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La Transexualidad
Por J.-N. Zhou, M. Hofman, L.J. Gooren y D.F. Swaab
Nature, 1995,Nov.; 378 2: 68-70
Las personas transexuales o con disforia de género tienen el fuerte sentimiento, que con
frecuencia se remonta a la infancia, de que nacieron con el sexo equivocado.
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FIGURA 1: Sección frontal esquemática a través de dos subdivisiones de la cama nuclear
de la stria terminalis (BST) que están destacadas. III: tercer ventrículo; AC: comisura
anterior; BSTc y BSTv: subdivisiones central y ventral del BST; FX: fornix; IC: cápsula
interna; LV: ventrículo lateral; NBM: núcleo basali de Meynert; OT: región óptica; PVN:
núcleo paraventricular; SDN: núcleo sexualmente dimórfico; SON: núcleo supraóptico.
Primero, es sabido que el BST juega un papel esencial en la conducta sexual de los
roedores. No sólo se han encontrado receptores de estrógeno y andrógeno en el BST, sino
que también es un centro de aromatización mayor en el cerebro de la rata cuando se está
desarrollando. El BST en la rata recibe proyecciones principalmente de la amígdala y
proporciona un fuerte ingreso en la región preóptica-hipotalámica. Conexiones recíprocas
entre hipotálamo, BST y amígdala también se encuentran bien documentadas en animales
de laboratorio. Además, diferencias sexuales en el tamaño y número de células del BST
han sido descritas en roedores que son influenciados por esteroides gonadales en
desarrollo. También en los humanos se ha informado que una particular parte caudal del
BST (BNST-dspm) es 2,5 veces más grande en el hombre que en la mujer.
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En la figura 1 se muestra la localización del BST. La parte central del BST (BSTc) se
caracteriza por sus células de somatostatín y su inervación vasoactiva intestinal
polipéptida (VIP). Nosotros medimos el volumen del BSTc sobre la base de su inervación
VIP (Fig. 2).
FIGURA 2: Sección representativa del BSTc inervada por polipéptido intestinal vasoactivo
(VIP). A: hombre heterosexual; B: mujer heterosexual; C: hombre homosexual; D:
transexual hombre a mujer. Barra=O,5 mm. LV: ventrículo lateral. Observar que hay dos
partes del BST en A y B: subdivisión medial de tamaño pequeño (BSTm), y gran
subdivisión central de tamaño oval (BSTc).
El volumen del BST en hombres heterosexuales (2,49 aprox.0,16 mm cúbicos) era un 44%
más grande que en mujeres heterosexuales (l,73 aprox.0,13 mm cúbicos)(P<0.005) (Fig.
3). Se encontró que el volumen del BST en hombre homo y heterosexuales no difería en
una forma estadísticamente significativa (2,81 aprox. 0,20 mm cúbicos)(P=0.26). El BSTc
era un 62% más grande en los hombre homosexuales que en las mujeres heterosexuales
(P<0.005). El SIDA no parece tener influencia sobre el tamaño del BSTc: el tamaño del
BSTc de dos mujeres heterosexuales infectadas de SIDA y el de tres hombres
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heterosexuales igualmente infectados de SIDA permanecieron dentro de los límites de sus
correspondientes grupos de referencia. Los heterosexuales infectados de SIDA fueron por
consiguiente incluidos en el correspondiente grupo de referencia a efectos estadísticos. Un
pequeño volumen de BSTc fue encontrado en los transexuales de hombre a mujer (1,30
aprox 0,23 mm cúbicos). Su tamaño era sólo del 52% del que se encontró en los hombres
de referencia (P<0.005) y del 46% del de los hombres homosexuales (P<0.005). Aunque el
volumen medio del BSTc de los transexuales era incluso más pequeño que el de las
mujeres, la diferencia no llegaba a tener significación estadística (P=0.13). El volumen del
BSTc no estaba relacionado con la edad en ninguno de los grupos de referencia
estudiados (P0.15), indicando que el pequeño tamaño del BSTc que se observó en los
transexuales no era debido al hecho de que eran, en promedio, de l0 a 13 años mayores
que los hombres hetero y homosexuales.
