiento Penal / EXTRADICION PASIVA-Etapas: Competencia para ejercer
su control/ EXTRADICION PASIVA-Facultad oficiosa de la Corte para devolver el
expediente al Gobierno Nacional
En relación con el trámite de extradición, ha sido dicho por la Corte, que éste "tiene
una naturaleza mixta, en el sentido de que es administrativo -jurisdiccional y, en todo
caso, se cumple bajo el liderazgo y la responsabilidad preeminente del Gobierno
Nacional, obviamente con la insoslayable colaboración de la Rama Judicial en cabeza
de la Corte Suprema de Justicia, no sólo por voluntad legal sino también constitucional,
porque la sustanciación y las competencias del instituto son una consecuencia del
mandato según el cual a la Rama Ejecutiva le corresponde la dirección de las relaciones
internacionales (Const. Pol., art. 189, numeral 2)...".

"...En armonía con la establecida naturaleza constitucional y política de la extradición,


el ordenamiento jurídico colombiano prevé que la oferta, concesión o negación
corresponde y es facultativa del Gobierno, que lo hace al final del trámite por medio de
una resolución administrativa, aunque previamente se requiere el concepto de la Corte
Suprema de Justicia, que sólo sería vinculante si fuere negativo (arts. 547, 548, 557 y
559)" (Auto agosto 5/99. M. P. Dr. GOMEZ GALLEGO. Rad. 15825).

En posterior pronunciamiento, en el mismo asunto que viene de traerse a colación,


precisó la Corte que "como no está vigente convenio bilateral o multilateral alguno con
el país solicitante (Estados Unidos de América), la procedencia de la extradición no se
sujeta a dichos instrumentos internacionales, razón por la cual el origen y la
tramitación se someten integralmente a las reglas del Código de Procedimiento Penal,
estatuto que contiene su propia garantía de los derechos de audiencia y defensa del
requerido, y con carácter judicial para mayor abundancia (art. 556)..." (Auto Sep.
22/99. M. P. Dr. GOMEZ GALLEGO. Rad. 15825).

Más recientemente, dijo la Corte:

"Así pues, regulada la demanda de extradición por el Código Procesal Penal, es


incontrastable que el trámite de extradición pasiva comporta tres fases, una inicial de
carácter preliminar a cargo de la administración a través de los Ministerios de
Relaciones Exteriores y de Justicia y del Derecho, a quienes concierne, en su orden,
conceptuar sobre el ordenamiento jurídico que debe aplicarse a la petición, y
perfeccionar el expediente con miras a que la Corte Suprema de justicia rinda su
concepto; la segunda etapa, con la cual se inicia el trámite formal de la extradición a
cargo de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, que prevé el
traslado a la persona requerida o a su defensor por el término de 10 días, luego un
período de práctica de pruebas por el mismo lapso, y después permanecerá el
expediente por cinco días en Secretaría para alegatos, culminando esta fase con la
emisión del concepto con arreglo a lo prescrito por los artículos 557 y 58 del mismo
ordenamiento jurídico; y la última etapa también administrativa a cargo del Gobierno
Nacional, que concluye el rito expidiendo la resolución que concede o deniega la
extradición".

"Atendiendo la naturaleza del procedimiento, es evidente que el control de la actuación


surtida en las etapas previa y definitiva compete a la administración o a la jurisdicción
de lo contencioso administrativo, y no a esta Sala de la Corte a quien obviamente le
pertenece de manera exclusiva el control de la legalidad de la actuación judicial.
Importa insistir, en que como atrás se vio, la etapa previa acorde con la reglamentación
legal no admite controversia, empero, si alguna inconformidad subsiste en el
reclamado o su apoderado, pueden plantearlas a través de los recursos y/o las
acciones pertinentes ante la administración y la jurisdicción de lo contencioso
administrativo, una vez expedida la resolución que decide el procedimiento" (Auto.
Extradición. Nov. 24/99. Rad. 15824. M. P. Dr. EDGAR LOMBANA TRUJILLO).

Sirve la mención de los referidos antecedentes jurisprudenciales, para destacar la


improcedencia de la solicitud de devolución del expediente al Ministerio de Justicia y
del Derecho, o el pregonado requerimiento al Gobierno Nacional para que modifique su
concepto sobre el marco jurídico en el que ha de desenvolverse el trámite de la
extradición con los Estados Unidos de América, que presenta el defensor del señor (…),
y para reiterar por la Corte en esta oportunidad, "que es el Gobierno Colombiano el
órgano constitucionalmente facultado para establecer la vigencia en el ordenamiento
interno de los instrumentos mediante los cuales la nación colombiana interactúa en el

41
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

concierto de las relaciones internacionales, conforme se establece del artículo 189-2 de


la Carta Política. En este caso, el Gobierno Nacional conceptuó sobre la ausencia de
convenio alguno en materia de extradición con el país solicitante (Estados Unidos de
América), y señaló la consecuente aplicabilidad de lo previsto, en el referido tema, por
el Código de Procedimiento Penal", conforme ha sido establecido por la Jurisprudencia
de esta Sala (Auto de nov. 30/99. M.P. Dr. ARBOLEDA RIPOLL. Rad. 16515).

Precisó también la Corte:

"Lo dicho permite concluir que el desconocimiento, por una de las partes intervinientes
en el proceso de extradición, de la facultad constitucional atribuida a la Rama
Ejecutiva, para dirigir las relaciones internacionales y señalar el marco jurídico a ser
seguido en un particular evento por las autoridades colombianas, al sostener, contrario
al concepto del Ministerio especializado en el campo de las Relaciones Exteriores, que
otro distinto es el instrumento que habría de regular el trámite en un específico caso,
no comporta eventualidad definida en la ley colombiana que dé lugar a retrotraer el
rito a fin de que el Gobierno proceda a resolver el punto de inconformidad que en tales
condiciones se plantea ante la Corte, ni autoriza la definición anticipada de esta clase
de controversias, por demás ajenas al ámbito estrictamente jurídico -no político-, de
sus decisiones".

Y, agregó:

"Tanto es esto, que el Concepto que el Gobierno demanda de la Corte, y que por
disposición legal le compete emitir, se circunscribe a establecer la validez formal de la
documentación presentada, la demostración plena de la identidad del solicitado, el
respeto por el principio de la doble incriminación, la correspondencia en la legislación
colombiana de la providencia proferida por las autoridades extranjeras, y, cuando
fuere el caso, el cumplimiento de lo previsto por los tratados públicos, dependiendo
esto, obviamente, del señalamiento por el Gobierno Nacional de uno o varios
instrumentos internacionales como aplicables, su vigencia, y la correspondencia con los
preceptos de la Constitución Política de las regulaciones contenidas en ellos, conforme
se establece del artículo 4º ejusdem, aspectos todos de contenido eminentemente
jurídico".

"Estos parámetros, a ser tenidos en cuenta por el concepto de la Corte, son materia de
consideración, obviamente, sin perjuicio de ejercer la facultad oficiosa de devolver el
expediente al Gobierno Nacional en aras de su perfeccionamiento, cuando encuentre la
ausencia de piezas sustanciales en él, conforme se establece de lo previsto por el
artículo 553 del Código de Procedimiento Penal; o cuando considere que el Concepto
emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores sobre el marco jurídico en que ha de
desenvolverse el asunto, no corresponde a los instrumentos internacionales vigentes
para Colombia, porque los mismos contrarían la Carta Política, o que en cumplimiento
de las aludidas disposiciones la Corte carecería de competencia para intervenir en el
trámite que de ella se demanda, entre otras eventualidades posibles de presentarse;
ninguna de las cuales ocurre en el presente caso, pues, como se vio en los precedentes
sentados sobre el tema, la Corte participa de la tesis relacionada con la ausencia de
convenio en materia de extradición con el país solicitante (Estados Unidos de
América)".

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
FECHA : 18/02/2000
DECISION : Deniega las pretencionesdel memorial,
continuar
con lo dispuesto en auto
PROCESO : 16701
PUBLICADA : Si

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42
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

EXTRADICION PASIVA-Etapa previa: El carácter preparatorio de los actos


ejecutados no admite controversia- No es necesaria la asistencia de un defensor/
EXTRADICION PASIVA-Prueba impertinente: La dirigida a demostrar la ausencia
de jurisdicción del país requirente/EXTRADICION PASIVA-Prueba impertinente:
La dirigida a demostrar la existencia de proceso pendiente en Colombia
1. La Corte dejó establecido que el trámite de extradición pasiva reglado por el Código
de Procedimiento Penal es mixto, y que está constituido por tres etapas, una
preliminar, otra judicial, y otra definitiva; la primera y la última a cargo de la
administración y la intermedia en cabeza de la Corte. De donde emerge como cierto
que la etapa previa hace parte integral del procedimiento único de este tipo de
extradición.

Con esa perspectiva también afirmó la Colegiatura, que con arreglo a lo prescrito por
los artículos 551 al 555 del Código Procesal Penal, la ley previó en esta fase preliminar
la intervención unilateral de la administración, y tan sólo reguló un trámite formal en el
artículo 556 ibídem, aplicable por esta Sala de Casación en la etapa jurisdiccional,
comprendiendo como tal la descripción de un procedimiento en donde en un plano de
igualdad ante la administración, se ofrece a la defensa - material y técnica - y a los
posibles intervinientes, un periodo para pedir pruebas, otro para su practica y
controversia, y el restante para presentar alegatos, haciendo el Legislador reales las
garantías fundamentales que conforman el debido proceso. En consecuencia, concretó
la Corte que el trámite formal del procedimiento empieza con la admisión del
expediente por parte de la Sala, y que la obligación de asegurar el ejercicio del derecho
del defensa igual parte de ese momento procesal; en consecuencia, que su
competencia se circunscribía a verificar su cumplimiento en la etapa judicial, como se
limitó a hacer.

En ese orden de ideas la Sala expresó que en aquel ciclo no era necesaria la presencia
de un defensor, por cuanto los actos administrativos preparatorios allí proferidos, son
incontrovertibles, y además, debido a la regulación del trámite hecho por el Código de
Procedimiento Penal. Argumentos que refuta el impugnante asegurando que los actos
son definitivos.

Estas razones carecen de la capacidad suficiente para derruir la estructura jurídica que
soporta la decisión, en razón a que para la Corte es evidente que los actos
administrativos expedidos por los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Justicia y
del Derecho, son preparatorios y no definitivos, habida cuenta que no deciden directa
ni indirectamente el fondo del asunto, y tampoco ponen fin a la actuación, ya que sólo
sirven para prevenir la intervención de la Corte, y por supuesto del Gobierno Nacional -
ésta si definitiva - quien mediante resolución dispone si concede o no la extradición,
determinación que está sujeta al recurso de reposición en la vía gubernativa, y a las
acciones pertinentes ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa.

Al ostentar estos actos la naturaleza jurídica aludida, se tornan irrebatibles en esa


etapa por no ser notificables, ni admitir los recursos por vía gubernativa, ni las acciones
ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativa. Argumentos que robustecen los
expuestos por la Sala en la providencia refutada, atinentes a que en esta etapa no es
necesaria la asistencia de un defensor, y tampoco es exigible el ejercicio del derecho
de defensa.

Es que la regulación que de esta fase preliminar hace el Código Procesal Penal,
también ratifica la postura de la Sala, ya que no previó períodos para pedir, practicar y
controvertir pruebas. Ordenamiento que se justifica por el fin que con estos actos
persigue el Legislador, cual es evitar que la interposición de recursos ante la
administración y el ejercicio de las acciones ante la Jurisdicción Contencioso
Administrativa, interrumpan, dilaten y tornen interminable la actuación; y que de existir
reñirían con la razón de ser del Instituto, esto es, servir de instrumento de solidaridad y
colaboración eficaz entre las Naciones en la lucha contra el delito. ( En este sentido la
Sentencia de mayo 17 de 1.985. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección
Primera. Consejero ponente: Doctor Samuel Buitrago Hurtado. Exp. 4330.)

Motivos que por lo demás, destruyen el esgrimido en oposición por la defensa,


consistente en que la razón por la cual no existe periodo de pruebas y de controversia
en esa etapa, está en que los conceptos vertidos por los Ministerios de Relaciones
Exteriores y de Justicia y del Derecho, sobre el ordenamiento jurídico que ha de regular
el asunto, y acerca del perfeccionamiento del expediente, no requieren ser probados

43
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

porque las leyes son de conocimiento público, y determinar si el expediente está


completo es de fácil percepción.

Contrario al parecer del defensor, el procedimiento así diseñado no sumerge en la


indefensión al reclamado, y el concepto rendido por la Cartera de Relaciones Exteriores
tampoco es un acto de absolutismo, dado que esta materia puede ser debatida en la
etapa definitiva del procedimiento, y ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa,
sin perjuicio del control oficioso que de él hace la Corte, dentro del trámite
jurisdiccional.

Ahora, que el no permitir combatir estos actos en la etapa previa, convierten en inocuo
el derecho de defensa, ya que las acciones ante el Contencioso Administrativo
proceden en firme la resolución y ordenada la extradición, no es una afirmación cierta,
por cuanto, como ya se vio, son variadas las oportunidades en que la defensa puede
disentir sobre estos temas.

2. Como se afirmó en la providencia recurrida, el anhelo de demostrar que los delitos


por los cuales se pretende la extradición no fueron cometidos dentro de la jurisdicción
del país requirente, evidentemente desborda el objeto del concepto que la Sala debe
emitir, pues no se refiere a ninguno de los elementos descritos por el artículo 558 del
Código de Procedimiento Penal; además, por cuanto el instituto de la extradición no
tiene como objetivo establecer si en realidad los hechos tuvieron lugar dentro de la
jurisdicción del país extranjero, ni la responsabilidad de la persona requerida, sino
verificar objetivamente si los requisitos exigidos por el Ordenamiento Procesal se
cumplen, para hacer expedita la asistencia y colaboración jurídica entre los distintos
Estados, máxima razón de esta figura.

De otro lado, pese a que el principio de la doble incriminación hace parte del objeto del
concepto, no tiene ninguna relación con él el propósito de comprobar si efectivamente
dentro de la jurisdicción del país requirente se cometió el delito por el cual se pide la
extradición, a fortiori si a la Sala le está vedado valorar el acierto o desacierto de las
decisiones proferidas por esa Nación, en la cual se apoya la demanda de extradición.

3. La Corte se ha pronunciado en varias ocasiones en el sentido de la nueva posición,


importando transcribir el último pronunciamiento de 18 de enero del corriente año, en
donde intervino como ponente quien ahora cumple con igual función:

" Así entonces, es claro que el propósito perseguido con la prueba solicitada,
desborda el objeto del concepto encomendado a la Corte. En efecto, si bien es cierto
que uno de sus elementos es determinar si los hechos por los cuales se solicita la
extradición se encuentran tipificados en las legislaciones de los dos países como delito,
y en Colombia reprimido con una medida restrictiva de la libertad por un tiempo no
inferior a cuatro años, tal como define la doble incriminación el numeral 1º del artículo
549 ibídem; también es evidente, contrario al parecer del impugnante, que el principio
universal del non bis in ídem, no está contenido implícitamente en dicho precepto, toda
vez que el artículo 565 de la obra en cita lo regula de manera independiente, así: "
Casos en que no procede la extradición. No habrá lugar a la extradición cuando por el
mismo delito la persona cuya entrega se solicita, esté investigada o haya sido juzgada
en Colombia".

"Así pues, siendo patente que el aludido principio mereció una reglamentación
autónoma e independiente a los fundamentos del concepto, es incontrovertible que su
comprobación compete adelantarla al Gobierno Nacional previo a resolver si concede o
no la extradición, como igual ocurre con las condiciones para su ofrecimiento y
concesión, y con la entrega diferida, figuras estipuladas en su orden por los artículos
550 y 560 del Código Procesal penal; por lo tanto, la pretensión de demostrar esta
hipótesis ante la Corte, deviene impertinente e inconducente la prueba pedida, como
se dejó plasmado en el auto controvertido.

"Además, la interpretación conjunta de los artículos 560 y 565 del Ordenamiento


Procesal, denotan que es al Ministerio de Justicia a quien atañe determinar si en
nuestro país se adelanta contra el reclamado en extradición investigaciones penales
por los mismos o por diversos hechos; amen de que armónicamente la redacción del
último precepto está dirigido implícitamente a esta Cartera, ya que es al Gobierno a
quien corresponde decidir si ordena o deniega la extradición, pues la Corte se limita
por mandamiento legal a conceptuar si es viable o no la extradición, conforme con las
exigencias legales.".

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No repone la providencia del 07-12-99
PROCESO : 16307
PUBLICADA : Si

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PARTE CIVIL-Interés para impugnar la acusación


La intervención de la parte civil en el proceso penal tiene por objeto lograr el
resarcimiento de los daños y perjuicios causados con el hecho punible. Por
consiguiente, toda decisión judicial que afecte, o pueda llegar a afectar dicha
pretensión indemnizatoria, ya sea porque enerva la posibilidad de continuar adelante
con la acción correspondiente, como ocurre cuando ha sido proferida preclusión de la
investigación, o porque puede incidir en la determinación de su monto, la legitima para
interponer en su contra los recursos de ley.

La determinación de los daños y perjuicios causados con la infracción penal presupone,


como acertadamente lo recuerda el Procurador Delegado en su concepto, el análisis de
múltiples factores, muchos de los cuales deben ser objeto de estudio y definición en la
resolución acusatoria, como acontece con la naturaleza del hecho y sus modalidades,
aspectos que junto con las condiciones de la persona ofendida y la entidad y
consecuencias del agravio sufrido, deben ser tomados en cuenta por el Juez al
momento de cuantificar los perjuicios, según se desprende de las directrices
establecidas en los artículos 105 y 106 del Código Penal.

Ahora bien. La resolución de acusación determina los límites fáctico y jurídico dentro de
los cuales debe ser dictado el fallo respectivo. Por tanto, si la calificación jurídica que
ella contiene de los hechos resulta ser desfavorable para las pretensiones de la parte
civil porque en el supuesto de llegarse a una sentencia de condena la indemnización
sería menor de la pretendida, debe entenderse que le asiste interés para impugnarla,
no solo por el aspecto sustancial, sino por el carácter vinculante del acto procesal, pues
una vez en firme la acusación ya no podrá pretender su modificación para hacer más
gravosa la situación jurídica del implicado.

De lo anotado se sigue que el contenido de esta decisión judicial no siempre puede


resultar ajeno a los intereses de la parte civil, como equivocadamente pretende hacerlo
ver el demandante, y que dicho sujeto procesal tendrá vocación impugnatoria cuando
la calificación jurídica del delito y la especificación de sus modalidades constituyan
factores que inciden negativamente en sus pretensiones indemnizatorias, como ocurre,
por ejemplo, cuando han sido reconocidas circunstancias que implican que la víctima
se expuso imprudentemente al daño sufrido (ira e intenso dolor, exceso en la legítima
defensa), o una forma de culpabilidad degradada, y por ende un menor grado de
responsabilidad penal del procesado, como acontece cuando una acción dolosa ha sido
definida como preterintencional o culposa.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No casa

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10466
PUBLICADA : Si

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CONCURSO APARENTE DE TIPOS-Factores determinantes-Soluciones:


Principio de especialidad, principio de subsidiariedad, principio de consunción/
TIPO PENAL ESPECIAL-Supuestos fundamentales para su configuración/ TIPO
PENAL SUBSIDIARIO-Concepto/ TIPO PENAL COMPLEJO-Concepto/
VIOLACION A LA LEY 66 DE 1968-Si además de adelantar planes de vivienda al
margen de la ley, el sujeto activo realiza actividades propias de la estafa, se
configura el concurso
Considera la Corte oportuno precisar que las apreciaciones del demandante sobre el
carácter especial del tipo penal que define el desarrollo ilegal de actividades
relacionadas con la enajenación de inmuebles para vivienda (artículo 11 de la ley 66
de 1968, modificado por el 6º del Decreto 2610/79), son equivocadas, como también lo
son sus conclusiones sobre la imposibilidad jurídica de que dicho ilícito pueda concurrir
con el delito de estafa descrito en el artículo 356 del Código Penal.

Plurales son los pronunciamientos de la Sala donde ha sido sostenido que el concurso
aparente de tipos se presenta cuando una misma conducta parece adecuarse,
simultáneamente, en varios tipos penales que se excluyen por razones de especialidad,
subsidiariedad o consunción, siendo solo uno de ellos, en consecuencia, el llamado a
ser aplicado, pues de lo contrario se violaría el principio non bis in ídem, de acuerdo
con el cual un mismo comportamiento no puede ser sancionado dos veces.

Una norma penal es especial cuando describe conductas contenidas en un tipo básico,
con supresión, agregación, o concreción de alguno de sus elementos estructurales. Por
consiguiente, para que un tipo penal pueda ser considerado especial respecto de otro,
es necesario que se cumplan tres supuestos fundamentales: 1) que la conducta que
describe esté referida a un tipo básico; b) Que entre ellos se establezca una relación de
género a especie; y, c) Que protejan el mismo bien jurídico. Si estos presupuestos
concurren, se estará en presencia de un concurso aparente de tipos, que debe ser
resuelto conforme al principio de especialidad: lex specialis derogat legi generali.

Un tipo penal es subsidiario cuando solo puede ser aplicado si la conducta no logra
subsunción en otro que sancione con mayor severidad la transgresión del mismo bien
jurídico. Se caracteriza por ser de carácter residual, y porque el legislador, en la misma
consagración del precepto, advierte generalmente sobre su carácter accesorio
señalando que solo puede ser aplicado si el hecho no está sancionado especialmente
como delito, o no constituye otro ilícito, como acontece, por ejemplo, con el abuso de
autoridad (art.152, modificado por el 32 de la ley 190 de 1995), o el empleo o
lanzamiento de sustancias u objetos peligrosos (artículo 198 ejusdem), entre otros.

De acuerdo con lo expresado, dos hipótesis pueden llegar a presentarse en el proceso


de adecuación típica frente a disposiciones subsidiarias: 1) Que la conducta investigada
corresponda a la del tipo penal subsidiario exclusivamente; y, 2) Que simultáneamente
aparezca definida en otro tipo penal de mayor jerarquía (básico o especial) que protege
el mismo bien jurídico. En el primer supuesto ningún inconveniente se presenta, pues
siendo una la norma que tipifica la conducta, se impone su aplicación. En el segundo,
surge un concurso aparente de tipos que debe ser resuelto con exclusión de la norma
accesoria, en virtud del principio de subsidiariedad: lex primaria derogat legis
subsidiariae.

Finalmente se tiene el tipo penal complejo o consuntivo, que por regla general se
presenta cuando su definición contiene todos los elementos constitutivos de otro de
menor relevancia jurídica. Se caracteriza por guardar con éste una relación de
extensión-comprensión, y porque no necesariamente protege el mismo bien jurídico.
Cuando esta situación ocurre, surge un concurso aparente de normas que debe ser

46
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

resuelto en favor del tipo penal de mayor riqueza descriptiva, o tipo penal complejo, en
aplicación del principio de consunción: lex consumens derogat legis consumptae.

Si se analiza el contenido de los tipos penales de estafa previsto en el artículo 356 del
Código Penal, y de desarrollo ilegal de actividades relacionadas con enajenación de
inmuebles destinados a vivienda que consagra el artículo 11 de la ley 66 de 1968
(modificado por 6º del Decreto 2610 de 1979), sin mayor esfuerzo se concluye que los
presupuestos requeridos para que esta última pueda ser considerada norma especial,
residual, o consuntiva no se cumplen, y que se trata, por el contrario, de figuras
delictivas autónomas, totalmente independientes, que regulan situaciones distintas y
tienen, como acertadamente lo destaca el Procurador Delegado en su concepto, un
ámbito de aplicación bien diferente.

El delito de estafa sanciona la obtención de un provecho económico para sí o para un


tercero, mediante la inducción o el mantenimiento de otro en error, por medio de
artificios o engaños. Es un ilícito de resultado, que protege el bien jurídico del
patrimonio económico. El delito previsto en el artículo 11 de la ley 66 de 1968
(modificado por el 6º del Decreto 2610 de 1979), castiga el desarrollo ilegal de
actividades de enajenación de inmuebles destinados a vivienda, entre ellas la
celebración de promesas de venta y el recibo de anticipos de dinero con dicho
propósito, sin mediar permiso de la autoridad competente. Es un tipo de peligro que
procura evitar que a través del adelantamiento indiscriminado de esta clase de
actividades se presenten trastornos en el orden socioeconómico.

Si se constata comparativamente la configuración típica de estas dos figuras delictivas,


no resulta difícil advertir que sus elementos son totalmente distintos, y que entre ellas
no se establecen referentes estructurales que permitan afirmar que se encuentran
vinculadas por una relación de género a especie, y que la segunda es una modalidad
de la primera. Tampoco se trata de tipos penales que protejan el mismo bien jurídico,
pues como ya se dejó visto, ellos son totalmente distintos.

Este último argumento resulta igualmente válido para rechazar la tesis del concurso
aparente de tipos con arreglo al principio de subsidiariedad, pues también en este
supuesto constituye característica fundamental que el bien jurídico protegido por las
normas en conflicto sea el mismo. Aparte de ello, se tiene que el artículo 11 de la ley
66 de 1968 (modificado por el 6º del Decreto 2710 de 1979) establece expresamente
que quienes realicen la conducta allí descrita quedarán sujetos a la pena de 2 a 6 años
de prisión, además de las sanciones que les corresponda por la comisión de otros
delitos contemplados en el Código Penal, dejando de esta manera en claro que no se
trata de un tipo penal residual, sino autónomo, que puede ser aplicado
simultáneamente con otros de estructura básica o especial, si los hechos resultan ser
constitutivos de un fenómeno concursal.

Respecto del tercer factor determinante del concurso aparente de tipos (delito
complejo), basta decir, para descartarlo, que los elementos estructurantes del delito
de estafa (obtención de un provecho ilícito mediante artificios o engaños) no están
comprendidos dentro de la configuración típica del precepto que describe el desarrollo
ilegal de actividades de enajenación de inmuebles para vivienda, ni viceversa, y por
consiguiente, que la exigencia relativa a que los tipos penales involucrados estén
vinculados por una relación lógica de extensión comprensión, no se presenta.

El tipo penal descrito en el artículo 11 de la ley 66 de 1968 (modificado por el 6º del


Decreto 2710 de 1979) no requiere para su estructuración que el sujeto agente
induzca a otro en error mediante artificios o engaños, ni que obtenga por dichos
medios un provecho patrimonial ilícito: dichos elementos, propios de la estafa, no
hacen parte de su configuración típica. Para que el delito en cuestión se estructure
basta que el sujeto activo realice actividades de enajenación de inmuebles para
vivienda sin el lleno de los requerimientos legales; a ello se circunscribe la conducta
punible.

Por tanto, si además de adelantar planes de vivienda al margen de la ley, el sujeto


agente realiza actividades propias del delito de estafa, es decir obtiene provecho ilícito
con perjuicio ajeno mediante la inducción artificiosa en error, como aconteció en el
caso que es objeto de estudio, habrá ejecutado una nueva conducta típica, distinta de
la descrita en el artículo 11 de la ley 66 de 1968 (modificada por el 6º del Decreto 2710
de 1979) y deberá responder, en consecuencia, por ambos ilícitos.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Sentencia Casación
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Estafa, Violación de la ley 66 de 1968
PROCESO : 12820
PUBLICADA : Si

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CAMBIO DE RADICACION-Dilaciones en la celebración de la audiencia pública


Es evidente que la dilación que se viene afrontando afecta a la justicia y a todos los
que tienen legítimas expectativas en la pronta definición del proceso. Así se ha
pronunciado la Corte, entre otras providencias en la de fecha octubre 1° de 1996,
radicación 11.264, M. P. Jorge E. Córdoba Poveda, acertadamente citada por la Juez
Primera Penal del Circuito de Barranquilla en una de las múltiples sesiones en que ha
procurado la continuidad de la audiencia pública (noviembre 9/99, f. 346 cd. anexos):

"... la administración de justicia que no puede someterse a dilaciones injustificadas, no


debe permitir a los sujetos procesales que acudan a maniobras dilatorias que no sólo
afectan el derecho del acusado a que se le juzgue en un término prudencial, sino
también el de la víctima, que en un sistema constitucional que reconoce que todas las
personas gozarán de igual protección por parte de las autoridades, tiene, de igual
manera, derecho a una justicia pronta y eficaz."

Pero el cambio de radicación nada aportaría a la reactivación del proceso, antes podría
redundar en nuevas dilaciones, por el traslado y el estudio adicional del asunto, al igual
que por la requerida movilización de los sujetos procesales, incluyendo a los sindicados
detenidos, sin garantizar que en otro centro de reclusión se actúe con mayor diligencia
y orden, ni que los defensores cambien.

Se incurriría sí en lapsos extras y en nuevos costos, tanto para el Estado como para los
procesados y quienes están constituidos en parte civil, con mayores dificultades para
hacer concurrir oportunamente a todos los que deben estar presentes en la audiencia.

De tal manera, el pretendido remedio del cambio de radicación resultaría peor, en


cuanto no ofrece solución alguna a la perturbación de la garantía constitucional del
proceso público sin dilaciones injustificadas que preocupa a los abogados peticionarios,
y sí podría aumentar el retardo. Por el contrario, sabrán pronunciarse las autoridades a
las que ha acudido el Juzgado en procura de las acciones que impongan acatamiento y
lealtad hacia la administración de justicia, y el propio despacho en el cual continuará el
proceso seguirá contando con las previsiones legales a su alcance, en parte ya
aplicadas, para hacer respetar las convocatorias y resoluciones.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Cambio de Radicación
FECHA : 18/02/2000
DECISION : Niega el cambio de radicación
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 16748
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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CARGOS EXCLUYENTES-Tergiversación de la prueba y vulneración de los


principios de la sana crítica, formulados simultáneamente
Si bien ambos eventos, tergiversación de la prueba y vulneración de los principios de la
sana crítica, como lo tiene dicho la Sala, deben alegarse, en sede casacional, por los
postulados del error de hecho, es claro también que su formulación simultánea deviene
contradictoria por cuanto en el primero se niega lo que en el segundo se afirma, pues
la distorsión implica un error en la contemplación objetiva del medio de convicción,
mientras que la infracción a las reglas de la lógica, la ciencia y la experiencia traduce
un error en las conclusiones extraídas con fundamento en la prueba, pero supone que
su apreciación objetiva es la correcta.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Auto Casación
FECHA : 18/02/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Tentativa de homicidio, Violación a la Ley
30/86,
Homicidio
PROCESO : 15844
PUBLICADA : Si

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COLISION DE COMPETENCIA-Entre juzgado ordinario y especializado de un


mismo distrito judicial: Compete dirimirlo a la Corte/ NARCOTRAFICO-Destinación
ilícita de bien mueble o inmueble: Sólo puede ejecutarlo quien tenga poder de
disposición sobre el bien/ RESOLUCION DE ACUSACION-Intangibilidad/
NARCOTRAFICO-La conducta de "elaborar" está sujeta a la cantidad de droga,
para adecuación típica y puniblidad/ NARCOTRAFICO-Competencia por razón de
la cantidad de sustancia
1. Sea lo primero recoger el criterio antes expuesto en los autos de 30 de noviembre
(radicados 16.511 y 16.514) y de 3 de diciembre de 1999 (radicado 16.624), según los
cuales la competencia para decidir esta clase de conflictos, por haberse trabado entre
jueces de circuito de un mismo distrito, correspondía al respectivo Tribunal, cuando en
realidad tal decisión incumbe a la Corte Suprema de Justicia, dado que se involucra un
juez especializado. Pues bien, no es el Tribunal porque, a pesar de que la ley 504 de
1999 (junio 25) creó como nueva categoría jurisdiccional los jueces penales de circuito
especializado y la incluyó expresamente dentro de la competencia de los tribunales
superiores de distrito, en la modificación introducida a los numerales 1° y 2° del
artículo 70 del Código de Procedimiento Penal (artículo 4° de la ley), no hizo lo propio
con el numeral 5° del mismo precepto, que precisamente se refiere a la potestad para
conocer de las "colisiones de competencia que se presenten entre jueces del circuito
del mismo distrito", sin incluir en tal facultad a los juzgados de circuito especializados.
En cambio, el inciso final del artículo 35 de la citada ley modificó directamente el
numeral 5° del artículo 68 del C. de P. P., que alude a la competencia de la Corte
Suprema de Justicia, con el fin de hacerle decir sin confusiones que esta Corporación
conocería de los conflictos de competencia que se presenten entre un juzgado penal de
circuito especializado y cualquier juez penal de la República.

2. En realidad, de acuerdo con la redacción típica del artículo 34 de la ley 30 de 1986,


la "destinación ilícita" de un bien mueble o inmueble para que en él "se elabore,

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

almacene, transporte, venda o use" alguna de las drogas prohibidas, sólo puede
disponerlo quien tenga la oportunidad por ser propietario, poseedor, tenedor o
inclusive detentador (alguien que lo ocupa arbitrariamente) del mismo, pues es la
condición material que supone el poder de pensar o decidir dicho empleo o suerte
respecto de la cosa. Es posible que el propietario, poseedor o tenedor no haga la
provisión directa respecto del empleo ilícito del bien, pero lo autoriza o tolera, caso en
el cual la imputación es igual porque debe estar revestido de la misma potestad o
poder de hecho.

3. Como la verificación de los hechos y la calificación de los mismos es tarea que


incumbe al fiscal, la adecuación jurídica de la conducta hecha por él es invariable e
irreversible para iniciar el juicio, mientras tal proceso de relevancia no desconozca
elementales reglas de comprensión jurídica que den lugar a un error en el nomen iuris,
generador de nulidad, pues entretanto al juez sólo le queda abrir el debate del
juzgamiento a partir de dicha hipótesis delictiva y, finalmente, dictar sentencia en la
cual declare probada o no probada la acusación dentro de los límites del respectivo
título o capítulo del Código Penal.

4. No es posible entender, como parece inferirse de la providencia transcrita, que la


conducta de "elaborar" prevista en el artículo 33 de la ley 30 de 1986, no está sujeta a
la estimación de cantidades de droga para su distinta adecuación típica y punibilidad,
como sí ocurre con las demás alternativas comportamentales allí señaladas ("llevar
consigo", "almacenar", "conservar", "vender", "ofrecer", "adquirir", "financiar" o
"suministrar"), pues, como tal distinción no la hace expresamente el mismo texto legal,
una intepretación de ese jaez desprestigiaría el papel definitorio de la ley como fuente
exhaustiva y excluyente en materia de regulación de delitos y penas.

Del principio de legalidad estricta que rige el proceso de creación de tipos o de


prohibición penal de conductas, correlativamente se establece que la acusación debe
ser fáctica y jurídicamente explícita y concreta, de tal manera que, aunque es posible
suponer que el comportamiento de "elaborar" sustancias sicotrópicas previsto en el
artículo 33 se pueda hallar lógica u ontológicamente vinculado con la conducta de
manipular o facilitar laboratorios que contempla el artículo 34, jurídicamente es
imposible tal determinación, mientras esta última imputación jurídica no aparezca
diáfana en la resolución, pues se haría una extensión indebida del ámbito de la primera
acción normativa. Sobre todo porque, según lo propicia el texto del artículo 34, unos
pueden ser los autores de la destinación ilícita del bien mueble o inmueble y otros
diferentes los que en ellos se dedican a "elaborar", "almacenar", transportar o "vender"
la droga.

5. De acuerdo con el artículo 71-1 del Código de Procedimiento Penal, vigente para la
época de los hechos, la competencia para examinar este caso correspondía a la justicia
especial regional porque la cantidad de marihuana que se conservaba era superior a
diez mil (10.000) gramos, aunque las otras conductas o cantidades de sustancia no
alcanzaran los rangos allí establecidos. Con mayor razón, conforme con el numeral 2
del citado precepto, el conocimiento incumbía a los mismos órganos, si se hubiera
decidido la investigación conjunta de la conducta de los autores de la "destinación" del
inmueble como laboratorio.

En vigencia la ley 504 de 1999, por cuyo medio se crearon los jueces penales de
circuito especializados, que sustituyeron en funciones a los jueces regionales, se
produce un cambio de competencia porque en este caso la cantidad de semilla de
marihuana decomisada no supera los 10.000 gramos, la base de coca no excede los 5
kilos y la marihuana yerba no es superior a 1.000 kilos, como lo exigen los numerales 8
y 9 del artículo 5°. Además, se repite, como en la acusación no se hizo una imputación
concreta por el delito previsto en el artículo 34 de la ley 30 de 1986, en la modalidad
de facilitación de laboratorio, tampoco sería aplicable el numeral 10 del citado artículo
5°.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Colisión de Competencias


FECHA : 18/02/2000
DECISION : Asigna el conocimiento al Juzgado Penal del
Circuito de Caloto – Cauca
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 16642
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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CAMBIO DE RADICACION-Procedencia
El cambio de radicación es una medida extraordinaria, que por excepción permite
alterar la preceptiva regularmente definitoria de la competencia territorial, al
presentarse alguna de las precisas razones estatuidas por el artículo 83 del citado
estatuto procesal para transponer el conocimiento de una causa penal.

El artículo 85 ibídem exige que la solicitud de cambio sea motivada y que a ella se
acompañen las pruebas en que se funda.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Cambio de Radicación
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No concede el cambio de radicación
solicitado
DELITOS : Peculado por apropiación, Peculado por uso,
Peculado por aplicación diferente
PROCESO : 16377
PUBLICADA : Si

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FALSO TESTIMONIO-La inmunidad personal establecida en el artículo 33 de la


Constitución tiene aplicación exclusiva en la actuación penal, contravencional y
policiva/CASACION DISCRECIONAL-Desarrollo de la jurisprudencia: Ha sido
suficiente en el tema del falso testimonio en interrogatorio de parte extraprocesal/
FALSO TESTIMONIO-En interrogatorio de parte extraprocesal
Sostuvo la Sala Plena de esta Corporación en el fallo del 17 de octubre de 1991, siendo
Ponente el Magistrado Rafael Méndez Arango, en punto del artículo 33 de la
Constitución y su aplicación exclusiva en los trámites de índole penal, contravencional
y policiva:

"...esta única circunstancia no sería suficiente por sí misma para variar el


entendimiento del analizado artículo 33 de la Carta de derechos, pues la comprensión
de este ordenamiento superior no puede hacerse tomando aisladamente uno solo de
sus textos; ya que el genuino sentido de los mandatos constitucionales solamente
resulta de una interpretación sistemática de todo su articulado de manera tal que no
resulten jamás antinomias que destruyan la lógica y la coherencia interna que como
norma de normas forzosamente debe tener la Constitución Política".

En el núcleo del pronunciamiento, además, se lee:

"Por último estima la Corte que considerar aplicable el artículo 33 de la Carta a


procesos diferentes de los penales, correccionales o de policía, desconocería los
deberes y obligaciones que deben observar todas las personas en el ejercicio
responsable y no abusivo de los derechos que les reconoce la Constitución Nacional y
que puntualiza el artículo 95 en sus ordinales 1° y 7°., cuales son: " Respetar los
derechos ajenos y no abusar de los propios" y " Colaborar para el buen funcionamiento
de la administración de justicia". Deberes de rango constitucional que carecerían de
contenido y sentido de hacerse extensiva la prohibición de que trata el artículo 33 a los
asuntos no penales en que se ventilan intereses particulares. Se insiste por ello que la
aplicación extensiva pugnaría con los deberes y obligaciones generales antes

51
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

mencionados, que conforme lo dice el artículo 95 tienen los miembros de la comunidad


nacional".

Con posterioridad al fallo que se viene de mencionar, también en Sala Plena del 12 de
diciembre de 1991, con ponencia de los Magistrados Pedro Escobar Trujillo Y Pablo
Cáceres, hubo reiteración de la tesis con la adición de que de acuerdo con lo dispuesto
por el inciso 2 del artículo 93 de la Constitución Política "los derechos y deberes
consagrados en esta Carta, se interpretarán de conformidad con los tratados
internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia", entre los que se
encuentra la Convención Americana sobre derechos humanos - Pacto de San José de
Costa Rica -firmada el 22 de noviembre de 1969 y aprobada por Colombia mediante la
ley 16 de 1972.

De esta forma si se observa el artículo 8 de este Pacto se advierte la consagración de


las garantías judiciales, entre las cuales cita en primer lugar el debido proceso, que se
exige en actuaciones de orden penal, civil, laboral etc, pero a renglón seguido señala
los derechos que tiene "toda persona inculpada de delito", uno de ellos el derecho a no
ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable".

Modelo este inserto en el artículo 29 de la Carta al consagrar la garantía del debido


proceso, que también se "aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y
administrativas" para más adelante en el artículo 33 establecer la garantía de la
inmunidad personal, pero sólo para las actuaciones en las cuales va ínsita la facultad
sancionatoria del Estado, según la interpretación armónica de la Corte.

En este orden, claro se ve cómo el sugerido tema de la aplicabilidad del artículo 33 de


la Constitución, sobre el cual centra el recurrente toda su argumentación para de ella
derivar consecuencias relacionadas con la importancia que merece un pronunciamiento
jurisprudencial, ha sido resuelto de manera categórica en el sentido de que sólo opera
en el reducido espacio de la actuación penal, contravencional y policiva, hecho que por
supuesto permite colegir su no interferencia en asuntos probatorios específicos
regulados por materias diversas, y tal es el caso del interrogatorio extraproceso, tema
sobre el cual también la Corte Constitucional, tomando las resoluciones de esta
Corporación atrás transcritas, declaró la exequibilidad de los artículos 202 y 203 del
Código de Procedimiento Civil, no sin antes precisar la obligación de las personas de
actuar de buena fe en los trámites civiles, ámbito dentro del cual se incluyen los
interrogatorios a los que pueden verse sometidas las personas, por ejemplo el que
como prueba anticipada se puede formular a la presunta contraparte -artículo 294 del
Código de Procedimiento Civil-, de tal manera que si ésta oculta la verdad en el
diligenciamiento de la prueba que deberá observar las reglas establecidas para la
práctica de una en el curso del proceso -artículo 301 del Código de Procedimiento Civil-
a más de contravenir el artículo 83 de la Constitución Nacional, a no dudarlo, encajaría
en el precepto penal dispuesto para proteger el bien jurídico de la administración de
justicia, denominado falso testimonio, injusto que según la consideración del
peticionario requiere desarrollo jurisprudencial, pero sin atinar a precisar en qué
sentido es que busca la apertura del tema -sujetos, verbo rector, conducta, objeto etc.-
pues simplemente aduce su relación con el interrogatorio extraproceso cuando este da
motivo a la investigación penal.

Así las cosas la Corte no considera necesario que se itere sobre temas cuyo análisis ya
se colmó con suficiencia dentro de unos parámetros que legalmente aconsejan no
retornar sobre ellos, menos cuando esta misma Sala antes y después del mandato
constitucional de 1991 en varios fallos de casación ha precisado la independencia entre
la causa civil y los efectos penales que ellas pueden generar, como sería el caso del
falso testimonio. Al efecto basta observar un par de pronunciamientos:

"En Colombia se continúa sancionando como modalidad del delito de falso testimonio
la consciente y voluntaria violación del juramento como garantía para determinadas
actuaciones judiciales o administrativas, aún cuando su autor sea persona interesada
en los resultados de las mismas, pues si tiene derecho para defender sus pretensiones,
no la tiene para engañar a la justicia empeñada en establecer la verdad" (1 de
noviembre de 1984. M.P. Darío Velásquez Gaviria).

"La prohibición de declarar contra sí mismo sólo puede favorecer a los acusados por la
comisión de hechos punibles y no a las personas en sus relaciones entre sí, cuando
entre ellas surjan conflictos de interés, puesto que en tales situaciones los particulares
se encuentran en condiciones de igualdad frente al Estado para que este dirima sus
diferencias.

52
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Es importante insistir también en que la aplicación extensiva de esta garantía a


asuntos distintos de los penales, correccionales o de policía, atentaría contra los
deberes y obligaciones que la misma Constitución impone a todas las personas en
cuanto al ejercicio responsable y no abusivo de sus derechos, que aparecen previstos
en los ordinales 1 y 7 del artículo 95, así, respectivamente: "Respetar los derechos
ajenos y no abusar de los propios" y colaborar para el buen funcionamiento de la
administración de justicia." (19 de enero de 1994. M.P. Guillermo Duque Ruiz,).

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Casación Discrecional
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No concede el recurso
DELITOS : Falso testimonio
PROCESO : 15366
PUBLICADA : Si

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HOMICIDIO AGRAVADO-Causal octava del artículo 324 del C.P.-Competencia/


COLISION DE COMPETENCIA-Entre juzgado ordinario y especializado de un
mismo distrito judicial: Compete dirimirlo a la Corte
Corresponde a los Jueces Penales del Circuito Especializados, dentro del ámbito propio
de sus funciones, según lo dispone la Ley 504 de 1.999, el conocimiento, entre otros,
de aquellos procesos que tengan por objeto el delito de homicidio agravado por la
causal 8ª del artículo 324 del Código Penal, esto es, cuando la muerte se hubiere
producido "con fines terroristas, en desarrollo de actividades terroristas, o en persona
que sea o hubiere sido servidor público, periodista, candidato a cargo de elección
popular, dirigente comunitario, sindical, político o religioso; miembro de la fuerza
pública; profesor universitario, agente diplomático o consular al servicio de la Nación o
acreditado ante ella, por causa o por motivo de sus cargos o dignidades o por razón del
ejercicio de sus funciones, o en cualquier habitante del territorio nacional por sus
creencias u opiniones políticas ... ".

Exige, por tanto, ese factor de competencia, cuando se refiere a la víctima, la


simultánea concurrencia de dos condiciones para determinar a quién pertenece la
asignación legal: primera, cierta calidad de la persona sujeto pasivo de la acción
homicida y, segunda, que ésta se haya ejecutado precisamente por virtud de dicha
condición.

En defecto de la calidad personal de la víctima, se demanda entonces un nexo entre la


conducta delictiva que atenta contra la vida y las creencias u opiniones políticas de
aquella.
....
Es claro que las diligencias descartan la existencia de algún nexo entre la comisión del
hecho y el cargo que de Viceministro desempeñara (...), por ello el conflicto, según lo
plantean los Jueces en él involucrados, gira en torno a la condición de ex asesor, que
como queda dicho no corresponde, en estricto sentido jurídico, a la de un servidor
público, sino a la de un contratista del Estado y en ese orden ninguna trascendencia
sobre tal respecto tendría la prueba testimonial especificada por el funcionario
proponente de la colisión, acerca de las expresiones que el Mayor (...) hiciera en
relación con (...), pues no existiendo la calidad exigida la motivación homicida ningún
efecto tiene para determinar la competencia.

Aunque pudiera afirmarse que el Mayor (...) conocía la actividad y la condición personal
de (...), no fue esa ciertamente la motivación que condujo a dar muerte a esas tres
personas, que sí la constituyó el propósito de lucro y principalmente evitar que esos
dineros llegaren a la guerrilla, por eso la acción se ejecutó sin consideración a ninguna
condición personal, mucho menos cuando quien se anunció como propietario del dinero
era el comerciante (...).

53
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Así las cosas, se asignará el conocimiento de estas diligencias al Juzgado Penal del
Circuito de Sonsón comunicándose de tal proveído al Primero Especializado de
Antioquia, entendiéndose, por tanto, que con esta decisión, queda modificado el
criterio de la Sala, según el cual la definición de asuntos como el examinado
correspondía al Tribunal Superior de Distrito en tanto fuera el común jerárquico de los
despachos colisionantes, pues es claro que, reexaminando la especial y expresa
atribución que a la Corte corresponde por virtud del artículo 68, numeral 5º, del Código
de Procedimiento Penal, es a la Sala a quien atañe la respectiva determinación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Auto Colisión Competencia


FECHA : 18/02/2000
DECISION : Asigna competencia a juzgado Penal del
Circuito
de Sonsón
DELITOS : Hurto agravado, Homicidio agravado
PROCESO : 16628
PUBLICADA : Si

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IMPEDIMENTO-Opinión sobre el caso: Sólo es impeditiva la expresada fuera de la


labor judicial frente al asunto concreto
Entendiendo que el servidor que se declaró impedido lo hizo por considerar que había
manifestado su opinión sobre el asunto materia del proceso, causal contemplada en el
aparte final del numeral 4° del artículo 103 del Código de Procedimiento Penal, no
encuentra la Corte que se aduzca un parecer expresado previamente sobre los mismos
sucesos que motivaron este específico proceso, ni en iguales asuntos fácticos a los que
ha de decidir en segunda instancia la Sala que conforma el doctor Corredor Prins.

Aunque pueda darse similitud, los hechos en penal no suelen ser idénticos, además
que los jueces, puesto que en sus providencias sólo están sometidos al imperio de la
Constitución y la ley, no han de perder su ecuanimidad, idoneidad y objetividad, para
quedar fatalmente ligados a sostener de su propia inercia un criterio previo.

Pero si la tesis es consistente y merece, por su apropiado sustento y solidez, ser


observada, difundida y citada, no hay ninguna razón para no mantenerla y
consolidarla, menos para desechar al servidor judicial que haya tenido que exponer su
criterio dentro del recto cumplimiento de su deber funcional.

Resulta natural y apropiado que un Juez de la República se apoye y refiera el


pronunciamiento que la respectiva Sala del Tribunal de Distrito Judicial haya sustentado
frente a un caso semejante, o el emanado de la Corte, dado el carácter didáctico y el
valor de criterio auxiliar reconocidos a la doctrina y la jurisprudencia, que no están
llamadas a engendrar marginación.

Que la ley colombiana asuma la opinión previa como causal de impedimento, a


diferencia de lo que sucede en otros ordenamientos jurídicos donde la manifestación
del parecer del juzgador sobre el propio caso concreto no le inhibe para seguir
atendiéndolo y luego decidirlo en su equidad, no puede llevarse al extremo de creer
que se haya constituido una especie de lotería, donde las decisiones tengan que
resultar absolutamente inciertas e impredecibles, mientras los criterios jurídicos deban
permanecer ocultos.

Aceptar que toda antelación de las ideas propias conduzca en la judicatura a apartarse
del conocimiento de un asunto equiparable, conduciría muy pronto a la anquilosis de
los jueces profesionales, que en lugar de ser los dispensadores de justicia por
excelencia, tendrían que limitarse a recordar sus pronunciamientos, pero no para
acendrarlos sino para entregar los procesos a quienes deban reemplazarlos, en
sucesión que resultará atrofiante.

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

En síntesis, es claro que la opinión que conduce a que un servidor público judicial
deba separarse de la atención de un proceso es sólo la expresada fuera de su labor
oficial y frente al mismo asunto concreto. Como esas condiciones no son las del caso
bajo estudio, el impedimento será rechazado y el Magistrado que lo expresó deberá
asumir la función que legalmente le corresponde.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Casación -Impedimento
FECHA : 18/02/2000
DECISION : Declara infundado el impedimento
manifestado por
un Magistrado de Tribunal
DELITOS : Falsedad en documento privado
PROCESO : 16190
PUBLICADA : Si

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TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE-Vinculación: Notificación personal del


auto que lo dispone; aplicación de los artículos 318 y 320 del C. de P.C./
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE-Notificación por conducta concluyente/
PERSONERIA-La facultad para intervenir en el proceso se deriva del mandato y
no del reconocimiento judicial de personería/ ERROR DE HECHO-
Modalidades/INDEMNIZACION DE PERJUICIOS-La condena a favor de los
perjudicados es un imperativo legal/INCONGRUENCIA DE LA SENTENCIA-Con
la demanda de parte civil
1. El segundo inciso del artículo 44 del Código de Procedimiento Penal establece que
los llamados a responder de acuerdo con la ley sustancial, como es el caso del tercero
civilmente responsable, deben ser notificados personalmente del auto admisorio de la
demanda. Eso significa que para la vinculación al proceso de dicho sujeto procesal no
basta el proferimiento de la decisión ordenándola, sino que se hace indispensable
notificársela en la forma anotada. A partir de que esto último suceda adquiere la
calidad de parte y naturalmente puede intervenir en el proceso para ejercer el derecho
de controversia.

Si la ley impone la notificación personal al tercero vinculado, eso significa que el


funcionario judicial debe proceder a citarlo a través de un medio expedito para el fin
indicado en el artículo 189 del Código de Procedimiento Penal. Obviamente a condición
de que su dirección sea conocida. Y si citada la persona se niega a concurrir
impidiendo de tal manera la notificación personal, el mecanismo supletorio de ésta -a
falta de norma en el Código de Procedimiento Penal que lo consagre-es, por virtud del
principio de integración, el previsto en el artículo 320 del Código de Procedimiento
Civil. Y se aplicará el 318 del mismo Código en el evento señalado en el primer inciso
de la norma, es decir cuando el interesado en la notificación personal exprese "...que
ignora la habitación y el lugar de trabajo de quien debe ser notificado personalmente y
que éste no figura en el directorio telefónico, o que se encuentra ausente y no conoce
su paradero...".

En los dos casos la vinculación del tercero responsable finalmente se logra, si no


concurre a la notificación personal, con la designación de un abogado de oficio para
que lo represente y con quien quedan garantizados sus derechos de parte.

Está de acuerdo la Sala con la idea de que la notificación por estado no suple la
personal dispuesta por la ley para la vinculación del tercero. Aunque el artículo 190 del
Código de Procedimiento Penal establece la notificación por estado en aquellos casos
en que no fuere posible la notificación personal, dicha hipótesis opera frente a los
sujetos procesales y es claro que para el momento que se examina dicha calidad
todavía no ha sido adquirida por la persona natural o jurídica cuya vinculación al
proceso ha sido ordenada.

55
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Dicha circunstancia fue convalidante del defecto formal en la notificación del auto
admisorio de la demanda. A través de dicho poder el representante legal de la persona
jurídica se dio por enterado de la vinculación de la compañía como tercero civilmente
responsable. Y se trató evidentemente de un acto objetivado en el poder que traduce
el conocimiento de la decisión, es decir el mismo propósito perseguido con la
notificación personal. Con la presentación del poder, entonces, se produjo un típico
caso de notificación por conducta concluyente, que está autorizada por la ley procesal
penal como forma de notificación y mecanismo rectificador de notificaciones no
realizadas o realizadas irregularmente.

2. El derecho de defensa en tales circunstancias estuvo garantizado, no siendo de


recibo el reclamo del apoderado consistente en que no pudo actuar porque no se le
reconoció personería. De hecho, como puede constatarse en el acta de audiencia,
actuó en dicha diligencia sin impedimento o dificultad de ninguna naturaleza. Es que
la facultad para intervenir en el proceso en representación de (...) se derivaba del
mandato y no del reconocimiento judicial de personería. Pero si pensaba que lo
requería lo cierto es que nunca lo reclamó del instructor o del juzgador, siendo
evidente, además, que en ningún momento dentro del proceso se produjo el más
mínimo acto de la autoridad judicial que le impidiera intervenir en representación de su
poderdante. Este hecho traducía, por ende, un reconocimiento tácito y mal se puede
ahora plantear, cuando la falta de actividad del profesional fue manifiesta, que una
simple informalidad a todas luces intrascendente tenga la virtud de socavar la
estructura del proceso en lo que al tercero civilmente responsable se refiere.

Quiere señalar la Sala que el defensor del sindicado, sin que exista razón para no
aplicar la regla al tercero responsable, puede actuar "...a partir del momento en que
presente el respectivo poder..." y sólo por estar irregularmente conferido el funcionario
judicial lo podrá rechazar dentro de los tres días siguientes a su presentación (art. 142
del C. de P.P.).

3. Recuerda la Sala que tal tipo de yerro se presenta cuando el juzgador omite la
consideración de una prueba válidamente aportada al proceso o considera una que no
existe (falso juicio de existencia), o cuando falsea o tergiversa su contenido material
(falso juicio de identidad) o, por último, cuando atenta de manera evidente contra las
leyes de la ciencia, los principios de la lógica o las reglas de la experiencia, o, lo que es
lo mismo, cuando valora la prueba por fuera de los límites de lo racional (falso juicio en
el raciocinio).

4. la Corte empieza por señalar que la circunstancia de que el Procedimiento Penal


disponga que cuando la casación tiene como único objeto lo referente a la
indemnización de perjuicios decretados en la sentencia condenatoria se debe acudir a
las causales y a la cuantía para recurrir establecidas en la casación civil, ello en
manera alguna traduce que sean las reglas del proceso civil exclusivamente las que
rigen el problema indemnizatorio en el proceso penal.

El numeral 1º del artículo 250 de la Constitución Nacional establece como atribución de


la Fiscalía General de la Nación "...tomar las medidas necesarias para hacer efectivos el
restablecimiento del derecho y la indemnización de los perjuicios ocasionados con el
delito". Acorde con dicha disposición constitucional, el artículo 334 del Código de
Procedimiento Penal relaciona como objeto de la investigación criminal la
determinación de "los daños y perjuicios de orden moral y material que causó el hecho
punible".

Tanto la Constitución como la ley, entonces, le imponen al funcionario judicial como


deberes la recaudación de medios de prueba orientados a la demostración de los
perjuicios y la adopción de las medidas que sean del caso para garantizar su efectivo
resarcimiento. No se trata, en consecuencia, como es fácilmente identificable, de una
actividad de la justicia penal condicionada a pedido de parte interesada y ello hace una
enorme diferencia con las reglas aplicables a casos de responsabilidad civil -contractual
o extracontractual- en el proceso civil.

No obstante dichos deberes oficiosos de la jurisdicción penal, la ley autoriza a los


perjudicados con el delito a ejercitar la acción indemnizatoria dentro del mismo
proceso penal o por fuera de él. En este último caso, probado que el ofendido promovió
independientemente la acción civil, el Juez Penal se abstendrá de imponer condena al
pago de daños y perjuicios. La Sala quiere precisar, sin embargo, que la no imposición
de dicha condena, de ser varios los perjudicados con el hecho punible, únicamente
opera frente a quien decidió la pretensión de perjuicios por fuera del proceso penal. No

56
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

frente a los demás que no lo hicieron, independientemente de que se hayan constituido


o no en parte civil.

Ahora bien, si son varios los perjudicados con el hecho y sólo alguno o algunos de ellos
deciden ejercitar la acción civil al interior del proceso penal, no existe razón para variar
la lógica antes anotada. Siendo deber oficioso del funcionario judicial establecer los
perjuicios y obviamente identificar los perjudicados con el delito, y del Juez en
particular decretarlos en la sentencia condenatoria, como se le impone en los artículos
55 y 180-8 del Código de Procedimiento Penal cuando el delito los haya originado,
resulta absurdo afirmar que por el hecho de que alguno de los perjudicados con el
delito haya decidido constituirse en parte civil, los demás no puedan ser cobijados por
la sentencia.

Significa lo dicho, si son varios los perjudicados con el hecho punible, que el contenido
de la demanda de quienes decidan hacerse parte en el proceso no tiene por qué ser
comparado con los pronunciamientos que decreten perjuicios en favor de las personas
no demandantes. En hipótesis así, entonces, resulta absurdo proponer una
inconsonancia entre una demanda y unas declaraciones judiciales carentes por
completo de cualquier vínculo, que fue precisamente lo que hizo el censor.

