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La Fe de Jesús

JUAN LUIS SEGUNDO S. J.


PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA – 19811

Presentación

Para el Nuevo Testamento, como para el antiguo, Dios es el "Dios de Abraham, de Isaac, de
Jacob"; es el Dios que habla a los hombres, que interviene en su historia, que actúa en el tiempo.
Yo, lector de la Biblia, me encuentro en algún punto de la línea del tiempo venido después de
la creación, después de Abraham, después de Jesucristo, se que la última palabra no se ha dicho
aun. ¡Hay un futuro! Pero como Pablo, sabemos en quién hemos confiado y cimentado nuestra fe.
Juan Luis segundo, una vez más, con su profundidad de teólogo, y de hombre de fe, nos
ayuda a profundizar en la fe de Jesús. Nuestra comunidad, que tiene el privilegio de contar años
tras año con sus reflexiones, una vez más le agradece este aporte tan valioso.
Pocitos, Julio 30, 1981.
Ismael Rivas
Cura Párroco

Introducción

Entiendo que todos ustedes están de alguna manera interesados en la comunicación de la fe.
Según el Nuevo Testamento los cristianos tienen que dar razón de su esperanza, no basta con
el solo testimonio, tienen que decirle a los demás por qué esperan algo, o por qué creen algo
diferente, o por qué actúan de una manera y no de otra. El testimonio no se entiende si no es
explicado.
Como tema de estas charlas vamos a tomar un juicio que hace José Guerrero, un autor
español, que dice que la Iglesia ha gastado demasiadas energías y esfuerzos en comunicar la FE
EN JESÚS en vez de comunicar la FE DE JESÚS.
Esto significa que a los cristianos desgraciadamente nos ha interesado más que la gente crea
en Jesús, aunque no sepa mucho de Él y en segundo lugar cuál fue su mensaje, qué valores tenía,
qué fue lo que atrajo en Jesús.
Según este autor debería venir antes, y gastarse mucho más energías en comunicar en que
creyó Jesús, que fue lo que hizo, con qué se comprometió, que en aceptarlo en blanco porque es el
Hijo de Dios.

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Digitalizado a partir de una copia mimeografiada de la síntesis de las charlas.
Proyecto “Memorias de una Parroquia”, 1968-2008, de los Grupos de Reflexión de Jóvenes, mayoritariamente
originados en la pasada década de los ’70. Parroquia San Juan Bautista, Pocitos, Montevideo, Uruguay.

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En estas charlas vamos a tratar de dar la vuelta, (en la medida en que nosotros mismos
hemos sufrido un poco ese impacto) y comenzar por la FE DE JESÚS en lugar de comenzar por la
FE EN JESÚS. Para ello, según J. Guerrero, lo primero que hay que hacer es acercarse a la historia
de Jesús.
Jesús de Nazaret es un personaje histórico sobre el cual tenemos que empezar a
preguntarnos: ¿Cómo fue que interesó a la gente en su época?
Cuando aparece en público es un individuo que no tiene absolutamente nada de diferente
con cualquier hombre con quien nos encontramos en la calle. Es un obrero, un artesano, que de
pronto se pone a hablar e interesa, entusiasma, lleva gente detrás de sí, hasta tal punto que pone en
peligro las autoridades que de hecho tenían en su poder a su patria Israel.
Tal vez nos imaginamos que interesó porque era el Hijo de Dios, el Mesías de Israel, etc.,
Jesús no se presentó como nosotros lo aceptamos: como personaje importante, diciendo: acepten
mi autoridad y después Yo les voy a decir que hay que hacer o qué hay que pensar.., Nunca se dio a
sí mismo esos títulos ante el pueblo, más aún sabemos que si alguien decía: "Es el Mesías" lo hacía
callar...
¿Cómo llegó a interesar Jesús? Tiene que haber dicho algo realmente interesante para que la
gente se dividiera totalmente en Israel por o contra Él y para que tuviera un destino trágico, que
significa también el interés que originó.
Jesús es un laico (mucho más oprimido de lo que pueden serlo hoy) que en su tiempo era
aquel que no sabía nada, al cual no se le tenía ningún respeto y frente al cual estaban las
autoridades que decidían qué había que hacer religiosamente...
Entonces, si era un laico, si no despertaba ningún interés ni por su condición social, ni
porque se presentara con títulos, ¿cómo se volvió un personaje decisivo? ¿Qué hizo? ¿Cuál fue su
mensaje?
Jesús propone ciertos valores, cierta manera de vivir o de actuar, ciertos compromisos que a
la gente la entusiasma. Esa es la fe en Jesús.

¿CÓMO ACERCARNOS A LA HISTORIA DE JESÚS? Obstáculos.


No podemos engañarnos, no es tan fácil conocer a Jesús como parece a primera vista.
Cuando vamos verdaderamente a ver esa historia real nos encontramos que tenemos ciertas
dificultades.
1) En primer lugar tenemos muy pocos datos fuera de fuentes cristianas y muy vagos, que
se refieren casi todos a los comienzos de la Iglesia, es decir, los romanos de aquel entonces sabían
que había una secta que adoraban a un tal Jesús que era un judío muerto crucificado como agitador
político, en tiempos de Poncio Pilato, entre muchos otros agitadores que hubo en Israel en aquel
entonces.
Entonces, ¿cómo llegamos a la historia de Jesús? A través de fuentes fundamentalmente
cristianas, lo cual constituye un obstáculo, desde el punto de vista histórico, ya que son datos
aportados muchas veces con una tendencia a engrandecer, a exagerar todo lo que era favorable a
Jesús y a mostrarlo de una manera positiva.
Es decir, tenemos la Biblia, la parte que llamamos Nuevo Testamento, que, como ustedes
saben, son las cartas, los evangelios, etc., escritas por discípulos, si no testigos presenciales, por lo
menos amigos de gente que estuvo relativamente cerca de Jesús de Nazaret.
2) Pero después nos encontramos con otro obstáculo: los primeros escritos que tenemos en
el Nuevo Testamento son cartas (del año 50 aproximadamente, es decir, 20 años después de la
muerte de Jesús), es decir tenemos obras, documentos, que más que relatarnos la historia de Jesús,
ya lo interpretan. Es decir, Jesús no es tanto la persona histórica que hace tal o cual cosa, sino que
Jesús representa tal respuesta para un problema del hombre.
Las narraciones que nosotros llamamos evangelios, nos inspiran más confianza porque
allí aparece Jesús actuando. Tenemos 4 evangelios, pero, el de Juan, sabemos que fue escrito unos
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60 o 70 años después de la muerte de Jesús, por el año 100, es decir, no es muy factible que
hubiera testigos presenciales que estuvieran en esa época, escribiendo sobre Jesús.
Además, en el evangelio de Juan tenemos ciertas cosas que nos desconciertan como su
famoso prólogo: "En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios..."
Es decir; en cierto sentido, cambia la historia, porque Jesús no apareció como Dios cuando empezó
a actuar. Luego, en el versículo 18 del primer capítulo, Jesús se declara y es declarado Mesías por
todo el mundo. En Mateo en cambio hay que llegar al Cap.16 para que Jesús pregunte a los
discípulos: "¿Ustedes quién dicen que soy yo?" Y es la primera vez que Pedro, y eso en privado, en
el círculo de los discípulos, nunca delante de la gente, le dice: "Tú eres el Hijo de Dios, es decir, el
Mesías". Y Jesús parece que lo aprueba, pero Él no se declara Hijo de Dios.
Tenemos que entender un poco cómo se escribía en aquel entonces. Hoy se distingue
mucho más un libro de historia científica de lo que es un libro como los evangelios, que es más
bien lo que hoy llamaríamos una novela histórica, donde el personaje está presentado de manera
bastante fiel, pero a través de acontecimientos que muchas veces el novelista inventa y que sin
embargo sirven para que uno se haga una idea justa, de cómo era.
En los tiempos de Jesús se usaba mucho por ejemplo poner en boca de los personajes
discursos enteros que evidentemente no habían pronunciado pero que reflejaban la situación del
personaje. Es como si Julio César en el momento de ser asesinado le hubiera dicho a Bruto que
esperara que él hiciera un discurso sobre la situación de Roma, y después Bruto lo asesina... Todo
el mundo se daba cuenta que Julio César no tenía tiempo para hacer ese discurso, pero sin embargo
se entendía que era realista, que correspondía a la situación de Roma en ese tiempo.
Lo mismo con Jesús. El evangelio de Juan nos da una interpretación de Jesús. Por ejemplo,
todos esos capítulos de la última cena, discursos largos de Jesús esa noche, probablemente no los
dijo en esa ocasión y corresponden a lo que ellos entendieron después de Jesús.
Bien, esto es para indicarles que el cuarto evangelio no nos sirve mucho desde el punto de
vista histórico.

LOS TRES SINÓPTICOS.


Nos quedan pues tres libritos que se llaman sinópticos porque se pueden leer de una sola
mirada, es decir, los tres traen casi las mismas cosas, aunque, a veces las ponen en un orden un
poco distinto, o introducen modificaciones de acuerdo a lo que cada uno entiende.
Los tres primeros evangelios; 1º, 2º y 3º: Mateo, Marcos y Lucas. Apenas uno los lee se da
cuenta que son más históricos, que tienen más cuidado en relatar las cosas en el orden en que
sucedieron. Por ejemplo decirnos: "Bueno, nosotros no comprendimos lo que quería decir Jesús".
Uno piensa entonces que debe ser un testigo el que está hablando y que comprendieron que Jesús
era el Mesías después de mucho tiempo, o sea, uno se siente más cerca de la historia, pero con
CIERTAS CONDICIONES que creo son importantes.
En primer lugar: los evangelios de la infancia de Jesús son más o menos lo mismo que el
evangelio de Juan. Los exégetas dicen que son creaciones literarias cuando Jesús, en cierto sentido
ya estaba interpretado.
Por ejemplo, el Magníficat, los cantos de la Virgen, las profecías que aparecen sobre Jesús
niño; etc. Parece como si la gente ya supiera que va a restaurar a Israel. Y en realidad, vemos que
más adelante, cuando empieza a predicar, la familia de Jesús lo va a buscar porque pensaban que
estaba loco y entre ellos estaba la madre de Jesús. Fíjense que ese mismo evangelio hace aparecer a
la Virgen desde un principio como sabiendo cuál es el destino de Jesús, comprendiéndolo todo,
etc., y después, cuando llega el momento, que no entendía, que lo creía loco. Vemos entonces que
muchas de las cosas que aparecen allí y las ponen como profecías, son recursos literarios para que
el lector comience entendiendo un poco más a Jesús y no tenga que pasar por todas las etapas por
las que pasaron los testigos.
Nos encontramos pues que los sinópticos tampoco son libros de historia como quisiéramos
tener hoy, ni hay grabaciones, ni documentales sobre 1a vida de Jesús, gracias a Dios. Lo que
tenemos son tres "historias" que empiezan después de su bautismo, en lo que se llama "el
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ministerio público de Jesús". Es decir, cuando después de pasar unos treinta años trabajando en
Nazaret como carpintero empieza a actuar en público. Desde ahí hasta su muerte, tenemos tres
testigos, muy diferentes en su manera de pensar, etc., que nos dan una cierta confianza, porque
presentan a un Jesús muy semejante, de tal manera, que tenemos una certidumbre bastante grande
de que estamos frente a un hecho histórico en grandes líneas, de que Jesús en público actuó así.
Tampoco los sinópticos hacen un libro de historia en el sentido propio de la palabra, ellos ya han
interpretado a Jesús: ya saben quién es.
Marcos, el más sencillo y el que hasta cierto punto es el más histórico de los tres, empieza
diciendo: "Comienzo del evangelio (que significa Buena Noticia) de Jesucristo, hijo de Dios" (que
significa el elegido por Dios para hacer el oficio de Mesías). El que lo lee tiene que hacer omisión
de esto, porque si empieza suponiendo que las palabras que siguen después corresponden a que ya
se ya se sabía que Jesús era Hijo de Dios; estamos perdidos otra vez...
Tenemos que entender que estas palabras se ponen en primer lugar porque están escritos en
el año 70 aproximadamente., es decir, 35 años por lo menos después de la muerte de Jesús, cuando
ya hay una Iglesia cristiana, cuando ya se adora a Jesús como Dios, se lo reconoce como Mesías,
etc., por lo tanto, toda la historia está como iluminada por lo que se supo después.
En segundo lugar, no es solo cuestión de tiempo (no quiero decir que los datos sean tardíos,
sabemos que se recordaban continuamente) lo más importante es que los evangelios están escritos
después de un hecho que fue decisivo para la comunidad cristianas: los testigos de Jesús de
Nazaret lo vieron muerto en la cruz y después tuvieron experiencias de que Jesús estaba vivo de
nuevo y glorioso, es decir, experiencias de resurrección, con las cuales se empieza a reinterpretar
lo que se vivió antes.
¿Se acuerdan de los discípulos de Emaús? Después de la muerte de Jesús ellos piensan que
ya no tiene sentido quedarse en Jerusalén y van por el camino hacia Emaús comentando que les
falló la esperanza que tenían que Jesús iba a liberar a Israel, que lo mataron y que ya se terminó
todo. Es cierto que unas mujeres dicen que lo vieron vivo, pero.... En eso un personaje se les
acerca, les habla, y ellos tienen la experiencia de que Jesús vive. Y lo que ellos tenían como una
falsa esperanza se les convierte en certidumbre, descubren, que Jesús es el que libera a Israel.
Entonces, reinterpretan todo lo que pasó anteriormente de una manera distinta. Es decir, la cruz no
significó que Jesús fracasó.
Las experiencias de la resurrección pasan también de los testigos a los cristianos de ese lugar
que empiezan a descubrir que Jesús es alguien sumamente importante.
Por lo tanto, los evangelios, aun los sinópticos, que parecen más históricos, están hechos ya
desde una interpretación que viene desde el fin de la historia de Jesús, hasta el comienzo. Vamos a
poner un ejemplo: si antes de la resurrección Pedro era el único que había dado con esa idea de que
Jesús es el Mesías, después, todos tienen la certidumbre de que lo es.

EL MESÍAS: Nuevo Moisés.


El Mesías era un personaje esperado en Israel que se suponía iba a venir de parte de Dios
con diferentes funciones, según las opiniones, de la gente.
En el Deuteronomio, que es uno de los libros antiguos de la Biblia, en que se supone que
Moisés da una segunda ley, hay un texto en que dice al pueblo que en los últimos tiempos, Dios va
a mandar otro profeta como él. Entonces, hay una especie de esperanza en Israel de que va a venir
un segundo Moisés a hacer lo que hizo el primero.
Moisés saca al pueblo judío de la esclavitud, lo lleva a través del desierto, lo pone frente a la
tierra prometida, le da la ley de Dios, etc. Todo un período de grandeza; la creación del pueblo de
Israel, la hace Dios por medio de Moisés.
¿Qué pasa entonces? que los cristianos han identificado a Jesús con el Nuevo Moisés.
Entonces Mateo, que es el que tiene más esta interpretación, nos presenta a Jesús dictando una
nueva ley en el sermón de la montaña. Jesús dice seis veces: "Se les dijo a sus antepasados… (no
matarás por ejemplo), pero yo les digo...(no insulten)..."

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"Sermón de la montaña", sin duda alguna ese sermón tuvo lugar en algún lado, según Lucas
lo hizo en el llano. Pero Mateo lo pone en la montaña. ¿Qué sugiere esto? El Sinaí, donde Moisés
recibe la ley de Dios. Es decir, Mateo añade un dato que viene de la interpretación:
El Nuevo Moisés
Y no sólo eso... Ustedes saben que en tiempos de Moisés el faraón quiso matar a todos los
judíos que nacieran y que su hija salvó a Moisés que estaba en una canasta sobre el río... Mateo
entonces trae en el evangelio de la infancia de Jesús que Herodes manda matar a todos los niños de
Belén y que Jesús se salva huyendo a Egipto... Cosa un poco inverosímil porque hubiera quedado
una constancia histórica de eso.
Bueno, lo que yo quería dejar claro, es que en los sinópticos Jesús ya está interpretado como
el Mesías y eso se refleja en muchas partes del evangelio.
O como la profecía de Jerusalén, nosotros podemos suponer que son interpretaciones
posteriores que una vez conocidos los hechos fueron colocados en boca de Jesús, porque así, como
Jesús acusó de impiedad a sus contemporáneos, le atribuyen la predicación de la ruina de Jerusalén
porque es una cosa que compagina con la impiedad, con la inutilidad del templo que Jesús predica.
No se trata de pensar que Jesús sea un personaje totalmente a-histórico, del cual no sepamos
nada, pero cuidado, porque esa historia de Jesús, aún la más sencilla, está ya interpretada a la luz
de lo que llamamos lo post-pascual.
Vemos entonces que, aún los evangelios, hasta cierto punto, tienen más interés en que la
gente crea en Jesús que en transmitir la fe DE Jesús.

- ¿No se habría presentado entonces Jesús en la sinagoga según lo relata Lucas 4? ¿Él
lo va descubriendo después?
Lo que yo les propongo no es separar tal o cual cosa para ver si fue colocada; después o si
esto fue realmente dicho por Jesús, porque es imposible saberlo, sino que hay una serie de cosas
que nos hacen ver que hay ciertas orientaciones básicas que están de acuerdo con eso qué Jesús
dice en la sinagoga de Nazaret: "Yo he venido a librar a los cautivos, dar la vista a los ciegos..."
Hay algo que es fundamental históricamente en Jesús; que tiene relación con eso, entonces importa
poco saber si el texto es exactamente histórico o si Lucas usó una ocasión para ubicar esa
predicación general de Jesús. Lo importante es estar atento a qué se le añadió a Jesús una vez que
se lo reconoció resucitado y qué fue lo que Jesús realmente hizo para interesar a la gente.

Comparando con Artigas.


Muchas veces no se puede hacer una separación exactamente histórica de qué cosas dijo e
hizo y cuáles son interpretaciones, aún de personajes de los cuales tenemos verdadera historia
porque están más cercanos a nosotros.
Artigas por ejemplo es un personaje histórico, pero cuando se empieza a hacer su verdadera
historia, la que nosotros consumimos, Uruguay es un país. No sé si en el mausoleo, pero en el
panteón nacional había una lápida que decía: "Artigas fundador de la nacionalidad oriental''.
Fíjense que eso es una interpretación posterior, cuando existe la nacionalidad oriental.
La preocupación de Artigas era hacer un tipo de federalismo como el de EE.UU. en las
provincias unidas del Río de la Plata. Si le hubieran preguntado si quería ser el fundador de la
nacionalidad oriental, Artigas hubiere dicho que no le importaba eso.
Sin embargo, su historia está hecha con esa base, cosa en la cual él nunca pensó mientras
actuó.
Fíjense que después, hasta cierto punto, toda la historia de Artigas está modificada por el
hecho de que se lo ve y se lo estudia bajo el título de fundador de la nacionalidad oriental, que es
un concepto posterior además.

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También hay de eso en la historia de Jesús. No es para que nosotros nos fijemos después en
cada detalle a ver si lo dijo o no y en ese momento o después, porque nunca llegaríamos a saberlo
con certidumbre. Lo que tenemos que ver es que hay cosas que tienen una coherencia enorme con
su vida, que esas tienen que ser históricas, y que por lo tanto no vienen de ninguna interpretación
posterior.
¿Ven entonces lo que significa que la historia está hecha al revés? En al caso de Artigas,
todavía podemos saber si realmente él estuvo o no en el Hervidero, hay muchos datos… En la
historia de Jesús tenemos que ver esos grandes bloques de cosas que están unidas y ligadas y que
son la base histórica fundamental. Y tenemos que saber cuáles son las influencias de las
interpretaciones posteriores para ponerlo aparte, como menos importante. Eso debemos hacerlo
porque es un personaje mucho más antiguo, que actuó cuando no había elementos históricos
todavía. Jesús no escribió nada. Artigas en cambio hizo escribir a sus secretarios cantidad de cosas
que hoy son documentos.
Fíjense que de Jesús se citan palabras... Ninguno de nosotros podría citar lo que oímos hace
un año sólo de memoria... En los pueblos antiguos, que no tenían escritura, había métodos para
recordar las cosas, repitiéndolas muchas veces o poniéndolas en verso. Por eso es probable que se
hayan recordado palabras de Jesús mucho más de lo que lo haríamos nosotros. Pero aún así, son
muchas las palabras para que se recuerden exactamente como Jesús las dijo. Lo más seguro es
pensar que son tradiciones que la Iglesia recuerda en general y que luego cada uno de los
evangelistas adopta y modifica según él cree se entiende mejor.
O sea, que quitando ciertos elementos, el recuerdo del personaje queda bastante claro en lo
fundamental, que es precisamente lo que aquí estamos haciendo. Llegamos entonces a la fe de
Jesús, a lo que propuso históricamente en Israel antes que Él mismo supiera que iba a morir y
resucitar. Ese entusiasmo de Jesús, su proyecto y su compromiso, son los que suscitaron el interés
de Israel.
Pero, una vez que pasa la muerte y la resurrección de Jesús y se forma la Iglesia, empieza a
ser cada vez más importante la fe en Jesús, Es decir: Jesús es el Mesías, el nuevo Moisés, etc.
Entonces, la historia de Jesús va a ser reinterpretada y en cierto sentido empobrecida.
Entonces, la gente dice: "Yo tengo fe en Jesús, porque es Dios" pero no tienen la menor idea de
qué propuso, ni les importa. Y cuando se enteran lo que Jesús hizo históricamente se llevan flor de
susto; prefieren creer en Él "en blanco''.
Es un poco el lema que le colocaron al Papa en su visita al Brasil: "Jesús es el mismo para
todos". Eso significa que Jesús es Hijo de Dios, Mesías, etc., es decir, la fe en Jesús y todos los que
tienen fe en Jesús son igualmente cristianos. Pero ¡ojo! Porque la FE DE JESÚS distingue a la
gente enormemente. Jesús no fue el mismo para todos: para unos fue una calamidad y para otros
una bendición ("Ay de los ricos...", ''Felices los pobres...").
Con Artigas sucedió lo mismo, cuando él vivía tomó partido por unos contra otros, había
gente que no lo podía soportar, pero actualmente es un héroe y queda en blanco lo que él propuso.
Nosotros estamos haciendo con Jesús la misma manipulación que se hace con Artigas en que
una vez que se lo interpreta como el fundador de la nacionalidad oriental todos estamos de
acuerdo, todos somos artiguistas.
El día en que se nos quiere meter en los conflictos en que estuvo Artigas, nos dividimos
como locos y nos matamos todos.
Lo mismo pasa con Jesús, como Mesías, Hijo de Dios, etc., es lo más inofensivo que hay y
es el mismo para todos. Pero, cuando llegamos a Jesús histórico nos damos cuenta que nadie en la
historia suscita un entusiasmo y un apasionamiento de la gente sin suscitar al mismo tiempo, el
odio y el conflicto en otros. Y ése es el Jesús histórico, por algo lo mataron.
¿Ven la diferencia que hay entre la fe en Jesús y la fe de Jesús?

CRISTOLOGÍAS DE MATEO Y LUCAS.

