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DE LOS INTERNOS
Ámbito internacional.
• Artículo 12 de la Declaración Universal de Derechos del Hombre.
• Artículo 17 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos.
• Artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
• Reglas 37 y 38 de las Reglas mínimas para el tratamiento de reclusos, cuya última
revisión se llevo a cabo en 1984.
• Regla 43.1 del Comité de Ministros del Consejo de Europa de 12 de febrero de
1987.
Ámbito Jurisprudencial.
• Jurisprudencia Internacional del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, donde
cabe destacar los casos: GOLDER, SILVER, BOYLE Y RICE,
SCHONENBERGER Y DUMAZ, KLASS Y KRUSLIN.
• Sentencias del Tribunal Constitucional.
• Resoluciones de distintos Tribunales: Tribunal Supremo, Audiencia Nacional,
Audiencias Provinciales.
• Autos de los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria.
I. INTRODUCCION.
Por fin, el Reglamento Penitenciario (en adelante RP), se refiere a las relaciones
de los internos con el exterior, en lo que se ciñe a las comunicaciones (también se
relacionara con el exterior mediante los permisos de salidas, la libertad condicional y a
través de la participación y colaboración de las organizaciones no gubernamentales, pero
estos tres temas no serán objeto de tratamiento en estas líneas), en el Capitulo IV
(Relaciones con el exterior), que a su vez se encuadra dentro del Titulo II que se refiere a
la organización general de los centros penitenciarios. En el artículo 41.1 del RP se utiliza el
término “tienen derecho”. Y el artículo 4.2.e) del mismo texto refiere el derecho de los
internos a mantener relaciones con el exterior. Por último, la Exposición de Motivos de
este nuevo Reglamento Penitenciario, en su punto II c), habla de la “Apertura de las
prisiones a la sociedad -que formula crecientes demandas de participación y se implica
cada vez más, en la actividad penitenciaria- para potenciar la acción de la Administración
con los recursos existentes en la sociedad y para fortalecer los vínculos entre delincuentes
y sus familias y la comunidad, en línea con las conclusiones de la reunión de Tokio de
1990”.
Con carácter general, del nuevo diseño que se da a las comunicaciones y visitas,
lo que más destaca es la utilización del término derecho en el artículo 43.1 del RP, ya que
como hemos mencionado tanto en la LOGP y en los textos internacionales que nos deben
servir de base para legislar e interpretar lo legislado se utiliza el término autorizar. Con
ello, entendemos que no se pretende configurar el derecho a las comunicaciones como algo
condicionado al régimen o tratamiento. Es decir, los mínimos de comunicación, que se
establecen reglamentariamente, no dependerán del comportamiento o de la clasificación
del interno. Durante los años de vigencia de la LOGP y de funcionamiento de los Juzgados
de Vigilancia Penitenciaria se han presentado, por los internos, multitud de quejas relativas
a que las comunicaciones eran utilizadas por la Administración Penitenciaria como
moneda de cambio para exigir determinadas conductas a los internos: no solo buen
comportamiento, sino también otras como no ser reivindicativos ni plantear excesivos
problemas. Se acusaba a la Administración Penitenciaria de arbitraria. Utilizando el
término derecho, y no autorización, todo interno puede acceder a las comunicaciones, por
el simple hecho de estar preso, y, evidentemente, con las limitaciones que se establecen en
la LOGP y en el RP que la desarrolla.
LOGP Artículo 51.1.- Los internos estarán autorizados para comunicar periódicamente, de
forma oral y escrita, en su propia lengua, con sus familiares, amigos y representantes acreditados de
Organismos e instituciones de cooperación penitenciaria, salvo en los casos de incomunicación judicial.
Estas comunicaciones se celebrarán de manera que se respete al máximo la intimidad y no
tendrán más restricciones, en cuanto a las personas y al modo, que las impuestas por razones de
seguridad, de interés de tratamiento y buen orden del establecimiento.
RP Artículo 41.1.- Los internos tienen derecho a comunicar periódicamente, de forma oral y
escrita, en su propia lengua, con sus familiares, amigos y representantes acreditados de organismos e
instituciones de cooperación penitenciaria, salvo en los casos de incomunicación judicial.
2.- Con arreglo a lo dispuesto en el artículo 51 de la LOGP, estas comunicaciones se
celebrarán de manera que se respete al máximo la intimidad y no tendrán más restricciones, en cuanto a
las personas y al modo, que las impuestas por razones de seguridad, de interés del tratamiento y buen
orden del establecimiento.
Las comunicaciones de los internos extranjeros con los familiares que residen
fuera de España, previo acuerdo del Consejo de Dirección, pueden ser ampliadas en el
número de comunicaciones semanales o la duración de las mismas.
