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mgk 3, in 0° Q,
in 12° H , Anno IVxvi
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Ediciones 418
Pantáculo de un Bufón
« Sur l'oreiller du mal c'est Satan Trismégiste
Qui berce longuement notre esprit enchanté,
Et le riche métal de notre volonté
Est tout vaporisé par ce savant chimiste ».
Baudelaire
Afloraría una Rosa en el epicentro de Santa María de los Buenos Aires, mas su rocío no
podría contentarse en la suavidad de sus pétalos. Allí se dieron cita los cuatro elementos
de la Obra, los cuatro personajes de esta aventura, caminantes sin fronteras, peregrinos
cuyo Oriente se encontraría tediosamente velado en la influenza demiúrgica, razón
suficiente para confrontar los temores y comulgar con el fervor de un rotundo alto en la
marcha habitual. Las conmociones del Círculo Mágico, agrietado tras la convivencia
inexperta con los arcontes porteños, originaría en el Corazón de estos cuatro buscadores
la necesidad de obedecer los susurros de la Historia, prometiéndose un éxito ineludible
en la persecución del Santo Grial. De los cardinales había surgido la novedad de visitar
las legendarias tierras de Domselaar.
Y así partieron del Monasterio R+ estos cuatro peregrinos. Aldebarán Draconis, punta
de infantería; Gustav Kizaen, también conocido como el apóstol de los gentiles, el
cochero; Juan sin Tierra, nuestro joven aprendiz; y por último, el Frater ¢¬¹1, conocido
por muchos como “el ruidoso”.
Fuimos recibidos con la desconfianza regional, pero con alegría y hospitalidad por el
Abad del Templo, Don Eduardo, un Caballero de la Orden Justicialista cuyos años de
duro batallar fueron relegados a la memoria, sopesando su recuerdo en la tranquilidad
de la meditación, sin mayor compañía que un feroz y salvaje animal de caza, perro
bravo cuyo instinto no fuera opacado con facilidad por su amo, generando el pavor de
los extranjeros.
Las copas se llenaron de corrosivos, habiendo saciado nuestro estómago en los manjares
autóctonos. Tras desempacar, decidimos sumirnos en la más profusa delimitación de los
trabajos, consagrando el S.S. para luego retirarnos a los márgenes del lago a estudiar los
pormenores del Liber T. El ocaso sobrevino a no mucha espera y en los campos del
Oeste, entre pastizales y ganado, lejos de las casonas circundantes y al signo del
combativo Set, despedimos al Sol bajo las fórmulas acostumbradas.
Los asuntos tratados aquella noche trajeron cierta confusión, más aún los recuerdos
evocados, y el influjo magnético de los demonios bailando a nuestro derredor, no cesaba
a la luz de una Luna Llena.
La resaca de sueños tumultuosos fue disipada ante los brebajes del desayuno. Sopesado
la justa medida, los peregrinos adoptaron los asanas tradicionales y entraron en profuso
enamoramiento con la Estela de la Revelación, repitiendo internamente los mantrams
del Eón.
Inquietos por las circunstancias, por las visitas inesperadas que rodearon nuestro
Círculo, y más aún por el alborotado fervor evangelista del campesinado, decidimos
volver a la nave central de la Abadía para estudiar con mayor detenimiento las Sagradas
Escrituras.
Así fue como, dilucidando los laberínticos embrollos de una carretera oxidada,
despedíamos encariñados aquellas tierras australes, reducto indescifrable de nuestra
Orden, reconocida madriguera de asambleas intestinas.
Jan Varel
24 de Enero del 2008 e.v.
Barbeló, divinidad frecuente en los escritos apócrifos setianos, se corresponde con una
deidad de un eón que está más allá de este mundo (Juan 18, 36). Andrógino y
particularmente maternal, su nombre nos expresa a la manera de los iniciados en los
mystérion al inefable Tetragrámaton: be: en…, arbá: cuatro [letras, signos]…, elohá:
El, el dios supremo que para los gnósticos se contrapone al caprichoso Yaldabaoth (el
demiurgo bíblico de los estratos inferiores de la creación).
“Conozco [tisooune=gignôsko] quién eres y de donde vienes.
Tú perteneces al Eón inmortal [athánatos] de Barbeló. Y yo no
soy digno de pronunciar el nombre de quien te ha enviado”.
Evangelio de Judas 35, 17b-21a
Por eso una vez en la era cristiana, Judas, como un continuador del bíblico tutor de
Abel, se convertiría en el colaborador más confiable del plan divino, además de mártir
(en lugar de Jesús, quien más que morir por los pecados del mundo, habría sido un
maestro de sabiduría, que como en los socráticos, más que en el pecado, el problema
radicaba en la ignorancia [amathía]) y santo del Gnosticismo.
“En cuanto a los hombres piadosos, no son muy abundantes,
tan pocos que podían contarse todos. Pues la mayoría se
empecina en la maldad: no participan de la ciencia [HSLVWP]
de las cosas reales; y solo el conocimiento [gnôsis] de las cosas
reales es el remedio efectivo para las pasiones de la materia, ya
que la ciencia procede del conocimiento. Pero cuando persiste
en el alma humana la ignorancia, cuando no participa de la
ciencia, permanecen en ella las pasiones, sin remedio posible,
y la maldad les hace compañía como una úlcera incurable […]
que corroe el alma […]. Pero no es Dios el responsable de
estos males pues concedió a los hombres el conocimiento y la
ciencia.”