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Desde el primer siglo en la Iglesia se hicieron distintas interpretaciones de Jesús a la luz de
la resurrección, aparecieron lo que hoy llamamos "crístologías" o tratados sobre Jesús. Cada uno
de los escritos del Nuevo Testamento es una cristología, es una interpretación diferente de lo que
significa para el hombre, Jesús, incluso los tres sinópticos,
Para Mateo, Jesús es el continuador y reformador de la religión judía, la lleva a su
purificación.
Para Lucas es el fundador de una religión nueva.
Entonces, por ejemplo, Jesús habló de que no había que sacar de un vestido nuevo retazos
para un vestido viejo. ¿Qué le hace decir Mateo a Jesús? ''No pongan retazos de tela nueva en un
vestido viejo porque la tela nueva es fuerte y tira de la que ya está vieja y gastada y la rompe
todavía más". ¿Qué es lo que le preocupa a Mateo? El vestido viejo. Para él Jesús es la
culminación del Antiguo Testamento entonces, no hay que traer demasiadas cosas de Jesús porque
el Antiguo Testamento se va a deshacer.
En cambio Lucas dice que Jesús dijo: "No rompan un vestido nuevo para remendar uno
viejo". Es decir: no hay que hacer de la enseñanza de Jesús un retazo del Antiguo Testamento
porque aquí tenemos todo lo nuevo ya hecho entero.
Cada uno lo interpretó de manera diferente, e hizo su propia cristología de palabras que se
recordaban vagamente de Jesús.

CRISTOLOGÍAS DE ARRIBA.
Cuando se interpreta a Jesús desde lo post-pascual, cuando ya se sabe que Jesús es el
Mesías, el Hijo de Dios, Dios mismo (como el evangelio de Juan) el Verbo de Dios, etc., es que
vienen las cristologías de arriba. Cuando comenzamos con el Jesús pre-pascual hacemos una
cristología desde abajo.
Vamos a poner un ejemplo muy claro de una cristología desde arriba: Los hombres estaban
en pecado y Dios quiso redimirlos. Para perdonarles tenían que hacer un sacrificio, como se hacía
en la religión judía, es decir, ofrecerle a Dios una víctima, y como no había ninguna víctima entre
los hombres capaz de borrar el pecado de todos los hombres, Dios hace morir a su propio Hijo.
Entonces, por ejemplo, ya en San Pablo tenemos una frase que no nos llama la atención para
nada porque estamos acostumbrados a las cristologías desde arriba, dice: "Cristo murió por
nosotros, en lugar nuestro fue ofrecido a Dios": Es decir, sabiendo que Dios es el que dirige todo,
sabiendo que Jesús es el Hijo de Dios, empezamos a pensar en el plan que Dios tiene con Jesús y
nos olvidamos que históricamente no murió por nuestros pecados sino por ser un agitador.
Es el peligro que tienen estas cristologías, que nos hacen olvidar y le quitan importancia a
cuál fue la actividad histórica de Jesús y las causas de su muerte. Es decir: Dios se valió de una
vocación, o de que los romanos se equivocaron y le creyeron a las autoridades judías una mentira,
porque se supone que lo que Jesús quería hacer era morir como víctima en sacrificio para que Dios
nos perdonara, a los hombres, nuestros pecados.
Entonces no se comprende lo que aparece en Marcos y Mateo sobre la muerte de Jesús que
desconcertado en la cruz muere diciendo: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" Él
no comprende cómo es que va a morir sin que Dios lo ayude cuando está haciendo una obra que se
supone es la de Dios.
Las cristologías desde arriba tienen el peligro de borrar la cristología histórica, es decir,
cómo Jesús vivió su propia muerte y aparece como cumpliendo un plan de Dios.
Ambas cristologías deberían coincidir, lo que pasa es que a veces una se impone a la otra y
entonces se hace una figura incompleta de Jesús.

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Lucas se distingue por ser muy respetuoso de los apóstoles que, o ya han muerto mártires, o
son los jefes de la Iglesia, y a veces modifica las cosas. Por ejemplo, cuando los hijos del Zebedeo,
Juan y Santiago, le van a pedir a Jesús los dos primeros lugares en el Reino, según los otros
evangelistas, Lucas, como eso no queda bien en gente que era ya por lo menos de dignidad de
obispo, sino para arriba, como para disculparlos, hace que el pedido lo haga la madre.
Por la respuesta de Jesús se ve muy claro que en realidad fueron los hijos.
Pero a Lucas como no le gusta poner una cosa tan obviamente ambiciosa en apóstoles que
eran los jefes de la Iglesia, le da una vueltita para que no aparezca eso.
Y Lucas siente también como una repugnancia en poner que Jesús muere diciendo una cosa
tan angustiosa y le quita lo radical de la muerte de Jesús haciéndolo aparecer como alguien que
está de acuerdo con el Padre y que dice: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Para Juan lo importante es que Jesús es Dios que se encarna, que viene a la tierra a vivir la
vida de hombre y no le importa tanto la historia real de Jesús, el conflicto que desata, ni el
entusiasmo que provoca.
¿Ven? Cristología desde arriba: ¿Cuál es el plan de Dios? Acercarse a los hombres para
hacerse uno de ellos. Entonces se presta menos la atención a toda la historia concreta de Jesús.

FUENTES HISTÓRICAS
Con la prevención que siempre debemos tener en cuenta de lo post-pascual y lo pre-pascual,
vamos a ver cuáles son las fuentes históricas que tenemos de Jesús. Vamos a tomar nada más que
los tres sinópticos; Mateo, Marcos y Lucas, y ver qué fuentes históricas encontramos.
Sabemos que probablemente ninguno de los evangelistas vio a Jesús, ni estuvo presente en
los acontecimientos. El que escribió el evangelio de Mateo, no es el mismo, sino alguien que
conoce mucho mejor el griego. Y ni Lucas, ni Marcos, fueron discípulos de Jesús. De modo que
los acontecimientos les llegan a través de dos fuentes históricas, reconocidas por la mayoría de los
que estudian esto y son:

1) EL EVANGELIO DE MARCOS. Ustedes pueden ver que en general Mateo y Lucas


aunque añaden cosas, siguen a Marcos que es el más simple, el más sencillo, sobre todo en el
aspecto narración, es el que pinta las cosas sin arreglarlas, el que tiene menos discursos de Jesús, y
el que pone su fastidio contra alguno de sus enemigos, o su desánimo, o su desconcierto en la cruz,
mientras que los otros evangelistas tienden un poco a disimular esos aspectos más humanos de
Jesús. O sea que Marcos es una de las fuentes que se ve que Mateo y Lucas han conocido y que lo
siguen.

2) LA FUENTE "Q". Mateo y Lucas tienen una parte que les es común y que no aparece
en Marcos, por ejemplo el Sermón de la Montaña y una buena parte de los discursos y parábolas.
Eso tiene una fuente que se llama "Q" (abreviación de fuente en alemán). Es una fuente histórica
que se supone que Mateo y Lucas han leído (y que Marcos no), sobre todo de discursos de Jesús,
(por ejemplo: Las Bienaventuranzas) y de la cual cada uno hace un uso diferente.
Jesús dijo alguna vez: “Bienaventurados los pobres", pero Mateo y Lucas lo entendieron
cada cual a su manera. Lucas dice simplemente: "los pobres", pero Mateo en cambio le agrega un
"de espíritu", "Felices los pobres de espíritu".
Esto se ve todavía más claro en lo que dice Lucas: "Felices los que tienen hambre'' y Mateo:
"Felices los que tienen hambre y sed de justicia". Fíjense que es completamente distinto, el hambre
es nada más que una metáfora ahí, no se trata de una situación social real, es una virtud, en cambio
para Lucas es no tener qué comer.
¿Ven? Cada uno leyó a su manera lo que encontró en la "Q" y lo puso de acuerdo con su idea
general.

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Lucas le añadió otra cosa a las bienaventuranzas, un "ustedes". Uno dice: ¡qué cosa rara!
¿Estaban ahí presentes? Él dice que Jesús pronunció las bienaventuranzas "levantando los ojos
hacia sus discípulos, dijo: Felices ustedes los pobres...".
El evangelista escribe esto (en el año 70) de tal manera que los cristianos entiendan que la
bienaventuranza está dicha para ellos que son pobres. La saca de la generalidad y se la aplica a la
comunidad cristiana: "Felices ustedes discípulos de Cristo, pobres, perseguidos, hambrientos, etc,
porque de ustedes es el Reino de los cielos".
Es muy interesante hacer un esfuerzo por llegar a la fuente Q, es decir, a lo que tiene más
probabilidad de ser lo que Jesús dijo. Entonces, si sacamos el "de espíritu" de Mateo y el "ustedes"
de Lucas, nos queda la bienaventuranza tal como estaba en la fuente que los dos leyeron y que no
tenemos en ninguno de los evangelios hoy día: "Felices los pobres porque de ellos es el Reino de
los Cielos".

CUATRO ESPERANZAS MESIÁNICAS


Una última observación que tiene relación con criterios históricos para ver la historia de
Jesús: para los sinópticos lo post-pascual es que Jesús es el Mesías. Entonces, es interesante,
para que nosotros podamos descubrir esta influencia, saber cuáles eran las esperanzas de Mesías
que existían en Israel, ya que los sinópticos van a prestarle a Jesús esas características.
Hay 4 grandes expectativas mesiánicas:

1ª EL PROFETA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS (o sea, escatológico).


Ustedes saben que Israel había tenido períodos de cierta grandeza histórica cuando era un
Reino con David, Salomón, etc. Cuando Jesús nace, hacía cinco siglos que Israel era prácticamente
una provincia de imperios extranjeros como el persa, el romano, el griego, etc., o sea, no era un
país independiente, con un porvenir. A esto se junta que en el Antiguo Testamento, en el libro de
Job por ejemplo, se ha perdido la esperanza de que Dios haga justicia en la tierra durante la
existencia del hombre. Durante mucho tiempo, los judíos creyeron que Dios actuaba con el hombre
según éste fuera bueno o malo (para ponerlo en términos claros: que si la selección juvenil ganó en
Ecuador, es porque los uruguayos nos portamos mejor que los otros países, entonces, Dios nos
premia con el campeonato sudamericano). Bueno, (antes que los uruguayos) los judíos se dieron
cuenta de que eso no pasaba así y que a Job le vinieron, encima todos los males sin que hubiera
hecho mucho por merecerlos. Recordarán que los amigos, curiosos, se le acercan para preguntarle
qué pecado enorme había hecho para merecer semejante castigo. Todo el libro versa sobre eso y la
conclusión final es que Dios no hace justicia en la tierra, pero que habrá un tiempo en que sí la
hará.
Dios, que no ha intervenido durante siglos, va a venir en los últimos tiempos a ejercer
verdaderamente su justicia sobre la tierra y va a hacer su reino. Y ese reino va a ser anunciado por
un profeta que se supone es un segundo Moisés o Elías.
¿Por qué Moisés? Porque es el legislador, el que fundó Israel y ahora se va a hacer un
nuevo Israel que va a ser reivindicado y no va a estar humillado, sojuzgado, etc., sino restablecido
en toda su gloria. Lo vimos ya en los evangelios de la infancia de Jesús, en la nueva ley, etc.
O si no Elías. ¿Por qué? Ustedes saben que Elías no murió, sino que, según la Biblia, fue
arrebatado por Dios en un carro de fuego. Entonces suponían que iba a volver para ser el profeta de
los últimos tiempos, ya que él fue quien más luchó contra la injusticia de los reyes.
Esto aparece muchas veces en los evangelios. ¿Recuerdan cuando Jesús pregunta a sus
discípulos: "¿Quién dice la gente que soy Yo?" Y ellos contestan: Elías, es decir, el profeta
escatológico o Jeremías, También en la transfiguración en el Monte Tabor, Jesús aparece dentro de
la nube con Moisés y Elías.

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Había una esperanza vaga de que en los últimos tiempos un profeta iba a venir para
inaugurar ese final de los tiempos en que Dios haría justicia. Jesús es entonces este profeta.

2ª EL HIJO DE DAVID.
Otra profecía que da origen a esperanzas mesiánicas es el Hijo de David. No es siempre una
esperanza escatológica, sino que es la promesa que Dios ha hecho a David de que va a restaurar su
reino poniendo al frente de Israel a alguien descendiente suyo, de su linaje. Entonces, el mesías
que iba a darle otro nuevo esplendor al Reino de Israel que entonces no era más que una provincia,
iba a ser un Hijo de David.
Tanto Mateo como Lucas se esfuerzan por demostrar que Jesús es ese Hijo de David. Por
ejemplo en el milagro del ciego que llama a Jesús "Hijo de David, ten piedad de mí". O en los
evangelios de la infancia: ¿Por qué Jesús nace en Belén? Porque sus padres son descendientes de
David y han tenido que ir a inscribirse a su lugar de origen, lo cual es una especie de ficción
histórica para hacer comprender que Jesús es Hijo de David. Si un censo significara que cada uno
debe ir a su lugar de origen, el país se moriría en tres días. Entonces, es simplemente un
procedimiento literario para hacerlo, comprender así. En otras partes del evangelio en cambio,
Jesús aparece como el nazareno, el galileo, etc., es decir, nacido en Nazaret.
Y otra cosa: los judíos de ese tiempo ya no sabían de que tribu eran, ni descendientes de
quién, y a Jesús se le hacen dos árboles genealógicos (el de Lucas difiere del de Mateo) para
demostrar que es hijo de David.

3ª EL SIERVO DE YAVE.
En la segunda parte de la profecía de Isaías, Capítulo 40 y 50, aparecen poemas sobre el
siervo de Yavé, que da la vida por su pueblo y con eso lo rescata, lo libera. Se duda que eso haya
sido una esperanza mesiánica en el pueblo de Israel porque dicen que nunca se pensó en el tiempo
de Jesús que el Mesías pudiera ser muerto, ser asesinado, ser víctima, que ésa es una idea cristiana
posterior, pero lo que es interesante es que el evangelio, lo toma así. Cuando ven la similitud de
Jesús resucitado y el siervo de Yavé, se dan cuenta que responde a esa imagen en muchísimos
rasgos, e identifican con ella a Jesús. ...

4ª EL HIJO DEL HOMBRE.


Creo que aquí simplemente hay un error, pero se las presento como una posibilidad de la
cual hablan los que estudian esta materia.
Ustedes, saben que Jesús en el evangelio muchas veces en lugar de hablar: yo pienso, yo
digo, etc., utiliza la frase: "el Hijo del Hombre piensa que...". Por ejemplo: "¿Quién dicen que es el
Hijo del Hombre?'' Y los discípulos le contestan. Y después dice: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy
yo?". Fíjense que es lo mismo, "Yo" que "el Hijo del Hombre".
De acuerdo con los estudios en esta materia, en la profecía de Daniel, aparece un "como hijo
del hombre que va a venir sobre las nubes del cielo" que es también un profeta escatológico. Es
una esperanza para los últimos tiempos. Entonces los evangelios identifican a Jesús con esa figura
mesiánica.
Me parece un error simplemente porque en los evangelios que son muy claros al decir que
Jesús nunca permite que lo llamen con títulos mesiánicos, usa Él mismo continuamente la palabra
"Hijo del Hombre". Me parece mucho más seria la opinión de algunos exégetas que dicen que
Jesús la utilizó simplemente para decir "Yo" y que la gente no entendía que se estaba refiriendo al
Mesías. Sería entonces una influencia post-pascual.
En el juicio, cuando le preguntan si es el Hijo de Dios, y Jesús dice: "Sí, y verán al Hijo del
Hombre venir sobre las nubes del cielo", ello es una referencia muy clara a la profecía de Daniel y
ahí sí, Jesús ante sus jueces utilizaría por única vez la expresión reconociéndose el Mesías.

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CRISTOLOGÍAS DESDE ABAJO.

Con esto tenemos más o menos, los criterios históricos más generales para entender cuál es
el bloque fundamental al cual podemos tener mayor confianza histórica.
Entonces, si uno pregunta: ¿Cómo se explica que según los sinópticos Jesús haya nacido en
Belén? Uno inmediatamente dice: ¡Ojo! por 1a tradición de que era hijo de David, ¿Cómo es que
en la transfiguración Jesús aparece con Moisés y Elías? ¡Ojo! Porque eran los profetas que iban a
inaugurar los últimos tiempos...
Pero cuando Jesús dice: “Bienaventurados los pobres", uno dice: ¿y esto, de dónde viene?
Es decir, no tiene una relación con la resurrección, tampoco con la esperanza mesiánica y sí tiene
relación con muchas cosas del evangelio. Entonces yo me doy cuenta que estoy frente a una
tradición cierta de Jesús.
Para saberlo más ciertamente voy a buscar las fuentes: Marcos y "Q".
Y la fuente "Q" yo la voy a reconstruir comparando Lucas y Mateo.
Fíjense como se hace entonces un poco la idea de una cristología desde abajo. Es decir, la
cristología basada en lo que Jesús históricamente dijo e hizo, cómo fue que interesó a sus
contemporáneos, cómo fue que produjo el conflicto, el entusiasmo y el odio que lo llevan a la
muerte. Logramos así reunir abundante material de una gran coherencia con respecto a la historia
posible o plausible de Jesús de Nazaret sin añadirle nada (o por lo menos muy poco) de las
interpretaciones post-pascuales. Esto nos va a servir para comunicar la FE DE JESÚS.

"PALABRA DE DIOS"
Con la Biblia pasa un poco lo mismo que con Jesús. Queremos que la gente crea en la Biblia
antes de que sepa qué hay en ella.
Cuando nosotros actualmente decimos: "Palabra de Dios", cada vez que leemos la Biblia,
¡ojo! que hacemos un anacronismo espantoso. Dios nunca dictó nada a nadie y aunque lo hubiera
hecho, ese alguien de alguna manera tuvo que mostrar que lo que decía era realmente "Palabra de
Dios". Primero escribió alguien que era un hombre un libro entre tantos otros y después vino una
comunidad que dijo: Este libro es una cosa especialísima, aquí tiene que haber intervenido Dios y
por eso lo vamos a llamar "Palabra de Dios".
Nosotros decimos: Esto no lo entiendo, pero es palabra de Dios… tenemos que aceptarla.
Hacemos lo mismo que con Jesús: el cheque en blanco.
La Biblia está compuesta por muchos libros, escritos por hombres, cuyos nombres muchas
veces conocemos, sabemos la época en que escribieron, las características del estilo que tuvieron,
los valores que representaban en la sociedad, etc. Al mismo tiempo se escribían muchos libros más.
¿Por qué entra el libro de Job -por ejemplo- en la Biblia y no otro? Simplemente porque el libro de
Job apasionó profundamente a la gente hasta el punto de decir: "Esto es palabra de Dios" y los
otros interesaron menos.
Cada libro en la Biblia fue puesto ahí, después que la gente lo entendía y le parecía de una
importancia fundamental.
Muchas veces nosotros idealizamos lo que es palabra de Dios, y olvidamos que siempre
viene a través de hombres con limitaciones, así tenemos profetas que tienen muy claras ciertas
ideas, pero luego cuando hacen predicciones sobre lo que va a pasar, se equivocan. Por ejemplo
Jeremías, predijo que todos los que no se subordinaran al rey de Babilonia serían exterminados por
Dios y a él personalmente se lo llevaron los que huyeron a Egipto y la historia nos muestra que la
colonia judía que fue hacia Egipto tuvo una gran prosperidad. Hay que darse cuenta que Jeremías
era un hombre y ese hombre entendió muy bien algo del mensaje, que era cómo veía Dios la
situación de Israel en el momento ése, pero también le añadió su manera de ver las cosas y falló su
predicción.

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En un momento dado, existe en Israel la idea de que Dios actúa con cada hombre según sus
acciones y el que escribió el primer salmo creía eso, dice: "Dichoso el hombre aquel que no va al
consejo de los impíos ni se detiene en la senda de los pecadores, ni se sienta en el banco de los
burlones, sino que se complace en la ley de Yavé y susurra su ley día y noche; es como un árbol
plantado junto a corrientes de agua que da a su tiempo el fruto, y jamás su follaje se pone mustio.
Todo lo que hace le sale bien”.
Frente a esto aparece en la Biblia un libro lo más escandaloso que se puede pensar, es el
Eclesiastés. Es el libro de un escéptico que no cree absolutamente en casi nada, cree que hay un
Dios allá arriba pero que no se preocupa un comino de como le van las cosas a los hombres y que
dice: "A los buenos les va tan mal como a los malos y a los malos tan bien como a los buenos, es
decir, es absolutamente inútil hacer el bien esperando que a uno le va a ir bien". Entonces hace
toda una serie de cosas que son inútiles, que son "vanidad de vanidades" (de vano = inútil). Todo
es inútil, aprender, ser rico, ser bueno, etc., y por supuesto saca las consecuencias que en su época
él tenía por lógicas "porque al final de cuentas todo el mundo muere igual, un caballo o un
hombre, y sus espíritus se deshacen igualmente en el aire y no queda nada, y díganme: ¿Qué
importa que el hombre haya sido bueno o malo?". Y uno dice: ¿Y esto es "palabra de Dios"? Si, es
palabra de Dios. ¿Por qué? Porque en un momento dado hay alguien que descubre una verdad
nueva que es que Dios no mueve los destinos de los hombres según su moralidad. Esa es la gran
profecía del Eclesiastés. Ahora, a esa gran verdad, él añade lo que él entiende que es coherente con
eso; no tienen todavía la menor idea de una vida después de la muerte o de algún lugar donde Dios
haga justicia.
El mensaje del Eclesiastés es importantísimo para el desarrollo de la mentalidad de Israel,
para comprender a Jesús, etc., pero es Dios hablando por una boca humana, que descubre una cosa
pero que todavía no ha descubierto otra.
Yo diría que no tendríamos que leer un pedazo de la Biblia y decir: "Palabra de Dios", sino
que sería mucho mejor, decir: "Y esto pertenece a un proceso que llamamos palabra de Dios", a un
proceso de aprendizaje, de educación que la palabra de Dios hace en nosotros.
Lo mismo los evangelios. Ustedes saben que se escribieron muchos otros, sin embargo, sólo
cuatro entraron a formar parte del Nuevo Testamento, de lo que llamamos "Palabra de Dios"
porque esos cuatro respondieron a lo que la gente buscaba y le importaba realmente.
Entonces el problema para nosotros no es llegar sólo hasta el autor sino llegar hasta Jesús
mismo, antes de que lo interpretaran y dijeran: Es el Mesías, el Hijo de Dios, es Dios y por lo tanto
hay que decir exactamente lo mismo que Él dijo.
Es muy importante tener en cuenta esta inversión de factores que altera todo el producto
primero está el Jesús que habló, que actuó, que interesó, que fascinó, que provocó un conflicto,
etc., y después viene el que eso sea reconocido como "Palabra de Dios",
Pero los evangelios están escritos después de Pascua, no son una crónica escrita al mismo
tiempo que Jesús va actuando o sea que ya ellos a cada palabra de Jesús le dicen: Palabra de Dios,
sin ya poder distinguir por qué interesó antes, cuando nadie sabía que era palabra de Dios eso.
Jesús ni dijo, ni quiso que lo hicieran Mesías, precisamente para que la gente no pasara
demasiado rápido por encima de lo que Él decía y quería hacer y mostrar. Jesús no quería que le
firmaran un cheque en blanco, quería que entendieran su proyecto. En su proyecto hay
evidentemente una revelación de Dios que se interesa por el hombre, de ahí que el hombre
reconoce a Dios cuando se siente profundamente interesado por una cosa.

PREDICACIÓN Y ESTILO DE VIDA DE JUAN BAUTISTA Y DIFERENCIA CON JESÚS


En Israel hay al mismo tiempo dos personas consideradas (después cuando se reflexiona)
como profetas: San Juan Bautista y Jesús. Los dos atraen mucho al pueblo y dan la sensación de
que Dios está diciendo algo a través de ellos. Aunque Mateo les hace decir prácticamente lo
mismo, vemos que los dos plantean cosas fundamentalmente diferentes.

