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PRESENTE Y FUTURO DE LA ERGONOMIA EN AMERICA LATINA

Elías Apud y Felipe Meyer


Unidad de Ergonomía
Facultad de Ciencias Biológicas
Universidad de Concepción

1. Introducción

Con ocasión de las XV Jornadas de Seguridad e Higiene del Trabajo, nos ha


parecido de interés analizar el desarrollo que ha alcanzado la Ergonomía en
América Latina y los aportes que puede hacer a futuro, en el difícil camino para
lograr un crecimiento equilibrado de nuestras empresas, en que se conjugue la
productividad con el bienestar de los trabajadores, meta que constituye el principal
objetivo de la Ergonomía.

En Chile, al igual que en otros países de la región, las primeras inquietudes sobre
el tema se presentan en la década del 60. En nuestro país, la legislación sobre
trabajos pesados fue un importante estímulo para constatar el escaso
conocimiento que teníamos sobre la adaptación del hombre a trabajos que
demandaban, principalmente, esfuerzos físicos sostenidos. Si bien la ley establece
que las personas que realizan trabajos pesados pueden tener una jubilación
anticipada, de uno o dos años por cada cinco trabajados, quienes fueron pioneros
en estas materias, vislumbraron que se requería criterios objetivos para su
calificación pero, más importante aún, se necesitaba buscar la forma de evitar la
existencia de trabajos pesados, que pusieran en peligro la integridad física de
quienes los realizan. En otras palabras, aún con jubilación anticipada, la mayoría
de los trabajadores involucrados en estas tareas, deben desarrollar sus
actividades por 35 años o más, antes de acogerse a jubilación por trabajos
pesados. Por esta razón, hacia finales de los años 60, el Dr. Hugo Donoso, con la
importante contribución del Profesor Nils Lundgren, destacado médico y ergónomo
sueco y apoyados por un equipo interdisciplinario, iniciaron estudios en el
entonces denominado Instituto de Higiene del Trabajo y Contaminación
Atmosférica, que marcan el inicio en el país de los estudios para determinar
límites de carga fisiológica en personas sometidos a trabajos pesados, abordando
principalmente los temas de respuesta fisiológica al esfuerzo, en diversos
ambientes. De esta época, destacan las investigaciones sobre exposición a calor
y trabajos en altura geográfica, Apud et al (1972).

La Universidad de Concepción, preocupada de fomentar el estudio del medio


ambiente laboral, crea en 1972 por iniciativa del Dr. Ennio Vivaldi C, la Unidad de
Ergonomía dependiente de la Facultad de Ciencias Biológicas. Por esos años,
esta Unidad se consolida como la única en el país dedicada exclusivamente al
desarrollo de la Ergonomía, con una visión multidisciplinaria que permitiera dar
respuesta a los problemas de adaptación humana al trabajo. Desde sus inicios la
Unidad de Ergonomía comprendió la necesidad de establecer vínculos entre la
Universidad y la Empresa, ya que la Ergonomía es una disciplina eminentemente
aplicada. También se puso énfasis en los aspectos formativos y se incorporaron
cursos curriculares sobre el tema para alumnos de Ingeniería Civil Industrial e
Ingeniería Forestal y cursos electivos para otras menciones de la Ingeniería y para
el área de la salud. En todos estos años, la Unidad de Ergonomía ha estrechado
vínculos con otras instituciones y desde su creación ha contado con el valioso
apoyo del Consejo Nacional de Seguridad de Chile, que ha impulsado cursos,
talleres, conferencias y foros sobre el tema que han ayudado a consolidar la
disciplina, no sólo en Chile, sino que también en el contexto latinoamericano ya
que, por estas iniciativas, hemos podido intercambiar experiencias con
profesionales de otros países de la región, tales como Argentina, Brasil, Colombia
y Méjico, entre otros, llegando en algunos casos a desarrollar actividades
docentes y proyectos conjuntos.

La consolidación de la Ergonomía no ha sido fácil en nuestro continente. Es cierto


que se perciben importantes avances y que hay cada día más conciencia de la
necesidad de incorporar la Ergonomía como un tema primordial en la prevención
de riesgos laborales. Sin embargo, hay todavía un largo camino por recorrer, en
un tema que es laborioso y difícil de llevar a la práctica, ya que obliga a cambios
importantes en la forma de concebir el trabajo humano en las empresas.