Fr. Lógos Téleios (= Asclepio 21.29): Nag Hammadi VI 8: 66, 5-25
Si en principio el ¯¥®£· £ no era material puesto que fluía cual Luz divina por las
esencialidades del ain soph, y solo su “caída” (vid. Poimandres 2, 12-15) se restaurará
con la revelación de la alétheia (el des-olvido) que nos remonta a las aguas del Leteo
antes de encarcelar nuestra psikhé en la “apariencia somática”, algo de ello debe
permanecer como el atractor y faro en la perdición de la realidad simulada [phýsis], por
lo que solo en el conocimiento de nosotros (gnózi se’autón) se hallará la consigna de
salvación gnóstica.
“El hombre debe acordarse del hombre, que olvida dónde conduce el camino”, decía el
sabio de Éfeso (fr. 71 DK). Y el metà-odós que se nos presenta, no implica ningún
dilema. Pues sortear la aporía derrideana tan solo exige determinación [thélema]. De
no[s]otros depende.
Marco ALbornoz
Desde lo Profundo: H.P. Lovecraft
Howard Phillips Lovecraft (1890-1937) ha sido considerado por muchos como uno
de los escritores de horror y ciencia ficción más influyentes del siglo XX. Injustamente
ignorado en vida (como suele ocurrir), fue después de su muerte cuando el empuje de
algunos amigos y colegas, empeñados en difundir su obra a cualquier precio, consiguió
que se le prestara a su narrativa la atención que merecía. Hoy en día Lovecraft ocupa en
el canon de la literatura norteamericana un lugar preeminente: recientemente ha visto
publicada parte de su obra en la “Library of America” - una especie de “salón de la
fama” literario- donde comparte catálogo con genios de la talla de James Fenimore
Cooper, F. Scott Fitzgerald, Herman Melville, Mark Twain o Edgar Allan Poe (además
de algún ex-presidente de los E.U.A.).
Queremos, desde MGK, rendir un pequeño tributo a este gran escritor del “horror” y la
“ciencia ficción”, más allá de que este tipo de rótulos me desagradan. Digamos que
aquellos que solo pueden hacer la critica desde lo literario, no pueden ir precisamente
mas allá de eso, “terror”, “ficción”, etc.; pero bueno, de alguna forma habrá que
encasillar a los que escriben para después poder hacerle la critica desde los géneros en
los que supuestamente están comprendidos. Pocos han sabido dar vida a todo un
universo mágico como Lovecraft, sus dioses, diosas, reminiscencias de algo muy
profundo y eterno, sus narraciones de extraños pueblos rindiendo culto a los mismos, la
conexión con ellos, el misterio subyacente detrás de eso, los ritos oscuros, la búsqueda y
la experimentación de lo desconocido y de lo aterrador para la mente normal. En esto ha
sido inigualable e inconmensurable su talento.
Permítanme definir su Obra como “terror mágico”. Les queda la libertad a Uds.,
lectores, inventar otras definiciones…
Por suerte, sale de esta etapa de letargo y se hace conocido al mantener un debate con
un tal Jackson, escritor que publicaba insípidas e entupidas historias de amor en un
diario popular de la época llamado “Argosy”. Lovecraft atacó duramente a Jackson, ya
que se sentía ofendido por las idioteces de baja calidad que éste escribía. El nivel de las
cartas de Lovecraft llamo la atención de Edward Daas, presidente de la United Amateur
Press Asociation (UAPA), que era una asociación de escritores amateurs y lo invita a
unirse a la misma, invitación que el acepta para 1914. Esto lo ayudo a salir del estado en
que se encontraba a tal punto que dice:
“En 1914, cuando el Amateurismo me tendió su amable mano, estaba tan cercano como
cualquier animal al estado de vegetativismo...Con la llegada de United, encontré una
nueva razón para vivir; un renovado sentido de mi existencia, encontrando una esfera
en la cual podía sentir que mis esfuerzos no eran del todo inútiles. Por vez primera,
pensé que mis infantiles escarceos en el mundo del arte eran algo más que gritos
perdidos en el sordo vacío”.
En 1917 publica en forma sucesiva “La Tumba” y “Dagon”; después, hasta 1922
continua con ensayos y poemas. En 1921 muere su madre, cuya condición psicológica y
física era mala desde tiempo atrás. Dos semanas más tarde, en una convención de
escritores amateurs, conoce a Sonia Greene, a la postre su esposa, con quien se casa en
1924. Lovecraft había puesto ya un pie en el mundo profesional gracias a la publicación
de varias de sus historias en Weird Tales, el conocido magazín pulp fundado en 1923;
su futuro parecía promisorio. Sonia regenteaba una exitosa tienda de sombreros en la 5ta
Avenida.
Pero los problemas se abatieron sobre la pareja casi inmediatamente: la tienda sufrió
bancarrota, Lovecraft rechazó la oportunidad de ser el editor de un magazine asociado a
Weird Tales (lo que hubiese implicado su traslado a Chicago) y la salud de Sonia
empezó a deteriorarse, forzándola a pasar temporadas en un sanatorio de Nueva Jersey.
Lovecraft intentó conseguir un trabajo estable, pero nadie parecía demasiado dispuesto a
contratar a un hombre de 34 años sin ningún tipo de experiencia anterior. El 1 de Enero
de 1925, Sonia tuvo que ir a Cleveland para conseguir un trabajo y Lovecraft se mudó a
un apartamento de soltero cerca de la insalubre zona de Brooklyn llamada Red Hook.
A Lovecraft no le gusta New York, y eso queda plasmado en sus obras de estilo ficción-
nostálgica “The Sunned House”, “El Horror de red Book” y “El”, que datan de 1924.