Nuestros datos con humanos, sin embargo, indican que el volumen del BSTc no se ve
afectado por la variación de las hormonas sexuales a edad adulta. El volumen de BSTc de
una mujer de 46 años que había sufrido durante por lo menos un año un tumor del córtex
adrenal que producía altos niveles sanguíneos de androstenodiona y testosterona, estaba
en el registro del de otras mujeres. Más aún, dos mujeres postmenopaúsicas (de más de
7O años) mostraron un BSTc de tamaño femenino completamente normal (Fig. 3: M1, M2).
Como todos los transexuales han sido tratados con estrógenos, el reducido tamaño del
BSTc podría posiblemente ser debido a la presencia de altos niveles de estrógeno en la
sangre. La prueba en contra de ello proviene del hecho de que los transexuales T2 y T3
mostraron los dos un pequeño BSTc, del tamaño del femenino (Fig.3), a pesar de que T2
dejó de tomar estrógeno aproximadamente 15 años antes de su muerte, pues sus niveles
de prolactina eran demasiado elevados y T3 detuvo el tratamiento de hormonas pues le
fue encontrado un sarcoma aproximadamente tres meses antes de su muerte. También un
hombre de 31 años que sufría de un tumor adrenal feminizante que causaba altos niveles
de estrógeno, tenía, sin embargo, un BSTc muy grande (Fig. 3: S2).
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FIGURA 3: Volumen de BST inervado con fibras VIP en hombres presuntamente
heterosexuales (M), homosexuales (HM), mujeres presumidamente heterosexuales (M) y
transexuales de hombre a mujer (TM). Los seis transexuales están numerados de T1 a T6.
Los pacientes con niveles anormales de hormonas sexuales están numerados de S1 a S4.
M1 y M2: mujeres postmenopaúsicas. Las barras indican mediana aprox. SEM. Símbolos
abiertos: individuos que murieron de SIDA.
Una posible explicación de nuestros resultados sería que el tamaño femenino del grupo de
transexuales fuese debido a la falta de andrógenos, pues todos ellos habían sido
castrados con excepción de T4. Sin embargo, estudiamos a otros hombres que habían
sido castrados a causa de un cáncer de próstata (uno y tres meses antes de su muerte: S4
y S3 respectivamente), y encontramos que el tamaño de su BSTc se situaba en el extremo
alto de la gama masculina normal. El tamaño del BSTc del único transexual que no había
sido castrado (T4) se situaba en el medio de las marcas de los transexuales (Fig. 3).
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No sólo cinco de los transexuales estaban castrados, sino que además todos habían
utilizado el antiandrógeno acetato de ciproterona (D.C.I.). Un efecto del D.C.I. sobre el
BSTc no parece verosímil, pues T6 no había tomado D.C.I. durante los últimos 1O años, y
T3 no tomó D.C.I. durante los dos años anteriores a la muerte y a pesar de ello tenía un
BSTc de tamaño femenino.
AGRADECIMIENTOS
Le damos las gracias a los señores B. Fisser, H. Stoffesl, G. van der Meulen, y a las
señoras T. Eikelboom y W. T. P. Verweij por su ayuda, y a los doctores R. M. Buijs, M. A.
Corner, E. Fliers, A. Walter y F. W. van Leeuwen por sus comentarios. Los cerebros fueron
proporcionados por el banco de cerebros de Holanda (coordinador el doctor R. Ravid).
Este estudio fue apoyado por N. W. O.
REFERENCIAS
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Debe dirigirse la correspondencia y las peticiones a:
L.J.G. Gooren
Department of Endocrinology
Free University Hospital
1007 MB Amsterdam
The Netherlands
Email: lgooren@inter.nl.net