CONVIRTIÉNDOSE EN ÁNGEL

Por Liliana E.Flotta

Introducción:

En cada hombre y en cada mujer existe una inquietud permanente que lo lleva
a cuestionarse, a preguntarse y muchas veces a embarcarse en una búsqueda
desordenada, que le permita descubrir su origen, su situación en el orden de
las cosas y su camino futuro. No siempre se llega a ese conocimiento de
manera segura, o práctica, o simplemente suave y sin tropiezos.
Esta obra intenta humildemente acercar a quien esté preparado para recibirlo,
algo del Conocimiento.
Decimos que acercaremos sólo algo, porque el resto del mismo lo deberá traer
a la realidad quien estas líneas lea. Cada ser humano tiene dentro de sí, todo el
potencial para abarcar la Suma Total de la Sabiduría, y elevarse hasta alturas
insospechadas, pero debe hacerlo por Sí Mismo.
Nadie puede por otra persona, experimentar una vivencia, una emoción o una
percepción.
Desde estas páginas, veremos someramente el desenvolvimiento del Universo,
los pasos de la Creación hasta los niveles actuales de Vida; veremos dónde nos
encontramos como Humanidad y trataremos de vislumbrar cuál es nuestro
futuro como tal.
Pero cada Esencia a la que este Conocimiento llegue, comprenderá según su
momento evolutivo y lo realizará de acuerdo a su capacidad.
Como muy bien dice el Maestro Hermes: “ Cuando el oído está preparado,
llegan los labios que han de llenarlo de Sabiduría.”
Sabemos que el Conocimiento Oculto es para los pocos que pueden entender,
pues para los demás, todo el contenido del mismo sólo serán Palabras, mas,
también estamos seguros que en este momento de nuestra historia, nos
encontramos dispuestos para recibir La Verdad.
L.E.F.

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 CAPITULO 1

KAOS, THEOS, KOSMOS

Al principio era el Kaos, Kaos se convirtió en Theos, y de Él surgió el

Kosmos.
Todos son uno, son El TODO, en su devenir.
El TODO. Es todo lo que Es, todo lo que Será y lo que siempre ha sido. Nada
existe fuera de Él. Ya que todo lo abarca, Él es la Raíz sin raíz, la Causa sin
causa de lo existente.

Compenetra su creación aún antes de que ésta exista, siendo además, la

semilla de Aquello que será.
Realidad primera y única, permite la apreciación de que no hay ninguna otra
realidad fuera de Él.
¿Inentendible, mi querido lector? Veamos.

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Los Maestros Herméticos, desde hace milenios preguntan a sus discípulos:
¿Quién es El que Siempre Fue y Será, así existan, o no, los Universos. Así
existan, o no, los Dioses?
Cualquier persona del siglo actual, con una educación religiosa occidental,
contestaría de acuerdo a una reducida comprensión sobre el profundo tema:
“DIOS”. Responderían sin tener en cuenta que en la misma pregunta se
incluye la palabra “Dioses”.
Su respuesta, además, sería dada con su más encendida Fe, y quizá, con la
imagen de ese creador en su mente, de aspecto de honorable anciano, que los
libros de catecismo y muchas pinturas muestran.
Para la más antigua Filosofía de nuestro Mundo, esa no es la respuesta.
La respuesta es: El Espacio.
Ilimitado, Absoluto, Incognocible, el Espacio muestra las cualidades del
TODO en su aspecto físico.
En el libro sagrado más antiguo, el cual se erige en el volumen primordial del
que emanan los libros “revelados” de todas las religiones del planeta, podía
leerse:
“El Eterno Padre, envuelto en sus siempre invisibles Vestiduras...”
¿Cuáles pueden ser estas Vestiduras, sino las del Infinito, Ilimitado Espacio
que nos envuelve?
La frase del antiguo libro, el LIBRO DE DZYAN, continúa así:
“...había dormitado una vez más por Siete eternidades...”

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El Eterno Padre, el Espacio, dormía, se encontraba en reposo, como en un
sueño sin imágenes, no tenía conciencia de Sí.
Era Kaos.
Todo estaba sumido en Él entonces, la materia, los seres, el Universo. Habían
vuelto a su seno después de haber evolucionado en la Invisible y Eterna
Vestidura del Padre Espacio.
Era la Nada. “... el Tiempo no existía - según dice el mismo Volumen
Hermético- pues yacía dormido en la Eterna Duración...”
En Aquel Vacío Absoluto, Infinito –infinitamente pequeño, infinitamente
insondable--, comienza nuestra historia. La de la materia, la de la Conciencia
la de los seres, la Gran Obra de la conversión de lo más grosero en lo más
sublime.
Si desea encontrarse con Él, verlo y sentirlo, (aunque nunca ningún Ser
creado, pueda llegar a entender al Creador en su más interna naturaleza), mire
al cielo en una noche despejada y observe el negro Espacio que sostiene las
estrellas.
Allí lo encontrará siempre, tratando de hacerle recordar que nadie está solo.
Que Ud. no está solo, ya que Él, amorosamente, como a toda su Creación lo
envuelve, lo acaricia, sin que esta permanente actividad paternal, sea
percibida.
Se dice en la ciencia Oculta de Él, que su característica es el Movimiento. Ese
movimiento constituye lo que se llama el Hálito Divino, o en la India
Milenaria, la Respiración de Brahma: Con una primera Exhalación, emana un
Universo que se aleja del creador en lo que se denomina Involución: comienza
la Rueda del Peregrino, que debe adquirir conciencia para volver a su Fuente.
En la Inhalación, El Peregrino retorna: se le denomina Evolución.
En el momento en que el Todo, el Espacio vacío, despierta, reconoce que ÉL
ES. Es THEOS, el comienzo de la Conciencia Creadora. Es la Mente
Universal, Viviente y absoluta, y por lo tanto representa el aspecto mental del
Todo.
Estos dos Movimientos continuos, representan el nacimiento, desarrollo y
muerte de cada Universo. De una Exhalación, sale la creación de Él como un
conglomerado, sin definición. Es su conversión en Kosmos. Luego, al inicio
de una Inhalación, los Seres se convierten en Individuos, comenzando a
comprender de dónde surgieron anhelando volver a su Hogar, El Todo.
El Movimiento muestra, entonces, que el UNO se convierte en los Muchos,
para luego volver sobre Sí Mismo, y así arribar cada criatura creada, a la
conclusión de que nunca dejó de Ser Él.

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Es en la Mente viviente del Padre Espacio que tenemos nuestro Ser; cada
estrella, planeta o ser orgánico, contiene sus cualidades, que serán expuestas
a medida que evolucione y las exprese.
Pero existe en Él un aspecto inefable e indescriptible, el Espiritual, difícil de
conocer por criaturas que, como nosotros los humanos, recién comienzan la
aventura de la conciencia. De todos modos, evolucionaremos hacia el Espíritu,
tenemos para ello todo el tiempo y todo el espacio, que nos brinda nuestro
Padre.
Esta muy breve presentación del Hacedor Primordial, intenta introducir a
aquellos que buscan su verdadero lugar en el Cosmos.
Sabemos que son muchos los que se preguntan: ¿De dónde vengo? ¿Qué es
realmente lo que soy? ¿Cuál es mi destino?
Cuando estas preguntas comienzan, las puertas del Sendero tornaron a abrirse
para ellos, y se vislumbra una ardua jornada de ascenso, no sin escollos, que
deciden seguir.
Muchas veces estas simples preguntas desestructuran toda una vida. La
solidez de las enseñanzas infantiles desaparecen, se cuestionan los conceptos
de los que se erigen en autoridad, y el piso que sostenía nuestro pobre
esqueleto intelectual, moral, psicológico, y religioso se viene abajo,
desmoronándose lo adquirido, y con ello la personalidad.
Por supuesto, se caen los ídolos.
Sin embargo es el primer paso para un nuevo nacimiento a un intelecto
diferente, que puede concebir lo inconmensurable de la Verdadera Existencia,
reconociendo que la Vida es mucho más que lo evidente.
Ese Sendero en ascenso va realizando este nuevo despertar del intelecto unido
a la Mente Universal, siendo capaz de controlar y transmutar las furiosas
fuerzas psíquicas, que por lo general, dominan a los seres humanos.
En cuanto se transpuso el umbral, aparece frente al Caminante un mundo
pleno de nuevos, aunque ancestrales conocimientos, de los que tenía una vaga
intuición cuando descubrió la puerta apenas entreabierta. Seguramente, todo
Caminante mira hacia atrás en ese momento, comparando la chatura de lo
recorrido en la planicie más absoluta, con la alta Montaña que se le presenta a
sus ojos ávidos. Piensa en las tantas, tantas veces que fue y volvió por ese
paisaje sin aristas, aplastado por el condicionamiento. Ahora sí sabe algo. Que
nunca más puede volver hacia atrás.
Y asciende, aprendiendo lo que significa cada tramo del Sendero. La Libertad
que da el conocimiento, lo ligeras que se hacen sus cargas cuando ayuda a
otros con las que llevan; aprende que no debe evitar los obstáculos, sino
sortearlos enfrentándolos y venciéndolos, ya que si no lo hace de esa manera,
puede resbalar y atrasarse en la ascensión, aunque nunca se vuelve atrás.

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Verá en algún recodo, que la cima está cubierta de nubes espesas, y hasta
pasará por un momento por su mente la idea de que nunca llegará. Más al
doblar ese mismo recodo, se aclarará seguramente su cielo, y también su
mente, porque el Caminante no deja ya de andar, nunca, hasta alcanzar la
Corona de esa Montaña.
Irá viendo, y reconociendo, quiénes están a su lado en el Camino: Los que se
encuentren en el mismo trayecto se unirán, haciendo más grata la jornada.
Los que se encuentren retrasados serán ayudados a elevarse, pues desde un
escalón más arriba se aprecia mejor en qué pozo se caerá el distraído.
Los que se adelantaron en el ascenso, dejaron su huella para que sea seguida.
Verá sorprendido, que la realización de Uno, es un verdadero servicio para la
de Muchos.
Al llegar a la cima, ya no le quedará duda. Habrá encontrado La Sabiduría.
Desde lo más profundo del Ser y desde lo más elevado del Universo, vibrará
Su Música:
YO SOY EL QUE SOY.

CAPITULO 2

EL CICLO EVOLUTIVO

Nada existe en este Fenómeno que es nuestro Universo Manifestado, que no

cumpla con las leyes fundamentales, siendo éstas, según la Filosofía
Hermética, las que rigen la estructuración, desarrollo y disolución del mismo,
así como también rigen a las criaturas que lo habitan.
Esto significa que estas leyes son tanto físicas, como también mentales.
Todo principia con un punto dentro del Espacio Vacío, que sólo es un cambio
de estado del Infinito. Aún no hay nada dentro de Él, sin embargo, una
actividad definida de partículas de materia que son y no son al mismo tiempo,
se hace presente. Es una actividad “virtual”, ya que esas partículas materiales
aparecen tomando prestada una cantidad de energía que luego deben devolver,
desapareciendo. El Vacío se vuelve inestable ante esa actividad, comienza a
hincharse doblando su tamaño; como si despertara de un sueño, parecería
desperezarse. Luego, el estallido, la Gran Explosión, da comienzo al
verdadero Universo. El Big Bang, como llaman a la teoría del comienzo
universal los físicos actuales.

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Estas actividades del Todo, la primera “virtual” y la segunda “real”,
representan las dos caras opuestas de cada uno de los sucesos que se
desarrollarán en adelante, en cualquier nivel de manifestación del Cosmos.
Aquello que hemos dado en llamar “virtual”, no se ha presentado todavía
como hecho manifiesto, real, sino que se encuentra en las etapas
contemplativas, al menos para los seres que observen este desarrollo. A esta
actividad se la denomina filosóficamente “Nóumeno” en contraposición de
“Fenómeno” que representa todo aquello que se manifiesta como real,
concreto u objetivo.
Si tuviéramos que explicar estas dos actividades del Todo diríamos que antes
del comienzo la Mente Infinita producía el concepto mental de lo que sería el
futuro Universo, pero siendo Ésta una Mente Viviente, el concepto de su
Pensamiento se convierte en una verdadera manifestación para aquellos en
quienes Él piensa. Para nosotros lo manifestado es real, mas para el Todo, sólo
es su Imagen Mental.
La concepción virtual o noumenal del futuro Universo, contiene ya las leyes
que lo dominarán, estructurarán y hasta destruirán, que, según antiguas
interpretaciones de la Doctrina, están definidas por anteriores evoluciones de
otros Universos Hijos del Creador.
La idea primordial que implica esta creencia, es que absolutamente todo debe
evolucionar, incluso pasando de un Universo a otro, de la sólida materia a la
sutil energía, de la roca hasta el hombre, desde el hombre hasta el ángel. Nada
que se halle en La Mente Infinita, deja de pasar de un estado a otro, de lo
grosero a lo sublime, hasta llegar a lo máximo de la cumbre del conocimiento,
fundiéndose en El Increado. No existen seres prístinos, sino que deben ganarse
el derecho de llegar a la perfección, deben ganarse el derecho de ser
ÁNGELES.
Y dentro de nuestro hábitat universal, son las leyes las que nos permiten
alcanzar esas cumbres doradas.
No se debe pensar que el Todopoderoso atiende a cada una de sus criaturas
especialmente, dominando su vida, alterando su futuro con pruebas y
desdichas, o poniendo felicidad sin contratiempos. No, ni nos castiga ni nos
premia. Son las leyes las que nos dirigen, las que nos permiten el triunfo o
designan el castigo. Sólo hay que conocerlas y entenderlas para así aplicarlas.
En el momento del estallido inicial, esa gran energía del cosmos naciente se
convierte en materia y antimateria que se aniquila recíprocamente, quedando
sólo una porción de materia remanente, que es la formadora de este universo.
Pero hay una fuerza estructuradora en esa materia, que será la encargada de
aglutinarla, poniéndola en movimiento, atrayéndola o repeliéndola, con
determinada selección. Esa Fuerza es llamada por los Hierofantes FOHAT, el

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Primer Hijo de la Jerarquía Septenaria, el Dios de la Cuádruple Faz, o para
los Kabalistas, METATRON el Primer Arcángel.
Se lo compara con una serpiente de fuego, que extendiéndose por el Espacio,
sisea envolviendo la materia primigenia. A partir de ese momento aparecen los
Siete Elementales, aquellos que formarán todos los elementos conocidos,
condensados en los Cuatro Elementos Esotéricos: la Tierra, el Fuego, el Agua,
El aire.
¿Quién es este Hijo Divino, dotado de cuatro Rostros, ígneo y alado?
¿Por qué decide cómo serán las formas que tomará la materia?
Él es una Inteligencia cuasi perfecta, que en su aspecto físico nos resulta
también invisible, ya que sólo sus efectos pueden percibirse.
Es una gran energía que a medida que se despliega el cosmos, pone en marcha
sus cuatro fases o rostros, las cuatro fuerzas físicas que dominan el Universo.
Debe meditarse en el profundo misterio que albergan estas cuatro fuerzas,
ciegas para la mayoría de los seres, pero Rectoras Inteligentes en lo que se
refiere a la constitución de la materia, la distribución de energía, y hasta la
vida orgánica que anima la conciencia que puede llegar a observarlas.
Se las puede considerar los verdaderos Mensajeros de la Ley Única, el Todo,
que después de eones infinitos de tiempo evolutivo en distintos Universos, han
llegado tan cerca de Él, que ahora constituyen su avanzada para la Realización
de su Gran Obra.
La ciencia da nombres a estos Mensajeros, extensiones de Fohat, las analiza y
las estudia.
Fríamente, son:
La fuerza de gravedad, por la cual, todos los cuerpos se atraen entre sí.
El electromagnetismo, que entre otras cosas, permite que la mano pueda
atrapar un elemento o repelerlo. Está compuesta por la electricidad y por el
magnetismo
La fuerza Fuerte, que cohesiona las partículas que componen los átomos, que
a su vez son el componente esencial de la materia.
La fuerza Débil que provoca reacciones nucleares, y a la cual se considera
responsable del brillo de las estrellas y del Sol.
Si bien estas cuatro fuerzas universales controlan la evolución de átomos,
estrellas, planetas, galaxias, y seres, no son las únicas leyes regentes, pues
según la Filosofía Hermética, se encuentran dentro de los Siete Principios
Universales, que fueran legados a aquellos que pudieran entender por el Gran
Hermes Trismegisto, hace diez mil años.

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CAPITULO 3

EL GRAN MAESTRO

Todo el conocimiento que dio origen a las grandes religiones del mundo, a las
ciencias y a las filosofías que desplegaron los grandes sabios de civilizaciones
antiguas, y que constituyen el legado más preciado que los Ancestros dejaran a
la humanidad, tiene un nacimiento misterioso, sumido en los oscuros
comienzos de la Historia.
Nadie se explica aún, cómo un pueblo nómade, sin una cultura elaborada, sin
conocimientos de agricultura o de construcción, pasó de ser una sociedad
primitiva, a la cuna de la civilización, en una generación.
Hablamos de Egipto.
Sin embargo, la enseñanza atravesó el tiempo, pasando de los labios a los
oídos.
Existió en Egipto un Gran Maestro que habiendo recibido la Sabiduría, la
compendió, elaboró y enseñó a aquellos que estaban preparados para su
comprensión.
El Gran Fundador de la Filosofía Hermética, Hermes Trismegisto, fue llamado
el elegido de los dioses. Deificado en Egipto como el Dios Toth, en Grecia
como el Dios Hermes, y en Roma como el Dios Mercurio, de pies alados
conocido también como el mensajero de los dioses.
Clemente de Alejandría dice de él, que su última encarnación duró más de
trescientos años, y que en la biblioteca de Alejandría antes de su destrucción,
existían cuarenta y dos volúmenes sagrados escritos por Hermes. Éste autor lo
califica al igual que sus discípulos Herméticos de todos los tiempos, como el
último de los Atlantes; sería pues, el heredero natural de los conocimientos
legados por aquellos “seres que por su alta evolución, son como dioses a los
ojos de los hombres...”, según nos cuenta en su magnífica Doctrina Secreta
H.P.Blavatsky.
Jámblico, deja sentado que lejos de ser sólo cuarenta y dos las obras del
Maestro Hermes, sumaban alrededor de veinte mil volúmenes sobre
Cosmografía, Astronomía, Matemáticas, Medicina, Biología, Arquitectura, y
muchas otras disciplinas científicas.
Pero las obras más valiosas desaparecieron o se perdieron, y luego con la
destrucción de la biblioteca de Alejandría, se perdieron los seis bloques de
siete libros cada uno que, según Clemente, existían en ella.
Este puede ser el motivo por el que, en una sola generación, el pueblo de
Egipto se elevara sobre los demás, fundando la Historia. Recibieron tal vez el

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legado de una civilización de gran avance científico y técnico, luego de que
ésta se perdiera para siempre.
Mas, de todos modos, los antiguos registros proclaman siempre a Hermes
como el Maestro de Maestros, de quien proviene este conocimiento, que se
diseminó por todo el mundo.
La Filosofía que transmitió, toma su nombre debido a su sistema de
enseñanza, ya que manejaba axiomas poco comprensibles para el vulgo. De
allí, que hermético sea sinónimo de cerrado, oculto o sellado.
Así era; el acceso a la Sabiduría estaba reservado solo a una elite capaz de
aprendizaje profundo y aplicación de las leyes, pues, esa era la casta de los
sacerdotes, de los legisladores religiosos que llevarían a sus pueblos códigos
de comportamiento, para así, convertirlos en naciones civilizadas.
Tan cerrado e inaccesible era este conocimiento, que a lo largo del tiempo las
obras que lo expresaban fueron sistemáticamente destruidas, con excepción de
tres copias que se guardaron, celosamente, en cavernas ocultas y
desconocidas, en los Montes Himalaya y en los Andes de América del Sur.
Desconocidos parajes salvo para las Fraternidades Esotéricas guardianas del
saber, herederas de Hermes y del mítico Rey del Mundo, que reside en
Shambhala.
Aún así, dos obras de Hermes han perdurado hasta nuestros días, como
testimonio de su pensamiento. Éstas son El Pymander, donde Hermes
mantiene un diálogo con su Pymandro Divino, su Ser Interior, y La Tabla
Esmeraldina, en la que deja grabados los Siete Principios Universales, base de
la Filosofía Hermética.
Sobre la Tabla Esmeraldina se tejen algunas románticas leyendas, que
enfatizan la trascendencia e importancia del Conocimiento Oculto.
Grabados en caracteres especiales, los Siete Principios estarían impresos en
una gran esmeralda, que constituiría a su vez, la lápida que cubría la tumba de
Hermes. Una de las leyendas dice que Sara, la esposa del Patriarca Abraham,
descubrió la tumba con su lápida de esmeralda y sus caracteres conteniendo
las Leyes. Esta leyenda llega a través de los primeros Kabalistas.
Otra leyenda nos dice que fue Alejandro Magno quien descubre la tumba con
su piedra preciosa y copia los caracteres grabados en ella en una tablilla,
borrando luego las huellas de la sagrada sepultura, para que nadie pudiera
profanarla nunca.
Una tercera leyenda cuenta que la gran esmeralda, cayó de la corona de
Lucifer, cuando este trajo la Luz al Hombre, convirtiéndose la Tabla
Esmeraldina en el Graal, la Piedra del Saber, quedando al cuidado de Hermes.
La Tabla Esmeraldina contiene el secreto de la Alquimia de la Transmutación,
la fórmula para acceder a lo divino y a la Verdad que da origen a lo Creado.

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CAPITULO 4
LOS SIETE PRINCIPIOS UNIVERSALES

La Doctrina Secreta, también llamada la Ciencia de la Kalachackra, la

Doctrina del Corazón, o Filosofía Hermética, expone una división septenaria
en cada uno de sus niveles.
Siete son los principios (o leyes) que gobiernan el Cosmos; siete principios (o
cuerpos)conforman al Ser Humano; siete son los estadios evolutivos.
No es ésta una división arbitraria, aunque así lo parezca, pues veremos que
todas las leyes conocidas hasta el momento por la ciencia, están contempladas
dentro del esquema septenario hermético, así como con el tiempo, nuevos
descubrimientos podrán también encajar en él.
Los Siete Principios Universales son:
El Principio de Mentalismo
El Principio de Correspondencia
El Principio de Vibración
El Principio de Polaridad
El Principio de Ritmo
El Principio de Causa y Efecto
El Principio de Generación

La regencia de estos siete principios es absoluta, no pudiendo escapar nada a

ellos; interrelacionándose, además, al ejercer su influencia unos sobre otros.
La Ley de Mentalismo dice que El Todo es Mente y su Universo, una creación
Mental. Encierra el enigma que detrás de todo lo existente, detrás de la
materia, de la energía, de los seres, existe la Mente como creadora absoluta.
Explica, que nada puede ser producido sin que antes sea ideado mentalmente,
y que además, cada mente es la formadora del mundo que percibe, pudiendo
influir en él, para modificarlo.
El Principio de Correspondencia, dice que siempre hay similitud en los
distintos planos o niveles, tanto del Universo como de los seres, para su mejor
comprensión o estudio. El axioma hermético como arriba es abajo, nos
permite entender que conociendo el microcosmos, se puede entender el
macrocosmos.
Son tres los Planos de Correspondencia, entendiendo por Plano, no una
dimensión, sino un nivel de vida o de existencia:
1)Plano Físico
2)Plano Mental
3)Plano Espiritual

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Conocemos lo que se encuentra dentro del Plano Físico como lo perteneciente
a la materia, lo concreto, lo manifestado y las fuerzas y energías que los
animan. Todos los cuerpos, los átomos que los componen y las fuerzas físicas
que los mantienen unidos, pertenecen a este gran plano de correspondencia.
Dentro del Plano Mental se encuentra no sólo lo conocido, como la mente
humana, sino, las mentes grupales que llevan a la evolución a las miríadas de
seres que habitan el cosmos.
El gran plano Espiritual, es el hábitat de los seres más elevados, que han
dejado sus vehículos en los planos Físico y Mental para emprender la mayor y
tal vez última aventura del Ser y de la Conciencia.
Teniendo y reconociendo nuestros límites, debemos aceptar que
desconocemos el verdadero concepto de Espíritu, inalcanzable aún en nuestro
estado evolutivo.
Siguiendo nuestro breve análisis sobre los Siete Grandes Principios, diremos
que el Principio de Vibración, nos indica que todo se mueve, todo vibra, nada
permanece quieto. Desde el Todo, cuya vibración es tan infinitamente intensa
que parece estático, hasta la materia más densa, como la piedra, cuya
vibración es tan lenta que no es perceptible. Entre ambos extremos existen
infinitos grados de vibración, tales que transmutan o cambian los elementos.
Se podría decir que la materia es una forma de energía que ha disminuido su
intensidad vibratoria hasta casi congelarla. De la misma manera, si sometemos
a la materia a una intensa vibración, la convertiremos en energía nuevamente.
El Principio de Polaridad nos dice que todo es doble, todo tiene dos polos o su
par de opuestos, que son lo mismo difiriendo solo en grado vibratorio.
Como todas las leyes de aplicación universal, sólo debemos buscar ejemplos y
confirmar su realidad. Si tomamos dos sentimientos opuestos como por
ejemplo el Amor y el Odio, veremos que si desplazamos el odio por una
especie de tabla con infinidad de divisiones y lo vamos acercando al amor,
entenderemos que en un punto el odio se va deshaciendo en un sentimiento
ambiguo, casi indiferente. Y si seguimos con nuestro hipotético
desplazamiento, llegará un punto de la tabla en que lo que era odio ya se
parece mucho al amor, hasta convertirse en él en su extremo opuesto.
Dondequiera que miremos, encontraremos esta dualidad que nos permite una
mejor comprensión de nuestro mundo.
El siguiente Principio, el de Ritmo, indica que todo fluye y refluye, todo
asciende y desciende. Como si fuera un péndulo, la oscilación hacia la derecha
es igual a la oscilación hacia la izquierda, siendo el ritmo la compensación
necesaria en todo sistema.
Podemos observar este Principio en funciones, cuando vemos la sucesión de
los días y las noches, de las estaciones a través del año o de las mareas,

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repitiendo sus ciclos en un vaivén permanente. El ciclo entrelaza los dos polos
opuestos de cada ejemplo, por lo tanto está ligado al principio de Polaridad,
marcando diferentes ritmos vibratorios o de movimiento entre esos polos.
Sin embargo, debemos conocer que no puede transmutarse una cosa en otra
diferente, como por ejemplo, el valor en riqueza, o la libertad en calor.
Pero atendiendo a las leyes podemos cambiar muchos de nuestros problemas
en perfectas soluciones, permitiéndonos simplemente deslizarnos, dejando que
los ciclos realicen su tarea. El discípulo sabrá mantenerse en el polo deseado,
sólo aplicando los principios. Implica este principio, además, la ley de
compensación, ya que define un movimiento rítmico hacia los polos de igual
duración o bien intensidad.
Para los Herméticos, esta ley de compensación, se encuentra en todo orden de
la vida y del ser. Se la aplica a los hechos materiales como también a los
estados mentales, queriéndonos decir que no se puede tener algo sin haber
pagado por ello antes. Por ese motivo, el Hermético sabe que todo,
permanentemente, está sujeto a un equilibrio o balance, que, aunque no sea
fácilmente perceptible, siempre está obrando aún debiendo tardar varias vidas
para completarlo.
El Principio de Causación, nos permite observar que en este Universo, nada
sucede de forma casual, proponiendo que todo tiene causa, que a su vez se
convierte en efecto, y éste en causa de otros efectos posteriores. Es éste,
además un pensamiento enraizado en la mente científica, dedicada a la
búsqueda de causas que den explicación a cada uno de los sucesos naturales.
Encontraremos así, muchos enunciados como la Ley de Acción y Reacción o
la segunda ley de la Termodinámica.
Si estudiamos el desarrollo de cualquier suceso natural como una tormenta,
por ejemplo, veremos que tiene un comienzo por una o varias causas que la
precipitan. Si continuamos la observación, veremos los efectos que la misma
tormenta causa, como por ejemplo, inundaciones, derrumbe de cerros, o caídas
de árboles, que a su vez son causa de perjuicios para los habitantes de la zona,
y así siguiendo tendríamos una innumerable cadena de causas y efectos que
modificarían las condiciones del ambiente y de sus moradores.
Es por ello que en la Filosofía Hermética no se considera que algo tenga un
origen por azar, sino que lo que llamamos azar no es más que una ley que
todavía se desconoce. Esta enunciación se parece mucho al determinismo; sin
embargo, no debemos olvidar que en toda acción hay implícita una reacción
que tiene varios grados de respuesta.
Si bien la suerte o el azar no existen, el ser humano tiene la posibilidad de
convertirse en causa de los efectos que él decida provocar, manejándose desde
un plano superior al que él dirija sus esfuerzos.

