¿PROGRESO O RETROCESO? El progreso como ideología y “hecho”
• Ideología republicana protestante, la cual sostenía que
una educación adecuada podía producir un milenio secular, podía hacer que los Estados Unidos fuese literalmente el país de dios. El progreso como ideología y “hecho” • Durante la primera mitad del siglo XX, los principales constructores estadounidenses de la reforma y árbitros del “progreso” educativo constituyeron una elite de la política a la que llamamos los progresistas de la administración. • Compartían una fe común en la “ciencia educativa” y en elevar la educación “por encima de la política” de modo que quienes pudiesen tomar las decisiones cruciales fueran expertos. El progreso como ideología y “hecho” • Forjaron la agenda y la ejecución de la reforma escolar mas poderosa de 1900 a 1950que ningún grupo ha logrado antes o después. • El camino a ese futuro áureo estaba marcado por obstáculos llamados “problemas”, que debían ser resueltos por los expertos. • Su programa para el progreso se basaba en la compartición de que la educación era el mejor medio de dirigir el curso de la evolución social. El progreso como ideología y “hecho” • Los progresistas administrativos se esforzaron por lograr el cambio en los ámbitos local, estatal y federal. • “un sistema escolar estatal eficiente no se puede crear de la noche a la mañana, ni brota, como resultado de conjuros agitando una varita mágica. Siempre es resultado de persistencia durante un largo periodo de esfuerzo continuado.” • Charles H. Judd sostuvo que debían abolirse las juntas escolares locales la educación debía ser controlada, en lo posible, por profesionales especialmente preparados. El progreso como ideología y “hecho” • En 1919 la oficina, emitió un manual de legislación educativa dirigido a los legisladores de los estados, proponía todo un programa de legislación estatal destinado a estandarizar la escuela para armonizarla con el programa de “reorganización” • los educadores cabildeaban en los gobiernos estatales pidiendo escuelas locales que satisficieran los requerimientos mínimos necesarios para recibir ayuda del estado. Las agencias privadas de acreditación también insistieron en mayor uniformidad institucional. El progreso como ideología y “hecho” • Con suprema confianza los progresistas de la administración de la educación proclamaron durante todo el tiempo que sus reformas iban en iteres nacional y en interés de los escolares, por tanto, era un progreso obvio. • Firmemente convencidos de ser los depositarios del interés publico, los superintendentes y otras elites de la política de la primera mitad del siglo tildaron a sus adversarios de ignorantes o de tener intereses egoistas.