Lovecraft vuelve a su querida Providence en 1926, su matrimonio se rompe en 1929.
Soy un simple lector, no un crítico, pero me animo a sugerir que si quieren ingresar en
un mundo maravilloso, atroz, de infinitud, de sueño, de profundidad, densa, llena de
pasmosas percepciones que despertaran increíbles sensaciones: ¡Lean a Lovecraft! No
en vano hay sociedades que se han basado en su trabajo para fundar sus bases, como así
también rituales, que en el mundo de la Magia algunos utilizamos.
La Tumba de Lovecraft. En ella se lee: “Yo soy Providence”. Se ve entonces una gran
ligazón con su terruño mágico.
Fr. Draconis
“Hágase tu voluntad, mas no la mía”
Una entrevista al Frater Fiducius
Para este número en particular y con el ideal de inicializar una práctica reiterada, hemos
decidido incluir una serie de entrevistas a personalidades, individuos o referentes, si se
quiere, dentro del Sendero de la Tradición. En una de esas ocurrencias pasajeras del
Frater ¢¬¹, la heterogeneidad no podía sino cobrar protagonismo y, como contrapeso
necesario en la dialéctica del Pilar del Medio, decidimos comenzar este ciclo de
entrevistas saciando la curiosidad de nuestros lectores, o el sincero interés, acudiendo a
un Humilde Hermano de la Ordo Fratres Lucis, nada más ni nada menos que el Frater
Fiducius, a quien le estamos profundamente agradecidos por su predisposición y por el
trabajo que se ha tomado al responder a cada pregunta. Sabrá distinguir el Ojo atento, el
largo andar de un caminante; y, creyendo que buena parte de la información recogida en
esta entrevista no guarda precedente alguno, tanto más sabrá deglutir el estómago
preparado, el exótico sabor de la novedad. Sinceramente, esperamos que de una buena
vez, las ocurrencias de nuestro Maestro logren su cometido, permitiéndonos a través de
la presente, acercar algún atisbo de Luz respecto de ciertos matices de la Obra y tanto
así, de la dedicación del Frater Fiducius a lo largo de los años.
Los miembros de la Orden de los Hermanos de la Luz aceptan los siguientes Seis
Principios:
1. LUZ: como FRATER o SOROR LUCIS viviré en la LUZ que me permitirá conocer
paulatinamente la Verdad. La Luz eliminará las tinieblas de mi IGNORANCIA. Por
oposición, estaré en contra de todo aquello que sea OSCURO y deje al Ser Humano en
la ignorancia.
3. AMOR: como FRATER o SOROR LUCIS sentiré AMOR por el prójimo, por la
familia y por la sociedad. Estaré por lo tanto en contra de toda violencia, odio y guerra.
5. IGUALDAD: como FRATER o SOROR LUCIS respetaré los derechos de todos mis
Hermanos y tendré los mismos deberes de mis Hermanos.
Por lo tanto, los trabajos que se realicen en nuestras Logias, deben estar orientados a la
realización individual y grupal de estos Seis Principios.
Nuestra Orden practica la Magia Verídica, es decir, aquella que se basa en la práctica de
las virtudes, y el destierro de los vicios. Practicamos la Magia tal como la describe el
genial Maestro Carl Von Eckartshausen en sus “Principios del Conocimiento Superior”.
El Mago es para nosotros, el hombre o la mujer superior, que practica las virtudes
morales y espirituales, y por el ejercicio de su libre voluntad, se convierte en un
elemento útil para la sociedad en la que vive, sirviendo de modelo y de ejemplo, para
que otros sigan el sendero de la realización interior.
¿Cómo se ha desempañado hasta la fecha y hacia dónde se dirige?
El Gran Maestro Lewis Keizer, último depositario de las Cartas patentes de los Fratres
Lucis de Alemania y de Italia, otorgó una Carta Patente a la Ordo Fratres Lucis, el 9 de
setiembre de 2003, luego de evaluar que el trabajo esotérico que estaba siendo realizado
por la misma, representaba una manifestación corporal moderna, del mismo espíritu de
los antiguos Fratres Lucis. Esta Carta Patente fue otorgada “para operar una
organización independiente de los verdaderos e históricos Fratres Lucis”, puesto que el
Gran Maestro Lewis Keizer estaba autorizado por el Muy Reverendo Conde Geroge
Boyer, Gran Arconte y único sobreviviente del Consejo de los Tres de la Hermandad y
Orden del Pleroma y de la Hermandad Hermética de la Luz, antiguamente conocida
como la Hermandad u Orden de los Fratres Lucis, con plenos poderes para implementar,
cambiar, añadir o corregir los asuntos relacionados con esta Orden.
La Orden Martinista fue fundada por el francés Gerard Encausse, más conocido como
Papus, a los efectos de transmitir a través de una organización esotérica, las enseñanzas
del filósofo francés Luis Claudio de Saint-Martin. A partir de la muerte de Papus, en
1916, y notablemente en la primera mitad del Siglo XX, aparecieron nuevas Órdenes
Martinistas, fundadas por Iniciados de la primer Orden Martinista, debido a que no se
pudo continuar con la regularidad administrativa de la primer Orden. Los trabajos de la
Orden Martinista son del carácter de una “Caballería Cristiana”. Y no tienen ninguna
relación con la Magia.