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El Séptimo Principio, llamado de Género, nos alerta que en todos los planos o
niveles, se manifiestan dos principios o aspectos: el masculino y el femenino.
Estos dos aspectos actúan de manera permanente en la creación de fenómenos
naturales, como por ejemplo la electricidad, pero también actúan en la
manifestación de fenómenos mentales, ya que ningún plano escapa a la Ley.
En el plano de los Seres vivos lo podemos ver en la diferenciación de los
sexos y su labor en la concepción. Pero en todos los planos, el principio que se
encarga de gestar es el femenino o negativo. Debemos hacer la salvedad, que
si bien “negativo” es el opuesto de “positivo”, no significa en estos casos
concretos que se trate de un suceso maléfico, degradante o débil en relación al
“positivo”, considerado como fuerte, benéfico y elevado. Se trata aquí, de dos
polos que se hallan en oposición. En el caso de la electricidad, el polo
negativo o cátodo, es el principio matriz (o madre) de los fenómenos
eléctricos. En el caso de los seres vivos, la entidad femenina es la que alberga
la vida. Pero ésta no sería posible sin la intervención de los dos aspectos.

CAPITULO 5
LA EVOLUCIÓN DEL NOUS

Al comienzo del tiempo, la Emanación que surgió del Padre como homogénea
Luz Astral se dividió en diferentes Chispas que, alejándose de su Centro
Creador, buscaron una forma para habitar y crecer. Estas Chispas son llamadas
Nous, consideradas como espíritus virginales que determinan una Oleada de
Vida en el Universo recién nacido. Ellas además, se dividen en dos, siendo
opuestas pero iguales, y seguirán a lo largo del Tiempo del que dispone el
Universo una evolución en perpetua relación mutua. Son desde allí en adelante
Almas Gemelas, que deberán separarse para obtener distintas experiencias de
vida, pero sólo de manera física o material, ya que sus vínculos se hallan en
los planos superiores y más sutiles, siendo su comunicación permanente.
Al emprender su separación, utilizan como cuerpo físico los Siete Primeros
Elementales, que conforman los cuerpos materiales de todas las cosas. Estos
Elementales no tienen Inteligencia propia, sino que en el momento del inicio,
responden a los mandatos de FOHAT, la Gran Fuerza Unificada que estructura
la materia y le da forma en los diversos mundos. A lo largo de su camino, las
Almas Gemelas deberán aprender a utilizar según su capacidad a estos
Elementales.
Descenderán así, a lo más bajo del espectro material: El Mundo Mineral.
Este mundo mineral, que se mueve evidentemente en el plano Físico, es el
primer estadio para los seres virginales. No tienen Mente propia sino una

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Mente Grupal o Colectiva que los lleva a través de infinidad de procesos a
otros planos de evolución.
Si bien para algunos de nosotros, los minerales aparentan no tener vida, para
el que mira desde un ángulo superior todo el mosaico que representa lo
creado, el Mundo Mineral conforma una parte muy importante y vital dentro
del esquema de Vida Absoluta. En este Mundo se encuentran todos los
ingredientes básicos del Universo.
Esos ingredientes deben ser expuestos a intensos sacrificios: Altísimas
temperaturas que los derriten o fusionan con otros elementos. Enormes
presiones que los condensan. Explosiones de intensa magnitud que los
dispersan por el Cosmos. Esos son los primeros procesos a que son sometidos
los Nous divididos en Almas Gemelas, sin olvidar por cierto, que ellos son los
“ingredientes” a los que nos referimos. Y los procesos de intensos sacrificios,
obedecen a la Ley de Causa y Efecto, de la que hemos realizado un breve
bosquejo, en su forma de Ley de Karma, a la que nos referiremos más
adelante.
De esa manera brutal, el ser aprende a usar un cuerpo físico.
Ese cuerpo mineral en bruto empieza a transformarse con exasperante lentitud.
Deben pasar millones de años en el nuevo Universo para que los Nous,
llevados por la Mente Grupal Mineral atraviese la barrera hacia la etapa
Vegetal. Pero antes, existe una forma intermedia de aprendizaje, donde los
minerales son expuestos a feroces infiernos hasta que adquieren una capacidad
que les permite compartir parte de ambos Mundos.
Para entenderlo, recurriremos a la Ley de Correspondencia haciendo una
analogía con lo que conocemos en nuestro cercano universo, La Tierra.
Existe en este Planeta que nos alberga, un mineral extremadamente común,
burdo, fácil de encontrar en cualquier sitio: el carbón.
Si el carbón es sometido a altísimas temperaturas y presiones durante millones
de años, sufre una transmutación que lo convierte en el elemento más duro de
la naturaleza y tal vez, el más preciado: El diamante.
Con el diamante, damos dos excelentes ejemplos de lo dicho anteriormente.
Una vez concluida su evolución como mineral, el carbón que es oscuro, débil
y de fácil ruptura, pasa a una Especie considerada superior, convirtiéndose en
un cristal, de transparente pureza, con la capacidad de cortar los elementos de
mayor dureza en nuestro medio. Podemos comparar este proceso con el Ser
Humano, que sometido a grandes presiones y sacrificios, puede ir convirtiendo
su alma, de un oscuro y débil comienzo, a una joya transparente y pura,
imposible de destruir. Esta analogía explica un poco más lo que significa el
Karma, ya que como nos indica la Ley: “Como es arriba es abajo”.

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Además, tenemos aquí ejemplificado en el sencillo y común carbón mineral,
lo que le ocurre al Nous en su peregrinaje. Cuando ha terminado su ciclo
evolutivo dentro del Mundo Mineral, adquiere la capacidad de utilizar energía,
con la cual en estado de cristal, crece, o dicho de otra manera, aprende a
expandirse físicamente, hasta adquirir una forma determinada. Luego, su
crecimiento se detiene, pero sigue utilizando la energía, que es emitida a
través de una propiedad inherente a todos los cristales, llamada propiedad
Piezoeléctrica. Gracias a esta propiedad piezoeléctrica, los cristales como el
cuarzo por ejemplo, emiten una cantidad de energía al ser golpeados,
emanando de ellos una leve luminosidad. Se los utiliza actualmente en la
ciencia física, en el funcionamiento de relojes y en electrónica.
Corresponde a este grupo intermedio entre la vida mineral y la vegetal, una
Mente Colectiva, que los lleva a su evolución, llamada por los Herméticos
Mente Elemental A.
Podríamos entrever aquí, que los Nous han adquirido ya un cuerpo físico, con
todos los elementos del Mundo Mineral al que pertenecen, pero además,
comienzan a preparar un cuerpo de energías, un Cuerpo Etérico elemental para
sus próximos estadios de transformación.
Así, las almas gemelas se seguirán moviendo según lo dictaminen otros seres
conscientes, encargados de su crecimiento.
Luego son sometidos a una nueva enseñanza, cuando deben pasar al Mundo
Vegetal.
Sus cuerpos físicos han adquirido la capacidad de utilizar la energía en todos
los procesos necesarios para su existencia. Con los mismos materiales
constitutivos del Mundo Mineral, ha comenzado su existencia la materia
orgánica, menos densa, más elástica y adaptable, basada en una muy sencilla
molécula que puede replicarse a sí misma de manera inteligente y casi sin
límites. El Ácido Desoxirribonucleico o ADN, es el ladrillo básico de la célula
viva. Mas, dentro de la célula viva se encuentra, ahora, un primer reactor
energético que permite que este Ser rudimentario se divida en dos individuos
exactamente iguales. Nos referimos a un vórtice de energía que como una
rueda girará emitiendo su fuerza para que el individuo se reproduzca. Es el
nacimiento de un verdadero Cuerpo de Energía, o Cuerpo Bioplasmático a
partir de ese primer vórtice reactor.
Los Seres que habitan el Mundo Vegetal, aprenden entonces, a utilizar y
elaborar la energía que toman del medio en que se desenvuelven, para
completar sus procesos vitales.
Captan la luz del sol, a través de sus hojas muy sensibles, para elaborar la
Clorofila en un proceso llamado Fotosíntesis. Sus raíces en tierra, producen
campos de tensión para llevar hacia ellas los minerales que necesitan del

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suelo. Comienza en los vegetales el proceso de respiración. Tanto su
alimentación, como su crecimiento y su reproducción se realizan a través de
energía.
Si bien los vegetales tienen Mentes Colectivas, comienzan a desarrollar unas
nervaduras que resultan en un sistema nervioso sumamente rudimentario.
Es el comienzo de un futuro aprendizaje para su paso a un escalón superior.
En un estado intermedio, que domina un tipo de Mente Grupal Elemental, los
Nous deberán desarrollar cualidades que compartan los Mundos Vegetal y
Animal. En este estadio se encontrarían, para nuestra analogía, las Plantas
Carnívoras.
Son vegetales que buscan la luz solar, sus raíces se encuentran en tierra
absorbiendo el agua y los nutrientes que ésta ofrece, pero en su “dieta”
necesitan algo más que la pura energía, ya que atrapan insectos a los cuales
engullen y digieren. Los sensores rudimentarios en las plantas comunes, se
hacen aquí, mucho más sensibles para atrapar al desprevenido insecto, apenas
éste los toca.
Mucho más aún, la planta ha desarrollado además, un sistema digestivo
primitivo, que descompone al alimento y lo absorbe.
El próximo escalón del Nous será por supuesto, el Mundo Animal.
En su ingreso a este nuevo Mundo de evolución, deberá nuestro Peregrino
comenzar por el nivel más bajo de la escala zoológica, por lo que pasará sus
primeros estadios como bacteria, para luego subir a la categoría de insecto,
más tarde se desenvolverá como vertebrado de sangre fría hasta llegar a la
escala superior de los mamíferos.
Muchos son aquí, los contenidos de aprendizaje que debe adquirir.
En principio, desde la bacteria deberá buscar el alimento, pues éste ya no
viene a él, como en el Mundo Vegetal. Así que desarrolla su propia movilidad,
llevado por un sentido especial que le permita la supervivencia.
Es en este nivel de evolución donde aparece también una poderosa reacción
frente a la reproducción. No sólo existe el sexo, aún en las bacterias, sino que
además debe el individuo buscar una pareja con la que aparearse.
En los insectos, estas capacidades, se desarrollan a partir de una
transformación de aquellas nervaduras o filamentos nerviosos de las plantas.
Ya poseen un ganglio que hace las veces de sistema nervioso central
sumamente rudimentario, pero que les permite las percepciones necesarias
para su supervivencia y la de la especie.
Tan importante resulta este simple ganglio que a partir de él, se desarrollarán
en cada escalón de la evolución animal, capas cerebrales capaces de almacenar
y manejar información cada vez más sofisticada.
¿Cómo puede ser esto posible?

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Esa es la clave de la carrera evolutiva. Cuanto más aprendizaje adquiere una
especie, más transformaciones sufre. Hasta, por supuesto, el momento en que
debe terminar como la especie que es, para pasar a una superior.
Tomemos como ejemplo las colonias de insectos caseros, como la Cucaracha,
que ya lleva trescientos millones de años de evolución en nuestro planeta, y
que, como toda ama de casa sabe, difícilmente sucumba a los innumerables
insecticidas que se han creado para combatirla.
Ocurre que el infinitesimal ganglio que posee, almacena la información de
cada insecticida, pasando luego a las crías. Millones de individuos mueren al
primer contacto con el veneno, pero las crías que queden, desarrollarán
anticuerpos para contrarrestar los efectos del mismo y se volverán inmunes.
De esa manera, al aparecer una especie superior, comprobaremos que se ha
generado un nuevo cerebro que permite otras capacidades a los individuos.
Es en este estadio de insectos, donde podemos observar el funcionamiento de
las que se han dado en llamar Mentes Grupales.
Como Mente, podrían compararse a cualquier individuo humano, pero así
como cada persona debe llevar millones de células orgánicas en su cuerpo
físico, estas Mentes tienen por cuerpo, millones de individuos de la misma
especie de insectos que funcionan como sus células, órganos y sistemas.
Veamos como ejemplo clásico, a las hormigas.
El aparato reproductor femenino de cada colonia de hormigas, lo constituye la
Reina, que luego de aparearse en un vuelo nupcial con un único zángano, en
este caso el aparato genital masculino, pone huevos durante el resto de su
vida. Las hijas se dividen las tareas, ejerciendo cada una de las funciones que
requiere el Cuerpo: Alimentación, aireación, limpieza, etc.
Puede resultar interesante, pensar que cada insecto es una célula de un
individuo mayor cuya mente se encuentra absolutamente fuera del cuerpo que
anima.
Veremos así, que los adeptos muy adelantados, se comunican eficazmente con
otras Mentes, ya sean Mentes Grupales vegetales, minerales o animales,
obteniendo una mutua colaboración. Como enseñanza, debe entenderse que
todos los seres integrantes de la naturaleza, sin importar su condición
orgánica o inorgánica, deben ser tratados con respeto, como si de un igual se
tratara, ya que existe en ellos una mente pensante y un cuerpo que siente,
análogos ambos, mente y cuerpo, a los de los seres humanos.
Volviendo a las etapas que debe atravesar el Nous, una vez superada la de
insectos, las especies siguientes adquieren ya un auténtico cerebro. En el
primero de los casos, el llamado Complejo “R” permite el desarrollo de los
reptiles; seres de sangre fría, ovíparos, las funciones reguladas por el cerebro
reptil son las de supervivencia, apareamiento y territorio.

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El siguiente salto, da cuenta de la aparición en nuestro planeta de los animales
con sangre caliente y una capa cerebral con más información que regula,
además de las funciones de supervivencia, apareamiento y territorio, las de
cuidado de las crías, siendo éstas vivíparas, y una conducta social que, a
medida que se establecen nuevas y más evolucionadas especies, resulta más
marcada. Estos nuevos seres que irrumpen en el mundo son los Mamíferos,
mejor adaptados gracias al Sistema Límbico, una nueva capa cerebral, que
permite mayores habilidades y nuevos sentidos, como por ejemplo el Olfato,
que llega directamente al cerebro, y le permite a la criatura encontrar con
mayor facilidad su alimento y su compañero para aparearse. La sangre caliente
lo condiciona para la caza nocturna, y un mayor tiempo de vigilia, ya que sus
ojos pueden ver en la oscuridad, situación importante de la que no gozaban las
especies por debajo de este renglón evolutivo. Los otros seres, desde los
lagartos y tortugas hasta los grandes saurios que existieron en la era Jurásica,
debían descansar de noche, pues al ser de sangre fría, no podían mantener la
energía necesaria para continuar con las funciones físicas al bajar la
temperatura.
Los pequeños mamíferos estaban ya en camino hacia posibilidades mayores.
Aprendían rápidamente, ganando terreno, aumentando el tamaño del cerebro,
gracias a mayor información que luego aplicaban en una especie de
rudimentaria inteligencia.
Por supuesto, muchas son las especies de mamíferos que alberga nuestro
hogar, La Tierra. Pero existe una especie, dentro del plano Mental, siendo ésta,
intermedia entre el Mundo Animal y el Mundo Humano. Hablamos de los
Primates, nuestros más cercanos parientes dentro del mundo animal, que ya
tienen una evidente capacidad de pensamiento, llevados a la evolución por la
Mente Elemental C.
Son capaces de reconocer términos, a través de símbolos, y usarlos para
obtener lo que desean, por medio de computadoras, las cuales han sido
preparadas especialmente. En varios laboratorios del mundo, se ha entrenado a
chimpancés y orangutanes en el uso de esta moderna tecnología, para
permitirles la comunicación con los experimentadores humanos.
Sin embargo los simpáticos monos, no son las únicas criaturas que denotan
una evidente respuesta inteligente. Los delfines, mamíferos acuáticos, tienen
una obvia conducta social con respecto al hombre, siendo ellos quienes
intentan una comunicación.
El cerebro de estos mamíferos, de mayor tamaño, insinúa una corteza cerebral,
que se hará más amplia en el Homo Sapiens.
Y por supuesto, el siguiente salto es el Nivel Humano.

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El Nous, luego de intensos aprendizajes en los distintos Mundos logra una
Mente Individual, que le permite pensar por sí mismo, que lo coloca frente a
todo lo creado, por primera vez en todo este viaje desde su comienzo virginal,
emanado del Fuego Original, tomando Conciencia de que él existe.

CAPÍTULO 6
LOS SIETE PRINCIPIOS EN EL HOMBRE

A vuelo de pájaro, acompañamos al Nous en su desarrollo desde el Mundo

Mineral hasta el Mundo Animal.
Debemos dejar en claro que sólo hicimos una analogía de las etapas de
evolución universal, con respecto a lo que acontece en nuestro planeta. Este
maravilloso laboratorio llamado Tierra, nos permite la comprensión de cada
parte del espectro de Vida, ya que se halla representado en él.
Mas, quienes hoy alcanzamos el grado humano comenzamos nuestro periplo
en la noche de los tiempos, cuando el sistema que nos alberga aún no existía,
pues no estaban dadas las condiciones de la vida orgánica. Comenzamos el
viaje, cuando la materia primigenia aún se debatía entre las Fuerzas.
Somos más ancianos que nuestro propio planeta, pero a la vez los últimos en
aparecer en él.
Durante el intervalo temporal, fuimos adquiriendo los vehículos de existencia
necesarios.
Hoy, aunque no lo sepamos a ciencia cierta, intuimos que somos más que sólo
un cuerpo material.
Así es, el Nous, separado en dos Almas Gemelas, obtiene siete Cuerpos o
Vehículos, que lo diferencian de los otros niveles de desarrollo.
Estos Cuerpos se dividen según su densidad o vibración, interpenetrándose
unos con otros.
Estos siete Principios son:
7) Atma
6) Buddhi
5) Manas
4) Mente Animal
3) Astral
2) Bioplasmático
1) Físico
El cuerpo Físico es el primero logrado por el Ser en evolución, ya que lo
consiguió durante su paso por el Mundo Mineral.
El cuerpo Bioplasmático o de energías, llamado en la India Prana, lo adquiere
cuando atraviesa el Mundo Vegetal.

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El cuerpo Astral, comienza a insinuarse en los primeros estadios de su viaje
por el Mundo Animal, realizándose totalmente en el Plano Humano.
El cuerpo Mente Animal, se adquiere en el Mundo respectivo, pero se
mantiene como una mente instintiva, que permite al individuo la
supervivencia.
El cuerpo Manas o Cuerpo Causal, es ya privativo de la Humanidad, aunque
aún no se encuentra totalmente logrado.
Es la mente lógica, la que resuelve problemas, no solamente físicos sino
abstractos.
Los Vehículos Buddhi y Atma, no se encuentran todavía realizados y
corresponden a los Seres de planos superiores de conciencia. Pueden ser
descriptos como la Iluminación en Buddhi, esto es, el logro del conocimiento
absoluto, y el Espíritu o Chispa Divina en Atma.
Teniendo en cuenta que en Atma reside el Ser Superior que cada hombre y
cada mujer es, se comprende la analogía que habla de la Luz Interior, de la
Llama Eterna, que no puede verse pues muchos son los velos que cubren Su
Esplendor.
Es también la metáfora del Templo, componiendo este templo, el Cuerpo
Físico, el Bioplasmático y los Cuerpos Astral y Mente Animal, ya que
representan la Personalidad de la cual se vale el Ego para su asimilación de
Conocimiento, habitando en él.
Esto nos aclara que el Ego lo componen los tres vehículos superiores, Manas,
Buddhi y Atma, que son la Conciencia, la Individualidad y el Espíritu.
Podemos decir que a estos tres vehículos se los conoce como Alma, en algunas
religiones.
Desde el vehículo Superno o Atma, la Entidad se refleja hacia los cuerpos
inferiores a modo de espejos, emitiendo lo que realmente ella Es. Mas, siendo
su reflejo distorsionado, la imagen llega a los vehículos por debajo de ella con
evidentes cambios, impidiendo que sea observada su verdadera naturaleza.
Así, al reflejar la imagen de Atma hacia Buddhi, aparece la primera distorsión,
no tan marcada, pues aún conserva mucha luz de la Chispa Divina. En la
segunda etapa, la imagen se descompone aún más imprimiéndose más borrosa
en Manas, pero conservando cualidades virtuosas.
En los cuerpos que componen la Personalidad, la imagen se filtra muy
confusa, siendo casi el opuesto al Plan Primero que partió de la Entidad
Superior. Este complejo pasaje de las condiciones prístinas del Espíritu, hace
surgir las paradojas en las conductas de los Seres Humanos, que nunca suelen
estar en perfecto acuerdo con la Voluntad del que las padece. Esta, por
supuesto es una de las condiciones de sufrimiento de la Humanidad.

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Si cada uno de nosotros pudiese hacer que el deseo del ser exterior fuera el
deseo del Ser Profundo, la vida discurriría por carriles diferentes a los que
percibimos.
Las relaciones entre los seres humanos pasarían por un tamiz, que eliminaría
toda impureza, dejando sólo aquello que resulta benéfico para los
involucrados. La "impureza" resulta de la contaminación que se adquiere en
los vehículos inferiores, sobre todo en el cuerpo Astral, donde residen los
deseos más densos y las pasiones que ciegan la razón. Resulta claro, además,
que nuestra visión de nosotros mismos y de los demás sería perfecta, y que
llegaríamos a la auténtica conexión y entendimiento mutuo, cuando ningún
deseo ni pensamiento se interpongan entre el que observa y lo observado.
Aunque esta propuesta nos parezca utópica, con el conocimiento interior y la
transmutación que el individuo realiza palmo a palmo, a través de su toma de
conciencia de los vehículos inferiores, se produce paulatinamente un cambio
hacia su realización.
Todas las antiguas tradiciones filosóficas, están plagadas del mensaje de
esperanza. "Conócete a Ti Mismo", rezaba en el frente del Oráculo de Delfos.
"Aquiétate y sabe que Yo Soy Dios", se propone en el Budismo Zen. Los
Filósofos Herméticos y los Alquimistas, guían a sus discípulos en la búsqueda
de La Piedra Oculta. Lo que se busca es el VITRIOL alquímico cuyo
significado es:"Visita Interiora Terrae, Rectificando Invenies Occultum
Lapidem " (Recorre las entrañas de la Tierra (del cuerpo), y rectificando,
encontrarás la piedra oculta). Esta "piedra que no es piedra" sino "imagen del
cosmos". O como sentencia el De Pharmaco Catholico "Ambula ab Intra",
para obtener el conocimiento de sí mismo, pues cuanto mayor sea el
autoconocimiento, mayor será el poder de atracción adquirido, y superiores las
realizaciones.
Por supuesto, el camino es largo, y con la más pesada carga: el trabajo sobre la
propia personalidad. Pulir, corregir, transmutar; esa es la clave del logro.
Para ello se deben utilizar los Principios Universales, únicos elementos de los
cuales se puede valer cada criatura, si los conoce y medita en ellos.
Quien los aplica, se convierte en dirigente desde los planos superiores, aún
permaneciendo bajo la Ley, ya que no se puede escapar de ella. Pero al no
luchar contra la naturaleza de las cosas, puede realizar modificaciones sin
verse arrastrado por sus acciones.
El Maestro dirige y gobierna, a través de la Ley, sobre los seres que se
encuentran en su propio plano y los inferiores.
Acompañando las leyes, se convierte en Co-Creador impidiendo ser como una
hoja al viento.

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Hasta el presente, el hombre aprendió a trabajar con lo que cada nivel de
evolución le ofrecía. En su comienzo como criatura cognitiva, utilizó la piedra
para su vida diaria, fabricando utensilios, cuchillos, puntas de flecha, hachas,
etc. Siguieron las plantas y los animales en su bagaje, hasta el punto en que en
el presente, se realiza una selección artificial, según las necesidades de los
humanos.
Se manifiesta ahora la tarea de conocer y manipular las energías más sutiles,
desde el corazón del átomo hasta sus más ínfimos componentes.
Todo es Mente. El Universo Mental de la raza Humana, se expande con la
misma magnitud con que se expande el Universo físico.
La tarea no deberá quedar solamente en el conocimiento, ya que gracias a él,
luego de terminar con la experiencia de la Humanidad, se deberá llegar a la
Superhumanidad y finalmente a la Ultrahumanidad, nuevos seres, nuevas
semillas de evolución.
Por encima de ellos, la transformación nos llevará a metas insospechadas,
debiendo conducir a otros hermanos inferiores a la conciencia, es decir,
trabajando no sólo por nuestra evolución, sino por la de otros que se
encuentran retrasados.
A medida que conozcamos y trabajemos sobre los Cuerpos que conforman
nuestro Ser, nos iremos liberando de aquellos que ya no nos sirven, y que
funcionan como lastre para el Espíritu.
Concretando todo el plan evolutivo para el estadio humano, deberemos dejar
de utilizar el cuerpo físico, que se volverá cada vez más sutil, fundiéndose en
las energías. Éstas pasarán a ser nuestro vehículo físico, como lo es hoy el
vehículo físico de las estrellas, los Logos.
Así, reduciremos el vehículo de deseos y pasiones hasta que esté
completamente vacío de formas de pensamiento densas, esos fantasmas que
inquietan psíquicamente a la Personalidad, y la desvían del verdadero motivo
de su existencia. Quedarán, si son necesarios, los sentimientos más altruistas,
que llevarán adelante por su acción (Karma), la Obra Sublime: la del Amor en
toda su expresión.
Pero a medida que se avanza, se descorren los velos que representan esos
vehículos, quedando el Ser en su Verdadera Llama, desnuda y profundamente
brillante, que es a la vez Vacío Infinito y Silencio.