Los hechos y las pretensiones de la demanda de constitución de parte civil, esto es otra
cosa, deben estar en consonancia con el pronunciamiento del Juez que la decide. El
ejercicio de la acción indemnizatoria supone la presentación de la demanda y ésta
debe cumplir con los requisitos que establece el artículo 46 del Código de
Procedimiento Penal, debiendo ser inadmitida si no los satisface (art. 49). Si entre las
exigencias de contenido del libelo se establecen el señalamiento de los hechos
causantes de los daños y perjuicios, así como la determinación de éstos "...y la cuantía
en que se estima la indemnización de los mismos...", es porque con fundamento en
dichos hechos y pretensiones debe producirse la sentencia, sin que le sea dable al Juez
fallar más allá o por fuera de lo pedido.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo agravado
PROCESO : 12963
PUBLICADA : Si

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DEMANDA DE CASACION-Causal tercera: Técnica


De manera pacífica y reiterada la jurisprudencia de esta Sala ha enseñado que el planteamiento
de la causal tercera de casación no escapa a la técnica que caracteriza este medio extraordinario
de impugnación, razón por la cual la censura por esta vía debe avenirse a las pautas que le son
comunes a las otras formas de ataque permitidas por la ley, como que la demanda no puede
convertirse en escrito de libre formulación sino en instrumento que se sujete a las exigencias del
artículo 225 del C.P.P., señalando en forma clara y precisa los fundamentos de la causal, esto es,
singularizando la irregularidad y demostrando de qué manera afecta derechos sustanciales de
las partes o conculca las bases de la instrucción y el juzgamiento.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Casación
FECHA : 18/02/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas
de
defensa personal, Violación al Dto.180/88
PROCESO : 14530

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

PUBLICADA : Si

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CASACION-Trámite en vigencia del decreto 2700 de 1991/ CASACION-Diferencia
entre la providencia que lo declara desierto y la que lo deniega/ CASACION-
Reforma introducida en la ley 553 de 2000 al trámite de la concesión/ RECURSO
DE HECHO-Procede contra el auto que deniega la casación, pero no contra el que
lo declara desierto
Si bien la formulación oportuna de la demanda de casación se constituye en presupuesto que
posibilita el arribo del asunto a la Corte y así en elemento que concurre a hacer efectiva la
interposición de la extraordinaria impugnación, no menos cierto es que el propio ordenamiento
ha venido estableciendo distinciones entre uno y otro momento al punto que, sin las
modificaciones introducidas por la Ley 553 de 2.000, uno suponía al otro. Así, advertidas las
salvedades que implican la casación discrecional, correspondía al Tribunal decidir si concedía o
no la extraordinaria vía defensiva, mediante auto de sustanciación, pudiendo denegarlo porque,
verbi gratia, se interpuso fuera de oportunidad, o porque encontró ausentes los supuestos de
legitimación, interés, punibilidad o cuantía, según fuere el evento, pero era en ese momento y no
en otro, donde el ad quem admitía o denegaba el recurso, haciéndolo, como de hecho sucedía
según las circunstancias de la negativa, formalmente en proveído interlocutorio o en uno de
sustanciación contra los cuales, en todo caso, sólo procedía, por disposición de los artículos 186,
199 y 207 del Código de Procedimiento Penal, los recursos de reposición y de hecho.

Si la impugnación se admitía, señalaba el artículo 224 del Decreto 2.700 de 1.991, la etapa
subsiguiente, en aras de que el proceso llegara a sede casacional, obligaba a que en un término
de 30 días se presentare la correspondiente demanda, al cabo del cual, dependiendo de la
actitud del recurrente, varias eran las alternativas de decisión: si el libelo se formulaba dentro de
esa oportunidad, se disponía la remisión del expediente a la Corte una vez vencidos los demás
traslados; pero si no se presentaba demanda o ello ocurría fuera de la ocasión prevista en la ley,
el Tribunal, o la Corte en algunos eventos, debía declarar la deserción o abandono del recurso en
auto en cuyo respecto, independientemente de que su forma correspondiera a uno de
sustanciación o a uno interlocutorio, no cabía medio de impugnación alguno, pues, si lo primero,
se trata de un auto que por virtud del artículo 186 es de cumplimiento inmediato y que repele
cualquier recurso; y si lo segundo, esto es interlocutorio, su ejecutoria se produce el día en que
fuere suscrito por el funcionario correspondiente.

Importa en consecuencia relevar esos dos momentos del recurso extraordinario: el primero, el de
su admisión o denegación y el segundo el de su abandono o persistencia en el mismo a través de
la formulación oportuna de la demanda, para denotar que si bien éste tiene por supuesto a aquél
son evidentemente diferentes, de ahí que la propia ley establezca expresa distinción entre la
providencia que declara desierto un recurso y la que lo deniega, teniendo la deserción como
base precisamente la concesión del medio defensivo.

Así las cosas, el recurso de hecho se incrusta en aquella primera etapa, vale decir en la de
admisión o denegación de la casación por así prescribirlo el artículo 207 del estatuto procesal, no
así en la de abandono o persistencia en la impugnación ya que en ella no existe posibilidad
alguna de recurrir habida cuenta que, como ya quedó dicho, la providencia de deserción, si es de
sustanciación no es notificable, y si se acogiere por interlocutorio, es de ejecutoria inmediata.

Es que, como ya ha tenido oportunidad de sostenerlo la Sala (Auto de septiembre 14 de 1.999,


M.P. Dr. Edgar Lombana Trujillo), no es lo mismo denegar un recurso que declararlo desierto, lo
primero se define como el ""no conceder lo que se pide o solicita", sentido natural y obvio de
aquella palabra según su uso general, al que se debe acudir, puesto que el vocablo no ha sido
definido expresamente por el legislador. La declaratoria de desierto..., en cambio es una
expresión con claros matices jurídicos, pues de acuerdo con el artículo 196 B del Código de
Procedimiento Penal "cuando no se sustente el recurso se declarará desierto". Lo mismo ocurre
frente al recurso extraordinario de casación, en las voces del artículo 224 ibídem: "si ninguno lo
sustenta, el magistrado de segunda instancia declarará desierto el recurso." pues esta decisión,
además de que no se incluye dentro de aquellas de sustanciación que se notifican (artículo 186
ídem), su ejecutoria se produce, según lo expresa el artículo 197 ibídem, el día de en que la
suscriba el funcionario correspondiente.

Obviamente que la situación planteada en los anteriores términos resulta fundada para el caso
en examen y para todos aquellos en que, bajo similares circunstancias, se hubiere interpuesto
casación antes de entrar en vigencia la Ley 553 de 2.000, pero no para las formuladas luego de
tal fecha toda vez que en ese sentido el artículo 6º de aquella ha dispuesto que "si la demanda
se presenta extemporáneamente, el tribunal así lo declarará mediante auto que admite el
recurso de reposición".

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Recurso de Hecho
FECHA : 18/02/2000
DECISION : Se abstiene de decidir sobre el recurso
propuesto
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 16869
PUBLICADA : Si

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CASACION DISCRECIONAL-Garantías fundamentales: No se vulneran cuando
se omite imponer el mínimo punitivo/CASACION DISCRECIONAL-Desarrollo de
la jurisprudencia: No tiene como finalidad solucionar las diferencias de
pensamiento entre las Salas de Decisión de los Tribunales
Las garantías están constituidas, en general, como facultades que permiten disfrutar, ejercer o
amparar el derecho respectivo. De ahí que cuando se escoja esa vía, es indispensable especificar
no sólo el derecho fundamental violado, sino específicamente el medio que lo protege o
garantiza y la irregularidad o forma como fue desconocido, atropellado o vulnerado. Así se ha de
indicar, al menos en forma sucinta, en qué consistió la violación y su incidencia negativa contra
la garantía, que lleve al desmedro o a la imposibilidad de gozar o ejercer el derecho
fundamental.

Con relación al desarrollo de la jurisprudencia, la corporación ha reiterado que es deber del


impugnante indicar si pretende fijar el alcance interpretativo de un precepto, la unificación de
posiciones disímiles de la Corte, el pronunciamiento sobre un punto concreto no desarrollado
jurisprudencialmente o la actualización de la doctrina de conformidad con nuevas realidades
fácticas y jurídicas, además de la incidencia trascendente que el pronunciamiento tendría frente
al caso concreto.

El solicitante en forma genérica hace relación a la libertad y al debido proceso como derechos
fundamentales vulnerados, cuyo restablecimiento pretende; sin embargo, no especifica ni
menciona cuáles fueron las irregularidades que, en el concreto trámite procesal, supuestamente
socavaron las bases o estructuras de la instrucción o el juzgamiento.

Tampoco, según el enfoque que da al asunto planteado, la no imposición del mínimo punitivo
puede tomarse como violatoria del principio de legalidad de la pena, consagrado en el artículo
29 de la Carta Política, pues la duración fijada por el juzgador no está por fuera de los límites
mínimo ni máximo señalados en la norma.

El peticionario aduce también que busca el desarrollo de la jurisprudencia, pero además de no


plantear un fundamento que de suficiente base a su aspiración, ya ha expresado esta Sala, por
ejemplo en asunto similar, presentado por el mismo Procurador Judicial, que "la casación
excepcional no tiene como finalidad solucionar las diferencias de pensamiento que puedan
suscitarse entre las Salas de Decisión de los Tribunales, como parece entenderlo el Agente del
Ministerio Público. Lo que el mismo permite son oportunidades para que la Corte desarrolle su
jurisprudencia, la cual obviamente sirve el propósito de unificar la interpretación de la ley, en
atención a la función que presenta como criterio auxiliar de la actividad judicial (art. 230 de la C.
N.)" (septiembre 14/99, rad. 16.062, M. P. Carlos Eduardo Mejía Escobar).

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA


FECHA : 18/02/2000
PROCESO : 15901

CASACION DISCRECIONAL: Desarrollo de la jurispudencia (Salvamento de voto)


Dr. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Es verdad que, como se pone de presente en la decisión de la cual nos apartamos, la solicitud
del impugnante para que se conceda el recurso adolece de falta de claridad y coherencia, pero
no en tal grado que pueda sostenerse de ella que resulta imposible establecer cuál es el sentido
de la petición; en qué se apoya; o que no sea suficiente para tener por acreditado el mínimo
presupuesto de sustentación, en los términos establecidos por la propia jurisprudencia de la
Sala.

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Muy importante habría sido que la Corte se pronunciara sobre la concurrencia de la circunstancia
de agravación consistente en hacer más nocivas las consecuencias del delito en casos de
deserción, sobre la base de la no reincorporación a las filas después del término que da lugar a
la realización del tipo, cuando éste, como lo hace ver el impugnante, precisamente consiste en
ausentarse del lugar de prestación del servicio más allá de cinco días, y con mayor razón,
cuando, según dice, en torno al punto las distintas Salas de Decisión del Tribunal Militar
mantienen criterios dispares.

Estos dos aspectos en opinión nuestra resultarían de suyo suficientes para que el recurso hubiera
sido concedido. Frente a ello, los reproches que al impugnante hace la decisión de mayoría en el
sentido que no dio cumplimiento a la carga de haber indicado los fundamentos de la enmienda
de irregularidades, o el desarrollo de la jusrisprudencia, se nos ocurren exagerados. Son estas las
razones de nuestro respetuoso disentimiento.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Casación Discrecional
FECHA : 18/02/2000
DECISION : No acepta la casación excepcional
insterpuesta
DELITOS : Deserción
PROCESO : 15901
PUBLICADA : Si
Salvamento de Voto Dr. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

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EXTRADICION PASIVA-Prueba: Objeto/ EXTRADICION PASIVA-Prueba


improcedente: Estudio técnico sobre el equivalente a la resolución de acusación
en los EE.UU./ EXTRADICION PASIVA-Prueba improcedente: El fundamento de
la acusación en el país requirente/ EXTRADICION PASIVA-Prueba impertinente:
La dirigida a demostrar la existencia de proceso pendiente en Colombia
1. Sea lo primero advertir que en materia de aducción y práctica de pruebas en el trámite
especial que se origina con la solicitud de extradición que el gobierno de los Estados Unidos de
América hace al de nuestro país por la vía diplomática, que se rigen por las reglas
generales que regulan su admisibilidad por razón de su conducencia según nuestro
derecho procesal penal como se ha venido resolviendo por esta Colegiatura, lo que
significa que constituyendo el thema probandum en esta materia establecer los
requisitos determinados para su procedencia de acuerdo con los artículos 546, 549 ,
551, 558 y 565, la prueba a recaudar debe estar dirigida a la comprobación de que no
se proceda por delito político; sobre la plena identidad del solicitado ; al principio de la
doble incriminación que debe existir entre uno y otro país y al quantum penológico,
que no puede ser inferior a 4 años de prisión; a la existencia en contra del solicitado
de sentencia, resolución de acusación o su equivalente y; a la obtención de copia
auténtica de las disposiciones penales aplicables para el caso.

2. La Corte en el camino de establecer el verdadero sentido y alcance de la ley , como


expresión de voluntad abstracta que es necesario aplicar a casos singulares, en su
momento observará los métodos, sistemas y principios generales para sacar las
consecuencias jurídicas adecuadas, sin que resulte lícito despojarse de su función
jurisdiccional para descansarla en otro ente, como lo pretende la defensa al pedir que
se encomiende en un centro universitario la labor de indagar cual sería el equivalente
a resolución de acusación en el derecho procesal de los Estados Unidos de América, lo
que obviamente ha de ser denegado.

3. Ya advirtió la Sala, según nuestra ley procedimental, cuáles son los extremos
susceptibles de prueba en este incidente de extradición, sin que aparezca por parte
alguna que el Estado requerido esté autorizado previamente a hacer consideraciones
en torno al grado de participación criminosa del extraditado, sobre causales
excluyentes de antijuridicidad o culpabilidad, etc., pues ello es del resorte exclusivo del
Estado que lo reclama. Actuar de otro modo implicaría sustituir indebidamente la
jurisdicción del país competente que solicita la colaboración o asistencia para que
entregue a un imputado que se halla en territorio del país peticionado. Por eso la

60
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

prueba sobre la cual se funda la resolución de acusación y que reclama la defensa,


debe ser despachada negativamente.

4. Finalmente, resulta también improcedente solicitar, como lo pide la defensa, a la


Fiscalía información sobre si en contra de la solicitada cursa proceso penal y en caso
afirmativo la naturaleza del mismo, su estado y decisiones de fondo tomadas y sus
antecedentes penales, ya que en el evento de llegar a existir proceso penal en su
contra o antecedentes, ello resulta ajeno a este trámite ante la Corte, pues
corresponde al Gobierno Nacional y solo a él, decidir sobre la viabilidad de la
extradición, en la forma indicada por la Corte Constitucional en su sentencia C-622 del
25 de agosto de 1999, siendo por lo tanto inconducentes.

MAGISTRADO PONENTE: DR. MARIO MANTILLA NOUGUES

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
FECHA : 21/02/2000
DECISION : Niega la pratica de pruebas solicitadas por la
defensa
PROCESO : 16310
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Prueba: Objeto/ EXTRADICION PASIVA-Etapas/
EXTRADICION PASIVA-Defensa técnica: Momento en el cual debe proveerse/
EXTRADICION PASIVA-Etapa previa: La falta de apoderado no genera nulidad/
EXTRADICION PASIVA-Prueba impertinente: La dirigida a demostrar la ausencia
de jurisdicción del país requirente/ EXTRADICION PASIVA-Prueba impertinente:
La dirigida a demostrar la existencia de proceso pendiente en Colombia
1. Por mandato del artículo 558 del C. de. P. P., el concepto que emita la Corte para
efectos de la extradición se circunscribe a la validez formal de la documentación que le
hace llegar el ejecutivo, a la demostración plena de la identidad del requerido, al
análisis del principio de la doble incriminación, a la equivalencia de la providencia
proferida en el extranjero y, cuando sea del caso, a lo previsto en los tratados públicos.

A más de la expresividad manifiesta de la norma citada, también emana de la parte


final del artículo 556 del mismo estatuto que la Corte, luego de solicitadas las pruebas
por la parte defensiva, se debe pronunciar sobre aquellas que, pedidas u oficiosas,
sean indispensables para emitir el concepto. La petición de pruebas que sea hecha
con base en el mismo artículo 556, entonces, se debe referir al objeto de la tarea de la
Corte, es decir, al contenido del artículo 558 del Estatuto Procesal Penal.

La observación del articulado relacionado con la extradición conduce a idéntica


conclusión. Por ello, todo lo tocante con la concesión u ofrecimiento (artículo 547), con
la potestad de ofrecerla o concederla (artículo 548), con los requisitos (artículo 549),
con las condiciones para el ofrecimiento o la concesión (artículo 550), con la
documentación anexa (artículo 551), con el estudio y eventual perfeccionamiento de
los documentos recibidos en Colombia (artículos 553/4), con la resolución que niega o
concede el pedido (artículo 559), con la improcedencia o entrega diferida por la
existencia previa de un proceso en Colombia (artículos 560 y 565), con la prelación
frente a la pluralidad de demandas de extradición (artículo 561), con la entrega
(artículo 562), con los gastos (artículo 564), etc, corresponden enteramente al
ejecutivo, con la esporádica participación de la Fiscalía General de la Nación, por
ejemplo para capturar al procesado (artículos 562 y 566) y para otorgarle libertad
(artículo 562 y 568).

La ley, así, dice con exactitud qué compete a la Corte.

El artículo 250 del C. de. P. P. estructura uno de los principios generales de las pruebas
en Colombia. De acuerdo con él deben ser inadmitidas o rechazadas todas aquellas
pruebas que sean prohibidas, ineficaces, impertinentes, superfluas o inconducentes.

61
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

De los dos puntos señalados surge claro que la petición a que alude el artículo 556 de
la ley procesal penal tiene que estar vinculada con pruebas eficaces, pertinentes, útiles
o necesarias y conducentes, orientadas exclusivamente hacia aquello en que debe
estar fundamentado el concepto de la Corte, vale decir, hacia lo indicado en el primer
presupuesto sentado.

2. La regulación prevista en Colombia para la extradición es de naturaleza mixta, vale


decir, sigue el sistema administrativo - judicial. En desarrollo de la misma, se cumplen
tres grandes fases, la primera y la tercera netamente administrativas, y la segunda
jurisdiccional. En efecto:

a) La primera etapa, preliminar, preparatoria, es adelantada entre los Ministerios de


Relaciones Exteriores y de Justicia y del Derecho. El primero de ellos se circunscribe a
recibir la documentación del Estado requirente, a señalar si se debe proceder con base
en Convenciones, usos internacionales o en la legislación interna, concretamente el C.
de. P. P. y, predispuesta la documentación, la envía al segundo, que la examina para
establecer si se halla completa y, en caso negativo, la retorna a aquél para que le
incorpore los elementos faltantes. Esta fase aparece detallada por los artículos 551 a
554 del C. de. P. P.

b) El segundo paso, ese sí judicial, denominado estrictamente fase de trámite, como la


rotula el artículo 556 del C. de. P. P., comienza cuando la Corte Suprema de Justicia
recibe el expediente perfeccionado por el Ministerio de Relaciones Exteriores. La Sala
Penal de la Corporación, lo primero que hace es trasladar las diligencias a la persona
reclamada para que designe Defensor o para informarle que, en caso de no hacerlo, le
nombrará uno oficiosamente. En el mismo traslado, o inmediatamente después, la
Corte deja el expediente a disposición del requerido y de su Defensa para que soliciten
las pruebas que consideren necesarias. Luego, si las pedidas son pertinentes,
conducentes y necesarias, se ordenan y se practican, incluidas las que la Sala
determine de oficio, para efectos de su posterior concepto. Realizado lo anterior, la
Corte emite su opinión, ceñida a los temas a que alude el artículo 558 del C. de. P. P.
Esta parte de la regulación del fenómeno emana de los artículos 555 a 558 del mismo
Estatuto.

c) La tercera fase comienza cuando el Gobierno recibe las diligencias procedentes de


la Corte y entra a decidir sobre si niega o concede la extradición. De allí en adelante,
como surge de los artículos 559 a 568 del Estatuto Procesal Penal, la labor vuelve a ser
exclusivamente administrativa.

3. En materia de extradición, nuestra ley procesal prevé el derecho de defensa en su


artículo 567, con estas palabras: "Derecho de defensa. Desde el momento en que se
inicie el trámite de extradición la persona tendrá derecho a designar un defensor, de
no hacerlo se le nombrará de oficio" ( negrillas de la Sala ). Esta norma guarda perfecta
armonía con el artículo 556, que, con esa justa palabra, dispone que el trámite
comienza con la recepción de las diligencias por parte de la Corte. Por lo anterior, es
decir, por la letra de la ley, y porque en ningún otro lugar de la normatividad
correspondiente se habla del derecho de defensa, se concluye que el mencionado
derecho, en tema de extradición, nace solamente cuando la Corte inicia su actuación.

4. La Sala, reiteradamente, ha dicho que la Defensa no es imprescindible respecto de


las diligencias preliminares adelantadas por los Ministerios señalados, tal como quedó
plasmado en el "Presupuesto" 4) de esta decisión. En una de sus resoluciones, la del 7
de diciembre del año anterior, por ejemplo, expresó:

"...sobre la normatividad aplicable y el perfeccionamiento del expediente, reitera la


Corte que el control y revisión de esa actuación escapa a su competencia, la que
conserva la Administración y/o la Jurisdicción Contencioso Administrativa, a selección
de la Defensa, una vez proferida por el Gobierno la resolución que ponga fin al
trámite".

"Con todo, es útil recordar como atrás se vió, que la Corporación ha dejado establecido,
que siendo la finalidad de la etapa preliminar preparar el trámite judicial y la etapa
decisiva del Gobierno, los actos expedidos por la Administración en ese instante son
incontrovertibles, tanto por su naturaleza como por las formas preestablecidas en el C.
de. P. P., que determinan el inicio formal del trámite a partir del momento en que la
Corte admite el expediente recibido del Ministerio de Justicia y del Derecho. Por
consiguiente, es en el rito jurisdiccional en donde por mandato legal la Corte está
obligada a preservar el derecho de defensa material y técnica del reclamado en
extradición, pues es allí en donde la ley permite la controversia fijando un término para

62
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

pedir pruebas, otro para su práctica y el restante para alegar; y no en el rito


administrativo previo, en donde no se reguló formalmente un trámite que permita la
controversia, de ahí que tampoco es necesaria la asistencia de un defensor...".

"Ahora, en lo que concierne al procedimiento judicial, es claro para la Corte que el


derecho a la defensa del reclamado en extradición, ha sido cabalmente garantizado,
comoquiera que la primera actuación de la Sala fue la de enterarlo del derecho que
tenía de nombrar un defensor de confianza, y una vez hecha la designación el
procedimiento ha cursado con su intervención. Siendo esta la fase procesal y la
oportunidad reglamentadas por la ley para ejercer el derecho de defensa, ninguna
invalidez de la actuación se presenta, máxime cuando en un Estado de Derecho, como
el nuestro, las formas preestablecidas en la ley deben ser acatadas tanto por las
autoridades como por los particulares que intervienen en el rito".

"Proceder que por cumplir estrictamente la reglamentación hecha para este tipo de
trámite por el C. de. P. P., tampoco vulnera el derecho a la igualdad, frente a los sujetos
pasivos de la acción penal en Colombia, por cuanto el procedimiento de la extradición
se caracteriza por una naturaleza distinta a la del proceso penal, toda vez que regula
situaciones de hecho y de derecho diferentes, y se dirige a fines disímiles" ( M. P. Dr.
Edgar Lombana Trujillo ).

5. Las pruebas relacionadas en los puntos 1) a 7) del capítulo correspondiente de esta


resolución de la Sala son negadas por cuanto tienen como finalidad demostrar, en
últimas, que el Estado reclamante carece de jurisdicción para juzgar al Señor (...). La
petición, entonces, alude a la práctica de pruebas que son impertinentes porque no se
relacionan con los temas de que se debe ocupar la Corte de acuerdo con el contenido
del artículo 558 del C. de. P. P. De otra parte, si la jurisdicción es el ejercicio de la
facultad que tienen los Estados para administrar justicia en su territorio, mal podría la
Corte desconocer la soberanía del requirente si permitiera la controversia sobre tal
materia, aparte de que tal asunto debe ser debatido y resuelto dentro del proceso
pertinente en el país que hace la reclamación.

La petición identificada con el número 8) también es impertinente y, por tanto, se


niega. En efecto, en primer lugar, ello no tiene relación con la tarea de la Corte en este
momento ni respecto del concepto que debe emitir; en segundo lugar, es al Gobierno a
quien compete la decisión sobre si concede o no la extradición en aquellas hipótesis en
que cuando por el mismo delito la persona pedida en extradición es investigada o ha
sido juzgada en Colombia, en virtud del artículo 565 del C. de. P. P.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
FECHA : 21/02/2000
DECISION : Deniega la declaración de nulidad y la
solicitud de
practica de pruebas
PROCESO : 16306
PUBLICADA : Si

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CONSULTA-Competencia del superior: Es ilimitada por ministerio de la ley, aún en


perjuicio del apelante único
La propuesta del casacionista, que como ya se advirtió es respaldada por el Procurador
Delegado, ha sido objeto de profuso y detenido análisis por parte de la Sala, siendo
precisamente a partir de dicho estudio y previa observación de la teleología misma a
que el instituto de la consulta obedece y que procesalmente se ha justificado como un
imperativo legal para que ciertas determinaciones adoptadas por un funcionario sean
revisadas por su superior jerárquico, que mayoritariamente Corte ha concluído en
hipótesis como la que ahora nuevamente se debate, la inexistencia de limitación
alguna en la competencia del ad quem para su conocimiento si, previsto el referido
grado jurisdiccional en la ley, dichos proveídos han sido recurridos por alguno de los

63
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

sujetos procesales, incluído desde luego el procesado o su defensor dentro de la


conocida categoría de único apelante.

Necesario resulta por tanto además clarificar, que dentro de las peculiaridades que el
actual sistema procesal mixto que con tendencia acusatoria nos rige, la consulta
consecuentemente con dicha caracterización ha adquirido una razón de ser y dinámica
distintas a aquéllas que tradicionalmente los diversos Estatutos Procesales Penales
Colombianos le habían atribuído durante el pasado siglo, tal y como se observa de las
regulaciones contenidas en los artículos 188 y 189 de la Ley 94 de 1.938, 199 del
Decreto 409 de 1.971 (modificado por el artículo 1 de la Ley 17 de 1.975) y el 210 del
Decreto 0050 de 1.987, esto es, su carácter supletorio, colegido a partir de la previsión
legal según la cual este grado de competencia funcional operaba cuando no se hubiese
interpuesto el recurso de apelación.

Así, la jurisprudencia precisó:

"La consulta no es propiamente un recurso, porque este es un derecho concedido por


la ley a las partes; aquella es un grado de jurisdicción especial de oficioso y obligatorio
cumplimiento. El recurso, reposición, apelación o casación, depende de las partes que
intervienen en el proceso penal; es el ejercicio de una acción en cumplimiento de un
derecho emanado de la ley; la consulta no es un derecho ni una acción de libre arbitrio
o disposición de las partes; es un imperativo de la ley con carácter obligatorio que
ordena al juez -sin petición alguna- que la sentencia debe consultarse cuando ella no
ha sido apelada" (Auto, 5 de diciembre de 1.956. Resalta la Sala).

Y, se explica claramente dentro de este contexto que la consulta, entendida como


aquel medio que posibilita la revisión por ministerio de la ley de algunas decisiones
judiciales, tuviese una fisonomía accesoria, en razón a que no existía para el superior
ninguna limitante en su competencia decisoria cuando conocía de ellas por vía de
apelación; por tanto, no le estaba vedada materia alguna sobre la cual pronunciarse,
pero mas aún, así como bien podía confirmar el proveído impugnado o reformarlo en
sentido contrario a lo pedido por el inconforme, también le era dable empeorar su
situación.

Esta constatación ha permitido comprender que hoy por hoy, superada la simple
literalidad de la ley que por lo mismo excluye cualquier labor hermenéutica e impide el
cumplimiento de los fines que en defensa del interés público se han promovido
mediante la consagración de la consulta y aun cuando en la particular redacción del
artículo 206 del Código de Procedimiento Penal por un reflejo de costumbre legislativa
se incluyó el mismo dispositivo sugerente de una confrontación insalvable entre el
ejercicio de los recursos y la consulta, se impone para su correcto entendimiento tomar
en cuenta que en la normatividad actual la apelación le permite al superior revisar
solamente los aspectos impugnados, sin que desde luego pueda aceptarse que en
estos casos la voluntad de la parte enerve el mandato de la ley y excluya de contera el
poder correctivo ilimitado del ad quem, máxime cuando en el actual Estatuto Procesal
precisamente la consulta ha quedado instituída para aquellos delitos que por su
gravedad y connotaciones, fue necesario atribuir su conocimiento a una especial
categoría de funcionarios judiciales.

Al respecto véase cómo dicho control automático de legalidad y justicia procede en


relación con aquellas decisiones de primer grado mediante las cuales se ordena
cesación de procedimiento, preclusión de la investigación, devolución a particulares de
bienes del imputado o sindicado presuntamente provenientes de la ejecución del hecho
punible o que sea objeto material del mismo y las sentencias que no sean anticipadas,
proveídos todos cuya competencia funcional se atribuyera a los fiscales y jueces
regionales, ahora jueces penales del circuito especializados y los fiscales delegados
ante aquéllos, acorde con lo dispuesto por la Ley 504 de 1.999.

Obsérvese así que, entre otras determinaciones, la consulta opera respecto de todas
las sentencias, sean éstas condenatorias o absolutorias, con las excepciones
señaladas, sin que pueda hacerse ninguna diferenciación en uno y otro caso, pues
ambos supuestos están comprendidos dentro del pleno poder y competencia ilimitada
que por definición al superior le otorga este grado de jurisdicción especial.

Carecería de sentido que empece la consulta, se establezca prelación por el recurso


impetrado por el procesado o su defensor contra una sentencia condenatoria
atribuyéndole acá todos los efectos de competencia restringida al ad quem, salvo que
el agente del Ministerio Público o el Fiscal hubieren recurrido la decisión, conforme con
el artículo 217 del Código de Procedimiento Penal, según se afirma por quienes

64
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

patrocinan esta tesis, y en cambio la misma finalidad propuesta con esta revisión
jerárquica automática no sea susceptible de igual exigencia -por parte de la ley claro
bajo la exégesis que de ella hacen quienes así comprenden el fenómeno-, si la decisión
es absolutoria, no obstante que, desde luego, habrían más razones para deducir tal
imperativo en esta hipótesis que en la primera y sin embargo nadie discute que
tratándose de fallos absolutorios el superior deba conocer por vía de consulta, sin
límite alguno.

De ahí que, para la Corte, no pueda hacerse ninguna distinción en esta materia,
debiéndose en su lugar otorgar a la consulta todos los efectos que resultan inherentes
a su regulación actual, sin que por ende sea pertinente acudir a argumentos
relacionados con fenómenos distintos, como sucede con una presunta vulneración del
principio constitucional de la no reformatio in pejus, que sencillamente no es predicable
en estos casos, pues liberada como está la consulta de la referida prohibición y
obrando autónomamente por ministerio de la ley, ningún conflicto en relación con ella
se genera, resultando por tanto impertinentes aquellas alegaciones que lo dan por
supuesto.
....
Debe por tanto la Sala reiterar una vez más (véase al respecto, entre otras decisiones,
Cas. 6831 del 25 de junio de 1.993, Cas. 8008 del 4 de noviembre de 1.993, Cas.
8675 del 17 de agosto de 1.994, Cas. 10.110 del 22 de octubre de 1.997, Cas. 13.419
del 21 de octubre de 1.998, Cas. 10.168, 12.683 y 14.063 del 4 de febrero, 25 de
marzo y 11 de agosto de 1.999, respectivamente), que tratándose de sentencias
consultables, dicho grado legal de conocimiento permite al superior decidir sin
limitación alguna, independientemente de que el procesado o su defensor hubiesen
como apelante único impugnado el fallo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE


FECHA : 21/02/2000
PROCESO : 13418

REFORMATIO IN PEJUS (Salvamento parcial de voto)


Dr. Alvaro Orlando Pérez Pinzón

1. Cuando el procesado es recurrente único en materia de apelación y de casación, por


ningún motivo es posible empeorar su situación jurídica, por esto:

1.1. El artículo 31-2 de la Constitución Política establece la prohibición de la reformatio


in pejus, como uno de los derechos fundamentales, reconocido a título de principio.
Expresamente dice: " El superior no podrá agravar la pena impuesta cuando el
condenado sea apelante único".

El C. de P.P. en una de sus normas rectoras, el artículo 17, dispone: "El superior no
podrá agravar la pena impuesta cuando el condenado sea apelante único".

En materia de casación, el artículo 227 del C. de P.P., adhiere al importante principio y


acude a la rúbrica o rótulo de principio de no agravación, que describe así: "Cuando se
trate de sentencia condenatoria no se podrá agravar la pena impuesta, salvo que el
fiscal, el ministerio público o la parte civil, cuando tuvieren interés, la hubiera
recurrido".

Es claro, entonces, que la prohibición de la reformatio in pejus cuando el condenado es


recurrente único con miras al debate en segunda instancia o en sede de casación, es
derecho - principio fundamental -constitucional, norma superior legal que rige el
procedimiento y regla que reitera el principio - derecho constitucional. Desde este
punto, por donde o desde donde sea vista, la prohibición limita cualquier actuación en
su contra.

1.2. Es cierto que la Corte Suprema de Justicia debe velar por la legalidad, por las
garantías, por los derechos, etc. Pero también lo es que no todo le puede corresponder
a Ella, pues igualmente la Fiscalía y el Ministerio Público, por ejemplo, poseen vocación
para buscar otra instancia, otra sede.

1.3. En el asunto que convoca la atención de la Sala, el Tribunal Nacional aumentó la


pena impuesta en 1ª instancia, desacomodando la constitucionalidad porque ello está
expresa y genéricamente vetado por la Carta.

65
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

1.4. El principio constitucional con rango de derecho fundamental conocido como


prohibición de la reformatio in pejus (artículo 31-2), no permite excepciones, como se
desprende de su simple literalidad. Y si no las permite, porque ni las expresa ni las
insinúa, se revitaliza la máxima antiquísima: Ubi lex non distinguit, nec nos distinguere
debemus: cuando la ley no distingue, tampoco debemos distinguir.

1.5. En esta, y muchas otras decisiones, la Sala mayoritaria da preferencia al principio


de legalidad cuando lo parangona con el de la prohibición de la reformatio in pejus. El
pensamiento del suscrito es que los principios constitucionales no se encuentran
jerarquizados ni se repelen por opuestos antagónicos.

Al contrario de lo que se acaba de exponer al inicio del párrafo anterior, los principios
se pueden complementar y robustecer, vgr., como ocurre con presunción de inocencia,
defensa, cosa juzgada, debido proceso concreto etc., que se auxilian y, entre todos
ellos, y otros, conforman el amplio principio conocido como debido proceso amplio.

Salvo muy contadas hipótesis, una característica general de los principios es que
admiten excepciones. Así se dice de la cosa juzgada, del non bis in idem, de la defensa
letrada, del proceso público, etc. Bien puede afirmarse, entonces, que una excepción a
la legalidad como principio es la prohibición de la reformatio in pejus, excepción tan
alta que ha recibido la categoría de derecho y principio constitucional. Esto no es
extraño a nuestra normatividad pues, por ejemplo, el principio de favorabilidad
-retroactividad, ley intermedia, lex tertia- es una excepción al principio de legalidad en
su forma de ley preexistente.

2. También se afirma que cuando la sentencia admite el grado de consulta, el ad-quem


puede conocer ilimitadamente, no obstante la interposición del recurso de apelación
por el procesado, como único impugnante. A ello, dígase:

2.1. El artículo 31 de la Constitución Política dispone:

"Toda sentencia judicial podrá ser apelada o consultada, salvo las excepciones que
consagre la ley".
"El superior no podrá agravar la pena impuesta cuando el condenado sea apelante
único".

De aquí resulta:

a) Por la "O", son fenómenos diferentes y oponibles. Por tanto, si se apela, no procede
la consulta; y si se acude a la consulta es porque no se apela.

b) Cuando el inciso 2°. hace la afirmación transcrita, tajantemente está diciendo que el
recurso de apelación desplaza toda posibilidad de consulta. Ese es el mensaje lógico si
se mira el
origen y la historia del principio de la doble instancia, regido por el interés de quien se
siente afectado y no por el ánimo o "interés general". Bastaría preguntarse, siendo
realistas, a quién le interesa, salvo -y en veces- a los protagonistas del conflicto, que
abstractamente, en nombre suyo y de todos sus semejantes, el estado-legislativo
quiera la protección general. Si ello fuera así, si prevaleciera el interés general sobre el
particular, como dice la decisión mayoritaria, le correspondería a la Constitución y a la
Ley sencillamente abolir la apelación y disponer, en todo caso, la consulta.

2.2. Se dice que la "primacía del interés general", sustento de la consulta, es uno de los
pilares del Estado Social y Democrático de Derecho. Ello no es tan cierto si se repara el
nacimiento de tal filosofía y si se tiene en cuenta que, conforme con su historia, el
Estado Social y Democrático sigue siendo "individualista", en el sentido de que implica
e impone un orden de preferencia: el hombre, la sociedad y el Estado. La fórmula
Estado Social y Democrático de Derecho no coloca al hombre en el 2°. ni el 3er. sitio.
Lo ubica en el primero, y por consiguiente, el "interés general", en este tema, tiene que
ceder ante el interés particular, sobre todo cuando ese "interés particular", que
engendra un recurso, ha sido reconocido como de rango constitucional, integrante del
debido proceso y, por supuesto, con categoría de derecho fundamental. No es
pensable, entonces, que un derecho con tales características, sea inferior a un
"grado" en pro de un interés general, abstracto, es decir, en aras de un supuesto
derecho que es "común" y que aparta, separa al hombre.

En suma, la impugnación que lleva el proceso a la 2ª. instancia y a la Corte, fija una
barrera infranqueable al poder del Poder Judicial: este no puede desmejorar la situación

66
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

del hombre que recurre sólo, pues la prohibición de la reformatio in pejus, como
derecho fundamental que es, porta en su naturaleza, como surge del artículo 5º. de la
Constitución, su carácter de inalienable.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas
de uso
privativo de las F.M., Homicidio agravado
PROCESO : 13418
PUBLICADA : Si

Salvamento Parcial de Voto Dr. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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NORMAS DE ESTADO DE SITIO-Al ser incorporadas como legislación


permanente, varían los contenidos de su interpretación/ SECUESTRO DE
AERONAVES, NAVES O MEDIOS DE TRANSPORTE COLECTIVO-El artículo 28
del decreto 180 de 1988 derogó los artículos 281 y 282 del Código Penal/
CONCURSO-Concepto de necesidad de un acto en relación con otro
1. Pocas reflexiones se exigen ahora para resolver el recurso planteado, de cara al
completo y denso estudio hecho por la Sala en la sentencia del 26 de octubre de 1999,
con ponencia del magistrado Carlos Eduardo Mejía Escobar, como respuesta a unas
inquietudes jurídicas similares ofrecidas con motivo del apoderamiento y desvío de una
aeronave con su tripulación y siete (7) pasajeros.

En efecto, se dijo en el mencionado fallo:

"... la Corte no quiere desaprovechar la oportunidad para referirse al supuesto


paralelismo normativo existente entre el mencionado artículo 4° del decreto 2266 de
1991 y el artículo 281 del Código Penal, en desarrollo y cumplimiento del alto fin que le
concierne como máximo Tribunal de la justicia penal a nivel de la unificación de la
jurisprudencia nacional.

"Es cierto que el decreto 180 de 1988, dictado por el Presidente de la República en
desarrollo del decreto 1038 de 1984, mediante el cual se declaró turbado el orden
público y en estado de sitio todo el territorio nacional, tuvo como propósito enfrentar la
situación de violencia generalizada que atravesaba el país y de ataques premeditados
a las instituciones democráticas a través del auge de acciones terroristas de la
delincuencia organizada.

"Y resulta claro en tal medida que la viabilidad de adecuar una conducta a uno de los
tipos descritos en el decreto 180, cuando también cabía en un tipo ordinario del Código
Penal, surgía de la relación directa o indirecta con los propósitos para los cuales fue
expedida la legislación excepcional. Fue esta la consideración que llevó a concluir, en
varios casos, que coexistían normas ordinarias y excepcionales referidas en principio a
la misma conducta y que la aplicación de una u otra, con las consecuencias obvias a
nivel de competencia y procedimiento, dependía de si afectaba o no el orden público
que se buscaba restablecer.

"Es entonces el decreto 180 y en general todos los que se han dictado bajo las
facultades que confiere el artículo 121 de la Carta a partir de entonces -señaló la Sala
en otra oportunidad-, el remedio extraordinario que el Ejecutivo ha buscado ante el
fracaso de las previsiones de la legislación ordinaria; y siendo ésta la motivación

67
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

política y social que justificó la declaratoria del estado de sitio es de absoluta


necesidad concluir que existiendo normas paralelas sólo podrán ser aplicadas las de
estado de sitio cuando las conductas efectivamente afecten el orden público que se
pretende proteger de manera extraordinaria, porque cuando se trata de violaciones
normales al orden jurídico, como consecuencia de lo que podría denominarse
criminalidad convencional, es apenas natural que se recurra a la legislación ordinaria,
porque proceder de otra manera sería desconocer el querer del legislador, que concibió
tal legislación excepcional sólo en razón de las consideraciones antecedentemente
transcritas y se desconocería también de contera la jurisprudencia constitucional de la
Corte de manera indirecta, en cuanto se le estaría dando viabilidad jurídica a normas
extraordinarias para solucionar o sancionar casos y conductas que nada tienen que ver
con los motivos de perturbación y que no afectan en mayor grado el orden público,
debiéndose entender éste, dentro de la concepción política que de él tuvo el Ejecutivo
para justificar la expedición del decreto 1038 de 1984" (Sentencia de agosto 22 de
1990. M. P. Dr. Edgar Saavedra Rojas).

"Si era natural, entonces, que la aplicabilidad de la normatividad contenida en el


decreto 180 de 1988 estaba sujeta a la relación directa o indirecta con las causas que
originaron el estado de sitio, la misma quedó rota al cambiar la fuente formal de
validez de las normas de ese estatuto que se adoptaron como legislación permanente
mediante la expedición del decreto 2266 de 1991, proferido en desarrollo del artículo
8° transitorio de la Constitución Nacional vigente. Tal fue la óptica de análisis de la
Corte Constitucional al determinar su competencia para realizar el juicio de
constitucionalidad al artículo 1° del decreto 1895 de 1989 (declarado exequible por la
Corte Suprema de Justicia mediante sentencia de octubre 3 de 1989), acogido como
permanente por el artículo 10° del decreto 2266 de 1991. Señaló la corporación:

"Es de anotar que aunque la redacción de los artículos 1° del decreto 1895 y 10 del
decreto 2266 de 1991 es, por razón de la subrogación, idéntica, y de que fue el mismo
texto transitorio el que se incorporó a la legislación permanente, sin embargo, en razón
de las fuentes formales de validez, las normas son diferentes, como enseguida se
explica.

"En efecto, cuando el decreto 1895 de 1989 fue examinado por la Corte Suprema de
Justicia, en ejercicio del control automático previsto en el artículo 121 de la
Constitución de 1986, entonces vigente, esa Corporación lo declaró constitucional,
mediante sentencia del 3 de octubre de 1989, pero bajo el entendido de que las
"actividades delictivas" allí mencionadas eran únicamente el narcotráfico y delitos
conexos, pues la articulación existente entre el decreto y los motivos que llevaron a la
declaratoria del estado de sitio así lo exigían. Posteriormente, al haber sido
demandado ante la Corte Constitucional, entre otros, el artículo 10° del decreto 2266
de 1991, esta Corporación lo declaró exequible (sentencia C-127/93, M. P. Dr. Alejandro
Martínez Caballero), e hizo la aclaración de que la expresión "de una u otra forma",
debe entenderse como incremento patrimonial no justificado, derivado de actividades
delictivas, "en cualquier forma que se presenten éstas". Es decir, que ya no se limitaría
al delito de narcotráfico y conexos sino a cualquier otro" (Corte Constitucional,
Sentencia C-319/96. M. P. Dr. Vladimiro Naranjo Mesa).

"La conclusión del Ministerio Público, entonces, atinente a que las normas del decreto
180 de 1988 adoptadas como legislación permanente, son aplicables "a los
comportamiento ejecutados por bandas delicuenciales de narcotraficante o
guerrilleros", no es admisible a juicio de la Sala. Es verdad que las causas materiales
que originaron en 1984 la declaratoria del estado de sitio se mantenían al momento de
la expedición de la nueva Constitución y siguen siendo parte de la realidad nacional,
pero no lo es que el marco de aplicabilidad de las normas excepcionales, a partir de su
incorporación a la legislación permanente, siga conectado con los motivos que
condujeron al Ejecutivo a dicha declaratoria de perturbación del orden público.

"En tal dimensión, aún aceptado que las normas del decreto 180 tenían como
orientación exclusiva la de contrarrestar a la delincuencia organizada (narcotráfico y
guerrilla), las circunstancias de análisis han variado, por efecto del cambio de la fuente
formal de validez de las que fueron adoptadas como legislación permanente por virtud
del decreto 2266 de 1991. Por ende, sustituida la causa de su origen, varían los
contenidos de la interpretación.

"No obsta lo precedente para señalar que aún en vigencia del estado de sitio, a partir
de las causas originales que lo fundamentaron y de las sobrevinientes que motivaron la
expedición del decreto 180, la jurisprudencia de la Corte no condicionó la aplicación de
ésta normatividad a que las conductas estuvieran ligadas de manera directa o indirecta

68
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

a las actividades del narcotráfico o de la guerrilla. Bastaba que el comportamiento,


como específicamente sucedía frente a las conductas que no incluían el ánimo
terrorista como elemento de la descripción típica, tuviera trascendencia en el orden
público. Así fue la conclusión, por ejemplo, frente al delito de amenazas personales o
familiares (art. 26 D. 180/88), en relación el cual se sostuvo y se sostiene como
presupuesto de aplicabilidad, la circunstancia de que trasciendan la esfera meramente
individual o privada y se afecten intereses colectivos.

"El estatuto 180 que contiene ese artículo 26 -dijo la Sala-, fue expedido para
contrarrestar la grave e inmensa alteración del orden público: dentro de esa realidad y
a través de esa dinámica socio-política hay que examinar toda esa normatividad de
excepción, y entonces, ahí sí aparece explicable y acertado sostener, como lo ha hecho
esta Sala (autos de 6 de diciembre de 1988 y 29 de marzo de 1989, entre otros) que
únicamente encajan en el citado artículo 26 las amenazas que trasciendan de algún
modo la esfera meramente personal o privada, y, en ese desbordamiento, alcance a
afectar intereses sociales o de más amplitud, que pongan en peligro o perturben la
vida en común o social de los coasociados (pocos o muchos) y no de individualidades
aisladas. En otras palabraas, es con base en sus efectos, y no sólo en consideración a
la persona o personas objeto de la amenaza, como se debe dilucidar la naturaleza de la
misma, aunque obviamente la calidad o carácter que tenga el amenazado en ocasiones
influye en los efectos de ésta" (Sentencia de mayo 18 de 1989. M. P. Dr. Guillermo
Duque Ruiz).

"De otra parte, en lo atinente al delito de fabricación y tráfico de armas y municiones


de uso privativo de las fuerzas militares (art. 13 del decreto 180), y de otras conductas
relacionadas en ese estatuto, según lo admitió la Sala en otra oportunidad, por sí
mismas "entrañan una ataque más directo, más inmediato, más fuerte a las
instituciones", ... "un especial ataque a la seguridad o a la tranquilidad públicas", y fue
ello "lo que llevó al legislador a tipificarlas con más estricta penalidad
independientemente de los fines que se buscaran en ellas" (Sentencia de julio 9 de
1990. M. P. Dr. Edgar Saavedra Rojas).

"Frente al delito de secuestro de aeronaves, naves o medios de transporte colectivo


(art. 28 del decreto 180), las consideraciones son similares. En su redacción no fue
incluido ningún propósito específico del agente como elemento configurador del tipo
penal, pero no por ello es sostenible que el legislador extraordinario hizo depender la
configuración de la conducta de la existencia de un nexo con actividades de una
especial delincuencia organizada, en particular del narcotráfico o de la guerrilla. La
trascendencia que en materia de seguridad pública y colectiva contenía la acción, sin
embargo, quedaba implícita en la norma, en la medida de la correspondencia entre la
naturaleza de la conducta descrita y el ámbito de la prohibición. Usar violencia,
amenazas o maniobras engañosas para apoderarse, alterar el itinerario o ejercer el
control, de una nave, de una aeronave, o de cualquier otro medio de transporte
colectivo, es una conducta que necesariamente perturba la tranquilidad y la paz
sociales y lleva a todos, gente del común y funcionarios, a un estado de zozobra y gran
tensión, que naturalmente sumen a la población en el terror. Una conducta como la
descrita por la norma, es innegable, perturba significativamente el orden público,
resquebraja la confianza de la ciudadanía en sus medios de transporte colectivos y
siembra en el conciente colectivo la virtualidad del miedo como una asechanza
permanente, que la afecta hondamente en tanto la perturba.

"Quién niega la trascendencia social del secuestro de un avión con fines económicos.
O el de un bus de servicio público que es desviado de su ruta, mientras sus ocupantes
son sometidos mediante la violencia, independientemente de los fines buscados por los
agresores. Esas conductas afectan la sensibilidad social y son altamente
perturbadoras del orden público. Bajo esta óptica hacer la diferenciación entre
delincuencia común y delincuencia organizada, para concluir que sólo a ésta le es
imputable el delito del artículo 28 del decreto 180, es seguir planteando que sólo el
narcotráfico y la guerrilla producen daño de esta dimensión. El disvalor de la conducta
de uno de estos últimos grupos que se apodera de una nave o aeronave o de cualquier
otro medio de transporte colectivo, para el desarrollo de sus actividades (puede ser
simplemente la consecución de dinero para financiarse), en especial bajo una
confusión como la del país, donde en no pocas oportunidades el origen y las finalidades
de los actos delicuenciales se presentan ocultos, no deja de asemejarse a la de otro
grupo de personas que se conciertan para efectuar la misma acción. En uno y otro
caso se genera zozobra social y terror general en la población.

"Este fue el resultado que dentro del sistema produjo la consideración del legislador
extraordinario al elaborar la descripción típica del artículo 28 del decreto 180. Por sí

69
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

misma la conducta representaba un grave ataque a la seguridad y a la tranquilidad


públicas y en tal medida resultaba inclusive desafortunado limitar su alcance a un fin
determinado buscado por el autor. Antes de la vigencia de la nueva Constitución,
entonces, para que se configurara dicho tipo penal bastaba que el agente, con
independencia del fin perseguido, realizara alguna de las conductas relacionadas en la
norma. E idéntica es la solución frente a la vigencia del decreto 2266 de 1991, por el
cual se adoptó como norma permanente el comentado artículo 28 del decreto 180,
especialmente en atención al cambio de la fuente de validez de la norma que, como se
dijo, desliga su análisis de los motivos originales que condujeron a la declaratoria del
estado de sitio en 1984, como de los sobrevinientes que llevaron a la expedición del
denominado estatuto antiterrorista.

"Como corolario de lo dicho debe sostenerse que el artículo 28 del decreto 180 de 1988
suspendió en su momento la vigencia de los artículo 281 y 282 del Código Penal y
posteriormente los derogó, al ser acogido dentro de la legislación permanente, en
desarrollo del artículo 8° transitorio dela Constitución Nacional" (Radicado N° 10.425.
Se ha subrayado).

2. Resta decir que el artículo 26 del Código Penal, cuando regula el instituto del
"concurso de hechos punibles", se refiere a los vocablos "acción u omisión" y "acciones
u omisiones", pero no brinda ni poseemos un concepto natural de conducta, que facilite
distinguir cuando se está en presencia de un solo hecho o de varios hechos y, por
ende, de un delito o de múltiples delitos.

Sin embargo, la unidad o pluralidad de delitos depende de un examen particular de la


descripción típica de los hechos punibles, la interpretación del respectivo tipo penal de
la parte especial, la relación en la que se encuentran los tipos real o aparentemente
concurrentes y el bien o los bienes jurídicos comprometidos.

La necesidad de un acto en relación con otro, argumento aducido para proclamar la


unidad de delito, no la demanda la realización cómoda de los delitos sino la reunión
legal de los hechos en un solo acto de desaprobación jurídica, pues, ni más faltaba, que
a la afrenta que los delincuentes le infirieron a las víctimas y la sociedad, se venga
agregar una ingenua interpretación que provea una paradójica legitimación de
modalidades comportamentales graves y adicionales que se acomodan perfectamente
al tipo penal de "secuestro de aeronaves, naves o medios de transporte colectivo", sin
desvertebrar por ello los tipos de hurto calificado y acceso o acto carnal violento, pues
para éstos era suficiente el amedrentamiento procurado con las armas y la fuerza
desplegada al momento de su consumación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Acceso carnal violento, Acto sexual violento,
Hurto
calificado y agravado, Porte de armas de
defensa
personal, Concierto para delinquir, Porte de
municiones, Desvío y apoderamiento de
aeronave
PROCESO : 14120
PUBLICADA : Si

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TERMINO-Observancia-Demanda de casación
Con la observancia de los términos legales se busca preservar el orden procesal, la
igualdad de los sujetos, la preclusión de las determinaciones y etapas en el trámite y la
seguridad jurídica. Permiten al fiscal y al juez , al igual que a los intervinientes en el
proceso, realizar ciertos actos y otorgan firmeza a las decisiones judiciales, para

70
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

producir efectos que deben ser respetados. Así, los actos procesales han de cumplirse
en los plazos y oportunidades señalados por la ley, llenando los correspondientes
requisitos.

En este caso, vencieron los términos otorgados por la legislación a cada uno de los
defensores para presentar demanda de casación, sin que alguno de ellos hubiera
realizado tal actuación, lo cual constituye deserción de la impugnación (art. 224 C. de
P. P.). El extraño escrito presentado por quien carece de personería no tiene aptitud
para suplir la omisión, ni puede producir efecto alguno, evaluación que realiza la Corte
al observar el asunto que le había llegado para surtir la "casación" que, en
consecuencia, debe declarar desierta.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Auto Casación
FECHA : 21/02/2000
DECISION : Declara desierta la impugnación interpuesta
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 16467
PUBLICADA : Si

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COMPLICIDAD-La imputación en este grado de partipación no exime por si solo


de las circunstancias genéricas de agravación atribuídas al autor/ CASACION-
Falta de interés cuando se ha dejado de apelar la sentencia de primera instancia:
Excepciones
1- Sin embargo, el fundamento neural de la alegación del recurrente en el sentido de
que al haberse determinado que la participación de (...) frente al delito de peculado es
en el grado de complicidad por no tratarse de un sujeto activo cualificado, por si solo lo
eximen de las referidas circunstancias genéricas de agravación es, desde todo punto
de vista insostenible, pues desconoce la individualidad que caracteriza en materia
penal la responsabilidad de cada uno de los partícipes en el delito, por manera que
todos los que en él intervienen responden penalmente de acuerdo a ese grado de
participación, pero integralmente sobre la imputación delictual predicable del autor, ya
que la diferenciación entre autor y partícipe, solo sirve a propósitos punitivos que
corresponden a la política criminal del Estado en la medida en que lo que se busca con
esa diferenciación es aplicar proporcionalmente la sanción.

2- Dando por descontado la taxativa limitación para recurrir las sentencias anticipadas,
el cual se extiende a la casación, se impone recordar que conforme al criterio que ha
venido sosteniendo la Sala, para acceder a esta sede se requiere que el sujeto
procesal que impugna extraordinariamente haya recurrido de la sentencia de primera
instancia, pues solo en el evento en que esta se produzca a iniciativa de otro
procesado, el Fiscal o el Ministerio Público, estaría facultado para su cuestionamiento
en el evento que el ad quem desmejore su situación, lo cual, necesariamente supone
que ese interés que le surge al no apelante del fallo de primer grado lo es en relación

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

con el desmejoramiento de su situación, toda vez que si mostró conformidad con lo


decidido en primera instancia, su inconformidad no puede entenderse incluso a
aspectos que no fueron objeto de revisión por el sentenciador de segunda grado.

Significa lo anterior, que en los casos en que quien recurre extraordinariamente no


apeló del fallo a quo por estar conforme con él, no puede asumir un interés pleno
cuando su situación se desmejore en razón de la impugnación de otro sujeto procesal,
sino que estaría limitado a los precisos aspectos que le perjudican.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 21/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Peculado por apropiación, Uso de documento
público falso
PROCESO : 11607
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Francia-Convención para la Recíproca Extradición de


Reos: Sujeto de extradición; concepto del término "prófugo"/ EXTRADICION
PASIVA-Prueba: Objeto/ EXTRADICION PASIVA-Prueba impertinente: la dirigida
a cuestionar la validez de la condena al requerido/ EXTRADICION PASIVA-
Prueba impertinente: La dirigida a cuestionar la legalidad del trámite interno
impartido al proceso respectivo en el país requirente
1. En este caso, de acuerdo al concepto del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Colombia, vertido en oficio OJ.E. No. 2248 del 22 de febrero de 1999 de su Oficina
Jurídica, los convenios internacionales aplicables, son la Convención para la recíproca
extradición de reos suscrita en Bogotá, el 9 de abril de 1850 y la Convención de Viena
sobre el Tráfico ilícito de Estupefacientes y sustancias Sicotrópicas suscrita en Viena el
30 (sic) de diciembre de 1988, los cuales se encuentran aprobados y ratificados por
las Repúblicas de Colombia y Francia.

Establece el primero de estos Instrumentos internacionales:

"Artículo 1o.- El Gobierno granadino y el Gobierno francés se comprometen a


entregarse recíprocamente, a excepción de sus nacionales, todos los individuos
prófugos de la Nueva Granada refugiados en Francia, y los prófugos de Francia
refugiados en la Nueva Granada, que sean perseguidos o condenados por los
Tribunales competentes, como autores o cómplices de alguno de los delitos
enumerados en el artículo 2o. de la presente Convención ; y la extradición tendrá lugar,
en vista de la reclamación que uno de los dos Gobiernos dirija al otro por la vía
diplomática".(negrilla fuera de texto).

Por razón de la clase de pruebas que en los numerales "1.d", "1.e" y "2.a" del
memorial que se responde y adelante se puntualizan en detalle solicita el defensor,

72
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

conviene advertir que puede ser sujeto de extradición toda persona acusada o
condenada en un Estado, que se encuentre en el territorio de otro Estado evadiendo la
acción de la justicia y sea reclamada para que comparezca a juicio, o para que cumpla
la pena impuesta por el delito imputado. Por tanto, es de entenderse que el reo o el
condenado a que se hace referencia, es un prófugo, entendida esta expresión en
sentido genérico, propio del Derecho Internacional Público -como lo aplica la
Convención en el texto copiado-, por ser alguien que se oculta o se ausenta, o huye
para eludir la acción de la justicia; es un fugitivo de la justicia de un Estado en tanto se
establece en el territorio del otro Estado.

2. El concepto de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia sobre


la viabilidad de la extradición, se fundamenta, conforme lo indica el artículo 558
del C. de P. P., en la demostración de estos hechos: a)- validez formal de la
documentación presentada; b)- la plena demostración de la identidad del
solicitado, c)- el principio de la doble incriminación, d)- la equivalencia de la
resolución proferida en el país requirente; e)- cuando fuere el caso, en el
cumplimiento de los Tratados Públicos; y, f)- adicionalmente, en que la extradición no
podrá concederse cuando el fundamento de ella sea un delito político o de opinión. De
tal manera, es a cuestionar todos o cualquiera de estos supuestos, que las pruebas
demandadas por el solicitado en extradición deben estar dirigidas; caso contrario de
acuerdo a la luz de lo dispuesto en el artículo 250 del C. de P. P., deberán rechazarse,
sea por inconducentes, por legalmente prohibidas o ineficaces, o superfluas.

3. Observa la Corte que esta misma prueba fue solicitada por el profesional ante el
Ministerio de Justicia y del Derecho, que la decretó y ordenó practicar, según consta a
folios 32-33 de la carpeta adjunta, y 56-58 del cuaderno de la Corte. Es preciso
destacar que estas pruebas no tienen como finalidad discutir la validez de la
documentación presentada con la solicitud de extradición, sino cuestionar la validez
de la sentencia de condena al requerido, dictada en el proceso adelantado por la
autoridad judicial francesa, tema éste que no tiene lugar en el trámite de extradición.
Sobre este aspecto es preciso destacar que se refiere a hechos que no son de estudio
en el concepto que debe emitir esta Corporación. Se trata pues, de prueba
impertinente.

4. Estas pruebas son impertinentes porque no pretenden cuestionar la validez formal


de la documentación aportada por vía diplomática, sino que la Corte se pronuncie
sobre la legalidad del trámite interno impartido al proceso por la autoridad judicial del
país requirente e interprete disposiciones legales de su derecho interno, lo cual, de
manera evidente rebasa el campo de acción de la Corte para emitir su concepto.
....
Los fundamentos de estas peticiones probatorias no se orientan a acreditar ninguno de
los presupuestos establecidos en el artículo 558 del C. de P. P., integrados a los
tratados Públicos aplicables al caso, sino a pretender que la Corte se pronuncie sobre
la legalidad del trámite surtido en el país requirente al proceso en el que se expidió la
orden de arresto y la sentencia condenatoria que sirven de apoyo a la solicitud de
extradición, desplazando al juez natural, pues de acuerdo al escrito, los tres
profesionales del derecho cuyos testimonios pide allegar, así como los conceptos
rendidos por ellos que aporta el peticionario, tienen como finalidad derruir la legalidad
del proceso penal adelantado por la autoridad judicial francesa. Este objeto de la
prueba extralimita el campo de acción del concepto que ha de emitir la Corte.

