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PRIMERA UNIDAD
• INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA SEXUALIDAD HUMANA.
Todos los seres vivos hacen lo que hacen (así nos parezcan sus comportamientos muy
complicados) con un solo y único fin: seguir vivos, sobrevivir. Los seres humanos somos los
únicos seres vivos que no hacemos las cosas con el único fin de seguir vivos, muchas
veces, hacemos lo que hacemos con el fin de disfrutar de ello. Algunos ejemplos nos
ayudarán para comprenderlo mejor:
Otro ejemplo. Nuestra capacidad auditiva no la utilizamos con el fin básico de captar y
descifrar sonidos del medio y así poder identificar posibles presas, enemigos o peligros, no.
Nuevamente, nosotros los seres humanos y sólo nosotros, desarrollamos la capacidad de
disfrutar de la música y así nos emociona y conmueve nuestra canción o melodía favorita
(sobre la función auditiva básica, desarrollamos el placer musical o auditivo).
Al igual que con las funciones alimentaria y auditiva, la función sexual de los seres humanos
no se quedó con el fin básico de sobrevivencia (la que ahora llamamos función
reproductora), no. Nosotros y sólo nosotros, así como conquistamos el placer gastronómico
al comer, el placer auditivo o musical al oír (y muchos otros como el placer visual, táctil,
olfatorio, entre otros), conquistamos también la posibilidad de disfrutar de nuestra vida
sexual (es lo que de manera general se llama sexualidad y que de manera más precisa
llamaremos desde ahora función erótica).
REPASEMOS:
Lo que hemos dicho hasta ahora son un par de cosas:
• Los seres humanos, a diferencia de los demás seres vivos, funcionamos en dos niveles
distintos. Uno básico, común a todos los seres vivos, que se ocupa de las posibilidades
de sobrevivencia (desde el punto de vista evolutivo se llama un fin adaptativo -de
adaptarse al medio-), y un nivel nuevo, solo humano, que permite disfrutar de la
existencia (que técnicamente llamamos un fin placentero o gratuito -porque no mejora
las posibilidades de sobrevivencia sino que se ocupa de la posibilidad de disfrute vital).
• Como consecuencia de lo anterior, los humanos ejercemos nuestra vida sexual de dos
modos. Uno adaptativo de sobrevivencia a través de la reproducción. Y, uno nuevo, solo
humano, placentero o gratuito que denominamos erotismo o función erótica.
BÚSQUEDA
Detente un momento y mira hacia atrás tu proceso personal de
aprendizaje erótico. Busca desde tu infancia pasando por tu
adolescencia hasta llegar al presente. Eventos significativos (positivos
o no). Qué le cambiarías a ese camino, qué le agregarías, qué le
quitarías.
¿Vives tu erotismo como una búsqueda, aún exploras, que has
aprendido de él en los últimos años?
Consciente: A diferencia de los animales inferiores en los que la conducta sexual está
completamente controlada por las hormonas y los instintos (y como ya sabemos, la función
sexual es exclusivamente reproductora: adaptativa), nuestro erotismo es consciente y por
ello podemos decidir sobre él. El erotismo no es una fuerza extraña que nos arrastra por
encima de nuestra voluntad a hacer cosas que no queríamos, no podíamos controlar o
sobre las cuales no podíamos decidir, simplemente, “dejarnos llevar”, no. Siendo el
erotismo una función consciente, podemos decidir cuándo queremos ejercerlo, si hacerlo
solo (a) o con alguien más, de qué manera, a través de qué actividad, en qué momento y
lugar. Es decir, adueñarnos y señorearnos de él. Pongamos un ejemplo comparativo:
cuando aprendemos a hablar, podemos decidir cuándo hacerlo y cuándo no, con quién
hablar y con quién no, de qué temas, con qué profundidad; pues lo mismo ocurre con
nuestro erotismo, podemos decidir conscientemente sobre él.
CONSCIENTE
¿Vives tu erotismo conscientemente? No sólo ejerciendo la
posibilidad de reprimirlo o posponerlo, si no, utilizando tus recursos
intelectuales para favorecerlo y afinarlo.
¿Has logrado diferenciar tu vida erótica de la reproductora?
¿Te has involucrado en actividades sexuales de riesgo?