CAPITULO 7
EL CUERPO DE ENERGIAS
Los procesos de la vida, requieren de determinadas cantidades de energía para
su producción. De allí que desde un organismo unicelular hasta una criatura

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compleja se valgan de la energía, absorbiéndola, distribuyéndola y eliminando
los sobrantes, para poder funcionar.
Energía es la capacidad de un cuerpo para realizar un trabajo, con lo cual
inferimos, que sería imposible para cualquier ser vivo, subsistir sin ella.
Se toma energía al respirar, al alimentarse, al exponerse al sol. Pero también al
contacto con la tierra, con las plantas y los demás seres orgánicos e
inorgánicos, se perfila una interacción energética.
En los seres humanos existe un cuerpo de energías formado por la emisión de
treinta y seis grados de temperatura corporal, las ondas de radio que produce
la temperatura y un leve campo magnético que rodea el cuerpo físico.
Este Vehículo energético al cual se le llama Bioplasmático o Pránico, o bien
Etérico, comenzó a crearse en el momento en que una primigenia célula viva
se reprodujo, emitiendo un vórtice o nodo de fuerza que dio origen a los
Chakras.
El término Chakra, es una palabra en idioma sánscrito que significa "Rueda",
y para muchos eruditos del idioma también "Máquina".
Estas "ruedas" de energía o "máquinas" que ponen en marcha el trabajo
corporal, tienen una aparición gradual, de acuerdo a los niveles de evolución
por los que debe transitar el Nous.
El primero en aparecer, como indicamos en párrafos anteriores, es el Chakra
Basal o Sacro, pues se relaciona directamente con la reproducción, emitiendo
su energía para la realización de esta tarea primordial. En las primeras
criaturas unicelulares, este único vórtice provoca la partición celular,
dividiendo los cromosomas del núcleo, dando como resultado una célula hija,
exactamente igual a la original.
A partir de este chakra, las criaturas que evolucionan luego, deben desarrollar
otros vórtices que darán energía a otras funciones corporales que se van
sumando.
En los organismos sexuados, aparece el Segundo Vórtice, relacionado con los
órganos sexuales y la reproducción ovípara, que se puede observar en
animales invertebrados, como insectos, hasta vertebrados como peces, aves y
reptiles.
Recién en los mamíferos, aparece el tercer chakra, ubicado en el plexo
Hepigástrico, pues sus crías ya son vivíparas, es decir, el embrión se forma y
madura en el vientre de la madre, hasta su parición como un ser completo. Por
supuesto, el chakra muestra al vínculo con la madre, ya que además es la
conexión con el cordón umbilical, el medio de alimentación y respiración de
todos los mamíferos en gestación, desde las musarañas hasta el humano.
El cuarto chakra, también emergido en la etapa animal, da cuenta de un
sistema nervioso periférico, y del comienzo de instintos emocionales, o si se

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prefiere, emociones instintivas, que acercan a las manadas comenzando la
conducta gregaria, el cuidado de las crías por sus progenitores y a veces, por
los adultos del grupo.
El quinto vórtice aparece en los humanos, pues se encuentra en la base de la
garganta, alineándose con la glándula tiroides, pero en relación con las cuerdas
vocales, la más efectiva herramienta de comunicación que poseemos,
comenzando además del lenguaje, la habilidad de razonar.
En los Seres Humanos aparecen los dos chakras superiores, relacionados con
dos glándulas de gran importancia ubicadas en el cerebro, que no sólo obran
en el plano de lo físico, sino que conectan a la criatura humana con los Planos
de Conciencia Superiores, permitiéndoles percibir lo Espiritual.
Los Chakras representan la columna vertebral del Cuerpo de Energías o
Bioplasmático, y a pesar de no poder ser observados a simple vista, sí
podemos conocerlos como fuente emisora, relacionados con glándulas
endocrinas del cuerpo.
El conocimiento de estos vórtices de energía y la meditación en ellos, produce
una expansión de conciencia capaz de actuar sobre varias áreas, como por
ejemplo la actividad física o la conducta emocional. También, al modificar el
estado de conciencia, son mucho más factibles de manifestarse las
capacidades paranormales latentes, que pueden además ser dirigidas.
Daremos a continuación un bosquejo de los Chakras, su localización, las áreas
bajo su influencia y las capacidades que nos ofrecen.

CHAKRA MULADHARA
LOCALIZACIÓN: Tres últimas vértebras sacras.
ASPECTOS: Alimentación, abrigo
Este centro de energía, es, como el significado de su nombre lo indica, "el
fundamento", la base del ser. También la base de la vida, ya que su energía
representa la reproducción y también el fundamento de todo ser viviente.
Es la sede de la energía vital Kundalini, energía llamada también "el padre del
mundo", dando a entender su poder de creación. Es representada como una
serpiente enroscada tres veces y media, que, cuando está dormida tiene su cola
en la boca. Cuando despierta, comienza a elevarse y va convirtiéndose en la
Diosa Shakti, que representa la belleza, la creación y el poder de la naturaleza.
Su desarrollo permite entonces, un ser evolucionado, con condiciones
espirituales superiores.
El Chakra tiene relación con los primeros aprendizajes; promueve la búsqueda
elemental de alimento, sueño y abrigo.
En su aspecto físico, tiene relación con el ejercicio, sexo y territorio, ya que
es el primer reactor de la evolución.

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Lleva en sí todos los miedos: Muerte, destrucción, pasiones. Como si todo lo
vivido en los anteriores estados más elementales, salvajes y plagados de
luchas por la supervivencia, hubiese quedado grabado en él.
Representa la manifestación de la Conciencia en la forma humana, es decir, el
nacimiento físico.
Normalmente los niños entre uno y siete años de edad, actúan siguiendo las
motivaciones del Chakra Muladhara. Éstas son el momento de aprendizaje, su
raíz, y la regulación de pautas de alimentación, bebida y sueño. El niño debe
estar centrado en sí mismo, preocupado por su supervivencia física.
El problema principal de un niño o un adulto con conducta basada en el
Chakra Muladhara, es la violencia que genera su inseguridad. Por supuesto esa
inseguridad, sólo responde a la falta de desarrollo, y es generada por la
inmadurez.

CHAKRA SVADHISTHANA
LOCALIZACIÓN: Plexo hipogástrico. Genitales.
ASPECTOS: Procreación. Familia.
Este centro está situado por debajo del ombligo, ligeramente hacia la
izquierda, en relación con la zona genital. Su nombre significa "lugar donde
mora el Ser". Se relaciona directamente con la procreación, por ello se rige por
el ciclo lunar, del cual dependen a su vez, los ciclos funcionales de los órganos
genitales, especialmente los femeninos. Así también su elemento es "Agua",
siendo ésta simbólicamente la designación de la Madre. Este centro otorga
además, vitalidad a los órganos genitales, al bazo, y los riñones.
Entre los ocho y los catorce años de edad, se actúa con motivaciones del
Chakra Svadhisthana.
El ser comienza a contactar físicamente con los demás y aumenta la
imaginación. La persona es sensual y tiene muchos métodos para atrapar a
quienes lo rodean. Es el comienzo de la adaptación para la caza, con
despliegue de trucos y fantasías. La imaginación juega un papel muy
importante en su desarrollo, y a veces hace falsas demostraciones
emocionales.
En el primer chakra, la motivación era conseguir seguridad económica. En el
segundo Chakra la atención se dirige hacia los deseos y fantasías de naturaleza
sensual.
Siendo como todos los centros, un reactor sutil, en este caso dirigido a los
órganos de procreación, comienza a predominar la conducta de seducción y
sensualidad, que garantice la procreación y le dé al ser un lugar en el mundo.
Por ello activa las pasiones y la sed de dominio.

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Si esta conducta prevalece en el adulto, veremos personalidades fantasiosas,
tendientes a la mentira, sobre todo con respecto a sí mismas, colocándose en
grados de aventuras y superioridad no alcanzadas.
En cambio, en el lapso de edades donde domina la conducta basada en este
Chakra, es normal la pretensión de ser un héroe o un príncipe, y salvar al
mundo. Mentalmente, provoca confusión e inquietud, pero en todos los casos,
la persona mantiene gran estima de sí misma y es caballeroso. Despliega gran
energía y fuerza física.
Como podemos ver, es a partir de este Chakra que se estructura la
personalidad.
La meditación lleva a la madurez en la utilización de estas energías,
conduciéndoles a la creatividad para el arte y las relaciones puras.

CHAKRA MANIPURA
ASPECTOS: Visión. Forma. Ego. Color.
LOCALIZACIÓN: Plexo Hepigástrico. Ombligo
El nombre significa " La ciudad de las gemas", y su elemento es el Fuego,
representando la sede de este elemento en el cuerpo, es decir, la combustión
interna que aporta las calorías corporales.
Para una persona del tercer Chakra, la visualización juega un papel muy
importante, pues todo lo que se "ve" pasa a la psiquis que a su vez, produce
respuestas emocionales. Se comienzan a observar las estructuras según su
forma, sean éstas físicas o abstractas. Lo que no es simétrico, equilibrado,
bello, armónico, puede ser rechazado por la persona que vibra en el Chakra
Manipura.
Mientras en los anteriores Chakras el mundo se percibía a través del olfato,
sentido primigenio de los mamíferos, que permitía encontrar el alimento y
manejaba el momento de la reproducción, y el gusto, que incidía casi
exclusivamente en la alimentación, en Manipura, la visión de los
acontecimientos producen en el ser la formación de ideas que concretan su
personalidad.
Si existe suficiente madurez, se incorporarán sentimientos de corte altruista,
humanitario y elevado. Es decir, se elaborará el Cuerpo Astral Superior. Por el
contrario, si la madurez aún no ha llegado, los estados psíquicos inferiores se
verán alimentados con más pasiones y deseos.
La maduración provoca control sobre el habla y se pueden expresar las ideas
con eficacia. En este Chakra comienza la verdadera comunicación. Su misma
localización nos dice de sus características: el ombligo es la base del cordón
umbilical que comunica al feto con su madre, la dadora de vida, alimento,

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oxígeno. Es considerado la primera expresión de relación en todos sus
sentidos.
La persona vive en grupos y se mueve hacia el objetivo deseado, sin pensar en
las consecuencias. Generalmente le preocupa mucho estar a la moda y de
acuerdo con los tiempos; puede mantener control sobre los demás a través de
la cólera.
Entre los catorce y veintiún años de edad, domina este Chakra a los seres, e
impulsa a desarrollar el ego y su identidad con el mundo. Una persona
dominada por Manipura se esforzará en tener reconocimiento y poder
personal.
La meditación en este centro de energía, producirá una comprensión de la
fisiología, el funcionamiento interno del cuerpo y sus reacciones. La
concentración en el ombligo, centro de gravedad del cuerpo, se utiliza para
eliminar indigestiones, estreñimientos y problemas intestinales. Además,
desarrolla capacidad de mando y organización; el fuego puede entonces
dominar su conciencia, y su calor sentirse desde lejos.

CHAKRA ANAHATA
LOCALIZACIÓN: Plexo Solar
ASPECTOS: Consecución del equilibrio entre los Chakras inferiores y los
Superiores.
En este Chakra se encuentra un nodo nervioso que extiende sus ramificaciones
por todo el cuerpo, teniendo control sobre el sistema nervioso periférico. Su
nombre significa " El no golpeado", y su elemento es "Aire". Es, además, uno
de los centros perceptores de los mensajes del exterior. Al alinearse con la
glándula Timo, tiene relación con las emociones o estados psicofísicos, ya que
es a través de esta glándula que se regula la cantidad de serotonina en el
organismo. Esta sustancia, es la productora de depresiones endógenas, ya sea
por falta o por exceso de la misma, que suelen producirse estacionalmente en
quienes la sufren. Por lo tanto podemos manejar a través de este Chakra, las
emociones o estados de ánimo, y además con una profunda meditación en él,
seríamos capaces de controlar el dolor, impidiendo que el mensaje
neurotransmitido, llegue al cerebro.
Como centro de recepción del exterior, capta los mensajes extrasensoriales,
ampliando la conciencia. Por lo cual, al impacto producido por la percepción,
aparecen respuestas psíquicas, o en su defecto la más de las veces,
fisiológicas. El tacto es el sentido predominante en este Cuarto Chakra,
Anahata, por lo tanto la piel es el órgano sensorio que aporta las condiciones
de conducta. Permite que se refinen las percepciones y se establezca un cierto

27
equilibrio entre ellas, aunque, de todos modos, siempre provocan emociones
que marcan la personalidad.
Quienes han llegado al control de este Chakra, sienten fluir la energía de
forma equilibrada hacia los otros centros nerviosos. La persona adquiere la
capacidad de reconocer su Karma, es decir, su accionar en el mundo. Su
influencia comienza a regir naturalmente, entre los veintidós y los veintiocho
años de edad.

CHAKRA ANANDA KANDA

LOCALIZACIÓN: Corazón
ASPECTOS: Autorreconocimiento. El Yo Superior.
Desde tiempos inmemoriales, se indica que en él descansa el Átomo Simiente,
el Nous, como lo hemos llamado hasta el momento, o la Mónada,
denominación dada a la Chispa Divina por algunos filósofos.
La meditación en él, produce inmediatamente un estado de total armonía. En
él vibra el sonido que mantiene el Universo: AUM.
Representa el conocimiento de Sí Mismo. Es YO SOY EL QUE SOY. A
Hamsa o el Cisne Blanco del hinduismo.
Emanan de este Centro tres haces de luz, que representan el Amor, la
Sabiduría y la Justicia, y cuyos colores son respectivamente: Azul, Amarillo y
Violeta.
Meditando en el color Azul, emitiéndose del Chakra Ananda Kanda, se pondrá
en marcha una de las fuerzas más activas e importantes de la naturaleza. El
Amor no es esotéricamente un sentimiento, sino una fuerza capaz de unir y
crear. Envuelve al ser y a aquellos a los que se dirija, permitiéndoles equilibrio
mental y emocional. Así se despejan las dudas sobre uno mismo,
adquiriéndose la estabilidad propia de los que conocen quiénes son.
El color Amarillo, proporciona un acercamiento a la Sabiduría, ya que influye
directamente sobre el Intelecto, al que aclara y activa, permitiendo al Nous, la
aceptación de sus experiencias.
En cuanto al color Violeta, siendo éste el color de la Justicia, debe ser
empleado con sumo cuidado, sobre todo por aquellas personas que no se
encuentran aún Iniciadas, ya que puede desatar la Justicia de Los Señores del
Karma, quienes se encuentran en un plano superior al nuestro, donde se
guardan los Registros Akáshicos. La Justicia de esta esfera, cae de manera
drástica sobre quien la activa, sin miramientos, ciegamente, pudiendo destruir
al ser en evolución, quien no se encuentra preparado para enfrentarla. Es el
color de la transmutación, pero a todo nivel, por lo tanto, el consejo más sano
es no autodestruirse hasta que se hayan traspasado los niveles de conocimiento
que permitan manejar estas energías.

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La mejor manera de meditar con esta luz, es permitir que aflore
conduciéndonos a la Divinidad, naturalmente, sin dirección.
En un profundo contacto con Ananda Kanda se adquiere pureza, armonía y
mucha iluminación.

CHAKRA VISHUDDHA
LOCALIZACIÓN: Base de la garganta. Glándula Tiroides
ASPECTOS: Conocimiento
Es la sede del sonido en el cuerpo, y también por ello, el Centro energético
que origina la Humanidad. Abarca energía psíquica, clarividencia y telepatía;
la persona que domina este Chakra, comprende mensajes no verbales, pues
toda la energía se ha refinado. Es por lo tanto un centro receptor que permite
amplitud de conciencia.
Vishuddha es la parte más alta del Templo dentro del cuerpo. Esto significa,
que se alcanza con su control, el más alto nivel de la personalidad, el templo
que alberga al Espíritu, el Ego, manifestado en los Chakras Superiores Ajna y
Sahasrara.
Los efectos de la meditación en este Chakra son calma, serenidad, pureza, voz
melodiosa, control del lenguaje, capacidad de interpretar los sueños.
El razonamiento supremo supera los elementos y las emociones; la persona
buscará el conocimiento verdadero más allá del tiempo, los condicionamientos
culturales y la herencia. El principal problema que se encuentra en su
desarrollo, es el intelecto negativo, mas a partir de él, nace el verdadero
hombre; se vuelve libre de las ataduras del mundo y dueño de su ser.
Este Chakra encarna la Conciencia Cósmica, comenzando a gobernar entre los
veintiocho y lo treinta y cinco años de edad.
En el aspecto físico, modera las energías que ingresan al cuerpo como
alimentos, y egresan como calorías que se gastan en el trabajo muscular y
funciones fisiológicas. Su actividad controla la glándula Tiroides que a su vez,
es la que determina el metabolismo corporal.

CHAKRA AJNA
LOCALIZACIÓN: Entrecejo. Glándula Hipófisis.
ASPECTOS: Autoridad
Es la sede principal de la conciencia donde toda dualidad desaparece. Lo
comprueba el significado de su nombre "Autoridad. Mando, Poder Ilimitado".
De la persona emana una vibración particular, que penetra en otro cambiando
sus estados de conciencia. Entiende que es un espíritu inmortal en un cuerpo
temporal.

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El Chakra Ajna desarrollado, permite la conversión de la Personalidad en una
Manifestación Divina, encarnando todos los elementos de la forma más pura.
Los cambios internos y externos dejan de ser un problema ya que la mente
alcanza un estado de conciencia cósmica indiferenciada, sin dualidad.
Meditando en este centro, se eliminan los aspectos negativos de la
personalidad. El aura de esta persona se manifiesta de tal modo, que permite a
todos los que están en su presencia, tranquilizarse y ser sensibles a las
refinadas frecuencias que emite. Quien se establece en Ajna, va más allá de los
deseos. Termina el peligro de los retrocesos, no habiendo ya inversión
Espiritual, pues se halla en estado de conciencia superior.
Controlando la glándula Hipófisis, tiene relación con el funcionamiento de
todas las glándulas endocrinas del cuerpo. Emite energía dirigiendo el Sistema
Nervioso Central o Neurovegetativo, siendo el reactor de las funciones
autónomas del organismo.

CHAKRA SOMA
Localizado por encima de Ajna, podría decirse que se encuentra en el centro
de la mente. El que medita en este centro, detiene el flujo descendente de la
energía biológica, volviéndose inmortal en este cuerpo físico. Puede detener el
proceso de envejecimiento, permaneciendo joven y vital.

CHAKRA SAHASRARA
Localizado en el centro de la cabeza se alinea con la glándula Pineal.
Su nombre significa "Mil Pétalos. Vacío. Lugar donde se habita sin Apoyo".
El que alcanza Sahasrara tiene a su disposición los planos de radiación, de luz,
de energía. Es un intelecto positivo, que puede establecerse en el Vacío y
producir el estado de Samadhi o éxtasis de Comunión con la Divinidad.
Cuando Kundalini se eleva hasta este centro, se disuelve la ilusión del ser
individual. Es uno con los principios cósmicos que rigen el Universo.

Los canales conductores de la bioenergía o energía biológica, son tres y

responden a los nombres de Ida, Pingala y Sushumna. Todos estos son
nombres en idioma sánscrito y designan los canales izquierdo (Ida), derecho
(Pingala) y central (Sushumna).
El canal central atraviesa los Chakras, desde Muladhara hasta Sahasrara,
mientras que los canales laterales Ida y Pingala concluyen en Ajna.
De manera natural, la energía fluye por estos canales durante toda la vida.
Cuando aparece un bloqueo en el flujo energético, se percibe como un proceso
orgánico anormal, traduciéndose en una enfermedad o disfunción. El bloqueo
se producirá en el chakra que corresponda al órgano en cuestión.

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Si bien los Chakras están en funciones de manera permanente, el Adepto
realiza, a través de la meditación, un control de todos ellos, armonizándolos y
cubriendo las zonas o centros de bajo nivel energético.
Esta acción, renueva constantemente el flujo de bioenergía, manteniendo los
órganos en perfecta salud, o restituyéndola, si es necesario.
Además, es a través de la meditación, que se llega al cuerpo de energías, que
se encuentra en una vibración superior al cuerpo físico.
Esta práctica permanente, permite una mayor amplitud de conciencia a la vez
que aumenta la capacidad del practicante para dominar sus Cuerpos Físico y
Etérico. Pero además, lo empuja al aprendizaje más profundo y complejo, que
encierran sus otros Principios Internos.
El meditar en el Cuerpo de Energías y sus Chakras, es el comienzo de la
introspección que lleva al autoconocimiento.
Para realizar estas prácticas, se debe aquietar la mente conciente, induciéndola
a funcionar centrada donde la persona lo desea. Se debe recordar, que
normalmente la mente funciona en múltiples canales a la vez, y da nacimiento
a variados pensamientos, impidiéndole observar una sola situación cada vez.

CAPITULO 8
KUNDALINI
Brevemente en el capítulo anterior, describimos a la energía Kundalini, en
relación al Chakra Muladhara.
Lo cierto es que esta fuerza interna es tan importante, que debemos ofrecerle
un capítulo para poder apenas entenderla.
Se encuentra en la base de la columna vertebral; su nombre además, se origina
en la palabra sánscrita "Kunda" que significa enroscar. Así como
informáramos, se la representa como una serpiente enroscada con la cola en su
boca.
Esta sola representación, nos muestra el Mandala del Infinito, como si ella en
sí misma, lo llevara intrínsecamente, recordándole al Hombre cual es su
origen.
La idea que refiere, es que Kundalini es una energía infinita, dormida, cuando
no se despliega, e inactiva, en lo que se refiere a su tremenda capacidad.
Es una Serpiente, pues simboliza, como desde antaño, la Sabiduría; serpiente
que mudando su piel, produce los cambios necesarios según las leyes para la
continuidad de la Vida.
Pero como serpiente, recuerda también a Fohat, la Serpiente Ignea primigenia,
que une a la Luz Astral, en el momento del inicio, resuelta luego en Materia.
Es una energía representativa de las Fuerzas de la Naturaleza, por lo que se
puede observar en ella, capacidad eléctrica, electromagnética, gravitatoria y

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que además, conlleva en sí las otras fuerzas las que, por el estado evolutivo
actual de la Raza Humana, no se han manifestado todavía.
Al hallarse dormida en el Chakra Muladhara, da indicaciones que esta energía
pertenece a todos los seres, y que cada uno la contiene individualmente de
manera latente, estrechamente relacionada con la reproducción. Con más
claridad, para la creación de vida, en el escalón más bajo de su utilidad.
Las tres vueltas y media que presenta su Cuerpo, se desplegarán sólo para
aquellos que sepan despertarla, haciendo elevar su cabeza, y desenroscando
media vuelta al alcanzar cada uno de los Chakras. Esas vueltas representan
también los pasos anteriores en la evolución, siendo cada media vuelta un
estadio superior ganado por la criatura que ahora la alberga.
Haciendo un breve recuento, cada uno de los seres humanos tiene dentro de sí,
una energía infinita, con las mismas capacidades que tiene la Energía
Primordial, obtenida desde el inicio del Tiempo, que es creadora,
materializadora, o destructora, pues es también una de las facultades
inherentes a Fohat.
Al despertar, la energía serpenteante comenzará a subir por la columna,
dejándose percibir como un cosquilleo. Todas las condiciones paranormales
del individuo se activarán, emitiendo gran energía psíquica.
Con un perfecto control de Kundalini, la persona podrá mantener su juventud,
regenerando sus células continuamente, eliminando los procesos de desgaste
físico.
La energía Vital Kundalini, elevándose por el canal central Sushumna,
proporcionará la absoluta comprensión de los estados psicofísicos del ser,
llevándolo a que pueda también analizar su Karma y su Dharma, sus
sacrificios y sus recompensas, no por Kundalini en sí, sino por la amplitud de
conciencia que establece.
En el plano físico, Kundalini es poder materializador.
Unido a las fuerzas cósmica y telúrica, manifiesta en el exterior todo lo que el
Maestro desea.
Mas, Kundalini debe ser utilizado con conciencia, elevándolo lentamente por
la columna vertebral, a través de una guía eficiente.
Si despierta solo, sin la ayuda de un Maestro que muestre los pasos, las
características de esta energía, se confunden con molestias o enfermedades,
que nada más pueden perturbar a quien lo sufre, no estando preparado en
ningún sentido para soportarlo.
Dentro de los cuadros sintomáticos que puede producir, se encuentran
depresiones, seguidas de euforia o excesivo vigor sin control; hormigueos en
los miembros, con aumento de la circulación sanguínea; aumento de la
adrenalina sin razón alguna; sensaciones de mareos y náuseas; insomnio, etc.

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Para manejar este tipo de energías, son muy importantes los procedimientos
que se lleven a cabo. Es sumamente valioso el control de la respiración, como
un profundo adiestramiento en técnicas de meditación y control de los vórtices
de energía.
Kundalini no actúa por sí sola, debe ser guiada y reconvertida gradualmente
por el Discípulo entrenado, ya que en definitiva, es la Mente la que debe
decidir su uso.

CAPITULO 9
EL CUERPO ASTRAL
En una vibración más sutil a la del cuerpo de energías se encuentra lo que se
ha dado en denominar Cuerpo Astral.
En los tiempos antiguos, en los cuales el conocimiento popular era totalmente
restringido, lo "Astral" sólo correspondía a lo que se encontraba en el cielo,
fuera de los límites de la Tierra, a lo que no se podía acceder sin una muy
extenuante preparación previa, con la total anuencia de los Maestros, y con
una capacidad intelectual que superara en todo sentido a la masa.
Justamente por ese motivo, durante muchos siglos se mantuvo en una zona
neblinosa aquello que se adscribiera al Mundo Astral: Quienes no estaban
"preparados" no podían acceder al conocimiento. Saber manejar el Cuerpo
Astral o conocer sus implicancias en el medio, tanto social como personal,
constituía una de las fórmulas para destacarse y no ser manejado por las
"Figuras de Poder".
Lo que pertenece al Astral tiene estrecha relación con los Astros: El Sol, la
Luna, las Constelaciones del Zodíaco y los Planetas.
Siendo la Astrología una de las formas de estudio impuesta por el Gran
Maestro Hermes, que contenía no sólo la ciencia de la Astronomía, sino
también la ciencia de la conducta humana según sus síntomas y signos, que
además el Tres Veces Grande usaba para velar el verdadero conocimiento,
veremos que aquello que se relaciona con lo Astral, se relaciona con la
psicología del ser humano.
Por lo tanto la Astrología era la forma velada de estudio de la Psicología
humana, deformada para la observación de los neófitos bajo el manto de las
características zodiacales y planetarias, de modo que sin un estudio muy
concienzudo se pudiese llegar a conclusiones justas.
El Cuerpo Astral es por lo tanto, la psiquis del ser humano; un área aún hoy
oscura, con muchas intrincadas complicaciones que surgen día a día, pues es
el receptáculo de infinidad de emociones, pasiones, deseos y ansiedades que
nacen de las percepciones del individuo.