MAGISTRADO PONENTE: DR. MARIO MANTILLA NOUGUES

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Francia
FECHA : 22/02/2000
DECISION : Deniega las pruebas solicitadas por la
defensa
PROCESO : 15863
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

COLISION DE COMPETENCIA-Peticiones de libertad en el trámite del incidente:


Competencia
De antes, y más ahora con la expedición de la ley 553 del año 2000, las peticiones de
libertad provisional presentadas en actuaciones judiciales que no le correspondan
conocer a esta Corporación para la instrucción y/o juzgamiento (por fuero legal o
constitucional), en procesos que se encuentren recibiendo trámite por demanda de
casación, colisiones de competencia, recusaciones e impedimentos, deben ser
resueltas por el funcionario judicial que posea la competencia en el momento de ser
remitidas las diligencias a la Corte Suprema de Justicia.

En razón de lo dispuesto en el capítulo VIII del Título II del Código de Procedimiento


Penal, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia tiene limitada sus facultades en el
incidente con el que se pretende definir cuál es el funcionario judicial que debe seguir
conociendo del proceso adelantado contra (...), pues ellas se contraen exclusivamente
a la potestad de dirimir lo relativo a la competencia, sin que pueda abordar la
resolución de otros aspectos. Esa fue la voluntad del legislador, la que dejó plasmada
expresamente en el artículo 101 del C.P.P., en los siguientes términos: "Mientras se
dirime la colisión, lo referente a las medidas cautelares será resuelto por el juez que
tuviere el proceso en el momento en que deba tomarse la respectiva decisión".

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Colisión Competencia-Libertad
FECHA : 22/02/2000
DECISION : Se abstiene de resolver petición de libertad,
remite
tribunal de especial de Btá
DELITOS : Rebelión
PROCESO : 16269
PUBLICADA : Si

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ERROR EN LA CALIFICACION JURIDICA-Técnica para alegarla en casación/


CASACION-Falta de interés cuando se ha dejado de apelar la sentencia de
primera instancia: Excepciones /CASACION-Interés: Cuando se alega la
existencia de irregularidad sustancial, es deber del demandante demostrar que su
configuración le afectó una garantía como sujeto interviniente/ DOBLE
INSTANCIA-No se desconoce por la circunstancia de pertenecer los Fiscales de
primera y segunda instancia a un mismo nivel jerárquico/ ERROR DE HECHO–
Falso juicio de identidad: Técnica/ INDICIOS-Técnica para atacarlos en casación
1. Dado que a la equivocada calificación jurídica de la infracción, por fuera del nomen
juris que ha debido darse en la acusación, puede llegar el juzgador por medio de
incurrir en errores en el proceso de selección o aplicación de la ley sustancial, o a
través de la apreciación probatoria, resulta indispensable que la demostración del
cargo se realice conforme a los lineamientos establecidos para la causal primera,
debiendo precisar la demanda la forma como se produjo la violación a la ley sustantiva:
si directa, por que no obstante la acertada ponderación probatoria se falló en el
proceso de selección de la norma jurídica llamada a regir en el caso concreto; o
indirecta si el desacierto encontró realización por incurrir el juzgador en errores de
hecho o de derecho en la apreciación de los medios de convicción, caso en el cual debe
indicarse el falso juicio que lo determinó, y su trascendencia definitiva en la parte
dispositiva del fallo, y, por tanto, en la validez del proceso.

2. La Corte tiene establecido que así el sujeto procesal no haya impugnado el fallo de
primer grado tendría interés para recurrir en casación la sentencia de segunda
instancia cuando por razón de la impugnación interpuesta por otros sujetos procesales,
o los efectos vinculantes de la decisión de segundo grado, dicho pronunciamiento
afecte desfavorablemente su situación jurídica; cuando el fallo de primer grado

74
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

requiera ser sometido al grado jurisdiccional de consulta, independientemente del


contenido de la decisión de segunda instancia; y, cuando la casación verse sobre
nulidades (Cfr. Auto. Cas. Feb. 11/99. M.P. Dr. ARBOLEDA RIPOLL), ninguno de estos
eventos corresponde al caso propuesto por el defensor del procesado (...) como para
entender que de alguno de ellos deriva el interés para acudir en sede extraordinaria.

No obstante aparecer claro que el defensor de este procesado apeló la sentencia de


primera instancia solicitando la nulidad de lo actuado por violación al principio de la
doble instancia, aludiendo como razón de su pretensión el hecho de haber sido un
fiscal de igual jerarquía al de primera instancia quien decidió la apelación interpuesta
por los demás procesados contra la providencia calificatoria, y que este mismo motivo
lo expone en sede extraordinaria, no es esa circunstancia la determinante del interés
para acudir en casación, sino el perjuicio que se le hubiere irrogado con dicha
actuación, el cual, en este caso no aparece patente. Si bien el cargo versa sobre
nulidad afincada con carácter general en la violación al debido proceso, la
particularización hecha en el sentido de haberse transgredido el principio de la doble
instancia conllevaba necesariamente tener que acreditar la trascendencia del yerro por
haber afectado desfavorablemente al sujeto procesal que la invoca, ya que en sede de
casación también opera indispensable el cumplimiento de este principio, establecido por el
artículo 308-2 del Código de Procedimiento Penal, según el cual, quien alegue motivo de
ineficacia de los actos procesales, no solo debe demostrar la existencia de una irregularidad
sustancial, sino que su configuración le afectó una garantía como sujeto interviniente en la
actuación, lo cual, como se deja visto, lejos está de ser acreditado por razón de haber declinado
apelar la providencia calificatoria.

3. En lo que respecta a las censuras que en el mismo sentido son presentadas en favor de (...) y
(...), la Corte no encuentra que en casos como el que se le ponen de presente, se configure
motivo alguno de nulidad por transgresión al principio de la doble instancia, como así lo ha
expuesto, en pronunciamiento que a continuación se recuerda y en esta ocasión se reitera:

"El artículo 125.3 del Código de Procedimiento Penal, modificado por el 19 de la ley 81 de 1993,
confiere a los Fiscales Delegados ante los Tribunales Superiores de Distrito Judicial la facultad de
desplazar a los Fiscales Delegados ante los Juzgados del respectivo Distrito, en la investigación,
calificación y acusación de los asuntos a su cargo, previa resolución motivada que así lo ordene.
Igual atribución se concede al Fiscal General de la Nación y a los Fiscales Delegados ante la Corte
y el Tribunal Nacional (arts.121.2, 123.3, 124.5)".

"Cuando el ente acusador hace uso de esta opción, no se presenta, como equivocadamente lo
plantea el censor, alteración de la competencia funcional; el desplazamiento en estos casos es
del funcionario, no de sus funciones, y por ello, quien asume el conocimiento de la investigación
debe hacerlo con respeto del marco de competencia propio del Fiscal desplazado".

"Es por esto que la función acusatoria, de llegar a materializarse, debe cumplirse ante el Juez del
Fiscal que ha sido objeto de remoción, siendo este funcionario, y no el Juez ante el cual cumple
ordinariamente funciones el Fiscal que hace el desplazamiento, el llamado a conocer de la etapa
del juicio".

"De no ser así, habría que aceptar que a través de una resolución administrativa del Fiscal
General, o de sus Fiscales Delegados ante los Tribunales, se puede modificar el sistema de
competencia legalmente establecido, lo cual resulta jurídicamente insostenible, en cuanto
implicaría el desconocimiento de la normatividad legal reguladora de la materia y, por contera,
de la garantía constitucional del juez natural, sin contar, además, la usurpación que de la función
legislativa por parte del Fiscal ello comportaría".

"En este orden de ideas, se tiene que la segunda instancia no puede resultar afectada por el
simple acto de reasignación del caso a un Fiscal Delegado de mayor nivel o jerarquía que el
habitualmente de conocimiento, siendo, por tanto, ante el funcionario que debería conocer de la
impugnación si el desplazamiento no se hubiera presentado, ante quien debe surtirse el recurso.
Propuesta en sentido distinto no es posible en el régimen vigente y ha de tenerse como de lege
ferenda".

"Se exceptúa la hipótesis de desplazamiento por parte del Fiscal General de la Nación, en cuanto
que sus decisiones no admiten recurso distinto del de reposición (art.121.2, modificado por el 17
de la ley 81 de 1993), lo cual resulta explicable si se da en considerar que es el representante y
director supremo del ente acusador, razón por la cual los Fiscales ante la Corte, los Tribunales y
los Juzgados, son sus Delegados; luego mal podrían éstos entrar a revisar la legalidad de sus
providencias, en una manifiesta inversión de la operancia del recurso de alzada" (Sent. Casación.
Mayo 5/98. M.P. Dr. ARBOLEDA RIPOLL. Rad. 10365).

La Corte no advierte la presencia de irregularidad alguna con potencialidad de comprometer la


validez del proceso "pues siendo los Fiscales Delegados ante los Tribunales los llamados a revisar
las decisiones proferidas en primera instancia por los Delegados ante los Jueces, era a ellos y no
a la Unidad ante la Corte, a quienes legalmente competía conocer de la impugnación", puesto
que "la circunstancia de pertenecer nominalmente los Fiscales de primera y segunda instancia a
un mismo nivel jerárquico, no traduce desconocimiento del principio de la doble instancia, ni

75
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

sustitución del sistema de impugnación vertical por uno horizontal, dado que lo real en estos
casos es que cumplen funciones correspondientes a niveles de decisión distintos", como ha sido
establecido por la jurisprudencia de la Corte en la providencia citada párrafos arriba.

4. La denuncia en sede de casación del error de hecho por falso juicio de identidad en la
apreciación de los medios de convicción, implica necesariamente tener que demostrar qué en
concreto dice la prueba, qué específicamente dijo de ella el juzgador en la sentencia, en qué
consistió la distorsión, cercenamiento o adición para ponerla a producir efectos que
objetivamente no surgen de su contexto, y qué efectos tuvo el falso juicio de identidad en la
declaración de justicia contenida en la parte resolutiva del fallo.

5. Y cuando de ataque a la apreciación de la prueba indiciaria se trata, la jurisprudencia de esta


Corte ha sostenido en el desarrollo y demostración del cargo, el censor debe informar si la
equivocación se cometió respecto de los medios demostrativos de los hechos indicadores, la
inferencia lógica, o en el proceso de valoración conjunta al apreciar su articulación, convergencia
y concordancia, para llegar el juzgador a una conclusión equivocada.

La jurisprudencia tiene establecido, que si el error radica en la apreciación del hecho indicador,
dado que éste necesariamente ha de acreditarse con otro medio de prueba de los legalmente
establecidos, necesario resulta postular si el yerro cometido fue de hecho -por haber supuesto un
medio inexistente, omitido apreciar uno presente válidamente en la actuación, o distorsionado su
expresión fáctica haciéndole producir efectos que objetivamente no se coligen de su contexto, o
por que en su valoración se apartó de las reglas que gobiernan la sana crítica-; o de derecho -por
haber apreciado como prueba del hecho indicador un medio aducido irregularmente a la
actuación, o asignado mérito persuasivo distinto de aquél prefijado en la ley-.

Y si el error de hecho se ubica en el proceso de inferencia lógica, ello supone partir de aceptar la
validez del medio con el que se acredita el hecho indicador, y demostrar al tiempo que el
juzgador en la labor de asignación del mérito persuasivo se apartó de las leyes de la ciencia, los
principios de la lógica o las reglas de la experiencia.

Además, repetidamente se ha dicho por la Corte, que dada la naturaleza de este medio de
prueba, si el yerro se presenta en la labor de análisis de la convergencia y congruencia entre de
los distintos indicios y de estos con los demás medios, o al asignar la fuerza demostrativa en su
valoración conjunta, esto no puede dejarse de precisar en la demanda y acreditar que la
apreciación probatoria que se propone en su reemplazo permite llegar a conclusión diversa de
aquella a la arribada por el sentenciador, pues no trata el recurso de dar lugar a anteponer el
particular punto de vista del actor al del fallador, ya que en dicha eventualidad primará siempre
éste, dado que la sentencia viene amparada de la doble presunción de acierto y legalidad
correspondiéndole al demandante su desvirtuación.

De ahí que a efecto de demostrar el tipo de error cometido en la apreciación de la prueba


indiciaria el demandante debe indicar en qué momento de la construcción se produce, si en el
hecho indicador, o si en la inferencia violando las reglas de la sana crítica, para lo cual ha de
señalar qué en concreto dice el medio demostrativo del hecho indicador, cómo hizo la inferencia
el juzgador, en qué consistió el yerro, y qué trascendencia tuvo éste por la repercusión definitiva
en la parte resolutiva del fallo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL


FECHA : 23/02/2000
PROCESO : 13116

ACLARACION DE VOTO
Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote

Realmente había resuelto aclarar mi voto respecto al precedente fallo de casación y en punto de
la problemática que se presenta en relación con la segunda instancia de la resolución acusatoria,
tramitada como fuera por un fiscal de la misma jerarquía y unidad a la que correspondía el que la
profirió en primer grado. Sin embargo y revisado el proceso, observo que las dudas que tenía del
proyecto están aclaradas con las puntualizaciones que al respecto se han precisado en la
decisión, no siendo necesaria por tanto la aclaración al estar conforme con ellas.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 23/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad en
documento
privado
PROCESO : 13116
PUBLICADA : Si

76
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Aclaración de voto DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

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SENTENCIA ANTICIPADA-Interés para recurrir-Desconocimiento de la diminuente


punitiva de la confesión/ CASACION-Falta de interés cuando se ha dejado de
apelar la sentencia de primera instancia: Excepciones
La jurisprudencia ha sido persistente en sostener que cuando el fallo impugnado en
casación corresponda a una sentencia de conformidad, proferida dentro del trámite
abreviado, los aspectos respecto de los cuales puede interponerse la apelación
también condicionan la viabilidad del recurso extraordinario de casación, sin que por
tanto resulte acertado proponer la discusión de temas distintos de aquellos posibles de
ser aducidos, pues según las previsiones al respecto establecidas por el artículo 37 B
del Código de procedimiento Penal, el defensor y el procesado solamente pueden
plantear motivos de inconformidad en el campo de la individualización judicial de la
pena, el subrogado de la condena de ejecución condicional y la extinción de dominio
sobre bienes.

En este caso, la razón de disentimiento que se expone, radica en no haber reconocido


los juzgadores la diminuente punitiva establecida por el artículo 299 del Código de
Procedimiento Penal. Y aunque el actor omite mencionar el cumplimiento en el proceso
de los requisitos que para configuración de la confesión prevé el artículo 296 ejusdem,
habría de entenderse que en abstracto asistiría interés al impugnante para proponer el
debate en sede de casación, dada la relación que la censura tiene con la determinación
de la pena.

No obstante, como con tino lo señala la Delegada en su Concepto, su proposición


deviene ilegítima dado que el punto no fue motivo de inconformidad cuando el
defensor del procesado hizo uso del recurso ordinario de apelación, siendo claro que al
no haber sido propuesto como tema de debate en segunda instancia, no fue objeto de
la decisión de segunda instancia y ningún agravio pudo habérsele generado debido a
que la competencia del ad quem se hallaba restringida a la respuesta de las razones de
disentimiento, conforme regulación expresa que al respecto trae el artículo 217 del
Código de Procedimiento Penal, máxime si la materia de revisión en la segunda
instancia lo constituía un fallo de mérito proferido en el trámite de la terminación
anticipada del proceso, exento, por tanto, del grado jurisdiccional de consulta, a las
voces del artículo 206 ejusdem.

En ese sentido es de recordarse que "interpretando la normatividad reguladora del


recurso de apelación, también es cierto, la Corte reiterativamente ha advertido que
cuando el apelante de la sentencia de primera instancia, en los eventos en que no
procede la consulta, asintió con determinados aspectos de ese pronunciamiento al no
impugnarlos, desaparece su interés jurídico para objetar extraordinariamente la
sentencia de segundo grado en relación con esos precisos aspectos, que al no haber
sido tema de controversia apelacional, no pueden dar ocasión a errores del fallador de
segunda instancia susceptibles de enmienda en sede casacional, salvo, entre otros
eventos, que este último pronunciamiento llegue a desmejorar la situación del
procesado en términos que traduzcan un quebranto de la prohibición de reforma en
perjuicio consagrada en la Carta Política, donde sí franquea la posibilidad al recurso de
casación" (Sentencia de casación, abril 20/99. M.P. Dr. DIDIMO PAEZ VELANDIA).

Si bien el tema en comento ha sido objeto de desarrollos posteriores por la Corte, el


evento bajo examen no se ubica en alguna de las hipótesis previstas por la
jurisprudencia, como para entender que por virtud de aquellas subsiste el interés del
casacionista.

Dijo la Corte:

77
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

"Retomando los planteamientos expuestos, se concluye que el sujeto procesal que no


haya impugnado el fallo de primer grado, solo tendría interés para recurrir en casación
la sentencia de segunda instancia, en los siguientes casos:

"a) Cuando por virtud del recurso interpuesto por otros sujetos procesales, o los efectos
vinculantes de la decisión de segundo grado, el pronunciamiento afecte su situación
jurídica en forma desfavorable;
"b) Cuando el fallo de primera instancia esté sujeto al grado jurisdiccional de consulta,
cualquiera que sea el contenido de la decisión de segunda instancia; y,
"c) Cuando la casación verse sobre nulidades" (Auto Casación febrero 11 de 1999).

Posteriormente, precisó la Sala que a efecto de establecer si al casacionista le asiste


interés para recurrir en casación se requiere evaluar la complejidad de lo alegado y
resuelto ante los juzgadores ordinarios, "debiéndose confrontar el fallo de primera
instancia, con el fundamento de la apelación y el del recurso extraordinario", salvo los
"casos como los de la audiencia especial y la sentencia anticipada, en los que la propia
normativa predetermina los eventos en los que se presume la existencia de dicho
interés" (Sentencia de casación. Diciembre 14/99. M.P. Dr. GALVEZ ARGOTE).

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 23/02/2000
DECISION : Desestima la demanda
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio
agravado,
Secuestro extorsivo
PROCESO : 11636
PUBLICADA : Si

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ACCION DE REVISION-Cambio de jurisprudencia: Exigencias técnicas para
alegar la causal
La normatividad ha previsto la carga de seleccionar cuidadosamente la causal que se
pretenda aducir en apoyo de la pretensión, al igual que las pruebas en que se funde, y
la exposición racional tendiente a la demostración del motivo que se escoja, de modo
que los fundamentos fácticos y jurídicos en que se apoya la solicitud, queden
exteriorizados nítidamente, ya que, según se tiene establecido por la jurisprudencia de
esta Corte, "no se trata de la continuación del juicio que culminó con la providencia
ejecutoriada que hizo tránsito a cosa juzgada, ni de revivir el debate jurídico-probatorio
que se llevó a cabo en el fenecido proceso, sino de realizar un cuestionamiento serio a
la presunción de justicia que selló definitivamente la controversia procesal con la
decisión en firme" (auto de abril 24/97. M.P. Dr. Arboleda Ripoll).

De ahí que -necesario es insistir en ello-, en respeto por la seguridad jurídica que la
inmutabilidad y definitividad que la cosa juzgada otorga al fallo en firme, cuando la
acción se apoya en la causal sexta de las previstas por el artículo 232 del Código de
Procedimiento Penal, en razón de haber variado favorablemente la Corte el criterio
jurídico en que se soportó la decisión de condena, es indispensable que el actor no
solamente demuestre cómo el fundamento de la sentencia cuya remoción se persigue
es entendido por la jurisprudencia de modo diferente, sino que, de mantenerse,
comportaría una clara situación de injusticia, pues la nueva solución ofrecida por la
doctrina de la Corte conduciría al desquiciamiento de la totalidad del fallo dado que la
decisión rescisoria no sería de distinto sentido a una absolución por uno o varios de los
cargos imputados en el pliego enjuiciatorio (Cfr. sent. rev. Feb./29/96. Ms. Ps. Drs.
MEJIA ESCOBAR y PINILLA PINILLA).

No se trata, pues, conforme ha sido mayoritariamente dicho por esta Sala, de invocar
abstractamente la existencia de un pronunciamiento del máximo tribunal de la
jurisdicción ordinaria, o de señalar uno concreto pero desconectado de la solución del
caso, sino de demostrar cómo de haberse conocido oportunamente por los juzgadores
la nueva doctrina sobre el punto, el fallo cuya rescisión se persigue habría sido distinto.

78
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Acción de Revisión
FECHA : 24/02/2000
DECISION : Reconoce al apoderado del sentenciado,
rechaza
la demanda demanda de revisión
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad
ideológica en
documento público, Falsedad material
empleado
oficial en documento público
PROCESO : 16750
PUBLICADA : Si

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CASACION-Falta de interés cuando se ha dejado de apelar la sentencia de


primera instancia: Excepciones / MINISTERIO PUBLICO-Interés para recurrir/
TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-Intangibilidad de la acusación/
TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-Límites al poder calificador del
fiscal/ TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-Separación funcional entre
fiscal y juez/ TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO-Principio procesal de
preclusión/ CULPABILIDAD-Ausencia de prueba: Técnica para alegarlo en
casación

1. La Corte ha considerado reiteradamente que, de modo general, la no interposición y


sustentación debidas del recurso de apelación respecto de la sentencia de primer
grado, sería señal de conformidad del sujeto procesal con el contenido de tal
providencia, razón por la cual carece de interés jurídico para recurrir y no podría
invocar a última hora un agravio supuestamente inferido por el fallo de segunda
instancia, con el fin de legitimarse en casación, pues en razón del delimitado ámbito
funcional y material del fallo de segundo grado, éste no tocaría la situación de quien no
impugnó (cfr. autos de 9 de agosto de 1995; 5 de septiembre de 1996 y 11 de marzo
de 1997, entre otros).

De igual manera, la Sala ha sostenido que el Ministerio Público no está exento del
deber de apelar el fallo de primera instancia, si aspira a tomar legitimidad en un
eventual recurso extraordinario de casación, pues el interés general que representa o
su reconocida condición de imparcialidad no trastornan la calidad de sujeto procesal
que debe actuar en igualdad de condiciones respecto de los demás, sin privilegios que
no hayan sido reconocidos por la propia ley para fines de mayor justicia (auto de 2 de
junio de 1998. M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego).

Sin embargo, desde la primera decisión en la que se hizo la afirmación general de la


carencia de interés para acudir en casación, si no se agotaba la apelación, la
jurisprudencia ha establecido salvedades acordes con la sistemática del ordenamiento
jurídico y la coherencia de los valores involucrados en el mismo. Así, aunque no se
haya interpuesto el recurso de apelación, el sujeto procesal podrá acudir en casación si
aparece que arbitrariamente se le impidió el ejercicio del recurso de instancia; o
cuando su situación de todas maneras resulta afectada por la decisión de segundo
grado que se produce por la impugnación de otros o por obedecer a imprescindibles
razones vinculantes; o también si se surte el grado jurisdiccional de la consulta,

79
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

cualquiera sea el contenido gravoso del fallo; y, finalmente, cuando el sujeto procesal
se proponga la nulidad por la vía extraordinaria, siempre que medie una demanda en
forma, pues "la aceptación del contenido material del fallo, revelada a través del
silencio de parte, sólo resulta válida si el procedimiento que lo sustenta es legítimo, y
en la circunstancia de ser la casación en nuestro medio, fundamentalmente un juicio
de validez, como puede inferirse del contenido de los artículo 219 y 228 del estatuto
procesal" (Auto 11 de febrero de 1999. M. P. Fernando Arboleda Ripoll).

2. Es necesario partir de la premisa de que en el proceso penal colombiano la


calificación de la investigación es una función que con exclusividad corresponde a la
Fiscalía General de la Nación, como lo dispone el artículo 250 de la Constitución
Política, precepto que de tal manera deja sentada la separación funcional entre fiscal y
juez, como garantía de imparcialidad de los funcionarios judiciales en el desarrollo de
tareas procesales implicadas pero a la vez independientes. Tal misión calificadora que
corresponde a la Fiscalía tampoco sufre interferencias en el procedimiento abreviado
de sentencia anticipada o audiencia especial, pues, como lo prevé el artículo 37B-2 del
C. de P. Penal, las respectivas actas de cargos son equivalentes a la resolución de
acusación.

Así entonces, cuando la valoración ofrece la posibilidad de varias hipótesis explicativas


del hecho delictivo o de la responsabilidad del imputado, para el momento de la
calificación sumarial se impone la que razonablemente define el fiscal, así el juez en su
posterior intervención llegue a discrepar de ella con argumentos igualmente
razonables.

Por otra parte, tal definición fiscal será el inexorable punto de partida para la fase del
juzgamiento, entre otras cosas, porque también constitucionalmente dicha calificación
es preclusiva, en el sentido de que se ha agotado la etapa procesal de la instrucción y
no puede el instructor ni el juez (éste, por lo menos antes de la sentencia) volver sobre
ella con el pretexto de una mejor o más atinada decisión calificatoria.

Desde luego que el poder de calificar radicado en la Fiscalía, como lo advierte el


Procurador Delegado, no puede ser arbitrario sino que debe sujetarse a la prueba
recaudada y una ley preexistente (principio de legalidad), como el quehacer de
cualquier autoridad en un Estado de Derecho. Por tal razón, si el fiscal en el proceso de
subsunción de los hechos en el referente legal, se aleja radicalmente de las reglas de la
lógica y la comprensión jurídica del caso, de tal manera que dicho error lo desvía a
títulos o capítulos que tutelan bienes jurídicos completamente extraños a la
información procesal obtenida, sin duda se impone el remedio de la nulidad por error
en la calificación jurídica.

Una especie de control de legalidad dentro del proceso, circunscrita a errores de dicha
envergadura, obviamente corresponde al juez de la causa, porque, no obstante que el
fiscal y el juzgador tienen funciones separadas, el proceso penal desarrollado por
etapas no deja de ser unitario y solamente se define con la sentencia que es el
momento final dentro de los pasos integrados, armónicos y cualitativamente superiores
que comporta su dinámica.

Pero si la actividad del fiscal encuentra un límite obvio en la legalidad de sus actos
procesales, también el control del juez sobre los momentos precedentes del proceso
está morigerado por el respeto que le debe al aceptable marco de valoración que aquél
despliega en su función investigadora y calificadora, así el controlador judicial piense
en una calificación que supone más acertada, pues no se trata de que el juez se erija
en superior funcional del fiscal, sino que simultáneamente se pretende evitar un
quebrantamiento a los principios de acto legal, separación funcional, preclusión del
calificatorio e imparcialidad de los funcionarios judiciales.

Sobre el tema ha dicho la Sala:

"En efecto, si la nulidad es la sanción que establece la ley para el acto jurídico que en
su realización haya violado u omitido las formas preordenadas por ella misma, en
principio, no podrán decretarse nulidades por razones de mérito (in iudicando), sino de
regularidad del procedimiento (in procedendo). Se trata de irregularidades en los
elementos esenciales de composición de los actos del proceso, que por tener tal
entidad desvirtúan en el hecho procesal su aptitud para cumplir el fin a que estaban
destinados.

"En este orden de ideas, en lo que atañe a la nulidad de la resolución acusatoria por
falta al debido proceso, sólo la justifican los vicios que impedirían proveer de fondo y

80
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

dictar sentencia. Así entonces, si el fiscal exhibe la motivación básica, fundada en una
apreciación racional de las pruebas que obran en el proceso y en una argumentación
jurídica propia de su facultad de interpretación, no puede ser motivo de nulidad, por el
prurito de que el juez razona más elevadamente o de manera diferente, el hecho de
que el calificador por antonomasia en ese momento haya descartado una circunstancia
de agravación, o reconocido la atenuante por ira o intenso dolor, o admitido la
complicidad como título de participación -en lugar de la autoría que piensa el juez-, o
determinado la culpa o la preterintención, en vez del dolo, como componentes del
aspecto subjetivo del tipo.

"Estas discrepancias entre los funcionarios judiciales, en verdad, no obstaculizan la


decisión de fondo, a menos que, como se dijo antes, la alternativa calificatoria
propuesta por el juez comporte un cambio de competencia y haya lugar entonces a la
respectiva colisión negativa, pues, en otras circunstancias, sería un desbordamiento de
su poder que acudiera a una especiosa nulidad por falta al debido proceso, con el fin
de imponer arbitrariamente la calificación que él concibe. Cosa distinta ocurre si en la
pieza acusatoria falta la motivación sobre el hecho constitutivo del gravamen o la
degradación, o la misma es ambigua o contradictoria, o el funcionario imagina soportes
empíricos o racionales que no existen o que lógicamente no pueden inferirse dentro del
proceso (absurdo), pues en tal caso la sentencia no puede dictarse porque carecería
del apoyo acusatorio necesario para su congruencia.

"La Corte ha sostenido reiteradamente que solamente el error en la denominación


jurídica de la infracción constituye causal de nulidad, como vulneración del debido
proceso, porque en tal evento el fiscal se aparta drásticamente de las reglas de lógica y
comprensión jurídica que rigen el proceso de adecuación típica del comportamiento,
dado que trasciende el capítulo o el título correspondiente, pues en tal evento la
calificación jurídica ignorada por el fiscal y vista por el juez, se soporta sobre los
mismos hechos que el instructor declaró probados, con lo cual el juzgador que decreta
la invalidez no invade la órbita de las funciones propias del acusador" (Radicado N°
10.918. Sentencia de casación 4 de febrero de 1999. M. P. Jorge Aníbal Gómez
Gallego).

Es oportuno agregar que también procede la discrepancia del juez con la calificación
hecha por la Fiscalía, cuando el delito que aquél aprecia probado e ignorado
flagrantemente por ésta, daría lugar a una competencia diferente, caso en el cual la
solución inicial no sería la nulidad sino la proposición del respectivo conflicto de
competencias.

3. conviene aclarar que la ausencia de prueba de la culpabilidad y su reemplazo


arbitrario por un tipo de responsabilidad objetiva, en detrimento de la norma rectora
prevista en el artículo 5° del Código Penal, daría lugar a la casación por la vía de la
causal primera (violación directa o indirecta), no a la nulidad (motivo 3°), pues se
trataría de un error de juicio en cuanto a la apreciación de los hechos y la aplicación del
derecho, mas no de otro con características in procedendo. Además, frente a una
sentencia condenatoria de dicho talante, la consecuencia en sede extraordinaria sería
su revocatoria y la absolución subsiguiente, por falta de demostración de uno de los
elementos del hecho punible, como corresponde a la causal de casación señalada (C. P.
P., art. 229-1).

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 24/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio preterintencional
PROCESO : 10809
PUBLICADA : Si

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CASACION-Quántum punitivo/NARCOTRAFICO-Autonomía punitiva de las


subespecies delictivas contenidas en el artículo 33 de la ley 30 de 1986

81
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

El límite extremo de punición para la procedencia de la casación se establece, según


reiterado criterio de la Sala, no en atención a la cantidad de pena impuesta en la
sentencia -recuérdese que la impugnación extraordinaria también procede contra
sentencias absolutorias y condenatorias donde se impone una medida de seguridad-,
sino a la sanción máxima establecida para cada delito, la que se calcula aplicando en
abstracto al máximo de la pena prevista para el tipo básico, o especial, las específicas
circunstancias de atenuación o agravación, y en general de los factores que
incrementan o disminuyen la pena, en sus límites máximos y mínimos (cfr. auto de 30
de oct. de 1996, Mag. Pon. Dr. Jorge Aníbal Gómez Gallego).

Si se examina la estructura del artículo 33 de la ley 30 de 1986 se encuentra que el


mismo integra una fórmula mixta conformada por una pluralidad de figuras delictivas
en las que se prevé un tratamiento punitivo proporcional al grado de lesividad de la
conducta, el que se hizo depender de la clase y cantidad de sustancia estupefaciente
que se elabore, transporte, almacene, etc., de tal forma que si ésta no excede, entre
otros límites, de mil (1.000) gramos de marihuana, o cien (100) gramos de cocaína, "la
pena será de uno (1) a tres (3) años de prisión y multa en cuantía de dos (2) a cien
(100) salarios mínimos mensuales" (inciso 2°). Si la cantidad de droga excede los
límites máximos antes previstos, sin pasar de diez mil (10.000) gramos de marihuana,
y dos mil (2.000) gramos de cocaína o de sustancia estupefaciente a base de cocaína,
"la pena será de cuatro (4) a doce (12) años de prisión, y multa de diez (10) a cien
(100) salarios mínimos legales mensuales" (inciso 3°). Y si supera los diez mil (10.000)
gramos de marihuana y dos mil (2.000) de cocaína, la pena será de "prisión de seis (6)
a veinte (20) años y multa de cien (100) a cincuenta mil (50.000) salarios mínimos,
legales mensuales" (inciso 1°).

De lo anterior se concluye que el legislador hizo depender las diferentes consecuencias


jurídicas establecidas en una fórmula típica compuesta por varias subespecies
delictivas, como la descrita, de una combinación de factores cuantitativos y cualitativos
referidos al objeto material, dotando a cada uno de los incisos que integran el citado
artículo, de plena autonomía punitiva, la que, al determinar el límite máximo de la
pena imponible, obviamente fija la procedencia o negación del recurso extraordinario.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Recurso de Hecho
FECHA : 24/02/2000
DECISION : Declara correctamente denegado el recurso
extraordinario de casación
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 16674
PUBLICADA : Si

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FALSO JUICIO DE CONVICCION-Concepto/ DEFENSA TECNICA-Indagatoria:


Nombramiento de una persona honorable como defensor/ INDAGATORIA-
Inexistencia: Efectos/ DEFENSA TECNICA- Abandono de la gestión
1. Es necesario aclarar, en primer lugar, que el demandante evidencia una confusión
sobre el concepto mismo de falso juicio de convicción, noción que corresponde
exactamente a los sistemas tarifados de valoración probatoria, según los cuales las
pruebas tienen un valor predeterminado en la ley y a él debe atenerse el juez, por
oposición a los sistemas de libre apreciación o de valoración racional que confían la
ponderación de los medios de convicción al conocimiento y la razonabilidad del
funcionario.
De tal manera, el falso juicio de convicción se produce cuando el juzgador le concede al
medio probatorio un valor que la ley no le asigna, o le niega el mérito que
expresamente se ha dispuesto en ella.

82
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

2. En la diligencia de indagatoria del imputado (...), cumplida el 6 de mayo de 1994, el


fiscal sesenta y dos delegado ante los jueces penales del circuito de Medellín, le
designó como defensora de oficio a la señora (...)

De acuerdo con el artículo 29 de la Constitución Política de 1991, el imputado tiene


derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado convencional o de oficio, tanto
durante la instrucción como en el juzgamiento. A partir de la vigencia del mencionado
precepto (7 de julio de 1991), se hizo imperativa la defensa técnica e ininterrumpida,
esto es, la que se encomienda durante todo el proceso a un profesional del derecho
que se supone versado en materias jurídicas para enfrentar la imputación del Estado.

Sin embargo, el inciso 1° del artículo 148 del Decreto 2700 de 1991, Código de
Procedimiento Penal expedido con motivo de la vigencia de la nueva Constitución
Política, preveía:
"De conformidad a lo dispuesto por el Decreto 196 de 1971, el cargo de defensor para
la indagatoria del imputado, cuando no hubiere abogado inscrito que lo asista en ella,
podrá ser confiado a cualquier ciudadano honorable siempre que no sea servidor
público".

Esta disposición fue declarada inexequible por la Corte Constitucional, según sentencia
C-049 de 1996 (febrero 8), por cuanto se oponía a la letra y el espíritu del artículo 29
constitucional.

Antes del fallo de inconstitucionalidad, aunque existían inquietudes de aplicación por el


indiscriminado texto de la disposición, la jurisprudencia de la Corte Suprema, por
razones de vigencia material de las normas, estimó que en lugares donde realmente no
era posible la presencia de un abogado inscrito, se justificaba la designación de una
persona honorable para el solo acto de indagatoria.

En este caso, si se trataba de una diligencia recibida en la ciudad de Medellín, lugar


donde existen disponibles bastantes abogados inscritos, ni siquiera se justificaba la
excepción establecida en el entonces vigente inciso 1° del artículo 148 del C. de P. P.,
norma que supeditaba la designación de una persona honorable como defensora a la
comprobación de que no habían profesionales del derecho.

Es indudable que la diligencia de indagatoria en este proceso es inexistente al tenor del


artículo 161 del Código de Procedimiento Penal, por obra de la irregularidad antes
señalada, pero igualmente se afectan de invalidez los actos procesales básicos que
subsiguen porque desaparece aquélla que es la forma de vinculación que sustenta las
decisiones fundamentales del proceso, y además ellos están conectados por virtud del
principio antecedente consecuente. Así, se desvanece la situación jurídica decidida por
medio de resolución del 10 de mayo de 1994, porque desaparece su presupuesto
procesal que es la vinculación legal del imputado; la resolución de cierre de
investigación porque ésta exige la presencia anterior de la situación jurídica; la
resolución de acusación que presupone el cierre de investigación; y obviamente todo el
juzgamiento que sólo puede intentarse a partir de la ejecutoria de la resolución de
acusación (C. P. P., arts. 385, 438, 439 y 444).

Ahora bien, aunque la Fiscalía trató de remediar el error mediante la designación de un


defensor profesional el día 13 de mayo de 1994 (fs. 25), lo cierto es que la situación
jurídica fue resuelta y notificada sin la presencia de defensa técnica y, además, el
letrado de ahí en adelante abandonó completamente su misión, por lo menos en el
curso de la investigación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO


FECHA : 24/02/2000
PROCESO : 10817

DEFENSA TECNICA (Salvamento de voto)


Dr. Nilson Pinilla Pinilla
1. El procesado (..) fue aprehendido desde la misma mañana de los hechos, 3 de mayo
de 1994. Se le vinculó mediante indagatoria tres días después, en la cual estuvo
asistido por persona que carecía de la calidad de abogado, fecha en que todavía no
había sido declarado inexequible el inciso 1° del artículo 148 del decreto 2700 de 1991,
que permitía confiar el cargo de defensor a un ciudadano honorable, no servidor
público, cuando no hubiere un letrado disponible al momento de practicar la diligencia.

83
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Como lo ha sostenido esta Sala, la sentencia de la Corte Constitucional C-049 del 8 de


febrero de 1996 (M.P. Fabio Morón Díaz) que declaró tal inexequibilidad, sólo produce
efectos hacia el futuro, por lo cual no incide en las indagatorias recibidas con
acatamiento de la norma que aún regía al tiempo de su práctica.
....
2.La pasividad del apoderado no puede considerarse per se como ausencia de defensa.
La falta de alegatos, no interposición de recursos, ni petición de pruebas, no
necesariamente revelan negligencia, pues muchas veces la suficiencia del acopio
probatorio y su fuerza de convicción llevan a asumir tal posición y dejar para el final la
exposición de los argumentos defensivos, sobre todo en casos como el presente, en el
cual se discute una única prueba de cargo (testimonio del oficial de la Policía Nacional)
susceptible de controversia en torno a su incidencia sobre la posible responsabilidad
del acusado.

No notificarse o no impugnar una decisión puede y suele obedecer a una táctica del
apoderado, o a conformidad por considerarla acertada e inexorable, o en parte
favorable o menos gravosa. En el presente caso, no se alcanza a vislumbrar una razón
sensata para que un defensor experimentado recurriera contra medidas como la
resolución de la situación jurídica o la resolución de acusación, basadas en pruebas y
fundamentos legalmente sólidos, con el riesgo que la investigación se ocupara del
"soborno" que por la suma de $600.000 da cuenta el informe policivo hiciera el
aprehendido a cambio de su liberación (f. 3).

El derecho de defensa consiste en la posibilidad de contradecir las pruebas, solicitar las


consideradas convenientes al propio interés, participar en su acopio, presentar
argumentaciones y rebatir las contrarias, impugnar las decisiones adversas, solicitar
nulidades, etc., asistido de un abogado. Este, de acuerdo con su fuero interno,
capacitación, estilo y actitud ética, determina el momento y la forma de ejercer la
defensa, según la táctica adoptada, la cual puede abarcar desde el empleo asiduo y a
veces reprochable de todas las atribuciones, o sólo de algunas, hasta únicamente
ejercer control expectante sobre el proceso, con prescindencia de utilizar tales
facultades si advierte que lo que pueda realizarse por su postulación llegaría a
redundar en contra del asistido, e interviniendo sólo cuando es obligatorio.
...
En mi criterio, en ningún momento de la instrucción ni del juicio fueron cercenadas al
sindicado sus posibilidades de defensa, contó con defensor de oficio en las diferentes
etapas procesales, profesional que estuvo atento al desarrollo de la actuación,
expectante a la función de la Fiscalía y del Juez de conocimiento, sin que por ello se
pueda concebir violación de garantías fundamentales.

Para concluir y ratificar lo expuesto, cabe recordar la jurisprudencia de esta


corporación, reiterada sobre el tema en referencia (por ejemplo, agosto 11/98, rad.
13.029, M. P. Ricardo Calvete Rangel):

"Para el tema concreto planteado, esto es, la presunta violación del derecho a la
defensa, no es suficiente extrañar que el defensor no hubiera pedido pruebas, o que no
hubiera interpuesto recursos, o que no sea hubiera notificado personalmente de las
decisiones. Es necesario que se demuestre que con esa actitud se dejaron de allegar
elementos de juicio fundamentales para la decisión, o que no obstante ser evidente
que los intereses del procesado se lesionaron no hubo una oportuna impugnación.

...Acaso ante la claridad de lo sucedido era viable demostrar la no responsabilidad? O


se podía esperar una pena más benigna ... ? Cuáles fueron las pruebas de descargo
que se dejaron de practicar, y a qué aspecto tan importante conducían, de modo que el
hecho de no haberlas pedido lesionó el derecho de defensa?

... hubiera sido interesante conocer qué fue lo que no hizo el defensor que afectó de
manera tan grave, como para llevar a la nulidad, la garantía de la defensa técnica.

La respuesta a los anteriores interrogantes ha debido formar parte de la sustentación


del recurso, pues lo que se anotó en la demanda no es otra cosa que posibilidades
procesales cuya trascendencia se ignora porque el actor no la mencionó, mucho menos
intentó demostrarla...

La actitud pasiva del defensor no es en sí misma indicativa de ninguna irregularidad,


pues como lo ha reiterado la jurisprudencia, hay casos, y éste podía ser uno de ellos,
en donde la mejor defensa es dejar que el Estado asuma toda la carga de la prueba
ante la evidencia de que las que se pidan perjudican al acusado; o en donde no

84
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

conviene recurrir dado el acierto indiscutible o la generosidad del fallador. Esos pueden
ser también méritos de una buena defensa, y demostración de un comportamiento
ético y serio de un abogado..."

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 24/02/2000
DECISION : Desestima la demanda, casa de oficio
decretando
la nulidad a partir de la indagatoria
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 10817
PUBLICADA : Si
Salvamento de Voto Dr. NILSON PINILLA PINILLA

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INVESTIGACION INTEGRAL-Técnica para alegar su vulneración


El quebrantamiento del principio de investigación integral, por la omisión en la práctica
de alguna prueba, por la negativa o la inactividad del funcionario en su recaudo, que
pueda tener efectos para descartar la comisión de un hecho punible, la responsabilidad
del procesado o hacer más benigna su situación punitiva, constituye violación al
derecho de defensa, por cuanto limita la garantía del contradictorio y niega la
posibilidad de aportar aquellos medios de convicción que siendo pertinentes, tengan
aptitud para refutar los cargos o, en general, hacer menos gravosa la situación del
procesado.

Sin embargo, el funcionario judicial, conforme a las facultades conferidas por los
artículos 250, 446 y 447 del Código de Procedimiento Penal, y guiado por los principios
de economía y celeridad que rigen el proceso, goza de discrecionalidad para rechazar
las pruebas ilegales, las inconducentes, las impertinentes o las superfluas, sin que, por
ende, ello implique vulneración del principio de investigación integral o del derecho de
defensa.

En el asunto que ocupa la atención de la Sala, se advierte que el censor dejó el


reproche en el simple enunciado, en razón a que se limitó a señalar el medio de
convicción omitido, pero sin demostrar su incidencia frente al juicio de responsabilidad
adoptado en la sentencia, sin percatarse que no basta que el casacionista afirme que
se omitió la práctica de un determinado elemento de convicción, sino que debe
demostrar la trascendencia de esa falta, esto es, que el medio echado de menos,
confrontado abstractamente con el resto del material probatorio, al haberse llevado a
cabo habría cambiado el sentido del fallo, sin que las meras hipótesis o especulaciones
sobre un resultado favorable constituyan demostración.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 24/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Falsedad documental por ocultamiento,
Hurto
agravado por la confianza
PROCESO : 11717
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

INDEMNIZACION INTEGRAL-Cesación de procedimiento: Condiciones de


procedibilidad/ INDEMNIZACION INTEGRAL-El pago puede provenir de persona
distinta al procesado
1. El artículo 39 del Código de Procedimiento Penal, prescribe:

"Preclusión de la instrucción o cesación de procedimiento por indemnización integral.


En los delitos de homicidio culposo y lesiones personales culposas, cuando no concurra
alguna de las circunstancias de agravación punitiva, consagradas en los artículos 330 y
341 del Código Penal, y en los procesos por los delitos contra el patrimonio económico
cuando la cuantía no exceda de doscientos salarios mínimos legales mensuales,
excepto el hurto calificado y la extorsión, la acción penal se extinguirá para todos los
sindicados, cuando cualquiera repare integralmente el daño ocasionado.

La extinción de la acción penal a que se refiere el presente artículo no podrá proferirse


en otro proceso, respecto de las personas en cuyo favor se haya decretado preclusión
de la instrucción o cesación de procedimiento por este motivo, dentro de los cinco años
anteriores. Para el efecto, la Fiscalía General de la Nación Llevará un Registro de las
preclusiones y cesaciones de procedimiento que hayan proferido por aplicación de este
artículo.

La reparación integral debe efectuarse de conformidad con el avalúo que del perjuicio
haga un perito, a menos que exista acuerdo sobre el mismo"

En este sentido, ha sostenido la Sala que las condiciones de procedencia de la norma


aplicada se contraen a. "1. Que el delito respectivo corresponda a uno de los
relacionados; 2. Que se haya reparado integralmente el daño ocasionado de
conformidad con el dictamen pericial, a menos que medie acuerdo sobre su valor; 3.
Que dentro de los cinco años anteriores no se haya proferido en otro proceso
preclusión de la investigación o cesación de procedimiento a favor del procesado por el
mismo motivo; 4. Que la reparación tenga lugar antes del fallo de casación" (auto del
25 de mayo de 1.999, M.P., Dr. Carlos Eduardo Mejía Escobar).

2.Importa aclarar que si bien, el acuerdo y pago sobre la acción indemnizatoria y la


petición de extinción de la acción penal provino de parte de los terceros civilmente
responsables y no del procesado, ello no obsta para su reconocimiento por no constituir
una exigencia legal para su procedencia, como lo sostuvo la Sala en el auto ya
mencionado, así:

"A pesar de que los pejudicados con el delito no podían desistir expresamente de la
acción penal - que en este caso no está sujeta a querella- y que la reparación integral
no provino directamente del procesado, dichas eventualidades no se encuentran
previstas como condición legal para declarar extinguida la acción penal por la vía del
artículo 39 del Código de Procedimiento Penal. Basta simplemente la satisfacción
económica a la víctima del hecho punible o a los perjudicados con el mismo, para que
proceda la preclusión de la investigación de la investigación o cesación del
procedimiento según sea la etapa procesal en la que se produzca la reparación
integral. Esto en consideración a que el contenido de la institución es estrictamente
económico y de allí que cuando quien indemnice no sea procesado sino cualquier otra
persona (obligada o no a hacerlo en virtud de la ley o cualquier clase de título), dicha
indemnización no imposibilita la aplicación de la norma que se comenta a excepción de
la póliza de seguro en tanto la causa del pago deriva de un negocio jurídico de
naturaleza diversa, como se expresó en decisión reciente".

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

86
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Sentencia Casación
FECHA : 24/02/2000
DECISION : Declara extinguida la acción penal por
indemnización integral
DELITOS : Lesiones personales, Homicidio culposo
PROCESO : 13711
PUBLICADA : Si

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LIBERTAD CONDICIONAL-Elementos de juicio para un diagnóstico de
personalidad
Esa misma norma establece, como requisitos de naturaleza subjetiva para la liberación
del condenado, "que su personalidad, su buena conducta en el establecimiento
carcelario y sus antecedentes de todo orden, permitan suponer fundadamente su
readaptación social", significando que son varios los elementos de juicio a tener en
cuenta por parte del funcionario de conocimiento para realizar un diagnóstico de su
personalidad, y a partir de él formular una prognosis favorable o desfavorable de
readaptación social.

A diferencia de lo sostenido por el impugnante, quien pretende que se excluyan las


consideraciones referentes a la conducta criminal de entre los elementos de juicio a
tener en cuenta para afirmar o descartar la readaptación social del condenado, la Corte
ha precisado que si entre los parámetros que establece la norma en cita figura la
personalidad, cualidad conformada por la combinación de todos las características
singularizantes del ser humano y que por lo mismo reflejan su manera de ser y de
actuar, ha de considerarse necesariamente el comportamiento criminal como factor
decisivo para afirmar o descartar el diagnóstico de readaptación social. Ello es así por
cuanto el comportamiento desviado es una manifestación de la conducta, y ésta refleja
la personalidad.

Por ello adviene acertada la consideración de la modalidad de comisión y gravedad de


las conductas por las que se profirió sentencia, además del nivel intelectual y el
compromiso ético que como profesional del derecho y por ende coadministrador de
justicia adquirió con la sociedad el condenado, quien, como se precisó en las
sentencias de primera y segunda instancia, sin escrúpulo alguno desplegó un
comportamiento "supremamente grave por estar referido al apoderamiento de dineros
del estado destinados a satisfacer las necesidades de un sector de la población que
amerita atención y cuidados especiales, como son los exfuncionarios pensionados que
atraviesan por la tercera edad", todo lo cual denota en (...) una marcada insensibilidad
moral y una personalidad proclive al comportamiento desviado, que lo alejan de la
posibilidad de suspender el tratamiento penitenciario a que viene siendo sometido.

La buena conducta en el establecimiento carcelario, la conformación de un núcleo


familiar estable, y la ausencia de antecedentes penales, no siempre devienen
virtualmente y por sí solos en la procedencia del subrogado invocado, tal como en
forma reiterada lo ha venido señalando la Sala al precisar que para evaluar la
personalidad del procesado debe hacerse un análisis integral -y no aislado- de los
factores demostrativos de su manera de ser y de obrar, sin excluir de esta
ponderación, las especiales circunstancias que enmarcaron la comisión del hecho, pues
se reitera, estos son elementos de juicio que caracterizan al ser humano y por lo
mismo sirven de fundamento para afirmar o descartar su respeto por los parámetros
institucionales de control social.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Auto Segunda Instancia


FECHA : 24/02/2000

87
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DECISION : Confirma la providencia del 10-12-99


DELITOS : Prevaricato por acción, Tentativa de
peculado por
apropiación
PROCESO : 16956
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-Violación del derecho de defensa: Exigencias para su alegación
En lo concerniente a la alegada vulneración del derecho de defensa por falta de
actividad de los profesionales del derecho que asistieron al procesado, la censura se
queda en la simple mención, pues no se precisa qué fue lo que dejaron de hacer y
cómo de haberse efectuado habría cambiado favorablemente la situación del
procesado, es decir, no se indica cuáles fueron las pruebas que no se solicitaron, o no
se decretaron o las que no se controvirtieron, o los recursos que no se interpusieron o
las alegaciones que no se presentaron y que si se hubieran llevado a cabo se habría
logrado la absolución o, por lo menos, una condena más benigna.

Reiterados han sido los pronunciamientos de esta Sala en el sentido de que aun cuando
las nulidades permiten alguna amplitud en su proposición y desarrollo, no puede la
demanda en que se aduzcan equipararse a un escrito de libre formulación, sino que
está sujeta, como en las demás causales, a unos insolayables requisitos, pues si se
trata de un medio para preservar la estructura del proceso y las garantías de los
sujetos procesales, quien las invoque debe sustentarlas en debida forma, indicando el
motivo de la nulidad en que se apoya, la irregularidad sustancial que alega, la manera
como ésta socava las bases fundamentales de la instrucción o el juzgamiento o afecta
garantías de lo sujetos procesales y su incidencia en el fallo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 24/02/2000
DECISION : Declara la prescripción de dos delitos,
desestima la
demanda, fija pena
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
agravado, Tentativa de hurto
PROCESO : 11011
PUBLICADA : Si

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CASACION-Errores en la apreciación de las pruebas-Falso juicio de identidad y
falso juicio de existencia: Exigencias técnicas para su alegación
Tiene razón el Ministerio Público en la crítica que hace a la demanda, en cuanto de su
lectura se hace manifiesto que el censor discrepa de la imputación del homicidio que
recae sobre el acusado, aduciendo la violación indirecta de la ley sustancial debido a
errores de apreciación probatoria del sentenciador por falsos juicios de identi-dad y de
existencia, que propone pero no desarro-lla, porque entra es a cuestionar el mérito
probatorio que, como se sabe, en la actualidad no es de aducción pertinente en sede
casacional, ante la abolición del sistema de tarifa legal y la vigencia, en cambio, para la
evaluación probatoria, del sistema persuasión racional o sana crítica (C.P. arts. 254 y
294).

88
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

En tal propósito olvida el impugnante que los fallos de instancia arriban a esta sede
precedidos de las presunciones de legalidad y acierto, de las que emergen su
obligatoriedad y eficacia, y ello implica que sea de cargo del censor entrar a
desvirtuarlas, probando la existencia de vicios in iudicando o in procedendo que de
manera trascendente los afecten, siempre y cuando someta su pretensión a la taxati-
vidad de las causales, y a los requisitos de lógica y de técnica que la ley señala.

En efecto, cuando de un error de hecho por falso juicio de identidad se trata, es carga
del censor acredi-tar que uno era el conteni-do material del medio probatorio
deformado, y otro muy diferente el sentido que el juzga-dor le otorga, al punto de
hacerle decir a esa probanza algo distinto de lo que en realidad contiene, con lo que el
sentido de la decisión se altera, y cuando el error de hecho apunta a un falso juicio de
existencia, el recurrente debe demostrar que el fallador omitió la consideración de una
prueba o tuvo en cuenta la que no existe materialmente dentro del proceso.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 24/02/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo agravado
PROCESO : 11444
PUBLICADA : Si

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INDEMNIZACION INTEGRAL-Para que genere la extinción de la acción penal en


los delitos que lo permite, debe abarcar a todos los perjudicados con la infracción/
TRANSACCION EXTRAJUDICIAL-Naturaleza del contrato/ EXTINCION DE LA
ACCION CIVIL-Por transacción-Pérdida del interés jurídico de la parte civil para
impugnar
La reparación de los daños ocasionados por el delito, cuando es integral, en los
términos del artículo 39 del Código de Procedimiento Penal, esto es, por abarcar no
solamente lo que cuantitativamente representan los daños y perjuicios ocasionados
con el punible, sino también a los ofendidos o perjudicados identificados en el proceso,
es una causal de improcedibilidad de la acción penal y extinción de la acción civil, pero
cuando se sabe que el resarcimiento es parcial, por ejemplo, a quien solamente se hizo
reconocer como parte civil, de los varios perjudicados, los efectos sólo pueden ser de
extinción de la acción civil.

En uno u otro caso, de los aludidos en el párrafo anterior, debe tenerse en cuenta, que
dichas situaciones solamente tendrán repercusiones procesales si existe una
manifestación de parte oportuna, esto es, antes de que la Corte profiera la sentencia
respectiva.

Para el derecho privado la transacción extrajudicial, como la del sub judice que fue de
contenido pecuniario, es un contrato consensual, demostrable por cualquier medio, que
en materia criminal tiene validez cuando se precave o termina por las partes un litigio,
siempre que el objeto de ella sea solamente la acción civil o no recaiga sobre derechos
respecto de los cuales lo prohiba expresamente la ley (Título XXXIX del C.C.).

No cabe la menor duda que con el documento obrante al folio 37 (C. Corte) se
demuestra la transacción de carácter económico realizada entre (...) y (...), por los
hechos de que trata la presente causa. Dicha manifestación de voluntad, ha de ser
considerada en todo su alcance, ya que quienes la suscribieron gozaban de autonomía
y libertad para convenir lo que a bien tengan en cuanto a la obligación civil por razón
de la comisión del punible de que trata este expediente, ostentan la condición de
sujetos procesales (la una como acusada y la otra como parte civil), tienen capacidad
legal para la celebración de ese tipo de acuerdos, y además no se advierte vicio que lo
invalide.

89
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Antes de proseguir en el análisis que se viene haciendo, debe señalarse que el


expediente da cuenta de dos perjudicados (los esposos (...) y (...), pero sólo aquélla se
constituyó en parte civil, siendo ésta la única que suscribió la transacción.

Hecha la anterior precisión, se comprende fácilmente el por qué con base en la


transacción realizada entre la parte civil y la procesada no es posible ordenar la
cesación de procedimiento por indemnización integral, en los términos del artículo 39
del C.P.P., pues ésta no tiene cabida en situaciones como las del presente caso, por
cuanto que no existe prueba de que la reparación hubiere abarcado a todos aquellos
de los que en el proceso se tiene noticia resultaron ofendidos con el delito, como ocurre
con (...).

Establecido como ha quedado que no es posible ordenar la cesación de procedimiento


por indemnización integral, queda por examinar si el convenio a que se ha hecho
referencia corresponde al supuesto de hecho del artículo 62 del Código de
Procedimiento Penal. Conforme con esta disposición, procede la declaratoria de
extinción de la acción civil adelantada dentro del proceso penal, cuando ocurre alguno
de los modos de extinción de las obligaciones consagradas en el artículo 1625 del
Código Civil, entre los que se encuentra la "transacción".

La situación referida en párrafos anteriores conduce indudablemente a la extinción de


la obligación de indemnizar y, consecuencialmente, de la acción civil, no sólo porque
este es un efecto propio de la naturaleza de la transacción en el Código Civil, sino
porque ese fue específicamente el alcance que previó la ley penal, a través del artículo
62 del C.P.P.

Todas las normas sobre la acción civil, a partir del artículo 43 del Código de
Procedimiento Penal, indican que su ejercicio dentro del proceso penal conserva su
naturaleza privada y disponible, pues sólo está orientada al resarcimiento "de los
daños y perjuicios individuales y colectivos". Esa es la misión del actor civil, la que a su
vez sirve de marco a las facultades que el legislador le reconoció en el proceso penal
(art. 48 C. P. P.).

El demandante, que lo fue únicamente la parte civil, en virtud de la extinción de la


acción civil por la satisfacción de sus derechos, conforme viene de expresarse, ha
perdido todo interés jurídico para reclamar contra la sentencia proferida por el Tribunal
Superior de Santa de Fe de Bogotá en el sub judice. Como uno de los requisitos para
acceder a la casación es el relacionado con el interés, por la razón anotada, la Sala
debe desestimar la demanda.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 24/02/2000
DECISION : Declara extinción de la acción civil,
desestima
demanda por desaparecer interés
DELITOS : Estafa
PROCESO : 11650
PUBLICADA : Si

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CASACION-Causal tercera: Exigencias técnicas/ FALSO JUICIO DE


EXISTENCIA-Exigencias técnicas
1. La Corte ha reiterado que cuando se aduce la causal tercera de casación, le
corresponde al actor concretar la clase de nulidad que invoca, mostrar sus
fundamentos, las normas que estima infringidas, así como precisar de qué manera la
irregularidad procesal denunciada ha repercutido definitivamente en la afectación del
trámite surtido que ha culminado con la expedición de la sentencia impugnada. Esto
quiere decir que no basta con tratar de evidenciar cualquier clase de irregularidad
hipotéticamente surgida dentro del proceso, sino que es necesario indicar, y probar,

90
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

aquella o aquellas que indefectiblemente conducen a su invalidación, bien porque


rompan la estructura del rito, bien porque vulneren garantías y derechos
fundamentales.