Además de esta Orden Martinista y sus derivadas, existen otras Órdenes que provienen
de la “filiación rusa”, sin haber pasado por Gerard Encausse. Es el caso del Gran
Oriente Martinista, con sede en Chile, cuyo Gran Maestro es Cesar Sepúlveda Muñoz,
de la línea del ruso Nicolás Rogalev Girs. En esta otra obediencia Martinista, he sido
iniciado en sus tres Grados por el actual Gran Maestro.
A la misma razón por la cual hay muchas variedades de árboles y no uno solo; muchos
tipos de flores y no una sola; y así hasta el infinito. La Naturaleza nos muestra que la
MULTIPLICIDAD es evidente por sí misma. Lo mismo sucede en el ámbito de las
organizaciones humanas. La personalidad tiñe la dirección de una organización.
Diferentes adhesiones hacen que se complazca en ser parte de una organización o de
otra. Inclinaciones distintas sobre el estudio de diferentes materias esotéricas, han
creado diferentes Ritos. Un Rito es un conjunto armonioso de elementos iniciáticos,
cuya práctica debe conducir a la iluminación del Masón, para que algún día pueda llegar
a ser un Adepto. Esto, para los Masones Esotéricos. Un Rito ha sido la obra de un
Masón o de un grupo de Masones eruditos, que han desplegado su enseñanza simbólica
de una manera determinada. Diferentes orientaciones o énfasis teóricos, dan como
resultado, diferentes cuerpos Rituales.
Tal vez porque ha sido el Rito predilecto de los ocultistas y de los estudiosos de las
ciencias esotéricas. Y esto a su vez, es el resultado de que los asuntos que se discuten en
Logia, tienen que ver con las Ciencias Arcanas. La mayoría de los fundadores de
Órdenes Esotéricas modernas, han sido miembros del Rito de Memphis Misraim.
El Rito de Misraim nació con Noventa Grados. El Rito de Memphis nació con 92
grados, luego llevados a 95. Más tarde, al Rito de Memphis Misraim se le añadieron
nueve grados administrativos, totalizando Noventa y Nueve Grados. Mas la plenitud
iniciática se alcanza en el Grado Noventa y no más. Más allá de este Grado, se trata de
funciones administrativas con un Grado asociado. Una vida humana no alcanza para
estudiarlos todos, y es prácticamente imposible trabajar todos los Grados. En realidad,
se practican los Rituales de algunos Grados emblemáticos, y según la decisión del
Presidente del Cuerpo Masónico, que puede abrir un Grado en particular para trabajarlo
ocasionalmente. Pero es indudable que resulta materialmente imposible trabajar
Noventa Grados.
Hoy por hoy, Internet es una excelente muestra de todo lo que existe. El buscador,
debería primero recorrer los sitios creados por las diferentes organizaciones esotéricas, y
acercarse a aquella con la que se sienta más armoniosamente atraído.
Sí, existe un único camino, y es el de la práctica del Bien. Este es el “Camino Largo” de
la Humanidad. Quien no practica el Bien, ¿cómo podría alcanzar un progreso espiritual?
La historia de la Humanidad tiene muchos ejemplos. El mejor de ellos, para Occidente,
es el dado por el sacrificio de Jesús en la cruz. Pero tampoco podemos olvidar otros
sacrificios, como el de Sócrates, al beber la cicuta. O el de tantos mártires que
defendieron sus ideales. “Cavar tumbas a los vicios y edificar templos a la virtud”, es el
único Camino. En definitiva, es el Camino del Amor.
Todos los caminos que sean LUMINOSOS, que respeten los principios de la LUZ, la
VIDA, el AMOR, la LIBERTAD, la IGUALDAD, y la FRATERNIDAD. Todos estos
caminos son en sí, un único camino. Los separa modalidades de manifestación, en sus
aspectos organizativos, y simbólicos.
Debo declarar con humildad que las para mí extraordinarias circunstancias que
depararon mi ingreso en las Escuelas de Misterios, merecen de cierta narración escrita.
Aunque cometeré el pecado de incursionar en lo personal, esto será por única vez, y
para la comprensión de mi vida esotérica.
Yo, parafraseando un poema de Edgar Allan Poe (“Solo”): “de niño nunca fui como
otros fueron”. Y también siguiendo los pasos del “Viaje a Oriente” (obra masónica-
rosacruz) de Herman Hesse, quien escribió: “Porque me fue dado vivir grandes cosas, y
tuve la suerte de pertenecer a la Orden y la de participar en el singular viaje", nací sin
bautismo de por medio, en una familia espiritista. Mis padres se casaron a través del rito
espiritista de la Escuela Científica Basilio. Muy niño aún, en mi casa, y para terror de
mis compañeritos y consternación de los padres de mis compañeritos, jugaba con ellos a
invocar espíritus.
Mi primaria espiritual fue entonces concurrir desde los nueve hasta los dieciséis años a
esta escuela espiritista, donde efectué mis primeros estudios del reino espiritual, a través
de cientos de sesiones mediumnímicas. Al cumplir catorce años falleció mi padre, un
hecho inaudito, pues entonces creía que mis padres eran inmortales, y que yo sería niño
por siempre. Me inscribí en los cursos de espiritismo que duraban tres años, para lograr,
como dice Omar Khayyam en sus poemas “Rubaiyat”: “yo envié mi alma tras lo
Invisible Eterno, del Más Allá un Misterio intentando develar”. Para sorpresa mía, fue
allí, en el último año de estudios espiritistas, en que leí por primera vez las palabras
Rosacruz y Masonería.
Fue entonces que, al cumplir los dieciséis años, me di cuenta que un libro que tenía en
mi biblioteca -era “Envenenamiento Mental”, que había comprado a los once años-,
había sido editado por una organización cuyo nombre evocaba en mi mente
connotaciones de tierras lejanas y secretos misteriosos: la Orden Rosacruz AMORC.
