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Las pérdidas
Ganar elecciones es, justamente, lo que no ha hecho el PAN desde 2006, cuando
Calderón fue designado oficialmente como ganador bajo acusaciones de fraude
electoral. El 20 de agosto de ese año se celebraron comicios en Chiapas, donde su
candidato, Francisco Rojas, declinó por el priísta José Antonio Aguilar Bodegas y sólo
recibió 29 mil 476 votos, equivalentes al 2.4%. La pérdida de sufragios fue de 185 mil
882, porque Calderón había logrado 215 mil 358 votos, es decir, el 16.9%. Ocurrió lo
mismo en Tabasco, el 15 de octubre: aunque el candidato panista, Francisco Cáceres, no
declinó formalmente por el priísta Andrés Granier, fue obvia la alianza y el PAN obtuvo
apenas 29 mil 982 votos, si bien fueron apenas 2 mil votos menos que los 31 mil 975 de
Calderón. El 2007, el primer año de Gobierno de Calderón y todavía con Espino como
presidente, parecía prometedor para ese partido con la victoria que obtuvo en Tuxcueca,
Jalisco, en las elecciones extraordinarias del 18 de febrero, después de un empate a 662
sufragios.
Pero no: en la primera elección formal del año, el 20 de mayo, en Yucatán, el PAN
perdió la Gubernatura frente al PRI, aunque sólo retrocedió 10 mil votos respecto de los
obtenidos por Calderón. El 1 de julio se celebraron elecciones en Chihuahua, donde la
caída fue muy pronunciada: el PAN perdió 147 mil 420 votos en comparación con los
obtenidos por Calderón, y en Durango, tierra natal de Espino, también se produjo un
retroceso de 57 mil 937 votos respecto a la elección presidencial. Ese mismo 1 de julio
se celebraron elecciones en Zacatecas y, aunque el PAN conquistó la capital, los votos
que obtuvo en todo el estado fueron 56 mil 78 menos que los de Calderón. Un mes
después, el 5 de agosto, el PAN siguió a pique. En Aguascalientes el retroceso no sólo
consistió en perder la capital y su condición de primera fuerza, sino la disminución en
88 mil 198 votos respecto de la elección presidencial, y en Oaxaca, donde el PRI ganó
todos los distritos, la caída del PAN fue de 111 mil 965 sufragios comparados con los
obtenidos por Calderón.
Baja California fue, para el PAN, un oasis: retuvo la Gubernatura, ganó cuatro de los
cinco ayuntamientos y 14 de los 16 diputados de mayoría, aunque perdió 13 mil 826
votos respecto de la elección presidencial. Pero en Veracruz, el 2 de septiembre, el PAN
se derrumbó: además de perder municipios emblemáticos, como el puerto de Veracruz,
perdió 246 mil 651 votos respecto a la elección presidencial. El 7 de octubre hubo
elecciones municipales en Chiapas, y aunque perdió Tapachula, el PAN se recuperó por
la coalición que hizo con Nueva Alianza y alcanzó 322 mil votos, mientras que en las de
Oaxaca, también de ayuntamientos, preservó el nivel que tenía tres meses antes.
Una semana después, el 14 de octubre, en Sinaloa el PAN padeció otro descalabro: no
sólo perdió la emblemática ciudad de Mazatlán, sino que cayó su votación en 94 mil
688 votos respecto de 2006. Las últimas elecciones del año, el 11 de noviembre,
también representaron pérdidas de votos para el PAN en comparación con 2006. En
Michoacán, aunque quedó en segundo lugar, retrocedió en 29 mil 753 votos, y en
Puebla fue barrido por el PRI, con un retroceso de 207 mil 931 sufragios respecto de los
obtenidos por Calderón. En las elecciones de Tamaulipas, el PAN perdió 159 mil 122
votos, pues en la elección presidencial Calderón obtuvo 506 mil 177, mientras que en
las locales sólo logró 347 mil 55. Tlaxcala, donde gobierna el ex priista Héctor Ortiz,
fue el único estado donde Acción Nacional se mantuvo como fuerza hegemónica, al
obtener 131 mil 894 votos, y con todo fueron 8 mil 234 menos que los 140 mil 128
logrados por Calderón.
Aunque queda pendiente la elección de Hidalgo, el CEN del PAN está concentrado
completamente en las elecciones intermedias del 5 de julio de 2009, cuando, además de
diputados federales, se elegirán alcaldes y diputados locales en los estados de México,
Guanajuato, Distrito Federal, Jalisco, Morelos, Campeche, Colima, Nuevo León,
Querétaro, Sonora y San Luis Potosí. En las últimas seis entidades se elegirá, además,
Gobernador. En estas elecciones el PAN de Germán Martínez tratará de revertir la
tendencia perdedora que, con Calderón en el Gobierno federal, ha implicado la pérdida
de un millón de votos anuales. En el PAN se especula también sobre los movimientos en
el gabinete: se perderá un secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, pero se
ganará un candidato al Gobierno de Campeche.
Preocupa Vicente
Hasta para una discusión amplia en el Consejo Nacional panista se han presentado
problemas. El máximo órgano de dirección del PAN sesionará el próximo sábado, día de
la clausura de la “Cumbre San Cristóbal: Democracia eficaz, la nueva era del
humanismo de centro en la política” -convocada por Vicente Fox, presidente de la
Internacional Demócrata de Centro (IDC)–, a la que asistirán políticos de derecha, como
Mariano Rajoy, dirigente del Partido Popular de España, y Álvaro Uribe, presidente de
Colombia. Ese empalme ha causado desconcierto entre panistas: Germán Martínez, al
convocar al Consejo Nacional el mismo día, opacará la “cumbre” en la que está
anunciada su participación, pero además porque la organiza Fox -a quien él designó
como el principal estratega para “guanajuatizar” México- y porque está prevista también
la asistencia de numerosos consejeros nacionales.