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Siendo el Cuerpo Astral el más completo en lo que se refiere a emisión de
pensamientos, suele ser también el que más perjudica al desenvolvimiento de
la no tan arraigada lógica, y de las relaciones humanas. Esto es así, porque la
mayoría de los seres, piensa según sus emociones, a veces egoístas y densas, y
no con la auténtica razón, que no pertenece a este Cuerpo sino al Cuerpo
Causal Manas, que en nuestra Raza aún no se encuentra concretamente
construido.
El cuerpo Astral es un contenedor de Formas de Pensamiento que se van
originando a medida que el percipiente aplica su atención en determinados
sucesos.
A través de sus sentidos, el ser humano adquiere información sobre los
sucesos que ocurren a su alrededor. Ante un hecho determinado, en la psiquis
del observador pueden ocurrir tres cosas, a saber:
Desinterés: Si esto sucede, el observador no ha tomado conciencia del suceso,
que no llega a captar su atención; por lo tanto su Mente no se encuentra en la
situación y no determinará ningún proceso psíquico, que dé origen a
pensamientos.
Interés Negativo: El observador toma conciencia del suceso, colocando su
atención en él, pero su percepción origina pensamientos desagradables,
impactando psíquicamente como emociones negativas, que anidarán en el
Cuerpo Astral Inferior.
Interés Positivo: El observador toma conciencia del suceso, y sus percepciones
sobre él, originan emociones positivas, comprometiéndose favorablemente y
emitiendo Formas de Pensamiento de calidad altruista y bondadosa.
Cuando un hecho atrae la atención del individuo, y resulta de él la toma de
interés, comienzan a generarse pensamientos que en el Cuerpo Astral toman
forma, permitiéndole a la emoción habitar en ella.
De esta manera se van creando entidades, que no tienen vida propia, pero que
residen en la psiquis, provocando conductas, irracionales o no, que dominan la
vida del individuo.
Estas emociones suelen ser tan intensas que afloran de manera permanente,
aunque la persona, concientemente, intente anularlas.
Las emociones más densas, por su vibración obviamente, se ubican en el
llamado Cuerpo Astral Inferior o Bajo Astral.
Son de orden instintivo y pasional, encontrándose entre ellas los deseos
ligados al sexo, a la posesión, a la preservación de la propia vida y el control
del territorio. Si lo observamos bien, son emociones naturales, relacionadas
con el desarrollo de la vida animal.

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Pero en los seres humanos con un grado mayor de evolución que sus
hermanos salvajes, pueden degenerar hasta grados extremos, sometiendo al
individuo a una conducta semi bestial.
Así, el Bajo Astral se encuentra habitado por los miedos ancestrales, las
envidias, el odio, los celos, la ira, la desconfianza.
Y cada uno de estos sentimientos se convierte en una entidad formada de la
materia psíquica; se van alimentando con otras percepciones, que el individuo
deforma acosado por sus pensamientos negativos.
En casos extremos, como por ejemplo en el “Delirium Tremens”, causado por
intoxicación con alcohol, el Mundo Astral del individuo aflora, pudiéndose
percibir como algo externo a él mismo, presentándose en forma alucinatoria.
El Bajo Astral está lleno de fantasmas, demonios, y duendes, pero son los que
crea el individuo, dándoles vida y dinamismo, alimentándolos y
permitiéndoles generar historias internas que la más de las veces, tienen poca
relación con la realidad, ya que no la reflejan en lo más mínimo.
Si se toma conciencia de esta realidad interior, se comienza a tener cierto
control de los fantasmas personales, pero como todo en nuestra Naturaleza, no
pueden disiparse, ni eliminarse, ni siquiera acallarse, pues seguirán en el fondo
de nuestra psiquis agazapados para entrar en acción.
La fórmula correcta es transmutarlos, es decir, cambiar de una a otra
naturaleza.
Para ello se deben utilizar los Principios de Vibración y de Polaridad, ya
descriptos anteriormente.
Resulta evidente que estas Formas de Pensamiento tienen un origen Mental,
pero también se debe recordar que como todo, cada una de ellas tiene su
opuesto, al cual se debe llegar haciendo vibrar la forma de grado en grado,
polarizándola en el punto deseado.
Recuerde, cada forma de pensamiento negativa, tiene una vibración a la que
corresponde un color, un sonido y una frecuencia de onda electromagnética.
Cambie la vibración, el color, el sonido y la frecuencia de la forma y ella
habrá cambiado, dejando su lugar de residencia y elevándose.
Podemos ver el círculo vicioso que se forma si no se trabaja en los miedos del
individuo.
Si una persona tiene miedo a la oscuridad, miedo ancestral por lo demás, al
caminar por una calle poco iluminada en una noche cerrada, pondrá excesiva
atención a cualquier sombra que se le atraviese; en el momento que alguna de
estas sombras no sea inmediatamente reconocida, aparecerá la emoción con su
forma psíquica, llenando de terror al paseante. Su corazón comenzará a latir
con más intensidad, su circulación se dirigirá a los miembros superiores e
inferiores, es decir a sus brazos y piernas, cortando el flujo sanguíneo normal

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a los órganos internos, produciendo mayor cantidad de adrenalina, que fluirá a
los músculos tensándolos, haciendo que se ericen los vellos que cubren la piel,
sintiendo que su respiración se agita y se acorta. Todo esto se producirá en el
mismo instante que la percepción active la forma de pensamiento; reacción
instintiva, que prepara al individuo para un ataque o defensa, siendo esto
necesario. Pero que sucede si la sombra sólo era el producto del viento
agitando las ramas de un árbol, reflejado en la pared.
Aunque el individuo intente calmarse, la respiración seguirá agitada,
impidiendo que llegue más allá de la mitad de los pulmones, lo que deriva en
menos oxigenación sanguínea y más acumulación de anhídrido carbónico,
intoxicando la sangre y los músculos y órganos.
La falta de circulación sanguínea y por ende, de oxigenación en el estómago,
el hígado y la vesícula biliar, cortan los procesos de estos órganos, sobre todo
digestivos, provocando úlceras y dispepsias además de otros problemas
gástricos.
La entrada intempestiva de sangre en los conductos venosos de las piernas,
impide una buena circulación de retorno, con lo cual se producen derrames y
varicosidades.
Y la lista sería muy larga. Sólo piénsese en la cantidad de veces por día que
una persona que no controla sus emociones negativas, cae en estos estados
psicofísicos.
Todo lo que pase por nuestro Cuerpo Astral, se reflejará en nuestro cuerpo
Físico. Las emociones no controladas, provocan enfermedades
psicosomáticas. Y éstas, representan un alto porcentaje en el total de los
problemas de salud mundial.
El otro aspecto del Cuerpo Astral es el llamado Astral Superior.
También lo integran Formas de Pensamiento, pero por sus vibraciones, más
sutiles y armónicas, son gratificantes para el individuo.
Así como las formas del Bajo Astral resultan oscuras y atemorizantes, las del
Astral Superior, se perciben claras, cálidas, bellas.
Resultan, como lo expresáramos, de emociones positivas, estando muy
imbuidas de contenido altruista, de bondad, de calma.
Cuando esta zona del astral actúa, no se perciben alteraciones en el cuerpo
bioplasmático o en el cuerpo físico, muy por el contrario, se incrementa el
poder defensivo del sistema inmunológico, la respiración se vuelve más lenta
y profunda, oxigenando plenamente los órganos y llevando los nutrientes hasta
los tejidos sin dificultades. El trabajo del corazón se normaliza, y se siente una
refrescante calma, conduciendo al individuo a un estado natural de asociación
con el medio.

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Las emociones tienen vital importancia en los procesos físicos, ya que se
convierten en disparadores de reacciones involuntarias, cambiando los
estados metabólico y orgánico.
Las posibilidades de control emocional se encuentran siempre en el individuo,
y se adaptan a la visión mental del mismo.
Si su mente imagina pérdidas, desastres, o cualquier otro hecho negativo, lo
refleja de la misma manera en todos los actos de la vida cotidiana, pero
también en su aspecto externo, su cuerpo.
Transmute esta actitud y se observarán los más gratos cambios en todo lo que
realice, y en lo que obtenga de ello.
Otro hecho sugestivo con respecto a las Formas de Pensamiento, es que
pueden ser percibidas de manera subconsciente por los demás.
Ellas actúan aún antes que nuestra percepción las ponga en marcha, no
debemos olvidar que "viven" en nosotros, pero gracias a nosotros.
Es así, que desde el individuo, son proyectadas en su derredor formando lo
que se denomina "Aura", siendo ésta, una extensión del cuerpo Bioplasmático,
que suele reverberar a diez centímetros del cuerpo físico.
El reflejo del Astral en el Aura, puede alcanzar un radio de dos metros o más
en torno a la persona, que a los ojos del clarividente, se traducirá en colores
variados, según la emoción dominante.
El Maestro domina la extensión de su Aura, produciendo en ella los efectos
deseados, siendo percibidas las emisiones de tipo emocional que él prefiera, e
impulsando a otros a unirse a éstas y polarizándolos también en el extremo
positivo en que se halla.
De esta manera ayuda en la evolución a los que se encuentran algún escalón
más abajo, sin que nadie se entere de ello.
En el trabajo hermético, se consolida el Cuerpo Astral Superior, en principio
con la antedicha transmutación de las Formas del Astral Inferior, pues el
resultado es el modo positivo del sentimiento. Se transformará así, el Temor
en Valor, la Envidia en Admiración, la tan temida Angustia en la deseada
Alegría. Pero se debe siempre ir más allá en el aprendizaje, pues el Hombre
debe también ser Creador. Por lo tanto el Hermético realiza sus propias
miríadas de Formas de Pensamientos, que a su mando, cumplirán las diversas
actividades para las que han sido creadas.
Estas habitarán el Mundo Astral, convirtiéndose en una Egrégora. Este
término de origen griego, se aplica a un pensamiento colectivo, que pudiendo
ser emitido por una o varias mentes, con un poderoso grado de intensidad,
tomará forma habitando el mundo psíquico común perteneciente a una
sociedad o pueblo, captando las vibraciones del Cuerpo Astral de cada
individuo.

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La psiquis de cada persona tiene la capacidad de entrar en sintonía con otras
según sus emisiones; así, se puede vibrar en simpatía con una forma de
pensamiento, adoptándola como propia. Este efecto suele ser mucho más
evidente aún, cuando se lo dirige masivamente, actuando sobre una multitud.
Los individuos dejarán de serlo psíquicamente, para convertirse en un bloque,
retroalimentando la Egrégora emitida por el Maestro.
Una Egrégora puede ser, como toda Forma de Pensamiento, positiva o
negativa, estando sus vibraciones en uno u otro extremo de la escala. Por lo
tanto se puede sembrar tanto Bien como Mal en la psiquis de un pueblo.
Una Egrégora negativa, a pesar que todos la perciban, sólo captará la atención
de los que vibren en simpatía con ella. Ésta se apoderará de las Formas de
Pensamiento densas, alimentándose con ellas. De esa manera un pensamiento
colectivo agresivo, matará a los pensamientos individuales del mismo orden,
pero se instalará en la psiquis, o mejor dicho, en el Bajo Astral de los
individuos, comenzando a regir en la conducta de los mismos.
Una Forma de Pensamiento benéfica, por sus más altas vibraciones, tiene en
cambio el efecto de modificar las emisiones densas, llevándolas a su polo
opuesto.
Si un individuo se mantiene en una posición psíquica elevada, operando sus
emociones positivas, éstas resultan más fuertes que las emisiones de una
Egrégora negativa y no sucumbe a los dictados de otras mentes. Más aún,
puede, si conoce los medios, modificarla y transmutarla.
En el pasado, los Hierofantes egipcios, utilizaban estas Formas de
pensamiento poniéndolas al cuidado de sus Templos, Cavernas Iniciáticas o
Bibliotecas. Éstas aparecían delante del profano como animales mitológicos o
monstruos, como las Gárgolas o Arpías, ahuyentando a quien intentase
penetrar los secretos que estos espacios de Sabiduría anidaban.
En el Tibet, los Lamas Maestros realizan también estas proezas mentales en
pensamientos que toman forma y actúan según sus designios. Ellos denominan
a sus creaciones mentales Tulpas, que suelen tomar forma humana, y ser
observados por los viajeros del Himalaya, salvando a muchos de algún destino
incierto en los picos nevados.
Estos Iniciados, también deben realizar parte de su tarea en el Astral, sea ésta
en relación a sus discípulos, a los cuales imparten enseñanza no sólo en estado
de vigilia, sino a través de sueños, pues ambos, Maestro y Discípulo, en
ocasiones se encuentran muy alejados entre sí. Otras tareas, se relacionan con
la salud, o con la situación social de gran cantidad de personas que se
encuentren necesitadas de sus oficios.
El verdadero Iniciado en estas Artes Regias, acude en ayuda de aquellos que lo
necesitan aún sin que nadie lo pida, pero sabrá de qué manera volcar su

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Voluntad para que cada quien obtenga según sus méritos, sin obstaculizar el
camino fijado por el Karma personal.
Enfrascado en su labor, puede parecer olvidado de sí mismo; el trabajo que
realiza en Astral Superior, un plano diferente al plano de la conciencia de
vigilia, se proyecta en múltiples opciones, sin tiempo, sin espacio, casi sin
límites, a través de su vasto Campo de Energías. Dentro de éste, él puede sin
obstáculos, manejar sus Elementales, dirigiéndolos y uniéndolos para
materializar lo que sea necesario.

CAPITULO 10
EL COMIENZO DE LA CONVERSIÓN
En el momento en que se han dominado todas estas fuerzas, que como vimos
no son ciegas, sino que tienen correspondencia con la preparación del Adepto,
se halla éste en condiciones para comenzar su ascensión a las Iniciaciones que
le permitirán erigirse en Maestro.
La primera, consiste en ser capaz, por mérito y conciencia, de elevarse hasta
Manas, la región de la mente lógica, donde se convierte en Causa.
Para el recién iniciado, Manas es un mundo sin imágenes, ya que nada
conocido existe en él. Los fantasmas de las emociones no pueden alcanzar ese
espacio mental, por lo que el Adepto, sólo siente el vacío, pero a la vez, la
total calma y la seguridad de su Realidad.
Observa, por lo tanto, su Personalidad, la que se extiende por debajo de este
Cuerpo Causal, en sus emociones, su energía vital y su cuerpo, entendiéndola,
desde los aspectos de lo que él mismo fue hasta ese momento.
Hay en este entendimiento una lección que todos deben aprender, antes de
llegar a planos superiores.
La misma consiste en saber que no existe fuera de uno mismo juez alguno.
Nadie externo al Ego, como símbolo máximo de evolución, puede pesar las
acciones de su propia Personalidad. Pero tampoco puede haber verdugo más
cruel que el mismo Ser que se juzga.
En esta lección hermética, está implícita la comprensión de las propias
acciones, de sus causas, del momento en que se produjeron, también de los
efectos que causaron.
El Ego tiene acceso a todo elemento que gravite en torno a los eventos de su
vida, que resulten actitudes perjudiciales para otros. Y es en esa vibración,
donde despojado de toda emoción, comprenderá si ha infligido daño o no.
En él, entonces, nace el verdadero sentimiento de compasión, provocado por
la culpa. En principio, deberá perdonar a su Personalidad, por esas acciones
que él mismo considera de culpabilidad, pues sabiendo que nadie más puede,

39
ni debe hacerlo, su camino de ascenso se vería obstaculizado por sus acciones
futuras en función de apercibir a la Personalidad.
No significa esto que cada quien se permita cualquier conducta perniciosa o
delictiva, ya que sólo es él mismo el que debe perdonarse.
No, lejos de la ilusión de que se puede "hacer lo que se quiere", quien no haya
llegado a estos escalones de evolución, tendrá la visión precisa de sus actos en
"vida", en los momentos posteriores a su "muerte", con lo cual la pena que
sentirá por sí mismo, será tan inconmensurable, como el dolor que aparecerá
por quienes han sufrido por él.
Se debe comprender que en la esencia pura que significa Manas, ninguna
emoción disfraza la verdad de lo vivido. Y son las propias conductas egoístas
y malintencionadas las que aparecen en primera instancia, redefiniendo el
lugar que ocupa el Ego. Cuando se elaboran esas experiencias analizando el
contexto en que se produjeron, lo que queda en evidencia es la falta de
madurez de la Personalidad, actuando según los instintos, en un plano de
racionalidad prácticamente nulo.
Pero existen, también, situaciones en que la conducta personal se debe a falsas
ideas que han desarrollado en ella las "Figuras de Poder", con sus mandatos, la
más de las veces retrógrados y egoístas.
Esas "figuras", son los progenitores que se encuentran en menor escala
evolutiva que su vástago, que educan con muy buena voluntad, pero con
erróneos conceptos, que han heredado de sus padres, y éstos de los suyos. Son
los dogmas de las entidades religiosas que legislan la vida de los individuos,
tiranizándolos en sus acciones o sus pensamientos. Lo son, cualquiera otra
figura que se erija en autoridad, sin haberla alcanzado de manera natural.
Con una orden errónea emanada de aquellos a quienes se respeta
profundamente, que en algún momento determinado de la vida del Ser a quien
va dirigida no pueda cumplirse, aparecerá en el cuerpo Astral de éste (su
psiquis), un complejo de culpa que anidará y enraizará, limitando su
crecimiento, incluso destruyéndolo.
Quien en ese nivel superior de conciencia tiene la completa visión de lo
actuado, entiende que aquello que se percibió en forma de culpa, no lo es en
absoluto, y como un padre bondadoso, perdona al inmaduro Ser que en ese
momento fue. Pero además, puede también perdonar al inmaduro Ser que
originó la culpa, creyendo que en su acción residía la protección que se le
debe al débil.
Este perdón desde los primeros atisbos de la Voluntad, libera a la Personalidad
de los futuros errores, además de desatar los lazos de autoridad falsificada por
los errores ajenos.

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La anterior culpa, se convierte a los ojos del que la ha vivido, en un
aprendizaje de gran valor, que contribuirá en los servicios que realice para
otros.
Además, a partir de ese momento, la Autoridad es Él, puesto que se ha
convertido en la Causa de lo que manifieste de ahora en adelante, desde su
Mente, Manas, hacia su Personalidad; esto es, su aspecto físico, su energía y
su psiquis, los que a su vez, serán el espejo que otros Seres vean.
Será entonces el momento de analizar todas las experiencias vividas hasta esa
instancia, experiencias que están grabadas y guardadas allí, en un rincón de su
mente, y que han estado esperando ser recuperadas en su verdadera esencia.
Estas experiencias conforman el Akasha, el archivo de vivencias que fue
definido por Carl G. Jung como el Inconsciente Colectivo, siendo el Akasha
tanto personal como universal.
Este archivo, contiene entonces no sólo lo vivido en la presente encarnación
del individuo, sino la infinidad de experiencias de encarnaciones anteriores,
hasta en sus más mínimos detalles, aún aquellos que por su intrascesdencia, no
serían meritorios de ser guardados por la memoria.
El Adepto se halla ya entrenado para reproducir en su Akasha, en el nivel de
Manas, aquellas experiencias que necesita analizar y transmutar.
Este ejercicio, que se convierte en rutinario, permite una mejor comprensión
de los acontecimientos, de sus actores, y sus efectos, reconociendo su Karma
personal; el Adepto, lejos de los estados emotivos, sabe que cada experiencia,
cada obstáculo, cada tribulación, han sido determinados por Él mismo, por su
propio Yo, en demanda de completar su aprendizaje. Está en realidad,
creándose a Si Mismo, como lo haría un artista, limando las asperezas,
puliendo las aristas de su Ser, siendo las herramientas utilizadas, las distintas
experiencias que propone en cada encarnación.
El Karma es Acción, una acción directa emanada del Individuo, la cual será
cumplida, favorablemente o no, según el libre albedrío del mismo, a pesar que
es también quien la impone.
Aparece en la vida del Ser como aquellas situaciones difíciles, costosas, que se
repiten una y otra vez, trayendo a la mente aquella remanida frase: "el hombre
es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra".
Y así seguirá tropezando, colocando él mismo la piedra si no aprende a
sortearla.
El Karma, tiene innumerables aspectos, que van desde detalles muy pequeños,
hasta dramáticos sufrimientos en el plano individual, familiar, social, racial,
nacional, etc. Se extiende en el mundo físico, en el psíquico y en el mental de
los individuos, abarcando distintos tipos de aprendizajes. No es castigo, no es
destino. No se debe pensar en un Dios celoso o iracundo que observa nuestras

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acciones y juzga a cada uno de nosotros constantemente, sin dejarnos de
fisgonear un solo segundo, imponiendo castigo tras castigo, o sometiéndonos a
pruebas a cual más dura. Tampoco ese Dios inventado por nuestra
imaginación, delimita con condiciones la vida de cada ser humano,
determinando cómo será, cómo se desarrollará, o a quién amará.
Nada de esto ocurre en suma, si nos detenemos a observar cómo se desarrollan
las Leyes.
El mismo ser que deberá vivir las experiencias es quien las propone, en su
descanso en el Devachán, antes de encarnar, según sus propias decisiones.
Es por esa razón que cada uno decide lo que deberá aprender y para ello elige
todas las condiciones que necesita en cada encarnación.
Antes de habitar un cuerpo biológico, se elige la genética del mismo con la
elección de los padres.
De esa manera, se obtendrán los rasgos físicos, el color de la piel, del cabello,
de los ojos, la propensión a enfermedades, las características intelectuales; en
suma, las virtudes y los defectos con los cuales se viene a batallar en este
Mundo.
Por otra parte, la elección de los padres, suele obedecer a situaciones kármicas
que se deben solucionar, sea en lo afectivo o en cualquier otro ámbito, ya que
por la Ley de Afinidad, se encarna en grupos, que por sus relaciones a lo largo
de muchas vidas, deben actuar juntos, asumiendo diferentes roles.
Es la lección del Karma una de las más importantes para la conversión en lo
más puro, lo angélico, lo sublime, pues se subliman, justamente, cuando se
elimina, todas las concepciones falsas que muestra la Gran Ilusión de la vida
en la materia.
Nos lleva a refrescar aquí, una antigua analogía que utilizan las doctrinas
orientales, en las cuales se asemeja al Ser con un Actor.
Cada vez que sale a escena, debe representar un personaje; para ello utiliza un
vestido diferente cada vez, además de un maquillaje apropiado de acuerdo al
papel que adoptará. Al terminar la función, el Actor se desprende del vestido,
de las características externas de su personificación, se quita el maquillaje y se
dispone a descansar, en espera de otra función, de otro rol con diferentes
elementos para interpretar.
Así, vemos que cada vida encarnada es como una actuación teatral, en la que
el Actor asume formas físicas diferentes, con elementos psicológicos variados
cada vez. Desarrolla el argumento de acuerdo a los designios de su sola
autoría, poniéndose a prueba en aquellos requisitos que desea lograr, pero
interactuando con otros personajes, que tienen también su propio argumento, y
sus características para exponer.

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En sus interpretaciones, pasará por ser un hombre o una mujer, puede encarnar
la belleza o tal vez necesite interpretar defectos y alteraciones.
Sin embargo, para cada interpretación, estará preparado convenientemente,
teniendo los elementos oportunos, pues es una ley, que nadie puede asumir un
rol que no le corresponda. Esto significa que nadie puede tener una carga tan
pesada que no la pueda llevar.
Allí va algún peregrino ascendiendo por el camino, sorprendiéndose de los
sufrimientos de sus pares, creyendo que no son soportables, mientras otros lo
observan apiadándose de él.
La superación de los sufrimientos está en su aceptación, ya que si aceptamos
los desafíos que representan, superamos el Karma.
Es llevar a cabo la máxima "Hágase tu Voluntad", que es la del Ser.
Y, siéntase seguro el practicante hermético, el Karma se elimina cuando se
acepta.
De todos modos, la función del "sufrimiento" es el permitir a la Individualidad
superar los deseos de la Personalidad, que son los que la atan a los designios
de la Ilusión.
Recuerde el Neófito: el péndulo va desde lo negativo a lo positivo. Si se
supera el sufrimiento y se lo aprehende por conciencia, no se vuelve a repetir
la lección. Por el contrario, queda grabada en el Registro Akáshico la
experiencia, resultando en recompensa en su utilización posterior.
Esta "recompensa" es el opuesto al Karma, es la Reacción que le corresponde
a la Acción, a la que llamamos Dharma.
Todo lo que cada uno suma en su haber, lo tiene adquirido por propio derecho,
subconscientemente de todos modos, habiendo pagado el precio del sacrificio
en el accionar.
Todas las habilidades físicas, desde las funciones vitales que son autónomas;
el arte de utilizar las manos en la manufactura de utensilios; la movilidad y
destreza muscular; la capacidad de ver y disfrutar de la Obra de la Naturaleza;
la propiedad del pensamiento y el desarrollo del lenguaje, y con ellos la
creación artística e intelectual, se han ido acumulando en el acervo de la
Humanidad a lo largo de innumerables encarnaciones y miles de años de duro
aprendizaje. Ni a la humilde larva que se desarrolla en el lodo, ni al
encumbrado Arcángel que habita las esferas de Luz se les regala nada.
La capacidad de alimentarse y gozar de las delicadezas de un manjar es un
derecho que nadie puede arrebatar a quien lo ha conseguido por Acción de la
Voluntad.
La impresión de lo adquirido es, en la Naturaleza del Ser que encarna, tan
intensa, que se manifiesta permanentemente en lo que vive.

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Para aquel que está interesado en el crecimiento evolutivo, las
recomendaciones son conocer de su capital individual, aquellas características
que responden al Dharma.
Se le pide al Estudiante Hermético que se observe y defina claramente cuáles
son sus aptitudes, comenzando por las más insignificantes; aclaramos que
desde su punto de vista, siempre único, puede creer que algunas son
superficiales, como caminar o mover objetos, pero si presta más atención verá
que no es así. Si de sus talentos físicos o mentales, o incluso de aquellas
situaciones pertenecientes al plano de las emociones y los afectos, cree que
algo ha perdido, sólo debe buscar en su Akasha ya que allí se encuentra
grabado aquello que conoce y le pertenece.
Si cree que perdió el Amor, y en verdad lo vivió y aprehendió su lección, la
esencia del Amor permanece en él y la emite, como una flor exhala su
perfume embriagando el aire. Por ello, el Amor le corresponde y se le
devuelve. Aplíquese esta situación particular a todo.
Sólo aquello mal aprendido sigue generando Karma, convirtiéndose en una
asignatura pendiente, a la cual se le debe prestar la debida atención y resolver
finalmente.
Obsérvense, entonces, detenida y críticamente, los defectos personales, los
errores que llevan a vínculos equivocados y a situaciones confusas de
cualquier índole. Una vez ubicados, trabájese sobre ellos, cambiándolos
radicalmente en lo profundo de la Mente. No se culpe a nadie más por ninguna
situación vivida; la tarea es interna y con sigo mismo. Es la labor más dura
que todos tienen: lidiar con su propio ser; competir consigo y con nadie más.
Nunca deja de ser suficiente la recomendación de los Maestros Herméticos a
sus discípulos, sobre la utilización de los Principios Universales en todos los
aspectos. El Karma y el Dharma están sujetos a la Ley de Mentalismo y se
pueden entender por la Ley de Correspondencia. Vibran y se adaptan por lo
tanto a la Ley de Ritmo, pudiéndose transmutar uno en otro, gracias a la Ley
de Polaridad. Obedecen a la Ley de Causa y Efecto, siendo ambos
intrínsecamente esto mismo. Y finalmente, manda en ellos la Ley de
Generación.

