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ACUERDO Nº 218 -J.E.

-: En la ciudad de Neuquén, capital


de la provincia del mismo nombre, a los veinticuatro días
del mes de noviembre del año dos mil ocho, siendo las
dieciseis horas, se reúne en el Recinto de la Honorable
Legislatura de la Provincia del Neuquén, en Acuerdo, el
Jurado de Enjuiciamiento previsto por el artículo 268 de
la Constitución Provincial, integrado en calidad de
presidente el Dr. ALEJANDRO TOMAS GAVERNET, como vocales:
los doctores LUIS MARIA FERNANDEZ y DANIEL GUSTAVO
VARESSIO, en condición de Diputados Provinciales: el
señor DARIO EDGARDO MATTIO y el Dr. MARCELO ALEJANDRO
INAUDI, y como abogados de la matrícula: los doctores
ROSALBA CRUZM MARTINEZ y OMAR ORLANDO RAIMONDO, asistidos
por la señora Secretaria Dra. ELISA CRISTINA FLORES.-----
Abierto el acto por el señor Presidente se somete a
consideración del jurado la causa caratulada “RIVERO de
TAIANA ELISABET S/ JURADO DE ENJUICIAMIENTO” expte. 18-
JE-2008. Concluidas las deliberaciones, el jurado decide:
VISTO: Las actuaciones de referencia, cuyo estado
procesal determina que el jurado debe dictar sentencia.
Del sorteo efectuado para determinar el orden de
votación, actúa como Jurado preopinante el Dr. Marcelo
Alejandro Inaudi, quien dice:----------------------------

I) CUESTIONES PRELIMINARES: Debe el Jurado decidir sobre


las cuestiones previas planteadas por la defensa antes
del tratamiento de la cuestión de fondo. Por Acuerdo Nº
217, de este Jurado de Enjuiciamiento, en Audiencia
General del día 20 de octubre de 2008, se resolvió el
rechazo de las siguientes: 1.-) Prescripción de la acción
y 2.-) La nulidad de la denuncia por falta de
legitimación activa. En cambio se difirió el tratamiento
para esta oportunidad de las siguientes: a) nulidad de la
acusación referida a falta de gerenciamiento, y b)
nulidad de la acusación por indeterminación de los

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hechos. Cabe señalar que no resulta viable avocarse al
tratamiento de las mismas sin abordar la cuestión de
fondo, por lo que el resultado surgirá del tratamiento
que se realice de la cuestión principal.-----------------

II.- PLANTEOS SUBSISTENTES: Si bien formalmente no fueron


planteadas como cuestiones preliminares, entiendo que
deben tratarse las siguientes cuestiones introducidas por
la enjuiciada en diferentes oportunidades: en el escrito
de fs.402/403 y vta., al momento de contestar la
acusación fiscal y en su alegato.------------------------

a) La violación a la garantía del non bis in idem. Desde


ya adelanto que tal postulación debe ser rechazada por
cuanto: 1)el presente enjuiciamiento se corresponde a una
denuncia autónoma independiente de las resoluciones
administrativas de los órganos de superintendencia. 2) La
distinta naturaleza institucional de los organismos -el
Tribunal Superior de Justicia y el Jurado de
Enjuiciamiento. El primero, sólo tiene facultades
disciplinarias que hacen a una relación directa entre el
desempeño del agente y el organismo. El segundo, además
de la potestad disciplinaria, tiene el control
constitucional sobre la rectitud de la conducta del
funcionario y sobre la estabilidad republicana del mismo.
Se habilita a que éste último, por detentar mayor
potestad de juzgamiento, revise los hechos en el contexto
apropiado, aun cuando puedan identificarse los hechos o
las conductas –algunos o todos- como que ya han sido
motivo de tratamiento en otro ámbito. 3) Para que pueda
operar la violación a la garantía del non bis in idem,
los hechos que se identifican como doblemente juzgados
debieron ser objeto de una resolución firme, lo que no
ocurre en el caso, como lo reconoce expresamente en su
alegato final la enjuiciada al aludir a “sumarios
administrativos ante el TSJ Neuquén, aun sin resolver”.--

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b) Violación a la imparcialidad objetiva. También
considero debe rechazarse el planteo por cuanto la
mencionada violación pueda operar cuando es el mismo
tribunal el que investiga y el que juzga. No es el caso
del procedimiento establecido en la Ley 1565 según la
cual el Jurado que enjuicia políticamente solo valora la
admisibilidad formal de la denuncia. Es el fiscal el que
plantea la acusación o no, con fundamento en hechos que
luego puede calificar como correspondientes a una causal
de destitución.-----------------------------------------

c) Ampliación de la falta de legitimación activa. La


Defensa planteó nuevamente la falta de legitimación
activa del denunciante. Esta vez con un elemento nuevo,
afirma en su alegato: “los denunciantes carecen de
legitimidad para hacerlo pues se presentaron como
representantes de nadie en particular y de muchos en
general…” Surge de las declaraciones de los testigos
Sandra Vasilchin y Edgardo Cherbavaz, entre otros, que se
dio intervención al gremio por iniciativa de los
empleados del juzgado. También la Cámara Supervisora
permitió la intervención del gremio en una reunión
convocada como consecuencia de la nota que los empleados
del Juzgado envían a dicha Cámara con fecha 11 de octubre
de 2007, comunicando la situación del Juzgado y las
medidas de fuerza que han adoptado. El testigo Cherbavaz
describe las actividades que llevó adelante el gremio en
esas circunstancias con la finalidad de promover un nuevo
sumario administrativo. Hubo entonces una intervención
activa de la organización gremial solicitada por los
agentes del Juzgado Laboral Cuatro, que lo habilita como
denunciante. Coincidentemente con esta conclusión se ha
expedido el Fiscal del Tribunal Superior de Justicia en
Expte. Nº 10298-2007- acordándole “Legitimación a SEJUN”
por interés gremial invocándose, con cita del Acuerdo del

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TSJ Nº394 sobre derecho colectivo, a ser parte en un
Sumario Administrativo. Por ello rechazo el planteo
formulado.----------------------------------------------

III.- ANTECEDENTES: 1.- La denuncia. Con fecha 17 de


diciembre del año 2007, los Sres. Edgardo Chervabaz y
Rafael Rubio, invocando el carácter de Secretario General
y Gremial respectivamente del Sindicato de Empleados
Judiciales de la Provincia del Neuquén, y actuando en su
nombre y representación, presentan formal denuncia ante
el Jurado de Enjuiciamiento en contra de la Dra. Elisabet
Rivero de Taiana, Jueza de Primera Instancia en lo
Laboral, a cargo del Juzgado Laboral Nº 4 de la Primera
Circunscripción Judicial de la Provincia del Neuquén.
Invocan, para peticionar la remoción de la Jueza
denunciada, las causales de Mal Desempeño y Mala
Conducta. Refieren que los hechos que motivan la
presentación vienen reiterándose de manera continuada y
sistemática desde principios de la década del noventa, y
consisten en el ejercicio insoportable de violencia
laboral, autoritarismo y toda clase de irregularidades en
el ejercicio de la función de magistratura por parte de
la denunciada. Indican que esa situación es verificable
por el cúmulo de sumarios internos que la denunciada
registra, entre los que mencionan los expedientes de
Superintendencia del Tribunal Superior de Justicia Nº
3262/04 caratulado “Rivero de Taiana Elisabet Cristina s/
Sumario”, el Expediente Nº 10298/07 con igual carátula, y
mas recientemente el expediente Nº 10318 caratulado
“Juzgado Laboral Nº 4 s/situación”, destacando que todas
las actuaciones tienen como causa una actividad idéntica
y reiterada por parte de la magistrada que constantemente
hostiga a los restantes funcionarios y empleados, que
revistan en el Juzgado a su cargo y a los abogados de la
matrícula. Remiten los denunciantes a las actuaciones

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labradas en los sumarios referenciados en donde -dicen-
existen abundantes testimonios respecto de los malos
tratos infligidos por la denunciada, a quien tanto
funcionarios como empleados sindican de autoritaria y
violenta, provocando malestar y disfuncionalidad, lo que
lógicamente repercute en el servicio de administración de
justicia. Agregan como dato ilustrativo de este accionar
-que califican como perverso- que la denunciada
habitualmente exige a los empleados acciones que van mas
allá de su función o tarea dentro de la dependencia, como
por ejemplo obligar a utilizar determinado atuendo bajo
apercibimiento de prohibirle el ingreso al juzgado a una
empleada, o compeler a los empleados a que escuchen,
tomados de la mano, cintas de audio con contenido
religioso o místico. Refieren como conducta reiterada de
parte de la Magistrada el ocultar los pedidos de licencia
del personal y los reclamos y pedidos de traslado hechos
por éstos a los superiores jerárquicos, de manera tal de
mantener la relación de dominación y autoritarismo ajena
a las restantes dependencias del poder judicial. Afirman
que los niveles de desprecio y subestimación son
ilimitados, procediendo la denunciada no solo a la
descalificación permanente, sino también a arrojar
expedientes, patearle las sillas a los empleados, mudarle
inconsultamente el lugar de trabajo, prohibirle la
comunicación con el resto del personal, burlarse de los
problemas personales, todo lo cual genera humillaciones
en las personas que trabajan o frecuentan el Juzgado
Laboral n°4, remitiéndose a los cargos formulados en el
sumario administrativo nº 3262/04. Concluyen que el
accionar de la Magistrada resulta configurativo de las
causales de Mal Desempeño y Mala Conducta. Ofrecen prueba
y solicitan en definitiva a este Jurado que disponga la
remoción de la Jueza de su cargo.---------------------

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2.- La ratificación de la denuncia. Con fecha 21 de mayo
del corriente año, y por Acuerdo Nº 207, este Jurado
dispuso que, surgiendo la necesidad de contar con mayores
precisiones sobre las circunstancias de tiempo, lugar y
modo en que habrían ocurrido los hechos referenciados,
citar a los representantes legales del SEJUN a tales
fines, en los términos del art. 15 y concs. de la ley
1565.----------------------------------------------------
A fs. 102 obra la respuesta de los denunciantes. Bajo el
título de “Formula precisiones”, hablan de mala conducta,
de abuso de autoridad, de violencia laboral, de falta de
idoneidad gerencial, de innumerable cantidad de traslados
y licencias, de mal desempeño, de relación hostil con
empleados, funcionarios y litigantes, de entorpecimiento
del servicio de justicia. No narran ningún hecho. No
dan ningún nombre. No citan un solo acontecimiento que
brinde sustento fáctico a las irregularidades
denunciadas.---------------------------------------------

3.- La admisibilidad.- Por Acuerdo Nº 211-JE-2008, y


considerando la entidad de los hechos denunciados y los
antecedentes de los que daba cuenta el Legajo personal,
que fue tenido a la vista, este Jurado, por unanimidad,
declaró la admisibilidad de la denuncia por la causal de
mal desempeño (art. 229 de la Constitución Provincial),
disponiendo la suspensión en sus funciones de la
mencionada magistrada, con percepción del 50% de su haber
mensual hasta la conclusión de la causa, de acuerdo a lo
normado por el art. 18 inc. c) de la ley 1565.-----------
4.- La acusación A fs. 236/243 obra la acusación
formulada por el Sr. Fiscal Subrogante del Tribunal
Superior de Justicia Dr. Ignacio Héctor Cano, en la que
se detallan una serie de episodios que abarcan el período
comprendido desde el inicio de la década del 90 hasta el
mes de octubre del año 2007, reseñando las conductas

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reprochables imputadas a la enjuiciada: 1) Prohibir
conversaciones entre empleados y con funcionarios, en el
caso con la Dra. Celia Gallardo, Prosecretaria del
Juzgado, entre mayo de 1999 hasta marzo del 2000; 2) No
elevar a la Cámara los pedidos de licencia por estudio
que oportunamente formularan Dalma Tejada y Verónica
Sánchez durante el tiempo que el Dr. Ruiz estuvo a cargo
de la Secretaría (se desempeñó como Prosecretario entre
mayo de 1994 hasta el año 1998); 3) Ausencia de adecuada
relación con los abogados, provocando tirantez en la
relación con el Prosecretario del Juzgado, en la fecha
indicada; 4) Cambiar en reiteradas oportunidades el lugar
del despacho del agente Elio Raúl West (quien se
desempeñó en tal juzgado desde el año 1999), alegando que
no dejaba trabajar a los demás compañeros, que generaba
diálogo y poca producción; 5) Faltar el respeto a los
empleados, concretamente haber manifestado al Sr. West
que era inteligente pero “vago y atorrante”; 6) Propiciar
reuniones incompatibles con el ámbito de trabajo.
Concretamente un 31 de diciembre (entre el lapso temporal
que va desde el año 1999 al 2004), convocar al personal,
hacerles tomar de las manos y escuchar un cassette sobre
cuestiones religiosas, con duración aproximada de 45
minutos; 7) Dispensar un trato ofensivo hacia su
personal: en oportunidad en que el Sr. West le manifestó
que se tenía que retirar para ir al psicólogo, luego del
horario de trabajo, la Sra. Jueza le contesta de manera
inapropiada, riéndose y diciéndole que “le hacía falta”;
8) Mantener una relación hostil con la Dra. Zapata,
manifestándole que no le interesaba como Secretaria; 10)
Haber convocado a trabajar a la Dra. Granelli, provocando
enfrentamientos con quien fuera prosecretaria por abril
de 2004; 11) Carecer de pautas claras en la delegación de
funciones durante el tiempo en que se desempeñara

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laboralmente la Dra. Talarico como prosecretaria (desde
el 26 de junio del 2000 y hasta el mes de diciembre del
2001), asignándole responsabilidades y, por otro lado,
negándole poder de decisión dentro de esas
responsabilidades; 12) Haber mantenido un trato agresivo
durante el tiempo en que se desempeñó como prosecretario,
con el Dr. Luis P. Trani (desde el 11 de julio de 1990
hasta el 13 de abril de 1994). Realizar cambios (mudar
ambientes) en forma inconsulta, dejar carteles con textos
despectivos en los expedientes, llamar la atención al
mencionado funcionario a través de una providencia en un
expediente, exponiendo así situaciones internas ante
terceros; 13) Endilgar al Dr. Trani tener vínculo
preferencial con los abogados, al atender a los
profesionales que no querían consultar ni tener trato con
la señora jueza; 14) Manifestarle al Dr. Trani, delante
de los empleados del juzgado, que el trabajo que el
funcionario hacía no servía, para luego, corregir
pequeños detalles; 15) Condicionar que el Dr. Trani
pudiera usufructuar de la licencia correspondiente a la
feria de enero, a la proyección de sentencias de casi
quince expedientes en el término de quince días, a lo
que, cumpliendo el requerimiento de doce y quedando tres
pendientes, la señora Juez le llamó la atención,
haciéndose saber que era una suerte que lo dejara irse de
vacaciones; 16) Exigir al Dr. Trani por la época en que
se desempeñó como prosecretario, el cumplimiento de lo
que la señora jueza denomina “circular 001”; 17) Provocar
con su conducta el pedido de pase del mencionado
funcionario; 18) Influir con su conducta en el pedido de
pase de la agente Silvia del Carmen Polanco (por el año
1998/1999); 19) Insultar a la agente María Hortensia
Polanco en un episodio acontecido durante su desempeño
laboral (que duró aproximadamente cinco años desde julio

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de 1988), en oportunidad en que la Sra. Juez no concurrió
al Juzgado dando noticia de ello telefónicamente a la
citada agente. Posteriormente, y siendo que quien debía
subrogarla, el Dr. Cano, preguntó si la Dra. Taiana había
requerido médico, a lo que aquella respondió
afirmativamente. Anoticiada de lo sucedido la Sra. Juez
le manifestó de mal modo a la mencionada agente “que
resultó ser una traidora y que no la quería ver”; 20)
Contribuir a formar un ambiente laboral de miedo e
inseguridad, que conducía al personal a requerir el pase
a otro Juzgado, los que se gestionaban en forma verbal o
personal dado el clima tenso que se vivía; 21) Haber
dispensado a la agente Lidia Delfino maltrato laboral, lo
que motivara su pedido de traslado a otra dependencia
judicial; 22) Haber provocado el traslado de la agente
Godoy Mercedes, con motivo del clima de tensión que se
vivía en el Juzgado (el agente se desempeñó en el juzgado
desde el año 1988); 23) No elevar a la Cámara el pedido
de pase formulado por la Dra. Ana Lía Zapperi, quien se
desempeñara en el Juzgado Laboral Nº 4 desde marzo de
1990 cumpliendo funciones de Prosecretaria y luego
Secretaria, hasta fines del año 1992; 24) Haber provocado
el pedido de pase de la Dra. Ana Lía Zapperi, reiterado
por el año 1992, motivado por razones de salud (proceso
gástrico, cuatro úlceras en el estómago), a raíz de la
tensa situación que se vivía en el Juzgado, con motivo
del trato dispensado por la Dra. Taiana al personal del
organismo a su cargo; 25) Haber omitido la elevación de
requerimientos de traslados de personal a otras
dependencias (entre los que se pueden mencionar los
formulados por los agentes Teresita Acosta, y Jorge
Huenul), cuyos cargos estaban suscriptos por la Dra.
Zapperi; 26) Haber dispensado un trato inadecuado a la
Dra. Zapperi. En una oportunidad, estando trabajando en

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su despacho con dos empleados, desde la puerta le tiró
dos expedientes hacia su escritorio diciéndole que todo
estaba mal, revisaba constantemente su escritorio, le
cambiaba de oficina, trasladándola a lo que era la sala
de audiencias, separándola del despacho; 27) Haber
dispensado un trato laboral inadecuado, durante el tiempo
en que la Dra. Mónica Barrutia se desempeñó como
Secretaria del Juzgado (del 28/10/92 al 31/01/04), dando
órdenes contradictorias a sus funcionarios -Secretario y
Prosecretario-, creando situaciones conflictivas con el
personal y terceros; 28) Mal trato dispensado a letrados
de la matrícula; 29) Cúmulo de sanciones,
apercibimientos, recomendaciones y/o llamados de atención
que se le impusieran a la Sra. Juez en virtud de su
desempeño funcional; 30) Anomalías en la tramitación de
expedientes consistentes en: a) Haber conciliado en
expediente Nº 334878/6 sin la presencia del letrado
patrocinante, cuando por imperio del art. 6 de la ley 921
la presencia del abogado es obligatoria; b) Pérdida de
prueba documental reservada en el juzgado como la
acaecida en los exptes. Nº 334363/6 y 334057/6; c)
Excesiva cantidad de expedientes que se encuentran para
dictar sentencia el cual se fue incrementando los últimos
tres (3) años, que denotan morosidad en la resolución del
conflicto laboral, así a manera de ejemplo al mes de
junio de 2007 la cantidad ascendía a 182 expedientes.
Entiende el Fiscal que los hechos enunciados encuadran en
la causal de mal desempeño establecida en el art. 267 de
la Constitución Provincial.------------------------------
5.- La Defensa. Corrido el pertinente traslado, la
enjuiciada Elisabet Rivero de Taiana efectúa su
presentación, la que luce a fs. 266/271. En primer
término, cuestiona la legitimación activa para denunciar
de parte de los representantes del gremio de los

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empleados judiciales, sosteniendo que solo una persona
física, debidamente individualizada puede denunciar,
citando lo dispuesto por el art. 13 de la ley 1565.
Advierte que la manda constitucional no autoriza a
sujetos agrupados o de naturaleza asociacional o jurídica
societaria a denunciar y menos aún acusar a un juez.
Contestando la acusación formulada, sostiene que el
Fiscal, en base a los elementos indicados por los
denunciantes, refiere a declaraciones de distintos
agentes, funcionarios o magistrados que transcribe, sin
precisar cual dicho, expresión o circunstancia constituye
un hecho cierto, directo, personal que permita ser
refutado por ella e identificado por este Jurado como
hecho determinado denunciado. Refiere que si bien el fin
de un proceso de remoción no es tanto el castigo de la
persona como la protección de la sociedad, debido a que
se encuentran afectados también derechos individuales, no
puede negársele a la remoción un carácter indirectamente
sancionatorio, por eso se le aplican las reglas del
debido proceso y defensa en juicio. Sostiene que en
veinte años de magistratura jamás tuvo requerimiento del
Tribunal Superior de Justicia por atraso en las
sentencias, ni por el desempeño del Juzgado a su cargo y
es reconocida por el cumplimiento de su rol,
profesionalidad de sus sentencias e independencia
funcional. Alega haber padecido trece años de constante
azuzamiento y en un permanente acoso laboral por parte
del Vocal Gigena Basombrío, con quita y asignación de
agentes y funcionarios, con traslados intempestivos sin
consulta con ella, por tramitación de sumarios
administrativos en base a informaciones sumarias
promovidas por el referido vocal, sin dar cumplimiento al
debido proceso y mediante declaraciones no espontáneas de
agentes y funcionarios citados a comparecer, y con

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versiones inducidas por aquél. Manifiesta haber
denunciado al Vocal Gigena Basombrío por acoso laboral y
atropello funcional, sin trámite ni respuesta aún de
parte del Tribunal Superior de Justicia. Sostiene que
estas son las únicas razones por las que el sindicato,
devenido en denunciante sin legitimación constitucional
ni legal, mediático y ajeno a todo o cualquier trato
directo funcional con ella, pretende el descrédito de la
institución judicial y la deshonra personal de esa jueza,
cuando ha sostenido durante 29 años y 4 meses de carrera
judicial el compromiso de cumplir con la manda
constitucional que se le invistiera de administrar e
impartir justicia, haciendo de su trabajo y el de las
personas que se le asignaren -siempre e ineludiblemente
el Tribunal Superior- un efectivo y eficaz servicio de
administración de justicia a la comunidad.---------------
6.- Alegato del Fiscal. Diligenciada e incorporada toda
la prueba producida en las audiencias llevadas a cabo en
la sede de la Honorable Legislatura Provincial, formuló
el alegato pertinente el Sr. Fiscal. Se plantea en primer
término el señor representante del Ministerio Público,
considerando que algunos de los hechos atribuidos datan
de los primeros años de la década del '90, si existe
prescripción de hechos por el transcurso del tiempo,
específicamente si está admitida la prescripción en la
faz administrativa. Sostiene que tanto el Reglamento
Interno de la Justicia del Neuquén, como la Ley 1565
contienen lagunas imperdonables al respecto, porque los
sumarios quedan abiertos sine die generando el
consecuente peligro de los cajoneos o los repentinos
impulsos, a merced de algún inescrupuloso que en momento
determinado se le ocurre sacarlo del cajón y hacerlo
funcionar de vuelta, calificando esa conducta como
deleznable. Refiere que a esta situación hay que ponerle