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San Juan Bautista se parece mucho a los antiguos profetas de Israel, viene del desierto
(Israel está bordeado por el desierto de Negev, sobre todo al sur, que ha sido uno de los lugares de
lucha entre israelíes y egipcios).
En Lc. 3,3 o en Mt. 3,1 encontramos lo mismo: (fíjense que es un lenguaje bastante fuerte)
"Juan El Bautista decía pues a la gente que venia a ser bautizada por él: raza de víboras, ¿quien
os ha enseñado a huir (haciéndose bautizar) de la ira inminente?" (de la ira que llega). Es decir, el
mensaje de Juan es: Dios está enojado, cansado de la maldad de los hombres y va a venir a hacer
un juicio.
"Ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles" (fíjense que es una imagen de destrucción,
se acaba el mundo y de acuerdo con los frutos, se va a juzgar a cada uno) "Y todo árbol que no de
buen fruto, será cortado y arrojado al fuego". Es la imagen del juicio donde Dios va a manifestar
su ira. Es un poco el estilo de vida de San Juan el Bautista que es un individuo austero, que apenas
come y bebe, que se viste de una forma de lo más primitiva, áspera, es decir, es un símbolo del
enojo de Dios que llega y que va a poner en orden las cosas que no lo están. Viene para indicar que
todavía se puede escapar de la ira de Dios con medidas de emergencia.
"La gente le preguntaba: ¿qué debemos hacer? Y él respondía: el que tenga dos túnicas que
las reparta con el que no tiene, el que tenga para comer que haga lo mismo". Es lo único que
puede ayudar frente al juicio de Dios que viene: deshacer un poco la injusticia reinante, repartiendo
lo que se tiene.
Después se presentan distintos grupos de gente y San Juan el Bautista también les va a
indicar la moral básica. Dice: "Vinieron también publicanos..." Los publícanos eran funcionarios
públicos que cobraban impuestos (como el Banco de Previsión Social) "y le preguntaban: ¿Qué
debemos hacer?". Entonces, prescindiendo de toda otra cosa, y problemas que pudieran tener, lo
importante para salvarse era por lo menos tener el núcleo más visible de su vida arreglado,
"Entonces les dijo: No exijáis más de lo que está fijado". Es como quien dice a un taximetrista; no
cobre más de lo que está en la tablita fijada por la Intendencia. Nada más que eso. Que no se
aproveche de la ignorancia de la gente para cobrar de más.
"Preguntáronle también unos soldados: Y nosotros ¿qué debemos hacer?". Y él les dijo lo
fundamental que no deben hacer: “No hagáis extorsión a nadie” es decir, no chantajeen a nadie
con el poder que tienen, "No hagan denuncias falsas", precisamente porque la denuncia de quien
tiene un arma detrás hace que el juez también de sentencias falsas, y finalmente "Conténtense con
el sueldo que tienen", que no quieran otro, un segundo sueldo o un tercero.
San Juan simplifica la moral para lo más urgente que es presentarse ante el juicio de Dios.
Esto es lo que caracteriza su predicación.
Y no es falso que Dios le exige al hombre con gran vigor las relaciones con sus semejantes,
pero que vaya a hacer un juicio dentro de cinco días, es la limitación del hombre que está
manifestando eso.
No pensemos que Jesús no tuvo limitaciones, también las tuvo.
Frente a Juan el Bautista se presenta Jesús. Mateo tiene un interés especial en decir que los
dos predican lo mismo, pero él mismo muestra, que son distintos. En una ocasión le preguntan a
Jesús algo sobre San Juan el Bautista y es interesante porque coloca en oposición el estilo de vida
de los dos profetas y les dice que no han reconocido ni a uno ni a otro. Dice (Mt. 11,18) "Vino
Juan el Bautista que no comía ni bebía, que vivía muy austeramente y ustedes dijeron: Es un
endemoniado" es decir, no creyeron en ese profeta que venía con austeridad.
Y vino el hijo del hombre (quiere decir: Yo) que come y bebe y qué dicen ustedes: He aquí
un comilón y un borracho amigo de publicanos y de pecadores". Para que digan que es un comilón
y un borracho, Jesús debió comer y beber por lo menos lo normal. No es un símbolo de austeridad
sino de alegría. Cuando le preguntan a Jesús por qué los discípulos de Juan ayunan y los discípulos
de los fariseos también, y los de Él no, les dice que porque están en plena fiesta de bodas. El
mensaje de Jesús es un mensaje de alegría y su estilo de vida la refleja: come y bebe, participa de
los banquetes, de las cenas, de lo que es la alegría del pueblo. Lo que Jesús anuncia es una noticia
alegre (en griego: evangelio) y Él mismo la define así.

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La noticia de Juan no era alegre; Dios venía a poner fin a un mundo que estaba corrompido
en cambio la que traía Jesús, Él mismo la llama continuamente "evangelio".
Parece por lo tanto muy poco verosímil que Jesús pensara en un fin del mundo o en un juicio
inminente, no parece compatible con su predicación.

MENSAJE DE JESÚS
Tenemos que pensar que un mensaje que alegra al hombre debe afectar su vida, es lo que
hemos visto al hablar de los libros de la Biblia. ¿Por qué fueron puestos en la Biblia? Porque
afectaban la vida del hombre y la enriquecían. Todos los libros del Nuevo Testamento, tratan de
mostrar cómo Jesús enriqueció la vida del hombre.
Es evidente que dentro de las luchas y conflictos históricos que nosotros tenemos en la
historia es muy difícil encontrar una buena noticia que lo sea; para todos, generalmente son
conflictivas, buenas para algunos y malas para otros porque siempre tiene que afectar un plano de
la vida del hombre, o el económico, o el social, o el político, o el cultural. Entonces, por ejemplo:
una sociedad más justa afecta el plano social de la vida del hombre, más cultura, el plano cultural,
etc.
La buena noticia tiene que ser expresada en lo que vamos a llamar una clave. ¿En qué clave
colocó Jesús su mensaje? Quizás pensamos que, Jesús tuvo que colocar su mensaje en el plano
religioso porque es el fundador del cristianismo, que es una religión, pero vamos a ver que en
realidad Jesús eligió para la buena noticia una clave política. Jesús va a mostrar a Dios interesado
en la vida política de Israel. Entonces, ¿Jesús es un político? Nos encontramos con una serie de
textos, en los documentos de Puebla por ejemplo: "No hay que tomar a Jesús por un político...'' o
en el discurso de Su Santidad: "Jesús no fue un político, Jesús no fue un agitador, Jesús no fue..."
"Jesús fue un hombre religioso que nos reveló a Dios" etc.
Las dos cosas no son opuestas. Revelar a Dios significa qué importancia tiene Dios para
cualquiera de los planos concretos de la existencia humana. (Vamos a ver que San Pablo expresa la
importancia de Jesús en el plano de la madurez del hombre, no en el político). Y Jesús expresa la
riqueza de Dios en una reestructuración de la sociedad de Israel. Plano socio-político, si ustedes
quieren, pero con una relación y conflictividad propia de lo político.

CLAVE POLÍTICA DE JESÚS.


Por fuentes no cristianas, el dato más cierto que tenemos sobre Jesús es que fue muerto,
ajusticiado por razones políticas, considerado como agitador. Por documentos cristianos sabemos
lo mismo, sólo que dan una interpretación más justa diríamos, de por qué fue considerado agitador.
Todos los evangelios narran que Pilato lo manda matar cuando los judíos insisten en que él no
puede dejar, sin comprometerse ante el César, que alguien se proclame rey.
Es una rebelión contra el emperador romano. Y Jesús va a la muerte de cruz y le ponen un
título político. Tuvo la muerte de un político, por haberse proclamado rey de los judíos.
Los sinópticos nos muestran que hubo un malentendido en la muerte de Jesús, que la causa
por la que los romanos lo mataron no fue la real. Es decir: las autoridades judías lo entregan a los
romanos y los colocan a estos en una situación que los obliga a matar a Jesús. Pero los evangelios
explican por qué Jesús se había hecho objeto de odio para las autoridades judías, y como ellas no
podían matarlo, denuncian a Jesús como agitador a las autoridades romanas de la provincia de
Palestina, que no pueden hacer otra cosa sin caer en la cólera de los emperadores.
Es importante saber que los romanos no tenían en Palestina sino una autoridad para
mantener el orden público y cobrar el tributo, la sociedad estaba dirigida por otra autoridad, que
era al mismo tiempo política y religiosa, que era al Sanedrín, a cuya cabeza estaban los sumos
sacerdotes. Política y religiosa, porque hace respetar una ley, pero en nombre de una interpretación
de la ley de Moisés.

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Sólo cuando se trata de cuestiones de seguridad nacional intervienen los romanos, nada más.
Es interesante estudiar cómo el Sanedrín llega a asesinar a Jesús mediante el uso de los romanos,
Eso es lo que nos dicen los evangelios.
¿Qué era lo que molestaba en Jesús a las autoridades político-religiosas de Israel? Tenemos
que volver a los comienzos de Jesús y ver cómo se presenta.

TRES PRESENTACIONES DE JESÚS

1) Buena Noticia: Reino (Mc. 1,14-15)


Jesús hace tres presentaciones de sí mismo en donde aparecen prácticamente los mismos
términos. Una es de Marcos (y está en los tres) y las otras dos están en la fuente "Q", propia sólo
de Mateo y Lucas.
En el capítulo l de Marcos, versículos 14 y 15, encontramos que Jesús marchó a Galilea y
proclamaba la Buena Noticia de Dios: "El tiempo se ha cumplido" es decir: el plazo que duró la
esperanza se ha acabado, "El Reino de Dios está cerca", es inminente. (En lugar de la ira inminente
que anunciaba Juan). Tenemos aquí la palabra "Evangelio" que significa Buena Noticia y "Reino
de Dios" que en Mateo aparece como ''Reino de los cielos", que no significa que tenga lugar en el
cielo y no en la tierra. Mateo escribe para judíos su evangelio, y una de sus prácticas y costumbres
era "no usar el nombre de Dios en vano". También se usaba en el catecismo hace unos años. Eso
incluía no jurar por Dios, no blasfemar, etc., y no usarlo sin un cierto respeto. Pero los judíos
llegaron a impedir que se usara el nombre de Dios.
En la antigüedad, "dios" era un nombre común que se aplicaba también a los dioses falsos;
dios es Júpiter, etc. Cada dios tenía su nombre propio, y el de Israel se llamaba Yavé. Los judíos,
por respeto, suprimían ese nombre y ponían Señor (Adonaí) incluso al escribir la Biblia, o se decía:
dios, como nombre común. Y aún "Dios" evitaban usarlo y ponían sinónimos como "el cielo". O
sea que "Reino de los cielos" y "Reino de Dios" es exactamente lo mismo.
Entonces, lo que Jesús predica es: "El plazo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca,
convertíos y creed en la Buena Noticia". Ese es el primer resumen de la predicación de Jesús.
Hoy día para nosotros "Reino" no significa nada, pero en el tiempo de Jesús tenía una
significación política tremenda, es la palabra que estaban usando los zelotas para hacer una
guerrilla contra el Imperio Romano, que buscaba reconstruir el Reino de Israel.
Hacer de Israel un Reino era una tares específicamente política y Reino es la palabra que
utiliza Jesús, que suscita tanto interés y que hasta el último día sus discípulos lo entienden en el
sentido político. Jesús no les va a decir que se vayan, que son burros y no entienden que Él está
hablando de Reino en otro sentido. Recuerden lo que hablamos de los hijos del Zebedeo que piden
un sillón a la derecha y otro a la izquierda, Y aún después, según Lucas, el día en que Jesús sube a
los cielos, (es decir, no han entendido nada de la cruz ni de la resurrección) le preguntan: "¿Hoy es
el día en que van a inaugurar el Reino de Israel?". Dicen: Si no usa el poder ahora que lo tiene,
¿cuándo lo va a usar?
Los discípulos entendieron siempre políticamente la palabra Reino y era lógico que así
fuera, y lo quieren hacer rey a Jesús durante su ministerio. ¿Por qué? Porque Él está continuamente
hablando del Reino y de la venida del Reino y porque manifiesta el poder del Reino a través de sus
milagros.
Entonces, es lógico que cuando llega a Jerusalén la muchedumbre lo recibe aclamándolo:
"Rey de Israel al hijo de David".
Si las autoridades religiosas pudieran hoy aconsejarlo a Jesús, hasta el sumo pontífice le
diría: "Por favor, no me uses esa palabra que después nos va a dar una serie de dolores de cabeza,
porque la Iglesia se va a meter en política..." Bueno, el primero que se metió en política y murió
por su causa fue Jesús que usó a sabiendas una palabra que era fuego en Israel "Reino", Reino de
Dios, que era el Reino de Israel.

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2) Buena Noticia: Pobres (Mt. 11, 2 y siguientes)
Juan el Bautista manda a sus discípulos a preguntar a Jesús si es Él el profeta que ha de venir
en los últimos tiempos. Y Jesús le da una especie de síntesis de lo que está sucediendo junto a Él:
"Vayan y cuéntenle a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los
leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la
Buena Noticia".
La última frase resume lo anterior porque todos los que han sido nombrados antes son
pobres, en el sentido de que les falta la vista, el andar, la vida. O sea, la "Buena Noticia" parece
estar ligada con "pobres". El proyecto de Jesús, lo que Él está haciendo es una Buena Noticia para
los pobres.

3) Reino: Pobres (Mt. 5 y Lc. 6,20)


Este tercer texto es el más interesante desde el punto de vista de la formulación de qué es el
Reino y de qué es el evangelio. La Buena Noticia aquí está en la palabra "bienaventuranza" que
debemos cambiar a nuestro lenguaje común por el término "felices" que fue la palabra griega
empleada por Jesús.
Y es interesante que una Buena Noticia contiene una mala noticia en la versión de Lucas,
que aunque la haya añadido él, es señal de que así lo interpretó: "Ay de ustedes los ricos...".
Normalmente decimos "Ay" a quien va a sufrir, a quien se le da una mala noticia.
Buena noticia, felices, y otra vez aparece la palabra "pobres". "Felices los pobres porque de
ellos es el Reino de Dios". No se trata de hacer ricos a los pobres, sino de hacer humana su
situación, que tengan lo suficiente para comer, que tengan la posibilidad de reír, etc.
También aparece aquí la palabra política "Reino" y esta vez aplicada a los pobres. Fíjense
que en estos tres textos vuelven los términos, Evangelio apareció dos veces directamente y una
indirectamente, Reino dos veces directamente y dos veces aparecieron los destinatarios: los pobres.

Sentido Religioso
Esto es religioso, es una revelación de Dios en el sentido de que con esta formulación Jesús
nos da una Buena Noticia sobre el corazón de Dios, cómo piensa y cómo evalúa las cosas. Es
decir: Dios no puede ver el dolor humano injusto que no viene de las cosas, sino que procede de las
estructuras que los hombres imponen a una sociedad. Sí hay pobres en Israel, es porque hay
alguien que los hace pobres. No se trata de que tengan méritos o no, sino de que hay hombres en
una situación inhumana. Y fíjense que eso es en la tierra, recuerden el "Padrenuestro": "Hágase tu
voluntad en la tierra", eso es el Reino.
Los judíos, para que una idea les quedara bien fija, usaban un procedimiento, llamado el
paralelismo, es decir; decían una frase y después le añadían otra paralela que decía lo mismo, pero
que explicaba mejor la primera. Así en el "Padrenuestro" nosotros pedimos: "Venga tu Reino" este
reino del que Jesús habla, y Mateo, que es judío pone la segunda frase, es decir, la paralela; "Venga
tu reino" ¿qué significa? "Hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo". El Reino de
Dios significa la modificación en la tierra de las cosas como están, para que correspondan, a lo que
Dios quiere. Y Dios no quiere que haya pobres. (Los ricos no le preocupan).
Dios está interesado en humanizar al hombre e impedir que otros lo deshumanicen, o que
viva despreocupadamente en esa situación. Y para eso viene con su reino. Dios va a introducir su
reino, Jesús lo anuncia, está cerca, está llegando y es una buena noticia lógicamente para los
beneficiarios, que son los pobres.
Es Revelación religiosa entonces, porque nos revela la preocupación de Dios por los que
viven en una situación inhumana, y mientras esto exista, Dios va a estar viniendo, interviniendo,
trayendo su Reino para que eso no suceda y el hombre pueda tener todas sus capacidades.

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Sentido Político
Es una revelación de Dios entonces, pero en términos políticos. Es decir, Dios aparece
revelando su corazón en el plano político. Por eso es falso oponer política a religión como si fueran
esferas aparte.
Dios se manifiesta en Jesús, y es una verdadera revelación religiosa, precisamente a través
del proyecto político que tiene sobre Israel una sociedad donde no haya pobres, ni marginados, ni
hombres deshumanizados por las estructuras de la misma.
¿Cuál es la dificultad que tienen Mateo y Lucas en poner las bienaventuranzas tal como
Jesús probablemente las dijo: "Felices los pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos"? La
dificultad es que entre los pobres hay buenos y malos.
Mateo es una persona sumamente prudente, tanto que muchas veces llega hasta decir cosas
incoherentes con tal que no lo entiendan mal desde el punto de vista moral. Es muy moralista y
considera imposible que Jesús haya dicho: "Felices los pobres..." porque entre ellos hoy
delincuentes, se roban entre sí, etc. No todos son un prodigio de santidad. ¿Entonces, cómo es
posible que Dios no tenga en cuenta la moralidad de los pobres? Si se ayuda a sí mismo, si es
trabajador, o si es perezoso...
A Mateo le molesta enormemente que Jesús no diga a qué pobres se refiere, entonces él
supone que debe ser a los pobres virtuosos. Por eso añade virtudes para estar seguro que nadie va a
entender que la bienaventuranza está dirigida a los pobres por ser pobres, a los que lloran por estar
en una situación de aflicción o a los hambrientos por estar en una situación de hambre.
Lo mismo le ocurre a Lucas. Le molesta que el pobre pueda no ser cristiano, entonces
prefiere ponerle un "ustedes" y dirigirla a ellos.
La dificultad fundamental es que Mateo y Lucas miran o escuchan a Jesús con una
mentalidad moralista donde primero se juzga al hombre por sus obras y virtudes para ver si es
digno de un premio. Nunca se va a hacer una promesa independientemente de la moralidad de los
individuos, si es bueno, si adora a Dios.
Muchas veces nosotros, cuando pensamos en los pobres, tenemos predominio de mentalidad
moralista y los dividimos entre los que son dignos de compasión y de trabajo y los que no son
dignos de que nos ocupemos de ellos, en cambio, el que tiene mentalidad política, lo que le choca
es que haya pobres simplemente.
¿Ven como Dios se revela políticamente a través de Las Bienaventuranzas? Dios juzgará
después al hombre, pero primero lo humanizará. Le exigirá al pobre que ame a su prójimo, pero
antes hará de él un ser humano. Esto es lo propio del político, que cuando hace un proyecto de
sociedad, no piensa primero en juzgar a la gente para ver si es digna de entrar o no, piensa
simplemente que una situación de estructura injusta hay que cambiarla y no importa que con esto
se favorezca a un pobre que es criminal. Lo importante es que se favorece una estructura de justicia
mayor.
Por eso le es difícil entender el evangelio a quien no tiene una mentalidad política, porque le
choca, entonces vienen las disquisiciones infinitas que han llenado millones de páginas de libros
para ver quiénes son los pobres de espíritu. ¿Será que una persona con 50 U.R. está en la categoría
de pobre o no? Y una persona que tiene un millón de dólares pero que da cien mil para obras
benéficas, ¿no será "pobre de espíritu"?. Son típicas disquisiciones moralistas.
No porque el evangelio sea político deja de ser religioso, pero mostrado en clave política, es
decir, en una clave inteligible inmediatamente para alguien que mira políticamente una sociedad.
Es importante esta concepción que además tiene relación con cosas que aparecen en el
Evangelio y de que muchas veces no nos damos cuenta.

¿Quién es Satanás en el Evangelio?

17
En general, cuando nosotros hablamos del demonio lo interpretamos, también en términos
moralistas. Satanás es alguien que nos tienta para que quebrantemos una ley. El Satanás del
Evangelio no tiene nada que ver con eso, hay que interpretarlo políticamente.
En Mc. capítulo 5 aparece la curación de un endemoniado. Es un pasaje raro que parece
mito o leyenda, pero dentro del cual hay un simbolismo muy importante. "Y llegaron al otro lado
del mar" a tierra de paganos, del otro lado del mar de Galilea, "a la región de los gerasenos.
Apenas salió de la barca vino a su encuentro un hombre con espíritu inmundo", es decir, un
poseído por los demonios, "que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerlo atado ni
siquiera con cadenas, porque muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas pero él los
hacía pedazos y nadie podía dominarlo. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por
los montes dando gritos e hiriéndose con piedras. Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él
y gritó con gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, hijo del Dios altísimo?" Hijo de Dios es una
proclamación mesiánica. "Te conjuro por Dios que no me atormentes. Es que Jesús le había
dicho:Eespíritu inmundo, sal de este hombre. Y entonces Jesús le pregunta: ¿Cuál es tu nombre?
Le contesta: Mi nombre es legión porque somos muchos" Según algunos esto es un error, debió
decir: "Mi nombre es legionario porque somos muchos de la misma categoría" pero el caso es lo
mismo fuera un demonio o muchos. "Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la
región". Es interesante que el demonio, el que se rebela contra Dios, Lucifer, parece que es una
especie de animal con un gran apego a la querencia. Además es un diablo piadoso, porque se
postró delante de Jesús.
"Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte le suplicaron: Envíanos
a los puercos para que entremos en ellos; Jesús se lo permitió''. Y todavía le hacen una mala
jugada "Los espíritus inmundos salieron del hombre y entraron en los puercos. La piara, unos dos
mil, se arrojó desde lo alto del precipicio, se fueron ahogando en el mar. Entonces los que
cuidaban a los chanchos huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas y salió la gente a
ver que era lo que había ocurrido. Llegan donde Jesús y ven al endemoniado (fíjense la
descripción, es interesante) al que había tenido la legión dentro, sentado, vestido y en su sano
juicio y se llenaron de temor".
"Entonces Jesús sube a la barca y el que había estado endemoniado le pedía quedarse con
él pero Jesús no se lo concedió sino que le dijo: Vete a tu casa donde los tuyos y cuéntales lo que
el Señor ha hecho contigo, que ha tenido compasión de ti".
Si uno hace una comparación del antes y del después (como esas propagandas, antes y
después de usar las píldoras para adelgazar) ¿qué es lo que vemos? El endemoniado no es un tipo
luciferino que quebranta la ley, no. Es un ser infrahumano, marginado de la sociedad. Es
interesante también la falta de lenguaje. Y vean cómo ha cambiado: habla con los demás, puede
dialogar con sus semejantes, sentarse con ellos. Antes era como un animal con un movimiento
incesante e inútil, ahora está en su sano juicio pidiendo una ocupación, el llenar una vocación.
Prescindiendo del aspecto legendario de la narración es interesante el simbolismo que hay:
el Satanás que Jesús ataca no es el moralista que nosotros pensamos sino es el que margina de la
sociedad, el que deshumaniza, vuelve al hombre un animal sin lenguaje, sin sociedad, sin trabajo,
sin vocación, sin nada de las cosas que un hombre, debe tener en una estructura social.
El simbolismo que corresponde al Reino de Dios es el opuesto precisamente al reino de
Satanás. Donde el hombre se humaniza, el Reino de Dios viene, y esa humanización del hombre
está pintada en términos socio-políticos.
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- Ese interés que provocó Jesús ¿no estaría relacionado además con los milagros que
realizó?
Nosotros llamamos milagro a una cosa que nadie puede hacer si no tiene un poder
sobrenatural, que excede las fuerzas humanas.
Milagro signo.