CAPITULO 11
EL DEVACHÁN Y LA REENCARNACIÓN
Los discípulos se sienten atraídos hacia las situaciones que se despliegan más
allá de la muerte física. En realidad, todo ser humano pensante sufre la idea de
la finalización de la vida, con miedo y ansiedad, mas, también con curiosidad.
Desde todos los ángulos en que se observe, la muerte no tiene existencia real,
al menos como conclusión. Es así que vemos en la naturaleza la función de un

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árbol caído que va descomponiéndose lentamente, abonando la tierra con sus
elementos. Las semillas que se entierran mueren como tales, para dar
nacimiento a un vegetal completo, que desarrollará su tallo, sus raíces, hojas,
flores y frutos; frutos que luego morirán, para dar su semilla nuevamente a la
tierra.
Cuando una estrella finaliza su existencia en un colapso dramático expulsando
todos sus materiales al Espacio, impulsa la vida en la creación de otras
estrellas, que se formarán con sus restos, que nuevamente se encenderán y
comenzarán a brillar durante miles de millones de años.
Tal vez podemos pensar en la muerte, no como final, sino como solución de
continuidad.
La muerte en sí, es sólo un nacimiento a otra condición.
En el esquema filosófico Hermético y Kabalístico, se describen siete tipos
diferentes de muerte.
La Primera Muerte, es un tipo de muerte establecida de manera abstracta, y se
refiere al entrelazado de dos fuerzas, de modo que se forma un nodo o vórtice
de energía, cesando de existir las fuerzas como movimiento independiente,
pero convirtiéndose en un centro de estabilidad que se manifiesta en un plano
inferior.
Este principio se puede aplicar tanto para la creación de una Chispa Divina,
como para la estructura de un átomo físico. Las dos estructuras mueren para
dar origen a una unidad en un plano de densidad menor, vibrando más
lentamente. Cuando esta forma muere, las fuerzas se liberan nuevamente a un
plano superior, dando nacimiento otra vez a energías en movimiento. Puede
aplicarse este principio en la relación de la energía con la materia, puesto que
una se convierte en la otra. Ya probado por la física cuántica, además, dado
que al hacer colisionar dos átomos éstos se deshacen en sus componentes
primarios, pero a la vez se da origen a diversas partículas subatómicas.
La Segunda Muerte tiene que ver con la evolución y sus cambios. Como lo
describiéramos en el Capítulo 5, la Vida debe evolucionar desde formas
inferiores pasando a una forma superior para su continuidad. En este pasaje,
muchas especies desaparecen por completo, emergiendo otras que en
específicos aspectos se adaptan mejor al medio. Para ello se encarga del
proceso la misma Naturaleza, que elimina sus creaciones erróneas,
reemplazándolas por otras que cumplan los requisitos impuestos por la misma
fuente original. Es así que se hallan extintas ahora, formas prehistóricas de
vida, que en otro momento poblaron la Tierra.
Es verdad que para la conciencia que anima a una raza que se extingue, este
hecho es una tragedia. Pero en la visión de los planos superiores, sólo es un

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escalón más, un espacio que se ha ganado, para poder seguir evolucionando,
siendo entonces, la antesala de un nacimiento que da nuevas oportunidades.
Recordemos que en nuestro Universo el cambio es constante, y esa renovación
promueve la Vida.
La Tercera Muerte es la muerte del cuerpo físico.
Haremos aquí una salvedad, ya que la pérdida del cuerpo físico en la Doctrina
Esotérica no significa la muerte del Ser, ni siquiera de la Personalidad, ya que
esta última vive después de la cesación de signos vitales corporales.
Se trata solamente del abandono de un cuerpo agotado, con el que el Ser no
podría seguir avanzando. Dejándolo, tiene la posibilidad de meditar sobre las
experiencias vividas, para después regresar a la Tierra de nuevo, libre de las
limitaciones de la edad física y de la Personalidad.
La Cuarta Muerte es el dormir, considerada una "muerte física (Tercera)
menor".
Los usos del dormir son de aplicación práctica, ya que el ocultista realiza una
revisión de los acontecimientos del día, sus causas y sus efectos.
Aparecen entonces las interacciones con lo cotidiano, los deseos insatisfechos,
los conflictos con otras personalidades; muy importante, podemos revisar lo
aprendido y si lo hemos asimilado bien o mal. Este es un trabajo delicado, ya
que lo mal aprendido genera Karma.
Luego de la revisión exhaustiva, se deben transmutar los sucesos conflictivos,
ya que de esta manera se hace tanto progreso dormido como en vigilia.
Otro de los usos del dormir es el "Sueño Lúcido", donde el practicante tiene la
posibilidad de dirigir su actividad durante el sueño, sumergido en el estado
psicofísico Theta, en el que el cerebro, trabajando en esta longitud de onda,
entre tres y siete ciclos por segundo, se encuentra en su faz más creativa.
En el Sueño Lúcido, el ocultista se desplaza donde sea requerido, o donde su
decisión lo lleve, pudiendo trabajar y aprender en Astral, sin las ataduras que
representa el cuerpo físico.
La Quinta Muerte es la Muerte de la Personalidad.
La Personalidad responde a los deseos y emociones del Ser Humano en vida, a
su nombre y cultura; cuando muere el cuerpo físico, ésta comienza a
degradarse lentamente. En principio, se abstrae de los deseos inferiores, es
decir de su Cuerpo Astral Inferior y vive en los superiores, entre las
bondadosas Formas de Pensamiento que ha creado, durante un tiempo
relativamente breve, aprendiendo que son restringidas y tienen un límite.
Encuentra entonces que son barreras que lo separan de aquella Divinidad que
reside más allá de ellos. Desea escapar, y cuando lo consigue, nace a la
Individualidad percibiendo "el Rostro del Padre". Una obra esotérica dice:
"Así contempla el rostro de su Padre que está en los cielos. El espíritu

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contemplando el rostro hasta que la conciencia está cansada de su brillantez,
cierra los ojos y duerme; durmiendo sueña con los deseos insatisfechos y así
nace de nuevo; porque sobre el plano del deseo, un estado de conciencia es un
lugar y así como deseamos, renacemos."
Hay una muerte definitiva de la Personalidad que permite el nacimiento en la
Individualidad, cuando se llega al final del ciclo de evolución de los
componentes de la Personalidad. Estos son: el Cuerpo físico, el Cuerpo de
Energías, el Cuerpo Astral Inferior, el Cuerpo Astral Superior y la Mente
Animal, más, también, los componentes densos de Manas.
La Sexta Muerte es referida al trance, siendo éste, afín con el dormir.
En el trance, se eliminan las condiciones de la Personalidad, que queda
relegada a segundo plano, como dormida, para expresarse una esencia interior,
capaz de mayor sabiduría y sin lazos, vagar a planos superiores de conciencia.
La Séptima Muerte es la Iluminación.
En este trance, la Personalidad se somete a su extinción, aún en vida física.
Ha sido enaltecida por los Hierofantes Egipcios como la que otorga el
Segundo Nacimiento. Es prolífica la literatura Esotérica cuando habla que sólo
los Nacidos Dos Veces, tienen acceso al Reino de los Dioses. Nos
dedicaremos a la Iluminación en otro capítulo de esta obra.
Siguiendo las enseñanzas Herméticas, tenemos una teoría refrescante sobre la
Vida y su continuidad, que nos aparta de la pura doctrina materialista que
indica que sólo existe una Vida, la que se lleva en este momento en la carne,
que puede durar hasta una determinada cantidad de años, luego de la cual, al
morir, todo se extingue, sumiéndose el Ser en la pura inexistencia.
Ya, desde hace 5000 años, valiosos manuscritos religiosos, pertenecientes a
culturas fundamentadas en una concepción espiritual, enseñaban a sus
discípulos el periplo que realizaba el Alma al desprenderse del cuerpo Físico.
En el Egipto Faraónico, era el Libro de los Muertos el que revelaba lo que
debía acontecer al difunto para alcanzar la plenitud de su fusión con Osiris, el
Dios Solar, vencedor de las Tinieblas.
De la misma manera el Libro Tibetano de los Muertos o Bardo Thodol, se lee
aún hoy a los que transitan de una a otra vida, acompañándolos e indicándoles
los pasos a seguir.
A pesar de la antigüedad de estos volúmenes, es notable compararlos con las
experiencias cercanas a la muerte que se reportan desde que la tecnología
permite recuperar a pacientes en ese trance.
En el momento de muerte física, comienza el proceso de separación de los
cuerpos que representan la Personalidad.
Manteniendo su identidad, el ser observa su cuerpo físico yacente, sin
perturbaciones, como si de un objeto se tratara. Sumido en su Astral, comienza

47
el viaje al Devachán o Bardo, desprendiéndose de los mismos deseos y
emociones que lo acompañaron en vida. Pueden ver y escuchar a quienes
dejan en la Tierra, y sin saber que no pueden ser percibidos, intentan
consolarlos indicándoles que se encuentran allí, aún a su lado.
Sin embargo los envuelve una intensa calma; sin dolor, no hay noción de
sufrimiento, ni esfuerzo, sólo una maravillosa paz. Son conscientes que no
desean volver.
Aparece entonces una figura luminosa, viva, la cual desprende una absoluta
compasión por el ser que se está yendo de esa vida. Es así, que durante un
breve momento, pasan frente a él, desde su fin hacia su comienzo, las escenas
experimentadas, como si fuese un film de su propia vida. En el ser, no hay
sentimientos sobre esa vida que se deja.
En compañía del Ser luminoso, que representa su propia tutoría, atraviesa el
umbral que separa los dos planos. De allí ya no puede volver.
Comparece entonces, ante lo que él cree es un Tribunal; en algunos casos, se
perciben cadenas atando el cuerpo, que de inmediato caen demostrando la
total libertad del Ser, que entiende que se enfrenta sólo a sus vivencias en
compañía de Consejeros, que le demuestran verdadero Amor y apoyo.
Es el momento de juzgar sus acciones. Ahora, cada segundo de vida es
analizado, medido, pesado y captado en toda su extensión. El Ser sufre sus
actos dañinos hacia otros, desnudando la miríada de emociones que generó.
Juzga lo que sembró y lo que cosechó; acepta tanto su responsabilidad sobre
sus actos, como comprende los de otros seres.
La vida emocional ha caído junto con las cadenas, siendo libre por lo tanto de
juzgar como un observador consciente, sin ningún egoísmo, cada movimiento
que realizó en su última encarnación.
Recuerda además, sus anteriores procesos en otras encarnaciones y en el
Bardo, retomando el camino de su propia evolución.
Luego de su visión y examen, deja de ser Juez para erigirse en el Jurado que
dispondrá las próximas pautas de existencia futura en la carne. Seguramente,
sus consejeros le acompañan en la elección de los contenidos, tanto físicos
como psíquicos e intelectuales para tal fin.
El Devachán o Bardo es considerado el lugar de descanso y reflexión, donde
las Conciencias desencarnadas habitan entre vidas.
Coexisten en él todos los Tiempos, confundiéndose el presente, el pasado y el
futuro, a la vez que lo que llamamos "Tiempo" no tiene allí existencia real.
Es un Limbo donde las dimensiones son diferentes a las tres dimensiones
espaciales conocidas, desplegándose en un plano de vibración de mayor
rapidez en comparación con la vibración de la materia burda.

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La Conciencia tiene la posibilidad de verse sumergida en los abismos más
profundos, en la basta planicie, como en las más insondables alturas del
Infinito Espacio, todo al mismo tiempo.
Cuando la Conciencia descansa, no tiene tampoco noción de Sí Misma, ya que
se sume en La Conciencia Universal, casi en una breve Disolución en el Único
Ser.
Luego de un período de reposo, la Conciencia retoma sus experiencias
volviendo a constituirse y continuando su peregrinaje.
Es factible que se reencuentre con su Alma Gemela, decidiendo ambas su
futura coincidencia en la vida encarnada. Parte del aprendizaje también se
realiza en el Bardo, compendiando lo ya conocido para ponerlo en práctica.
Luego, en el proceso de retorno, debe volver a formar el ser las características
humanas psicológicas y energéticas, que completarán el cuerpo denso de carne
y hueso que habitará.
Según algunos Filósofos, en el descenso atraviesa los Mundos Astral y
Etérico, en los cuales, toma condiciones que le son afines, que posiblemente
experimentó en otras vidas, o que según estos pensadores, dejó en su paso
hacia el Devachán y con ellas vuelve, para, en esa nueva oportunidad,
experimentar un cambio, retomar el Karma no concluido, o vivir su Dharma.
La Reencarnación es una consecuencia natural de la Ley de Causación,
resultando un nodo primordial en las Grandes Religiones del Planeta, que la
exponen como la eterna oportunidad que otorga el Creador a sus Criaturas.
Puede ser la clave que resuelva el enigma del talento con que algunos seres
nacen, que suelen poner de manifiesto a muy corta edad.
La memoria de la vida entre vidas se conserva en el niño durante un lapso más
o menos breve, siendo los casos más conocidos, llamados también Memoria
Extracerebral, las reencarnaciones de los Lamas, y sobre todo del Dalai Lama,
el Conductor Espiritual del Tibet, que deja indicios de sus futuras
reencarnaciones al morir. El niño recuerda sus pertenencias y es identificado
por reconocer estos objetos sólo utilizados por el fallecido Dalai Lama,
durante su vida.
Pero no solamente en una figura de tan elevadas características evolutivas
encontramos el recuerdo de una anterior encarnación.
Existe en muchos Seres el recuerdo, oculto en diferentes formas; en algunos
casos se presenta como una fobia, un terror irracional hacia una situación que
el sujeto nunca ha vivido; en otros, se presenta de la mano del conocimiento,
sea de lugares que no se visitaron antes, o de la práctica de habilidades
artísticas o intelectuales, sin preparación previa alguna. Puede presentarse este
recuerdo en forma física, como marcas congénitas en el cuerpo.

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Para el Iniciado, el paso por el Bardo es descanso, ya que el trabajo de
meditación y transmutación lo realiza en vida en este Mundo, que suele ser
definido como el verdadero submundo, el Gehena, o el infierno al que se
someten las Almas para expiar sus culpas. Analizando a fondo las enseñanzas,
el Mundo en el que se desarrolla la vida en la carne, es un aula donde se
aprende y se pone a prueba a cada Ser.
Es, como lo identifica la Kabalah, el Reino, el Lugar donde se establece el
Espíritu, que es El Rey, la Corona de la Creación, pues el Espíritu necesita de
la Forma para su elaboración, de la misma manera que el Rey necesita de su
Trono, su Cetro y su Reino para gobernar.

CAPITULO 12
EL DEVENIR DE LAS ALMAS
Como lo habíamos expuesto en un capítulo anterior, el Nous o Chispa Divina
se divide en dos entidades idénticas y opuestas, luego de su nacimiento en el
seno de la Madre Universal.
Desde ese instante no dejan de estar en comunicación permanente, utilizando
diferentes medios, según el nivel de evolución.
Una vez alcanzado el grado de desarrollo de la mente individual, en el estadio
Humano, esta comunicación se establece a nivel subconsciente, la mayoría de
las veces en sueños, donde se intercambian las experiencias por cada uno
vividas.
En esta enseñanza Hermética, encontramos el Misterio del Andrógino, Adam
Kadmon, el Hombre Primordial.
De las entrañas del Padre-Madre Espacio, es creado este Hombre Celeste,
como una partícula de Vida extraída del Gran Océano de Luz.
Es creado Hermafrodita, pues en él se encuentran los dos polos, Positivo y
Negativo, los que darán en la continuidad del Tiempo, las características del
Género: Macho y Hembra; Hombre y Mujer.
El Ser es dividido en dos mitades, que deben deambular en busca de
conocimiento, que se comparte, pues siendo sólo uno, no tiene oportunidad de
vivir la totalidad de las experiencias.
Es cuando comienza la añoranza de la parte perdida. Añoranza que se presenta
muy vívida cuando la inteligencia se acrecienta.
Siempre permanece el recuerdo del amado ser que se ha separado en el
comienzo del Tiempo, siendo este un recuerdo de pertenencia, casi de
posesión.
A lo largo del período de evolución y crecimiento, intercambian sus
condiciones; mientras uno de ellos permanece activo, el otro será pasivo, y
viceversa. Esta situación cambiante de continuo, les permitirá abarcar más

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campo de acción, teniendo en el Akasha las experiencias de ambos, pero desde
los ángulos del ser activo y positivo, y del pasivo y negativo a la vez,
ampliando la posibilidad del Espíritu Nous al máximo en lo que se refiere a
absorción de sabiduría.
Van desplazándose de esa manera, por todos los estratos de manifestación,
creando los Cuerpos más sutiles, llegando así a la adquisición de la calidad
Humana.
Las Almas Gemelas así establecidas, suelen tener en algunas vidas encarnadas
contactos más cercanos, compartiendo la misma familia, a veces como
hermanos, otras como madre e hijo, o padre e hija. Durante estos contactos
aprenden a limar sus asperezas, determinadas por sus aspectos opuestos.
Los casos más verificables en cuanto a la posibilidad de estudio para el
Iniciado Hermético, son los casos de Gemelos Univitelinos.
En estos casos, se forman dos embriones compartiendo un solo saco
embrionario y una placenta, a partir de un único óvulo fecundado.
Son dos individuos separados, pero a medida que se desarrollan, muestran
tantas similitudes como antagonismos. Físicamente idénticos, hasta en marcas
congénitas, como lunares; ambos del mismo sexo, desarrollan la misma
capacidad física e intelectual.
Suelen tener una comunicación que va más allá de lo habitual o común, ya que
ponen de manifiesto entre ambos, una muy marcada percepción extra
sensorial, demostrando una comunicación telepática, esto es, de una a otra
mente, sin mediar palabras. También sin importar las distancias, pues en casos
de gemelos que se separaron en el momento del nacimiento y fueron
adoptados por distintas familias, se han demostrado en investigaciones
posteriores, la aparición de marcas en uno de ellos, que coinciden con las del
que recibió las heridas.
Suele resultar muy común que uno de ellos perciba en su propio cuerpo los
procesos físicos del otro gemelo, sin sufrir realmente una disfunción.
Ponen muy de manifiesto sus diferencias en el carácter y temperamento.
Mientras uno aparecerá intrépido y optimista, el otro se mostrará tímido,
retraído y con actitudes negativas. Siempre se estarán compensando el uno al
otro, y muchas veces, sufren si deben separarse para enfrentar la vida de
manera individual.
Estas incursiones como hermanos gemelos nacidos de los mismos padres en la
vida encarnada, sirven para adaptarse el uno al otro, en pos de futuras
encarnaciones en las que deberán actuar como un solo ser.
En otras vidas, los gemelos no se encuentran físicamente, naciendo incluso
cada uno en dos diferentes puntos del Mundo, en sociedades distintas, con
diferentes idiosincrasias, hasta con disímiles niveles sociales.

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A pesar de ello se encuentran comunicados, llevando vidas paralelas.
Si algo malo o triste le ocurre al gemelo, un sentimiento de temor o vacío
irracional invadirá al otro que se encuentra en otro lado del Planeta, de la
misma manera que cualquiera de los dos percibirá la felicidad que sienta el
otro.
Pero es especialmente en el Amor, donde se sufre más la ausencia de la mitad
perdida. Mitad que siempre se está buscando, en todas las miradas, en todas
las voces, en todas las expresiones. Es una búsqueda intuitiva, y por lo tanto se
suele confundir cuando alguien se acerca con vibraciones afines. Él o ella se
embarca en lo que cree es el más puro Amor, mas, a poco de andar cae en la
cuenta que aún sigue añorando, extrañando y buscando. Poco importa que la
pareja que ha formado se encuentre en una magnífica etapa, que se
comprendan y compartan la vida. Esa pareja seguirá, tal vez por la
determinación del Karma de cada uno, pero en lo profundo de los
sentimientos, se sabe que no es el Alma Gemela.
De allí que la mayoría de las relaciones entre los sexos sea Kármica,
apareciendo conflictos intrínsecos, difíciles de resolver para los dos
involucrados, que a su vez arrastran a otros seres en sus vidas convulsionadas
sentimentalmente.
Esto no es así por casualidad, ya que es el verdadero Amor el que guía al
encuentro de las Almas Gemelas.
En el más profundo significado Oculto, el Amor se encuentra más allá del
simple sentimiento, siendo considerado una Fuerza; aquella que une al
Universo, lo mantiene y envuelve.
Ese es el lazo que vincula a los dos componentes del Hermafrodita Primordial,
que pretende por propio derecho, unirse nuevamente para completarse en una
Única Entidad, que así volverá a su Fuente Original, su Padre, del cual emanó
en la Noche de los Tiempos.
Deben ser de sexos opuestos para poder así, desarrollar las dos energías,
femenina y masculina, de modo de unirlas en una auténtica sublimación,
cuando finalmente se realice su encuentro.
Una vez que las dos energías, llamadas en el Tantra Shiva y Shakti, en
denominación del Dios y la Diosa, llegan a un punto de perfección en las dos
Almas Gemelas, ellas deciden su encuentro y unión en el Mundo Físico, que
será completada en los Mundos Etérico y Astral, provocando una verdadera
Comunión.
De allí en más no vuelven a separarse, pues comienza su labor en colaboración
en infinidad de campos.
Constituyen una verdadera pareja, lo que cualquier ser podría entender por
Ideal. En la Filosofía del Tantra forman el "Matrimonio Mágico", aún en el

52
concepto literal de los términos. Es una diferente etapa de evolución, ya no
solitaria sino en compañía del aspecto recuperado, llamada la Vía Húmeda, en
contraposición de la Vía Seca llevada por ambos hasta ese momento.
Seguirán siendo dos seres físicos separados, pero sus Esencias se fundirán
paulatinamente en una sola. Permaneciendo sus aspectos opuestos, buscarán el
mismo fin, la meta propuesta, complementando justa y consistentemente esos
aspectos, en una mutua aceptación, fortaleciendo el lazo de Unión Primordial,
que se convertirá en su principal herramienta de trabajo.
Al unirse, esta vez para siempre, establecen una nueva Iniciación a un grado
superior, que pasará por varias vidas humanas, hasta completar ese estadio.
Su destino es llegar a ser un Calfa, una Estrella, un Sol, o, si se lo prefiere, un
Logos, que siendo un Creador también, debe llevar a la evolución a miríadas
de seres en los diferentes estados de desarrollo, desde el Mundo Mineral al
Mundo Animal y Humano, exactamente como nuestro Sol lo hace,
manteniendo gracias a sus atributos todo un sistema de Planetas, Satélites,
Asteroides, Cometas y otros objetos, que han sido creados de su propia
materia, y que con su propia materia son sostenidos. Sin olvidar por supuesto
a los Seres Vivos, estando entre éstos los Seres Cognitivos, los Humanos,
quienes también están constituidos por "Polvo de Estrellas".
De esas Estrellas surgimos como materia y en ellas encarnamos finalmente
como Espíritu.
Pero antes, las Almas Gemelas deben avanzar hacia el Súper Hombre y el
Ultra Hombre, los dos tramos que aún quedan por cumplir en nuestro Mundo
Humano.
Luego, abandonando el Cuerpo Físico, envueltos en nuestro Cuerpo Etérico,
con un desarrollado Manas y ya en marcha a la creación de Buddhi, el Cuerpo
de Iluminación, lo que hoy es Humano, se irá convirtiendo en Potencia
Angélica. Les corresponderá erigirse en Mente Grupal, trabajando en pos de
llevar al desarrollo a seres que se encuentren por debajo en la escala. Deberán
comenzar por los Seres más evolucionados en la escala Animal, descendiendo
por ella en cuanto a evolución se refiere, pero aumentando la dificultad de la
tarea. Ese es otro aprendizaje de las Almas Gemelas una vez unidas.
Muchas veces, en el lapso de una Era, los conocimientos de esos encumbrados
Seres son requeridos para guiar a la Humanidad; cuando las tribulaciones son
excesivas, cuando se ha perdido el verdadero rumbo, desconociéndose el Plan
Divino por el extravío de las Enseñanzas Ancestrales, aparece en el Mundo un
Avatara, un Maestro que abandonando su Mundo Angélico, encarna como un
Ser Humano común.
Uno de los dos componentes del Ser Angélico, toma la decisión de realizar el
sacrificio de descender a un Mundo que vivió, pero que ya no le pertenece,

53
debiendo superar la repugnancia que puede provocar a un Ser Superior, el
penoso descenso a un mundo material, donde debe reconstruir un cuerpo físico
nuevamente, llevándolo como una pesada carga. Mas, lo hace para beneficio
de los que vienen detrás de Él.
Es por ello que nuestra Humanidad se ha ennoblecido por la Acción (Karma)
de Esencias Iluminadas que han traído la Palabra de Sabiduría.
Cuando se separan, una de las dos Almas Gemelas encarna en lo que
podríamos llamar la Personificación de la Divinidad, o Personalidad Divina,
mostrándose a los Seres como lo que es, un Iluminado.
Trae nuevamente la Filosofía al Mundo, conduciendo a los que "tengan
oídos", impulsándolos a avanzar. Muchos de ellos son iniciadores de grandes
Religiones, otros sólo aplican y transmiten lo que conocen.
Durante toda su estada en la vida encarnada se encuentran en contacto
consciente con su Alma Gemela, quien ha quedado en un Mundo Angélico,
proporcionando apoyo y Amor a su Mitad. Sólo en continuo diálogo entre
ambos se producen las vidas de estos Seres Iluminados, pensadas
específicamente y programadas hasta en sus mínimos detalles.
No resulta sencilla la encarnación de una Conciencia Solar o Crística, por lo
tanto, según las características de las necesidades de los Seres en la Tierra,
quien ostente la Energía adecuada será quien descienda. El trabajo del otro
Miembro de la Perfecta Pareja, se realiza a niveles subconscientes e
inconscientes de la Raza, sembrando un mensaje subliminal de búsqueda de la
Verdad. De esa manera mientras uno de Ellos presenta su Faz al Mundo
quedando su registro histórico en los Libros de los Hombres, el Otro, que
permanece como Ángel, imprime una dirección Espiritual en el corazón de
cada Individuo.
De todos los Seres Iluminados que han aparecido en la Tierra, nos quedan los
registros de Thot-Hermes, Krishna, Buda, Jesús, siendo auténticos
protagonistas de la formación moral y espiritual en sus respectivas épocas.
Del único de ellos que los pensadores esotéricos han especulado la identidad
de su Alma Gemela ha sido de Jesús, considerando que es el Arcángel Miguel,
cuyo nombre significa "El que es como Dios", siendo además un Seraphim,
una Serpiente de Fuego, ambos nombres simbolizando la Sabiduría Divina.
A este Ser Angélico le corresponde ser el Guardián del Edén y por sus
condiciones guerreras, mantener sometidas a las Fuerzas de las Tinieblas.
Este sometimiento de las Tinieblas, no es otra cosa que mantener a raya las
condiciones del Kaos Primordial, hasta el momento en que todo el Universo
termine su desarrollo.