2.Como emana de la ley, y como lo ha reiterado la Sala, la demostración de esta


censura no puede limitarse a la simple enumeración de los medios de prueba
eventualmente omitidos, sino que es menester hacer una revaluación probatoria con
inclusión de la prueba pretermitida, para, con fundamento en esa tarea, entrar a
demostrar que las conclusiones del fallo habrían sido distintas si no se hubiera
incurrido en el error denunciado.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Auto Casación
FECHA : 28/02/2000
DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Porte de armas de uso privativo de las F.M.,
Secuestro extorsivo, Porte de insignias de
las Fuerzas
Armadas
PROCESO : 15292
PUBLICADA : Si

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TERMINO-Para presentar demanda de casación en vigencia del decreto 2700 de
1991
Cuando el artículo 224 del Decreto 2700 de 1.991, en cuya vigencia se adelantó el
trámite de la impugnación extraordinaria en este caso y por lo mismo es el aplicable,
dispone que una vez interpuesto en tiempo y por ende admitido el recurso de casación
se dará traslado al impugnante "por treinta días", con el propósito de que dentro de
dicho lapso presente mediante abogado titulado la demanda sustentatoria
correspondiente, está señalando un plazo perentorio, en el entendido de que fija un
período dentro del cual uno de los sujetos procesales debe desplegar una determinada
actividad.

Este término señalado en la ley, impone a la parte a favor de quien se ha dispuesto, el


deber de ejercitar el derecho subjetivo a riesgo de que de no hacerlo se produzca su
decadencia, al precluir la oportunidad legal o el plazo establecido, esto es, que da lugar
a las denominadas sanciones jurídicas procesales, que por supuesto afectan el interés
de quien no ajusta su actividad a la voluntad de la ley dirigida a lograr el fin de un
ordenado, eficaz y rápido desenvolvimiento del proceso, produciéndose la
inadmisibilidad del acto y la consiguiente pérdida de la oportunidad para desarrollarlo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Auto Casación
FECHA : 29/02/2000
DECISION : Decreta la nulidad del auto que concede el
recurso,
declara desierto el recurso
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.,
Falsedad en documento privado, Tentativa de
estafa
PROCESO : 10976
PUBLICADA : Si

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91
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

EXTRADICION-Canadá: Tratado aplicable; requisito esencial de la solicitud/


EXTRADICION-Prueba
Clara es la ley 148 del 28 de noviembre de 1888, aprobatoria del Tratado de recíproca
extradición de reos entre la República de Colombia y el Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte, suscrito en Bogotá el 27 de octubre del mismo año, aplicable en este
asunto, según indicación que al respecto hizo el Ministerio de Relaciones Exteriores en
oficios 17295 y 18150 del 2 y 3 de julio de 1999, respectivamente, cuando en su
artículo 8° dice:

"La demanda para la extradición se hará por medio de los agentes diplomáticos de las
Altas Partes Contratantes, respectivamente.

"La demanda para la extradición de un acusado debe ir acompañada de la orden de


arresto expedida por la autoridad competente del Estado que exija la extradición y de
aquellas pruebas que, conforme a las leyes del lugar donde se encuentre el acusado,
hubieran de justificar su aprehensión si el delito hubiese sido cometido allí..." (se
resaltó).

Como bien puede observarse, la norma transcrita sólo impone como requisito esencial
de la solicitud de extradición la orden de arresto contra el requerido, emitida por
autoridad competente, acompañada de las pruebas que la sustenten, sin que allí se
contemple, como otra exigencia, el pliego acusatorio, por lo que, de esta manera,
queda descartada la confusión que predica el defensor del señor (...).

En consecuencia, por innecesaria será negada la prueba solicita.

MAGISTRADO PONENTE DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Canadá
FECHA : 29/02/2000
DECISION : Niega la practica de pruebas solicitadas
PROCESO : 16193

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ERROR EN LA CALIFICACION JURIDICA-Técnica para alegarla en casación


El error en la denominación jurídica de la infracción implica que el instructor, al
momento de calificar el mérito del sumario, dió a los hechos declarados y probados en
el proceso un nombre genérico que no es el que corresponde.

Como dicho yerro afecta la validez de la actuación al originarse en la resolución


acusatoria, es necesario demandarlo por la vía de la causal tercera de casación. Por
esa razón no es posible acudir a la causal primera, pues la Corte, como ya se ha
reiterado, no podría dictar el fallo de reemplazo por un delito que no fue imputado en el
pliego acusatorio. No obstante, sí es necesario que su demostración se haga conforme
a la técnica de la causal primera desarrollando un ataque que corresponde a la técnica
para impugnar por la violación directa - caso en el cual el impugnante debe aceptar los
hechos deducidos y probados - o la indirecta - demostrando que a causa de una
equivocada apreciación probatoria se dió al hecho una denominación incorrecta - y su
incidencia en la validez de la actuación.

Para que ello sea posible, entonces, la demanda debe ser explícita en sus enunciados y
en sus demostraciones o raciocinios. Es el actor el que tiene la carga de señalar de
manera clara y precisa, inequívocamente, si acepta los hechos probados y declarados
como tales en la sentencia, o si por el contrario son los defectos de apreciación
probatoria, en cuanto a partir de ellos se estructura la base fáctica de la sentencia, los
que conducen al sentenciador, mediatamente, a la decisión violatoria de la ley
sustancial.

92
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Si se parte del hecho probado y lo que se pretende es comprobar la incorrecta


aplicación de la ley penal que corresponde a ese hecho o hechos, esto es, comprobar el
defecto de subsunción, la demanda contendrá la suficiencia requerida por la ley para
que la Corte emprenda, sobre los mismos hechos deducidos en el fallo y aceptados por
el casacionista, una nueva operación mental, un nuevo juicio que concreta los hechos
en la norma adecuada y -por esa vía, concluir el defecto de procedimiento que, para
esta causal y por este motivo, supone haber mantenido una calificación jurídica que
era errónea y frente a la cual no había podido sino anular la resolución acusatoria y
disponer que se produjese por la denominación jurídica a la que verdaderamente se
adecuaban esos hechos o, como sucede cuando el yerro a su vez implica un
quebrantamiento de la competencia por razón de materia u objetiva, declarar tal
invalidez desde el momento en que fue clausurada la investigación dada la
circunstancia de que es éste un antecedente lógico y teleológico del calificatorio que
no puede producir sino aquél que goza de esa competencia.

Lo mismo ocurre si lo que impugna el censor es la apreciación probatoria y, a través de


ella, las conclusiones sobre los hechos que se consideraron probatorios. Estos eventos
exigen precisar y no simplemente enunciar los desacuerdos, cómo se llegó a esa
errónea apreciación. Y para hacerlo debe acreditar el casacionista cuáles pruebas
apreció erróneamente el Tribunal, qué clase de defectos cometió en el acto mental de
apreciarlas, y cuales eran entonces los hechos que constituían la base fáctica de la
sentencia - y por ende de la acusación - para que la denominación jurídica del delito
correspondiera a la previsión normativa de la ley penal, a su formulación abstracta.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 01/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Incendio
PROCESO : 11921
PUBLICADA : Si

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DOLO-No exigibilidad de otra conducta: No puede alegarse si se supera el
condicionamiento social, psicológico y económico
Que el Tribunal hubiere aceptado la inexistencia de un determinismo absoluto e
inevitable entre el influjo de condiciones externas y la decisión de la persona sobre un
resultado concreto, cuando se es capaz de prever y controlar las consecuencias de sus
actos, se tuvo la posibilidad de evitar el injusto y la oportunidad de elegir
conscientemente el motivo, pudiendo, aún en medio del condicionamiento social,
sicológico y económico, optar voluntariamente por seguir uno u otro camino, no
constituye error de juicio.

Las vicisitudes económicas y los esfuerzos para desmontar las captaciones masivas de
dinero fueron consideradas por el juzgador como insuficientes para eliminar la
exigibilidad de un comportamiento conforme al derecho, pues no constituyeron fuerza
mayor, error invencible o coacción insuperable y, por el contrario, la experiencia
acumulada (fracasos y bonanza, "en 1978 y 1979, el grupo por primera y única vez en
su historia, gozaba de una buena situación económica y alguna liquidez") y el amplio
conocimiento de la realidad social, laboral, etc. circundantes le permitieron preferir
seguir en la ilegal intermediación financiera y en la falsificación de la contabilidad,
incurrir en los delitos, con la esperanza loable de no incumplir sus obligaciones con los
trabajadores, los proveedores y los acreedores, en lugar de permanecer en los terrenos
de la legalidad al acudir al concordato preventivo, que hoy, como lo reconoce el
casacionista, mantiene sólida la empresa.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 01/03/2000

93
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DECISION : Declara prescrita la acción por unos delitos,


ordena
cesación, fija pena, no casa
DELITOS : Estafa, Falsedad en documento privado,
Captación
masiva y habitual de dinero del público
PROCESO : 14916
PUBLICADA : Si

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CASACION DISCRECIONAL-Sustentación
Reiteradamente la Sala ha venido advirtiendo la necesidad de fundamentar la solicitud
de concesión del recurso de casación excepcional instituido en el tercer inciso del
artículo 218 del C. de P.P., y una vez más, ante la total falta de motivación por parte de
la peticionaria en este caso, que ni siquiera optó por alguna específica causa de
impugnación de las consagradas en dicha preceptiva legal, tal como lo pone al
descubierto el contexto del memorial transcrito, se ve precisada a hacerlo.

Así se dijo en auto del 28 de agosto de 1997 reiterativo de pronunciamientos


antecedentes, con ponencia del Magistrado doctor Mejía Escobar: "... es
indispensable que la petición de concesión del recurso de casación en los casos no
ordinarios ... se fundamente sumariamente. Si ello no se requiriera, habríale bastado al
legislador extender sin condicionamiento de ninguna índole el recurso de casación a
toda clase de sentencias en materia penal; si no lo hizo de esa manera, es porque
sencillamente el recurso de casación así reglado obedece a una pauta política del
Estado y está consagrado para cumplir una función específica en el proceso penal.

"Marcar por el peticionario el derrotero que pretende imprimirle a la demanda de


casación para procurar que el recurso sea concedido es atender el contenido de la
norma e interpretar correctamente su alcance, pues la argumentación que entonces
conoce la Corte es el sustento de su ejercicio discrecional para concederlo; no es, ni
mucho menos, culto ciego a las formas, cuando precisamente se trata de una
impugnación que las exige expresamente, pero sin suprimir al Juez competente su
capacidad interpretativa.

"Por lo demás, es obvio que si la solicitud de concesión del recurso ha de hacerse


dentro del término que para impugnar en casación se tiene, es en esa oportunidad, y
no en otra, cuando la fundamentación sumaria de lo que el casacionista pretende al
seleccionar la alternativa -si es que opta por una sola de ellas- del tercer inciso del
artículo 218 del C. de P.P., debe hacerse, y solo como guía para que la Corte estudie la
eventualidad de concesión del recurso y discrecionalmente decida".

MAGISTRADO PONENTE: DR. MARIO MANTILLA NOUGUES

Casación Discrecional
FECHA : 02/03/2000
DECISION : No concede el recurso solicitado
DELITOS : Violación a los Derechos de Autor
PROCESO : 16455
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Solicitud regida por las las reglas del C. de P.P.: El trámite
formal se inicia con la admisión del expediente por la Corte/ EXTRADICION
PASIVA-Etapa previa: El carácter preparatorio de los actos ejecutados no admite

94
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

controversia- No es necesaria la asistencia de un defensor/ EXTRADICION


PASIVA-Proceso pendiente en Colombia: No afecta el trámite ni determina la
procedencia del mecanismo
No obstante, en ningún momento refiere cuáles disposiciones del Código de
Procedimiento Penal, o de otro ordenamiento, prevén o garantizan la intervención del
solicitado en extradición o del apoderado de éste en desarrollo de la fase previa de
perfeccionamiento del expediente que compete al Ejecutivo y que posteriormente debe
dirigirse a la Corte.

La razón es obvia, por la característica de tales actos, el debate que es dable al


requerido únicamente se posibilita en la fase jurisdiccional, revestida como debe estar
de todas las garantías procesales dentro de la competencia que la propia ley le ha
otorgado a esta Colegiatura.

Este ha sido el criterio jurídico de la Sala expresado en reiteradas oportunidades (Autos


5 de agosto, 22 de septiembre y 7 de diciembre de 1.999, 18 y 21 de febrero del año
en curso, entre otras). Así, en la citada decisión del 18 de febrero, con ponencia del
Magistrado doctor Mejía Escobar se precisó:

"3. Conforme lo ha señalado la Corte, el trámite de extradición es unitario y debe


hacerse conforme a las reglas que para cada caso específico establezca el Tratado
Público o la Ley.

"Es entonces frente a las reglas concretas de cada petición de extradición


individualmente considerada, que deben especificarse las presuntas violaciones al
derecho de defensa o al debido proceso.

"4. El trámite de una solicitud de extradición que se rig por las reglas del Código de
Procedimiento Penal no establece la posibilidad de ejercer el derecho de defensa a
través de la contradicción del material probatorio o de los conceptos mereamente
jurídicos en los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Justicia y del Derecho.

"La Corte en decisión del 5 de agosto de 1.999 (Radicación No. 15.825), señaló que en
tratándose de extradición "el trámite formal sólo se inicia con la admisión del
expediente por la Corte, como claramente lo indica el artículo 556 del Códio de
Procedimiento Penal, pues antes de ellos solo se advierte una fase preliminar de
perfeccionamiento del legajo documental y apenas preparatoria de la parte judicial del
rito. En esa etapa previa, además de alistar la documentación, el Ministerio de
Relaciones Exteriores únicamente configura un requisito de procedibilidad, cuando
debe indicar cuál sería la vía y la legislación aplicable al incidente, mientras que el
Ministerio de Justicia y del Derecho solamente cumple una función requirente del
trámite judicial y del concepto, aunque no de la decisión final que obviamente le
concierne al Gobierno (artículos 552 a 555).

"Precisamente, por cuanto esas tareas administrativas de alistamiento del expediente,


de constitución de un mero requisito de procedibilidad y de requerimiento de la vía
judicial no están expuestos a la controversia, ues ésta se cumplirá cabalmente cuando
se abra la fase jurisdiccional, no se prevé legalmente para dicha etapa preliminar el
espacio probatorio y de contradicción que imagina el defensor del requerido para
justificar su postura. Para ver de comprobar este carácter preparatorio de dichos actos,
basta revisar el contenido de los artículos 551 a 555 del Código de Procedimiento
Penal, en cuyo texto no se incluye la posibilidad de proposición y debate probatorio"

"Establecido que el trámite de extradición se compone de una fase administrativa y


una judicial y que sólo en ésta última se contempla como obligatoria la presencia del
defensor y el ejercicio del contradictorio, resulta improcedente la alegación de
violaciones al derecho de defensa precisamente en la fase en que la ley no contempla
la contradicción. Adelantar esta etapa a estadios anteriores a ella, modificaría las
reglas ue componen el debido proceso de extradición constituyéndose, ello si, en una
flagrante violación legal".

Ahora, la afirmación según la cual si se hubiera enterado a (...) del inicio de la


actuación administrativa, se le habría permitido informar al Gobierno sobre la
existencia en la Fiscalía General de la Nación de una investigación por los mismos
hechos en que se funda su petición de extradición por los Estados Unidos de
Norteamérica, como lo ha dicho la Sala, con ponencia de quien en igual condición acá
obra, "no afecta el trámite y mucho menos determina la procedencia de dicho

95
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

mecanismo internacional de persecución del delito, ya que sólo en el evento en que el


concepto sea positivo y en tales términos sea acogido por el Gobierno nacional por
intermedio del Ministerio de Justicia y del Derecho profiriendo la resolución que
concede la extradición, le corresponde al Ejecutivo en ejercicio de la potestad que le
confiere el artículo 560 del Código de Procedimiento Penal, determinar si difiere o no la
entrega de la persona al país requirente" (Auto del 5 de octubre de 1.999 Rad. 15.727).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Extradición
PAIS REQUIRENTE: : Estados Unidos de América
FECHA : 03/03/2000
DECISION : Niega la nulidad solicitada
PROCESO : 16308
PUBLICADA : Si

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DESISTIMIENTO-De la casación: Modificación introducida en el artículo 15 de la


ley 553 de 2000
El artículo 244 del Código de Procedimiento Penal, modificado por el 15 de la Ley 553
de 2000, establece que "Podrá desistirse de la casación y de la acción de revisión
antes de que la Sala las decida" y el artículo 18 transitorio de dicha preceptiva
dispone: "Esta ley sólo se aplicará a los procesos en que se interponga la casación a
partir de su vigencia, salvo lo relativo a la respuesta inmediata y al desistimiento, que
se aplicarán también para los procesos que actualmente se encuentran en curso en la
Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia".

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Auto Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : Acepta el desistimiento presentado por el
procesado y su defensor
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 14058
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-La no privación de la libertad del reclamado no inhibe a la


Corte para conceptuar, estando comprobada su presencia en el territorio
colombiano/ EXTRADICION PASIVA-Etapa previa: La Corte no tiene competencia
para ejercer su control/ EXTRADICION PASIVA-Principio de reciprocidad: Su
aplicación atañe exclusivamente al Gobierno Nacional /EXTRADICION PASIVA-
Documentos anexos a la solicitud: Es admisible la certificación, bajo juramento,
de las disposiciones penales aplicables/ EXTRADICION PASIVA-Principio de
favorabilidad

96
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

1. El hecho de que el solicitado no se encuentre, en este momento, privado de la


libertad, tampoco le impide a la Sala rendir concepto, pues como lo sostuvo en caso
semejante: "La Ley Procesal Penal dentro de este trámite, permite la captura del
extraditable antes del procedimiento, discurriendo el mismo, y después de concedida la
extradición por parte del Gobierno Nacional, así lo previenen los artículos 566 y 562 del
Código de Procedimiento Penal, cuando disponen que el Fiscal General de la Nación
deberá ordenar la captura del reclamado tan pronto conozca la solicitud formal de
extradición, o antes, si así lo pide el Estado requirente, mediante nota en que exprese
la plena identidad de la persona, la circunstancia de haberse proferido en su contra
sentencia condenatoria, acusación o su equivalente y la urgencia de tal medida;
actitud que también debe observar una vez concedida la extradición, si el solicitado
goza de la libertad"*

2. El trámite administrativo a que se ha hecho referencia le compete exclusivamente al


Gobierno en cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores, consistente en alistar la
documentación e indicar cuál sería la vía y la legislación aplicable al incidente
planteado. Igualmente, al Ministerio de Justicia y del Derecho, el que cumple una
función requirente del trámite judicial y del concepto, correspondiéndole la decisión
final al Gobierno.

Dentro de esas precisas funciones administrativas de alistamiento del expediente,


como un requisito de procedibilidad, la Corte no puede entrar a inmiscuirse en esa
competencia, careciendo, por ende, de la facultad para señalar la forma o el contenido
del concepto, ni mucho menos indicar la normatividad aplicable, pues se estaría
atentando contra la autonomía e independencia de las Ramas del Poder Público y
arrogándose facultades no establecidas ni constitucional ni legalmente**, máxime
cuando la etapa administrativa inicial culminó en el momento en que se ordenó correr
el traslado contemplado en el artículo 552 del Código de Procedimiento Penal.

3. De otra parte, como también lo ha sostenido la Sala***, los artículos 9°, 226 y 227
de la Constitución Política contemplan los principios básicos en los cuales Colombia
debe soportar sus relaciones internacionales, encontrándose, entre ellos, el de la
reciprocidad. Sin embargo, en lo que atañe a la extradición, es el mismo artículo 35 de
la Carta, modificado por el Acto Legislativo N° 01 de 1997, el que limita la solicitud, la
concesión o el ofrecimiento a los tratados públicos y, en su defecto, a la ley.

Entonces, como quiera que es la misma Constitución la que regula la materia, es a sus
lineamientos a los que debe ceñirse la Corte para emitir su concepto. Por lo mismo, los
usos internacionales y los principios del Derecho Internacional no son elementos del
trámite judicial de la extradición, a menos que estén contemplados expresamente en el
tratado público aplicable o, en su defecto, en la ley que deba acatar la Corte.

De otro lado, en lo atinente al principio de reciprocidad, el que, según la memorialista,


fue aplicado por la Corte en concepto del 23 de julio de 1986**** , se hace necesario
advertir que el mismo tuvo como soporte la prohibición de extraditar a nacionales por
parte del Estado ecuatoriano, toda vez que así lo prohibía la Constitución de dicho país,
razón por la cual no era aplicable la Convención sobre Extradición suscrita en
Montevideo el 26 de diciembre de 1933 y aprobada por Colombia mediante la ley 74 de
1935, situación que no se da en este caso, dado que la Constitución de 1991 faculta
exclusivamente al Presidente de la República, como director de las relaciones
internacionales, para aplicar dicho principio al momento de decidir si concede o no la
extradición del requerido (arts. 189.2 y 226 de la Constitución Política).

En otros términos, como quedó resaltado en precedencia, conforme al nuevo marco


constitucional que nos rige, la aplicación del principio de reciprocidad atañe
exclusivamente al fuero del Gobierno Nacional en cabeza del Presidente de la
República, como Jefe de Estado y Suprema Autoridad Administrativa, y no a la Rama
Judicial.

4. Debe sostener la Sala que no le asiste la razón a la señora defensora, por cuanto
que si bien es cierto que el numeral 4° del artículo 551 del Código de Procedimiento
Penal establece que las mismas deben remitirse en copia auténtica, sin embargo, el
inciso 2° señala que "los documentos mencionados serán expedidos en la forma
prescrita por la legislación del Estado requirente", al tenor de lo cual J. Michael
Faulkner, "Abogado Adjunto de los Estados Unidos para la Oficina del Abogado de los
Estados Unidos en el Distrito del Sur de Georgia" y, además, doctor en leyes y
especializado en las leyes penales y de procedimiento de los Estados Unidos y en las
violaciones al "Acta Federal de Sustancias Controladas y Sobre el Lavado de Dinero",

97
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

certificó, bajo juramento, ante el Juez de Instrucción de los Estados Unidos, W. León
Barfield, sobre la vigencia de los Estatutos Federales y la descripción típica de las
normas penales en que se fundaron los cargos, certificación que se encuentra
contenida en instrumento refrendado por el Director de la Oficina Internacional del
Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América y que forma parte de la
documentación legalizada, autenticada y traducida que sirvió de base para este
trámite, por lo tanto, considera la Corte que no solo consta en el expediente la
descripción de las disposiciones penales aplicadas por los Estados Unidos al caso, y
cuya violación se imputó en el pliego de cargos, sino que se encuentra certificada la
vigencia de las mismas y autenticados y legalizados los instrumentos respectivos.

5. La Sala ha sostenido que el citado principio no opera dentro del presente trámite,
por cuanto una "cosa es el proceso penal que le corresponde a las autoridades
extranjeras adelantarlo conforme a su legislación, y otra muy distinta es el trámite
especial de extradición que se surte en nuestro país, conforme al cual la Corte, de
manera objetiva, examina la procedencia con base en la documentación aportada por
el Estado requirente y en la normativa vigente al momento de la petición u
ofrecimiento"***** .

Significa lo anterior que en este especial incidente se deben considerar las leyes
vigentes para el momento de la petición u ofrecimiento de la extradición, sin que tenga
operancia el mencionado principio, toda vez que la Corte no cumple funciones de juez
de instancia, esto es, que no está juzgando la autoría y responsabilidad del requerido,
sujeto a las leyes del Estado solicitante.
_________
*Extradición N° 14022. M. P. Dr. Edgar Lombana Trujillo
**Extradición 16715, auto del 18 de enero de 2000, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda
***Extradición 15862, auto del 16 de noviembre de 1999, M.P. Dr. Carlos E. Mejía
Escobar
**** Solicitud de extradición del ciudadano Colombiano Gabriel Ricardo Tovar Brizneda,
presentada por el Gobierno del Ecuador, M.P. Dr. Luis Enrique Aldana Rozo.
*****Ver concepto del 15 de febrero de 1995, M.P. Dr. Edgar Saavedra Rojas

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Extradición
PAIS REQUIRENTE: : Estados Unidos de América
FECHA : 03/03/2000
DECISION : Conceptúa favorablemente
PROCESO : 15709
PUBLICADA : Si

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DEMANDA DE CASACION-Juicio en derecho/ CASACION-Errores en la


apreciación de las pruebas: Técnica
1. Es un principio de técnica casacional fundamentar el ataque invocado de acuerdo
con la naturaleza del motivo escogido para demostrar la ilegalidad de la sentencia, a
consecuencia del supuesto yerro en que incurrió el fallador. La demanda, por tanto,
debe estar fundamentada de manera lógica y coherente, sin involucrar expresiones
vagas e imprecisas ni argumentos reveladores de la simple inconformidad del
recurrente con la opinión de los falladores de instancia. El debate que aquí se propone
no puede enfocarse a dirimir cuestiones que ya fueron objeto de estudio y definición en
las instancias. La argumentación que se proponga debe estar orientada a desatar un
debate jurídico en torno a las equivocaciones en que pudo haber incurrido el fallador
en el transcurso de las investigación y que sean ubicables en alguno de los motivos
expresamente contemplados como causal de casación.

2. La metodología que adoptó el libelista en la elaboración de su demanda es


inaceptable ya que pese a señalar la existencia de un falso juicio de identidad se
equivoca en su demostración al desviar sus argumentos para cuestionar el grado de
credibilidad otorgado a las pruebas de carácter testimonial que obran en el plenario, lo

98
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

que resulta a todas luces improcedente, pues la única posibilidad de cuestionar el


mérito probatorio otorgado a los elementos de convicción, es demostrando que en su
apreciación el fallador se apartó de las reglas de la sana crítica*, lo que en este caso
no ocurrió.
________
*"Trátese ahora de lo que puede relacionarse con el falso juicio de convicción.
Teóricamente se le suele admitir cuando se vulneran LAS REGLAS DE LA SANA CRITICA
O PERSUASION RACIONAL (experiencia, lógica y postulados de la ciencia o técnica
pertinentes al análisis de la respectiva probanza), para negar en la práctica, la censura,
bajo la consideración de que la prueba, por no ser tarifada, no resiste predicamento de
esta clase de error. En síntesis, la impugnación, se atiende si se logra evidenciar un
ERROR DE HECHO por falso juicio de existencia o de identidad. Y se desatiende cuando
el casacionista está advirtiendo que la prueba en sí, materialmente estimada, no ha
sufrido menoscabos, esto es, que ni se la ha supuesto, ni se la ha ignorado, ni se la ha
tergiversado. Porque lo que se objeta es la inferencia lógica, la indebida aplicación u
omisión total de las reglas de la sana critica, o sea, que teniéndose una prueba en el
nivel real y legal en que aparece, sin embargo lo defectuoso y dañino es la valoración
que quiera dársele pretextando fiel apego y respeto a esa sana crítica." (sentencia del
13 de febrero de 1995, M.P., Dr Carlos Eduardo Mejía E.).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio
agravado
PROCESO : 10574
PUBLICADA : Si

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REINTEGRO DE LO APROPIADO-Artículo 139 del C.P.: No es circunstancia


atenuante del hecho sino de la pena/ CONFESION-Apreciación-Debe ser
fundamento de la sentencia para que proceda la rebaja de pena
1- A propósito de la naturaleza de la figura prevista en el artículo 139 del Código Penal
la Sala estima que acá se está frente a una disposición que antes que consagrar una
circunstancia atenuante del hecho punible constituye un fenómeno de reducción de la
cantidad de pena puramente dosimétrico. Es decir, la hipótesis allí prevista afecta la
medida o cantidad punitiva sin incidir para nada en la tipicidad, la antijuridicidad o la
culpabilidad, o en los grados o las formas de participación.

Se trata pues, como lo precisó la Corte con ocasión del análisis que sobre el mismo
aspecto hizo frente al artículo 374 del Código Penal en noviembre 23/98 (M.P. Dr.
Fernando Arboleda R.) de una actitud pos delictual que no varía el grado de
responsabilidad y que repercute en la pena una vez individualizada: sin capacidad para
afectar los mínimos ni los máximos punitivos previstos por el legislador, de carácter
judicial, diferida por tanto al Juzgador. No altera, por tanto, los términos de prescripción
de la acción, no es potestativa, es de configuración objetiva, y en los casos de concurso
efectivo de tipos su operancia se revela únicamente en el momento de fijación de la
punibilidad del respectivo punible, que no respecto de la pena totalizada.

2. No resulta acertado entender que una confesión material por el hecho de serlo esté
amparada de la presunción de veracidad. Se trata de una prueba que, como las demás,
debe ser apreciada por el juzgador conforme a las reglas de la sana critica. No está
consagrada como una ritualidad del proceso que obligue ineludiblemente, en todos los
casos a la rebaja punitiva.

No se puede olvidar que los beneficios contenidos en la norma en cita, están


consagrados para quien en su primera versión confiesa la autoría del hecho por haber

99
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

facilitado con su actitud la actividad investigativa y que ella sea fundamento de la


condena, como lo tiene señalado la Sala.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Peculado por apropiación, Falsedad en
documento
privado, Falsedad material de empleado
oficial en
documento público
PROCESO : 12225
PUBLICADA : Si

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DEMANDA DE CASACION-Exigencias técnicas-Vía indirecta


El recurso de casación no constituye una nueva instancia que autorice a la Corte la
revisión total del proceso en el supuesto fáctico que conforma su objeto o en los
criterios jurídicos que en su desarrollo se planteen. El sentido del extraordinario medio
de impugnación corresponde a la confrontación de la sentencia ante la ley, al fallo y su
legalidad, a examinar la conducta del juzgador frente a las prescripciones normativas,
por ello el análisis que le es propio se restringe, dentro de las causales y motivos
propuestos por el demandante, a determinar si el juzgador incurrió en vicios de
actividad o de proceder tales que resquebrajen las presunciones de acierto y legalidad
con que el fallo de segunda instancia arriba en sede de casación.

La técnica casacional le obligaba, si pretendía que su demanda fuera admisible, una


vez escogida la vía indirecta, a señalar el sentido de la violación, a identificar la prueba
omitida o supuesta (Falso juicio de existencia) o tergiversada (Falso juicio de identidad),
a demostrar que el fallador incurrió en uno de tales errores de actividad y la incidencia
del mismo en la decisión, una vez realizado el análisis conjunto de todo el acervo
probatorio.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Auto Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Tentativa de homicidio, Violación a la Ley
30/86,
Porte de armas de defensa personal
PROCESO : 15874
PUBLICADA : Si

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100
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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ERROR DE HECHO-Modalidades/ MINISTERIO PUBLICO-Limitaciones del


concepto a que se refiere el artículo 226 del C. de P.P/ DEFENSA TECNICA-
Indagatoria: Designación de un estudiante de derecho-Alcance de la expresión
"cuando no hubiere abogado inscrito” que contenía el artículo 148 del C. de P.P.
1. Los errores de hecho que conducen a la violación indirecta de la ley sustancial, como
de manera reiterada lo ha señalado la Sala, se predican de los medios de prueba
considerados en sentido material. Se presentan cuando se deja de apreciar una
prueba válidamente aportada al proceso o cuando se supone una que no existe (falso
juicio de existencia); cuando se hace decir al medio algo que no dice (falso juicio de
identidad); o cuando al apreciar los medios de convicción resultan manifiestamente
vulneradas las leyes de la ciencia, los principios de la lógica o las reglas de la
experiencia (falso juicio de raciocinio).

2.La Procuraduría tiene limitada su actividad en el trámite de la casación a conceptuar


sobre la demanda, lo cual traduce que no puede proponer cargos nuevos ni
desnaturalizar los propuestos para a partir de allí conformar un ataque distinto a los del
libelo. Entiende la Sala, sin embargo, que en el ejercicio de su función el Procurador
Delegado encuentre dentro del proceso posibles irregularidades sustanciales
atentatorias de los derechos fundamentales y que se las plantee a la Corte, buscando
que se pronuncie en desarrollo de la facultad consignada en el artículo 228 del Código
de Procedimiento Penal.

3. El artículo 148 del Código de Procedimiento Penal del decreto 2700 de 1991
prescribía:

"Personas habilitadas para la defensa del imputado. De conformidad a lo dispuesto por


el decreto 196 de 1971, el cargo de defensor para la indagatoria del imputado, cuando
no hubiere abogado inscrito que lo asista en ella, podrá ser confiado a cualquier
ciudadano honorable siempre que no sea servidor público.

"Los estudiantes de derecho, pertenecientes a consultorios jurídicos o los egresados,


podrán intervenir en las actuaciones procesales, en las condiciones previstas en los
estatutos de la profesión de abogado y de la defensoría pública".

La Corte Constitucional se refirió a dicha disposición en la sentencia de tutela SU-048


de febrero 9 de 1995, de la cual fue Magistrado Ponente el doctor Antonio Barrera
Carbonell, así:

"La finalidad protectora de los derechos del sindicado que persiguen las garantías
previstas en el art. 29 de la C.P., que configuran el mínimo de requisitos y condiciones
que deben observarse en las actuaciones procesales para asegurar la vigencia del
debido proceso, como son la presunción de inocencia, el derecho a la defensa y a la
asistencia de abogado durante la investigación y el juzgamiento, el derecho a un
proceso público sin dilaciones injustificadas, el derecho a presentar pruebas y a
controvertir las que se alleguen en su contra, a impugnar la sentencia condenatoria y a
no ser juzgado dos veces por el mismo hecho, exigen necesariamente que dentro del
respectivo proceso el sindicado se encuentre representado por un defensor idóneo,
esto es, de una persona con suficientes conocimientos de derecho que esté habilitada
para afrontar con una adecuada solvencia jurídica las vicisitudes que de ordinario se
presentan en el proceso, de manera que pueda asegurarle una defensa técnica y la
oportuna y eficaz protección de sus derechos fundamentales. Ello naturalmente supone
que la actuación del defensor no sólo debe ser diligente, sino eficaz, lo cual sólo puede
garantizarse o ser el resultado de su propia formación profesional, pues de esta
depende su habilidad para utilizar con propiedad los medios e instrumentos de defensa
que el estatuto procesal respectivo ha instituido en la búsqueda de una decisión
ajustada al derecho y a la justicia.

"Una adecuada y eficaz representación dentro de un proceso, que necesariamente


comporta la utilización de instrumentos y del variado repertorio de actos y recursos
procesales se asegura con la presencia y actividad de un defensor profesional que hace

101
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

efectiva la exigencia constitucional de que el sindicado deba estar asistido por un


abogado, pues se supone que éste como conocedor de las disciplinas jurídicas, es
quien está habilitado para actuar con la dinámica y habilidad requeridas para la
defensa técnica de las garantías procesales de aquél. (...)

"La ley no puede autorizar a cualquier persona para intervenir en la defensa de un


sindicado; solamente en casos excepcionales en que no pueda contarse con abogado
titulado puede habilitar defensores que reúnan al menos las condiciones de egresados,
o estudiantes de derecho pertenecientes a un consultorio jurídico, (decreto 176/91,
arts. 30, 31, y 32, decreto 765/77) pues de esta forma se consigue el objetivo de que
dichos defensores sean personas con cierta formación jurídica. Ni siquiera para la
indagatoria del imputado es posible prescindir de la asistencia de un defensor
cualificado, porque la indagatoria constituye un acto de defensa del procesado, pues
en ella expone las justificaciones y explicaciones de su conducta y de las sindicaciones
que se le hagan".

Aunque la Corte Constitucional advirtió que lo precedente podía implicar un avance de


un juicio sobre la constitucionalidad del inciso 1º del art. 148 de C.P.P., la norma sólo
fue retirada del ordenamiento jurídico el 8 de febrero de 1996, a través de la sentencia
C-49, de la cual fue Ponente el Magistrado Fabio Morón Díaz.

"Bajo estos supuestos -señaló el Tribunal Constitucional en dicho fallo-es requisito


indispensable que quien obre en representación del sindicado en materia penal sea un
profesional del derecho; empero tampoco puede desconocerse la realidad en la que en
ciertas condiciones no es posible contar con abogados titulados para que cumplan la
labor de defensor de oficio en asuntos penales, lo que ha llevado a aceptar dentro del
marco de la jurisprudencia de esta Corporación que en casos excepcionalísimos, la ley
pueda habilitar defensores que reúnan al menos las condiciones de egresados o de
estudiantes de derecho pertenecientes a un consultorio jurídico, desde luego,
garantizando un mínimo de formación o idoneidad técnica y profesional para que
pueda atender a las necesidades profesionales del defendido. Se trata simplemente de
permitir que personas calificadas por sus estudios profesionales, bajo la coordinación
científica y académica de los consultorios jurídicos de las universidades con facultades
de derecho y egresados de las mismas, en trance de obtención del título profesional o
del cumplimiento de los requisitos especiales para el mismo como el de la judicatura,
pongan sus conocimientos profesionales adquiridos y actúen como abogados en la
defensa de los intereses de los sindicados en los procesos penales, durante las etapas
de investigación y juzgamiento.

"Examinadas las disposiciones acusadas en esta oportunidad, la Corte encuentra que


asiste razón a los demandantes en buena parte de sus pretensiones, ya que como se
ha visto, la Constitución exige que quien sea sindicado sea asistido de un abogado
escogido por el, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento, claro está, sin
que en todo caso deba actuar necesariamente un abogado titulado e inscrito ...

"Ahora bien, en cuanto hace a lo previsto por el inciso primero del artículo 148 del
decreto 2700 de 1991, no asiste duda a la Corte sobre su inconstitucionalidad, ya que
es abiertamente contrario al artículo 29 de la Constitución Nacional, al habilitar
indebidamente personas que no son abogados ni tienen una mínima formación técnica
para la defensa del sindicado y por ello habrá de declararse su inexequibilidad.
Además, el artículo 26 de la C.N., no sirve para fundamentar la constitucionalidad de la
disposición acusada, pues, si el legislador puede determinar en qué casos cabe exigir
títulos de idoneidad, de ninguna manera lo faculta para que en el caso concreto del
debido proceso y el derecho a la defensa en materia penal, elimine o eluda el
cumplimiento de la garantía de la defensa técnica mínima, que bien puede entregar,
sólo en casos especiales, a los egresados de las facultades de derecho y a estudiantes
de derecho miembros de los consultorios jurídicos en quienes existe algún grado
suficiente de formación y responsabilidad profesional, para satisfacer las exigencias
constitucionales que se han advertido. (...)

"Es evidente que la presencia del defensor en la indagatoria -sigue el fallo de


constitucionalidad-es una regla ineludible bajo el nuevo marco de la Carta Política, pues
no es lo mismo la asistencia realizada por un profesional del derecho, o de una persona
con alguna formación científica acreditada en debida forma, que por una persona
común y corriente, que no cuenta con la necesaria preparación; en este sentido
ninguna interpretación elemental puede desconocer el deber de garantizar la defensa
del sindicado y menos de quien es sometido a indagatoria. (...)

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

"De otra parte, la Corte encuentra que las expresiones acusadas del artículo 138 del
decreto 2700 de 1991 "salvo las excepciones legales" y la palabra "inscrito" no
desconocen lo dispuesto por el inciso 4º del art. 29 de la Constitución Nacional en los
términos planteados por la demanda, siempre que se entienda que para los asuntos
penales en los que esté de por medio la defensa y la asistencia del sindicado éste debe
ser abogado, pues la Carta Política exige que en las actuaciones penales en defensa
del sindicado pueda participar un abogado pero no necesariamente inscrito.

"En efecto, cabe observar que el requisito de la inscripción del abogado es de orden
legal como se cumplió bajo la vigencia del decreto-ley 197 de 1971, el cual estableció
que para ejercer la profesión de abogado se requería estar inscrito, sin perjuicio de las
excepciones legales. La inscripción se llevaba a cabo en los Tribunales Superiores de
Distrito, hoy debe hacerse ante el Consejo Superior de la Judicatura; por tanto, la
misma ley puede establecer excepciones a la mencionada regla y así, permitir que
abogados no inscritos puedan participar en ciertas actuaciones judiciales como la
defensa o el apoderamiento de las partes, pues, como se dejó dicho, para la Corte el
artículo 29 de la Carta exige que en todo momento se garantice la presencia de un
abogado pero no necesariamente éste ha de ser inscrito, como se puede exigir para los
casos ordinarios distintos de los mencionados en materia penal.

"De otra parte, como se dejó claro, la ley bien puede habilitar en ciertos casos
especiales, de urgencia y de necesidad evidente a los estudiantes de cursos avanzados
de derecho bajo las reglas de los consultorios jurídicos o a los egresados de las
facultades de derecho con la formación mínima requerida para que puedan intervenir
en ciertos casos previstos y regulados por la misma ley, incluso como defensores en
asuntos penales, como lo advierte el inciso 2º del artículo 148 del decreto 2700 de
1991, que será declarado exequible.

"Así las cosas -finaliza la cita- es cierto que la Carta Política no admite excepciones al
principio de la asistencia técnica del abogado para el sindicado; lo que no resulta
conforme con la Constitución es la interpretación rígida según la cual el abogado que
asista al sindicado sea en todo caso inscrito, mucho más cuando es la ley la habilitada
para exigir títulos de idoneidad profesional y demás requisitos para el ejercicio de las
profesiones".

La asistencia del imputado en la indagatoria a partir del anterior fallo, en consecuencia,


de ninguna manera puede ejercerla "cualquier ciudadano honorable". La regla general
es que la tarea debe ser cumplida por un abogado inscrito y excepcionalmente, a falta
de abogado inscrito, por egresados de derecho o estudiantes pertenecientes a los
consultorios jurídicos de las universidades.

No obstante lo anterior, en consideración a que la Corte Constitucional no dispuso la


producción de efectos retroactivos de la sentencia C-049/96, era admisible antes de su
expedición, como lo ha sostenido la Sala, la aplicación del inciso 1º del artículo 148 del
Código de Procedimiento Penal, al no contarse con la disponibilidad de un abogado
titulado o un egresado de derecho o estudiante de consultorio jurídico para la
realización de la diligencia procesal.

4. La expresión "cuando no hubiere abogado inscrito que lo asista en ella" utilizada en


el inciso 1º del artículo 148 del Código de Procedimiento Penal vigente para ese
momento, "...debe ser entendida no en el sentido material de ausencia de abogados en
la ciudad sede del despacho sino desde una perspectiva de disponibilidad, en
consideración a las circunstancias en las cuales debía ser recibida la injurada, de suerte
que la alegación fundada en el hecho consistente en que en la ciudad de Manizales
existían abogados residentes, y que por tal motivo la designación de una persona
honorable no era posible, carece de fundamento". (Cfr. providencia de la Sala del 14 de
julio de 1999. M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte ilegal de armas, Homicidio
PROCESO : 11466
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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DEMANDA DE CASACION-Causal tercera: Técnica/CASACION-Derecho de


defensa: Técnica para alegar su violación/CASACION-Vicio originado en la
aducción de un medio de prueba: Violación indirecta de la ley
1. Cuando se aduce la causal tercera de casación, la Corte tiene establecido que
corresponde al actor concretar los fundamentos de la especie de nulidad que se invoca,
las normas que se estimen infringidas y, precisar de qué manera la irregularidad
procesal denunciada repercutió definitivamente afectando el trámite surtido que
culminó con la expedición de la sentencia impugnada, pues el recurso extraordinario,
en cuanto a esta causal se refiere, no ha sido establecido para poner en evidencia
cualquier clase de irregularidad sin trascendencia alguna dentro del proceso, sino solo
aquéllas que inexorablemente conducen a su invalidación, debiendo asimismo el actor
indicar el trámite cuya reposición se impone.

De esta suerte, ha sido dicho que si se alega violación del debido proceso, necesario
resulta que el actor identifique nítidamente la irregularidad sustancial que alteró
definitivamente la estructura del rito legalmente establecido; y, si de lo que se trata es
de denunciar la violación del derecho de defensa, en la demanda se debe especificar la
actuación que lesionó dicha garantía y su concreta incidencia en el juicio.

2. En materia de irregularidades cometidas en el proceso de formación de la prueba,


por desconocimiento de las ritualidades previstas por la ley para poder ser apreciados
los medios recaudados, reiteradamente la jurisprudencia ha sido clara en sostener que
esta clase de reproches solamente pueden ser formulados con apoyo en la causal
primera de casación, cuerpo segundo, pues el desacierto naturalísticamente
corresponde a los llamados vicios de juicio, no a los vicios de actividad o in procedendo
alegables al amparo de la causal tercera.

Lo anterior se explica en cuanto la prueba irregularmente aportada trae prevista como


sanción procesal su no apreciación por el juzgador, teniendo la Corte en sede de
casación la posibilidad de dictar el fallo de reemplazo prescindiendo de considerar los
medios producidos ilegalmente, pues de llegar a demostrarse la presencia de errores
en la apreciación probatoria, no tendría sentido decretar la invalidación del proceso
dado que unas tales irregularidades corresponden a actos no vinculados mediante
relación causativa con las restantes actuaciones que componen el proceso.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Auto Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : Rechaza la demanada y declara desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 14161
PUBLICADA : Si

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NOTIFICACION POR EDICTO-Su procedencia y trámite se ciñe a la normatividad


civil

104
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Considera la Corte oportuno recordar que la notificación por edicto, prevista en el


artículo 187 del Código de Procedimiento Penal, no fue regulada por este
ordenamiento, por lo que su procedencia y trámite debe ceñirse a lo estipulado en el
Código de Procedimiento Civil, por virtud del principio de integración, contemplado en
el artículo 21 del primero de los estatutos citados.

Así, entonces, "interpretando sistemáticamente la normatividad anterior, en el proceso


penal se deben notificar por EDICTO las SENTENCIAS "que no se hayan notificado
personalmente dentro de los tres días siguientes a su fecha", lo cual significa que
proferido el fallo, se hará necesariamente la notificación personal al procesado "que se
encuentre privado de la libertad y al Ministerio Público" (art. 188 del C.P.P); y si "dentro
de los tres días siguientes a su fecha" la sentencia no se ha notificado personalmente
a los restantes sujetos procesales, se debe notificar por EDICTO - que debe permanecer
fijado durante tres días en un lugar visible de la secretaría..."(Auto del 19 de
septiembre de 1996 M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll).

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Recurso de Hecho
FECHA : 03/03/2000
DECISION : No concede el recurso extraordinario de
casación
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 16718
PUBLICADA : Si

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VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Técnica/ SANA CRITICA-Exigencias para


alegar su vulneración
1. Cuando se acude a la violación indirecta de la ley sustancial y el censor tacha una o
varias pruebas, le compete, igualmente, desmoronar la fuerza de las demás pruebas
con el objeto de disminuir todo aquel material demostrativo que pueda servir para
mantener la vigencia de la sentencia condenatoria. No le basta, entonces, cuestionar
una parte del conjunto probatorio y dejar intacta otra, menos si la que no ataca es
suficiente para condenar.

2. Si quería reprochar la sana crítica de los Jueces, le correspondía demostrar cuáles


principios lógicos, cuáles reglas de la experiencia o cuáles leyes de la ciencia habían
sido dejadas de lado por éstos y, luego de ello, cuáles han debido ser las aplicadas al
caso concreto

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
PROCESO : 12654
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DEFENSA TECNICA-Indagatoria: Nombramiento de una persona honorable como


defensor/ RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-La ley autoriza la
designación de un defensor de oficio/DEFENSA TECNICA-Ausencia de esfuerzo
dialéctico en el curso de la audiencia pública/ DEFENSA TECNICA-La
contundencia de la prueba no justifica su ausencia/ DEFENSA TECNICA-La
investigación disciplinaria al abogado negligente no suple los vacíos defensivos de
su desatención ni convalida la actuación
1. Preciso es destacar que para la fecha de la indagatoria rendida por el procesado -5
de diciembre de 1994-, se hallaba aún en vigor el inciso primero del artículo 148 del C.
de P.P., que autorizaba el nombramiento de una persona honorable que no fuese
servidor público, para asistir al sindicado en la indagatoria cuando no fuera posible la
presencia de un abogado, pues la inexequibilidad de ese precepto fue declarada
apenas y el 8 de febrero de 1996 por la Corte Constitucional; y de la dicha
imposibilidad, ya se dijo, dejó constancia la Fiscalía, sin que esta aserción del
funcionario instructor merezca por parte de esta Sala, cuestionamiento alguno en
cuanto a su veracidad, más aún, si se repara en que la diligencia comenzó en avanzada
hora de la tarde -4:00 p.m.-, lo que fundadamente hace presumir dificultad en hallar
un abogado disponible para asesorar oficiosamente con la urgencia requerida -había
sido puesto a disposición de la Fiscalía el 2 de diciembre (fl.56)-.

Al aplicar el funcionario instructor la opción autorizada en el mandato procesal vigente,


de designar defensor del sindicado en la injurada a una persona honorable carente de
la calidad de abogado, en condiciones de imposibilidad para acudir a un profesional, lo
que hizo fue obedecer un imperativo legal, es decir, no infligió quebranto a su derecho
de defensa; así lo ha reconocido y reiterado muchas veces la jurisprudencia de esta
Sala.

2. La designación de defensores de oficio -uno no abogado y el otro sí- para las


diligencias de reconocimiento en fila de personas con (...) y (...) respectivamente,
tampoco derivó en agravio al derecho de defensa, pues esa clase de nombramientos
está autorizada por el artículo 368 del C. de P.P. ante la ausencia del defensor titular, y
de las actas de las diligencias, lo que se deduce es que las circunstancias procesales
compelieron al funcionario judicial a aplicar el anotado mandamiento legal.

3. Fue en la audiencia pública en donde se originó y desde donde dimana con


trascendencia definitiva, la violación al derecho a la defensa, y específicamente a la
defensa técnica. En esta diligencia el defensor no desplegó esfuerzo dialéctico alguno
que hiciera patente su interés en defender los intereses de su poderdante, sino que
redujo su intervención prácticamente a prohijar la petición condenatoria de la Fiscalía,
como bien lo anota la Procuraduría Delegada, ya que, aunque hizo una completa
relación de la prueba allegada, ningún análisis adelantó de la misma, ni de las
circunstancias del actuar delictivo, ni de la subjetividad del procesado, que insinuara,
independientemente del resultado a lograr, alguna posibilidad de menor compromiso,
distinta a la mera de deprecar una pena de menor severidad. Esta enervante
pasividad evidencia más un reprobable facilismo que una expresión defensiva.

Y no puede decirse que la contundencia de la prueba justifica la ausencia de defensa


técnica en el debate público considerándola innecesaria, pues ya lo ha dicho la Corte,
ello equivaldría a legitimar la falta de asistencia profesional cuando aparezca prueba
extrema que comprometa al procesado, con desconocimiento del carácter absoluto de
esta garantía procesal, y a presumir, sin fundamento, que en casos tales es la mejor
defensa la inactividad. Aceptar este criterio sería ni más ni menos que desconocer las
características básicas del proceso, que como tales, no admiten este tipo de
diferenciaciones. En este sentido ya se ha pronunciado la jurisprudencia de esta Sala.
(véase fallo 22 de septiembre de 1998, M.P.Dr.Arboleda Ripoll).

4. Por lo demás, importante es advertir que no puede interpretarse que la


determinación de investigar disciplinariamente al abogado negligente suple los vacíos
defensivos de su desatención y convalida la actuación procesal, no solo por las razones
que se han expuesto, sino porque ello está en oposición con el principio de autonomía
del proceso penal.

MAGISTRADO PONENTE: DR. MARIO MANTILLA NOUGUES

Sentencia Casación
FECHA : 03/03/2000

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DECISION : Casa, anula lo actuado desde la audiencia


pública,
concede libertad provisional
DELITOS : Hurto agravado, Porte de armas de defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 11938
PUBLICADA : Si

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CASACION-Desconocimiento de los requisitos formales de providencias básicas:


Error de estructura y error de garantía/ NULIDAD-No se configura por la omisión
de respuesta a los alegatos de las partes en la situación jurídica/RESOLUCION
DE ACUSACION-Requisitos esenciales/NULIDAD-No se configura por la omisión
de respuesta a los alegatos de las partes en la acusación/ NULIDAD-Omisión de
respuesta a los alegatos de las partes en la sentencia
1. Aunque la ley y la doctrina distinguen entre el derecho de defensa y el del debido
proceso, pudiendo quebrantarse uno de ellos sin vulnerar el otro, a veces aparecen tan
estrechamente relacionados que con la informalidad se afectan los dos, como
eventualmente acontece al desconocer la estructura formal de algunas providencias
básicas del proceso, como son la que decreta una medida de aseguramiento (artículo
389 del C. de P. Penal), la resolución de acusación (art. 442, ibidem) y la sentencia
(art.180, ibidem), o cuando no hay consonancia entre estas dos últimas decisiones,
casos en los cuales no sólo se pueden comprometer con el vicio las bases
fundamentales del proceso, sino las garantías de los sujetos procesales,
particularmente la defensa.

Por esta razón no resulta, en principio, desacertado, que frente al desconocimiento de


los requisitos formales de la providencia se aduzca, al mismo tiempo, que se incurrió
en error de estructura y en error de garantía, por lo que la Sala no comparte la crítica
hecha por la Delegada, en ese sentido, al censor.

2. Dar las razones por las cuales se comparten o no la alegaciones de las partes es un
requisito formal que se relaciona con la debida motivación de la providencia, por lo que
es necesario determinar si su omisión acarrea o no la nulidad de lo actuado.

Al respecto la Sala observa que la falta de respuesta no tiene la misma importancia en


las tres clases de resoluciones mencionadas, debido a la estructura conceptual de
nuestro esquema procesal y a su carácter progresivo, en forma tal que el proceso se va
cerrando y haciéndose más exigente a medida que avanza.

Así, la ley no exige que se alegue por los sujetos procesales antes de definir la
situación jurídica ni en la fase precalificatoria, lo que lleva a concluir que la falta de
alegatos o su no respuesta no configura, per se, vicio esencial que conlleve la nulidad
de la actuación, a diferencia de lo que acontece con respecto a la sentencia, como se
analiza más adelante.

Además, y en lo que concierne a la resolución de acusación, sobre la cual versa la


censura, al analizar su estructura encontramos que hay unos requisitos esenciales
que, por serlo, no pueden ser soslayados sin desnaturalizar la providencia y sin
desconocer la función para la que fue creada, a saber, ser un pliego completo y
concreto de cargos, precisados tanto fáctica como jurídicamente, que se hacen al
procesado para que frente a ellos ejerza el derecho de defensa.

No hay duda que el cumplimiento de tales presupuestos, es necesario para conservar


la estructura fundamental del proceso y para garantizar el derecho de defensa. Los
mismos se relacionan con la imputación fáctica (narración sucinta de los hechos
investigados, con todas las circunstancias de tiempo, modo y lugar que los
especifiquen), el análisis probatorio (indicación y evaluación de las pruebas allegadas a
la investigación) y la imputación jurídica (calificación jurídica provisional, con

107
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

señalamiento del capítulo dentro del título correspondiente del C. Penal) y están
contenidos en los numerales 1°, 2° y 3° del artículo 442, citado.

En cambio hay otro requisito, contenido en el numeral 4°, ibidem, atinente a la


respuesta a los alegatos de las partes, cuya omisión no desnaturaliza el pliego de
cargos, ni impide que éste cumpla su finalidad, ni afecta el derecho de defensa.

Como consecuencia, la falta de los primeros, como norma general, comporta la nulidad
de la actuación y no así la del último.

Y es que, como lo ha sostenido la Sala, no cualquier deficiencia argumentativa en la


fundamentación de una decisión judicial es de suyo suficiente para viciar de nulidad el
acto procesal, la cual sólo se estructura cuando el vicio tiene la virtualidad de afectar
las garantías fundamentales del debido proceso o el derecho de defensa .

En síntesis, en tratándose de la resolución de acusación, si los sujetos procesales no


alegan o si lo hacen pero no se responden esas alegaciones, no hay nulidad, como
norma general. Sólo la habría si aparece que esa omisión es reveladora del abandono
de la defensa, dentro del contexto de la actuación procesal.

Por el contrario, y en lo que concierne a la sentencia, el no análisis y respuesta de los


alegatos de los sujetos procesales (art. 180.3.4. del C. P. Penal), particularmente de los
defensivos, comporta nulidad de la actuación, como también la genera que el defensor
no intervenga en la audiencia de juzgamiento o que intervenga pero no defienda, pues
como lo ha sostenido la Sala:

"...no solamente por la ausencia de defensa técnica se incurre en la vulneración del


derecho del sindicado a estar asistido por un abogado. Del mismo modo se desconoce
el derecho a la defensa cuando el juez ignora los planteamientos oportunos del
apoderado, porque de nada sirve que los profesio-nales en representación del acusado
permanezcan atentos al desarrollo del proceso, presenten alegaciones, aporten o solici-
ten pruebas o hagan uso de recursos, si el juzgador se niega a oírlos.

"En tal sentido no puede ser la audiencia una formalidad de más, de contenido inocuo
o contingente, cuyo debate pueda pasar inadvertido. Por el contrario, con ella se
integra un hito proce-sa-l sustancial y trascendente, tanto por ser la oportuni-dad final
de aportación y controversia probatoria, como por concederle al procesado la última
ocasión para explicarse, pero además por concentrar para el conocimiento del juez la
suma de los argumentos culminativos de los sujetos procesales y muy en especial de la
defensa que allí agota integral y definitivamente en la instancia sus esfuerzos técnicos.
Por eso se comprende que cuando el sentenciador relega al olvido esos planteamientos
capitales, afecta irremedia-blemente el derecho de defensa y desconoce su
preponderante raigambre superior (artículo 29 de la Carta Políti-ca), asomando su
actuación a la fatalidad de la invalidación con la que insubsana-blemente se sanciona
en el artículo 304-3 la violación de esta garantía fundamental del juzgamiento.
(Casación N° 8821, 6 de julio de 1995. M. P. Dr. Juan Manuel Torres Fresneda).

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Hurto calificado y agravado
PROCESO : 10406
PUBLICADA : Si

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FALSO JUICIO DE IDENTIDAD-Concepto/ FALSO JUICIO DE EXISTENCIA-


Concepto
Aunque el censor dice endilgar varios errores de hecho, no efectúa mención del falso
juicio de identidad (tergiversación de una prueba para recortar o extender su alcance o

108
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

hacerle decir algo que no aparece en su contenido fáctico), ni del falso juicio de
existencia (suponer o ignorar un medio de convicción), limitándose a relacionar
algunos aspectos probatorios en cuya apreciación no está de acuerdo con la efectuada
por el juzgador.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Auto Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 14547
PUBLICADA : Si

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DESISTIMIENTO-De la casación: Modificación introducida en el artículo 15 de la


ley 553 de 2000
El artículo 244 del Código de Procedimiento Penal, modificado por el 15 de la Ley 553
de 2000, establece que "Podrá desistirse de la casación y de la acción de revisión
antes de que la Sala las decida" y el artículo 18 transitorio de dicha preceptiva
dispone: "Esta ley sólo se aplicará a los procesos en que se interponga la casación a
partir de su vigencia, salvo lo relativo a la respuesta inmediata y al desistimiento, que
se aplicarán también para los procesos que actualmente se encuentran en curso en la
Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia".

En tal situación, dado que en este asunto la Sala no ha decidido la casación, ante la
postulación referida debe accederse al desistimiento.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Auto-Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : Acepta el desistimiento expresado por el
defensor
DELITOS : Homicidio preterintencional
PROCESO : 12746
PUBLICADA : Si

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CASACION-Falta de interés cuando se ha dejado de apelar la sentencia de


primera instancia: Excepciones
Ha insistido la jurisprudencia de la Sala en recordar que para poder demandar la
casación de una sentencia, es imprescindible presupuesto la actividad desplegada por
la parte inconforme en las instancias, es decir que, para comenzar, el fallo de primer
grado ha debido ser apelado, siempre y cuando no se trate de aquellos eventos en que
procede la consulta.

109
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Ahora, si en efecto ha sido recurrido y en la segunda instancia se desata la


impugnación dentro de los límites señalados por el artículo 217 del Código de
Procedimiento Penal (modificado por el artículo 34 de la Ley 81 de 1.993), esto es,
ocupándose en forma exclusiva de aquellos aspectos controvertidos y la decisión no se
modifica en detrimento del inconforme, o lo que es igual que el fallo de primer grado se
mantiene idéntico, no es factible que por vía de la casación se acusen errores de la
sentencia del Tribunal, cuando claramente no podía estar incurso en ellos habida
cuenta de que el ejercicio de su competencia alinderada por el específico objeto
revelado en la sustentación del apelante, excluye temas ajenos a materias no
contempladas en la sustentación del recurso.