18
En primer lugar, Jesús no los llamaba milagros sino signos o poderes, que usaba para
confirmar la venida del Reino para los pobres, para mostrar que ya empezó a actuar el proyecto de
Dios con poder. No para que digan que Él es Dios. Y sus milagros no son indistintos, para
cualquier necesidad, sino que están hechos en el mismo sentido de su proyecto: volver a dar al
hombre sus capacidades humanas. Por ej. los endemoniados que eran personas que sufrían
enfermedades típicamente deshumanizadoras, como la falta de alguno de los sentidos.
Los milagros de Jesús eran fuerzas del Reino para confirmar la predicación de su mensaje.
Secreto mesiánico
En segundo lugar, el otro dato que es interesante tener en cuenta es lo que Marcos ha
llamado "el secreto mesiánico". Jesús prohíbe que lo llamen Mesías y no quiere ser tomado por un
milagrero. Cuando hace un milagro pide que no lo cuenten pero muchas veces no le hacen caso o
era imposible que no se comunicara. Él no quiere que saquen la conclusión de que es el Mesías.
Jesús quiere que la gente reflexione y continuamente está tratando de rescatar el sentido de su
mensaje del peligro de sus milagros, que la gente lo busque para solucionar problemas inmediatos.
¿Milagro?
En tercer lugar, debemos tener en cuenta que en una sociedad que admitía que cualquier
cosa era milagro no podemos saber si Jesús realmente los hizo o no.
Nosotros vivimos en una sociedad mucho más científica y para admitir un milagro en
Lourdes hay una oficina especial. Además lo que con la ciencia de hoy puede parecer un milagro,
mañana puede no ser declarado tal.
Creo que no vale la pena discutir si fue parasicología lo que hizo en tal ocasión o qué fue,
sino que debemos entender que los milagros encajan perfectamente bien en el mensaje de Jesús,
sobre todo cuando tenemos en cuenta que son la fuerza del Reino ya presente.
¿Cristo tuvo un apoyo que le hizo pensar que las cosas iban a ser distintas? ¿Pensó que
iba a tener éxito?
El evangelio de Lucas dice que "Jesús iba creciendo en sabiduría". Como cualquier hombre
iba entendiendo más las cosas.
Tiene 30 años de reflexiones sobre los cuales no sabemos prácticamente nada. Cuando
aparece nos encontramos con una doctrina ya bastante armada que no sabemos cómo se fue
formando.
¿Hubo variaciones en la conciencia de Jesús durante el trecho que nosotros tenemos en
los evangelios? Probablemente. Muchos exégetas distinguen dos períodos en la vida de Jesús: el
de Galilea y el de Jerusalén.
En el período de Galilea Jesús cree que va a tener éxito y se encuentra con que el pueblo
finalmente no lo sigue y termina con lo que llaman "la crisis de Galilea" en que solo lo reconocen
como mesías sus discípulos. Los demás, desalentados porque lo quieren hacer rey y Él no quiere,
como que le pierden la confianza y le mantienen sólo una simpatía lejana, no se juegan por Él.
Después de "la crisis de Galilea", cuando empieza a subir a Jerusalén, vienen las
predicciones de que allí va a tener que sufrir.
Algunos interpretan eso como un paso en la conciencia de Jesús que se da cuenta que se va a
estrellar sin poder aparente contra las autoridades. Allí sí tienen todo para deshacerlo y ya no va a
contar con el apoyo con que pretendía contar en Galilea.
De todas maneras sabernos muy poco sobre el desarrollo interno de Jesús, tenemos que
contentarnos con los datos que tenemos que dicen que desde el comienzo Él habla de la venida del
Reino y cómo la prepara. (No sabemos tampoco cuánto duró su ministerio, si un año o tres).
Hay quienes ven cierta progresión en la conciencia de Jesús en estas dos etapas, de todos
modos nosotros tomamos como un todo su predicación sin separarlas.
Verdadero Dios - Verdadero Hombre. Cuando decimos verdadero hombre queremos decir
que aunque es verdadero Dios, las dos naturalezas no se comunican, no so confunden nunca. (El

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dogma de la Iglesia lo dice así), Dios no le pasa al Hombre su conocimiento en una especie de
ósmosis, Jesús es verdadero hombre, con sus incertidumbres, y planteos, y precisamente porque es
un hombre que da todo lo que tiene es Dios, Dios es eso en el hombre: el que el hombre dé abso-
lutamente todo lo que tiene a los demás. Eso es Dios y Dios no puede hacer más que eso.
Limitaciones de Jesús. No hay que suponer que Jesús no tuvo limitaciones Por ejemplo,
hablamos del universalismo de Jesús. El universalismo de Jesús es virtual, Él habla a Israel, les
dice a sus discípulos que prediquen la Buena Noticia en Israel, que no vayan a las ciudades de los
paganos.
Jesús además es profundamente judío, hasta el punto que la vez que le pide un milagro la
mujer sirio-fenicia le dice: "No está bien tomar el pan de los hijos y dárselo a los perros". (Tengo
mis dudas de que ésa sea una buena manera de tratar a una persona…) El pan de los hijos
lógicamente es lo que Dios ha mandado a los judíos, es Jesús. Y ésa era la manera normal para un
judío de tratar a los paganos.
También, hasta cierto punto, Jesús fue un profeta engañado, en el sentido de que pensó que
Dios iba a intervenir antes de su muerte para implantar completamente el Reino y se encuentra con
una muerte donde los adversarios del Reino parecen ganar. Y en la cruz, Jesús no veía más que lo
que puede ver un hombre: un fracaso y un dolor inmenso. Yo creo que es importante eso.
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II CONTROVERSIAS DE JESÚS.

Las grandes controversias que tiene Jesús con los fariseos se originan porque ellos se niegan
a tener fe en Él. Para creerle tienen que saber que Dios lo manda. Y la respuesta fundamental de
Jesús es: el único criterio que ustedes tienen para reconocerme a mí son los valores que Yo
practico. Si ustedes están de acuerdo con esos valores, ustedes tienen mí fe y me van a reconocer.
De lo contrario, es inútil que busquen criterios en Dios para ver si hablo en su nombre.
1) En el Capítulo 2, versículo 23 de Marcos tenemos la primera controversia: sobre el
sábado.
"Un sábado cruzaba Jesús por los sembrados y sus discípulos al pasar se pusieron a
arrancar espigas. Decíanle los fariseos: Mira como hacen en sábado lo que no está permitido".
Están buscando desacreditar a Jesús por eso. "Jesús les dice: ¿Nunca habéis leído lo que hizo
David cuando tuvo necesidad y él y los que le acompañaban sintieron hambre? Como entró en la
casa de Dios (es decir, en el templo) en tiempos del sumo sacerdote Abiatar y comió los panes de
la proposición que solo a los sacerdotes es lícito comer?". Es como si hoy alguien que tiene
hambre va al sagrario y se come las hostias consagradas. La cosa es tan grave como eso.
"Y les dijo: El sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado, de manera
que el Hijo del Hombre (Yo mismo) es también señor del sábado", Es decir: no soy el dueño del
sábado porque soy el Mesías, sino porque el sábado está hecho para el hombre y yo, hombre, tengo
derecho a usarlo.
Esta controversia supone una cosa muy importante: no puedo ir a la Biblia para saber qué se
puede hacer en sábado, sino que tengo que saber ya qué es lo mejor para el hombre y estar de
acuerdo con ello.
Aquí hay una cosa inconcebible para los adversarios de Jesús: primero tienen que estar de
acuerdo con lo que humaniza para poder leer la palabra de Dios. Primero tienen que estar de
acuerdo con mi intención humanizadora y luego preguntarle a la Biblia si yo estoy hablando en
nombre de Dios. ¿Están de acuerdo conmigo en humanizar al hombre? Entonces van a reconocer el
Reino de Dios que viene; si no, es inútil que vayan a la Biblia.
Jesús no da argumentos de arriba, sino que pide al hombre arriesgarse primero por su
hermano, es decir, invierte los criterios.

20
Y entonces, fíjense lo que viene enseguida: "Entró de nuevo en la sinagoga y había allí un
hombre que tenía la mano paralizada, estaban al acecho a ver si lo curaba en sábado para poder
acusarlo. Entonces Jesús dice al hombre que tenia la mano paralizada: Levántate ahí en medio. Y
les pregunta: ¿Es lícito el sábado hacer el bien en vez del mal? ¿Salvar una vida en vez de
destruirla? Pero ellos callaron. Entonces, mirándolos con ira, dolorido por la dureza de su
corazón le dice al hombre: Tiende la mano. Él la extendió y quedó restablecida su mano. En
cuanto salieron los fariseos se confabularon con los herodianos contra Él para ver cómo
eliminarlo".
¿Qué es lo que pasa aquí? Otra vez estaban mirándolo para ver si curaba a un hombre en
sábado y Jesús entonces les plantea una pregunta, pero fíjense la trampa que hay en ella. Lo que los
doctores de la ley podían contestar es lo que contesta cualquier cura también: ¿Se puede hacer esto
en domingo o no? ¿Se puede trabajar así o no? Pero Jesús les pregunta: ¿Se puede hacer el bien el
sábado o no? Ellos no lo saben porque tienen respuesta de todas las cosas que se pueden o no
hacer, caiga quien caiga. Es una ley que no está hecha para el hombre sino que está hecha
independientemente de él. Ellos no pueden responder porque han ido a leer la Biblia sin ningún
compromiso previo con la humanización del hombre. Hacer el bien supone que uno ya sabe lo que
es bueno, que uno ya tiene una intención humanizadora, qué es lo que le sirve al hombre, y el
sábado no puede estar en contra de eso.
La trampa de la pregunta es que el criterio tiene que estar ya antes.

2) La segunda controversia la tienen en el Capítulo 7 de Marcos.


Sobre la moral.
Los discípulos comen sin lavarse las manos y los doctores de la ley dicen que eso no está
permitido, Jesús les retruca que ellos usan de las tradiciones en contra de los mandamientos de
Dios y da varios ejemplos.
Si alguien dice: "Yo mi dinero lo doy a la parroquia San Juan Bautista" y tiene padres que
están en necesidad, según las ideas morales de los doctores de la ley, esta persona ya no tiene
ninguna obligación para con sus padres. Sin embargo la obligación con la parroquia no está en
ninguno de los mandamientos y ayudar al padre y a la madre, sí. Han utilizado una tradición contra
lo que Dios quiere.
Pero la polémica sigue y resulta que al final Jesús viene a decir que ni siquiera los
mandamientos de Dios, tal como están en la Biblia, son lo que hace puro o impuro a un hombre.
"No lo que entra por la boca sino lo que sale del corazón es lo que hace puro o impuro al
hombre". Fíjense que es una parábola, una comparación, la boca es un recipiente en donde se
ponen alimentos, el corazón es la fuente de donde salen las cosas.
Los discípulos, que están acostumbrados a la moral de los doctores de la ley, no entienden
bien y después en privado le hacen preguntas sobre esto. Y Jesús les da una explicación:
"¿Tampoco ustedes entienden que todo lo que de afuera entre en el hombre no puede hacerlo
impuro porque no entra en su corazón sino en el vientre y va a parar al excusado?
Y aquí pone Marcos un paréntesis muy interesante: "Así declaraba puros todos los
alimentos” contra una ley que era parte de la ley de Dios, que tiene relación con el primer
mandamiento de no adorar a otros dioses. (Los animales considerados impuros eran los que servían
para la adoración de otros dioses).
Luego sigue: "Y Jesús añadía: lo que sale del hombre, eso es lo que hace impuro o inmoral
al hombre, porque de dentro del corazón del hombre salen las intenciones malas, fornicaciones,
robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraudes, libertinaje, envidias, injurias,
insolencias, insensatez. Todas esas perversidades salen de dentro y hacen impuro al hombre".
Jesús aquí les dice prácticamente da lo mismo que con respecto al sábado: lo importante, lo
decisivo para el hombre es lo que sale de su corazón, o sea los proyectos buenos o malos. La ley
de Dios es exterior al hombre, viene de afuera y eso no es lo que hace puro o impuro al hombre.
Marcos no entendió la parábola, la tomó al pie de la letra, Jesús no se refería a los alimentos:
boca, en el sentido de lo que el hombre recibe ya hecho, ¿ven? Los mandamientos. Es decir, no hay
21
cosas que sean impuras, todo el universo puede ser utilizado por el hombre, el problema es qué
proyecto tiene, si es amar o si es egoísmo.
Entonces, cuando se discute por ejemplo que hay métodos de control de natalidad que son
naturales, son lícitos... Discúlpenme, ¿para qué los va a utilizar? ¿Con qué proyecto?
Eso es lo que Jesús dice; hay que tener suficiente coraje como para decir: Yo quiero a mi
prójimo y voy a ver qué es lo conveniente, y ustedes no pueden controlar mi moralidad con un
libro. Tienen que ver mi proyecto, el Reino. La única forma de juzgarme es por el proyecto que
sale de mi corazón que es precisamente la felicidad de los pobres, los marginados, los que tienen
hambre, etc., antes de ir a la Biblia. En la Biblia dice: no mates, pero también dice que hay que
matar a todo el que hace esto o aquello y personas que han matado (Moisés por ejemplo) son
tenidos como héroes. No se puede tomar como un absoluto lo que dice la Biblia sino ver en dónde
hay que poner el acento. Es decir, Jesús en las controversias, siempre trata a los doctores de la ley
de cobardes, porque no se atreven a presentarse ante Dios con coraje, quieren primero leer lo que
Dios dice y aunque sea la cosa más horrenda hacerla porque "Dios lo dice", entonces "yo estoy
bien con Dios". Ellos se sienten seguros cuando cumplen una letra y lo que Jesús les dice es: hay
que largarse a proyectos de amor, de ayuda a los demás, etc.

3) La tercera controversia está en Mc. 8, 11-13.


La señal del cielo.
"Se presentaron los fariseos y comenzaron a discutir con Él pidiéndole una señal del
cielo..." Siempre lo mismo, antes de estar de acuerdo o en desacuerde con el proyecto de Jesús,
quieren saber si pueden o no tener fe en Él. Entonces le piden una señal del cielo, un milagro que
sea verdaderamente imposible de hacer con la fuerza de la tierra. "Y entonces Jesús, dando un
profundo gemido desde lo íntimo de su ser (como diciendo: ya no hay nada que hacer con esta
gente, me doy contra la pared) les dice: ¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro,
no se dará a esta generación ninguna señal" (la señal es Él).
En Lucas 11, 14 aparece que Jesús estaba expulsando un demonio cuando le preguntan eso:
"Cuando salió el demonio rompió a hablar el mudo y las gentes se admiraron". La preocupación
de los doctores es inmediatamente si lo hace porque tiene la fuerza de Dios o porque tiene la fuerza
del demonio. No les basta la curación para saber si tienen que tener fe en Jesús o no. Otra vez el
mismo problema.
"Pero algunos de ellos dijeron: Por Belcebú, príncipe de los demonios, expulsa los
demonios. Otros para ponerlo a prueba le pedían una señal del cielo". Fíjense en el contexto es
bastante interesante (como lo pone Lucas) porque fue en medio de un milagro donde Él curó a una
persona que no era hombre, porque le faltaba la palabra, lo humanizó, y allí unos dijeron: esto es
ambiguo, puede ser de Satanás. Y otros para salir de dudas sobre si hay que tener fe en Jesús o no,
piden que haga una señal del cielo, una de esas cosas que no se pueden negar que vienen de Dios,
porque entonces, al venir de Dios, cualquier cosa que Él diga estará bien.
Y Jesús contesta a las dos cosas:
- A la cuestión de que sea por el demonio: "Y conociendo su pensamiento les dijo: Todo
reino dividido contra sí mismo queda desolado y cae casa sobre casa, si por lo tanto, también
Satanás está dividido contra sí mismo porque está expulsando a los demonios que ha metido (o
sea, está haciendo cosas contra su propio poder) ¿Cómo va a subsistir su reino? Pero si por el
dedo de Dios expulso yo los demonios es que ha llegado a ustedes el Reino de Dios".
La lógica de Jesús es: la pregunta es tonta, porque donde quiera que un hombre es
humanizado, gana siempre Dios, ya sea enredándolo a Satanás o directamente, Dios está
actuando.
Ésta es la revelación que hace Jesús de Dios. La pregunta está hecha por gente que no se ha
comprometido con la humanización y preguntan: ¿Viene de Dios o del diablo? Como si el diablo,
pudiera humanizar o Dios deshumanizar. ¿Ven? primero hay que tener el compromiso con el
hombre y entonces, después se entiende cuándo está presente Dios.

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El pecado contra el Espíritu Santo.
Inmediatamente después en Mateo (12,31) continúa diciendo: "Por eso os digo: Todo
pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será
perdonada".
En Marcos 3,29 explica esto: "El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón
nunca. Es que decían que Jesús estaba poseído por un espíritu inmundo".
En Mateo Jesús distingue dos blasfemias: contra el Hijo del Hombre y contra el Espíritu
Santo, que en la Biblia es el que hace las obras de Dios, es la fuerza con que Dios actúa. Los
hombres se pueden equivocar sobre Jesús, pueden no tener fe en Él, eso no es lo importante, lo que
es imperdonable, si el hombre realmente no se convierte, es ir contra Dios. Y contra Dios se va
precisamente tomándolo como excusa para dejar al hombre en su deshumanización, como quieren
hacer por ejemplo los que impiden que Jesús cure al hombre de la mano seca en sábado o los que
dicen que es en virtud del diablo que Dios está curando al mudo. Usar a Dios para deshumanizar,
ésa es la blasfemia contra el Espíritu Santo.
Después Lucas (11,21) trae la siguiente parábola: ''Cuando un hombre fuerte y bien armado
guarda su casa, todas sus cosas están seguras, pero si llega uno más fuerte y lo vence, le quita la
armadura en que confiaba y distribuye todo lo que tenía". Fíjense que Satanás es el que
deshumaniza al hombre y le arrebata su humanidad. Jesús es el poder de Dios, más fuerte que el de
Satanás, que devuelve al hombre lo que se le había quitado, por ejemplo: el habla. Vean como todo
está ligado en el Evangelio...
Entonces, la pregunta de esta última controversia es: ¿Cuándo Dios está presente? Y la
respuesta de Jesús es: Si Satanás lo hace, se destruye a sí mismo; con la humanización del hombre
Dios gana siempre. Los que estén de acuerdo con la humanización del hombre tienen que ver que
Dios está actuando aquí, y quien usa a Dios para negar la humanización del hombre, comete el
pecado imperdonable, es decir, la blasfemia contra el Espíritu Santo.
Señales de la Tierra. En Lucas 11 Jesús dice: "Esta generación es una generación
malvada, busca una señal y no se le dará otra señal que la de Jonás". Después habla de la señal de
la reina del Sur, la reina de Saba, que fue a oír la sabiduría de Salomón. Lo interesante es que son
dos señales que conciernen a los paganos. "Porque así como Jonás fue señal para los habitantes
de Nínive, así lo será el Hijo del Hombre para esta generación".
En el libro de Jonás ustedes encontrarán que estuvo tres días en el vientre de una ballena
que después lo dejó en la costa. Todo el mundo sabe el milagro aquel. Pero esa no es precisamente
"la señal de Jonás". Dios le dio a Jonás la misión de ir a Nínive, que quedaba al este de Palestina, a
predicar que si no se convertían Dios iba a destruir la ciudad en 40 días. A Jonás no le gusta nada la
misión que la dan, sube a un barco y se va para al Oeste. Ahí aparece la ballena que lo devuelve a
la costa. Esto no lo ven los ninivitas que están a cientos de quilómetros. Al final del capítulo 3,
Jonás, cansado de luchar contra Dios va a Nínive, que es una ciudad enorme y predica su mensaje.
Los ninivitas que son paganos y no creen en Yavé, reflexionan: ¿Qué garantías tienen de que sea
cierta la profecía de Jonás? Se dan cuenta que su conducta es como para que Dios destruya la
ciudad y resuelven cambiar. (Tienen una cierta sensibilidad histórica). Entonces, Dios suspende el
castigo.
Y Jesús dice: "Los ninivitas serán tratados mejor que esta generación de judíos piadosos
ante el juicio de Dios porque ellos vieron la señal de Jonás y creyeron en ella". ¿Cuál es la señal
de Jonás? Jonás da un camino de humanización y las personas que tienen sensibilidad para percibir
que están haciendo cosas inhumanas, que tienen que cambiar, con las palabras de Jonás se dan
cuenta que se los está llamando a una cosa mucho más humana que tiene que ser de Dios. Fíjense
que Jesús les dice a los judíos: ¿Ustedes piden una señal del cielo? No se las voy a dar, ustedes van
a tener la misma señal que los ninivitas tuvieron en Jonás. Si ustedes tuvieran la misma
sensibilidad que ellos, reconocerían aún en un pagano (para los ninivitas Jonás lo era porque no
venía de parte de su Dios) el proyecto que quiero hacer. Ustedes tienen todos los elementos para
hacerlo. Yo estoy en medio de ustedes y ustedes no reconocen ese proyecto.

23
¿Ven? otra vez: ¿Cómo hacer para reconocer la presencia de Dios? Exactamente como los
ninivitas, viendo lo que es más humano.
La reina de Saba era también una reina pagana. Le dijeron que Salomón tenía una gran
sabiduría y se vino desde su reino a preguntarle a Salomón, a adquirir esa sabiduría. Salomón fue
para ella una señal de humanización.
Son señales no milagrosas, no el poder sino lo que humaniza. Señales en la historia, que no
salen de ella. Eso es lo que da Jesús y sólo las personas que tienen sensibilidad histórica y un
proyecto lo reconocen.
En el capítulo 12 de Lucas, versículo 54, Jesús continúa este tema diciéndoles: "Cuando
ustedes ven una nube que se levanta en el occidente al momento dicen: va a llover y así sucede. Y
cuando sopla el viento sur dicen: viene calor y así sucede, hipócritas, saben explorar el aspecto de
la tierra y del cielo, ¿cómo no exploran por lo tanto este tiempo?". Es decir: "las señales de los
tiempos" (como dice Mateo). Dios no dio señales del cielo, dio señales de los tiempos, o sea se-
ñales históricas. Sólo los que tenían el mismo proyecto de Jesús, es decir, su misma fe, al ver esas
señales las percibieron y tuvieron fe en Él.

Conclusión de las controversias.