El propósito de este texto es hacer una reflexión acerca del aporte que la
Ergonomía puede hacer en nuestro continente, con el propósito de mejorar las
condiciones del trabajo humano, frente a la urgente necesidad de que también
nuestras empresas sean más productivas, pero equilibrando la eficiencia con el
bienestar de los trabajadores que hacen posible la producción. El desafío es
importante, ya que el mundo laboral de América Latina avanza a velocidades muy
dispares. Por una parte, existen empresas modernas, que emplean tecnologías de
punta en sus procesos, mientras que otras siguen sustentándose en métodos
basados en el uso de mano de obra intensiva. En este sentido, la visión
integrativa del concepto ergonómico moderno, puede hacer aportes a la industria,
desde la concepción de nuevas tecnologías para uso humano, hasta la mejoría de
las condiciones laborales para trabajadores que usan simples herramientas
manuales en ámbitos como la construcción, agricultura, pesquería y muchas otras
pequeñas y medianas industrias.

2. Visión ergonómica del trabajo.

Frente a esta situación, es pertinente preguntarse: ¿cuál es la visión de la


Ergonomía en la búsqueda de soluciones a los problemas de trabajo humano?.
Como se observa en la figura 1, desde un punto de vista ergonómico se considera
que el hombre, percibe información, la coteja con conocimientos previamente
adquiridos y habitualmente ejecuta sus decisiones mediante acciones musculares.
Mientras más simple es un trabajo, por lo general, mayores son las necesidades
de fuerza y movimiento. Por el contrario, en actividades intelectuales o muy
mecanizadas, aumentan las demandas de percepción y toma de decisiones, con
un escaso componente de trabajo físico.

Figura 1. Aspectos que considera la ergonomía en el estudio de los problemas de


adaptación humana al trabajo.

Ambiente organizacional

Ambiente Ambiente
psicosocial
físico

Interfase hombre-máquina
Interfase hombre-herramienta

Este simple esquema, "percepción-decisión-acción", tiene una importancia básica


en la ejecución de una actividad y se requieren conocimientos de anatomía,
fisiología y psicología humanas para establecer los límites de demanda que, en
cada etapa de este circuito, el trabajo puede exigir al hombre. La baja eficiencia,
numerosos accidentes atribuidos a acciones inseguras, la presencia de fatiga y
muchas enfermedades, pueden tener su causa en la imposición de demandas de
percepción, de procesamiento de información y toma de decisiones o de respuesta
mecánica superiores a la capacidad del ser humano. . En el análisis ergonómico
también se considera el medio físico en el cual se efectúa un trabajo. El ruido, las
vibraciones, el calor, el frío, la altura, los productos tóxicos etc., cuando exceden
ciertos límites, pueden provocar enfermedades y alterar el bienestar. En algunos
casos, aunque estos agentes se mantengan bajo niveles que puedan provocar
enfermedad, son causales de estrés ocupacional llegando incluso a producir
problemas psicológicos en los trabajadores.
Lo destacado en el texto precedente, engloba los problemas inherentes al puesto
de trabajo y el ambiente físico, pero hay muchos otros factores que no dependen
del lugar de trabajo en sí, sino que de la organización del sistema en que cada
actividad está inserta. De manera que, el concepto moderno de Ergonomía,
considera el análisis de las actividades de un trabajador como parte de un sistema
que en su conjunto debe ser eficientemente diseñado. En este sentido, el término
moderno, no se aplica sólo a tecnologías sofisticadas, y como se señaló
anteriormente, los trabajos que se ejecutan en muchas áreas de la economía
latinoamericana, hacen uso de mano de obra intensiva, existiendo grandes
necesidades de mejorar el medio ambiente laboral. Más aún, en América Latina,
en sectores como el forestal, agrícola y otros, se combinan equipos muy
sofisticados, que tienen un alto costo de operación, con cuadrillas de trabajadores
cuyo trabajo manual es fundamental para el uso eficiente de los equipos. Es
habitual que, por la mala organización del trabajo o por la imposición de
exigencias superiores a la capacidad de las personas para trabajo sostenido, las
máquinas sean subutilizadas, lo que resulta en trabajos ineficientes y poco
rentables.