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fin de una vez por todas, opinando que debería juzgarse
también al sistema judicial mismo. Alega que estamos ante
una oportunidad histórica, para fijar un límite a la
arbitrariedad en lo que hace a la determinación de un
límite a la persecución, agregando que un fallo de parte
de este Jurado puede sentar jurisprudencia para el país
entero. Considera que el sistema de persecución de
conductas administrativas no puede estar por encima de
las garantías constitucionales del debido proceso, por lo
cual afirma que diecisiete años de conductas réprobas no
pueden tener acogida en un juicio justo, por lo cual
propone acotar los plazos para poder enfocar los cargos.
Cita jurisprudencia sobre la pérdida de la potestad
sancionatoria disciplinaria del Estado por el transcurso
del tiempo. Considera justo y equitativo, basándose en
la accesoria de inhabilitación que la destitución trae
aparejada, que se fije la persecución en cinco años, es
decir, al período comprendido desde el año 2002 al 2007.
Lamenta que los responsables de evaluar las distintas
conductas nada hayan hecho en estos diecisiete años,
refiriendo a un sinnúmero de testigos que afirmaron que
los hechos imputados llegaron a oídos de las máximas
autoridades, desde el Tribunal Superior de Justicia con
todos los vocales, de los distintos Tribunales Superiores
y de las Cámaras. ¿Qué paso? Se pregunta el Fiscal. ¿Se
durmieron? ----------------------------------------------
En segundo lugar refiere el Fiscal que si, por un lado,
hacemos justicia prescribiendo hechos antiquísimos,
tampoco haríamos justicia si de un plumazo los pasáramos
definitivamente al olvido. Una cosa es que no se las
pueda perseguir -alega- y otra cosa es que los tenga que
olvidar. Por lo tanto, -refiere- si bien no los vamos a
poder utilizar como reproches puntales en los cargos
enrostrados desde el año 2002 hacia atrás, todos los

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hechos prescriptos deben ser utilizados como una especie
de reincidencia con valor de prueba indiciaria de
conducta.------------------------------------------------
A continuación, y sin perjuicio de la prescripción
planteada, valora el Señor Fiscal los cargos endilgados.-
En cuanto al primer cargo, consistente en haber prohibido
conversaciones entre empleados o entre éstos y
funcionarios, el fiscal lo considera un cargo absurdo e
insustancial, por lo tanto, no prospera, refiriendo que
resulta ilógico pensar en estas personas como carentes de
voluntad.------------------------------------------------
Segundo cargo: no elevar a la superioridad los pedidos de
licencia por estudio de los empleados Dalma Tejada y
Verónica Sánchez. El Fiscal considera corroborado este
cargo por situaciones similares vividas por otros
empleados, descartando que exista una confabulación entre
tanta gente sobre el mismo tema, citando los casos de
West, Zapperi, Venegas y Delfino, por lo tanto alega que
prospera la acusación por este cargo.--------------------
Tercer cargo: maltrato a los abogados de la matrícula. A
este cargo el Fiscal lo engloba con el cargo número
veintiocho, no acusando por el mismo.--------------------
En cuanto a los cargos con relación al agente West
(cuarto, quinto y séptimo de la acusación), el Fiscal
advierte que el empleado era una persona disfuncional en
el grupo, que perjudicaba la tarea del conjunto por
distracción, registraba continuas llegadas tarde,
complicando la tarea, no solo de una juez sino de todo el
grupo humano que trabaja. Alega que el cambio de lugar de
trabajo está dentro de las facultades de todo magistrado,
entendiendo que en este caso se administró correctamente.
Respecto a los dichos atribuidos a la jueza de que West
era inteligente, pero “vago y atorrante” el Fiscal los
toma como un consejo, en tanto que la cuestión del

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psicólogo, cita el Fiscal dichos del propio West en el
sentido de que esos dichos no lo molestaron. Por lo
tanto, estos cargos no se sostienen.---------------------
Sexto cargo de la acusación (delirios místicos, convocar
al personal haciéndolo tomar de las manos y escuchar un
cassette). Para el Fiscal éste es el cargo mas
extravagante. Se pregunta si acaso la Dra. Taiana es un
chamán, o una pitonisa. Se pregunta también por el
personal: ¿A qué iban? ¿A qué concurrían? ¿Para qué se
tomaban de las manos? ¿Acaso eran autómatas? ¿No podían
tomar decisiones propias? ¿No tenían voluntad?. Descarta
el Fiscal este cargo, recomendando al Jurado que, cuando
valore la prueba por la libre convicción, tenga cuidado
en valorar exageraciones.--------------------------------
En cuanto al octavo cargo de la acusación, “relación
hostil con la Dra. Zapata, manifestándole que no le
interesaba como Secretaria”, advierte el Fiscal que la
vaguedad del cargo es absoluta y no se pueden conocer las
circunstancias de tiempo y de modo en que el cargo está
establecido, por lo tanto, no lo sostiene.---------------
Décimo cargo de la acusación (haber convocado a la Dra.
Granelli a trabajar, provocando un enfrentamiento con la
prosecretaria en abril del 2004). El Fiscal mantiene este
cargo, al encontrar criticable que la Jueza haya
facilitado a un particular instalaciones, recursos
materiales y humanos del juzgado, en desmedro del
servicio de justicia, citando la ley 25.188 referida a la
ética judicial.------------------------------------------
Cargo número once (carecer de pautas claras con la
Prosecretaria Dra. Talarico, años 2000/2001). El Fiscal
no mantiene este cargo, citando la declaración de la
propia Talarico, en el sentido de que había juzgado
apresuradamente las reacciones de la jueza, que la misma

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había actuado conforme a sus facultades y que había
aprendido bastante de ella.------------------------------
En cuanto a los cargos que hacen referencia al trato
dispensado al Dr. Trani (cargos número doce, trece,
catorce, quince, dieciseis y diecisiete de la acusación),
aclara el Fiscal que no los va a tomar como “cargo”
propiamente dicho, porque está prescripta la acción, pero
los rescata como “indicio de conductas de maltrato”,
citando los dichos del propio Trani en el sentido de que
fué tratado de “burro” e “ignorante”, lo sobrecargaba de
trabajo ante la inminencia de la feria judicial,
acudiendo a los dichos de Hortensia Polanco para tener
por acreditadas dichas circunstancias.-------------------
En relación al cargo número dieciocho de la acusación,
esto es, influir con su conducta en el pedido de pase de
la agente Silvia del Carmen Polanco en el año 1998-1999,
entiende el Fiscal que el cargo es una abstracción, que
surge de la propia lectura de la declaración de Polanco,
de la que surge la insustancialidad del mismo, por lo que
no prospera.---------------------------------------------
En cuanto al cargo número diecinueve de la acusación,
haber insultado a la agente María Hortensia Polanco
tratándola de “traidora”, el Fiscal da por acreditado
este episodio conforme al relato que la propia Polanco
brinda acerca de su relación con la Jueza, exigiéndole
que cumpliera con actitudes funcionales que no se
correspondían con su cargo, haciéndola enfrentar a sus
compañeros imponiéndole que fuera a “bajarles línea” y
socavando la autoridad de quienes son los legalmente
autorizados por Reglamento: Secretario y Prosecretario.
Asocia el Fiscal el resentimiento de Polanco hacia los
abogados, al maltrato recibido por ésta de parte de la
Jueza, tomando este cargo como otro “indicio” en contra
de la Dra. Taiana.---------------------------------------

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En relación al cargo número veinte de la acusación,
“contribuir a formar un ambiente laboral de miedo e
inseguridad, que conducía al personal a requerir el pase
a otro juzgado”, el Fiscal -sin decirlo- lo engloba junto
a los cargos número veintiuno (traslado de Lidia
Delfino), veintidos (traslado de Mercedes Godoy),
veintitres (no elevar el traslado de Ana Lía Zapperi),
veinticuatro (provocar el traslado de Ana Lía Zapperi) y
veinticinco (traslados de Teresita Acosta y Jorge
Huenul). Sostiene el Fiscal que esta circunstancia era
una constante desde el año 1990 hasta el año 1997, ya que
el personal no toleraba la metodología de trabajo
impuesto por la Jueza, por falta de confianza en los
secretarios y prosecretarios, por falta de respeto hacia
las personas con frases injuriosas tales como inútil,
burro, vago, usted tiene lo que se merece, cuándo va a
pegar la cabeza al cuerpo y otros. Cita los casos de
Stella Venegas, Ana Lía Zapperi, Teresita Acosta, Jorge
Huenul, preguntándose el Fiscal ¿Qué hace que algunos
testigos hayan dicho del Juzgado Laboral N°4 que era un
tacho de basura, Kosovo, Siberia, etc.? Refiere el Dr.
Terán que la Jueza tuvo un pésimo gerenciamiento del
recurso humano, refiriendo que el problema se trasladó a
los otros Juzgados porque le tenían que prestar gente,
citando los dichos de la Dra. Isolina Osti de Esquivel.
Por lo tanto, sostiene este cargo, como mal
gerenciamiento.------------------------------------------
En relación al cargo número veintiseis de la acusación
(haber dispensado un trato personal inadecuado contra los
empleados, utilizando los legajos como elementos
contundentes), el Fiscal lo sostiene, refiriéndolos como
episodios extravagantes, como una mecánica de maltrato,
impropias de la magistratura. Cita los dichos de
Mattioni, cuando refirió que el 31 de julio del año

17
pasado la Jueza en medio de la discusión golpeaba el
expediente contra el escritorio. Cita también el
testimonio de Ruiz y de Polanco quien afirmó que la jueza
le revoleaba los expedientes, habiendo amenazado también
con arrojar personas. Concluye que el cargo solo es
válido para demostrar que estamos frente a una jueza
inadecuada. Cita también los dichos de la testigo Belén
Andrés.--------------------------------------------------
En cuanto al cargo número veintisiete de la acusación
(trato funcional inadecuado a la Dra. Barrutia, dando
órdenes contradictorias) el Fiscal contrasta lo afirmado
por la Dra. Barrutia en la audiencia ante este Jurado,
con lo declarado anteriormente por ella en el año 2004,
preguntándose cuándo mintió, si en esta audiencia o en su
declaración anterior. Le imputa falso testimonio, dice
que es una testigo reacia, remisa, y no sostiene este
cargo.---------------------------------------------------
Con relación al cargo número veintiocho (maltrato a
abogados y lo sucedido en el expte. Nº 334878/6) sostiene
el Fiscal que este cargo es blandito. Habla de la
animadversión de la Dra. Ríos y el Dr. Zérbola hacia la
jueza, poniendo en duda su subjetividad. Rescata el
testimonio del Dr. Rodríguez Bello y el Dr. Mato, y no
sostiene este cargo.-------------------------------------
Cargo número veintinueve (cúmulo de sanciones impuestas a
la enjuiciada), encuentra el Fiscal como un cargo válido
y demostrativo de una personalidad conflictiva, que no
modifica sus actitudes, que es sujeta a constantes
correctivos por la superioridad y se mantiene en sus
cinco. Por lo tanto, como una clara muestra indiciaria
de la disfuncionalidad de la jueza al sistema, mantiene
el cargo como indicio de mala conducta.-----------------
Cargo número treinta (anomalías en la tramitación de
expedientes y morosidad y pérdida de documental), el

18
Fiscal no sostiene los cargos. Con relación a la
morosidad, hace referencia a las épocas conflictivas de
los años 2005 y 2006, a las continuas medidas de fuerza
que paralizaron la actividad judicial. En ese marco,
encuentra comprensible el atraso refiriendo, para no ser
hipócrita -dice- que el juzgado que esté libre de pecado
tire la primera piedra. En cuanto a la pérdida de prueba
documental, libera de responsabilidad a la Jueza el Sr.
Fiscal, argumentando que la reglamentación exige que los
expedientes estén a cargo de la Secretaria. Se pregunta
quién cumplía esa función en el año 2006, añadiendo que
es la misma a la cual los empleados le hicieron una
crítica generalizada, posterior a la denuncia que se
efectuara contra la doctora Taiana.----------------------
Caso Mattioni, Purrán y Van Lierde. Describe con
minuciosidad el Fiscal el conflicto desatado el 31/7/07,
manifestando estar seguro de que a la Jueza le “habían
hecho una jugada”, sugiriendo que se había buscado
deliberadamente la reacción de la enjuiciada, tocándola
donde más le duele: una sentencia indebidamente publicada
en el sistema Iurix. Ante la esperada reacción de la Dra.
Taiana, Mattioni sale llorando, derrumbada, afligida,
embotada agregando “hasta me dijo que me iba a tirar por
la ventana”. Sigue el Fiscal con la conducta de Mattioni,
refiriendo que, acompañada de Stella Venegas, se retira
del Juzgado, y, en lugar de ir al médico o a su casa, se
hace conducir hasta la puerta de Tribunales, momento en
el cual opera su exposición de media carilla ante la
Cámara, la que de inmediato inicia una apresurada toma
de declaraciones, nulas según el propio Fiscal a
comienzos de su exposición, ya que ni siquiera les
tomaron juramento de decir verdad. Días después, el
9/8/07, el Plenario de las tres Salas de la Cámara Civil
solicitó un sumario administrativo al Tribunal Superior

19
de Justicia, el que, por Acuerdo Nº 4185 del 15/8/07
ordena determinar responsabilidades funcionales a la
magistrada por problemas organizativos y de gestión en su
juzgado, atento los hechos expuestos por la Dra.
Mattioni. Se pregunta el Fiscal: ¿Cómo se establecen -en
base a esa media carilla- después los problemas
organizativos y de gestión y distrato a funcionarios y
empleados por parte de Rivero de Taiana? Y dos meses más
tarde aparece la denuncia del Sejun. Refiere al respecto
el Fiscal al inicio de su alegato que le llama
poderosamente la atención la relación Mattioni, la
relación Cámara plenaria, las cuatro nulidades, ipso
facto la denuncia, preguntándose si estos hechos están
concatenados o si son mera coincidencia. Sin embargo el
Fiscal da por acreditada una reacción desmedida y una
injusta sanción para con los empleados Purrán y Van
Lierde que les impuso la Dra. Taiana como responsables de
la mesa de entrada del juzgado.-------------------------
Por último, cita el Fiscal el caso de la Dra. María Belén
Andrés y el pedido de la Dra. Taiana de que colaborara
con los gastos de perfeccionamiento de un postgrado de la
Dra. Mattioni, describiéndolo como un abuso sobre el
personal jerárquico. Alertado el Fiscal, por el Sr.
Presidente del Jurado, de que este hecho no estaba
contemplado en la acusación, aclaró que lo tomaba como un
indicio de conducta, no como un cargo nuevo.-------------
Finaliza el Fiscal su alegato requiriendo al Jurado: a)
Como de previo y especial pronunciamiento se atienda si
corresponde o no restringir los tiempos de la
persecución. b) Acotados los términos de la acusación a
esas cuestiones, acusando formalmente a la Dra. Rivero de
Taiana por mal desempeño, el que -entiende- está dado por
el mal gerenciamiento y por el distrato al que sometió al
personal que tenía para gerenciar, solicitando se la

20
destituya del cargo, c) Pide se le den por perdidas las
remuneraciones que no percibe desde su suspensión; d) Se
la inhabilite por el término de tres años para el
desempeño de todo cargo público en la Provincia del
Neuquén, con más las costas del proceso.-----------------
7.- Alegato de la Defensa. Comienza su alegato la Dra.
Rivero de Taiana haciendo referencia a que este Jury de
Enjuiciamiento se origina en múltiples expedientes con
recursos que aun no se encuentran resueltos por el
Tribunal Superior de Justicia, ya que aún están sujetos
al último recurso que presentó, y por denuncias que no
las considera tales, porque carecen de circunstancias,
tiempo, lugar y persona. En cuanto a la prescripción
alegada, que comparte, refiere que el propio Reglamento
establece veinte días para que el Tribunal Superior se
expida sobre cualquier situación de sumario. Refiere que
el meollo de la cuestión radica en que el Fiscal reconoce
que no puede perseguir porque no tiene acción, porque
estaría todo prescripto, porque no sabe ni cómo, ni
cuándo, ni quién. Habla de su larga trayectoria en el
Poder Judicial, citando el acoso laboral que debió
padecer de parte del Dr. Gigena Basombrío, con
consentimiento de todos los presidentes de los Tribunales
Superiores que existieron en ese lapso. En cuanto a los
cargos de no haber elevado los pedidos de traslado, se
pregunta acerca de la existencia, del rol y del
temperamento de los Secretarios, agregando que una de las
Secretarias hoy es Defensora y otro de los funcionarios
es Juez, por lo tanto, concluye que no eran personas
limitadas y que ella no podía cajonear nada. Refiere que
no se ha logrado identificar a las muchas personas que
-dice el Fiscal- padecieron esta situación. Agrega que en
plena época de medidas de fuerza debió oficiar de jueza,
secretaria, prosecretaria, jefa de despacho, atención de

21
mesa de entrada y hasta ordenanza de su propia oficina,
habiéndose pasado meses enteros sin secretarios, sin
funcionarios. Afirma que es imposible que un juzgado
funcione, se respeten los plazos y que se dicten
sentencias, sin tener un procedimiento ordenado,
estudiado, y sin tener gente que coopere para hacer esos
procedimientos. Es imposible -sostiene- que una sola
persona pueda llevar adelante esa tarea. Refiere que
ningún empleado duró menos de tres o cuatro años en el
Juzgado, inclusive que hemos escuchado testimonios de
gente que ha trabajado catorce años en el Juzgado Laboral
N°4. En cuanto a la disfuncionalidad y mal gerenciamiento
del recurso humano, cita la enjuiciada el testimonio del
agente West el cual -dice- admitió la buena
administración del recurso humano y que jamás ella había
abusado al usar las facultades. Descarta la actitud que
se le reprocha de cambiar intempestivamente el trato
hacia los empleados, refiriendo que en todos estos años
ni la Superintendencia de Cámara ni el Tribunal ordenaron
exámenes médicos, psicológicos ni a ella ni a ningún
juez. En orden al cargo de confianzuda, inoportuna y
criticable, refiere que jamás llamó a sus empleados por
su nombre de pila, aclarando que, de veintisiete
empleados y funcionarios que declararon ante este Jurado,
solo ocho manifestaron sus desaveniencias con la jueza,
sin puntualizar claramente en qué consistieron esas
desaveniencias. En cuanto a las declaraciones por escrito
de los camaristas, lamenta que no se hayan presentado
personalmente ante este Jurado, en una petición del
Fiscal a la cual ella misma adhirió, convencida que no se
le puede preguntar a quien no está presente. En cuanto a
las sentencias exigidas al Dr. Trani para que se fuera de
feria, refiere que ningún Secretario de su Juzgado sacó
sentencias, a eso lo hacía ella, se hacía responsable de

22
lo que sostenía y de lo que firmaba. En cuanto al cargo
relacionado con la empleada María Polanco en el sentido
de que la hacía aparecer como mala, refiere que la
mencionada era Jefa de Despacho, en épocas en que la
Secretaria primero era Zapperi y luego Barrutia, de las
cuales se pregunta si acaso eran nulas o inexistentes, o
si estaban pintadas. Refiere que al resentimiento de
Polanco habría que consultar su legajo médico para
encontrar una explicación. En cuanto a haber contribuido
a formar un ambiente laboral de miedo e inseguridad,
vuelve a preguntarse sobre la función que cumplía la
entonces Secretaria Zapperi, poniendo en duda que la
función de un juez sea acomodar a la gente, o indagar
sobre si se siente bien o quiere quedarse o irse del
tribunal. Discrepa con el Fiscal en cuanto se le debe
exigir una relación de un buen padre de familia en el
trato con los empleados, refiriendo que en su juramento
no dice eso. Aclara que a pesar de los problemas
permanentes que tuvo con el Dr. Gigena Basombrío desde el
año 1994, jamás se apartó de la vía jerárquica, ni del
respeto funcional. En cuanto al mal gerenciamiento del
recurso humano, dice que jamás tuvo recursos humanos,
sino que trabajó con seres humanos, los cuales siempre
fueron bien recibidos, guiados de la mejor manera y todo
lo que se les pidió, era trabajo. Además, negó que ella
fuera la empleadora del plantel judicial, y ni siquiera
tiene potestad para oponerse a un traslado ordenado por
la Superintendencia. Agrega que para el Fiscal es mejor
ser un juez bueno que un buen juez, mientras que la
población demanda, no que los agentes tengan una cómoda
pasantía en sus labores, sino para que el trabajo de
administrar justicia se realice bien, en tiempo y forma.
En cuanto a utilizar los legajos para perturbar a los
empleados, refiere que a los mismos no los llevan los

23
jueces, así que eso es imposible. Refiere que ella tiene
buen carácter, y carácter significa conciencia de dónde
está y certeza de lo que hace. Tiene firmeza porque tiene
un gran compromiso, pero sabe diferenciar lo que es un
grito de lo que es una orden firme, y sabe diferenciar lo
que es el chismerío de lo que es el agravio, aclarando
que nadie en este juicio ha manifestado agravio cierto
alguno. En cuanto al cargo relacionado con la Dra.
Barrutia y a la duda del Fiscal acerca de cuándo había
mentido, refiere que mintió antes, porque el Vocal Gigena
Basombrío instigó a todos los declarantes que fueron a
las informaciones sumarias, a espaldas de ella, que nunca
fue citada. En cuanto al cúmulo de sanciones, dice que el
Fiscal ni siquiera las mencionó ni determinó cuál era
justa, refiriendo que las mismas le fueron aplicada por
haber hecho innovaciones, por haber mantenido ordenado un
juzgado, por pretender mejorar el servicio de justicia o
por no haber guardado el estilo al dirigirse a un vocal.
Dice que jamás recibió orientación alguna de parte de sus
superiores, nunca la llamaron, nunca la escucharon, y ni
siquiera le contestaban los múltiples escritos que les
dirigía. En cuanto a la situación de la Dra. Granelli,
dice que la misma no fue a trabajar sino a aprender,
aclarando que el Fiscal no precisó en qué se había
perjudicado el servicio de justicia. Narra a continuación
su versión sobre lo sucedido con la Dra. Mattioni
agregando que fue la propia Cámara la que la autorizó a
retirarse del Juzgado y no concurrir los días
posteriores. Cuestiona a renglón seguido a sus
superiores, en especial a los ex-vocales del TSJ
Sommariva, Fernández y Badano los cuales habrían ordenado
persecusiones en el ámbito de la justicia, al amparo de
las cuales habría actuado el Dr. Gigena Basombrío.
Critica el accionar del gremio, atribuyéndole que siempre