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Veremos entonces el por qué de los vaivenes sentimentales de los Humanos,
mientras buscan, a veces con desenfreno, a su Amada Mitad, si meditamos en
esta enseñanza Oculta.
Ningún Ser Creado se encuentra solo, pues no solamente tiene a su Padre que
está en los Cielos, sino que ese Padre está en el cielo de su Alma; tiene
también a su Madre, La Magna Mater de naturaleza Universal y Espiritual,
que se encuentra en su "sustancia"; y tiene también a su Alma Gemela,
perpetua compañía en un amoroso entrelazado de sutiles energías, que es su
complemento y también su culminación.

CAPITULO 13
LOS NACIDOS DOS VECES
Si observamos los hechos de la Historia bajo la óptica del Ocultista,
encontraremos repetidos en todas las culturas y en todas las latitudes los
elementos de la búsqueda de nuestros ancestros, que los llevara a ese nuevo
Día, ese nuevo Amanecer en el que se encontrarían con la Fuente de Sabiduría
y beberían en ella.
Desde la aparición de la Conciencia Individual, el humilde Homo Sapiens que
la ostentaba, tratando de defenderse de las furias naturales y de los
depredadores, elevaba su vista al cielo, en clara súplica a Poderes Superiores,
para que de ellos llegara alguna respuesta.
Y fue así que alguna respuesta se recibió, pues en esas primeras
congregaciones humanas, ya destacaba alguna figura interesada más que otras
en el conocimiento de su hábitat, del cual extraía sustancias vegetales o polvos
minerales para efectuar experiencias, las que, intuitivamente y por el único
medio a su alcance, de prueba y error, utilizaba para sí y sus congéneres.
Esos primeros Magos o Médicos Brujos, fueron descubriendo las
características de diversos elementos naturales, en los campos de la curación y
de la manufactura de materiales diversos, como tejidos y tintes, inclusive la
cosmética.
No dejaron en su análisis ninguno de los Reinos, incluyendo el Mineral y el
Animal.
Ellos deseaban La Suma del Conocimiento, para llegar a sus Dioses, pero
también para parecerse a ellos.
Hoy podemos observar con detenimiento el despliegue de fórmulas, más o
menos "mágicas", que los buscadores de la Verdad pusieron en práctica a lo
largo de los siglos.
Así, tal vez lentamente, fueron encontrando el método para acercarse a sus
"dioses".

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Eso nos dicen determinados monumentos, cuyo origen, construcción y destino
no resultan claros, desde el momento en que se han perdido las memorias de
los mismos.
Siempre, desde que el llamado interno hacia la aventura del Conocimiento de
los Misterios se convirtió en un estigma, se erigieron Templos en los cuales
los Elegidos, aquellos que se encontraban preparados para oír, unían sus
mentes en el intento de dirigir hacia un destino cierto, a los hombres y mujeres
de su tiempo, comandados por sus Hierofantes.
En esos Centros de Sabiduría, se desarrollaba el aprendizaje al que sólo tenían
acceso los seres que en el futuro, deberían luchar contra la ignorancia que
nubla la conciencia e impide la autentica realización.
Ellos debían pasar por todas las etapas de los Misterios Menores, luego de lo
cual, alcanzaban una Primera Iniciación que les permitía abrir las puertas de
los Sagrados Misterios Mayores.
La Iniciación ha sido una búsqueda constante, que ha tenido infinidad de
fórmulas al presentarse a algunos Elegidos a lo largo del Tiempo. Pero para
llegar a ella es imprescindible atravesar los Misterios.
En el Templo de Heliópolis, donde el Gran Pitágoras recibiera su Iniciación,
los Adeptos debían pasar por innumerables pruebas, que determinaban su
grado de evolución. El mismo Pitágoras, debió esperar en las escalinatas del
Templo siete años para poder ingresar en él.
Los Primeros años como Chela o Neófito, se utilizaban para la formación en
todas las Ciencias y la iniciación en la Filosofía. Se llevaba una vida de tipo
monástica y se hablaba una lengua que sólo dominaban los integrantes de la
Gran Hermandad, permaneciendo ignorada para la masa, prohibiéndose su uso
fuera de las puertas del Templo. Las enseñanzas tenían carácter de Sagradas,
penándose incluso con la muerte a quienes osaban transmitirlas a cualquier
mortal que no estuviese preparado para escucharlas.
En todos los Templos Secretos del Planeta, también se restringe la entrada de
los Neófitos a la Salas Rituales o de Iniciación, tanto en épocas pretéritas,
como actuales.
En estas Salas especiales, era donde se llevaban a cabo las ceremonias
importantes, sobre todo la de la Muerte Ritual.
Esta Muerte Ritual constituye la muerte consciente de la Personalidad,
preparando al Ser para la Vida en Espíritu en esta Tierra.
En este Ritual, el Adepto debía pasar por pruebas de dominio absoluto de su
cuerpo, de sus emociones y su intelecto. Debía someterse a varios días de
ayuno, donde templaba su cuerpo en una feroz resistencia a las necesidades
primarias. En estas experiencias, ponía en práctica sus conocimientos sobre el
control de la respiración y de los órganos internos, a través de la mente.

56
Luego, en una oscura caverna sin más compañía que sus pensamientos, debía
someter por su propia voluntad a sus miedos, sus formas de pensamiento
densas, hasta su total transmutación.
Sin embargo, la prueba más elevada era la del Segundo Nacimiento.
En ella, el Adepto debía yacer en un sarcófago o sobre un altar de piedra, que
se erigía en una oscura sala, la cual se sellaba herméticamente durante el
tiempo que duraba la Experiencia Iniciática.
Su mente entraba en un trance muy profundo, llevada por la respiración, la
meditación y en algunos casos, la utilización de sustancias, que le permitían
anular la conciencia de vigilia.
Comenzaba entonces a elevarse, dejando su cuerpo sumido en un profundo
éxtasis, sin sensación alguna, siendo sólo Conciencia.
Debía como tal, descender a los abismos de los Mundos Inferiores, donde los
Seres de la Oscuridad habitan, en un permanente intercambio de influencias
con los Humanos. Entre ambos Mundos siempre se libra la batalla de la Luz
contra las Tinieblas. Es allí, in situ, donde se observa con claridad la calidad
de los seres que dominan las fuerzas del Caos, cómo son y por qué están en
constante enfrentamiento con las Fuerzas Luminosas.
Antes de partir de aquel espacio, el Adepto debe comprender esas Fuerzas,
tomando conciencia que no pueden existir de otra manera, pues sin su
colaboración, la Fuerza contraria no existiría tampoco. El Caos es la única
manera de mantener en su lugar al Cosmos, pues si así no fuese, el Universo y
todo lo que habita en él no sería renovado por el cambio, extinguiéndose sin
remedio y cayendo en la ignorancia.
El Peregrino acepta entonces a los Seres de las Tinieblas, dejando de
enfrentarse, así como así, a lo que realizan y representan, para, muy por el
contrario, saber cuándo él mismo debe plantearse la posibilidad de integrar esa
tarea.
Para ser un Maestro, deberá el Adepto ascender a las esferas superiores,
estableciéndose por sobre toda altura, pero nunca sin antes conocer los
Infiernos, donde la criatura primitiva que lleva escondida en lo profundo de su
Ser, se arrastraba penosamente en el comienzo de los Tiempos.
Ahora podrá liberarse de ella, ya que conoce la Verdad, Su Verdad, y la de
todos los seres creados.
Luego es absorbido por una fuerza inigualable, que lo eleva hacia el Espacio,
mostrándole su infinito manto compuesto de un perfecto Vacío.
Tal vez ésta es su hora más aterradora.
Allí se enfrenta al Absoluto, la llamada Noche Oscura del Alma, en la
descripción poética de San Juan de la Cruz.

57
Se enfrenta a la Soledad, el Vacío sin límites, donde deberá aprender a morar,
sin sostén.
Su soledad debe reflejar su Sabiduría, pues en ese momento observa cara a
cara su Conciencia, entrando plenamente en la Individualidad.
Es ese momento y ese espacio, como una prisión, en la cual, abandonada el
Alma, comprende su miseria, al no poder compararse con la intensa luz que
demuestra el Todo, siendo para el pobre Adepto que la observa solamente
tinieblas.
Se la denomina entonces la "Experiencia de la Celda del Condenado",
apareciendo el Ser desnudo, sin sus ilusiones sensitivas y sin tampoco su
condicionado "yo" personal. Empieza la "purgación" del Alma, dura e
incómoda, pues no se puede soportar el Vacío que implica la falta de los otros,
la tibieza de las sensaciones, o la seguridad de las Ideas.
El desolado Espacio en el que entró, es como un Prisma, donde el Único Rayo
de Vida se fragmenta en miríadas de diferentes Rayos, que representan el
Registro del desarrollo del Cosmos. Es un Velo, o si se lo prefiere una especie
de cortina que impide la visión del verdadero Plan: por encima de Él, se
encuentra el Arquitecto Supremo, por debajo su Obra.
El Ser Humano se encuentra colgado en el medio, siendo mitad Dios, y mitad
bestia. Puede ser ésta por lo tanto una experiencia conmocionante, debido a la
impresión de incertidumbre que recibe, porque allí además, se encuentran las
tensiones que debió sufrir el mismo Logos en su ascensión.
Sin embargo, el Adepto acepta lentamente el Infinito dentro de Sí,
transmutando de esa manera la perturbadora experiencia de Tinieblas en Luz.
Transmuta la Mente, pasando de la condición Humana a la Divina. Se vuelve
El Bebé del Abismo, pues ahora ha nacido en él.
Lo que nace, es una Conciencia Crística, conocedora del Plan Divino y sus
implicancias, materializando, por así decir, un Espíritu potencial en un Ente
Espiritual, en la Vida Física.
Es a partir de ese momento Voluntad Creadora, que se abocará a la
consecución de la Gran Obra, ya no para Él mismo sino para los que vienen
detrás.
Es ésta una auténtica Iniciación que se ha realizado y muchas veces verificado
a lo largo de los siglos.
Bienaventurado el que la vive de manera espontánea pues ha llegado por Sí
Mismo al Reino.
La Iniciación descripta pertenece al periplo que debe cumplir el Dios Solar en
su peregrinaje por el firmamento, ya que quien cumple con esta experiencia se
convierte en una Presencia Solar Manifiesta.

58
Si comprendemos bien lo actuado en ella, la Iniciación sigue los pasos del
Logos durante el año en el cielo. Esta acción es la que se emulaba en lugares
sagrados especiales, entre los cuales, pueden encontrarse las Pirámides de
Egipto, sobre todo la Gran Pirámide de Gizeh, cuyas cámaras debieron ser
usadas para estos fines, antes que como tumbas.
La cámara del Rey representa el Espacio con perfectas proporciones, que son
también las mismas del sarcófago, donde debía yacer el futuro Iniciado.
En su interior, debía permanecer tres días, los que representaban los tres meses
en los que el Sol, durante el otoño, iba sumiéndose cada vez más cercano al
horizonte, como si éste fuera a tragárselo definitivamente, impidiéndole volver
a salir y brillar. Debajo del horizonte, se encontraba el Mundo Inferior, el
Averno, el Mundo de las Tinieblas en el que reinaba el Adversario del Dios
Sol, el hermano de Osiris, Seth.
Pero el Dios Sol Osiris, vencía a las Sombras volviendo de la muerte en el día
del Solsticio de Invierno, naciendo otra vez.
Como podemos observar, tenemos aquí dos Iniciaciones emblemáticas:
Una de ellas responde en su esquema al mundo objetivo que los Hierofantes
podían asimilar, y refleja el conocimiento del cielo, de los Astros y sobre todo
del movimiento del Sol y las Constelaciones durante el año. Más aún, todos
los monumentos por ellos erigidos, su posición geográfica y su distribución
interna, dan la pauta de que existía el conocimiento de la Precesión de los
Equinoccios. Este movimiento se relaciona con la rotación de la Tierra, que
hace que los polos no queden en un lugar fijo, sino que giren como un trompo,
describiendo un círculo que se completa cada veintiséis mil años.
La otra Iniciación es absolutamente subjetiva, sometiéndose la Conciencia del
elegido para atravesarla, a las condiciones extremas que demanda la abolición
de la miseria de la bestialidad.
Sin embargo, ambas se constituyen en una sola.
Se evidencia en el relato de la Iniciación, que el elegido para superar la
misma, debía tener una gran preparación física, así como también mental y
emocional, lo que llevaba ( y lleva) muchos años de enfático conocimiento y
sobre todo experimentación.
Luego de la prueba y del Nuevo Nacimiento, el Maestro obtiene la capacidad
de utilizar los símbolos universales que debidamente aprehendió en
oportunidades anteriores.
Lo que se aprecia es que la verdadera Iniciación se obtiene en absoluta
soledad y por mérito propio. Nadie la otorga, mas, en muchos casos, el
Maestro que prepara a su Chela, da por instituido este galardón ofreciéndole
un signo que lo avale. Éste puede ser un objeto simbólico o un simple gesto.

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CAPITULO 14
LA ESFERA DE LOS SABIOS

Más allá de las Iniciaciones, se encuentra la residencia de aquellos seres que

prepararon el Camino para que fuera recorrido por otros, pero alcanzaron por
sus propios méritos un lugar reconocido en el esquema del Universo. Es ese el
lugar en el que la Individualidad intenta la Representación del Espíritu, ya que
su avance se produjo en tal grado que puede elegir, al no existir ya la
necesidad de encarnar, trascender hacia las Esferas Superiores, o permanecer
cercana a los seres necesitados.
Al igual que el Universo, esta esfera tiene varios planos, relacionándose uno
de ellos, el más denso, con nuestro planeta, ya que existen en nuestro Mundo,
singulares y extraordinarios lugares ocultos donde residen los Maestros.
A lo largo de los siglos de civilización, innumerables han sido las historias que
sobre estas ciudades se han contado, existiendo en las tradiciones de los
pueblos a veces como mito, otras como una verdad inalterable. Así ha crecido
en el corazón de los hombres buscadores de la realidad espiritual, la auténtica
esperanza de encontrar esos lugares de paz, sabiduría y comprensión, en los
que el materialismo y la desolación no tienen espacio.
La existencia de esas ciudades permanece oculta a los ojos de los viajeros
comunes. No deben ser profanadas, manteniéndose en el silencio sus
habitantes e invisibles sus estructuras. Así, en los relatos de viajeros que se
acercan a estos magníficos lugares, encontramos la descripción de intensas
tormentas surgidas de pronto, con vientos que impiden el avance con su
fuerza, pero que al retroceder los caminantes, cesan espontáneamente como si
sólo obedecieran a una señal.
Según las tradiciones de la India y el Tibet, se encuentra en la Cordillera de los
Himalayas, la ciudad más buscada por los ocultistas: Shambhala.
En esos parajes de inhóspitas alturas y nieves azules, el nombre de Shambhala
se expresa como un deseo de Paz y Felicidad.
Los Lamas comentan que se encuentra enclavada entre los picos concéntricos
de Altyn Tagh, y como muestra de su autenticidad, exponen el tanka de
Shambhala, donde se muestra a su Rector, el Rey del Mundo, entronizado en
el centro de la misteriosa Ciudad, rodeada por montañas de picos nevados.
Es una ciudad de cúpulas doradas y edificaciones cristalinas, donde cada
individuo puede llevar a cabo su voluntad. Donde no existen necesidades
físicas ni psicológicas. El Tashi Lama, asegura que los frutos nacen de manera
espontánea de los árboles de la encantada región, cuando son necesitados; que
cada vez que se envejece, se vuelve inmediatamente a la juventud sin padecer

60
enfermedades, pues éstas no son conocidas por los bienaventurados habitantes
de Shambhala.
La existencia del Rey del Mundo se conoce históricamente desde el medioevo,
habiendo sido relatada por los sacerdotes jesuitas Esteban Cacella y Juan
Cabral, quienes pudieron ingresar en la Ciudad oculta y luego volver al mundo
exterior para hablar de ella y de su Regente.
El padre Cacella vivió veintitrés años en la ciudad de Shigatsé, en los
Himalayas, donde murió en 1650. Su compañero Juan Cabral, escribía sobre el
Reino de Shambhala en 1625, asegurando que éste no era el Reino de Cathay,
antiguo nombre que se le daba al vasto Imperio de China.
Asimismo en el siglo XVII el Reino aparecía en un mapa editado por
autoridades católicas, y en los registros del Vaticano se encuentran los
informes de los misioneros de los últimos ciento cincuenta años, sobre las
comisiones que enviaban los Emperadores de China a los Señores Espirituales
de las Montañas.
Los mismos lamas del lejano Tibet, comentan la aparición de entidades de
porte altivo que se visten de ropajes leves, soportando las bajísimas
temperaturas de las cumbres más altas de la Tierra, ayudando a los peregrinos
en dificultades. Habiendo surgido de las entrañas de los montes, llevan a cabo
su tarea humanitaria, para luego desaparecer nuevamente en las desnudas
rocas.
El pintor y aventurero ruso Nicholas Roerich fue un observador privilegiado
de estos seres en sus incursiones por los Himalaya. Junto a su grupo, pudo
presenciar la aparición de una mujer en una escarpada cumbre, mientras
arreciaba una tormenta. La describe de gran altura, cuerpo musculoso y tez
clara; llevaba una túnica de tela fina y parecía no sufrir los embates del viento,
a pesar de estar rodeada de glaciares como si estuviera envuelta en un halo de
calor.
Los observó hasta que todo el grupo se encontró a salvo, luego se la vio
retirarse y desaparecer en la ladera de la montaña. Este encuentro fue
plasmado en la tela por el artista Roerich, como tantas otras de sus
inigualables experiencias en las cercanías de la Ciudad de los Sabios,
llamándola " Muchacha de las Nieves".
En su libro Corazón de Asia, comenta Roerich un extraño encuentro con un
lama que era transportado en palanquín por cuatro sirvientes. La caravana del
explorador viajaba desde la ciudad de Shigatsé hasta la ciudad de Ghum. En el
camino, el coche de Roerich se enfrentó a un palanquín que llevaba a un
pasajero de digno aspecto, con ropajes majestuosos, que exhibía una corta y
cuidada barba. La comitiva de Roerich disminuyó la marcha hasta enfrentar la
comitiva del monje. Éste, al ver a los viajeros sonrió saludando con una

61
inclinación de cabeza, siguiendo su camino. A su llegada a la ciudad de Ghum,
comenta Roerich este encuentro con los monjes, suponiendo que se trataba de
un miembro de su comunidad. La respuesta del Lama fue rotunda: ningún
monje es llevado en palanquín, a excepción del Dalai Lama o el Tashi Lama,
Roerich habría visto a un Lama de Shambhala.
La figura más poderosa del Reino de Sabiduría es el llamado Dueño de
Shambhala o Rey del Mundo. En el Tibet se lo conoce como Rigden Jeypo,
pero en épocas medievales era conocido como el Preste Juan, cuyo Reino se
extendía desde Turquestán hasta el Tibet y desde el Himalaya hasta el Gobi,
un desierto de suelo vitrificado, que parece hablarnos de los vestigios de una
catástrofe muy lejana.
El emplazamiento del Reino del Preste Juan se encuentra en gran cantidad de
mapas medievales y tiene muy curiosas analogías con el descrito como el
Señorío de Hiarchas, el Santo Maestro, reino que Apolonio de Tiana habría
visitado en el siglo primero de nuestra Era.
Este encumbrado Rey, es descrito en los anales hindúes como uno de los
Kumaras, un Ser Espiritual “venido de las estrellas” que participó en la
segunda creación del Hombre en nuestro planeta, oponiéndose a la primera
realizada, que dio por resultado a un autómata sin mente, identificado como
“sombra de sus progenitores”. En su lugar, estos seres llamados también
Espíritus de Luz o Lucifer, deciden descender a la generación y originar un
Ser Humano dotado de inteligencia. Dan, entonces, al Hombre de su propia
creación la propiedad de la conciencia, siendo ésta un don de Dioses.
El nombre del Rey es Sanat Kumara.
Esta historia de creación da origen a la leyenda de la Caída de los Ángeles que
tan fuertemente resuena en las religiones.
Esta pequeña referencia al Dueño de Shambhala, nos permite entender nuestro
parentesco y origen en relación con la esfera de los Maestros manifestada en
nuestro Planeta.
Todo ser que, en su interior, no siente pertenecer al mundo moderno pleno de
confusiones y valores pervertidos, es parte de la Tradición que emana de
Shambhala, siendo un hijo de los Creadores o Señores de la Llama
encaminado hacia el difícil proceso de despertar.
Todas las leyendas del Santo Lugar, lo muestran plagado de elementos
mágicos, símbolos todos ellos de la evolución hacia la Gran Obra.
De allí, que Apolonio de Tiana deja sentado que en el centro de la ciudad, se
encuentra la Fuente de la Eterna Juventud y los dos Árboles Sagrados.
El Rey, Sanat Kumara, se vale de una piedra sagrada, caída del cielo y tan
negra como el Espacio, para observar lo que ocurre en el mundo exterior. La
piedra es llamada Chintamani, y cumple las funciones de los espejos mágicos

62
de la antigüedad, en los que se podían ver reflejados los eventos que
interesaban a los magos. Fácilmente este elemento, lejos de parecernos
mágico, nos recuerda un aparato receptor de televisión, tan común en
cualquier hogar actual. Pero las primeras descripciones de esta piedra
Chintamani, son del año 1165 y se encuentran registradas en los anales del
Vaticano, haciendo de ella un artefacto tecnológico sumamente avanzado.
Existen viejas crónicas en Asia, que testifican que la Piedra Radiante
Chintamani fue traída por viajeros extraños al Emperador Atlante Tazlavu,
conservándose hasta el día de hoy en la Torre de Shambhala, desde donde
emite sus radiaciones, que son observadas por los viajeros en las altas
montañas, en la forma de coloridos rayos luminosos alzándose hacia el cielo.
Dragones volantes transportaban a los habitantes de Shambhala hacia donde
ellos quisieran, emitiendo fuego y calor a quienes osaran enfrentarse a ellos.
A propósito de esta leyenda, el aventurero Roerich mientras avanzaba por las
cadenas montañosas del Karakoram con su contingente en 1925, con asombro
pudo claramente ver un disco luminoso flotando sobre ellos en el cielo de la
mañana. El raro aparato fue observado con tres prismáticos por los integrantes
de la expedición, mientras evolucionaba y se dirigía hacia la cadena
Humboldt.
Muchos son los portentos de los que se habla en las sagas de este mítico lugar;
entre ellos, una “Piedra del águila” que permitiría tener una visión sumamente
ampliada del entorno, además de lámparas capaces de alumbrar varios
kilómetros a la redonda sin problemas.
También se habla en esos anales, de un cetro llamado Dorje, siendo este del
más puro oro y ostentando en sus extremos dos preciosos diamantes. Con el
Dorje, el Dueño de Shambhala puede acumular y emplear fuerzas cósmicas.
Desde este recóndito lugar del mundo, escondido a los ojos de los profanos y
alejado de las miserias provocadas por la decadencia de la civilización,
lamentablemente volcada al consumismo y sin más ideales que el acopio de
dinero, los Maestros emiten sus enseñanzas del más puro espiritualismo,
siendo recibidos de manera telepática por aquellos que se encuentran
beneficiados por su momento psicológico y mental.
Si bien no interfieren en la vida del discípulo, pues el libre albedrío es
respetado absolutamente, sugieren incasablemente en su subconsciente,
promoviendo en ellos la curiosidad del conocimiento. En muchos de estos
discípulos la sugerencia aparece sólo como una idea surgida de la propia
mente; únicamente después de un largo proceso, que puede llevar vidas
enteras, los Maestros se dirigen directamente a la mente consciente del alumno
elegido, siendo entonces mucho más precisos en su contacto, dirigiendo el
entrenamiento con ejercitación en un diálogo casi permanente.

63
Afortunadamente, los Maestros más avanzados tienen sus embajadores
moviéndose entre nuestra sociedad y dejándonos su mensaje.
Uno de ellos es el Dalai Lama, dirigente espiritual del Budismo Tibetano, que
aún en su exilio en la India, viaja por el mundo otorgando la Iniciación de la
Kalachakra a todos aquellos que la soliciten. No debemos olvidar que
Kalachakra, Rueda del Tiempo, es el nombre dado a la Doctrina del Corazón o
Secreta, por los iniciados seguidores de Buda.
Cada año, el Padre Espiritual Dalai Lama, en una ceremonia especial,
consagra el Mandala de Shambhala, una verdadera obra de arte realizada sólo
con arena teñida de diversos colores, que bajo la supervisión del mismo Dalai
Lama a lo largo de varias semanas de trabajo, las manos expertas de los lamas
tibetanos producen pacientemente.
El mandala es la representación de este Reino inefable, deseado y buscado por
los seguidores de la Tradición Hermética, muy conocido y experimentado por
los pobladores del Tibet en sus leyendas y mitos. Simboliza la meta final, no
sólo de cada uno de los asistentes a la Iniciación de la Kalachakra, sino de la
Humanidad toda, ya que la Rueda del Tiempo gira para todos los seres y en su
andar acerca el conocimiento, el cual tarde o temprano llegará a cada
integrante de la miríada de chispas que conforman el enjambre nacido en este
manvantara.
Luego de concluida la ceremonia, el Mandala se destruye como prueba de la
aceptación de la Ley Cósmica del Ritmo, mostrando la identidad final del
constructor y el destructor de la Obra, que en última instancia es el mismo
Todo, simbolizando el Mandala del Reino de Shambhala al Universo en su
perfección y equilibrio.
Esto significa que una vez alcanzada esa perfección, el Universo y sus
criaturas deben volver al seno de la Nada de la cual surgieron, solo para volver
a comenzar otro ciclo.
La misma enseñanza insiste en que una vez cubiertos los ciclos evolutivos
referentes a cada una de las etapas de los Vehículos densos, estos se van
diluyendo, quedando aquellos cuerpos que se necesiten desarrollar; y llegados
a las más altas esferas de evolución, el Ser se convierte en pura energía,
desechando todos los vehículos densos. Con respecto a estos Sabios, se refiere
que muchos de ellos ya no poseen un cuerpo material, ni siquiera un cuerpo
psicológico donde alberguen sus emociones, puesto que se han desprendido
también de ellas. Pero, para su mejor contacto con los discípulos humanos,
son capaces de utilizar los elementos naturales circundantes para construir un
cuerpo temporal que les permita interrelacionarse con los mismos.
Esto mismo se dice de los Sabios Maestros de Shambhala y del Rey del
Mundo, quien se ha presentado a la vista de excepcionales afortunados como

64
un joven y hermoso adolescente, altivo en su porte esbelto, pero con la mirada
profunda de un anciano que ha vivido miles de años.
Cuando se comienza el contacto con los Señores de la Llama, una experiencia
en verdad conmocionante y generalmente no esperada, se le indica al nuevo
discípulo que el llamado es y ha sido siempre constante, que nunca han
abandonado a los Hombres, en ninguna época. Siempre están esperando a que
algún individuo despierte y los escuche. Siempre mantienen las Puertas
abiertas para los que sepan encontrarlas y atravesarlas.
En definitiva están esperando a que de una vez, descorramos los velos que nos
impiden la verdadera visión de la Vida y de los valores internos. Todo lo
demás nos lo ofrecen por añadidura.

