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Recocido de aleaciones férreas:

Para modificar las propiedades de los aceros se aplican diferentes


procedimientos de recocido. Antes de describir cada uno de ellos es
necesario un comentario sobre los límites de fase. En la figura 1 se muestra
una parte del diagrama Fe-C en la vecindad del eutectoide. La línea
horizontal a la temperatura eutectoide, convencionalmente designada A1, se
denomina “temperatura crítica inferior” y significa que, por debajo de la
misma y en condiciones de equilibrio, la austenita se convierte en ferrita y
cementita. Los límites de fase A3 y Acm representan las líneas de
“temperatura crítica superior” para los aceros hipo e hipereutectoides,
respectivamente. A temperaturas y composiciones por encima de estos
límites prevalece la fase austenita.

Figura 1: Región del diagrama Fe-C próximo al eutectoide, donde se indica el tramo de temperaturas
de tratamiento térmico del acero al carbono.
a) Recocido de austenización completa:

Este tratamiento exige sobrepasar ligeramente la temperatura crítica


superior A3 o Acm del acero (15 a 40º C sobre la temperatura crítica) y
mantenerlo durante un cierto tiempo para lograr que todo el acero se
encuentre en estado austenítico. La duración depende del tamaño (masa) de
la pieza, de la temperatura, de la velocidad de calentamiento, del tipo de
acero y del estado inicial y final del material.
El tiempo de mantenimiento del acero a la temperatura determinada
comienza cuando toda la pieza ha alcanzado esa temperatura. Aún cuando el
acero se encuentra a una temperatura superior a A3 o Acm y todo el carbono
forme solución sólida con la austenita, puede ocurrir que algunas regiones de
austenita tengan más carbono que otras. Entonces el porcentaje de carbono
tiende a igualarse en toda la masa, pero esta tendencia puede ser retardada
por las segregaciones no metálicas, por el fósforo y el oxígeno que se
encuentran en solución y que tenderán a repeler el carbono. Como la difusión
del carbono es mucho más rápida a alta temperatura, para reducir el tiempo
de calentamiento podría efectuarse el tratamiento a temperaturas muy
superiores a la crítica, pero en este caso se produciría un gran aumento del
tamaño de grano por lo que se prefiere prolongar su duración y realizarlo a
temperaturas más bajas.
El tiempo necesario para obtener una estructura de austenita homogénea,
varía con la máxima temperatura alcanzada y con las características de la
microestructura inicial. Cuanto más alta sea la temperatura alcanzada, se
necesitará menos tiempo para homogeneizar la microestructura. La figura 2
presenta la influencia del tiempo y la temperatura sobre la austenización de
una acero eutectoide.

FIGURA 2

Si el calentamiento ha sido bastante rápido, el tiempo de permanencia


deberá ser grande; en cambio, si la primera fase del calentamiento ha sido
lenta, el tiempo de permanencia puede ser menor, ya que la penetración del
calor, habrá sido mejor y la última fase del calentamiento puede
considerarse casi como parte de la permanencia a temperatura.
En general, el tiempo de permanencia oscila entre 0,5 y 1 hora por pulgada
de espesor.
Respecto a la velocidad de enfriamiento, esta debe ser lo más lenta posible
(enfriar dentro del horno, es decir, se apaga el horno, y este y la pieza
llegan a temperatura ambiente al mismo tiempo, generalmente varias horas).
Esto se hace ya que cuanto más lento sea el enfriamiento, más blando queda
el material, obteniéndose estructuras laminares. En el diagrama Fe-C se
indican las temperaturas de transformación teóricas, es decir, las
correspondientes a calentamiento o enfriamientos infinitamente lentos.
Como en la práctica esto no ocurre, los puntos críticos en el enfriamiento
son una poco inferiores a los indicados en el diagrama, efectuándose por lo
tanto, la transformación de la austenita a temperaturas más bajas que las
teóricas.
A modo de ejemplo, se dan algunos casos para clarificar los cambios de
dureza y microestructura: Un acero con 0,34% de Carbono, al ser recocido,
toda la austenita presente a alta temperatura, se transforma en Ferrita y
Perlita durante el enfriamiento lento. Si el acero contiene aproximadamente
0,75% de Carbono, después del enfriamiento lento, contiene sólo perlita (sin
ferrita libre). Un acero con un porcentaje de carbono más elevado, como por
ejemplo 1,09% de carbono, después del enfriamiento, contiene Perlita y
Carburo libre. Por lo tanto, después de recocido un acero, presenta una
microestructura compuesta de perlita, acompañada de ferrita o carburos
libres dependiendo de la composición del acero. Con respecto a esto, el
orden en cuando a dureza de las microestructuras de mayor a menor es:
Con carburos libres, Perlita, Perlita mas ferrita. Esto ya que los carburos
son más duros que la perlita y esta que la ferrita. En general, la estructura
resultante es blanda y dúctil.
El recocido de austenización completa necesita mucho tiempo, pero origina
una microestructura con granos pequeños y uniformes.