24
por medios espúreos mediatizaron sus protestas, y jamás
hicieron planteos a la jueza ni a la superintencia de
Cámara o al Tribunal que hayan sido de su conocimiento.
Aclara que se ha demostrado de las propias declaraciones
de Mattioni, Sueldo, Venegas, Purrán, entre otros, que se
manejaban directamente y por vía telefónica con la
Cámara, o de Purrán que se retiraba de la mesa de entrada
porque estaba protegida por el gremio. Todos tuvieron el
apoyo de la Cámara para enfrentar las directivas de la
jueza y obstaculizar el servicio de justicia, aplicando
una suerte de per saltum sobre ella. Efectúa a
continuación la Dra. Rivero de Taiana una serie de
consideraciones que quedaron plasmadas en la versión
taquigráfica que he tenido a la vista, para concluir
requiriendo a este Jurado que declare la mendacidad de la
denuncia por falta de hechos determinados en tiempo,
modo, persona, lugar y consecuencia; declare la
prescripción de todo supuesto hecho acaecido; se sancione
con multa a los denunciantes y al Sindicato Sejun; se
declare la falta de mérito por las causales invocadas y
se ordene su inmediata reincorporación a la función
judicial y el reintegro de los haberes correspondientes.-
IV.- ANALISIS DE LOS CARGOS FORMULADOS:-----------------
1.- La prescripción. Comparto el criterio sostenido y la
sólida argumentación por la cual el Sr. Fiscal afirma que
muchos de los episodios atribuidos a la Jueza Rivero de
Taiana se encuentran prescriptos, considerando que
estamos trayendo a juzgamiento hechos y conductas que
habrían ocurrido algunos hace casi veinte años. Sostener
lo contrario implicaría incorporar una verdadera espada
de Damocles, prolongada en el tiempo, y que podría ser
utilizada en cualquier momento, sin limitación temporal
alguna. Hay autores que encuentran fundamento de la
prescripción tanto en el derecho de fondo (desaparición

25
de la necesidad de pena operada por el decurso del
tiempo) como en el derecho procesal (las dificultades
probatorias que se incrementan con su transcurso). Como
con acierto nos enseña Roxin “tanto la extinción de la
necesidad de la pena como la desaparición de la prueba
conducen conjuntamente a la conclusión de que en los
casos de prescripción el castigo estaría contraindicado a
efectos preventivos, porque un proceso que se llevara a
cabo con medios probatorios inidóneos sólo provocaría
nueva intranquilidad social y no contribuiría en nada a
la estabilización de la paz jurídica” (Claus Roxin,
“Derecho Penal”, Parte General, Tº 1, 2003).-------------
Ahora bien; “Si se acepta la prescripción respecto al
“delito”, que es la más grave infracción social, resulta
totalmente arbitrario negarla respecto a la “falta
disciplinaria” que, con relación al delito, implica una
infracción menor”, refiere Miguel Marienhoff, “Tratado de
Derecho Administrativo”, T° III-B, pag. 456, ed.Abeledo
Perrot. Agrega este autor que “El transcurso del tiempo
para la prescripción de una sanción disciplinaria, sin
que ésta se haya hecho efectiva, es prueba de que la
perturbación que esa falta haya producido, no habrá sido
de gravedad, ni afectó mayormente al servicio, lo que a
su vez habilita a pensar en la desaparición de los
motivos de reacción contra el agente público imputado”.--
Con relación a la falta de una normativa específica que
regule la cuestión, el propio Marienhoff nos enseña que
“Si bien es exacto que las sanciones que se impongan
dentro de la adminstracción pública a título de
correcciones disciplinarias difieren de las penas que
aplican los jueces del fuero criminal, ello en modo
alguno obsta a que, en ausencia total de una norma
expresa referida concretamente a la prescripción de una
sanción disciplinaria, se recurra por vía analógica a las

26
disposiciones del Código Penal, ya que la sanción
disciplinaria es de obvia sustancia penal. La
procedencia de tal aplicación “analógica” es evidente,
porque tiende a favorecer al presunto responsable, en
tanto que la analogía prohibida es la que aumente la
pretensión punitiva del estado”.-------------------------
Pero va de suyo que lo prescripto, prescripto está. Con
todas y cada una de las consecuencias propias de toda
prescripción, esto es, el cese y la extinción definitiva
de la facultad de perseguir y castigar determinada
conducta. Por ello discrepo con la pretensión acusadora
de declarar la prescripción de determinados hechos por el
transcurso del tiempo, para, a renglón seguido utilizar
los mismos hechos prescriptos (y por ende, absueltos o
sobreseídos), esta vez no como cargos sino como indicios
cargosos para justificar la destitución que propicia. Me
explico: conforme al criterio fiscal, este Jurado debería
absolver a la enjuiciada por prescripción, en relación,
por ejemplo, a los hechos “Zapperi” y “Trani” ocurridos a
principios de la década de los noventa. Pero luego de la
absolución y en la misma resolución, nos pide el Fiscal
que utilicemos esos mismos hechos recién absueltos para
justificar la destitución requerida.---------------------
Menos procede aún cuando peticiona que utilicemos esos
hechos como una especie de reincidencia con valor de
prueba indiciaria de conducta. Me pregunto:
¿“reincidencia” de qué? Si se trata de vetustos
episodios, en muchos casos sin ninguna prueba que los
avale, a los que nadie jamás los consideró acreditados, y
que ni siquiera merecieron un llamado de atención, ni un
apercibimiento de parte los organismos sancionatorios
internos del Poder Judicial. Que cuando quieren
funcionar, funcionan, curiosa y rápidamente, según nos
narró el propio Fiscal en su acusación, citando lo

27
ocurrido con el “caso Mattioni”. Tampoco se puede alegar
que eran episodios desconocidos, ni lo sucedido con
Zapperi, ni lo ocurrido con Trani, ni con el asunto del
pantalón de Mercedes Godoy (que fué un escándalo
mediático según los dichos de Chervabaz y la propia
Godoy). Reitero: no se puede hablar de “reincidencia” si
no existe una sola sanción disciplinaria a la Magistrada
traída al Jury por estos episodios.----------------------
Por lo tanto, no estaríamos respetando las normas que
rigen el instituto de la prescripción, si absolvemos a la
enjuiciada por los hechos que consideramos prescriptos, y
a continuación la perseguimos nuevamente y la condenamos
por los mismos episodios por los que acabamos de
absolverla. Es decir, que absolvamos y condenemos al
mismo tiempo por los mismos hechos.----------------------
Es pacífica la doctrina al sostener que la prescripción
de la acción es un instituto jurídico liberador, en
virtud del cual por el transcurso del tiempo se extingue
la acción o cesa el derecho del Estado a imponer una
sanción. Con mayor razón en materia disciplinaria en
donde -como dije- no puede quedar el servidor público
sujeto indefinidamente a una imputación. Pero además, la
acción disciplinaria tiene como objetivo resguardar el
buen nombre de la administración pública, en este caso el
servicio de justicia, su eficiencia y moralidad, por lo
que es obvio que ésta debe apresurarse a cumplir con su
misión de sancionar al infractor, pues de no hacerlo
incumpliría una de sus tareas y, obviamente, desvirtuaría
el poder corrector que tiene sobre los servidores
estatales. La defensa social no se ejerce dejando los
procesos en suspenso, sino resolviéndolos. Si el proceso
no se resuelve, no será por obra del presunto infractor,
sino por obra de la despreocupación de los encargados de
juzgar.--------------------------------------------------

28
Se podrá decir por otra parte que la finalidad del juicio
político no consiste en la aplicación de sanciones
disciplinarias. Que no es un proceso puramente
sancionatorio y que el objetivo de una eventual condena
consiste, no en “sancionar” sino en “separar” al
magistrado de su función, por lo tanto, no son aplicables
las reglas de la prescripción.---------------------------
No comparto ese criterio. En primer lugar, porque
conforme así lo determina el art. 32 de la ley 1565 la
remoción necesariamente acarrea la inhabilitación, la
cual es una pena específicamente contemplada en nuestro
Código Penal. En segundo lugar, porque existe una
identidad fáctica absoluta entre los hechos materia de
los sumarios administrativos labrados en el seno del
Poder Judicial y los que han sido puestos en nuestro
conocimiento, por lo que no se les puede quitar
significación disciplinaria a estos hechos. Pero además,
porque como lo sostiene la mas calificada doctrina,
citando casos mas graves, si los “delitos” están
prescriptos, también lo está la acción para someter a
juicio político a un magistrado por la causal de
“comisión de delito”.------------------------------------
Así Jorge Gentile, refiriendo a los plazos para el
trámite del juicio político, dice que “no quiere decir
que no se tengan en cuenta los plazos de prescripción de
los delitos que establece el Código Penal, sea para los
delitos o “crímenes” que se encuentren tipificados en el
mismo. En el caso de la causal “mal desempeño”, cuando
el hecho no alcance a ser encuadrado en un tipo penal,
los plazos de prescripción no podrán ser superiores a los
de estas figuras. Por ejemplo, si se tratare de una
tentativa de cohecho (que no está prevista en el Código
Penal), el plazo de prescripción no puede ser superior al
establecido para este delito. Tampoco podrían encuadrarse

29
en la causal de “mal desempeño” los casos de conducta
alcanzados por tipos penales cuyas acciones estén
prescriptas” (Jorge Horacio Gentile, “Algunas precisiones
sobre el Juicio Político”--------------------------------
En el mismo sentido se pronunció la Corte de Justicia de
la Provincia de San Juan, en un caso similar, al afirmar
que “viabilizar la prescriptibilidad de la potestad
punitoria en materia administrativa-disciplinaria y de la
sanción consecuentemente impuesta, es el criterio que mas
se adecua a los rectos principios de equidad, seguridad
jurídica, e igualdad ante la ley que deben informar todo
pronunciamiento normativo estadual y toda decisión
judicial que en consecuencia se adopte, aún fuera del
ámbito puramente jurisdiccional” (CSSan Juan, sala II,
15/05/2006, “LL Gran Cuyo” (setiembre), 1055, citando a
Edgardo Saux, “De la prescriptibilidad de la acción y de
la pena en el Derecho Administrativo Disciplinario”, LA
LEY, 1980-B,918), siguiendo el temperamento de Marienhoff
expuesto precedentemente.--------------------------------
Ahora bien; teniendo en claro que la prescripción opera a
pesar de la carencia de una norma expresa que así lo
contemple, ¿Cuál es el plazo a considerar a tales fines?
Con buen criterio, el Sr. Fiscal se remite a los plazos
de prescripción contemplados en el Código Penal,
considerando la inhabilitación. Y comparto también el
criterio según el cual el acusador encuentra razonable
establecer el mismo en cinco años, conforme a las
consideraciones que expresara en su alegato.-------------
Por lo expuesto, y asistiéndole la razón al Sr. Fiscal,
deberán declararse prescriptos los hechos sometidos a
consideración de este Jurado anteriores al año 2002.-----
Aclarando, por supuesto, que discrepo con el acusador, el
que sostiene esta metodología de declarar la prescripción
y valorar los mismos hechos ya prescriptos para

30
justificar la destitución que propone. Ocurre que, si
aplicamos la regla de la prescripción en toda su
dimensión, nos encontramos con que casi todos los hechos
imputados se encuentran prescriptos, conforme mas abajo
explicaré al analizarlos uno por uno. Y los que quedan
-salvo alguna excepción- no merecieron acusación alguna
de parte del Fiscal. Queda pues, una acusación vacía de
hechos que la avalen. Entonces el acusador genera una
suerte de súper-hecho, ”mal gerenciamiento” y engloba
bajo ese título, no como “cargos” integrantes de la
acusación, sino como “indicios” que contribuirían a
acreditar ese nuevo hecho, a todos los episodios
oportunamente imputados y que, considerados
individualmente, se encuentran prescriptos conforme su
propio criterio. El que, por supuesto, no comparto.-----
2.- La falta de acusación. Pero además, el Fiscal no sólo
dice que los hechos están prescriptos, sino que por tales
episodios -y por otros- no formula acusación. Ante lo
cual, conforme la añeja doctrina sentada por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en la causa “Tarifeño”,
ratificada en la actual composición en los autos
“Mostaccio”, (sentencia del día 17 de febrero del año
2004), y no siendo irrazonable la petición fiscal,
corresponde, sin más, la absolución.---------------------
Por ende, nos encontramos con que la inmensa mayoría de
los hechos imputados a la enjuicidada deben ser
absueltos. Así, y con relación a los treinta cargos
primigenios descriptos en la acusación, el Fiscal se
abstiene de acusar en dieciocho hechos que detallo a
continuación, individualizándolos por el número con el
que fueron descriptos en la acusación: uno, tres, cuatro,
cinco, seis, siete, ocho, once, doce, trece, catorce,
quince, dieciseis, diecisiete, dieciocho, veintisiete,
veintiocho y treinta. Por ello, corresponde absolver a

31
Elisabet Rivero de Taiana por estos hechos que le fueran
oportunamente imputados y que no merecieron acusación de
parte del representante del Ministerio Público.---------
3.- Hechos acusados por el Fiscal y prescriptos conforme
su propio criterio Por los hechos restantes, el Fiscal
mantuvo los cargos y formuló acusación. Sin embargo, y
conforme al criterio por él mismo sustentado en su
alegato final, los siguientes hechos, por los cuales
acusó, también se encontrarían prescriptos:-------------
Hecho número dos: consistente en no elevar a la Cámara
los pedidos de licencia por estudio formulados por Dalma
Tejada y Verónica Sánchez durante el tiempo en que el Dr.
Ruiz estuvo a cargo de la Secretaría. El Dr. Ruiz se
desempeñó como Secretario desde mayo de 1994 hasta 1998).
Hecho número diecinueve: consistente en haber tratado de
“traidora” y que “no la quería ver” a la agente María
Polanco, la cual trabajó en el Juzgado Laboral 4 desde
1988 hasta 1993.-----------------------------------------
Hecho número veintiuno: haber dispensado maltrato laboral
a Lidia Delfino, la cual trabajó con Rivero de Taiana
desde 1993 hasta 1997.-----------------------------------
Hecho número veintidos: haber provocado el traslado de
Mercedes Godoy por el clima de tensión que se vivía en el
Juzgado. Godoy trabajó allí desde 1988 hasta 1997.-------
Hecho número veintitres: no elevar el pedido de pase de
la Dra. Ana Lía Zapperi, quien trabajó desde 1990 hasta
1992.----------------------------------------------------
Hecho número veinticuatro: haber provocado el pase de la
Dra. Zapperi, 1990-1992.---------------------------------
Hecho número veinticinco: haber omitido la elevación de
los traslados de Teresita Acosta y Jorge Huenul, cuyos
cargos estaban suscriptos por la Dra. Zapperi, 1990-
1992.----------------------------------------------------

32
Como surge claramente de lo expuesto, estos hechos, por
los cuales el Fiscal mantuvo el cargo y acusó, también se
encuentran prescriptos, atento al tiempo transcurrido, a
tenor del temperamento expuesto por el propio acusador en
su alegato, criterio que -adelanté- comparto. El propio
Fiscal refirió que “hay que fijar un límite a la
arbitrariedad en lo que hace a la persecución, ya que el
sistema de persecución de conductas administrativas,
bajo ningún punto de vista puede estar por encima de las
garantías constitucionales del debido proceso”. Por ello,
corresponde dictar la absolución de la enjuiciada por
estos hechos traidos a nuestro conocimiento. Como dijo
el propio Fiscal en su acusación: “tengo el caballo de
San Martín, pero cuando voy al debate, ni un burro me
queda”.--------------------------------------------------
4.- Hechos acusados y no prescriptos. Nos quedan pues,
los hechos individualizados como diez, veinte, veintiseis
y veintinueve que, en principio, no estarían afectados
por la prescripción, y que, por lo tanto, merecen
especial consideración.---------------------------------
Hecho número diez: en la acusación primigenia, se
imputaba por este hecho a la Dra. Rivero de Taiana “haber
convocado a trabajar a la Dra. Granelli, provocando
enfrentamientos con quien fuera prosecretaria por abril
del 2004”. Sin embargo en su alegato acusatorio, el
Fiscal habla de la convocatoria a la Dra. Granelli, pero
cambia radicalmente el sentido de la acusación
primigenia, esto es, los enfrentamientos que la
convocatoria provocó con la prosecretaria, refiriendo
ahora que, con tal convocatoria la jueza violó la ley de
ética judicial, al facilitar a un particular
instalaciones, recursos materiales y humanos en desmedro
del servicio de justicia. ¿Y los enfrentamientos con la
prosecretaria? Desaparecieron.---------------------------

33
Con el novedoso y extemporáneo relato de este episodio, y
al mutar en su alegato el sentido mismo de la acusación,
y los aspectos fácticos que la sostenían, el Fiscal ha
soslayado el principio de congruencia, que forma parte de
las garantías del debido proceso, de raigambre
constitucional, cuyo respeto a rajatabla resulta
insoslayable por parte de este Jurado. Por lo tanto, la
acusación por este hecho, sostengo que no puede
prosperar.-----------------------------------------------
Hecho número veinte: contribuir a formar un ambiente
laboral de miedo e inseguridad, que conducía al personal
a requerir el pase a otro Juzgado, los que gestionaban en
forma verbal o personal dado el clima tenso que se vivía.
En primer lugar, la indefinición de este cargo es
absoluta. El texto mismo de la acusación por este hecho,
no le pone un solo nombre, un solo apellido al anónimo
personal que requería el pase. No obstante ello el Fiscal
lo sostiene, aunque para acusar y ponerle alguna
identificación, en definitiva algún hecho que lo
sostenga,, engloba a los cargos siguientes (Nº 21, 22,
23, 24 y 25), sin advertir que los mismos también están
prescriptos, y que nos hablan de pedidos de pase a otros
juzgados formulados por Lidia Delfino, Mercedes Godoy,
Ana Lía Zapperi, Teresita Acosa y Jorge Huenul. Agrega el
Dr. Terán que los pedidos de pase eran una constante
desde el año 1990 hasta 1997, ya que el personal no
toleraba la metodología de trabajo impuesta por la Jueza.
Se pregunta el Fiscal: ¿Qué hace que algunos testigos
hayan dicho del Juzgado Laboral 4 que era un tacho de
basura, Kosovo, Siberia, etc.? Encuentra como respuesta
que la Dra. Rivero de Taiana tuvo un pésimo
gerenciamiento del recurso humano.-----------------------
En primer lugar, estos hechos habrían ocurrido hace más
de diez años, y por lo tanto -como ya lo adelanté-

34
estarían prescriptos. Sin embargo, los voy a considerar
con detenimiento.----------------------------------------
Aún dando por ciertos los hechos narrados por seis o
siete testigos que hablan de antiguos enfrentamientos con
la Dra. Taiana, de ninguna manera esos episodios tienen
la envergadura suficiente para remover de su cargo a
magistrado alguno. Y digo esto porque estamos juzgando
“hechos”, acontecimientos históricos efectivamente
ocurridos, en un tiempo, en un lugar, en determinadas
circunstancias, con personas de carne y hueso, con nombre
y apellido, participando de ellos. No juzgamos
“comentarios”, “opiniones” o “rumores”. Menos aún si esos
episodios que dicen que sucedieron, no merecieron
siquiera un apercibimiento, un llamado de atención o
algún tipo de sanción de parte de quienes ejercen la
Superintendencia y el poder disciplinario en el seno de
la Justicia. Ahora bien, considerando que 15 años después
algunos Camaristas “juzgan” aquellos lejanos episodios
considerándolos como “mal gerenciamiento”, me pregunto
ahora yo: ¿Puede ser que durante quince años haya
existido un Juzgado, administrando justicia, comparable a
un tacho de basura y nadie haya hecho nada? ¿Puede ser
que la Cámara, sancionadora serial de la magistrada por
“falta de estilo” en sus notas, le haya asignado más
importancia al estilo escritural de la jueza, sin
percatarse de este verdadero “tacho de basura” sobre el
cual ejercía el control y la superintendencia pertinente?
¿Puede ser que las reiteradas quejas de empleados,
funcionarios y abogados, mantenidas por largos años, que
asemejaban al Laboral n° 4 con Kosovo o Siberia, no hayan
generado una sola reacción gremial o de la Asociación de
Magistrados, o del Colegio de Abogados, para poner coto a
esta situación? Hemos escuchado en reiteradas
oportunidades a lo largo de las audiencias la frase

35
“nadie quería trabajar ahí” o “nadie quería siquiera
concursar”. La acusación no pudo ponerle nombre y
apellido a ningún “nadie”.-------------------------------
Son muchas las razones que pueden motivar a un empleado o
funcionario a requerir un traslado. La carrera judicial,
la comodidad de otro juzgado menos exigente, la
motivación por otro fuero, el interés por progresar, son
algunas de las razones que pueden invocarse. Ahora bien,
conforme a múltiples declaraciones recibidas en las
audiencias celebradas, la manera mas fácil y rápida de
conseguir el traslado, era alegar maltrato de parte de la
jueza ante la Cámara, o lograr el apoyo del Sindicato
(casos Mattioni, Sueldo, Andrés, Talarico y declaración
del Dr. Ruiz).-------------------------------------------
¿Qué fue lo que percibí en las audiencias sobre este
remanido “maltrato”?. De las distintas declaraciones,
surge como una verdad incuestionable, que la Dra. Rivero
de Taiana es una Jueza muy trabajadora, exigente,
detallista, perfeccionista. “Revisaba todo lo que
firmaba” refiere Andrea Cornejo. “Es una jueza exigente,
con trabajo, siempre pretende que demos lo mejor”,
declaró Sandra Vasilchin. “Es un juzgado exigente,
teníamos que sacar la pila”, nos contó Sandra Hugo. La
Dra. Nerea Monte describió a Taiana como que “exigía a
su personal, escuchó quejas referidas a la presión del
trabajo, lo que generó algún descontento”. La Dra.
Gabriela Avila de Farizano fue concluyente: “Me llamó la
atención el buen manejo de las audiencias. Tomaba
medidas con mucha firmeza”. El Dr. Edgardo Mato refirió
el trato correcto que recibió en todo momento de parte de
la jueza, a pesar de haber impulsado un juicio político
trece años atrás, aclarando que, del Laboral 4 “las
sentencias salían mas rápido que de otros juzgados”. ----