El apartado 7º del artículo 45 del RP, reitera el criterio general del respeto a
la intimidad, de los comunicantes, pero establece la posibilidad de realizar cacheos
con desnudo integral a los visitantes, por las razones y en la forma del artículo 68 RP,
previsto para los internos. Si los visitantes no se someten al cacheo, no se les permite la
comunicación. Si analizamos los artículos de la LOGP y del RP donde se regulan los
cacheos, nos podríamos encontrar con una vulneración del principio de jerarquía
normativa. Y en el supuesto de llevarse a cabo se atentaría al derecho a la intimidad y
dignidad de la persona libre. La LOGP ni en el artículo 51 y siguientes relativos a las
comunicaciones, ni en el artículo 23, relativo a los cacheos de los internos, no regula ni
menciona los cacheos de los visitantes. El RP en su artículo 18 y 68 se refiere a
cacheo del interno, estableciéndose en el artículo 69 los registros y controles de las
personas autorizadas a comunicar con el interno, pero en ningún momento menciona
que se realicen cacheos en su persona.
a) Razones de SEGURIDAD.
Las comunicaciones escritas pueden ser intervenidas por los mismos motivos
que orales. Señala el Tribunal Constitucional en sentencia 175/97 que “la exigencia de
que la medida esté contemplada en una Ley se deriva no sólo de los artículos 25.2 y
53.1 de la CE sino, además, del artículo 8.2 del Convenio Europeo de Derechos
Humanos, que requiere que cualquier injerencia en el ejercicio del derecho al respeto
de la correspondencia esté prevista por Ley”.
Cuando se desee comunicar por parte del interno un asunto urgente a otra
persona que no sea familiar el interno lo solicitará al Director, y previa comprobación
autorizará la llamada y señalará la hora de celebración.
El interno dispone de hasta cinco llamadas a la semana con una duración cada
una de ellas de cinco minutos, que serán abonadas por el mismo, y se realizarán en
presencia del funcionario. Excepto en el supuesto de traslado de centro penitenciario
para comunicar el mismo a su familia.
a) Requisitos formales.
En el orden práctico tiene escasa trascendencia, ya que en estos casos los letrados
solemos ir como expresamente llamados, y tratamos los asuntos que queramos, ya que no
nos es exigible el hacernos cargo de la defensa después de la entrevista.
Las causas se ajustan, estrictamente, a las mismas que las generales: razones de
seguridad, interés del tratamiento, y buen orden del centro. Si hubiera motivaciones
relacionadas con investigaciones de orden penal la limitación se ajustaría a los preceptuado
en la LECr y nunca a la LOGP y su reglamento.
Si bien se zanja una polémica se crea, o puede crearse, otra, relacionada con el
inciso final del citado artículo 48.3 NRP: “ La suspensión o intervención de estas
comunicaciones solo podrá realizarse previa orden expresa de la autoridad judicial “. Esta
redacción es idéntica al inciso final del artículo 51.2 de la LOGP con la única excepción de
que elimina “y en los supuestos de terrorismo“. Con esta modificación se pretende que la
autoridad judicial pueda suspender o intervenir las comunicaciones de los Letrados en
cualquier caso, sin tener que ceñirse, como así lo imponía la anterior legislación, a los
casos de terrorismo. Es evidente que esta modificación infringe el artículo 93. CE, al
saltarse el principio de jerarquía normativa. Para evitar dicha infracción primero se realizó
por el Grupo Parlamentario Popular, el 10-4-95, una proposición de ley sobre modificación
del artículo 51.5 de la LOGP en que se eliminaba la expresión “ y en los supuestos de
terrorismo “. Esta proposición de ley es ampliada por Informe de la Ponencia, en el que el
Grupo Parlamentario Socialista añade nuevos extremos que se pretenden modificar en la
LOGP, así introduce una propuesta de modificación de los arts. 29, 38.2, 10, 24, 42, y 51
de la LOGP. También se intento la modificación introduciéndola como Disposición
Adicional al Nuevo Código Penal, pero tampoco prospero. De esta forma, y hasta la fecha
el contenido del artículo 51.2 de la LOGP sigue exigiendo que la intervención o
suspensión de las comunicaciones con letrados solo pueda darse en caso de terrorismo, lo
que hace inhabil a efectos de aplicación el inciso final del artículo 48.3 NRP.
1.- La carta, utilizando el remite del Letrado, puede ser enviada por una tercera
persona, o el interno puede remitir cartas a terceras personas a través del Letrado. En este
caso la referida resolución manifiesta que “La Administración penitenciaria deberá poner
las medidas necesarias para garantizar la acreditación de la identidad del Abogado y
trasladar al órgano judicial toda sospecha de utilización de la comunicación contraría a los
fines legalmente previstos, pero de ello no se deriva que pueda suplir la actuación judicial”.