En todas estas controversias entonces, aparece un mismo tema: ¿Dónde está presente Dios?
¿Cómo reconozco yo a alguien para tener fe en él? ¿Cómo reconozco yo a alguien como presencia
de Dios? ¿Quiénes reconocieron a Jesús como presencia de Dios? No precisamente aquellos que
estaban consultando a Dios todo el día sin consultar al hombre y a la historia. Aquellos que tenían
un proyecto humanizador son los que dicen: Aquí está Dios.
Nosotros, los cristianos de hoy, somos exactamente igual que los doctores de la ley,
buscamos señales del cielo. Así, vamos con la fórmula del Credo al presidente de la Junta del
Salvador, Napoleón Duarte, y le preguntarnos: ¿Usted cree en esta fórmula? Él dice: Sí señor, soy
demócrata cristiano, por supuesto que creo en esa fórmula. Después vamos a Fidel Castro y le
preguntamos lo mismo y él nos dice: No señor, yo soy ateo, no croo en nada de eso. Entonces
decimos: Dios está con la Junta del Salvador. Nosotros mismos para orientarnos estamos pidiendo
señales del cielo, no somos capaces de decir: ¿Qué es humanizador? ¿Dónde está lo más
humanizador? No estoy diciendo que Fidel Castro lo sea o no, estoy criticando la manera con que
nosotros nos planteamos el problema. Buscamos una señal del cielo que nos diga que una persona
tiene relación con Dios, independientemente del proyecto que tiene. Y Jesús nos dice que estamos
mucho más cerca de un ateo o de un pagano que se preocupe por el hombre que de un cristiano que
no lo hace. Y ese problema viene precisamente de que buscamos la fe en Jesús en lugar de buscar
la fe de Jesús
Puede tener fe en Jesús gente que está precisamente blasfemando contra el Espíritu Santo,
como en el tiempo de Jesús, tenían fe en Yavé y blasfemaban contra Él porque no tenían la fe de
Jesús, es decir, no comprendían lo que Yavé quería hacer. Por eso dejaron pasar nada menos que a
Jesús sin reconocerlo como presencia, como voz y como proyecto de Dios.
Lo mismo nos pasa un poco a nosotros, y ahí el peligro entonces de una fe sin Jesús que
lleve a analizar la historia de la manera como lo hicieren precisamente los adversarios de Jesús

III PARÁBOLAS.
INTRODUCCIÓN: En el resumen de la predicación de Jesús, vimos que hablaba siempre
de "la Buena Noticia del Reino para los pobres" entendiendo por ''pobres" no solamente a aquellos
a quienes les faltaba dinero sino a aquellos que los faltaba salud, y los que estaban bajo un poder
que en aquel entonces se pensaba que era demoníaco, que les sacaba algo que era humano. Por otra
parte, cuando Jesús mismo se compara con Juan el Bautista y dice que Juan era austero, serio, que
ni comía ni bebía, "En cambio el Hijo del Hombre que come y bebe, ustedes le dicen que es un
comilón y un borracho, amigo de publicanos y de pecadores". Aquí hay algo raro... ¿Por qué dice:
"amigo de publícanos y de pecadores”?, si lo fundamental del mensaje era: felices los pobres…
etc. etc. Bueno, Jesús está citando lo que dicen de Él sus enemigos, y a ellos no les gusta decir que
24
es amigo de los pobres o de los enfermos, porque eso es un título de honra, es declararlo una
persona macanuda... Como cuando decimos que Maciel era "el padre de los pobres" (aunque
parece que vivía del comercio de esclavos...). El hecho de que Jesús no sea llamado amigo de los
pobres y de los enfermos es lo que uno diría: un arma ideológica, así como de cualquiera que tiene
una opinión de justicia social inmediatamente dicen: Es un comunista (lo sea o no), es decir, es una
manera de desacreditar su acción porque si dijeran: "Es un amigo de la justicia social", quedarían
mal los que se oponen. Es una trampa ideológica para encubrir y justificar la crítica que se le hace
a Jesús.
Vamos a ir viendo precisamente que en Israel, los pobres, así como aquellos que les faltaban
sentidos, etc., eran tenidos por pecadores, que es la forma en que una sociedad se defiende de
tenerlos.
Normalmente, los vagos en la universidad son los más pobres, son los que tienen que
trabajar, los que no pueden rendir como los que tienen una familia rica que les da las veinticuatro
horas para estudiar. O sea que podríamos decir que en la universidad hay vagos en la medida en
que hay pobres. Lo mismo con los obreros, uno quiere un carpintero y no lo encuentra, o vienen un
día y no más. Y hay quien dice: “Después se queja la gente de que no hay trabajo, el obrero no
trabaja, el pobre es un haragán..." Es más fácil decir: Estoy en contra de los haraganes, que decir:
Estoy en contra de los pobres. Eso mismo es lo que sucedía en Israel.
Ustedes saben que Jesús hablaba arameo y que los evangelios están escritos en griego. Se
cree que la palabra original que Él empleó es "amarets" (pueblo de la tierra) que era un término
arameo usado para referirse a la plebe o a la masa.
En San Juan hay un momento en que los fariseos dicen: "Esa plebe maldita que no conoce
la ley", es decir, los pobres no conocían la ley como la conocían los ricos y los instruidos (que eran
los mismos). Entonces, lógicamente los pobres, a causa del no conocimiento de todos los preceptos
de la ley estaban continuamente faltando a ella. Esto aparece continuamente en el Evangelio, por
ejemplo cuando los discípulos de Jesús, que son pobres, que se ganaban el sustento pescando,
recogen espigas en día sábado o comen sin lavarse las manos, ambas cosas consideradas pecado
por los expertos de la ley.
La manera ideológica de explicar la pobreza en Israel era llamarlos pecadores, es decir,
tienen la suerte que les corresponde. Los publicamos que manejaban el impuesto de los romanos y
por lo tanto se contaminaban con dinero extranjero, eran también una especie reconocida de
pecadores. Entonces publicanos y pecadores es lo mismo que pobres, son los marginados, los
impuros, y la sociedad oculta la opresión que hay y la justifica llamándolos pecadores. Es un arma
ideológica que tienen las autoridades de Israel y que entra de tal manera en la mente de los pobres
que no se rebelan por su suerte porque creen que es la que les corresponde. Acuérdense de la
parábola del fariseo y el publicano. El fariseo está en el templo de pie, dando gracias a Dios porque
no es como los demás hombres, como ese publicano que está ahí atrás. El publicano está de
rodillas, no se atreve a levantar los ojos al cielo, se da golpes en el pecho y dice: "Perdóname
Señor, porque soy un pecador". Él mismo se dice pecador.
Tenemos así una nueva versión de Las Bienaventuranzas que no creemos ciertamente (la de
los pobres, medio arreglándolo, puede pasar), que es cuando Jesús dice a los fariseos que los
publicanos y las prostitutas entrarán antes que ustedes en el Reino de los Cielos. Fíjense que es
prácticamente lo mismo, viene a decirles: Felices los publícanos y las prostitutas porque entrarán
antes que ustedes, doctores de la ley, en el reino de los cielos. Y los doctores de la ley son ahora en
el cristianismo todas las autoridades eclesiásticas: sacerdotes, etc.
Bueno, creo que yo nunca me convencí mucho de que el día que llegue al cielo vayan
delante mío los publícanos y las prostitutas, me cuesta creerlo... Y sin embargo es la misma
bienaventuranza, sólo que traducida al lenguaje de los adversarios. El publicano se vende al
romano para cobrar tributo porque es pobre, la prostituta se vende porque es pobre. Son dos
pecados de la pobreza.
Y cuando Jesús dice: "Entrarán antes que ustedes en el Reino de los Cielos", según algunos
exégetas, no significa que primero van a ir los publícanos y las prostitutas, y después en segunda
fila los doctores de la ley, no, dice "antes" en el mismo sentido que "Antes pasarán el cielo y la

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tierra..." es decir, como en el castellano clásico, "antes" significa: no pasará. Es decir, les dice:
ustedes se van a quedar fuera.

PARÁBOLAS: POLÉMICAS - MORALIZADORAS.


Los evangelios están escritos después de la ruina de Jerusalén, cuando ya ha sido destruido
el templo, el sacerdocio, los doctores de la ley, etc. Entonces, las parábolas de Jesús, dirigidas
contra los adversarios, con clara intención polémica para defender a los pobres y quitarles la
etiqueta ideológica de que son pecadores pierden su sentido y se vuelven moralistas.
Ustedes saben que los sacerdotes tienen que predicar, un día les toca una parábola, tienen
que leerla, y sacarle una consecuencia moral. Entonces, desde el principio, como hay parábolas en
las que costaba sacar una conclusión moral, se la añadieron. Voy a dar dos ejemplos:

- La parábola de los obreros de la viña. Los obreros llegan a distinta hora a trabajar, unos
desde 1a aurora, otros desde el mediodía y otros una hora sólo. Entonces, llega el dueño de la viña
y le dice al mayordomo que empiece a pagar primero por los que llegaron últimos y luego a los
que llegaron primero. Y que les pague un denario, que era lo convenido con los obreros de la
primera hora. Los que trabajaron una hora reciben un denario, los otros también, y cuando les toca
a los que trabajaron desde la aurora, piensan que les van a dar mucho más porque trabajaron más y
reciben un denario.
Entonces se quejan y el dueño les dice: "¿Por qué te molesta que yo sea generoso?" Si yo
quiero hacerles un regalo a éstos que trabajaron una sola hora, por qué les molesta a ustedes, si yo
les di lo que habíamos convenido? (Hay que tener presente que el salario que se da era el mínimo
vital para un día, de haberles dado menos no hubieran podido comer ellos y su familia).
Mateo, que tiene la parábola en el capítulo 20, termina diciendo: "¿Es que yo no puedo
hacer con lo mío lo que quiero? ¿O vas a ver tú con malos ojos el que Yo sea bueno? La moraleja
es: "¿Vas a ver tú con malos ojos el que Yo sea bueno?". Este es el final polémico de la parábola.
Los fariseos se escandalizaron por la predilección de Jesús por los pecadores, por la facilidad con
que les perdonaba y por la dureza de Jesús con los que habían trabajado desde el principio por
guardar la ley hasta el último detalle, es decir: los doctores de la ley. Es una parábola
evidentemente polémica.
Pero Mateo, que escribe cuando ya no existen los adversarios de Jesús, intenta sacarle una
conclusión moral y ensaya dos: una dice: "Porque muchos son los llamados pero pocos los
elegidos". Este es un dicho de Jesús a propósito de otra cosa, el evangelista lo trae aquí porque
todos serían los llamados y ésos de la última hora, los que recibieron un mayor regalo, serían los
elegidos, aunque a todos se les dio lo mismo. Uno ve inmediatamente que esa no es la moraleja, es
la humanización de Dios: a todos darles las mismas posibilidades. En la Iglesia se usa para decir:
miren la cantidad de gente que Dios ha llamado y sin embargo se ha quedado con un grupo peque-
ño que somos nosotros, los cristianos. Se le da una moraleja que no tiene nada que ver con la
parábola pero que en la predicación sirve.
Por las dudas Mateo añade otra y dice: "Así, los últimos serán los primeros y los primeros
los últimos". En la parábola el dueño dice al mayordomo: empieza a pagar, por los últimos hasta
llegar a los primeros, entonces, Jesús ha dicho en otra ocasión que es buena la humildad y mala la
soberbia, que los que ocupen los primeros puestos van o ocupar los últimos... Fíjense que esto no
tiene nada que ver con la parábola, que el hecho de empezar a pagar por los últimos es un artificio
literario simplemente porque la parábola quiere que los de la primera hora protesten y para eso
tienen que saber qué les han pagado a los de última hora, porque justamente contra los que
protestaban es la parábola.
Pero la comunidad cristiana que no sabía qué hacer con la parábola para predicar alguna
virtud, tomó por los pelos una cosita que había en la parábola y lo puso como moraleja.
Esto se lo digo para que vean como en el momento de escribir los evangelios las parábolas
habían sido cambiadas porque no estaban en el mismo contexto.

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La otra parábola le tenemos en Mateo 24, 43 - 44 y es la del ladrón nocturno. Ahí la
moraleja viene al principio de la parábola: "Velad pues porque no sabéis que día vendrá Nuestro
Señor", es decir, que nadie esté seguro de poseer cosas porque Jesús vendrá con el Reino el día
menos pensado. Y entonces viene la parábola: "Entendedlo bien, si el dueño de casa supiese a qué
hora de la noche iba a venir el ladrón estaría en vela y no dejaría que le perforasen su casa". Es
decir, pondría el despertador y a esa hora saldría con un trabuco...
Ahora, fíjense que dice: "A la hora menos pensada va a venir el Hijo del Hombre", eso
significa que siempre va a sorprender, de modo que es inútil velar, así que esto no tiene lógica.
La parábola se usa para una intención piadosa: nunca sabe nadie cuándo va a venir el día de
la muerte, entonces hay que estar siempre velando para que nos encuentre preparados. Ésa es la
moraleja.
En cambio la parábola era polémica: ustedes están muy seguros que el reino no va a venir;
precisamente cuando estén más seguros el Reino va a venir y les va a sacar todo lo que tienen,
aunque estén velando noche y día siempre habrá un descuido.
Más de la mitad de las parábolas que Jesús dijo son claramente de polémica contra sus
adversarios. Las vamos a dividir en cuatro grupos y vamos a hacer una breve síntesis de ellas.

PRIMER GRUPO: Los insensibles a la llegada del Reino.


Estas parábolas son:
• El rico insensato (Lc .12,16)
• El administrador infiel (Lc 16,1)
• El ladrón nocturno (Mt 24,43)

• El mayordomo (Mt 24,45)


• El portero (Mc 13,33)
• Las 10 vírgenes (Mt 25, 1)
Vamos a ver algunas nada más.

- La parábola del rico insensato.


Cuenta que un hombre rico, después de haber tenido una buena cosecha, ve que los graneros
que tiene son todavía pocos, entonces construye otros nuevos, pone toda su cosecha ahí y dice:
Bueno, se acabó el trabajo, ya con esto que tengo almacenado me alcanza para todo el resto de mi
vida, de modo que ahora a festejar, banquetear, pasarla bien, etc. Y la muerte viene ese mismo día
para él. La muerte sirve como comparación en la parábola; así como fue tonto el que acumuló
riquezas que ese mismo día iba o perder, así el reino va a demostrar quiénes son los zonzos en
Israel. El Reino que va a venir le va a sacar a los que tienen poder, dinero, privilegios, etc., para
dárselo a los pobres. Es una parábola polémica contra la falsa seguridad del que ha acumulado.
- Otra parábola es la del administrador infiel, que da tanto trabajo a los curas para
interpretarla en la predicación. A un administrador le dijeron: Bueno, dentro de 10 días
se acabó la administración, a presentar las cuentas. Entonces, él, a todos los que le deben
al dueño les hace firmar vales por mucho menos valor, es decir, afirma sus deudas pero
las hace menores de las que en realidad tienen. ¿Por qué? Porque no pueden pagarlas,
lógicamente.
Cuando el dueño lo supo alabó al administrador porque supo hacerse amigos, que es lo que
después dice Jesús: "Usen el dinero para hacerse amigos en las moradas eternas". Moradas
eternas es sinónimo de Reino de Dios, y ¿a quiénes pertenece el Reino de Dios? a los pobres.

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La riqueza en el mundo está generalmente mal adquirida (de algún robo o alguna estafa o
extorsión, etc., del abuelo o tatarabuelo...) por eso le llaman en el evangelio "riquezas de
iniquidad". ¿Y qué hacer con ellas? Hay que hacerse amigos de aquellos que poseen el Reino para
que nos reciban cuando nos saquen la administración. El pobre es el único que puede introducir al
rico en el Reino en la medida en que reconoce que se le ha hecho un beneficio, se ha jugado por él,
que ha usado la riqueza de iniquidad en una relación de amistad para hacerle más tolerable, más
justa la situación. Es decir, ponerse al servicio del Reino.
Es una parábola polémica en donde se habla de la falsa seguridad. Los insensibles al Reino
son los que se creen seguros y Jesús polemiza con ellos diciendo que el Reino viene y les saca
todo. Por lo tanto, aquel que acumula no sabe que el Reino viene, que lo único que vale la pena es
hacerse amigos de los que lo pueden introducir en él.
-Y la última parábola es la de las doncellas que acompañan al esposo, que se usa
habitualmente para decir que no hay que dormirse, que hay que ser precavidos. Como quien dice:
una caravana de autos y no lleven suficiente nafta, bueno, aquí van con lámparas y no llevan
suficiente aceite de reserva. Y como el novio tarda (esto es una cosa que aparece mucho en las
parábolas, y mucha gente piensa que no viene) se duermen y a cinco se les acaba el aceite, se les
apaga la lámpara. Por lo tanto la parábola dice que velar es tonto porque todas se duermen. La
punta de la parábola está en que cuando anuncian que viene el esposo, las prudentes, como todavía
no ha llegado, dicen: No podemos darles de nuestro aceite porque no va a alcanzar para unas ni
para otras, vayan a comprarlo. Y las tontas encuentran lo más lógico ir. Van, y después llegan por
supuesto tarde, el esposo ya ha entrado y ellas van a golpear a la puerta donde se está celebrando la
fiesta (y ahí está la punta de la parábola) y sale el novio, las encuentra, son las que él ha elegido
para acompañarlo y les dice: "No las conozco". Ellas creían tener derecho a entrar aún llegando
tarde porque eran las amigas del novio y no entran.
Fíjense la seguridad con respecto al Reino de los que son los amigos de Dios en Israel, es
decir, las autoridades que piensan que si el Reino llega, ellos entran los primeros. La punta está en:
no hay derechos, sólo los que están con el novio van a entrar.
Jesús empieza así a atacar a los que han acumulado riquezas o derechos y creen que no les
va a afectar la venida del Reino, son los adversarios de los pobres, los ricos, los poderosos, los que
tienen la religión de su parte y creen tener todos los derechos para el Reino de Dios, si es que llega,
porque como tarda tanto muchos ni siquiera creen en su venida.
Ya van a ver ustedes que hay una especie de mecanismo que va desideologizando. Éste
primer grupo de parábolas es ya muy inquietante para las autoridades porque las desacredita. Si
hay algo políticamente subversivo en Israel es precisamente la desideologización que Jesús hace de
que los pobres tienen la suerte que merecen. En este primer grupo se ve todo lo contrario.

SEGUNDO GRUPO: Dónde está la alegría y la preocupación de Dios.


Estas parábolas son:
- El rico y Lázaro (Lc. 16, 19)
- 3 parábolas que en Lucas se siguen que son:
La dracma perdida
El hijo pródigo
La oveja perdida (Lc. 15)
- El banquete (Lc. 14,16)
- Los niños de la plaza (Mt. 11,16)
Tampoco vamos a verlas todas, sólo algunas.

- La parábola del rico y Lázaro es muy interesante, porque hasta cierto punto es muy
política. Está el rico que come todos los días con amigos y está Lázaro que está allí a la puerta con
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sus llagas, que nadie le lleva comida y los perros vienen y le lamen las heridas (no se dice si eso le
gusta o no). Fíjense una cosa muy importante en la parábola: no se dice que el rico sea malo, ni que
Lázaro sea bueno, simplemente se comparan las dos situaciones, es decir, no se habla para nada de
que exista una diferencia moral sino que hay una diferencia de situaciones extrema. Y cuando
aparece la muerte (muy común en Lucas), la situación es al revés: el rico está sufriendo en el lugar
donde hay fuego, y Lázaro está junto a Abraham en el banquete de la felicidad. Entonces, cuando
el rico pide ayuda, tampoco se le da una razón moral, eso es lo notable, es una traducción de las
Bienaventuranzas: "Hijo, recuérdate que durante tu vida tuviste bienes y Lázaro al contrario
males, y ahora es al revés". El Reino de Dios viene precisamente para ayudar a los pobres. La
alegría de Dios está en hacer felices a los que han tenido tanto que sufrir mientras los otros tenían
todos los bienes y la alegría que podía dar el mundo.
Es una parábola política en la que no hay la menor mención de la moralidad de uno u otro.
La muerte es una figura nada más de lo que va a pasar en la tierra ya con el Reino.
- Otra parábola que ustedes ya conocen es la del hijo pródigo, que es lo mismo que la
dracma perdida o la oveja perdida, muestran que a Dios siempre lo que le interesa más es lo que le
falta: ese hijo que se fue, le interesa más al padre que el hijo que se quedó. No hay ninguna razón
especial para este interés sino que está perdido, en peligro, o sufre, etc., y Dios tiene puesto su
corazón precisamente allí.
- Es una parábola polémica. Los fariseos y los doctores de la ley decían que el corazón de
Dios está con los justos, es decir, allí tiene Dios su alegría y Jesús les retruca: "Hay más alegría en
el cielo por un solo pecador que se convierte (que haga el más mínimo gesto de arrepentimiento)
que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de penitencia".
Jesús acepta por el momento (hasta el grupo 3) que los pobres son los pecadores, son las
ovejas perdidas y de ellas precisamente es de quienes se preocupa Dios. Así, el hijo pródigo: el
padre lo ve antes que él llegue y le sale al encuentro, no lo deja siquiera disculparse y ya está
pidiendo lo mejor de la casa para él. Fíjense que esta parábola era para hacerle rechinar los dientes
a los fariseos y a los doctores de la ley.
Después viene la punta de la parábola que es el otro hijo que se indigna porque el padre
recibe bien al hijo pródigo arrepentido. Es el retrato de las autoridades de Israel que marginan, que
prefieren que el otro hijo se quede lejos, que no se le haga fiesta, que siga esta situación de miseria.
El padre sale y trata de explicarles dónde Dios tiene puesta su alegría: en salvar lo que estaba
perdido y es necesario que nos alegremos por eso. Todas las parábolas polémicas muestran esto.

TERCER GRUPO: Los verdaderos pecadores.


Aquí la cosa se da vuelta, Jesús que hasta ahora aceptaba llamar a los pobres pecadores,
ahora se refiere a quiénes son los verdaderos pecadores, los que disgustan a Dios.
-Tenemos las parábolas de:
• Los viñadores homicidas (Mc. 12,1)
• El deudor despiadado (Mt. 18,23)
• Los trabajadores de la viña (Mt. 20,1)
• Los dos hijos (Mt. 21,28)
• El fariseo y el publicano (Lc. 18,9)
En la parábola del hijo pródigo ya se ve que el verdadero pecador a los ojos del padre es el
hijo mayor, es decir, el que no tiene el mismo corazón que el padre, y no el menor, que puede haber
pecado, pero su falta es más perdonable.
Esto aparece en la parábola del fariseo y el publicano. El fariseo, precisamente, se tiene por
justo y agradece a Dios el no ser como los demás hombres que son pecadores como ese publicano
(y señala al que está atrás) y rezaba en alta voz. El publicano no se atreve a mirar al cielo, se

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golpea el pecho y dice: Yo soy un pecador. Conclusión de la parábola: el publicano volvió
perdonado, el fariseo siguió en su pecado.
¿Quién es el verdadero pecador? El que se decía justo, es decir: el fariseo. El otro es
pecador, porque todos los hombres lo somos, pero en una medida mínima que Dios perdona. Vean
lo importante de esta parábola.
- Lo mismo en los trabajadores de la viña. Los trabajadores de la última hora pueden haber
sido perezosos y haber salido a la plaza solamente a la última hora, pueden haber tenido ese
pecado, pero es inmensamente mayor el pecado de aquellos que quieren que le den menos de lo
vital a aquél que trabajó una hora, para que no se lo iguale con ellos que trabajaron todo el día y
tienen envidia de que Dios sea generoso: "Tú ves con malos ojos el que yo sea bueno" porque
tienen el corazón al revés que el de Dios. Fíjense el verdadero pecado.
Las parábolas son fuertes, todas tienen un sentido político de ir desideologizando a los
pobres, haciéndolos comprender que les han puesto encima algo que no es justo, que no es de Dios,
que es un ídolo, que no tienen que sentirse ellos pecadores, sino que tienen que saber que a los ojos
de Dios, los pecadores son las autoridades religiosas de Israel. (Si hoy predicáramos eso en la
Iglesia, se armaría un lío...)
- Lo mismo el deudor despiadado. El deudor despiadado es el siervo al cual se le perdona
una suma inmensa, lo cual significa que era un gobernador de provincia, o algo así, y luego,
cuando sale, a él le deben una suma pequeñísima que es el salario de unos días de trabajo de un
obrero, y él no quiere perdonarla, cuando a él le han perdonado lo que no podría pagar jamás.
¿Quién es el verdadero pecador? Precisamente el que no tiene el mismo corazón que Dios
que perdonó la deuda grande.
- La parábola de los viñadores homicidas inaugura un tema que ya vamos a ver que es
fundamental, que es el de la responsabilidad. Los viñadores homicidas son aquellos que arrendaron
una viña y cuando llegó el tiempo de pagar, y el dueño les mandó gente para que recibiera el pago,
ellos los maltrataron, los echaron, etc., es decir, no quisieron darle a Dios el fruto por la viña.
La viña siempre fue una imagen de Israel y los que están alquilando a Israel son las
autoridades judías, religiosas y políticas a la vez, que no quieren dar su fruto, lo toman como un
privilegio. Entonces, cuando el dueño les manda a su propio hijo, es muy claro lo que dicen:
"Matémoslo porque éste es el heredero y con eso la viña será nuestra", es decir, vamos a poder
ponernos a Israel en el bolsillo, sin temor, no vamos a tener que ser responsables de nada, vamos a
oprimir a Israel y a sacarle el jugo porque va a ser nuestra.
Cuando la oyeron, los sumos sacerdotes se unieron con los demás para eliminar a Jesús,
porque la parábola tenía un contenido tan político que evidentemente era un peligro inmenso para
ellos si el pueblo la aceptaba.
Ahora leemos eso y tratamos de darle una moraleja lo más inocua, moral o cosa por el estilo,
en el tiempo en que fueron dichas, estas parábolas eran fuego políticamente.