36
Al mismo tiempo, se desnudó en las audiencias que la Dra.
Taiana tiene carácter fuerte. “Es una persona con mucho
carácter y mucha autoridad”, declaró María Gázzari. “No
había cordialidad, sentía como que no valoraba mi
trabajo” refirió Marisel Talarico. “Tenía una forma poco
feliz de decir las cosas, mostraba enojo ante un error
grosero”, agregó Andrea Cornejo. El Dr. Trani aclaró que,
con su carácter, Taiana “generaba temores, con
reprimendas demasiado severas, se marcaban los errores
de manera agresiva”. “Me bajaba la autoestima”, declaró
Mercedes Godoy. En definitiva, pese a la severidad del
trato, muy pocos testigos pudieron aludir a situaciones
puntuales de maltrato. A pesar de lo cual, entiendo, ha
quedado acreditado que la Dra. Rivero de Taiana, en
ocasiones, no solo tenía carácter, sino mal carácter, que
no es lo mismo. Una síntesis apropiada, a mi criterio, la
brinda el testigo Dr. José Ruiz, quien concluyó
claramente diciendo que la jueza “tiene mal carácter,
pero es una buena jueza”.--------------------------------
Hemos tenido también en las audiencias llevadas a cabo,
versiones absolutamente contradictorias sobre la manera
en que se desarrollaban las relaciones interpersonales en
el Juzgado Laboral N°4. Hemos escuchado a funcionarios y
empleados con largos años de trabajo con la enjuiciada,
decir que nunca tuvieron ningún problema con ella, que
aprendieron mucho en ese juzgado, que progresaron, que
encontraron un ámbito propicio para desarrollarse, que
tenían libertad para trabajar (Miriam Jara, Sandra
Vasilchin, Sandra Hugo, Andrea Cornejo, Marta Biorkman,
María Sueldo, etc.). Y por otro lado, escuchamos también
testimonios que dan cuenta que trabajar allí, era casi un
infierno (Dr. Trani, Mercedes Godoy, María Polanco, Lidia
Delfino, quien describió que “se trabajaba en un clima
de mucha tensión”, o Elio West, conspicuo arribador

37
tardío al juzgado según él mismo lo reconoció, quien
afirmó que “había días en que Taiana era cordial,
amable, y luego era insoportable”, agregando que “era
terrible sentarse a tipear con Taiana dictando atrás”. A
esa misma situación otro testigo, Clemar González, la
recordó con lágrimas en los ojos ante este Jurado,
describiéndola como “un placer, una situación
gratificante. Quien trabaja, con Taiana no tiene
problemas. Los vagos sí”, concluyó incluyendo en esta
última caracterización al propio Dr. Trani.---
-----------------------------------------------
Por lo tanto, hemos escuchado versiones de Taiana que van
desde la descripción de Clemar González (“afable, dulce,
contenedora”), o, en el otro extremo, a testigos que
referían que era un verdadero infierno trabajar con
ella.----------------------------------------------------
Llego a la convicción de que nos encontramos frente a una
jueza profesionalmente intachable, con contracción al
trabajo, con independencia de criterio, con un elevado
sentido de responsabilidad y compromiso frente a la
gestión judicial, muy exigente con ella misma y con los
demás. Pero que también presenta reacciones poco felices,
en ocasiones desmesuradas, en sus relaciones con el
personal y funcionarios a su cargo. Ahora bien; esas
reacciones y ese trato poco feliz, que no merecieron
siquiera una sola sanción de parte de la Cámara; ¿Pueden
justificar este remedio institucional de excepción, de
gravedad extrema, como es una resolución destitutoria?
En mi criterio no, compartiendo lo dictaminado por el Sr.
Fiscal del Tribunal Superior de Justicia el cual,
concluyendo los sumarios administrativos labrados,
sostuvo que la conducta de la jueza ameritaba la
aplicación de sanciones disciplinarias, pero de ninguna
manera resultaba pasible de un jurado de enjuiciamiento.

38
Y hago la salvedad que efectúo este análisis de la
historia del juzgado Laboral N°4 antes del episodio
“Mattioni”, a raíz del cual, la situación luego se
desmadró. La propia Mattioni traza un punto de inflexión
con ese hecho, al referir que “siempre tuvo una relación
laboral muy buena, el Juzgado funcionaba bien, teníamos
mucho diálogo, trabajábamos en conjunto, hasta ese
episodio”. Episodio que ocurrió recién el 31 de julio
del año 2007. ¿Y el “tacho de basura”?. Esa
caracterización del juzgado Laboral n°4 “lo era por las
actitudes del Tribunal Superior de Justicia al mandar
gente que no la querían en ningún lado, entonces nos las
tiraban, era difícil” (testimonio del Dr. Ruiz, fs. 8
versión taquigráfica). La Dra. Doris Solís, Secretaria
del Laboral N°4 desde el año 2004 al 2006, declaró que
“había una situación compleja, teníamos solo cuatro
empleados de los cuales dos tenían experiencia, sin
prosecretario, la mesa de entradas sin informatizar,
muchas huelgas”. Estos dichos, encuentran debido respaldo
en la nota que suscribe la propia Dra. Solís, que da
cuenta de esta situación, y que obra en la foja 151 del
Anexo II de estas actuaciones. También en el mismo Anexo,
obran copias de los reiterados pedidos de la Dra. Taiana
a la Cámara, haciendo saber la situación imperante en el
Juzgado, atento la carencia de personal y de la
infraestructura suficiente para cumplir con eficiencia
sus funciones (ver fs. 5, 16, 41, 121, 146, 149, 161 y
165). “Era un Juzgado dejado de lado, se pedía personal
y nunca llegaba, los concursos no se hacían, hasta
faltaba el papel” refiere Sandra Hugo, con 14 años de
antigüedad en el juzgado Laboral N°4. En esas
condiciones, ¿Acaso vamos a responsabilizar a Taiana por
ese triste mote que se asignaba al juzgado?
---------------------------------

39
Por otra parte, y frente a los rumores, a los comentarios
y a las conclusiones de otras personas ajenas al juzgado,
que nos hablan de maltrato, existen -como dije- infinidad
de testimonios que nos dicen otra cosa. Alberto Avendaño,
empleado durante 44 años en el Poder Judicial, luego de
haber trabajado en el Laboral 4 nos manifestó el
siguiente concepto: “funcionalmente bien, y
personalmente, nunca tuve un problema con ella” (fs. 17
versión taquigráfica, aludiendo a la enjuiciada). Ethel
Alejandra Fuertes, empleada durante 10 años en el Laboral
4 manifestó “Cuando yo ingresé a ese Juzgado, ya tenía
el estigma, porque ya había pasado lo de Mercedes Godoy,
no sé, que es amiga mía también...pero ya se comentaba
eso(...) con la doctora Taiana personalmente no tuve
ningún problema, eso sí, tiene un carácter fuerte”, ante
lo cual el Presidente del Jurado le preguntó “¿A usted,
se le confirmó emocionalmente ese estigma? a lo que la
testigo respondió: “no” (ver fs.61 de la versión
taquigráfica). La testigo Sandra Hugo, con trece años de
trabajo en el juzgado Laboral N°4, califica a la Dra.
Taiana como una Jueza “exigente”, fue interrogada
expresamente por este Jurado sobre si había presenciado
situaciones de maltrato de parte de la Jueza hacia el
personal, y respondió: que no, “o sea, certeza de
cuáles son los malos tratos que se denuncian, nadie de
mis compañeros sabe cuáles son los malos tratos
puntuales que se denuncian (...) yo nunca vi ningún
maltrato, nunca vi que se le gritara a una persona, que
se la ofendiera...o sea, con malas palabras, con gritos,
no presencié nada con ninguno de los empleados en los
trece años que llevo trabajando” (fs. 60). Sandra
Vasilchin, empleada judicial desde hace 20 años, refiere
que “Con Taiana la relación siempre fue cordial,
correcta. Es una jueza exigente, con mucho trabajo,

40
siempre pretende que demos lo mejor”. Marisel Talarico,
Prosecretaria del Laboral N°4, actual Defensora Civil
adjunta, refiriéndose a Taiana nos dijo: “era una
funcionaria que ejercía su cargo con mucha
independencia, honestidad y seriedad, en ese momento yo
no la valoraba, el juzgado funcionaba bien, con las
sentencias al día, se conciliaba mucho, era una regla
del juzgado”. La Dra. Nerea Monte, jubilada en el Poder
Judicial refirió que “como magistrada creo que debo
reconocerle mucha capacidad de trabajo, tal vez la
presión es por la exigencia al personal en la misma
medida que ella trabaja. Eso sí, le reconozco y conmigo
ha tenido buen trato”.-----------------------------------
Como vemos, frente a un cúmulo de versiones que “hablan”
de maltrato, en muchas ocasiones sin precisar las
circunstancias en que se produjeron, o que basan su
conocimiento en conjeturas o dichos de terceros, se
levanta un sólido plexo probatorio que nos dice todo lo
contrario. Las razones apuntadas me inclinan a absolver a
la enjuiciada por este cargo. ---------------------------
Hecho número veintiseis: haber dispensado un trato
inadecuado en una oportunidad estando trabajando en su
despacho con dos empleados desde la puerta le tiró dos
expedientes hacia su escritorio, diciéndole que todo
estaba mal, revisaba constantemente su escritorio, le
cambiaba de oficina trasladándola a lo que era la sala de
audiencias, separándola del despacho. -------------------
En su alegato final el Fiscal sostiene este cargo,
calificándolo como episodios extravagantes, como una
mecánica de maltrato, citando los dichos de Mattioni, el
testimonio de Ruiz y de Polanco quien afirmó que la jueza
le revoleaba los expedientes.----------------------------
Es curioso este hecho, ya que originariamente estaba
descripto en el Acuerdo Nº 4205 del Tribunal Superior de

41
Justicia de fecha 17/10/07 por el cual se dispuso girar
las actuaciones a la Auditoría General del Poder
Judicial, cuya copia -incluso- fue acompañada por los
denunciantes. Con el mismo número (hecho nº 26) fue
descripto en este acuerdo. En la acusación primigenia el
Dr. Ignacio Cano copió prolijamente todos los hechos,
pero al llegar al número veintiseis, posiblemente por un
error de tipeo, omitió incorporar el nombre de la persona
que se encontraba con los dos empleados, a la cual la
Dra. Taiana habría arrojado los expedientes, le revisaba
su escritorio y la separaba de su despacho. Se trata de
la Dra. Ana Lía Zapperi. (ver hecho nº 26 descripto en el
Acuerdo Nº 4205). Al omitirse su nombre, y como se
trataba de un hecho con una víctima anónima, conforme la
acusación del Dr. Cano, el Fiscal recogió cuanto
testimonio fue receptado en las audiencias que hablaban
de un manejo impropio y agresivo de los expedientes,
utilizándolos la Dra. Taiana como elementos contundentes.
No advierte el Fiscal que la Dra. Mattioni refiere que la
jueza, en ocasión del entredicho que tuvieron, golpeaba
un expediente contra el escritorio, no lo arrojaba contra
persona alguna, cuestión que sí refiere la testigo
Polanco. Pero ésta dejó de trabajar en el Laboral 4 hace
quince años, al igual que el Dr Ruiz, también citado por
el Fiscal, quien se desempeñó como Prosecretario desde
1994 a 1998. Por lo tanto, y siguiendo el criterio del
propio acusador, estos episodios también estarían
prescriptos. Pero además, no solo está prescripto sino
que este hecho ha sido incorrectamente descripto, al
omitirse esenciales requisitos que hacen a las
circunstancias de tiempo, lugar y modo en que habría
ocurrido. En ese sentido señalo que la imputación
originaria no puede constituir un molde vacío que pueda
rellenarse a lo largo de las audiencias con la prueba que

42
se obtenga de ellas. La necesidad de detallar
minuciosamente las circunstancias del hecho imputado,
desde el inicio mismo del jury de enjuiciamiento, hace
también a las garantías del debido proceso y al derecho
de defensa. “La garantía de defensa en juicio y del
debido proceso debe ser respetada en los procesos de
remoción de magistrados con el mismo rigor y con las
mismas pautas elaboradas por la Corte en numerosas
decisiones” sostuvo la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en la causa “Brusa” (La Ley, 2000 -C-579). Este
cargo, al haber omitido el Dr. Cano incluir como víctima
a la Dra. Zapperi, y al carecer por ende de la
determinación de las personas contra las cuales se habría
dirigido el accionar de la enjuiciada, no puede
prosperar. Menos aún cuando, aprovechando la “exclusión”
de la Dra. Zapperi, imputamos el mismo hecho por ella
presuntamente padecido en un determinado tiempo y lugar,
incorporándole otras víctimas que nos narren algo
parecido en otros tiempos y en otros lugares. Por ello,
la acusación por este hecho tampoco puede prosperar.-----
Hecho número veintinueve: cúmulo de sanciones,
apercibimientos, recomendaciones y/o llamados de atención
que se le impusieran a la Sra. Jueza en virtud de su
desempeño funcional.-------------------------------------
He tenido a la vista la constancia de fs. 665/668 en la
que se describen las sanciones, consistentes en llamados
de atención y apercibimientos aplicados a la Dra. Rivero
de Taiana, según dan cuenta tanto el Legajo de la
Magistrada como el Libro de Sanciones del Personal del
Poder Judicial, durante los veinte años que lleva
desempeñándose como Jueza del Juzgado Laboral Nº 4 de
esta Ciudad. No existe una sola sanción por mal
gerenciamiento o por maltrato al personal del juzgado. Se
la sanciona por irregularidades en la tramitación de

43
algunos expedientes, por no guardar el estilo debido en
sus notas a la Cámara, por dejar cerrado bajo llave su
despacho, por dictar una sentencia contradictoria en sus
fundamentos en un caso, o por inobservar el principio de
congruencia en otro. Existe una recomendación para que no
presione a los abogados a conciliar, según denuncia del
Dr. Gustavo Mazieres del año 2000. Se la apercibe por no
respetar la vía jerárquica ni guardar estilo en sus
presentaciones o por arbitrariedades en una causa. Todas
las sanciones fueron dispuestas por la Cámara de
Apelaciones, en algunos casos, por Resoluciones
Interlocutorias del cuerpo, en otros el propio Presidente
del Tribunal Superior de Justicia le formula
recomendaciones, y también ha sido sancionada por los
mismos Camaristas, especialmente por el Dr. Gigena
Basombrío. Son también los Camaristas que declaran por
escrito refiriendo al unísono sobre los múltiples
inconvenientes que -de larga data- les presentaba el
Juzgado Laboral Nº 4. Resulta inadmisible que estos
Camaristas, que tienen funciones de superintendencia
sobre el juzgado, y que están investidos de potestades
sancionatorias sobre la jueza -que de hecho la han
ejercido en múltiples ocasiones- hayan sido tan exigentes
en examinar el estilo de las notas de la magistrada y
castigarla por ello, y hayan pasado por alto el verdadero
caos que tenían bajo sus pies, el maltrato sistemático a
funcionarios, empleados y letrados y el ostensible
perjuicio al servicio de justicia que refieren en sus
declaraciones. Ni una sola advertencia, ni un solo
llamado de atención, ni un solo apercibimiento. ¿Se
durmieron? -se pregunta el propio Fiscal-. No, a mi
criterio no estaban dormidos. De hecho sancionaban a la
Dra. Taiana ante lo que entendían, constituían
irregularidades de su parte. Este cargo prueba

44
precisamente eso. ¿Y entonces? Pretender una destitución
con semejante cuestión sin dilucidar, y sin que los
propios camaristas hayan comparecido personalmente a este
juicio para evacuar semejante duda, no me parece atinado.
Pero a todo evento, estas sanciones, nada tienen que ver
con los episodios que estamos juzgando. Se refieren a
otros hechos, en otras circunstancias, por eventos
menores que, en el mejor de los casos merecieron un
“apercibimiento” de parte de la Cámara. Pero que ni por
asomo ameritan siquiera su consideración como causal de
destitución. Se impone por ende, la postura absolutoria
que sostengo.--------------------------------------------
5.- El caso “Mattioni”. “Algo huele mal en Dinamarca”,
nos dijo el Fiscal, emulando a Shakespeare, al comparar
lo ocurrido con Mattioni con la reflexión de Hamlet al
enterarse de la extraña muerte del Rey, su padre, lo que
posteriormente fue confirmado por su fantasma que le
reveló que -efectivamente- había sido asesinado. Acá no
hay ningún rey muerto. Pero el mal olor persiste. Porque
a partir de ese episodio que en definitiva consiste en
una discusión en elevado tono a puertas cerradas entre
Jueza y Secretaria por un hecho que, para la Jueza era
grave -y muy grave- la Cámara abrió generosamente sus
puertas y sus oídos para que ingresara cuanta queja en
contra de Taiana anduviera deambulando por ahí; legalizó
y respaldó la insubordinación en contra de la Magistrada,
y permitió, con su inacción, la prolongación en el tiempo
de ese estado de verdadero caos en que se encontraba el
Laboral 4, con lo que, ahí sí, se perjudicó el servicio
de justicia. Luego de reunirse con la Cámara y con el
gremio, siempre a espaldas de la jueza, los funcionarios
no respondían a sus indicaciones (ver testimonio de
Andrea Cornejo: “Mattioni cuando se reintegró manifestó
que no iba a recibir órdenes de la jueza”). Cosa que

45
cumplió a la perfección. O cuando se fue trasladada, al
igual que la Prosecretaria Dra. Belen Andrés, a la cual
en la propia Cámara le dijeron que ni siquiera avisara a
la Jueza de su traslado, (“ni siquiera pasé a buscar mis
cosas” refirió) desentendiéndose irresponsablemente de
todo el cúmulo de trabajo pendiente que estaba a su
cargo. Al igual que Marisel Talarico, Prosecretaria:
“hablé con el Dr. Gigena Basombrío, le pedí el pase, al
poquito tiempo me trasladaron al Civil 3, me fui y no me
acuerdo si me despedí”. Si bien este traslado fue
anterior al hecho “Mattioni”, pone en evidencia una misma
línea de conducta. ¿Quién era el que perjudicaba el
servicio de justicia? Mucho se ha hablado en este juicio
del respeto por la “vía jerárquica”, sin advertir que la
misma, es una vía de doble mano, y que hay que respetarla
en ambos sentidos, si se pretende una buena
administración y un buen gerenciamiento. El gremio por su
parte aportó lo suyo. Hasta los empleados hacían caso
omiso a las indicaciones: “dejábamos la mesa de entradas
sin nadie que atendiera, porque teníamos el respaldo del
gremio” refirió Norma Purrán, la cual por una parte nos
cuenta sobre una suerte de “tiranía” de Taiana que ni
siquiera los dejaba ir al baño, para a renglón seguido
referirnos que “vendía huevos en el Juzgado, porque
tenía gallinas en su casa”. Ilustrativa resulta la nota
obrante a fs. 212 del Anexo II por la cual, con fecha
25/2/08, la Dra. Elizabeth Gismondi, Secretaria, informa
a la Dra. Taiana que “la Sra. Stell Venegas y Graciela
Purrán, quienes están en el Juzgado, informan que no
trabajarán por cuanto están realizando retención de
tareas y refieren que tanto el TSJ como el Sindicato
están en conocimiento de esta decisión”. “Yo con usted
no hablo” contestó Purrán a la Jueza al requerirle
explicaciones. “Yo no voy a entrar a trabajar” le

46
respondió Venegas (ver nota de Taiana al Presidente del
T.S.J. de fecha 22/2/08, fs. 219 del Anexo II). La Cámara
estaba en perfecto conocimiento de la situación. La nota
de fecha 11 de octubre de 2007 suscripta por Sandra
Vasilchin, Teresa Gomez, Sandra Hugo, Stella Máris
Venegas, Graciela Purrán y Andrea Cornejo, que obra a fs.
327/330 dirigida a la Presidente del Tribunal de Alzada,
es muestra elocuente del estado del Juzgado. Se habla
allí de la evidente falta de cumplimiento y de compromiso
con sus obligaciones, de parte de la Secretaria Dra.
Mattioni y de la Prosecretaria Dra. Gabriela Sueldo como
generadora de una crisis institucional sin precedentes en
el Juzgado. Tengo a la vista también las reiteradas notas
elevadas a la Cámara por la Dra. Taiana, por las que
requiere la desafectación inmediata de las funcionarias
Mattioni y Sueldo (ver fs. 229, 237,245, 251). Sin
embargo, tanto la Cámara como el T.S.J. permitieron la
prolongación en el tiempo de ese estado de cosas (desde
los primeros días de agosto de 2007 hasta el 17 de marzo
del 2008, ver Decreto N° 0144/08 de fs. 260 del Anexo
II). Y es este estado de cosas, el que -curiosamente-
citan los camaristas a lo largo de sus declaraciones
escritas incorporadas a la causa. El estado que ellos
mismos permitieron y toleraron. A medida que se avanzaba
en las reuniones entre el personal la Cámara y el gremio,
sin la presencia de la jueza, la situación se hacía cada
vez más insostenible. Por ello asiste razón al Fiscal
cuando alude que en el banquillo de los acusados hay
sillas vacías.-------------------------------------------
6.- Pedido de vista fiscal por la Declaración de
Barrutia. No comparto la pretensión del acusador, de
remitir copias al Fiscal ante la presunta comisión del
delito de Falso Testimonio de parte de la Dra. Mónica
Barrutia. A criterio del suscripto las explicaciones

47
vertidas por ella en la audiencia sobre las presuntas
contradicciones en que habría incurrido han sido
satisfactorias, considerando el largo tiempo transcurrido
desde la ocurrencia de los episodios sobre los cuales
declaraba. Por lo tanto, propicio el rechazo de la
pretensión fiscal en ese sentido.------------------------
VI.- CONCLUSION. Tiene dicho la Corte Suprema de Justicia
de la Nación en “Brusa” que “La garantía de inamovilidad
de los magistrados judiciales, presupuesto necesario de
la independencia e imparcialidad en la función de
administrar justicia, exige que aquéllos no se vean
expuestos al riesgo de ser enjuiciados sino por causas
realmente graves, que impliquen serio desmedro de su
conducta o de su idoneidad en el cargo”.-----------------
En este enjuiciamiento hemos escuchado una infinidad de
comentarios, de conclusiones basadas en dichos de otros,
de episodios sucedidos que pretenden acreditarse con la
sola versión de alguien que dice que sucedió, de mucha
gente que refiere “no lo ví, pero me contaron...”, de
conclusiones sobre mal gerenciamiento de parte de quienes
tuvieron una enorme responsabilidad precisamente, sobre
el gerenciamiento; pudieron actuar y no lo hicieron,
pudieron sancionar y no lo hicieron, pudieron supervisar
y no lo hicieron, pudieron venir a declarar y tampoco lo
hicieron, a pesar de las súplicas tanto del Fiscal como
de la Defensa, y que limitaron sus declaraciones a una
mera ratificación de dichos anteriores, cuya copia les
fue adjuntada a la citación. Incluso, alguna olvidó de
prestar el juramento de ley, nulificando por ende su
“ratificación” (caso Osti de Esquivel).------------------
Les requerimos a los denunciantes también que precisaran
los hechos que denunciaban, obteniendo de parte de ellos
una nueva reedición de títulos grandilocuentes sin un
solo hecho, sin un solo nombre, sin una sola