Recuerdo con qué emoción escribí a esa organización que en mi mente adolescente,
sintetizaba todo el conocimiento que ansiaba alcanzar más allá del espiritismo.
Recuerdo también la intensa sensación de estar abriendo las puertas de un Templo
antiguo, o levantando la tapa de un baúl repleto de maravillas, cuando leí por primera
vez el libro “El Dominio de la Vida”, y comencé a meditar en cada una de sus
sentencias, en cada uno de sus párrafos, en cada una de sus imágenes. Ingresé primero
en la Orden Juvenil y luego en la Orden propiamente dicha.
Pasaron los años y fui estudiante al mismo tiempo de todas estas organizaciones. Cada
una tiene algo especial, y cada una me ha proporcionado bastante conocimiento y cierta
sabiduría. Pero al cabo de cinco años de estudio, comencé a desafiliarme de varias de
ellas, y sólo permanecí miembro de aquellas Órdenes a las cuales consideré en armonía
con mi ser interior.
Tuve la muy querida oportunidad de colaborar con esta Orden, aceptando el cargo de
Maestro Auxiliar para el año 1998/1999 y Maestro de Logia para el año 1999/2000 de
Logia Buenos Aires.
Otra Orden que atrajo mi atención, fue la Orden Martinista. Recibí la invitación para
ingresar a la Orden Martinista Tradicional, realizando los estudios de sus tres grados
entre los años 1976 y 1978. Posteriormente recibí las iniciaciones en el Septem de
Buenos Aires. Del Grado Asociado el 18 de febrero de 1984. Del Grado Místico el 15
de diciembre de 1984. Del Grado Superior el 15 de abril de 1986. Debido a un problema
con la regularidad de la filiación martinista que se transmitía en esta Orden, se procedió
a rectificar la cadena iniciática mediante ceremonias de regularización. Es así que el 3
de diciembre de 1999 fui regularizado ceremonialmente en los Grados de Asociado,
Iniciado y Superior Incógnito por el Hermano Superior Incógnito e Iniciador Libre
GUVA (VRL/A29), por los poderes conferidos por el Hermano Iniciador Christian
Bernard.
Con los años de estudios rosacruces y martinistas, comencé a percibir ocultos en sus
símbolos y en sus ceremonias, rastros de una Tradición más antigua, más oculta, no
revelada. Penetré lentamente en el conocimiento de un Soberano Santuario que irradiaba
una Luz que pocos de los demás estudiantes rosacruces o martinistas podían llegar a
comprender, y que a cuenta gotas, veladamente, pero también claramente para aquél que
busca, se revelaba: el Santuario de los Hermanos de Memphis y Mizraim. También por
años y años estos nombres se hundieron en mi consciencia, asomándose tímidamente en
ciertos momentos, como permitiéndome vislumbrar la existencia de algo que creía
desaparecido, pero que aún no estaba cósmicamente decretado que investigara: la
Masonería Egipcia.
Fue en esos años juveniles también cuando por primera vez comencé a leer los libros
masónicos de Magister (Aldo Lavagnini), mas no le comprendí. Yo quería ser miembro
de la Orden sobre la cual Magister había escrito tan magistralmente, pero no había
rastros y no se indicaba en sus libros cómo ponerse en contacto con él o con su escuela.
En mis más de veinticinco años de Logia Rosacruz tuve oportunidad de conversar con
honorables Hermanos Masones del Rito Escocés, y leí abundante bibliografía masónica
en diversas bibliotecas. Pero esta Masonería no generaba en mí el impulso interior de
acercarme a ella. No era mi momento, pues “cuando el discípulo está preparado el
Maestro aparece”. Y yo no estaba preparado para la Masonería.
Fue en 1997 cuando se despertó en mí una especie de conmoción interior, que me llevó
a desempolvar viejos libros masónicos de la Biblioteca Nacional, al mismo tiempo que
comencé una búsqueda de saber masónico leyendo la revista “Símbolo” del Rito
Escocés, que sin embargo no terminaba de atraerme. No, decididamente no era esa la
Masonería que anhelaba. De pronto, hacia el mes de agosto, alrededor de mi
cumpleaños 41, entendí que yo deseaba ser masón, aunque no entendiera qué era ello.
Repasé mis conocimientos rosacruces y volví a analizar que el Primer Imperator de la
Orden Rosacruz, Harvey Spencer Lewis, había sido 33º-90º-95º de la Masonería de
Memphis-Mizraim y me dije...esta es, la Masonería de Memphis-Mizraim y no otra.
Allí debo llegar.
Resulta extraño que al mes de esta búsqueda, yo pensaba que realmente Memphis-
Mizraim habría dejado de existir, pues nadie podía darme noticias de ella. Me dije a mí
mismo: “está bien, si así debe ser, es que no debo ser masón de Memphis-Mizraim. No
buscaré más”.
Un hermano Rosacruz, que también es astrólogo, me había indicado que, por la posición
de los astros para esta época de mi vida, si yo iba a ser iniciado en la Masonería,
seguramente se haría la ceremonia antes del 20 de abril de 1998, pues mis mejores
planetas estaban aspectados en Trígono en dicha semana.