CUARTO GRUPO: la lectura auténtica de la palabra.


El grupo adversario de Jesús se basaba en que ellos sabían interpretar la palabra de Dios,
todo lo que hacían, toda la autoridad que tenían sobre Israel era la de interpretar la ley, la Biblia y
se valían de eso para oprimir a Israel. Entonces, Jesús, en el último grupo de parábolas les enseña
cómo hay que leer la Biblia para entenderla.
En este grupo están las parábolas:
• De los talentos (Mt. 25,14)
• De la sal (Mc. 9,50)
• Las ovejas y los cabritos o el juicio final (Mt. 25,31)
• El buen samaritano (Lc. 29)

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• La higuera (Lc. 13,6)

- Es interesante la parábola de los talentos en el sentido de que la responsabilidad que Dios


da no es parte privilegio de aquel que la recibe sino para que fructifique para otros. Así, el que
devuelve íntegro el dinero que se le dio es juzgado mal por el juez, y es interesante el diálogo entre
ambos cuando el que le prestó el dinero le pregunta por qué no ha rendido fruto ese dinero. Y
entonces, él contesta: "Señor, porque yo te conozco y tú eres amigo de cosechar donde no
sembraste y por eso tuve miedo de perder lo que me diste, lo escondí y ahora te lo devuelvo
íntegro". Y el que le prestó el dinero le dice: "Por tus mismas palabras te condeno, tú sabes que yo
soy amigo. De cosechar donde no sembré..." Dios cosecha donde no sembró, en el sentido de que
une a los hombres para hacer lo que Él no puede hacer, es decir, para construir su Reino.
Él quiso construirlo con las autoridades de Israel y éstas le devolvieron ortodoxamente su
palabra, dijeron: la Biblia se la repetimos de memoria. Y Dios dice: no les di la Biblia para eso sino
para que me ayudaran a lo que yo no puedo hacer. El Reino de Dios es la humanización del
hombre y se construye con la colaboración del hombre.
- Esto aparece en la parábola del buen samaritano. Precisamente los que pasan junto al
herido del camino y dan vuelta como para no verlo y seguir adelante son un sacerdote y un levita,
es decir, los expertos en la ley. Ellos no se acercan porque en la ley dice que no hay que acercarse a
un moribundo, o a un muerto, por razones de pureza ritual o por cualquier otra razón relacionada
con sus deberes religiosos, etc. El samaritano en cambio, es considerado como pagano, que no lee
la Biblia, entonces Jesús dice: ¿Quién entendió lo que Dios quería? ¿Los qué leían la Biblia todo el
día o él que nunca la leyó? Él que nunca la leyó porque tenía un corazón como el de Dios donde lo
primero era humanizar a ese hombre herido allí en el camino.
¿Ven? El que está comprometido con la humanización del hombre puede leer la Biblia que la
va a entender y el que lee la Biblia todo el día sin ese compromiso, no la entienda nunca.
- Otra parábola que es sumamente escandalosa es la parábola del juicio final o de las
ovejas y los cabritos que nosotros la leemos moralmente. Dios, que dio la ley, no juzga según ella
a la gente sino por algo que es previo, es decir, un compromiso con el hombre. Allí donde se vea a
un hombre necesitado, afectado en su humanidad, allí el hombre debe estar y comprometerse. Si
eso se hace la ley se cumple, se entiende. Entonces Dios no tiene necesidad de juzgar de acuerdo
con la letra de la ley porque todo lo que hay en ella es para ayudar a que el herido del camino sea
socorrido, el que tiene hambre sea saciado, etc., porque eso es el Reino de Dios.
El gran pecado de las autoridades de Israel es ser las depositarlas de la palabra de Dios sin el
compromiso previo que hace que hagan exactamente lo contrario de lo que Dios quiere. Vean que
las parábolas son políticas, desideologizadoras, que llaman a los pobres a no obedecer a las
autoridades que no están de acuerdo con el corazón de Dios.
Entonces Jesús es muerto por atacar el mecanismo básico de la opresión, porque su
predicación era una llamada clara a decir que las autoridades no representan a Dios sino que son lo
opuesto a Dios.
¿Por qué? Porque se apoderan de Dios para deshumanizar al hombre, y éste es el gran
pecado imperdonable, el pecado contra el Espíritu Santo.

IV ¿PROYECTO O ANUNCIO?
Surge, ahora una pregunta: ¿Lo que Jesús predica es algo que Dios va a hacer o es un
proyecto que invita a los hombres a comprometerse y actuar? Son dos cosas distintas, ¿no?
San Juan Bautista con su predicación anuncia la venida próxima del juicio de Dios. No se
trata de construir nada sino de que haya como una especie de período de emergencia en que las
cuentas se arreglan, por lo menos en términos globales, para que la gente pueda salvarse ante ese
juicio.
Jesús también anuncia algo que Dios va a hacer: "El Reino de Dios está cerca" que
significa que Dios un día va a intervenir en Israel.
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¿Es un anuncio o un proyecto? Mirando la predicación de Jesús en parábolas que hemos
estudiado y otros elementos que podemos sacar rápidamente, vamos a ver que la conclusión
general es que Jesús entra mucho más en un proyecto que en un anuncio. Un proyecto que Dios
va a terminar de cumplir (con poder, etc.) pero donde una parte importante le toca a la
colaboración de los hombres.

V DESTINATARIOS DE LAS PARÁBOLAS. Tres grupos.


Vamos a ver ahora que con las parábolas Jesús está formando en Israel tres grupos y no dos.
Es decir: está el grupo de los opresores, los que se creen justos, o sea las autoridades de Israel por
un lado y el grupo de aquellos que son los destinatarios del Reino: los pobres, considerados como
pecadores y merecedores de la situación inhumana en que están, y al hablar de pobres también nos
referimos a todos los deshumanizados por enfermedades, y a todos los que están puestos al margen
de la sociedad de Israel, los que son oprimidos, los que lloran, etc.
Estos dos grupos son muy claros, pero con las parábolas Jesús también prepara un tercer
grupo que son los discípulos.

PRIMER GRUPO: Los discípulos.


Es el grupo de sus colaboradores en la preparación del Reino. (Esto es un argumento más
para indicar que es un "proyecto").
En Marcos 4,13 vamos a ver que después de la parábola del sembrador, cuando los
discípulos le preguntan a Jesús qué quiso decir, Él les contesta: "Cómo, ¿no entienden esta
parábola? ¿Entonces, cómo van a comprenderlas todas?". La exigencia para ser discípulo es
comprender el Reino de Dios, no se trata de que comprendan una u otra de las parábolas sino
todas. ''Porque a ustedes se les ha dado el secreto del Reino de Dios". No a todos, a ustedes, y
ustedes son colaboradores míos en la medida en que comprendan el proyecto total. Y Jesús les da
los medios para esto.
En Mc. 4,33 y 34 dice que cuando hablaba en público delante del pueblo, les anunciaba la
palabra de Dios "con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle, no les hablaba sin
parábolas, pero a sus propios discípulos se los explicaba todo en privado", de tal manera que
comprendieran verdaderamente lo que Dios quería hacer con el Reino. Eso es propio de los
colaboradores, es decir, que, hasta cierto punto, los discípulos tendrían que hacer ellos las pa-
rábolas correspondientes a la predicación del Reino como lo hizo Jesús.
Esto trae como consecuencia una cuarta bienaventuranza en la fuente "Q" y ésta sí dirigida a
los discípulos. Recuerdan que si bien Lucas a todas les había puesto en "ustedes", habíamos visto
que originalmente las tres primeras dirían: "Felices los pobres, los que lloran y los que tienen
hambre". Al tomar Jesús la defensa de los pobres contra las autoridades de Israel y acentuar el
conflicto que estaba tapado, va a venir la persecución, evidentemente. Entonces, Lucas y Mateo,
ponen una cuarta bienaventuranza, (a diferencia de las otras tres que están dirigidas para quienes
viene el Reino) que está dirigida a los colaboradores de Jesús que van a tener que sufrir esas cosas
en la construcción del Reino. "Alégrense ese día y salten de gozo porque la recompensa de ustedes
será grande en el cielo porque de ese modo trataron los padres de ellos a los profetas".

La Iglesia.
Si Jesús era profeta, todos sus discípulos tienen que serlo también. Aquí está prácticamente
la fundación de la Iglesia. (En tiempos de Jesús, el pueblo no entra en la Iglesia, entrará después y
ya vamos a ver los problemas y características de esto).
La Iglesia no es un grupo de privilegiados, es un grupo de profetas en favor de los pobres y
los deshumanizados, un grupo que Jesús asume como colaboradores en la venida del Reino,
dispuestos a sufrir como Él las consecuencias del conflicto que éste ocasiona. Y la comunidad que
sigue a Jesús es una comunidad de profetas.

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La Iglesia no tiene sentido para salvar a nadie dentro de ella, sino que está compuesta por
aquellos que siguen a los discípulos en esa tarea de profetismo conflictiva y peligrosa, y que tienen
que estar dispuestos a darlo todo, y aún la vida, por el mensaje que lleva, porque sabe que su
Buena Noticia para unos, es mala noticia para otros. Este es el primer grupo entonces, y a estos
Jesús les dice que tienen que llevar su cruz cada día, etc.

SEGUNDO GRUPO: Los enemigos.


¿Qué función tienen las parábolas para los enemigos de los pobres, de los pecadores, y de
Jesús, etc.?
En Mc. 4, 10-12, después que Jesús ha dicho la parábola del sembrador, dice: "A ustedes se
les ha dado el secreto del Reino de Dios, pero a los que están fuera (los adversarios) todo se les
presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no
entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone". O sea, muy claramente: Dios no quiere que
se conviertan.
Como nosotros somos moralistas y nos imaginamos que el Evangelio también lo es, y no
tenemos la menor idea de que haya que considerarlo en términos políticos, nos escandaliza
enormemente esto de "por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea
que se arrepientan y se les perdone". Pero si lo miramos desde el punto de vista político, es muy
importante para el político que el adversario sea reconocido como tal, que tome su posición de
adversario, para que se vean claros los programas que se plantean. Si está en una situación
ambigua, no se genera el conflicto. La revelación de Dios se va a comprender en la medida en que
se presenten los opuestos a Dios
Jesús no está hablando de que no se les perdone en el juicio final, sino que si en Israel la
gente empieza medio a convertirse y a tener una situación ambigua, no se sabe qué es lo que está
atacando y proponiendo Jesús. El conflicto es necesario para que aparezca claro dónde está la
oposición. Jesús quiere que los adversarios se reconozcan enseguida porque inmediatamente sus
oyentes van a reconocer cuál es el mensaje, qué es lo que Dios quiere, cuál es el corazón de Dios y
por qué.
Entonces es importante que las parábolas están dichas para que no las entiendan, aunque en
muchos lados del Evangelio se ve que las entienden perfectamente bien, y que les dan un fastidio
enorme y que salen de las parábolas dispuestos a eliminar a Jesús.
Entonces, ¿qué es lo que sucede aquí? Un autor, Jeremías, dice: "Las parábolas eran tan
claras que hasta un niño tenía que saber de quién se estaba hablando". "Entenderlas" entonces en
el sentido de aceptarlas y hacerlas propias.
Jesús dice cosas tan enormes en las parábolas, que lo que produce es el choque, es decir: el
resistirse: no entiendo, esto no es de Dios.
No se trata de que sea oscuro el mensaje, porque es demasiado claro y Jesús les está
diciendo eso delante del pueblo que lo capta inmediatamente. Y aparecen las posiciones y cómo
Dios juzga frente a esas posiciones. O sea, toda la enseñanza en parábolas está para hacer tan claro
el conflicto que se vean claramente los adversarios y su actitud tal como es.

TERCER GRUPO: Los pobres.


En Mc. 4, 33-34, que ya hemos leído, refiriéndose al pueblo, aparece qué hacía Jesús: "Les
anunciaba la palabra con muchas parábolas según podían entenderle". Es decir, según las
posibilidades de entendimiento del pueblo. Así que no pueden ser oscuras como parecería indicarlo
el texto anterior. No. Es una manera popular de hablar, con comparaciones que le eran familiares al
pueblo que así podía comprender cuál era la intención de Dios en traer el Reino.
Entendemos ahora algunas como contradicciones que aparecen en el Evangelio, porque a
veces no está bien separado lo que Jesús dice a los discípulos de lo que dice al pueblo.

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Entonces vemos que Jesús les pide a sus discípulos que lleven su cruz cada día, la cruz del
profeta, con todo lo que esto significa, y por otra parte dice al pueblo: "Vengan a mí todos los que
están cansados y agobiados que Yo os aliviaré porque mi yugo es suave y mi carga ligera". Es
decir: vengan a mi proyecto del Reino en lugar de irse a las autoridades que les imponen cargas
que no pueden llevar. (Recuerden otro pasaje en que Jesús dice: "Malditos ustedes fariseos que
imponen cargas que nadie puede llevar y que ustedes ni las tocan con el dedo...")
Los pobres y los pecadores son los cansados y agobiados de llevar la carga de su
marginalización. Si el yugo de Jesús es llevar la cruz cada día, uno dice: me quedo con la de los
fariseos y los escribas de la ley que no exigen llevar la cruz cada día a los hombres, ¿no? Fíjense
como muchas veces los evangelios ponen juntas cosas que estén dichas al pueblo con otras que
están dichas a los discípulos.
A los discípulos se les exige todo y al pueblo, yo diría que prácticamente no se le exige
nada.
El Reino va a venir para los pobres, entiendan o no las parábolas, sean o no discípulos de
Jesús. El ser discípulo de Jesús no es una condición para que el Reino venga a esa persona.
Entonces, ¿para qué las parábolas? Simplemente porque eso ayuda al pueblo a entrar en el
proyecto de Dios que no se hace sin hombres, que necesita colaboradores. Evidentemente el Reino
va a venir tanto más pronto cuanto los pobres se den cuenta de que la opresión que tienen no es de
Dios. La concientización de los pobres es un factor de la venida del Reino y va a servir para su
humanización porque les va a sacar un freno de encima y los va a hacer ponerse más activos en la
búsqueda de ese Reino.

Un nuevo Israel
Fíjense como Jesús prepara el Reino, no se trata sólo de un anuncio de algo que va a venir
por parte de Dios y en el que los hombres no tienen nada que hacer. No, los hombres tienen qué
hacer.
Los tres grupos tienen que cooperar de una manera u otra para que el Reino venga: en forma
profética, conflictiva, etc., para que las autoridades de Israel sean sustituidas por nuevas, por un
pueblo nuevo, por un nuevo Israel.
De ahí entonces que al final de la parábola de los viñadores homicidas Jesús termina
preguntando: "¿Y qué hará entonces el dueño de la viña con los arrendatarios que no le quieren
dar fruto?", y todos los que están oyendo dicen: "Simplemente los echará y traerá a otros que le
den el fruto debido", es decir: Jesús está sustituyendo a las autoridades de Israel por otras que den
el fruto que Dios quiere y es la felicidad de los pobres y marginados en Israel.
Es un proyecto a largo plazo: Jesús se preocupa de una concientización y de preparar
colaboradores para una tarea que no va a hacer Él sólo sino que van a hacer también sus discípulos.

Pero... ¡el Reino no llega!


Aquí tenemos que empezar a pensar: Jesús anunció el Reino y el Reino no vino. Éste es el
problema que vamos a ver ahora.
Hemos visto a Jesús históricamente, en su situación conflictiva, revelando el proyecto del
Reino que Dios tiene, que va a cambiar las estructuras de Israel, que va a hacer felices a los pobres,
saciar a las hambrientos, desmarginalizarlos, etc., y que dice que eso está muy cerca, que va a venir
inmediatamente y luego no viene nada y Jesús muere.
¿Y qué tenemos hoy? Dos tercios de la humanidad que llora porque tiene hambre, porque es
pobre, en una situación inmensamente más miserable que los pobres en Israel. Entonces tenemos
que acordarnos otra vez que Jesús era Dios, pero era verdadero hombre y no había una especie de
comunicación, o de ósmosis, que le avisara al hombre lo que tenía que decir exactamente. Es decir,
Jesús es un profeta como todos los profetas que saben algo fundamental (que el proyecto de Dios
es el Reino), que se ponen a realizarlo, pero que después pueden no saber los plazos en que Dios lo

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va a hacer, o cómo Dios lo va a hacer. Y cuando está buscando la manera de entrarle, diríamos, a
esa sociedad de Israel, y no la encuentra, de pronto, ese conflicto que venía originando le trae la
muerte.

IV EL FIN DE JESÚS
Vamos a ver ahora un poquito ese fin de Jesús que hasta cierto punto hace perder un poco la
fe a los discípulos porque realmente no lo esperaban y que se ve que desconcierta a Jesús que
muere diciendo: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?".
Se ha dicho que Jesús anunció el Reino donde los pobres no serían pobres, los hambrientos
saciados, etc., y lo que vino fue la Iglesia, es decir, como que "le salió el tiro por la culata"; los
pobres, los que lloraban, etc., se quedaron igual, y la Iglesia vino triunfante, con sus templos, con
sus lujos, con su autoridad, etc. Entonces, como algo escandaloso, se puede pensar que Jesús se
equivocó, que anunció y proyectó algo que aún veinte siglos después no le salió.

LO QUE JESÚS ESPERABA.


Muy brevemente vamos a ver lo que Jesús esperaba hasta el momento de su muerte y luego,
qué significa la resurrección.
Lo tenemos en tres lugares del Evangelio, que si bien dan lugar a discusiones y dudas, para
los cristianos ya tienen une solución relativamente clara, aunque a primera vista no lo parezca.
Vamos a verlo en Marcos.
En primer lugar, en el capítulo 9 de Marcos: Jesús ya ha anunciado que el Reino está
cerca, más aun, todo lo que Él hace de bien a los pobres, pecadores, etc., es ya de alguna manera la
presencia de Dios o del Reino, pero en forma débil, porque Él ni sanó a todos los enfermos, ni dio
de comer a todos los hambrientos, ni nada por el estilo. Es decir, el Reino de Dios se ve que ya está
presente porque se anuncia con señales a los pobres la Buena Noticia de lo que Dios quiere hacer,
pero todavía el poder para realizarlo fundamentalmente, no lo tiene.
Jesús tiene poder, políticamente tiene tal poder, aún en Jerusalén, que las autoridades,
escandalizadas por su predicación y por cómo las desacredita, hacen un complot para eliminarlo,
pero tienen miedo del pueblo que sí estaba con Él. El pueblo no era tonto para no darse cuenta que
Jesús con toda su predicación y sus parábolas, los estaba defendiendo.
O sea, que Jesús llegó a equilibrar políticamente el poder de las autoridades de Israel. Y uno
se pregunta: ¿Por qué Jesús no quiso usar ese poder? ¿Por qué cuando lo quieran hacer rey, Jesús
no quiere? Sin duda alguna porque quiere preparar mejor el Reino, pero no le dan tiempo, se
aprovechan de una ocasión y el Reino de Dios no viene.
"Les decía también: Yo les aseguro, que entre los aquí presentes hay algunos, que no
gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios". Esto es una señal de que
todavía no ha venido con poder, y en segundo lugar de que va a venir con poder y lo va a ver esa
generación que está ahí, pero en tercer lugar dice: "algunos" de esta generación lo verán, eso
significa que Él está pensando en un tiempo relativamente largo, no de siglos, pero sí unos años.
Jesús parece contar con un plazo mucho mayor del que cuenta en realidad, es decir, esto puede
haber sino dicho uno o dos años a lo más antes de su muerte. Si hubiera pensado morir en un plazo
tan breve no diría: "algunos de los que están aquí..."
Tenemos entonces un primer elemento: El Reino de Dios va a venir con poder dentro de
esta generación que vio y acompañó a Jesús, pero hay tiempo, todavía hay mucho que hacer.
Un segundo elemento que tenemos sobre la expectativa de Jesús, también muy confiable
por varias razones, son palabras que los evangelios traen en arameo como si se recordara muy
claramente que Jesús las dijo en la cruz. Son palabras de sorpresa y desconcierto:"Eloí, Eloí,
¿lama sabactani?" y ponen después: "que quiere decir: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?". Además son palabras que muchos años después tenían que chocar a aquellos que
ya sabían que Jesús era el Mesías y el Hijo de Dios, ¿cómo muere gritando eso? (Mateo dice: fue
un grito de Jesús).
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Si alguien hubiera querido arreglar esto, hubiera suprimido estas palabras, como hace Lucas,
que pone en cambio: "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu" que son palabras de confianza
y no de desconcierto o de sorpresa.
Tenemos entonces un segundo elemento que concuerda con el primero: Jesús contaba con
un tiempo mucho mayor para llevar a la gente de Israel a comprender el Reino, y entonces sí
transformar todas las estructuras con poder.
Nosotros estamos acostumbrados a decir: Jesús murió por nuestros pecados y nos olvidamos
de algo importante: que los evangelios no narran eso, sino que Jesús murió sin saber por qué
moría, desconcertado, preguntándose: ¿Y mi tarea? ¿Y el Reino que tiene que venir?
Después que se sabe que Jesús es Dios se piensa que su muerte fue un plan de Dios para la
redención de nuestros pecados, etc. Pero en aquel momento son precisamente las malas
autoridades de Israel los que parecen vencer.

