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Bebidas energizantes

Autora: Dra. Mónica Nápoli

Lo primero que tendría que aclarar es que las bebidas denominadas


energizantes no lo son.
Estos productos contienen aminoácidos ( taurina principalmente) y
cafeína.
La cantidad de cafeína es aproximadamente de 100 mg. por lata o
botella de 250 ml.
La cafeína es un estimulante del Sistema Nervioso Central que produce
excitación, insomnio (pérdida del sueño) y disminución de la sensación
de fatiga. Sería bueno entonces, denominarlas desfatigantes.
Además, al igual que todos los estimulantes del Sistema Nervioso
Central, producen daños al sistema cardiovascular: taquicardia (que es
el aumento de la frecuencia cardíaca), hipertensión arterial,
palpitaciones, arritmias, etc.
Estas lesiones se agravan cuando el consumidor tiene previamente
alguna alteración cardiológica.
La pregunta sería: cuál es la razón del uso de estas bebidas?
Aparentemente, no tienen sabor agradable, no son refrescantes, no
reponen sales o minerales luego de la actividad física...
La difusión de las bebidas comenzó dirigida al público deportista, pero
actualmente no son utilizadas con este fin. Entre otras razones, porque
hasta diciembre del 2003, el listado de sustancias y métodos prohibidos
en el doping prohibía expresamente el consumo de cafeína a dosis
superiores a los 15 mg. por mililitros de orina. (Estos valores eran
alcanzados tomando 2 horas previas a los controles aproximadamente 6
tazas de café o 3 latas de 350 cc. de una de las marcas más famosas.
Acá quisiera agregar que todas estas bebidas tienen nombres
compuesto en inglés (Red Bull, Speed Unlimited, Black Fire, etc.)
Combinadas con las bebidas alcohólicas, evitan la aparición de los
signos tempranos de ebriedad, permitiendo una ingesta mayor de
alcohol. No evitan las lesiones sino la aparición de los síntomas.
En otros países se toman como refrescos o gaseosas. No es nuestro
caso.
No creo que limitar la venta o prohibirlas sea la medida adecuada para
evitar el consumo. Sí, creo que debemos hacer prevención y
especialmente informar a los jóvenes (público mayoritariamente
consumidor de estas bebidas) sobre el efecto que producen.
Hay proyectos de ley que están siendo tratados en la Cámara de
Diputados de la Nación sobre la fiscalización en la venta, venta a
menores, comercialización, distribución de las bebidas, etc.
El ANMAT debe controlar la procedencia, contenido y especificaciones
sobre ellas.
Conclusiones: las bebidas, las drogas, la cafeína... no son
buenas ni malas en sí mismas, todo depende del uso que
hacemos de ellas.
Si el uso de éstas bebidas está dirigido a tomar mayor cantidad
de alcohol, ocasionarán indirectamente mayor daño a la salud.

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