Y efectivamente, fui iniciado Aprendiz Masón de Memphis Misraim, el 18 de abril de
1998, en la Logia Enufis Nro 1, de la ciudad de La Plata. Actualmente dicha Logia
“batió columnas”, no existe más. Mas guardo de ella el mejor de mis recuerdos, pues
mis primeros conocimientos masónicos fueron recibidos en ella. Actualmente soy el
Representante Oficial para la República Argentina, del Soberano Santuario
Latinoamericano de los Ritos Egipcios de Menfis-Misraim, cuyo Soberano Gran
Maestro es Cesar Sepúlveda Muñoz.
La Escalera al Cielo
Los fines del Yoga y de la Magia Ceremonial son exactamente los mismos:
autodominio, iluminación y liberación espiritual, y ambas disciplinas demandan de sus
practicantes la misma dedicación y perseverancia, el mismo coraje.
Hace mucho tiempo, leí a una reconocida autoridad en magia diciendo que el Yoga y la
Magia Ceremonial no debían mezclarse, pues se corría el riesgo de “sobrecargar los
fusibles y crear un cortocircuito”. Yo, por el contrario, no soy una reconocida autoridad
en ninguno de los dos campos, pero les digo esto: Si realmente quieren escuchar la
canción, conecten el cable de la Magia en el tomacorriente del Yoga. ¡Funciona!
Fr. Brennius
De la Evocación
Empiezo con una cita de un personaje desagradable, pero apropiado si se trata de hablar
de “demonios”.
“Acepta todo acerca de vos mismo -Y quiero decir todo. Vos sos vos y ese es el principio y el fin. Sin
disculpas, sin arrepentimientos”.
Henry A. Kissinger
La evocación tiene el propósito de atraer una presencia determinada, el modo más fácil
de hacer esto es a través de conocer lo que se llama, quizás en esto resida el supuesto
poder del conocimiento de un nombre, pero conociendo la forma que se evoca: la
imagen y las características asociadas, será mucho mas fácil lograrlo. Éste es el nexo
mas profundo.
El ritual goético tradicional (véase Ars Goetia) cuenta con largas invocaciones a la
divinidad. En esas invocaciones el mago se apoya sobre todo aquello que considera
sagrado y busca de armarse con su poder. Va a necesitar esa fuerza para poder tratar con
“demonios”.
La concepción moderna puede verlos como aspectos de la propia mente. Esto da una
idea equivocada muchas veces, generando la imagen de que una mente es un "algo"
aislado de su entorno. Aun desde una visión muy llana de los posibles efectos de este
tipo de practicas, no se puede negar que las consecuencias de los cambios internos de
una persona, las vive también en el exterior.
Muchos de los magos modernos, como Lon Milo Duquette, ven en la práctica de la
Goetia la acción de partes de ellos mismos pero en consonancia con energías que
perciben externas. Recomiendan por eso especial cuidado con las evocaciones con fines
que involucren a otros, ya que tratar con estas energías puede dar resultados algo
caóticos.
El uso de este tipo de rituales tiene dos acercamientos muy interesantes. Por un lado se
buscan contactar fuerzas primitivas que la mente del mago, y el condicionamiento de la
sociedad, deja en la sombra. Esto con el fin de lograr algo que no puede alcanzar de otra
forma, porque su realidad y su percepción de lo que es posible, se organiza de tal
manera que un deseo importante o una necesidad vital particular, no tiene cabida.
Tanto el ritual como su preparación, y hasta la decisión de hacerlo, son elementos que
despiertan y dan dirección a una energía, que podemos imaginar como simultáneamente
interna y externa, capaz de modificar la realidad de acuerdo con nuestra voluntad, o al
menos en un sentido aproximado a la formulación de nuestro deseo.
Hay un segundo motivo, entre muchos, por los cuales una práctica de este tipo resulta
de gran interés y fascinación. En algunas escuelas del Tantra, como la corriente
Vamachara que comúnmente se vincula con el Camino de la Mano Izquierda occidental
(aunque poco tienen en común), el sentido de estas prácticas es muy distinto. El tratar
con entidades "salvajes" o consideradas inferiores implica un aprendizaje que fortalece
al estudiante en su camino espiritual. No las contacta para conseguir favores mundanos
sino para conocerse a si mismo, para probar su fortaleza mental. Con una actitud similar
es que se prestan a ingerir drogas de diferentes tipos.
En el extremo de este tipo de prácticas están los aghoris de la India, que viven en los
lugares de cremación, durmiendo entre cadáveres y rompiendo con todos los tabúes de
su cultura en forma ritual para encontrar la liberación absoluta.
Los condicionamientos sociales son cambiantes de acuerdo a los tiempos y culturas. Por
lo general evolucionan haciendo que cada generación sienta que se ha alcanzado un
mayor nivel de libertad respecto de la generación anterior. Esto tiene que ver con que
los tabúes de cada tiempo son arraigados por el aprendizaje en la familia, la escuela, y
después a través de la sociedad en toda su diversidad. No son fáciles de encontrar
porque pasan a formar parte de nuestra identidad, sean ciertos o no, sean útiles o
perjudiciales. Así es como ideales de todo tipo se esparcen sostenidos por imágenes
borrosas pero duraderas que dan forma al Tonal, como lo llama Castaneda. Todo eso
que filtra nuestra realidad y nos oculta quienes somos.
Fr. Kizaen
Bajo la Orden del Servicio
Hemos recibido algunos correos sobre las MGK’s anteriores solicitándonos algún
material adicional que, quizás con algo de búsqueda, puede llegar a encontrarse sin
mayor revuelo. En definitiva y comprometidos a ejercitar la abulia en varios de nuestros
insólitos lectores, hemos agregado dos artículos complementarios que, esperamos,
sabrán amortiguar algunos interrogantes. El primero se trata de una de las técnicas
extractadas de “Modern Magick” de Donald Michael Kraig, a modo de ejercicio
práctico respecto de ciertos temas a los que hemos aludido en éste número y en los
anteriores; el segundo, es el famoso capítulo 69 del Liber CCCXXXIII que, hasta el día
de hoy, no se encontraba digitalizado en buen criollo.
