NUEVA CORONICA Y BUEN GOBIERNO. PRIMER TOMO.
Nueva crónica y buen gobierno, fue escrita por el cronista peruano Felipe Guaman Poma de Ayala, descendiente de una noble familia inca de Huánuco. Es uno de los libros más originales de la historiografía mundial. En esta obra, de 1.200 páginas y 400 dibujos, que se terminó en 1615, poco antes de la muerte de su autor, se da la visión indígena del mundo andino y permite reconstruir con todo detalle aspectos de la sociedad peruana después de la conquista, a la vez que ilustra sobre la historia y genealogía de los incas. La obra, dedicada a Felipe III y enviada a España, se extravió.Tres siglos después, en 1908, el investigador alemán Richard Pietschmann encontró el original en la Biblioteca Real de Copenhague.
NUEVA CORONICA Y BUEN GOBIERNO. PRIMER TOMO.
Nueva crónica y buen gobierno, fue escrita por el cronista peruano Felipe Guaman Poma de Ayala, descendiente de una noble familia inca de Huánuco. Es uno de los libros más originales de la historiografía mundial. En esta obra, de 1.200 páginas y 400 dibujos, que se terminó en 1615, poco antes de la muerte de su autor, se da la visión indígena del mundo andino y permite reconstruir con todo detalle aspectos de la sociedad peruana después de la conquista, a la vez que ilustra sobre la historia y genealogía de los incas. La obra, dedicada a Felipe III y enviada a España, se extravió.Tres siglos después, en 1908, el investigador alemán Richard Pietschmann encontró el original en la Biblioteca Real de Copenhague.
NUEVA CORONICA Y BUEN GOBIERNO. PRIMER TOMO.
Nueva crónica y buen gobierno, fue escrita por el cronista peruano Felipe Guaman Poma de Ayala, descendiente de una noble familia inca de Huánuco. Es uno de los libros más originales de la historiografía mundial. En esta obra, de 1.200 páginas y 400 dibujos, que se terminó en 1615, poco antes de la muerte de su autor, se da la visión indígena del mundo andino y permite reconstruir con todo detalle aspectos de la sociedad peruana después de la conquista, a la vez que ilustra sobre la historia y genealogía de los incas. La obra, dedicada a Felipe III y enviada a España, se extravió.Tres siglos después, en 1908, el investigador alemán Richard Pietschmann encontró el original en la Biblioteca Real de Copenhague.
FELIPE GUAMAN POMA DE AYALA
NUEVA CORONICA
Y BUEN GOBIERNOPROLOGO
En 1908, Richard Pietschmann descubrid en la Biblioteca Real de
Copenhague el manuscrito de Felipe Guaman Poma de Ayala, titulado
Nueva Corénica y Buen Gobierno, escrita por este hombre andino cntre
los ultimos afios del siglo XVI y los primeros del siglo siguiente; en el
XVHL Congreso Internacional de Americanistas (Londres 1912), el
mismo Pietschmann present6 una ponencia cn la cual hizo conocer a la
comunidad cientifica americanista la existencia y el contenido de este
texto, que venia a proporcionar dimensiones exéticas a las tradiciones andi-
nas y a sus estudios, y que daba una versidn larga y complicada del
pasado y de los habitantes de Jos Andes, aunque también se referia dete-
nida y criticamente a su presente colonial. Paco se sabia de su autor
—poco es lo que se sigue sabiendo todavia hoy— salvo lo que se podia y se
puede desprender de sus propias afirmaciones y de algunos documentos
aparecidos en los Ultimos tiempos. Las primeray fueron pucstas rdépida-
mente cen ducda junto con el relato de una genealogia personal justifi-
cativa y gloriosa que se remontaba no solamente a !os incas del Cuzco,
sino también a una aristocracia provinciana sometida al Tawantinsuyu,
que no se limitaba a los antepasados inmediatos c identificables sino