Normalizado:

Es uno de los tratamientos más fáciles de realizar; se emplea para piezas


fundidas, forjadas o mecanizadas en que se desea afinar la estructura y
eliminar tensiones que suelen aparecer en la solidificación u otras
operaciones posteriores. Tal tratamiento lleva los aceros a un estado
estructural tal que los constituyentes microscópicos se consideran normales
o propios de su composición. Incluso se aplica después de ciertos
sobrecalentamientos o enfriamientos efectuados en malas condiciones y
siempre que se desee destruir los efectos de cualquier calentamiento o
tratamiento anterior.
Los aceros se calientan a una temperatura superior a la crítica A3 o Acm (55
a 85º C sobre la temperatura crítica), se deja a esa temperatura un cierto
tiempo de acuerdo al tipo de acero y forma-tamaño de la pieza
(aproximadamente 0,5 horas) y luego se deja enfriar al aire tranquilo. Es un
tratamiento típico de aceros al carbono tipo SAE 1015-1050 y muy rara vez
se le emplea en los aceros de herramientas o aleados de construcción.
En las figuras 1 y 3 se pueden comparar estos tratamientos antes
mencionados.

b) Recocido de austenización incompleta:

Este tipo de recocido se aplica casi exclusivamente a los aceros


hipereutectoides con el objeto de ablandarlo y mejorar su maquinabilidad.
Esto se consigue al disminuir su dureza y obtener una estructura favorable
al mecanizado.
Las temperaturas varían entre A1 o Acm, logrando que sólo un 70-90% de la
masa del material alcance el estado austenítico. Así por ejemplo, un acero
de 1,25% de carbono recocido con austenización completa queda con
estructura laminar y una dureza aproximada de 220 Brinell; el mismo acero
con recocido de austenización incompleta queda con estructura globular y
180 Brinell. Las temperaturas más empleadas para este tipo de recocido son
760-780º C para los aceros al carbono; 875º C para los aceros de alta
aleación (aceros rápidos indeformables) y 800-850º C para los aceros de
media aleación.
El enfriamiento hasta los 500-600º C debe ser muy lento (10-20º C por
hora) para obtener bajas durezas.
c) Recocido para alivio de tensiones o Recocido subcrítico:

En este caso el calentamiento se hace a una temperatura bajo la


temperatura crítica a1, es decir, el acero no se austeniza y por ello la
velocidad de enfriamiento no tiene importancia pues el acero no ha sufrido
transformaciones estructurales, pudiendo incluso enfriarse al aire sin que
endurezca. Este recocido elimina tensiones internas aumentando la
ductilidad. Este proceso con el que se quiere lograr ablandamiento. Ej. Un
acero endurecido íntegramente (60 Rc) puede ablandarse hasta durezas de
24 a 20 Rc, manteniéndolo brevemente a temperaturas comprendidas entre
650 y 690º C. Un tiempo de mantenimiento más prolongado, a estas
temperaturas, puede producir un producto ligeramente más blando.
El recocido subcrítico de ablandamiento no puede producir un estado tan
blando como el originado por el recocido propiamente dicho. Puede, sin
embargo, ser preferido, en ocasiones, por una serie de razones. En algunos
casos puede interesar conseguir una dureza ligeramente mayor, quizá para
obtener mayor resistencia o tal vez para lograr una mejor maquinabilidad.
Además, el acero no forma cascarilla, o se descarbura menos, a temperatura
inferior, lo cual es importante en ocasiones. Finalmente, la velocidad de
enfriamiento, después de un recocido subcrítico, no tiene una influencia
significativa en la dureza o en la estructura y esto simplifica el tratamiento
térmico.
Queda por comentar la diferencia en estructura que se presenta en un
acero que ha sido recocido por encima de la temperatura crítica y en otro
que ha sufrido un recocido subcrítico.