I.O.D.
El sistema de imágenes telemáticas usado por la Aurora Dorada está basado en una
compleja técnica de visualización de acuerdo con un código, o construcción,
preestablecido. Es demasiado complejo para explicarlo aquí. La idea, sin embargo,
consistía en crear una imagen de algo que por sí mismo carezca de forma. Así, podría
atribuirse a “justicia” una imagen determinada. Del mismo modo, “libertad” podría ser
un ángel o un arcángel. “Intolerancia” podría visualizarse como un demonio. Luego,
una vez que se había creado la imagen, se le podía otorgar una “vida” propia (hasta un
cierto punto). Finalmente, se la podía tratar como si fuera una entidad viva y capaz de
respirar, como usted o como yo.
Observe que he dicho que podría darse forma a algo como la “intolerancia”. De igual
modo, puede darse forma a cualquier cualidad, buena o mala. Esta idea, junto con la
idea de que el exorcismo era una manera de librarse de los problemas psicológicos,
forman la base de la técnica I.O.D.
Una palabra de advertencia. Quizás sea mejor para usted acudir a un psicoterapeuta
positivo, orientado hacia el crecimiento personal y que no estuviera en contra de los
estudios ocultistas, que intentar practicar la técnica I.O.D. Ello es debido a que la
técnica I.O.D. podría considerarse peligrosa. Con esto no pretendo decir que puedan
atacarle los demonios o que pueda caer usted enfermo. Lo que quiero decir es que
mediante esta técnica va a aprender mucho más sobre su propia naturaleza de lo que
quizás sea capaz de aceptar. Se cuenta que sobre las puertas de las antiguas escuelas de
misterios podía leerse esta frase: “Conócete a ti mismo”. Conocerse realmente a uno
mismo puede ser una de las experiencias más impresionantes y terribles que podamos
imaginar. De modo que, si se dispone a intentar esta técnica y se siente atemorizado,
físicamente enfermo o perdido, ¡deténgase inmediatamente! La mente tiene
determinados bloqueos y protecciones que evitan que podamos descubrir las verdades
más internas sobre nosotros mismos hasta que no estemos realmente preparados. Vaya
poco a poco, sea amable y atento consigo mismo si intenta poner en práctica esta
técnica. Es muy poderosa.
La “I”, de las siglas I.O.D., significa “Identidad”. Su primera tarea en esta técnica, y la
más dura, consiste en identificar aquellos aspectos de usted mismo que ya no desea
poseer. ¿Es terco, egoísta, egocéntrico, inseguro, indeciso? Sea lo que sea, su primera
tarea consiste en identificarlo. Ahora, al principio, esto resulta bastante seguro, pero
puede que no le resulte fácil admitir aquellas cosas que considera fallos propios. Más
adelante, le será más fácil admitir los fallos a un nivel consciente, pero quizás su
inconsciente se resista. En ese momento deberá progresar con calma. Nunca fuerce nada
que no vaya a aflorar fácilmente. Trabaje un aspecto cada vez. Este proceso puede ser
muy lento, pero es más corto y más barato que el análisis freudiano. Además, funciona.
El segundo paso es el más fácil y divertido.
La “O” de las siglas I.O.D. significa “Objetivar”. La intención aquí es la de crear una
imagen que represente aquello que ha identificado anteriormente. Puede tratarse de
cualquier cosa, aunque es preferible que sea algo vivo. Así, una roca no sería una
imagen tan buena para esta técnica como podría serlo un duende, un perro o la imagen
de un demonio. Supongamos que ha decidido usted que una de las cosas de las que
desea librarse es de su testarudez, de su incapacidad de cambiar. En este paso vamos a
objetivar la testarudez, vamos a convertirla en una cosa. Podemos inventarnos una
imagen, pero para lo que nos proponemos aquí vamos a darle una apariencia
humana. Su rostro tendrá los rasgos muy cincelados y llevará puesto un casco del
ejército (vamos a pensar en una imagen masculina). Se trata de un hombre alto y fuerte,
pero las articulaciones de sus piernas y de sus caderas no funcionan, de modo que su
fuerza es inútil. Lleva puesto un mono de color gris metálico y debajo se distinguen
unos músculos fuertes que nunca se relajan. De hecho, en algunos puntos, los músculos
parecen ser tuercas y tomillos. Aunque disimula, es posible notar que siente mucho
dolor por no poder relajarse nunca, por tener que mostrarse siempre duro. Tiene miedo
de no ser justo, etc. De este modo, hemos creado una imagen de testarudez. Todas las
cosas que he mencionado son objetivaciones del arquetipo de la testarudez. Si resulta
que éste es un aspecto de usted mismo sobre el cual desea trabajar, puede empezar con
lo que le he indicado y seguir adelante. ¿De qué color es su piel y su pelo? (No se limite
a los colores estándares). ¿Está haciendo algo? ¿No hace nada? Finalmente, ponga un
nombre a esta creación. Puede utilizar cualquier nombre, siempre que no sea el de
alguien que conozca. De nuevo, no tiene por qué tratarse de un nombre estándar. Por
ejemplo, I-gis (con una pronunciación fuerte de la g) es corto y útil. Greflexor es una
denominación interesante y perfectamente aceptable.