48
circunstancia que brindara sustento fáctico a tan grave
acusación.-----------------------------------------------
En este estado de cosas, no puedo adoptar otro
temperamento que propiciar la absolución de la enjuiciada
Dra. Elisabet Cristina Rivero de Taiana por los cargos
por los que fue traída a este enjuiciamiento, debiendo
ordenarse la inmediata reincorporación de la misma a la
titularidad del Juzgado Laboral N° 4 de esta Ciudad y la
restitución de los salarios dejados de percibir, con la
expresa constancia de que la sustanciación de la causa no
ha afectado el buen nombre, honor e idoneidad para el
desempeño de sus funciones (art. 33 ley 1565). Asimismo,
corresponde imponer las costas a los denunciantes (art.
36 ley 1565). ASÍ VOTO.---------------------------------
El Dr.ALEJANDRO TOMAS GAVERNET DIJO:-------------------
I.- CUESTIONES PRELIMINARES: Debo expedirme en primer
lugar sobre estas cuestiones y al respecto adhiero al
voto del jurado preopinante por compartir plenamente sus
conceptos, expresando en cada una de ellas lo siguiente:-
a) nulidad de la acusación referida a falta de
gerenciamiento: Amplío, en el mismo sentido de la
argumentación realizada por el Dr. Inaudi. No puede
reputarse nula la acusación, cuando el planteo se refiere
a una causal: la falta de gerenciamiento que según las
particularidades y entorno en que se realizaron y de
probarse, es una causal grave, susceptible de provocar la
destitución de la magistrada.----------------------------
b) nulidad de la acusación por indeterminación de los
hechos: Además de lo manifestado por el jurado
preopinante sobre esta cuestión, agrego que no considero
que: “formar un ambiente de miedo e inseguridad que
conducía al personal a requerir el pase a otro juzgado”,
“el clima tenso que se vivía”, “facilitarle a la Dra.
Granelli disposición de bienes y personal, agente foránea

49
al Juzgado, que perjudicaban el rendimiento del
organismo”, “destrato del personal”, sean circunstancias
indeterminadas. Por el contrario reputo que se trata de
hechos concretos, que pueden fundar validamente la
acusación. Además, durante el transcurso de la Audiencia
general, la enjuiciada tuvo el control de la prueba de
los mismos y en las declaraciones especiales de los
integrantes de la Cámara Civil y Laboral pudo ejercer el
derecho de repreguntar conforme el contenido de los
pliegos. ------------------------------------------------
a(II): La violación a la garantía del non bis in idem.-
Cabe agregar, en igual sentido que lo hiciera el Diputado
Inaudi, sobre la diferencia entre lo que podría encuadrar
en el marco del jurado de enjuiciamiento y lo que
corresponde a las facultades disciplinarias del órgano
judicial. Los sumarios referenciados por la Defensa
fueron elevados por el Sr. Fiscal al Tribunal Superior de
Justicia con la postulación de que se le aplicara la
sanción más severa: CINCO DÍAS (art 23 inciso b L.O.
1436). Entonces la competencia disciplinaria del
organismo judicial se limita a revisar conductas que no
ponen en situación de remoción al enjuiciado. Es una
función restauradora de conductas, para que dentro “de un
catálogo de sanciones para aquellas conductas que puedan
ser corregidas a través de la vía de la superintendencia.
Cuando las mismas, atento su gravedad, exceden los
límites de esta atribución, debe aparecer implacable el
mecanismo establecido por nuestra Carta Magna Provincial
a fin de restañar el tejido social dañado reafirmando las
instituciones de la República. Así, el Jurado de
Enjuiciamiento constituye un Tribunal de naturaleza
política que actuando en nombre de la ciudadanía tiene el
deber de resguardar los valores sometidos a su custodia”

50
(BASE JUBA B91234 JMF LAP RSD-21- 4 30/7/2004 Juez
Nitti)---------------------------------------------------
b(II) Violación de la imparcialidad objetiva y c)
ampliación de la falta de legitimación activa. : Adhiero
por iguales argumentos al bien fundado voto del Dr.
Marcelo Inaudi, en este punto.---------------------------
Por todo ello ASI VOTO.----------------------------------
II) CONSIDERACIONES PREVIAS: 1.- Entiendo que, como
jurado, debo actuar en nombre y defensa de los derechos
públicos de la sociedad, a quien represento en esta
instancia para resolver sobre la continuidad o no de la
enjuiciada como magistrada. (in re: Quiroga Lavié
“Naturaleza Institucional del Jurado de Enjuiciamiento”),
respetando en todo juzgamiento el debido proceso, como ya
me referiré más adelante.--------------------------------
El Jurado de Enjuiciamiento es un órgano constitucional y
por ende eminentemente político. La Corte Suprema de
Justicia de la Nación se ha expedido en este sentido al
sostener que los Tribunales de Enjuiciamiento no tienen
carácter judicial, ni tampoco sus órganos son
administrativos, sino que solamente ejercen atribuciones
de tipo político atinentes a la responsabilidad de los
jueces (Fallos: 302.934 La Ley, 1980, 320).--------------
2.- Es en este momento y en este contexto, en que debo
“verificar y hacer efectiva la responsabilidad
constitucional” de la Dra. Elisabet Rivero de Taiana.
Debo “juzgar la responsabilidad política de la magistrada
y no su responsabilidad penal o administrativa” (Paolini
Jorge “El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y
Funcionarios”).------------------------------------------
Tengo el deber-potestad de cotejar si en el ambiente
laboral, la Señora Jueza, mantuvo conductas que
propiciara maltrato, inseguridad, miedo y múltiples
pedidos de traslado del personal y funcionarios. Como

51
Jurado, con funciones constitucionalmente políticas, debo
evaluar si la enjuiciada responde a la responsabilidad
que le compete.------------------------------------------
3.- En este cuadro de situación no considero como un
valladar que la problemática venga de larga data, 17
años, que ninguna supervisión le puso coto, que han
intervenido distintos vocales de distintas integraciones
de Tribunales Superiores sin dar una solución. Lo que sí
creo que es un deber analizar, en nombre y defensa de los
derechos públicos de la sociedad, si puede la enjuiciada
continuar en su cargo. No se esta enjuiciando a los
Vocales de Cámara que supervisaron el Juzgado Laboral Nº
4 ni a los Vocales del Tribunal Superior de Justicia que
intervinieron en los traslados, concurso o designaciones
de funcionarios y empleados, y mucho menos a estos
últimos.-------------------------------------------------
4.- La potestad sancionatoria o revisora de
responsabilidad funcional de los magistrados respecto de
su límite temporal para que el órgano que la ejerce
pierda su competencia, es materia discutida. Pero para no
enredarnos en una discusión, se puede prescindir de
expedirnos al respecto si se establece como habilitados
para el juzgamiento todos los hechos acaecidos dentro de
los cinco años anteriores al 17 de diciembre del 2007
fecha de la denuncia de SEJUN. Criterio propuesto por el
Fiscal de la causa que, por el principio de congruencia,
nos compele a respetar. Aún así, como lo adelanto, son
suficientes para analizar una conducta global de la
enjuiciada que permite una visión en conjunto del actuar
de la Dra. Rivero de Taiana en el Juzgado a su cargo.----
III.- ADHESIÓN PARCIAL AL RECHAZO DE CAUSALES: El señor
Fiscal limitó su acusación a solo cuatro imputaciones,
individualizadas en la acusación como: diez, veinte,
veintiséis y veintinueve. Adhiero al voto del Diputado

52
Inaudi respecto del rechazo de los cargos
individualizados como veintiséis y veintinueve, por
compartir sus argumentos. Con referencia al número diez,
también considero que, la invitación o incorporación
temporal a trabajar en el Juzgado a la Dra. Granelli, no
produjo un enfrentamiento con quien fuera la
prosecretaria en ese momento. Sin perjuicio de ello
resulta necesario aclarar que este hecho confirma uno de
los correlatos probatorios para apreciar la conducta de
la enjuiciada en un análisis global.--------------------
IV.- EXISTENCIA DE LOS HECHOS ATRIBUIDOS: 1.- Considero
que la Dra. Elisabet Rivero de Taiana ha propiciado un
ambiente de miedo, inseguridad que conducía al personal y
funcionarios a requerir el pase a otro juzgado.----------
De las declaraciones de los ocho Vocales de la Cámara
Civil y Laboral; de los Acuerdos Administrativos de
Superintendencia Nº5/04, 8/04, 17/07, 22/07 y 23/07 y de
la nota remitida por los empleados del Juzgado Laboral Nº
4 a la Camara mencionada, con fecha 11 de octubre de
2007, tengo por acreditado que los hechos sucedieron y
que son de responsabilidad de la enjuiciada.-------------
Así el Dr. Medori en su declaración por oficio, expresa
que “se advierte que la gestión diaria del juzgado se ve
afectada por la forma o modo de relacionarse que tiene la
última (Dra. Rivero) con agentes y funcionarios,
particularmente con éstos que es donde se requiere
moderación, confianza y respeto. Es fuente de conflicto
la ejecución del rol de secretarios y prosecretarios, que
luego de asumir determinada tarea, y la principal de
trasladar las ordenes y directivas a los empleados, son
abiertamente cuestionados y descalificados al presentarse
un problema…”. Mas adelante dice: “Sobre estos últimos
(se refiere al traslado de funcionarios), tengo presente
que con origen en la relación con la magistrada se derivo

53
su traslado en los casos de la Dra. Barrutia, Dra
Tallarico, Dra Zapata, Dr. Ferreira y Dra. Andrés. Aclaro
que de esta magnitud señalada, no conozco antecedentes en
otro juzgado”. Este testigo a lo largo de su relato y sin
perjuicio de lo trascripto precedentemente hace
referencia a descalificaciones, excesos, disturbios,
frecuentes conflictos que alterarían funcionalmente al
organismo y que serian ocasionados por la actitud de la
magistrada en relación a su equipo de trabajo.---------

Por su parte el Dr. Silva Zambrano es contundente cuando


manifiesta “se han originado tensiones entre la Cámara de
Apelaciones y la Sra. Jueza a raíz, por ejemplo de la
problemática que se origina en la frecuente rotación de
funcionarios y/o empleados y la consiguiente necesidad de
cobertura de vacantes, como consecuencia de los pedidos
de pase a otro organismo, por parte de personas
severamente afectadas por el maltrato que en la
vinculación funcional les dispensaba la señora Jueza. Tal
es el caso del pasado año de la prosecretaria Dra. Maria
Belén Andrés...”- El Dr. Videla Sánchez declara en su
condición de integrante de la Cámara Civil y Laboral
agregando el conocimiento que tuvo en su carácter de
Presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios
del Poder Judicial diciendo: “Desde esa perspectiva puedo
decir que dicho Juzgado aparecía diferente a los demás,
con constantes quejas hacia la magistrada a tal punto que
era un destino laboral resistido por todos los empleados.
Recuerdo que en una oportunidad se concurso un cargo
administrativo de elevada jerarquía en ese juzgado y su
convocatoria era no solo al resto del personal judicial,
sino a cualquier interesado aunque no fuese agente del
poder judicial, a diferencia de los casos comunes
limitados al personal que ostentase la jerarquía
inmediata inferior. No recuerdo otro igual en este poder

54
judicial”. El Dr. Lorenzo Waldemar García afirma en su
declaración: “en virtud del alto nivel de conflictividad
que se evidencia en la relación de la Dra. Taiana y los
funcionarios y empleados de su dependencia, estimo que el
mentado rol gerencial no puede calificarse como
idóneo”.El Dr. Ghisini, integrante de la misma Cámara
Supervisora, explica en su declaración que la Cámara en
su rol de superintendencia le formuló sugerencias a la
magistrada a fin de morigerar el problema con el personal
o de funcionamiento sin resultado positivo ya que la
misma nunca reconoció problemas de su parte sino que se
los atribuyo a otros. Si bien la Dra. Osti de Esquivel
y el Dr. Gigena Basombrío declararon en igual sentido que
los anteriores testigos, considero que debo prescindir de
los mismos. En el primer caso por no haberse pronunciado
por el juramento de ley y del Dr. Gigena Basombrío por
las serias imputaciones que la enjuiciada realiza en su
contra a tal punto que le inicio causa por acoso laboral
y denuncia de juicio político. --------------------------
De las Actas Administrativas de la Cámara de Apelaciones
en lo Civil surge evidente que: fue una constante la
intervención de dicho organismo supervisor por los
conflictos del personal y funcionarios con la jueza------
La nota remitida por la totalidad de los empleados del
Juzgado Laboral Nº 4 a la Cámara con fecha 11 de octubre
de 2007 explica las circunstancias que los llevaron a
adoptar las “medidas extremas” para poder restablecer un
ambiente adecuado para trabajar y si bien también
atribuyen responsabilidad a las funcionarias la mayor
responsabilidad la atribuyen a el accionar de la jueza.--

La defensa a tenido, y aún ha utilizado, la prueba que se


mencionara a su disposición para su control y refutación,
la que fue genérica e incompleta.------------------------

55
Hasta aquí he valorado la prueba incorporada y que como
lo adelantara resulta suficiente para tener por
acreditados los hechos que se imputan. En la audiencia
general se escucho las testimoniales de Edgardo
Cherbavaz, Anahí Mattioni, Maria Sueldo, Belén Andrés,
Stella Venegas, Graciela Purran, Elio Raúl West y Teresa
Gómez que resultan contestes en describir el clima tenso
y ambiente de inseguridad y miedo que existía. Sin duda
estas circunstancias eran determinantes en el
requerimiento de los continuos traslados. Con relación a
Sandra Vasilchín, testigo ofrecido por la defensa,
declara que en lo personal no tuvo problemas con la jueza
pero también afirma “…llegamos a la conclusión de que
había que hacer algo porque no podíamos seguir trabajando
así; estábamos todos totalmente tensionados, los errores
cada vez se incrementaban mas y un grupo estaba o
reclamaba porque decía de los malos tratos de la jueza”.
Refiere la existencia de dos grupos en el juzgado pero
estaban todos unidos en que la situación no podía
continuar. ----------------------------------------------
2.- En cuanto a la circunstancia de facilitarle a la Dra.
Granelli, persona extraña al juzgado, la disposición de
bienes y personal, entiendo que Rivero de Taiana ha
perjudicado el rendimiento del organismo a su cargo. El
testigo Elio Raúl West relata qué tareas realizaba
Granelli dentro del Juzgado habiendo interpretado que ese
accionar tenia por objeto que la Dra Granelli accediera a
un cargo próximo a concursar en el mismo Juzgado. Sin
perjuicio del reproche ético que pueda merecer el hecho
de franquear el ingreso al juzgado a una letrada extraña
al mismo y la eventual afectación de la igualdad de
oportunidades de los futuros aspirantes al próximo
examen, es evidente que la letrada hizo uso de las
dependencias y al decir de West los empleados recibieron

56
la instrucción de la jueza de facilitarle lo necesario
para que conociera como era el procedimiento en el fuero
laboral. Mas allá del tiempo que haya concurrido Granelli
al Juzgado laboral nº4 –tres dìas o algunos mas como dice
West- lo cierto es que en ese lapso se realizó una
incorrecta afectación de recursos materiales y humanos. A
criterio del suscripto el hecho relatado y probado
evidencia otra forma de incorrecta conducción por parte
de la magistrada perjudicando el adecuado gerenciamiento
del organismo.-------------------------------------------
La defensa ha controlado estos testimonios, ha tenido la
oportunidad de conocer la prueba y discutirla, ha
ejercido el derecho de preguntar a los mismos en la
audiencia general mas en esa tarea no ha producido
elemento alguno que modifique mi convicción.-------------
3.- Entiendo que los elementos de prueba hasta aquí
referenciados tienen entidad suficiente para tener por
acreditado que en su accionar al frente del Juzgado
laboral Nº 4 la Dra Rivero de Taiana ha incurrido en la
causal de mal desempeño con sustento fundamentalmente en
el defectuoso gerenciamiento del juzgado creando un
ambito de trabajo hostil, tenso con situaciones de
maltrato. Por lo demas, a lo largo de este proceso han
surgido elementos que a mi criterio no pueden soslayarse.
Ha quedado acreditado por los testimonios de los Dres.
Silva Zambrano, Ghisini, entre otros- que la enjuiciada
ha carecido de toda autocrítica, conduciéndose con
“estratagemas inmunizadoras”, propias de un actuar
dogmático, con el objeto de no revisar un posible error
táctico en la conducción del Juzgado. Se relatan
situaciones en que se intentaba lograr acercamiento entre
las personas en conflicto rechazando la magistrado toda
intervención de ese tipo.--------------------------------
En su alegato final la enjuiciada no realiza una

57
impugnación puntual de las pruebas producidas. Se
extiende en consideraciones relativas a su visión de lo
que debe ser un juez, mostrándose solitaria frente a
todos los demás operadores del poder judicial que
confabularían en su contra. Ello no es sino la
confirmación de su postura omnipotente que no admite la
posibilidad de actuar con error y que – a mi criterio- ha
signado su desempeño al frente del Juzgado durante largos
años sin lograr conducir de un modo respetuoso al equipo
de trabajo, capaz de motivar el compromiso con la tarea y
el servicio. Por el contrario al mismo tiempo que se
elogia, descalifica a sus pares por el solo hecho de no
obrar o pensar como ella lo hace. Esto me convence que
su visión del funcionamiento del Juzgado era solamente la
actividad técnica de la Jueza. Si bien podía dictar las
sentencias dentro de los plazos legales y mantener el
orden en los procedimientos ello era a costa de la severa
afectación del recurso humano.—--------------------------

V.- ENCUADRE NORMATIVO: Por todo lo anteriormente dicho


tengo la libre convicción que la magistrado enjuiciada ha
incurrido en la causal de mal desempeño. A tal conclusión
he arribado luego de un análisis global de su conducta-
Se ha dicho: “que la conducta del juez no debe ser
apreciada de manera fragmentada o aislada, que en
definitiva conllevaría a prescindir de una visión de
conjunto de su modo de actuar. Por el contrario, se la
debe considerar a lo largo del tiempo y en una necesaria
correlación con todo el material probatorio incorporado a
este juicio, y conocido por las partes con el objeto de
verificar -en el marco de las imputaciones descriptas- si
incurrió en la causal de “mal desempeño” por la que se
solicitara su destitución”. Del voto de los Dres.
Agundez, Basla, Roca y Sagues-. JEMN, causa Nº 11-
Herrera Rodolfo Antonio s/ Pedido de enjuiciamiento-),

58
citado por Sosa Arditi - Jaren Agüero “Proceso para la
remoción de los magistrados”, Hammurabi, 1ª. Ed. 2005,
pag. 257. “La causal de mala conducta como la de mal
desempeño es consistente con la característica no penal
del proceso de remoción de magistrados. En efecto, ambas
expresiones son indeterminadas. Ello implica una
atribución discrecional –pero no arbitraria- concedida
por el constituyente a los órganos competentes para
acusar o enjuiciar a los magistrados. Así, las eventuales
acciones u omisiones configurativas de la mala conducta
(o del mal desempeño) no están tipificadas ni en la
constitución, ni todas ellas en la ley. Dependen de las
circunstancias de tiempo y lugar, y de la apreciación
política e institucional de los órganos encargados de
caracterizarla. No obstante, como ya se señaló, la
particularidad flexible del mal desempeño no linda,
siquiera aproximadamente, con la arbitrariedad, pues los
hechos que constituyen el mal desempeño, y que se imputen
al magistrado, deben ser concretos, precisos y
probados”.- “Constituye la mala conducta una causal
autónoma de remoción de magistrados judiciales?”, L.L.
ejemplar del 8/3/01, columna de opinión- Gelli, cit. En
la obra referida precedentemente. De conformidad con la
doctrina citada y como se expresara ut supra, en el caso
la acusación se fundó en hechos concretos que a mi
criterio resultaron debidamente probados revistiendo
entidad suficiente para tener por configurada la causal
de mal desempeño.----------------------------------------
VI.- RESPETO DEL DEBIDO PROCESO: El Tribunal Superior de
Justicia, en su Acuerdo Nº 625 del año 2000 autos
caratulados “Nieto Juan Carlos S/ Municipalidad de
Neuquén s/Acción Procesal Administrativa” estableció un
abanico de garantías que deben respetarse para que no se
viole el derecho de defensa. 1)Así se menciona el derecho

59
a la asistencia letrada: la enjuiciada, con amplios
conocimientos jurídico la ejerció en su nombre y contó en
todo momento con su abogado que la asistió en su calidad
de patrocinante letrado.---------------------------------
2) También se estableció el derecho a ser informado de la
acusación: cumplido dicho recaudo con el traslado de la
acusación y con el mantenimiento de cargos en el alegato
del señor Fiscal.----------------------------------------
3) Se determinó como otra garantía la inalterabilidad de
los hechos imputados: requisito cumplido en el punto 20
de la acusación y mantenidos por el Señor Fiscal en su
alegato.-------------------------------------------------
4) Se fijó, también, el derecho a la presunción de
inocencia: considero que es solo para el derecho penal,
ya que en un Jurado de Enjuiciamiento esta en juego la
defensa de los derechos públicos. Por otra parte, en mi
convicción no existe duda sobre las conducta que le he
atribuido a la enjuiciada ya que he adquirido la certeza
suficiente en la idoneidad de la prueba que he
analizado.-----------------------------------------------
5) El fallo mencionado contempla el derecho a no declarar
contra si mismo: ejercido por la Dra Rivero de Taiana
cuando el suscripto la interrogó sobre si iba a declarar
y ella hizo la salvedad que solo declararía con preguntas
del jurado y si el fiscal la interrogaría no lo hacia.
Anoticiada del interés de éste de hacerlo se negó
entonces a declarar.------------------------------------
6) El mencionado Acuerdo establece el derecho a la
utilización de los medios de prueba adecuados a la
defensa: se le acepto a la enjuiciada todas las pruebas
ofrecidas, aún en modalidades particulares (testigo
Biorkman), y las que rechazó presidencia fueron aceptadas
por el Jurado en pleno.----------------------------------