¿Por qué si la cosa estaba tan equilibrada, las autoridades pudieron prender a Jesús?
Probablemente se debe a que Jesús en último viaje hace cosas por el Reino que lo apartan
del pueblo porque son desfavorables a éste a primera vista.
Jerusalén es una especie de Punta del Este religiosa, es decir, vivía del turismo. Era una
ciudad chiquita que se llenaba de peregrinos con cada fiesta fundamental del pueblo y que vivía del
templo, de vender cosas necesarias para los peregrinos. O sea, era la población de Maldonado, lisa
y llanamente, que si le cerraban Punta del Este se moría de hambre.
Fíjense que Jesús va a Jerusalén y el pueblo lo recibe triunfalmente porque sabe que está con
él, pero Jesús en primer lugar predica la ruina del templo, o sea la ruina de la mayoría de los
habitantes de Jerusalén, y en segundo lugar, quiere purificar el templo de los negocios que hacía
precisamente el pobre pueblo de Jerusalén, que ciertamente no eran multinacionales las que
vendían palomas o cosas por el estilo.
Jesús aparece de pronto haciendo cosas que lo enemistan con el pueblo y ése es el momento
en que las autoridades ven que pueden intervenir, que el pueblo se ha quedado chocado, que ya no
le es favorable como cuando lo recibió gritando: "Hosanah el hijo de David".
Esto es un poco lo que sabemos por la historia, y el que hayan aprovechado eso parece como
que a Jesús lo desorienta, lo toma de sorpresa, y espera que Dios vaya a intervenir. Dios no
interviene y Jesús va a la cruz.
Tercer y último elemento: los que estudian esto dicen que debe ser histórico, precisamente
porque no pasó, y lo encontramos en los tres sinópticos (y a ninguno de los evangelistas les debe
gustar poner una cosa que no pasó) y es el discurso escatológico.
Pocos días antes de su muerte en Jerusalén, Jesús pronuncia un discurso sobre el fin del
mundo. Lo tienen en Mc.13: "Al salir del templo le dice uno de sus discípulos: ¡Maestro, mira qué
piedras y qué construcciones! Jesús le dice: ¿Ves estas grandiosas construcciones? No quedará
piedra sobre piedra que no sea derruida. Estando luego sentado en el monte de los olivos, frente
al templo (del otro lado del arroyo Cedrón) le preguntaron en privado Pedro, Santiago, Juan y
Andrés: Dinos cuándo sucederá eso". Aquí empieza Jesús un largo discurso donde habla de la
ruina de Jerusalén. (Que es todavía más largo en Mt. y Lc.), pero en un momento dado, habla
directamente del fin del mundo, el fin de la historia: "Mas por esos días, después de aquella
tribulación el sol se oscurecerá, la luna perderá su esplendor, las estrellas se irán cayendo del
cielo y las puertas que están en los cielos serán sacudidas ", es decir, la idea que se hacían
entonces de como acabaría al mundo, "Y entonces verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes
del cielo..."
Inmediatamente después (Mc. 13,30) Jesús dice: "Yo os aseguro que no pasará esta
generación. (Es decir, los que están ahí oyéndolo), hasta que todo esto suceda". Es una profecía no
cumplida, que si está en el Evangelio tiene que ser porque realmente Jesús la dijo, porque
cualquiera preferiría no ponerla. Con todo dice, en el versículo 32: "Pero de aquel día y hora nadie
sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre". Esto defiende un poco la
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profecía, porque "el día y la hora" es como quien dice: el tiempo, el tiempo en que va a pasar todo
esto sólo Dios lo sabe.
Nos preguntamos hasta qué punto esta predicción fue hecha por Jesús en esta misma forma,
una de las posibles explicaciones es que Jesús haya hablado del juicio final diciendo que nadie
sabía el día ni la hora y que haya sido mala comprensión de los discípulos lo de "Yo os aseguro que
no pasará esta generación hasta que todo esto suceda" y que vendría de aquello que Jesús dice:
"no pasará esta generación hasta que vean venir el Reino de Dios con poder". Entonces, una
explicación podría ser que los discípulos, que pensaban como los judíos de su tiempo, y estas ideas
estaban encarnadas en la población de Israel, tomaron esas palabras de Jesús sobre el Reino y las
aplicaron al fin del mundo.
De una manera u otra siempre encontramos un error que está en los evangelistas o en Jesús.
Lo que sí es extraño que Jesús parezca anunciar una cosa más propia de Juan el Bautista que de su
mensaje. Es posible que Jesús haya usado las ideas de su tiempo y así como Él pensaba que la
tierra era llana y no redonda, como todo el mundo en su tiempo, también pensaba que el fin del
mundo iba a venir en poco tiempo, pero ciertamente que todo esto no tuvo lugar durante la
generación de Jesús.

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¿No hay una contradicción en Jesús cuando enfrenta a sus adversarios, con lo que dice
en otra parte del Evangelio de poner la otra mejilla y amar a los enemigos?
Lo que pasa es que como en toda personalidad histórica ninguna clave es total. Nosotros
tomamos la clave político-religiosa, es decir, Jesús revela a Dios fundamentalmente, durante toda
su vida, a través de un proyecto, de una nueva sociedad y por eso lo llamamos político.
Eso no quita que Jesús haya tenido muchas otras facetas, por ejemplo lo que podríamos
llamar enseñanzas morales, que no están inmediatamente conectadas con su acción política, de
cómo viven y tendrían que vivir los hombres entre sí. No supone que eso se haga realidad sólo el
día en que venga el Reino, pero ciertamente que está relacionado. Y Jesús insistió mucho, creo que
eso es importante, no como una especie de moral absoluta, (ninguno de la Biblia predica algo
absoluto que valga independientemente de su contexto, hay que entenderle dentro de él), que uno
de los factores que tiene mucha importancia, sobre todo en el contexto del Reino, en la medida en
que se vaya realizando, es la eficacia de un amor gratuito. Es decir: los hombres están calculados a
amar en la medida en que pueden calcular los beneficios de ese amor: tratar al otro como él me
trata a mí ya es una cosa importante.
Jesús propone que pensemos que muchas veces tiene eficacia (aunque no lo veamos
inmediatamente) el tomar la iniciativa de hacer por otros cosas que nosotros quisiéramos que nos
hicieran. Por ejemplo, si nos obligan a caminar un kilómetro, caminar otro. Eso no parece servir de
nada, y que lo mejor sería retrucar ante un juez para hacerme desandar ese kilómetro que yo hice
obligado. Y Jesús dice: ¿No será más eficaz a largo plazo, en una cosa que no se puede calcular, un
acto gratuito libremente?
No porque sea bueno en sí mismo independientemente de todos los condicionamientos, ni
como política para todos los casos, pero diríamos, a nivel interpersonal que es una cosa muy
específica, nosotros confiamos muchas veces en mecanismos: saludarnos a quienes nos saludan,
etc., y Jesús dice: en lo que Yo propongo hay una gran dosis de asumir riesgos, de gratuidad.
Esa es una faceta de Jesús, pero ¡ojo! no hay que tomarla como la táctica que Jesús usa en su
política, porque en primer lugar, amar a los enemigos significa identificarlos, significa que los
tengo. Entonces Jesús propone, no como una norma absoluta y para siempre, sino como una cosa
que vale la pena pensar, el amor gratuito, el tomar la iniciativa. No hay que introducirlo como que
ésa sea la política de Jesús, es evidente que no la fue, que Él no perdió tiempo con los enemigos,
que no tomó esa iniciativa porque como hombre limitado tenía que usar los medios a su alcance
para su acción. Creo que tenemos que darnos cuenta que Jesús es más grande, más amplio, que la
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clave en que lo ponemos. Y no hay que oponer una enseñanza de Jesús a una actitud suya sin ver el
contexto en que estaba encuadrada la enseñanza y le daba sentido.

VII LA RESURRECCIÓN.
Interesa ahora pasar de ese fin de Jesús, que es un poco la derrota del Reino, a la experiencia
del triunfo que trae la resurrección.
Hasta aquí en los evangelios tenemos relatos que hemos dicho que si los tomamos con
precaución nos dan una base relativamente sólida para conocer la historia que podríamos decir
"verificable" de Jesús. ¿Qué pasó con los relatos sobre la resurrección de Jesús? Nos sorprende un
poco aquí, el que esos relatos parecen ser del mismo tipo que los relatos sobre la vida pública de
Jesús. A uno le gustaría más que hubieran cambiado más claramente de género, y que no se
parecieran tanto a los que contaron antes. Evidentemente Jesús no se pasea por todos lados
después, pero a primera vista, uno tiene la impresión de que los evangelistas continúan como si
nada hubiera pasado.
Vamos a ver ahora ciertas características de esas narraciones de la resurrección que nos
hacen ver que estamos frente a un tipo de literatura diferente, más parecida a los evangelios de la
infancia que a los de la vida pública. Se acuerdan que decíamos que los evangelios de la infancia
son verdaderos teológicamente, es decir, la interpretación de Jesús verdadera está ahí, sin embargo,
es muy improbable que haya nacido en un establo de Belén, o que haya huido a Egipto, etc.
El escritor no quiere darnos ese sentido literario sino que quiere con eso prepararnos a que
entendamos las narraciones de la vida de Jesús ya desde donde él la interpreta. Bueno, algo de eso
pasa con los relatos de la resurrección, voy a indicar algunas características:
La primera característica es que los evangelios dejan de ser sinópticos, que cada cual va
por su lado, incluso Juan, y nos cuentan cosas muy distintas. Tenemos entonces fuentes diferentes.
En primer lugar tenemos a Marcos, pero hay una última parte, que todos los exégetas están de
acuerdo en decir que no es del mismo autor. En la Biblia de Jerusalén, por ejemplo, dice que el
último capítulo no es de Marcos, sino que pertenece a Marcos Nº2.
Con Juan sucede lo mismo, en el capítulo 20 está la conclusión del Evangelio: Jesús realizó
en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Éstas lo
han sido para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios y para que, creyendo, tengáis vida
en su nombre". Ahí termina el libro.
Y después en el capítulo 21 dice: "Después de esto se apareció Jesús otra vez a sus
discípulos a orillas del mar de Tiberíades..." es decir, vuelve a empezar una narración que es de
otro autor aunque esté puesta como apéndice del evangelio de Juan.

El sepulcro vacío.
Si tomamos estas fuentes de narraciones: Marcos 1, Marcos 2, Mateo, Lucas, Juan 1 y Juan
2, sobre Jesús resucitado, encontramos en primer lugar que sólo hay un dato que está en todos que
es el sepulcro vacío, lo cual evidentemente no es lo mismo que decir que Jesús resucitó. Ése es el
único dato histórico en que todos están conformes. Es un hecho que pudieron verificar hasta los
enemigos.
Cuando los discípulos empiezan a predicar que Jesús resucitó, lógicamente el sepulcro está
vacío, porque nadie puede predicar que resucitó si el cadáver está en la tumba. Ese es el único dato
común, después de eso, todas las cosas varían, por ejemplo, según Marcos, Jesús dice a través de
los ángeles, que lo van a ver únicamente en Galilea. Nadie lo ve en Judea, dice: "Vayan a Galilea y
allí lo verán".
En Mateo hay una única aparición y es en Galilea, no se sabe a cuantos discípulos.
En Lucas las apariciones de Jesús sólo tienen lugar en Jerusalén o en sus alrededores como a
los peregrinos que iban a Emaús.

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En Juan, todas las apariciones tienen lugar en Jerusalén. En cambio en Juan 2, se trata de
una aparición en Galilea, que no es la misma que cuenta Mateo.
Ustedes ven que los evangelistas no se pueden poner de acuerdo y que ellos mismos,
sabiéndolo, están contando cierto tipo de experiencias que no son verificables.
La segunda característica de los relatos, son las palabras que Jesús dijo. En primer
lugar: son muy distintas y en segundo lugar, no son palabras en que Jesús diga algo nuevo.
San Lucas dice simplemente que les habló acerca del Reino de Dios (Hechos 1,3) durante
los días en que estuvo resucitado (Tampoco es claro cuántos fueron esos días. En un lado Lucas
dice que 40, en otra parece que fuera sólo uno).
Si vamos a San Pablo parece que Jesús se apareció resucitado varios años a distinta gente.
Abre sus inteligencias.
Vemos que en general se trata más bien de una comprensión de lo ya dicho que de nuevos
datos. Es decir, Jesús resucitado hace comprender cosas que ya ha dicho antes y que no habían
comprendido. Por ejemplo, Lucas, no dice qué les dijo Jesús a los discípulos reunidos en Jerusalén,
sino que "Abrió sus inteligencias para que comprendieran las escrituras y les dijo: Así está escrito
que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día".
¿Se acuerdan de las profecías de Isaías sobre el servidor que iba a morir por los demás?
Jesús les hace comprender que su pasión no es una derrota, como ellos han creído, sino que ya
estaba predicha en la escritura, que es un plan de Dios que no se ha destruido sino que sigue
adelante.
En Lc. Capítulo 24 por ejemplo, los discípulos que van a Emaús, dice: "Empezando por
Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre Él en todas las
escrituras''. Es decir, les da una nueva comprensión, no añade datos nuevos.
En Juan capítulo 20 versículos 22, 23, Jesús les dice: "Recibid el Espíritu Santo, a quien
perdonéis los pecados les quedan perdonados, a quienes se los retengáis, les quedan retenidos".
Jesús ya les había dicho: "Les doy las llaves del cielo, a quienes les retengáis los pecados, les
quedan retenidos..." ahora, simplemente les hace comprender lo que ellos no habían comprendido:
que tenían el mismo poder de Jesús para perdonar pecados.
Es interesante que los evangelistas ponen también cosas descubiertas mucho tiempo después
como descubiertas en la resurrección. Así por ejemplo en Mateo 28,18 Jesús resucitado les dice:
"Id pues y haced discípulos a toda la gente (es decir, los pueblos paganos) bautizándolos en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". Es decir, comprenden entonces la misión de ir a
las ciudades de Israel, no a los paganos,
El evangelista pone en labios de Jesús algo que ni siquiera después de la resurrección
entendieron. La prueba de eso es que en los Hechos de los Apóstoles, san Pedro va al puerto de
Jaffa y allí, mientras está durmiendo en la azotea, tiene una visión en que le traen un mantel con
toda clase de alimentos puros e impuros y una voz le dice: Pedro come. Y él dice: No Señor,
porque hay cosas que no puedo comer. Entonces la voz le dice: Lo que tú llamas impuro Dios lo ha
purificado. Inmediatamente de eso el centurión Cornelio lo manda llamar, le pide que le explique
el mensaje de Jesús y luego le pide ser bautizado. Pedro lo bautiza contra lo que él pensaba que
había que hacer y cuando vuelve a Jerusalén le piden cuentas de lo que ha hecho. (Cornelio fue el
primer pagano bautizado). Y Pedro tiene que justificarse diciendo que si el Espíritu Santo vino para
los paganos él no es quien para oponerse al Espíritu Santo.
¿Ven? Esto fue descubierto después en relación con Jesús resucitado que ya no tiene límites,
pero lo ponen en boca de Jesús resucitado como diciendo: nos hizo comprender, aunque no ese
mismo día, que su mensaje era para todos los hombres.
Tercera característica de los relatos es que Jesús es difícil de reconocer. Jesús se aparece,
tienen dificultad en reconocerlo. Lo reconocen al cabo de cierto tiempo, porque les hace acordar
algo de lo que Él hizo viviendo con ellos en la tierra: las llagas de Jesús en la cruz por ejemplo, o
la manera de partir el pan, o cuando Jesús le dice: "María..." que era como históricamente la
llamaba.

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Lo mismo a la orilla del lago de Tiberíades, lo reconocen porque les hace hacer otra pesca
milagrosa como aquella que hicieron al principio de su vocación de apóstoles. Jesús muestra una
parte de su historia para ser reconocido.
Pero, ¿cuál es la parte irreconocible? El que Jesús vive otra vida, ya no tiene límites, tiene
poder, se acerca a ellos en cualquier lugar, sin que valgan puertas, ni cerraduras, ni paredes. Allí
descubren que Jesús tiene algo de Dios, aunque tardan mucho en llamarlo Dios.
La cuarta característica es que Jesús sólo se aparece a los que tienen fe en Él. Se
manifiesta a los que han participado con Él en las buenas y en las malas, a los que no tienen fe en
Él porque lo vieron en la cruz, pero que tuvieron sus mismos valores y participaron de su
entusiasmo.
Fíjense qué oportunidad perdida la de presentarse ante el Sanedrín y decirles: ¿Así que
ustedes no tienen fe en Mí? - Bueno, ahora vean...
La resurrección no es una prueba que los discípulos puedan dar: ustedes lo vieron muerto y
ahora está vivo. No pueden hacerlo. Jesús no quiere fe en Él, quiere primero la fe de Él, y después
la fe en Él, es decir, la confirma con la resurrección.
Estas cuatro características son importantes porque muestran que el proyecto de Jesús, lejos
de estar vencido, ha ganado porque Dios se lo mostró a Él también al resucitarlo.
Nosotros generalmente decimos: Jesús resucitó. Pablo dice que despertó, pero el lenguaje
que usan los evangelios es: "Dios resucitó a Jesús", es decir, Dios resucitó a ese hombre Jesús de
Nazaret que había muerto realmente. Ahí es cuando Jesús descubre que no ha sido abandonado por
Dios, que el Reino de Dios con poder ya está y les deja ver a los discípulos el poder que tiene el
Reino que Él ha estado predicando. Es un poder distinto del que Jesús mismo y todos ellos
esperaban, (que Dios interviniera para librarlo de la muerte), es un poder que pasa por la muerte y
por el aparente fracaso.
La profecía: "Hay algunos de los que están aquí presentes que no gustarán la muerte hasta
que vean aparecer al Reino de Dios con poder" se cumple de una forma inesperada en Jesús
resucitado. Él mismo no sabía que el poder del Reino no es aquel que evita la muerte sino que es el
poder de aquél que muere y a pesar de todo hace resucitar todo lo que Él hizo durante la tierra, es
decir, su proyecto resucita con Él.
El Reino es inderrotable, nadie puede pararlo, porque todos los que trabajan por él están
seguros de que, aunque tengan que pasar por la muerte, el Reino de Dios se realiza.

La Iglesia primitiva
Cuando tiene la experiencia de la resurrección, la primitiva Iglesia va a hacer hincapié en
tener fe en Jesús.
En los Hechos de los Apóstoles (capítulos 2,3 y 4) después de Pentecostés, los discípulos se
largan a predicar y hay dos o más discursos de Pedro en que se propone la fe en Jesús.
Hay una diferencia enorme entre la predicación de Pedro y la de Jesús, y fíjense, es después
de la resurrección (se discute si fueron cincuenta días, más o menos) pero lo cierto es que predican
la salvación religiosa por Jesús. "Pedro levantó su voz y les dijo: Judíos y habitantes todos de
Jerusalén...". Primero dice que los apóstoles que están alabando a Dios con cantos en distintas len-
guas no están borrachos, con un argumento que no vale mucho, pero en fin, (que son las 9 de la
mañana, etc.) lo que importa es lo que sigue después: "Israelitas, escuchad estas palabras a Jesús
Nazareno a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos, por su
nombre y no por ninguno otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros (han hecho el milagro
de sanar a un paralítico) Él, Jesús, es la piedra que vosotros los constructores habéis despreciado y
que se ha convertido en piedra angular, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los
hombres por el que nosotros podamos salvarnos". Es la salvación religiosa, por creer en Jesús y
entrar en su comunidad.
Entonces la comunidad de Jesús, en cierto sentido, pierde su aspecto conflictivo y pasa a ser
una secta un poco distinta del judaísmo pero que no pone en aprietos a las autoridades de Israel por
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la defensa de los pobres, ni llama a los que sean capaces de asumir eso hasta el fin. Pedro dice:
crean en Jesús y Jesús nunca dijo: crean en Mí, sino crean en la venida del Reino y conviértanse
para estar de acuerdo y no escandalizarse con la venida del Reino: la fe en Jesús y no la fe de
Jesús.
Vamos a ver como en la historia de la Iglesia siempre han jugado esos dos factores.

INTERPRETACIONES POST-PASCUALES DE JESÚS.


No se explica la Iglesia sin la creencia en la resurrección. El cristianismo cuando avanza
siempre plantea que hay testigos de la resurrección entre los que tuvieron la fe de Jesús (Por
ejemplo Pablo en el capítulo 15 de la Primera Carta a los Corintios). Que hubo esa fe es un hecho
histórico, que pudieron ver amigos y enemigos.
Con la resurrección empieza también el trabajo de interpretación de Jesús, o sea que
terminarnos nuestro trabajo histórico buscando qué es Jesús, y qué nos quiere decir con su vida,
con su muerte y con su resurrección y qué representa para el hombre, en qué sentido lo ayuda a
vivir, a ser más hombre. Todo eso se plantea a partir de las experiencias de la resurrección.
Es importante ver que desde el momento mismo en que se empieza a interpretar a Jesús, la
clave que Él le dio a su vida importa menos, deja de ser decisiva. (Cada uno tiene su propia clave
en que se interpreta a sí mismo, diríamos, qué es lo que da coherencia a su vida).

VIII LAS DIFERENTES CLAVES.


La clave en que se interpreta a Jesús varía según los contextos en que se hace y desde otro
tipo de intereses humanos. Es importante comunicar el sentido de Jesús fuera del contexto concreto
en que Él actuó, y sería inútil e infantil suponer que Jesús sólo puede ser interpretado en clave
política por ejemplo.
Entonces aparecen distintas interpretaciones de Jesús, en distintas claves según son los
contextos en que se mueven las personas.
Los cristianos que están tratando de comunicar la fe de Jesús tienen que exponer el
significado de Jesús de tal manera que sea comprendido y valorado en el contexto en que están.
Esa es nuestra tarea: interpretar a Jesús de tal manera que pueda ser comprendido, valorado y
utilizado hoy en nuestro contexto. La clave histórica de Jesús es propia para el contexto que Él
tuvo, no para otro.
En Israel existe una expectativa política de que Dios va a intervenir para traer el Reino a
Israel. O sea la palabra Reino de Dios tiene una gran fuerza y Jesús entra en esa clave política
diciendo que Él trae el Reino de Dios y por lo tanto interesa.
Trasladada esa clave al Imperio Romano, ya no sirve, porque la cultura greco-romana era
imperial, tenía su emperador que estaba en pleno desarrollo y no esperaba ningún tipo de Reino. O
sea que predicar lo mismo de Jesús, en su misma clave hubiera sido absolutamente sin sentido. La
palabra Reino de Dios desaparece casi después de los evangelios porque todo el resto del N.T. está
escrito después de la ruina de Jerusalén, para otro mundo, el greco-romano en general, y por lo
tanto está escrito en otra clave.
No es que se deje a Jesús de lado, sino que precisamente se lo interpreta de acuerdo al
interés que tiene la gente, para suscitar la misma fe de Él, diríamos, el mismo movimiento de Él.
Jesús revela a Dios interesado fundamentalmente en la humanización del hombre que
en Israel suponía una reconstrucción de todas sus estructuras y Jesús lo manifestó así. Es decir,
Dios trayendo un Reino diferente del que existía.
Si Jesús hubiera vivido en el Imperio Romano hubiera revelado a Dios con otras palabras,
con otro lema, y si viviera hoy aquí, en este país, también lo hubiera hecho en otra forma.
Voy a dar una visión muy general de otras claves que hay en el N.T. para que ustedes vean.
Cada obra importante del N.T. es una reinterpretación de Jesús en una clave diferente.