3. Ergonomía anticipativa.

Una revisión de la literatura permite ver que en nuestro continente, los avances
más importantes se han centrado en la ergonomía aplicada al puesto o
estaciones de trabajo, con especial énfasis en la búsqueda de soluciones a
problemas que afectan a un amplio sector de personas, como son los síntomas
derivados de malas posturas y trabajo repetitivo. No cabe duda que es necesario
seguir avanzando en esta línea, aunque lamentablemente, observando los
resultados, en América Latina prevalecen los estudios de diagnóstico. Las
intervenciones en puestos de trabajo, por lo general, son escasas y se limitan a
recomendaciones para realizar modificaciones básicas en el mobiliario,
herramientas y máquinas, difíciles de implementar en sistemas en pleno
funcionamiento, particularmente en pequeñas y medianas empresas, debido al
costo que estas modificaciones por lo general significan. En otros casos, se
recurre a programas de ejercicios compensatorios o pausas activas, que si bien
son útiles y cada día más comunes, no abordan, en la mayoría de los casos, la
raíz del problema. Por esta razón, es necesario avanzar hacia la implementación
de programas que permitan evitar las deficiencias de diseño ergonómico que
enfrentarán los trabajadores, como asimismo organizar los sistemas de trabajo
desde una perspectiva integral, ya que los puestos de trabajo no son elementos
aislados que funcionen independientemente del sistema productivo global.

Uno de los motivos por los cuáles la mayoría de los sistemas productivos que se
introducen en nuestro medio, incluso los más modernos, tienen deficiencias
ergonómicas, es la escasez de especialistas. Si pensamos en los proyectos que
se desarrollan para crear nuevas empresas o para ampliar las existentes, e incluso
para realizar innovaciones tecnológicas, y nos preguntamos en cuántos casos se
contempla una visión ergonómica anticipativa, con una mirada constructiva,
lamentablemente tenemos que aceptar que en muy pocos, por no decir en
ninguno. Esto se ve agravado por la dependencia tecnológica, ya que
herramientas, máquinas y muchos otros implementos empleados en la industria,
pueden tener muy buen diseño para las poblaciones de origen, lo que no significa
que necesariamente sean los más adecuados para nuestros trabajadores. Por eso
es que nos encontramos con cifras alarmantes de aumento de las patologías
músculo tendinosas, que no disminuirán en la medida que no abordemos el
desarrollo industrial desde una perspectiva ergonómica y no tomemos conciencia
de los límites de respuesta humana cuando fijamos metas de producción.

4. Trabajo físico: un problema no superado

Se ha señalado antes que en América Latina una parte importante de la población


subsiste en base a su propio esfuerzo muscular. La adaptación a este tipo de
trabajos es un tema no superado y en el que la Ergonomía tiene aún mucho que
aportar, ya que se pueden lograr grandes incrementos en la productividad si a los
trabajadores se les provee con los elementos básicos para realizar sus tareas, se
mejora la organización del trabajo y se adaptan herramientas y accesorios a sus
características. Sin embargo, no basta sólo con esto, sino que también se requiere
considerar otros aspectos tales como alimentación, provisión de elementos de
seguridad adecuados, capacitación y exigencias de rendimiento que no
sobrepasen límites recomendables de esfuerzo físico. La adaptación ergonómica
de los trabajos manuales no es fácil, pero con estudios sistemáticos se puede ir
motivando a los empresarios para introducir cambios simples que incrementan el
rendimiento laboral y el bienestar de sus trabajadores. El ejemplo más claro es el
desarrollo alcanzado en el sector forestal chileno que ha sido ampliamente
analizado en dos libros publicados por la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) (1989, 1995). Los primeros estudios en el campo forestal se orientaron a
mejorar las condiciones de vida en los campamentos, que son los hogares
temporales para estos trabajadores. Los dormitorios, áreas de recreación y
comedores que habitualmente usaban estaban lejos de las condiciones mínimas
de higiene y comodidad. Lo mismo ocurría con la alimentación, que en trabajos
manuales de alta intensidad, debe ser aportada en cantidad suficiente para
equilibrar los requerimientos calóricos y de nutrientes que demandan estas
tareas.

Cumplidos los requisitos básicos de vivienda, alimentación y recreación, los


trabajadores requieren ser capacitados, siendo esta la instancia precisa para
reforzar técnicas seguras de trabajo. Las etapas descritas son una condición
previa a la adaptación ergonómica de herramientas, técnicas y métodos de
trabajo. Los resultados hasta ahora obtenidos han sido francamente auspiciosos.