Los efectos que este condicionamiento tiene, que en principio están referidos al recurso
de apelación, se ven igualmente reflejados sobre la casación, toda vez que si el
inconforme aceptó al no impugnar algunos aspectos del fallo, carece de interés jurídico
para objetarlos por esta especial vía, pues precisamente la ausencia de la impugnación
vertical de instancia margina de cualquier controversia casacional temas sobre los
cuales de esta manera se ha hecho patente la conformidad del sujeto procesal,
excepción hecha, como ya se advirtió, de que se desmejore la situación del procesado
en tanto este supuesto lo habilitaría para oponerse ante la Corte contra dicha
determinación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Auto Casación
FECHA : 03/03/2000
DECISION : Inadmite la demanda
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Tentativa de
hurto calificado y agravado
PROCESO : 16084
PUBLICADA : Si

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CASACION-Causal tercera: Exigencias técnicas


En lo atinente a los reproches que formula con fundamento en la causal tercera, la
demanda adolece de protuberantes desatinos técnicos que la condenan al fracaso,
como son los siguientes: no distingue entre la vulneración de la garantía del debido
proceso y el quebrantamiento del derecho de defensa; le da el carácter de normas
sustanciales a preceptos eminentemente procesales; cita como infringidos preceptos
del Código de Procedimiento Civil, sin atinencia al caso concreto; no delimita
inequívocamente el cargo, pues no señala si cada una de las irregularidades que
denuncia por no haberse citado a la parte defensora a la práctica de pruebas, la
considera como una censura autónoma capaz de derrumbar el fallo, o si todas no son
sino aspectos de la transgresión del derecho de defensa o de la garantía del debido
proceso; finalmente, se aparta de la causal aducida,desconociendo el principio de
autonomía

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 12044
PUBLICADA : Si

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110
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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ACTA DE DILIGENCIA-Firma de quienes en ella intervienen


Dentro de los "requisitos formales de la actuación" el artículo 157 del Código de
Procedimiento Penal relaciona "las firmas de quienes en ella intervienen" (inc. 2°), pero
ello no conduce a sostener que todas las firmas tengan el mismo rango, ni que la
ausencia de alguna de ellas comporte la invalidez de la actuación.

Así lo ha sostenido esta corporación desde tiempo atrás, por ejemplo en las
providencias de fecha septiembre 24 de 1985 y noviembre 18 de 1987, M. P. Alfonso
Reyes Echandía y Guillermo Dávila Muñoz, respectivamente.

En cuanto a la firma del funcionario a cuyo cargo esté la dirección del proceso (fiscal,
juez o magistrado), está refrendando lo sucedido, dicho y/o determinado durante la
diligencia o actuación y su imprescindible presencia, como ocurre también, en su
propia dimensión y a guisa de reconocimiento, con las que estampen las demás
personas que hayan participado, especialmente importante en los eventos de
indispensable concurrencia suya, por ejemplo el sindicado y su defensor en la
indagatoria, el testigo en su declaración, el perito en el dictamen, etc. .

Pero si bien es cardinal aconsejable y acostumbrada, no es la firma la única manera de


acreditar la participación de alguien, que bien puede establecerse por lo que,
coetáneamente o posteriormente, acepten, reconozcan o indiquen los otros
intervinientes, preponderantemente el director del proceso, o por otros medios no
firmados, ni aún escritos, como una grabación de video o de audio.

De otra parte, la modificación introducida al artículo 109 del Código de Procedimiento


Civil, por el artículo 1º del Decreto 2282 de 1989, cambió la antigua determinación que
establecía que las actas de audiencias y diligencias debían ser autorizadas por el juez y
el secretario. Con la citada norma, se instituyó que únicamente las autoriza el juez, es
decir, no se exige ahora que el secretario, titular o ad hoc, ni el escribiente, técnico o
auxiliar que haya mecanografiado o digitado la diligencia den fe del acto.

Así, la Fiscalía no incurrió en irregularidad alguna, mucho menos insubsanable, ni


incumplió mandato legal, en actuación que se ajusta a la preceptiva vigente al
autorizar el Fiscal con su firma las actas de tales diligencias, resultando innecesaria la
firma de otro empleado judicial, o que por diferentes medios fuere establecida la
autenticidad.

Sobre la omisión de la firma de quien o quienes necesariamente participaron en la


actuación, la Sala ha indicado:
"..si la falta de firma del juez no es motivo de nulidad o inexistencia de los actos
procesales, con mayor razón, el incumplimiento de tal formalidad por parte de otras
personas que intervinieron en las diligencias, debe entenderse como una simple
irregularidad que para nada afecta la autenticidad, validez y fuerza probatoria de las
mismas". (septiembre 2 de 1986, M. P. Dr. Luis Enrique Aldana Rozo).

Si aún la falta de firma del juez o del fiscal no constituye omisión insubsanable,
generadora de nulidad o ineficacia, menos la va a configurar la de un servidor público
que no está llamado obligatoriamente a participar en el acto, de cuya asistencia bien
puede prescindirse, por ejemplo al asumir el propio director de la actuación la labor
mecánica de anotación de lo escuchado y sucedido.

MAGISTRADO PONENTE Dr. NILSON PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo, Homicidio
PROCESO : 11544
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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ACCION CIVIL-Diferencia frente al trámite concordatario/ CONCORDATO-No es


una acción civil separada-Objetivo/ ACCION CIVIL-Su ejercicio independiente
contra un tercero solidario no exonera de responsabilidad a los autores o
cómplices/ CONDENA PENAL-Es vinculante sólo para los sujetos procesales y no
frente a terceros que no fueron parte
La dilucidación del problema jurídico así planteado, lleva a no perder de vista las
características de la acción civil derivada del hecho punible y su diferencia frente al
trámite concordatario. Este último tiene por objeto la recuperación y conservación de la
empresa y conducir a un arreglo, que procurando proteger la mayor parte posible de
los derechos de los acreedores, permita la recuperación y la continuación de las
actividades empresariales, como unidad de explotación económica y fuente de trabajo.
Concurren los titulares de créditos demostrados y exigibles, para el caso obrantes en
títulos valores contentivos de derechos perseguibles ejecutivamente. El concordato no
es una acción civil separada, no se manifiesta como tal; simplemente es un convenio
con efecto relativo que, adicionalmente, sólo compromete a las partes que lo celebran.

Por su lado, con la acción civil, que puede ejercerse dentro del proceso penal, se
procura establecer la responsabilidad y el reconocimiento de los perjuicios causados
con el hecho punible, algunos de cuyos factores pueden coincidir con un crédito, pero
no todos. En uno de los extremos de esa acción derivada del hecho punible están los
solidariamente responsables, quienes deben reparar a los perjudicados, pero que
eventualmente pueden llegar a conformar un litisconsorcio facultativo, es decir, para el
efecto procesal pueden ser separados. En el otro, se hallan las víctimas; para el caso,
en forma solidaria deben a éstas responder la persona jurídica y sus administradores y
dependientes que hayan cometido el delito. Así, quienes sufrieron los daños pueden
perseguir total o parcialmente el resarcimiento, de uno o varios de los responsables.

De esta manera lo ha reconocido la Sala de Casación Civil en diversas providencias,


como en la sentencia de fecha 15 de abril de 1997, Rad. 4422, M. P. Carlos Estaban
Jaramillo Scholls, en donde precisó:

"Tratándose de responsabilidad civil emergente del "daño privado", a su vez originado


en infracciones a la ley penal, se tiene por definido de acuerdo con disposiciones
normativas expresas (arts. 105 del C. P. y 44 del C. de P. C.) que dicha responsabilidad
le incumbe solidariamente a quienes como autores, coautores o cómplices recibieron la
correspondiente condena, así como también, si fuere el caso, a terceros... incluidas las
personas jurídicas públicas o privadas... comprometidas en forma inmediata... por la
conducta ilícita de sus agentes, funcionarios directivos o subalternos...

Cuando el autor del perjuicio es un agente de una entidad de derecho público o


privado, no existe un desplazamiento de su responsabilidad hacia la persona jurídica,
sino una ampliación o extensión de esa responsabilidad... Se establece entre ellas una
solidaridad legal, erigida en beneficio exclusivo de la víctima, que en consecuencia
puede demandar la totalidad de la indemnización a la persona natural o jurídica, o de
ambas conjuntamente, a su elección."

La acción civil se puede ejercer en el proceso penal o por fuera, a elección de los
perjudicados, que en el caso concreto prefirieron dirigirla contra los autores del hecho
punible dentro de la actuación penal y luego -sin adelantar acción civil resarcitoria por
separado-, concurrieron al trámite del concordato, para que se garantizara el pago de
acreencias mercantiles que constaban en pagarés y aceptaciones bancarias. No debe
olvidarse que ese trámite no fue establecido para aceptar responsabilidad derivada de
un ilícito u obligaciones no demostradas, pues su objetivo está en la conservación y
recuperación de la empresa y la protección adecuada de los créditos, de conformidad
con el artículo 2° del Decreto 350 de 1989, vigente para esa época. Posteriormente las
partes (la persona jurídica Nutridías S. A., y los acreedores) celebraron el acuerdo al
que hacen referencia los censores, que fue plasmado como una cláusula especial en el
concordato.

Las víctimas no acudieron al concordato a obtener de los autores de un delito ni de la


persona jurídica que responde por ellos (Nutridías S. A.), la indemnización de los daños
causados por el delito, sino que hubo un convenio, exclusivamente sobre unas

112
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

obligaciones de fuente contractual. No se persiguió extrapenalmente a las personas


naturales que incurrieron en la conducta delictiva, sino que se prefirió demandarlas
dentro del proceso penal, sin que por seguir aquella opción se les prive del interés
jurídico de pretender la condena de los sindicados y la consiguiente indemnización, por
parte de éstos, de los perjuicios causados. Los perjudicados estaban facultados
legalmente a ejercer tal acción también contra el tercero civilmente responsable,
Nutridías S. A., dentro del proceso penal pero por causa jurídica distinta. Podían elegir
entre demandar o no hacerlo y efectuarlo por fuera del proceso penal, sobre la base de
otra fuente de la obligación.

Sobre tal aspecto la Sala de Casación Civil en sentencia de fecha 10 de septiembre de


1998, Rad. 5023, M. P. Nicolas Bechara Simancas, indicó:

"La acción que finalmente instaura la víctima en orden a recabar la indemnización


respecto de apenas uno de los responsables, constituye una actuación independiente,
que, justamente por ser así, en tesis general, no da lugar a que se comunique la
respectiva decisión judicial en relación con los demás sujetos que son civilmente
responsables que no han sido demandados o que lo son en otro proceso...

Justamente por tener la víctima el derecho a reclamar la indemnización total de cada


uno de los obligados solidarios, o de todos a la vez cuando ello sea posible; y porque no
siempre ha sido viable involucrar a todos ellos en la acción civil que el perjudicado
instaura dentro del mismo proceso penal en el que apenas uno de ellos es sujeto
pasivo o sindicado; no se puede predicar que el influjo de la decisión de los jueces
penales alcanza para disminuir ese derecho y hasta el punto de que la víctima se vea
privada de poder hacer efectiva la reparación de perjuicios in integrum frente a otros
de los sujetos que son responsables desde el punto de vista civil, pues en guarda del
principio por el cual todo daño debe ser resarcido se debe acudir a tomar lo decisivo
que en el pronunciamiento penal tenga carácter definitivo, irrecusable o irreversible, y
al propio tiempo le deje a la jurisdicción civil la suficiente libertad para el ejercicio de la
potestad que le es propia en orden a definir todos los aspectos atinentes al
resarcimiento del daño que aquella providencia no tenía necesidad de involucrar...

En esas circunstancias, entonces, mientras a la víctima no se le haya reparado


íntegramente el daño que ha sido irrogado, puede reclamar de cada obligado solidario
la indemnización plena; obvio que lo que cada uno efectivamente paga por razón de la
condena que se les imponga puede y debe ser deducido de una condena mayor que
eventualmente pudiera llegar a darse, con el fin de evitar que el damnificado reciba un
doble pago por el mismo concepto y, por ende, impedir que la indemnización se torne
en fuente de enriquecimiento indebido."

Ejercer la acción civil contra ese tercero por fuera o por dentro del proceso penal, no
significa exoneración de la responsabilidad civil de los autores o cómplices, pues todos
ellos responden solidariamente de la obligación del resarcimiento de los perjuicios (art.
44 del C. de P. P.). Los impugnantes consideran que se trata de la misma obligación,
pero hacen caso omiso de que aún en ese evento el perjudicado puede perseguir su
reconocimiento de todos o varios de los responsables civilmente, sin que pueda
olvidarse que el fallo condenatorio en el proceso penal es vinculante tan sólo para los
sujetos procesales y no frente a terceros que no fueron parte. Las víctimas pueden
pretender que dentro o por fuera del trámite penal se reconozca la responsabilidad de
los obligados civilmente que no son autores, determinadores o cómplices de los hechos
punibles. Ejercer la acción contra un tercero civilmente responsable no quita interés a
los perjudicados de pretender que se declare la responsabilidad penal y civil de los
sindicados y sean condenados éstos a pagar los daños causados. Es más, habrá casos
en que las posiciones del tercero y del sindicado se opongan, o en que la defensa del
tercero implique la responsabilidad exclusiva del procesado.

Si con el acuerdo a que se dice llegaron las entidades financieras con la empresa
Nutridías S. A. fue reconocida su responsabilidad patrimonial por unas determinadas
obligaciones nacidas de contratos de mutuo, tal reconocimiento no aniquila el interés
que poseen las víctimas para que dentro del proceso penal, en el cual se constituyeron
en parte, se declare judicialmente la responsabilidad penal y civil de los sindicados por
los delitos cometidos y, en consecuencia, que sean condenados a indemnizar los
perjuicios irrogados.

No se trata de establecer la responsabilidad civil de la compañía, sino la


responsabilidad de los autores de los hechos punibles y en ésto mantienen interés
quienes se constituyeron en parte civil. De ahí que no hubieran perdido legitimidad,
por el convenio celebrado con la sociedad en concordato, para impugnar la sentencia

113
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

penal absolutoria, siendo que, además, estaban debidamente reconocidos y actuantes


como sujetos procesales.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Estafa, Falsedad en documento privado
PROCESO : 13805
PUBLICADA : Si

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CASACION-Vicio originado en la aducción de un medio de prueba: Violación


indirecta de la ley/ RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-La ley autoriza
la designación de un defensor de oficio/ NULIDAD-No es mecanismo para
subsanar la aprehensión ilegal/ DEFENSA TECNICA-Indagatoria: Nombramiento
de una persona honorable como defensor
1. Se recuerda, que la apreciación por el fallador, de pruebas aisladas practicadas o
incorporadas al proceso de manera irregular, es motivo de censura casacional pero a
través de la causal 1a. del artículo 220 del C. de P.P. -violación indirecta-, porque esta
clase de error no transciende a la totalidad o a gran parte del proceso, sino que
conlleva su prescindencia del examen probatorio.

2. Los reconocimientos materia de reclamo, cumplidas el 24 de septiembre de 1993


después de escuchadas las declaraciones de las personas que los hicieron (…),
efectivamente se realizaron como lo manifiesta el demandante, pero en verdad, tal
como lo resalta el Procurador, de acuerdo al artículo 368 del C. de P.P. que autoriza la
práctica de esta clase de diligencia con la asistencia de un apoderado de oficio ante la
ausencia de defensor, lo que deja sin piso la censura, pues el funcionario instructor se
limitó a dar cumplimiento estricto al mandato legal.

3. Captura ilegal del procesado. La captura del sindicado en forma irregular no tiene la
virtualidad de viciar el proceso por el solo hecho de que aquel hubiera finalmente
resultado condenado, porque ella en sí, no determina la legalidad del proceso; y si
bien, puede acontecer que se realice de la manera descrita, lo máximo que puede
acarrear, es la sanción de los funcionarios que la hubieran ordenado y realizado, de
ninguna manera la nulidad de la investigación.

4. Débese recordar, que para la fecha en que se surtió la diligencia se hallaba en vigor
el primer inciso del artículo 148 del C. de P.P., que habilitaba como defensor para
indagatoria, a cualquier ciudadano honorable no abogado que no fuese servidor
público, y el demandante no demuestra que el designado no pudiera legalmente
asumir el encargo. Habiendo sido declarada la inexequibilidad de ese mandato por la
Corte Constitucional solamente el 8 de febrero de 1996, es evidente que la Fiscalía
obró en total observancia de la preceptiva regente, de donde se concluye que no
existió la irregularidad denunciada.

MAGISTRADO PONENTE: DR. MARIO MANTILLA NOUGUES

Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Acceso carnal violento, Homicidio agravado
PROCESO : 13550
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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NULIDAD-Técnica en casación/ CASACION-Indemnización de perjuicios:


Causales y cuantía para recurrir
1. Aunque las nulidades permiten alguna amplitud para su proposición y desarrollo, no
puede la demanda en que se invoquen equipararse a un escrito de libre formulación,
sino que está sujeta, como en las demás causales, a unos insoslayables requisitos, que
obligan a sustentarla en debida forma, no bastando que se señale, en forma genérica,
el motivo de la nulidad y que se cometió determinada irregularidad, sino que se
requiere que se evidencie en qué consistió el vicio demandado y de qué manera
socavó las garantías de los sujetos procesales o las bases fundamentales de la
instrucción o el juzgamiento, pues la casación no es un mecanismo oficioso de control
de legalidad de las sentencias que obligue a la Sala a revisar toda la actuación procesal
en orden a determinar si verdaderamente se incurrió o no en el error de actividad
denunciado, sino que, dado su carácter extraordinario y rogado, es de cargo del censor
demostrar en forma clara y precisa, el yerro cometido por el fallador y su
trascendencia.

2. Como el cargo se dirige exclusivamente a cuestionar la indemnización de perjuicios


decretados en la sentencia, debe tener como fundamento las causales y cuantía para
recurrir establecidas en las normas que regulan la casación civil.

En cuanto al requisito de las causales no lo cumplió, sino que invocó el C. de P. Penal, lo


que, sin embargo, no constituye falla fundamental de técnica que impida el estudio del
cargo, siempre y cuando esté adecuadamente formulado y sustentado, como lo ha
sostenido la Sala .*
__________
* Casación 11550, septiembre de 1996, M.P. Dr. Dídimo Páez V.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Casación
FECHA : 07/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Lesiones personales culposas, Homicidio
culposo
PROCESO : 14907
PUBLICADA : Si

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REFORMATIO IN PEJUS-Su alegación en casación procede por la causal


primera/ CONSULTA-Competencia del superior: Es ilimitada por ministerio de la
ley, aún en perjuicio del apelante único
El desconocimiento del precepto constitucional estatuído en el artículo 31 de la Carta
Política, esto es, la prohibición a la reforma en perjuicio del procesado como único
impugnante, es de contenido esencialmente sustancial y que, sólo afecta la sentencia
sin extender sus efectos a ninguna otra etapa del proceso, ubicándosele por definición
en la categoría de vicios in iudicando cuya correcta alegación debe hacerse por la
causal primera y no de yerros in procedendo que, como es bien sabido, corresponde al
tercer motivo casacional.
________
Sobre la consulta ver en idéntico sentido la sentencia de 21 de febrero de 2000,
Magistrado Ponente: Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote, radicado No. 13418

115
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Secuestro
extorsivo agravado
PROCESO : 13049
PUBLICADA : Si

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CASACION-Deducción de agravante no especificada en la acusación: Técnica


Tenerse en cuenta una agravante en la sentencia, no deducida en la resolución de
acusación, es un error que debe ser aducido por la casual segunda, establecida
específicamente para superar este yerro. Aunque técnicamente así debe hacerse, es
posible acudir a la causal tercera, ante la violación del derecho de defensa al ser
sorprendido, de esa forma, el acusado.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 07/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 10107
PUBLICADA : Si

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CONTROL DE LEGALIDAD-Desistimiento: Se recoge antecedente anterior que


negaba esta posibilidad y se acepta que es jurídicamente admisible
1.-La Corte respecto del desistimiento del control de legalidad ha venido sosteniendo
mayoritariamente su improcedencia. Así lo advirtió en decisiones del 28 de agosto de
1996 y lo reiteró en pronunciamiento del 9 de octubre del mismo año.

2.-La Corte fundó su posición mayoritaria en los siguientes criterios:

a.- La naturaleza de la institución, esto es, tratarse de una acción pública.

b.- El objetivo del instituto: La defensa del orden jurídico entendido como presupuesto
de la garantía de los derechos fundamentales. Y,

c.- La regulación legal: No hay norma expresa que acepte el desistimiento.

3. Actualizado el debate como consecuencia de la formulación de esta solicitud de


desistimiento, la discusión del tema condujo a recoger el antecedente otrora
mayoritario y aceptar que es jurídicamente admisible el desistimiento del control de
legalidad de la medida de aseguramiento. Ello por lo siguiente:

3.1.-El control de legalidad, coinciden la Jurisdicción ordinaria y la Constitucional, es un


instrumento que teleológicamente apunta a la garantía de los derechos fundamentales

116
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

del procesado. Tal institución anticipa la intervención del Juez como eje de los
controles jurisdiccionales a la etapa procesal que transcurre desde la ejecutoria de la
decisión que define la situación jurídica del sindicado hasta la calificación del mérito
sumarial. Esa participación del Juez verifica la legalidad de la actuación que
desemboca en la medida de aseguramiento y, si es del caso, reintegra al acusado al
estado de libertad.

3.2.-La identificación del control de legalidad como acción pública, no es incompatible


con la facultad dispositiva sobre la misma. Toda acción es por naturaleza un derecho
público subjetivo que se ejerce frente al Estado para reclamar la actuación de la
jurisdicción en la solución del conflicto planteado. El sistema jurídico nacional permite
el desistimiento de las acciones sin que tal reconocimiento de disponibilidad a favor de
los sujetos procesales implique la negación de la naturaleza de esa acción. Como
ejemplo de ello pueden confrontarse los artículos 342 y 344 del Código de
Procedimiento Civil y el artículo 26 del Decreto 2591 de 1991 que regula la acción de
tutela.

3.3.-Al interior del proceso penal esta defensa del orden jurídico opera siempre en
función de garantía de los derechos fundamentales. Este concepto carece de sentido
en un plano abstracto, como si fuese la protección de una legalidad cuyo fin se agota
en sí misma. Al contrario, su esencia radica en la protección del derecho subjetivo de
un sujeto procesal concreto - en este caso el procesado -, para lo cual es menester que
la vulneración de ese derecho sea de rango fundamental . No se protege el derecho
fundamental en abstracto, en cuanto orden jurídico establecido, sino en concreto, es
decir en tanto su violación afecta la situación procesal de una persona mediante la
imposición de una medida de aseguramiento con prescindencia de la legalidad.

Esa relación lógica que se expresa entre el derecho fundamental violado y el derecho
subjetivo del sujeto procesal afectado, permite que éste como sujeto actuante en la
instrucción penal decida culminar un trámite de control concebido en garantía suya,
que solo a él favorecería si se demuestran los supuestos de hecho que lo harían
prosperar. Motivos de conveniencia puramente procesal, como los que se advierten en
este caso concreto (se desiste del "control de legalidad de la medida de
aseguramiento" por haberse dictado resolución de acusación y alcanzar ésta la
ejecutoria), constituyen razón suficiente para admitirlo, máxime cuando con ello se
pretende el acceso a una nueva etapa procesal en la cual los acusados pueden ejercer
a plenitud el contradictorio agotando todos los mecanismos que para ese efecto prevé
la ley en el artículo 446 del Código de Procedimiento Penal.

Todos los medios de impugnación y las acciones que consagra el Código de


Procedimiento Penal a favor de los intervinientes en el proceso penal, adosan a su
naturaleza la implícita defensa del orden jurídico. El menoscabo de ese orden jurídico
es el que justifica la prosperidad de los recursos y acciones, siempre y cuando su
violación incida en un derecho concreto del sujeto que invoca la acción o el recurso.
No obstante ello, de las acciones y los recursos se puede desistir.

El derecho procesal penal colombiano se enruta hacia una posición cada vez más
activa de los sujetos procesales dentro de la actuación. Solo reconociendo esa
dinámica puede aspirarse al establecimiento progresivo de un sistema acusatorio que
al tiempo en que impone deberes al Estado los traslada también a las partes, y les
reconoce derechos más amplios dentro de cada etapa procesal.

Esto exige reconocer a las partes capacidad plena de disposición en el ejercicio de sus
propios derechos y supone necesariamente menguar protagonismos en virtud de los
cuales el Estado se arroga un pretendido derecho de calificar las actuaciones
procesales de los sujetos si pudieren vulnerar su propia posición y corregirlas en aras
de la supuesta defensa del orden jurídico establecido. En tanto más activa sea la
posición de los intervinientes en el proceso penal más autónomo resulta para ellos el
reconocimiento de sus propios riesgos. Sin embargo, la Judicatura se reserva para sí la
capacidad oficiosa en la declaratoria de nulidades y la improbación de la sentencia
anticipada o las observaciones a la audiencia especial cuando haya habido violación de
los derechos fundamentales.

Es en esta dirección en la que se encuentra la recientemente promulgada Ley 553 de


2000 por medio de la cual se modificó - entre otros - el artículo 244 del Código de
Procedimiento Penal. Allí se establece que "podrá desistirse de la casación y de la
acción de revisión antes de que la Sala las decida". Ningún instrumento procesal más
deliberadamente concebido al interior del proceso y en función de garantía que la
casación, y de él puede desistirse en cualquier época. Esta norma pone de presente,

117
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

sin duda, una variación cualitativa en el tratamiento legislativo de las facultades


dispositivas de las partes; las reconoce plenamente dentro de la mejor Institución
procesal de garantía, por lo que no hay razón para desconocerla frente a otras acciones
o instrumentos que aunque importantes, como el mismo control de legalidad de la
medida de aseguramiento, no lo son en el grado de integralidad que representa la
casación.

Similar análisis cabe respecto de la acción de revisión, que aunque tiene la vocación de
remover la cosa juzgada, es también - ahora - desistible en cualquier época. Deja la ley
a disposición de la parte el estudio y evaluación de la conveniencia del trámite y la
determinación del riesgo que conlleva finalizarlo anticipadamente.

3.4.-Por último debe señalarse que el desistimiento no exige su reconocimiento expreso


en una norma legal específica. Las que existen en el ordenamiento nacional señalan la
oportunidad en que puede hacerse. A falta de un momento preclusivo reglado debe
entenderse que ello es posible hasta antes de resolverse la acción o recurso de que se
trate. Ese es el único límite que no resulta arbitrario, pues resuelto el objeto del
debate procesal o el incidente, no tiene razón de ser el desistimiento; pero si no se ha
resuelto, siempre es posible desertar precisamente para que no se resuelva y para que
en su lugar se acceda a lo que el sujeto del derecho considere como más conveniente
para sus intereses de tal.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Segunda Instancia


FECHA : 08/03/2000
DECISION : Acepta el desistimiento del control de
legalidad
DELITOS : Prevaricato por acción
PROCESO : 16549
PUBLICADA : Si

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ERROR DE HECHO-Falso raciocinio


La Corte ha sostenido que si se llegare a establecer que el estimativo probatorio no
obedece a una racionalidad empírica, sino al capricho del juzgador, sería posible
intentar la casación por la vía del error de hecho por falso juicio de raciocinio, así el
demandante ignore la precisión terminológica.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Fraude procesal, Tentativa de estafa
PROCESO : 12165
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-No se configura por la omisión de respuesta a los alegatos de las


partes en la acusación/ PRUEBA-Facultades del juez para denegar las superfluas,

118
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

inconducentes o impertinentes/ TESTIGO-No puede serlo el fiscal o juez de la


diligencia que dirige/ ALLANAMIENTO-La ausencia del fiscal en la diligencia no
genera irregularidad/ REBELION-Está incurso en la conducta quien pertenezca a
un grupo subversivo y por dicha razón le sea encomendada labor de cualquier
naturaleza/ CONSULTA-Competencia del superior: Es ilimitada por ministerio de la
ley, aún en perjuicio del apelante único/ RECURSO DE APELACION-Competencia
del superior: Está limitada por el factor funcional
1. Es cierto que las alegaciones de las partes son importantes y contribuyen en la
formación del criterio jurídico del instructor o el juzgador, pero en materia procesal
penal la función del fallador no es la de escoger una de las tesis formuladas por
aquéllas, sino decidir de conformidad con la prueba recaudada. Así también acontece
en la fase calificatoria del sumario y se torna más notorio cuando ninguno de los
sujetos procesales presenta alegatos, pero de todas maneras habría de anularse o
proferirse resolución acusatoria o preclusión de la investigación.

No se entabla controversia si las alegaciones de las partes no son respondidas por el


servidor público a quien van dirigidas y ello constituye una mengua al derecho de
defensa en su manifestación de derecho de controvertir o de contradicción. Se trata de
una limitante no trascendente que no lo aniquila, sino que lo deja subsistente y que
permite al propio defensor ejercer las facultades que le son inherentes, como la
interposición de los recursos ordinarios tendientes a que se supere la omisión.

Aunque la legislación le ha dado autonomía al derecho de defensa, no puede negarse


su estrecha relación con el debido proceso y son garantías que deben estar presentes
en el transcurso de la indagación preliminar, el sumario y el juicio. Hay veces que una
irregularidad viola los dos aspectos y en otras, uno solo de ellos. No debe perderse de
vista la disposición incluida en el artículo 442 del Código de Procedimiento Penal, al
establecer en su ordinal cuarto que la exposición de las razones por las cuales se
comparte o no los alegatos de los sujetos procesales, es uno de los requisitos formales
de la resolución de acusación. Esto no quiere decir que la forma no sea importante,
obsérvese que dentro de esas exigencias aparece la evaluación de las pruebas y la
calificación jurídica provisional, pero hay requisitos que no son esenciales y su
incumplimiento no impide que la providencia continúe siendo lo que es, para el caso un
pliego de cargos, con toda la fuerza vinculante que le es propia.

Al no ser ello de la esencia de la resolución de acusación, las partes pueden no alegar


y, así, se va a arribar a la decisión que corresponda, sin alegaciones que contestar. De
otra parte, la eventual mengua del derecho de defensa no ha de ser superada con la
anulación de la providencia, cuando puede acudirse a la interposición de los recursos
respectivos. No impugnar, además de subsanar la hipotética omisión, pone en
evidencia que la determinación no es contraria a la expectativa que se tenía, así las
argumentaciones no hubiesen sido motivo expreso de controversia, acuerdo o
discrepancia. No debe olvidarse que la nulidad es el último mecanismo al que se acude
para superar un quebrantamiento o restablecer una garantía, siempre y cuando no
medie alternativa procesal válida, y en el caso examinado se contó con los medios de
impugnación ordinarios.

Las alegaciones no tienen una entidad propia sino que son el fundamento de una
pretensión o petición y, en el caso concreto, consistió en aspirar, tanto el sumariado
como el defensor, a que se profiriera preclusión de la investigación, que se despachó
desfavorablemente, al proferirse resolución de acusación. O sea, el apoderado deseaba
que se consideraran los temas que plateaba y así ocurrió; se decidió negativamente la
solicitud con la que finalizaban los alegatos, resultando ahora irrelevante que no se
efectuara mención expresa de ella.

2. De conformidad con lo dispuesto en los artículos 250, 246 y 247 del Código de
Procedimiento Penal, el juez sólo ordena la realización de aquellas pruebas que sean
conducentes y pertinentes, rechazando las que no lo sean y las manifiestamente
superfluas. De tal manera, hacer uso de las facultades otorgadas por la ley para
denegar tales pruebas superfluas, inconducentes o impertinentes, no viola el derecho
de defensa ni genera nulidad.

3. El juez o fiscal que ha dirigido una diligencia no puede convertirse dentro del mismo
proceso en testigo de lo que percibió, para que lo declare, porque se desnaturaliza la
función que le otorga la ley de ser director del asunto, sin perjuicio de que pueda
expedir certificación sobre hechos ocurridos en su presencia y en ejercicio de sus

119
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

funciones, de los cuales no haya constancia escrita, según el artículo 116 del Código de
Procedimiento Civil.

4. El recurrente y el Procurador Tercero Delegado concuerdan en tachar de irregular el


allanamiento, porque fue ordenado con el propósito de capturar al acusado, quien ya
había sido aprehendido tres horas antes de la diligencia y aquélla se realizó luego, sin
motivo legal y sin la concurrencia del Fiscal.

En cuanto a lo último, se observa que dicha autoridad judicial podía delegar, facultad
otorgada por el inciso segundo del artículo 344 del Código de Procedimiento Penal, a
cuya práctica acudió la Jefe de Unidad de Investigaciones del DAS del Tolima, como
aparece en la providencia que ordenó la diligencia y en el acta correspondiente, sin que
la ausencia de aquél constituya, por ende, irregularidad alguna.

5. Pruebas diferentes a los libros y revistas demostraron que el sindicado era dirigente
del EPL; no se le juzgó por sus ideas políticas, sino por pertenecer a los cuadros
directivos de ese grupo subversivo, y adelantar labores ideológicas, de
adoctrinamiento, relaciones internacionales e instrucción, sin dejar de lado las armas,
como lo demostró el artefacto destructivo hallado en su morada, todo dentro de las
actividades que desarrolla esa facción con el fin de suprimir el régimen constitucional
vigente y tomar violentamente el poder para imponer sus ideas y establecer un nuevo
orden. Esta corporación, en sentencia del 12 de agosto de 1993, radicación 7504, M. P.
Edgar Saavedra Rojas, sobre tales tareas indicó:

"No quiere decir que todos los miembros de un grupo guerrillero tengan que ser
combatientes para que se les pueda considerar rebeldes; basta con que se pertenezca
al grupo subversivo y por dicha razón le sean encomendadas labores de cualquier
naturaleza, tales como financiamiento, ideológicas, planeación, reclutamiento,
publicidad, relaciones internacionales, instrucción, adoctrinamiento, comunicaciones,
inteligencia, infiltración o cualquier otra actividad que nada tenga que ver con el uso
de las armas, pero que sea un instrumento idóneo para el mantenimiento,
fortalecimiento o funcionamiento del grupo subversivo para que se entienda que se
puede dar el calificativo de rebelde a quien tales actividades realiza..."

6. La consulta no es un recurso, se inspira en el interés general, tiene carácter


imperativo, la competencia es plena e ilimitada, es un grado de jurisdicción que
permite al superior funcional de quien ha proferido ciertas providencias judiciales
revisar su legalidad, control que no queda al arbitrio del juez ni a la voluntad de las
partes, pues opera por mandato legal.

En cambio, los recursos son potestativos de los sujetos procesales, están basados en el
interés del impugnante y la competencia por el factor funcional es limitada. De acuerdo
con su albedrío, las partes pueden recurrir y el ad quem sólo revisa los aspectos que
son materia de impugnación.

Es el recurso el que le otorga la competencia, por el factor funcional, al superior,


mientras que en la consulta se adquiere por ministerio de la ley. En la impugnación el
juez tiene la limitante de no poder referirse a aspectos no recurridos, mientras en la
consulta el ámbito de decisión es amplio y, por eso, la ley faculta al funcionario para
revocar o modificar la providencia en cualquier sentido, aún en perjuicio del sindicado.

Los dos institutos son distintos y no deben combinarse para crear un tercer mecanismo
de revisión de la legalidad de las sentencias, por fuera de la Constitución y la ley.
Tampoco la alzada se estableció para que las partes impidieran la aplicación de las
normas que consagran la consulta, que opera con o sin apelación.

Al respecto, la Corte ha señalado:

"La expresión "son consultables cuando contra ellas no se hubiere interpuesto recurso
de apelación", utilizada en normatividades anteriores (ley 17 de 1975, art. 1° y Decreto
050 de 1987, art. 210), e incorporada hoy con algunas variantes en el texto del artículo
29 de la ley 81 de 1993, tenía entonces razón de ser porque el recurso de apelación
otorgaba competencia al ad quem para conocer sin limitaciones de la providencia
impugnada (ley 17 de 1975, art. 3° y Decreto 050 de 1987, art. 538), tornando por
contera innecesaria la consulta, e imprimiéndole a ésta un verdadero carácter
subsidiario.

Frente a la normatividad actual, en que el recurso de apelación otorga competencia al


superior para decidir únicamente sobre los aspectos impugnados, una consideración de

120
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

esta índole pierde vigencia, no siendo posible postular que la consulta es subsidiaria de
la apelación.

La supletoriedad del instituto de la consulta ha de ser entendida en relación con los


aspectos que no han sido objeto de apelación y sin que la interposición del recurso
comprometa la potestad del ad quem, derivada de la ley, de poder reformar sin
limitación alguna la decisión consultada, aún en los aspectos impugnados y en
perjuicio del procesado." (rad. 13.419, oct. 21/98, M. P. Fernando Arboleda Ripoll).

Exagera el Procurador Delegado al considerar que la Constitución estableció un


esquema político individualista y estimar que la consulta debe examinarse dando
prevalencia al interés personal, cuando en realidad se basa en el interés general y la
primacía de éste es uno de los principios fundantes del Estado social de derecho
colombiano, según su artículo primero. La interpretación del articulado que consagra
este instituto debe efectuarse de acuerdo con la parte dogmática de la Constitución y
hacer operante esa preponderancia.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Sentencia Casación
FECHA : 09/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Rebelión
PROCESO : 13435
PUBLICADA : Si

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CASACION-Derecho de defensa: Técnica para alegar su violación


Tratándose de la causal tercera no basta con alegar en abstracto ausencia de defensa o
el deterioro de los derechos fundamentales del imputado, pues se torna imprescindible
para el censor señalar cómo por la comprobada inexistencia de cualquiera de las
formas de defensa consagradas en la ley en beneficio del procesado o por el
menoscabo de su ejercicio, éste irremediablemente se vio sometido a una sentencia
diferente de aquella que se hubiese dictado en caso de haber contado con el camino
expedito para el debido cumplimiento de ese fundamental derecho.

A este respecto, el demandante debe tener claros los conceptos de ausencia de


defensa y el de su inadecuado ejercicio, ya que correría el riesgo de equipararlos
indebidamente propagando una contradicción en la censura, falencia suficiente para
dejar el cargo sin la claridad y precisión requeridas para esta clase de impugnación
extraordinaria, pues en la medida en que se niegue que hubo defensa en cualquiera
de sus formas, imposible resulta aducir simultáneamente su inapropiado ejercicio sin
conculcar el principio de no-contradicción, pues respecto de un mismo concepto no es
válido predicar al tiempo su ausencia y la existencia, así ésta sea defectuosa.

Lo anterior porque, siendo posible plantear en casación cualquiera de las citadas


afectaciones sobre el derecho a defenderse, la primera hipótesis requiere de un
desarrollo que demuestre lo extraña que fue para el proceso la garantía fundamental
cuya ausencia llevó a una sentencia perjudicial al acusado como producto del
malformado trámite; mas si se trata de la segunda hipótesis, corresponderá al libelista
el señalamiento de la gestión o actividad desdeñada por el defensor técnico, que de
haberse llevado a cabo habría cambiado el sentido del fallo a favor del procesado; o
como reiteradamente ha dicho la Corte, que la demanda exprese "cuál sería el criterio
jurídico a exponer a efectos de que la administración de justicia, al tenerlo en cuenta,
hubiera favorecido la situación del acusado" (20 de mayo de 1998. M.P. Nilson Pinilla
Pinilla).

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

121
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Auto Casación
FECHA : 13/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 14659
PUBLICADA : Si

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CASACION-Grado de credibilidad otorgado a los medios de convicción: No admite


error atacable en casación
La "credibilidad "por si misma tenía su marco propio en el error de derecho por falso
juicio de convicción, de no recibo ahora ante la abolición del sistema de prueba tasada
o tarifa legal y estar, en cambio, la evaluación probatoria regida por la lógica, la sana
crítica y las reglas de la experiencia ( C.P.P. arts. 254 y 294 ).

Repítese que la "credibilidad" como se dijo, no puede, de suyo, ser atacada en


casación, y como el actor invocó el error de hecho, estaba en la obligación de
demostrar que en la apreciación de dicho testimonio el Tribunal violó manifiestamente
la lógica o que, tergiversando el sentido MATERIAL del mismo, le hizo decir a éste lo
que realmente no 0dice, nada de lo cual hizo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto Casación
FECHA : 13/03/2000
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 15878
PUBLICADA : Si

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CASACION DISCRECIONAL-Sustentación
Como la sentencia impugnada fue proferida en segunda instancia por el delito de
deserción, que el Código Penal Militar en su artículo 115 sanciona con pena de arresto
no superior a 2 años, el recurso de casación sólo procede cuando la Corte lo estime
necesario, "para el desarrollo de la jurisprudencia o la garantía de los derechos
fundamentales, según el inciso 3º, artículo 218 del Código de Procedimiento Penal
(aplicable aquí por integración, art.13 C.P.M.), necesidad que, como lo viene
sosteniendo esta Sala (auto de octubre 18 de 1.992, entre otros,) debe ser
fundamentada al momento de impugnar, a fin de que la viabilidad de la pretensión
pueda ser examinada".

Ya en el numeral 1º se indicó la exigencia de que al momento de impugnar se dé la


razón por la cual se acude a este recurso excepcional. Como dijo esta Sala en auto de
mayo 5 de 1994 (M.P. Dr. Guillermo Duque Ruiz):

"Al respecto reiteró esta Sala en auto de 13 de diciembre último: "en el fondo, al censor
le corresponde efectuar dos sustentaciones, siendo la primera de ellas la orientada
exclusivamente a establecer la necesidad de que la Corte admita el recurso por la vía
excepcional, pues se parte de la base que el recurso no es en principio procedente,
bien porque no se cumple con el requisito de la pena o por que la sentencia de

122
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

segunda instancia no ha sido dictada por un Tribunal". La segunda sustentación -


agrega ahora la Sala- la hace el actor en la demanda".

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Casación Discrecional
FECHA : 13/03/2000
DECISION : No concede el recurso
DELITOS : Deserción
PROCESO : 16690
PUBLICADA : Si

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CASACION-Errores en la apreciación de las pruebas-Falso juicio de identidad


Es pertinente recordar al casacionista que la "credibilidad" en cuestión no puede
alegarse al amparo del error de hecho aducido, el cual se remite es a una
tergiversación MATERIAL de la prueba o a la valoración de la misma en contra de los
principios de la lógica y la sana crítica (C.P.P.art.254), por lo que esta clase de yerro
asume el nombre del falso juicio de identidad. Esto, teniendo siempre en cuenta que
ante la ausencia de la tarifa legal, es bajo los citados parámetros que el juzgador debe
valorar las pruebas.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto Casación
FECHA : 13/03/2000
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 16000

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CASACION-Vicio originado en la aducción de un medio de prueba: Falso juicio de


legalidad/ ACTO PROCESAL-Su invalidación no trasciende al ámbito de validez
de las pruebas
1. La Corte insistentemente ha sostenido que los vicios originados en el proceso de
formación probatoria, no pueden ser denunciados en sede de casación con apoyo en la
causal tercera o de nulidad, sino de la primera por la violación indirecta de la ley
sustancial. Esto en razón a que la aducción de los medios de convicción no
corresponden , por regla general, a actos vinculados en relación causativa con los
restantes que componen el proceso y producidos legalmente, siendo por tanto la
desestimación del medio probatorio la solución que el ordenamiento ofrece para los
casos en que se demuestre la configuración de un vicio en la aducción de la prueba al
desconocer el juzgador los presupuestos normativamente establecidos para su validez,
lo cual constituiría error de derecho por falso juicio de legalidad.

Tanto es esto que de acreditarse la ilegalidad de la prueba por haber sido aducida con
desconocimiento de las formalidades establecidas para su producción, la Corte estaría
en condiciones de proferir fallo de reemplazo dejando de apreciar los medios
recaudados ilegalmente y considerados por el sentenciador en el fallo acusado, pues
no tendría sentido anular el proceso dado que la sentencia es el acto procesal en

123
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

donde el juzgador aprecia la validez de los medios allegados durante el proceso para
efectos de aplicar las consecuencias jurídicas establecidas por la ley sustancial.

2. La jurisprudencia de esta Corte se ha orientado por sostener pacíficamente que la


invalidación de los actos procesales no trasciende al ámbito de validez de los medios
de convicción allegados durante el proceso, con lo cual resulta inexistente la
repercusión que se le pretende dar al reparo, siendo ésta de indispensable acreditación
cuando de alegar la configuración de un motivo de ineficacia de los actos procesales,
se trata (art. 308-2 C. P. P.)

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Auto Casación
FECHA : 13/03/2000
DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio imperfecto
PROCESO : 14339
PUBLICADA : Si

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INTERPRETACION ERRONEA DE LA LEY-Concepto-No puede alegarse


simultáneamente con la aplicación indebida
Según el actor el Tribunal ha debido reconocer que el acusado obró en legítima
defensa, o sea que dejó de aplicar el invocado artículo 29-4 del Código Penal, pero
expresamente afirma que interpretó erróneamente dicha disposición, lo cual encierra
un planteamiento contradictorio, pues este último sentido de violación de la ley
sustancial implica necesariamente que la norma haya sido aplicada, mas en un sentido
equivocado, como lo ha sostenido reiterada y pacíficamente esta Sala. Así, en
sentencia de febrero 10 de 1998 (rad. 12.358), se dijo con ponencia del H. Magistrado
JUAN MANUEL TORRES FRESNEDA:

"...como lo tiene dicho esta Colegiatura, la interpretación errónea de un precepto


sustancial supone ante todo su aplicación, sólo que "bajo un equivocado
entendimiento, sea porque se rebase o se mengüe, o se trastoque su contenido y/o su
alcance, pues el juez dio por sentado que tal era la disposición llamada a regir el
caso..." (cfr.v.gr.cas. abril 15 de 1993. M.P. Dr. Dídimo Páez Velandia"".

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto Casación
FECHA : 13/03/2000
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
PROCESO : 14132
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

INDICIOS-Técnica para atacarlos en casación


Ha destacado reiteradamente la jurisprudencia de la Sala, que por razón de su
naturaleza y estructura complejas, además de sus características como medio
probatorio, los indicios como resultante del juicio lógico que se devela a través de los
hechos conocidos y probados, pueden ser cuestionados en casación dependiendo de si
el ataque recae sobre el hecho indicador, lo cual implica censurar directamente las
pruebas que le sirven de fundamento o fuente, caso en el que debe deben proponerse
errores de hecho y/o de derecho en los distintos falsos juicios que se han admitido, o si
es la inferencia el objeto del reparo, en donde imperativamente corresponde al actor
demostrar que el sentenciador desconoció los principios lógicos y las reglas de la
experiencia, al extremo de tergiversar su sentido, siendo lo propio entonces acudir al
error de hecho.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Auto Casación
FECHA : 13/03/2000
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 16244
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-No se configura por la omisión de vincular a otras personas


comprometidas/ FALSO JUICIO DE LEGALIDAD-No se configura por el tardío
allegamiento de una prueba
1. Sólo admitiendo que el casacionista desoye que la responsabilidad penal es
individual puede explicarse la Sala que sostenga la nulidad por no haberse identificado
y vinculado al proceso a las personas que, junto con el procesado (...), participaron en
el homicidio materia de este proceso.

Es decir que ese sólo argumento no entraña sustentación de la causal aducida, aparte
de que la anotada individualidad del compromiso penal hace que la omisión
censurada (no vinculación de los demás partícipes) no comporte desde punto de vista
alguno un atentado contra "la investigación integral", que se da cuando el funcionario
no practica las pruebas que de algún modo eliminarían o por lo menos atenuarían la
responsabilidad penal del procesado (art.333 C.P.P.), virtualidad que ostensiblemente
no tiene la referida omisión.

2. No se ofrece como sustento del error de derecho por falso juicio de legalidad (dar
validez a una prueba sin los requisitos esenciales para la validez de ésta) el afirmar, de
acuerdo con la realidad procesal, que la diligencia de necropsia arribó al proceso
después de que el sumario se había calificado ya que esta "extemporaneidad" no
afecta en sí misma dicha prueba, aparte de que ya desde los inicios de la instrucción
obraba las actas de levantamiento del cadáver y de defunción, las cuales establecían
materialmente el delito de homicidio.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto Casación
FECHA : 13/03/2000
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso

125
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DELITOS : Porte de armas de defensa personal,


Homicidio
PROCESO : 15671
PUBLICADA : Si

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RECUSACION-La sola hostilidad al derecho o el repudio a la conformación y el
funcionamiento normales de los órganos judiciales del Estado no configuran
motivo/ RECUSACION-Animadversión política
La regulación de los delitos y las penas, al igual que los procedimientos
correspondientes, es una materia que dentro de la división de poderes, desde la
Constitución de 1886, ha correspondido soberanamente al legislador, bien ordinario ora
excepcional, facultad en cuyo ejercicio no se tiene noticia de las interferencias nocivas
del poder judicial que el solicitante sospecha, sin perjuicio obviamente del
cumplimiento cabal de los controles constitucionales que hasta el año de 1991 ejerció
la Sala Plena de esta Corporación o de la expectativa de inaplicabilidad por manifiesta
inconstitucionalidad que siempre concierne a cualquier funcionario judicial.

2. Así pues, si las normas históricamente dispuestas y que el recusante invoca para
repudiarlas, fueron declaradas exequibles en su momento, a la Corte como a cualquier
juez de la república dentro del Estado de Derecho sólo le incumbe el sometimiento al
imperio de la ley, sin perjuicio de la demostración fáctica y la riqueza hermenéutica
que suscita la resolución de cada caso.

3. No exhibe el reclamante la prueba de la supuesta "animadversión política" de la


Sala hacia los movimientos insurgentes, como manifestación arbitraria que desborde
los obvios juicios de reproche que suscita la certeza hasta entonces declarada sobre la
comisión de cualquier delito y la responsabilidad del acusado, pues ha de tenerse en
cuenta que tanto la rebelión como el terrorismo son conductas delictivas y merecen
una pena en la legislación vigente, así a la primera se le considere doctrinariamente
como delito político por los fines altruistas que pretende.

4. La referencia a algunas decisiones sobre libertad provisional, en cuyo contenido la


Corte ha negado la excarcelación con fundamento en una evaluación de los
"antecedentes de todo orden" (entre los que cuenta la gravedad y modalidades de los
hechos delictivos juzgados), omite el recusante que dicha valoración parte del
presupuesto de que las sentencias de segundo grado llegan a casación ungidas de la
doble presunción de acierto y legalidad, características que sólo se desvirtúan o
confirman con la decisión de fondo de la casación. Por ello, la providencia de
concesión o negación de libertad provisional parte de lo supuesto con base en las
determinaciones del fallo de segunda instancia, sin anticipar criterios sobre temas que
después cohiban la decisión del medio de impugnación pendiente.

5. De modo que, sin que pueda tener eco en la misión de la magistratura, sería
completamente unilateral la declaración de enemistad grave que hace el procesado,
porque en relación con él no existen antecedentes personales o relacionales que
llegaren a lastimar la imparcialidad judicial, ni tampoco se han suscitado controversias
distintas a las que propicia la actividad funcional. Aunque el objetante califica
peyorativamente la función de la Sala como "justicia del régimen", en vista del
compromiso de aquélla con una legalidad de la cual él disiente en consciencia, la
caracterización por abstracta cubriría a cualquier órgano judicial de la República y tal
no es el cometido de los impedimentos y recusaciones, institutos que sólo apuntan a
sanear subjetivamente y en concreto el ejercicio de la función judicial.

6. La sola hostilidad al derecho o el repudio a la conformación y el funcionamiento


normales de los órganos judiciales del Estado, no puede ser motivo de recusación y,
por tal razón, se rechazará la que propuso el procesado

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Recusación

126
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

FECHA : 13/03/2000
DECISION : Rechaza recusación propuesta, ordena
pasar a
Sala de Cconjueces
DELITOS : Rebelión, Terrorismo
PROCESO : 13053
PUBLICADA : Si

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ERROR DE HECHO-Falso raciocinio: Técnica


Cuando el censor opta por el error de hecho por falso juicio de raciocinio, es preciso
demostrar que la valoración efectuada por los funcionarios judiciales quebranta
ostensiblemente los postulados lógicos, científicos o empíricos, pues el desacierto
surge de la abierta y grosera contradicción entre la valoración realizada por el fallador
y las reglas de la sana crítica y no de la discrepancia entre la estimación de aquél y la
del censor.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Casación
FECHA : 13/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 14415
PUBLICADA : Si

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DEFENSA TECNICA-Inactividad contenciosa como estrategia defensiva


Esa inactividad, sin embargo, de por sí no constituye falta de defensa reprochable y
mucho menos con idoneidad para desembocar en nulidad, pues, como lo hace ver la
Delegada, ella podía constituir estrategia para no enfrentar confirmaciones de las
providencias en principio recurribles.

Teniendo en cuenta esa manera de actuar de la defensa, la que pudo aparentar


pasividad, precisamente para poderla luego alegar a favor del procesado, como
generadora de nulidad, no basta con afirmarla para pretender que de ella se deduzca,
de suyo, la ausencia de la defensa que el artículo 304-3 del Código de Procedimiento
Penal consagra como motivo de nulidad. Por el contrario, dicha inactividad debe ser
complementada precisamente con la demostración de qué clase específica de
actividad se imponía para desvirtuar o atemperar la impuganción.

Al respecto dijo esta Sala con ponencia del doctor Fernando Arboleda Ripoll (31 de
agosto de 1995):

"En primer término es de advertir que cuando se alega nulidad por falta de actividad
probatoria y/o por no impugnar determinado pronunciamiento judicial, el actor está en
la obligación de demostrar, en el primer caso, qué pruebas fueron omitidas y cuál la
incidencia de esta omisión en la situación del acusado. Y si lo que quiere censurar, para
pedir la nulidad del proceso, es la no impugnación de un determinado pronunciamiento

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

judicial por parte del defensor, también está obligado a demostrar la trascendencia en
el proceso de esta inactividad profesional.

"Limitarse a afirmar -como lo hace aquí el censor- que no se pidieron pruebas por parte
de la defensa y que no recurrió las decisiones adversas a su representado, es quedarse
en el mero enunciado, ya que debe admitirse que unas aseveraciones así hechas
carecen enteramente de sustentación. Pedir pruebas por pedir, impugnar por
impugnar, no sólo es inane sino que incluso puede en determinados casos exhibir un
censurable propósito, como podría ser el de dilatar la actuación procesal, o el de
aparentarle a su patrocinado una diligencia profesional que en realidad a nada
conduce.

"En este proceso de verdad que los funcionarios judiciales, se mostraron acuciosos y
afanosos en la obtención de la llamada verdad real, búsqueda inherente a todo
funcionario instructor y también a quien falla el proceso. No alegar antes de la
calificación del sumario o no impugnar esa calificación, bien puede obedecer a una
táctica de la defensa o a una tácita conformidad con la resolución de acusación por
considerarla justa. Sería arbitrario, entonces, tomar estas circunstancias como
evidencias de una pretendida ausencia de defensa técnica".

Y con ponencia del doctor Edgar Lombana Trujillo se precisó en términos muy
pertinentes a este caso (rad.11582, sent. cas. julio 14 de 1999):

"Mucho han repetido jurisprudencia y doctrina que en el caso de la falta de defensa


técnica impera demostrar, así sea sumariamente, qué efectos en favor del procesado
habría tenido la actividad defensiva que se echa de menos.

"Ahora bien: la no interposición de recursos, de suyo no entraña un abandono al


procesado, pues según el leal saber y entender de su defensor tal actitud puede ser la
que incluso le convenga más a su defendido, de cara sobre todo a una pronta y
cumplida administración de justicia, en la cual están comprometidos todos los sujetos
procesales.

" Así pues que el sólo hecho de la pasividad ocasional del defensor no puede traducirse
ni interpretarse inexorablemente como una violación al derecho de defensa, por lo que
obliga al censor a cotejar dicha inactividad con la realidad procesal concreta que se
encara, para luego extraer su incidencia en detrimento de la situación del procesado,
con mayor razón si es corriente que el funcionario (fiscal o juez) haya sido tan acucioso
en averiguar lo favorable y lo adverso, que logre una claridad y precisión procesales,
con tal despliegue inquisitivo que, colme toda expectativa probatoria".

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 14/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Uso de documento público falso, Porte de
armas de
defensa personal, Homicidio
PROCESO : 11645
PUBLICADA : Si

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DEMANDA DE CASACION-Requisitos
Cualquiera que sea la causal invocada, la demanda de casación no es un escrito de
libre elaboración, porque debe cumplir con los requisitos establecidos por el artículo
225 del Código de Procedimiento Penal, como citar las normas que se consideren
infringidas, determinar la clase de quebrantamiento, indicar los fundamentos con
claridad, precisión y lógica, de manera completa y en armonía con la naturaleza del
vicio reprochado, además de demostrar la trascendencia del yerro en la decisión.

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Auto Casación
FECHA : 14/03/2000
DECISION : Rechaza in límine y declara desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 14720

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CASACION-Errores en la apreciación de las pruebas: Técnica


Si las pruebas fueron apreciadas en su conjunto, de la misma manera deben ser
cuestionadas en casación, sin que los diferentes medios puedan ser caprichosamente
separados para estructurar, antitécnicamente, censuras autónomas, pues no se puede
perder de vista que cada cargo, independientemente considerado, debe tener la
virtualidad de derruir total o parcialmente el fallo impugnado.

Lo único que emerge diáfano de la extensa demanda es que el casacionista, como si se


tratara de un alegato de instancia, pretende, sin evidenciar ninguna falla por parte del
sentenciador, oponer sus conclusiones probatorias a las de éste, para que la Corte
escoja, lo que no es posible, prevaleciendo el criterio del Tribunal, por venir la
sentencia amparada por la doble presunción de acierto y legalidad.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Casación
FECHA : 14/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 13421
PUBLICADA : Si

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VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Técnica


La Sala ha dicho en forma reiterada que cuando se alega violación directa de la ley por
aplicación indebida de una norma, en principio, está obligado el censor no sólo a
determinar la que fue indebidamente aplicada, sino también el precepto que en su
lugar debe aplicarse, dando en cada caso las razones pertinentes, pues en el evento en
que la Corte debiera dictar la sentencia sustitutiva, de prosperar el recurso, estaría
imposibilitada para ello si éste no se determina. El principio de limitación le impide a la
Corte enmendar, aclarar o complementar la impugnación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Auto Casación
FECHA : 14/03/2000
DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas
de
defensa personal
PROCESO : 14723
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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IN DUBIO PRO REO-Técnica para alegarlo en casación


Sobre la violación directa de la ley sustancial por falta de aplicación del artículo 445 del
C.P.P. tanto la doctrina como Jurisprudencia han marchado conceptualmente de la
mano al considerar que tal clase de transgresión se presenta cuando el juzgador
explícitamente reconoce la existencia de la duda sobre la materialidad del hecho o la
responsabilidad del procesado y sin embargo condena, lo cual hace suponer que para
el cumplimiento formal de la precisión requerida en el artículo 225 del C.P.P. en las
demandas donde se plantea esta clase de censura, debe la sentencia contener
literalmente, con puntualidad y exactitud, el reconocimiento del estado de perplejidad
siendo la tarea del censor la reproducción del texto donde así se reflexiona para
contrastarlo con la parte resolutiva que en abierta contradicción determina la condena
donde sólo cabía la absolución por mandato de la norma de contenido sustancial
dejada de aplicar (art. 445 C.P.P.), sin que sea dado al recurrente imprimirle
interpretaciones diversas a lo que genuinamente se desprende del texto de la
providencia.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Casación
FECHA : 14/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 14590
PUBLICADA : Si

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CASACION-Grado de credibilidad otorgado a los medios de convicción: No admite


error atacable en casación
La Sala debe recordar al demandante que ante la abolición del sistema de tarifa legal o
prueba tasada para la evaluación de las pruebas, esta tarea la debe asumir el
sentenciador únicamente con sujeción a los principios de la sana crítica, persuasión
racional y de la lógica (C.P.P. arts.254 y 294), por lo cual la mera "credibilidad" ya no es,
de suyo, censurable en casación, que es lo que -por el contrario y como se acaba de
ver- exhibe el casacionista al sustentar la impugnación.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Auto Casación
FECHA : 14/03/2000
DECISION : Inadmite la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Cohecho, Ejer. ilícito de act. Monopolistica de
arb. R
PROCESO : 15753
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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ACCION DE REVISION-Causal tercera-Prueba nueva


Tratándose de la causal tercera, que es la que en esta ocasión propone el actor como
fundamento de su libelo, la Corte ha enseñado que la prueba nueva es aquella que
surge después de la emisión de la sentencia condenatoria y por cuyo desconocimiento
en las instancias procesales el funcionario no pudo valorarla, dejando por ello de
apreciar hechos con los cuales no le hubiera sido posible como autoridad judicial el
establecimiento del juicio positivo de responsabilidad penal de la condena impartida al
procesado.