60
7) La sanción debe estar prevista exclusivamente: la
destitución se encuentra normada en el artículo 267 de la
Constitución Provincial y en el artículo 32 de la ley
1565-----------------------------------------------------
8) La resolución debe ser motivada: El voto que emito es
autosuficiente por cuanto ser refiere a hechos: a) un
ambiente de miedo, inseguridad que conducía al personal y
funcionarios a requerir el pase a otro juzgado, b)
facilitarle a la Dra Granelli disposición de bienes y
personal perjudicando el rendimiento del organismo, c)la
enjuiciada ha carecido de toda autocrítica al no revisar
un posible error táctico en la conducción del Juzgado. Se
establece que los mismo tipifican la causal de mal
desempeño y se menciona la prueba con que se acreditan---
VII.- ENCUADRE CONSTITUCIONAL DEL HECHO ACREDITADO: 1)
Comprobada la materialidad de los hechos y la conducta
que le cupo en los mimos a la Dra. Elisabet Rivero de
Taiana, debe analizarse si dicha circunstancia es
susceptible de ser subsumida en la causal de remoción
establecida en el artículo 267 de la Constitución
Provincial.----------------------------------------------
2) En mi concepto, la respuesta a este interrogante debe
ser afirmativa; razón por la cual, adelanto que habré de
propiciar al Acuerdo se disponga la destitución de la
enjuiciada.----------------------------------------------
VIII.- RECURRIBILIDAD DEL DECISORIO: El Tribunal Superior
de Justicia ha fijado pacífico criterio de que “el límite
objetivo que establece el artículo 34 de la ley
1565”...”no puede ser objeto de un empleo mecánico o
automático” y que “las restricciones aludidas deben ceder
si existe una cuestión constitucional”-In re (dr. Geloni
Daniel s/Recurso de queja en Trova Facundo Martín s/
Jurado de Enjuiciamiento” (Expte. 190-año 2006 del
Registro de la Secretaría Penal del TSJ) (Resolución

61
Interlocutoria Nº 49/2008). Por lo tanto debe hacerse
efectiva la destitución una vez que haya quedado firme la
resolución.----------------------------------------------
IX. IMPUTACIONES DE FALSO TESTIMONIO. Tanto el fiscal
como la defensa realizaron planteos de falso testimonio.
El Jurado de enjuiciamiento difirió el tratamiento de los
pedidos para esta oportunidad.---------------------------
Así fue recriminada, por el Fiscal la Dra. Mónica
Barrutia como testigo reticente. Considero, prima facie,
que se encuentra en su forma de responder una presunta
reticencia. Motiva el reproche por cuanto a la testigo
se le recordó primero dos anteriores declaraciones, luego
se la invitó a resolver una contradicción, recordándosele
que estaba declarando bajo juramento. En sus respuestas
evadía fijar el relato y por lo tanto considero la
necesidad de enviar las actuaciones pertinentes al fiscal
en turno, a sus efectos.---------------------------------
En su turno, la Defensa realizó el planteo de falso
testimonio referido a las testigos Anahí Mattioni y María
Sueldo. Considero que las contradicciones que percibí en
sus declaraciones no tienen la gravedad suficiente para
identificar el tipo penal del artículo 275 del Código
Penal.---------------------------------------------------
En su consecuencia propongo al Acuerdo: 1º) Destituir a
la Dra. Elisabet Cristina Rivero de Taiana del cargo de
Jueza titular del Juzgado Laboral Nº 4 de la Primera
Circunscripción Judicial, por la causal de mal desempeño,
(por inconducta gerencial) a partir de que la presente
quede firme. (Artículos 267, en función del 229 y 269 de
la Constitución Provincial y artículos 31 y 32 de la Ley
1565).(R.I: n° 88/05 del TSJ).2º) Disponer la pérdida de
las remuneraciones que la magistrada destituida hubiere
dejado de percibir en aplicación del artículo 18 y 32
inciso “c” de la Ley 1565. 3º) Inhabilitar a la Dra

62
Elisabet Cristina Rivero de Taiana para el desempeño de
todo cargo público provincia o municipal, en todo el
ámbito de la provincia del Neuquén, por el término de dos
años. (artículo 32 Ley 1565). 4º) Imponer a la magistrada
destituida el pago de las costas procesales (artículo 36
Ley 1565). 5°) Notifíquese, comuníquese al Tribunal
Superior de Justicia, publíquese la parte resolutiva del
presente en el Boletín Oficial de la Provincia y en los
diarios “La Mañana Neuquén” y “Río Negro”, de conformidad
con lo normado en el artículo 35 de la ley 1565.
Devuélvase a las dependencias de origen la prueba
instrumental reservada en Secretaría, y oportunamente
archívese estas actuaciones.-----------------------------
ASI LO VOTO.---------------------------------------------
EL DR. OMAR ORLANDO RAIMONDO DIJO: Adhiero al voto que me
antecede en cuanto propicia al acuerdo la remoción de la
Jueza Elisabet Cristina Rivero de Taiana por haber
incurrido en la causal de mal desempeño de sus
funciones.-----------------------------------------------
Coincido, asimismo, con los fundamentos que sostienen la
propuesta, sin perjuicio que me permitiré ampliarlos,
destacando algunos aspectos que considero oportunos por
la trascendencia que éste tipo de procesos importa para
el Poder Judicial, en donde se debate la permanencia en
el cargo de un magistrado.-------------------------------
Debo subrayar en primer término que resulta apropiado
definir la naturaleza jurídica del Instituto “Jurado de
Enjuiciamiento de Magistrados”.--------------------------
Así pacíficamente la doctrina y jurisprudencia vienen
sosteniendo que: “Los jurados de enjuiciamiento son
organismos que ejercen atribuciones de tipo político
atinente a la responsabilidad de los Magistrados ..., no
siendo por lo tanto Tribunales de Justicia. Y es
justamente por ésta razón, que no se los puede ceñir a

63
estrechos carriles rituales, sino que se les debe
reconocer necesariamente gran amplitud para que puedan
cumplir adecuadamente con los fines para los que son
creados” (Trib. De Enj. de La Rioja 7/10/82, Grimaux
José; Rep. JA, 1983-
470).--------------------------------
Como precisa Carlos Colautti en Reflexiones acerca del
juicio político y los jurados de enjuiciamiento, LL
2000-E, 1093, éstos juicios no son penales y tienen por
objeto preservar la idoneidad técnica y ética en la
función. Se aplican al procedimiento las garantías
sustanciales que deben observarse en toda clase de
procesos y no solo en los judiciales, como el derecho a
la defensa, a la producción de pruebas y a una sentencia
fundada. Pero no se aplican todos los principios que
rigen el proceso penal, y entre ellos la presunción de
inocencia. En el juicio de responsabilidad no se aplican
tipos penales sino que prima el concepto político de
idoneidad.--------
En otras palabras, lo que está en juego en estos
procesos es la permanencia en la función y no implica
acción punitiva, como tampoco genera la presunción de
buena conducta por el transcurso del tiempo.-------------
Nos dice también éste autor que la aceptación de uno o
alguno de los hechos alegados en la acusación da lugar a
la destitución .-----------------------------------------
En ésta línea de pensamiento otro prestigioso
constitucionalista, Humberto Quiroga Lavié en su ensayo
Naturaleza Institucional del Jurado de Enjuiciamiento
publicado en LL 2000-B, 1008 comenta que la institución
del jurado tiene por objeto definir una suerte de certeza
moral, a cargo de personas que juzgan a un acusado como
si fuera un igual, no como técnicos ni especialistas en

64
derecho. Es por ello el gran margen de discreción que se
le otorga al jurado a la hora de emitir su veredicto .---
Forma mi criterio respecto al alcance de un jurado de
enjuiciamiento, la enseñanza que este doctrinario nos
lega en el sentido que éste al estar encargado de
controlar la idoneidad de los magistrados en su
desempeño, no lo hace como consecuencia de enjuiciar
solamente actos, concretamente definidos e
individualizados, como ocurre si hay graves sospechas de
la comisión de un delito, sino también la de juzgar en
forma integral el desempeño de un magistrado, dentro y
fuera de su juzgado, en términos de reproche moral de
carácter público.----------------------------------------
De estos principios rectores se colige que la revisión
de la conducta de los Magistrados no está sometida a un
Tribunal Ordinario, sino a un Tribunal especial, plural
por representantes de diversos orígenes e independiente,
con atribuciones de revisar la conducta de los Jueces.
Para ello, si bien debe asegurarse un debido proceso
ceñido a un marco de juridicidad suficiente, no debe
hacérselo desde un excesivo rigor ritualista.------------
Señalo entonces que ésta revisión de la conducta de un
Magistrado permite una apreciación de los hechos mas
política que jurídica; es por ello que hasta se puede
hacer jugar de modo razonable la duda cierta en contra
del acusado a la hora de la apreciación final de la
prueba y de juzgar si ha habido o no mal desempeño.------
Precisado ello me adentraré en la figura del mal
desempeño como causal de remoción. Esto es su
tipificación y alcances.--------------------------------

Coincido con la acepción mayoritaria de aquellos que


sostienen que la expresión mal desempeño del cargo tiene
una latitud considerable y permite un juicio discrecional
amplio, pues se trata de la falta de idoneidad no solo

65
técnica o profesional, sino también moral y gerencial.-

Lo expuesto sin perjuicio que, como lo tiene dicho


pacíficamente nuestra jurisprudencia: “Si bien el mal
desempeño, entraña una amplia discrecionalidad,
corresponde que el discernimiento se depure al máximo
cuando su apreciación se ha puesto en manos de los
jueces, debiendo obrar con un criterio de razonabilidad
y justicia, con miras a la protección de los intereses
públicos, que tratándose de magistrados judiciales,
requieren una conducta ejemplar, pues a ellos
necesariamente deben confiarse libertad, honra y
fortuna. Pero también exigen una muy prudente
apreciación de las circunstancias del caso, ya que
separar a un magistrado es un acto de honda
trascendencia y grave repercusión general” (Guzzo
Gabriel Francisco; CS, 10.XI.83; Fallos, 305 vol 2, pág.
1933)”.----------------------------------
Ello se complementa con otro principio jurisprudencial y
es el que nos dice “Que la conducta del Juez no debe ser
apreciada fragmentada o aislada, que en definitiva
conllevaría a prescindir de una visión de conjunto de su
modo de actuar. Por el contrario, se la debe considerar
a lo largo del tiempo y en una necesaria correlación con
todo el material probatorio incorporado al juicio, y
conocido por las partes, con el objeto de verificar –
en el marco de las imputaciones descriptas- si incurrió
en la causal de mal desempeño por la que se solicitara
su destitución (del voto de los doctores Agúndez, Basla,
Roca y Sagués) (JEMN, causa N° 11, “Herrera,Rodolfo
Antonio s/ Pedido de enjuiciamiento”)
”.-----------------
A los efectos de afinar el concepto de mal desempeño
resulta útil analizar, por contrario imperio, cuando un
Magistrado se desenvuelve con un buen desempeño en la

66
importante tarea que la sociedad le ha confiado. Resulta
útil a ése fin hacer referencia al Documento preliminar
de trabajo elaborado por la Comisión Perfil de Juez,
dependiente de la Mesa de Reforma Judicial del
Ministerio de Justicia de la Nación. Esa Comisión, al
realizar una jornada de reflexión sobre el perfil del
juez, concretada en el mes de abril del año 2003 e
integrada por notables juristas, definió las idoneidades
exigibles a un magistrado. Ello clasificándolas en tres
grandes grupos, a saber: a) idoneidad técnico jurídica,
b) idoneidad ética y c) idoneidad
gerencial.--------------------------
Comentado a grandes rasgos el contexto jurisprudencial y
doctrinario que a mi juicio debe primar para analizar los
reproches que se le efectúan a la hoy titular del Juzgado
Laboral N° 4 de la ciudad de Neuquén, es menester ahora
analizar los mismos a fin de responder la cuestión
planteada, a saber:--------------------------------------
¿Ha incurrido la Dra. Elizabet Cristina Ribero de Taiana
en la causal de mal desempeño de la Magistratura? Veamos:
Comienzo por manifestar que tengo por acreditado su mal
desempeño a tenor de los cargos y por la valoración de la
prueba que a tal efecto realizara el Dr. Alejandro Tomás
Gavernet en su voto.-------------------------------------
No alcanza con hacer buenas sentencias ni con llevar el
juzgado “al día”. El buen desempeño de la magistratura
exige mucho más que ello. La buena conducta que de los
jueces es esperable abarca su entera actuación, inclusive
dentro y fuera del tribunal. Ello excede el limitado
ámbito de la aplicación del derecho para abarcar también
el que es propio de los principios y normas éticas. El
artículo 5 del Reglamento de la Justicia de la Provincia
del Neuquén exige a sus Magistrados observar una conducta

67
irreprochable, dedicando a las tareas propias de sus
funciones y a su labor en general, la mayor dedicación.--
A mi juicio la Dra. Ribero de Taiana no se ha
desenvuelto cumpliendo con ésos principios y sus
transgresiones han sido graves. La tarea judicial exige
en quienes la ejercen, una singular ejemplaridad de vida,
que trasciende el desempeño estrictamente funcional del
cargo, como lo ha sostenido el Consejo de la Magistratura
en la Resolución 228/99 mediante la cual decidió la
acusación en el caso “Brusa”. Allí se dijo que “a los
jueces, les es exigida una norma de conducta superior a
la del resto de los ciudadanos”.-------------------------
No es con la misma vara que se examina la conducta de un
juez en relación a un ciudadano común. Es más, me animo a
decir que tampoco debiera serla en un caso de
gerenciamiento de recursos humanos desde la actuación de
una jueza laboral. Como señala Alvarado Belloso, al
referirse al deber de decoro impuesto al juez, “hacemos
referencia al respeto que por su circunspección,
gravedad, pureza, honestidad, recato, honra y estimación,
éste debe inspirar a las partes y a los agentes (el
subrayado me pertenece), necesario para que sus
sentencias gocen de la autoridad emanada, no solo de la
ley, sino de la propia persona del juzgador”. En el
juez, sus deberes y facultades, Bs.As. De Palma,
1982.---------
De lo expuesto se colige que no se trata solo de
criterios éticos exclusivamente personales en la vida de
un magistrado, sino que hay bienes, valores y principios
que ha de respetar en su conducta para sumar a la
legitimidad de origen de su nombramiento, la legitimidad
de ejercicio de su función judicial. En el caso que nos
ocupa y como se ha sostenido reiteradamente, la buena

68
conducta exigida al juez comprende su actuación como
persona, como ciudadano y como funcionario público.-----
Valorizando debidamente las pruebas testimoniales de las
Dras. Gabriela Anahí Mattioni, María Belén Andrés y de
los agentes Stella Maris Venegas, Rolando Van Lierde y
Norma Purrán, en lo que podríamos llamar casos recientes
de destrato a funcionarios y empleados del Juzgado
Laboral 4, se acredita fehacientemente a mi entender que
la Dra. Rivero de Taiana actuó con negligencia en el
manejo de las relaciones humanas en su juzgado, generando
descontento y humillación al personal.-------------------
A mi juicio ha quedado acreditado en autos que la
enjuiciada no ha cumplido la totalidad de los deberes que
le son exigibles. Han sido años de mal trato a
funcionarios y empleados, así también como de mal
gerenciamiento de su juzgado y de su falta de inserción
en la organización del Poder Judicial Neuquino. De esto
último dan cuenta los testimonios de los Camaristas
Civiles.------------------- -----------------------------
A modo de convicción señalo que no me conmueve el
supuesto mobbing laboral denunciado por la jueza y del
que habría sido víctima desde algunos integrantes de la
Cámara de Apelaciones. No se enfrenta un mal trato
laboral de la superioridad jerárquica trasladando ese
flagelo al personal dependiente de su juzgado. Tampoco me
hace dudar que el maltrato no haya sido a todos los
empleados, basta que éste sea sobre solo uno de ellos.
Como sostiene Pelayo Ariel Labrada en su Manual de
Gestión para el servicio de Justicia resulta una facultad
irrenunciable del juez el ejercicio del liderazgo de su
magistratura. El jefe de la repartición no hace de
coordinador, sino de conductor. Me permito agregar de
todos y cada uno de los funcionarios y empleados del
juzgado.-------------------------------------------------

69
Es útil recordar aquí que si alguno de los funcionarios o
empleados del juzgado de la jueza aquí enjuiciada no ha
estado a la altura de las circunstancias, el camino
correcto hubiera sido el de hacer uso del debido régimen
disciplinario.------------------------------------------
Esa falta de liderazgo, es evidenciada entre otros
aspectos por la carencia absoluta de reuniones de trabajo
con los funcionarios y empleados del juzgado. De ello
dan cuenta las declaraciones testimoniales de antiguos y
recientes funcionarios y empleados de ése juzgado.-------
Los funcionarios y empleados no eran motivados, solían
ser reprendidos y ha habido hechos como el descripto por
la Dra. Mattioni, y que tengo por acreditado, que son
impropios de la conducta de un Juez.---------------------
Aquí se ha descuidado el factor humano llegando incluso a
aislarlos del personal y funcionarios de otros juzgados
del mismo fuero y ése descuido del factor humano en la
organización de la justicia Neuquina llegó incluso a sus
propios colegas de la magistratura obstaculizándoles las
subrogancias, inclusive llegando al límite de cerrar su
despacho tornándolo inaccesible.-------------------------
Otro hubiera sido el tratamiento en relación al
gerenciamiento y manejo de las relaciones humanas en el
juzgado laboral 4 si en el Poder Judicial Neuquino
existiera un marco normativo capaz de abordar ésta
problemática. Problemática que si bien no es novedosa en
su existencia si lo es en su abordaje. Es por ello que
algunos Poderes Judiciales enfrentan éstos inconvenientes
a través de oficinas de mediación interna o de gestión de
conflictos de administración interna como es el caso del
Poder Judicial Rionegrino (conforme investigación de
Patricia Barbado en su trabajo La Violencia Laboral en
el Poder Judicial, publicado con fecha 7 de Agosto de

70
2007 en LexisNexis Argentina
.--------------------------------
Por último, no escapa a mi criterio que en el devenir de
este proceso hay hechos prescriptos y hay hechos no
probados, pero de los acreditados y recientes no me caben
dudas sobre su gravedad. Gravedad suficiente que me hacen
coincidir con el vocal preopinante. ASI VOTO------------
EL DIPUTADO DARIO EDGARDO MATTIO DIJO: I.- Compartiendo
todos los fundamentos vertidos en el voto emitido por el
Dr. Marcelo Alejandro Inaudi, adhiero al mismo.----------
II.- Sentada esta adhesión general, paso a adunar
diversos argumentos que, unidos a los ya explicitados por
el vocal ponente, refuerzan –a mi ver- el convencimiento
que la conducta de la Dra. Elisabet Cristina Rivero de
Taiana no configura la causal de mal desempeño tipificada
en el art. 267 de la Constitución Provincial-------------
1.- De los hechos que me eximo de detallar, remitiéndome
a la exposición del Dr. Inaudi estimo que no pueden ser
considerados por el Jurado para fundar una sentencia de
destitución. Que muchos de los hechos y sus imputaciones,
han caído por la abstención del Fiscal de acusar por
ellos. Por el principio de congruencia y su correlato del
debido proceso me impide su juzgamiento.-----------------
2.- Los hechos que quedaron subsistentes para su
tratamiento considero que no han tenido la precisión
necesaria como para permitir que la enjuiciada se
defendiera; una sentencia destitutiva del cargo
importaría, entonces, una flagrante violación a debida
defensa en juicio.---------------------------------------
Además, agrego, el constituyente de 1957 sabiamente
dispuso la integración institucional en el Jury de
Enjuiciamiento, disponiendo la composición del mismo con
Jueces del Tribunal Superior de Justicia en
representación del Poder Judicial; Abogados que

71
representan a quienes cotidianamente velan por el
correcto funcionamiento de la prestación del servicio de
justicia, y dos Diputados elegidos por la H. Legislatura
Provincial, la cual detenta la representación de la
ciudadanía. Es decir que los Diputados, en el Jury
representamos al ciudadano corriente que se ve obligado a
acudir al servicio de justicia, en busca de una solución
concreta al problema que lo aflige. Y desde esa óptica, a
lo largo de las audiencias he podido percibir que nos
encontramos frente a una jueza diligente, muy exigente
consigo misma y con sus funcionarios y empleados,
profesionalmente preparada, que pone todo su esmero y su
dedicación para el correcto funcionamiento del Juzgado a
su cargo. No enfrenta cargos que hablen de corrupción en
el ejercicio de la función, ni de subordinación al poder
político de turno, ni de dejadez en el cumplimiento de
sus obligaciones, ni de desconocimiento del derecho.
Enfrenta una acusación que hace referencia a episodios
presuntamente ocurridos hace muchos años que motivaran
fundamentalmente el desacuerdo de algunos empleados y
funcionarios sobre su metodología de trabajo y su modo de
tratar con la gente. Estas cuestiones pueden, a todo
evento, justificar la aplicación de algún tipo de sanción
disciplinaria -cosa que el propio Poder Judicial no ha
hecho- pero de ninguna manera sostener una pretensión
destitutoria. Reitero: el ciudadano que acuda al Juzgado
Laboral Nº 4 de esta Ciudad de Neuquén en la búsqueda de
alguna solución, encontrará frente a sí a una Jueza
capacitada, profesionalmente intachable, trabajadora,
exigente, y que seguramente bregará por un trámite en el
que se respeten los derechos y garantías, los plazos
procesales, y se procure la conciliación entre las partes
en litigio. Y es representando a ese ciudadano que voto
expresamente por la continuidad en las filas del Poder