Un criterio importante para la selección de alternativas tecnológicas, es que en


nuestros estudios se ha evaluado la sobrecarga fisiológica, mediante mediciones
de consumo de oxígeno y frecuencia cardíaca, como indicadores de gasto de
energía y carga cardiovascular respectivamente, Apud Bostrand, Mobbs y
Strehlke(1989). También se han realizado amplios estudios para conocer la
aptitud física de los forestales chilenos y así definir el rendimiento que se puede
esperar de ellos, trabajando por debajo de los umbrales de fatiga.

A menudo los estudios tendientes a evaluar rendimientos de referencia frente al


uso de distintas herramientas y métodos de trabajo, se realizan sólo en base a
estudios de tiempo. Sin embargo, lo más importante que aportan los estudios
fisiológicos, es que permiten establecer rendimientos de referencia basados en la
capacidad de nuestros propios trabajadores. En muchos casos, se trata de
emular estándares extranjeros, sin considerar que han sido obtenidos en
poblaciones distintas y en condiciones de trabajo diferentes. Esta situación puede
llevar a los trabajadores a enfrentar su diaria tarea sometidos a niveles de
sobreesfuerzo físico que se traducen en fatiga, lo que contribuye al aumento de
los accidentes.

Los criterios aplicados en el estudio de trabajos físicos pesados, han permitido


superar lo meramente descriptivo. En otras palabras, la orientación no ha estado
sólo en seguir cuantificando cuantos accidentes se producen, cuales son las
deficiencias de alimentación o de vivienda en los campamentos, etc., sino que
sobre la base de los conocimientos existentes se han buscado soluciones para
superarlos con la participación de empresarios y trabajadores. A nuestro juicio los
avances son perceptibles y así lo demuestran los estudios que se han efectuado
para cuantificar los cambios producidos en el sector forestal, Apud y Meyer (2004).

5. Mecanización del trabajo

Lo que se ha señalado para trabajos manuales tradicionales, es también válido


para la innovación tecnológica. A menudo, cuando se planifica la mecanización de
un sistema de trabajo existe bastante claridad respecto a costos y niveles de
producción esperables, pero son escasas, por no decir nulas, las ocasiones en
que los planificadores pueden responder sobre los efectos que dichos sistemas
tendrán sobre la seguridad y salud de los trabajadores. Como el costo de la
mecanización es alto, cuando las maquinarias se adquieren sin pensar en los
operadores, si su diseño es inadecuado, los trabajadores deben continuar
expuestos a los riesgos hasta que la máquina termine por destruirse. Modificar
estos elementos para reducir problemas tangibles derivados, por ejemplo, de la
postura de trabajo, visibilidad de los equipos, diseño de controles e indicadores,
ruido, vibraciones, etc. rara vez se realizan, con consecuencias directas para la
población laboral, que se manifiestan en niveles críticos de accidentabilidad,
deterioro de la salud y subutilización de las maquinarias por la inadecuada
adaptación de ellas a los usuarios. Mientras esto siga ocurriendo parece
improcedente hablar de desarrollo tecnológico y más bien debería mantenerse el
término mecanización. Desde un punto de vista ergonómico, el desarrollo
tecnológico sólo se consigue en la medida que la mecanización, además de
producir aumentos en la producción, no presente riesgos para los trabajadores.
Cuando esto no se logra, el recurso humano aparece como un término abstracto
desconectado de los elementos que lo integran que son personas. A manera de
ejemplo, mostraremos un solo caso de una máquina que tuvo que ser modificada
a los tres años de adquirida, por lo incómodo de su diseño para el operador, aún
cuando funcionalmente no presentaba problemas. La cabina se ilustra en la figura
2, que también incluye un esquema de la distribución de los implementos al
interior de la cabina.

Figura 2. Cabina de una máquina empleada en la minería y esquema del interior


de la cabina desde el plano superior .

Panel de Control

Dirección Asiento
de la visión

Calefactor Puerta

Como se deduce de la figura 2, el espacio al interior de la cabina era bastante


pequeño. Esto resultaba un impedimento para que el operador pudiera realizar
algunos cambios de posición o desplazamientos, sin tener que salir de la cabina,
situación que era bastante complicada, especialmente en el turno de noche, en
que había muy bajas temperaturas. El trabajar en espacios confinados, en
posiciones fijas, suele producir problemas de fatiga muscular, particularmente
cuando los trabajadores mantienen, por largos períodos, posiciones inadecuadas,
como era el caso de estos operadores.