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Se acuerdan que para hacer la historia de Jesús fuimos quitando la parte de interpretación
que tiene cada uno de los sinópticos y los datos post-pascuales que se van mechando en los
acontecimientos,

CLAVE DE MATEO
Ya sabemos que el evangelio de Mateo es una interpretación de Jesús, Mateo lo interpreta en
clave moral. Jesús es el nuevo Moisés, el que da la nueva ley, pero fíjense que Moisés fue un
personaje político y los decálogos (porque hay más de uno) son prácticamente una constitución
política básica del pueblo judío. Es decir, no se preocupaban por el interior del hombre sino por
establecer las relaciones socio-políticas en Israel.
Por eso tenemos varios decálogos que corresponden a distintas épocas, por ejemplo cuando
Israel es nómada todavía y va a conquistar la tierra prometida, y cambia cuando ya es un estado, y
vuelve a cambiar cuando Israel esté a punto de ser desterrado. El decálogo es una atribución
literaria a Moisés porque cuando se escribe el Deuteronomio Moisés ya hacía siglos que no vivía.
Las leyes que hay en el Deuteronomio tratan de ser morales, pero originalmente no es así.
En el tiempo de Jesús la ley la concebían como moral. Desde al punto de vista político estaban
bajo las constituciones del imperio romano.
Para Mateo entonces, Jesús es el que perfecciona la ley moral, interiorizándola mucho más.
Jesús como segundo Moisés introduce una nueva moralidad, es el purificador de la religión judía,
es el Mesías enviado por Dios a traer una ley más perfecta, más completa, más sutil y más exigente
que la de Moisés,
¿Se acuerdan del sermón de la montaña? Según Mateo, Jesús seis veces dijo: "Se les dijo a
los antiguos... (Cita algo de la ley antigua de Moisés). Pero yo les digo..." Así por ejemplo, la ley
que antes era simplemente una constitución donde se prohibía el adulterio, se vuelve una ley moral
mucho más exigente en que aún el deseo consentido de ese acto es considerado moralmente malo.
¿A quiénes se dirige Mateo? Según lo que históricamente podemos saber, el evangelio de
Mateo es el único que se dirige a judíos, pero que vivían en el Imperio Romano y después de la
destrucción de Jerusalén, cuando ya no se soñaba con el Reino de Dios. El interés de sus oyentes es
su religión y su moralidad. Entonces, frente a eso, Mateo les dice qué significa Jesús para ellos.
Es un retomar la historia de Jesús, es interpretarla en una clave diferente, de ahí que lo
político muchas veces sea desfigurado por lo moral. ¿Recuerdan la parábola del banquete? La
parábola del banquete es una parábola política. Resulta que los convidados de honor no vienen y
los que vienen son los que están mendigando al borde del camino, todo el pobrerío de Israel. Ahí
termina la parábola en Lucas, los que van a gozar del Reino son los pobres, los despreciados y los
marginados en Israel.
Pero Mateo, que es un moralista, por las dudas que nadie entienda que los pobres sin
cualidades morales van a entrar en el Reino de Dios, le añade un final que no tiene nada que ver
con la parábola.
Dice que el rey que los convidó, después que están todos sentados a la mesa, viene a mirar si
todos están trajeados decentemente y como quien dice en un liceo al ver a uno en jeans ,o cosa por
el estilo, le dice inmediatamente: Tú no estás vestido con traje de bodas, fuera.
En la parábola eso significa que a pesar de que Jesús llama a los pobres les exige moralidad.
Es el interés para Mateo, pero en la parábola eso cae "como pedrada en ojo de boticario" porque es
evidente que los mendigos que estaban al borde del camino no iban a tener un bolso Adidas, con
un traje de bodas, por las dudas si los invitaban a un banquete. Es ilógico e incoherente que si son
pobres que están al borde del camino tengan un vestido de bodas.
Vean ustedes cómo la clave de cada autor se manifiesta en lo que pone como interpretación
de Jesús.

CARTA A LOS HEBREOS.


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Durante cierto tiempo se supuso que era de San Pablo, pero actualmente todos están de
acuerdo en que puede ser a lo más de un discípulo suyo, pero no de él. Es una carta larga destinada
al mundo hebreo, donde se da a Jesús otra interpretación, otra clave: Jesús es el nuevo Sumo
Sacerdote.
En el mundo hebreo está vigente todavía la impresión de que tiene que haber un sumo
sacerdote, un culto, sacrificios, etc. Fundamentalmente tiene que haber sacrificio porque el hombre
es un ser imperfecto, contingente, es un pecador y por lo tanto está necesitando continuamente el
perdón de Dios, y precisamente el culto que había en Israel era para el perdón de los pecados. El
pecador ofrecía un animal en sacrificio para el perdón de sus pecados. Pero como siempre estaba
pecando, necesitaba acudir una y otra vez a Dios con sacrificios de animales, como por ejemplo: el
chivo expiatorio, que una vez al año, como símbolo, se lo enviaba fuera del pueblo, cargando con
todos los pecados del pueblo. Siempre había sacrificios, porque siempre se necesitaba algo de Dios
que el culto traía, pero que el hombre deshacía inmediatamente, siendo necesario otro acto de
culto, y otro, y otro.
Jesús es interpretado entonces en la clave que le interesaba a esas personas, algo
sicológicamente muy profundo que es el sentido de culpabilidad y de inseguridad que tiene el
hombre cuando se siente culpable, es decir: clave religiosa y cúltica.
El culto da esa seguridad al hombre que se siente inseguro porque es pecador. Entonces, en
la Carta a los Hebreos Jesús significa precisamente el término del culto. Todo lo que necesitamos
de Dios, Dios ya nos lo dio con Jesús. Por lo tanto no necesitamos conseguir nada de Dios y sobre
todo el perdón de los pecados, ni los sacramentos son para obtener algo de Dios que sin el
sacramento no obtendríamos.
Jesús es el sumo sacerdote, está por encima del culto y al mismo tiempo es la víctima que
vale por encima de todo lo que el hombre podría ofrecer. Y con ese sacrificio Dios nos dio ya todo
lo que tenía que dar y todo lo que el hombre podía necesitar.
En ese sentido nuestras iglesias no tienen culto a Dios, se hace la memoria de Jesús, pero no
se obtienen cosas como en el templo de Jerusalén mediante el culto.
¿Ven ustedes? Es otra clave para Jesús que es interpretado después de la resurrección como
el sumo sacerdote por excelencia porque es hombre, y al mismo tiempo Dios. El sumo sacerdote
era el "pontífice" que etimológicamente significa "el que hace de puente" entre el hombre y Dios.
Y ese sumo sacerdote es al mismo tiempo el que murió, el que fue ofrecido, por lo tanto Dios ya no
nos puede dar más de lo que nos dio, ni los hombree pueden ofrecer más de lo que ofrecieron.
Fíjense la libertad creadora con que cada uno de los escritores del N.T. hace su
interpretación de Jesús en otra clave diferente, según los intereses y expectativas de la gente. No
hay nada político en la carta a los hebreos, es decir, Jesús no aparece con su propia clave hablando
del Reino de los cielos que Dios trae a la tierra.

EL EVANGELIO DE SAN JUAN: SU "CLAVE"


El evangelio de San Juan, probablemente no fue escrito por él mismo, pero sí por alguien
muy relacionado con él. Según los datos históricos más seguros que tenemos, San Juan vivió en
Asia Menor, probablemente en Éfeso que era una ciudad de gran cultura griega y por lo tanto tuvo
gran influencia de la filosofía griega, de la filosofía platónica.
La clave de Juan sería entonces filosófica, correspondiendo a la inquietud que tiene la
cultura griega influenciada por el platonismo, de que el mundo de arriba y el mundo de abajo no
tienen comunicación entre sí.
El mundo de arriba es el mundo perfecto, donde están las ideas, que son las imágenes
perfectas, donde está por ejemplo la idea de mesa, que es mucho más perfecta que esta mesa,
donde no hay patas que incomodan, donde no hay ángulos, etc., está la mesa perfecta de la cual las
mesas de la tierra son sólo copias malas, siempre fallan por algo, son perecederas, se apolillan, se
rompen, se deshacen, nacen, mueren y pasan, etc.

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Ese mundo de arriba no tiene comunicación con el mundo de abajo, de tal manera que éste
parece creado por un demonio, es decir, por alguien que no es Dios, porque es un mundo falso,
transitorio, un mundo que engaña, un mundo contingente.
Frente a esa gran inquietud la cultura griega trata de franquear ese paso con la
contemplación filosófica, es decir, llegar a ver ese mundo de ideas.
En el evangelio de Juan, Jesús es presentado como el mundo de arriba entrando en el mundo
de abajo, el hombre no puede subir al mundo de arriba, entonces Dios entra en el mundo de abajo.
Eso lo tenemos en el prólogo (que es probablemente un himno que ya existía) del evangelio de
Juan (Capítulo 1, versículos 1 al 18) en donde aparece la encarnación de Dios: "El Verbo se hizo
carne..." (Es decir una sustancia creada) "y habitó entre nosotros..." significa exactamente que
pone su carpa, como quien va de camping, entre nosotros.
Entonces, todo el evangelio de Juan es mostrar cómo el mundo de arriba actúa en el mundo
de abajo. Es mostrar cómo Jesús es, por ejemplo, el pan verdadero, el de arriba. La gente que come
el pan de abajo sacia su hambre y a las tres horas ya vuelve a sentirla.
Jesús es el agua verdadera, no la que uno toma, sino es el agua eterna que está fluyendo sin
cesar, a disposición para la sed. Jesús es la viña verdadera, el templo verdadero... etc. Todas esas
palabras indican que el mundo de arriba llegó al mundo de abajo y lo llenó.
Juan corrige la mentalidad de la cultura griega de que había que contemplar las ideas
diciendo que los que estamos en el mundo de abajo podemos asociarnos al mundo de arriba en
Jesús, simplemente amándonos los unos a los otros. Es una idea nueva para la filosofía griega: es
el amor, no la contemplación intelectual lo que une a los hombres al mundo de arriba, porque Dios
es amor, y todo el que ama nace de Dios, tiene la vida de Dios en él, tiene una vida divina. O sea
que el hombre llega al mundo de arriba y participa de todas sus cualidades por el amor, gracias a la
encarnación de Jesús.
En la mayor parte del evangelio de Juan los episodios concretos de la vida histórica de Jesús,
no aparecen. Hay poquísimas cosas relacionadas con los sinópticos, una es la multiplicación de los
panes, otra la resurrección de Lázaro, que parecen también conocerla los sinópticos y que Juan
describe porque Jesús es la verdadera vida.
Jesús está entonces interpretado en la clave que podríamos llamar filosófica, que venía de la
cultura griega.

APOCALIPSIS: "SU CLAVE"


La clave política es usada también por otro de los libros del Nuevo Testamento, después de
la ruina de Jerusalén. El Apocalipsis es un libro de clave política, en que Jesús se presenta otra vez
en lucha contra el poder político que se hace llamar Dios (los emperadores se hacían llamar
dioses), que es el Imperio Romano. Jesús aparece como el cordero que está en lucha contra la
bestia, el monstruo, y que termina venciéndolo. Es otro género literario completamente distinto, de
visiones, como sueños, que tiene una persona, en donde ve la victoria de Jesús sobre la bestia que
es el Imperio Romano, que se tiene como Dios y que es el anti-dios.
Es una clave política que interesa a aquellos a quienes la política imperial les choca como
una usurpación del poder de Dios. Frente a ese escándalo, esa intranquilidad del hombre, esa
necesidad de sacarse de encima esa obsesión, el Apocalipsis ayuda a ver a Jesús en otra clave. O
sea, otra vez de la historia no queda prácticamente nada, sin embargo la significación de Jesús es
correcta. La base siempre está en la historia de Jesús, pero según los contextos, según las
necesidades humanas diferentes, esa base es interpretada para decirle algo humanizador y liberador
a cada hombre.
No se trata de que Jesús sirva para cualquier tipo de necesidad, pero para las hondas
necesidades del hombre hay en Jesús siempre un significado que la Iglesia desde entonces
comenzó a sacar con suma libertad y creatividad y que no termina con el N.T.
Para comunicar la fe de Jesús, nosotros no es que tengamos que elegir entre las claves que
nos da el N.T. para ver cuál conviene más al Uruguay de hoy, no. Las claves del N.T. no son más
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que ejemplos de creatividad de los cristianos de indicar lo que Jesús significa en un determinado
contexto, con determinadas necesidades y expectativas.
Es una tarea para nosotros. No vamos a usar la Biblia para dar la fe de Jesús hecha, si la
usamos que sea para liberarnos de la historia de Jesús, no para ser infieles a ella, sino para
interpretarla y hacer de eso una respuesta a los problemas de hoy. Tenemos muchos elementos en
la Biblia, pero tenemos que manejarlos con lo que sabemos hoy, y frente a los problemas que
tenemos hoy, para que Jesús sea significativo hoy.
En ese sentido la historia de Jesús es única, no se trata de repetirla ni de copiarla. Por
ejemplo, la insistencia de Jesús en la limosna, hoy significaría valores completamente diferentes de
los que Jesús defendió. De ahí la insistencia que pone el Concilio Vaticano II en pagar los
impuestos. Por más mal usado que esté, los pobres no disponen prácticamente en su inmensa
mayoría para aliviar su suerte que de aquello que los impuestos dan, desde los hospitales hasta la
seguridad social, de tal modo que lo que se puede hacer dando una limosna es infinitamente
inferior a lo que se puede hacer pagando íntegra y lealmente los impuestos hoy. Sin embargo Jesús
no habló del impuesto, ni se le pasó por la cabeza, porque en aquel memento el impuesto iba a
llenar las arcas del Imperio Romano, que no tenía nada que ver con el Reino de Dios que es Israel.
Fíjense como es hasta peligroso aplicar el Jesús histórico y querer buscar en Él soluciones
para los problemas de hoy.

SAN PABLO: SU "CLAVE".


Les voy a indicar algunos datos sobre San Pablo que pueden ayudar a que ustedes lo lean y
entiendan un poco la clave, completando lo que estamos viendo con un ejemplo más, tal vez el más
interesante dentro del N.T.
Pablo está en un contexto completamente distinto al de Jesús: la cultura greco-romana no
espera ningún Reino de Dios, de modo que Pablo prácticamente no usa el término usado por Jesús.
Al no tener clave política para su interpretación de Jesús, Pablo deja de tener en un lugar central a
los pobres. ¿Por qué? Porque los pobres son una categoría socio-política, y en el Imperio Romano
no hay ningún lema capaz de arrastrar a esa gente a trastocar todas las estructuras socio-políticas
del imperio en favor de los pobres.
No es que se despreocupe de ellos, continuamente está preocupándose por las iglesias
pobres, y dentro de la comunidad, que no haya diferencias en la celebración de la Eucaristía en que
cada uno llevaba su propia cena, entonces, el que no tenía pasaba hambre, mientras otros estaban
hartos. Y Pablo dice: No puede ser, el que hace eso se traga su propia condenación.
En los Hechos de los Apóstoles vemos cómo la característica de esa comunidad que era la
iglesia cristiana era que de tal manera distribuían sus bienes, que a nadie le faltaba lo necesario. No
dice que todos fueran iguales, pero, de alguna manera, los bienes estaban en común para que no
hubiera pobres.
O sea, no se trata de que San Pablo dijera: No me interesan los pobres, no, pero ciertamente
no ocupan el lugar central que ocupaban en la clave política de Jesús.
El lugar central de la clave de Pablo lo ocupan las fuerzas que desde dentro de sí
deshumanizan al hombre. No las fuerzas que desde fuera deshumanizan al hombre desde las
estructuras sociales o políticas, sino las fuerzas que lo deshumanizan desde dentro.
Pablo interpreta a Jesús muy libremente, hasta el punto de no citar ningún dicho ni narración
de Jesús. Lo interpreta en clave que podríamos llamar antropológica, quiero decir: todo lo relativo
al hombre.
Entonces, así como Jesús se preocupa por los pobres, los marginados, los endemoniados, etc.
Pablo se preocupa por los hombres que se deshumanizan a sí mismos a través de lo que él llama el
pecado. El pecado no es para San Pablo quebrantar una ley sino es deshumanizarse, perder la
libertad de ser hombre y por lo tanto la capacidad creadora volviéndose un ser no libre, no creador,
por esclavizarse a alguno delos elementos infrahumanos que tiene dentro de sí. Y esos elementos

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son diferentes según las características de los dos grupos que hay en la Iglesia de Roma (ver Carta
a los Romanos).
- Los elementos infrahumanos que tienen los paganos son las pasiones, los deseos que hay
dentro del corazón de hombre. El hombre viene con ciertos deseos que hoy llamaríamos instintos,
es decir, grandes fuerzas sicológicas: instinto sexual, instinto agresivo, etc. Son grandes fuerzas
que actúan en el hombre y que pueden ser puestas al servicio del bien, pero que si no, ponen al
hombre a su servicio. Son fuerzas tan poderosas que si el hombre no las domina, lo dominan a él y
lo convierten en un instrumento, en un juguete, en un niño, en una persona diríamos, endemoniada.
Ese es el verdadero pecado.
- Entre los judíos que están también en Roma, lo que más deshumaniza al hombre y lo
infantiliza, es la inseguridad religiosa, que lo hace buscar estar bien con Dios, saberse bien con Él
y para eso hacer no lo que le conviene al hermano sino lo que Dios les prescribe. O sea, para el
judío lo fundamental es cumplir la ley al pie de la letra de tal manera de poder llevar un libro de
contabilidad donde siempre haya superávit en favor de su salvación. Es decir, comprar a Dios,
negociar la salvación.
¿Se acuerdan de las controversias de Jesús con sus adversarios que querían saber si Jesús
estaba o no con Dios, independientemente de lo que le hacía al hombre? Entonces, lo que en Jesús
está expuesto en clave política, Pablo lo expone en términos antropológicos.
Los adversarios de Jesús se valen de la religión para desechar el Reino diciendo: ¿Será de
Dios o será del Diablo? Y Jesús les dice: Ustedes no se arriesgan nunca a poner primero como
criterio al hombre.
Para San Pablo el cumplimiento de las obras que manda la ley se opone a la fe. Los judíos
en Roma y también los paganos de Corinto no tienen la audacia de primero ponerse de parte del
hombre para después leer y entender lo que Dios dice, y lo que Dios quiere. Entonces quieren
comprar la salvación con las obras de 1a ley, es decir, con ese libro de contabilidad donde cada uno
anota sus buenas y malas acciones para ir compensando el saldo. Bueno, eso es falta de fe, en el
sentido de audacia y de confianza, en que el hombre se olvida que tiene una ley y se acuerda que
tiene un hermano.
¿Qué es la fe para San Pablo? Es animarse, largarse al proyecto por el hermano primero de
todo, antes de consultar si a Dios le gustará o no esto, y si está dentro de los límites que Él permite.
San Pablo dice: Lo que salva ante Dios es la fe porque la fe es lo que lleva al amor. Si yo estoy
pensando en qué obras hago hoy, voy a dejar pasar a todos los que necesitan de mí por el camino,
porque yo estoy preocupado por mí mismo, por mi libro de contabilidad y no voy a entender lo que
Dios quiere.
La gran polémica de Pablo es prácticamente una repetición en clave, antropológica, de la
discusión que Jesús tiene en clave política.

Importancia de la Resurrección.
Como ya vimos, para Pablo, tanto en el caso de los paganos como en el de los judíos, es
pecado cuando el hombre se vuelve juguete de las fuerzas de su corazón, es decir, que hacen al
hombre un instrumento, un esclavo. El hombre dominado por cualquiera de las pasiones de su
corazón, aún por la religiosa, no tiene obras propias, no tiene proyectos...
Vamos a poner un ejemplo: un individuo que no puede hacer sino comer, no tiene proyectos,
porque si los tiene, todos son interrumpidos y deshechos porque tiene que preparar el menú para
ver qué comilona se hace hoy o mañana. Cuando uno mira después la vida de esa persona ve que
pudo tener una cantidad de proyectos, pero fue juguete de otra fuerza que le impidió llevarlos a
cabo. Entonces el hombre se queda prácticamente sin obras.
Solamente realiza y deja en la vida algo propio el hombre que es libre de la ansiedad
religiosa y de las pasiones.

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Para San Pablo, el hombre dominado ya es en cierto sentido un hombre muerto en vida,
porque pasa sobre la tierra como si no hubiera existido. El hombre está como sujeto a la muerte en
vida, antes de que llegue la muerte física.
La resurrección de Jesús significa que si nosotros nos largamos a nuestros proyectos, aunque
parte de ellos se los lleven nuestras pasiones, nuestra necesidad de seguridad, etc., algo vamos a
tener que presentar con nuestro nombre ante el tribunal de Dios. Y eso va a valer, va a tener vida
para siempre. Es decir, el hombre vivirá porque tendrá su propia obra y esa obra tomará parte en la
nueva tierra y en el nuevo cielo que Dios está preparando.
Fíjense cómo el conflicto que Jesús ponía políticamente, Pablo lo pone en el interior del
hombre, los adversarios están dentro de él. Se trata de una lucha a muerte dentro del hombre para
que éste pueda ser libre, creador, etc. Para eso tiene que tener fe. Y la garantía de esa fe es
precisamente la victoria de la vida sobre la muerte que se vio en Jesús.
Hay una fidelidad enorme de Pablo con Jesús, pero puesto en otra clave.

Siempre se puede predicar la fe de Jesús.


Interesa ver que las claves son diferentes según los contextos, según las necesidades. Me
parece que eso es importante para nosotros porque nos saca una cierta angustia y un cierto pretexto
de que no siempre es posible usar la clave política de Jesús, por lo menos con la misma fuerza o
centralidad que Él le dio. Ya sea por falta de medios, o porque el Reino de Dios no tiene eco fuera.
Sin embargo, nunca hay pretexto para no predicar la fe de Jesús, porque siempre hay otras
dimensiones del hombre a las que podemos llegar con la significación de Jesús y que son
humanizadoras y enriquecedoras, y que dependen de nosotros. Hay que tener en cuenta que esto es
siempre posible. Esto por la parte positiva.

El conflicto.
Por la parte negativa tenemos que es cierto el peligro de querer, en la clave, evitar el
conflicto. Es evidente que la más conflictiva exteriormente es la clave política, pero si se utiliza
bien, de una manera coordinada la clave de Pablo, por ejemplo, va a llevar finalmente a los mismos
conflictos, porque una de las consecuencias de Pablo es que si yo hago proyectos por la
humanización de mis hermanos, voy a darme cuenta de que están políticamente oprimidos, etc.,
por las estructuras de la sociedad. Por lo tanto voy a desembocar, más tarde o más temprano, en la
clave política.
Podemos tener la tentación de esquivar lo conflictivo en nuestra comunicación de la fe de
Jesús. No hay ninguna clave que lo haga inofensivo, que no suscite conflictos, a más corto o largo
plazo porque Jesús siempre será conflictivo; en cualquier clave que lo pongamos va a llevar a
consecuencias que al hombre le va a costar mucho asumir. Precisamente lo que entusiasma de la
posibilidad de comunicar la fe de Jesús es que sea conflictivo, estar bien ubicados en una parte de
una lucha y no como jueces o espectadores. Si somos fieles a Jesús siempre nos vamos a encontrar
el conflicto entre lo deshumanizador que va a estar siempre en contra de Él y lo humanizador que
va a ser siempre lo que Él trae con su mensaje.
Y para acotar algo a lo último que dije: no crean que insistir en que Jesús es Dios saca los
conflictos, porque precisamente fue insistiendo en Dios que Jesús trajo el conflicto, si insisten en la
divinidad de Jesús tal como Él la propuso y ejerció, el conflicto se viene seguramente.
La fuerza de la resurrección. Podemos tener la impresión de que finalmente el pecado, y la
muerte dominan el mundo. Exactamente la misma impresión que tuvieron los discípulos cuando se
les murió Jesús. Nosotros estamos pasando en el momento actual por una situación semejante:
¿Cómo es que un proyecto que nos pareció de Dios se viene abajo? Es importante que recobremos
en palabras que se puedan transmitir el sentido de la Resurrección, de tal manera que se vea cómo
el mundo se va construyendo a pesar de lo que estadísticamente aparece.
Vemos en Pablo la importancia que tiene cada hombre y cada generación. Gracias a que los
proyectos no se realizan en línea recta hasta culminar, cada generación tiene tanta importancia y es
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tan decisiva como la anterior. Si la revolución francesa por ejemplo, que se hizo por razones de
libertad, igualdad y fraternidad (lemas cristianos por excelencia), y que quedó inscripto en el
mundo definitivo ciertamente, hubiera triunfado definitivamente, las generaciones siguientes se
hubieran encontrado de brazos cruzados hasta que viniera otro problema que hiciera que sus
decisiones tuvieran importancia. Pablo presenta un mundo de una creación visiblemente siempre
incompleta, que es precisamente lo que nos hace a cada uno de nosotros necesario a todos, porque
siempre dependen de lo que nosotros hagamos.
Y esa necesidad de los unos por los otros es lo que funda la amistad, el amor, la importancia
que tenemos para nuestros seres queridos, y ellos para nosotros, y la importancia que tiene nuestra
acción y nuestro compromiso. ¿Ven? En San Pablo la resurrección cobra un sentido sumamente
rico y humanizador.

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