De esta forma la aparición de hechos "nuevos" o de pruebas con idéntico carácter,


constituye el eje central desde el cual debe proyectarse la petición de revisión, razón
por la cual en ningún caso la acción puede convertirse en escenario de debate sobre
puntos ya resueltos durante las instancias so pretexto de la existencia de elementos
por cuyo desconocimiento se produjo el fallo adverso a los intereses del procesado.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Acción de Revisión
FECHA : 14/03/2000
DECISION : Reconoce personeria al apoderado, rechaza
in límine
la demanda de revisión
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 15189
PUBLICADA : Si

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DEMANDA DE CASACION-Error de hecho: Técnica


Si bien es cierto que en este reproche se afirma que el fallador violó indirectamente la
ley sustancial por error de hecho, no se indica el falso juicio que lo determinó, si de
existencia (por suposición o preterición de la prueba) o de identidad, o si consistió en
que al fijar racionalmente el mérito de la prueba, el fallador se apartó de las reglas de
la experiencia, de las leyes de la ciencia o de los principios de la lógica, limitándose a
oponerse a la credibilidad otorgada a unos medios de convicción y negada a otros,
dentro del análisis conjunto de los mismos, con la pretensión de que se reconozca la
legitima defensa.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Casación
FECHA : 14/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
PROCESO : 15089
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DEMANDA DE CASACION-Errores en la valoración probatoria: Técnica


Es evidente la dilogía que presenta el libelo, en la medida en que si la formulación del
cargo parte de la equivocación del Juzgador al apreciar las pruebas por un falso juicio
de identidad, era de esperar que el impugnante pusiera de presente el cercenamiento
o la distorsión con que el sentenciador afectó las pruebas llevándolas a decir lo que no
se desprendía de su genuino contenido; pero en lugar de ello el discurso del censor
está encaminado a la crítica sobre una supuesta indebida valoración, con lo que se
aparta del cargo inicialmente propuesto para incursionar en lo que sería un error de
derecho por falso juicio de convicción, de difícil configuración en nuestro sistema donde
el examen probatorio no está sujeto a una tarifa legal sino a la libre apreciación del
juez, tan sólo limitada por las pautas de la sana crítica, por lo que los desatinos en
dicho examen sólo pueden promocionarse en casación cuando el estudio analítico del
funcionario desconoce abruptamente los principios de la lógica, los postulados de la
ciencia o las reglas de la experiencia.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Casación
FECHA : 14/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.,
Falso
testimonio, Invasión de tierras o edificios
PROCESO : 14559
PUBLICADA : Si

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TRANSITO DE LEGISLACION-Casación interpuesta antes de la ley 553 de 2000:


Se aplica el trámite previsto en el decreto 2700 de 1991, reformado por la ley 81
de 1993/ CASACION DISCRECIONAL-Desarrollo de la jurisprudencia
1. Si bien el instituto de la casación fue reformado por la ley 553 de enero 13 de 2000,
sin embargo el trámite a seguir dentro del presente asunto debe sujetarse a lo previsto
en los artículos 218 y siguientes del decreto 2700 de 1991, reformado por la ley 81 de
1993, toda vez que se interpuso durante su vigencia.

2. En cuanto al desarrollo de la jurisprudencia, se ha dicho que es deber del


impugnante indicar si lo pretendido es fijar el alcance interpretativo de alguna
disposición, o la unificación de posiciones disímiles de la Corte, o el pronunciamiento
sobre un punto concreto que jurisprudencialmente no ha sido suficientemente
desarrollado, o la actualización de la doctrina, al tenor de las nuevas realidades fácticas
y jurídicas; y, además, la incidencia favorable de la pretensión doctrinaria frente al
caso y la ayuda que prestaría a la actividad judicial, por trazar derroteros de
interpretación con criterio de autoridad.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Casación Discrecional
FECHA : 15/03/2000
DECISION : No concede el recurso extraordinario de
casación
discrecional
DELITOS : Hurto entre condueños
PROCESO : 16789
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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IN DUBIO PRO REO-Técnica para alegarlo en casación/ MINISTERIO PUBLICO-
Concepto en casación
1. Afirma el actor que se desconoció el principio del "in dubio pro reo" art. 445 C.P.P.),
mediante una "violación indirecta por error de hecho".

Desde su inicio el cargo aparece equivocadamente formulado, pues la norma sustancial


violada sería (dado que la demanda ni siquiera se refiere al delito de porte ilegal de
armas por el cual fue también condenado el acusado) el artículo 268 del Código Penal,
modificado en cuanto a la pena por el art.6° Decreto 2790 de 1990, el cual tipifica el
delito de secuestro extorsivo materia de condena y de disenso por parte del actor. El
sentido de dicha violación -el cual asimismo calla el casacionista- sería la aplicación
indebida de tal artículo. El invocado artículo 445 del Código de Procedimiento Penal, de
prosperar la censura -es decir de demostrar el actor que mediante los errores
enrostrados al sentenciador éste dejó de reconocer la "duda" sobre la responsabilidad
del acusado-, la violación a la norma últimamente citada sería una obvia consecuencia
de aplicar indebidamente el referido artículo 269.

2. debe anotar la Sala que las "consideraciones iniciales" que hace la Delegada para
demostrar la carencia de técnica en la formulación de los cargos, le imponían como
consecuencia lógica, no entrar en seguida, y a pesar de tales observaciones, a
examinar de fondo cada reproche -como efectivamente lo hizo-, pues ello implica una
postura contradictoria, ya que con esta última tarea se está dando por sentado que la
censura está correctamente hecha.

Ante una postura similar del Ministerio Público, dijo esta Sala en sentencia de casación
de mayo 29 de 1997 y con ponencia del honorable magistrado doctor Dídimo Páez
Velandia:

"Razón lleva la Delegada en lo dicho a este respecto, pero se observa que tales
consideraciones son impertinentes en sede de casación, donde no es dable "seguirle el
juego" al casacionista antitécnico y, como si se tratara de una instancia, responderle
toda alegación que haga" (subrayas del original).

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Snetencia Casación
FECHA : 15/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte de armas de uso privativo de las F.M.,
Secuestro extorsivo
PROCESO : 14059
PUBLICADA : Si

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PARTE CIVIL-Interés para recurrir en caso de absolución


Es erróneo el planteamiento del defensor no recurrente en cuanto a que el apoderado
de la parte civil carece de interés para recurrir. El papel de tal sujeto procesal dentro
del proceso penal es buscar la indemnización de los daños y perjuicios ocasionados con
el hecho punible y naturalmente la sentencia condenatoria es un presupuesto para
lograrlo. En consecuencia, si el procesado es absuelto como sucede en el presente
caso, ello le impide el logro de la pretensión económica y por lo tanto está en todo su
derecho de impugnar el fallo, sin importar para nada la cuantía de los perjuicios.

133
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

La jurisprudencia de la Sala que cita el no recurrente se encarga de contradecirlo. "En


el caso presente con la sentencia absolutoria que favoreció a los implicados -dice uno
de los apartes que el defensor transcribe-, es claro que quedó cerrada la posibilidad del
resarcimiento de los perjuicios que buscaba la parte civil. Por consiguiente, es legítima
su impugnación si busca, por unos de los varios caminos que le brinda el recursos
extraordinario, conseguir que se case el fallo, pues con ello se le abre la oportunidad
de alcanzar los objetivos que se propuso cuando decidió constituirse formalmente
como sujeto procesal".

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 15/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Estafa, Tráfico de moneda falsa
PROCESO : 12070
PUBLICADA : Si

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ERROR EN LA CALIFICACION JURIDICA-Técnica para alegarla en casación


El error en la denominación jurídica de los hechos, cuando se encuentra comprometido
el nombre genérico bajo el cual se agrupan los distintos tipos penales dentro de un
mismo capítulo de la parte especial del Código Penal -como lo ha dicho la Corte y lo
rememora el censor-debe plantearse en casación con sustento en la causal 3ª del
artículo 220 del Código de Procedimiento Penal. La demostración de la irregularidad,
sin embargo, debe realizarse siguiendo los lineamientos técnicos de la causal 1ª. Esto
significa que si la equivocación sobre la adecuación legal de la conducta que condujo a
la aplicación indebida de una norma y a la consecuente falta de aplicación de otra, fue
producto de un desacertado juicio jurídico del juzgador, la censura debe partir de la
aceptación de los hechos declarados como probados en el fallo y el esfuerzo del
libelista debe concentrarse exclusivamente en las consecuencias jurídicas. Se trata de
las mismas exigencias que se demandan cuando se plantea violación directa de la ley
sustancial, vía que no admite discusión probatoria de ninguna naturaleza y que
lógicamente obliga al casacionista a admitir sin ninguna modificación el supuesto de
hecho tenido en cuenta por el fallador.

Ahora bien, si el error en la denominación jurídica se expresa como consecuencia de


defectos en la apreciación probatoria, la nulidad invocada debe fundamentarse en la
lógica de la violación indirecta de la ley sustancial.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 15/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 15130
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

ERROR EN LA CALIFICACION JURIDICA-Técnica para alegarla en casación


Al derivarse la eventual incompetencia de la equivocada denominación jurídica de la
infracción, no bastaría con presentar el cargo al amparo de la causal tercera de
casación, debiendo ser demostrado el yerro de conformidad con la técnica de la
primera, por lo cual ha de precisarse si la violación de la norma sustancial fue directa o
indirecta y, en este último evento, si se trató de error de hecho o de derecho y el falso
juicio determinante, así como su incidencia en la validez del proceso.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Auto Casación
FECHA : 16/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Tentativa de homicidio
PROCESO : 14466
PUBLICADA : Si

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ERROR EN LA CALIFICACION JURIDICA-Técnica para alegarla en casación


Cuando el fallador se equivoca al realizar el proceso de adecuación típica, calificando la
conducta con el nombre que corresponde a otro delito, se está ante un error de mérito
o in iudicando que, como tal, debe aducirse por la causal primera y corregirse dictando
fallo de sustitución. Pero puede acontecer que, por excepción, el vicio in iudicando
trascienda a la validez de la actuación, en forma tal que si se enmendara con
fundamento en la causal primera se generaría un nuevo dislate al no quedar la
sentencia en consonancia con la resolución de acusación, lo que ocurre cuando el
delito que erróneamente se imputa en el pliego de cargos y el que se ha debido
imputar corresponden a distinto capítulo. Pero como en este caso el desatino sigue
siendo de juicio, aunque debe denunciarse y remediarse con fundamento en la causal
tercera, es preciso desarrollarlo conforme a la técnica que gobierna la primera,
debiéndose, por ende, señalar la forma de quebrantamiento de la ley sustancial, si
directa o indirecta, y en el último evento, la naturaleza del yerro cometido, si de hecho
o de derecho, y el falso juicio que lo determinó (existencia, identidad, legalidad o
convicción), con indicación de las pruebas comprometidas y la trascendencia del
desacierto en las conclusiones del fallo, como lo ha sostenido la Sala*
__________
Ver, entre otras, casación 10.036, noviembre /97, M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez
Argote; 10055, diciembre/98, M.P. Dr. Fernando E. Arboleda Ripoll; y 10.761, julio 29/99,
M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda; 12064 noviembre 3/99 M.P. Dr. Fernando E. Arboleda
R.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Auto Casación
FECHA : 16/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 15014
PUBLICADA : Si

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135
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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NULIDAD-Técnica en casación/ AUDIENCIA DE CONCILIACION-Naturaleza del


instituto-Su omisión no conlleva resquebrajamiento de las formas propias del juicio
1. Debe la Sala nuevamente reiterar la jurisprudencia que ha venido pacífica y
constantemente sosteniendo desde antaño, en el sentido de que la posibilidad de
invocar nulidades en casación no puede confundirse con un ejercicio libre que termine
confundiendo la naturaleza rogada de este recurso con una obligada y oficiosa revisión
del proceso, pues no se trata simplemente de que, a través de un postulado
simplemente formal, el demandante se crea relevado de cumplir con la obligación
ineludible de demostrar cómo la presunta irregularidad denunciada menoscabó las
bases fundamentales de la investigación o el juzgamiento, o lesionó garantías
fundamentales de los sujetos procesales, como así lo impone para todos los casos del
numeral segundo del artículo 308 del Código de Procedimiento penal.

2. Concretamente en lo que respecta al contenido de la norma transcrita en


precedencia respecto del deber del Fiscal de convocar a las partes a audiencia de
conciliación en la resolución de apertura de la investigación, necesario resulta recordar
que los propósitos del legislador al introducir sustanciales modificaciones al Decreto
2.700 de 1.991 mediante la Ley 81 de 1.993, apuntaron a perfeccionar y solucionar los
inconvenientes que surgieron con la aplicación de la normatividad inicialmente citada,
pues no solo con ella se entraba en una fase de transición en materia procesal, puesto
que se pasaba de un sistema meramente inquisitivo a uno acusatorio o
"semiacusatorio" como se denominó en el Proyecto de Ley 205 de 1.992, presentado
por los doctores Andrés González Díaz y Gustavo de Greiff Restrepo, entonces Ministro
de Justicia y del Derecho y Fiscal General de la Nación, respectivamente, de entonces,
sino que "Para cumplir con el objetivo propuesto se siguieron orientaciones generales
como una mayor aproximación al sistema acusatorio; precisar algunas de las normas
que consolidan la política de sometimiento a la justicia y de cooperación con ella;
plantear nuevas alternativas tendientes a una mayor celeridad y eficacia de la acción
de la justicia y la plena garantía de los derechos fundamentales, siempre bajo la
concepción según la cual el derecho procesal es un medio para lograr la efectividad del
derecho material, tal como lo establece el artículo 228 de la Constitución Política",
sosteniéndose frente a instituciones como la conciliación y la indemnización integral
que con la finalidad de que la utilización del derecho penal solo sea viable en los casos
necesarios, "se propone la ampliación de la conciliación, como instrumento procesal
que tiende a limar las diferencias patrimoniales. Este mecanismo ha reportado grandes
beneficios en su aplicación en materia de delitos que admiten desistimiento y en las
contravenciones", razón por la cual, se consideró la posibilidad de extender este
mecanismo a los delitos de homicidio culposo y lesiones personales culposas en donde
no concurra ninguna circunstancia específica de agravación "y en los delitos contra el
patrimonio económico excepto el hurto calificado y la extorsión", toda vez, que "la
experiencia muestra que en este tipo de hechos punibles los particulares encuentran
mayor interés de extinguir la acción penal, cuando logran acordar el resarcimiento de
los perjuicios causados mediante el pago de una indemnización", además que con ello
se lograba una mayor celeridad y economía procesal, pues, en casos como los que son
objeto de regulación en los artículos 6º y 7º del referido Proyecto de Ley "resulta
inoficioso para el Estado poner en funcionamiento todo su andamiaje judicial cuando
están todos los presupuestos de arreglo directo entre los particulares" (Gaceta del
Congreso No. 140 del 4 de noviembre de 1.992).

Con esa misma finalidad, la de incrementar el catálogo de conductas penales


susceptibles respecto de las cuales es posible la extinción de la acción penal por esta
vía, se modificó también el artículo 33 del Decreto 2.700 de 1.991 en el sentido de
aumentar el catálogo de delitos que requieren de querella de parte y por tanto admiten
desistimiento, por manera que en el texto inicial de reforma al artículo 38 del Decreto
2700 de 1.991 (artículo 6º del Proyecto de Ley) mantuviera básicamente la misma
redacción pero incluyendo además, como delitos objeto de la diligencia de conciliación,
los relacionados en el artículo 39, aumentando a 200 salarios mínimos la cuantía de los
punibles contra el patrimonio económico frente a los cuales es viable la indemnización
integral con efectos de preclusión la investigación o cesación el procedimiento, pues en
el Estatuto Procesal vigente solo procedía respecto de aquellos que admitían
desistimiento, introduciéndose, además, en la reforma, un inciso tercero sobre la no
necesidad de llevar a cabo tal diligencia cuando el perjudicado "manifieste haber sido

136
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

indemnizado o haber estado de acuerdo con el monto propuesto por quien debe
indemnizar".

Sin embargo, en el informe para primer debate ante el Senado, los Senadores Darío
Londoño Cardona y Hugo Castro Borja, Ponentes del Proyecto de Ley, expusieron que
luego de consultadas algunas inquietudes con diversos funcionarios de la Rama Judicial
y grupos de expertos en la materia, se le hicieron algunas modificaciones a varios
artículos apuntando a "una mayor precisión jurídica, a un cabal acatamiento a los
preceptos constitucionales y a la identificación de un más real rigor conceptual como
es el que quienes dentro del proceso penal dirigen las etapas del sumario y el juicio
cuyo criterio auscultamos", señalándose respecto del artículo 6º del mismo que "su
redacción se hace más técnica conservando todo el sentido de la propuesta", siendo a
partir de ese momento que aparece dicha modificación, en los términos en que
finalmente fue aprobado el texto definitivo, sin que fuera objetado durante el posterior
trámite legislativo.

Colígese entonces de lo anterior, que el hecho de que en la referida norma se disponga


que "...En todos los casos, cuando no se hubiere hecho solicitud, en la resolución de
apertura de investigación, el funcionario señalará fecha y hora para la celebración de
audiencia de conciliación, que se llevará a cabo dentro de los diez (10) días siguientes",
no está significando que el propósito del legislador fuera establecer un requisito de
proseguibilidad de la actuación penal en los asuntos por los delitos allí señalados, pues,
de conformidad con las finalidades que se trazó la reforma legal, lo único que se buscó
fue lograr, de una manera más coherente, que se cumplieran los propósitos de justicia
material, efectividad de los derechos y ahorro de tiempo, evitando que el aparato
investigativo se desgaste de manera inoficiosa en los casos, en los que, las partes
pueden voluntariamente acordar el monto de los perjuicios extinguiendo la acción
penal.

Por ello, durante la etapa de la investigación previa, cuando la hubiese, las partes
tienen la iniciativa de finiquitar el asunto solicitando la audiencia de conciliación y
llegando a un acuerdo económico, por manera que si ello no sucede, corresponde al
Fiscal en la resolución de apertura de la investigación sugerir esa posibilidad a fin de
que, si a bien lo tienen sindicado y titulares de la acción civil, terminen el conflicto por
esta vía, pues no debe perderse de vista que lo que se pretende es evitar la dilación de
una investigación que bien puede acabarse por voluntad particular, siendo a tal punto
flexible la figura, que con el solo hecho de que el perjudicado manifieste haber sido
indemnizado o estar conforme con el monto propuesto por quien debe responder
patrimonialmente, es posible darle aplicación a este instituto para inhibirse de abrir
investigación, precluir la investigación o cesar procedimiento, según el caso.

En este sentido, este instrumento procesal lo que busca es darle cabida a mecanismos
que hagan alternativo el uso del derecho penal en asuntos que por su naturaleza,
pueden arreglarse por voluntad de los interesados, y si bien sería lo ideal que, como lo
prevé la norma en comento, así procediera el Fiscal en la resolución de apertura
cuando antes no ha mediado solicitud de parte, su omisión, no implica
resquebrajamiento de las formas propias de la instrucción o el Juzgamiento, pues en
principio, es la voluntad privada la que prevalece si se tiene en cuenta que la
oportunidad de los legitimados para elevar la solicitud de la mencionada audiencia de
conciliación, está dada "en cualquier tiempo", por manera que la oficiosidad autorizada
al funcionario judicial, solo pretende que si ello es posible, se de en los albores del
proceso, evitando así, actuaciones dilatadas en el tiempo que finalmente llegan a
iguales resultados.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 16/03/2000
DECISION : Desestima la demanda, no accede a la
solicitud de
casación oficiosa
DELITOS : Estafa
PROCESO : 12129
PUBLICADA : Si

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137
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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DEMANDA DE CASACION-Errores en la valoración probatoria: Técnica/ FALSO


JUICIO DE EXISTENCIA-Exigencias técnicas/ FALSO JUICIO DE IDENTIDAD-
Exigencias técnicas/ SANA CRITICA-Exigencias para alegar su vulneración
La jurisprudencia tiene establecido que cuando en sede de casación se aduce la
violación indirecta de la ley sustancial, por haber incurrido el juzgador en errores de
hecho en la apreciación probatoria, resulta indispensable que el actor concrete y
demuestre en su demanda la configuración de alguna de las hipótesis de desacierto
posibles de realización, como de igual modo es de su exclusivo resorte acreditar la
definitiva incidencia que tuvo el error en la declaración de justicia contenida en la parte
resolutiva del fallo, mediante el señalamiento preciso de la manera cómo la decisión
habría sido de sentido diverso de no haberse incurrido en el error probatorio que es
denunciado.

Es así como se tiene por sentado que si la finalidad es denunciar que el sentenciador
incurrió en falso juicio de existencia sobre determinada prueba, resulta indispensable
que se precise el medio de convicción que obrando válidamente en el proceso fue
ignorado en el fallo, indicando qué se acredita con él y cómo de haber sido apreciado
conforme las reglas de la sana crítica y de modo conjunto con los demás cuyo mérito
no se cuestiona, habría conducido a variar las conclusiones del pronunciamiento de
mérito. Con idéntico rigor ha de procederse si la finalidad del recurso es patentizar que
en su decisión, el juzgador supuso existente, sin estarlo, un medio de prueba cuya
apreciación determinó el proferimiento de la sentencia en el sentido que se combate.

Si de acuerdo con la realidad del proceso se opta por denunciar falsos juicios de
identidad, cuya realización consiste en la tergiversación, adición, o cercenamiento de
un medio de prueba por el juzgador al ponerlo a decir aquello que objetivamente no se
colige de su contexto, en la demanda se debe confrontar el contenido material de la
prueba con la especificación que de ella fue hecha en el fallo, a fin de destacar las
incoincidencias que se presentan entre la sentencia y el medio, y, de igual modo, es
indispensable demostrar la repercusión definitiva del yerro.

Sobre este último tema, ha sido dicho por la Corte que "La demostración de esta
trascendencia, asimismo, trae aparejado algún grado de complejidad, pues el rigor
técnico con que debe ser abordada, excluye la posibilidad de hacerlo con
subjetividades relacionadas con un criterio personal del actor sobre lo que habría
podido ser y no fue, toda vez que el fin de acreditar la transgresión de la ley por el
fallo, ha de mantenerse" (Auto. Cas. Sept. 14/99. M. P. Dr. ARBOLEDA RIPOLL).

Y si la postulación del recurso se afinca en la transgresión de las reglas de la sana


crítica como método de apreciación probatoria, compete al actor acreditar de qué
manera en la labor de asignación del mérito persuasivo a los medios de convicción
recaudados en el proceso, el juzgador se apartó de los principios que rigen la lógica, la
ciencia, la experiencia, o el sentido común.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Auto Casación
FECHA : 16/03/2000
DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas
de
defensa personal, Homicidio
PROCESO : 14164
PUBLICADA : Si

138
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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CASACION-Causal tercera: Exigencias técnicas/ CASACION-Grado de


credibilidad otorgado a los medios de convicción: No admite error atacable en
casación
1. La Sala ha sido reiterativa en considerar que la proposición de la causal tercera no
se encuentra exenta de la técnica que gobierna la casación, pues, por simple que se
presente en su enunciación legal, no es de libre formulación habida consideración de
que quien pretenda su reconocimiento debe fundamentar y acreditar la razón de su
tesis, es decir, además de su invocación ha de calificar su trascendencia, indicando la
clase de irregularidad sustancial y la manera como ella socava las bases de la
investigación o del juzgamiento, conculca el derecho de defensa o afecta las reglas de
competencia, correspondiéndole igualmente al censor señalar desde cuál momento
procesal es menester rehacer la actuación viciada, aspectos estos no acatados por el
demandante, lo que torna impróspera su pretensión.

2. Según el actor el vicio se origina en el grado de credibilidad que el juzgador le otorgó


a aquellos medios de convicción, olvidando que ante la práctica desaparición en
nuestro ordenamiento del sistema de tarifa legal para dar paso al de libre apreciación o
persuasión racional, un tal yerro no sería factible en la medida en que si no existe una
norma que predetermine el valor que debe dársele al medio de prueba, es imposible
hablar de que el juzgador no estimó la unidad de investigación en el grado de
credibilidad que le correspondía; es decir, por la ausencia de un parámetro contra el
cual se pueda confrontar la ponderación que en su convencimiento le otorga a una
prueba el juez, resulta imposible tachar de erróneo el grado de credibilidad que la
capacidad suasoria del medio forja en su mente después de un examen crítico y
racional.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 16/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Hurto agravado, Homicidio agravado
PROCESO : 10963
PUBLICADA : Si

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CASACION DISCRECIONAL-Sustentación
Según las reglas aplicables al presente caso, la casación excepcional exige como
requisitos que el recurso se haya interpuesto y sustentado debidamente dentro del
término de ejecutoria de la sentencia, es decir dentro de los 15 días siguientes a la
última notificación (art. 223 C. de P.P.). Y aunque lo primero tuvo ocurrencia, no
sucedió así con la exigencia de fundamentación. El recurrente no presentó ninguna,
por lo que resulta improcedente la concesión del recurso.

"La casación excepcional -dijo la Sala en otra oportunidad- fue instituida como
mecanismo de impugnación contra las sentencias de segunda instancia que
ordinariamente carecen de dicho recurso extraordinario. Pero su trámite está

139
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

condicionado a que la Corte lo acepte y sólo puede hacerlo cuando lo considere


necesario para el desarrollo de la jurisprudencia o la garantía de los derechos
fundamentales.

"Resulta insuficiente, entonces, sólo con invocarlo para que se conceda. Es deber de
quien lo solicita, dada la discrecionalidad de la Corte para aceptarlo, suministrar los
argumentos en los cuales fundamenta su petición. Es decir, manifestarle a la Sala las
razones por las cuales considera que el caso reviste importancia para el desarrollo de
la jurisprudencia, bien para darle una nueva orientación o para su unificación, o para la
garantía de los derechos fundamentales. E igualmente hacerlo en el momento
procesal oportuno, que no es otro que el término de ejecutoria del fallo". (Providencia
de octubre 8/97).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Casación Discrecional
FECHA : 16/03/2000
DECISION : No concede el recurso
DELITOS : Deserción
PROCESO : 16692
PUBLICADA : Si

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CASACION DISCRECIONAL-La ley 553 de 2000 unificó el trámite de la casación


en su modalidad tradicional y excepcional/ CASACION DISCRECIONAL-
Requisitos/ TIPO PENAL-Teoría de los elementos negativos
1. Interpuesta como fue la casación discrecional antes del 16 de enero del año en
curso, fecha en que entró a regir la Ley 553 y conforme a lo dispuesto por el artículo
18 transitorio de la misma, el trámite a observar en este caso será aquél que
corresponde a la regulación derogada, esto es, que de merecer positiva respuesta su
admisión ameritaría el regreso del expediente al Tribunal de origen a efecto de que se
presente la demanda, se surtan los traslados etc., a diferencia del procedimiento ahora
vigente que en tal aspecto ha unificado la casación en su modalidad tradicional y
excepcional, imponiéndose así la presentación de la demanda dentro de los 30 días
siguientes a la ejecutoria de la sentencia y el estudio sobre su admisibilidad atendiendo
a los requisitos que le son propios dado su exceptivo carácter y aquellos comunes
previstos por el artículo 225 del Código de Procedimiento Penal (modificado por el
artículo 8 de la referida Ley 553).

2. Así, en tanto que la protección de derechos fundamentales exige concretamente


precisar el origen de la violación y su incidencia en el fallo, tratándose del desarrollo de
la jurisprudencia específicamente debe determinarse el tema respecto del cual se
impone que la Sala fije un criterio interpretativo bien porque en desarrollo de su
doctrina no lo ha abordado o existe la necesidad de retomarlo en razón a
modificaciones legislativas, o porque definitivamente existen posturas encontradas que
no se logran conciliar.

3. La teoría de los elementos negativos del tipo que, como se sabe, surgió en crítica a
la concepción de los tipos abiertos, de acuerdo con ella, la descripción legal debe
abarcar además de las circunstancias "típicas" del delito, todas aquellas que afecten la
antijuridicidad, o lo que es igual, que el tipo penal contiene además de la abstracta
descripción de una conducta lesiva de bienes jurídicos, el concreto juicio de reproche
sobre ella, de donde si se encuentra amparada por una circunstancia excluyente de
desvalor, ella sería atípica.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Casación Discrecional
FECHA : 16/03/2000
DECISION : Inadmite el recurso de casación discrecional

140
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DELITOS : Deserción
PROCESO : 16208
PUBLICADA : Si

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DEMANDA DE CASACION-Requisitos formales


El trámite del recurso de casación corresponde a un sistema rogado y de carácter
dispositivo; por consiguiente, al actor le competen varias tareas, especialmente las
siguientes:

-Relacionar, de manera detallada, las normas que estima violadas, sobre todo las que
resultan afectadas finalmente, vale decir, las sustantivas.
- Indicar, también minuciosamente, el cómo y el por qué de su apreciación.
-Señalar con suficiencia la prueba de la existencia del error o de los errores que predica
de la sentencia.
-Precisar la trascendencia del yerro en la sentencia.
-Acreditar que de no haber sido por la falla judicial, la decisión habría sido
sustancialmente diversa.

Si no se cumplen estos pasos básicos, el recurso está llamado a fracasar porque a la


Corte le está vedado suponer o inquirir por el alcance del cargo planteado por el
censor, respecto de cada una de las disposiciones invocadas como violadas.

Lo anterior emana en esencia del artículo 225 del Código de Procedimiento Penal, que
establece como requisitos formales de la demanda de casación, la identificación de los
sujetos procesales y de la sentencia impugnada; la síntesis de los hechos juzgados y de
la actuación procesal; el señalamiento de la causal que se aduce para pedir la
revocatoria del fallo, con indicación clara y precisa de los fundamentos de ella; la cita
de las normas que se consideran infringidas; y, además, la expresión de las varias
causales y sus fundamentos, en capítulos separados, con proposición subsidiaria de los
cargos que sean excluyentes.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Auto Casación
FECHA : 16/03/2000
DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Homicidio agravado
PROCESO : 14417
PUBLICADA : Si

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DERECHO DE DEFENSA-Defensa técnica, defensa material/ COPIAS-El derecho


a la obtención de las mismas no es gratuito/ DEFENSA TECNICA-Inactividad
contenciosa como estrategia defensiva
1. Constitucionalmente, esto no se discute, el procesado cuenta con la garantía de
defensa, entendida la misma en su doble contenido de defensa técnica y material. La
primera está constituida por el derecho a contar durante todo el proceso con la
asistencia de un abogado inscrito que le brinde una asesoría profesional. La segunda,
que no puede suplir a la anterior así el sindicado posea conocimientos jurídicos, es la
que éste asume directamente en su calidad de sujeto procesal con iguales facultades

141
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

que las de su defensor, excluyendo la sustentación de la casación como lo prescribe el


artículo 137 del Código de Procedimiento Penal.

2. El 2º inciso del parágrafo del artículo 131 del Código de Procedimiento Penal
consigna el derecho de las partes a la obtención de copias de la actuación, pero no
gratuitamente sino a su costa y en tal medida la Fiscalía no incurrió en la irregularidad
que le atribuye la defensa.

Así las cosas, si el procesado no obtuvo el duplicado del proceso fue porque omitió
cumplir con la condición del pago de las copias y bajo tales circunstancias es
inadmisible sostener, como lo hace el censor, que se le impidió el acceso al expediente
y que se le conculcó el derecho de contradicción. Podía perfectamente haber
solicitado una vista del expediente si en realidad carecía de recursos económicos para
cancelar las copias, como lo adujo el Procurador.

3. Si se tiene en cuenta que el ejercicio de la defensa no necesariamente se cumple a


través de actos positivos dentro del proceso, la fórmula del censor según la cual
inactividad es igual a ausencia de defensa no tiene cabida. Es perfectamente viable el
desarrollo de una excelente defensa sin que el abogado tenga necesidad de estar
formulando peticiones al funcionario judicial. Las conversaciones con el imputado
anteriores a la indagatoria, la estrategia que convienen, las constataciones que hace el
abogado previamente a decidir si solicita o no la práctica de una prueba, la evaluación
que de conjunto realizan sobre la posibilidad de intentar la terminación anticipada del
proceso, la contemplación de indemnizar los perjuicios para lograr los beneficios
legales establecidos, son, entre otras, actividades de defensa que no trascienden
documentalmente al expediente y que sin embargo constituyen una expresión
trascendental del ejercicio del derecho.

Que el procesado cuente formalmente con abogado, entonces, permite inferir que
entre los dos tienen ocurrencia una serie de actividades orientadas a determinar las
estrategias defensivas y respecto de las cuales el Estado no tiene ningún derecho de
intervención. Lo que sucede en sus comunicaciones privadas es de su ámbito y
resultaría absurdo plantear que todo lo que en la relación procesado-defensor tenga
ocurrencia deba constar en el proceso como única fórmula para establecer lo que en
realidad hizo el abogado.

Así las cosas, a partir de la sola circunstancia de que el defensor no haya solicitado
pruebas, interpuesto recursos, alegado de conclusión o hecho cualquier otra petición
dentro del proceso, no puede concluirse -como lo hace el casacionista-que la defensa
técnica resultó conculcada. Esa no constatación procesal de actividad del abogado por
sí misma no traduce la afectación de la garantía de defensa, la cual puede surgir del
completo abandono en el que el defensor haya dejado a su representado. Esto
significa que cuando el profesional ha estado vigilante del proceso, ha estado
supervisándolo, su inactividad procesal en manera alguna es falta de defensa sino
táctica defensiva.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 17/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte ilegal de
armas
PROCESO : 11638
PUBLICADA : Si

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IMPEDIMENTO-Acción de revisión: Causal sexta


Cuando a través de la acción de revisión se pretende remover la autoridad de la casa
juzgada y por ende la absolución del mencionado señor, sin duda el impedimento del
Honorable Magistrado, que en aquel tiempo ocupaba el cargo de Procurador Delegado

142
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

y en ejercicio de sus funciones de Ministerio Publico rindió concepto en el mismo


proceso, continua en plena vigencia.

Como la causal de inhibición invocada por el Honorable Magistrado se encuentra


expresamente prevista en el numeral 6º del artículo 103 del Código de Procedimiento
Penal, la Sala admitirá su manifestación, debiendo declararlo separado de este asunto.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Acción Revisión -Impedimento


FECHA : 17/03/2000
DECISION : Acepta el impedimento manifestado por el
Dr.
Galvez Argote
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 15573
PUBLICADA : No

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LIBERTAD PROVISIONAL-Causal quinta: Dilaciones injustificadas-Criterios de


razonabilidad para su determinación
1.-El inciso 2° del numeral 5° del artículo 415 del Código de Procedimiento Penal señala
que en tratándose del vencimiento del término de los 6 meses contados a partir de la
ejecutoria de la resolución de acusación sin que se haya celebrado la correspondiente
audiencia pública, no habrá lugar a la libertad provisional en los dos siguientes casos:

a.-Cuando la audiencia se hubiere iniciado. Así esta se encuentre suspendida por


cualquier causa.

b.-Cuando habiéndose fijado fecha para la celebración de la misma, no se hubiere


podido realizar por causa atribuible al sindicado o a su defensor.

2.-Respecto del primer supuesto la Corte Constitucional mediante sentencia C-846 del
27 de octubre de 1999 señaló que "la iniciación de la audiencia pública, no interrumpe
el término establecido en el primer inciso del numeral 5° del artículo 415 del C.P.P para
acceder a la libertad provisional, es decir, que una vez iniciada la audiencia, si ésta no
culmina dentro del término de seis meses contados a partir de la resolución de
acusación, el procesado tendrá derecho a obtener la libertad provisional con
fundamento en la norma citada.

"De igual forma, la exequibilidad del aparte analizado, también debe estar
condicionada al entendido de que la causal por la cual se ordena la suspensión de la
audiencia debe ser razonable, estar plenamente justificada y el término de duración
debe ser el mínimo que las circunstancias lo ameriten" (folio 13 del fallo citado).

3.-Respecto de la segunda hipótesis exceptiva a la concesión del beneficio de la


libertad provisional, esta se declaró exequible sin que en el juicio de constitucionalidad
se haya establecido alguna condición especial de interpretación que lo haga
constitucional.

Decidido por la Corte Constitucional que ese evento es plenamente exequible, sin
condición alguna, entonces corresponde al Juez competente en cada proceso penal
concreto la evaluación sobre la causa por la que la celebración de la audiencia no se
haya podido llevar a cabo y si la misma es "atribuible al sindicado o a su defensor".

4. Lo prevalente es que el Estado administrador de justicia no haya dejado el proceso


abandonado a su propia suerte ni haya expuesto a irrazonable prolongación de la
privación de la libertad al acusado.

143
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

El acceso oportuno a la administración de justicia y la protección de la libertad frente a


las dilaciones injustificadas se desdobla en diversas consideraciones tanto objetivas
como subjetivas a las que debe acudir el Juez en cada caso concreto confrontando y
aplicando criterios de razonabilidad tales como la extensión temporal del período o
períodos de interrupción del trámite procesal, la apreciación axiológica del motivo, que
va desde la malicia hasta la falta de diligencia o la imprudencia, el cumplimiento de las
cargas probatorias respecto del carácter grave o irresistible de una petición de
aplazamiento, o las condiciones que den a un particular evento una connotación
especial

También habrá de considerarse cómo un aplazamiento injustificado repercute en toda


la planificación preordenada por los Juzgados, introduce distractivos en la gestión y
origina una distorsión en cadena que a veces se convierte en causa futura de sucesivos
retardos. Y que en otras oportunidades no desvincula a la judicatura del cumplimiento
de sus deberes de dirección y ordenación del proceso.

Por eso el análisis sobre la trascendencia de la causa atribuible al procesado o al


defensor no es válido llevarlo a cabo como si cada aplazamiento fuere un episodio
descontextualizado suficientemente explicativo en sí mismo de cualquier retardo,
menos aún como si una conducta negligente del defensor o del procesado autoricen a
paralizar la actuación.

Ese es el norte que rige la apreciación de la causal de excarcelación y de sus


excepciones y de él no se puede apartar la autoridad judicial.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Segunda Instancia


FECHA : 21/03/2000
DECISION : Confirma el auto del 24-11-99 que nego la
libertad
provisional
PROCESO : 16981
PUBLICADA : Si

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VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Aceptación de los hechos y su prueba


Como lo tienen dicho jurisprudencia y doctrina, cuando de violación directa se trata
(cuerpo 1º. Art. 220-1 C.P.P.), impera para el demandante en casación aceptar los
hechos tal como fueron asumidos y evaluados por el fallador, ya que si el censor se
adentra en disentir de la manera como el fallador de segunda instancia apreció las
pruebas, se desvía a otro motivo de casación, como es la violación indirecta, prevista
en el cuerpo 2º de la citada norma.

MAGISTRADO PONENTE: DR. EDGAR LOMBANA TRUJILLO

Sentencia Casación
FECHA : 21/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal
PROCESO : 12001
PUBLICADA : Si

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144
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MEDIDA DE ASEGURAMIENTO-Requisitos: Concepto de "indicio grave"/


DERECHO A LA INTIMIDAD-Grabaciones magnetofónicas/ CONCUSION-Delito
permanente: La conducta se mantiene en el tiempo mientras la víctima está bajo el
dominio de la voluntad del servidor público/ LIBERTAD PROVISIONAL-Causal
primera/ DETENCION-Parlamentarios: Suspensión en el cargo
1. El artículo 388 del Código de Procedimiento Penal establece que son procedentes las
medidas de aseguramiento para los imputables, cuando en su contra resulte por lo
menos un indicio grave de responsabilidad con base en las pruebas legalmente
producidas en el proceso.

El término "indicio grave" alude al grado de compromiso penal del procesado frente a
los hechos objeto de investigación. Tal indicio debe llevar al funcionario judicial al grado
mental de probabilidad de que el imputado obró en desacuerdo con la ley penal.

2. No está de más agregar que si bien este medio de prueba no fue ordenado por el
funcionario judicial correspondiente, sin embargo, el mismo no se produjo en forma
irregular, toda vez que la denunciante para poder poner en conocimiento de la justicia
y demostrar la veracidad de sus asertos, necesitaba de un elemento de juicio, finalidad
para la cual gozaba de libertad para grabar sus propias conversaciones telefónicas, lo
que descarta cualquier vicio de ilegalidad o ilicitud.

En efecto, el artículo 15 de la C. P. tutela, como una manifestación del derecho a la


dignidad, a la libertad y autonomía individuales, a la intimidad y al libre desarrollo de la
personalidad, el secreto de las comunicaciones, que supone el amparo al derecho
fundamental de comunicarse con otra persona, en cualquier forma, libre de
intromisiones extrañas.

Es decir, se protege a los comunicantes frente a cualquier injerencia de terceros en ese


ámbito de libertad.

Pero esta garantía no es absoluta, por lo que la propia Carta estableció que puede ser
objeto de intromisiones, mediante orden judicial, en los casos y con las formalidad que
establezca la ley (artículo 351 del C. de P. Penal).

Como lo que se prohibe es la injerencia de terceros, no es ilícito, como norma


general, el registro del contenido del mensaje (telefónico, vía telefax, telegráfico, etc.)
por quien lo envía o por su destinatario pues, como lo ha sostenido la Sala, lo que
sanciona el artículo 288 del Código Penal es la sustracción, extravío, interceptación,
enteramiento, etc., de una comunicación privada dirigida a otra persona, conducta que
se agrava cuando se revela su contenido o se emplea en provecho propio o ajeno o con
perjuicio de otro.

Ha dicho la Sala:

"De la norma anteriormente citada, se deduce inequívocamente que el sujeto activo de


la infracción, debe ser distinto de aquellos que dirigen la correspondencia y de su
destinatario. Ello, por cuanto resulta de simple sentido común que quien crea el
documento o papel privado y quien lo recibe (destinatario) son los únicos que pueden
decidir su divulgación. La norma sanciona a quien sustraiga, oculte, extravíe, destruya,
intercepte, controle o impida una comunicación privada o se entere de su contenido,
desde luego sin autorización de autoridad competente, cuando el remitente y el
destinatario desean que el contenido deba permanecer en reserva. Pero, cuando uno y
otro dan a la publicidad o por lo menos ponen su contenido en conocimiento de otras
personas, éstas de modo alguno incurren en el ilícito previsto en la norma comentada,
salvo que se les haya confiado con el carácter de reservado.

"Lo mismo ocurre respecto de las grabaciones magnetofónicas, es decir, que nadie
puede sustraer, ocultar, extraviar, o destruir una cinta magnetofónica o interceptar o
impedir una comunicación telefónica, sin autorización de autoridad competente. Pero,
cuando una persona, como en el caso concreto, es víctima de un hecho punible y
valiéndose de los adelantos científicos, procede a preconstituir la prueba del delito,

145
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

para ello de modo alguno necesita autorización de autoridad competente,


precisamente porque con base en ese documento puede promover las acciones
pertinentes. Esto por cuanto quien graba es el destinatario de la llamada.

"Y es que no puede predicarse ilicitud en la conducta de quien acude a los cuerpos
secretos y de seguridad en busca de protección y descubrimiento de quienes por vía
telegráfica (cartas o mensajes) o telefónica son víctimas de delincuentes que
pretenden extorsionar o chantajear a un ciudadano, bien sea entregándoles los escritos
recibidos o demandando la intercepción de sus propias líneas telefónicas para la
ubicación del sitio de donde provienen. Tal actitud, no requiere de autorización de
autoridad competente... "*
En consecuencia, no hay impedimento, como norma general, para grabar la propia voz,
o la propia imagen o para interceptar mediante grabación magnetofónica, o hacer que
se intercepten por la autoridad administrativa las propias líneas telefónicas, así queden
adicionalmente impresas voces o imágenes ajenas, máxime "si se tiene en cuenta que
quien así actúa es precisamente el afectado con la conducta ilícita, y, por ende,
eventualmente vulneradora de sus derechos fundamentales, por lo que su proceder se
constituye en un natural reflejo defensivo".

"Por ello conviene advertir que cuando no se trate de grabar la propia voz, o recoger
documentalmente la propia imagen, ni de interceptar la línea telefónica que se tiene,
sino de registrar comunicaciones o imágenes privadas de otras personas, es necesario
que se obre en cumplimiento de una orden emanada de autoridad judicial competente,
en cuanto ello implica invadir la órbita de intimidad personal ajena, también protegida
como derecho constitucional fundamental (art. 15)"** .

Por otra parte, tales registros históricos, entre los cuales las grabaciones
magnetofónicas, constituyen una de las especies del documento privado y resultan
aptos como medio de prueba, al tenor de lo preceptuado por los artículos 225 del C. P.,
y 251 del C. de P. Penal, cuyo valor dependerá de su autenticidad, aducción, publicidad
y controversia procesal.

3. Por otra parte, se observa que las cuotas indebidas no fueron consignadas a la vez,
sino en varias oportunidades, separadas en el tiempo, lo que podría llevar a pensar que
se está en presencia de un concurso homogéneo. Sin embargo, si consideramos que la
exigencia sólo se manifestó expresamente una vez y que el proceso ejecutivo del
constreñimiento resultante de la misma permaneció mientras la víctima estuvo bajo el
dominio de la voluntad del servidor público, se deberá concluir que se está en
presencia de un delito único de concusión.

4. No procede la excarcelación del procesado con fundamento en el numeral 1° del


artículo 415 del C. de P.P., por cuanto que el artículo 417 de la obra citada exige que en
este caso se cumplan todos los requisitos para acceder a la condena de ejecución
condicional. Tales condiciones no se llenan en este asunto, por cuanto la posición del
procesado como integrante de una de las ramas del poder público, la naturaleza del
hecho, que comporta la afectación de la moralidad, dignidad, pulcritud y transparencia
de la administración pública, así como el menoscabo, en forma grave, del derecho a
disponer de la totalidad del salario, llevan a la Sala a suponer que el procesado
requiere tratamiento penitenciario, lo que impide la concesión de la libertad
provisional.

5. De otra parte, la detención domiciliaria se cumplirá, inmediatamente, sin que para


ello haya necesidad de que previamente el parlamentario sea suspendido en el
ejercicio de su cargo, al tenor del inciso 4° del art. 399 del C. de P. Penal, pues como lo
ha reiterado la Sala, las actividades que lo vinculan con la administración no sufrirán
mengua "en la medida en que son ellas de la competencia de un órgano colegiado que
bien puede continuar su funcionamiento en su ausencia, y en tanto se prevén los
mecanismo para su reemplazo..." .

Sin embargo, se informará a la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de


Representantes, a través de su Presidente, que el doctor (...) queda sometido a la
medida de aseguramiento de detención domiciliaria, que se cumplirá de manera
inmediata, y se le solicitará que proceda a suspenderlo en el ejercicio del cargo para
los fines administrativos pertinentes.
_________
* Casación del 16 de marzo de 1988. M.P. Dr. Lisandro Martínez Zúñiga
**Única Instancia N° 9579, sentencia del 22 de octubre de 1996. M. P. Dr. Fernando E.
Arboleda Ripoll.

146
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Unica Instancia
FECHA : 22/03/2000
DECISION : Decreta medida de aseguramiento
DELITOS : Concusión
PROCESO : 10656
PUBLICADA : No
PROVIDENECIA : EN RESERVA

*******************************

IMPEDIMENTO Y RECUSACION-Diferencias en su trámite/ IMPEDIMENTO Y


RECUSACION-La solicitud de impedimento formulada por una de las partes no
puede tramitarse como recusación/ IMPEDIMENTO-Opinión sobre el caso: Sólo
es impeditiva la expresada fuera de la labor judicial frente al asunto concreto
1. Las disposiciones procesales que establecen los motivos por los cuales un
funcionario debe separarse del conocimiento de determinado asunto, se fundan en la
necesidad de preservar la imparcialidad e independencia de los administradores de
justicia, a fin de que sus decisiones solo estén sometidas al imperio de la ley, y, por
tanto, sean expedidas libres de toda presión y sospecha de parcialidad.

Para preservar esta garantía de independencia, autonomía e imparcialidad, a que se


refieren los artículos 228 y 230 de la Carta Política, la ley procesal (art. 103 del C. de P.
P., modificado por el artículo 15 de la Ley 81 de 1993) ha estatuido taxativos motivos
de impedimento y recusación a fin de que voluntariamente, o por intervención de una
de las partes, el juez se separe del conocimiento de un concreto asunto a su cargo.

No obstante que las causales para una y otra eventualidad son las mismas, sea que el
funcionario motu proprio se declare impedido, o que no lo haga y se le recuse por una
de las partes, la forma de perseguir la separación del administrador de justicia del
conocimiento de un concreto asunto, es distinta, dado que mientras la obligación del
funcionario de declararse impedido es perentoria cuando advierta la configuración de
uno o varios de los motivos de inhibición establecidos por la ley de rito, a las
partes compete presentar la recusación señalando de modo expreso el fundamento
fáctico, la correspondencia con el motivo de separación del proceso definido en la ley,
y aportar las pruebas de respaldo, cuando ello fuere posible.

La distorsión se presenta cuando, pretendiendo eludir eventuales responsabilidades y


sanciones establecidas para el recusante temerario, en muestra de deslealtad procesal
una de las partes pretende suscitar la excusa del funcionario para el conocimiento del
asunto a través de la solicitud, invitación o sugerencia de que se declare impedido, ya
que la manifestación de impedimento corresponde al fuero interno del servidor público,
siendo de su exclusivo resorte la valoración de la situación personal que enfrenta en
orden a la adopción de las decisiones que estime pertinentes.

De ahí que ante la solicitud de impedimento presentada en anterior oportunidad por el


defensor en esta actuación, la Sala hubiere optado -con apego irrestricto a la
intelección del instituto en doctrina sentada de antiguo por la jurisprudencia en torno al
tema y cuya regulación normativa preconstitucional no ha sido modificada en lo
sustancial con posterioridad a la puesta en vigencia de la nueva Carta Política-, por
abstenerse de disponer su trámite, pues por provenir de una de las partes en la
actuación, si ésta considera configurado alguno de los motivos de inhibición previstos
por la ley de rito, es su deber formular la recusación de modo expreso y someterse a
las eventuales consecuencias que podría acarrearle de proceder con temeridad,
conforme ha sido establecido por la Corte Constitucional al advertir que "si se alega
una causal objetiva de recusación y no se puede probar, es claro que desaparece la
presunción de inocencia (art. 29 CP) y el principio de la buena fe (art. 83 idem), surge
una presunción de que el deseo del recusante fue dilatar el proceso, atentando así
contra la celeridad y eficacia de los procesos, en los que están interesados tanto el

147
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

interés privado de la contraparte como el interés general de la sociedad y el Estado


(art. 2 CP). Dicha presunción admite desde luego prueba en contrario. En otras
palabras, el ejercicio abusivo o de mala fe de lo que en principio era un derecho
-recusar-, se vuelve contra el recusante para efectos de sancionarlo, como quiera que
afecta otros derechos de terceros o derechos generales de la comunidad" (Corte
Constitucional, Sentencia C-390 de 16 de septiembre de 1993. M.P. Dr. ALEJANDRO
MARTINEZ CABALLERO).

2.- Entre los factores de excusa para conocer de la actuación, la ley ha previsto en el
ordinal 4º del artículo 113 del C. de P. P., aludido por el recusante, "Que el funcionario
judicial...haya dado consejo o manifestado su opinión sobre el asunto materia del
proceso" (se destaca).

Sobre el particular ha dicho la Corte:

"No toda opinión, así esta tenga algunos nexos con cuestiones que posteriormente
atraen el examen judicial, puede implicar una anticipada visión del asunto o una
apreciación que reste libertad de análisis".

"Es necesario que entre uno y otro asunto existan nexos sustanciales y no de simple
afinidad. Sólo mediando este requisito puede invocarse el impedimento, ya que en
condiciones tales se evidencia una comunidad de hechos, sobre los cuales, o al menos
en algunos de sus elementos de mayor esencialidad, se ha producido una
interpretación que puede dirigir el juicio sobre los temas que restan de los mismos, o
que, al menos, colocan al juez o magistrado en una circunstancia difícil para cambiar
de opinión..." (Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación penal, auto de 5 de mayo
de 1985. Magistrado Ponente Dr. GUSTAVO GOMEZ VELASQUEZ).

No trata, entonces, el motivo de excusación aludido por el recusante, de cualquier


concepto, opinión, o comentario hecho en relación con algún tema jurídico que pueda
ser tratado en el asunto sometido a consideración del funcionario, o de haber expuesto
una opinión general y abstracta desconectada por completo de un proceso concreto a
su cargo, pues es bien sabido que los motivos de separación son taxativos, y respecto
de ellos no cabe analogía ninguna, sino de haber emitido concepto, por fuera del
proceso identificado e identificable, sobre el específico caso que debe decidir de
manera oficial.

Además, resulta un contrasentido exponer como motivo de inhibición de un


determinado asunto judicial, el haber emitido opinión o concepto en el proceso de
formación normativa, dado que la propia Carta Política (art. 156) otorga iniciativa
legislativa a las Altas Corporaciones Judiciales, el Consejo Nacional Electoral, el
Procurador General de la Nación y el Contralor General de la República; e iniciativa
constituyente al Consejo de Estado (art. 237-4), máxime si se toma en cuenta que las
disposiciones constitucionales y legales son, por esencia, generales, impersonales y
abstractas, lo que impide afirmar que el interviniente en el trámite de su expedición
pudiere haber perseguido un fin particular y concreto, menos aún, tratándose de una
decisión colegiada -que, como es elemental, no depende de la voluntad de un solo
hombre- y ajena al organismo o funcionario autor de la iniciativa.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Extradición
PAIS REQUIRENTE : Estados Unidos de América
FECHA : 22/03/2000
DECISION : Declara infundada la recusación planteada
por el
defensor, continua trámite
PROCESO : 16720
PUBLICADA : Si

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148
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

PARTE CIVIL-Interés para recurrir cuando se pretende la revocación del


reconocimiento de la ira
Es premisa fundamental de la alegación que el procesado fue condenado en la
sentencia de primera instancia por el delito de homicidio simplemente voluntario y en
tal virtud, se le señaló una pena y una obligación indemnizatoria determinadas y que
en el fallo del Tribunal la condena se mantuvo por el referido delito, pero con el
reconocimiento de la atenuante de la ira prevista en el artículo 60 del C.P., lo que
implicó una rebja en la pena y en la obligación indemnizatoria, quedando esta reducida
en total al equivalente a dos mil (2.000) gramos oro. La revocación que por vía
casacional procura la representación de la parte civil, apunta a la condena en los
términos del fallo a quo porque ello mejoraría su expectativa monetaria.

Pues bien; indudable que aún siendo condenatoria la sentencia impugnada, el derecho
pretendido por la parte civil sufrió mengua, que por su cuantía -la diferencia entre lo
decretado en los fallos de instancias- no le permitía impugnar en forma exclusiva por
el aspecto civil, por lo que al caso no resultaba imperativo acudir al artículo 221 del C.
de P.P.; tenía que hacerlo por el aspecto penal.

MAGISTRADO PONENTE: DR. MARIO MANTILLA NOUGUES

Auto Casación
FECHA : 22/03/2000
DECISION : Rechaza in límine la demanda y declara
desierto el recurso
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 15008
PUBLICADA : Si

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CASACION-Indemnización de perjuicios: Así se invoque una causal de nulidad, la


demanda puede apoyarse en la normatividad civil/ TERCERO CIVILMENTE
RESPONSABLE-Vinculación: Notificación personal del auto que lo dispone;
aplicación de los artículos 318 y 320 del C. de P.C./ TERCERO CIVILMENTE
RESPONSABLE-Nulidad por tardía vinculación
1. No le asiste razón al Procurador cuando señala que el censor ha debido fundamentar
la demanda en las normas de casación del Procedimiento Penal. El artículo 221 de tal
estatuto señala que se debe acudir a las causales y a la cuantía para impugnar del
procedimiento civil, cuando la demanda tenga por objeto "únicamente lo referente a la
indemnización de perjuicios decretados en la sentencia condenatoria". Es lo que
sucede en el caso examinado en donde el tercero responsable tiene como pretensión el
que se deje sin vigor la orden judicial de que responda solidariamente con los
procesados por el pago de los perjuicios ocasionados con el hecho punible, apoyándose
en la circunstancia de que no fue debidamente vinculado al proceso, lo que sin duda
alguna no constituye una censura del contenido penal del fallo sino de la cuestión
indemnizatoria.

Así las cosas, al apoyarse el censor en las normas que rigen la casación y el fenómeno
de la nulidad en el Procedimiento Civil lo único que hizo fue actuar de conformidad con
el artículo 221 anotado. Debe resaltar la Corte, no obstante, como lo ha señalado en
diferentes oportunidades, que si a pesar del deber de acudir a la normatividad civil el
casacionista fundamenta la demanda en las normas del Procedimiento Penal, la
circunstancia no constituye un error técnico trascendental siempre y cuando la
respectiva causal coincida en su contenido en ambas codificaciones.

El impugnante contaba con interés para recurrir si se tiene en cuenta que los 3.600
gramos oro en los que se valoraron los perjuicios materiales y morales causados con el
delito, superaban con amplitud la cuantía para recurrir que regía en el proceso civil
para el momento en el cual se dictó el fallo del Tribunal objeto de la casación.

149
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

2. "El segundo inciso del artículo 44 del Código de Procedimiento Penal -dijo
recientemente la Sala con Ponencia de quien aquí ejerce el mismo papel-* establece
que los llamados a responder de acuerdo con la ley sustancial, como es el caso del
tercero civilmente responsable, deben ser notificados personalmente del auto
admisorio de la demanda. Eso significa que para la vinculación al proceso de dicho
sujeto procesal no basta el proferimiento de la decisión ordenándola, sino que se hace
indispensable notificársela en la forma anotada. A partir de que esto último suceda
adquiere la calidad de parte y naturalmente puede intervenir en el proceso para ejercer
el derecho de controversia.

"Si la ley impone la notificación personal al tercero vinculado, eso significa que el
funcionario judicial debe proceder a citarlo a través de un medio expedito para el fin
indicado en el artículo 189 del Código de Procedimiento Penal. Obviamente a condición
de que su dirección sea conocida. Y si citada la persona se niega a concurrir
impidiendo de tal manera la notificación personal, el mecanismo supletorio de ésta -a
falta de norma en el Código de Procedimiento Penal que lo consagre-es, por virtud del
principio de integración, el previsto en el artículo 320 del Código de Procedimiento
Civil. Y se aplicará el 318 del mismo Código en el evento señalado en el primer inciso
de la norma, es decir cuando el interesado en la notificación personal exprese "...que
ignora la habitación y el lugar de trabajo de quien debe ser notificado personalmente y
que éste no figura en el directorio telefónico, o que se encuentra ausente y no conoce
su paradero...".

"En los dos casos la vinculación del tercero responsable finalmente se logra, si no
concurre a la notificación personal, con la designación de un abogado de oficio para
que lo represente y con quien quedan garantizados sus derechos de parte.

"Está de acuerdo la Sala con la idea de que la notificación por estado no suple la
personal dispuesta por la ley para la vinculación del tercero. Aunque el artículo 190 del
Código de Procedimiento Penal establece la notificación por estado en aquellos casos
en que no fuere posible la notificación personal, dicha hipótesis opera frente a los
sujetos procesales y es claro que para el momento que se examina dicha calidad
todavía no ha sido adquirida por la persona natural o jurídica cuya vinculación al
proceso ha sido ordenada"

3. La introducción de dicho poder al proceso, constitutiva sin duda de notificación por


conducta concluyente, le dio el carácter de sujeto procesal a la firma, debiendo
concluirse que a partir de tal momento quedó legalmente vinculada al proceso, aunque
tardíamente si se tiene en cuenta -como lo ha sostenido la Corte en diferentes
oportunidades-** que la vinculación del tercero responsable debe producirse hasta
cuando el expediente se deja a disposición de los sujetos procesales en cumplimiento
del artículo 446 del Código de Procedimiento Penal, para darle la oportunidad de
solicitar o presentar pruebas tendientes a controvertir los cargos que se realizan en su
contra.