Los problemas señalados estaban determinados, en parte, por la posición de la


cabina. Como se observa en el esquema presentado en la figura 2, el sentido de la
visión hacia el objeto de trabajo, que es hacia adonde debe estar atento el
operador, no estaba en la misma dirección del panel de control. Esta es una de las
peores alternativas de diseño, ya que un panel de control debe estar frente al
operador, debido a que cuando éste debe mirar en dos direcciones, se introduce
un riesgo de perder información proveniente de una u otra vía. La posición del
asiento ubicado a un lado del panel de control, hacía que la operación de éstos se
realizara desde una posición totalmente viciada. Algunos controles no sólo
estaban en una ubicación lateral, sino que incluso más atrás del respaldo del
asiento, lo que, como se observa en la figura 3 obligaba a los operadores a forzar
la articulación del hombro y a operar el control con toda la extremidad superior en
muy mala posición. Por esta razón, no era de sorprender que este trabajo les
provocara problemas en los hombros, codos y muñecas.

Figura 3. Posturas inadecuadas que debía asumir el operador para no perder de


vista su trabajo y a la vez hacer los ajustes necesarios en la máquina.

El problema con esta máquina se tornó crítico, porque generaba pérdidas de


tiempo y ausentismo por síntomas relacionados con la postura de trabajo. Esto
llegó a un extremo en que fue necesario modificar la cabina de la máquina, como
se ilustra en la figura 4. Nuestra recomendación, en este caso, apuntó a destacar,
de manera simple, porque se estaba produciendo el problema, poniendo énfasis
en la necesidad de agrandar la cabina y distribuir los controles de manera que los
operadores pudieran acceder a ellos desde una postura adecuada. Así entendido,
la empresa realizó las modificaciones, haciendo una importante inversión para
corregir el problema.

Figura 4. Cabina de una máquina, modificada después de tres años de operación,


por los síntomas que generaba en la extremidad superior de los operadores.
Este es sólo un ejemplo de mal diseño ergonómico que encontramos a cada
paso. La pregunta es: ¿por qué no prevenir que esto ocurra si genera problemas
para el bienestar de los operadores y pérdidas evidentes de productividad?.
Simplemente, por que existe desinformación al respecto y no hay instancias que
regulen la incorporación de tecnologías ergonómicas en las empresas. Esta es
una realidad que hemos podido constatar en varios países latinoamericanos y
que es necesario superar con urgencia. Un aspecto positivo, es que en algunas
empresas chilenas se están generando normas internas para la incorporación de
la Ergonomía como criterio al momento de tomar decisiones sobre nuevos
proyectos, ampliaciones y adquisición de maquinarias e implementos. Aunque son
las menos, es un paso adelante que debería ser emulado ya que se pueden
obtener importantes beneficios, en el contexto de lo que hoy se denomina
responsabilidad social de la empresa.

6. Los problemas de mantenimiento

Recientemente, durante el presente año, terminamos un estudio en una de las


empresas más grandes del país, en que se evaluó un número importante de
trabajadores que sufrían distinto grado de discapacidad por enfermedades
profesionales o comunes. En ese estudio, se encontró que un 80% de los
enfermos diagnosticados, que realizaban labores de mantención y reparación,
padecían de enfermedades músculo tendinosas que estaban asociadas a las
labores que realizaban. Observando las tareas, la relación era obvia ya que la
mantención de componentes mayores se realiza, en lugares de difícil acceso y con
poco espacio para maniobrar herramientas que demandan la aplicación de
fuerzas. Esto obliga a los trabajadores a transformarse en verdaderos
“contorsionistas”, como en los casos que se ilustran en la figura 4. ¿A quien podría
sorprenderle entonces que ellos tuvieran dolores de espalda, cuello o
extremidades superiores?. Lo serio es que en muchos casos pueden llegar a
desarrollar enfermedades incapacitantes, que no siempre son reconocidas como
enfermedad profesional. Estos antecedentes son motivo suficiente para insistir en
la necesidad de observar al adquirir equipos, no sólo los aspectos operacionales,
sino también las dificultades que los trabajadores encontrarán cuando deben
efectuar labores de mantención y reparación.