65
CAPITULO 15
SIMBOLISMO ARCAICO
UN LENGUAJE ARCANO

Nos ocuparemos ahora de la forma de transmisión que los antiguos

Hierofantes adoptaron en su afán de resguardar el conocimiento, para que
éste, considerado sagrado y demasiado peligroso, no cayera sin más ni más en
manos profanas.
Queremos advertir además que teniendo siempre en cuenta esta forma de
interpretación simbólica, el lector puede tener acceso de manera más eficaz a
la lectura de todos los libros sagrados de nuestra historia, pero con el valor
agregado de las diferentes claves, para su descifrado en los distintos aspectos
que se han querido comunicar. Estos aspectos, diversos, representan las
facetas astronómica, filosófica y psicológica de la Obra del Creador.
A través de su comprensión, los escritos del pasado y del presente, adquieren
una total claridad, sean éstos Libros Ocultos de Magia o Alquimia o los más
intrigantes aún Libros Revelados.
La comunicación de los conocimientos filosóficos ha sido desde sus primeros
tiempos absolutamente secreta y velada, plagada de simbolismos a los cuales
se podía, y aún se puede acceder, sólo a través de su específico descifrado.
En principio, sólo lo que llamamos una "idea" es lo que desata la necesidad de
comunicación, siendo éstas, las ideas o pensamientos, los únicos objetos
creados por la mente, que son también los que la ocupan.
En su desarrollo evolutivo el ser humano adquirió la capacidad de expresión
verbal, gracias a la obtención de las cuerdas vocales, pero en sí mismas las
palabras sólo son símbolos de la idea que se quiere expresar.
Por lo tanto debemos inferir que los símbolos representan un lenguaje, que la
mente comprende, cualquiera fuese su expresión.
Esta simbología antigua, que contiene la enseñanza tradicional, o si se prefiere
"ancestral", acompaña a los Seres desde el comienzo de su conciencia, a veces
manifestándose en maravillosas obras pictóricas, como las encontradas en las
cuevas de Altamira en España, que datan de la prehistoria humana. Estos
símbolos constituyen un discurso en sí mismos, ofreciendo la fórmula de
comunicación de legiones de Iniciados, aquellos que en épocas pretéritas,
almacenaban el conocimiento de la Tierra.
Así es que también, en afán de proteger esa Tradición, los Símbolos se
ocultaron del vulgo, impidiéndose su total conocimiento; mas, asimismo,
dieron lugar a la creación de los mitos o alegorías, con las cuales disfrazaron
esos mismos discursos. Deberemos entender entonces, que un mito es un

66
simbolismo, que expresando una historia, oculta una idea que en realidad no
tiene forma de expresión. Lo mismo nos indica la alegoría, que proviene del
término allo agoreuein, que significa literalmente "decir otra cosa". Pero, aún
más, la palabra de origen griego muthos, "mito", representa la boca cerrada y
por consiguiente el silencio.
El simbolismo entonces, tiene como función sugerir aquello que resulta
inexpresable al menos para el lenguaje ordinario.
Esto resulta de tal manera, solamente para que la misma conciencia se vea
involucrada y sea capaz de asimilar el lenguaje simbólico, anidando en ella y
llevando a cabo el aprendizaje en un nivel mucho más profundo.
He aquí también, una relación estrecha con el significado de "mito" y
"misterio", ambas de la misma raíz, ya que la palabra griega mustérion
conlleva la idea de silencio. Desde aquí podemos relacionar los Misterios con
la Iniciación, ya que la palabra mustés significa iniciado. Siendo los Misterios
enseñanzas secretas, no lo son menos las Iniciaciones, pues existe en ellas sólo
una vivencia, la que no puede ser transferida ni manifestada a ningún otro,
siendo esa característica la que la hace "secreta", para aquellos que no la han
pasado.
Para graficar, en la medida de lo posible, lo anteriormente expresado,
citaremos una breve historia protagonizada por un Iniciado de la Escuela de
Pitágoras.
El Sabio en su peregrinar había caído enfermo; sin embargo, siendo de
aquellos que no poseen nada pero lo tienen todo, fue recibido y atendido
cuidadosamente por una humilde familia hasta su total recuperación.
El buen peregrino no poseía un céntimo para dejar en pago y mostrar su
gratitud a sus benefactores; aún así, sentenció que el primero de sus
Hermanos que pasara por allí les pagaría con creces el favor recibido, y se
alejó, dejando un símbolo grabado en la puerta de la humilde vivienda.
Poco tiempo después, otro peregrino reconoció el símbolo y dejó el tributo
correspondiente en pago de la bondad de los moradores.

El Símbolo del Arbol y la Serpiente

El Árbol es uno de los símbolos que más frecuentemente se encuentran en
culturas muy alejadas entre sí, por el tiempo y el espacio. Su significado
metafísico es la expresión de la Fuerza Universal que se libera en la Creación.
Sus raíces se encontraban en el Cielo, dando la idea de que surgía de la Raíz
sin Raíz Incognoscible e Ilimitada. Se asocian al árbol ideas de inmortalidad y
conocimiento sobrenatural, pero también de fuerzas mortales y destructivas.
Una vez surgidas sus raíces, su Tronco creció cruzando los planos de la Luz
Astral, proyectando sus ramas transversalmente a la materia apenas

67
diferenciada, hasta que tocaron el plano terrestre. Por eso se dice que es el
Árbol de la Existencia y la Vida, cuya destrucción es lo único que conduce a la
inmortalidad. Las raíces representan a la Causa Primera o Ser Supremo, el
Logos. Sus ramas principales son los más elevados Dyans o Devas, llamados
también Arcángeles en la Tradición Kabalística. Las Leyes son sus hojas. Sólo
aquel que se eleve más allá de las raíces no volverá más durante esta Edad de
Brahma.
En el Veda Hindú, encontramos el Árbol del Mundo, que segrega la bebida de
inmortalidad, el Amrita o Soma. Quien se acerca a él, recibe la inspiración y
una visión que superando el tiempo, es como un recuerdo de infinitas formas
de existencia.
Es también el Árbol de la Kabalah, "el Árbol de la Vida, grande y potente" del
que nos llega la vida desde lo alto, y con el cual se relaciona una "llovizna"
que produce la resurrección de los muertos, teniendo el mismo significado del
"amrita" de los Vedas o el "haoma" iranio.
La mitología Asiriobabilónica refiere un "Árbol Cósmico" radicado en la Casa
de la Profundidad o de la Sabiduría.
El árbol se nos presenta también como la personificación de una Mujer
Divina, del tipo de las Diosas asiáticas de la Naturaleza, como Ishtar, Anat,
Tammuz y Cibeles.
Encontramos la idea de la naturaleza femenina de la Fuerza Universal
representada en el árbol. Esta idea se confirma en la diosa a la que está
consagrada la Encina de Dodona, que por lo demás, es un lugar de oráculos y
por lo tanto, fuente de ciencia espiritual; incluso las Hespérides estaban
encargadas de su custodia. La fuerza inmortalizante se observa en el árbol
custodiado por la diosa Idhum, encargada de guardar las manzanas de la
inmortalidad.
Se encuentra también en los anales mitológicos el Árbol Cósmico Yggdrasill,
en el cual se levanta la fuente de Mimir, conteniendo el principio de toda
sabiduría.
En el hermetismo el árbol suele cobijar la "fuente"en cuyo centro se halla el
símbolo del Dragón Uroboros, que representa al Todo; personifica a Mercurio-
Hermes, mas también al Mercurio, principio primero de la Obra Hermética. La
Fuente es la del Agua Divina o de la Vida, que da la resurrección a los muertos
y la iluminación a los Hijos de Hermes. O bien es la representante de la
Señora de los Filósofos, la Serpiente o el Dragón, o sea una fuerza disolvente,
un poder que mata.
Vemos en las alegorías una fuerza de inmortalidad y de sabiduría, pero al
mismo tiempo un poder peligroso. El peligro es el que corre quien se lanza a

68
buscar la inmortalidad mediante un contacto con la fuerza universal, cuyo
empuje arrollador debe soportar.
El Árbol puede traducirse como una tentación, que puede llevar tanto a la
conquista, como a la ruina.
La Serpiente que se asocia con el Árbol, es la representación de aquella
Sabiduría que reside en la misma Fuente, y se desprende del Árbol pero a la
vez lo envuelve.
En ella se basa la leyenda de los Nagas, Reyes mitológicos de la primitiva
India, que tenían cuerpo de serpiente y cabeza humana, que instruían con
suma paciencia a los sacerdotes, en cuevas alejadas, sobre la Sabiduría
Primordial y Eterna.
Es la Serpiente que tienta a Eva, para que pruebe el fruto "de la sabiduría, del
bien y del mal", arrastrando a Adán a tentarse por ella, permitiéndole con ello
el acceso al descubrimiento y la comprensión, con lo cual realiza una
conquista para ser luego despojado del Paraíso ( el del inocente que no
conoce) y del Árbol de la Vida, por Aquel al que quiso igualarse, " pues no sea
cosa que el hombre se transforme en uno de nosotros" alcanzando la
inmortalidad.
Son también dos Serpientes las que aparecen en el Caduceo de Mercurio, una
blanca y una negra, una de Oro y la otra de Plata, entrelazándose desde la base
de su vara, donde descansa un Escorpión, símbolo del sexo; enfrentándose sus
cabezas en el punto desde donde se despliegan las alas del Espíritu, coronadas
por el símbolo del Loto de los Mil Pétalos aún en capullo esperando su
apertura total. Estas Serpientes representan las dos fuerzas opuestas en la
naturaleza, los polos de la misma energía que lleva al crecimiento, pero que
debe dividirse en sus dos factores componentes siguiendo las Leyes
Universales. Nacen del Escorpión, es decir, nacen de la unión sexual, que las
contiene de manera latente, como el Chakra Muladhara contiene la Energía
Kundalini, que se desenvuelve uniéndose en cada uno de los Chakras, hasta
Ajna Chakra, donde el Ser reconoce su Entidad Espiritual y lleva como
vehículo al Sahasrara Chakra hacia su morada, sin apoyo, en el Vacío.
Pero para el observador atento, no puede pasar de largo otro significado que
revela el inmenso conocimiento que deja entrever el Caduceo.
Las dos Serpientes nacidas del Escorpión forman una doble hélice, al igual
que el ladrillo básico de la Vida, la molécula de ADN Ácido
Desoxirribonucleico, que no es ni más ni menos que la cadena genética
transmisora de la información completa para la creación de un individuo, que
anida en las células sexuales.
La Serpiente es verdaderamente el símbolo de la Sabiduría en sus muchos
aspectos.

69
Simbolismo del Loto y del Agua
La flor del Loto tiene sus raíces bajo las aguas, elevándose su tallo por encima
de éstas y sosteniéndola en el vacío.
Estas características tenidas en cuenta bajo el axioma "como es arriba es
abajo", la presentan como símbolo de lo Divino, consagrándose a la
Naturaleza y sus Dioses. Es el símbolo doble del Hermafrodita Divino y del
Humano, reconociéndose en esta flor a los sexos.
Entre los Indos, se conoce que el Espíritu del Fuego que excita, fructifica y
desarrolla todo lo que nace del Agua Primordial, desarrolló a Brahma, el Ser
que mora en el Vacío Infinito. La flor de loto surgiendo del ombligo de
Vishnú, el dios que reposa en las Aguas del Espacio, sobre la serpiente del
Infinito, simboliza al Universo desenvolviéndose del Sol Central, el Punto, el
Germen siempre oculto.
Sus semillas parecen tener talladas las hojas de la futura planta, como una
reproducción en miniatura.
También, el aspecto femenino del Creador, Laksmi, está representada
surgiendo de un loto, flotando sobre él, en la creación. Surge este loto de un
mar de leche, de igual modo que Afrodita o Venus nace de la espuma del mar.
El loto también es llamado Padma, como la Diosa.
Su significado es la Emanación de lo Objetivo desde lo Subjetivo, o si se
precisa aún más, representa la Ideación Divina pasando de la forma abstracta a
la concreta, queriendo representar la Forma Arquetípica de todo.
Se lo conoce en todas las religiones también como nenúfar o azucena,
llevando consigo siempre el mismo simbolismo. El Arcángel Gabriel lleva
azucenas en sus manos al visitar a la Virgen en la Anunciación, lo que le
confiere su simbología de reproducción.
Este simbolismo de nacimiento tiene relación con las Aguas. Las Aguas
Primordiales son las del Espacio, las que dan nacimiento al Universo y sus
criaturas; esto nos demuestra que las Aguas son también el símbolo femenino
de creación: la Madre.
En la Kabalah, el sephirah (esfera) femenino es Binah, considerado la Madre
Superior, que es llamado el Gran Mar por los kabalistas. Es el Arquetipo de la
Forma y del Templo, lo cual indica que de esta Esfera Primordial surgen todas
las formas que poblarán el Universo, que serán el Templo o albergue del
Espíritu.
También es el poder divino que preside sobre el Caos de la misma manera que
lo es el Tiamat caldeo; es la letra He celeste o la Matriz que kabalísticamente
lleva el número cinco, correspondiente con Eva.
La Esfera de Binah lleva los nombres sagrados de JHVH, Yah, Elohim.
Nombres de Dios que son duales, femeninos y masculinos, dando a entender

70
que la deidad no puede llevar sólo el género viril y positivo sino que necesita
de su polaridad pasiva y negativa para generar.
Tiene total relación con las Aguas de la Fuente que acompaña al simbolismo
del Árbol.
Autores como Madame H. Blavatsky y J.Evola agregan la importancia de las
letras y los números al contenido simbólico, aportando más material de
comprensión al estudio de estos mitos y alegorías antiguas.
Realmente, un análisis detallado de esos mitos, revela que se consideraba
sagrada en relación con las Aguas la letra M, así como el número Cinco (5).La
letra M es andrógina y está hecha para simbolizar al Gran Mar, dado que su
dibujo recuerda el movimiento ondulatorio del agua. Se la considera mística
en todos los idiomas.
La letra Ma es equivalente al número cinco (5), siendo éste un pentagrama que
representa al Monograma sagrado. El número y su representación geométrica,
en forma de estrella de cinco puntas, simboliza la Magia.
Maitreya es el nombre secreto del quinto Buda y del Kalki Avatara de los
brahmanes: el mesías del fin del milenio.
Es la "M" la letra inicial de Metis griego o Sabiduría Divina. Mimra, el Verbo
o Logos; Mithras, el Mihr, el Misterio de la Mónada, que nacen del Gran
Abismo, siendo hijos de Maya, la Madre, o Mut en Egipto. En Grecia Minerva
la Sabiduría. María o Miriam o Myrrha, la madre del Logos Cristiano.
También Maya es la madre de Buddha, nombre del que se deriva María,
simbolizando la Magna Mater, pero también la Materia. La raíz de este
nombre es Ma, que significa "nodriza"; se le adjudica el mes de mayo, y este
nombre, Maya, significa lo "inalcanzable", en el sentido de ilusión y sin
realidad, como siendo, además, origen y causa de los hechizos, personificando
la ilusión. Este símbolo origina otro muy importante del que trataremos más
adelante: la Luna.
Volviendo a la letra "M", tenemos dentro del Panteón Indo los títulos de
Maddava y Maddavi, que se le otorgan a sus Dioses y Diosas más
importantes. Mandala, que es la denominación en sánscrito del Círculo u
Orbe, todo un símbolo en sí mismo.
No podemos olvidar a Moisés, quien fuera encontrado en las Aguas del Nilo.
El nombre hebreo sagrado aplicado a esta letra es Meborach, el Santo o
Bendito. También el nombre de las aguas del diluvio en hebreo es Mbul.
El Mesías está relacionado siempre con el agua a través del Bautismo, mas
también con los peces, Piscis, el signo del zodíaco, llamado Miham en
sánscrito. Y hasta con Matsya (pez) Avatara y el Loto, símbolo de la Matriz.
Simbolismo de la Luna y la Mujer.

71
La Luna tiene en su haber infinidad de significados, algunos muy profundos,
que las civilizaciones le han otorgado en su contemplación y a los que los
poetas de todos los tiempos han cantado.
Es la Reina de la Noche, opacando con su esplendor a las otras luminarias
nocturnas. Incluso el Dios de la Luz se esconde cuando ella sale a recorrer los
Cielos, reflejando la brillantez que Él le ofrece como tributo.
Pero para poder entender este símbolo, debemos comenzar por comprender el
símbolo del Inmanifestado: el Círculo.
Un Círculo blanco era el que ocupaba la primera página del Libro de Dzyan, o
de la Sabiduría, que se considera fue el Padre de todos los Libros Sagrados o
Revelados de la Tierra. Constituía la Realidad Primera y Última, ilimitada,
absoluta y sin forma, que es el Espíritu Absoluto; llamado Ain Soph, lo
ilimitado en la Kabalah, es el No-Ser de la Kalachackra. Aún así, de Él surgen
la manifestación y las formas ya que siempre es lo que podríamos llamar la
Materia Prima.
Cuando aparece la Conciencia en Él, encontramos un Círculo con un Punto
central, dando la sensación de su Primordialidad, su Unicidad, siendo entonces
Todo, el Uno. Encontramos en este símbolo al Padre, o el aspecto solar
positivo y activo, que alquímicamente también representa al Sol y al Oro.
El símbolo de la Dualidad, es decir del desarrollo de la Primera Manifestación
en sus componentes opuestos para crear, es el Círculo con su línea diametral.
En este caso, para reflejar el aspecto femenino, la línea diametral es yacente,
dividiendo al Uno, extrayendo de Él su porción negativa, que será la que
oficie de Matriz. Queda establecida así la simbología pasiva o Lunar.
La Luna es considerada como el aspecto negativo del Dios Solar, pero sólo
por el simple hecho de ser su contraparte, y, siguiendo siempre la ley
hermética de Correspondencia, en el mundo material el aspecto solar
corresponde al Hombre, mientras que el lunar a la Mujer.
En épocas muy pretéritas la Luna tuvo categoría de Dios macho para algunas
comunidades, pero no deberíamos sorprendernos que también fuera así para
los judíos; o en su categoría de Dualidad como lo hemos descripto, o por el
Nombre Divino Jehovah, que ostenta el Sephira Binah, considerado la Madre
Mediadora Superior.
Se le adjudicaba el día Sábado, el Séptimo, consagrado a la deidad lunar y a la
Luna. Para otras naciones el número siete era símbolo de la evolución
teogónica, de los Cielos, de los Planos Cósmicos y de las Siete Fuerzas y
Poderes ocultos en el cosmos, mas para los judíos este número era la base de
todos sus cálculos sagrados, derivándose su origen en el cuádruple numero
siete, contenido en los veintiocho días del mes lunar. Se considera a Jehovah

72
como el Espíritu Santo o el Gran Mar y por lo tanto es un sinónimo de María,
el Mar y la Madre, más que su Padre.
Este Yah Hovah o JHVH o Jehovah es idéntico a Caos en el plano Material, o
Padre-Madre, o si se lo prefiere, Ella-Él. Lo cual se puede traducir en Sol y
Luna, Bien y Mal, Positivo y Negativo, Deus y Demon.
Para los griegos la Luna fue Artemisa en el Cielo y Diana en la Tierra, que
presidían en el nacimiento y vida de los niños, pero también Hécate, llamada
Hekat en Egipto, que residía en el Infierno, Diosa de la Muerte que presidía
sobre la Magia y los Encantamientos.
Sin mas, deberemos tener en cuenta que se emparentaban con la Luna todas
las Diosas de los Panteones de estas antiguas civilizaciones, en el sentido de
estas características opuestas.
Tenemos así a la Diosa Isis y su hermana Neftys o Neith, en Egipto.
Isis representa la Madre Fértil Luminosa, Neftys la Madre Estéril y Oscura,
quien a pesar de su condición y de ser la esposa de Tifón Dios hermano de
Osiris, escucha y se conduele de los lamentos de su hermana tras la muerte de
su esposo a manos de Tifón.
Igualmente, Hécate llora compasivamente en su solitario lado oscuro lunar, al
ver la desdicha de Deméter, quien considera perdida a su hija Proserpina o
Perséfone, raptada por el Dios Vulcano.
Estos mitos muestran las dos características de la Diosa.
No deja de ser evidente la relación de la Luna con la generación y desarrollo
de todos los seres vivos de la Tierra, sin interesar si son estos pertenecientes al
Reino Vegetal o Animal. Pero es mucho más clara la vinculación de la Luna
con los ciclos femeninos, a los cuales parece dominar. Así tenemos el ciclo
menstrual de veintiocho días, es decir de cuatro semanas de siete días,
siguiendo las fases lunares, lo que representa un total de trece períodos
durante el año, de la misma manera que el año lunar.
La gestación del feto, su desarrollo y parto, requieren un total de doscientos
ochenta días o cuarenta semanas, que representan diez meses lunares.
Esta marcada influencia de nuestro satélite puede verse diariamente en el
movimiento de las aguas de los ríos y mares.
Por estos y otros motivos, se considera a la Luna como la Madre de la Tierra,
llamándosela también Soma, quien creara el Cuerpo Terrestre.
En todos los mitos se la personifica como la Madre, Esposa e Hija del aspecto
masculino de la Divinidad. Este, a su vez pasa a ser Padre, Esposo e Hijo,
demostrando una alegoría muy extendida en todas las religiones,
antropomorfizada en la religión Cristiana bajo el "misterio" de la Inmaculada
Concepción.

73
No será difícil para el estudiante observador entender este concepto, si vuelve
al análisis de las que presentamos como primeras figuras simbólicas del Libro
de Dzyan.
En ellas tenemos al Círculo con el Punto central que representa al Padre
Espacio, de él se desenvuelve el Círculo con su Diámetro representando a la
Madre Espacio y el Resultado simbólico es el Círculo con una Tau que
muestra al Hijo Universo en su primer estadio de desarrollo. De la misma
manera, la primera figura representa al Sol Padre, la segunda a la Luna, en
principio su Hija, que se convierte en su Esposa y da a Luz a su Hijo, que es el
mismo Dios Sol en esencia.
Esta alegoría se personifica en Egipto en las figuras de Osiris, el Padre, Isis, la
Madre y Horus, el Hijo.
Semele, la esposa de Júpiter y madre de Baco, el Sol, es llevada o ascendida al
cielo después de su muerte, en donde preside entre Marte y Venus, bajo el
nombre de "Reina del Universo".
Se llama a la Luna la "Mujer Luz de la Sombra", que sirve a Toth en su retiro
cuando se oculta en su lado oscuro. Se oculta allí porque es el representante de
la Sabiduría Secreta; él mismo, Logos manifestado en su lado luminoso,
Deidad Oculta cuando se retira al otro hemisferio.
El poder de la luna la convierte en esa Mujer Luz (el poder de reflejar la luz
solar), aceptándosela como símbolo de todas las Diosas Vírgenes Madres.
Sin embargo, está relacionada con el Dragón, su enemigo.
Podemos verla en la forma de la Madona sobre el mítico Dragón Satán, que
yace vencido e impotente a sus pies.
Es una alegoría astronómica, ya que la cabeza y la cola del dragón
representaban en oriente los nodos ascendente y descendente de la Luna, en
este caso la Madona. De la misma manera, en Grecia estos nodos se
representaban por dos serpientes. Es interesante observar que Hércules las
mata en el día de su nacimiento, y lo mismo hace el niño Dios en los brazos de
su Madre Virgen.
Con respecto al simbolismo de la Mujer, debemos agregar que se la relaciona
también con el Disolvente, el Veneno o Vinagre Universal, que desintegra lo
diferenciado dentro de nosotros con su contacto. Es potencia indiferenciada,
pero al mismo tiempo es el Menstruo, o la sangre de la Señora de los
Filósofos, que se convierte en Espíritu de Vida, Fuente de Agua Viva, que
pone Vida en los Cuerpos, aquello que se define como "luz de luces".
También tiene el doble sentido de Muerte y Vida, pudiéndosela asimilar como
el axioma "solve et coagula" de la alquimia, que, como lo explican en sus
textos famosos iniciados en este Arte, es un rayo que quema destruyendo todo
metal imperfecto. Es una "Fuente Terrible" que si se desborda arrasa con todo

74
lo conocido, desvastándolo, pero que confiere la victoria al "Rey" que logre
bañarse en ella, pues es la "Quintaesencia" que a quien sabe y comprende su
uso proporciona Oro y Plata.

El Huevo del Mundo y el Símbolo del Cisne

Tenemos aquí uno de los símbolos más utilizados para expresar la génesis
universal: el Huevo.
Para los antiguos observadores, el desarrollo de un ser vivo del huevo era un
auténtico misterio, pues el germen de la vida se forma dentro, sin mediar
ningún elemento externo.
En los Himnos Órficos, Eros se despliega del Huevo Divino impregnado por
el Espíritu de Dios, al que llaman Viento Aether. También en los Upanishad,
Libros Sagrados Hindúes, se expresan alegorías similares. En una de ellas, el
aspecto femenino del Creador es un germen que sufre transmutaciones en una
gota de rocío celeste en principio, luego en una perla y por último en un
huevo. El Huevo da nacimiento a los cuatro elementos, dentro del quinto, el
Aether, y está cubierto por siete envolturas que desprendiéndose se convierten
en siete mundos superiores y siete inferiores; Una vez desplegados los
mundos, la cáscara se rompe en dos, convirtiéndose ésta en el Cielo y los
contenidos en la Tierra. Además, la Clara será la que forme las Aguas
terrestres.
En otra alegoría el Dios Vishnú sale del Huevo con un Loto en la mano.
En el Libro de los Muertos egipcio, el Dios Ra, el Poderoso, permanece en su
Huevo durante una intensa batalla que se establece entre la Energía Solar y el
Dragón de las Tinieblas.
El Huevo es el símbolo de la Vida en la Inmortalidad y en la Eternidad, y
también el signo de la matriz generadora, mientras que el signo de la Tau
asociado con él es la representación del nacimiento en la generación.
Tanto para los egipcios como para los hindúes, el Huevo del Mundo estaba en
las Aguas del Espacio, representación del principio femenino abstracto.
También Osiris e Isis están identificados con la misma simbología, pero ya en
cuanto a su interpretación evolutiva humana, pues al término de una vida
encarnada en la materia, el ser pasará por una purificación en el Amenti, para
luego volver a gestarse en el Huevo de la Inmortalidad renaciendo de él en una
nueva vida en la Tierra. Así, este Huevo se convierte en el Devachán, la
Mansión de la Dicha o el lugar de descanso antes del retorno.
En muchas comunidades religiosas, sus sacerdotes no comen huevos, para no
destruir el germen sagrado que se alberga en ellos. Esto ocurría entre los
sacerdotes de la Diosa Isis y los Brahmanes, aunque también entre los

75
budistas, a pesar de que éstos últimos, no otorgan a su fundador, un
nacimiento similar al de los Dioses mencionados.
En las más antiguas alegorías brahmánicas, del Huevo nace un Ave, el Cisne
Negro, que representa el Caos. En el despliegue de sus alas sólo mueve
Tinieblas. Es el Primer Punto y también es el Espacio, el vacío insondable
contenedor de Todo, es decir de los elementos en su estado indiferenciado.
Este Cisne Negro se convierte en el A Hamsa, el Cisne Blanco, que representa
la Luz Primordial y el despliegue de sus alas forma el Cosmos.
Aparece como la Conciencia Universal o el Anima Mundi, el principio de la
Inteligencia Rectora del Universo.
Los Hindúes esgrimen una hermosa alegoría para este momento del cambio de
Cisne Negro en Blanco.
Dicen que Brahma el Arquitecto, surgido de este Caos, se movía en las
Tinieblas, sintiéndose consternado por el Espacio Vacío; preguntándose
¿Quién soy? ¿De dónde vengo?, convierte en Luz las Tinieblas cuando
reflexiona sobre el Eterno entendiendo su condición de Ser: "Yo Soy El que
Soy". Este es el Cisne Blanco, el A Hamsa, o Yo Soy.

