Inglaterra tras casarse con Enrique VIII. El matrimonio, que apenas duró tres años, acabó con la trágica muerte de Ana a causa de los intereses dinásticos de su esposo: su boda con Enrique no consiguió satisfacer la imperiosa necesidad de proporcionar al rey un heredero varón que perpetuara la dinastía en el trono. El matrimonio provocaría, en cambio, la ruptura de la monarquía inglesa con el catolicismo romano y la fundación de la Iglesia anglicana. Ana había aparecido en la corte inglesa cuando en ella se debatía el grave problema de la sucesión al trono. Catalina de Aragón había tenido dos hijos varones, que nacieron muertos, y una niña, María (la futura María I de Inglaterra). La edad de la reina hacía prever la imposibilidad de nuevos alumbramientos con éxito. Pero Enrique VIII necesitaba a toda costa un hijo varón para dar continuidad a su dinastía, todavía no firmemente asentada en el trono inglés. El heredero se convirtió en una auténtica obsesión para el monarca, que llegaría a determinar, más que cualquier otro factor, tanto su vida privada como su política. REFORMA PROTESTANTE El concepto de reforma protestante se compone de dos términos con significados muy definidos.
Se conoce como reforma a la
acción y efecto de reformar o reformarse (volver a formar, modificar, rehacer algo) se denomina reforma. Protestante, es un adjetivo que permite nombrar a aquel que protesta o, en el ámbito de la religión, a quien sigue el luteranismo o cualquiera de sus ramas. Hecho esta introducción podemos decir que Reforma Protestante es el movimiento que surgió en el siglo XVI y que impulsó un cambio profundo en la Iglesia católica. Los protestantes se oponían al dominio del Papa sobre toda la comunidad cristiana y buscaban que la Iglesia retomara las raíces del primer cristianismo. La Reforma Protestante fue Martin Lutero impulsada por diversos religiosos, políticos e intelectuales, teniendo como líder al sacerdote Martín Lutero, quien interpretó las doctrinas medievales a partir de las Sagradas Escrituras. Esto hizo que Lutero rechazase el sistema de sacramentos de la Iglesia católica de la época, que incluía la venta de indulgencias. Para Lutero, el Evangelio debía predicarse libremente y no ser objeto de comercialización Esta revolución interna llevó una gran crisis dentro de la Iglesia; los reformistas criticaban la corrupción dentro de la institución y la falta de piedad religiosa. Un hecho que fue decisivo para el alzamiento de los protestantes fue la venta de indulgencias por parte de la Iglesia para financiar la edificación de la Basílica de San Pedro en la provincia de Roma.