72
Judicial de la Provincia, de una Jueza con esas
características. Para resolver las cuestiones
disciplinarias internas, el propio Poder Judicial tiene
los mecanismos adecuados. No puede pretenderse una
solución institucional extrema a una cuestión puramente
disciplinaria que, de hecho, el Poder Judicial no ha
ejercido. Por ello voto por la absolución de la Dra.
Elizabet Cristina Rivero de Taiana, adhiriendo en todas
sus partes al voto que en tal sentido, pronunciara el
Diputado Marcelo Inaudi, por no existir la causal con la
suficiente entidad para apartar a la Dra. Elisabet Rivero
de Taiana de su cargo. Debo proponer, además, que
expresamente se declare que la sustanciación de la
presente causa no ha afectado su buen nombre, honor e
idoneidad para el desempeño de su cargo de Juez Laboral
n°4 (artículo 33, ley 1565) ASI VOTO.--------------------
LA DRA. ROSALBA CRUZ MARTINEZ DIJO: Coincidiendo
plenamente con el voto fundado del Dr. Marcelo Inaudi, me
adhiero en todas sus partes respecto de las
consideraciones, hechos y pruebas por él muy
exhaustivamente reseñadas, añadiendo las consideraciones
que siguen.----------------------------------------------
Corresponde a este jurado establecer si la enjuiciada ha
incurrido en mal desempeño conforme lo solicitara el
gremio S.E.JU.N. cuando denunciara que la Dra. Rivero de
Taiana de una “manera continuada y sistemática” desde
hace aproximadamente dos décadas ha ejercido “una
insoportable violencia laboral, autoritarismo y toda
clase de irregularidades en el ejercicio de la función de
magistratura” y que por el destrato infligidos por la
denunciada tanto a funcionarios como empleados “la
sindican de autoritaria y violenta” y provocando así
“malestar y disfuncionalidad” en el ámbito laboral,

73
teniendo como corolario el desmedro al servicio de
administración de justicia”.-----------------------------
Que una vez admitida la denuncia y en su oportunidad, el
Fiscal –Dr. Cano- formuló en contra de la Dra. Elisabet
Cristina Rivero de Taiana treinta (30) cargos en su
contra bajo la causal de mal desempeño prevista en el
artículo 267 de la Constitución Provincial, de los cuales
al momento de alegar, el Dr. Terán previo solicitar al
jurado que los cargos 1 a 3, 11 a 19, 21 a 25 se tuvieran
por prescriptos, por haber transcurrido un tiempo mayor a
cinco años y que los identificados como 3, 27, 28 y 30 no
se tuvieran por acreditados, mantuvo el resto de los
cargos, variando los puntos de mención de la acusación
formulada por el Dr. Cano identificándolos con letras y
hasta utilizando alguno de los cargos prescriptos como
indicios de conducta.------------------------------------
Así, entrando en el análisis de los cargos endilgados,
respecto del cargo “B”, No elevar a la Superioridad e
Intendencia los pedidos de licencia por estudio que
oportunamente formularan las dependientes Dalma Tejada y
Verónica Sánchez, este cargo no se encuentra probado como
bien indicara el Dr. Inaudi.-----------------------------
En relación al cargo señalado con la letra “I”,
contribuir a un ambiente laboral de miedo e inseguridad
que conducía al personal a requerir el pase a otras
dependencias” el Fiscal modifico también el verbo
contribuir por el de “propiciar” es más, con la adición
como presunta víctima a la Sra. Venegas en este hecho, se
estaría vulnerando las garantías del derecho de defensa y
debido proceso, ya que no comprendía el cargo
primeramente imputado.-----------------------------------
Del hecho endilgado como “haber dispensado un trato
personal inadecuado contra los empleados, utilizando los

74
legajos como elementos contundentes”, no se pudo
demostrar qué empleados fueron objeto de tal destrato.---
A su vez, en atención al cargo “M” cúmulo de sanciones
apercibimientos, recomendaciones, llamados de atención
que se le impusieran en virtud de su desempeño, bien dijo
el Dr. Inaudi que tanto en el Legajo de la Dra. Rivero
como en el Libro de sanciones del Personal del Poder
Judicial no existe una sola sanción por mal
gerenciamiento o por maltrato de la enjuiciada al
personal del juzgado, por lo cual tampoco se encuentra
acreditado.----------------------------------------------
Siguiendo con el desarrollo de los cargos acusados, el
haber convocado a la Dra. Granelli a trabajar provocando
un enfrentamiento con la prosecretaria en el mes de abril
del 2004, fue modificado al momento de alegar por parte
del Fiscal quien lo sostiene como “el haber convocado a
trabajar a la Dra. Granelli y puesto a su disposición
recursos materiales y humanos perjudicando así la
administración de justicia”, y que de tenerlo por cargo
se estaría vulnerando la garantía de defensa en juicio.--
Por último, respecto del cargo “caso Mattioni, Purrán y
Van Lierde ocurrido el 31/07/07” hago mías las
consideraciones expuestas por el Dr. Inaudi en su fundado
voto y a las cuales me remito a brevitatis causae.-------
A tenor de los testimonios ofrecidos por las partes y
recibidos en audiencia pública ante este jurado, no se ha
podido confirmar que por el accionar de la Dra. Rivero de
Taiana se haya visto vulnerado el servicio de
administración de justicia, extremo que le fuera exigido
constitucionalmente a la enjuiciada, al momento de
prestar juramento para desempeñarse como juez de grado.--
Así, ha quedado evidenciada la carencia de especificación
de circunstancias, tiempo, lugar y persona maltratada por
la Dra. Rivero de Taiana y por ende, el mal

75
gerenciamiento endilgado en la denuncia del gremio
SEJUN.---------------------------------------------------
Como podría este jurado, acusar a la enjuiciada por hecho
alguno, sin elementos contundentes que conlleven a saber
cómo, cuándo y quién fue víctima de maltrato de parte de
la enjuiciada y decidir la consecuencia mas gravosa de
remover del cargo a la magistrada en cuestión, si no se
advierte perjuicios al servicio de administración de
justicia y a la comunidad.-------------------------------
Cabe mencionar los propios dichos del Fiscal, quien en
momentos de alegar dijo: “solo voy a acusar a la doctora
Rivero de Taiana como que es una persona algo absurda,
muchas veces inoportuna, antipática y que genera
antipatía”. Se pregunta este jurado ¿estos adjetivos,
califican la causal de mal desempeño de la magistrado que
conlleven a su destitución? -----------------------------
Siguiendo el criterio de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación respecto al rigor con que deben observarse las
reglas procesales, respecto a que el deber del órgano
político cuando actúa como tribunal de enjuiciamiento, es
de observar las reglas procesales que garanticen el
derecho de defensa en juicio y el debido proceso, si bien
no con el rigor que le es exigible a un Tribunal penal,
pero sí con la precisión y el cuidado que deje a salvo el
derecho de defensa del enjuiciado, lo que se entenderá
logrado únicamente cuando éste ejercite efectivamente ese
derecho (conforme lo resuelto en la causa de la Corte
Sup., 01/06/2004 - Moliné O'Connor, Eduardo. JA
2004-III-548) por lo que no corresponde juzgar conductas
que no fueron objeto de acusación oportuna.--------------
Si ha quedado evidenciado del debate oral la falta de un
reconocimiento directo o un replanteo institucional
respecto a los supuestos problemas organizativos y de
gestión en el Juzgado Laboral 4, endilgados todos y

76
únicamente a la magistrada, y que llegados a esta
instancia no hacen más que resaltar los términos vertidos
por el Sr. Fiscal cuando dijo -al momento de alegar- que
quien debería estar sentado en el banquillo al lado de la
enjuiciada “es el sistema”.------------------------------
De modo tal que, a tenor de los cargos que sostuviera el
Sr. Fiscal al momento de alegar apreciados bajo la regla
de la libre convicción (artículo 31 ley 1565), he
arribado al convencimiento de que la conducta de la Dra.
Cristina Elizabeth Rivero de Taiana no configura la
causal de mal desempeño tipificada en el artículo 267 de
la Constitución Provincial, por el contrario, se han
producido y ratificado pruebas que confirman sin lugar a
dudas las condiciones de probidad y sobrada eficacia en
el ejercicio del cargo de Juez. Por ende, digna del cargo
que ostenta. TAL ES MI VOTO.-----------------------------
EL DR. DANIEL GUSTAVO VARESSIO DIJO: I.- Ante este jurado
se han planteado cuestiones preliminares que es preciso
resolver; siguiendo la línea argumental del jurado
votante en primer lugar Dr. Marcelo Alejandro Inaudi,
comparto la relación causal de las mismas y la solución
propiciada a cada una de ellas por lo que voto en igual
sentido.-------------------------------------------------
II.- Distinta es mi óptica respecto de los hechos que
motivaron la formación de este proceso.-----------------
Este Jurado de enjuiciamiento de la provincia de Neuquén,
ha venido examinando desde el inicio de su actuación la
causal prevista en el artículo 267 de la Constitución
Provincial que señala: “ Los miembros del Poder Judicial
no sujetos a juicio político podrán ser removidos por mal
desempeño …”---------------------------------------------
Es por ello que se activaron los mecanismos
constitucionales para la emergencia, afectando el proceso

77
a la permanencia de la acusada dentro de las filas del
Poder Judicial.------------------------------------------
Queda claro que “… en un sistema republicano y
representativo como el que nos rige, todos los que
ejercen funciones públicas responden de los actos
realizados en su desempeño…. El "iure" de enjuiciamiento
para los magistrados no sería otra cosa que el
procedimiento previsto por la Constitución para la
revocación de ese mandato; en efecto, este proceso tiene
por único fin "privar al funcionario de su función
pública", sin perjuicio de someterlo a la jurisdicción
judicial, según cuáles sean los hechos generadores de su
responsabilidad jurídica (conf. Bielsa, Rafael, "Derecho
constitucional", núm. 249, 3ª ed., Ed. Depalma, Buenos
Aires, 1959).--------------------------------------------
En este enjuiciamiento lo que se juzga es la
responsabilidad política de la Dra Rivero, sin perjuicio
de ello las garantías constitucionales de la defensa en
juicio y el debido proceso fueron resguardadas con el
mismo rigor que en los procesos judiciales, admitiéndose
toda la prueba ofrecida para que la enjuiciada no viera
menguada sus garantías procesales, este es un mérito
conjunto del cuerpo y de todos los actores que
estoicamente dedicaron muchas horas a la recepción de
testimonios en pos del descubrimiento de la verdad.------
“No se persigue "castigar" sino "separar del cargo"; no
se juzga un hecho como delictuoso, sino una situación de
gobierno como inconveniente para el Estado ” (Bidart
Campos, Germán, "El derecho constitucional del poder", t.
I, núm. 493, Ed. Ediar, Buenos Aires, 1967).-------------
Es menester recordar doctrina de la Corte Suprema en el
caso Martín Anzoátegui, Fallos 305-1:113 en ese
pronunciamiento sostuvo que ….” La calificación de mal
desempeño es amplia (….) abarcativa no sólo de casos

78
comprobados de mala conducta, sino también de diversas
situación de indignidad e incapacidad en el desempeño de
la función pública”.-------------------------------------
“Por eso, aunque el mal desempeño entraña una noción de
amplia discrecionalidad, exige una muy prudente
apreciación de las circunstancias del caso, ya que
separar a un magistrado es un acto de tremenda
trascendencia y grave repercusión general ” (Trib. de
Enjuiciamiento de Mendoza, 7/5/68, Rev. LA LEY, t. 131,
p. 1160, núm. 18.023).-----------------------------------
Incumbe a los jurados de enjuiciamiento, cualquiera sean
las peticiones de la acusación y de la defensa, precisar
las conductas que juzgan, sin más limitación que la de
restringir el pronunciamiento a los hechos por los que el
magistrado fue acusado, los cuales delimitan el objeto
procesal sometido a consideración del Jurado.------------
En función de lo expresado comparto en un todo los
fundamentos vertidos en su voto por el Dr. Alejandro
Tomás Gavernet, conceptos ampliados por el jurado Dr.
Omar Orlando Raimondo en el sentido que ambos propician
la destitución de la magistrado como jueza a cargo del
juzgado laboral N° 4 de la primera circunscripción
judicial con asiento de funciones en la ciudad de
Neuquén, por el cargo de mal desempeño por lo que adhiero
en un todo a sus fundamentos.----------------------------
Que, ante este cuadro de situación descripto por los
colegas Dr. Gavernet y Dr. Raimondo, con el objeto
procesal limitado a las acusaciones que ambos jurados han
tenido por probadas, ha quedado sellada la suerte de la
magistrada, sin perjuicio de lo expresado me permito
efectuar algunas consideración útiles que abonan mi
postura, me explico :-----------------------------------

79
En el cargo “propiciar un ambiente de miedo, inseguridad
que conducía al personal y funcionarios a pedir el pase a
otro juzgado”, parto de una premisa fundamental:---------
Para que todos los actores desempeñen su labor
eficazmente es evidente que la primera condición es una
fluida comunicación interna y la realización de
reuniones periódicas para efectuar ajustes. Todos los
empleados y funcionarios que depusieron como testigos
expresaron lo contrario.---------------------------------
La situación generada por los continuos roces, la falta
de motivación y reconocimiento llevó a muchos empleados a
no sentirse útiles y valorados, lamentablemente esos
adjetivos llevaron a constituir una tarea casi insalubre,
no solo la atención al público en mesa de entradas sino
la producción interna se vio mellada en el juzgado
laboral n°4 y el orgullo de trabajar en el poder judicial
se vio eclipsado por la sombra del descrédito, la
intolerancia, la petulancia y la soberbia.---------------
No por considerarlos vetustos los testimonios de los
empleados que atestiguaron y trabajaron en el juzgado
laboral 4 desde los inicios de su creación pueden ser
tachados de inválidos, a ese temple y esfuerzo los valoro
positivamente.-------------------------------------------
La caterva de malos tratos no debe quedar olvidada en el
anaquel de los recuerdos y debe servir de bisagra para
que hechos como este no se repitan.----------------------
Cabe entonces preguntarse si las conductas descriptas son
abarcativas de los supuestos conocidos como "mobbing” o
presión ejercida en el ámbito laboral.-------------------
Mi respuesta es positiva:-------------------------------
Cuando revisten esas conductas gravedad suficiente, lo
que se pretende amparar jurídicamente y proteger, es
la integridad moral de la persona, es decir la dignidad
humana.--------------------------------------------------

80
Los artículos 21 y 27 de la Constitución provincial
enuncian con carácter general cualquier conducta que
suponga un trato degradante para la dignidad de la
persona, que la humille y que implique la proscripción
de cualquier uso instrumental de un sujeto y de la
imposición al mismo de algún menoscabo que no
corresponde.---------------------------------------------
Es preciso abordar la figura del maltrato; la doctrina
científica más actualizada y las orientaciones de los
organismos internacionales tienden a encuadrar los
procesos de "mobbing" dentro del concepto global de
"violencia en el trabajo". Por lo tanto, no cabe ninguna
duda de que el concepto jurídico debe partir de un
elemento clave en psicología: su carácter de atentado o
agresión sistemática en orden a destruir profesional y
personalmente a una persona, creando un clima o ambiente
hostil, intimidatorio y degradante.----------------------
En esa vertiente confluyen los relatos pormenorizados de
maltrato realizados en la audiencia general por la Dra.
Gabriela Anahí Mattioni, Dra. María Belén Andrés y las
agentes Stella Maris Venegas, Norma Purrán y Rolando Van
Lierde, sin olvidarme de Vasilchin, Cornejo y Teresa
Gómez, a los que me referiré en forma escueta completando
los dichos de los colegas.-------------------------------
En ese sentido rescato un pasaje del testimonio de
Venegas en el que refiere “la doctora Taiana dispone la
sanción de los empleados, saca una especie de resolución
y nos hace notificar a todos. Yo no me quería notificar
porque digo: yo no tengo porqué estarme notificando de la
sanción de un compañero, me parecía que no correspondía;
me parece que si se sanciona a una persona, la que se
tiene, la persona que se tiene que notificar es la
persona, no tenemos que estarnos notificando todos de las
razones y la sanción de un compañero. Entonces, eso ya

81
nos generó bastante malestar y por eso todos firmamos en
disconformidad, porque no estábamos de acuerdo con la
modalidad de notificación”,no cabe duda que esa actitud
es generar un ambiente de miedo, inseguridad y
hostilidad.”---------------------------------------------
La agente Sandra Vasilchin, empleada de confianza de la
Dra Rivero, ante dudas del Dr. INAUDI de si tenía algún
modo medio fuerte de decir las cosas la doctora que
pudiera interpretarse como malos tratos, la testigo dijo:
“No, lo que pasa que, bueno, no todo el mundo recibe las
cosas de la misma manera, para mí no, para mí,
personalmente, no; a lo mejor, eso mismo otra persona le
parece que es un maltrato, a mí me han llegado a decir de
que yo ni me daba cuenta que me estaban maltratando, y yo
digo: ¡claro, soy tonta, no me doy cuenta, no...!” No me
quedan dudas que Valsichin fue maltratada y la misma no
se daba cuenta porque ya le era indiferente, una muestra
descarnada de ello fueron sus lacónicas palabras cuando
exclamó ante este jurado “claro, soy tonta, no me doy
cuenta, no...!”-----------------------------------------
Ante una pregunta del jurado, respecto a si recordaba a
alguna persona que hubiera cargado mal algún expediente,
la testigo Cornejo dijo “Es un error habitual, no es
un... puede suceder sí”; ahora bien si era un error
habitual, ¿era necesario aplicar una sanción a Van Lierde
y a Purran y agravar el clima de encono y hostilidad, o
hubiera sido mejor abrir un sumario para deslindar
responsabilidades?.--------------------------------------
No me puedo olvidar de Teresa Gómez quien apuntó: “Es
decir, cuando yo fui trasladada ahí, ya era vox populi la
situación que había existido de maltrato y de gente que
había sido trasladada a este lugar, o sea que... pero
cuando llegué, que estuve en Despacho se notaba una
situación que no era de lo más distendida, por decir una

82
palabra...”----------------------------------------------
Repárese que como conclusión fueron los testimonios de la
parte acusadora los que me impregnaron del estado de
certeza de la imputación por maltrato que tengo por
probada y ameritan la destitución de la Sra. magistrada.-
En otro orden de ideas no debe pasar por alto que la Sra
Jueza, en una desesperada defensa por mejorar su
situación denuncia maltrato laboral de sus superiores.
Así me referiré a los dos actores exclusivos:------------
a) El control disciplinario ejercido por el TSJ, ha
resultado deficitario y poco efectivo con relación a la
Sra. Jueza, podría decirse inexistente, salvo algunas
visitas personales de ex Vocales al despacho de la
enjuiciada, ningún miembro del Tribunal dimensionó el
problema y todo quedaba circunscripto y focalizado al
momento y a la persona del juez, sin tener presente el
contexto real y la raíz del problema menos aún se ha
diagnosticado la causa, claro está que la causa existía,
era palpable a los ojos de cualquier avezado operador
judicial, no estaba en el éter y fue desempolvada por
este jurado, que con un actitud republicana hizo lo que
nadie se animó a hacer.----------------------------------
A partir de ello se colige sin hesitación alguna que la
señora Jueza tuvo la oportunidad de presentar sus
inquietudes y los carriles para desactivarla, pero no lo
hizo. ¿Cabría preguntarse por qué? ----------------------
Si bien no podía dejar de marcar esos desatinos, sólo
puedo referirme a ellos de un modo casi anecdótico ya que
sería fácil cargar cuentas y culpas en otros miembros
que ya no están en el Poder Judicial.--------------------
b) Respecto a la superintendencia de la Cámara de
Apelaciones en lo Civil, surge diáfano los esfuerzos por
revertir esta situación de tirantez, maltrato,
hostigamiento e intolerancia de parte de la acusada para

83
con el personal y funcionarios, aunque no todas la
intervenciones fueron felices, y salvo diferencias
personales de su presidente Dr. Gigena Basombrio con la
enjuiciada, no comparto la denuncia de mobbing efectuada
por la Dra. Rivero.--------------------------------------
Estas dos falencias que se traslucieron al cabo del
proceso, no mellan en nada la certeza de los cargos que
en este estadio procesal doy por probados, sobre todo y a
modo de cierre, resultan a mi juicio contundentes las
declaraciones no controvertidas de los camaristas Videla
Sánchez, Medori y Ghisini, las que se reproducen en el
voto de mis colegas.-------------------------------------
Respecto de la falta de gerenciamiento de la oficina
judicial a su cargo, ha quedado probado esta imputación.-
La idoneidad gerencial confluye hacia la construcción del
liderazgo judicial, mejora la gestión y la efectividad
del juzgado. Dentro de sus implicancias y proyecciones
esta la mejora personal del juez, la organización de la
oficina judicial y la mejora del sistema. Ahora bien sólo
la imagen de la Jueza importaba, quien no dejaba
satisfecho a la jueza no servia, ante esa tesitura eran
previsibles los enfrentamientos, no se aprovechaba la
capacidad intelectual de cada uno, menos aún la líder o
jefe en este caso la Dra. Rivero, jamás propicio
reuniones internas, sólo hubo dos encuentros de otra
índole pero ninguno para tratar la problemática laboral.-
En ese orden de ideas la magistrado acusada, en su
carácter de titular de la dependencia, no adoptó
oportunamente medidas necesarias para desactivar el tenso
clima laboral imperante entre la secretaria Dra Mattioni,
los empleados Purran y Van Pierde, menos aún con la Dra
Sueldo, contribuyendo con sus actitudes erróneas a
incentivarlo.--------------------------------------------

84
La acusada, como directora y líder de la oficina judicial
no ejercía ese liderazgo, la secretaria Dra. Mattioni
distribuía el trabajo, pero no evacuaba consultas porque
no sabía y usaba como estratagema ante consultas de
empleados, retener el expediente para estudiarlo y
repartirlo en días posteriores a otro empleado que
supiera, para que salvara su ignorancia.-----------------
Resultan altamente esclarecedoras en este punto la
declaración de Stella Venegas que ese sentido expresó “a
través de la Dra. Mónica Barrutia se canalizaba
absolutamente todo lo relacionado con el personal. La
doctora Barrutia era... siempre fue el nexo. Nosotros
nunca teníamos contacto directo, ni la doctora con
nosotros, ni nosotros con la doctora, salvo por alguna
cuestión muy, muy, muy particular pero todo se canalizaba
a través de la doctora Barrutia….” ante la llegada de la
Dra Mattioni la testigo dijo: “Lo primero que dijo la
doctora Taiana: ténganle paciencia a la doctora Mattioni
porque ella viene de un Juzgado Multifueros; entonces,
tiene que aprender y ponerse al tanto de todo lo que es
el trámite laboral. La Dra. Mattioni no se hacía cargo de
las tareas que le correspondían mínimamente, yo cada una
de las cosas que sentí, que la doctora Mattioni no hacía,
yo se las hice saber a la Dra. Taiana, ella era
totalmente conciente y tenía total conocimiento de lo que
pasaba”.-------------------------------------------------
Mas adelante en su alocución deslizó “en una oportunidad,
tuvo un accidente, estuvo cuarenta días con licencia por
la fractura y cuando volvió la doctora dijo: chicos,
tengan consideración con la Dra. Mattioni porque en estos
cuarenta días se puede haber olvidado todo”.-------------
Ahora bien, me voy a detener en tres testigos ofrecidos
por la defensa, lo que me lleva a pensar que son de la
total y mas absoluta confianza de la parte, mas no por