d) Recocido de recristalización o contra acritud:

Se emplea para aceros de bajo contenido en carbono (inferior a 0.30%) que


han sufrido un fuerte trabajo en frío por laminado o estirado y en los que la
dureza ha aumentado por deformación de los cristales, habiéndose
disminuido al mismo tiempo la ductilidad y el alargamiento hasta limites tan
bajos que no se puede seguir el proceso mecánico de transformación en frío
porque se rompe el acero. Se realiza a temperaturas mas bajas que las del
ablandamiento(550-650º).
e) Recocido de globulización o eferoidización:

Los aceros medios y altos en carbono tienen una microestructura


consistente e perlita gruesa que puede llegar a ser demasiado dura para la
deformación plástica y para el mecanizado. Estos aceros, y también los
otros, se pueden recocer para desarrollar la microestructura de
esferoiditas. El acero esferoidizado o globulizado tiene la máxima blandura
y ductilidad y es fácilmente mecanizable o deformable. El tratamiento
térmico de globulización consiste en calentar la aleación a temperatura
justo por debajo del eutectoide (línea A1 de la figura 2 o a 700º C) en la
región α + Fe3 C del diagrama de fases. Si la fase madre es perlita, el
tiempo de globulización suele durar de 15 a 25 horas. Durante este recocido
es Fe3 C coalesce para formar partículas de esferoidita.
Los carburos e forma de glóbulos pueden ser obtenidos de diferentes
formas. Por ejemplo: Cuando una perlita laminar se calienta hasta una
temperatura un poco por debajo de la crítica tiende a globulizarse. Una
estructura martensítica al calentarse un poco por encima de la temperatura
crítica, presentará carburos globulizados. Finalmente algunos tipos de
aceros forman carburo globular cuando se enfrían a velocidades
determinadas, desde una temperatura superior a la crítica. Es decir que la
globulización también puede efectuarse por caminos distintos dependiendo
de la naturaleza y composición del acero que va a ser tratado. Por lo tanto,
cuando se desea conseguir una estructura globulizada hay que estudiar cual
es el método que logra obtenerla más rápidamente.
Como se mencionó antes, el globulizado puede desearse para facilitar el
mecanizado de ciertas piezas y para conseguir uniformidad en el temple de
algunos tipos de aceros.

Tipo de Tº de Recocido Observaciones


Recocido
Recocido de 15º a 40º sobre El tiempo de recocido es el necesario para
austenización A3 austenizar completamente la pieza, entre 0.5 a
completa 1 hora por pulgada de diámetro.
Estructura resultante blanda y dúctil, de
granos finos.
Recocido de Varían entre A1 y El enfriamiento debe ser lento para obtener
austenización Acm bajas durezas.
incompleta • 760-780º C Se aplica a aceros hipereutectoides con el
aceros al C; objeto de ablandarlo y mejorar su
• 875º C Aceros maquinabilidad.
de alta
• 800-850º C
aceros de media
aleación.

Recocido para Por debajo de A1 La velocidad de enfriamiento no tiene


alivio de importancia pues el acero no ha llegado a
tensiones austenizarse no produciéndose
transformaciones.
Este recocido elimina tensiones internas
aumentando la ductilidad
Recocido de Entre 550-650º C Se emplea para aceros de bajo contenido en
recristalización carbono (inferior a 0.30%) que han sufrido un
fuerte trabajo en frío
Recocido de Justo debajo de Se aplica en aceros medios y altos en carbono.
globulización A1 Se desea conseguir una estructura
globalizada para obtener máxima blandura
y ductilidad.

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