Capitulo 16
LAS DOS EVOLUCIONES
La Doctrina Secreta, que dicho sea de paso, no tiene dogmas sino teorías, nos
habla de dos distintas evoluciones a las que todos los seres deben ser
sometidos por el simple hecho de pertenecer a este Universo.
Pero para poder entenderlas deberemos primero dar algunos postulados
previos que nacen en el mismo seno filosófico.
En el Libro de Dzyan se presentan las diversas dificultades que la Naturaleza
tuvo para llevar a cabo la creación del Hombre, indicando que con el solo
impulso evolutivo natural, se enfrentó a diversos fracasos.
Los datos se pueden encontrar en el Pymander como también en el Libro de
los Muertos, siendo también compilados por Beroso, sacerdote Babilónico,
además de algunos filósofos griegos como Apolodoro, Alejandro Polyhistor y
otros.
Refieren que durante el desarrollo de los primeros estadios de la Tierra se
crearon monstruos, medio humanos, medio animales. Sostienen los Puranas
hindúes, el Génesis, y muchos fragmentos egipcios y caldeos, que ha habido
dos y aún más Creaciones, antes de la última formación del Globo Terrestre, el
cual cambiando sus condiciones geológicas y atmosféricas cambió también su
flora y fauna.
Siempre se informa en estos textos que la primera creación se destruyó por
resultar un fracaso. Las primeras manifestaciones, según Oannes en su

76
Génesis, eran de combinaciones de animales, hombre y peces, las cuales
fueron aniquiladas por “ El Señor de los Ángeles” no quedando esqueletos ni
restos.
Luego ocurre otra creación de seres humanos “imperfectos” pues no tenían
sexo como los Reyes de Edom, que también fueron destruidos.
La naturaleza entonces, por sí misma, sólo ha creado los dos primeros reinos,
mineral y vegetal, así como los animales inferiores, pero en el caso del
hombre fracasó.
Cuando le toca el turno al hombre, son necesarios para su creación poderes de
otra naturaleza no ya solamente física sino también inteligentes y espirituales.
La Creación de Brahma desde su origen según los Puranas, se inicia con los
Demonios que esotéricamente son el principio intelectualmente activo y el
polo positivo de la creación, además del poder afirmador del Yo.
Esto ocurre de acuerdo a todos los textos, en el momento de las “tinieblas”, o
sea la Creación Primaria, inaccesible desde todo punto de vista ya que precede
al nacimiento del Universo. Luego continúa Brahma con la creación del “día”
o “luz”, esto es, la creación del Universo, creando de su Aliento a los Dioses
dotados de la cualidad de la Bondad, que representa la pasividad, siendo ésta
negativa.
Los textos refieren que el Cuerpo de Brahma es luego desechado,
convirtiéndose en el Crepúsculo o la Aurora, que existe entre el Día y la
Noche (de la Creación), siendo esotéricamente la representación de los
Progenitores de los Hombres.
Estos Cuerpos representan colectivamente las cuatro Clases de Poderes
Creadores o Dhyanys, siendo exotéricamente la Creación del Bien y del Mal
que se advierte en los Libros Sagrados religiosos.
Nos referiremos ahora, a unas tablas caldeas encontradas en perfecto estado
que anuncian la historia de los Siete dioses o Espíritus “malvados”, con
respecto a la “Caída”.
En estas tablas se hace mención a siete Dioses “malos” o "negativos", o
pertenecientes a la creación negativa primaria, que fueron originados en la
“parte inferior” del cielo, en los primeros días, realizando luego su obra
“malvada”, siendo llamados “ángeles rebeldes”.
Teniendo en cuenta lo antes dicho, podríamos entender que se trata de la
Creación Primaria de Brahma o los Demonios en su aspecto de polaridad
negativa.
Sin embargo se hace mención en estas antiguas tablas a una deidad asiria, que
representa a la deidad de doble sexo, o aspecto femenino-masculino, como
Ángeles inferiores. Además esotéricamente se considera el aspecto dual de
Espíritu y Materia antagónicos. La “rebelión” se considera en Ocultismo como

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un efecto kármico, perteneciente a la evolución espiritual e intelectual, que se
opone a la evolución material.
En la alegoría original, la Materia es la que se considera como vencedora del
Espíritu, y por lo tanto se entienden como “caídos” a los Arcángeles más
elevados espiritualmente, mientras se consideran como Dioses a los Ángeles
Materiales.
De todas maneras, estos “Ángeles Caídos” fueron los que lucharon por la
supremacía de la espiritualidad conciente y divina en la Tierra, siendo
vencidos sucumbiendo al poder de la Materia.
En los Puranas, luego, se manifiesta que el Dios Brahma ordena a los
“Señores de la Llama” que se dispongan a crear negándose éstos a realizar la
tarea.
El ocultismo divide a los Creadores en doce clases, de las cuales cuatro han
alcanzado la liberación hasta la Gran Edad; la quinta está próxima a
alcanzarla, pero permanece todavía activa en los planos intelectuales, al paso
que siete se hallan aún bajo la ley Kármica directa. Estas son las que obran
sobre los Planetas portadores de hombres de nuestra cadena, además de actuar
sobre los Humanos mismos.
La Filosofía Esotérica habla de dos tipos de creadores a los que denomina
poseídos del fuego sagrado a uno de los grupos, y vacíos de él al otro. Los que
llevan el fuego sagrado son denominados Espíritus Lunares que se
convirtieron en Elohim creadores de la forma o del Adam del polvo. Los
Creadores sin “fuego” o vacíos de él, son demasiado puros y divinos, siendo
este “fuego” la pasión creadora.
Una alegoría dice que Sanandana, uno de los Kumara, por lo cual entendemos
que también todos los otros, no tenían deseo ni pasión; estaban inspirados por
santa sabiduría apartados del universo y sin deseos de progenie.
El Libro de Dzyan dice así:
“Las Emanaciones Primordiales del Poder Creador están demasiado cerca de
la Causa Absoluta. Son fuerzas transitorias y latentes que sólo se desarrollarán
en los próximos y sucesivos grados”.
Así se puede ver, que éstos seres Vacíos de Fuego Creador más grosero, no
tenían Cuerpo Astral, esto es, una psiquis o cuerpo de deseos que proyectar, ya
que carecían de “forma”de cualquier tipo. Se los conoce en la filosofía hindú
como Kumaras, jóvenes castos, que se “rebelaron”, oponiéndose a los Dioses
y luchando con ellos. Pero, sin embargo, ellos, solamente, podían completar al
hombre, convirtiéndolo en un ser consciente de sí mismo, casi divino, como si
fuera un Dios en la Tierra.
En cambio los Espíritus Lunares, los Dioses, aún con el fuego Creador que
poseían, estaban vacíos del elemento superior MAHAT, o mente y conciencia.

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Estaban al nivel de los principios inferiores, que preceden a la materia, y sólo
podían crear al hombre externo o más bien al molde físico, siendo para los
esotéricos el “hombre astral”.
De esta manera el Mahat colectivo o la Mente Universal, les había confiado la
tarea de la Creación pero en sentido invertido, como en un espejo.
Los que no pueden crear al hombre espiritual e inmortal, son los que
proyectan el molde irracional (el Astral) del Ser físico. Los que no quisieron
multiplicarse, fueron los que se sacrificaron en bien de la Humanidad
Espiritual. Porque para completar al hombre septenario, se debían añadir a sus
principios inferiores los principios Manas y Buddhi, que cementarían el Atma,
la Mónada inmortal.
La alegoría Hindú de los Puranas demuestra que los Dioses no tenían mérito
propio personal alguno y temían la santidad de aquellos Seres encarnados que,
con su esfuerzo, se habían convertido en Yoghis, poniendo en peligro el poder
de los primeros. El significado filosófico, se refiere a la evolución y
adquisición de poderes divinos por esfuerzo propio. Algunos Rishis aparecen
en los Puranas como mucho más poderosos que los Dioses. Los Dioses
secundarios o poderes de la Naturaleza están condenados a desaparecer. Sólo
la Potencialidad Espiritual en el hombre es lo que puede conducir a ser uno
con lo Infinito y Absoluto.
Volviendo a ese enlace de los principios Manas y Buddhi con los cuerpos
inferiores, para ello se requiere un Fuego Espiritual viviente. Este Fuego es la
posesión de los Triángulos, símbolos éstos de la Tríada Superior Espiritual, no
de los Cubos perfectos que representan las Formas. Los primeros seres
emanados se posesionaron de él en la Primera Creación y quedó establecido
que se lo apropiaron como en la alegoría de Prometeo. Estos son los seres
activos. Se convierten así en las inteligencias independientes y libres, que se
presentan en la literatura filosófica y religiosa como luchando por su libertad y
de esto se deriva que se presenten como rebeldes a la ley divina pasiva. Estos
seres son las Llamas que se quedan atrás en lugar de ir a crear hombres en la
Tierra. Pero el verdadero sentido esotérico es que la mayoría de ellos estaban
destinados a encarnar como Egos de la próxima promoción de la Humanidad.
El Ego humano es Manas Superior, no Atma ni Buddhi, que es la conciencia
de sí llamada el “hilo de oro” en el que se engarzan las diversas
Personalidades de este Ego Superior.
Se dice en el Libro de Dzyan:
“El Hilo Radiante que es imperecedero y sólo se disuelve en el Nirvana, surge
de él de nuevo en toda su integridad el día en que la Gran Ley llama a todos
los seres otra vez a la acción”.

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Por lo tanto como estos Dhyanys no tomaron parte en la creación del hombre
físico, vemos a los Primeros Hombres nacidos de sus progenitores sin fuego
espiritual, sin mente. No tenían Manas, que sirviese de enlace entre el espíritu
y el cerebro físico.
Esos Ángeles Superiores o primogénitos, lo constituyen aquellos que fueron
puestos en movimiento en el principio de un manvantara, o ciclo cósmico, y
por lo tanto son también los primeros en caer en la esfera de la materialidad.
Los llamados en la teología Tronos, que son el Asiento de Dios, deben ser los
primeros hombres que encarnan en la Tierra. Se hace comprensible si tenemos
en cuenta la serie sin fin de pasados manvantaras, que el último ser tenía que
venir primero, y el primero el último. Esto explicaría que los Ángeles
superiores habían atravesado, innumerables evos antes, los “siete Círculos”
arrebatándoles así el Fuego Sagrado, esto es, asimilando en encarnaciones
pasadas, tanto en mundos inferiores como en superiores, toda la sabiduría de
los mismos: el reflejo de la Conciencia Universal en todas sus facetas.
Ningún ser, sea angélico o humano, puede alcanzar el estado de Nirvana o
pureza absoluta, sino por medio de evos de sufrimiento y del conocimiento del
Mal así como del Bien, puesto que de otra manera el último permanecería
incomprensible.
En la alegoría aria, los Hijos rebeldes de Brahma son todos representados
como santos y Yoghis rehusando el “matrimonio”, es decir, permaneciendo
castos con respecto al estado “material”, no pudiendo por este motivo generar
otros seres. A causa de esto, Brahma, a través de su hijo Daksha, hace recaer
sobre estos Yoghis la maldición de renacer como hombres:
“Perece en tu presente forma (Deva o Angélica) y toma albergue en la matriz”.
En los Libros Kabalísticos, éstos seres son llamados Llamas o Chispas.
En el Ha Idra Zuta Qadisha o La Asamblea Santa Menor, se dice que:
“De las Llamas y Chispas vibrantes del pedernal divino el Obrero procede a
crear al Hombre varón y hembra. Estas Llamas y Chispas (Ángeles y sus
Mundos, Estrellas y Planetas), se extinguen y mueren (permanecen sin
manifestarse físicamente) hasta que se verifica cierto proceso de la
naturaleza”.
“De un Portador de Luz de resplandor insoportable, procedió una Llama
Radiante que despedía, como un martillo colosal y potente, esas chispas que
fueron los Mundos Anteriores.”
“Y éstos eran mezclados y enlazados mutuamente por el Éter más sutil, pero
tan sólo cuando se juntaban, hasta el mismo Gran Padre y la Gran Madre”.
“De Hoa, él mismo, es Ab, el Padre; y de Hoa, él mismo, es Ruach, el
Espíritu; que están ocultos en el Anciano de los Días, y allí dentro está aquel
éter oculto”.

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“Y fue relacionado con un portador de luz (un Ángel Regente) que salió de
aquel Portador de Luz de resplandor insoportable, que se halla oculto en el
seno de AIMA, la Gran Madre”.
Vemos en estos versos del antiguo libro Kabalístico, que se menciona a un
Portador de Luz. Este título fue mucho más tarde traducido como Lucifer al
Latín, título que quedó registrado para siempre como nombre propio de una
criatura en especial.
El examen del texto nos indica que del Centro de Creación Universal, llamado
aquí “el pedernal divino”, no propuesto como una personalidad, sino como
una fuente de la que emanan los Ángeles Creadores Primeros, los más puros o
Kumaras, llamados Llamas y Chispas, los cuales tienen una cualidad de
“vibrantes” pues se encuentran ya en movimiento y proceden como si fueran
“Obreros” a crear aquello que parece, siempre en relación al texto, su obra
cumbre, el Ser Humano en sus aspectos de varón y mujer.
El proceso se demuestra muy elaborado, ya que se necesita de “ciertos
procesos de la naturaleza” para llegar a su culminación, extinguiéndose antes
las mismas Llamas y Chispas en las formas de Estrellas y Planetas. Sin
embargo, el texto aclara que las Llamas en su forma de Ángeles permanecen
sin manifestarse en la realidad física.

Pero nos muestra que los Ángeles más cercanos al Creador Universal,
aparecen en los procesos de la naturaleza como Estrellas, siendo éstas los
Logos de la Doctrina Secreta o de los Puranas.
Luego, el texto continúa con lo que parece el relato de los acontecimientos
naturales antes de llegar a la obra última, mencionando a un Portador de luz,
que se describe en los comentarios anexos al Libro como “uno de los Planetas
Sagrados”; sobre esto, debemos tener en cuenta que en textos hindúes, los
Planetas Sagrados son Arquetipos de distintos aspectos de la Deidad Superior,
como también Estrellas o Logos, considerados como Padres de los Planetas
que conforman cualquier Sistema Solar.
De Él procede, o nace, un ángel o Kumara radiante, considerado en el aspecto
físico como otro sol hijo del anterior.
Este relato bien puede demostrarnos los procesos de nacimiento y muerte de
Estrellas en el Universo, que en sus vidas “radiantes” o de “resplandor
insoportable”, transforman sus materiales esenciales en otros más pesados,
dando origen a los elementos que conforman los Planetas, como así también a
los componentes de la vida.
Estos Portadores de Luz del Primer Momento, son producto del Padre, el
Espacio o Vacío físico que da nacimiento al Universo, que en el texto se lo
muestra como un “... martillo colosal y potente...”. También son hijos del

81
Espíritu, la Esencia Incognoscible de ese Padre Espacio, al que también se
llama en la Tradición de la Kabalah el Anciano de los Días o el Oculto de los
Ocultos, cuando se manifiesta en la primera Esfera de Kether, pero se refleja
en la Esfera de Chokmah, en el Árbol de la Vida de la tradición de la Kabalah.
La “relación” de estos Portadores de Luz aparece luego de atravesar la esfera
masculina de Chokmah, y anidar en la Matriz Universal que representa la
Esfera de Binah, siendo el Sephirah femenino arquetípico, en su forma de
AIMA, la Madre Fértil. Nos resulta evidente que esa Gran Madre, también
refleja a la Naturaleza en su conjunto.
Deviene de todo esto un sentido alegórico, queriendo dar a conocer que bajo
las leyes de evolución naturales, los Mundos y sus habitantes fueron
sucesivamente creados y destruidos con la utilización de materiales
preexistentes, hasta llegar a la formación de nuestra Tierra, con sus
componentes.
En otro libro Kabalístico, el Zohar, bajo el título de “los Reyes Pre-Adámicos”
puede leerse que el mismo Anciano de los Ancianos, antes que Él construyera
Su forma, esto es una Forma Universal o más adecuadamente una Realidad,
bosquejó y grabó reyes (hombres, considerados “reyes” de los animales) que
no pudieron existir hasta que Él los destruyó y guardó hasta cierto tiempo.
Sobre esto está escrito:
“Y éstos son los reyes que reinaron en la tierra de Edom”. Por lo tanto estos
seres “bosquejados y grabados” no pudieron existir hasta que el mismo
Anciano arregló, según figura en el Zohar, las formas Arriba y Abajo, pues no
habían sido “formados como es debido y la Ciudad Santa no había sido
preparada”.
Los comentarios posteriores, aseguran que los “Reyes de Edom” no estaban
separados en los dos sexos, y sus prototipos los Elohim tuvieron que arreglar
su forma astralmente para que esto sucediera.
En cuanto a la Ciudad Santa de la que se habla en el texto, las referencias de
los comentarios aluden a lo que en el simbolismo se llama Sancta Sanctorum o
MACOM, el lugar santo en la Tierra. Se refiere con ello a la matriz humana,
considerada la copia microcósmica de la Matriz Celeste, el Espacio Madre o
Caos primordial donde el Espíritu en su aspecto de Padre fecunda al Hijo, el
Universo visible.
En el proceso de creación de las primeras razas humanas, los libros antiguos
señalan que se desprendieron de las “sombras “ de sus padres; con estas
palabras se refieren a los Cuerpos Astrales de los Espíritus Lunares creadores.
En otro comentario se dice que los Antecesores exhalaron al primer hombre,
así como se explica que Brahma exhaló a los Suras o Dioses. En otro
comentario se dice que estos primeros hombres eran las “sombras de las

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Sombras”. Se quiere explicar con esta sentencia, que estos seres fueron
proyectados del cuerpo etéreo de sus creadores, de la misma manera que se
puede crear un fantasma emanado del cuerpo físico de un médium en una
sesión espiritista utilizando ectoplasma, una sustancia vaporosa capaz de
tomar una forma definida según lo dicte la mente del médium.
Así, los humanos primigenios fueron creados de la propia esencia de Seres
Superiores semidivinos.
Otra enseñanza de la Doctrina Secreta es la doble evolución en dos
direcciones contrarias que debió y aún debe sufrir la humanidad. Una es la
evolución espiritual, que debe descender a la psíquica, la intelectual y la
animal, de lo más elevado a lo más bajo. La otra evolución trata de lo físico,
desde lo más simple a lo complejo. Es evidente que estas dos evoluciones
necesitaron de muchos eones de tiempo para completarse, y aun no han
terminado. Nos muestra entonces, una ley universal, siempre en acción, que
proporciona una escala ascendente a la manifestación, lo que se llama la Gran
Ilusión o Maha Maya, pero al mismo tiempo sumergiendo al espíritu más y
más profundamente en la materialidad. El Espíritu debe luego redimirse por
medio de la carne, o vidas encarnadas para lograr su libertad. Para sus fines, la
Ley emplea a Seres de otros planos superiores, Manus o Mentes, de acuerdo
con sus exigencias kármicas.
Los Progenitores del hombre físico, son los Creadores de nuestros principios
inferiores, entendiéndose en la filosofía esotérica como primeras
personalidades dentro de la categoría humana primitiva.
Eran considerados como “Seres Lunares”. Los que dotaron al hombre de su
Ego, esto es, de su conciencia y su inmortalidad, son los “Ángeles Solares”, ya
sea su consideración metafórica o literal. Esotéricamente se los nombra como
los “Señores” que tienen devoción incesante y perseverante.
Para muchos comentaristas de los libros antiguos, estos seres se sacrificaron
para ayudar a la humanidad en proceso, habiendo sido redentores de las
entidades sin mente que realizaron sus hermanos inferiores.
Los otros ángeles que poseían el fuego creador, no pudieron realizar al hombre
a su imagen y semejanza, pues carecían de mentes.
Cada clase de creadores dota al hombre con lo que tiene para dar. Una
construye su forma externa, la otra lo dota de inteligencia dándole su esencia,
que se convierte mas adelante en el Yo Superior debido a los esfuerzos
personales de cada individuo. Pero no podían hacer al hombre como ellos
mismos eran: perfectos por ser impecables, impecables porque solo tenían los
primeros contornos vagos de los atributos y estos eran perfectos desde el
punto de vista humano; blancos, puros y fríos, como la nieve virgen. Donde no
hay lucha no hay mérito. La humanidad terrestre no estaba destinada a ser

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creada por los Ángeles del Primer Soplo Divino. Por lo tanto debieron ser
creados por seres más materiales e inferiores, quienes sólo podían dar de sí, lo
que su naturaleza les había otorgado.
Los humanos debieron pasar por la evolución, sino no se transformarían en
perfectos. La perfección para ser tal, debe desarrollarse de la imperfección. Lo
incorruptible de lo corruptible. Bien y Mal son gemelos, la progenie del
Espacio y del Tiempo, los alegóricos gemelos testigos del nacimiento de
Mithra llamados Cautes y Cautopates, o los más conocidos Castor y Pollux,
uno siendo hijo de Hombre y otro Hijo de Dios, bajo el dominio de Maya.
Separados ambos morirían. Ambos tienen que ser conocidos y apreciados
antes de ser objeto de percepción, es por ello que la mente mortal los conoce
separados.
Los filósofos gnósticos pensaron que para ser creada la materia y por ende los
planetas habitados, se necesitaron creadores angélicos inferiores. En sus
escritos nos encontramos con los creadores ocupando la base del Ser
Espiritual. Para ellos, los que crearon nuestra Tierra y sus mortales, estaban
colocados en el límite mismo de la Materia Ilusoria o mayavica.
Por ese motivo, el pensamiento gnóstico se dirigía a que ninguna Divinidad
superior podía ser responsable de una creación de seres inferiores, sino sólo
los Ángeles inferiores.
El “Padre” del hombre físico primitivo o de su cuerpo es el Principio Eléctrico
Vital que reside en el Sol. La Luna es la Madre, a causa de ese misterioso
poder de la Luna que tiene influencia decisiva en la gestación y generación
humana. La luna es tomada así como la Nodriza; en tanto que sólo el fuego
espiritual hace del hombre una entidad divina.
El secreto de estos “fuegos” era enseñado en todos los pueblos antiguos como
uno de los Misterios. Correspondían a personificaciones de los poderes más
ocultos de la naturaleza. En la antigua Grecia, sobre todo en Samotracia, estos
eran los Kabiri, que resultan idénticos a los Kumaras de la India. Los nombres
de los cuatro Kabiris eran: Axierus, Axiocersa, Axiocersus y Casmilus. Los
nombres de los Kumaras son: Sanat-Kumara, Sananda, Sanaka y Sanatana. La
antigua filosofía ocultista los relaciona con los cuatro elementos.
Se enseña en las Escrituras Ocultas que ese Fuego es el Yo Superior, o el Ego
Espiritual que reencarna continuamente bajo la forma del Yo personal inferior,
cambiando en cada renacimiento lleno del deseo de vivir. Resulta entonces
una ley en la naturaleza que lo Superior o Naturaleza Espiritual tenga que
estar esclavizada en la inferior o material.
Es entonces donde en las primeras razas humanas creadas por los Seres
Lunares las fuerzas formativas impelen gradualmente la evolución de la forma
física hasta la perfección, a costa de una pérdida proporcionada de

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Espiritualidad. Después, comienza a regir el Nous o Mente sobre el Ego
Animal y comienza a ascender nuevamente en la espiritualidad, tratando de
llegar a la perfección.
Este esquema completo se halla en el Libro de los Números Caldeo y también
en el Zohar.
Todas las enseñanzas indican que por medio de la forma humana se convierten
estos seres angélicos en progresivos ya que la naturaleza del Ángel es
intransitiva, por lo tanto el hombre tiene en si la potencia de trascender las
facultades de los Ángeles.
Los iniciados de la India dicen que los Brahmanes, nacidos dos veces,
gobiernan a los Dioses y Devas.
El Apóstol Pablo lo repite en su epístola a los corintios:
“¿No sabéis que nosotros (los iniciados) juzgaremos a los ángeles?”
Las escrituras Kabalísticas agregan con respecto a la creación del hombre:
“Cuando Adán moraba en el Jardín del Edén, se hallaba revestido de la
vestimenta celestial, que es la vestimenta de luz celestial... luz de aquella luz
que se usaba en el jardín del Edén."
Desde el comienzo del tiempo cada uno de nuestros átomos ha pertenecido a
este mismo Universo que hoy observamos en su glorioso esplendor.
Somos parte de él en lo material, como somos parte del Espíritu que exhaló
cada partícula de vida y conciencia.
A medida que vamos aprendiendo de encarnación en encarnación, nos
volvemos más sabios y más cercanos al estado Angélico, que aunque nadie
nos haya nunca hablado de él, añoramos como al hogar perdido.

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BIBLIOGRAFIA:
La Doctrina Secreta- H.P. Blavatsky-Editorial Kier
El Kybalion-Tres Iniciados- Editorial Kier
Otros Mundos - Paul Davies- Editorial Salvat
La tradición Hermética- Julius Evola- Ediciones Martinez Roca.
Los Chakras- Harish Johari-Ediciones Edaf.
Guía Práctica al Simbolismo Qabalístico- Gareth Knigth- Luis Cárcamo
Editor.
Poesías Completas -San Juan de la Cruz
El Corazón de Asia- Nicholas Roerich- Editorial Kier.
Shambhala Oasis de Luz- Andrew Tomas-Editorial Molina
Los Upanishad-
Bagavat Gita-
El Zohar-
Corpus Hermeticum-
El Pymander- Hermes Trismegisto-
El Libro de los Muertos-
El Bardo Thodol.

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