que plantcaba la génesis colectiva de los habitantes del Nuevo Mundo
como una rama cuasi perdida de los descendientes de Addn, en una
forma que no sera por cierto totalmente cxtrafia a los historiadores
espafoles de fines del sigho XVI, ¥ especialmente del siglo XVII, que
generalizaron diversas hipétcsis sabre el poblamiento de América Cver,
por ejemplo, las obras de Fray Gregorio Garcia, de Fernando de Maonte-
sinos, de Diego Andrés de Rocha a de Antonio de Leén Pinelo). Sola-
mente en 1936 la obra de Guaman Poma alcanzé los honorcs de una
edicién facsimilar en Paris Ca través det Institut d'Fthnologie) gracias
a los esfuerzos del insigne americanista Paul Rivet. Su descubridor,
Pictschmann, incluyé cntonces un estudio preliminar publicado anterior-
IXmente en (Nachrichten von kéniglischen Gesellschaft des Wissenchaften
zu Géttingen Philologisch-historische klasse, Berlin 1908: 637-659),
que recordé las palabras con-que hizo conocer el documento en Ja reunién
de 1912, Conccido americanista y editor también de la Historia Indica de
Pedro Sarmiento de Gamboa ', Pietschmann presenté una somera vision
del Tawantinsuyu y de la vida andina a través del documento encon-
trado por él, consultando a quechuistas y otros especialistas de la época.
No deja de ser una aventura introducir al lector en la Nueva Corénica
y Buen Gobierno de Felipe Guaman Poma de Ayala. La obra constituye
un universo particular que rebasa Jas relacianes de heches notables y las
historias clésicas que se hicieron comunes en los Andes de los siglos
XVI y XVII, que nos hemos acostumbrado a llamar crénicas, términe
que suele incluir desde los relatos mencionados hasta muchos de Jos
mas aburridos informes buracraticos; se extiende hasta casi alcanzar una
jerarquia enciclopédica andina, asombra a les eruditos por su precisién
y su riqueza iematica, especialmente cuando ofrece aquella informacién
andina menos “contaminada” con lo curopeo, a la vez que les abruma con
un estilo que ha sido calificado en extremo de abigarrada y confuso, o
aun de jerigonza ininteligibie. Aunque son relativamente poces los estudios
que le han sido dedicados, sobre todo teniendo en cuenta el impacto que
produjo su aparicién en los medias ancinas Cyéase la bibliografia al final
de esta Introducciéu), sucle encontrarse en muchos de ellos una serie
de acusaciones que transitan en torno a la “exactitud histérica” Cmejor
dicho, la inexactitud) de sus afirmaciones, que no excluyen el provin-
cialismo de su visién del Tawanitinsuyu de los incas de] Cuzeo, o de
los reinos existentes antes del mismo, cuya presencia y constante men-
cién garantiza el ancestro personal glorioso y “noble” del autor; se le
reprocha la pasién con que denuncid Jos atropellos del sistema colo-
nial ~como si la pasién pudiera ser realmente excluida de ja vivencia
personal— y los violentos actos de sus implementadorcs burocrdticos,
evangclizadores, sefiores de diversos rangos; se le acusa facilmente de
hacer “mala historia” al mismo tiempo que se reconoce el “valor histé-
rico” que su obra representa, 0 aun se le sefiala como un case original
que, junto al texto de la Historia de los Incas, escrita por el merce-
dario Martin de Murta, constituyc el mas importante conjunto de
representaciones gréficas de algiin tipo de documento andino durante
Ja colonia espaiiola entre los afios finales del siglo XVI y los iniciales
del XVIL CCfr. Mendizdbal 1961, Ballesteros 1953 y 1978, Adorno
1978). Sélo una obra muy posterior tiene dibujos competitivos que ilus-
tran la vida andina: las acuarelas dicciochescas del obispo trujillano don
Baltazar Jaime Martinez de Compan.