Placer sexual: Nuestra cultura (llamada occidental o judeocristiana) ha tenido serias
dificultades con la aceptación de la vivencia de lo placentero en todos los ámbitos, pero
mucho más en el sexual (se le ve extraño y huele mal), y tiene además dificultades para
captar el valor de lo gratuito. Por ello, a lo largo de nuestra historia, se ha tratado de limitar
las expresiones eróticas y de justificarlas con valores sociales públicamente aceptados:
tradicionalmente, como ejercicio directo de poder de un sexo sobre el otro, y últimamente,
de una manera más sutil, como expresión de amor romántico. Sin embargo, vale la pena
anotar, que al igual que las demás funciones vitales, la función sexual tiene unos fines
primarios (la reproducción y el placer) y otros secundarios que pueden estar o no, y que no
deben confundirse con los primeros. Más adelante ampliaremos un poco la relación entre
erotismo y amor romántico.
PLACER
¿Qué cosas en tu vida haces sólo por el gusto que te producen?
¿Te place tu vida sexual? ¿Por cuáles otras razones, diferentes del
placer, has tenido actividades sexuales?
Repasemos:
• Hemos agregado un nuevo concepto definitorio: Función Erótica es la búsqueda,
consciente del placer sexual.
• Búsqueda porque requerimos un proceso de aprendizaje erótico.
• Consciente porque podemos decidir sobre ella.
• Placer sexual. Que no significa irresponsabilidad ni desborde. Es lícito hacer algo por el
disfrute que derivamos de ello.
El nuevo modo erótico es sustancialmente diferente de su predecesor reproductor, veamos
en qué consisten esas diferencias y qué implican. Vamos a ir paso a paso.
Son tan importantes estos principios básicos de lo erótico que así como puedes con ellos
convertir en placentero algo que comúnmente no lo es (un roce o el tomarse de la mano de
los ejemplos anteriores), de otro lado, si no los cumples, así vayas a tener una actividad de
las que típicamente se consideran sexuales (besos, caricias, tocamientos, actividades
bucogenitales - o sexo oral: felación, cunilinto y anilinto-, masturbación, coito, entre otras) si
no lo estas viviendo en “clave erótica”, tu mente no la va interpretar como placentera y en
consecuencia la respuesta erótica no arrancará (ello es causa común de problemas
sexuales como dificultades de erección, dificultades de control de la eyaculación -muy
rápida o retardada-, de dolor durante el coito, de no llegar al orgasmo y en general de no
disfrutar del erotismo).
¿Qué cosas te enganchan y facilitan que te pongas en “clave erótica”?
¿Cuales te sacan de ella? Si tienes pareja sexual preferente ¿Ella las
sabe? ¿Sabes tú las de ella?
¿Conoces tu mapa erótico con todos sus detalles? (zonas corporales con
mayor disposición y receptividad erótica) ¿El de tu pareja preferente? ¿El
conocimiento es mutuo?
¿ES EL COITO TU ÚNICA OPCIÓN SEXUAL?: Como consecuencia de lo anterior, puedes
comprender que nuestro universo erótico no se limita a lo coital. El coito sería la única
actividad sexual si todavía fuéramos reproductores (como las especies animales inferiores),
pero nosotros somos predominantemente eróticos y por ello podemos disfrutar de muchas
otras actividades sexuales diferentes del coito vaginal que son tanto o más placenteras que
la misma penetración vaginal.
Retomando lo expuesto, podemos decir que: Los humanos como especie conquistamos la
posibilidad de disfrutar de la vida. En lo sexual lo alcanzamos a través del erotismo. Es el
erotismo la posibilidad personal de disfrutar de tu vida sexual. Las actividades eróticas no se
limitan a lo coital si no que se abren en un abanico amplio de opciones. Tú eres el (la)
dueño y responsable de tu propio placer y puedes vivirlo conscientemente. Al momento de
tener una actividad sexual específica, puedes decidir si la vas a ejercer del modo
reproductor o erótico y actuar en consecuencia. Cuando vas a tener actividades que
involucren a otras personas vale que lo hagas de una manera honesta, respetuosa e
igualitaria. El erotismo nos invita al respeto por la diversidad sexual y la equidad entre los
sexos.