Así las cosas, es claro que el debido proceso resultó transgredido y con él el derecho de
defensa de (...), firma que no contó con ninguna posibilidad de solicitar o presentar
pruebas, al ordenarse su vinculación por fuera del término establecido y haberse
logrado la efectivización de la misma cuando ya la sentencia de primera instancia
había sido proferida.
__________
* Sentencia de febrero 18 de 2000. Radicación 12.963.
** Cfr., entre otras, providencias del 17-06-97, radicación 10.260 (M.P. Dr. Nilson Pinilla
Pinilla); 25-09-97, radicación 11.431 (M.P. Dr. Carlos Gálvez Argote); 17-03-99,
radicación 10.728 (M.P. Dr. Carlos Gálvez Argote); 01-06-99, radicación 12.538 (M.P. Dr.
Jorge E. Córdoba Poveda).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 22/03/2000

150
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DECISION : Casa parcialmente en lo referente al pago


solidario
de perjuicios, decreta nulidad
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 12857
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Prueba impertinente: La dirigida a demostrar que el


solicitado ya fue juzgado en su país natal, por los mismos hechos en relación con
los cuales se solicita su extradición por otro país
Como de conformidad con el artículo 558 de la obra citada, el concepto que emita la
Corte acerca de la viabilidad o no de la extradición, se fundamenta en la demostración
plena de la identidad del solicitado, en la validez formal de la documentación
presentada, en el principio de la doble incriminación y en la equivalencia de la
providencia proferida en el extranjero, necesario es que las pruebas solicitadas tengan
relación con dichos aspectos y que así lo sustente el peticionario.

Así las cosas, se encuentra que las pruebas pedidas son impertinentes en el trámite del
presente incidente de extradición, pues no versan sobre los aspectos contemplados en
el citado artículo 558 del C. de Procedimiento Penal y con relación a los cuales debe la
Corte emitir su concepto, toda vez que lo que se pretende demostrar es que el
ciudadano argentino Carlos Alberto Díaz Gómez ya fue juzgado en su país, por los
mismos hechos por los cuales el Gobierno de los Estados Unidos de América solicita su
extradición.

Como se observa, tal asunto no es atinente al concepto que debe emitir la Sala, sino
que debe ser discutido ante los tribunales competentes y al interior del proceso
respectivo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Extradición
PAIS REQUIRENTE: : Estados Unidos de América
FECHA : 23/03/2000
DECISION : Niega las pruebas solicitadas por la defensa
PROCESO : 16563
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Prueba: Objeto


Por mandato del artículo 558 del C. de. P. P., el concepto que emita la Corte para
efectos de la extradición se circunscribe a la validez formal de la documentación que le
hace llegar el ejecutivo, a la demostración plena de la identidad del requerido, al
análisis del principio de la doble incriminación, a la equivalencia de la providencia
proferida en el extranjero y, cuando sea del caso, a lo previsto en los tratados públicos.

La ley, así, dice con exactitud qué compete a la Corte.

El artículo 250 del mismo estatuto estructura uno de los principios generales de las
pruebas en Colombia. De acuerdo con él, deben ser inadmitidas o rechazadas todas
aquellas que sean prohibidas, ineficaces, impertinentes, superfluas o inconducentes.

151
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

De los dos puntos señalados surge claro que la petición a que alude el artículo 556 de
la ley procesal penal tiene que estar vinculada con pruebas eficaces, pertinentes, útiles
o necesarias y conducentes, orientadas exclusivamente hacia aquello en que debe
estar fundamentado el concepto de la Corte, vale decir, hacia lo indicado en el primer
presupuesto sentado.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Extradición
PAIS REQUIRENTE: : Estados Unidos de América
FECHA : 23/03/2000
DECISION : Acepta las pruebas enviadas por el
requirente,
niega las solicitadas por la defensa
PROCESO : 15647
PUBLICADA : Si

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LIBERTAD PROVISIONAL-Causal quinta: Dilaciones injustificadas-Criterios de


razonabilidad para su determinación
La Sala en decisión reciente expresó lo siguiente sobre el fundamento de la causal y el
alcance de la excepción

"Vale la pena una última consideración. Lo prevalente es que el Estado administrador


de justicia no haya dejado el proceso abandonado a su propia suerte ni haya expuesto
a irrazonable prolongación de la privación de la libertad al acusado.

"El acceso oportuno a la administración de justicia y la protección de la libertad frente


a las dilaciones injustificadas se desdobla en diversas consideraciones tanto objetivas
como subjetivas a las que debe acudir el Juez en cada caso concreto confrontando y
aplicando criterios de razonabilidad tales como la extensión temporal del periodo o
periodos de interrupción del trámite procesal, la apreciación axiológica del motivo, que
va desde la malicia hasta la falta de diligencia o la imprudencia, el cumplimiento de las
cargas probatorias respecto del carácter grave o irresistible de una petición de
aplazamiento, o las condiciones que den a un particular evento una connotación
especial.

"También habrá de considerarse cómo un aplazamiento injustificado repercute en toda


la planificación preordenada por los Juzgados, introduce distractivos en la gestión y
origina una distorsión en cadena que a veces se convierte en causa futura de sucesivos
retardos. Y que en otras oportunidades no desvincula a la judicatura del cumplimiento
de sus deberes de dirección y ordenación del proceso.

"Por eso el análisis sobre la trascendencia de la causa atribuible al procesado o al


defensor no es válido llevarlo a cabo como si cada aplazamiento fuere un episodio
descontextualizado suficientemente explicativo en si mismo de cualquier retardo,
menos aún como si una conducta negligente del defensor o del procesado autoricen a
paralizar la actuación.

Ese es el norte que rige la apreciación de la causal de excarcelación y de sus


excepciones y de él no se puede apartar la autoridad judicial". (Segunda Instancia,
marzo 21 de 2000).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Unica Instancia
FECHA : 23/03/2000
DECISION : Niega la libertad provisional
DELITOS : Peculado por apropiación

152
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

PROCESO : 16385

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IMPEDIMENTO-Haber dictado la providencia cuya revisión se trata: En el ejercicio


de la casación no se concreta de manera exclusiva a la sentencia de segundo
grado/ IMPEDIMENTO-Haber participado dentro del proceso
Será necesario interpretar sistemática y teleológicamente el numeral 6° del artículo
103 del Código de Procedimiento Penal, para entender que la providencia revisada, si
se trata del ejercicio de la casación, no siempre sería de manera exclusiva la sentencia
de segundo grado, como lo indica literalmente el artículo 218 del mismo ordenamiento,
sino que podría involucrarse en la revisión otra actuación o decisión intermedia
(resolución acusatoria, verbigracia), porque, de acuerdo con las causales legalmente
dispuestas (artículo 220), aquel medio de impugnación comprende no sólo los errores
sobre el mérito del fallo definitivo (in iudicando), sino también los yerros que atentan
contra la regularidad del procedimiento (in procedendo). Sólo de esta manera puede
pregonarse que los magistrados manifestantes del impedimento dictaron "la
providencia cuya revisión se trata", y además se concreta el fin de mantener la
imparcialidad y la probidad del juez de casación, cuando no se le aboca a decidir sobre
un fallo cuyos cargos están en consonancia con la acusación que él mismo dictó en un
ejercicio judicial precedente.

De igual manera, el impedimento apoyado en el supuesto de que el funcionario


"hubiere participado dentro del proceso", es preciso comprenderlo a la luz del suceso
propio de esta actuación procesal, pues, con motivo de la pérdida de la investidura del
procesado, se pasó de una estructura procesal penal con funciones básicas
concentradas en la Corte Suprema de Justicia a la estructura procesal penal con
funciones separadas entre acusador y juzgador, sistemática esta última que apunta a
preservar la garantía de imparcialidad del fallador. Si la Corte pudiera revisar en
casación la legalidad de la sentencia de grado, por razones de mérito o de
procedimiento, claramente se desprestigiaría el sistema de separación funcional y la
garantía de imparcialidad, porque eventualmente la Corporación tendría que incidir en
una actuación procesal instructiva y en decisiones precedentemente adoptadas por ella
misma como juez de instancia.

Como lo ha expuesto la doctrina de esta misma Corporación, se entiende que ha


participado dentro del proceso el funcionario que antes intervino con efectos
vinculantes en la instrucción o el juzgamiento, de tal manera que la causal examinada
pretende impedir al juez revisar en función diferente o superior su propia actuación,
salvo lo previsto para los mecanismos de instancia (reposición, revocatoria o nulidad).

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Auto Casación-Impedimento
FECHA : 23/03/2000
DECISION : Declaración de impedimento de varios
magistrados
de la sala

153
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DELITOS : Falsedad en documento privado,


Enriquecimiento
ilícito de particular
PROCESO : 14536
PUBLICADA : Si

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FALSEDAD MATERIAL DE PARTICULAR EN DOCUMENTO PUBLICO-Creación


integral de cédula de ciudadanía/ INCONGRUENCIA DE LA SENTENCIA-Vicio de
carácter in procedendo/ RESOLUCION DE ACUSACION-Marco jurídico-fáctico de
la actuación del fallador/ RESOLUCION DE ACUSACION-Requisitos formales
1. Manifiesta el actor que el sentenciador erró al haber tenido la cédula de ciudadanía
falsa que le sirvió al procesado para abrir la cuenta corriente y obtener tarjetas de
crédito, en diferente entidades crediticias, como documento público, siendo privado,
pues se creó integralmente tal cédula por un particular y no simplemente se alteró una
auténtica.

El tema en cuestión ha sido suficientemente dilucidado por la Sala. Precisamente, en


providencia del 6 de mayo de 1997, se dijo:

"Para aclarar el punto, ante todo es indispensable tener en cuenta algunos conceptos
básicos que han sido ampliamente ilustrados por la doctrina y que para el caso
específico, es necesario traer a colación.

"De un lado la falsedad como tal, en cualquiera de sus modalidades, es genéricamente


aquella conducta mediante la cual el agente pretende hacer aparecer como verdadero
aquello que en realidad no lo es.

"En tratándose de falsedad material, particularmente, ésta consiste en la creación total


de un documento falso, o en la imitación de uno que ya existe, o simplemente en la
alteración del contenido de un documento auténtico. Esa formación total o parcial,
puede recaer tanto en documento público como privado.

"Sobre este aspecto, se ha dicho que la falsedad total propia, es aquella en la cual el
sujeto activo crea en su integridad el documento, tanto el contenido como su
procedencia, también llamada por algunos genuinidad (tenor), de modo que lo suscribe
quien en realidad no lo elaboró o se le hace aparecer como si proviniese de allí.

"La segunda forma de falsedad material es la parcial o impropia, que consiste en la


creación de alteraciones en un texto ya confeccionado, de tal manera que se le
agregan o suprimen algunos aspectos de su contenido.

"En el caso concreto de la conducta que describe el art. 220 del C.P., que sanciona al
particular que falsifique materialmente documento público, resulta plenamente viable
que en el caso de confección total del mismo quien así actúa se haga acreedor de la
sanción prevista en la mencionada norma.

"La Sala no comparte la tesis de que un particular, por no tener función certificadora,
no incurra en esta conducta cuando crea totalmente un documento público y sí cuando
lo altera parcialmente. Si de lo que se trata es de proteger la fe pública y por ende la
confianza de los asociados, resulta menos que lógica una conclusión de esa naturaleza,
porque, precisamente el agente se está aprovechando del crédito que su calidad
"pública" genera en la comunidad para introducir al tráfico jurídico un documento con
tal apariencia y de esa manera obtener su propósito a sabiendas de que sólo es posible
mediante la utilización de un documento con esas características.

"De modo que si se regresa al concepto genérico de falsedad -hacer aparecer como
real algo que no lo es- no queda descartada la hipótesis de la que se viene hablando,
porque precisamente se está haciendo aparecer como público, un documento que en
realidad no lo es.

154
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

"De ahí que resulte absurdo que el reproche sea menor para quien crea totalmente un
documento público falso que para quien lo altera parcialmente".

2. Como lo ha sostenido la Sala, "el vicio de incongruencia es de carácter in


procedendo, que no solo compromete el proceso debido en su estructura conceptual,
sino que puede llegar afectar el derecho de defensa, como ocurre cuando el procesado
es sorprendido en la sentencia con imputaciones fácticas o jurídicas que no ha tenido
la posibilidad de controvertir, por no haber sido deducidas en la resolución de
acusación".*

Es más, si con la inconsonancia se desconoce el derecho de defensa, no sería


desacertado plantear el cargo por la causal tercera, evento en el cual, como la nulidad
afecta exclusivamente la sentencia, bastaría casarla, conforme al artículo 229-1 del
Código de Procedimiento Penal y dictar la de reemplazo, corrigiendo el vicio, como lo
ha sostenido la Sala **.

3. Sobre este aspecto, ha dicho la Sala que la resolución de acusación es pieza


fundamental en nuestro esquema procesal, pues, además de delimitar las etapas del
proceso, garantiza su unidad jurídica y conceptual, señala el ámbito en que se va a
desenvolver el juicio y la sentencia y, por eso mismo, marca las pautas del
contradictorio, debiendo, por lo tanto, existir consonancia fáctica y jurídica entre ella y
el fallo*** .

Por tal motivo, la ley contempló no sólo sus presupuestos procesales (art. 438 del
C.P.P.) y sustanciales (art. 441 id), sino su estructura formal (art. 442 idem) al tenor de
la cual no basta el señalamiento del nomen iuris del punible imputado, sino que se
deben concretar los hechos con las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que
ocurrieron y ubicarlos en el derecho, señalando las disposiciones infringidas, las
circunstancias específicas de agravación o atenuación concurrentes, las genéricas cuya
naturaleza implique juicio de valor y los grados y forma de participación y culpabilidad,
marco conceptual fáctico jurídico que debe respetar el juzgador al momento de dictar
el fallo correspondiente, para conservar la consonancia.
________
* Sentencia del 11 de mayo de 1999, M.P. Dr. Fernando Arboleda Ripoll.
** Ver casación 9653, septiembre 11 de 1997, M. P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda
*** Ver casación 10827, julio 29/98. M. P. Dr. Carlos E. Mejía Escobar

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 23/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Falsedad material de particular en doc. púb.,
Falsedad
en documento privado
PROCESO : 12528
PUBLICADA : Si

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EXTRADICION PASIVA-Naturaleza mixta del trámite/ EXTRADICION PASIVA-


Etapa previa: La Corte no tiene competencia para ejercer su control
Nuevamente considera oportuno la Sala reiterar* que el trámite de extradición tiene
una naturaleza mixta, esto es, que contiene procedimientos tanto administrativos
como jurisdiccionales, los cuales se cumplen bajo la responsabilidad preeminente del
Gobierno Nacional, con la intervención de la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia.

155
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

De otro lado debe insistirse que al tenor del numeral 2° del artículo 189 de la
Constitución Política, le corresponde a la Rama Ejecutiva la dirección de las relaciones
internacionales. Por ello, tal como fue concebida la extradición se ajusta al desarrollo
de tales facultades gubernamentales, pues doctrinariamente se estima como un acto
de asistencia jurídica y solidaridad internacional para la lucha eficaz contra el delito.

Por tal razón, los artículos 547, 548, 555 y 559 del Código de Procedimiento Penal
establecen que la oferta, concesión o negación de la extradición le corresponde y es
facultativa del Gobierno, lo que se materializa por medio de una resolución
administrativa, aunque previamente se requiere el concepto de la Corte Suprema de
Justicia, que sólo es vinculante si es negativo.

En ese entendido, el trámite administrativo a que se ha hecho referencia le compete


exclusivamente al Gobierno en cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores,
consistente en alistar la documentación e indicar cuál sería la vía y la legislación
aplicable al incidente planteado. Igualmente interviene el Ministerio de Justicia y del
Derecho, el que cumple una función requirente del trámite judicial y del concepto,
correspondiéndole la decisión final al Gobierno.

Es evidente que la Corte no puede inmiscuirse en ese trámite administrativo ni en esa


competencia, careciendo, por ende, de la facultad para señalar la forma en que se
debe cumplir, ni mucho menos puede inventar procedimientos, pues, además de que
con ello se estaría atentando contra la autonomía e independencia de las Ramas del
Poder Público, se quebrantaría el principio de legalidad en que se soporta nuestro
Estado de derecho, toda vez que se estaría arrogando facultades no establecidas ni
constitucional ni legalmente* .
__________
* Ver autos del 22 de septiembre y 7 de diciembre de 1999, M.P. Drs. Jorge Aníbal
Gómez Gallego y Edgar Lombana Trujillo, respectivamente.
** Extradición 16715, auto del 18 de enero de 2000, M.P. Dr. Jorge E. Córdoba Poveda.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Extradición
PAIS REQUIRENTE: : Estados Unidos de Norteamérica
FECHA : 27/03/2000
DECISION : Niega la solicitud elevada por la defensa
PROCESO : 16703
PUBLICADA : Si

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CASACION-Causal tercera: Exigencias técnicas/ CONFESION-Técnica para


alegar su desconocimiento/ CASACION-Indemnización de perjuicios: Causales y
cuantía para recurrir/ MINISTERIO PUBLICO-Su intervención en la audiencia no
es obligatoria/ ALCALDES E INSPECTORES DE POLICIA-Cumplen
permanentemente funciones de policía judicial/ DEFENSA TECNICA-Indagatoria:
Nombramiento de una persona honorable como defensor/ CASACION-Omisión en
la práctica de una prueba: Nulidad por violación al principio de investigación
integral
1. Forzoso resulta recordar, como ya lo ha venido haciendo de manera pacífica y
constante la jurisprudencia de esta Sala, que la libertad argumentativa que, en
principio, puede desprenderse de la naturaleza y alcances de la causal tercera de

156
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

casación, no significa en manera alguna que el demandante no esté sujeto al


cumplimiento de los requisitos formales y sustanciales de la demanda, debiendo
indicar con precisión el motivo de casación que aduce, la nulidad que se genera,
especificando en todo caso la actuación irregular a partir de la cual se vició la
actuación subsiguiente, por manera que solo invalidándola es posible corregir el yerro;
o con cuáles procederes se lesionó seriamente el derecho a la defensa, si como en este
caso eso es lo que al parecer se busca, debiendo de todas maneras indicar cómo tales
irregularidades finalmente se proyectaron desfavorablemente para los intereses del
procesado en la sentencia, pues lo contrario sería no solo desconocer lo dispuesto en el
artículo 308 del Código de Procedimiento Penal, sino la naturaleza rogativa de este,
otrora, medio extraordinario de impugnación, toda vez que es al casacionista al que le
corresponde indicarle a la Corte qué aspectos del fallo son los que ameritan revisión,
pero no valerse de una especie de índice del proceso bajo el genérico postulado de que
desconocen el debido proceso o el derecho de defensa, sin demostrar respecto de
ninguna de las actuaciones procesales que cita como ilegales el por qué de tales
afirmaciones.

2. Impertinentes resultan las referencias en cuanto a que hubo "falta de tasación de los
derechos del sentenciado por confesión", ya que si con ello se sugiere la posibilidad de
que se aplicase la reducción punitiva prevista en el artículo 299 del Código de
Procedimiento Penal, para tal efecto también se requería de una censura
independiente al amparo de la causal primera, bien por violación directa o indirecta de
la ley sustancial, dependiendo ello del contenido del fallo, pues si el sentenciador
hubiese aceptado que (...) confesó y aún así negaba el descuento de pena, entonces
procedería lo primero, pero de lo contrario, lo procedente era, a través de las diversas
clases de error de hecho o de derecho, que el censor pusiera de presente que se dan
todos los requisitos exigidos por la ley para que opere el descuento a que se contrae la
preceptiva legal y no como ocurre en este evento, en donde pretextando la ilegalidad
del proceso por considerar que está viciado de nulidad, aprovecha el casacionista para
relacionar a su antojo una serie de frases sueltas que ningún respaldo le brindan a sus
tesis.

3. De la misma manera, tan equivocado como desafortunado es el argumento del


casacionista en lo que tiene que ver con la acción indemnizatoria, respecto del que
afirma no está demostrado en el proceso el valor de los perjuicios morales a que se
condenó al procesado y que además, la actuación de la parte civil se llevó a cabo de
manera irregular porque no se hizo en cuaderno separado, pues aparte de que carece
de toda seriedad y no contiene nada que incida en el planteamiento anulatorio,
desconoce por completo que si dentro de sus pretensiones estaba también lo
relacionado con este tema, bien podía hacerlo pero acatando lo dispuesto en el artículo
221 del Estatuto Procedimental, esto es, tener como fundamento la cuantía y causales
de casación civil.

4. Lo único que queda en evidencia con un tal planteamiento es la confusión


conceptual del demandante entre el Ministerio Público entendido bajo el concepto de
sujeto procesal de presencia obligatoria en el proceso, con las funciones que
constitucional y legalmente le corresponde ejercer, como ocurre con su comparecencia
a la audiencia pública, pues en la actual normatividad procesal su intervención no es
obligatoria, como que de manera taxativa el artículo 452 ibídem señala los sujetos
procesales que deben intervenir en el debate público, que no son otros que el Fiscal, el
Defensor y el procesado cuando se encuentre privado de la libertad.

Es que, y con el fin de clarificarle al censor la confusión en que incurre, necesario es


recordarle, que bajo la expedición de la vigente Carta Política y de conformidad con el
numeral séptimo del artículo 277, el Ministerio Público interviene en esta clase de
procesos "cuando sea necesario" en defensa del ordenamiento jurídico, el patrimonio
público y los derechos y garantías fundamentales, norma ésta que reproduce el artículo
131 del Código de Procedimiento Penal, de conformidad con las cuales es claro que si
bien fue reconocido como sujeto procesal, su intervención no quedó obligatoria,
excepción hecha de aquellas diligencias en las que expresamente así lo determina la
ley, siendo el mismo el que decide hacerlo, bajo su absoluta responsabilidad penal y
disciplinaria, o en fin a la que hubiese lugar, sin que ello signifique que exista etapas
procesales sin Ministerio Público, sino que permanece reconocido por ley y latente,
vigilante, para materializar su actuación cuando "sea necesario". Así, si no estimare
imperativo hacerlo, esto no implica afectación alguna al debido proceso, pues se
insiste, un tal proceder queda bajo su responsabilidad.

5. No puede perderse de vista que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 310.4


del Código de Procedimiento Penal "Los alcaldes e inspectores de policía", cumplen

157
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

permanentemente funciones de policía judicial, las cuales fueron desempeñadas en


este asunto de manera inmediata al tener conocimiento de los hechos, llevando a cabo
el levantamiento del cadáver y escuchando los testimonios que surgieron de tal
diligencia, sin que con posterioridad a la apertura formal de la instrucción hubiese sido
comisionada por la Fiscalía o recaudado pruebas sin la dirección del ente investigativo.

6. Si bien es cierto que al procesado se le designó al ciudadano no titulado como


abogado como su defensor de oficio en la indagatoria, ante la manifestación que
hiciera a la Fiscalía de no tener a quien nombrar, ello no significa que se le hubiese
menguado el derecho a defenderse, pues al respecto debe tenerse en cuenta que para
la fecha en que se llevó a cabo tal diligencia se encontraba en plena vigencia el inciso
primero del Artículo 148 del Decreto 2.700 de 1.991 que preveía esta autorización para
los eventos en que no fuere posible contar con la colaboración de un abogado titulado,
norma que solo vino a declararse inexequible el 8 de febrero de 1.996, mediante
sentencia C-049 proferida por la Corte Constitucional, cuyos efectos únicamente se
surten hacia el futuro.

7. Igualmente desacertado es el razonamiento del libelista en lo que concierne a la


presunta omisión en la práctica de una inspección al lugar de los hechos, que como se
precisó anteriormente, debió proponerse como una nulidad por violación al principio de
investigación integral, pues en el mismo sentido aduce que no se investigó nada de lo
que favorecía al procesado, demostrando su desconocimiento del proceso.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 27/03/2000
DECISION : No casa, no accede a solicitud de nulidad
oficiosa
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
PROCESO : 11619
PUBLICADA : Si

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COLISION DE COMPETENCIA-Entre juzgado ordinario y especializado de un


mismo distrito judicial: Compete dirimirlo a la Corte/ COLISION DE
COMPETENCIA-Ejecución de sentencia proferida por juzgado regional
1. En atención a que la colisión negativa de competencias objeto de examen se suscitó
entre el Juez Segundo Penal del Circuito Especializado y el Juez Primero Penal del
Circuito, ambos de la ciudad de Medellín, es competente la Corte Suprema de Justicia
para dirimirlo, al tenor de lo normado en el artículo 68.5 del Código de Procedimiento
Penal, modificado por el artículo 35 del la Ley 504 de 1999.

2. Establece el artículo 500 del Código de Procedimiento Penal que una vez en firme la
sentencia condenatoria, su ejecución corresponde al Juez de Ejecución de Penas y
Medidas de seguridad, cuya competencia, cuando el condenado se encuentre privado
de la libertad, no depende de aspectos como la naturaleza del hecho o el lugar donde
se cometió o el despacho que dictó el correspondiente fallo condenatorio, sino de un
factor personal relativo al lugar donde se encuentre purgando la pena.

Sin embargo, como aún no han sido creados los Jueces de Ejecución de Penas en todas
las ciudades donde hay cárceles, la solución a esta situación se encuentra en el artículo
15 transitorio del Código de Procedimiento Penal y el artículo 1º del Acuerdo No 54 de
1994 del Consejo Superior de la Judicatura, conforme a los cuales en lugares donde no
existan tales funcionarios judiciales, dicha función será cumplida por el Juez que dictó
el fallo de primera instancia.

La anterior situación viene a corroborarla el artículo 4º del Acuerdo No 531 de 1999, al


determinar que "De los procesos a cargo de los Jueces Regionales seguirán conociendo

158
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

los nuevos Jueces Penales del Circuito Especializados, de acuerdo con el factor
territorial de competencia, excepto aquellos que en virtud de la Ley 504 de 1999
correspondan a los Jueces Penales del Circuito."

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Auto Colisión Competencia


FECHA : 27/03/2000
DECISION : Asigna al Juez de Ejecución de Penas de
Santa Marta
DELITOS : Secuestro extorsivo
PROCESO : 16686
PUBLICADA : Si

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FALSA DENUNCIA-Competencia territorial: Se circunscribe al lugar donde se


formula la denuncia
Por confundir los actos preparatorios con la consumación de la conducta típica, tal
apreciación no resulta acorde con la descripción que del delito de falsa denuncia trae el
artículo 167 del Código Penal, haciéndolo consistir en denunciar bajo juramento ante la
autoridad, a una persona como autor o partícipe de un hecho punible que no ha
cometido, o en cuya comisión no ha tomado parte, por lo que su consumación,
enmarcada en la conducta típica "denunciar", se circunscribe al lugar donde el sujeto
activo formula la "notitia criminis", pues por tratarse de un tipo de predominante
actividad -la que fundamentalmente es instantánea y no plurisubsistente-, para cuya
configuración no se exige la producción de un resultado específico, los lugares donde
se ideó la comisión del delito, donde se llevaron a cabo los actos preparatorios, o
aquellos en los cuales se surtieron los efectos nocivos de la falaz denuncia, no pueden
tenerse como fundamento para determinar el lugar de ocurrencia del hecho, y por
ende, el funcionario competente, por el factor territorial, para conocer del asunto.

Para abundar en razones acerca de la indubitable delimitación del sitio de realización


del hecho punible, nótese que de conformidad con el artículo 27 del Código de
Procedimiento Penal, el juramento, como requisito formal de la denuncia, no se
entiende prestado con la elaboración del escrito respectivo, sino con su presentación
ante la autoridad, pues sólo en este caso puede afirmarse que la acción trascendió la
esfera interna del sujeto activo y rebasó los actos preparatorios, para, por adquirir la
idoneidad suficiente para lesionar el bien jurídico objeto de tutela, ingresar al ámbito
de la relevancia penal.

Que los aquí sindicados hubieren acordado en la población de San Pablo formular la
denuncia tildada de falsa por el Fiscal Seccional de Cartagena cuyo nombre allí se
incluyó, no constituye supuesto fáctico válido para concluir que el hecho tuvo su
realización en ese sitio, pues no puede perderse de vista que los tres concejales ahora
acusados, si bien elaboraron el borrador del escrito de denuncia en la citada localidad,
se trasladaron hasta Santafé de Bogotá, donde lo transcribieron y le hicieron algunas
correcciones, para finalmente "presentar la denuncia" en el Despacho del Fiscal
General de la Nación, ante una de sus asesoras.

Por manera que si el escrito definitivo fue elaborado en Santafé de Bogotá -aspecto de
todas formas intrascendente para la determinación del sitio de consumación de la
conducta típica-, y en esta misma ciudad fue formulada la denuncia, mal puede
acudirse a elucubraciones adicionales referidas a la ideación o agotamiento de la
conducta criminal, para, con fundamento en el sitio donde se gestó el acuerdo de
voluntades, o donde se produjeron efectos más allá de la realización del tipo, radicar la
competencia para adelantar el juicio, pues de conformidad con el artículo 13 del Código
Penal, ella la determina el lugar de consumación del delito, y no el de exteriorización
de los actos preparatorios, o de agotamiento del "iter criminis".

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

159
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Auto Colisión Competencia


FECHA : 27/03/2000
DECISION : Adscribe la competencia al Juzgado 48 penal
del
Circuito de Bogotá
DELITOS : Falsa denuncia
PROCESO : 16746
PUBLICADA : Si

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CASACION-Ilegalidad de la prueba: Se identifica como un vicio in iudicando/


RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-La ley autoriza la designación de
un defensor de oficio/ RECONOCIMIENTO EN FILA DE PERSONAS-Ausencia de
firma del procesado: No genera irregularidad sustancial
1. La ilegalidad de uno o de varios actos procesales de los que no depende la validez
del resto de la actuación procesal, es decir, que no trasciende la estructura del
proceso, no se remedia mediante la nulidad de éste, sino que debe denunciarse por la
causal primera, por error de derecho por falso juicio de legalidad, pues no se está en
presencia de un vicio in procedendo sino in iudicando.

2. Es cierto, y así lo ha sostenido la Sala, que se debe preferir el defensor de confianza


al de oficio, que debe ser la excepción, para una mejor garantía de los derechos del
procesado pero, cuando se trata de la diligencia de reconocimiento, si el profesional
contratado "no se hallare en ese momento o no concurriere oportunamente, se
nombrará un apoderado de oficio" al tenor del artículo 368 del C. de P. Penal, siendo
deber del defensor estar pendiente de la práctica de las diferentes diligencias, máxime
cuando han sido ordenadas con la debida antelación, como en este caso, ya que en
acatamiento al principio de celeridad, la administración de justicia no puede someterse
a dilaciones injustificadas, con mayor razón cuando se trata de la diligencia en
comento, que "deberá hacerse a la mayor brevedad posible".

Tampoco se erige en irregularidad sustancial el que el acta de reconocimiento no haya


sido rubricada por el procesado, pues, como bien lo destaca el Procurador Delegado, se
trata de una simple e intrascendente informalidad que en nada incide sobre su
legalidad, veracidad y autenticidad, máxime cuando en la diligencia plasmaron sus
firmas los testigos, el agente del Ministerio Público, el defensor de oficio y el
funcionario judicial.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 27/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
PROCESO : 12303
PUBLICADA : Si

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160
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

CASACION-Causal tercera: Exigencias técnicas


Ha sido persistentemente dicho, que cuando en sede de casación se aduce la
configuración de la causal tercera, como motivo en que se soporta la pretensión
invalidatoria, en la demanda no solamente resulta indispensable que se concrete la
clase de nulidad que se invoca, señalar sus fundamentos, las normas que se estimen
infringidas, sino, también que es de cargo del impugnante precisar de qué manera la
irregularidad procesal denunciada repercutió definitivamente afectando el trámite que
culminó con la expedición de la sentencia impugnada, pues el recurso extraordinario,
en cuanto a esta causal se refiere, no ha sido establecido para poner en evidencia
cualquier clase de irregularidad sin trascendencia alguna dentro del proceso sino
aquellas que inexorablemente conducen a su invalidación.

De esta suerte, la Corte viene sosteniendo que si se alega violación del debido proceso,
necesario resulta que el actor identifique nítidamente la irregularidad sustancial que
alteró definitivamente la estructura del rito legalmente establecido; y, si de lo que se
trata es de denunciar la violación del derecho de defensa, en la demanda se debe
especificar la actuación que lesionó dicha garantía y su concreta incidencia en el fallo
impugnado.

En todo caso, cada uno de los cargos debe contener una petición acorde con la
naturaleza de la nulidad invocada, indicando el momento a partir del cual la
invalidación debe decretarse, y el señalamiento del funcionario al cual se habrá de
remitir el proceso para la reposición de lo actuado.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Auto Casación
FECHA : 27/03/2000
DECISION : Rechaza la demanda y declara desierto el
recurso
DELITOS : Concusión
PROCESO : 14177
PUBLICADA : Si

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ACCION DE REVISION-CASACION-Aunque la ley 553 asimiló su objeto a una


sentencia ejecutoriada, ambos instrumentos son radicalmente distintos/ ACCION
DE REVISION-Finalidades/ CASACION-Finalidades/ ACCION DE REVISION-
Causal tercera-Hecho nuevo-Prueba nueva
1. Antes de la vigencia de la ley 553 de 2000 una de las diferencias entre la casación y
la revisión consistía en que la primera se encontraba instituida como un recurso del
proceso que procedía, por vía ordinaria o excepcional, en contra sentencias de segunda
instancia no ejecutoriadas proferidas por Tribunales y Juzgados Penales del Circuito. La
segunda, por el contrario, instituida como acción, procedía (y procede) contra las
sentencias ejecutoriadas.

La nueva ley acabó dicha diferenciación al señalar como objeto de la casación en el


modificado artículo 218 del Código de Procedimiento Penal, las sentencias
ejecutoriadas proferidas en segunda instancia. Esta nueva concepción normativa
convirtió a la casación en una impugnación dirigida contra el fallo de segundo grado en
tanto ha adquirido firmeza y por lo tanto hecho tránsito a cosa juzgada.

161
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Casación y revisión son en la actualidad, entonces, medios de impugnación previstos


por el legislador cuyo objeto es, en los dos casos, una sentencia ejecutoriada. Dicha
identidad de objeto no es absoluta, sin embargo, si se tiene en cuenta que la revisión
también es procedente contra sentencias de primera y única instancia de las cuales
sea predicable su inmutabilidad en virtud del principio de la cosa juzgada, e igualmente
-en los casos de los numerales 4º y 5º del artículo 232 del C. de P.P.-contra la cesación
de procedimiento y la preclusión de la investigación.

Ahora bien, independientemente de que los mencionados medios impugnatorios


procedan contra una sentencia ejecutoriada, en la actualidad -como antes de la
vigencia de la ley 553-, los instrumentos son radicalmente distintos en cuanto a su
naturaleza, finalidades, oportunidad de proposición, trámite y requisitos.

La casación tiene como fines según el artículo 219 del Código de Procedimiento Penal
(antes y después de la reforma), la efectividad del derecho material, las garantías
debidas a las personas que intervienen en la actuación penal, la reparación de los
agravios inferidos a las partes con el fallo y la unificación de la jurisprudencia nacional.
Esto significa que la casación, a pesar de dirigirse contra una sentencia que hizo
tránsito a cosa juzgada, le permite al demandante, acudiendo a las causales previstas
para ello, cuestionar la juridicidad del fallo, la valoración probatoria y la estructura
misma del proceso penal.

La revisión, por el contrario, tiene como objetivo el remedio de errores judiciales por
causas que no se conocieron durante el desarrollo del proceso. En dicha medida, como
lo ha dicho la Corte repetidamente, no es una vía para reabrir el debate sobre los
mismos hechos y circunstancias que fueron objeto de la controversia procesal.

Lo anterior quiere decir, entonces, que la casación ancla la discusión en el proceso


mismo, en su regularidad, en el cumplimiento de las garantías debidas a las partes, en
los supuestos de hecho de la sentencia y en sus consecuencias jurídicas. Su referente
o su marco, en consecuencia, son las circunstancias que se verificaron en el propio
trámite procesal. Y es esa la razón para que la ley limite la oportunidad para la
presentación de la demanda respectiva a los 30 días hábiles siguientes (término común
a todas las partes) a aquel en el que la sentencia de segunda instancia quedó
materialmente ejecutoriada.

Dicha diferencia de finalidades entre la casación y la revisión es manifiesta cuando se


confrontan las causales que las hacen procedentes, previstas respectivamente en los
artículos 220 y 232 del Código de Procedimiento Penal. En la primera se busca el
resquebrajamiento de la cosa juzgada a partir del propio proceso, mientras que en la
segunda ese mismo propósito se persigue por errores judiciales originados en causas
no conocidas durante el trámite procesal.

2. La causal de revisión invocada es la 3ª del artículo 232 del Código de Procedimiento


Penal. Es decir, "cuando después de la sentencia condenatoria aparezcan hechos
nuevos o surjan pruebas, no conocidas al tiempo de los debates, que establezcan la
inocencia del condenado, o su inimputabilidad".

Por hecho nuevo ha ententido la Corte, y así lo ha plasmado en numerosos


pronunciamientos, todo acaecimiento o suceso fáctico vinculado al hecho punible
materia del proceso, del cual no se tuvo conocimiento en ninguna de las etapas de la
actuación judicial y que por lo tanto no pudo ser controvertido. El concepto de prueba
nueva, en cambio, hace relación a un medio probatorio no incorporado al proceso sino
cuyo surgimiento tuvo ocurrencia después de él, que da cuenta de un hecho
desconocido, o de una variante sustancial de un hecho conocido en las instancias
procesales, cuyo aporte conduce a concluir, en un grado de certeza, que se condenó a
un inocente o como imputable a quien no lo era.

La idea de prueba nueva, entonces, no se limita a la circunstancia de que el medio


probatorio no figure aportado al proceso cuya revisión se pretende o sea posterior a la
sentencia. Se exige, además, que la evidencia que se presenta como novedosa, de
haber sido conocida en su momento por el juzgador lo habría llevado con seguridad a
la absolución del procesado. Eso es precisamente lo que le otorga carácter de
novedoso.

Así las cosas, la prueba nueva a que se refiere la causal de revisión invocada, debe ser
de tal forma contundente que haga surgir de inmediato la idea de que se condenó a un
inocente o a un inimputable como imputable.

162
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Acción de Revisión
FECHA : 27/03/2000
DECISION : Reconoce al apoderado, indmite demanda de
revisión
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte ilegal de
armas,
Homicidio agravado
PROCESO : 15822
PUBLICADA : Si

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VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY-Técnica: Es deber del demandante


identificar inequívocamente el vicio en que ha incurrido el sentenciador
En forma constante y reiterada, desde antiguo la jurisprudencia de la Sala viene
reiterando que tratándose de la primera causal casacional destinada a los yerros de
juicio o in iudicado en que puede incurrir el fallador y específicamente la prevista por el
inciso segundo del primer numeral del art. 220 del C. de P.P., esto es, cuando la
acusación se propone por violación indirecta de la ley sustancial, necesario es
concretar si el error de apreciación probatoria es de hecho o de derecho, e igualmente
respecto de cada una de estas modalidades si se origina en los denominados falsos
juicios de existencia -por omisión o suposición de prueba-, de identidad y de raciocinio,
en el primero, o de legalidad y convicción, respecto del segundo.

Esta teórica clasificación posibilita en la práctica al demandante identificar


inequívocamente el vicio en que ha incurrido el sentenciador, debiendo señalar por
ejemplo en el caso del error manifiesto de hecho, aquellos elementos de persuasión
que no obstante materialmente obrar en el proceso no fueron tenidos en cuenta, o que
sin haberse allegado a la actuación se supuso su existencia, o que se ha tergiversado
el contenido del hecho revelado a través de la prueba acopiada, o que, en fín, pese a
ser valorados esto se hizo con evidente desconocimiento de los principios que rigen la
sana crítica, es decir, la experiencia, la lógica y la ciencia.

Particularmente en relación con esta última hipótesis, ha admitido la Corte que si se


establece que en el análisis de la prueba el juzgador no ha procedido con criterios de
valoración racional, esto es, que ha desatendido los postulados de la lógica, la
experiencia y la ciencia, reemplazándolos por un sistema en donde predomina su
capricho o arbitrariedad, resulta viable el ataque en casación, en el entendido, desde
luego, de que admitir esta alternativa no está significando que se posibilite controvertir
el juicio de análisis expuesto por el fallador, anteponiendo el del demandante por
estimarlo de más depurada elaboración, tampoco es admisible como modalidad válida
para demostrar que se omitió, supuso o tergiversó una prueba, sino básicamente que
las conclusiones del sentenciador no están regidas por aquellos principios
sustentadores de la sana crítica, como método de apreciación de los diversos medios al
que se ha acogido nuestro sistema procesal (art. 254 del C. de P.P.).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 28/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
PROCESO : 12525
PUBLICADA : Si

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163
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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LIBERTAD PROVISIONAL-Causal quinta: Suspensión razonable y justificada de


la audiencia
El artículo 415. 5, inciso 2º, del Código de Procedimiento Penal establece que,
tratándose del vencimiento del término de seis meses contados a partir de la ejecutoria
de la resolución de acusación sin que se haya celebrado la correspondiente audiencia
pública, no habrá lugar a la libertad provisional cuando la audiencia se hubiere iniciado,
así ésta se encuentre suspendida por cualquier causa; ni cuando habiéndose fijado
fecha para la celebración de la misma, no se hubiere podido realizar por causa
atribuible al sindicado o a su defensor.

Ese inciso fue declarado exequible por la Corte Constitucional en sentencia C-846, de
27 de octubre de 1999, de manera condicionada, disponiendo en su parte resolutiva:

"Declarar EXEQUIBLE el inciso segundo del artículo 415 del Decreto 2700 de 1991 -
Código de Procedimiento Penal - tal como fue modificado por el artículo 55 de la ley 81
de 1993, siempre y cuando se entienda que la causal por la cual se suspende la
audiencia, debe ser razonable y estar plenamente justificada".

Aunque en las consideraciones de esta providencia la Corte Constitucional expresó: "


ha de entenderse que la iniciación de la audiencia pública, no interrumpe el término
establecido en el primer inciso del numeral 5º del artículo 415 del C.P.P. para acceder a
la libertad provisional", también se analizó:

"Claro está, que lo anterior no significa, como ya se mencionó, que la audiencia pública
jamás pueda suspenderse; supone, eso sí, que la interrupción del curso normal de esta
etapa del juicio debe ser excepcional, por el tiempo mínimo que las circunstancias lo
requieran, y, bajo ningún supuesto, puede fundarse en criterios arbitrarios, ni en la
indebida actuación del juez o de quienes intervienen en el proceso. En otras palabras,
la suspensión tiene que estar plenamente justificada.
... ... ...
De igual forma, la exequibilidad del aparte analizado, también debe estar condicionada
al entendido de que la causal por la cual se ordena la suspensión de la audiencia ha de
ser razonable, estar plenamente justificada y el término de duración debe ser el
mínimo que las circunstancias lo ameriten".

Es claro que en el caso en estudio el término de 6 meses a que alude el numeral 5º del
artículo 415 del Código de Procedimiento Penal se había cumplido para la fecha en que
el procesado (...) solicitó la libertad provisional (enero 11 de 2000), sin que se hubiera
evacuado en su totalidad la diligencia de audiencia pública.
....
Debe aclarársele al Tribunal, en cuanto que la inicial petición de aplazamiento de la
vista pública elevada por uno de los defensores pueda afectar desfavorablemente la
situación del otro procesado, por "unidad de bancada", que se debe analizar cada
situación en concreto, y aquí no se evidencia que entre ellos haya existido previo
acuerdo para la obstaculización de tal diligencia, siendo incluso posible que existan
intereses contrapuestos; pero al no poderse efectuar audiencias separadas, la petición
de aplazamiento atendida favorablemente a uno de los procesados o defensores, que
conlleva el postergamiento de esa diligencia, obviamente repercute sobre los
restantes, sin que en ello medie la mas mínima "negligencia del juez", en términos de
la citada sentencia de la Corte Constitucional.

Sin perjuicio de la aclaración anterior, son consecuentes con la realidad que refleja el
proceso las demás manifestaciones del a quo, en cuanto a ser razonables y
justificadas las causas para haber suspendido la diligencia de audiencia pública
iniciada el 14 de diciembre de 1999, cuando aún no habían pasado seis meses desde la
ejecutoria de la calificación, resultándole así mismo imposible, por el cúmulo de
actuaciones pendientes, haberla reanudado con mayor celeridad.
......
Ha sido notoria la dedicación del a quo a tratar de realizar la audiencia y culminarla.
Por lo demás, quien conozca la realidad del trabajo judicial, observará que no es éste el
único proceso, sino muchísimos más, lo que se adelanta por los integrantes de la Sala
de Decisión, y que el trabajo colegiado toma más atención y tiempo que lo
singularmente requerido.

164
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Por todo lo anterior, considera la Corte, que los motivos aducidos por el a quo para
suspender la diligencia y no haberla terminado dentro de los seis meses siguientes a la
ejecutoria de la resolución de acusación, son razonables y plenamente justificados.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA


FECHA : 28/03/2000
PROCESO : 17071

LIBERTAD PROVISIONAL-Causal 5ª (Salvamento devoto)


Dr. Alvaro Orlando Pérez Pinzón

1. El artículo 415, numeral 5º, inciso 2º. del Código de Procedimiento Penal establece
que tratándose del vencimiento del término de los seis (6) meses contados a partir de
la ejecutoria de la resolución de acusación sin que se haya celebrado la
correspondiente audiencia pública, no habrá lugar a la libertad provisional en los dos
siguientes casos:

a) Cuando la audiencia se hubiere iniciado, así ésta se encuentre suspendida por


cualquier causa.
b) Cuando habiéndose fijado fecha para la celebración de la misma, no se hubiere
podido realizar por causa atribuible al sindicado o a su defensor.

2. En relación con el primer evento, la Corte Constitucional señaló en la citada


sentencia C - 846 del 27 de octubre de 1999:

"De lo dicho hasta aquí, se puede llegar entonces a una conclusión: si bien este
tribunal constitucional considera que el precepto objeto de análisis tiene un
fundamento razonable, para evitar que en su aplicación se incurra en actos que
puedan violar las garantías y derechos fundamentales del procesado, ha de entenderse
que la iniciación de la audiencia pública, no interrumpe el término establecido en el
primer inciso del numeral 5º del artículo 415 del C.P.P para acceder a la libertad
provisional, es decir, que una vez iniciada la audiencia, si ésta no culmina dentro del
término de seis meses contados a partir de la resolución de acusación, el procesado
tendrá derecho a obtener la libertad provisional, con fundamento en la norma citada".

De igual forma, la exequibilidad del aparte analizado, también debe estar condicionada
al entendido de que la causal por la cual se ordena la suspensión de la audiencia ha de
ser razonable, estar plenamente justificada y el término de duración debe ser el
mínimo que las circunstancias lo ameriten".

3. Es indudable que en el caso en estudio el término de 6 meses a que alude el


numeral 5º. del artículo 415 del Código de Procedimiento Penal se cumplió para la
fecha en que el procesado (...) solicitó la libertad provisional (enero 11 del año 2.000),
sin que para aquel entonces se hubiera realizado la diligencia de audiencia pública.

4. Las razones invocadas por el a quo, y con base en las cuales niega la pretensión del
impugnante, no responden a los criterios de razonabilidad y justicia a que hace alusión
la Corte Constitucional en el citado fallo C - 846 del 27 de octubre de 1999.

a. Es cierto que la audiencia pública no se pudo realizar en la primera fecha fijada (17
de noviembre de 1999, a las 2:30 p.m.), en razón a que el defensor del otro procesado,
(...), solicitó aplazamiento de la diligencia en horas de la mañana del citado día. Sin
embargo, ello no permite concluir, como lo hace el Tribunal que " … si la iniciación de la
audiencia pública ordenada en este asunto se vio obstaculizada por causa atribuible a
uno de los miembros de la defensa, tal circunstancia forzosamente se extiende a los
demás sujetos procesales que conforman esa bancada, habida cuenta que la misma
constituye un todo", máxime, como se afirma en la referida providencia, no se advierte
ninguna confabulación entre los sindicados y defensores que actúan en el proceso,
tendiente a dilatar el normal desarrollo del juicio en procura de la obtención del
beneficio que ahora pretende el procesado (...). Basta leer la constancia de Secretaría
(Cuaderno Tribunal, fol.68) para entender que el incriminado (...) y su defensor
estuvieron prestos para la realización de la audiencia pública en la fecha indicada.

b. Sobre el particular señaló la Corte Constitucional en la citada sentencia C - 846 ( No


habrá lugar a la libertad provisional cuando habiéndose fijado fecha para la celebración

165
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

de la audiencia pública, no se hubiere podido realizar por causa atribuible al sindicado


o a su defensor ):

"Pues bien, el supuesto en cuestión como fundamento para negar la libertad


provisional atiende, precisamente, a estas consideraciones y, simplemente, busca
evitar que el sindicado o su defensor incurran en conductas irregulares en detrimento
de los principios que han de guiar a la función judicial. En otras palabras, considera la
Corte que mal podría concederse un beneficio a quien persigue con su conducta dilatar
injustificadamente el proceso, en detrimento del principio de celeridad y eficacia que
debe guiar a la administración de justicia. Claro está, que la previsión legal que aquí se
contempla, en forma alguna pretende hacer nugatorio el derecho a la libertad del
sindicado, pues si éste actúa de buena fe, cumpliendo de manera seria y responsable
sus cargas en el proceso, la demora en la realización de la audiencia pública no le
podrá ser imputada" ( se subraya).

c. Si el Tribunal encuentra que no existió confabulación entre los dos procesados en


relación con la no realización de la vista pública el 17 de noviembre de 1999, resulta
asaz inconsecuente, y por consiguiente injusto, el que se pretenda extender al
procesado cumplidor las consecuencias de maniobras dilatorias no atribuibles a éste ni
a su defensor. Contrario a lo indicado por el a quo, las causales por las que no puede
llevarse a efecto la audiencia pública o se hace necesario su suspensión, sí deben
estudiarse individualmente respecto de cada una de las personas, en todos los eventos
en que de las mismas se pretenda deducir responsabilidades e imponer las sanciones o
secuelas a que hubiere lugar.

d. No refulge con total nitidez en la actuación la celeridad y prioridad con la que el


Tribunal afirma haber manejado la causa en estudio, afirmación con la cual pretende
desvirtuar los reproches que en tal sentido hace el procesado para resaltar su no
responsabilidad por el vencimiento del término para la realización de la audiencia
pública, y el derecho que tiene, por lo tanto, a la libertad provisional solicitada.

d.1. Según informe de secretaría (Cuaderno Tribunal. Fol. 20) el expediente pasó al
despacho del Magistrado Sustanciador el 21 de septiembre de 1999, una vez vencido
el término de traslado de que trata el artículo 446 del Código de Procedimiento Penal. Y
no obstante que el artículo 447, ibídem, señala que la audiencia pública deberá
realizarse dentro de los diez (10) días hábiles siguientes, la fecha para tal diligencia
sólo se vino a señalar por auto del 13 de octubre de 1999, y se fijó el 17 de noviembre
siguiente, a las 2:30, para tal efecto. (fol. 39).

d.2. Como quiera que la vista pública no se pudo efectuar en la fecha en mención, por
las razones ya conocidas (aplazamiento solicitado por el defensor del otro procesado),
el Tribunal señaló el 14 de diciembre de 1999 como nuevo plazo para llevar a cabo la
diligencia referida.

Si tenemos en cuenta que se trataba de un juicio de cierta complejidad, cuyos


encausados llevan muchos meses privados de la libertad, y que se había ordenado la
práctica de múltiples testimonios en el acto de la audiencia pública, no resulta
razonable el que se demorara tanto tiempo en proferirse el auto que señalara la fecha
para la realización de dicha diligencia, y, además, el que se fijara un plazo tan distante
para ello.

Además, nadie podía ignorar que en el mes de diciembre tenía lugar la época de
vacancia judicial. Al designarse el 14 de diciembre como fecha para realizar la citada
diligencia, se estaba aceptando tácitamente que la misma no se podría evacuar sino
hasta después del período de vacaciones, y, por consiguiente, con vencimiento del
término de los 6 meses previstos por la normatividad.

d.3. Es cierto que la suspensión de la diligencia de audiencia pública decretada el 14 de


diciembre aparece plenamente justificada, dado lo avanzado de la hora (5:45 p.m.) y lo
mucho que faltaba por evacuar, pues sólo se alcanzó a dar lectura a la resolución de
acusación e interrogar a los procesados (cuaderno Tribunal, fol.90). Lo que no se ha
justificado en forma concreta es el que se fijaran los nuevos plazos (noviembre 17 y
diciembre 14 de 1999) para la celebración de la audiencia pública de juzgamiento en
fechas tan alejadas de lo previsto en el artículo 447 del C. de P. P., y tan próximas al
advenimiento de la vacancia judicial.

No obstante que el procesado (...) en forma puntual hace referencia a estos aspectos
en su escrito de impugnación, el a quo no indicó en forma concreta las razones que
tuviera para no haber observado los términos antes señalados.

166
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

d.4. A pesar que para el 11 de enero del año en curso ya se había vencido el término
dentro del cual debía realizarse la audiencia pública, ese día (cuaderno Tribunal, fol. 99)
se fijó como nuevo plazo para la continuación de dicha diligencia, el 8 de febrero
siguiente, y como en esta oportunidad tampoco se pudo desarrollar por ausencia de la
Fiscalía (fol. 130), se pospuso para el 7 de marzo del presente año, por auto del 11 de
febrero (fol.144).

d.5. Significa lo anterior, que al procesado que sí estuvo y ha estado dispuesto para la
realización y culminación de la audiencia pública tantas veces mencionada, se le ha
querido endosar tan excesiva carga, como es la de permanecer privado de la libertad, a
pesar de haberse vencido el término previsto por la ley para que se realizara tan
importante acto procesal, y cuya no ejecución en forma oportuna estuvo determinada
por causas ajenas a su voluntad.

5. El suscrito no puede aceptar las afirmaciones que se hace en el punto 5° de la


decisión tomada en cuanto el proceso refleja que las explicaciones del a quo son
razonables y justifican la actuación y en cuanto su dedicación fue notoria para
adelantar y culminar la audiencia, explicaciones que además soporta con el excesivo
trabajo judicial. Jamás puede admitirse que razones administrativas cimentadas en el
volumen de labor que tienen los despachos judiciales sean más importantes que la
protección de un derecho fundamental.

MAGISTRADO PONENTE: DR. NILSON PINILLA PINILLA

Auto Segunda Instancia


FECHA : 28/03/2000
DECISION : Confirma auto del 21-01-00 que niega la
libertad
provisional
DELITOS : Cohecho
PROCESO : 17071
PUBLICADA : Si
Salvamento de Voto Dr. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

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NARCOTRAFICO-Competencia por razón de la cantidad de sustancia/ COLISION


DE COMPETENCIA-Interpretación de los artículos 4°, 43 y 48 de la ley 504 de 1999
El artículo 5° de la ley 504 de 1999 (vigente, según el artículo 53, a partir del 1° de
julio), que modificó el artículo 71 del Código de Procedimiento Penal, señala que "los
jueces penales de circuito especializados conocen, en primera instancia: (...) 9. De los
delitos señalados en el artículo 33 de la Ley 30 de 1986, cuando la droga o sustancia
exceda de... cinco (5) kilos si se trata de metacualona, cocaína o sustancias a base de
ella..."

De la citada previsión normativa no surge duda alguna que la competencia para


conocer del delito atribuido a Pablo Antonio Salcedo Sanabria corresponde, a partir del
1° de julio de 1999, en primera instancia, a los jueces penales del circuito
especializados.

Consecuencialmente, y atendiendo a lo dispuesto por el artículo 4° de la misma ley,


modificatorio de los numerales 1° y 2° del artículo 70 del Código de Procedimiento
Penal, la segunda instancia de los recursos de apelación y de hecho que se presenten
en ese proceso, a partir del 1° de julio de 1999, son, atendido el factor territorial, de
competencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Yopal, pues de conformidad
con el artículo 6° de la ley en cita, que modificó el artículo 78 del Código de
Procedimiento Penal, y reiteró la vigencia de la competencia por el factor territorial
para efectos del juzgamiento, los Tribunales Superiores de Distrito Judicial tienen
competencia en el correspondiente distrito.

167
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Lo anterior por cuanto mientras se crea, mediante Ley Estatutaria, la Corporación que
específicamente habrá de conocer la segunda instancia de procesos por punibles de
competencia de los Jueces Especializados, su trámite, sumado al de los asuntos que le
resultan propios, concierne a los Tribunales Ordinarios, pues a diferencia de lo
sostenido por el Tribunal Superior de Yopal, esa es la conclusión que se extrae de la
interpretación sistemática de los artículos 4°, 43 y 48 de la citada Ley 504 de 1999,
según la cual para el establecimiento de la competencia se combinan los factores
objetivo (naturaleza del hecho) y territorial (lugar de ocurrencia de la conducta).

Además, ya la Sala elucidó la aparente contradicción entre los artículos 4° y 48 de la


ley 504 de 1999, al precisar, con fundamento en las constancias dejadas en el trámite
legislativo del último de los artículos mencionados, que éste, al establecer que "A los
Magistrados de la Sala Penal del Tribunal Superior de Santafé de Bogotá D.C., o al
Tribunal Superior que cree la ley para el conocimiento de la segunda instancia de los
procesos por los delitos de competencia de los Jueces Penales de Circuito
Especializados, les corresponde conocer: 1. En segunda instancia, de los recursos de
apelación y de hecho en los procesos que conocen en primera instancia los Jueces
Penales de Circuito Especializados", señalaba una especie de "competencia supletoria"
aplicable en el evento que la Corte Constitucional declare inexequibles las asignaciones
que en la Ley Estatutaria en curso se hagan al futuro Tribunal Superior Nacional (cfr.
auto de 30 de nov. de 1999, Mag. Pon. Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote). Por ello, en
dicho pronunciamiento se concluyó:

"a. Los asuntos que arriben a segunda instancia a partir del 1° de julio de 1.999, en
procesos por delitos de competencia de los Jueces Penales del Circuito Especializados,
corresponden, mientras se crea el "Tribunal Superior Nacional", a las salas penales de
decisión de los Tribunales Superiores de Distrito de acuerdo con el factor territorial"

En providencias de la misma fecha, y de 7 de diciembre de la pasada anualidad, con


ponencia de los Magistrados Dres. Edgar Lombana Trujillo y Carlos Eduardo Mejía
Escobar, respectivamente, la Sala precisó que la Ley 504 estableció unos mecanismos
transitorios con el fin de evitar complicaciones administrativas y judiciales generadas
por la transición de la Justicia Regional a la Justicia Especializada, entre los que se halla
la adscripción a la Sala Penal del Tribunal Superior de Santafé de Bogotá, del
conocimiento de los procesos que venía tramitando el Tribunal Nacional, y de los que
conociera hasta el primero de julio de 1999, para lo cual facultó a la Sala
Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, para crear una Sala Especial de
Descongestión, lo que en efecto realizó esa Corporación, mediante el Acuerdo N° 533
de 1999, en cuyo artículo 1° creó "hasta por un año, contado a partir del primero (01)
de julio de 1999, una Sala Especial de Descongestión en la Sala Penal del Tribunal
Superior de Santafé de Bogotá, la cual conocerá de los asuntos señalados en la citada
ley".

De lo anterior se desprende que la Sala Especial de Decongestión, adscrita a la Sala


Penal del Tribunal Superior de Santafé de Bogotá, conocerá hasta por el lapso de un
año, de los procesos que venía tramitando el Tribunal Nacional y que hubieren llegado
a su sede hasta el 1° de julio de 1999, inclusive, resultando improcedente pretender
asignarle al citado Tribunal, desconociendo el factor territorial de competencia, el
conocimiento de nuevos asuntos con posterioridad al 1° de julio de 1999, ya que de
conformidad con la exposición de motivos de la ley 504, dicha Sala fue estatuida para
que adelantara hasta su culminación los procesos que al momento de la entrada en
vigencia de la normatividad, estaba tramitando el desaparecido Tribunal Nacional, y
cuya decisión no llegó a proferirse.