Dedique algún tiempo a elaborar esta imagen en su mente para que sea lo más concreta
posible. Tal vez desee realizar un dibujo, si posee usted habilidades artísticas. Además,
tampoco es necesario que tenga forma humana. Puede ser un animal extraño. De hecho,
incluso sería mejor.
Una vez “creada” la imagen, el paso siguiente consistirá en darle vida. Visualice la
figura y realice el RMDP alrededor de ambos, de la figura y de usted. Si ha elaborado
un dibujo o una escultura de la imagen, utilícelos como centro de atención del
RMDP. Consiga que la creación física y la imagen mental coincidan.
A continuación practique la técnica del Pilar del Medio. Cuando note la energía en el
Pilar del Medio, inspire profundamente y, utilizando toda la exhalación, haga que la
energía que otorga la vida (literalmente) descienda por sus brazos y salga por sus
manos hacia la figura que ha creado mentalmente. Si dispone de una representación
física de la imagen, envíe la energía hacia ella.
La “D” de las siglas I.O.D. significa “Desterrar”. Este es el equivalente mágico del
exorcismo. Sin embargo, el proceso de destierro, aunque está basado en el Ritual Menor
de Destierro del Pentagrama, es algo delicado, ya que se trata de desterrar una parte no
deseada de nosotros mismos.
Recuerde que su visualización debe ser solamente tan buena como usted pueda
conseguir. No es necesario que sea perfecta. De hecho, si no tiene usted mucha
habilidad para visualizar cosas, limítese a saber -no a pensar o a creer, sino a saber- que
está allí y que si su visión psíquica fuera mejor, podría verla claramente.
5. Ahora, tome la daga y corte el cordón de conexión muy cerca de su propio cuerpo. Si
no tiene ninguna daga, utilice dos dedos de su mano derecha como si fueran unas tijeras.
6. Sin detenerse ni un segundo después del quinto paso, haga el signo de “El Que Entra”
(adelante el pie izquierdo mientras lanza los brazos hacia delante; señale con la daga o
con el dedo índice de la mano derecha hacia delante, y también con el dedo índice de la
mano izquierda) directamente hacia la figura acabada de separar. Al mismo tiempo,
proyecte con sus dedos un pentagrama azul brillante hacia la figura y grite:
Esto deberá provocar que la visualización se aparte un poco, pero permanecerá allí el
tiempo suficiente para que pueda usted realizar el…
9. Apunte hacia la figura con el arma adecuada (recuerde beber el contenido del cáliz si
estuviera lleno). Las instrucciones para apuntar con el Pantáculo son simples:
sosténgalo por las partes de color negro y encare el lado cóncavo en la dirección hacia la
cual desea apuntar. Apuntar con la Vara o con la Daga no necesita explicación.
Sostenga el Cáliz por el pie o por la base y señale con la parte destinada a contener el
líquido hacia afuera, lejos de usted. Si todavía no tiene estos instrumentos, utilice las
palmas de sus manos, mirando hacia fuera. Diga:
Estas palabras debe pronunciarlas con autoridad, como si fuera un poderoso rey, o una
reina, hablando con el más inferior de sus súbditos. Recuerde, sin embargo, que no es
usted quien va a destruir aquello que no desea, sino el poder de lo Divino, a través de
usted.
10. Realice el Ritual del Pilar del Medio muy brevemente. Luego, como en la
Circulación del Cuerpo de Luz, sienta la energía descender, pero esta vez hágala
descender por sus brazos y salir por sus manos, atravesando el instrumento mágico
adecuado (si lo tiene) y atravesando el centro del pentagrama que se encuentra delante
de usted (no debe haberse desplazado hacia ningún otro lado), hasta llegar a la figura.
Visualice cómo la energía se vuelve más y más fuerte y la figura se debilita cada vez
más y se va transparentando. Con cada exhalación, la energía que emana de usted debe
ser más y más intensa hasta que la figura creada sea vencida completamente y
desaparezca. Prosiga con este envío de energía, en nombre de la Divinidad, durante
al menos un minuto después de haber destruido la figura del todo.
11. Ahora, alce los brazos formando una letra “V” con ellos. Si ha utilizado un
instrumento mágico, debe tenerlo en la mano derecha y señalando hacia arriba. Alce la
vista y diga:
Yo os saludo, Señor del Universo. Yo os saludo a Vos, que no habéis sido creado por la
naturaleza. No míos, sino Vuestros son el Poder y la Gloria por los siglos de los siglos,
AMÉN.
12. Una vez más, realice el RMDP. A continuación, visualice como su círculo mágico
se va esfumando ante su mirada, pero sepa que continúa estando allí. Anote los
resultados en su diario mágico.
La técnica I.O.D. puede ayudarle a resolver muchos problemas. Pero recuerde que usted
es sólo un mago en formación. Cuando un chef aprende a cocinar no siempre hace unas
comidas perfectas, de modo que quizás su técnica I.O.D. tampoco sea perfecta al
principio. Es posible que deba repetir esta técnica varias veces hasta conseguir librarse
de algo no deseado. Si ha creado usted (o ha comprado) una versión artística de su
visualización, debe destruirla completamente después de practicar la I.O.D. Por otro
lado, si el problema no le impide desarrollar su trabajo, siga con algún otro aspecto de
su personalidad que desee modificar y regrese al anterior más tarde.
ü-ùþ ,
¡La Manera de tener Éxito y la Manera de Chupar los Huevos!
Este es el Sagrado Hexagrama.
Fr. Obarudrep