Figura 4. Posturas adoptadas durante algunos trabajos de mantención.


7. Ergonomía participativa.

En una revisión general como la efectuada en este texto, no se puede dejar de


mencionar un aspecto muy importante para realizar programas efectivos de
Ergonomía, que es la participación de los trabajadores en la identificación de los
riesgos ergonómicos a que se ven enfrentados. Son ellos quienes día a día
realizan sus labores y perciben con claridad los síntomas o molestias que los
aquejan, los problemas de organización a que se ven enfrentados, teniendo claras
ideas de como solucionarlos. Es cierto que no siempre son soluciones viables,
pero en muchos casos, sus sugerencias son posibles de llevar a la práctica, con
pequeñas inversiones. Ilustraremos esta afirmación con un ejemplo de un estudio
reciente de ergonomía participativa, del cuál surgieron recomendaciones que en
su mayoría se pusieron en práctica sin mayor inversión.

Una tarea crítica identificada por los trabajadores, era la limpieza de dos bandejas
en el fondo de un estanque de almacenamiento. En estas bandejas se deposita
sedimento que tiene que ser limpiado a lo menos una vez a la semana. Para
proceder, existía una escalera que debía ser utilizada por los trabajadores para
bajar al fondo del estanque. Sin embargo, las bandejas eran muy grandes y la
escalera quedaba al interior de una de ellas, por lo que tenían que subirla
manualmente para sacar la bandeja. Como se ve en la figura 5a, el esfuerzo que
realizaban era de alto riesgo para la zona lumbar. Al mismo tiempo, para salir y
entrar al estanque debían hacerlo con serios riesgos de caída, como se aprecia en
la figura 5b. En otras palabras, por el mal diseño de las bandejas, la escalera que
debía utilizarse para subir y bajar al estanque, era más un estorbo que una ayuda.

Figura 5. Esfuerzo realizado por los trabajadores para sacar una escalera debido a
un mal diseño del puesto de trabajo

a b
La solución, propuesta por los propios trabajadores, fue achicar las bandejas, de
manera tal, que la base de la escalera no quedara inserta en ella. Se propuso dos
alternativas. La primera, achicar las dos bandejas proporcionalmente y, la
segunda, reducir el tamaño de la bandeja en que va inserta la escalera, ya que es
la que recibía menos residuos. La modificación se llevó a cabo, logrando plena
aceptación de los trabajadores ya que se había eliminado un riesgo innecesario,
que les dificultaba una operación y que asociaban con síntomas en su espalda.

8. Comentarios finales.

En un texto de esta naturaleza es imposible revisar todos los factores ergonómicos


a contemplar en un buen diseño del trabajo. Por ejemplo, no se ha hecho mayor
mención a los problemas de carga mental, derivada del diseño de interfaces y de
la organización del trabajo, temas que son muy relevantes en las empresas que
usan tecnología moderna y que sin duda constituye una de las áreas de estudio
más importante en las empresas del futuro. En este sentido, el intercambio de
conocimiento entre países latinoamericanos es fundamental para seguir
avanzando y deben buscarse las instancias para una mayor integración, debido a
que los problemas ergonómicos que se presentan en nuestras empresas, tienen
raíces comunes.

8. Bibliografia.

Apud, E., Donoso, H., Herts, G., Lundgren, N., Oyanguren, H. y Sañudo M.C.
"Estudio de la Industria Fanaloza". Boletín de Higiene y Epidemiología 10: 59-102,
1972.

Apud, E., Bostrand, L., Mobbs, Y. y B. Strehlke. “Guidelines on ergonomic study in


forestry” .Ed.: Organización Internacional del trabajo (OIT), Ginebra 1989.

Apud, E. and Valdés, S. " Physical work load and output planting on grounds with
different slopes". En: Proceedings of the "International IUFRO/NEFU/FAO
Seminar on Forest Operations Under Mountainous Conditions", Harbin, China,
1994.

Apud, E. y S. Valdés. "Ergonomics in Forestry: The Chilean Case". Ed.:


Organización Internacional del trabajo (OIT), Ginebra 1995.

Apud, E. y Meyer, F. “Ergonomics”. En: “Encyclopedia of Forest Sciences”. Ed.:


J.Burley, Elsevier, Londres 2004

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