Como del examen de las presentes diligencias se establece que el recurso de apelación
fue concedido y las diligencias remitidas al Tribunal Superior de Yopal con posterioridad
a la entrada en vigencia de la ley 504 (el 16 de diciembre de 1999, f. 1 c. o. N° 5),
fácilmente se deduce que la competencia para desatar la alzada radica en esa
Corporación, atendido el lugar de ocurrencia de los hechos, y la interpretación de los
artículos 4°, 43 y 48 ejusdem, a la cual se ha hecho referencia.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Auto Colisión de Competencia


FECHA : 28/03/2000
DECISION : Se adscribe la competencia al Tribunal
Superior del
Distrito Judicial de Yopal
DELITOS : Violación a la Ley 30/86

168
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

PROCESO : 16995
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-Técnica en casación/ NULIDAD-Su declaración oficiosa en casación


presupone que el recurso ha sido admitido por la existencia de una demanda en
forma/ PENA ACCESORIA-Debida motivación de las sanciones discrecionales/
CASACION-Derecho de defensa: Técnica para alegar su violación/ DEFENSA
TECNICA-Criterios para valorarla/ DEFENSA TECNICA-Las distintas alternativas
de defensa son facultativas para el defensor/ DERECHO DE DEFENSA-Concepto/
VIOLACION DIRECTA DE LA LEY-Aceptación de los hechos y su prueba/
ERROR DE HECHO-Cuándo se estructura/ CASACION-Grado de credibilidad
otorgado a los medios de convicción: No admite error atacable en casación
1. La aducción de dicha causal de casación le impone al recurrente señalar con
precisión y claridad los fundamentos que le demuestren a la Corte el quebrantamiento
de una cualquiera de las garantías fundamentales orientadoras del proceso penal o de
su estructura básica. En ese ejercicio no puede perder de vista el contenido de los
artículos 307, 304 y 308 del Código de Procedimiento Penal. El primero plasma como
deber del sujeto procesal que plantee la nulidad el de determinación de la causal
invocada. Y tomando en cuenta que en materia de nulidades rige el principio de
taxatividad, el cual significa que sólo pueden alegarse como tales las previstas en la
ley -artículo 308-6 del C. de P.P.-, resulta claro que la solicitud debe referirse a una de
las circunstancias relacionadas por el artículo 304 del mismo ordenamiento. Pero,
además, la parte argumentativa de la propuesta debe ser demostrativa de que la
irregularidad planteada afectó las garantías de los sujetos procesales produciendo un
perjuicio tangible, o desconoció las bases fundamentales de la instrucción o el
juzgamiento, y además por lo menos evidenciar que no se encuentra convalidada
(principio de convalidación de actos irregulares) y de que a su producción, salvo
cuando se trata de falta de defensa técnica, no contribuyó con su conducta el sujeto
procesal (principio de protección). (arts. 307 y 308 C.P.P.)

Esos requisitos, junto con la determinación de la incidencia de la irregularidad aducida


en el resultado final del proceso y el estadio a partir del cual es necesario invalidarlo,
constituyen la exigencia legal prevista en el numeral 3º del artículo 225 del Código de
Procedimiento Penal. Y el demandante debe cumplirlos cabalmente cuando acude a la
causal 3ª de casación, como condición para que la Corte se pronuncie de fondo sobre
el ataque.

2. La facultad oficiosa consagrada en el artículo 228 del Código de Procedimiento


Penal, de ninguna manera exonera al sujeto procesal de su deber de efectuar
adecuadamente los cargos que encuentre del caso formularle a la sentencia, ya por la
vía de la causal 3ª de casación o por una distinta cuando estime que se ha atentado
contra las garantías fundamentales. Esto por la sencilla razón de que dicha atribución
oficiosa es sólo susceptible de ser ejercitada al momento del fallo de casación, lo cual
obviamente supone que la demanda haya sido admitida y sometida al respectivo
trámite. Pero si ésta no supera el examen formal, si por lo tanto se rechaza, queda
disuelta la posibilidad de que la Corte case oficiosamente la sentencia, apoyada en el
artículo 228.

3. Muchas han sido las oportunidades en que la Sala ha llamado la atención sobre el
hecho de que al tenor del artículo 52 del Código Penal, la única pena accesoria de
imposición obligatoria cuando la sanción principal sea prisión, es la de interdicción de
derechos y funciones públicas* . Las demás, relacionadas en el artículo 42 del mismo
ordenamiento, son de imposición discrecional por parte del juzgador, quien las
determinará atendiendo los criterios para fijación de la pena del artículo 61 ibídem,
suministrando en todo caso los fundamentos de hecho y de derecho motivadores de la
sanción accesoria que por disposición de la ley no opera de manera automática.

169
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

En el caso de examen el juzgador de primera instancia no hizo ninguna mención a la


suspensión de la patria potestad en la parte considerativa de la sentencia.
Simplemente la impuso en la resolutiva "por un período igual al de la pena principal",
es decir sin fundamentación y, por demás, excediendo el límite de 15 años establecido
para ese tipo de sanción accesoria en el artículo 44 del Código Penal. Y la segunda
instancia no expresó nada sobre el particular, limitándose a confirmar en su integridad
el fallo recurrido.

Es manifiesta, entonces, la imposición de esta pena accesoria sin motivación de


ninguna naturaleza, lo cual resulta violatorio del debido proceso y repercute en el
derecho de defensa del procesado, en cuanto al desconocer las razones fundantes de
la sanción quedó privado de la posibilidad de controvertirlas.

4. Resulta insuficiente en sede de casación, cuando se alega la violación del derecho de


defensa, sólo enunciar una o varias situaciones de hecho y, sin más, plantear el
resquebrajamiento de la garantía. Fue precisamente lo que hizo el censor, que aparte
de resaltar que su defendido no estuvo representado por un profesional del derecho en
la diligencia de indagatoria y que fue total la inactividad del apoderado de oficio, no se
le ocurrió ningún desarrollo. Ni siquiera mencionó la norma o normas que resultaron
infringidas con lo primero y mucho menos se refirió a su contenido. Omitió igualmente
demostrarle a la Sala, como era su deber, la relación existente entre tal circunstancia,
y también entre la supuesta inactividad de la defensa, con el resultado adverso del
fallo materia de la impugnación. Y paralelamente señalar frente a la falta de defensa,
no solamente que no existió, sino qué es lo que hubiera podido hacer y no hizo el
apoderado, para de tal manera demostrar que ello produjo una situación de
indefensión del acusado frente a la pretensión punitiva ejercida por el estado
acusador**.

5. Se entiende la trascendencia de la exigencia precedente cuando se recuerda "...que


la profesión de abogado -como lo precisó la Sala en el fallo de casación del 22 de abril
de 1992*** - se caracteriza dentro de un Estado de Derecho por su ejercicio
independiente y libre, implicando ante todo el principio de libertad que el profesional
ejerza su oficio con responsabilidad y rectitud, pero dentro de una órbita amplia y
propicia para que su creatividad no tenga otros límites distintos a los marcos éticos y
legales de su deontología, gozando de toda la amplitud que requiera en la formulación
y ejecución de las estrategias que le lleven en procura de los nobles y altos fines que le
han sido encomendados dentro de la función social de auxiliar a la justicia, y de
amparar los derechos que le confían sus conciudadanos.

"No obstante que por ministerio de la ley y en materia criminal ese ejercicio implica
intervenciones de carácter forzoso como la asistencia del procesado en su injurada y
demás intervenciones procesales, y la presencia y formulación de alegaciones en
audiencia, la mayoría de ellas resulta apenas facultativa y condicionada a la necesidad
de garantizar "una adecuada defensa" como es el caso de la aducción y proposición de
pruebas y diligencias, el examen de la actuación, la comunicación verbal y escrita con
el imputado y su consejo, la intervención en la práctica de pruebas, la interposición de
recursos, la formulación de solicitudes orientadas a la libertad del implicado, el reclamo
de restitución de objetos retenidos, la proposición de nulidades y en general de
incidentes en que tenga interés, sin que siquiera en esta enunciación se agoten en su
integridad las perspectivas que le asisten.

"Exigirle por ello a la defensa, que en cada proceso realice la totalidad de las gestiones
que tiene apenas como perspectiva, o que responda frente a resultados adversos,
cuestionándolos desde una óptica subjetiva e hipotética, sería poco menos que llegar a
la anulación del principio de libertad que se enuncia, para trocarlo por la alternativa de
un rígido encuadramiento formalista de muy difícil recibo frente a la variabilidad de los
casos a juzgar y más dudosa efectividad, y aún por la peligrosa y absurda perspectiva
de permitir que aquellos abogados que asumen la representación del procesado en la
etapa final de la actuación, se conviertan en jueces de las actividades infructuosas de
sus colegas, como ahora se pretende.
(...)
"Lo anterior indica, entonces, -finaliza la cita- que en sede de casación no pueda
conformarse el actor con la sola alegación abstracta de que la defensa inexistió, o que
se hizo meramente formal o aparente para el procesado, sino que ha de ser su
obligación "la de determinar cuál fue la actuación procesal que se encontró lesiva,
especificando la norma que se viola y determinando con precisión la manera como tal
violación incidió desfavorablemente en las decisiones tomadas en contra del
procesado" (auto de enero 31/90. M.P. Dr. Jaime Giraldo Angel)".

170
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

Más recientemente -providencia del 26 de marzo de 1996-, en sentido similar y con


Ponencia de quien aquí ejerce idéntica tarea, señaló la Corporación:

"El concepto del derecho de defensa no se puede construir en la abstracta anticipación


del resultado absolutorio del juicio, sino que se desenvuelve en función de las
posibilidades reales de contradicción de los cargos y ello depende, en buena parte, de
la información que sobre el asunto pueda suministrar el procesado (sea reo presente o
ausente), o de un estratégico silencio que impida la deducción de situaciones
agravatorias de su posición jurídica, o de atenerse a que sea el Estado el que cumpla
plena y cabalmente con la carga de probar el hecho y la responsabilidad. En fin, son
demasiadas las alternativas compatibles con la garantía de una defensa idónea, sin
que siempre, detrás de la apariencia de inactividad, deba predicarse la carencia de
contradictorio.

"No debe perderse de vista que la doctrina suele referirse al carácter dual de la
defensa, para desenvolverla en una faceta privada, correspondiente a la defensa
material, y una pública que responde a la defensa técnica o formal, y para colegir
cierto ámbito de disponibilidad de la primera frente a la segunda. La repercusión más
importante de estas características se ve, precisamente, en las consecuencias jurídicas
de la contumacia, o del silencio respecto de los hechos que podrían justificar la
conducta o hacerla inculpable, en lo que toca con la defensa material, así como en la
imposibilidad absoluta de renunciar a la defensa técnica y en el grado de autonomía
que es propia de ella tal como lo evidencian en el sistema procesal colombiano los
artículos 137 y 308-3 del C. de P.P.

"La vocación que hacia la tutela de la libertad tiene el derecho de defensa, no agota su
finalidad, ni dicho resultado puede identificar un parámetro exclusivo de que fue
garantizado. Es en general el listado de derechos en que se desenvuelve, lo que debe
satisfacerse al interior del proceso. Que se conozca la imputación, que se pueda
ejercitar el derecho a impugnar, que se pueda invocar en favor la prueba existente, a
veces la omitida, o aún el incumplimiento de la carga de probar por parte del Estado,
son con muchos otros los instrumentos que a manera de derechos particulares
desarrollan el concepto de defensa".

5. Dicha causal de casación le impone a quien la plantea, como indispensable punto de


partida, admitir los hechos y la valoración probatoria en la forma expuesta por el
juzgador, toda vez que el objetivo de dicha vía de ataque está limitada a demostrar
que en el caso así asumido se aplicaron las normas que no eran o se interpretaron en
forma equivocada.
Así las cosas, se desvía el sentido del cargo cuando el demandante anuncia violación
directa de la ley sustancial e involucra en la demostración el contenido material de los
medios de prueba, sus alcances o la falta de alguno.

6.El error de hecho, eso se sabe, se predica de la materialidad misma de los medios de
prueba. Y se estructura cuando se omite considerar alguno existente dentro del
proceso o se estima uno inexistente, o cuando se tergiversa su contenido haciéndolo
decir cosas que no dice, o cuando se le valora con desconocimiento evidente de la
lógica y de la sana crítica. Surge como deber del casacionista, en consecuencia,
cuando de fundamentar un yerro de esa naturaleza se trata, precisar cuál fue la
prueba omitida, supuesta o tergiversada, o en qué consistió el agravio a los principios
de la lógica. Qué derivó del yerro el juzgador en la sentencia y cómo otro hubiera sido
el resultado del proceso si el error no se hubiera cometido.

Y la exigencia es obvia. Si se presume que la sentencia es cierta y legal, es claro que


el casacionista debe dirigir su esfuerzo a probar que su orientación fue determinada
por el error. Y si el ejercicio lo hace como corresponde, fatalmente tiene que resultar
enfrentado con los términos de la sentencia que pretende destronar.

7. En tales circunstancias, al señalar el casacionista como error de hecho el grado de


credibilidad que le otorgó el juzgador a las pruebas, es claro, como lo ha sostenido la
Sala, "que comete grave error conceptual porque la aceptación o la negación de esa
cualidad a un determinado medio de prueba, ya sin la existencia de tarifa legal pero
con plena observancia de los principios de la sana crítica que hoy caracterizan en
materia penal la actividad de evaluación de esa clase de prueba, no constituye error
atacable en casación, sino el imperativo ejercicio del deber de plasmar su juicio el
sentenciador en su condición de imparcial y equitativo definidor del debate
procesal".****
_____________

171
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

* Así por ejemplo las siguientes providencias: Enero 29/92, M.P. Dr. Guillermo Duque
Ruiz. Noviembre 2/93, junio 29/94, febrero 2 y agosto 2/95 y octubre 22/97, M.P. Dr.
Juan Manuel Torres Fresneda. De marzo y junio de 1994, M.P., respectivamente, Dr.
Dídimo Páez Velandia y Dr. Edgar Saavedra Rojas. Agosto 30/95, M.P. Dr. Fernando
Arboleda Ripoll.
** En dicho sentido se ha pronunciado la Sala, entre otras, en las providencias de julio 4
y agosto 31 de 1994. M.P. Dr. Jorge Carreño Luengas.
*** M.P. Dr. Juan Manuel Torres Fresneda.
****Sentencia de noviembre 13 de 1992. M.P. Dr. Dídimo Páez Velandia.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 29/03/2000
DECISION : Desestima las demandas, casa parcial y
oficiosamente respecto a pena accesoria
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Homicidio
agravado
PROCESO : 10858
PUBLICADA : Si

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SENTENCIA ANTICIPADA-Procedimiento/ SENTENCIA ANTICIPADA-No permite


acuerdos entre fiscal-sindicado/ SENTENCIA ANTICIPADA-Facultades del juez/
TERMINACION ANTICIPADA-Interés para recurrir-Imposibilidad de retractación
1. Los artículos 3º y 4º de la ley 81 de 1993 redefinieron la figura de la terminación
anticipada del proceso. A través del primero, que quedó correspondiendo al 37 del
Código de Procedimiento Penal , bajo la denominación de sentencia anticipada, se le
concedió al procesado el derecho de poder solicitarla al fiscal dentro de las etapas
procesales allí determinadas. Hecha la solicitud, así quedó regulado el mecanismo, el
funcionario instructor puede disponer la ampliación de indagatoria del imputado y la
práctica de pruebas dentro de los 8 días siguientes. Luego, en el marco de una
diligencia, el fiscal realiza la formulación de los cargos, la que, junto con la aceptación
de los mismos por parte del procesado, se hace constar en un acta que equivale a la
resolución de acusación y contiene el fundamento sustancial de la sentencia de
condena. No está prevista allí, entonces, la celebración de la diligencia ante el Juez, ni
su intervención en la misma.

Así las cosas, la actuación se remite el juez competente quien, dentro de los 10 días
hábiles siguientes y a condición de que no haya habido violación de garantías
fundamentales, dictará la sentencia conforme a los hechos y circunstancias aceptados
por el procesado. El artículo 11 de la ley 365 de 1997 nuevamente modificó el artículo
37 examinado, pero sólo en cuanto a la rebaja de pena a que se hace merecedor el
procesado cuando se acoge a la sentencia anticipada una vez proferida la resolución
acusatoria y hasta antes de que se fije fecha para la celebración de la audiencia
pública.

Bajo la figura de la sentencia anticipada, entonces, no existe discusión entre el fiscal y


el procesado tendiente a la obtención de un acuerdo sobre la adecuación legal de la
conducta, grado de participación, forma de culpabilidad, pena a imponer y condena de
ejecución condicional (lo que si ocurre frente a la audiencia especial prevista por el
artículo 37 A del C. de P.P.). El procesado simplemente acepta o no acepta los cargos
que el instructor encuentra estructurados y le formula. Y si lo hace, con sustento en el
acta que recoja esa aceptación, el juez tiene el deber de dictar la sentencia siempre y
cuando no se hayan vulnerado derechos fundamentales.

Las facultades del juez, entonces, frente al actual artículo 37 del Código de
Procedimiento Penal -que fue el aplicado al caso examinado-se encuentran limitadas
únicamente al proferimiento del fallo respecto de los cargos aceptados. Pero en lo que
tiene que ver con las penas principales y accesorias a imponer, con la extinción del

172
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

dominio sobre bienes, con la condena a daños y perjuicios del directo responsable del
delito y con la concesión o no de la condena de ejecución condicional, actúa sin
limitación distinta a la Constitución y la ley.

2. "...de acuerdo con el artículo 37B, numeral 4º del Código de Procedimiento Penal,
antes de la reforma introducida por el artículo 11 de la ley 365 de 1997 -dijo la Sala en
otra oportunidad* -, tanto el procesado como su defensor tienen un límite en el objeto
de la apelación de la sentencia anticipada, en la medida en que sólo pueden cuestionar
"la dosificación de la pena, el subrogado de la condena de ejecución condicional, la
condena para el pago de perjuicios y la extinción del dominio sobre bienes". Tal
restricción tiene un sentido de vinculación lógica con la naturaleza de las formas
anticipadas de terminación del proceso, pues, si en estas impera y precede una
manifestación voluntaria del procesado en un acuerdo o en la aceptación relacionadas
con el hecho delictivo juzgado y su responsabilidad, tales son elementos que
ordinariamente no pueden replantearse por aquellos sujetos procesales en los recursos
-salvo nulidad-** , pues admitirlo sería tolerar una inusitada retractación del pacto
original, lo cual desnaturaliza la significación de participación voluntaria de los sujetos
pasivos de la acción penal -procesados-en las decisiones que los afectan, que
envuelven aquellas instituciones de la sentencia anticipada y la audiencia especial
(C.N. art. 2º). De este modo, en tratándose de estas figuras especiales, la competencia
del superior funcional se configura no sólo por la limitación a los "aspectos
impugnados" por la parte apelante, como lo dice el artículo 217 del Código de
Procedimiento Penal, sino que también ha de constatarse que tales aspectos sean
impugnables, de acuerdo con el artículo 37B del mismo ordenamiento.

"Ahora bien, esa posibilidad restringida de impugnación se refiere tanto a la apelación


como al recurso extraordinario de casación, primero, porque la secuencia lógica y
altamente integrada del proceso penal indica que la Corte no puede ocuparse de
asuntos que ni siquiera podían ser examinados por el ad quem, en el entendido
adicional de que el objeto del ataque extraordinario es la sentencia de segunda
instancia dictada por el Tribunal y no el contenido integral del proceso o de cualquiera
de las decisiones adoptadas (art. 218 C. de P.P.); y, en segundo lugar, porque, si la
limitación de la materia de impugnación obedece al propósito legislativo de impedir
una retractación caprichosa del procesado, sería un absurdo que la misma se
propiciara en sede de casación, en desmedro de la coherencia interna del proceso
penal"
______
* Sentencia de junio 5 de 1997. M.P. Dr. Jorge Anibal Gómez Gallego.

** Siempre que la misma no suponga una retractación de la aceptación o del acuerdo.


(Cfr. providencia de la Sala de octubre 26/99. Radicación 10.245. M.P. Dr. Carlos
Eduardo Mejía Escobar.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 29/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio culposo
PROCESO : 11105
PUBLICADA : Si

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CASACION-Vicio originado en la aducción de un medio de prueba: Falso juicio de


legalidad/ FALSO JUICIO DE IDENTIDAD-Exigencias técnicas
1. Aparece sin sentido ni explicación jurídica seria alguna, la afirmación suelta que
hace el defensor en la demostración de este reproche en el sentido de que es ilegal la
prueba testimonial recaudada durante el lapso en que (...) permaneció ajeno al proceso
por no habérsele vinculado, no solo porque de ser así no sería tema del motivo de
nulidad que escogió para demandar en casación la revocatoria del fallo, sino porque de
tener algún fundamento para ello se impondría acudir a la causal primera cuerpo

173
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

segundo, violación indirecta por error de derecho por falso juicio de legalidad,
postulado casacional que le impondría la obligación de demostrar las reglas de
aducción y producción de las mismas que fueron desconocidas y cuáles las
disposiciones normativas que las contienen.

2. Ha sido insistente la jurisprudencia de la Sala en enfatizar que siendo el motivo de la


violación indirecta de la ley un ataque a la legalidad del fallo que tiene que ver con
errores de juicio sobre la materialidad de la prueba o su objetividad, específicamente si
se trata del error de hecho por falso juicio de identidad, corresponde al demandante
demostrar cómo las valoraciones que hizo el sentenciador sobre las pruebas objeto de
dicho yerro no tienen como referente el contenido objetivo de las mismas, es decir, las
hace mentir o fuerza su contexto para afirmar circunstancias que no fueron
manifestadas por éstos o las distorsiona cambiándoles la expresión fáctica para
ponerlos a decir algo diverso e igualmente que de atenerse a la exactitud de lo que la
prueba demostrativamente contiene desvirtuando el soporte probatorio del fallo, por
manera que, acreditado el yerro en determinados medios de convicción, la decisión no
se podría mantener ni siquiera con aquellos elementos de juicio que no fueron objeto
de error por parte del Juez.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 29/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio agravado
PROCESO : 11479
PUBLICADA : Si

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CASACION-Vicio originado en la aducción de un medio de prueba: Falso juicio de


legalidad
Los vicios originados en la aducción o incorporación de un determinado medio
probatorio no afectan la validez de la actuación procesal posterior, ni tornan
jurídicamente inexistentes las pruebas que fueron allegadas con arreglo a las
formalidades legales. Los efectos invalidatorios de un vicio de esta naturaleza, ha sido
dicho reiteradamente por la Corte, no se proyectan más allá de la prueba misma, salvo
que se trate de la indagatoria.

Cuando el Juzgador al apreciar un determinado medio de prueba le otorga validez


porque considera que cumple las exigencias formales de incorporación al proceso, sin
llenarlas; o le niega toda eficacia jurídica porque estima que no las reúne,
cumpliéndolas, incurre en error de derecho por falso juicio de legalidad, por
desconocimiento de las normas que disciplinan su incorporación al proceso, que debe
ser planteado, como ya se dijo, dentro del ámbito de la causal primera de casación,
cuerpo segundo, con el fin de que el Juez de casación excluya de toda valoración la
prueba ilegalmente aducida, o incluya como elemento de convicción la que fue
indebidamente desechada, y dicte la decisión que corresponda, de acuerdo con la
nueva realidad jurídico probatoria.

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 29/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Homicidio
PROCESO : 12021
PUBLICADA : Si

174
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

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ERROR EN LA CALIFICACION JURIDICA-Técnica para alegarla en casación/


SECUESTRO EXTORSIVO-Se configura cuando para la realización de otros
delitos como el hurto o la extorsión se priva momentáneamente de la libertad a las
víctimas
1. La censura por errónea calificación de la conducta, como se ha señalado en diversas
oportunidades debe formularse al amparo de la causal tercera de casación,
proponiéndose como error in procedendo para lograr la invalidación de la calificación y
de esa manera obtener el proferimiento de una sentencia congruente con los cargos
formulados acorde a los hechos demostrados.

Sin embargo como se trata de un error de juicio, su demostración debe hacerse acorde
a la técnica propia de la causal primera de casación, bien por la vía de la violación
directa, por indebida aplicación o selección de la ley sustancial, o de la indirecta si fue
que el yerro en mención se produjo a causa de una errónea apreciación probatoria
originada en los falsos juicios de existencia o de identidad.

2.No hay duda que la acción de los procesados está constituida por la retención física
de las víctimas, en forma violenta, amenazándolas con armas de fuego, trasladándolas,
bajo su mando, de un lugar a otro para conseguir el dinero a cambio de dejarlos en
libertad. Esta situación de privación de libertad de los esposos Botero Guinand y
Delgado Tamayo acompañada del propósito de obtener provecho económico, comporta
verdadera trascendencia jurídica para aquel bien tutelado y es suficiente para que se
estructure el secuestro extorsivo.

No se trató de una simple intimidación orientada a lesionar el patrimonio de las


víctimas, como lo afirma el libelista. Más allá de esta consideración es necesario tener
en cuenta las manifestaciones externas de los procesados que se identifican como
elementos propios de la conducta por la cual fueron condenados, la cual no se puede
desconocer so pretexto de que su intención no era lesionar el bien jurídico de la
libertad.

El argumento de que para la realización de otros delitos como el hurto o la extorsión


puede haber una privación momentánea de la libertad, no resulta acertado, pues cada
uno contiene una acción diversa que constituye el eje central de las conductas típicas
en discusión. La limitación de la locomoción aquí acaeció, así hubiera sido temporal y
así los encartados no hubieran tomado el mando del timón; mediante el uso de armas
de fuego y las amenazas verbales que en todo momento lanzaron, controlaron la
situación y doblegaron la voluntad de los afectados.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS EDUARDO MEJIA ESCOBAR

Sentencia Casación
FECHA : 29/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Porte de armas de defensa personal,
Secuestro
extorsivo
PROCESO : 13311
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

SENTENCIA ANTICIPADA-Interés: El condenado como autor de rebelión carece


de interés para alegar su condición de auxiliador/ DETENCION DOMICILIARIA-No
procede cuando ha sido proferida sentencia de primer grado/ DETENCION
DOMICILIARIA-La que regula el artículo 396 del C. de P.P. difiere sustancialmente
del beneficio consagrado en el artículo 44 de la ley 81 de 1993 para casos de
colaboración eficaz
1. Haber sido condenado el procesado como autor del delito de rebelión, no obstante
su condición de simple auxiliador; y, haberle sido aplicada en la sentencia una
normatividad distinta de la que fue objeto de imputación en la diligencia de
formulación y aceptación anticipada de cargos.

Respecto del primer reparo, resulta suficiente precisar que en tratándose de sentencia
anticipada, la defensa carece de interés para discutir en sede extraordinaria aspectos
distintos de la dosificación de la pena, el subrogado de la condena condicional y la
extinción del dominio sobre bienes, según lo establecido en el numeral 4º del artículo
37B del Código de Procedimiento Penal, modificado por el 5º de la ley 81 de 1993 y 12
de la ley 365 de 1997, y que una alegación al margen de dichos temas, como es la
relativa a la forma de participación del procesado en los hechos, deviene inaceptable.

2.La medida de aseguramiento de detención domiciliaria es de carácter


eminentemente provisional, de no recibo cuando ha sido proferida sentencia de primer
grado, según doctrina reiterada de la Corte (Cfr. Auto de septiembre 11 de 1993,
Magistrado Ponente Doctor Gómez Velásquez; Casación de noviembre 2 de 1994,
Magistrado Ponente Doctor Duque Ruiz; sentencia de segunda instancia de 2 de junio
de 1999, Magistrado Ponente doctor Gómez Gallego, entre otras).

Es de aclararse que la detención domiciliaria de que trata el artículo 396 del estatuto
procesal (modificado el artículo 53 de la ley 81 de 1993), difiere sustancialmente del
beneficio consagrado en el artículo 44 de la citada ley para casos de colaboración
eficaz con la administración de justicia, y que si lo pretendido por el casacionista era el
reconocimiento de esta última durante la ejecución de la sentencia, como pareciera
insinuarlo en el desarrollo del cargo, debió haber empezado por demostrar que
mediaba un acuerdo en tal sentido, producto de su contribución con las autoridades
judiciales

MAGISTRADO PONENTE: DR. FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL

Sentencia Casación
FECHA : 29/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Rebelión
PROCESO : 12329
PUBLICADA : Si

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ERROR DE HECHO-Diferencia entre el falso juicio de identidad y el falso


raciocinio
Desde el enunciado se falta a la técnica, pues éste es equívoco, no sabiéndose si
reprocha al fallador por haber incurrido en error de hecho por falso juicio de identidad o
por falso juicio de raciocinio, confusión que mantiene en el desarrollo de la censura, por
lo que desde ya se manifiesta que está condenada al fracaso.

Así, es preciso que la Sala reitere que estas dos clases de desatinos de hecho son
distintos, surgiendo el primero cuando al apreciarse la prueba se falsea su tenor literal,
poniéndola a decir lo que su texto no reza. Esto es, no hay identidad o correspondencia
entre lo que la prueba expresa y lo que el sentenciador manifiesta que su texto dice. Es
de carácter objetivo, contemplativo. En cambio, la segunda modalidad se comete
cuando el fallador al analizar el mérito de un elemento de convicción sujeto a la

176
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

apreciación racional, lo hace vulnerando ostensiblemente las leyes de la ciencia, los


principios de la lógica o las reglas de la experiencia. Es de carácter valorativo.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 29/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Falsedad en documento privado
PROCESO : 12784
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-Técnica en casación/ CASACION-Nulidad: Es antitécnico confundir las


irregularidades que afectan el debido proceso con las del derecho de defensa
1. como lo ha reiterado la Sala, aunque las nulidades permiten alguna amplitud para su
proposición y desarrollo, no puede la demanda en que se invoquen equipararse a un
escrito de libre de formulación, sino que está sujeta, como en las demás causales, a
unos insoslayables requisitos, pues si se trata de un medio para preservar la estructura
del proceso y las garantías de los sujetos procesales, quien las aduzca no sólo debe
acatar los principios generales que rigen este medio de impugnación extraordinaria,
sino que debe sustentarlas en debida forma, indicando el motivo de la nulidad, la
irregularidad sustancial que alega, la manera como ésta socava la estructura del
proceso o afecta las garantías de los sujetos procesales y su incidencia en el fallo, de
tal manera trascendente que si no se hubiera cometido el sentido de éste hubiera sido
distinto, y la actuación que en virtud del yerro queda viciada.

2. Sin desconocer que hay irregularidades que afectan tanto el debido proceso como el
derecho de defensa, como lo ha sostenido la Sala, sin embargo, ésto no implica que
puedan confundirse y, por lo mismo, entremezclarse y tratarse indistintamente como lo
hace el casacionista, pues tanto la ley como la jurisprudencia han distinguido,
claramente, entre el vicio de estructura y el vicio de garantía.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ENRIQUE CORDOBA POVEDA

Sentencia Casación
FECHA : 29/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas
de
defensa personal, Homicidio agravado
PROCESO : 12961
PUBLICADA : Si

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DEFENSA TECNICA-Indagatoria: Nombramiento de una persona honorable como


defensor/DEFENSA TECNICA-Inactividad contenciosa como estrategia defensiva/
DEFENSA TECNICA-Criterios para valorarla/ DEFENSA TECNICA-Las distintas
alternativas de defensa son facultativas para el defensor/ DEFENSA TECNICA-
Designación de un defensor de oficio para la audiencia pública
1. Debe comenzar por señalarse, que si a OLIVA GIRALDO le fue asignada una
ciudadana como defensora para que la asistiera en desarrollo de la diligencia

177
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

instructiva, esto se debió a que una vez le fueron hechas las prevenciones sobre la
circunstancia de que la declaración que iba a rendir lo sería sin compromiso de
juramento, además de ponérsele de presente el contenido de los artículos 33 de la
Carta Política y 37, 37A, 283, 357, 358 del C. de P.P., ésta manifestó no tener un
defensor letrado a quien nombrar, razón por la cual la designación que de una
ciudadana honorable se hiciera, encontrándose vigente el artículo 148.2 ibidem que lo
autorizaba, no admite reparo alguno, así de lege ferenda en un sentido negativo en
concepto del demandante le habría correspondido al funcionario judicial abstenerse de
dar aplicación de dicho precepto por contravenir disposiciones de la Constitución
Política, si se tiene en cuenta que el fallo de inconstitucionalidad con los efectos erga
omnes y hacia el futuro que le son inherentes, solamente vino a proferirse hasta el 9 de
febrero de 1.996, mediante la sentencia C-049.

2. Particularmente en relación con esta última, esto es la defensa técnica que se ejerce
mediante abogado, ha entendido la Sala que para afirmarse la vulneración de este
derecho no puede identificarse la ausencia de actos tales como la interposición de
recursos, la presentación de alegatos, la solicitud de pruebas, etc., con un absoluto
abandono del cargo, pues si bien estas suelen coincidir con aquellas manifestaciones
de la actividad defensiva, no constituyen en estricto sentido más que eso, es decir que,
como sucede en la mayoría de los casos, son apenas aparentes expresiones del
ejercicio de la defensa, que no siempre es dable confundir con el derecho mismo, ya
que éste puede frente a eventos particulares presentarse de distinta manera y
específicamente como estrategia defensiva, en modo alguno comparable con aquella
inactividad nugatoria de las posibilidades defensivas, en el entendido de que en esta
última hipótesis si podría estarse frente a una evidente desatención irresponsable de
los compromisos inherentes al defensor.

3. Es imperativo para la Sala en casos como el presente insistir, en que no puede


pretenderse demostrar un cargo por ausencia de defensa profesional, cifrando el
alegato simplemente en la inactividad del defensor como si dicha objetiva
constatación por si sola posibilitara arribar a una tal conclusión, máxime cuando en su
lugar se proponen alternativas o variantes solamente compatibles con una distinta
manera de asumir cada letrado la defensa, pero que lejos están de traducir
actuaciones omitidas pese a que resultaban potencialmente favorables al procesado.
...
No puede prosperar, entonces, en el caso sub judice la censura que se hace al fallo por
haberse incurrido en conducta lesiva del derecho a la defensa técnica, aduciendo para
ello simplemente que el apoderado de oficio de (...) si bien intervino en la actuación
procesal, no realizó una actividad específica o agotó las posibilidades defensivas de
que da cuenta el demandante en casación, toda vez que en hipótesis semejantes debe
entenderse que las distintas alternativas de defensa son para el letrado facultativas,
esto es, que nada le impone su agotamiento.

Al respecto ha precisado la jurisprudencia que:

"El concepto del derecho de defensa no se puede construir en la abstracta anticipación


del resultado absolutorio del juicio, sino que se desenvuelve en función de las
posibilidades reales de contradicción de los cargos y ello depende, en buena parte, de
la información que sobre el asunto pueda suministrar el procesado (sea reo presente o
ausente), o de un estratégico silencio que impida la deducción de situaciones
agravatorias de su posición jurídica, o de atenerse a que sea el Estadoel que cumpla
plena y cabalmente con la carga de probar el hecho y la responsabilidad. En fin, son
demasiadas las alternativas compatibles con la garantía de una defensa idónea, sin
que siempre detrás de la apariencia de inactividad, deba predicarse la carenci de
contradictorio". (M.P. Dr. Carlos Mejía Escobar. Cas. 26 de marzo de 1.996).

4. Ahora, en cuanto al indiscutible hecho de que al defensor oficioso de la procesada,


no le fue comunicada la fecha de la realización de la audiencia pública y que,
precisamente por ello no asistió a la misma, ciertamente en esta irregularidad estaría
incurso el Juez Penal del Circuito de Urrao.

Sin embargo, ningún reparo es válido en el sentido de que por este motivo se
hubiese conculcado el derecho de defensa de la procesada, toda vez que la primera
decisión adoptada por el juez al iniciar la audiencia pública fue la de poner a salvo
dicha garantía, al nombrarle con ese propósito al profesional que venía asistiendo al
procesado Espinal Marín, determinación que dadas las características del caso, esto es,
existiendo identidad en la imputación delictiva por violación de la Ley 30 de 1.986 y
estando ausente cualquier incompatibilidad entre los imputados, debe calificarse de
acertada, máxime cuando realizó una intervención perfectamente individualizada en

178
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

pro de (...) recogiendo incluso algunos aspectos de su indagatoria que estimó de


importancia y verosímiles, como el relacionado con los poderes curativos de la
marihuana.

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia casación discreciona


FECHA : 30/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Violación a la Ley 30/86
PROCESO : 13591
PUBLICADA : Si

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NULIDAD-No se configura por la omisión de vincular a otras personas


comprometidas/ INDAGACION PRELIMINAR-Finalidad de la prueba/
INDAGACION PRELIMINAR-Carácter reservado de la prueba/ DERECHO DE
CONTRADICCION-Alcance: No se contrae al previo señalamiento de fecha y hora
para la práctica de diligencias
1. Insistentemente y desde antiguo la jurisprudencia de la Sala ha destacado sobre el
particular, que así como la falta de investigación y juzgamiento conjunto de uno o
varios delitos conexos no conlleva nulidad siempre que no resulten afectadas las
garantías constitucionales (art. 88 ibidem), tampoco omitir la vinculación al proceso de
uno o más de los partícipes puede generar el mismo efecto invalidante, toda vez que, a
lo sumo esta circunstancia debe apreciarse como una simple irregularidad no
trascendente para la legalidad de la actuación, máxime cuando en la mayoría de los
casos esta falencia menor puede superarse a través de la expedición de copias para la
averiguación separada del punible o de los intervinientes en el mismo.
...
Es, entonces, ostensible la confusión conceptual del censor y absoluta la falta de
demostración del pretendido vicio sustancial que ameritaría la invalidación de lo
actuado, pues si como ya se precisó nada obsta para que un imputado que no se
vinculó a un proceso sea investigado en actuación independiente y diciendo relación el
principio de investigación integral con la obligación que tiene el funcionario judicial de
indagar tanto lo favorable como lo desfavorable a los intereses del sindicado y de los
demás sujetos (artículos 249 y 333 del Código de Procedimiento Penal), un fenómeno
no tendría relación alguna con el otro.

2.Tratándose de elementos de convicción acopiados en la etapa preliminar del


proceso, cuya apertura de previas lo fue el 11 de julio de 1.994 y estando por lo mismo
orientadas acorde con lo previsto por el artículo 319 idem. (Modificado por el art.40 de
la Ley 81 de 1.993), entre otras finalidades a "recaudar las pruebas indispensables con
relación a la identidad o individualización de los autores o partícipes del hecho", como
que hasta dicho momento no existían imputaciones concretas sobre ninguna persona,
la exigencia que el actor manifiesta según la cual ha debido fijarse fecha y hora para su
recepción surtiéndose "citación obligatoria para ciertos sujetos procesales", pues
además de no constituir una exigencia legal, como adelante con mayor detenimiento
se ocupará la Sala, no pasa de ser una abstracta alegación, inconsulta de la
oportunidad en que dichas probanzas fueron allegadas, sobre todo si se tiene en
cuenta que durante este período las diligencias son reservadas y exclusivamente "el
defensor del imputado que rindió versión preliminar, tiene derecho a conocerlas y a
que le expidan copias", por manera que no siendo este el caso, absolutamente ningún
reparo desde el punto de vista de su legalidad es dable hacer a las mismas.

179
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

3. Sin embargo, como es claro, el requisito referido al imperativo que según su criterio
tiene el funcionario judicial de señalar la fecha y hora en que va a practicar una
prueba, carece de apoyo legal y por lo mismo resulta siendo un condicionamiento de
validez inexistente en el ordenamiento procesal penal, sin que esto signifique, desde
luego, que la prueba no deba ser previamente ordenada, como en efecto ya lo había
sido en el caso sub judice las ampliaciones de los citados testimonios.

La confusión en el planteamiento del actor puede explicarse en el hecho de que,


también erróneamente, identifica las exigencias sobre el contenido de la decisión que
ordena la prueba o sobre la oportunidad en que ella puede allegarse, con los requisitos
esenciales de validez que debe cumplir, esto es, aquellos sin los cuales no tendría
existencia jurídica, pues colige de las primeras que su incumplimiento atentaría contra
el derecho de contradicción de los diversos medios dentro del proceso penal,
confundiendo de este modo la legalidad del testimonio con la imposibilidad de ejercer
el contradictorio.

Referida al principio de contradicción y a propósito de este mismo tema relacionado


con su pretendida vulneración por no atender a la perentoriedad en la determinación
de la oportunidad para pracicar las pruebas, en reciente oportunidad la Sala precisó:

"Dicho principio no se contrae a que el funcionario judicial deba señalar con


anticipación la fecha y hora en que va a practicar las diligencias, ni de estar enterando
al defensor de cuante diligencia va a realizar. En el ejercicio de investigar tanto lo
favorable como lo desfavorable y garantizar el derecho a la defensa, se debe permitir
la plena intervención de las partes en defensa de sus intereses. Al
imputado,directamente o por intermedio de su defensor, debe garantizarle el derecho a
defenderse, a que contradiga las pruebas arrimadas al plenario, a conocer las
providencias e impugnarlas mediante los recursos ordinarios, etc.

Una de las formas de salvaguardar las gaantías procesales de las partes, como uno de
los fundamentos del debido proceso, es permitiendo la intervención en todas las etapas
de la actuación, acudiendo a todos los mecanismos que la misma contiene." (M.P. Dr.
Carlos Mejía Escobar. Cas. 21 febrero/00).

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Tentativa de homicidio, Porte de armas de
defensa
personal, Homicidio
PROCESO : 11841
PUBLICADA : Si

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CASACION-Causal tercera: Exigencias técnicas/ VIOLACION DIRECTA DE LA


LEY-Técnica
1. Tomando como punto de partida la demanda presentada, es importante recordar que
cuando se acude a la causal 3a. de casación, le es imperativo al casacionista seguir
unas reglas, que pueden ser resumidas así:

a) Concretar la clase de nulidad que se invoca.


b) Mostrar sus fundamentos.
c) Señalar las normas que estima infringidas.
d) Precisar de qué manera la irregularidad procesal denunciada ha repercutido
definitivamente en la afectación del trámite surtido que ha culminado con la
expedición de la sentencia impugnada.
e) No basta con tratar de evidenciar cualquier clase de irregularidad hipotéticamente
surgida dentro del proceso, sino que es necesario indicar, y probar, aquella o aquellas

180
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

que indefectiblemente conducen a su invalidación, bien porque rompan la estructura


del rito, bien porque vulneren garantías y derechos fundamentales.
f) Señalar desde qué momento se pide la declaración de nulidad, indicando los motivos
por los cuales se alude a tal momento.
g) Si se plantean varios cargos de nulidad, corresponde al casacionista indicar el orden
de prioridad de cada uno de ellos teniendo en cuenta el alcance o cobertura que
eventualmente comprendería la declaración de nulidad.
h) Cada hipótesis de nulidad tiene su propia trascendencia en el trámite procesal y
lógicamente aquella con mayor capacidad de regresar el proceso al punto más lejano
goza de prioridad frente a las demás. Por ello el demandante debe señalar el cargo
principal y las razones de la escogencia, e indicar, en orden, cuál o cuáles son los
cargos subsidiarios.
i) Si el proponente demanda violación al derecho de defensa, en su escrito debe
determinar la actuación concreta que lo ha vulnerado, así como su específica
incidencia en el fallo recurrido ( Cfr., por ejemplo, Cas. del 10 de marzo de 1994, M. P.
Dr. Ricardo Calvete Rangel, y Cas. del 14 de septiembre de 1.999, M. P. Dr. Carlos
Eduardo Mejía Escobar).

2. Cuando se acude a dicho motivo casacional, le corresponden al proponente varias


tareas, que debe cumplir con absoluta transparencia y concreción, a saber:

a) Afirmar y probar que el juzgador de 2a. instancia incurrió en error por falta de
aplicación (exclusión evidente o infracción directa), por aplicación indebida (falso juicio
de selección) o por interpretación errónea ( sobre la existencia material, sobre la
validez o sobre el sentido o alcance ) de la ley sustancial.
b) Abstenerse de reprochar la prueba, es decir, le compete aceptar la apreciación que
de ella ha hecho el fallador y conformarse de manera plena con la declaración de los
hechos vertida por éste.
c) Realizar un estudio puramente jurídico de la sentencia.
d) Si predica aplicación indebida de una norma, tiene que precisar la norma
inadecuadamente utilizada y, en principio, aquella que en su lugar debe ser atribuida.
e) Indicar en forma clara y precisa los fundamentos de la causal.
f) Citar las normas que estima infringidas.

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Lesiones personales, Homicidio
PROCESO : 12765
PUBLICADA : Si

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SENTENCIA ANTICIPADA-Interés para recurrir-Imposibilidad de retractación


Como lo ha dicho y reiterado la Corte, la aceptación voluntaria de responsabilidad con
miras al proferimiento de sentencia anticipada se rige por el principio de
irretractabilidad, que implica para el procesado y para su defensa técnica la renuncia a
controvertir la prueba y el contenido de la acusación, excepto cuando se recurre sobre
la dosificación de la pena, la condena de ejecución condicional y la extinción del
dominio sobre bienes.

La Corte también tiene claro que si bien el artículo 37B-4 del C. de. P. P.
gramaticalmente apunta al recurso de apelación, debido al mismo interés, a la lógica y
a la razón de ser de los recursos, las restricciones previstas para la alzada tienen que
ser atendidas para efectos de la casación.

Resulta claro, entonces, que salvo las excepciones indicadas, en todo otro caso la
defensa carece de la posibilidad de recurrir en casación.

181
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

También se sabe que cuando se invoca la violación de garantías fundamentales con el


anhelo de la casación, no es suficiente su planteamiento para soslayar la exigencia del
interés. Para disipar el pretexto de la simple retractación, es menester demostrar,
probar, la efectiva lesión de tales garantías, es decir, el resquebrajamiento de los
derechos con actitudes maliciosas o sinceramente negligentes y con asalto de la
lealtad que debe acompañar el trámite de todo proceso.

De lo anterior resulta que si el planteamiento de nulidad por presunta violación de


garantías fundamentales obra como desvío para introducir en la Justicia el retraimiento
de un cargo libremente aceptado por el procesado o acordado con la Fiscalía, la
ausencia de interés para recurrir emerge manifiesta. Por ello la Sala ha resaltado que el
interés para recurrir una sentencia de terminación anticipada del proceso no puede
derivarse de la causal invocada o simplemente del énfasis de la defensa alusivo a que
se ha conculcado una garantía fundamental. Es siempre necesario, afirma la Corte,
escudriñar la orientación o propósito perseguido con el cargo, y si se establece que el
mismo no es más que la búsqueda de rectificación de lo aceptado o acordado, la
ausencia de interés se erige como consecuencia ( Cfr., por ejemplo, casaciones del 11
de agosto de 1999, M. P. Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote, y del 26 de octubre de
1999, M. P. Dr. Carlos Eduardo Mejía Escobar ).

MAGISTRADO PONENTE: DR. ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON

Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2000
DECISION : Desestima la demanda
DELITOS : Hurto calificado y agravado, Porte de armas
de defensa personal
PROCESO : 11065
PUBLICADA : Si

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NORMAS RECTORAS-Su vulneración no siempre genera nulidad/


DOSIFICACION PUNITIVA-Rebajas de pena por confesión y sentencia anticipada:
No son incompatibles; los cálculos se hacen sobre residuos o remanentes/
ACUMULACION DE BENEFICIOS-Alcance del verbo "acumular"/ SENTENCIA-
Error aritmético: Corrección en segunda instancia o en casación, condiciones

1. Antes de ingresar en la propuesta de la demanda, de una vez debe elucidarse la


confusión del Procurador Delegado en relación con la vulneración de las normas
rectoras o de las garantías fundamentales, pues tal anomalía no siempre genera
nulidad de la actuación procesal (depende de la garantía) y muchas de ellas también
se caracterizan como normas sustanciales, en la medida que puedan servir para
resolver el caso concreto y no solamente para impulsarlo hacia su decisión final.

En efecto, los artículos 10 y 20 del Código de Procedimiento Penal, además de ser


normas rectoras, tienen carácter sustancial, porque aplicados correctamente y en su
campo propicio, deciden el problema, de tal manera que si lo invocado es la
interpretación favor rei, sin duda el procesado quedaría expuesto a una pena más
benigna que la aplicada; o si lo que se echa de menos es el principio de igualdad,
siempre que exista identidad de factores de comparación, entonces también cambiaría
la sanción en favor del acusado. Adicionalmente, el reconocimiento de uno y otro
principio bien puede hacerlo el revisor, sin necesidad de acudir a la nulidad de la
actuación procesal, pues bastaría la modificación del fallo en cuanto a la cantidad de
pena.

2. Para la época en que el acusado se acogió a la sentencia anticipada, regía el artículo


37 con la modificación introducida por el artículo 3° de la ley 81 de 1993 (noviembre
2), después nuevamente reformado por el artículo 11 de la ley 365 de 1997. El inciso
5° de la disposición aplicable, que es el objeto de la discusión, decía:

182
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

"El juez dosificará la pena que corresponda y sobre el monto que determine hará una
disminución de una tercera (1/3) parte de ella por razón de haber aceptado el
procesado su responsabilidad" (se ha subrayado).

Es inconfundible la regla o mandato para el juez: antes de hacer la reducción de una


tercera parte, por concepto de sentencia anticipada, el funcionario deberá "dosificar" la
pena. La dosificación o individualización de la pena consiste en graduarla por dosis o
entregas prescritas en la ley.

Ocurre que el artículo 299 del Código de Procedimiento Penal, antes de la reforma
prevista en el artículo 38 de la ley 81 de 1993, consagraba una rebaja de la tercera
parte de la pena en caso de confesión (ahora es de una sexta parte), precepto que se
aplica por ser más favorable y era el vigente al momento de los hechos.

En la mencionada disposición, como se orienta a reducir la sanción, el legislador


prescribió una de las dosis o cuotas que deben contar para graduarla, sin necesidad de
establecer si se trata de un factor que hace parte de la estructura del delito o
simplemente tiene naturaleza procesal. Desde luego que el instituto de la confesión
participa de esta última característica, además se trata de una manifestación
posdelictual, en la medida que nada tiene que ver con la acción típica, la antijuridicidad
ni la culpabilidad del sujeto por el hecho criminoso.

Basta el imperativo legal, en el sentido de que cumplidas las condiciones legales de la


confesión, la pena debe reducirse en una proporción determinada, que como tal hará
parte de dosis o monto de la pena, sin atención a su naturaleza jurídica.

De modo que, como lo indica el precepto citado, la disminución de la tercera parte por
sentencia anticipada, sólo puede hacerse sobre el monto obtenido después de la
dosificación hecha con base en los demás factores concurrentes, entre los que cuenta
la confesión idónea. La lectura del demandante y el Procurador Delegado es
equivocada, además, porque la norma se refiere al "monto que determine" el juez,
después de dosificar la pena, no al monto previsto abstractamente en la ley, aunque
obviamente aquella operación judicial debe partir de los mandatos legales.

La medición gradual o por momentos de la pena, igualmente, respeta un orden lógico


dentro del sistema procesal penal colombiano, pues, dentro de un proceso normal, la
confesión debe hacerse en la primera versión del imputado, mientras que la aceptación
de responsabilidad sólo puede intentarse a partir de la ejecutoria de la resolución de
situación jurídica.

Ahora bien, es cierto que el artículo 61 del Código Penal prevé los criterios y reglas
generales para determinar la punibilidad, pero no se trata de una regulación taxativa,
en la medida que otras normas especiales del ordenamiento jurídico-penal consagran
otros factores de medición, tales como las que se refieren a la sentencia anticipada, la
audiencia especial, la confesión y los beneficios por colaboración eficaz, entre otros (C.
P. P., arts. 37, 37A, 37B, 299 y 369 A-J).

Por otra parte, el artículo 61 no se refiere sólo a "circunstancias del delito", sino que
alude a la expresión amplia de "circunstancias de atenuación o agravación", entre las
que incluye, si se leen atentamente los artículos 64 y 66 del Código Penal,
manifestaciones de conducta anteriores, concomitantes y posteriores al hecho punible.
A manera de ejemplo, el procurar voluntariamente, después de cometido el hecho,
anular o disminuir sus consecuencias; o resarcir espontáneamente el daño o
presentarse voluntariamente ante las autoridades, son factores cuya relación de
analogía con las bases comportamentales de la confesión o de la aceptación de
responsabilidad serían indiscutibles, aunque las consecuencias punitivas sean
diferentes por diferenciarlo así expresamente la ley (C. Penal, arts. 64, numerales 6, 7 y
8, 65 y 67).

A la metodología descrita, tampoco se opone el tenor del numeral 1° del artículo 37B
del Código de Procedimiento Penal, modificado por el artículo 5° de la ley 81 de 1993,
cuyo texto es el siguiente:

"1°) Acumulación de beneficios. El beneficio de rebaja de pena previsto en los


artículos 37 y 37-A es adicional y se acumulará a todos los demás a que tenga derecho
el procesado, pero en ningún caso se acumularán entre sí".

183
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

La confusión en la lectura de este precepto se ha presentado por la utilización del


verbo acumular. Sin embargo, más allá del argumento literal, teleológicamente se
entiende que el legislador quiso establecer, por ejemplo, la autonomía de los beneficios
y la compatibilidad de las rebajas correspondientes en caso de sentencia anticipada y
confesión, a pesar de la similitud de las conductas que los propician, y por ello desde el
texto original del artículo 37 se hace énfasis en que el primero "es adicional".

Es que, si de interpretación gramatical se trata, el Diccionario de Uso del Español de


María Moliner dice que una de las acepciones del verbo acumular es "juntar una cosa a
otra de modo que se suma a ella o contribuye al mismo efecto" (Se ha resaltado).
Frente a la disposición clara del inciso 5° del artículo 37, el más razonable
entendimiento de la expresión "acumular" usada en el artículo 37B-1, ante la
disyuntiva semántica ofrecida, es que la rebaja de pena por sentencia anticipada
"contribuye al mismo efecto" de dosificarla, mediante una suma que se hace de cifras
obtenidas a partir de distintos referentes.
.......
De este modo, como lo indica el artículo 37B-1, las rebajas de pena por confesión y
sentencia anticipada no son incompatibles, a pesar de la afinidad de las conductas que
las sustentan, por ello se suman, pero previo cálculo a partir de los referentes de
progresividad que señala el inciso 5° del artículo 37. *

3. Es evidente que el juzgado sufrió un lapsus calami en la parte resolutiva de la


sentencia, pues, no obstante que en la motivación hizo correctamente las operaciones
y fijó la pena finalmente en 14 años y 8 meses, en la decisión impuso 14 años y 4
meses (cuaderno original 2, fs. 171 y 174). El Tribunal prolongó el error porque, a
pesar de que en las consideraciones del fallo se refirió a la cantidad indicada, ya en la
resolución se limitó a confirmar integralmente la sentencia de primer grado, sin
introducir modificaciones sobre el particular (cuaderno Tribunal, fs. 23 y 24).

Pues bien, es obvio que los errores aritméticos pueden enmendarse por el revisor en
segunda instancia o en casación, dado que la limitación sustancial o de procedimiento
se impone es al juez o Tribunal que la haya dictado en primera o única instancia (C. P.
P., art. 211). Sin embargo, en principio, la corrección no puede hacerse cuando
implique agravación de la pena, si el recurso se ha introducido en favor del procesado
o propuesto por él mismo, como lo indican los artículos 217 y 227 del Código de
Procedimiento Penal.

Mas, como lo ha expuesto esta Corporación, la prohibición de reformatio in pejus,


principio de raigambre constitucional, parte del supuesto de que el juez ha respetado
los precisos límites legales de la pena, postulado rector que igualmente establece la
Constitución, no sólo como garantía del ciudadano procesado, sino también en
beneficio de la sociedad (arts. 29 y 31). En este caso, como quiera que los juzgadores
partieron de los mínimos de pena tanto en el delito base como en la consideración de
las agravantes (25 y 8 años de prisión, respectivamente), y además las rebajas por
confesión y sentencia anticipada se prevén como cuotas fijas (1/3 parte), significa
entonces que en la decisión final el error se traduciría en la imposición de una pena por
debajo del mínimo legal.
_________
* Nota: En sentido similar ver decisiones de abril 20 de 1999, Magistrados Ponentes:
Drs. FernandoArboleda Ripoll y Ricardo Calvete Rangel y octubre 7 de 1999, Magistrado
Ponente: Dr. Carlos Eduardo Mejía Escobar

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2000
DECISION : Desestima la demanda, casa de oficio fijando
nueva
pena
DELITOS : Secuestro extorsivo agravado
PROCESO : 10848
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

DEMANDA DE CASACION-Exigencias técnicas-Causal primera/ FALSO JUICIO


DE IDENTIDAD-Por supresión
1. La naturaleza extraordinaria del recurso de casación es la que permite diferenciarlo
de las revisiones de instancia. De allí que la Corte, en forma pacífica, haya señalado
cuán importante es que los libelos por medio de los cuales se busca el rompimiento
excepcional de los fallos, sean un todo armónico, coherente y lógico en el que no
simplemente se denuncien errores, sino que además se demuestren, porque, en
principio, ellos demarcan el ámbito de la decisión. El censor, además, debe indicar la
trascendencia del yerro en aras de su pretensión, lo cual hace necesaria la mención de
la norma cuya aplicabilidad reclama el caso y que cambiaría ostensiblemente el
sentido de la sentencia.

Así, tratándose de la causal primera, como violación indirecta de la ley sustancial por
errores de hecho o derecho que plantea el censor, será preciso entonces que los
reparos formulados tengan debida comprobación y la suficiente fuerza para dirimir el
fundamento probatorio de la sentencia, pues, si un argumento serio y comprensivo del
fallador queda por fuera del radio de acción del recurso, también resulta imperativo
demostrar que él no sostendría racionalmente el fallo que ha ingresado a la sede
extraordinaria provisto de las características de acierto y legalidad.

No empece las advertencias hechas frecuentemente en la jurisprudencia, el escrito


examinado ignora tales pautas, pues, como se verá adelante, el actor no se pronuncia
sobre la situación jurídica en la que hipotéticamente quedaría el procesado, como
consecuencia de los yerros que aduce, ni tampoco deja ver de qué manera las bases
probatorias de la condena quedan derruidas ante el rigor de sus posturas, deficiencias
que la Corte no puede suplir en atención al principio de limitación que rige el recurso
(art. 228 C. P. P.).

2. El falso juicio de identidad por supresión no se comete propiamente por la falta de


literalidad en la invocación del testimonio, pues es posible la paráfrasis en la
referencia, sólo que debe preservarse la manifestación probatoria en su exacta y
auténtica significación, sin perjuicio de que en algunos casos sea imperativo el tenor
literal so pena de tergiversar la voluntad del testigo u órgano de la prueba.

MAGISTRADO PONENTE: DR. JORGE ANIBAL GOMEZ GALLEGO

Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Homicidio
PROCESO : 10828
PUBLICADA : Si

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PARTE CIVIL-Interés para recurrir en caso de absolución/ VIOLACION DIRECTA


DE LA LEY-Técnica-Eventualidades/ TITULO AL PORTADOR-Boleta de rifa
1. Importa precisar en primer lugar en este asunto, que si bien el apoderado de la parte
civil no recurrió del fallo de primera instancia y la cuantía de la acción indemnizatoria
es inferior a la exigida por la casación civil para época en que se interpuso el recurso,
le asiste pleno interés para recurrir porque la decisión de segundo grado afectó sus
intereses en forma desfavorable, pues tratándose de una absolución del delito del cual
se derivaba la obligación de indemnizar, este sujeto procesal se encuentra legitimado
para que extraordinariamente busque un pronunciamiento de fondo sobre la existencia
del delito y los perjuicios que en el caso concreto se hubiesen podido ocasionar.

2. El pretendido segundo cargo en que dice acusar el demandante la sentencia del


Tribunal de violar directamente la ley sustancial, también presenta serias deficiencias

185
Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

técnicas y argumentativas que pugnan con la naturaleza y alcance de la casación, pues


desconociendo que en esencia los ataques de esta clase deben contener una
proposición jurídica con la que se pretende desvirtuar la legalidad del fallo, olvida el
libelista señalar cuál es el sentido del quebranto de la ley de acuerdo con el concepto
teórico del motivo casacional escogido, esto es, no indica si el yerro in iudicando del ad
quem obedece a una errada interpretación de las disposiciones legales aplicadas al
caso, o si por el contrario, a una exclusión evidente de normas que regulan el supuesto
de hecho, o a una indebida aplicación de las que se consideraron pertinentes para
resolver el asunto.

3. Siendo insostenible su tesis de que como la boleta no tiene la inscripción "pagadero


al portador" entonces no tiene esa categoría, pues, como con acierto lo recuerda el
Delegado, en ese sentido desconoce precisamente que de conformidad con lo previsto
en el artículo 668 ibídem, ese no es presupuesto para ello, ya que por definición gozan
de esta clasificación los títulos que "no se expidan a favor de persona determinada,
aunque no incluyan la cláusula "al portador", y los que contengan dicha cláusula. La
simple exhibición del título legitimará al portador y su entrega se producirá por la sola
entrega"..

MAGISTRADO PONENTE: DR. CARLOS AGUSTO GALVEZ ARGOTE

Sentencia Casación
FECHA : 30/03/2000
DECISION : No casa
DELITOS : Falsedad en documento privado
PROCESO : 11959
PUBLICADA : Si

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Primer Trimestre de 2000 Relatoría Sala de Casación Penal

INDICE ALFABETICO DEL PRIMER


TRIMESTRE DE 2000

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