85
ello no dejaron de ser objetivos, hago especial hincapié
que ante una pregunta del Sr. Fiscal sobre ¿Qué tipo de
relación existía entre Rivero de Taiana y la línea o la
línea verticalista, cómo se entendía, según usted, bien o
mal entre la juez, la secretaria, la prosecretaria y el
empleado?, la testigo Sra. CORNEJO contestó: “Mal, había
falta de comunicación...” Mas elocuente aún fue cuando el
Dr. Raimondo le pregunto sobre la disfuncionalidad en la
organización donde trabaja, y si esa disfuncionalidad,
implicaba también conflictividad en las relaciones entre
la magistrada, los funcionarios y el resto de los
empleados. La testigo Cornejo no vacilo dijo “Sí”, y
agregó “Mire, llega un momento en que el ambiente se pone
tan pesado que cualquier situación anómala puede provocar
un estado anímico desagradable y que, a lo mejor, lo que
en circunstancias normales no es tan, en ésa y en ese
contexto, es como que todo es terrible...”; en otro
pasaje de su deposición a preguntas del Dr. Raimondo,
sobre si en algunos momentos, en algunas ocasiones,
advertía trato poco feliz de la magistrado y si ese trato
poco feliz, ¿implicaba maltrato? La Sra. Cornejo fue
contundente dijo: “Sí” y agregó “me parece que eran
incorrectas las formas de dirigirse de las personas que
participaban en la discusión. Me parece que se iba de
contexto de los roles, del momento, del espacio, de lo
que se estaba haciendo; y a veces me parece que se
decían cosas de manera incorrecta. No era la forma, por
ahí, de decir las cosas, o de contestar, o de preguntar,
o de... No es la forma. Me parece que todo tiene una
forma ...” , recordó, “en particular una discusión de mi
compañera Stella porque compartíamos el espacio
físico,….. recuerdo una discusión que mantuvo con la Dra.
Rivero y creo que las dos dijeron cosas que se pasaron
por ahí; no, no puedo decir qué era, pero discutían de un

86
expediente en términos que no eran los adecuados, me
parece a mí. Rematando, eran como impropio de la
magistrado”.---------------------------------------------
Girando en torno a los testimonios, no pasa inadvertido
lo revelado por Sandra Hugo cuando refiere “ Llega la
secretaria donde nosotros creíamos que iba a haber un.. o
sea, un aire puro en esto de venir a tomar las riendas y
a organizar y hay que volver a retomar la normalidad del
trabajo y no, fue como agregarle nafta al fuego porque,
en realidad, hubo más desorganización, más... empezaron a
haber más conflictos con los empleados…..y agrega ….
Cuando volvimos de la feria de julio, ya las cosas
estaban bastante ásperas; en cuando a la desorganización
ésa que yo hago hincapié en que las cosas no se
terminaban de organizar y eso generaba muchos conflictos,
hasta a nivel de empleados con empleados.”---------------
Por último la agente Sandra Vasilchin en un pasaje
señaló: “todo era desorganizado. Un día las consultas las
evacuaba la doctora Mattioni, al otro día teníamos que
preguntarle directamente a la jueza porque no sé qué
pasaba; habían momentos en los que a la jueza estábamos
toda la mañana interrumpiéndola y entonces, bueno... El
primer tiempo hubo un respaldo, creo que la jueza
respaldaba a la secretaria y todos nos quejábamos de la
secretaria y ella nos pedía que tuviéramos paciencia, que
se tenía que acomodar, que tenía que aprender, bueno,
hasta que después terminó en todo esto.” ----------------
Para cerrar me referiré al episodio relacionado con la
Dra Granelli, doy como ciertos sus propios dichos, la
testigo al referirse al tema manifestó “… como me había
sentido bastante contenida por la doctora Rivero en un
par de ocasiones, o sea en enero la visité un ratito en
un juzgado que ella subrogaba y después fui dos o tres
veces a su juzgado para ver y ví el funcionamiento, o

87
sea, me pareció algo tranquilo, lindo, me gustaron los
juzgados del interior, me gustaba la forma y la lógica
jurídica de la doctora, me pareció de avanzada,
innovadora, o sea, una jueza así como uno a veces anhela
conocer de esos jueces que decís guau, algún día quiero
ser como un juez así, ¿no? Y eso me levantó un poco el
ánimo”. Con lo relatado no quedan dudas de la presencia
de un agente foráneo al juzgado que distrajo de las
tareas habituales a los empleados, en pos de un objetivo
personal de la señora Jueza y en detrimento de la
organización del juzgado. Por los fundamentos expuestos
doy por probado la falta de gerenciamiento de la oficina
judicial por parte de la acusada.------------------------
Por ello voto en base a las adhesiones expresadas al voto
del Dr. Alejandro Tomás Gavernet y Dr.Omar Orlando
Raimondo, y por las consideraciones vertidas voto por la
destitución de la Dra. Elisabet Cristina Rivero como
jueza a cargo del juzgado Laboral N° 4 de la primera
circunscripción judicial con asiento de funciones en la
ciudad de Neuquén, por el cargo de mal desempeño. ES MI
VOTO.----------------------------------------------------
III. Costas: --------------------------------------------
Atento lo prescribe el articulo 36 de la ley 1565, el
jurado debe pronunciarse sobre las costas del proceso. En
este acápite siendo consecuente y congruente con la
emisión de mi voto en el sentido que propongo la
destitución de la magistrada, voto por cargar las costas
del proceso a la denunciada. Quiero aclarar el tremendo
desatino que implica la aplicación automática del segundo
párrafo del artículo 36, ya que el denunciante como su
nombre lo indica es quien motorizó este proceso, pero
nada más, no fue parte del mismo y por lo tanto no tuvo
el dominio y disposición de la acción, su denuncia no fue
maliciosa ni infundada, ni inadmisible todo lo contrario,

88
no solo fue declarada admisible, sino que como colofón,
varios miembros de este jurado tienen la certeza de que
algunos de los cargos están probados, por lo tanto, mal
puede cargarse en su mochila el resultado de un proceso
adverso cuando no fue parte, tal lo prescribe el articulo
17 de la ley de enjuiciamiento. ES MI VOTO---------------
El Dr.LUIS MARIA FERNÁNDEZ DIJO:-------------------------
Que vengo a adherir al voto formulado por el Diputado
Marcelo Inaudi, por los fundamentos y consideraciones por
él efectuados.-------------------------------------------
A mayor abundamiento, cabe considerar, que al momento en
que el Fiscal alegara respecto de su posición, conforme
lo establecido en el artículo 28 de la ley 1565, se
limitó a sostener acusación por los hechos que tuvieron
lugar retrospectivamente de cinco años a la fecha, por
considerar que en relación a las imputaciones anteriores
que figuran en la acusación del Dr. Cano habría operado
la prescripción de la acción penal, tal situación
comprende los hechos 1/3, 11/19, 21/25 . A su vez, existe
otro grupo de hechos objeto de acusación que el señor
Fiscal, por las razones expuestas en su alegato consideró
que no se encuentran acreditados, a saber: casos 3/8,
27/28 y 30. ---------------------------------------------
Todos estos hechos que me eximo de describir remitiéndome
a la exposición del Dr. Inaudi, no pueden ser
considerados por el Jurado para fundar una sentencia de
destitución. En efecto, en relación al primer grupo, es
decir, respecto de los que habría transcurrido, a
entender del Fiscal, el término de la prescripción de la
acción, sin perjuicio de los argumentos vertidos por el
Dr. Inaudi, en relación a la prescripción, que hago míos
por razones de brevedad, debe entenderse que la vindicta
pública implícitamente se ha abstenido de acusar. En
relación al otro grupo de hechos tal abstención ha sido

89
expresa. Al respecto, una sentencia condenatoria
violentaría principios y garantías constitucionales, ya
que nuestra CSJN ha sentado criterio. Sin perjuicio de
las razones expuestas por el Señor Fiscal, que fundan
dicha petición, -debiendo señalarse que sus
argumentaciones en tal sentido, son razonables y
adecuadas al debido proceso legal- es de aplicación, lo
resuelto por la Excma. Corte Suprema de Justicia de la
Nación, en causa “Mostaccio, Julio Gabriel s/Homicidio
Culposo”, (M. 528. XXXV) en la que abandonó, por mayoría
de votos, lo decidido en el precedente “Marcilese”,
(causa 1588/98, 15/08/02). De esta manera, y en su actual
integración, vuelve a adquirir vigencia el criterio
jurisprudencial sentado in re “Tarifeño” (causa 341/87,
28/12/89). Repárese en que, in re “Mostaccio”, la Corte
remitió a lo resuelto en “Cáseres” (25/9/97); fallo este
último en cuyos considerandos 3° y 4° (del voto de la
mayoría) se dijo: “(...) esta Corte tiene dicho
reiteradamente que en materia criminal la garantía
consagrada por el art. 18 de la Constitución Nacional
exige la observancia de las formas sustanciales del
juicio relativas a la acusación, defensa, prueba y
sentencia dictada por los jueces naturales (...)”;
aclarando enseguida que: “(...) en el sub-lite no han
sido respetadas esas formas, en la medida en que se ha
dictado sentencia condenatoria sin acusación. En efecto,
dispuesta la elevación a juicio (...), el fiscal durante
el debate solicitó la absolución del imputado (...) y,
pese a ello, el tribunal de juicio impuso la condena
recurrida, lo cual pone al descubierto una trasgresión a
las garantías constitucionales de la defensa en juicio y
el debido proceso que conducen a la revocación del
pronunciamiento recurrido (...)”, por lo que no
corresponde condenar ante una abstención fiscal de

90
acusar. Si bien este fallo es de naturaleza criminal, a
este jurado de enjuiciamiento no le cabe apartarse de tal
criterio, sin violentar la Garantía del Debido Proceso
aplicable al caso. Ahora bien el señor Fiscal, intenta
revivir tales hechos, que nos ha dicho que se
encontrarían prescriptos y por los que no ha acusado, y
utilizarlos, y escuchemos sus propias palabras, “Una
cosa es que no la pueda perseguir y otra cosa es que los
tenga que olvidar. No olvidar no. Por lo tanto, si bien
no lo vamos a poder utilizar –si tengo acogida en el
planteo- como reproches puntuales en lo cargos
enrostrados desde el 2002 hacia abajo –por parte de la
enjuiciada- lo que sí a mi me interesa y nada empece a
que esto sí ocurra, es que todos los hechos que pasan a
la prescripción sirvan de antecedente desde el punto de
vista de ser utilizados como una especie de reincidencia
con valor de prueba indiciaria de conducta”, El fiscal
menciona que va a utilizarlo “como prueba indiciaria de
evaluación de conductas”. Tal juicio a mi entender, es
violatorio del principio de contradicción, una cosa no
puede ser y no ser al mismo tiempo. Si la acción para
perseguir tales conductas se encuentra prescripta, tal
situación impide que se consideren dichos hechos. Ello es
así, por cuanto, previo a analizarse si las conductas se
encuentran probadas, el orden legal establecido en el
CPPC, el cual se aplica supletoriamente, es el analizar
si la acción para perseguirlos pervive, tal es la
interpretación que debe darse al art. 301 del CPPC, que
establece un orden de las causales del sobreseimiento,
debiendo ser analizado como primera causal la extinción
de la acción penal, y luego con posterioridad si el hecho
se encuentra probado. Al respecto la CSJN ha dicho que
“el examen de la subsistencia de la acción penal resulta
previa a cualquier otra, por cuanto la prescripción

91
constituye una cuestión de orden público, que opera de
pleno derecho y que debe ser declarada de oficio (conf.
Fallos: 305:652 y 321:2375, y P. 762. XXXVII. Podestá,
Arturo Jorge y López de Belva, Carlos A. y otros s/
defraudación en grado de tentativa y prevaricato”
7/03/06).------------------------------------------------
Si bien es cierto que el enjuiciamiento de magistrados
es de naturaleza eminentemente política (CSJN-Herrera,
Rodolfo Antonio LL29/11/07), no es menos cierto que en
este tipo de juicio, deben respetarse las garantías del
debido proceso legal; en relación al juicio penal, la
CSJN ha entendido que dicha fórmula reside en el respeto
de las esenciales garantías constitucionales, indicando
que “consisten en la observancia de las formas
sustanciales del juicio, relativas a la acusación,
defensa, prueba y sentencia dictada por los jueces
naturales….” (Fallos 127:36, 127:374). Es así que los
cargos deben estar expresamente contenidos en la
acusación y los mismos deberán ser probados, aplicando
las reglas de la libre convicción (art. 31 ley 1565), que
no es lo mismo que íntima convicción, sistema este que es
ajeno a nuestro régimen legal. Al respecto, refiriéndose
Cafferata Nores, al proceso penal expresa que “el sistema
de la libre convicción o sana crítica racional,…establece
la más plena libertad de convencimiento de los jueces,
pero exige…., que las conclusiones a que se llegue sean
el fruto racional de las pruebas en que se las apoye. …La
otra característica de este sistema es la necesidad de
motivar las resoluciones, o sea, la obligación impuesta a
los jueces de proporcionar las razones de su
convencimiento, demostrando el nexo racional entre las
afirmaciones a las negaciones a que llegó y los elementos
de prueba utilizadas para alcanzarlas” (José I. Cafferata
Nores, “La prueba en el proceso penal”, pag. 40,

92
Editorial Depalma, 1994). Quien objete, que este no se
trata de un enjuiciamiento penal, también en la
apreciación de la prueba en el ámbito civil, se utiliza
este sistema, así lo entiende distinguida doctrina, que
equipara la libre convicción a la sana crítica racional,
siendo su diferencia sólo terminológica (Cfr. Lino
Enrique Palacio, Manual de Derecho Procesal Civil, pag.
426, Editorial Abeledo Perrot, 1970).--------------------
Ahora bien, en relación a los cargos en los que el Fiscal
Terán ha sostenido la acusación, cabe señalar que resulta
dificultoso el efectuar seguimiento de su razonamiento,
ya que no se ha ceñido a la numeración de la acusación
del Dr. Cano.--------------------------------------------
Recurriendo al discurso Fiscal, en primer lugar acusa por
“No elevar a la superioridad e intendencia los pedidos de
licencia que por estudio oportunamente formularan las
dependientes Dalma Tejada y Verónica Sanchez”. Este
cargo se corresponde con el numerado como 2 de la
acusación del Dr. Cano el que reza: “no elevar a la
Cámara los pedidos de licencia por estudio que
oportunamente formularan Dalma Tejada y Verónica Sánchez
durante el tiempo en que el Dr. Ruiz estuvo a cargo de la
Secretaría (se desempeñó como Secretario entre mayo de
1994 hasta el año 1998)”. Ahora bien, me pregunto,
respecto de tales hechos no existiría un obstáculo para
perseguirlos por haber prescripto la acción para hacerlo?
Si diéramos curso a este cargo, incurriríamos en una
grave contradicción, que chocaría con los principios de
la lógica. Es decir, que estos cargos no corresponde que
sean considerados por haberse extinguido la acción por el
transcurso del tiempo. Sin perjuicio de ello, mal podemos
tener por probado este cargo, si ni siquiera contamos en
la audiencia de debate, con el testimonio de las
afectadas Verónica Sánchez y Dalma Tejada, razón por la

93
cual no me resulta explicable en qué forma el señor
fiscal construye la probanza de este hecho. Al no haber
sido citadas estas testigos, nos vimos privados de
interrogarlas tanto el Tribunal, como las partes,
afectándose gravemente el contradictorio que caracteriza
a la audiencia de debate, con afectación de la garantía
de defensa en juicio.------------------------------------
A su vez, mantiene el cargo que enumera como I y lo
enuncia como contribuir a un ambiente laboral de miedo e
inseguridad que conducía al personal a requerir el pase a
otras dependencias. De confrontar este cargo con el Nro.
20 del Dr. Cano, vemos que es coincidente. A su vez, la
acusación detalla estos pedidos de traslado y son los de
Mercedes Godoy, Dra. Ana Lía Zapperi, Teresita Acosta y
Jorge Huenul, hechos todos estos ocurridos en el plazo de
prescripción a que se acoge el Dr. Terán. Incluye el
mencionado agente de la vindicta pública en este cargo, a
la situación generada con el pedido de traslado de Stella
Venegas, que no se encuentra incluido en la acusación
original, por lo que no puede ser considerado por el
Jurado sin incurrir en grave violación al principio de
congruencia. Al respecto Maier expresa que “la
reglamentación rigurosa al derecho a ser oído, que hemos
estudiado, no tendría sentido si no se previera, también,
que la sentencia solo se debe expedir sobre el hecho y
las circunstancias que contiene la acusación…” (Maier –
Derecho Procesal Penal, I Fundamentos, pag. 568,
Editorial del Puerto, 1999). No cabe la menor duda, que
en este procedimiento la acusación es la pieza así
denominada por el artículo 19 de la ley 1565, es decir el
escrito del Dr. Ignacio Cano. Luego en el cargo J del Dr.
Terán, correspondiente al 26 del Dr. Cano, el primero de
los nombrados mantiene la acusación consistente en haber
dispensado un trato inadecuado en una oportunidad estando

94
trabajando en su despacho con dos empleados, desde la
puerta tiró dos expedientes hacia su escritorio,
diciéndole que todo estaba mal, revisando constantemente
su escritorio. En este caso como lo expresa el Dr.
Inaudi, si bien el Dr. Cano, no menciona de qué empleados
se trata, en realidad el cargo así redactado, producto de
un error de transcripción de la imputación que ostenta el
mismo número, en el Acuerdo del TSJ Nro. 4205, del
17/10/07, que en realidad a quien se le habrían arrojado
los expedientes al escritorio es a la Dra. Zapperi, y no
a los dos empleados, por lo que atento al tiempo
transcurrido la acción disciplinaria se ha extinguido
conforme lo esbozado a tal respecto por el Dr. Terán. Si
bien es cierto que en este punto el Fiscal introduce el
supuesto mal trato a la Dra. Mattioni, tal conducta, no
fue objeto de imputación en la acusación del Dr. Cano,
por lo que no corresponde que nos avoquemos sin violentar
el principio de congruencia.-----------------------------
En relación al cargo consistente al cúmulo de sanciones,
me remito a lo expresado al respecto por el Dr. Inaudi, y
a su vez, entiendo que el sostener ese cargo constituiría
una violación al principio del “non bis in idem”, ya que
la magistrada ya ha sido sancionada por tales conductas.-
Respecto al cargo un numerado como P por Terán, que se
trata del 10 del Dr. Cano, el Fiscal del Debate, varió el
hecho y ya no se le imputa la conducta de “haber
convocado a trabajar a la Dra. Granelli, provocando
enfrentamientos con quien fuera prosecretaria por abril
del 2004”. Este último cargo no se encuentra probado, por
el contrario al prestar declaración el testigo West, y
ser interrogado si la presencia de dicha letrada provocó
algún malestar con la prosecretaria el nombrado contestó
que “personalmente no generó problemas más allá de
comentarios de diferencias que existen entre las

95
mujeres”, es por ello que considero que este cargo no se
encuentra probado. El Dr. Terán dice que en realidad lo
que le interesa es “haber convocado a trabajar a la Dra.
Granelli”, cabe deducir de ello que excluye del cargo el
que haya provocado enfrentamientos con quien fuera
prosecretaria. Es decir, que el señor Fiscal nos cambia
el hecho, y crea uno nuevo de la nada, lo que a mi
entender, sin perjuicio de adherir a lo ya expresado por
el Dr. Inaudi el avocarnos a este nuevo hecho,
constituiría una violación al principio de congruencia,
con grave afectación a la garantía de defensa en juicio.-
Finalmente, en cuanto al cargo titulado por el Fiscal el
caso Mattioni, Purrán y Van Lierde, al respecto me remito
a lo ya expresado en este sentido por el Dr. Inaudi, sin
perjuicio que debo recalcar que dicho hecho, no fue
objeto de acusación por el Dr. Cano por lo que no podemos
considerar el mismo, por las razones antes expresadas.---
Es por todo ello que entiendo que corresponde rechazar
las imputaciones existentes, absolver a la Dra. Elisabet
Rivero de Taiana, y declararse expresamente que la
sustanciación de la causa no ha afectado su buen nombre,
honor e idoneidad para el desempeño de sus funciones.
(Artículo 33 ley 1565). TAL ES MI VOTO ------------------
Que en mérito a la votación que instruye el Acuerdo que
antecede, el Jurado de Enjuiciamiento, por mayoría y con
la disidencia de los integrantes, doctores Alejandro
Tomás Gavernet, Daniel Gustavo Varessio y Omar Orlando
Raimondo, RESUELVE: -------------------------------------
PRIMERO: DECLARAR la ABSOLUCION de la señora Juez de
Primera Instancia titular del Juzgado Laboral n°4 de la I
Circusncripción Judicial, Dra. ELISABET CRISTINA RIVERO
de TAIANA, disponiendo el inmediato reintegro a sus
funciones. Dejándose constancia que la sustanciación de
la presente causa, no afecta su buen nombre, honor e

96
idoneidad para el cumplimiento de sus funciones (Artículo
33 de la ley 1565).--------------------------------------
SEGUNDO: IMPONER las costas a cargo de la denunciante
(Artículo 36 de la Ley 1565). REGULAR los honorarios por
la actividad profesional desarrollada durante la
tramitación del presente proceso, a la Dra. Elisabet
Cristina Rivero de Taiana en la suma de SESENTA JUS (60)
y al Dr. Antonio E. Barrera Nicholson en la suma de
CUARENTA JUS (40) -Artículo 233 de la Constitución
Provincial y artículo 13 de la ley 1594-).---------------
TERCERO: DISPONER el reintegro de las remuneraciones no
abonadas (Artículo 33 de la ley 1565)--------------------
CUARTO: NOTIFIQUESE, comuníquese al Tribunal Superior de
Justicia, publíquese la parte resolutiva de la presente
en el Boletín Oficial de la Provincia y en los diarios
“La Mañana de Neuquén” y “Río Negro” de conformidad con
lo normado en el artículo 35 de la ley 1565. Devuélvase a
las dependencias de origen la prueba instrumental
reservada en Secretaría, y oportunamente archívense estas
actuaciones.---------------------------------------------

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